La Actividad Agroexportadora

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La actividad agro-exportadora constituyó la base en torno a la cual se estructuró y consolidó la formación social venezolana, durante más de cuatro siglos, esta actividad representó la única fuente generadora de excedentes significativos, entre los cultivos exportados tenemos el cacao, el café, entre otros, aunque la vinculación de la economía venezolana con esas áreas capitalistas fue de naturaleza comercial. Los capitales foráneos operaron a través del financiamiento otorgado por comerciantes extranjeros a productores y comerciantes, mediante créditos adelantados por conceptos de cosechas, pero este capital extranjero sólo fue significativo por la vía de los empréstitos gubernamentales, alcanzando, la deuda externa, niveles exagerados. A pesar de la falta de preocupación afectiva del gobierno por el mercado interno, los comerciantes continuaron su desarrollo mientras se mantenía un estado de relativa tranquilidad sociopolítica. En 1858, al renunciar José Tadeo Monagas a la presidencia de la republica, debido al levantamiento militar de Julián Castro, se produjo en el país una gran inestabilidad, que desemboco en la Guerra Federal, la cual se extenderá de 1859 a 1863. Los efectos de esta guerra sobre el mercado fueron semejantes a los de la guerra de Independencia, con un agravante adicional producido por el hecho de que distintas facciones ocupaban partes diferentes del territorio nacional e impedían el intercambio comercial. Ello llevo a una disminución general de la disponibilidad y de la producción de bienes, lo que redujo a sus habitantes a un consumo de subsistencia. En el último tercio del siglo XIX comenzó una animación importante de las actividades económicas. Las medidas dictadas por el presidente Antonio Guzmán Blanco lograron ampliar el mercado interno. Tras el retiro de Guzmán Blanco, a partir de 1888, se cayó de nuevo en la anarquía, pero el mercado estaba más fortalecido que en las ocasiones anteriores, lo que le permitió resistir la situación sin llegar a paralizarse como en la situaciones pasadas, e incluso se lograron algunos progresos, que permitieron entrar en el siglo XX con cierto grado de organización y alguna infraestructura básica.

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La actividad agro-exportadora constituy la base en torno a la cual se estructur y consolid la formacin social venezolana, durante ms de cuatro siglos, esta actividad represent la nica fuente generadora de excedentes significativos, entre los cultivos exportados tenemos el cacao, el caf, entre otros, aunque la vinculacin de la economa venezolana con esas reas capitalistas fue de naturaleza comercial. Los capitales forneos operaron a travs del financiamiento otorgado por comerciantes extranjeros a productores y comerciantes, mediante crditos adelantados por conceptos de cosechas, pero este capital extranjero slo fue significativo por la va de los emprstitos gubernamentales, alcanzando, la deuda externa, niveles exagerados.

A pesar de la falta de preocupacin afectiva del gobierno por el mercado interno, los comerciantes continuaron su desarrollo mientras se mantena un estado de relativa tranquilidad sociopoltica. En 1858, al renunciar Jos Tadeo Monagas a la presidencia de la republica, debido al levantamiento militar de Julin Castro, se produjo en el pas una gran inestabilidad, que desemboco en la Guerra Federal, la cual se extender de 1859 a 1863. Los efectos de esta guerra sobre el mercado fueron semejantes a los de la guerra de Independencia, con un agravante adicional producido por el hecho de que distintas facciones ocupaban partes diferentes del territorio nacional e impedan el intercambio comercial. Ello llevo a una disminucin general de la disponibilidad y de la produccin de bienes, lo que redujo a sus habitantes a un consumo de subsistencia. En el ltimo tercio del siglo XIX comenz una animacin importante de las actividades econmicas. Las medidas dictadas por el presidente Antonio Guzmn Blanco lograron ampliar el mercado interno. Trasel retiro de Guzmn Blanco, a partir de 1888, se cay de nuevo en la anarqua, pero el mercado estaba ms fortalecido que en las ocasiones anteriores, lo que le permiti resistir la situacin sin llegar a paralizarse como en la situaciones pasadas, e incluso se lograron algunos progresos, que permitieron entrar en el siglo XX con cierto grado de organizacin y alguna infraestructura bsica.

