La Chimenea Nº 07

36

description

(Arquitectura - Mayo 2013 - Perú) El espíritu del siglo 21 / Escriben: Aldo Facho, Cristina Dreifuss, José Beingolea, Israel Romero Alamo y Alex Mori / Entrevista a: J. Ignacio López Soria, Carlos Morales, Eduardo Viera, Daniela Chang, Daniel Gálvez, Pool Porta, Nicolás Couto, Arturo Loro, Marco Monge, Josué Sedano, Alejandra Jordán, Urpi Florez, Gabriela Peñafiel, Richard Asto, Noemí Alarcón, Martin Montañez y Mariangela Eráusquin.

Transcript of La Chimenea Nº 07

Page 1: La Chimenea Nº 07
Page 2: La Chimenea Nº 07

1. Hotel Siglo XIX 2. Prisión de Guantánamo3. Unidad Habitacional de Marsella (Le Corbusier) 4. Cementerio de San Cataldo (Aldo Rossi)

1 2

3 4

Page 3: La Chimenea Nº 07

03 /

El fascinante bombardeo tecnológico es real y siempre nos sorprende. La comunicación

instantánea y la automatización condicionan al ser del siglo 21. Esa eficiencia tecnológica

totalizadora facilita la vida y la humanidad corresponde a ello. El hombre es un ser de su

tiempo y vivir sin tecnología de altísima calidad, en el siglo 21, no es normal.

El sistema actual es nuestra forma de vida, la modernidad es nuestra ley. Se ha separado a los

seres humanos por estratos, por ejemplo, según capacidades, conocimientos o riquezas. El

capitalismo ha fragmentado a la civilización llevándola a ser como hoy es. Es la natural forma

de vida de nuestra era y no sabemos qué hacer fuera de ella. Y tampoco queremos salir porque

estamos cómodamente sentados en sillones de adormecedoras plumas. No obstante,

tenemos en nuestra mente el chip que busca la dignificación del ser humano y la libertad

plena. Eso es totalmente natural, es nuestra esencial manera de vivir, no podemos escapar del

liberal pensamiento (aunque ya relativizado) moralista (pos)moderno. Pensar de otra forma

no cabe en nuestro limitado y lógico razonamiento humano.

La plena libertad e igualdad (ideales de la lejanísima Revolución Francesa) y el inmediato

acceso a todo han impulsado el salto a lo fácil y rápido. El complejo mundo posmoderno en el

que vivimos así lo exige necesitando que las cosas sean rápidas y prácticas. Las cosas fáciles

son rápidas y prácticas. La plena libertad estira a la libertad y luego la devalúa. La plena

libertad da paso a la fragmentación pues se sustenta en el individualismo; el individualismo,

la igualdad y la superficialidad son viejas chismosas que van de la mano. En el siglo 21 la

superficialidad es el bien común. La superficialidad con lo fácil y lo rápido discurren como

manteca y se acomodan perfectamente en la piel del ser humano contemporáneo. La plena

libertad del pensamiento moderno del siglo pasado ha generado el libertinaje posmoderno, y

esa es nuestra forma de vida, nuestra incesante e interesante (pos) modernidad.

Vivimos otros tiempos, tiempos superficiales, de diversión. Para la arquitectura son tiempos

en donde los edificios más importantes se pelean por atravesar nubes, por ser más altos que

su predecesor, por experimentar con adolescencia que tan altamente tecnológicos pueden

ser. Son tiempos donde el efecto Guggenheim (o Bilbao) abre la puerta a la imagen. La pura

7

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2013-07502Impreso en Corp. Kleiser Grafic S.A.C. Jr. A. Ugarte 609 - ChimboteLA CHIMENEA: Jr. Huaraz 199 Urb.Buenos Aires - Nuevo Chimbote, Perú.

La caja en el arenalArquitectura peruana / pág. 22-23

Territorios comunes, mirando hacia el hemisferio surArq. internacional / Cristina Dreifuss / pág. 24-27

Page 4: La Chimenea Nº 07

04 /

imagen es capaz de levantar radicalmente una ciudad, cualquiera que sea el

motivo, cualquiera que sea el medio. Es innegable y nos parece natural, es

nuestro tiempo y de él no podemos escapar. (Tampoco queremos).

La heterogeneidad es primordial e inherente a nosotros porque todos somos

distintos, somos seres heterogéneos. La heterogeneidad y la libertad unidas son

como un caballo salvaje sin jinete. Hay tanta libertad y tanta opinión para todo

que todo está permitido. Es imposible negar esta posibilidad porque gracias a

nuestra evolución, igualdad y libertad todos tenemos los mismos derechos a

opinar, a crear, a innovar, a pensar. Todo vale, todo es relativo; y eso no está mal,

es real. La fragmentación genera autonomías insospechadas gracias a un

cambio de roles: figura de fondo, forma de contenido, esencial de superficial. Es

la modernidad del siglo 21 que no podemos dejar.

Difícilmente podríamos desprendernos de la tecnología, esta es necesaria para

sobrevivir de manera 'civilizada'. La estandarización e industrialización a la que

se rendía fascinado Le Corbusier ya es parte del pasado, parte de lo normal. La

tecnología ahora se ha convertido en un juego en donde lo más rápido y efectivo

busca con natural desesperación recuperar instantáneamente su valiosísima

inversión, una consecuencia de la racionalidad productivista capitalista; otra

cosa inevitable que, desde luego, nuestra civilización individualista no puede

dejar. Nuestros tiempos exigen desde ya hace mucho producir más y más. El

siglo 21 produce más por un interés básicamente económico relegando la tan

respetable esencia interior a un trámite protocolar y soso, tan aburrido que

carece de piso en esta espectacular época de la imagen.

Las tecnologías también nos parecen normales porque siempre caminan y no

quieren detenerse. Esas son las vanguardias de nuestro tiempo. La imagen en la

tecnología es lo único emocionante, la tecnología por sí sola aburre. La imagen

es la reina del siglo 21 y de la arquitectura también. Es la comparsa natural del

entretenimiento, por ello el triunfo bilbaíno, por ello la presencia de las decenas

de neo-vanguardias cortadas con tijeras venturianas que encuentran en la alta

tecnología y la digitalización, el motorcito que da rienda suelta a sus totalmente

válidos e hipercreativos instintos. Es inevitable no ser parte de ello porque es

poco racional quedarse relegado en el tiempo, en el dibujo a mano, en el

discurso extemporáneo buscando el valor intangible de las cosas y de la

arquitectura, en el discurso súper conocido y en la refrita y robótica verborrea de las

innumerables cuestiones arquitectónicas cuando estas son cosas ya descubiertas,

resueltas y redescubiertas. No hay conejos en el sombrero, nada nuevo. El concepto

y la idea en la arquitectura hoy son equivalentes a la otrora técnica: y la tecnología

del siglo 21 hace que esto sea posible.

Es anacrónico y paradójico pensar todavía que con la arquitectura cambiaremos el

mundo. Anacrónico porque la arquitectura no podrá quitarse de encima, por

ejemplo, la trivialidad de ese juego infantilón por llegar al cielo, que demuestra ese

afán de individualismo con la inconfundible fragmentación de argumentos teóricos

y proyectuales que vierten en los estilos contemporáneos esa consistente dosis del

espíritu superficial del arquitecto de este nuevo siglo, esclavos del sistema, de la

modernidad. Es anacrónico pensar que la arquitectura puede cambiar el mundo

porque el origen de esa idea moderna de tiempos pasados (en la que estamos todos

todavía atrapados) fracasó con sendos tropiezos e, irónicamente, con sus propias

armas.

La tecnología ha convertido al siglo 21 en una fosa común de inevitable evolución

donde el ser humano se preocupa (con conciencia o no) por evolucionar más, y lo

expresa en absurdas desigualdades donde sólo una élite es acreedora de “buena

arquitectura” mientras que una inmensa porción de seres humanos son

desdichados parias en cuestiones de espacio, función y demás muletillas

arquitectónicas ¿Podrá acaso la arquitectura con eso? ¿Podrá con sus propios

problemas? La arquitectura no tiene el sartén por el mango ¿Sirve tanto bla, bla, bla?

Es paradójico porque, no obstante, todos (de alguna manera) tenemos inmersos en

las profundas cavidades límbicas de nuestro sufrido cerebro, el pensamiento

perfeccionista y optimista en favor del ser humano y a la sociedad, pero solo es un

automático tira y afloja. Es imposible sacárnoslo de la mente y del corazón porque

–a estas alturas- es inherente a nuestro razonamiento humano. Lo creemos a tal

punto de profesar que todavía tenemos la posibilidad de ser superhéroes capaces

de aportar con nuestro granito de arena llamado arquitectura y vivir cegados y

alborotados como novias el día de la boda, con ese optimismo casi ingenuo que

muchas veces nos caracteriza. Es algo muy normal y seguirá siendo así. De pronto

habría que, para ser coherentes con la realidad, restarle intensidad a la candidez

cursi a la que ha terminado accediendo el ideal del arquitecto todopoderoso que se

Page 5: La Chimenea Nº 07

05 /

Page 6: La Chimenea Nº 07

06 /

inventó hace un siglo. ¿Se podrá?... Empecemos por aceptar que no vamos a

cambiar el mundo. Hay quienes creen que un arquitecto es un superhéroe. Los

“problemas” de la arquitectura (y del mundo) nacen del ser humano, de la

“civilización” y la arquitectura no puede con ellos, la arquitectura es parte de

ellos. La búsqueda de la perfección iniciada por la razón moderna no tiene sentido

ya, el ser humano no es perfecto. La arquitectura la hace el ser humano para el ser

humano. El arquitecto no es un ser perfecto, el arquitecto no es un superhéroe, el

arquitecto es un ser humano. La decadencia del ideal moderno así lo ha

demostrado y el siglo 21 así lo ha confirmado.

La utopía del Humanismo europeo y su (sobre) valoración del hombre ya no tienen

presencia en el escenario contemporáneo. La perfección en el ser humano no

existe y en la arquitectura tampoco. La búsqueda de la perfección es un

angustiante y encadenado hoyo sin libertad. La perfección no existe porque todo

cambia, el ser humano cambia. La arquitectura cambia. Sin embargo el arquitecto

cree todavía, de manera absurda, que su obra es perfecta al ser diseñada y que

esta no debe ser ultrajada; como un pastel muy bonito que no debe ser devorado.

Es imposible. Es imposible que los arquitectos acepten de buena manera el

accionar post-habitacional del ser humano. El arquitecto tiene una idea errada de

la arquitectura y de él.

La arquitectura en el siglo 21 modifica partes bastante reducidas del hombre mas

no ha demostrado todavía poder con los “problemas” de raíz. La arquitectura no

cambia al ser humano y si lo hace, lo hace para mal. La arquitectura es un

engranaje más que hace que el sistema sea como es. La arquitectura es capaz de

mejorar el espacio habitable del ser humano mas no le cambia la vida, no le

modifica el pensamiento. Cuando es buena y útil solo le relaja el cerebro para que

esté bien mientras la use.

Empecemos por aceptar que los seres humanos son todos distintos y que la

arquitectura también en esa correspondencia lo es. Aceptemos la heterogeneidad

y la fragmentación no “entendiéndola” sino aceptando que cada fragmento es

igual que valioso que nuestro fragmento. La arquitectura no tiene por qué ser toda

una receta moderna y perfecta ni todo lo contrario. Por ejemplo, aceptemos que la

arquitectura se ha convertido en una imagen. La imagen en la arquitectura genera

alrededor de ella una suerte de feria de feligreses desquiciados, apostadores,

opinólogos indignados, magdalenas y turistas tomadores de fotos. Lo intangible,

el espacio, la función no práctica y demás son cosas exclusivas del académico,

no son incumbencia del hombre del siglo 21. “El hombre es el que importa”.

