La Corrosión Moral en Chile

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La corrosión moral en Chile +COMPARTIR 3K COMENTAR I. UN PAIS EN VIAS DE FRACASO Esta es la síntesis de un ensayo del mismo nombre. Aun así, es la columna más larga que he publicado: 10 páginas de Word. Si le da lata, abandone al tiro. No pude sintetizarlo más. La imagen presidencial, del gobierno, los partidos, los empresarios y el Congreso va en caída libre. A la vez, hay una pérdida esencial de solidaridad hacia los demás, expresada no sólo en mega temas como fraude tributario, o disputas políticas intrapartidarias, sino en la cotidianeidad del hurto pequeño en las oficinas, o la nula preocupación por la limpieza urbana, y más en general en conductas corruptas, clientelares o deshonestas de escala mayor, mediana y menor, en todos los estratos sociales, lo cual conduce a su vez a niveles de desconfianza interpersonal y política de los peores del mundo. La épica y la ética de “hacer las cosas bien” no se ha visto presente en sucesivos gobiernos de ambas coaliciones, ni en la actitud de muchos trabajadores privados ni públicos. Primero estoy yo. Los demás que se jodan. Si el anuncio es demagógico, o si la pega queda mal hecha, no importa. Sea esta la instalación de una línea de banda ancha, la reforma educativa, un nuevo proyecto de ley o la atención a los pacientes en un centro de salud privado o público. A estas inquietudes se sumó mi habitual preocupación por la inequidad socioeconómica y educativa. Con todos estos ingredientes se me está reafirmando la creciente convicción de que Chile no es un país en vías de desarrollo, por más que las cifras económicas digan otra cosa. Creo muy posible que Chile sea un país en vías de fracaso, no sólo por problemas político- institucionales de orden estructural, sino por

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COMENTARI. UN PAIS EN VIAS DE FRACASOEsta es la sntesis de un ensayo del mismo nombre. Aun as, es la columna ms larga que he publicado: 10 pginas de Word. Si le da lata, abandone al tiro. No pude sintetizarlo ms.La imagen presidencial, del gobierno, los partidos, los empresarios y el Congreso va en cada libre. A la vez, hay unaprdida esencial de solidaridad hacia los dems, expresada no slo en mega temas como fraude tributario, o disputas polticas intrapartidarias, sino en la cotidianeidad del hurto pequeo en las oficinas, o la nula preocupacin por la limpieza urbana, y ms en general en conductas corruptas, clientelares o deshonestas de escala mayor, mediana y menor, en todos los estratos sociales, lo cual conduce a su vez a niveles de desconfianza interpersonal y poltica de los peores del mundo.La pica y la tica de hacer las cosas bien no se ha visto presente en sucesivos gobiernos de ambas coaliciones, ni en la actitud de muchos trabajadores privados ni pblicos. Primero estoy yo. Los dems que se jodan.Si el anuncio es demaggico, o si la pega queda mal hecha, no importa. Sea esta la instalacin de una lnea de banda ancha, la reforma educativa, un nuevo proyecto de ley o la atencin a los pacientes en un centro de salud privado o pblico.A estas inquietudes se sum mi habitual preocupacin por la inequidad socioeconmica y educativa. Con todos estos ingredientes se me est reafirmando la creciente conviccin de que Chile no es un pas en vas de desarrollo, por ms que las cifras econmicas digan otra cosa.Creo muy posible que Chile sea un pas en vas de fracaso, no slo por problemas poltico-institucionales de orden estructural, sino por problemas culturales de larga data, que se retroalimentan con los institucionales, y que nos estn conduciendo a una creciente prdida de cohesin social.En la soledad del individualismo, cada uno de nosotros busca formar parte de dos o tres grupillos de pares, de acuerdo a diferentes categoras, y deriva parte de su placer cotidiano en