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Revista anual del Seminario Diocesano de Osma-Soria «Santo Domingo de Guzmán» La alegría de anunciar el Evangelio Día del Seminario 16 de marzo de 2014

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Revista anual del Seminario Diocesano de Osma-Soria «Santo Domingo de Guzmán»

La alegría de anunciar el Evangelio

Día del Seminario16 de marzo de 2014

Carta del Sr. Obispo

Cada año el lema de la campaña del Seminario tratade concentrar en un slogan el contenido de lo que es y supo-ne la vocación sacerdotal; el de este año (“La alegría de anun-ciar el Evangelio”, en sintonía con la Exhortación apostólica“Evangelii gaudium”) lo expresa con meridiana claridad. Sí, lavocación al sacerdocio es la gran alegría que experimenta lapersona llamada a anunciar el Evangelio. La misión del sa-cerdote es una llamada de Cristo para continuar su misión deanunciar a todos los hombres de todos los tiempos el Evan-gelio, la Buena Noticia de Jesús.

Sentirse llamado por el Señor a ser su mensajero yel portador de su mensaje al mundo como sacerdote essentirse amado por Él; sentir que, como al joven rico delEvangelio, Jesús nos ha mirado con cariño y nos ha elegi-do para que seamos sus compañeros y para enviarnos apredicar (cfr. Mc 3, 13-14). Cuando los Apóstoles sintie-ron la llamada llena de cariño del Señor para que le si-guieran, eligiéndolos como sus íntimos y sus predilectos,se sintieron muy contentos y le siguieron; enseguida, lle-nos de gozo por haber encontrado al Maestro, se lo co-municaron a sus hermanos que también le siguieron. Elencuentro con el Señor y su llamada llenó plenamente suvida; a ellos no lesimportó tener quedejar cuanto ha-bía constituido suvida anterior y se-gui r le só lo a Élporque descubrie-ron que so lo É lllenaba totalmen-te su corazón.

El Señor si-gue hoy mirandocon cariño, fijandolos ojos llenos deamor en aquellosque elije para que lesigan por el mismocamino y la mismamisión de los após-toles. El Señor siguellamando hoy a jó-venes de corazóngrande y generoso que quieran escuchar su llamada y se-guirle; jóvenes que, como los Apóstoles, no son posiblementeni los más inteligentes, ni los que más destacan, ni los demás cualidades, ni siquiera los mejores, precisamente paraque se note que una gracia tan grande como es el sacerdociono es fruto de nuestra valía sino de la gracia de Dios; de estemodo se pone de manifiesto que nosotros somos vasijas debarro con fallos, con múltiples defectos, a los que se les con-fía la misma misión que el Padre le encomendó a Él y así sevea “que una fuerza tan extraordinaria viene de Dios y no denosotros” (1 Co 4, 7)

El Señor sigue llamando a su servicio a corazones gran-des y generosos que, por encima del egoísmo y del materia-lismo del mundo actual, estén dispuestos a empeñar su vidapara siempre en el servicio de anunciar el Evangelio a sushermanos. Entonces “llamó a los que Él quiso para que estu-vieran con Él y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 13-14). Hoyllama también a los que Él quiere, sin ningún mérito por suparte sino sólo por puro amor, porque desea compartir sussecretos más íntimos y enviarlos a que los anuncien a losdemás poniéndolos en la senda de la salvación.

Ésta es la misión a la que el Señor llama a los sacer-dotes de hoy y de siempre. Por eso, cuando alguien sientesobre sí la mirada del Señor que le llama a tan sublime mi-sión, a pesar de su pobreza y de sus limitaciones, es tal elatractivo de lo que Dios ofrece que llena totalmente el cora-zón que lo recibe. Sí, el sacerdote está lleno por dentro (llenode Dios), satisfecho con su preciosa misión y alegre; no nece-sita nada más porque ha encontrado el verdadero sentido asu vida que quiere dedicar por completo a anunciar a Cristo alos demás.

La alegría de quien se siente llamado al sacerdocio esla alegría de la fe que le impulsa a entregarse al servicio delSeñor; es la alegría que brota del corazón generoso, la ale-gría que nace de Dios y de la entrega de nuestra vida a Él. Esésta una alegría que se va a actualizar y va a aumentar cuan-do el sacerdote experimenta que alguien con su ayuda hadescubierto a Dios y le sigue; es la alegría y la satisfacción dequien se da cuenta de que, con la gracia de Dios, su ministe-rio está ayudando a acercar a los hombres a Dios y a Dios alos hombres.

Es conmovedor pensar que el Señor ha querido tenernecesidad de nuestra respuesta para hacer llegar su mensa-

je de salvación alos hombres de to-dos los tiempos;por ello, en todotiempo y lugar, si-gue llamando apersonas norma-les, a jóvenes nor-males, con cualida-des y defectos perocon un corazóngrande, que quie-ran escuchar suvoz con atención yresponderle con lagenerosidad del jo-ven Samuel: “ha-bla, Señor, que tusiervo escucha” (1Sam 3, 10).

