La Economía Como Dialéctica Del Sepulcro Blanqueado

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La Economía como Dialéctica del Sepulcro Blanqueado El carácter esencialmente antisocial de la disciplina económica debe ser explicado detallada y prolijamente, para mostrar y demostrar cómo ésta, bajo una apariencia de producto científico, que se funda en la esencial condición antropológico-social del homo economicus, oculta y defiende una realidad, una lógica del movimiento mercantil, que se configura como dialéctica de putrefacción sistemática de lo social, político y medioambiental. O de otro modo, nos encontramos con un discurso económico disciplinar, que pretende cientificidad y que en todos sus enunciados y axiomas fundamentales, exhibe un rostro de realidad y de bien social, rostro que posteriormente en la configuración de sus ecuaciones y leyes de la dialéctica mercantil, nunca aparece. Es más, la disciplina económica necesita blanquear su rostro, porque su metodología de análisis matemático y econométrico es un dispositivo que expresamente se configura como un mecanismo de exclusión de lo social, político y medioambiental a favor del concepto de crecimiento económico sostenido que consiste en una infinita producción y reproducción del capital dinero, perteneciente siempre a los dueños de los medios de producción, es decir, a los oferentes. Por tanto, observaremos primero cómo se configura ese rostro de “blanca paloma” con el cual la economía se concibe a sí misma, para en un segundo momento desnudar la dialéctica inhumana y antisocial de las lógicas econométricas. Con ello pretendemos mostrar cómo la disciplina económica está alineada hacia un único objetivo, a saber, hacia la producción y reproducción de la mercancía dinero. Pretendemos concluir, que no hay relación alguna, entre los principios declarados y la axiomática econométrica efectivamente realizada, pues dicha axiomática sólo esta al servicio del fetiche dinero y de los intereses pecuniarios de los oferentes. Ahora bien, esta dialéctica económica clásica y neoclásica, consiste en una fetichización del capital dinero, que de hecho se convierte en dialéctica de muerte real y física para millones de seres humanos, que de hecho,

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Este es un artículo de hermenéutica económica que explica el rol ideológico que desempeña la actual disciplina económica ocultando quienes son y como toman decisiones económicas la Oligarquía Económica Imperante (OEI).

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La Economa como Dialctica del Sepulcro BlanqueadoEl carcter esencialmente antisocial de la disciplina econmica debe ser explicado detallada y prolijamente, para mostrar y demostrar cmo sta, bajo una apariencia de producto cientfico, que se funda en la esencial condicin antropolgico-social del homo economicus, oculta y defiende una realidad, una lgica del movimiento mercantil, que se configura como dialctica de putrefaccin sistemtica de lo social, poltico y medioambiental. O de otro modo, nos encontramos con un discurso econmico disciplinar, que pretende cientificidad y que en todos sus enunciados y axiomas fundamentales, exhibe un rostro de realidad y de bien social, rostro que posteriormente en la configuracin de sus ecuaciones y leyes de la dialctica mercantil, nunca aparece. Es ms, la disciplina econmica necesita blanquear su rostro, porque su metodologa de anlisis matemtico y economtrico es un dispositivo que expresamente se configura como un mecanismo de exclusin de lo social, poltico y medioambiental a favor del concepto de crecimiento econmico sostenido que consiste en una infinita produccin y reproduccin del capital dinero, perteneciente siempre a los dueos de los medios de produccin, es decir, a los oferentes. Por tanto, observaremos primero cmo se configura ese rostro de blanca paloma con el cual la economa se concibe a s misma, para en un segundo momento desnudar la dialctica inhumana y antisocial de las lgicas economtricas. Con ello pretendemos mostrar cmo la disciplina econmica est alineada hacia un nico objetivo, a saber, hacia la produccin y reproduccin de la mercanca dinero. Pretendemos concluir, que no hay relacin alguna, entre los principios declarados y la axiomtica economtrica efectivamente realizada, pues dicha axiomtica slo esta al servicio del fetiche dinero y de los intereses pecuniarios de los oferentes.Ahora bien, esta dialctica econmica clsica y neoclsica, consiste en una fetichizacin del capital dinero, que de hecho se convierte en dialctica de muerte real y fsica para millones de seres humanos, que de hecho, estn excluidos de los movimientos mercantiles, e implica a la vez, la destruccin sistemtica del medioambiente, lo cual tambin es un realidad inconcusa. Adems, hoy podemos ver cmo en todo el mundo el discurso econmico subordina al discurso poltico y social. Las muertes de que hablamos no son metafricas, son reales y la disciplina econmica es la ideologa disciplinar, en la que se fundan y se justifican, los discursos y las lgicas de muerte y destruccin hoy imperantes.

Los textos de economa en general, nos presentan definiciones de la economa como la siguiente:

la economa es una ciencia social que se preocupa de estudiar la asignacin ptima de los recursos o factores productivos escasos y de sus usos alternativos destinados a la produccin de bienes y servicios que satisfacen necesidades las cuales son mltiples y jerarquizadas.