agredir o ningunear a los otros, los de otra tribu. Es una compleja ecuacin existencial.En ausencia de un proyecto colectivo como nacin, en el cual ya dejamos de creer, nos afiliamos a un movimiento ambientalista, una iglesia, una barra brava, una banda de delincuentes, una fraccin partidaria, lo que sea, y nos identificamos con ese grupo para darnos un sentido, lo cual puede en muchos casos estar muy bien y en otros muy mal. A partir de ese momento, los que no comparten el ambientalismo son enemigos, los de otra iglesia son enemigos, los del otro club de futbol son enemigos, la otra fraccin del partido es el enemigo a vencer, y la descohesin social sigue su curso.Insulta particularmente la inteligencia de la ciudadana cuando los integrantes de la Alianza y la Nueva Mayora son incapaces de reconocerle nada bueno a los otros. Piera lo habra hecho todo psimo. Bachelet tambin. Cualquier proyecto de ley, accin o declaracin de la tribu A es sujeto a escarnio por la tribu B. Sin tregua. La crispacin, cuyo claro origen es la crisis poltica 70-90, sumada al binominal. Por favor, no nos tomen por imbciles. Los ciudadanos tenemos alguna capacidad de discernimiento. Bajar los decibeles y la estridencia sera una medida de sanidad mental colectiva de aplicabilidad inmediata.II. QU ENTENDEREMOS POR CORROSIN MORAL?Segn Joshua Greene la moralidad es un conjunto de adaptaciones sicolgicas que le permiten, a individuos que seran naturalmente egostas, obtener los beneficios de la cooperacin. Su esencia es el altruismo, la disposicin a pagar un costo personal para beneficiar a otros pagando los impuestos, no estafando, no ensuciando, cumpliendo los compromisos tcitos o explcitos.Greene tambin explica brillantemente como en nuestro cerebro coexisten el Yo, el Nosotros y el Ellos. Su convincente y terrible conclusin, es que el altruismo, entendido como la cooperacin con Nosotros, es decir, el grupo cercano de identificacin, es un rasgo evolucionario. Pero la evolucin tambin condujo en forma natural a la no-cooperacin, mas bien a la agresin, respecto a Ellos, a los otros.El tribalismo est grabado con fuego en nuestro DNA.Somos crecientemente individualistas, estamos satisfechos con nosotros mismos y muy desconfiados de las instituciones. Segn el Informe PNUD 2012, en 2011, la satisfaccin personal aument a 77%, y la confianza institucional cay a 20%.Algunos ejemplos de carencia de altruismo en el Chile actual, desde el Yo al Nosotros, son los elevados ndices de violencia intrafamiliar, y el fraude o desprolijidad intraorganizacional. Carencias del Yo al Ellos seran el fraude tributario, la desprolijidad ambiental, o la delincuencia. Del Nosotros al Ellos: deslealtad intrapartidaria, barras bravas, segregacin escolar, social o racial, clientelismo y nepotismo, chauvinismo.La visin del estado subsidiario de Milton Friedman, Jaime Guzmn y los Chicago Boys se cumpli: cada uno se rasca con sus propias uas. El 74% cree que alcanzar la felicidad depende nicamente de lo que uno haga, y slo 15% de las oportunidades que le da la sociedad. Chile es el sueo del pibe del Tea Party norteamericano de hoy, por cualquier parmetro de poltica pblica que se mire.III. LA CORROSIVA DESCONFIANZASomos desconfiados a niveles extremos tanto de los dems como de las instituciones. Eric Uslaner escribi en 2012 un impactante texto, cuyo ttulo traducido sera Segregacin y Desconfianza: diversidad, aislamiento y cohesin, en el cual explica cmo estos factores afectan la diversidad y cohesin de una sociedad y generan crecientes sentimientos de aislamiento y prdida de capital social. Este autor tambin demuestra que aprendemos a confiar en edades tempranas, principalmente a travs de nuestros padres pero tambin a travs de experiencias en la escuela y con amigos. Una vez formadas, las confianzas y las desconfianzas permanecen estables hasta la edad adulta.La