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KranionKranion. 2011;8:22-32
Dirección para correspondencia: Juan José Ruiz Ezquerro E-mail: [email protected]
Servicio de Neurología Complejo Asistencial de Zamora Zamora
Semiología neurológica en las Sagradas Escrituras
J.J. Ruiz Ezquerro
ResumenSe analizan las referencias textuales a aspectos semiológicos relacionados con la Neurología en las Sagradas Escrituras, entendiendo por tales los escritos canónicos que constituyen la Biblia (Antiguo Testamento [AT] y Nuevo Testamento [NT]), y los textos extracanónicos, conocidos coloquialmente como Evangelios apócrifos.Enfermedades como lepra, déficits sensoriales, déficits motores, posesión demoníaca en sus diferentes variedades, epilepsia, ictus, alteraciones de memoria, juicio y raciocinio, alteraciones del lenguaje, traumatismos craneales, síncopes, entre otras muchas, aparecen directa o indirectamente reseñadas en los textos sacros.
Palabras clave: Semiología neurológica. Biblia. Antiguo Testamento. Nuevo Testamento. Evangelios apócrifos.
AbstractAnalysis is made of textual references to semiologic aspects related to Neurology in the Holy Scriptures, this being understood to mean the canonical writings that make up the Bible (Old Testament and New Testament) and non-canonical writings colloquially called the Apocryphal Gospels.Pathologies such as leprosy, sensory impairment, motor impairment, different types of demonic possession, epilepsy, stroke, alterations in memory, judgment and reasoning, language alterations, cranial trauma, syncopes, among many others, are described directly or indirectly in the sacred texts. (Kranion. 2011;8:22-32)
Corresponding autor: Juan José Ruiz Ezquerro, [email protected]
Key words: Neurologic semiology. Bible. Old Testament. New Testament. Apocryphal Gospels.
introDucción
Sin duda alguna, la Biblia es, y ha sido a lo largo de la Historia, el libro que más ha influido en la sociedad, no sólo en los aspectos específicamente religiosos o morales, sino también en aspectos sociales, legales y artísticos, entre otros.
La Medicina, como no podía ser menos, también se ha visto influida por la Biblia. La íntima relación entre enfermedad –y, por ende, Medicina–, Magia y Religión, invariablemente presente en las culturas antiguas, apare-ce reflejada con profusión en los escritos bíblicos. El
análisis de esta relación y de las repercusiones que las Sagradas Escrituras han tenido en el devenir histórico de la Medicina excede el objetivo de estas líneas.
Analizaremos, a continuación, desde un punto de vista fundamentalmente descriptivo, aquellas referencias relacio-nadas con síntomas, signos o enfermedades pertenecientes al campo de lo que hoy entendemos como Neurología.
Estudiaremos, por lo tanto, la semiología neurológica en los textos del AT (Tabla 1), en los del NT (Tabla 2) y en los inadecuadamente denominados Escritos o Evange-lios apócrifos, que preferimos denominar Escritos o Evan-gelios extracanónicos (Tabla 3).
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J.J. Ruiz Ezquerro: Semiología neurológica en las Sagradas Escrituras
Tabla 1. Semiología neurológica en los textos del AT
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Dolor «... con dolor parirás los hijos...» Gen, 3:16
Longevidad «Fueron los días de Adán, después de engendrar a Set, 800» (930 años)
Gen, 5:3-5
«El total de los días de Set fue 912 años» Gen, 5: 6-8«El total de los días de Enós fue de 905 años» Gen, 5:9-11Quenán (910), Mahalalel (895), Yéred (962), Henoc (365),
Matusalén (969), Lámek (777), Noé (> 500)Gen, 5:12-32
Intoxicación etílica «Noé... plantó una viña. Bebió del vino, se embriagó y quedó desnudo...»
Gen, 9:20-21
«Ven, vamos a propinarle vino a nuestro padre...» Gen, 19:30-38 Lot«... y el corazón de Nabal estaba alegre en él, y estaba muy
borracho...»Sam I, 25:25-38
Alteración del lenguaje (disfasia ¡!)
«Ea pues, bajemos y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo».
Gen, 11:7 Torre de Babel. Figurado
Déficit multisensorial (agnosia táctil ¡!)
Jacob suplanta a Esaú ante Isaac envejecido y ciego Gen, 27:1-30
El nervio ciático «... por haber sido tocado Jacob en la articulación femoral, en el nervio ciático»
Gen, 32:23-33
Alteración del lenguaje (disartria ¡!)
