La Construcción de La Visión Fáustica en La Crónica del Perú

8/19/2019 La Construcción de La Visión Fáustica en La Crónica del Perú

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Payán Escalante IrvinLiteratura Iberoamericana 1Dra. María Eugenia Negrín

Un disfrutar en corro de resencias!

de todos los ronombres "antes turbiosor la gruesa efusi#n de su egoísmo"de mí! de $l y de nosotros tres%orosti&a, Muerte sin fin

La construcci#n de del 'ombre occidental en La crónica del Perú

(uele ensarse )ue el descubrimiento de *m+rica 'a asado a ser un 'ec'o deíndole universal "al igual )ue las dos guerras mundiales o las leyes físicas de

Ne,ton"! sin embargo! en el decurso de la 'istoria encontramos )ue el conce tode lo universal no res onde a la carga semántica de la alabra! )uiero decir! noengloba la totalidad sugerida en su significado- así! vemos c#mo las guerrasmundiales no 'an resultado el acontecimiento mundial )ue refieren! ni las leyes deNe,ton tienen valide& mas allá de occidente y de igual manera! el descubrimientode *m+rica a arece como descubrimiento nicamente ara una arte de Euro a.En este sentido! el conce to de universalidad! or muc'o tiem o! 'a sido sin#nimode civili&aci#n occidental. * lo largo de los siglos! este 'alla&go se 'a dado a artir de la interacci#n con otras culturas ortadoras de una visi#n com letamentediferente "basta recordar la traducci#n de /urton de Las mil y una noches o laincursi#n de (c'o en'auer en las Upanisads " y a artir de su descubrimiento!0ccidente se 'a construido a sí mismo.

En esta línea! el descubrimiento de *m+rica y su consiguiente con)uistadan cuenta del roceso de formaci#n de la civili&aci#n occidental. (in duda alguna!

las cr#nicas de las culturas recolombinas re resentan el aradigma ideal arae lorar la formaci#n de uno mismo a artir del otro. En el resente ensayo! mero ongo observar el discurso mane2ado or Pedro 3ie&a de Le#n a trav+s de los

elementos te tuales de La crónica del Perú ara descubrir c#mo mediante elroceso de alteridad se 'a construido el ensamiento occidental moderno! en

com araci#n con el ensamiento antiguo.



Por otro lado! me gustaría aclarar )ue se 'a olemi&ado desde 'ace tiem osobre la inserci#n de la cr#nica en los denominados g+neros literarios- suace taci#n a veces se contra one a la consideraci#n de +sta como documento'ist#rico más )ue como artificio u obra de contenido est+tico. La categori&aci#n deeste g+nero no se su er one como elemento indis ensable ara el resentetraba2o! ues ya sea como forma est+tica o testimonio verídico! la intencionalidad)ue se uede descubrir 2ustifica nuestra ostura de investigaci#n. *sí! en susdistintas metodologías! tanto 'istoria como literatura convergen ara e licar un

asado! una realidad! una cultura! un ueblo y una tradici#n.

Dentro del te to! observamos la curiosa re resentaci#n del aisa2e! lanaturale&a! los nativos! las tradiciones y las costumbres! en aras de e licarse elnuevo mundo ara los o2os del con)uistador. 4odos estos com onentes no estánaislados! ues se corres onden a un ensamiento determinado y a la ve& dancuenta de una visi#n del cosmos. Por eso! no es vano decir )ue la cr#nica

retende re resentar! en la abundancia de sus descri ciones! una realidadoccidentali&ada.

*ntes de entrar directamente al te to! cabe definir el conce to de alteridadara entender la ers ectiva en los asa2es a estudiar. En una a ro imaci#n

general! este t+rmino se refiere al 5ser otro! el colocarse o construirse comootro61- así! en un funcionamiento dial+ctico a arece otro conce to clave eluno

mismo ! es decir! el yo. En el te to encontramos estos dos elementos en funci#n deers ectivas y enunciaci#n del discurso. Por un lado! la vo& dominante ertenece

al cronista! es el centro rector )ue se asienta en el yo! en el sí mismo- or otrolado el conce to del otro se 'ace resente en el se7alamiento de los originarios de