segregacin es una determinante clave de la desigualdad. En todos los pases se expresa con mayor o menor fuerza una cadena que va desde la segregacin a la desigualdad, y de ah a la desconfianza. Qu queremos entonces para nuestros hijos y nietos?Estamos de veras asumiendo nuestra responsabilidad hacia las prximas generaciones, el cuidado del pas, su economa, sus valores, sus nios, su medio ambiente, o nos estamos farreando el futuro en esta fiesta del individualismo?En Chile, el 1% mas rico de la poblacin, tomando en cuenta ganancias de capital, acumula algo ms del 30% del ingreso anual. Una persona del quinto decil, es decir, en la mediana de los ingresos, vive con aproximadamente 5 mil pesos diarios, para comer, vestirse, alojarse, educarse, comunicarse, calefaccionarse, jubilarse y gastar aproximadamente mil de esos cinco mil en el Transantiago. Evadir su pago, para el 20% ms pobre, significa de facto aumentar su ingreso disponible en un 25% aproximadamente. Ud. lo hara?Hay deshonestidad tica y codiciosa, y hay deshonestidad impulsada por la inequidad y la pobreza.IV. DESHONESTIDAD GENERALIZADAMe temo que, por lo general, esa es la pura verdad. A lo menos,la deshonestidad es un rasgo presente en un porcentaje tan significativo de los ciudadanos, que logra alterar nuestra actitud cotidiana respecto a los dems, retroalimentando as la desconfianza.En materia de mega escndalos nacionales, estamos todos remecidos hoy por los casos recientes, pero en realidad, desde el retorno de la democracia que hemos vivido de escndalo en escndalo, los que antes se tapaban simplemente porque haba una dictadura. Los de hoy son ms notorios por sus connotaciones de trfico de influencia poltica, ms que por los montos monetarios involucrados.Al final de la dictadura militar, lasprivatizacionesde empresas pblicas que quedaron en manos de funcionarios pblicos son un grave ejemplo. Segn informe de la Contralora, el perjuicio fiscal de la suma de todas las privatizaciones equivali a US$ 2.223 millones de aquella poca.Un flagrante delito de Pinochet y su hijo Augusto en 1989 condujo al caso de losPinocheques, que tuvo que ser silenciado a la fuerza por Frei, con la consecuente renuncia del presidente del Consejo de Defensa del Estado. Posteriormente, en las cuentas del Banco Riggs, aparecieron cerca de US$ 20 millones sin justificacin. La dictadura rob de manera impune, y lo dej todo amarrado para que el poder de las armas se transformara en poder poltico, constitucional y monetario en sus herederos civiles. Los casos de lasfragatasolos Mirageson algunos de los que muestran cmo muchos mandos militares no llegaron para servir sino para servirse.Durante los gobiernos de la Concertacin a lo largo de 20 aos tuvimos casos notorios de fraudes o irregularidades, aun cuando los montos finalmente comprobados no llegaron a las magnitudes de las cifras arriba sealadas. Pero la seal tica ha sido igualmente nefasta: Onemi, Enap, Codelco, Digeder, Cenabast, Emporchi, Ferrocarriles, Enacar, Esval, Dipreca, Registro Civil, Corfo-Inverlink, Subvenciones Mineduc, plantas de revisin tcnica, y un largo etc.Casos notorios en el gobierno de Piera incluyeron el Minvu, la Comisin Nacional de Acreditacin, Subsecretara de Interior, manipulaciones en cifras del Censo y la Casen, la piratera universitaria, etc. Tambin hubo flagrantes conflictos de inters que incluyeron a la figura presidencial y varios de sus Ministros. Piera tuvo que ceder y crear un fideicomiso ciego para manejar sus inversiones.Los casos MOP-Gate y ChileDeportes tuvieron como paradojal beneficio colateral importantes procesos de reforma del Estado, como la Alta Direccin Pblica (hoy fuertemente cuestionada por el clientelismo y las razzias funcionarias de ambas coaliciones), y el Consejo de Transparencia. Veremos en qu nuevas legislaciones culmina el Penta-Gate. Avanzamos a punta