El aparato productivo nacional sufri daos, de los cuales tardara mas de tres dcadas en recuperases. Parte numerosa de la de la fuerza de trabajo urbana y rural dejo de trabajar, llamada a el servicio de armas o en fugas para evadirlo se redujeron considerablemente lo aportes del agro a la economa, tanto de los frutos diarios destinado a el consumo de la poblacin como de los que servan de contra parte a el comercio exterior. Lo primero signific desabastecimientos y especulacin, lo segundo prdida de mercados y ausenciade productos importados aadiendo nuevos factores de desajustes a la oferta y la demandainterna. Todo se resume en abandono de sembrados y plantaciones, a causa de lo cual la tierra tendi a volver a su estado natural. En lo respectivo a la ganadera, basta indicar las cifras de antes y despusde la guerra: en 1812 se estimaba 4.500.000 cabezas la suma de rebaos vacunos, caballar y mular, reducida a 256.000 cabezas en 1823. Para alimentar a sus soldados, transprtalos y acarrear sus bagajes. La guerra consumi casi toda la ganadera nacional otro hecho de suma gravedad para el aparato productivo nacional fue la prdida de vidas humanas. 1810 se estimaba que la capitana general tenia no menosde 800.000 habitante, en 1825 fue calculada la poblacin en 659.633 almas. Las prdidas fueron casi ntegramente de fuerza de trabajo. La sociedad despleg una intensa actividad entre 1830 y 1834, en este breve periodo se produjeron en su seno provechosos debates de carcter econmico; se divulgaron conocimientos destinados a servir de orientacin a los productos agropecuarios; fueron presentados planes y propuestas con la intencin de mejorar los manejos comerciales y financieros, incluida la creacin de un banco mercantil; se hicieron interesantes recomendaciones a los poderes ejecutivo y legislativo, la mayora de ellas desatendidas. De particular importancia fue el debate acerca de la significacin de la economa y sus bases tericas en una sociedad concreta-la venezolana-, a Adam Smith (sobre la base del contexto traducido por Jos Alonso Ortiz) y adopto una posicin liberal ms cercana al modelo clsico que la observada por el gobierno. En los ltimos doce aos del siglo XIX y en el primer decenio del siglo XX, el pas sufri una era de inestabilidad poltica unida a una cada de los mercados externos, sobre todo el caf por la competencia brasilea, y otrosrubros que, de nuevo, deprimieron el mercado interno. Sin embargo, lasolidez de la organizacin e infraestructura yacreada permiti no solo resistir esa situacin sino estar en condiciones de poder recuperarse con ms facilidad que antes El cambio posible para ese momento era la adopcin del liberalismo. Venezuela e acogi entonces a l sin experiencia en el manejo de sus mecanismos y con una economa desfalleciente, dejada al libre juego de las fuerza del mercado. Desde el ao 1840 se constat que los resultadoshaban dejadode ser satisfactorio para una parte de los ms connotados dirigentes nacionales de la economa y la poltica. El pensamiento econmico tuvo de esa manera la difusin Y ejercitacin necesarias en el pas aplicacin del esquema liberal,los problemas persistirn por el resto del siglo XIX.

A veinticinco aos del Viernes NegroPedro Rodrguez Rojas- www.aporrea.org12/02/08-www.aporrea.org/actualidad/a50927.htmlEl 18 de febrero de 1983 es recordado por los venezolanos como una fecha luctuosa, elViernes Negro, fecha en la cual para la mayora de los venezolanos se evidencia una crisis, que en trminos reales tenia sus antecedentes inmediatos en las deformaciones de la dcada de los 70, pero ms aun en las propias deformaciones del modelo econmico rentista, iniciado en la dcada de los aos 20 y convalidado por las polticas de gobierno desde Juan Vicente Gmez, cuando la economa se hizo dependiente de la renta petrolera, manifiesto en el anclaje de nuestro signo monetario con respecto al dlar, que desde 1934 y durante tres dcadas mantuvo una relacin casi de paridad a la moneda norteamericana ( 3.30 bolvares) para pasar en 1963 a 4.40, hasta que en la fecha indicada, de 1983, nuestra moneda comienza a sufrir devaluaciones continuas llegando a finales del gobierno de CAP a 100 bolvares por dlar, a 750 en el ultimo ao de gestin de Caldera y de 2.150 en el actual gobierno de Chvez, producto del control d cambio. Sin pretensiones de tecnicismo econmico, estas devaluaciones continuas en los ltimos 25 aos representan la cada de nuestra participacin econmica en el mercado mundial.