Analicemos detenidamente esta definicin. Primero la disciplina econmica se concibe a s misma como ciencia social. Con ello queda esbozado, desde ya, el esqueleto de la blanca paloma o el diseo estructural del blanco sepulcro. Para precisar cul es la pretensin cientfica de la actual disciplina econmica, cabe recordar que: la ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observacin y el razonamiento, sistemticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales, cuyas caractersticas ms fundamentales son, el ser: 1) descriptivo, explicativo y predictivo (porque intenta describir los fenmenos que estudia explicando su funcionamiento y anticipando cmo se comportaran esos fenmenos en el futuro.); 2) metdico y sistemtico (porque sigue determinadas pautas o mtodos para dar cuenta de sus investigaciones y se articula dentro de un sistema de teoras que la sustentan); 3) contrastable (ya que sus teoras y sus mtodos son pblicos); 4) claro y preciso (porque sus explicaciones deben estar exentas de toda ambigedad); 5) objetivo (para superar las subjetividades ideolgicas); 6) provisorio (porque el conocimiento probado hoy puede ser refutado maana por un conocimiento superior) y 7) crtico (para cuestionar permanentemente el saber provisorio que aun no ha sido refutado). Toda ciencia independientemente de su objeto de estudio tiene que tender asintticamente hacia una configuracin sistemtica, que cumpla con todos estos requisitos. Tambin cabe precisar que el esquema de la ciencia tiene que comprender el esbozo y la divisin del todo en sus miembros y tiene que hacerlo en conformidad con la idea, es decir, a priori, como debe distinguir tambin ese todo de otro cualquiera de modo seguro y de acuerdo con principios. Por tanto, epistemolgicamente un discurso disciplinar, sea de la ndole que sea, para poder ser considerado como ciencia, debe poder satisfacer todas estas rigurosas condiciones. Ello es as, porque de lo contrario, se puede pretender, que pase por ciencia, ciertas investigaciones empricas, que a travs de unos cuantos mtodos estadsticos aplicados a un conjunto de variables seleccionadas arbitrariamente (es decir, no conforme a principios) simulen tanto el hecho como el conocimiento cientfico, es decir se conviertan en pseudociencias. En ciencias sociales, cuando un conocimiento, que de hecho, no rene las condiciones para configurarse como conocimiento cientfico, a pesar de ello, pretende pasar por tal, se le considera como ideologa o conocimiento de carcter ideolgico o falsa ciencia. Es decir, se trata de un conocimiento que se enarbola como ciencia en funcin de los intereses subjetivos del grupo social al que favorece.

En ciencias sociales o humanas nos encontramos tambin con una enorme cantidad de dilemas epistemolgicos, puesto que los objetos de estudio, no son algo dado, como en el caso de la naturaleza o determinados por construccin de conceptos, como en el casos de las matemticas y geometra. Los objetos de las ciencias sociales son todos constructos socio-histricos, construidos por la subjetividad humana y que, por tanto, cambian y evolucionan en el tiempo conforme cambian tambin, las condicionantes socio-histricas y socio-antropolgicas. Todo objeto social supone en su base, una matriz socio-antropolgica especfica y contextos sociales sincrnicos y diacrnicos tambin especficos. Por tanto, no puede haber objeto social, al margen de esta pluralidad de variables. Este carcter contextual de los objetos sociales hace que su realidad en trminos epistemolgicos (de todos ellos) sea radical y esencialmente hermenutica. Es decir, deben ser comprendidos como constructos sociales, sincrnicos y diacrnicos con la exigencia metodolgica de articular la mayor cantidad de cuantificadores posibles. Cada cuantificador corresponde a una variable siempre postulada idealmente y a las vez observable empricamente. Pero toda variable en ciencias sociales slo es posible de determinar a partir de los modelos socio-antropolgicos y socio-histricos que se pretendan construir. En ciencias sociales no existen y nunca existir, algo como as, como las denominadas determinaciones naturales de la realidad social, toda pretensin de esa ndole, cae bajo la determinacin epistemolgica de falacia naturalista. Pues todo lo que configura a los seres humanos es praxis, slo praxis y nada ms que praxis social e histrica. Ni la costumbre, ni lo frecuente, ni lo sistmico en las sociedades humanas, pueden ser elevados y justificados con el estatus de, por naturaleza. Es decir, todo objeto al interior de las ciencias sociales est configurado y determinado por los ideales socio-antropolgicos y socio-histricos de cada tiempo y lugar. Por tanto, las caractersticas de lo provisorio y de lo crtico, impacta con una muy alta intensidad en la configuracin metodolgica de toda ciencia social. Ciencias sociales que, en su configuracin metodolgicas slo pueden ser tales, a partir de su realidad epistemolgica esencialmente hermenutica. Fuera de estos parmetros epistemolgicos, no hay ciencias sociales; slo hay ideologa. Ahora, bien si la disciplina econmica quiere ser considerada como una ciencia social, entonces, tiene que articularse y circunscribirse a los parmetros epistemolgicos ya reseados. De no ser as, no cabra ninguna duda, de que sera mera ideologa.