Que nuncaha sido fácil el se-

guimiento del Señor por el camino del sacerdocio es cierto;pero no lo es menos que, junto a las dificultades que poda-mos sentir, escuchamos siempre la voz del Señor que nosdice: “Te basta mi gracia; mi fuerza se manifiesta perfecta enla debilidad” (1 Co 12, 9); es más, el mismo Jesús nos diceque no nos preocupemos de las dificultades que vendrán “por-que no seréis vosotros los que habléis sino el Espíritu de vues-tro Padre el que hablará en vosotros” (Mt 10, 20). Por eso, notenemos que cerrar los ojos a las dificultades pero tampocopueden paralizarnos porque no luchamos solos sino que elSeñor va delante marcándonos el camino y ayudándonos asuperarlas.

¡Queridos jóvenes: dejad que Dios actúe en vosotros,preguntaos por su llamada y, si el Señor os llama por el caminodel sacerdocio, no dejéis de experimentar la alegría que produ-ce una vida dedicada al anuncio del Evangelio! Si le respon-déis generosamente Él os va a llenar de su paz y de la alegríade la fe que da siempre a cuantos responden con valentía a sullamada; sed sus amigos íntimos que le anunciéis a los hom-bres y mujeres de este s. XXI, tan necesitado de Cristo, paraacercarlos a Él y al sentido auténtico de la vida.

Saludo del Rector del Seminario

Con el lema “La alegría deanunciar el Evangelio”, nuestra Dió-cesis celebra el próximo 16 de marzoel Día del Seminario. Este año, lacampaña tiene como imagen la figu-ra del Santo Padre saludando a losfieles en la plaza de San Pedro, unaimagen que se repite cada miércolesen la Audiencia general y cada domin-go en el rezo del Ángelus: miles depersonas rodean al Papa y rezan conél. Y es que una de las claves paraentender la simpatía que suscita enmuchos el Sucesor de Pedro es, sinduda, su alegría. Francisco sonríesiempre y lo hace con naturalidad,como quien no quiere contener la ex-presión externa de un sentimientoíntimo, profundo y contagioso.

El “Día del Seminario” se vienecelebrando desde 1935 y desde en-tonces cada año llega con un nuevolema pero con el mismo objetivo: sus-citar vocaciones sacerdotales median-te la sensibilización dirigida a toda lasociedad y, en particular, a las comu-nidades cristianas. En el presente cur-so ha ingresado en el Seminario Ma-yor un joven soriano, José García, quetras un proceso de discernimiento hadado un “sí” generoso al Señor; elpróximo mes de septiembre será otrojoven, José María, quien se incorporea nuestro Seminario Mayor con la mi-rada puesta, también él, en servir alSeñor y a la Iglesia desde el sacerdo-cio. Además, Pedro Luis, a quien to-dos conocéis, concluye sus estudiosen mayo y se abre para él una nuevaetapa en su preparación para ser sa-cerdote. Todo ello es motivo de alegríay de esperanza: lo es para el Semina-rio y nos gustaría que lo fuera tambiénpara todos los diocesanos.

La Diócesis entera es la prime-ra implicada en la promoción de lasvocaciones sacerdotales, particular-mente en un momento de preocupan-te sequía vocacional como el que es-tamos viviendo. Es ésta también unaocasión para animar a los sacerdo-tes de las parroquias más grandes,donde hay mayor número de jóvenes,a intensificar los esfuerzos pastora-les para hacer con coraje la propues-ta vocacional a aquéllos en los que

se aprecie un germen de vocación sa-cerdotal.

Importante tarea tenemos to-dos en este campo (sacerdotes, reli-giosos y laicos), una tarea que debeestar permeada de la oración insisten-te al Señor para que envíe obreros asu mies. Perseveremos en la oraciónconstante ante el Santísimo Sacra-mento por el incremento de las voca-ciones sacerdotales, sabiendo que laoración insistente es el alma de todapastoral, también y particularmente dela pastoral vocacional.

En el contexto del Día del Se-minario, quisiera recordar con hondoafecto las palabras de aliento de Be-nedicto XVI en su último encuentro conlos cardenales y con el clero de Romaantes de su renuncia al oficio petrino.En las dos ocasiones, al igual que hizoen la Eucaristía de inauguración de supontificado, se refirió a la Iglesia comoun cuerpo vivo: “es siempre una ale-gría ver cómo la Iglesia vive”. Con pa-labras del pensador Romano Guardini,subrayó que la Iglesia es “una reali-dad viviente. Vive a lo largo del tiem-po, en devenir como cualquier ser vivo,transformándose. Sin embargo, en sunaturaleza, permanece siempre la mis-ma, su corazón es Cristo”. Y es ver-dad: la Iglesia hará bien si es capazde conservar la Tradición que ha reci-bido eliminando de su camino la hoja-rasca que, en el decurso del tiempo,se va pegando a sus pies.