«... sino que soy torpe de boca y lengua...» Ex, 4:10 Metafórico
Lepra «... estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve» Ex, 4:6-7«... si el pelo de la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga parece más
hundida... es lepra»Lev, 13:2-8
«... pero si la lepra se ha extendido por la piel...» Lev, 13:9-17«El afectado por la lepra llevará los vestidos rasgados y desgreñada la
cabeza... Fuera del campamento tendrá su morada»Lev, 13:45-46
«Manda a los israelitas que echen del campamento a todo leproso...» Lev, 14:1-32«En caso de lepra cuida bien de observar...» Deut, 24:8-9«... María estaba leprosa, blanca como la nieve...» Num, 12:9-10«Naamán general de los ejércitos ... hombre valeroso en extremo,
pero leproso»Rey II, 5:1 y 27
«Y había 4 hombres leprosos a la entrada...» Rey II, 7:3«Y fue leproso hasta el día de su muerte y habitó en casa separada» Rey II, 15:5
Cron II, 26:19-21Uzías
Deformidad corporal «… ni ciego, ni cojo, ni deforme, ni monstruoso, ni jorobado, ni raquítico...»
Lev, 21:16-21
Traumatismo craneal Muerte de Sisara por Yael Jc, 4:21 y 5:26-27«una mujer arrojó una rueda de molino a la cabeza y le partió el cráneo» Jc, 9:53 AbimelekMatanza de filisteos por Sansón con la quijada del asno Jc, 15:15«La piedra quedó hincada en la frente, y cayó en tierra sobre su
rostro»Sam I, 17:49 David y Goliat
Zumbido de oídos (acúfenos ¡!)
«Voy a ejecutar una cosa tal que a todo el que oiga le zumbaran los oídos»
Sam I, 3:11 Metafórico
«... que el que lo oyere, le retiñiran ambos oídos» Rey II, 21:12Jr, 19:3
Vejez, torpeza, déficit visual
«... y sus ojos se habían entenebrecido... Elí cayó hacia atrás de la silla y quebrósele la cerviz y murió, porque era hombre viejo y pesado»
Sam I, 4:15-18 Elí
«Y no podía ya ver Ahías, que sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez»
Rey I, 14:4
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24Tabla 1. Semiología neurológica en los textos del AT (continuación)
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Enfermedad de Saúl «he aquí ahora que el espíritu malo de parte de Dios te atormenta»
Sam I, 16:14-23
Crisis fingida de David «y mudó su habla ante ellos... fingióse loco... dejando correr su saliva por su barba»
Sam I, 21:13-16 Seudocrisis
Lisiado de los pies «Aún ha quedado un hijo de Jonathán, lisiado de los pies» Sam II, 4:4 y 9:3
Gigantismo «... el cual era de los hijos del gigante...» Sam II, 21:16 y 18«Hubo un hombre de grande altura... el cual tenía 12 dedos
en las manos y en los pies y también era de los hijos del gigante»
Sam II, 21:20
La «mano seca» de Jeroboam
«Mas la mano que había extendido se le secó que no la pudo tornar a sí»
Rey I, 13:4-6
Enfermedad de Asa «Mas en el tiempo de su vejez, enfermó de sus pies»«Enfermó Asa de los pies para arriba y... murió»
Rey I, 15:23Cron II, 16:12-13
Dolor de cabeza «... ¡mi cabeza, mi cabeza!... estuvo sentado hasta mediodía y murióse»
Rey II, 4:18-20
Ceguera de Tobit «... menos veía a causa de las manchas hasta que me quedé completamente ciego»
Tb, 2:9-10
«Cuanto a la hiel, untando con ella los ojos de un hombre atacado por manchas blancas»
Tb, 6:7-9
Hombre o mujer atormentados por demonio o espíritu malo
«Si se quema el corazón o el hígado del pez ante un hombre o mujer atormentados por un demonio o un espíritu malo, el humo ahuyenta todo mal...»
Tb, 6:7
Deshidratación, insolación, golpe de calor
«... desfallecían de sed y caían en las plazas...» Jdt, 7:22«... y le dio una insolación en la cabeza, cayó en cama y
vino a morir...»Jdt, 8:3
«Y el sol hirió a Jonás en la cabeza y desmayábase» Jon, 4:8
Síncope «... Cayó al suelo desvanecido» Jdt, 14:6«la reina se desvaneció, perdió el color y apoyó la cabeza...» Est, 5:1d
Alucinaciones/visiones «... en imaginaciones de visiones nocturnas...» Jb, 4:13 Metafórico«... me quebrantarás con sueños y me turbarás con visiones» Jb, 7:14
Temblor «Sobrevínome un espanto y un temblor...» Jb, 4:14 Metafórico
Deterioro cognitivo «... Él quita a los ancianos el consejo» Jb, 12:20 Metafórico«... quita el seso de las cabezas... háceles que se pierdan
vagueando... van a tientas como en tinieblas y sin luz, y los hace errar como borrachos»
Jb, 12:24-25
Blefarospasmo (¿?) «Y por qué guiñan tus ojos» Jb, 15:12
El ictus de Alcimo «... sufrió Alcimo un ataque y su obra quedó paralizada, se le obstruyó la boca...»