Es verdad que toda ciencia social debe acotar su objeto de estudio seleccionando y determinando variables a partir de principios tericos que las sistematicen racionalmente. Sin embargo, la reduccin del fenmeno a explicar y la simplificacin del modelo explicativo, no puede ser resuelta de tal modo, que para que el modelo matemtico pueda funcionar, terminemos configurando slo una caricatura de la realidad que se pretende explicar. O reduzcamos el fenmeno a explicar a un solo mbito que se nos manifiesta como ms fcil de visualizar y de cuantificar. Ya Gabriel Tarde visualiz correctamente que todo es cuantificable hasta las realidades espirituales lo son, en trminos de su impacto social y econmico.

Cabe preguntar aqu por qu, si la disciplina econmica se concibe a si misma como ciencia social, observa al mercado como realidad econmica slo desde la ptica reduccionista de los anrquicos movimientos de oferta y demanda. Por qu esa ptica reduccionista compulsiva e ideolgica de la economa, de mensurar los movimientos de oferta y demanda, slo desde la perspectiva de las ganancias codiciosas y usureras del oferente? Este es el nico dato objetivo de toda ecuacin economtrica ya que la demanda es siempre equivalente o abstracta. Es decir, es equivalente a los subjetivos deseos de ganancias del oferente. Es curioso que sea esta mirada unilateral y sesgada, la que de hecho configure la pretendidas leyes (naturales) del mercado, en la disciplina econmica. Algunos economistas responden que la ptica econmica, se justifica porque su centro es la atencin al ser humano, mirado desde una perspectiva especial, a saber, que las decisiones que toman las personas son analizadas desde la ptica de los beneficios que generan y de los costos que implican (homo economicus). Por tanto, todas aquellas decisiones que generen beneficios mayores o iguales a sus costos se recomienda sean adoptadas, pues incrementarn el bienestar econmico neto de los individuos (de nuevo homo economicus). La vara de medida de estos beneficios y costos en una economa actual es el dinero. Es decir, la vara socio-antropolgica del anlisis econmico es el homo economicus, es decir, los deseos de ganancias egocntricas del oferente. Luego, el consumidor debiera comportarse econmica y socialmente con el mismo egocentrismo para que las ecuaciones economtricas puedan funcionar. Por tanto, la disciplina econmica, no observa un fenmeno para comprenderlo y explicarlo, lo define y lo ideologiza en funcin de los intereses pecuniarios de los oferentes para modelarlo e implantarlo. Tiene razn Gabriel Tarde cuando afirma que: la disciplina econmica, inventada en el siglo XVIII, no descubre un continente; lo fabrica en todas sus partes o, ms bien, lo organiza, lo conquista, lo coloniza. De este modo, la economa como disciplina es la que performa y formatea la economa como cosa (Without economics, no economy). Por tanto, no existe algo as como un homo economicus, concebido como una dimensin natural de lo humano, pues el hombre no nace economista, ms bien, se vuelve economista. O de otro modo, el homo economicus (de la economa clsica y neoclasica) se ha gestado social y culturalmente en un largo proceso post-medieval. Y se hace economista slo en la medida en que las diversas realidades sociales que configuran a toda sociabilidad humana son ideolgicamente mercantilizadas. Todo este proceso de progresiva mercantilizacin, de la vida social y cultural en Europa, est debidamente documentado historiogrficamente. Y con ello tambin, qued documentada, toda la violencia y depredacin econmica, social y cultural que este proceso implic. Por tanto, economizar no es revelar el fondo antropolgico de la humanidad; siempre consiste en organizar de una cierta forma o manera la materia econmica, la cual siempre se escapa o trasciende a toda teora econmica posible. Por tanto, la economa, tampoco dice relacin con descubrir una cierta naturaleza econmica de lo humano. Pero la economa s tiene por objeto, formatear y reducir la esencia de lo humano, al egocentrismo individualista y depredador del homo economicus. Esta es la opcin socio-antropolgica de fondo de la disciplina econmica, clsica y neoclsica, y las ecuaciones economtricas que la configuran, no hacen ms que confirmar este hecho inconcuso. Por tanto, la actual disciplina econmica, tiene su origen en un modo de actividad econmica especfico, el del mercantilismo usurero y depredador del colonialismo europeo, de aqu levanta el pseudoaxioma (socio-histricamente configurado) del homo economicus configurador de realidades mercantiles, el cual es elevado a principio antropolgico y social de toda economa posible. Luego, astutamente se econometriza, el instrumento tcnico mercado, slo desde la ptica reduccionista de las variables oferta y demanda, se mete todo ello en la juguera, y ya, tenemos ciencia econmica. A este tipo de conocimientos, que se configuran a partir de una dato emprico, socio-histrico y por tanto, contingente y provisorio, lo llam Kant conocimiento rapsdico, por oposicin al autnticamente cientfico. Es decir, la axiomtica de esta pretendida ciencia, no se configura conforme a principios, sino conforme a imperativos empricos y tcnicos. Por tanto, a lo que ms podra aspirar esta disciplina econmica, epistemolgicamente, es a configurarse como una tcnica de gestin para la produccin y la reproduccin de la riqueza. Ahora bien, en la medida, en que empricamente la predictibilidad de la economa, ha resultado ser casi nula, se podra hablar de una, muy mala tcnica. Otra consecuencia, nefasta, de esta mala tcnica, es la actual sobreabundancia de riqueza, que circula anrquicamente por los mercados mundiales, pauperizando a sociedades y a pueblos, y depredando el medioambiente.