La creación del más alto calibre, en el siglo 21, se basa en la imagen. Lo que

mueve y motiva a la arquitectura en el siglo 21 (cuando no es un fin monetario) es

la pura diversión, la imagen. Ese mismo malestar moderno por lo epidérmico de

la arquitectura de “estilo”, en el siglo 21 regresó con muchísimas fuerzas y

altísima tecnología. La imagen descarrila todo, hasta los fundamentos

académicos sumamente elaborados que rocían a la imagen como desodorante

para que no parezca tan insustancial, para que no apeste.

La imagen, en el fondo, es la razón de ser de la arquitectura, un acto tabú que los

académicos, en su deseo de permanecer inmaculados sin frivolidad, no aceptan

como la actual ley capitalista que hace y deshace. Sin embargo, cuando alguien

trastoca la “imagen” de la “arquitectura del arquitecto”, él sufre certeras

convulsiones de indignación, ataques al corazón y derrames cerebrales.

Los nuevos arquitectos del siglo 21 no deberían ir por ese camino. Al alumno de

arquitectura hay que darle magistrales dosis de realidad actual y evitarle los

posteriores derrames cerebrales. Ahora se le enseña cosas del siglo 20. La

felicidad como motivo, eje, camino y final está desfasada en el tiempo. Para el que

nació y se formó con el pensamiento optimista y revolucionariamente moderno de

hace un siglo esto es, indudablemente, una fatalidad, un ataque al corazón. Para

una persona del siglo 21 es lo más legítimo, es su tanque de oxígeno. Tapar la

realidad con un manto blanco lleno de felicidad es irresponsable. En el futuro los

exclusivos humanos del siglo 21 desde las entrañas lo denunciarán.

Entendamos la condición trivial del arte y también de la arquitectura del siglo 21

como el salto al futuro pues es el natural espíritu de nuestra época. Aceptemos la

digitalización y que la arquitectura, gracias a ella, no volverá a ser la misma.

Aceptemos y utilicemos el ineludible libertinaje cultural y académico, la

contracultura. Comprendámonos críticamente como civilización contemporánea

carente de juicio realmente crítico, no como una sub-especie poco desarrollada

que todavía no evoluciona ya que es ella la que ya evolucionó y algunos de los

tradicionalmente académicos son los que se han perdido aletargados en el

tiempo. Aceptemos y aprovechemos la estética del siglo 21 y entendámosla más

allá de lo que vemos, esa estética que ya no está ligada ni a la verdad ni a la

Page 7: La Chimenea Nº 07

07 /

Foto

s: Pelíc

ula

Tie

mpos M

odern

os (C

harl

es C

haplin

) 193

6

bondad, sino a la imagen y a la apariencia pura. La imagen es el máximo

valor contemporáneo, seamos legítimos con una época basada en el

espectáculo, partamos de ahí al futuro y entendamos que nuestro racional

pensamiento anhelante de occidentalidad no es el único, sólo es uno más.

Que lo que hemos aprendido solo es una parte, nunca ha sido ni será la

verdad, es la verdad de nuestros maestros. Todos los pensamientos no

tienen por qué llegar a un consenso pues son sumamente contrarios, que

cada uno exista a su manera, con sus respectivos modos de vida, con sus

criterios, con sus propias fortalezas. Que (todo) lo sólido, como diría Marx,

no se desvanezca en el aire.

Vivamos nuestra época fascinados como hizo Le Corbusier en su tiempo,

encandilado y optimista. No hay aún máquina del tiempo que nos haga

negarla. No debemos rechazar nuestra realidad pues resulta contra-

producente, poco útil, insuficiente y absurdo; la arquitectura no sólo está

ligada al espacio sino también al tiempo. Aprovechemos la superficialidad y

la fragmentación innata de nuestra civilización que de ella nacerá el devenir

que aún no conocemos. Si entendemos estas características podremos vivir

el futuro. No tenemos por qué menospreciar la superficialidad y la

fragmentación, aprendamos de ellas para que lo que hagamos corresponda

a la realidad. Para no trabajar en las nubes del paraíso de la perfección.

Los salomónicos argumentos proyectuales cuando son autónomos quedan

perdidos en el tiempo y ahora sólo son un bonito barniz que convence a

quienes se enredan en el ideal del siglo pasado. Ese ideal ingenuo y

utópicamente positivo e irreal esperaría alguna solución “racional” y

académicamente optimista a lo que naturalmente considera como negativo

acontecimiento; pero este no debe ser el caso. Esta es otra época.

Utilicemos el espíritu del siglo 21 como el argumento que exige la

civilización contemporánea. Deberíamos insistir -como hace mucho

tiempo atrás- que el hombre es la expresión de su tiempo y la arquitectura la

voluntad de la época.

Por Israel Romero Alamo

Page 8: La Chimenea Nº 07

SCOTT

08 /

Una de las más importantes arquitectas del siglo XX. Una de las arquitectas vigentes más influyentes de la historia. Aunque sea casi imposible no asociar automáti-camente a Denise Scott Brown con su esposo, Robert Venturi, en este fugaz homenaje, rescatamos algunas frases de los principales aportes teóricos que durante su amplia y ardua labor, en favor de la arquitectura, nos ha dejado para seguir aprendiendo siempre más allá de lo que podemos ver; aprendiendo de la arqui-tectura. Aprendiendo de Las Vegas. Aprendiendo del Pop.

Qué duda cabe, D. Scott Brown mereció también (junto a Venturi) ganar el Pritzker.(Zambia, 1931)

8

DENISE

BROWN

Page 9: La Chimenea Nº 07

(1,2 y 5) En entrevista del diario "El País" de España (Abr 2013) / (3, 4, 6 y 7) De "Aprendiendo del Pop" (1971) / (9, 10 y 11) De "Aprendiendo de Las Vegas" (Con R. Venturi, 1972)

09 /

11

Page 10: La Chimenea Nº 07

10 /

Corría diciembre de 1976. La abandonada Estación

Eléctrica de Battersea en Londres es asaltada por un curioso grupo

formado por fotógrafos, ejecutivos discográficos y hasta un

francotirador. Hinchan un enorme globo en forma de cerdo, bautizado

como “Algie” y lo dejan volar entre las enormes chimeneas de la fábrica.

Se recrea una metáfora de la realidad social: desde las alturas, el cerdo,

saciado, contempla la suciedad y decadencia de la sociedad de la que

se alimenta. Las cámaras disparan sin cesar. Parte de aquellas

fotografías adornarían la portada del próximo álbum de Pink Floyd, el

grandioso “Animals”.

El décimo disco de estudio de la banda constituyó una obra de arte en

todo su esplendor y complejidad. Este fue el último disco tocado y

producido íntegramente por los cuatro miembros de la banda, que pese

a empezar a mostrar perdida de placer de trabajar juntos, se

involucraron de lleno en este trabajo, aunque casi todo el concepto y la

composición quedó en manos de Waters.

"Animals" no es un disco bonito ni amable, por el contrario hace

referencia a los peores vicios de la sociedad. Para la concepción de este

álbum, Roger Waters volvió a sacar a flote sus inquietudes políticas y

sociales enmarcadas en una época de fuerte crisis para Inglaterra, con

un gran desempleo, numerosas huelgas y tensiones raciales. Waters

apuntó directamente hacia el centro del alma humana, hacia las obse-

siones y características de las personas, analizando a los miembros de

la sociedad toda, su orden y su funcionamiento. Además Animals hace

un claro guiño al libro de George Orwell, “Animal Farm”, aunque

enfocándose mayormente a la crítica del sistema capitalista.

Básicamente el disco divide a la raza humana en tres clases de

animales: Los cerdos son moralistas, hipócritas, déspotas y patéticos

(la clase política dirigente, la alta sociedad y los militares), los perros

son el sector financiero y empresarial que lo único que les interesa es

el lucro sin importar el costo humano, y finalmente las ovejas son el

gran rebaño, sumisas, masificadas, cuya única función es ser usadas y

abusadas por perros y cerdos.

Musicalmente el tono general del álbum es muy oscuro y un tanto

deprimente. Las canciones, salpicadas muy de vez en cuando con

efectos sonoros que nos recuerdan a los animales protagonistas, se

adentran en progresiones intrincadas, solos algo perturbadores y

efectos opresivos. Con intención de no hacerlo todo tan terrible, se

crean puentes musicales al inicio y al final de álbum, cantando de

forma casi ingenua al amor, generando así un contraste que resulta

bastante estremecedor.

Hoy, 36 años después de que Algie alzara vuelo, podemos decir que

"Animals" es un disco que envejeció bastante bien, cuyas letras siguen

vigentes y cuyo sonido nos recuerda que Pink Floyd podía ser una

banda muy poderosa si las circunstancias y el contexto lo exigían.

"Animals" es un disco grande por sí solo, pero también parte de algo

mayor, la era dorada en la que Floyd era la banda más importante del

mundo, un momento irrepetible en la historia de la música. Nunca el

éxito comercial y la calidad artística volverían a estar tan de la mano, y

cuya clave era el correcto funcionamiento y la plena colaboración de

sus cuatro integrantes originales. No hace falta decir más, simple-

mente recomendar que disfruten de esta joya musical.

“Somos ovejas arreadaspor perros para alimentar

a los cerdos”

Cuando los cerdos vuelan...Por Alex Mori Vera

Música

Page 11: La Chimenea Nº 07

11 /Portada del Album "Animals" de Pink Floyd (1976)

Page 12: La Chimenea Nº 07

1. Pienso que el proyectar es algo integral a mi vida que evoluciona acorde a las nuevas experiencias, desde la exploración en la línea de talleres a la interacción físico-tangible que el edificio logra con su medio. Lo más importante que he aprendido es buscar y lograr lo más posible esa interacción.

2. Me siento crítico de la arquitectura que se rige por las modas, pienso que la crisis estética y de uso, están muy arraigadas en las nuevas tendencias, mientras esto se mantenga, en el Perú solo habrán edificios bonitos que algún nadie usará y serán olvidados como fueron concebidos.

3. “Ser visionario", en definitiva puede evitar futuras posturas y/o políticas insostenibles. La arquitectura crea actitudes, tener postura de creativo, explorador y multidisciplinario ayuda a comprender nuevos hábitos e ideales y crear propuestas que contribuyan al desarrollo en el espacio-tiempo.

16 ARQUITECTOS PERUANOS DEL SIGLO 21

1. La lección más importante fue la de pensar y hacer en base a situaciones o problemas específicos y reales, no inventar problemas con pretensiones que solo interesan a un arquitecto, que es mucho de lo que se ve en distintas facultades y oficinas del Perú y del mundo. 2. Considero que está limitada a dos o tres tipologías donde generalmente trabajan los starchitects nacionales y “los que quieren ser/parecer de la élite”. Se ven esfuerzos por ser más pragmáticos pero aún hay mucho trecho por recorrer y muchos sectores sin atender. 3. Se me ocurren las siguientes, y creo que aplican no solo al arquitecto: conciencia, consecuencia pragmatismo y prospec-tividad.

carlos morales eduardo viera

24 24

12 /

Una mirada por el país nos ha llevado a toparnos con 16 egresados o alumnos de últimos ciclos de

las distintas escuelas y/o facultades de arquitectura cuyo número asciende a más de medio ciento. Son 16 jóvenes futuros (o algunos ya) arquitectos caracterizados por su labor activa dentro (o fuera) de sus

facultades siempre teniendo en cuenta algo más que ser simples espectadores del diseño y receptores de lecciones de arquitectura. Costa, sierra y selva. Piura, Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Lima, Arequipa,

Huancayo, Iquitos y Cusco son nuestra muestra para saber qué piensan acerca de sus facultades, del país y del mundo. Aldo Facho y José Beingolea analizan luego estas respuestas y nos dan una visión de la

formación de la arquitectura en el país.