II.- Antecedentes: Una Economa Rentista.La insercin de Venezuela desde los aos veinte en el mercado mundial, como surtidor de la materia prima ms importante de las economas capitalistas en este ltimo siglo (el petrolero), configur en nuestro pas un tipo de sociedad particular. Si bien Venezuela transcurre en el siglo XX por las mismas grandes etapas econmicas por las que atraves el resto de la Amrica Latina: agotamiento del modelo agro exportador, su sustitucin por el modelo de industrializacin, as como la crisis de este ultimo hasta llegar a la implantacin de medidas de ajustes y el intento desarrollar un modelo de economa de mercado, la magnitud de la renta petrolera produjo marcadas diferencias. En primer lugar, profundizo las desviaciones y errores del modelo de sustitucin de importaciones como lo son: 1) La desvinculacin entre los diversos sectores productivos, 2) parasitismo con respecto al Estado, 3) dependencia del capital forneo,4) Carcter monoplico.En la dcada de los setenta se dan las manifestaciones ms evidentes de las deformaciones que ha nuestro pas han producido la magnitud de los ingresos petroleros, as como de las diferencias que nos separan del resto de los pases de Amrica Latina. Mientras en los dems pases se hace insostenible la crisis de agotamiento del modelo de sustitucin de importaciones, periodo de decrecimiento y sucesivo estancamiento, en Venezuela se vivi por el contrario en medio del desenfreno que produce el alza en los precios del petrleo, que paradjicamente agudizan la crisis de los pases vecinos. En 1974 los precios del barril pasan de 4 a 12 dlares y en 1979 llegan a 30 dlares promedio.Resumiendo, diremos que en la dcada de los setenta se profundizan los males que ya acarreaba desde sus inicios el modelo rentista y se convierte en la principal fuente de las causas de la crisis generalizada que vivimos desde 1983. As tenemos que los dos principales problemas de comienzos de los ochenta, como lo son la cada de los ingresos petroleros y el de la deuda externa, tienen sus orgenes en la dcada anterior. En cuanto al desenvolvimiento del PTB, mientras que en 1974 a 1976 creci en promedio de un 8 % anual, para 1980, a pesar del segundo boom petrolero, decae en un (-2%). Esta contradiccin de altos ingresos petrolero con decrecimiento econmico demuestra lo certero de los anlisis de personalidades que como Maza Zavala hablaban de crecimiento sin desarrollo o el proceso del antidesarrollo estudiado por Malav Mata, pero sin duda alguna quien ms fuerte lo denunci fue Prez Alfonso, quien desde 1971, antes del primer gran boom de los precios del petrleo, fue persistente en la necesidad de disminuir los ingresos petroleros para as evitar la indigestin econmica, producto de las pocas posibilidades de ser absorbidos eficientemente por la economa. Aos despus seria ms tajante en sus ataques a los proyectos expuestos en el V Plan de la Nacin al que no dudo en llamar Plan de Destruccin Nacional, al endeudamiento externo, avizor la fuga de capitales as como las densas manifestaciones de la crisis que se avecinaba, al final declarara su perdida de fe en la posibilidad de la Siembra del Petrleo. El Festn Petrolero no permiti or ninguna de esas severas pero acertadas advertencias.As mismo podemos ver que entre 1973 a 1975, mientras las inversiones del estado aumentan en 63.2 % la inversin privada lo hizo solo en un dos por ciento y desde 1977 se produce en el pas un proceso de desinversin por parte del capital privado que llega hasta nuestros das. La inflacin que histricamente haba tenido niveles parecidos a los pases desarrollados, de apenas 3 % interanual entre 1957 y 1973, logra aumentar 55.4 % entre 1974 a 1978 y mas del 70 % de 1979 a 1983. Igualmente, la deuda externa que apenas era de 2000 millones de dlares en 1973 pasan a 14 mil millones dedolares en 1978 y a 29.000 millones en 1983. En general, en el periodo 1973 a 1983 mientras que el ingreso petrolero aument en 350 % los gastos lo hicieron en 540 % y la deuda externa creci en un 2000%. A esto debemos aadir la fuga de capitales, que se produce fundamentalmente en el gobierno de Lus Herrera Campins, que sobre pas los 80 mil millones de dlares.III.