Mac, I, 9:55
Deterioro cognitivo + parkinsonismo (¿?)
«Tiemblan y titubean como borrachos. Y toda su ciencia es perdida»
Salm, 107:27
Ictus ACMI «Mi diestra sea olvidada. Mi lengua se pegue a mi paladar» Salm, 137:5-6
Alteraciones del sueño, parasomnias, pareidolias
«Soñó Nabucodonosor sueños y perturbóse su espíritu...» Dn, 2:1Demencia de Nabucodonosor Dn, 4:23-34Pareidolias Dn, 5:5 y ss
Deterioro cognitivo de Ephraim
«Ephraim es vejado, quebrantado en juicio...» Os, 5:11«Y aún vejez se ha esparcido por él, y él no lo entendió... Y fue
Ephraim como paloma incauta sin entendimiento»Os, 7:9-11
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J.J. Ruiz Ezquerro: Semiología neurológica en las Sagradas Escrituras
Tabla 2. Semiología neurológica en los textos del NT
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Endemoniados «... le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos: endemoniados...»
Mt, 4:24 Inespecífico
«Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus...»
Mt, 8:16.
«Había en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo...» Mc, 1:23-26 Cafarnaúm
«le trajeron todos los enfermos y endemoniados.../y expulsó muchos demonios...»
Mc, 1:32-34 Hija sirofenicia
«Pues curó a muchos... y los espíritus inmundos...» Mc, 3:10-12
«Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo...»
Lc, 4:33-35
«... los curaba. Salían también demonios de muchos...» Lc, 4:40-41 Hija de la cananea
«... y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados»
Lc, 6: 18-19
«... mi hija está malamente endemoniada...» Mt, 15:21-28
«... cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo...» Mc, 7:24-30
«... trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos...» Hch, 5:15 Sombra de Pedro
«... el hombre en quien estaba el espíritu malo...» Hch, 19:16 Pablo
Endemoniados gadarenos/gerasenos
«... vinieron a su encuentro dos endemoniados... tan furiosos...» Mt, 8:28-33 Gadara; 2 individuos
«... vino un hombre con espíritu inmundo... a quien nadie podía ya tener atado...»
Mc, 5:1-20 Gerasa; 1 individuo
«... vino a su encuentro un hombre poseído por los demonios...» Lc, 8:26-39 Gerasa; 1 individuo
Endemoniado mudo «Y, expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo» Mt, 9:32-34
«Sucedió que cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo» Lc, 11:14
Endemoniado ciego y mudo «Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y mudo...» Mt, 12:22
Lunáticos «... le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos: ... lunáticos ...»
Mt, 4:24
Paralíticos «... le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos: ... y paralíticos»
Mt, 4:24 Inespecífico
«Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos» Mt, 8:5 Criado del centurión
«En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla» Mt, 9:1-8
«... a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico»
Mc, 2:1-12 Cafarnaúm
«... le bajaron con la camilla a través de las tejas...» Lc, 5:17-25
«... yacía multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos...» Jn, 5:3-9 Betesda
«... muchos paralíticos y cojos eran sanados...» Hch, 8:7 Felipe
«... tendido en una camilla desde hacía 8 años pues estaba paralítico» Hch, 9:33 Eneas
Leprosos «... un leproso se acercó y se postró ante Él...» Mt, 8:1-4; Mc, 1:40-45: Lc, 5:12-16
«... salieron a su encuentro 10 hombres leprosos...» Lc, 17:12-19
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Para el estudio de los textos canónicos utilizaremos la versión de la Biblia Reina-Valera (1569-1602)1,2, cote-jada con las versiones Nácar-Colunga (1944) y Biblia de Jerusalén (1975-1998), mientras que los textos extraca-nónicos serán analizados a partir de las ediciones de González Blanco3 y Santos Otero4.
antiguo tEstamEnto
En la Biblia cristiana, está constituido por 37 libros agrupados en: Pentateuco (Génesis [Gen], Éxodo [Ex], Levítico [Lev], Números [Num] y Deuteronomio [Dt]), li-bros históricos (Josué [Jos], Jueces [Jc], Ruth [Rt], Samuel [Sam] I y II, Reyes [Rey] I y II, Crónicas [Cron] I y II, Esdras [Esd], Nehemías [Ne], Tobías [Tb], Judit [Jdt], Esther [Est] y Macabeos [Mac] I y II), libros poéticos y sapienciales (Job [Job], Salmos [Salm], Proverbios [Pr], Eclesiastés [Qo], Cantar de los cantares [Ct], Sabiduría [Sb] y Eclesiástico [Si]) y libros proféticos (Isaías [Is], Je-remías [Jr], Lamentaciones [Lm], Baruc [Ba], Ezequiel [Ez], Daniel [Dn], Oseas [Os], Joel [Jl] y Amós [Am]).