Las preguntas fueron las siguientes:

1. ¿Qué es lo más importante que has aprendido en tu Facultad?2. ¿Cuál es tu opinión acerca de la arquitectura peruana contemporánea?

3. ¿Cuáles crees que deberían ser las principales características de un arquitecto de este nuevo siglo?

Y estas fueron las respuestas:

Page 13: La Chimenea Nº 07

1. La carrera de arquitectura es una de las carreras más exigentes que uno puede estudiar. Auto-exigirme a siempre dar lo mejor, proba-blemente sea una de las cualidades que uno aprende en una facultad. Es a través de todos los obstáculos y desafíos que uno aprende esta cualidad. Los desafíos son los que generan los cuestionamientos, y te hacen mirar y buscar más allá. No conformarte con lo que existe y olvidarse de los "no se puede" o es "imposible". El no rendirme para superar esas paredes fue lo más importante que aprendí. Si bien la universidad es donde nace y se fortalece el nuevo conocimiento, muchas veces puede ser decepcionante ya que los conocimientos en la facultad pueden ser muy reducidos o limitantes. Aunque suene paradójico, en la facultad poco o casi nada se innova. Sin embargo, la universidad es una gran experiencia y probablemente aprendí más de lo que no nos dijeron. 2. "El arquitecto peruano es una especie en extinción". No existe una arquitectura contemporánea peruana. Somos un país con tanta diversidad que me rehuso a la idea de que nuestra arquitectura solo sean CASAS CUBO EN EL DESIERTO. La arquitectura de casas de playa, a las cuales solo pueden acceder solo el 0.1% de la población del Perú no DEBE de ser nuestra arquitectura contemporánea peruana. Hay que ir más allá y diseñar buena arquitectura para el resto del Perú. Una arquitectura de carácter público o una buena arquitectura social donde se promueva la calidad de vida por encima de las normas y costos. Los arquitectos estamos en la etiqueta de hacer cosas bonitas, sin uso, sin ninguna lógica y por lo general diseños caros. Y sí tienen mucha razón, porque la "mejor arquitectura" son casas de casi medio millón de dólares. Será el día en que las personas puedan confiar en los arquitectos en vez de los ingenieros y maestros de obra cuando habremos cambiado algo. 3. La más importante de donde se derivan las demás "La innovación"... Como me dijo mi profesor de tecnologías avanzadas: "Hay un tren en la estación de la era tecnológica que ya salió de la estación, corre con todas tus fuerzas para alcanzarlo y subirte en él". Los mismos sistemas constructivos, los mismos materiales, las mismas formas por casi un siglo. Necesitamos un cambio y tenemos las mejores herramientas para hacerlo.

1. He aprendido que el arquitecto muchas veces tiene propuestas interesantes y muy valiosas; y habla mucho siempre de "arquitectura y esas cosas", sin embargo, no es consciente aún de que las propuestas que pueden generar un gran cambio desde el aspecto urbanístico arquitectónico y social, trascienden el lápiz y el papel. Criticamos muchas veces la forma de hacer las cosas de las personas en general, pero sobre todo de nosotros mismos, los arquitectos, que más que ser críticos somos criticones. Sobre todo y lo que considero más importante, es la oportunidad y libertad que tenemos dentro de la Facultad de que la arquitectura sea una experiencia en la vida diaria, dejando de lado las aulas, pues dentro o fuera de ellas piensas en arquitectura en todo momento, desde que amanece hasta que se acaba el día siempre estás pensando en la arquitectura o en algo muy ligado a ella, relacionas a la arquitectura con todo lo que te rodea. Sin dejar de lado, por supuesto, he aprendido un poco de lo que es responsabilidad social. Al estudiar en una universidad estatal, me siento en el deber de entregarme en algún momento al lugar donde me he estoy formando como arquitecto, devolver lo que me ha podido brindar, pero sobretodo aportar algo a ella.

2. La arquitectura peruana me recuerda al fútbol peruano. Tendemos hablar de nuestras "viejas glorias", lo cual no está mal, pero refleja la ausencia de nuevos aportes y logros importantes para la arquitectura peruana. Muy de vez en cuando podemos hablar de tal o cual proyecto, pero queda ahí. No trascendemos. No creo que actualmente exista la "arquitectura peruana" como tal. Ergo, en su defecto y desde mi punto de vista podrían ser las casitas de playa o los departamentos a granel que se ajustan a la mayor ganancia por metro cuadrado. Somos un país muy diverso, con muchas tendencias y muchas sangres; con una geografía interesantemente accidentada que en el ejercicio proyectual es un inventario abierto y un reto al mismo tiempo, lo cual también, muchos no lo aprecian como una oportunidad.

3. Debemos mirar a nuestro alrededor y ver cómo es este nuevo siglo. Tal cual como cuando vamos a proyectar en algún lugar del planeta, primero hay que reconocerlo y luego sabremos qué debemos hacer, cómo lo haremos y qué necesitamos para ello. Una vez entendido el entorno y el contexto, podemos saber qué es lo que se requiere para ser un arquitecto del siglo XXI. El arquitecto del nuevo siglo deberá no solo ser arquitecto, debe ser multifacético. Debe ser un arquitecto completo, no me refiero a que debe saber el detalle de cómo hacer todas las cosas, sino a que debe saber lo que se tiene que hacer, puesto que hoy en día contamos con muchos profesionales que complementan la labor del arquitecto y muchas veces facilitan nuestro trabajo. Pero sobre todo con capacidad para adaptarse a los cambios y a su vez poder generarlos, reforzando el carácter social y su preocupación por lo que sucede a su alrededor, pues no podemos pretender ser arquitectos del nuevo siglo, sin pensar en lo que está pasando en el nuevo siglo.

daniela chang daniel gálvez

23 24

Page 14: La Chimenea Nº 07

1. Creo que a tener un SISTEMA, se aprende muy poco en realidad, la universidad transcurre muy rápido, los proyectos son cada vez más grandes y el tiempo es cada vez más corto, por lo que es imposible detenerse a pensar en Arquitectura, la preocupación es terminar, y en ese aspecto la universidad te enseña o te presiona a crearte un sistema de trabajo para cumplir con las entregas, lo que obviamente está mal. 2. Está mal orientada. Vivimos mirando la producción de 4 ó 5 arquitectos de casas de playa que se han convertido en los referentes “contemporá-neos” (Modernos tardíos) en lugar de voltear la mirada a las lógicas y las formas del habitar de la arquitectura vernácula y popular que representan el 70% de la arquitectura en Lima y posiblemente el 80 ó 90% en el resto del Perú.

3. Poner todo su empeño en mejorar la calidad de vida de la población, hacer vivienda colectiva, pero no los multifamiliares a los que estamos acostumbrados donde la gente vive y muere sin que tengan un rayo de luz natural, sino vivienda digna, de calidad, espaciosa, amable, abierta, PERUANA.

1. A alejarme de las modas y de estudiar la arquitectura desde sus partes, a tener respeto por los arquitectos que hacen buena arquitectura, explorar, dibujar, conocer la arquitectura antes de mí y no dedicarle tiempo a “inventar” algo que serviría para nada. 2. Como me inculcaban mis profesores: el muro es muro, la columna es columna, la viga es viga, con eso se trabaja ahora y la arquitectura peruana tiene de esas herramientas para vivir, toda arquitectura tiene su lugar, no puedo ver un cubo y aburrirme, eso sería como negar que hay gente humilde haciendo cubos con palos y esteras sobre el desierto buscando su estabilidad. 3. La cultura para no creerse genios y el trabajo para explorar la arquitectura, para armarla, desarmarla y armarla de otra manera. Un arquitecto debe afrontar las cosas necesarias, perdemos el tiempo conceptualizando cualquier cosa, sin saber que las necesidades para esas arquitecturas están en primer orden, creo que el arquitecto debe ser sincero en su discurso, racional y elemental.

1. Conceptos de arquitectura muy claros. Tener mucho rigor en la elaboración de los proyectos académicos, mucha lectura previa citando a los grandes maestros para estudiar sus obras. Son puntos muy claros para tener en cuenta no solo ahora, sino en todo nuestro camino profesional.

2. Las costumbres y tradiciones peruanas en todo momento se verán reflejadas en la proyección de edificaciones modernas. Costumbres que muestran una realidad nacional, una manera de vivir particular y distinta a los lugares donde se gestó esta arquitectura, lo que permitirá dotar, a los proyectos modernos desarrollados en el Perú, de una identidad local inminente.

3. Estar a la vanguardia de la tecnología, claro está, sin olvidar lo increíble de coger un lápiz y un papel y plasmar tus ideas. Tener muy en claro las realidades sociales de diferentes lugares donde se proyectará. Trabajar e ir de la mano pensando y favoreciendo al medio ambiente, que es como se debe trabajar la arquitectura, haciendo parte de nuestro proyecto a la naturaleza.

1. Considero que todo lo aprendido es importante y fundamental para mi desarrollo como profesional, desde la formación académica hasta la formación personal. Dentro de mi Facultad he cultivado muchas cosas, desde trabajar en equipo, apoyar a mis compañeros y defender mi propuesta. Aprendí que leer me hace una persona culta y sobre todo me mantiene al tanto de la realidad de la sociedad y me compromete con ella para tomar decisiones acertadas. Que la arquitectura es básicamente el espacio, las personas viven y habitan ese espacio, por lo tanto poco importa la fachada si no se resuelve bien el espacio.

2. En su gran "mayoría" la arquitectura peruana contemporánea de hoy no es para la gente, tiene otros objetivos y se ha despreocupado por el ciudadano porque ya no hacen ciudad, ahora las personas son simples peatones, ya no hay ciudadanos, ya no se dialoga con los vecinos no hay esa interacción que hubo, la arquitectura se ha convertido en un arte visual, y lo que busca es la satisfacción individualista.

3. Dedicación, buena voluntad y honradez. Disfrutar lo que hacen. Compromiso con la Sociedad. Observadores de la realidad. Ser como aquel que se levanta y quiere mejorar el mundo. Capacidad para aprender de los demás. Gusto por la experimentación e investigación. Expresar con sutileza sus ideas. Hábito para la lectura.

marco mongearturo loro

pool porta nicolás couto

25 27

24 23

Page 15: La Chimenea Nº 07

1. Aprendí que si realmente quieres ser alguien en esta vida, depende de uno mismo. En nuestro caso si quieres ser ARQUITECTO dependerá de ti y de nadie más. Aprendí a trabajar en grupo, saber lo que realmente es apoyar a tus compañeros y viceversa (entregas de taller, trabajos, etc.). Y bueno que realmente uno nunca deja de aprender, si no lo aprendiste en la universidad lo harás aprendiendo de algún amigo, en el trabajo o la vida misma se ocupará.