- 1983: Estalla la Crisis. Los altos precios a los que haba llegado el petrleo produjeron polticas de sustitucin y conservacin en los consumidores, lo que produjo a partir de 1982 una cada en los niveles de exportacin y en los precios. Junto a esta merma de los ingresos, fuga de capitales, cada general de nuestra economa y las presiones de la banca internacional que exiga el pago de los crditos cedidos en la dcada anterior, se produce un ambiente para inmediatos ajustes estructurales de la economa, que deban comenzar con la devaluacin de la moneda y controlar la fuga de divisas. Sin embargo estas medidas por representar un costo poltico y social no se realizaron sino hasta febrero de 1983. A finales de 1982 se intento palear la situacin revalorizando el oro que el Estado posea en las arcas BCV y a travs del control de las divisas petroleras por parte de esta institucin, que hasta ese momento eran manejadas por PDVSA. Ante la precaria situacin de 1983, al gobierno de LHC no le qued otro remedio que tomar la decisin de establecer un rgimen de cambio diferencial y de imposicin de un control de cambios. El bolvar que durante veinte aos haba tenido una cotizacin de 4.30 por dlar es devaluado ese ao a 7.50. En cualquier economa, la devaluacin es un paso para contribuir a equilibrar la balanza de pagos e incentivar la produccin interna con fines de exportacin, sin embargo en nuestro pas las medidas de devaluacin desde 1983 hasta el presente ha sido una practica mas de carcter coyuntural con el propsito de producir mas bolvares por dlar y de esta manera enfrentar el dficit fiscal.IV.-1984-1988: Lusinchi evade responsabilidades.En el periodo de gobierno de Jaime Lusinchi a pesar de la profunda cada de los precios del petrleo (que para 1985 se cotizaban a 15 dlares y la produccin apenas fue de 1.5 millones de barriles diarios, la mitad de lo alcanzado tres aos antes) no se tomaron medidas de carcter estructurales, por el contrario se hizo uso de la devaluacin y de las reservas internacionales las cuales pasaron de 20 mil millones de dlares en 1983 a 6.5 mil millones de dlares en 1978. Sin embargo el dlar se mantuvo controlado a nivel de 14.50 bolvares.El rentismo y el populismose resisten a morir.V.- CAP: El Modelo Neoliberal.En 1989 llega al poder por segunda vez Carlos Andrs Prez, quien violentamente de una experiencia y un discurso claramente populista intenta implementar desde los primeros das de su gobierno medidas estructurales para desarrollar en el pas un modelo econmico de mercado basado en los principios de la doctrina neoliberal. Las medidas econmicas eran mas o menos las mismas que desde principios de la dcada de los ochenta se venan produciendo en Mxico y en Chile y que a finales de la misma dcada se generalizaran por todo el subcontinente: privatizacin, reconversin industrial, disminucin del gasto publico, eliminacin de los aranceles de aduana, liberacin de los precios, tasas de inters y de las regulaciones cambiarias, son algunas medidas para liberar la economa y hacerlas mas productivas. Lo cierto es que este modelo que despus de seis dcadas intentaba sustituir el modelo rentista no fue bien aceptado poltica y socialmente, cuyo rechazo se manifest desde los movimientos sociales del 27 y 28 de febrero de 1989 (apenas a tres semanas de haber asumido el gobierno de CAP), en las rebeliones militares del 4F y el 27N de 1992 y en la definitiva salida de CAP de la presidencia el 20 de mayo de 1993. a pesar de la severa crisis poltica este gobierno celebro haber logrado crecimiento del PTB del 10 % entre 1991 y 1992, haber disminuido la inflacin que lleg al 100% en 1989 a un 32.5 en 1992, sin embargo, el PTB cae en 1% en 1993 y la inversin de capital privado se disminuy en 58 % en 1989y en 135 % en 