Concluyendo, s podemos afirmar que, la economa es una disciplina social, que tiene por finalidad pauperizar a lo humano y social desde la perspectiva unilateral reduccionista e ideolgica del homo economicus, para el cual, la esencia de toda su actividad social es, cunto gana o pierde en dinero. Y cuyo fin social ms altruista es, la infinita acumulacin de dinero, haciendo caso omiso de la sustentabilidad social y medioambiental que debiera exhibir toda actividad econmica posible. Lo nico que concibe como realidad la economa, son los clculos economtricos a travs de los cuales se mide, en el medio mercado (oferta y demanda), las ganancias o perdidas del oferente, es decir, del dueo del capital o de los medios de produccin. De este modo, la economa se configura no como una ciencia social, sino ms bien como una tcnica economtrica, con el objetivo de construir realidades sociales performateadas mercantilmente. Es decir, el diseo mercantil de lo social, es lo que configura la esencia de la disciplina econmica. Vamos a observar ahora, cmo la definicin de la disciplina econmica, lo que hace es, ocultar o blanquear la cara, o el rostro de este fin, manifiestamente, antisocial, ruin y oscuro, pues descompone a todas las relaciones sociales y medioambientales en funcin de los deseos de ganancias codiciosas de los oferentes. Desde esta perspectiva, la disciplina econmica es ideologa de muerte, muerte de lo social y de lo medioambiental. Por tanto, la disciplina econmica es antisocial porque tiene por objeto, ocultar el rostro diablico de quienes con sus garras y colmillos vampirizan, en nombre del desarrollo, del progreso y del crecimiento econmico sostenido, lo social, lo poltico y el medioambiente.

Afirmbamos, ms arriba, que la disciplina econmica no es ciencia porque, epistemolgicamente, reduce el fenmeno econmico de modo ideolgico (no conforme a principios) a los movimientos anrquicos con que operan en el mercado oferta y demanda, matematizndolos para darle al azar (de las luchas intestinas entre oferentes) la apariencia de leyes naturales del mercado. La disciplina econmica, logra este reduccionismo epistemolgico a travs del uso y abuso que hace de la nocin, variables ceteris paribus. Desde esta perspectiva podemos decir, que la disciplina econmica es perfecta ideologa, al servicio de los intereses egocntricos y codiciosos de los oferentes o dueos de los medios de produccin. Cabe recordar que la disciplina econmica nace -en la Inglaterra del siglo XVIII, en un contexto de sobreabundancia de riquezas, producto de la piratera y el colonialismo- para administrar y acrecentar la sobreabundancia de riquezas de los oferentes. Pues la economa slo es posible all donde hay sobreabundancia de recursos, es decir, de activos y pasivos: fijos y circulantes. Cuando los recursos son escasos, simplemente no hay economa. La nocin econmica de costo de oportunidad slo hace referencia a la pregunta por, dnde y en qu invertir para que las sobreabundantes riquezas de los oferentes puedan acrecentarse, ms an y con la mayor magnitud posible. La nocin de la escases en economa es slo un dispositivo blanqueador del sepulcro, que se usa para otorgarle un carcter social a una disciplina que de hecho es antisocial. Pues recursos y productos slo deben parecer escasos para justificar su usurero precio de venta. Lo que en verdad quieren decir, nuestros astutos economistas, es que recursos y productos deben ser monopolizados para justificar en el mercado un precio de venta usurero. A esa monopolizacin abusiva y arbitraria, la economa la llama eufemsticamente como escases de recursos.

