LA ADORACIÓN Y EL JÓVEN

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SEMINARIO TEOLÓGICO “AMIGOS” BEREA

Nombre del alumno (a):

Zuly Beatriz Cortez Marcos.

CONFERENCIA

“LA ADORACIÓN Y EL JOVEN”

Catedrática:

Alma Castañeda de Pinto

Plan: diario intensivo

Ciclo: académico 2011

Alabanza y Adoración de la Iglesia Amigos

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LA ADORACIÓN Y EL JÓVEN

PROPÓSITO:

Lograr que los jóvenes, en la actualidad, tengan un concepto claro y definido de lo que

significa adoración y sus implicaciones.

Que el joven, en base al conocimiento adquirido, pueda tener una actitud adecuada y

correcta cuando adora al Señor.

Se pretende lograr que a la conclusión de esta conferencia, el joven pueda decir, como

lo dijo el salmista: “Dad a Jehová la gloria debida a Su nombre; Adorad a Jehová en la

hermosura de la santidad." (Salmo 29:2) y mantenga esa vida de disciplina con

respecto a la adoración al Señor.

I. ADORACIÓN, SU SIGNIFICADO Y NATURALEZA

Adoración tiene una significación muy profunda: humillarse, inclinarse, postrarse,

exaltación, obediencia y servicio.

El ser humano fue diseñado para adorar a Su Creador, exaltarle, humillarse Y alabarle

delante de Él (Efesios 1:6,12). Fue creado para estar en comunión con Dios. La

adoración reconoce la dignidad de Dios, pues Él se merece toda la gloria y adoración.

a. ¿Por Qué Adorar A Dios?

Adoramos al Señor porque Él es amor, es justo, el Dios Todopoderoso, el

que reina por los siglos de los siglos. La adoración sincera y veraz hacia

Dios, no es por lo que nos ofrece, sino porque reconocemos su grandeza y

excelsitud. Claro ejemplo es el que encontramos en Apocalipsis 4:10,11: “Los

veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y

adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante

del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el

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poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron

creadas”

b. ¿Cuál Es La Adoración Que Le Agrada Al Señor?

La actitud con la que hacemos las cosas cuenta mucho. Nuestra actitud

hacia Dios debe ser la que se expresa en Salmo 51:17cuando dice: “Los

sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y

humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Cuando adoramos, lo hacemos en

“espíritu y en verdad” (Juan 4:23). Es aquella relación “tú y yo” en la que nos

rendimos totalmente a Dios. A través de la adoración podemos decir “¡Oh

Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! …

¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre,

para que lo visites?” (Salmo 8:1-4).

c. La Adoración No Se Tiene Que Convertir En Un “Show”

En la actualidad, muchos han concebido la adoración como aquellos actos en

los cuales se tiene que brincar, gritar, caer, revolcarse. Mientras a la luz de la

Biblia, se nos muestra que Dios es un Dios de orden. La reverencia en los

cultos es algo que se ha perdido aún en nuestras iglesias. Como jóvenes,

sabemos que no se puede estar quietos, que hay energías y activismo

corriendo por nuestro interior, pero al momento de adorar a Dios, debemos

entrar en sintonía con Él, amarle, desear estar en su presencia. Entonces,

preguntémonos ¿Será que estar “emborrachados en el espíritu” nos puede

elevar verdaderamente a la presencia del Señor? ¿No será meramente darle

a la carne lo que ella pide?

Cuando adoramos, adoramos al Señor con nuestra razón o entendimiento,

Pablo dice: “¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el

entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el

entendimiento” (1Co 14:15).

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II. LA ADORACIÓN Y LA ALABANZA

La alabanza está íntimamente ligada con la adoración. Cuando viajamos a

través de la Biblia nos damos cuenta que está repleta de alabanzas a Dios.

Desde reconocer su grandeza hasta agradecer por la liberación, protección y

auxilio. Moisés y María entonaron un cántico a Jehová (Éxodo 15:1-21). La

herencia hebrea que tenemos, la encontramos en el libro de los Salmos. Los

jóvenes que hay leído los Salmos, seguramente han podido encontrar ese

tesoro precioso y han llegado a entender lo que el Salmista expresó en

Salmo 100:4: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios

con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.”