Un año en la vida del Seminario

El mes de febrero de 2013 que-dará grabado para siempre en el cora-zón de los que formamos la familia delSeminario. Junto con toda la Iglesia nossentimos sobrecogidos cuando, en lafría mañana del 11 de febrero, los me-dios de comunicación empezaron a di-vulgar la noticia de que nuestro queri-dísimo Papa Benedicto XVI iba a re-nunciar al ministerio petrino el 28 defebrero. Al conocer la noticia sentimosla necesidad de rezar por el Papa y porla Iglesia; una oración de acción de gra-cias que presentamos a Dios de formaespecial en la Santa Misa que celebra-mos, junto con toda la Diócesis, paraagradecer al hoy Papa emérito Bene-dicto XVI sus “luminosos ocho años dePontificado”, según nos recordó nues-tro Obispo, Mons. Gerardo Melgar Vi-ciosa. Desde el Seminario nos unimosa toda la comunidad diocesana en laparroquia de El Salvador (Soria) el jue-ves 28 de febrero a las siete de la tar-de, unos minutos antes de que comen-zara el periodo de Sede Vacante.

A los pocos días tuvimos laoportunidad de asistir al musical “Notengáis miedo” que trajeron hasta laDiócesis el sábado 9 de marzo las De-legaciones episcopales de familia yvida y pastoral vocacional. Nos emo-cionamos con este bellísimo espectá-

culo realizado por un centenar de cris-tianos de la Diócesis de Cuenca (ma-trimonios, jóvenes, etc.) basado en lavida del beato Papa Juan Pablo II.

El 12 de marzo se inició el Cón-clave en Roma. Nosotros, como había-mos hecho desde el día en que se hizoefectiva la renuncia de Benedicto XVI,nos unimos espiritualmente a los car-denales encargados de elegir al nuevoSucesor del Apóstol Pedro. Ese día, amedia mañana, celebramos la SantaMisa pro eligendo Pontifice. Al día si-guiente, cuando pasaban pocos minu-tos de las siete de la tarde, asistimosjunto a la Iglesia universal a un aconte-cimiento histórico: el resonar del“habemus Papam” que anunciaba almundo la elección del Papa Francisco .Las campanas del Seminario (la cam-pana del claustro, las de la capilla deSanto Domingo) resonaron con fuerzay alegría para dar a conocer que Diosnos había regalado un nuevo Papa. Portan gran don de su benevolencia cele-bramos al día siguiente la Santa Misasolemne en acción de gracias.

Pocos días más tarde, al medio-día del viernes 15 de marzo, concluíala tanda de ejercicios espiritualespara sacerdotes que se desarrollaronen nuestra Casa de espiritualidad. Fue-ron dieciséis los sacerdotes que parti-ciparon en estos días de retiro y ora-ción guiados por el Obispo deMondoñedo-Ferrol, Mons. Manuel Sán-chez Monge.

“Sé de quién me he fiado”: coneste hermosísimo lema se nos invita-ba el 17 de marzo a celebrar el Día del

Seminario . Con ese motivo, nos tras-ladamos hasta Soria para compartir laSanta Misa con la comunidad cristianade la parroquia de Nuestra Señora delEspino y con cientos de amigos delSeminario que quisieron unirse a lacelebración. Mons. Melgar Viciosa pre-sidió la Eucaristía a las doce y mediade la mañana. Al término de la mismaregresamos hasta El Burgo de Osmapara compartir la comida en este díade fiesta con nuestro Obispo.

Unas semanas antes había sidoordenado presbítero, en la parroquia deEl Salvador (Soria), el misionero jave-riano F. Javier Martínez Rodrigo, natu-ral de Ólvega y que cursó sus estudiosfilosóficos y teológicos en nuestro Se-minario diocesano. Por esos días tuvi-mos la dicha de que celebrara la San-ta Misa por primera vez en nuestra ca-pilla del Seminario Menor, pudimoscharlar distendidamente con él y com-partir la cena; en nombre de todos, elrector le entregó un regalo como re-cuerdo de un día tan hermoso.

A finales del mes de marzo, trasla celebración en la Catedral de la MisaCrismal, comenzamos el periodo dedescanso de Semana Santa . Losmeses de abril y mayo, este último conun recuerdo especial y cariñoso a nues-tra Madre Santísima, estuvieron mar-cados por el trabajo y el estudio en larecta final del Curso escolar. Tras losexámenes de la tercera evaluación ylos exámenes finales llegaba el mo-mento de comenzar las vacaciones deverano ; antes, el último día, disfruta-mos de una tarde de excursión por

Soria, tuvimos algunas actividades lú-dicas, celebramos la Misa de acción degracias y cenamos juntos como colo-fón a un Curso escolar con unos bue-nos resultados en líneas generales.

A los pocos días de comenzarel verano, los formadores y Pedro L.pudimos disfrutar de un acontecimien-to de gracia en Roma: el encuentromundial de seminaristas con elPapa. Con motivo del Año de la fe tuvolugar en Roma, del 4 al 7 de julio, esteencuentro de seminaristas, novicios,novicias y jóvenes en camino vocacio-nal bajo el lema “Confío en ti”; al mis-mo asistimos más de 6.000 jóvenesprovenientes de 66 países.