de crisis.En el abuso privado, cabe destacar elcaso Chispasque revent en 1997, llamado en su momento el negocio del siglo. En 2004, la justicia conden a los implicados con US$75 millones en multas, siendo sus ganancias totales ms de US$ 400 millones. As, dan ganas de volver a hacerlo tal como lo hizoPonce Lerou, el gran yerno, con el caso Cascadas de Soquimich y ahora con fraudes tributarios. Las privatizaciones a precio vil, no fueron suficientes para semejante codicia.Posteriormente, aparecieron las colusiones de las farmacias, los pollos, las navieras, LAN, y el asfalto, as como el trfico de informacin privilegiada de Juan Bilbao. La Polar es el abuso ms masivo y que damnific a ms personas en Chile. Uno de los casos tributarios menos mencionados involucra a la familia Ossandn Larran. El monto defraudado fue deUS$ 400 millones, con lo cual los dos Carlos, Dlano y Lavn, quedaran como meros principiantes.Un cohecho mucho ms grave que el de Pablo Wagner en sus implicaciones, fue del ex gerente de Corpesca, que soborn a la diputada Marta Isasi a raz de laLey Longueira, que le dio los derechos pesqueros de todo Chile a perpetuidad a 7 familias. Por qu no tuvo tan alta connotacin? Cuntos otros parlamentarios habrn sido sobornados en ese grotesco incidente?Los actores de estos escndalos se pasean hoy por Santiago como Pedro por su casa. Aparecen en pginas sociales, en algn coctel o seminario, revestidos de un manto de respetabilidad, y emiten sesudas opiniones sobre el desarrollo del pas, la necesidad de mantener bajos los impuestos y no coartar sus bondadosas actividades de generacin de empleos y de caridad.Algunos prceres de la Concertacin han mostrado sorprendente resiliencia, incurriendo en irregularidades pblicas y notorias, para luego lograr su eleccin o reeleccin en el Congreso, o bien su designacin como gobernador o intendente, como ocurri en los desprolijos incidentes a inicios de este gobierno. Para ser un exitoso y re-elegible poltico en Chile es ms importante tender una suficiente red de influencias para conseguir dinero privado, que comportarse como estadista.Es indispensable que tambin sinceremos el otro lado de la moneda: la deshonestidad ciudadana. Digamos las cosas como son. No me referir en detalle a casos flagrantes de delincuencia, explicables en buena medida por la profunda inequidad de ingresos y el trfico de drogas.Me refiero al hurto masivo y las conductas poco ticas de simples ciudadanos de ingresos altos, medios y bajos.Un colega joven me cuenta cmo algunos de sus bien remunerados compaeros de generacin hurtan reiteradamente en supermercados. Al confrontarlos por esta conducta, la respuesta obtenida fue: shiii, huen, si todos lo hacen, poh. Si poh, si todos lo hacen, por qu yo no? Si La Polar abusa, si los polticos roban, yo me paso de idiota no hacindolo, no?Cuntos empleados y profesionales hurtan materiales y equipos en sus empresas? Cuntos mdicos del sector pblico se llevan materiales clnicos a sus consultas privadas? Cuntas empleadas y empleados domsticos roban? No lo s, pero ancdota tras ancdota me sugiere que muchos, al punto de que muchos dueos y dueas de casa lo aceptan tcitamente, una suerte de deshonesto sobresueldo. Un pequeo MOP Gate domstico.Cuntas clnicas privadas ordenan a sus mdicos cumplir con cuotas de exmenes caros e innecesarios? Cuntos mdicos profitan de las prebendas de los laboratorios farmacuticos y proveedores de caros insumos? Cuntos empleados pblicos llegan temprano, marcan tarjeta y se van a tomar caf? Cuntas horas extra espurias? Cuntos jefes de compras del sector pblico y privado son mojados por sus proveedores? Boleta o factura? Te boletea tu mujer, tus hijos? Te saltas la fila peatonal o automotriz? Cuanta gente evade en el Transantiago no por necesidad monetaria sino simplemente porque se puede? Ya pues, sincrese seor lector. Reconozca