2. ¿Realmente existe arquitectura Peruana contemporánea? Creo que lo que hay en el Perú es arquitectura ecléctica, una combinación de diferentes corrientes o estilos arquitectónicos al gusto y criterio del "ARQUITECTO", una que otra arquitectura de carácter nacional en un intento de búsqueda de una identidad. Sea tanto para una entidad privada como para una pública, dejando de lado si es o no buena arquitectura. 3. En primer lugar saber qué es ser un arquitecto y serlo. No olvidar cual es la esencia de la arquitectura, concebida para dar confort y satisfacer las necesidades del ser humano. No diseñar olvidándonos de que el "USUARIO" es un ser un humano y no simplemente una premisa más de diseño, respetando su entorno y no crear arquitectura para alimentar el ego del "ARQUITECTO". Ser consciente y prudente al momento de diseñar utilizando de buena manera y sentido común las herramientas que la tecnología nos ofrece sea al momento del diseño o en la realización de proyecto arquitectónico.

1. A entender que las obras arquitectónicas deben estar siempre al servicio de la sociedad. En la Facultad nos enseñan que la arquitectura es parte del todo y no es el "todo", es el medio para llegar a un fin.

2. Estamos en un período de búsqueda, me alegra saber que muchos arquitectos peruanos reconocidos están buscando la identidad de su arquitectura en la identidad peruana. Sin embargo hay una fuerte corriente consumista que debemos combatir, debido al boom de la construcción hay muchos arquitectos que se dejan llevar por la corriente inmobiliaria y se olvidan que están haciendo arquitectura.

3. Debe ser auténtico y humilde.

1. La escuela me enseñó a no creer en las respuestas, me enseñó a dibujar sin lápiz, a escuchar el silencio de las construcciones, a ver sin ver, pero siento que no me enseñó arquitectura. Percibí a la arquitectura más que a una profesión, difícil de comprender, aprender y enseñar. Llegué a la conclusión de que la escuela no es el lugar ideal para aprender arquitectura. Desde entonces ando buscando entender lo incomprensible, lo increíble, lo inexistente, ando buscando a dios, ando buscando a la arquitectura, porque en la universidad descubrí que la arquitectura no existe.

2. La arquitectura peruana contemporánea se está olvidando de la arquitectura, la arquitectura ya no cree en los arquitectos, porque han dejado de hacer y creer en arquitectura. La inmobiliaria, las maquinas, la tecnología, la globalización, están destruyendo a la arquitectura, el construir ha perdido significado, en la historia de la arquitectura peruana construir siempre representó ser una fiesta, una emoción. En el Perú de hoy se construyen edificios pero no se construye arquitectura. A mi juicio la arquitectura peruana no necesita de arquitectos. 3. El arquitecto debe ser alguien que cree poder serlo, alguien que piense, el arquitecto debe ser el líder de la sociedad, sobre todo alguien que entienda a la arquitectura porque su rol principal es la de defender a la disciplina, por lo tanto es un hombre de valores porque el arquitecto tiene una gran responsabilidad, es alguien que decide el futuro del mundo.

1. A entender la Arquitectura como parte de nuestra vida, a observar y analizar cada situación diaria para poder proyectar y dar mejores condiciones y calidad de vida a través de las ideas de orden, de secuencia, de sorpresa, de calidez, de unión, de respeto, de libertad, ideas que pueden ser materializadas en una infraestructura.

2. La Arquitectura contemporánea y su desarrollo a nivel nacional es muy diverso, donde la arquitectura habitacional es básicamente mercantil. En cuanto a la arquitectura de uso público, esta explora la tecnología en cuanto a materiales y la aplica de manera satisfactoria pero es muy escaso ver soluciones que respeten parámetros de sostenibilidad que nos inviten a cuidar nuestro medio ambiente y es este un problema latente que muchos prefieren no ver y no escuchar.

3. El arquitecto de este nuevo siglo debe muy sensible a los cambios que se vienen dando en cuanto a las telecomunicaciones porque la realidad está siendo distorsionada, debe ser muy creativo para poder aportar soluciones a los nuevos problemas y líder para poder gestionarlos.

urpi orez

josué sedano

gabriela peñael

alejandra jordán

24

27 23

24

Page 16: La Chimenea Nº 07

1. Saber tomar decisiones, y aún sigo aprendiendo, eso nunca se deja de aprender. Llevar 10 talleres de diseño casi de manera repetitiva deja grandes enseñanzas ya que permite a uno mismo re-diseñarse hasta encontrar un equilibrio y la mejor manera de poder llevar a cabo el proceso de diseño de un proyecto. Para ello las conversaciones y el feedback con profesores y compañeros durante ese tiempo es lo más importante que mi facultad me ha podido dar, pues a partir de ello se generan inquietudes personales que son las que permiten en su búsqueda encontrar alternativas que conlleven a soluciones.

2. Es difícil dar una opinión global de la arquitectura peruana contemporánea. Por una parte el crecimiento económico facilita que ciertos arquitectos puedan plasmar sus inquietudes proyectuales en una serie de edificaciones selectas que brindan grandes aportes a la arquitectura en el medio, pero no terminan de salir de su burbuja aislada, por lo que no aportan nada a la sociedad. Por otro lado, la gran mayoría de arquitectos cede ante la presión inmobiliaria en la cual lo importante es vender y generar la mayor ganancia a los promotores, esto se refleja en la gran masa de edificios mediocres que se construyen en casi todas partes y que terminan por prevalecer generando la imagen de ciudad que tenemos.

3. Ser sensible al entorno que lo rodea y tomar decisiones coherentes ante las problemáticas que encuentre en el proceso de diseño. El éxito en el diseño de un proyecto está en saber tomar decisiones, en suprimir una serie de alternativas y optar por una para luego encontrar otra serie de alternativas y hacer lo mismo, este ejercicio de edición es la herramienta más poderosa que un arquitecto puede tener.

1. Además de diversos conocimientos académicos, he aprendido que la arquitectura es más que diseñar y construir, es más que conocer y entender las necesidades de una sociedad para satisfacerla. Es materializar ideas y hacer que estas puedan transformar espacios, generarles un lenguaje nuevo, lograr que funcionen y hacerlos únicos.

2. Me parece que se está buscando revalorizar los espacios arquitectónicos innovando con la forma y el lenguaje de las obras, sin embargo aún falta definir una identidad que la diferencie del resto de la arquitectura latinoamericana. Creo que cuando esto se logre, la arquitectura contemporánea peruana habrá llegado a su momento cúspide.

3. Un arquitecto de este nuevo siglo debe tener una visión realista e inclusiva de la sociedad, debe estar abierto al uso de nuevas tecno-logías que le permitan generar nuevas formas o tipo de arquitecturas, pero sobre todo debe poder transformar un espacio enriqueciéndose del entorno, sin dañarlo y generando un impacto positivo en él.

1. Creo que a valorar más el que abriera las puertas a mi libre investigación y experimentación, entiendo que por ser una Universidad joven existen muchas cosas aún que se tiene que mejorar, pero me dejó el promover en un alumno ese interés por la superación personal. 2 Bueno, mientras no haya democracia para que la arquitectura ocupe todos los ámbitos sociales, económicos, políticos y culturales del País, siempre veremos resultados a pequeña escala, pero valoro el que existan esfuerzos para cambiar esta realidad, sin embargo, hay aún mucho por hacer.

3. Ser más humano, menos egoísta y pensar en la sociedad que tiene menos posibilidades de acceder a las oportunidades, generar más colectivos y ocupar roles importantes y es que los arquitectos de ahora debemos volver a hacernos necesarios para la sociedad.

1. Vivir la arquitectura, comer arquitectura, caminar con la arquitectura, dormir arquitectura, soñar arquitectura. Que no sólo es una carrera más, sino un estilo de vida, que todo lo que respiremos y emanemos del cuerpo sea arquitectura.

2. Creo que va en ascenso, hay una nueva generación de arquitectos que se levanta y está tratando de hacer las cosas bien, con grandes y nuevas ideas en arquitectura y planeamiento de las ciudades. Por esto creo que debería estar mucho más enfocada en el deseo por el progreso de nuestro país y el desarrollo de nuestras ciudades.

1. Originalidad, seguridad de sus ideas, convicción total en lo que se cree y pasión por lo que hacemos. Creatividad e imaginación, etc. A estas alturas creo que todo ser humano tiene esas capacidades (medias o bien desarrolladas) la cuestión está en defender esas ideas, nuestras creencias, no dejarnos llevar por el sistema que nos rodea y sobre todo siempre ser auténticos, no copiar, ya que esa es la característica de muchos arquitectos de este siglo.

martín montañez

rossana alarcón

mariangela eráusquin

richard asto

26 21

2423

Page 17: La Chimenea Nº 07

17 /

Pretender analizar la mirada sobre la arquitectura de

dieciséis egresados jóvenes de diversas escuelas del

país es una labor de suma complejidad en cuanto

estamos pretendiendo representar con esa selección

el pensamiento de sus contemporáneos. Sería irres-

ponsable juzgar sus escuelas o contextos a partir de

sus respuestas, con esta salvedad reflexionaré en el

presente texto sobre las respuestas a tres preguntas

que fueron elaboradas por La Chimenea.

El primer reto fue sistematizarlas para poderlas analizar

como conjunto, para ello elaboré un cuadro en el que

busqué sintetizar las ideas e identificar las coin-

cidencias. El resultado fue sumamente interesante

pues pude visualizar a los encuestados como

conjunto, y ver como aún en lugares distantes existen

similitud de inquietudes y preocupaciones. Aunque

dieciséis parezca mucho, no llega a ser un tercio de las

facultades y escuelas de arquitectura que hay en el

Perú, situación preocupante si nos comparamos con

países de mayor población y en los que la arquitectura

tiene un rol mucho más activo en la sociedad. Por

ejemplo, España que tiene 32 facultades para casi 48

millones de habitantes, y Argentina con alrededor de

32 para 41 millones, versus nuestro país con más de

50 escuelas para 29 millones. Todos sabemos las

diferencias en cuanto a la democratización de la

educación y la cultura con esos países, lo cual hace

más crítica la comparación.

Esto se agudiza al ser conscientes que no existe el

volumen de docentes capacitados para tal número de

escuelas, aunque la mayoría enseñe en más de una.

¿Cómo estamos formando a los jóvenes que pretenden

ser arquitectos? Enseñar arquitectura evidentemente

es un negocio, lo que no está claro en nuestro país es

que antes que un “negocio” la educación es un

servicio, y quien la ejerce tiene la gran responsabilidad

de formar ciudadanos y proveerles herramientas

intelectuales y laborales para la construcción de su

futuro. El que asume el reto de enseñar está asumiendo

el reto de aportar a la construcción de nuestra

sociedad, y en el caso específico de la arquitectura, de

nuestras ciudades. Me interesaría saber cuántos

“empresarios de la educación” son conscientes de

esto.

Pero la gran crítica, o en todo caso la gran respon-

sabilidad recae en los organismos públicos que

habilitan para la enseñanza de arquitectura a

instituciones que no cuentan con las condiciones

académicas mínimas. Universidad viene de “uni-

versal”, que entre otras acepciones significa

“Perteneciente o relativo al universo. Que por su

naturaleza es apto para ser predicado de muchos”

Interpreto este significado como que el conocimiento

que se imparte y genera en la universidad nos debe

vincular al saber universal, enriquecido por el contexto

local. Entonces, ¿Puede existir una “universidad” que

no genere conocimiento, que no investigue, que no

publique? A partir de lo expuesto, la respuesta sería

negativa, pero en nuestro contexto eso no está claro, al

menos no hay evidencia que preocupe a quienes las

dirige o las fiscalizan. Esto se trasluce en la respuesta

con mayor coincidencia a la primera pregunta de La

Chimenea: ¿Qué es lo más importante que has

aprendido en tu facultad? El 40% de los

encuestados reclaman una formación limitada, con

fuertes carencias, y algunos muestran confusión al

referirse al campo de trabajo de la profesión. Lo que

destaco de la mayor parte de este grupo es la visión

crítica sobre su formación y la conciencia que

deberán suplementarla en la vida profesional, esto

es importante dado que al ser conscientes del

problema asumen el reto de resolverlo. Me

preocupa más cuando la respuesta es poco clara

pretendiendo ser erudita, evidenciando una

importante confusión entre lo que hace al oficio del

arquitecto y otro tipo de especulaciones pseudo-

filosóficas.