Con estas ltimas consideraciones, hemos comentado tambin la segunda idea presente en la definicin de economa ms arriba explicitada, a saber, que la economa tiene por objeto la: asignacin ptima de los recursos o factores productivos escasos. Sin embargo, el objeto real de la economa es, la mayor rentabilidad pecuniaria de recursos que siempre son sobreabundantes. La nocin de asignacin optima se relaciona ideolgicamente con la nocin de escases (o mejor dicho monopolizacin de recursos) para justificar, el hecho, de que el oferente, pueda aspirar al precio ms alto posible para su producto, que compite en el medio mercado. Pues ante los ojos del consumidor, el producto tiene que parecer como si fuese escaso para legitimar socialmente el precio, normalmente, usurero, cobrado. Ahora bien, es por la necesaria monopolizacin de los medios de produccin, que la propiedad privada de stos debe ser un dogma sagrado para toda economa capitalista. Si no, los procesos de acumulacin de riqueza con tendencia a infinito, seran imposibles. A esta sed insaciable de codiciosas ganancias la disciplina econmica la denomina, eufemsticamente, como crecimiento econmico sostenido (incremento sostenido del PIB que, ideolgicamente, se lo hace pasar por incremento del bienestar social, cuando de hecho no es as, porque en PIB slo suma a las desmedidas ganancias de los dueos de los medios de produccin). De nuevo la disciplina econmica al servicio del blanqueo del sepulcro. Por ejemplo, durante la dcada de los 90 cuando ms creci el PIB europeo, fue cuando su clase media se hizo ms pobre. O el caso de Chile, mientras ms crece su PIB ms desigualdad y pobreza y un muy largo etc. Pero, por favor, leer la prensa, la ideologa econmica imperante se felicita cuando crece el PIB. Cuando en verdad los ciudadanos debieran llorar a mares, porque positivamente son ms pobres.La ideologa de la pseudoescases es inherente a la ideologa del lucro, es decir, de ganancias desmedidas codiciosas y usureras de quienes poseen recursos sobreabundantes. Por tanto, la nocin econmica de optimizacin en la asignacin de recursos, slo significa una cosa, optima rentabilidad para los dueos de los medios de produccin; medios de produccin, siempre sobreabundantes. Esto es as porque el alma, la energa vital de toda esta ideologa econmica es, ese deseo ilimitado de codicia y de ganancias usureras de los oferentes. Es slo desde aqu, que es posible fundar la nocin de crecimiento econmico sostenido, es decir, los oferentes o dueos de los medios de produccin slo pondrn en circulacin sus capitales, s y solo s, pueden visualizar expectativas de que esas codiciosas ganancias sern reales. Y de aqu nace tambin la virtud econmica por antonomasia, a saber, la capacidad del oferente de asumir riesgos, en cada inversin que realiza. La misin de los sumos sacerdotes de la economa (los nuevos Doctores de la Ley) es la de ser los lacayos que organizan el sistema econmico, al servici de los dueos del capital para que asuman los menos riesgos posibles. Este es el rol de los economistas y de las Facultades de Economa, ser los esclavos fieles que le dicen a los dueos del capital: siga por aqu mi seor; esta es la ruta correcta al paraso de la riqueza infinita; nosotros la estamos pavimentando para usted; necesita adems alfombra roja mi seor?. Es en el contexto de esta esclavitud y de este servilismo al poder del capital, que surgen todo tipo de dogmas econmicos, como por ejemplo la autorregulaciones del mercado, el Estado empresarialmente ineficiente, la eficiencia de los privados, recortar el gasto social, tener un sueldo mnimo lo ms bajo posible, y un largo etc. Habiendo hecho todas estas precisiones, ahora si podemos estar de acuerdo, el objeto de la economa, s es la optima asignacin de recursos para que a travs de la ilusin de su escases (monopolizacin de los medios de produccin), puedan generar las mayores ganancias posibles para los dueos de los medios de produccin. Ahora bien, si el medio social o el todo social se beneficia o padece daos o perjuicios con la actividad econmica, eso no es un problema econmico, esas son externalidades econmicas, son cuestiones extra-econmicas, que trataran la poltica, la sociologa, la psicologas, las ciencias medioambientales, etc. A la pseudociencia econmica, slo le interesa estudiar la lgica y sistematizar las tcnicas a travs de las cuales, los dueos de los medios de produccin puedan aumentar su riqueza, es decir, puedan aumentar su acumulacin pecuniaria. Desde estas lgicas, que aqu desnudamos, es evidente, que el hecho de que el aire que respiramos sea gratis, es necesariamente un mal econmico. Es decir, nadie puede lucrar con l porque es gratis, no ha sido monopolizado por nadie. Por tanto, para que se convierta en un bien econmico hay que contaminarlo y envenenarlo, para que quienes puedan monopolizar, posteriormente, la produccin de aire limpio, puedan realizar lucrativos negocios. Es ms la industria del aire limpio podra hipotticamente producir tanto aire limpio como el que antes era gratis, pero la gracia del asunto, es que ahora estara monopolizado y, por tanto, se podra manipular las necesidades biolgicas de la gente para venderlo a buen precio. Se entiende? El tema en economa nunca es la escases de recursos, el tema de fondo siempre es su monopolizacin. Es decir, su privatizacin. Con esta misma lgica se destruye ex profeso la educacin y la salud pblica, para darle espacio al lucro, de la privada. Es por todas estas razones que lo pblico, siempre, ser antieconmico, es decir, si nadie lucra con un servicio especfico, es antieconmico, es entonces malo, no sirve. Son los mismos economistas quienes inventan tambin, economtricamente el PIB como ndice de crecimiento econmico constante. El PIB, slo mide las compras y ventas, mide la actividad econmica al interior del medio mercado, cualquier bien o servicio que no pase por ese medio, no suma al PIB, no suma al crecimiento econmico. Por tanto, lo eficiente sera que todo los bienes y servicios pblicos tambin sumen al PIB, por tanto deben ser licitados, privatizados, es decir, monopolizados. En Chile actualmente, slo el 0,1% de la poblacin se beneficia directamente de este PIB (aproximadamente las 4500 familias ms ricas de Chile). Todo el resto de la poblacin slo recibe externalidades econmicas, algunas de ellas como beneficios