*m+rica. (obre esta dicotomía traba2ar+ la configuraci#n de ese yo a artir del

otro. /eatri& 8odrígue& se7ala adecuadamente el encuentro de estas dosentidades9 5El rimero alude a la coloni&aci#n y con)uista! no de la maneratradicional! sino como un descubrimiento de los otros. La conce ci#ndel otro

remite al conce to mismo de civili&aci#n y or ende al de cultura! en el c'o)ue y

1 Nicola *bbagnano! Diccionario de Filosofía ! M+ ico! :3E! 1;;<! ág. =>.



confrontaci#n )ue se roduce en el encuentro con los otros6 ?. *'ora bien!concentrar+ mi atenci#n en las dos rimeras artes de La crónica del Perú ara

oder identificar ciertos rasgos curiosos.

En el ca ítulo I@! se cuenta el transcurso recorrido or mar ara llegar a unuerto situado en la 3iudad de los 8eyes9 5(aliendo! ues! de cabo de Passaos!

va la costa al sur cuarta del sudueste 'asta llegar a Puerto @ie2o! y antes de llegar a +l está la ba'ía )ue dicen de los 3ara)ues-ABC está Puerto vie2o en un grado dela e)uinoccial a la arte del sur. Más adelante! or la misma derrota a la arte delsur cinco leguas! está cabo de (an Loren&o6 >. La descri ci#n y el intento de

recisar la ubicaci#n e acta del transcurso contin a 'asta situarse en una isla5muy f+rtil y abundante y llena de árboles- es de su ma2estad. ay fama )ue deantiguamente está enterrado en ella gran suma de oro y lata en sus adoratorios.3uentan los indios )ue 'oy son vivos! )ue usaban las moradores desta islagrandes religiones! y eran dados a mirar en ag eros y en otros abusos! y )ue eranmuy viciosos6=. Des u+s de la e)ue7a digresi#n la descri ci#n de la rutacontin a sin mayor incidente 'asta llegar al uerto.

e )uerido referir este asa2e or su similitud con algunos otros del libro.3omo se ve! la reocu aci#n de 3ie&a se concentra en describir la ruta

nicamente! la ubicaci#n tem oral Ael día o la noc'eC es indefinida! ni si)uiera 'ay'ombres suyos a su alrededor! ni medio de trans orte! a enas sabemos )ue elrecorrido se 'ace or mar or el verbo navegar- sin embargo al distanciarse desus alrededores y nombrar la isla! el aisa2e se im one! los árboles y la tierraa arecen! los indios inmediatamente son caracteri&ados al referirse a suscostumbres! des u+s la ruta contin a. La regunta sería F or )u+ re resentar más vívidamente una digresi#n )ue el tema mismo del ca ítuloG.

2 /eatri& 8odrigue& @illafuerte! 5El encuentro con el otro9 'istoria de e ansi#n ycon)uista6! La Palabra y el Hombre ! octubreHdiciembre ? 1 no. 1? ! ág. 1==.

3 Pedro 3ie&a de Le#n! La crónica del Perú ! Madrid! istoria 1J! 1;<K! ág. < .

4 Ibid ! ágs. <?H<>



En una rimera a ro imaci#n! se uede ver )ue lo im ortante ara 3ie&a esun acontecimiento curioso! ero esa curiosidad no está en el aisa2e sino en unreconocimiento del otro! de sus costumbres y tradiciones! si la valoraci#n a arece

ositiva o negativa no im orta! or)ue su visi#n intenta descubrir el más allá! laisla! a artir de vagas referencias. La informaci#n sobre los nativos se 'ubiera

odido omitir! ues la finalidad del ca ítulo bien es otra. En otro asa2e! estacuriosidad se transforma! la re resentaci#n se 'ace más rica! el aisa2e noa arece si)uiera mencionado! el rotagonista es la cultura originaria! desde eltítulo del ca ítulo se advierte esto9 58itos y sacrificios de los indios de la

rovidencia de *rma y cuán grandes carniceros son de carne 'umana6 K! en rimer lugar! esto suscita un distanciamiento de a)uellos 'ombres diferentes al yo! esta