La primera referencia a la enfermedad, concretamen-te al dolor, uno de sus síntomas más frecuentes, aparece
precozmente en los escritos sacros (Gen, 16) en relación con el pecado original.
También en Gen, al hablar de la genealogía de los patriarcas antediluvianos, se recogen numerosas referen-cias a edades muy avanzadas (Gen, 5:3-32). Desconoce-mos la unidad de cómputo temporal con la cual están realizadas, pero no hay duda de que no puede corres-ponderse ni con el año ni con el mes tal como lo enten-demos actualmente.
La intoxicación etílica está muy presente en los es-critos bíblicos, especialmente en el AT. Las más significa-tivas están relacionadas con las figuras de Noé (Gen, 9:20-21) y Lot (Gen, 19:30-38).
Los textos bíblicos referidos a la lepra (enfermedad sagrada junto con la epilepsia) –y especialmente a las normas sociales de carácter higiénico concernientes a este mal– recogidas en Lev (Lev, 13 y 14), sentaron los principios de actuación en relación con la enfermedad que se mantuvieron vigentes durante siglos. Otras refe-rencias personalizadas, como la lepra de María –esposa de Aaron– (Num, 12:9-10), del general Naamán (Rey II, 5:1) y del rey Uzías (Rey II, 15:5 y Cron II, 26:19), nos informan de lo extendido de la enfermedad que afectaba
Tabla 2. Semiología neurológica en los textos del NT (continuación)
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Ciegos «... le siguieron dos ciegos gritando... Y se abrieron sus ojos...» Mt, 9:27-30 Inespecífico«Cuando salían de Jericó... dos ciegos... Jesús tocó sus ojos y al
instante...»Mt, 20:29-34 Ciegos de Jericó
«... y habiéndole puesto saliva en los ojos...» Mc, 8:22-25 Betsaida«Cuando salía de Jericó, Bartimeo, hijo de Timoteo... y al instante
recobró la vista»Mc, 10:46-52 Bartimeo, Jericó
«Al acercarse a Jericó estaba un ciego sentado junto al camino...» Lc, 18:35-43 Ciego de Jericó«... vio al pasar a un hombre ciego de nacimiento...» Jn, 9:1
«... Te quedarás ciego y no verás el sol...» Hch, 13:11
«La mano seca» «Había allí un hombre que tenía una mano seca» Mt, 12:10; Mc, 3:1«Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca» Lc, 6:6
«Cojos, lisiados, ciegos, mudos...»
«los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados...» Mt, 15:30-31 Inespecífico
El endemoniado epiléptico «... es lunático... muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua...» Mt, 17:14-18«... que tiene un espíritu mudo... se apodera de él, le derriba, le
hace echar espumarajos, rechinar los dientes y le deja rígido...»Mc, 9:14-29
«... un espíritu se apodera de él... empieza a dar gritos, la hace retorcerse echando espuma...»
Lc, 9: 37-43
Mujer encorvada por espíritu inmundo
«Había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía 18 años, estaba encorvada y no podía en modo alguno enderezarse»
Lc, 13:10-13
Tartamudo y sordo «... le metió los dedos en sus oídos y con su saliva le tocó la lengua...» Mc, 7:32-35
Mudez de Zacarías «... Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar...» Lc, 1: 20
Tullido «Había un hombre tullido desde su nacimiento...» Hch, 3:2 Hch, 14:8 Pedro y Juan
Conversión de Saulo «… cayó en tierra y oyó una voz que le decía...» Hch, 9:1-19
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Tabla 3. Semiología neurológica en los Escritos extracanónicos
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Posesión demoníaca «... cuando el demonio se apoderó de mí por enésima vez...» Inf árabe, XI Pañal de Jesús
«una pobre mujer poseída... manteniéndola en estado de naturaleza como el día de su nacimiento...»
Inf árabe, XIV Similar a endemoniado geraseno; pañal
«Herida de mutismo por la astucia del demonio... Paralizados sus oídos y su lengua...»
Inf árabe, XV Contacto con Niño
«... el demonio respiró los espíritus de Jesús... y la poseída no le vio más...»
Inf árabe, XVI Contacto con Niño
«... el demonio se había posesionado... las manos juntas sobre la cabeza...»
Inf árabe, XXXIII-IV
Agua y pañal
«... estaba poseído por el demonio... mordía a cuantos se acercaban...» Inf árabe, XXXV Judas Iscariote
«Y los que estaban atormentados por espíritus inmundos, por los demonios o sus enfermedades...»
Inf Armenio, XV:23
«... libró a un endemoniado de un tropel de espíritus inmundos...» Ev Ammonio, IV:19 Gerasa
«... y expulsó muchos demonios...» Ev Ammonio, V:2
«Y a una mujer cananea que llegó con su hija la cual estaba endemoniada...»