En segundo lugar hay dos grupos de respuestas

que se refieren a proyectar desde el contexto y al

compromiso con la profesión. Ambos reflejan

seriedad, planteando responsabilidad para con el

entorno social y físico. También hay una fuerte

conciencia en lo grupal, en la sinergia que se

genera pensando y trabajando en equipo. Esto es

sumamente importante pues revela un recono-

cimiento al valor del intercambio de ideas,

complementariedad de conocimientos y destrezas,

y reconocimiento del valor estratégico de

multiplicar los saberes individuales minimizando

las debilidades. Ya dentro de las respuestas

aisladas hay dos que deseo destacar, la primera es

una en la cual se es enfático en el plantear que la

arquitectura debe estar al servicio de la sociedad.

Este concepto, desde mi parecer, debería haber

tenido el mayor número de coincidencias. No

reconocernos como profesionales al servicio de

nuestros pares, nos encasilla en una carrera de

egos y acota significativamente nuestra capacidad

de intervenir en diversos espacios laborales. El

sentido de “universalidad” tiene que ver

directamente con el servicio al conjunto de

ALDO FACHO DEDEanaliza

Page 18: La Chimenea Nº 07

18 /

hombres, desde el aporte a la construcción del

conocimiento que nos permitirá vivir mejor. La

segunda sin ser expresamente opuesta, evidencia una

formación desde lo individual, que sitúa la

materialización de una idea para la generación de

espacios como el objetivo principal del oficio. Me

parece interesante cerrar la reflexión a esta primera

pregunta con esta respuesta pues tiene mucho que ver

con la preocupación de un número significativo de los

encuestados cuando responden la segunda pregunta:

¿Cuál es tu opinión sobre la arquitectura

peruana contemporánea?

El 50% de los consultados coincide en que la

arquitectura contemporánea peruana identificada

como referente no refleja a la sociedad, que está

dirigida a un sector reducido y elitista dado su alto

costo. Les sigue el 40% en que reclama la ausencia de

calidad en los proyectos inmobiliarios, y que la

arquitectura destacada no está pensada para las

personas, que no construye ciudad. Existe a su vez un

reclamo de mayor conciencia contextual y ambiental,

y por esa senda proponen la búsqueda de identidad.

Podemos afirmar que entre los encuestados hay casi

consenso en la crisis de calidad y estrechez del

mercado en el que se puede proponer arquitectura,

poniendo en evidencia un problema más profundo que

no deja de estar ligado con la primera pregunta: ¿se

están formando arquitectos para nuestro contexto? e

íntimamente relacionado, ¿quiénes son los respon-

sables de regular el uso del suelo y la normativa en

base a la cual se construye en la ciudad? En un

contexto comercial lícito, un inversor inmobiliario

negocia un terreno en un valor calculado a partir de la

ubicación y potencial constructivo. A partir de esto, le

exigirá al profesional que contrate maximizar el

rendimiento del mismo, buscando mejorar su utilidad.

¿Puede un arquitecto justificar la pérdida de

rentabilidad con aportes de calidad al espacio

público?, hasta donde yo conozco no. Sí puede

justificar construir menos metros cuadrados para

mejorar la rentabilidad en base a un incremento de la

calidad, pero ese es otro asunto. El inversor va a exigir

el rendimiento que la municipalidad le otorgó, y en la

mayoría de los casos se va a manejar en los límites de

la normativa. Entonces, si queremos mejorar nuestra

ciudad y la calidad de la arquitectura, ¿no debe-

ríamos empezar por rediseñar los parámetros que

regulan el uso del suelo y las exigencias proyec-

tuales?, pero para ello, necesitamos primero tener en

claro qué ciudad queremos construir, y discutir ese

modelo de ciudad en estrecha colaboración entre las

universidades y los colegios profesionales con la

administración municipal. Entonces, no solo

carguemos contra el profesional que firma, sino, y

sobre todo, contra quienes deberían evitar que ese

tipo de arquitecturas se puedan generar y firmar.

Ahora, retomando la primera interrogante de esta

serie, ¿para qué contextos se están formando

arquitectos? Si la fuerte crítica es a que solo

atenemos a un bajísimo porcentaje de la demanda, y

que en más del 80% de la construcción de viviendas

no tenemos injerencia, ¿no será que debemos re-

orientar la formación profesional, que debemos

abrirnos mercado en esa gran masa poblacional?

Entre los colegas criticamos reiteradamente la falta

de concursos públicos de proyectos y despo-

tricamos contra la ley de contrataciones del estado

que es la única forma de acceder a la obra pública.

¿En alguna escuela se enseña cómo manejarse

dentro de esta ley? Claro, es más “comercial” vender

el modelo del arquitecto genio, ese “artista del

espacio” incomprendido, que debe materializar sus

obras a pesar de sus clientes… enseñar “esa”

arquitectura está de moda, pero la “moda” se

queda en las aulas y es incapaz de resolver el

mundo real.

Así llegamos a la tercera pregunta, ¿cuáles

creen que deberían ser las principales

características de un arquitecto de este

nuevo siglo? Más del 50% de los encuestados

coincide en que deben ser la capacidad de

innovación, desarrollo y uso de tecnología,

experimentación, creatividad y originalidad.

Todos estas cualidades están relacionadas a la

generación de objetos arquitectónicos, de

creaciones individuales, ¿dónde quedaron las

preocupaciones de índole social, urbano y

ambiental? Un segundo grupo postula una

arquitectura más “humana”, más “social”, un

tercero habla de sustentabilidad y sensibilidad

con el entorno, y un cuarto reclama ser líderes del

cambio y del desarrollo. Quizás si cruzamos

todos los grupos tendríamos una respuesta más

acorde a los anteriores postulados, “arquitectos

con una fuerte conciencia social, urbana y

ambiental, que planteen la solución a los retos

proyectuales desde la creatividad, experi-

mentación y desarrollo de tecnología, y que

asuman el compromiso de sumar al desarrollo de

su entorno”. Ese sería un buen final, pero hubo

una última respuesta que me dejó pensando y

que considero que contienen en sus dos palabras

todos estos conceptos: “auténticos y humildes”,

¿será que bastan esas dos virtudes para construir

la sociedad del siglo XXI?

Page 19: La Chimenea Nº 07

19 /

Los departamentos de Tumbes, Amazonas, Pasco, Huancavelica,Apurimac, Ucayali y Madre de Diosno cuentan con escuelas de arquitectura.

La Universidad Alas Peruanastiene 10 escuelas

de arquitecturaa lo largo de todo el país.

Es la más numerosa.

La filial de la Universidad Privada del Norte en Lima Norte contó en el ciclo

2013-I con 12 secciones de primer ciclo.

La Universidad César Vallejoen su filial de Lima Norte

cuenta con más de 1200 alumnos

solo hasta 4° ciclo.

A la actualidad existen 15 mil arquitectosregistrados en el Colegiode Arquitectos del Perú.

En promedio,un tercio de ellos se colegió

en los últimos 5 años.

Sabías que...

Lima Norte, con cerca de 2 millonesde habitantes, cuenta con 2 escuelas

privadas (UPN - UCV), estasfueron fundadas solo hace 2 años.

Tarapoto con una cantidadde habitantes 10 veces menor, cuenta

con 3 escuelas.

Estudiar arquitectura en las escuelaso facultades privadas de provinciay de Lima Norte cuesta en promedioS/. 350.00 al mes, mientras que en lasfacultades privadas del resto de Limael costo es en promedio S/. 1 200.00

JOSÉ BEINGOLEADEL CARPIO

analiza

Más de 10 fac/esc5 fac/esc3 ó 4 fac/esc1 ó 2 fac/esc0 fac/esc

Los datos fueron obtenidos por medio de las autoridades universitarias respectivas o las páginas web de las Universidades.

Las respuestas a las tres preguntas planteadas por La

Chimenea revelan las distintas polaridades que se

presentan en el variopinto escenario académico

peruano, pero dejan ver mucho más que eso.

PRIMERA

Sobre lo que recibieron en su formación, distinguimos

primeramente la respuesta mayoritaria de quienes

asumen como positivo el paso por la universidad

mientras en minoría se sitúa la que considera que

aprendió más “de lo que no nos dijeron”. A esta posi-

ción hay que sumar la de aquellos que consideran que

en materia de aprendizaje, pesa más la opción y

decisión personal que el influjo institucional y también

aquella otra paradójica y nihilista que concluye que “la

escuela no es el lugar ideal para aprender arquitectura”

y en el extremo de este razonamiento que “la

arquitectura peruana no necesita de arquitectos”.

Pero subrayo, la mayoría de los entrevistados tiene una

visión positiva del paso por las aulas y talleres

universitarios. Lo que no sorprende es lo variado de las

respuestas que dan origen a esa percepción y que

expresa distintas polaridades: realismo-idealismo,

individual-grupal, pensar-hacer, efímero-permanente,

que surgen en una de las más ricas experiencias que la

psicopedagogía universitaria ve cada día con mayor

interés. Pero no nos sorprende sólo por eso sino

también porque traduce la heterogeneidad de nuestros

espacios académicos arquitectónicos: desde los

Page 20: La Chimenea Nº 07

20 /

regionales a los centrales, desde los públicos a

los privados, desde los religiosos a los más

seculares, incluso los de género.

SEGUNDA

Hay unanimidad en la visión defectiva de la

arquitectura peruana, aunque esa percepción sea

esencialmente intuitiva y elementalmente

sostenida, la conclusión es categórica en el

sentido indicado.

El imperio de la moda, de las poses, del elitismo,

del formalismo, del mimetismo, del autismo, del

eclecticismo ingenuo y del conformismo, son

algunos de los adjetivos implícita o explí-

citamente mencionados en la segunda respuesta.

El soporte ideológico de este juicio traduce una

convicción progresista radicada en el ideal

moderno de la arquitectura como modeladora de

la realidad y como disciplina con una cierta

misión social. Llama poderosamente la atención

que las respuestas no hagan eco del discurso

neoliberal (del resto, nada ajeno en las aulas), que

privilegia la difundida visión de la ciudad y de la

arquitectura que supedita la calidad a la

productividad del capital. Eso ocurre acaso por el

hecho que los entrevistados son de alguna manera

la élite de los centros académicos en los que se

forman. Por eso es probable que la suya, no sea

una posición militante de la visión oficial,

promovida y aceptada a todo nivel. No creemos,

sin embargo, que esa sea la postura efectiva con la

que se forman los arquitectos de hoy. Las

instituciones académicas, con evidentes matices

y con mayor o menor grado de conciencia, forman

a los nuevos profesionales, para “insertarse

(pasivamente) en el mercado laboral”.