que somos medio frescos. O enteros frescos. Yo soy yo, y los dems que se jodan. Si todos lo hacen Cmo salimos de ese crculo vicioso?Qu porcentaje de estudiantes escolares o universitarios no estn ni ah con aprender, tanto de clase alta como media y baja? Esa s que est dura, porque ya no slo estamos hablando de la tica de la honestidad, sino de la tica de hacer las cosas bien.Los abusos y escndalos sacerdotales en Chile han remecido la conciencia del pas. Son elementos especialmente estructurales de la corrosin moral en Chile. Los guardianes de la moral cristiana la mayora de ellos vinculados a la elite econmica cometiendo desmanes, abre las compuertas para el si todos lo hacen, por qu yo no?. Cmo no vamos a ser desconfiados y deshonestos con semejantes ejemplos?Todos comentamos estas cosas en reuniones, con un gesto jocoso y un encogimiento de hombros. Pero los escndalos de hoy, que nos tienen a todos remecidos, son el equivalente al de una esposa (o esposo) engaado por largo tiempo, pero que se resiste a indagarlo y sincerarlo, por comodidad, humano temor o conveniencia.Hasta que llega el da en que el engao se hace pblico y ya no le queda otro remedio que armar el escndalo, y posiblemente separarse. Gracias PENTA, gracias CAVAL. Gracias a ustedes no nos queda otra que armar el escndalo, hacer aflorar el secreto a voces, y actuar en consecuencia.V. NO TODO ESTA MAL. O S?No todo huele mal en Chile. No todos ladroneamos. Muchos hacen su pega bien y ticamente. Nuestra tasa de crecimiento del PIB per cpita es en promedio la ms elevada de Amrica Latina desde 1985 a 2015. Lo mismo ocurre con el ndice de Desarrollo Humano del PNUD. Pocos pases en el mundo pueden presumir de nuestra estabilidad en materia macro-econmica y nuestra rigurosidad fiscal. Sorprendentemente, en los rankings mundiales de corrupcin pblica aparecemos en lugares ventajosos. Por lo menos hacia fuera hemos logrado proyectar una imagen seriecita, aunque sospecho que despus de 2015 caeremos varios lugares en ese ranking.Aunque la ofensiva inequidad de ingresos persiste casi inalterada, los indicadores de pobreza e indigencia han experimentado una cada sistemtica. Nuestros indicadores educativos son en promedio los mejores de Amrica Latina, aunque sea un pobre consuelo. Nos declaramos felices en lo individual. Cmo me atrevo entonces a decir que somos un pas en vas de fracaso?Hay una contradiccin que es necesario explicar. Cmo un pas con todos estos flagelos morales, sin cooperacin entre sus ciudadanos, ha logrado despegarse significativamente del resto de Amrica Latina en la mayora de sus indicadores cuantitativos?La explicacin ms plausible, y la esbozo a nivel tentativo, contiene dos elementos. El primero es que el Estado se consolid en Chile casi un siglo antes que en el resto del subcontinente. Ha sido un pas comparativamente ms seriecito desde el siglo XIX en cuanto a sus instituciones pblicas. No es que seamos un dechado de virtudes, pero aunque suene terrible, en el vecindario la cosa est peor.Esto no ocurri porque tuvimos estadistas preclaros y nobles, sino porque el pas vivi por siglos en una constante guerra o amenaza de guerra con los pases vecinos y con los araucanos por el sur. Estuvimos a das de tener un desquiciado conflicto blico con Argentina hace menos de 40 aos. Tener un Estado comparativamente slido y eficaz ha sido y es una cuestin de seguridad nacional.La segunda explicacin, paradojalmente, fue el propio Pinochet. Sera un signo de mezquindad ideolgica desconocer las reformas econmicas que inici, y que fueron perfeccionadas por la Concertacin. Banco Central autnomo, agilizacin y apertura de los mercados, estabilidad macroeconmica. Esto no le quita un pice de crtica a todos los defectos morales y las inequidades que se generaron en el camino.Creo que somos un pas en vas de fracaso porque hemos construido una cultura