Llegamos a la Ciudad Eterna eljueves día 4; esa misma tarde pudimosparticipar en uno de los actos más sig-nificativos del programa: la peregrina-ción a la tumba del Apóstol Pedro y laprofesión de fe de todos los participan-tes ante el sepulcro del pescador deGalilea. El viernes estuvo dedicado ala formación con las catequesis en dis-tintos grupos lingüísticos con un temacomún: la vocación en la enseñanza delConcilio Vaticano II. De entre las va-rias catequesis en español participa-mos en la que se realizaba en la igle-sia del Santo Spirito in Sassia, imparti-da por el Obispo de Córdoba, Mons.Demetrio Fernández González. Tras

la catequesis, tuvimos la celebraciónde la Santa Misa en la misma iglesia.La tarde del viernes la dedicamos ala visita a algunos lugares sagrados,entre ellos la Basílica de San PabloExtramuros donde pudimos orar anteel sepulcro del Apóstol Pablo. El díaconcluyó con una fiesta en la Piazzadel Campidoglio, junto a los Foros ro-manos, con anuncio vocacional y tes-timonios.

El sábado estuvo dedicado porla mañana a la celebración del Sacra-mento de la reconciliación en distintasiglesias de Roma. Nuestro día comen-zó con la celebración de la Santa Misaen la Capilla de San Sebastián, en laBasílica de San Pedro; en esta capillase encuentran los restos del Papa JuanPablo II, a quien encomendamos elministerio episcopal de nuestro Obis-po que en ese día cumplía cinco añoscomo pastor de la Sede de Osma-So-ria. En esa mañana nos unimos a losseminaristas de Burgos y de La Riojapara visitar juntos la tumba de SanFelipe Neri; la iglesia de San Luis delos Franceses; la iglesia deSant’Andrea della Valle; la iglesia delGesú, donde oramos ante la tumba deSan Ignacio de Loyola y la reliquia delbrazo de San Francisco Javier; finali-zamos la mañana visitando el sepul-cro de Santa Catalina de Siena y elPanteón. En esa tarde vivimos uno delos momentos más importantes: el en-cuentro alegre y gozoso con el PapaFrancisco en el Aula Pablo VI. Termi-nado el encuentro con el Papa Fran-cisco, a quien tuvimos la oportunidadde saludar, tuvo lugar el rezo del San-to Rosario por los jardines vaticanos.El encuentro concluyó el Domingo conla celebración de la Santa Misa en laBasílica Vaticana, presidida por el San-to Padre.

Por esos mismos días comen-zaron las obras de rehabilitación delclaustro del Seminario . De este modo,cuando los seminaristas regresamospara la convivencia de verano , el cen-tro de la casa estaba ya prácticamenteirreconocible. Independientemente delas obras, disfrutamos de unos días deoración, reflexión y, sobre todo, juegoy diversión que ayudó a los chavales(nuevos y veteranos) a ir conociéndo-se y conociendo el ritmo de vida delSeminario.

Septiembre llegó y con alegríaretomamos la vida en esta casa; co-menzamos el nuevo Curso académi-co con fuerza y ganas de trabajar ycrecer humana, académica y espiritual-

Un año en la vida del Seminario

mente, pidiéndole al Señor que nosayude a descubrir su voluntad sobrenuestra vida en cada momento. En es-tos días decíamos adiós muy agrade-cidos a Jesús F. Hernández Peña quecesaba en su tarea como profesor delCentro. Una de las primeras visitas eneste comienzo de Curso quisimos ha-cerla a nuestro Obispo; para ello apro-vechamos el día de su cumpleaños yfuimos a felicitarlo a la residencia epis-copal en El Burgo de Osma. Con élcompartimos un tiempo muy agrada-ble y una rica merienda que, con grancariño, nos ofreció.

El 19 de octubre quisimos com-partir con un buen amigo de esta casaun día muy importante para él y paratoda la Orden de los carmelitas des-

calzos, a la que pertenece; para eso,viajamos a Burgos para participar en laOrdenación presbiteral de Fr. Rafaelde la Virgen de la Antigua . Con su fa-milia, amigos y miembros de la Ordencelebramos la Santa Misa en la cual fueordenado por el Arzobispo de Burgos;al final, pudimos besar sus manos re-cién consagradas antes de que, unassemanas después, celebrara por prime-ra vez la Misa en nuestro Seminario ycompartiera la cena con nosotros.

Con la Santa Misa del XXIXDomingo del T. O., celebrada el 20 deoctubre, Mons. Gerardo Melgar Vicio-sa inauguró oficialmente la tercera eta-pa de la Misión diocesana “Desper-tar a la fe”. Junto con más de un millarde fieles secundamos la llamada de

nuestro Obispo a participar en estasolemne celebración. Una veintena desacerdotes (entre ellos el equipo deformadores del Seminario) concelebróla Santa Misa con el prelado oxomen-se-soriano; la Coral “Federico Olmeda”,de El Burgo de Osma, fue la encarga-da de animar la parte musical de laceremonia.

Con la mirada del corazón pues-ta en la próxima canonización celebra-mos la memoria del beato Juan PabloII el 22 octubre; a su poderosa protec-ción nos acogimos y a él le encomenda-mos nuestras vidas en formación y nues-tros deseos de servicio y santidad. An-tes de finalizar el mes de octubre, juntocon el profesor de música, David Iguala-dor Martínez, visitamos el órgano de laCatedral y disfrutamos escuchando ytocando algunas piezas musicales.