Alabar a Jehová no debe darse solamente en los momentos alegres, o

cuando todo va viento en popa, alabar a Jehová es alabarle y exaltar su

nombre, cuando estamos en la prueba, cuando estamos llorando, cuando

estamos sufriendo, no importa nada, el asunto es adorarle y darle gracias en

todo tiempo, porque ciertamente Él escuchará desde los cielos nuestra

alabanza, inclinará su oído para escucharnos engrandecer su nombre aún en

medio de las dificultades.

Como jóvenes debemos alabar al Rey de Reyes y Señor de Señores.

III. LA MÚSICA EN LA ADORACIÓN

Es controversial el asunto de la música dentro de la adoración. Muchos son

de “pensamiento abierto”, pues dicen que todo tipo de música y letra es

bueno, mientras alabe el nombre de Dios. Muchos escuchan música

denominada “cristiana”, con letras con contenido no teológico y ritmos que

despiertan pasiones carnales. Entran en un ambiente desordenado y cantan

lo que no están razonando, sólo lo hacen para darse gusto a sí mismos.

Pero… ¿Qué dice la Biblia de todo esto? ¿Le agrada a Dios este tipo de

cantos? ¿Recibe Él tal adoración a través de esta música?

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a. Veamos lo que dice la Biblia:

I Corintios 14:15 expresa: “¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré

también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también

con el entendimiento”.

Colosenses 3:16 y 17 nos dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en

vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría,

cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y

cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho,

hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por

medio de él”.

También, Pablo escribe a los Efesios: “Hablando entre vosotros con salmos,

con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros

corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de

nuestro Señor Jesucristo”. (Efe 5:19,20).

Entonces, nuestro entendimiento debe estar involucrado en la alabanza en la

adoración al Señor. Asimismo, los cantos que escuchemos o entonemos

deben apelar al espíritu no a la carne.

b. Ya que la Biblia nos da tan importante luz, con respecto a la música,

pregúntese usted ahora:

1. ¿Comunica este cántico el mensaje de la palabra de Dios?

2. ¿Crea esta música un ambiente agradable para adorar a Dios?

3. ¿Apela esta música a la carne y al mundo o me conduce a buscar la

presencia de Dios?

4. ¿Dirige este cántico mi alabanza a Dios o a los intérpretes?

5. ¿Me ayuda eta música a reflexionar en el costo de seguir a Cristo?

6. ¿Será hallada esta música en el cielo?

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Nos es asunto de contradecirse unos a otros, nuevamente hacemos

referencia que como jóvenes nos vemos tentados a hacer propias las modas

de este mundo; tanto en la ropa, la forma de hablar, y precisamente, la

música. Pero hay que irnos al fondo de todo, tenemos que investigar, por

ejemplo, cómo es que se originó tal ritmo, cual es su finalidad y si despierta

los deseos descontrolados de la carne. Si esto es así, la mejor estrategia a

tomar es huir de en medio de todo lo que nos debía del Señor.

Debemos recordar, estamos en este mundo, pero no somos de este mundo.

“…Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de

Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. No améis al

mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el

amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los

deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no

proviene del Padre, sino del mundo” (I Juan 2:14b-16).

CONCLUSIÓN

La adoración es rendirse totalmente a ese Dios justo, amoroso y perdonador. Es

postrarse rostro en tierra reconociendo que Jehová es Dios, Creador Nuestro. Pero no

solamente, es la reverencia que podamos hacer al momento del culto. La adoración es

un estilo de vida. Es el aprendizaje, la educación, disciplina y vigilancia que

mantenemos en nuestra vida diaria.

Debemos tener muchos cuidado, con las nuevas corrientes que están entrando en

nuestra cultura deformada. Debemos velar porque nuestra adoración sea genuina y

aceptable delante de Dios. Como se mencionó anteriormente, aún en la música que

entonamos debemos de ser cuidadosos. Jóvenes, ahora hay un reto para ustedes: La

adoración no sólo es para los ancianos, adultos de la iglesia, la adoración está

diseñada para todas las edades. Qué hermoso es que ésta etapa de su vida, la puedan

invertir en adorar al Señor correctamente, de la manera que a Él le agrada.