y otras tantas como daos colaterales de diversa ndole. Este tipo de realidades socioeconmicas son las que gestiona y promueve la disciplina econmica desde su estructura epistemolgica. Volvamos nuevamente a nuestro anlisis de la definicin de economa. Para la economa el objetivo relevante es: asignar ptimamente recursos o factores productivos. Suena razonable, pero dnde esta la trampa ideolgica. Pues en el concepto de optimizacin. Asignacin optima siempre significa, de hecho, asignar recursos productivos a aquella actividad, que d una mayor rentabilidad a los dueos del capital. Y el patrn de medicin de rentabilidad es siempre la mercanca dinero, en funcin de la rentabilidad de los propietarios privados del capital. Todo proceso econmico que no est configurado en dicha direccin es calificado, ideolgicamente, como ineficiente. Son los economistas (nuestros nuevos Doctores de la Ley) quienes califican dnde est la eficiencia y la ineficiencia. Y lo hacen investidos de un manto sagrado, es decir, su pretendida ciencia econmica. Si, ellos son los cientficos optimizadores de los servicios del trabajo, de los servicios del capital, de los recursos naturales y de las capacidades empresariales. Ahora bien, cuando optimizan estos magnficos optimizadores, siempre inevitablemente, aumentan los niveles de desigualdad social es decir, se hacen ms ricos los dueos de los medios de produccin y la ciudadana en general ms pobre, es decir, el coeficiente Gini aumenta. Para que esto no ocurriese as deberan haber regulaciones polticas-econmicas-sociales. Porque, tanto la disciplina econmica como la actividad econmica mercantil, dejadas a su slo arbitrio, simplemente van (optimizando y maximizando el rendimiento) en la direccin de la acumulacin constante y progresiva; codiciosa y usura de los oferentes y, por tanto tambin, en la direccin del progresivo aumento de la desigualdad social.Por favor, lean esto, es el non plus ultra del blanqueo sistemtico que los economistas hacen del sepulcro econmico:Los recursos o factores productivos tienen ciertas caractersticas muy importantes que justifican esta preocupacin por su asignacin ptima: escasos y de usos alternativos. La escasez es el fundamento bsico de la existencia de la economa Escasez significa que los recursos productivos no son suficientes para satisfacer todas las necesidades que tenemos de ellos en la prctica. (). Sin escasez no seria necesario preocuparse de asignar ptimamente los recursos productivos, pues estos sobraran.Lo pattico del asunto es que muchos economistas ensean esto, porque honestamente lo creen as. Si embargo, el porfiado dato emprico, no se deja secuestrar por estas artes de prestidigitadores de los economistas. Pues el dato emprico muestra, que ah donde efectivamente hay escasez, no hay actividad econmica y si la hay es de subsistencia y de escaso inters para inversores privados. La economa de hecho nace, histricamente, all donde hay sobreabundancia de riquezas, en poder de inversionistas privados, y se requiere de una reflexin disciplinar que oriente su gestin, para conservarla y acrecentarla. Por tanto, es slo donde hay sobreabundancia de recursos para ser monopolizados por inversionistas privados, y donde hay trnsito mercantil de los bienes y servicios por ellos producidos, lo que siempre ha justificado el nacimiento y desarrollo de la disciplina econmica. Por tanto, la nocin econmica costo de oportunidad dice relacin con asignar un recurso en una inversin particular y corresponde al valor econmico (monetario en trmino de rentabilidad de del dueo de los medios de produccin) de la alternativa ms valiosa que se sacrific o se dej de hacer. Es slo en este contexto relativo a las ganancias especulativas del oferente que: los precios de equilibrio de los mercados competitivos miden el costo de oportunidad de los recursos productivos. Y es por ello tambin que todo recurso econmico desde la perspectiva de la rentabilidad del oferente puede tener siempre usos alternativos. Uso alternativo, siempre, determinado por el costo de oportunidad. El costo de oportunidad dice relacin entonces, con la posibilidad de invertir los recursos econmicos, normalmente, sobreabundantes en mejores estrategias de rentabilidad y de creciente acumulacin de capital. Por tanto, es absolutamente imposible, que sea la escases el fundamento de lo econmico y de la economa.Otra importante idea a destacar en la definicin de Economa es que los recursos se emplean en la produccin de bienes y servicios (objetos tangibles e intangibles), los cuales proporcionan el bienestar de la poblacin. Es evidente que todo producto que se venda en un mercado, debe sintonizar con algn tipo de necesidad privativa del consumidor, de lo contrario no podra haber demanda y, por tanto, tampoco habra mercado. Sin embargo, la economa slo atiende y ve aquellas necesidades que sintonizan con la demanda equivalente o abstracta requerida por el oferente. Ahora bien, si esa necesidad del consumidor es insuficiente para satisfacer la demanda equivalente, hay que crear la necesidad en el consumidor, a travs de mltiples y variadas estrategias de marketing. Y ello hasta que la demanda satisfaga las codiciosas expectativas de ganancias del oferente. Por tanto, para la economa slo es relevante la satisfaccin de aquellas necesidades que en su procesos de satisfaccin, configuran procesos mercantiles altamente rentables para los dueos de los medios productivos. Todas aquellas necesidades sociales que no configuran realidad mercantil, en su proceso de satisfaccin, para la economa, simplemente no existen. O de otro modo, desde la lgica econmica slo existen -o los ciudadanos tienen derecho a sentir- aquellas necesidades que el mercado pueda satisfacer. Por tanto, para la economa slo existen bienes de consumo producidos por un oferente en funcin de sus ganancias lucrativas. Si hubiese ms necesidades humanas de las que proveen los mercados, entonces ser el rol subsidiario del Estado, el que tendr que velar por configurar una estrategia econmica para que su satisfaccin devenga en un procesos mercantil, que sea atractivo para que los inversionistas privados y puedan obtener, lucrativas ganancias. Por tanto, para la economa toda necesidad humana y social existe, s y slo s, su satisfaccin deviene en una eficiente estrategia de mercado. Nuevamente el criterio