Sin embargo, ateniéndonos objetivamente a las

respuestas, hay que señalar que una dosis de

sentido crítico y de inconformidad existe en los

jóvenes respecto a la arquitectura contempo-

ránea peruana. Es que las manifestaciones y

realizaciones tangibles del “boom inmobiliario”

son esencialmente sólo estadística, optimistas

cifras que no pueden de manera alguna maquillar

la patética realidad (defectivamente) transfor-

mada, y exhiben muy poco de calidad y de

positivo contenido, mientras las pocas que

existen, constituyen la excepción que confirma la

regla y a menudo se desarrollan en espacios

aislados físicamente, marginales al espacio y la

vida cotidiana de las mayorías.

Una desazón social fluye por eso de las respuestas

que, al tratar de encontrar respuesta en el campo

disciplinar, llaman la atención sobre la necesidad

de reubicar la praxis del diseño en el centro de

gravedad de los problemas y conflictos. Algo que

evidentemente no ocurre en nuestra arquitectura,

y que por último, no depende exclusivamente de

los arquitectos.

TERCERA

Sobre las características del arquitecto del nuevo

siglo, las respuestas privilegian en primer lugar lo

social y casi al mismo nivel, el énfasis en la

tecnología (fundamentalmente constructiva), el

respeto al contexto y al ambiente. Una que otra es

más explícita y habla de un arquitecto “que decide

el futuro del mundo”. Esta visión, muy cara al

concepto de vanguardia que permeó el discurso

y la ilusoria praxis del Movimiento moderno fue

desbaratada por la propia realidad y la dinámica

que generó. Ya la crítica radical del movimiento

moderno se encargó de desenmascarar la

realidad y a situar la arquitectura en el lugar y la

instancia de afirmación del sistema del cual

depende, se nutre y al cual sirve.

La relación que existe en las respuestas a la

segunda y tercera preguntas, resulta orgánica y

revela un grado de articulación y conciencia de lo

que se está diciendo, sin embargo, la ausencia de

referencia a las determinaciones que desde el

ámbito, económico, político y social, imponen a

la arquitectura, indica un alto grado de desarti-

culación y evidente vulnerabilidad frente a la

dinámica de la realidad que los hará fácil presa de

sus imposiciones al momento de enfrentarse a la

cotidianeidad del ejercicio profesional con sus

frías y drásticas lógicas.

EPÍLOGO

A manera de conclusión me queda clara la

heterogeneidad y excentricidad o dispersión de la

formación profesional en nuestro país. No

obstante ello, fluye en la joven conciencia de los

arquitectos en ciernes, una actitud de inco-

modidad y de desazón frente a la situación actual

de nuestra arquitectura. Pero de otra parte, el

excesivo y desarmado idealismo con que se

pretende enfrentar esta situación en el presente y

futuro inmediato no augura la posibilidad de

operar los urgentes cambios que la teoría y la

praxis de la arquitectura demandan en nuestro

país.

Page 21: La Chimenea Nº 07

CARLOS MORALES (LIMA)UNIVERSIDAD SAN MARTÍN DE PORRES

Miembro del colectivo “Arquitecturas en Proceso”y el grupo “El Chullo”

EDUARDO VIERA (PIURA)UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

Ex-delegado Coornadea UNP

DANIELA CHANG (LIMA)UNIVERSIDAD DE CIENCIAS APLICADAS

1er premio de los concursos "Tratamiento Integral de 5 Esp. Publ. en el Jr. Ancash para el CentroHistórico de Lima" (2011) y "Alacero" (2012)

DANIEL GÁLVEZ (LIMA)UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

Actual presidente del Centrode Estudiantes de la FAUA UNI

POOL PORTA (CHICLAYO)UNIVERSIDAD DE CHICLAYO

Creador del Blog "Arquitectura Moderna Perú"

NICOLÁS COUTO (CHICLAYO)UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPÁN1er premio (en grupo) del Concurso

de Diseño MAREA (2012) y del Workshopcon Angello Bucci (2011)

ARTURO LORO (TRUJILLO)UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

1er premio del Concurso Internacional "Masisa diseña el futuro" (2012)

MARCO MONGE (TRUJILLO)UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

Director de la revista Atelier

JOSUÉ SEDANO (HUANCAYO)UNIVERSIDAD NAC. DEL CENTRO DEL PERÚ

1er premio del concurso "Multifamiliaresen Lima" (2011)

ALEJANDRA JORDÁN (CUSCO)UNIV. NAC. SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

Ex presidente del Centro de Estudiantesde la Fac. de Arq. de la UNSAAC

URPI FLOREZ (AREQUIPA)UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

Ex-delegada Coornadea UNSA

GABRIELA PEÑAFIEL (AREQUIPA)UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA MARÍA

Ex-delegada CLEA UCSM

MARTÍN MONTAÑEZ (LIMA)PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

Finalista del concurso internacional Archiprix (2013)y 1er premio del concurso "Pedagogías" A35 (2012)

MARIANGELA ERÁUSQUIN (LIMA)UNIVERSIDAD RICARDO PALMA

Miembro de Espacio 24 y la revista A35

RICHARD ASTO (CHIMBOTE)UNIVERSIDAD SAN PEDRO

Miembro del colectivo "Imágenes Arquitectura"

ROSSANA ALARCÓN (IQUITOS)UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ

Ex-delegada Coornadea UCP Iquitos

Page 22: La Chimenea Nº 07

22 /Arquitectura Peruana

Page 23: La Chimenea Nº 07

LA CAJA

Primer Nivel

En alguna lejana y periférica inmensa

porción de árida e infertil tierra peruana, se levanta un legítimo volumen de líneas puras que, aunque no sea exactamente un cubo en el desierto, es el portador de la vida cotidiana de sus tres, cuatro o cinco inquilinos. Una vivienda.

El lugar donde se asienta la arquitectura suele ser uno de los principales argumentos de los arquitectos contem-poráneos al proyectar. En este caso, es evidente que no ha existido mano profesional de por medio más que un improvisado (y probablemente familiar) diseñador, constructor y supervisor de obra. Sin embargo guarda esta arquitectura ciertas características importantes de resaltar.

Esta vivienda ha conseguido una interesante manera de adherirse sobre su sábana de arena; la estera que cubre sus cuatro frentes (y de paso la quinta fachada) pareciera ser una extensión de la superficie; de esta manera, al verla junto a las decenas de viviendas que la acompañan son casi imperceptibles desde la lejanía del ojo humano. De pronto se le asoma algún plástico azul por el techo para la lluvia, pero ese no es inconveniente, ni para quien habita la arquitectura, ni para la arquitectura. Una mimetización con el entorno casi al natural.

El interior, del tamaño de un walk in closet, tiene -como en los minidepartamentos- dos camas y una mesa/estante multiusos hábilmente colocados. No hay ventanas, hay una puerta, hay doce columnas a los extremos y no hay una sola estorbando al interior. Por ahora no necesitan más o quizá no cuentan con los medios para grandes ambientes, piscinas o demás pretensiones infructuosas.

Esta arquitectura empieza el proceso como las cosas naturales que empiezan, desde lo básico y casi de manera instintiva, para luego emerger e ir consoli-dándose creciendo en área y en altura según la disposición de quien la habite. Esta es la arquitectura que se va haciendo por pasos y de la mano del ser humano, no como un acto de magia.

Las imágenes son referenciales.EN EL ARENAL

23 /

Page 24: La Chimenea Nº 07

El león de oro de la última Bienal de Arquitectura de Venecia le fue

otorgado a Urban Think Tank (Alfredo Brillembourg y Hubert Klumpner), en

colaboración con Justin McBurk y Iwan Baan. Un grupo ecléctico e

interdisciplinario que presentó una propuesta que, sin duda, fue polémica. La

respuesta a la premisa “Common Ground” (Territorio común) fue un espacio

al interior del Pabellón del Arsenal, separado por un muro de ladrillo

expuesto, poético en su precariedad, que encerraba un café(1,2). Esta

intervención, titulada Torre David / Gran Horizonte, 2012, servía de escenario

a fotografías, videos y reflexiones en torno al edificio hoy llamado “Torre

David”, una ocupación informal de un edificio que había quedado en casco,

en uno de los barrios más céntricos de Caracas.

La premiación fue sumamente criticada, entre otras razones, por no tratarse

de una producción arquitectónica original del estudio, pero por sobre todo,

creo, por lo mucho que incomodó la instalación. En un evento diseñado por

arquitectos y para arquitectos, lo último que se quiere ver es esa cruda

realidad en la que el ser humano “de a pie” decide ocupar el territorio –

natural o artificial – y actuar sobre él sin asesoría de arquitectos o ingenieros.

El resultado formal, que se aleja de modo diametral de las soluciones

oníricas que los arquitectos estrella buscan producir hoy en día, es aquello

que nos gustaría ignorar: precariamente construido, impuro, decorado,

colorido, cambiante.

No era, evidentemente, arquitectura de moda.

Sin embargo, es cada vez más frecuente percibir un nuevo enfoque dentro de

la arquitectura contemporánea. Pequeños estudios, con pequeñas obras

generalmente publicadas en soportes virtuales, empiezan a preguntarse

sobre esos incómodos temas que, tradicionalmente, asustan al

arquitecto que quiere tener el control sobre su obra: espontaneidad,

emergencia, hibridación, crecimiento progresivo, cotidianeidad,

escasez de recursos.

Ante los flujos migratorios hacia diversas zonas de Europa y Norte

América, algo ha cambiado. Los tradicionales centros de la arquitectura

mundial, hacia donde los arquitectos solíamos mirar en busca de

referencias, se están viendo a sí mismos rodeados de informalidad, de

poblaciones mixtas, de gustos populares y de situaciones en las que la

arquitectura como objeto terminado no tiene mayor cabida. De pronto,

las situaciones son emergentes y espontáneas, y requieren de una

respuesta distinta a la del solitario arquitecto en su tablero.

Esto tiene como consecuencia un fenómeno muy curioso: desde hace

algo más de una década, por primera vez en la historia, los tradicionales

centros están mirando hacia las periferias para aprender algo de lo que

aquí sucede. Dentro de contextos en los que la informalidad y la

hibridación han sido una constante, un gran número de arquitectos y

teóricos buscan las respuestas a situaciones que les son nuevas y

desconcertantes. Eventos y simposios sobre informalidad, charlas de

grandes arquitectos, viajes de estudio y grupos de investigación miran

hacia el hemisferio sur, ya no necesariamente con una curiosidad

antropológica o con una indulgente fascinación, sino con una seria

voluntad de aprender de las maneras de hacer arquitectura y ciudad que

nosotros desarrollamos desde hace más de medio siglo.

El que los recursos de estas partes del mundo sean buenos o no, el que

24 /

Territorios comunes, mirando hacia el hemisferio surPor Cristina Dreifuss*

Arquitectura Internacional

Page 25: La Chimenea Nº 07

1

2

Page 26: La Chimenea Nº 07

26 /

3

4 5

Page 27: La Chimenea Nº 07

27 /

tengamos soluciones practicables y sustentables o no, no es el tema de

discusión. Son, sí, soluciones a las que vale la pena mirar, soluciones que

cambian en el tiempo, que entienden, por primera vez, que la arquitectura

no es un producto final, sino un constante proceso.

Muchas de las nuevas propuestas se detienen en la imagen exterior del

edificio. Proyectos como la casa Kokuban(3), de Hari Architects (2011),

plantean una imagen y unos materiales que podrían haber sido sacados de

un barrio informal. Son obras con composiciones volumétricas simples,

que aspiran a un lenguaje cotidiano por medio del uso de materiales

económicos, utilizados de un modo diverso. A diferencia de la casa de

Frank O. Gehry en Santa Mónica(4) (1978-1991), primer referente al uso de

materiales banales en una vivienda que no quiere serlo, estas propuestas

muchas veces carecen de la originalidad propuesta por el propio material, y

muestran soluciones que poco tienen que ver con lo único y lo espec-

tacular.

