La escuela y la cuestión social (Tenti Fanfani)

En este ensayo el sociólogo nos muestra como se fue deteriorando la educación a través de diferentes manejos políticos y como también la sociedad va descreyendo del aparato educativo viendo los pésimos resultados que se reflejan claramente en sus hijos.La educación como tema esencial no debiera ser apartado del la discusión político, sin embargo lo es. Este es uno de los claros problemas que tenemos como sociedad. Esto es en síntesis lo que refleja el primer capítulo del ensayo del sociólogo Fanfani. La escuela es interpelada, cuestionada y acusada cuando se trata de buscar al “responsable” de los problemas nacionales. Ciertamente hay un mal funcionamiento en el mal funcionamiento educativo. Si muchos ciudadanos no consiguen trabajo es, entonces, porque no hay un buen sistema educativo que genere la capacidad para conseguir un trabajo respetable. Y en otros términos es porque tampoco han recibido una formación cívica y moral en ninguna entidad educativa.Por una serie de razones estructurales la escuela no está capacitada para cumplir con estos mandatos tan ambiciosos. Y resuelve el capitulo el autor diciendo que “todo lo que sucede en la sociedadtiene impacto en la escuela.En el segundo capítulo declara que en la década de los noventa la cobertura en la franja de edad de 15 a 17 años creció un 22% y que la mayoría de los estudiantes son pobres, luego son esos mismos adolescentes los que tiene tremendas dificultades para proseguir y hasta terminar con sus estudios. A esto se le suma los cambios en el sistema educativo y la falta de esperanza o de modelos, cuestión no salvada por las políticas presentes, si no todo lo contario.La ley federal de educación contempla tres líneas básicas: Ampliación de la oferta escolar, en especial para adolescentes de sectores marginales, construcción de escuelas, equipamientos, etc. La segunda son las políticas compensatorias que garantizaban la escolarización y el aprendizaje de los sectores más desposeídos mediante becas escolares. Y la tercera proponía producir cambios cualitativos en la oferta laboral escolar. Promovió cambios en los sistemas educativos, la renovación de contenidos y métodos de aprendizaje. Y por último las transformaciones de fondo; en los modos de gestión del sistema educativo, como de las instituciones escolares.

Pero todo esto fracasó por implementarlas de manera errada. Se ve al examinar los resultados de gestión educativa y la organización.Esto también se refleja al observar los títulos y certificados que otorgan el sistema y que caen en lo obsoleto al no ser garantía de posesión de esos saberes. Por parte del poseedor.En otros términos, dice el sociólogo Fanfani que los niños de 6 años que se incorporaban a la escuela debían reunir una serie de requisitos, tales como interés motivación por el estudio, saber hablar, mantener un comportamiento correcto, aseo, puntualidad, responsabilidad, disciplina, salud, alimentación. Contención afectiva. La institución escolar confiaba en la familia para mantener y garantizar estos requisitos. Pero no contaban con que en cierto modo eso se fue perdiendo entonces al carecer el estudiante de todas esas normas básicas, abandonaban o fracasaban, sin embargo y viendo este problema, no dudaba la sociedad en declarar que solo los adolescentes tenían el problema en ellos y no hacían de esto cómplices a otras instituciones, sociales o familiares. En el capítulo 4 deja bien en claro Tenti Fanfani que los colegios y escuelas de los grupos sociales e excluidos ya no son moldes que “dan forma” a los alumnos que los frecuentan, sino que tienden a ser como “instituciones de

plastilina” que adquieren la forma de aquello que contienen.La decadencia de la escuela públicapareciera no tener fin. En el 2004 muchos niños no tuvieron derecho al acceso a la educación.Las críticas de los padres a todo esto fue contundente, sentían un gran detrimento de la educación a niveles irremontables y se hicieron oír al preguntarle de los casos más populares. Las críticas eran tanto al edificio al que iban como al estado decadente del mobiliario y más aun a los permanentes paros de los profesores. Por otro lado viendo la gran falta de respeto y sobre todo que se ha puesto violenta la escuela, muchos padres proponían que se volviera a la vieja forma de la escuela expulsora.Ya en el último capítulo el sociólogo admite que la escuela necesita cambios de profunda renovación. Para ello cita algunas maneras de renovación: Populista, autónoma.Aunque estos recursos (políticos, financieros y científicos-tecnológicos) son necesarios. Y los tres deben ser reproducidos de forma simultánea.En conclusión el sociólogo Tenti Fanfani deja bien en el “tapete” las consecuencias de la desafortunada aplicación de la Ley Federal de Educación, que hizo estragos en la base de muchos estudiantes en la década del noventa; aunque bien debemos tener en cuenta que el arrastre vino de antes y que no hubo nada mejor para que esta actualidad no nos toque de pleno.