EVAmmonio, VIII:2
«... vino una mujer que hacía 18 años tenía demonio ...» Ev Ammonio, IX:12 y 15
«... y muchos demoníacos y afligidos de diversas enfermedades...» Ev Nicodemo, VI:2
«Y llegó una mujer poseída de dos demonios...» Tránsito Virg, IV:11 y 12
«Y arrojó a los demonios con su palabra» Ev Taciano, L:1-2
«... les vinieron al encuentro dos endemoniados...» Ev Taciano, LIII:1-24
Gerasa
«... porque mi hija está poseída de un demonio...» Ev Taciano, XXXV Hija de sirofenicia
Lepra «... una joven cuyo cuerpo estaba blanco de lepra...» Inf árabe, XVII Agua de lavar al Niño
«... el niño quedó purificado de su lepra...» Inf árabe, XVIII Agua de lavar al Niño
«Y había allí también una mujer atacada de la lepra...» Inf árabe, XXXI Agua de lavar al Niño
«... el marido notó en su esposa huellas de lepra... y el matrimonio fue roto y nulo...»
Inf árabe, XXXII Agua de lavar al Niño
«... persona entera era una pura llaga...» Inf Armenio, XXIV:1-7
«... y curaba a los leprosos...» Ev Ammonio, IV.8
«Y vio venir de lejos a 10 leprosos y los curó» Ev Ammonio, XI:18
«Yo era leproso y él me curó con una sola palabra» Ev Nicodemo, VI:5
«... para curarme de la lepra...» Ev Veng Salv, II:2 y III:18
«... y la lepra se fue de él y quedó limpio...» Ev Taciano, XLVI:1-4
«... paráronse a lo lejos 10 hombres que estaban leprosos...» Ev Taciano, CXI
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28Tabla 3. Semiología neurológica en los Escritos extracanónicos (continuación)
Síntoma, signo, cuadro clínico, enfermedad
Texto Referencia Observaciones
Traumatismo craneal «... cayó de cabeza al suelo, rompiéndose el cráneo...» Inf Armenio, XVI:7
Leproso, epiléptico, mutilado
«Leproso, epiléptico, mutilado en las extremidades de sus manos y de sus pies...»
Inf Armenio, XXIV:4
Parálisis «... y curó la parálisis del fámulo de un centurión» Ev Ammonio, IV.9
«... curó a un paralítico, por su mucha fe» Ev Ammonio, IV:20
«Levántate, toma tu lecho y marcha» Ev Nicodemo, VI:2
«Señor, un siervo mío yace en casa paralítico» Ev Taciano, XLVII Siervo centurión
«Y he aquí que trajeron en una cama a un paralítico» Ev Taciano, LIV
«Y había allí un hombre que llevaba 38 años enfermo...» Ev Taciano, LXXXVIII
Piscina Bethsaida
«Mano seca» «Había un sábado en la sinagoga un hombre que tenía la mano derecha seca»
Ev Ammonio, VI:13
Ev Taciano, LXIX
Ceguera «... y curó ciegos...» Ev Ammonio, VIII:3
«... y curó a un ciego de nacimiento...» Ev Ammonio, X:14Ev Ammonio, XII:4
y 17
«... yo era ciego de nacimiento...» Ev Nicodemo, VI:4Corresp Abgaro,
I:3
«Y dos ciegos llegáronse a Jesús...» Ev Taciano, LXI
«... y dos ciegos estaban sentados en el camino, y uno era Bartimeo...» Ev Taciano, CXV
«... hizo barro con la saliva y untó los ojos del ciego...» Ev Taciano, CXXXII
Cojera «… y curó..., cojos...» Ev Ammonio, VIII:3
Corresp Abgaro, I:3
Imbecilidad «y curó... imbéciles...» Ev Ammonio, VIII:3
Sordera, mudez, sordomudez
«Y curó también a un sordomudo» Ev Ammonio, VIII:5
«Hizo hablar a los mudos y oír a los sordos» Ev Ammonio, VIII:6
«Y le trajeron un sordomudo...» Ev Taciano, LXXXVI
Lunático «Y habiendo presentado un lunático a ellos, no lo pudieron sanar» Ev Ammonio, VIII:31-32
«... ten misericordia de mi hijo único que es lunático...» Ev Taciano, XCII
Alteración de razón y juicio de José
«... que eran su razón y su juicio se alteró...» Hist. copta José, XIV-XV
Hist. árabe José, XV
Mudez de Zacarías «Y he aquí que estarás mudo...» Ev Taciano, II:15-17 IV:6-8
«Andaba inclinada y no se podía enderezar»
«Y he aquí que una mujer hacía 18 años tenía espíritu de enfermedad»
Ev Taciano, CIII
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J.J. Ruiz Ezquerro: Semiología neurológica en las Sagradas Escrituras
Figura 1. Ictus: «La mano seca de Jeroboam». Gerbrand Eeckhoutr (1656). El detalle permite apreciar la paresia del miembro superior y la parálisis facial acompañante.
a todos los estratos sociales. Queda fuera de lugar en esta breve revisión el análisis de la enfermedad y su correla-ción con los conceptos actuales de la misma.