generalizada prcticas cotidianas mayoritarias de deshonestidad a todo nivel, y una tica de trabajo en que el hacer las cosas bien no es relevante para una fraccin demasiado significativa de la sociedad. Ese es el gran fracaso de nuestra recuperada democracia. Crecimiento con inequidad, deshonestidad, egosmo, desprolijidad y desconfianza.El mero sentido comn me dice que por esta va no llegaremos jams a ser un pas desarrollado en el amplio sentido de la palabra, que nuestra productividad laboral no mejorar, que el crecimiento se estancar a la corta o a la larga. De no sincerar nuestros problemas volveremos a ser uncaso de desarrollo frustrado, como a principios del siglo XX, pero esta vez con connotaciones ticas y valricas de peores consecuencias.El primer paso para la sanacin es asumir las enfermedades que uno tiene.El problema no es nicamente socioeconmico, sino de comodidad existencial.Es grato vivir en un pas segregado, desconfiando permanentemente de la honestidad de los dems, y en un estado de permanente agresin entre diferentes tribus?En el dilema existencial entre ser y tener, el tener est ganando en Chile por goleada. Le gusta ese pas? Consumistas banales, segregados y segregadores, tribalistas, desconfiados y deshonestos? A m, no. El capital social s me importa.VI. INSTITUCIONES EXTRACTIVAS E INCLUSIVASAcemoglu y Robinsonplantean que las hiptesis culturales y/o religiosas explican slo parcialmente la desigualdad, la desprolijidad, la desconfianza o la escasa disposicin de las personas a cooperar. Estas son mayoritariamente una consecuencia de lo que ellos llamaninstituciones econmicas y polticas, es decir el conjunto de normas que rigen la sociedad, que pueden ser extractivas o inclusivas.Ni los chilenos somos gentica y culturalmente deshonestos, ni los finlandeses gentica y culturalmente prolijos. Eso es buena noticia, pues significa que s podemos cambiar. Hay esperanza, ciudadanos.Instituciones econmicas inclusivas, son aquellas reglas del juego que posibilitan la participacin de la gran mayora de las personas en actividades econmicas que aprovechan lo mejor de sus talentos y habilidades, y permiten que cada individuo pueda elegir lo que desea. Allanan el camino a la tecnologa, la innovacin y la educacin. Por contraste,las instituciones extractivas son aquellas que tienen como objetivo extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un subconjunto distinto.Desde la llegada de Coln en adelante, las instituciones econmicas de Amrica Latina han sido extractivas. 523 aos y todava no podemos liberarnos de ese lastre.El otro argumento central de estos autores es queel carcter inclusivo o extractivo de las instituciones econmicas no se da por si solo, sino como el resultado de instituciones polticas que pueden ser inclusivas o extractivas.Las instituciones polticas inclusivas son pluralistas, lo cual asegura que las instituciones econmicas sean inclusivas.Las instituciones polticas extractivas, por contraste, son aquellas diseadas para mantener y hacer prosperar la extraccin de rentas de un subconjunto de la sociedad respecto al otro. En cuanto a los rasgos obviamente extractivos de las instituciones polticas en Chile, hemos tenido por supuesto amarres constitucionales, hasta hace poco un perverso sistema binominal, centralizacin extrema, leyes de qurum calificado, presidencialismo exacerbado, senadores designados, cdigo penal desbalanceado, financiamiento turbio de la poltica y un largo etc.Con la orientacin todava extractiva de nuestras instituciones polticas, no debiera sorprendernos el carcter extractivo de nuestras instituciones econmicas, en materia tributaria, educativa, de distribucin del ingreso, acceso a la salud, pensiones, proteccin social, eficiencia del Estado en su prestacin de servicios a la ciudadana, as como regulacin, fiscalizacin, penalizacin de delitos