1990. Pero quizs lo ms importante de sealar en este periodo es que a pesar de las intenciones enmarcadas dentro del VIII Plan de la Nacin de lograr elgran virajey dejar de ser una economa rentista para convertirnos en una economa competitiva y productiva no tuvo resultados. El aparato econmico privado no respondi a pesar de los estmulos, quedando la responsabilidad nuevamente en PDVSA y en el sector petrolero quienes asumieron desde entonces un plan de expansin y la poltica de apertura en esta rea, que luego fue profundizada por el gobierno de Caldera. As mismo los monopolios en vez de verse debilitados toman proporciones gigantescas y sobre todo los vinculantes al capital internacional, as mismo el sector financiero y especulativo se iran a convertir en el de mayor crecimiento en la economa nacional.VI.- Caldera: Entre el Estatismo y el Liberalismo.En 1993 Caldera llega por segunda vez al poder aprovechando su posicin con relacin a la coyuntura del 4F de 1992 y a pesar de un discurso populista y de negarse en principio a continuar el modelo neoliberal iniciado por CAP, lo cierto es que la crisis econmica, la terrible situacin poltica y social luego de la salida de CAP y en el gobierno provisional de Ramn J Velsquez, al final se ve obligado aceptar los acuerdos con el FMI. En 1994, durante su primer ao de gobierno, comienza con la crisis financiera ms grande del pas producto del crecimiento descontrolado en el gobierno anterior, lo que oblig a que el estado tuviera que asumir la responsabilidad con los ahorristas para lo cual destino casi el 60 % de las exportaciones petroleras de ese ao. Caldera recibe el gobierno con una balanza comercial deficitaria en unos dos mil millones de dlares; las reservas internacionales en 12 mil millones de dlares; cada de la demanda interna en 6.6 %; disminucin de la inversin publica en 7.4 %; cada de la demanda externa en 39.8 %; inflacin del 46 %; un dlar a 100 bolvares, decrecimiento del PTB en 2.1 %; dficit fiscal del 7%, es decir una crisis generalizada, lo que llevo a ese gobierne a una fuerte poltica impositiva lo que condujo a que por primera vez despus de 50 aos los ingresos fiscales no petroleros fueran mayor que los provenientes de esta actividad. En 1994 se produce una devaluacin y un control de cambio, cotizndose el dlar a 170 bolvares. A partir de 1996 con la Agenda Venezuela se da continuidad a la poltica econmica neoliberal, el dlar llega a cotizarse en 1998 a 750 bolvares, la inflacin supera la cifra record del 100 % y a pesar del crecimiento en las exportaciones petroleras en PTB cayo en 2 %. Pero quizs lo ms criticable del gobierno de Caldera fue la profundizacin de la poltica de apertura petrolera que bsicamente a nuestro modo de ver-representa un retroceso a la poca del predominios de los grandes trust petroleros sobre nuestra nacin, encaminndose hacia la privatizacin de PDVSA y la disminucin intencionada del papel protagnico de la OPEP como regulador del mercado petrolero mundial.VII.- Chvez: Economa Social y Crisis.Chvez llega al poder con un marcado apoyo de la mayora de los sectores en pobreza que haban sido marginados histricamente de los beneficios de la renta petrolera, de quienes nunca gozaron de la Gran Venezuela ni del ta barato, pero tambin logro aglutinar parte de la clase media que haba perdido poder adquisitivo en los aos 80 y de un sector de la burguesa nacional que solicitaba proteccin de la competencia desleal producida por el modelo neoliberal.Evidentemente el gobierno de Chvez ha estado marcadamente inclinado por las decisiones de orden poltico, aprovechando la alta popularidad y el descontento hacia el sistema poltico tradicional. El desarrollo de la micro empresa, la leyes habilitantes, fundamentalmente la Ley de Tierras, as como el desarrollo de instituciones como el Banco de la Mujer, el Banco de los Pobres, denotan una marcada intencin, aunque con muchos desaciertos y graves problemas tcnicos gerenciales a iniciar una economa