de lo social, est siempre subordinado a la posibilidad de las ganancias codiciosas y usureras de los dueos de los medios de produccin. Por tanto, para la economa todo las realidades y necesidades humanas existen y valen, slo si pueden ser reducidas a un bien econmico, es decir, si pueden ser empaquetadas como mercancas que se venden en el mercado a un precio que satisfaga los deseos de lucrativas ganancias de inversionistas privados. Por tanto, los seres humanos slo debieran aspirar a horizontes antropolgicos que los mercados puedan satisfacer, o de otro modo, son las realidades econmicas y mercantiles las que deben configurar el modelo de hombre y de ciudadano que se quiere construir. Por tanto, el criterio para la economa, no es si todos quienes necesitan, en el medio social circundante, estn satisfecho en sus necesidades humanas esenciales, sino cmo en el proceso de satisfaccin de dichas necesidades se logra una mayor rentabilidad pecuniaria para los dueos de los medios de produccin. Por ejemplo, si los oferentes quedan satisfechos en sus ganancias, satisfaciendo slo a un grupo reducido de personas, que por su nivel de ingresos pueden participar de los mercados de bienes y servicios, entonces las necesidades de quienes no tienen ingresos para participar en dichos mercados, simplemente no existen. Eso queda muy bien mostrado economtricamente, en las ecuaciones que calculan el bienestar social neto (BSN) de un bien o servicio en el mercado. Ecuaciones que nunca calculan cuantas personas participan se benefician del producto en cuestin, es decir, a la econometra le es indiferente si el BSN, beneficia a una persona o a un milln de personas. Por tanto, el bienestar social, en economa es un tipo de bienestar que slo puede ser derivado de los procesos mercantiles. que generan lucrativas ganancias para los dueos de los medios de produccin (observar, por ejemplo, las lucrativas ganancias de la ISAPRES chilenas a costa de la salud de los ciudadanos). Todo esto para la disciplina econmica es eficiente manejo econmico, eficiente y optima asignacin de recursos. Por tanto, la nocin de bienestar social siempre est subordinada a la de rentabilidad mercantil de inversionistas privados. Pero los economistas blanquean el sepulcro (putrefacto de codicia, corrupcin econmica y depredacin del medioambiente) declarando que la economa procura el bienestar social de las personas y que ello se puede calcular economtricamente.Por ultimo, queremos comentar la ltima idea de esta definicin de Economa, a saber, que bienes y servicios procuran la satisfaccin de necesidades mltiples y jerarquizadas. Es correcto declarar que toda demanda para ser efectivamente real y no mera abstraccin o equivalencia, debe corresponder a necesidades sentidas por el consumidor. Por tanto, la produccin de bienes y servicios debe relacionarse sistemticamente con dichas necesidades, pero siempre desde la ptica de ganancias lucrativas a las que aspira el oferente. Y si para que la demanda sea real hay que instalar necesidades entonces se crean. Si para que un medicamento se consuma lucrativamente, hay que enfermar a la gente contaminando con virus y bacterias entonces se contamina, pues dicha contaminacin slo ser una externalidad econmica. A la disciplina econmica no le interesa cmo surge o como se satisfacen o no, las necesidades de la gente, slo le interesa que haya una efectiva demanda de los bienes y servicios producidos y que reporten las ganancias lucrativas esperadas. Mientras la actividad mercantil imperante aporte al PIB, todo lo dems son consideraciones extraeconmicas. A la economa, slo le interesan las condiciones economtricas por las cuales un bien o un servicio entra o sale del mercado. Slo en el contexto de esta perspectiva economtrica interesan las necesidades del cliente. Y slo desde esta perspectiva la disciplina econmica considera el bienestar social. Respecto del clich de que la necesidades humanas son jerarquizables, cabe subrayar que ello slo tiene que ver con prejuicios antropolgicos economicistas que ven al ser humano como homo laborans, muchas veces slo como animal de carga, que vende su fuerza de trabajo por un miserable sueldo de subsistencia. Claro que en condiciones de pobreza, de explotacin y de miseria vital, quedan jerarquizadas las necesidades de sobrevivencia vital, respecto de las intelectuales, espirituales, morales, autorrealizacin personal, etc. La jerarqua de necesidades ofrecida por Maslow es slo ideolgica y arbitraria. Antonio Elizalde et al ha sostenido consistentemente la necesidad de concebir las necesidades humanas como no jerarquizables en los programas de intervencin social sino, todas ellas juntas en un nivel horizontal, pues cualquiera de ellas que se deje de atender, atenta contra la dignidad de la persona humana y adems, de hecho, hace ineficaz a todo proceso de intervencin social. Por tanto, la disciplina econmica al sostener la jerarquizacin de las necesidades humanas, implcitamente opera con una concepcin antropolgica de la persona jibarizada y reduccionista, precisamente para poder manipular sus necesidades humanas pauperizndolas en funcin de la lucrativa rentabilidad de bienes y servicios en el mercado. Es esta misma mentalidad, antropolgicamente miserable, la que le permite concebir, a la disciplina econmica, sin problemas crticos, ni socio-ticos la repugnante idea de un sueldo mnimo, es decir, que slo atienda a las necesidades de sobrevivencia vital. Pues bien, todas estas son las bondades de la putrefacta disciplina econmica, que los seores economistas se empean diligentemente en blanquear. Decimos con propiedad que es putrefacta, porque hemos podido mostrar y demostrar que la propuesta antropolgica y socio-tica de la disciplina econmica es tica, poltica y moralmente repugnante. Y que los fines de tal disciplina son espurios, y manifiestamente antisociales. Noten ustedes estimados lectores, que en este artculo nada hemos dicho, sobre la consideracin del trabajo humano como mera mercanca, al interior de la disciplina econmica. Cuestin de suyo, mximamente problemtica, que de hecho, implica una degradacin sistemtica de la dignidad de la persona humana. Pero es obvio, la dignidad de las personas no es, ni podra ser nunca un problema econmico. Efectivamente, de dignidad los economistas, nada saben.Ivn Canales Valenzuela