Otras formulaciones parten de adoptar los procesos, interdisciplinarios y

de diálogo y conciliación, dentro de la configuración de espacios. Se trata

frecuentemente de programas en los que el arquitecto no es la figura

principal o quien dirige las propuestas, sino uno más dentro de un equipo

que incluye sociólogos, economistas y, por supuesto, los mismos usuarios

y participantes de los proyectos a diseñar. Muchos de estos grupos trabajan

en entornos precarios con grupos de poblaciones marginales en los

suburbios de las grandes ciudades.

Finalmente hay un tercer grupo de propuestas, que parte de asumir que el

usuario de los edificios hace cambios en estos con el paso del tiempo.

Proyectos como la Quinta Monroy(5), de Elemental (2003-2004), buscan

ser “completados” con estas intervenciones y se resignan a la idea de no

tener control sobre la forma final del edificio e, incluso, que ésta nunca será

permanente.

El proyecto ganador de la Bienal no pertenece a ninguna de estas

categorías. Parte de una intervención sin arquitectos, en la que se nos

cuestiona la esencia misma de nuestra profesión y que responde, de un

modo casi literal, a una premisa que nos es complicada: “cuestionar las

prioridades que parecen dominar nuestro tiempo, prioridades que se

enfocan en lo individual, en el privilegio, en lo espectacular y en lo

especial. Estas prioridades parecen pasar por alto lo normal, lo social, lo

común. […] Considerar nuestras influencias, preocupaciones y visiones

comunes puede ayudarnos a entender mejor la disciplina de la

arquitectura y su relación con la sociedad” (Chipperfield, David, 2012).

Los arquitectos no llegamos a un mundo que se nos presenta

convenientemente vacío, listo para recibir esas intervenciones

singulares y muchas veces espectaculares. Somos parte del territorio

común, compartido con gente común y con procesos cotidianos de

crecimiento y adecuación a dinámicas siempre cambiantes. ¿Será

posible que las tímidas propuestas de la arquitectura contemporánea se

conviertan en una tendencia global de diálogo? ¿Hay lugar en nuestras

mentes para un arquitecto que deja de ser la voz principal para

convertirse en uno más de los agentes participativos? ¿Podremos

entender que, a diferencia de lo aprendido en las escuelas, la

arquitectura es, efectivamente, un proceso en constante cambio?

(*) Arquitecta titulada por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú. Magister en Ciencias con mención en Arquitectura: Teoría, Historia y Crítica, Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Lima, Perú. Doctora en Arquitectura: Teorías y Proyecto, Università degli Studi di Roma, La Sapienza, con la tesis “La estética (del huachafo) en la arquitectura contemporánea de Lima”.

En la actualidad se desempeña como arqu itecta invest igadora en temas relacionados con la estética, la ciudad y la arquitectura popular. Ha publicado artículos en revistas académicas y de divulgación y ha sido invitada, en calidad de expositora y de profesora visitante, a presentar los re-sultados de sus investigaciones en eventos tanto en el Perú como en el extranjero. Es profesora de cursos de Taller de diseño, Teoría e Historia de la Arquitectura, Estética y Docencia en Arquitectura en la UPC y la Universidad de Lima, y en la Sección de Post Grado y Segunda Especialización en la UNI.

(1) y (2) Bienal de Arquitectura de Venecia,

2012, Archivo C. Dreifuss(3) Kokuban House, Hari

Architects, 2011 (www.designboom.com)(4) Gehry Residence, F.

Gehry, 1978-91 (designalog.wordpress.com)

(5) Monroy, Iquique, Elemental, 2003-04

(ad009cdnb.archdaily.net)

Page 28: La Chimenea Nº 07

28 /

LA PURA SANGRE

LA GLOBALIZADA

LA MESTIZA

LA PRIMITIVA

Es la materialización del "sueño occidental"peruano. Es sumamente valiosa, se mira pero

no se toca. Su fin es ser perfectapor eso pierde su valor si sufre cambiosdespués de construida. Es importante

fotografiarla antes que el ser humano la habite.

Es muestra de desarrollo, es high techy puede estar en cualquier parte del mundo.

Es un reluciente cascarón vacíorepleto de personas bien vestidas.

Su fin es comercial por eso nonecesita discurso (como la de arriba).

Es diseñada por un profesional, sin embargoel habitante le ha hecho cambios

propios de sus costumbres, por esoes vista como una más del montón.

No suele ser parte de la arquitecturaque se estudia porque es impura.

No es un paradigma, no es perfecta.

Es barata y precaria, folclórica y/o popular,por eso ni siquiera se le considera

"arquitectura", ha nacido con ese lastreque a muchos avergüenza. Es vista por las

de arriba como un animalito silvestreque, en el mejor de los casos,

algún día será mestiza.

Page 29: La Chimenea Nº 07

29 /

Atrapados en la modernidad

Por Israel Romero Alamo

Conversación con José Ignacio López Soria*

I.R: ¿Qué es ser moderno?

I.L.S: Tradicionalmente, moderno es aquel que está en su propio tiempo. Pero

depende del enfoque, puede significar también la época que comienza con los

descubrimientos y la conquista y que termina con la Revolución Francesa.

Luego se considera moderno a algo que viene “después de”; en la nominación

tradicional a esta última etapa se le llama contemporánea. En general es un

conjunto de actitudes y valores, una manera de ver el mundo.

I.R: ¿Qué sería ser moderno en el siglo 21?

I.L.S: Depende, si hablamos en el debate contemporáneo de la modernidad y

la posmodernidad, ser moderno significa ser antiguo. Sin embargo, creo que

lo moderno es muy amplio como para caracterizarlo con una sola palabra o

una frase; hay muchas posturas, de hecho parte de los modernos empezaron a

criticar a los propios modernos y se llamaron posmodernos, para estos

naturalmente la modernidad es parte de la antigüedad, de la tradición.

I.R: En la actualidad, esta manera de pensar y vivir resulta un

paradigma ¿La modernidad es un ideal? De pronto un fin…

I.L.S: No, el proponerse metas es una actitud típicamente moderna. No el

hecho de conseguir la meta sino el de proponérsela; es la acción teleológica.

Genero un determinado camino o fin, entonces lo que hago es trazar ese

camino para llegar al objetivo que me propongo. Una hoja de ruta que me la

elaboro yo, no la sociedad, ni una divinidad, ese hecho es una característica

típica del hombre moderno.

I.R: Entonces ¿Podríamos decir que hoy el hombre es así, con esas

características?

I.L.S: Moderno se le ha dicho al hombre contemporáneo. Hoy cada persona se

dice moderno y se compara con esa manera de pensar y de reflexionar y

organizar la vida. Podríamos decir en la actualidad que todo hombre que vive

en un determinado entorno es moderno, lo que pasa es que en el sentido

clásico del término, es más moderno el urbano que el rural, pero desde luego

el hombre rural (diferente al de otras épocas) tiene sus propias maneras

(distintas a las urbanas) de llevar la vida, pero también y a su manera, es

moderno. Sin embargo, el debate de la modernidad va por otro camino, está

menos referido a una temporalidad específica, está referido funda-

mentalmente a una actitud, a una manera de ver el mundo, en el debate teórico

tiene otra significación.

* Filósofo e historiador. Nace en España en1937 y llega al Perú como jesuita en 1957.Formación: humanidades clásicas y l ite-ratura, filosofía e historia. Especializaciónsucesiva: narrativa latinoamericana, filosofíamoderna, filosofía de la existencia, historia dela emancipación peruana, pensamiento lu-kacsiano, historia de la ingeniería peruanay filosofía de la interculturalidad. Profesor de laUNI (y rector 1984-89) y otras institucionesacadémicas en Perú, Budapest, Brasil y Túnez.Actualmente: profesor de postgrado en lasUniversidades de San Marcos, UNI y AntonioRuiz de Montoya (jesuitas). Activo participanteen el debate intelectual peruano desde lasociología de la literatura, el marxismo lukacsiano,las perspectivas postmodernas y la filosofía de la interculturalidad.

Buscando entender más este siglo, nos encontramos con unareexión de la modernidad como componente importantede nuestra actualidad que, a pesar de ello, no es tanindispensable como parece...

Page 30: La Chimenea Nº 07

30 /

I.R: La sociedad actual nos empuja a ejemplos de modos de

vida, eso genera la segregación de quienes no los sigan…

I.L.S: Lo primero que diría es que en la sociedad actual hay varios

paradigmas, cosa que no ocurría hace algunas décadas. Hace unas

décadas esos paradigmas se parecían mucho entre sí a pesar de que

fuesen opuestos, sin embargo visto desde el desarrollo de la

modernidad, eran primos hermanos. Me refiero a los dos más grandes

paradigmas del mundo moderno: el socialista y el liberal. Son dos

maneras de ver y entender, llegar a la felicidad y construir el mundo

ideal, cada uno sigue su propio camino.

Ellos han reducido su capacidad de convencimiento de manera

significativa, el socialista porque fracasó históricamente como realidad

objetiva, mas no como ideal y el liberalismo porque consideraba que

todo esté supeditado únicamente al mercado, pero el liberalismo clásico

no es absolutamente tan liberal como el de hoy, el de hoy es ultra-

liberalismo. Sin embargo ambos mantienen su vigencia. En la actualidad

se están viendo otras maneras de organizar la vida social y la vida

humana en general, por ejemplo hay colectivos humanos que apuestan

por una convivencia armoniosa con la naturaleza, esa manera de ver no

estaban ni en el liberalismo clásico ni en el socialismo. Los dos eran

sobre explotadores de la naturaleza porque eran modernos. Buscar una

armonía con la naturaleza no es propio de ninguna de esas dos

posiciones, es una búsqueda posmoderna. Esta posición no es solo

portada por los sectores urbanos o letrados (los modernos) sino también

es portada por los sectores que viven, por ejemplo, en lo andino, ellos

tienen una tradición de respeto por la naturaleza. Esa es la riqueza de la

actualidad, hay otros paradigmas, alternativas diversas a los discursos

hegemónicos.

I.R: Existen en la actualidad características “negativas”

carentes de valores “esenciales” como la fragmentación o la

superficialidad; con estas nos topamos siempre y son vistas

como lo otro, a lo que no hay que prestar atención ni seguir.

¿Qué posición tendríamos que asumir frente a esta realidad

compleja?

I.L.S: Creo que lo primero que hay que hacer con la realidad es

deconstruir los valores para ver de dónde proceden, cuál es origen y cómo

han cuajado, cómo han llegado a ser lo que son y cómo hemos llegado

nosotros a ser lo que somos. Cuando uno hace eso, le encuentra una

dimensión mayor a ese fenómeno del que encuentras si simplemente lo

miras. Por ejemplo, ves algo y dices “esto es muy superficial” y como es

“muy superficial”, entonces dices “como yo voy a lo profundo, lo otro lo

dejo”; pero de repente la superficialidad es lo profundo de nuestro tiempo,

de repente es la característica de nuestro tiempo y lo que importa, es esa

perspectiva, de estar al día, es identificarse con la característica de

nuestros tiempos y no añorar épocas pasadas. Si no deconstruyes no

puedes ver más allá.