social de carcter popular para enfrentar los tradicionales grupos monoplicos que han controlado la riqueza del pas. Sin embargo, a pesar de haber logrado un relativo control del proceso inflacionario, de las reservas internacionales y del papel protagnico de la OPEP a nivel internacional, y de esta forma garantizar una estabilidad en el precio del petrleo (que a finales del gobierno de Caldera haba cado a niveles de 10 a 12 dlares) debe sealarse que la inversin privada interna y externa se han visto profundamente disminuidas. Aunque es necesario tomar en cuenta en esta crisis la manifiesta posicin poltica en contra del gobierno por parte del empresariado. As como se reconoce que el crecimiento de los agregados macroeconmicos en el segundo gobierno de CAP se vio perjudicados por los intentos de golpe de 1992 no es menos cierto que la postura poltica del empresariado venezolano ha incidido en la crisis generada a partir del ao 2002. Sin embargo despus de 9 aos de gobierno debemos preguntarnos: Cules son las transformaciones radicales que en el mbito econmico se han producido?, Por que a pesar de un discurso y posicin poltica que reivindica la soberana, el nacionalismo, el antiimperialismo, seguimos dependiendo del comercio con los grandes centros hegemnicos?, Por qu a pesar de la novedosa Ley de Tierras y de tanto dinero inyectado a la pequea industria, el incentivo a las cooperativas, seguimos dependiendo casi absolutamente de las importaciones, nuestro aparato industrial no crece, la soberana alimentara no pasa del discurso?.VIII.- Ms all de la Crisis Econmica: El Renacer Poltico y Cultural del Venezolano. En muchas oportunidades hemos sealado que a pesar de la terrible situacin que cclicamente se ha venido produciendo en Venezuela durante los ltimos 25 aos y a pesar de la imposibilidad del surgimiento de una economa no dependiente de la renta petrolera, sin embargo; son notorios los avances que desde el punto de vista poltico y cultural hemos logrado. El venezolano de hoy, a pesar de su mayor empobrecimiento, no es ni remotamente parecido al de hace 25 aos atrs. Esa sociedad pasiva, adormecida por la renta petrolera, consumista, controlada polticamente comenz a despertar precisamente como producto de la crisis s. No es casual que los primeros movimientos exigiendo las reforma del estado, la descentralizacin, la participacin, las elecciones de gobernadores y alcaldes se dan en pleno auge de la crisis y precisamente por la resistencia a los cambios de los tradicionales poderes econmicos y polticos se genera un desbordamiento social a partir del sacudn de 1989,de los intentos de golpe de 1992, de las turbulencias sociales despus de la salida de CAP en 1993, de una poblacin que puso su confianza en Caldera, que fue traicionada, que nuevamente la delego en manos de Chvez en 1998 y para algunos fue nuevamente traicionada as como para otros continua la esperanza de cambios. Las nuevas organizaciones sociales y polticas de una sociedad cansada del predominio del bipartidismo adeco-copeyano durante 40 aos son demostracin del cambio. As mismo a pesar de la politizacin, la conciencia de clase asumida por la sociedad venezolana, lo que para muchos ha llevado a una polarizacin peligrosa de la sociedad, sin embargo aun se mantiene un grado de tolerancia y civismo que nos ha impedido entrar a la terrible situacin de una guerra civil. Soy de los que creo que aun falta mucho para constituir una verdadera sociedad civil en Venezuela, para lo cual hace falta que la mayora de la poblacin histricamente marginada, tenga acceso no solo a los medios econmicos sino a los educativos y culturales que le permitan convertirse en ciudadanos, sin embargo soy optimista al pensar que se logre o no este propsito con el actual gobierno, los venezolanos se resistirn a caer nuevamente en las manos de quienes tienen la responsabilidad de las crisis de las ultimas dcadas y que a diario cnicamente se nos presentan como los salvadores de la patria.