Tras cuatro meses de obras, enla tarde del Domingo 17 de noviem-bre, nuestro Obispo presidía el actode inauguración de las obras de re-habilitación del claustro . Decenas deamigos del Seminario, sacerdotes, reli-giosos, familias y seminaristas se re-unieron para poder asistir a este mo-mento con el que culminaban las refor-mas costeadas con fondos propios enun 80% y en las que el Obispado apor-tó el restante 20%. El rector, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán; la arquitectadiocesana, María de la O del SantoMora; y el prelado oxomense-soriano,Mons. Melgar Viciosa, fueron los encar-gados, en un primer momento, de pre-sentar detalladamente la reforma efec-tuada, dando las gracias a los amigosdel Seminario “que han hecho posibleesta obra”. En un segundo momento,nuestro Obispo presidió una sencilla ce-lebración de la Palabra al final de la cualbendijo las obras; concluido el acto deinauguración y bendición, los asisten-tes compartieron un vino español en loscomedores.

Los trabajos en el claustro (lle-vados a cabo por la empresa AlfredoLlorente Romera) han permitido recu-perar la imagen de este espacio tal ycomo lo concibió su fundador, el Obis-po Fr. Joaquín de Eleta y Piedra, quienconcibió su intención de edificar el Se-minario en 1779. Con la obra de rehabi-litación se ha permitido mejorar el ejecentral del Seminario y un mejor apro-vechamiento del sistema de calefacción(pues se han encastrado los climatiza-dores en el suelo funcionando como unacortina de aire entre las pilastras). Sehan colocado grandes cristaleras que

devuelven la luz natural al corazón deledificio; además, la composición de es-tos vidrios permite la retención del ca-lor en el interior en invierno y durante elverano impide su entrada. La uniformi-dad del plano del vidrio permite realzarlas pilastras del patio, recuperando lailusión de la imagen original del claus-tro abierto. Así mismo, se ha restaura-do la vidriera de Santo Domingo y seha decorado el claustro con cuatro gran-des serigrafías de otras tantas escenasde la vida del patrón del Seminario, San-to Domingo de Guzmán; tres de estasilustraciones son reproducciones de losfrescos originales que se encuentran enel convento de san Marcos de Floren-cia y son obra de Fray Angélico, beatifi-cado por Juan Pablo II en el 3 de octu-bre de 1982 (la cuarta es de un discípu-lo de Fray Angélico). Se ha restauradola fuente del patio central y la imagendel Sagrado Corazón que, con la nuevadisposición del interior del Claustro, que-da realzada, y se ha colocado a los piesde la vidriera de Santo Domingo unaréplica del escudo del Obispo Eletacomo homenaje al gran prelado queconcibió y mandó ejecutar la construc-ción del Seminario.

Diciembre, como siempre, fueun mes entrañable en el Seminario: loinaugurábamos con las I Vísperas delI Domingo de Adviento bendiciendo lacorona de este santo tiempo y, pocosdías después, recibíamos a un grangrupo de sacerdotes de la Diócesis enlos dos encuentros que acogimos enla Casa de espiritualidad para presen-tar el nuevo Directorio para la vida y elministerio del presbítero. Además, el 13de diciembre nos desplazamos a laparroquia de El Salvador (Soria) paraparticipar en la celebración de acción

de gracias por la Beatificación decuatro mártires diocesanos martiri-zados en el S. XX en España: el Hno.Gabriel Barriopedro Tejedor, claretianode Barahona; el P. Domingo GonzálezMillán, benedictino de La Losilla; y losHnos. Segundo Pastor García (de Mez-quetillas) y Silvestre Pérez Laguna (deVillar del Campo), religiosos de la Or-den Hospitalaria de San Juan de Dios(en la celebración también festajamosel martirio del P. Manuel de la SagradaFamilia, restaurador de la Orden de losJerónimos en España, muy vinculadodurante su infancia y juventud a Cos-curita donde su tío era párroco).

Pocos días antes de comenzarlas vacaciones de Navidad, como vie-ne siendo habitual en los últimos años,organizamos el concierto de Navidad :la cita musical fue el Domingo 15 dediciembre, a las ocho de la tarde, en elsalón de actos y participaron la Coral“Federico Olmeda”, de El Burgo deOsma, y la Coral “Villa de San Este-ban”. Más de doscientas cincuenta per-sonas llenaban a rebosar el salón deactos. Tras los exámenes de la prime-ra evaluación, la Santa Misa de acciónde gracias y la tradicional cena navi-deña, comenzamos el descanso deestos preciosos días.

El 8 de enero retomamos lasclases tras estos días de descanso connuestras familias y en nuestras parro-quias. A finales de mes recibimos a unaquincena de niños que participaron enel encuentro de monaguillos ; los acó-litos provenían de las parroquias deSan Esteban de Gormaz (acompaña-dos por uno de sus sacerdotes), ElBurgo de Osma y Osma. Con ellos vi-sitamos la Residencia de ancianos“Santa Cristina” donde tuvimos un tiem-po de oración y catequesis seguido porun encuentro con los ancianos y lasHermanitas que atienden la casa; du-rante toda la visita estuvimos acompa-ñados por la superiora de la comuni-dad quien, al final de la misma, nos ofre-ció unos dulces. Ya en el Seminariocompartimos un apasionado encuen-tro de fútbol y la comida.