Como corresponde a los registros históricos de una época violenta, se recogen numerosas enfermedades y muertes relacionadas con la violencia, entre las cuales ocupan un lugar destacado los traumatismos craneales. Aunque el más conocido es la muerte de Goliat de una pedrada propinada por David (Sam I, 17:49), cronológica-mente, el primero sería el fratricidio de Caín en Abel (Gen, 4:8). Sin embargo, y aunque así ha sido asumido a lo largo de la historia y representado en multitud de obras de arte, no tenemos referencia escrita de que la muerte de Abel se debiese directamente a dicha causa. Otras referencias son la muerte de Sisara por Yael clavándole una estaca de la tienda en la sien (Jc, 4:21) o la muerte de Abimelek (Jc, 9:53).
Las referencias a déficits sensoriales relacionados con la edad son varias. El caso de Elí (Sam I, 4:15-18), que asociaba déficit visual, torpeza, vejez y caída hacia atrás ha sido diagnosticado por algunos historiadores de parkinsonismo e incluso de parálisis supranuclear pro-gresiva (PSP), en un alarde de excesiva imaginación diag-nóstica.
Las referencias a la enfermedad cerebrovascular son varias. El episodio de «la mano seca» de Jeroboam (Rey I, 13:4-6): monoparesia aguda y transitoria, puede ser in-terpretado como un déficit motor focal transitorio (Fig. 1). El diagnóstico parece más claro en el caso de la enfer-medad de Alcimo (Mac I, 9:55): ataque, obra paralizada, boca obstruida y paralizada son términos cargados de simbolismo pero a la vez perfectamente reales que aluden sin duda a un ictus de la arteria cerebral media izquierda. El salmo 137 también contiene una referencia similar al episodio de Alcimo: «Mi diestra sea olvidada, mi lengua se pegue al paladar».
También podemos encontrar algunas referencias al deterioro cognitivo. El caso de Ephraim, relatado en el libro de Oseas (Os, 5:11 y 7:9-11), parece bastante claro. Algunas alusiones metafóricas aparecen en las lamenta-ciones de Job (Jb, 12:20 y 24), mientras que, en el salmo 107, al deterioro cognitivo se asocian signos de parkinsonismo.
Sorprendentemente, el dolor de cabeza sólo es refe-rido en una ocasión. Se trata de un dolor de cabeza brusco, intenso y que conduce a la muerte del sujeto en pocas horas (Rey II, 4:18-20). Ha sido interpretado como un cuadro de hemorragia subaracnoidea.
La enfermedad neuropsiquiátrica también está repre-sentada en los textos: psicosis maniacodepresiva que afectó a Saúl (Sam I, 16:14-23) y que mejoraba con mu-sicoterapia (David al arpa).
Otros cuadros clínicos son de difícil adscripción por la escasez de datos y su poca precisión. Así sucede con la enfermedad de Asa (Rey I, 15:23 y Cron II, 16:12-13), que apareció en su vejez, afectó a los pies y cursó de forma ascendente, llevándole a la muerte en 2 años. Las posibilidades diagnósticas son variadas.
Sólo hemos encontrado una referencia indirecta a la posesión demoníaca (Tb, 6:7).
Además de las citadas, existen menciones sobre di-versos síntomas, signos y situaciones clínicas, como dé-ficits sensitivos, alteraciones del sueño, alucinaciones, temblor, síncope, insolación, golpe de calor, blefarospas-mo, gigantismo y deformidades corporales.
nuEvo tEstamEnto
El NT está constituido por los cuatro Evangelios ca-nónicos (Mateo [Mt], Marcos [Mc], Lucas [Lc] y Juan [Jn]), Hechos de los Apóstoles [Hch], las diversas Epístolas de Pablo (Romanos, Corintios I-II, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses I-II, Timoteo I-II, Tito, Filemón y Hebreos), Epístolas de Santiago, de S. Pedro I-II, de S. Juan I-II-III y de S. Judas; y Apocalipsis.
Las referencias a la semiología neurológica se limitan a los Evangelios y a los Hechos, y tienen como base la capacidad taumatúrgica de Jesús y posteriormente de sus discípulos.
Jesucristo realizó durante su vida pública numerosos milagros; sin embargo, los textos recogen información sobre la naturaleza de los mismos en 37 ocasiones. De ellas, 20 corresponden a la curación de enfermedades y 3 a la resurrección de muertos. De los 20 milagros de curaciones, 7 corresponden a posesiones demoníacas.