frase tiene alcance a todo el discurso )ue contin a9 5Las armas )ue tienen estosindios son dardos! lan&as! 'ondas! tiraderas con sus est#licas- son muy grandesvoceadores- cuando van a la guerra llevan muc'as bocinas y atambores y flautasy otros instrumentos. En gran manera son cautelosos y de oca verdad! ni la a&)ue rometen sustentan6 J. En esta caracteri&aci#n! el tratamiento del otro

areciera ser del todo ob2etivo! ero la oraci#n final delata los valores dominantesdel observador! erdad y promesas acaso son elementos constitutivosindis ensables ara la visi#n del occidental. Pero uno de los asa2es másinteresantes viene a continuaci#n

(on tan amigos de comer carne 'umana )ue se 'a visto 'aber tomado indias tan re7adas )ue )uerían arir! y con ser de susmismos cuc'illos de edernal o de ca7a y sacar la criatura- y'abiendo 'ec'o gran fuego! en un eda&o de olla tostarlo y comerloluego! y acabar de matar la madre! y con las inmundicias com+rsela

con tanta riesa )ue era cosa de es anto. Por los cuales ecados! yotros )ue estos indios cometen 'a ermitido la divina Providencia

5 Luis Nicolau d 0l,er!!ronistas de las culturas precolombinas ! M+ ico! :3E! ? 1 ! ág.K K.

6 Idem"



)ue! estando desviados de nuestra regi#n de Es a7a ABC 'ayamosllegado a sus tierras. ABC Estos indios no tienen creencia a lo )ue yoalcanc+! ni entienden más de lo )ue ermite Dios )ue el demonio lesdiga

El fragmento a arece como uno de los más significativos! en +l encontramosalgunas ie&as indis ensables en el reconocimiento y distanciamiento del otro.Primeramente! se 'abla acerca del canibalismo y se enfati&a el grado al )ue sellega 'aciendo uso de la descri ci#n de la mu2er embara&ada! escena intada de

rinci io a fin con una violencia e agerada. El yo está ale2ado de la situaci#n or com leto! los suceso le son a2enos! la sensaci#n de es anto viene dada or lacontem laci#n de algo monstruoso. Luego se de2a ver! inmediatamente! unmecanismo de índole casi natural9 a)uello )ue es desconocido! ara e licarlo! seasocia con la e eriencia del mundo conocido- la valoraci#n del ecado res ondea este arámetro! ero! como 'emos dic'o! la construcci#n del uno mismo se daen relaci#n con el otro! or eso cuando el yo identifica )ue a)uel está ba2o lainfluencia del demonio! lo encasilla en esta denominaci#n y al formar al otro sedefine a +l mismo como el 'ombre guiado or la Providencia.

Pero fuera de la violencia! la observaci#n de las manifestaciones culturalesda cuenta de este roceso de distanciamiento y autoconstrucci#n. En el ca ítulo

II de la segunda arte! se 'abla de los 5)ui os6 o contadores! instrumentos'ec'os a base cuerdas con nudos )ue bien funcionan como sistema deo eraciones matemáticas o como recurso nemot+cnico ara describir acontecimientos asados! 5y destos nudos! daban ellos ra&#n de los gastos )ue'abían 'ec'o! o de otras cosas )ue 'ubiesen asado de muc'os a7os atrás- y enestos nudos contaban de uno 'asta die&! de die& 'asta ciento! y de ciento 'asta

mil6<. La im ortancia del ronombre ellos confirma nuevamente el mismodistanciamiento ante el otro! ero igual de im ortante resulta al acercamiento a tan

7 Ibid" Pág. K .

8 Ibid . Pág. =; . (ubrayado mío.



curioso sistema de escritura! 3ie&a de Le#n 'abla acerca de este unto líneasadelante9 5Oo estaba incr+dulo de esta cuenta ABC tenía lo más dello or fábulaABC! rogu+ al se7or %uacara ora )ue me 'iciese entender la cuenta dic'a de talmanera )ue yo me satisficiese a mí mismo! ara estar cierto )ue era fiel yverdadera6. El yo dominante interact a en un roceso de entendimiento rofundode la cultura a2ena! si antes 'abíamos encontrado un distanciamiento! elacercamiento o la inmersi#n en el mundo incaico simboli&a igualmente un sistemade construcci#n de la identidad del 'ombre occidental! el conflicto! comoobservamos en el decurso de los diferentes asa2es! se 'ace atente a trav+s deun roceso de acercamiento y distanciamiento a la )ue or el momento odríamosllamar civili&aci#napolínea . El siguiente fragmento! del mismo ca ítulo suscita un