Este año la fiesta de Santo To-más de Aquino la celebramos con es-pecial alegría pues ese día José A. Gar-cía comenzaba su tiempo de formaciónpara el sacerdocio en el Seminario Ma-yor. Por esos días los formadores escri-bían a todos los sacerdotes y religiososuna carta anunciando que en septiem-bre iniciará también sus estudios en elSeminario Mayor José María Cordero yque también ha llamado a las puertasde nuestro Seminario y de nuestra Dió-cesis otro joven, Justo, que ha comple-tado los estudios sacerdotales y con elque se ha iniciado un proceso de dis-cernimiento.

Y ya el jueves 27 de febrero, enlas puertas del santo tiempo de Cua-resma, celebramos “Jueves lardero”con una tarde de descanso, activida-des al aire libre y merienda. De estemodo nos aprestamos a purificar nues-tros corazones a la espera de la granalegría pascual.

Testimonio

“Nos creaste, Señor, para ti y nuestro corazón an-dará inquieto mientras no descanse en ti” (San Agustín deHipona)

El salón de una casa. Dos niños juegan. Uno de ellossaca una ficha de Lego de un azucarero vacío y se la acercaal otro a la boca mientras dice: “El cuerpo de Cristo”. Muchosaños han pasado desde que yo -me llamo José- pronunciaraaquellas palabras pero hoy las considero anuncio de un he-cho importantísimo: el pasado 28 de enero ingresé oficialmenteen el Seminario de nuestra Diócesis de Osma-Soria.

Probablemente te preguntarás qué razones han lleva-do a un chico de 29 años a dejar un buen trabajo y una vidacómoda para seguir a Cristo. La razón es la llamada irresisti-ble de hacer llegar el amor de Dios a todos los seres huma-nos. No hablo desde la retórica, hablo desde una experienciade Dios tan real como estas letras que ahora lees.

Experimenté a Dios ya en los primeros pasos que dien la fe. Al pensar en esa época me vienen imágenes de mifamilia: el verano y mi abuela rezando en la iglesia del pueblo;mi hermano, mi abuela y yo juntos en casa orando por la tar-de o antes de dormir; o los Domingos con mis padres y ami-gos en Misa.

Recuerdo que me sentía especialmente interpeladocuando, en las Misas, el sacerdote pedía por las vocacionessacerdotales o llamaba a la gente a ser más participativa enlas tareas de la Iglesia.

Y todas estas cosas iban dejando poso en mí. No fuehasta los 16 años que se me planteó la vocación sacerdotal através de mi profesor de Religión -él es sacerdote- y de la

manera más inesperada pues todo partió de la broma de unode mis compañeros. El caso es que esto propició que hablá-semos del tema y, después de pensarlo un tiempo, planteé encasa que quería entrar en el Seminario. Lo estuvimos hablan-do en familia y, al final, decidimos que lo mejor sería que hi-ciese una carrera y que ya se vería más tarde.

Después de aquello vino la carrera, la época de losviajes, del Erasmus, de Francia, de París, de mi Máster, deBélgica, de mi primer trabajo, de China. Tuve muchas expe-riencias y conocí a gente muy distinta. Aprendí mucho y noparé de moverme durante aquellos años. A veces pensabaen mi vocación frustrada pero la descartaba porque creía queser sacerdote era algo que me iba grande y que yo no era lobastante bueno para ello. Pensaba que no era para mí o queya era demasiado tarde. Sin embargo, sentía una inquietudque no podía encauzar de ninguna manera. Todo iba bien enlos estudios, en el trabajo y en la vida en general pero yobuscaba algo que me llenase y no lo encontraba: fue mi trave-sía del desierto.

Entonces, aún tenía 27 años, me encontré por puracasualidad con la autobiografía de San Ignacio de Loyola. Lavida del santo me hizo darme cuenta de que Dios nos quierea todos por igual, tal y como somos. Este descubrimiento fueclave, me fue impregnando poco a poco y experimenté denuevo el amor de Dios de una manera intensísima: a pesar detodos mis errores, de mis traiciones y de mis imperfecciones,Dios me perdonaba y seguía queriéndome para Él. ¡A mí!

Y, entonces, fui libre.

Después, llegó el tiempo del regreso a casa y de laconfianza. Confianza en la familia y en un buen amigo sacer-dote que me ayudaron a madurar la llamada; pero, sobre todo,fue el tiempo de la confianza en Dios. He de reconocer quetuve miedo y que, a veces, las dudas me pesaban pero el díaque dije “sí” a mi vocación fue un día de mucha alegría, fue undía de inmensa libertad.

El resto de la historia ya lo conoces pero me permiti-rás que agradezca a todas las personas que me han acom-pañado y animado en este camino vocacional: algunas demanera directa, otras rezando por un “alguien” que ni siquieraconocían y aun otras que me han ayudado sin saberlo. A to-dos, mi más profundo y entrañable agradecimiento.

Entrevista

El próximo 16 de marzo, Domin-go en el que la Diócesis celebra el Díadel Seminario, Pedro L. será admitidocomo candidato a las Sagradas Órde-nes. A punto de concluir el Ciclo deEstudios Eclesiásticos hemos queridocompartir un tiempo de charla con élpara ver cómo se prepara para esta ce-lebración con el corazón puesto en lacada vez más cer cana Ordenación.