Entre ellos, merece especial mención el caso del/de los endemoniado/s gadarenos o gerasenos (Mt, 8:28-33, Mc, 5:1-20 y Lc, 8:26-39) –no existe acuerdo en los Evangelios en el número de individuos ni en el lugar, pues mientras Mateo habla de dos individuos y localiza el episodio en Gadara, Marcos y Lucas (Juan no menciona el episodio) sólo hablan de un individuo y sitúan la acción en Gerasa–. La descripción abigarrada del cuadro clínico
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Figura 3. Epilepsia: «Curación del niño lunático». Fresco, c. 1350. Monasterio Dekani, Serbia.
Figura 4. Epilepsia: «Curación de un endemoniado». Fresco, finales s. XI. Iglesia de Lambach.
y la posesión por varios demonios (Legión) hace viable la hipótesis diagnóstica de un cuadro de Gilles de la Tourette.
Más significativo todavía es el episodio del niño luná-tico o del endemoniado epiléptico (en las traducciones modernas de la Biblia figura de ambas formas). El episo-dio, al descenso del monte Tabor tras la Transfiguración, es relatado por Mateo, Marcos y Lucas (Mt, 17:14-18, Mc, 9:14-29 y Lc, 9:37-43). La descripción semiológica con-junta no deja lugar a dudas sobre la naturaleza epiléptica de la enfermedad (Figs. 2 y 3).
Ambos episodios, endemoniado geraseno y niño lu-nático, han sido profusamente objeto de representación por los más diversos artistas a lo largo de la historia.
Además de éstas, hay numerosas referencias, más inespecíficas, a endemoniados, endemoniados mudos, endemoniado ciego y mudo, etc. (Fig. 4).
Al igual que en el AT, en el NT también se recoge la curación de «la mano seca» (Mt, 12:10, Mc, 3:1 y Lc, 6:6), de la que Lucas nos especifica que se trata de la derecha, mientras que Mateo y Marcos no refieren cuál es (Fig. 5).
La mujer encorvada por espíritu inmundo (Lc, 13:10-13) podría corresponder, desde un punto de vista neurológi-co, a una camptocormia, especialmente si se contemplan las ilustraciones que acompañan al pasaje en algunos evangeliarios clásicos (Fig. 6).
En los textos también se recogen numerosas cu-raciones de ciegos, sordos, mudos, paralíticos, cojos, lisiados, etc.
La lepra, enfermedad sagrada por excelencia del AT, aparece en escasas ocasiones en el NT, cediendo en prevalencia a favor de la posesión demoníaca.
Lucas es el único evangelista que nos refiere el epi-sodio de la mudez de Zacarías (Lc, 1:20), que algunos historiadores, en un exceso de liberalidad interpretativa, han diagnosticado como la afasia de Zacarías.
En Hechos se recoge el episodio de la Conversión de Saulo, que tantos escritos e interpretaciones ha suscitado
Figura 2. Epilepsia: «Curación del niño lunático». Maestro Alexander (c. 1430). Biblia historiada.
(Hch, 9:1-19). La tradición ha interpretado el cuadro como epiléptico; de hecho, uno de los epónimos de la enferme-dad epiléptica es el de «Enfermedad o mal de S. Pablo». En nuestra opinión, el cuadro no cumple criterios para ser diagnosticado de epilepsia, pudiendo corresponder más bien a una ceguera cortical traumática.
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J.J. Ruiz Ezquerro: Semiología neurológica en las Sagradas Escrituras
Figura 5. Ictus: «Curación de la mano seca». Mosaico, finales s. XII. Catedral de Monreale, Sicilia.
Figura 6. Camptocormia: «La mujer encorvada por espíritu inmundo». Evangelio de Otón III (997-1002). Reichenau.
Escritos Extracanónicos («EvangElios apócrifos»)
Hemos revisado los Evangelios gnósticos (Ev de Fe-lipe, Ev de Tomás, Ev de Judas, Ev de María Magdalena, Ev Apócrifo de Juan, Ev de Valentín, Ev de los Egipcios); Evangelios de la Natividad e Infancia (Ev de la infancia de Tomás, Ev árabe de la infancia, Ev armenio de la infancia, Ev de la Natividad de María, Protoevangelio de Santiago, Ev seudo-Mateo), Ev de Bartolomé, Ev de Nicodemo, Ev de Judas Iscariote, Ev secreto de Marcos, Ev de Pedro, Ev de seudo-Santiago, Ev cátaro de seudo-Juan, Ev de los Hebreos, Ev de los Ebionitas, Ev de Bernabé, Ev de Ta-ciano, Ev de los Nazarenos, Ev de Ammonio, Ev de la venganza del Salvador y Ev de la muerte de Pilatos.