'ec'o digno de atenci#n 5(eg n 'an sido las guerras largas! y las crueldades!robos y tiranías )ue los es a7oles 'an 'ec'o en estos indios! )ue si ellos noestuvieran 'ec'os a tan grande orden y concierto! totalmente se 'ubieran todosconsumido y acabado6 ; Lo rimero )ue salta a la vista es la bifurcaci#n de losotros en dos gru os! lo es a7oles y or otro lado los nativos. 3ie&a de Le#n ya nose considera dentro de alg n gru o! más bien 'a ado tado la noci#n de alteridaden el mayor de los grados! su identidad no está del lado de los tiranos erotam oco con los sometidos! el distanciamiento arece absoluto! sin embargo ensu situaci#n individual se construye como un su2eto virtuoso! al final del ca ítulose7ala acerca de las confrontaciones sobre los indios su falta de misericordia95 or)ue entre ellos 'ay oca caridad! y cada )uien es se7or de su casa! y no)uiere más cuenta6 1 .

Para finali&ar este rimer a artado! me gustaría se7alar los ca ítulos I y II de laarte segunda de La crónica ! donde se trata acerca de los cantares dedicados a

los reyes el día de su muerte. En síntesis! cuando el gobernante resulta digno dememoria los cantos se al&an alaban&as- or el contrario! en caso de 'aber erdido

9 Ibid . Pág. =;<.

10 Ibid . Pág =;;



territorios o caer en ba2e&as! su figura no erdura en la memoria. Lo interesante esel modo de de describir tal ráctica

5(iendo escogidos or más ret#ricos y abundantes de alabras!

saben contar or buena orden cada cosa de lo asado! como entrenosotros se cuentan or romances y villancicos- +stos en ningunacosa entienden )ue en a rende y saberlos com oner en su lengua!

ara )ue sean or todos oídos en regoci2os de casamientos y otrosasatiem os )ue tienen ara a)uel ro #sito6 11

En este a artado encontramos un buen n mero de referentes a la tradici#nes a7ola! los villancicos! el romance y los recursos ret#ricos refieren un unto

im ortante en la asociaci#n de tradiciones. Entre 5cantares y romances6! 3ie&a noenfati&a en las diferencias! asimila las actitudes de una sociedad regida or losusos y costumbres! sin escritura y de tinte meramente oral a lo más cercano a suentorno inmediato! el romance! en vías de desa arici#n de la oralidad! confinado ala escritura y a la t+cnica ret#rica.

En suma! 'asta a)uí 'e 'ablado de algunos untos im ortantes )ue! seg nmi 'i #tesis! dan cuenta del roceso de formaci#n del 'ombre occidental a artir

de la alteridad. *'ora! en una visi#n más anorámica y a artir de estos rasgos! seueden confrontar dos visiones del mundo! la del yo euro eo y del otro indígena.

En el rimer caso! si recordamos el e isodio de la isla! la anorámica de3ie&a no se conforma con el es acio inmediato! busca un más allá de lasdelimitaciones del terreno! seg n 0s,ald ( engler esta actitud es ro ia deoccidente 5cuyo símbolo rimario es el es acio uro! sin límites! y cuyo cuer o esla cultura occidental61?! acaso esto e li)ue la e loraci#n de nuevas fronteras! la

osibilidad de via2ar más allá de la tierra firme. Por otro lado! el ensamientoindígena res onde a una visi#n diferente ligada a las 5grandes religiones! y ABC11 Ibid . Pág. =;=.

12 0s,ald ( engler! La decadencia de occidente. #ol" I ! Madrid! Es asaH3al e! 1;;>!ág. ?><.



dados a mirar en ag eros6! es decir a un ensamiento sagrado! a)uello )ue arael occidental más bien resulta rofano.