Pedro, cuéntanos cómo hasido tu proceso vocacional

La verdad es que me resultaríamuy difícil elegir un momento clave entodo este camino de seguimiento delSeñor en la llamada que Él me ha he-cho; creo que no podría. Pienso que todoha sido un “ir conociendo y amando” cadadía más al Señor y a los hermanos. Esun camino en el que, en el momento pre-sente, Dios me pide que entre más encomunión, en intimidad con Él para po-der enviarme después a anunciarle ennuestro mundo (cf. Mc 3, 13-15). Desdeel comienzo de esta preciosa aventurasiempre me he sabido llevado y sosteni-do por Él puesto que es Él quien me haelegido: “no me habéis elegido vosotrosa mí sino que Yo os he elegido a voso-tros y os he destinado para que vayáis ydeis fruto” (Jn 15, 16).

En este proceso, el Señor siem-pre ha puesto en mi camino sus me-diaciones para que le pueda seguir deuna forma total y radicalmente entre-gada, de modo que se haga en mí loque Él quiera y como Él quiera. Me haanimado mucho el testimonio de nues-tros sacerdotes, hombres que han en-tregado su vida totalmente al Señorpara darse a Él y a los hermanos.

Tuviste la suerte de formarteen el Seminario Menor; ¿cómo fuela experiencia?

Fue una experiencia muy bo-nita. Recuerdo con mucho cariñoaquellos años vividos en el SeminarioMenor; ahora, echando la mirada ha-cia atrás, he de dar infinitas gracias aDios por ellos, por esos años pasa-dos en él y por las personas que en-contré en ese caminar. Fue una expe-riencia en la que no sólo conoces ajóvenes de otros lugares, aprovechan-do más o menos el tiempo de estudio.Fueron años especialmente de creci-miento como persona y como cristia-no (aunque a veces también hubo al-gunos resbalones y caídas). Pero detodo ello el Señor se sirvió para dar-me una lección de vida en cada mo-mento y ayudarme a crecer.

Ahora, en Burgos, estudias yvives con seminaristas de distintoslugares y Diócesis; ¿cómo es tu vidadiaria?, ¿cómo vivís la unidad en ladiversidad?

Aparte del ritmo propio del Se-minario, que incluye la oración, el es-tudio y la vida comunitaria, la conviven-cia con seminaristas de otros lugareses una experiencia que enriquece enla formación hacia el sacerdocio.

Nuestra vida en comunidad en-cuentra su sentido en sabernos porta-dores de distintos carismas, destinadostodos ellos al servicio/donación a Dios ya los hermanos a través del sacerdocioal que somos llamados. La “unidad en ladiversidad” encuentra su realización enel mandato de Jn 17, 21: “que todos seanuno”. Convocados por el mismo Señor ala misma tarea, vivimos como hermanoscompartiendo los gozos y las alegrías,las preocupaciones y las esperanzas, enla vida de oración, estudio y comunidadque ahora llevamos.

Además, la realidad de las Dió-cesis de Burgos y Calahorra y La Cal-zada-Logroño, Diócesis con cuyos se-minaristas convivimos los seminaristasde Osma-Soria en Burgos, no es muydistinta. Para nosotros es una verda-dera gracia ya que el camino así, deeste modo, se hace más llevadero por-que encuentras con más facilidad elapoyo fraterno para caminar juntos.

Este curso terminas el Ciclode Estudios Eclesiásticos; ¿cómovaloras estos años de formación?

Han sido unos años de graciaen los que he ido conociendo a Cristoy a su Iglesia; a Dios y su relación amo-rosa con nosotros, sus hijos. Han sidoaños dedicados a “llenar el depósito”para así poder llevar el amor de Cristoa todas las personas que el Señor meencomiende.

El Día del Seminario nuestroObispo te admitirá a las SagradasÓrdenes y, de este modo, la Ordena-ción se va acercando, si Dios quie-re. ¿Cómo estás viviendo estos mo-mentos?

Me siento lleno de gozo y alegríapor esta llamada que el Señor me hace,a través de su Iglesia, como candidato alas Sagradas Órdenes; es decir, la Igle-sia me admite viendo en mí un candida-to idóneo para ser sacerdote. Ésa es lafinalidad del Rito. El corazón de quien seprepara para ser sacerdote, mi corazón,se ilusiona cada día más al ver ya cerca-na la Ordenación.

Los ministerios de Lector y deAcólito recibidos en años anteriores mehan ayudado a intimar más profunda-mente con el Señor en la lectura asi-dua y meditada de su Palabra y en lacercanía adoradora con el Señor pre-sente en la Eucaristía. La Admisión, sinembargo, me hace más presente la ne-cesidad de formar en mí un corazónsacerdotal donde todos y cada uno delos hijos de Dios tengan cabida y unlugar en mi oración.

Me siento lleno de alegría por-que, aún hoy, encontramos a jóvenesque continúan respondiendo afirmati-vamente a la llamada que Dios leshace. A mi compañero José, y a los quepuedan sentir la llamada del Señor aservirle en nuestra querida Diócesis,les animo a ser fieles al Dueño de lamies y a su llamada, y a darse con to-tal alegría y disponibilidad al Señor y alos hermanos.