Los Evangelios extracanónicos recogen prácticamen-te los mismos milagros y curaciones que los canónicos, con pequeñas variaciones. Están recogidos los episodios de los endemoniados gerasenos, del niño lunático, de la mano seca y de la mujer encorvada por espíritu inmundo, entre otros.
Una particularidad de los escritos extracanónicos es que nos informan sobre aspectos de la vida de Jesús, especialmente en la infancia, así como de aspectos de la
vida de María y José, que no fueron recogidos en los textos canónicos.
El ciclo de Evangelios denominado «de la infancia» nos refiere numerosos milagros realizados por Jesús niño, algunos relacionados con la reparación de travesuras pro-pias de la edad. Varios de estos milagros, especialmente los relacionados con la curación de posesiones demonía-cas y con lepra y otras enfermedades de la piel, se rea-lizan de forma indirecta, a través de objetos íntimamente relacionados con Jesús o con María. Así, la colocación de un pañal del niño Jesús sobre la cabeza cura la posesión demoníaca, mientras que lavarse con el agua utilizada para lavar al niño sana las enfermedades de la piel.
Asimismo, nos refieren algún milagro realizado por la Virgen, mientras que en los textos canónicos el papel de la Virgen es el de mediadora.
La figura de José, la gran olvidada de la literatura hagiográfica, está muy presente en los textos extracanó-nicos. La historia copta y la historia árabe son bastante coincidentes en aspectos biográficos. Desde el punto de vista neurológico es especialmente interesante la referen-cia cargada de simbolismo a una posible demencia pre-sentada por José en su vejez: «... En ningún momento le faltó prudencia y buen juicio, antes permanecía vigoroso como un joven, cuando ya su edad había alcanzado el año 111... Entonces, el oro fino que era la carne de mi padre José comenzó a transmutarse y la plata que eran su razón y su juicio se alteró. Olvidó el comer y el beber y se equivocaba en su oficio. Ocurrió, pues, que ese día 26 de epifi, cuando la luz comenzaba a extenderse, mi padre José se agitó mucho sobre su lecho. Sintió un vivo temor, lanzó un profundo gemido y se pudo a gritar con gran turbación» (Hist. copta de José el carpintero, X-XV) y «El oro fino comenzó a transmutarse, y a alterarse la plata pura, quiero decir su razón y su sabiduría. Olvidó el beber y el comer. Y se desvaneció y le fue indiferente el conocimiento de su arte de carpintero» (Hist. árabe de José el carpintero, XV).
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32Discusión
Las referencias a la enfermedad en general y a la semiología neurológica en particular son bastante fre-cuentes en los textos sagrados. Sin embargo, existen notorias diferencias entre los textos veterotestamentarios y neotestamentarios.
La enfermedad en el AT es producto del castigo di-vino por la desobediencia y transgresión de las normas o de los acuerdos entre Yahveh y su pueblo. En otras oca-siones, la enfermedad es utilizada no como castigo sino como prueba. Dado que la enfermedad es producida por Yahveh, sólo Él está capacitado para curarla. En los textos veterotestamentarios encontramos una elevada prevalen-cia de enfermedades relacionadas con la violencia propia del momento histórico. También existen numerosas refe-rencias a semiología neurológica, si bien los síntomas son utilizados con un sentido figurado, metafórico y cargado de simbolismo. En el AT la enfermedad sagrada por an-tonomasia es la lepra. Las descripciones son muy ines-pecíficas, con escasos detalles y mínimas referencias a remedios y a los médicos.
En el NT la enfermedad no es producida por Dios, sino por el demonio. Si en el AT la enfermedad es una muestra del poder de Dios, en el NT éste muestra su poder mediante su Hijo, curando la enfermedad. Las refe-rencias, aun en sus limitaciones, son más precisas y deta-lladas, permitiendo en ocasiones el planteamiento de hipó-tesis diagnósticas plausibles. Al igual que en el AT, las referencias a remedios y a médicos son muy escasas, li-mitación acorde con la tesis de que sólo Yahveh o Jesús (y posteriormente sus discípulos) pueden curar la enferme-dad, de gran importancia y profunda significación en el desarrollo histórico de la medicina en el ámbito cristiano.
BiBliografía 1. La Biblia. Qué es. Los sacros libros del viejo y nuevo testamento. Basilea: Casiodo-
ro Reina; 1569. 2. La Biblia. Qué es. Los sacros libros del viejo y nuevo testamento (revisión Valera C,
Amsterdam, 1602). Basilea: Casiodoro Reina; 1569. 3. Evangelios apócrifos (trad. González-Blanco E). Barcelona: Hyspamérica; 1987. 4. Los Evangelios apócrifos: colección de textos griegos y latinos (versión crítica, es-
tudios introductorios, comentarios e ilustraciones por De Santos Otero A). Biblioteca de Autores Cristianos. 10.a ed. 1963;148 (rev y corr). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos; 1999.
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