Esa es en una determinada perspectiva, otra es que en ese proceso de

deconstrucción identifiquemos eso como la manera en que la vida se da y

no de otra. La otra posición es pensar en que, como así se da la vida en esta

época, lo que hago es reconciliarme con ello y considerarlo como

modelo, convertirlo en paradigma; pensar no solo en “así es”, sino que

“así debe ser”. Si me pongo a ver esa posición de que “lo que es” es “lo

que debe ser”, entonces le estoy dando mayor densidad a “lo que es” de

cuando diría “así es porque históricamente así se ha conformado”. Desde

ese momento renuncio al espíritu crítico.

I.R: Una aceptación pasiva

I.L.S: Sí. No tengo capacidad para juzgar o aceptar lo que ocurre y para

buscar una manera de vida mejor de aquella que está ocurriendo.

I.R:¿Es posible tomar ello como punto para partir al futuro?

I.L.S: Sí, con tal de que uno no uniformice a la realidad considerando que

nuestra realidad, la de los urbanos o letrados, es la única manera que

muestra la realidad. La realidad tiene otros rostros, nosotros no somos el

único rostro, explorar otros rostros, es también una fuente de

enriquecimiento. No hay que entender la actualidad de manera

homogénea, sino heterogénea. Y herramientas para entender la realidad

de una manera heterogénea no te las ofrece la modernidad. La modernidad

solo sabe mirar homogeneizando y no tiene ojos para ver la

heterogeneidad. Entonces, a pesar de que haya un mundo de

Page 31: La Chimenea Nº 07

31 /

"Desde que a la felicidad le pones una camisetaque se llama progreso, la modernizas.

Ser moderno no es la única manera de ser feliz,se puede ser feliz sin ser moderno”.

Page 32: La Chimenea Nº 07

32 /

heterogeneidades, al verlas con ojos de modernidad se termina

homogeneizando.

I.R: Por ejemplo…

I.L.S: La modernización centraliza, genera centros y los demás salen

parecidos al centro. En la política también, la consideración de que todos

somos iguales ante la ley nos homogeniza, y como todos somos iguales,

todos tenemos el mismo valor, a pesar de que yo pueda ser más ilustrado

que tú o menos.

Lo más que hace la modernidad es contemplar la existencia de lo

heterogéneo y tratar de articularlo de manera vertical. No es que la

modernidad respete la heterogeneidad; por ejemplo, puede haber trabajo

esclavo por un lado, trabajo servil por otro y trabajo asalariado por otro y al

capitalista le conviene eso, esa es una articulación de carácter vertical que

beneficia a un grupo. Desde el punto de vista de la cultura también, la

modernidad considera que hay diversas culturas pero a las culturas no le

considera suficiente valor y tampoco a los portadores de esas cultura y

divide por ejemplo: hombre moderno y hombre primitivo, el primero

portador de la civilización y el segundo portador de la barbarie y eso nos

autoriza, como civilizados, a intervenir en la barbarie para civilizarla.

I.R: Me hace recordar a la arquitectura, existe la arquitectura

académica y luego lo demás, lo popular, lo vernácula, etc. Como

arquitectos modernos, que sabemos de arquitectura, tendemos

a modernizar el resto.

I.L.S: Claro, eso es parte de una clasificación moderna. Lo que nosotros

hacemos es arte, lo que hacen ellos es artesanía. Nosotros tenemos

conocimientos y ellos tienen, como no, saberes. Nosotros idioma y ellos

una lengua; siempre con cierto carácter despectivo. Igualmente con lo

sagrado, el moderno dice que lo sagrado es fruto de la ignorancia, entonces

a medida que avanza el conocimiento, retrocede la ignorancia y por lo tanto

lo sagrado se va quedando en la oscuridad.

I.R: ¿Hay alguna respuesta frente a ello?

I.L.S: Frente a esa posición hay quien considera que lo sagrado es parte de

la vida cotidiana y hay que convivir con ello, aunque a veces se

institucionaliza y aparece la iglesia. Igual con la naturaleza, aprender a

convivir con la naturaleza es un punto de vista y crear un ministerio del

ambiente es otra cosa, cada quien puede entender la naturaleza de

cualquier manera pero institucionalizarla convierte eso en el punto de

vista de los ecologistas o especialistas, una especie de religión con una

estructura jerárquica, hay que distinguir lo sagrado y lo natural de la

institucionalización de lo sagrado y lo natural.

Estas respuestas, perspectivas y aperturas no son modernas, sin embargo

es parte de nuestro tiempo. En algunos casos, es un obstáculo para ver

otras realidades. La manera moderna es solo una forma de ver la realidad y

a ella le cuesta trabajo convivir con otras maneras de ver el mundo.

I.R: ¿Cuán difícil es deslindarse de los aspectos negativos de

la modernidad?

I.L.S: Es bien difícil porque es parte de nuestra vida cotidiana. No es difícil

hacerlo teóricamente. No es decir yo a la modernidad le voy a dar una

importancia relativa y no absoluta, no va a ser mi única manera de ver la

vida sino también lo voy a ver desde lo sagrado. En ese momento te

acoges a una religión pero desde ahí lo sagrado ya se está

institucionalizando y regularizando, lo propiamente sagrado deja de

perder valor, lo sagrado es algo que se escapa y no lo puedes

institucionalizar.

Esa apertura hacia aquello que se escapa no encaja en la modernidad

porque a la modernidad no quiere que se le escape nada; como está

sentada sobre principios donde todo se basa en el conocimiento, todo se

puede conocer solo que no conocemos todo pero, claro, algún día lo

conoceremos.

Esa idea de meterlo todo en el mundo de lo cognoscible lleva a ejercer

violencia sobre aquello que todavía no se conoce a través de reglas o

disciplinas. El hecho que nosotros estudiemos disciplinas también.

Hemos disciplinarizado el conocimiento. No es que yo quiero hacer

arquitectura y la hago y punto, si quieres ser arquitecto solo hay un camino

determinado para ser arquitecto y si no, no eres arquitecto, ese camino es

entrar a una universidad y salir arquitecto. La disciplina tiene

Page 33: La Chimenea Nº 07

33 /

determinadas normas a las que tienes que ceñirte para que al final tengas

un cartón que diga “el señor, es arquitecto”, luego debes estar inscrito en

el colegio de arquitectos para que puedas hacer arquitectura, si no, no

puedes.

I.R: Entonces, si es tan difícil dejar ello, ¿qué cree que le

tocará vivir a la humanidad después de la modernidad? ¿Hay

un después?

I.L.S: Uno no es adivino, si fuéramos adivinos sería aburridísimo.

Caminamos viendo que hay otras maneras de entender el mundo que

pueden convivir. Vamos hacia un cierto dialogo de heterogeneidades. Eso

es lo que veo y es, en definitiva, lo que quiero ver. Tal vez lo veo porque lo

quiero ver. En la medida que se vayan afirmando otras alternativas, la

modernidad tendrá que bajar los humos, ser un poco más humilde y lo va

a hacer si se le obliga a hacerlo. Dentro de unos años, que no falta mucho,

no va a ser Europa el centro del mundo, ni los valores europeos los valores

del mundo, sino los valores asiáticos. Y eso se va a vivir dentro de muy

poco tiempo y probablemente yo no lo viva, pero tú sí. Los pensamientos

asiáticos han logrado convivir con la modernidad sin perder sus

convicciones, cosa que el mundo occidental y nosotros, no hemos

podido, el día en que eso ocurra, el ser moderno a lo europeo (como

somos ahora) será un retraso.

I.R: Ese dialogo de heterogeneidades, ¿escapa totalmente de

una visión moderna?

I.L.S: Sí pero no supera a lo moderno, porque la idea de “superación” es

una idea moderna. Entonces esa idea de que provenimos de un ámbito no

civilizado y que con esfuerzos vamos civilizándonos y llegaremos a ser

una civilización perfecta con el correr de los tiempos, es una idea

moderna.

I.R: La prosperidad parece ser algo natural, algo innato al

ser humano, ¿Es así o desde cuando existe la idea de

prosperidad?

I.L.S: Hay muchas cosas que nos parecen naturales. No es que no haya

existido antes la idea de la prosperidad, lo que siempre ha existido es

la idea de la felicidad, que no es lo mismo. La prosperidad se basa en

logros que uno se propone y que debe ir lográndolos; costos que hay

que pagar para tener un futuro mejor y materializarlos. Eso es

modernidad. Eso no es la felicidad, la idea de la felicidad no está

supeditada ni al progreso ni al crecimiento, el supeditarla hace que se

materialice. La felicidad nos parece propia al ser humano y propia al

progreso, entendemos que la felicidad se consigue subiendo

determinados escalones; primero perteneces a un nivel y si das unos

pasos, ya has logrado más y si no, eres un bárbaro. O ahora el

desarrollo, como ocurre en el nivel medio que dice “finalmente algún

día llegaremos al paraíso del desarrollo”, es la predica normal de

todos los días. Esa predica es típicamente moderna y no tiene que ser

así ¿Por qué la felicidad tiene que medirse con uno o cuatro carros?

I.R: Es casi imposible no pensar así.

I.L.S: Claro, porque la modernidad, en ciertos aspectos, ha sido tan

exitosa que nos parece natural o parte de lo creado, pero este conjunto

de vivencias no son parte de lo creado. No pertenecen a la manera de

ser del hombre, pertenecen a la manera de ser del hombre moderno.

Un individuo que vive en el bosque o en el campo, alguien no

moderno, puede ser tan o más feliz que nosotros, porque una de las

maneras de modernizar es utilizar al otro como instrumento para lograr

un fin. Desde que a la felicidad le pones una camiseta que se llama

progreso, la modernizas. Ser moderno no es la única manera de ser

feliz, se puede ser feliz sin ser moderno.

"...es importante identicarsecon la característica de

nuestros tiempos y no añorarépocas pasadas (...)Si no deconstruyes,

no puedes ver más allá”.

Page 34: La Chimenea Nº 07

La idea es poner el dedo (sucio) en la llaga. Tocar temasque los demás no harían para decir nuestra "verdad"

(y de paso molestar). Una suerte de rebeldía adolescente.La utopía de cambiar el mundo (y la arquitectura)

y no ser preso del sistema es esencial.Un bajo presupuesto es indispensable

pues no hay nada que perder.Como el presupuesto es bajo, las páginas serán pocas

pero siempre alardearán de mucha fuerza, tanta que a vecestenga sendas caídas encubiertas en errores de

escritura y fallas grácas que revistas de más decien páginas no cometerían jamás.

Veinte o treinta páginas está bien, más de cincuentason cosas mayores,

eso implicaría más gasto, y por lo tanto, poner carísima publicidad de caños

y mayólicas gigantescas. Signica ser una empresa, ser un triste perrito faldero del sistema.

Amor al chicharrón.Amor al chicharrón.Amor al chicharrón.

La idea es ser pobre, un sufrido iconoclasta halladoinfraganti revolcándose en su vanguardia de poca monta;

por eso las ediciones serán de vez en cuando y nunca más de diez,

serán quizá seis, quizá siete...quizá luego en el mundo digital,

quién sabe.

Segunda Parte*

* La primera fue publicada en La Chimenea nro. 6 (Ago 2012)

Page 35: La Chimenea Nº 07

122*9625 - 943 556928C O L E G I O D E ARQUITECTOS D E L P E R Ú

REGIONAL ANCASH

Prolg. Leoncio Prado Nº 1118-BCHIMBOTE980128322 - 816*7236

arquitecta

[email protected]

3138

87 -

9436

9166

5 -R

PM #

0205

90

[email protected]

Page 36: La Chimenea Nº 07