Es una gran alegría seguir el ca-mino del sacerdocio, camino al que elSeñor me llama y sigue llamando a mu-chos jóvenes de nuestra Diócesis. ¡Es-toy muy feliz por esta llamada que elSeñor me hace para ser su sacerdote!

DONATIVOS

Puede hacer su donativo en su parroquia oingresándolo a nombre de Seminario Diocesanoen los siguientes nos. de cuenta:

Información del Administrador

RESUMEN DE COLECTAS 2013

Pinares ................................................. 2.414,70 €

Ágreda ................................................. 2.955,69 €

Tierras Altas ......................................... 968,92 €

Almazán ............................................... 2.019,96 €

El Burgo de Osma ............................... 1.524,51 €

Medinaceli ............................................ 1.159,00 €

San Esteban de Gormaz ..................... 1.607,00 €

Soria ..................................................... 7.342,05 €

Total colectas: ........ 19.991,83 €

Comunidades religiosas,movimientos y residencia .................... 5.495,88 €

Donativos particulares ......................... 14.855,00 €

Campaña «Tú eres el protagonista» ... 24.405,00 €

El agradecimiento aparece en la Biblia comouna de las claves principales para describir la res-puesta del ser humano a Dios. Uno de los salmosque alimentan la oración cotidiana del pueblo deIsrael, base de la oración litúrgica de la Iglesia, ex-clama: “Señor, Dios mío, te daré gracias por siem-pre” (Sal 30, 13). No solamente en el salterio, sinoa lo largo de toda la Sagrada Escritura, expresio-nes de agradecimiento a Dios como ésta apare-cen una y otra vez; puede decirse que la gratitudconstituye, en la tradición bíblica, una de las acti-tudes fundamentales, si es que no la actitud fun-damental, del ser humano ante Dios.

Así no sentimos todos los que formamos lacomunidad educativa del Seminario al compro-

bar, un año más, vuestra generosidad con estaCasa. Sí, sentimos cómo ni un solo día nos olvi-dáis en la plegaria; la oración, como ha escritoalguien, es la fortaleza que tenemos los huma-nos y, permitidme la expresión, la debilidad delCorazón de Dios. Dios nos regala la preciosa ex-periencia de ver cómo la oración silenciosa, cons-tante, amorosa de tantísima gente de la Diócesisda sus frutos en forma de respuesta vocacional.¡Gracias! ¡Gracias por no cansaros de golpear elCorazón de Cristo para que haga germinar lassemillas que generosamente ha esparcido en elcampo de su Iglesia!

Pero, además, hemos vuelto a sentir vues-tra preocupación material por el Seminario de

Caja Rural: ES17 3017 0300 2900 0051 7920

BSCH: ES12 0049 2810 0813 1002 3720

Caja España-Duero: ES45 2104 0570 9730 0000 0114

Banco Popular:ES10 0075 0787 9307 0119 5809

modo que podamos ofrecer a los seminaristas (ya tantas personas o grupos que pasan por estaCasa) unas instalaciones dignas aunque sobrias,bellas y funcionales sin gastos inapropiados. Éseha sido el estilo que nos ha guiado en las obrasde rehabilitación del claustro cuyo hermoso re-sultado podéis contemplar en esta página. Sabe-mos que son momentos difíciles; sabemos quehay muchas personas colaborando con el Semi-nario que colaboran con otras causas que tam-bién necesitan de ayuda económica. ¡Damos gra-cias a Dios por vuestra generosidad! ¡Y os da-mos las gracias de corazón a cada uno de voso-tros por pequeña que haya sido vuestra aporta-ción! La Beata Teresa de Calcuta afirmaba: “A ve-ces sentimos que lo que hacemos es tan solo unagota en el mar pero el mar sería menos si le falta-ra esa gota”.

En el Antiguo Testamento la gratitud porla ayuda del Cielo se expresa, sobre todo, dedos maneras: en el sacrificio de acción de gra-cias y en la oración. En el Nuevo Testamentoel agradecimiento desempeña un papel pri-mordial en la última Cena (la palabra griega“Eucaristía” significa, precisamente, “acciónde gracias”) y, en las cartas de San Pablo yde otros autores neotestamentarios, son fre-cuentes las manifestaciones de gratitud porel obrar de Dios en Jesucristo. Así será nues-tra respuesta, una vez más, por vuestra ge-nerosidad: nuestro recuerdo seguro en la ora-ción y en la Santa Misa; cada vez que en elaltar del Seminario se ofrezca el Santo Sacri-ficio sabed que pedimos por vosotros, vues-tras familias e intenciones. ¡Que Dios os lopague!

SEMINARIO DIOCESANO «SANTO DOMINGO DE GUZMÁN»C/ Rodrigo Yusto, 33 - 42300 EL BURGO DE OSMA (Soria) - Tfno. 975 34 00 00 - Fax 975 36 80 20

Web: www.seminariodeosma-soria.org • E-mail: [email protected]

DÍA DELSEMINARIO 2014

Santa Misapresidida por el Sr. Obispo

Parroquia de Santa Bárbara(Soria)

Domingo, 16 de marzo - 12,00 h.