Más arriba! recordemos uno de los elementos fundamentales en esta dicotomía! el

e isodio referido a los 5)ui os6. Esto obligadamente 'ace com arar los dossistemas de escritura ambas culturas. 0bservamos )ue 3ie&a de Le#n a enasasimila el modo num+rico or)ue su conce ci#n lo obliga a fi2ar lo num+rico comoalgo sucesivo y no acumulativo. El 'ec'o se 'ace atente a n más ues como 'amencionado Martin Lien'ard! el discurso occidental en su sistema de signos! se

uede lasmar literalmente! mientras el otro funciona nicamente como fen#menonemot+cnico9 5El$ipu resulta un sistema semi#tico destinado a asegurar! en todossus niveles! la administraci#n del Estado! y facilitar! como au iliar! la roducci#n deun discurso 'ist#ricoHgeneal#gico61>! de a)uí la sor resa de 3ie&a de Le#n! suincredulidad al no ver un a arato conformado en su totalidad. En este sentido( engler agrega magistralmente9 5La escritura constituye una nueva es ecieidiomática y significa la transformaci#n com leta en la relaciones de la conciencia'umana. ABC La alabra ertenece al 'ombre en general. La escritura erteneces#lo al 'ombre culto6 1=. O esto nos liga con el siguiente unto.

3uando 3ie&a de Le#n se enfrenta al roblema de asimilar los cantos funerarios!vagamente refiere la funci#n de la oralidad. Para +l! este canto significa un merorecurso ret#rico! a enas y distingue entre 53antares o romances6. (in embargomenciona el ambiente de fiesta de esta comunidad! lo )ue inmediatamente no ligaa relacionar a los incas como un gru o regido or usos y costumbres! mientras losgru os es a7oles están sometidos a una ley. *sí! odemos acercarnos a nuestraconclusi#n

El mundo occidental y articularmente el 'ombre de occidente! acaso elconce to se 'a considerado cultural y no geográfico! 'a e andido sus fronterasen aras de una b s)ueda de sí mismo. La 'istoria marca las edades de su

13 Martin Lien'ard! La o% y su huella ! La abana! 3asa de las *m+ricas! 1;; ! Pág. =?.

14 ( engler! La decadencia de occidente" #ol" II !/arcelona! *ustral! ? 1>! ág. 1<;.



formaci#n! a trav+s de sus errores y aciertos! el via2e del 'ombre occidental en unafán de construirse 'a visto en el otro un sí mismo! lamentablemente a trav+s deun roceso de coloni&aci#n y de violencia muc'as veces! y acaso el nacimiento delo )ue llamamos Modernidad tenga bastante de sus raíces en este momento'ist#rico y literario. La construcci#n del 'ombre occidental se da en elreconocimiento de la otra cultura! donde la rimera a arece cerrada o cíclica! laotra es abierta y lineal- una es sagrada! la otra rofana! una oral y otra escrita! unamágica y la otra racional. *sí! uedo concluir )ue el roceso de identificaci#n en elotro a arece refle2ado de manera dial+ctica! la construcci#n de la visi#n occidental

arte de los arámetros de ella misma al c'ocar con otros. :inalmente se 'a)uerido ver una 2ustificaci#n de la con)uista en el discurso de los cronistas! 3ie&a

de Le#n no figura en las e ce ciones! a nosotros nos corres onde ace tar este'ec'o como se ace tan las estaciones del a7o! o la muerte de un ser )uerido!como un acontecimiento natural del devenir orgánico de la 'istoria! más )ue

2ustificarlo! entenderlo sería la obligaci#n.

/ibliografía

*//*%N*N0! Nicola! Diccionario de Filosofía ! M+ ico! :ondo de 3ulturaEcon#mica! 1;;<

3IE * DE LEQN! Pedro!La crónica del Perú ! Madrid! istoria 1J! 1;<K.

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e ansi#n y con)uista6! La Palabra y el Hombre ! octubreHdiciembre ? 1!no. 1? ! ágs. 1=>H1K

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" La decadencia de occidente" #ol" II ! /arcelona! *ustral! ? 1>

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