econmicos, centralizacin, etc.Recordemos eso s que hoy estamos a aos luz de lo que ocurra en el siglo XVI o XIX. Encomiendas, derecho a pernada, esclavitud, voto censitario, despojo de tierras a las comunidades indgenas, y, por supuesto, un desprecio olmpico por la educacin de los ms pobres, que perdura hasta hoy. La historia genera culturas nacionales, que a su vez generan valores y tradiciones, que a su vez generan instituciones, que a su vez refuerzan determinados valores.VII. NUESTRA HERENCIA SOCIOCULTURAL Y SOCIALEste esquema se dio en Chile (y en el resto de Amrica Latina) por mera casualidad, una especie de subproducto indeseado de un modelo de desarrollo econmico y social? No. La elite latinoamericana ha sido clasista, racista, explotadora y segregacionista por centurias. Una cita textual. Juan Bautista Alberdi , afamado intelectual y poltico argentino, escribi, en el siglo XIX:Un simple cuero seco, un saco de lana, un barril de sebo, servirn mejor a la civilizacin de Sud Amrica que el mejor de sus poemas Aunque pasen cien aos, los rotos, los cholos o los gauchos no se convertirn en obreros ingleses.En vez de dejar esas tierras a los indios salvajes que hoy las poseen, por qu no poblarlas de alemanes, ingleses y suizos? Quin conoce caballero entre nosotros que haga alarde de ser indio neto? Quin casara a su hermana o a su hija con un infanzn de la Araucana y no mil veces con un zapatero ingls?.Es tentador entonces inventar una nueva sentencia alberdiana: para qu gastar esfuerzo, tiempo y dinero en educar a los cholos y rotos, o peor an, sentarlos en las mismas aulas que nuestros hijos? Es entonces mera casualidad que el sistema escolar de Amrica Latina sea el ms segregado del mundo, con los peores resultados promedio del mundo occidental, y con las peores inequidades de resultados de aprendizaje?A la elite latinoamericana le ha importado un bledo la educacin de los ms pobres, salvo algunos gestos de caridad en materia de polticas pblicas. Aumentemos la cobertura pero separaditos, por favor. Liceos tcnicos? S, para los pobres, pues. Las polticas educativas de Amrica Latina han estado en el epicentro del carcter extractivo de nuestras instituciones econmicas.No bastar con arreglar la institucionalidad poltica y los conflictos de inters, y luego sentarnos a esperar que en un par de dcadas una nueva elite poltica resuelva los problemas de la educacin. Debemos avanzar en paralelo, s o s. La cultura y prcticas de empata, convivencia y respeto por los dems se generan en la etapa de los cero a los cinco aos de edad, y los cambios posteriores son una carrera cuesta arriba.VIII. GRACIAS PENTA, GRACIAS CAVALEl premio Nobel de Economa 1993, Douglass North, escribi quelas instituciones formales no son creadas para ser eficientes socialmente, sino para servir los intereses de quienes tienen el poder de negociacin para disear nuevas normas.La pregunta que todos nos hacemos:sern los mismos parlamentarios de hoy los que alteren las reglas del juego poltico y econmico que los han protegido a ellos y a sus financistas?Este espinudo tema est en el meollo de las desconfianzas ciudadanas hacia la clase poltica. La frase que se vayan todos es una de las ms frecuentes en Facebook y Twitter.North seal adems que los cambios radicales de las reglas formales son producto de revoluciones, conquistas, guerras o desastres. No son habituales.Las crisis o discontinuidades abren ventanas de oportunidad a ideas o proyectos que ya posean cierto posicionamiento y no haban tenido oportunidad de institucionalizarse, pero que al momento del quiebre constituyen una propuesta o mecanismo de salida para la misma. Esta es exactamente la ocasin que estamos viviendo en Chile a inicios del 2015. Gracias Penta, gracias Caval.IX. RAYA PARA LA SUMAEstamos frente a una crisis poltica coyuntural y profunda, pero que abre las compuertas para corregir el rumbo de nuestros resabios de instituciones polticas y econmicas extractivas. La crisis como amenaza y oportunidad.La siguiente grfica intenta sintetizar los orgenes del problema que estamos enfrentando, as como sus consecuencias. Si bien se muestra la estructura de una tabla, no existe un orden de precedencia horizontal o vertical. Todos estos factores interactan entre si, de manera mutante en el tiempo, como en cualquier sistema complejo.