Diciembre de 2012. I. Kant, Crtica de la razn pura, B 862.

La falacia naturalista es una falacia que, aunque descubierta y nombrada por el filsofo ingls Henry Sidgwick es ms conocida gracias a su discpulo George Edward Moore, por su utilizacin en el libro de 1903 Principia ethica.

Cf. Bruno Latour, Vincent Lpinay. La economa, ciencia de los intereses apasionados. Introduccin a la antropologa de Gabriel Tarde, Buenos Aires: Manantial, 2009, p. 28-29.

Cf. Kant, Crtica de la razn pura, B 860 ss.

Cf. Nuestro artculo: Las Variables Ceteris Paribus en Economa: de la Irresponsabilidad Epistemolgica a la Irresponsabilidad tica. HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/05/las-variables-ceteris-paribus-en.html" http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/05/las-variables-ceteris-paribus-en.html.

Cf. http://www.presseurop.eu/es/content/article/1469401-clase-media-los-nuevos-pobres-europeos.

Cf. Nuestro artculo: HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/05/el-destino-del-capitalismo-desde-la.html"El Destino del Capitalismo desde la Teora Econmica de la Plusvala (I y II): HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/05/el-destino-del-capitalismo-desde-la.html" http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/05/el-destino-del-capitalismo-desde-la.html.

Cf. HYPERLINK "http://www.elmostrador.cl/autor/marcokremerman/"MARCO KREMERMAN. Investigador de la Fundacin SOL. @lafundacionsol

HYPERLINK "http://www.fundacionsol.cl/"http://www.fundacionsol.cl Las 4 mil familias que viven en el mundo de Bilz y Pap. HYPERLINK "http://www.elmostrador.cl/opinion/2011/11/08/las-4-mil-familias-que-viven-en-el-mundo-de-bilz" http://www.elmostrador.cl/opinion/2011/11/08/las-4-mil-familias-que-viven-en-el-mundo-de-bilz.

Cf. http://es.wikipedia.org/wiki/Coeficiente_de_Gini.

Los servicios son cosas intangibles, que no se pueden almacenar porque su produccin se lleva a cabo simultneamente con su consumo.

Cf. Nuestro artculo, HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/11/consideraciones-sobre-el-concepto.html"Consideraciones sobre el Concepto Fenomenolgico de Lebenswelt para la Configuracin de una Hermenutica Econmica, el anlisis de las ecuaciones para el Bienestar Social Neto (BSN). HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/11/consideraciones-sobre-el-concepto.html" http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/11/consideraciones-sobre-el-concepto.html.

Cf. Anuario CEIM 2006. Los inmigrantes en la comunidad valenciana. Valencia: CEIM/Bancaja, p. 12-13.

Cf. Nuestro artculo, Sobre la Esencial Indignidad del Trabajo Asalariado. El Salario como Cadena Invisible de la Esclavitud Humana. HYPERLINK "http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/10/sobre-la-esencial-indignidad-del.html" http://opinionessocioeticas.blogspot.com/2012/10/sobre-la-esencial-indignidad-del.html.