X. HAY SALIDA?Sera soberbio pretender proveer un largo listado de las medidas necesarias para corregir el rumbo, y avanzar decididamente hacia un pas no slo ms desarrollado y equitativo sino tambin ms tolerante, honesto, altruista y feliz.Pero s es posible definir seis orientaciones y principios generales a aplicar a partir de hoy, antes que las cenizas del incendio Penta-Dvalos comiencen a enfriarse. Es una orientacin poltica, econmica y social que debiera perdurar al menos 20 aos para lograr los cambios valricos que necesitamos.1. Resolver todos los cambios a lo que Acemoglu y Robinson han llamado instituciones polticas extractivas, para transformarlas en inclusivas. Sin este elemento, todo el resto del concepto se derrumba.2. Reforzar las penalidades a todas las transgresiones ticas y delitos econmicos.3. Avanzar decididamente en direccin a la reforma de todas las instituciones econmicas extractivas, comenzando esencialmente por las reformas tributarias laborales, previsionales, de seguridad social, de salud, y educativas.4. Reformar radicalmente la institucionalidad y profesionalismo de la gestin del Estado, a nivel de gobierno, poder judicial, legislativo y municipios, para asegurar que los recursos necesarios sean bien invertidos y la ciudadana pueda participar y ser escuchada.5. Generar un gran proyecto nacional pico y prioritario: la educacin preescolar y bsica de Chile, y ms en general el trato a los nios de Chile, que debe aspirar a ser un ejemplo mundial, antes de una dcada. La joya de la corona del Estado chileno. Sin este proyecto, no habr cambio valrico, educativo o productivo que pueda ser perdurable.XI. CONCLUSIN Y CIERREEl pas se ha convertido en una sorprendente paradoja de crecimiento con profunda inequidad, y signos amenazantes de deshonestidad, individualismo, y prdida de cohesin social.Esta corrosin moral coartar significativamente nuestro desarrollo, tanto en lo medible con indicadores convencionales, como en la bsqueda del propsito ltimo y significativo: la consistencia tica y valrica de la sociedad.La crisis poltica actual se est convirtiendo en una oportunidad, que deberemos abordar con energa para cambiar el rumbo. En suma, se trata de la conversin de las instituciones polticas y econmicas de carcter extractivo, en inclusivo.Para ello, la profesionalizacin del Estado es una precondicin esencial, como tambin lo es el desarrollo de una gesta pica para reconstruir el principal recurso del futuro de Chile: sus nios.Es ah donde podemos reorientar con solidez el cuerpo valrico de la sociedad, en la empata y el compaerismo que se genera entre los chiquitos suficientemente estimulados en el hogar, la sala cuna y el jardn. Pretender resolverlo con cursos mnemotcnicos de educacin cvica a nios de 3 y 4 Medio que no estn ni ah y que prcticamente no entienden lo que leen, no har dao, pero ser como tratar de tapar el sol con un dedo.Hay, sin embargo, otro ingrediente esencial:para que logremos estos loables propsitos, los liderazgos presidenciales de los prximos veinte aos deben ser profundamente ticos, con una enorme credibilidad, grandes estadistas pero a la vez con un discurso pico y moral, y una rigurosidad drstica respecto a los abusos, el clientelismo, la amistocracia y la escasa inclinacin a hacer las cosas bien.Un discurso ms pico y menos racional, que apele a la emocin colectiva de la gente y a la construccin de un proyecto pas.