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    ACTIVIDAD 5 ALBA MONEDERO

    EL ACTIVISMO EN LOS CAMBIOS SOCIALES

    El principio de la estrategia activista se basa en la ocupacin masiva del espacio pblico como forma de hacer

    visibles las reivindicaciones y hacerlas llegar tanto a los ncleos de poder como a la poblacin de a pie. Desde

    mi punto de vista es una gran estrategia para la deslegitimacin pacfica de una entidad que comete abusos

    dentro del mbito empresarial. El peligro de ocupar el espacio pblico se basa en la credibilidad de las

    demandas activistas, que pueden ver boicoteadas sus acciones por las mismas organizaciones que acusan, con

    ms poder y contacto poltico que seguramente los grupos que estn haciendo la presin. En este sentido, la

    propuesta demuestra cmo el xito del plan se basa en una buena coordinacin a nivel internacional mediante el

    contacto con ncleos de poder que refuerzan en el momento adecuado la informacin y acusaciones pblicas

    que los activistas presentan ante la poblacin. Para que la estrategia pacfica de este tipo pueda lograr el

    objetivo de desacreditar una gran empresa como la Shell, es necesario establecer una agenda previa en la que

    se tenga en cuenta:

    - momento de aparicin de la estrategia publicitaria mediante acciones a distintos niveles en el espacio pblico:aparicin en medios de comunicacin de las demandas activistas, reparto de informacin sobre las actividades

    fraudulentas de la empresa, manifestaciones frente zonas estratgicas del entramado empresarial que conciten

    la repercusin pblica, campaa de publicidad para la reconstruccin de la imagen...

    - posibles contactos dentro de la empresa que refuercen las acusaciones y puedan ofrecer un punto de vista

    interno para dar prueba real de las acusaciones ante la opinin pblica.

    - compromiso de los contactos polticos y organizaciones no gubernamentales de que defendern mediante la

    autoridad pblica la informacin que se difunde por parte de los activistas ante medios de comunicacin y otras

    instituciones.

    - anlisis de la posible respuesta a las actividades de los activistas por parte de la empresa tras la aparicin de

    la campaa, a pesar de que sta ya haya podido dar el resultado esperado: campaa contraria de

    desacreditacin de los activistas por parte de la empresa utilizando sus mismos medios, posibles acciones

    legales que defiendan su imagen en una posible transgresin de la libertad de expresin, encubrimiento de su

    actividad por medios lcitos o no, refuerzo de sus intereses empresariales a travs de lobbies polticos afines que

    defiendan su actividad pblicamente

    Creo que slo estableciendo una planificacin previa bien coordinada tanto a nivel estratgico como humano se

    pueden evitar las reacciones violentas que puede causar una accin de estas dimensiones. La estrategia

    pacfica toma parte cuando hay una previsin de enfrentamiento con un enemigo, que adems seguramente es

    superior, y se quieren conseguir los objetivos sin tener que sufrir una represin que impida la consecucin del

    camino trazado. Es entonces cuando existe un peligro de violencia por ambas partes. Por un lado por la parte

    que se ve atacada, que puede anticipar una respuesta agresiva sobre todo si tiene ms medios para movilizar

    su accin; por el otro, la parte que puede verse debilitada por esta respuesta, lo que a su vez puede llevarle a

    utilizar medios ms agresivos y radicales que pondran en juego la credibilidad de sus demandas

    desmembrando la estrategia sin conseguir la incidencia que se propone. Por eso creo que la conviccin, la

    resistencia, pero sobre todo un buen trabajo previo de planificacin son las herramientas ms tiles para que

    triunfe la accin pacfica cuando se ve enfrentada a una situacin hostil.

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    EL EJEMPLO DE SHELL EN LA REALIDAD COLOMBIANA

    Me parece que el ejemplo de la Shell no slo es aplicable a la realidad colombiana, sino que es necesario. Sin

    embargo, el seguimiento histrico de las acciones activistas en el pas dan cuenta de la desilusin y el

    agotamiento que los defensores de derechos humanos viven actualmente en su lucha. Por eso es necesario no

    caer en la apata de la experiencia e intentar renovar fuerzas dentro de las organizaciones que trabajan para

    transformar la realidad utilizando la presin pblica para provocar los cambios. El problema fundamental que

    existe en Colombia es la credibilidad internacional que tienen diversas instancias gubernamentales, en las que

    se ha demostrado su participacin en casos de corrupcin y violacin de derechos humanos. En este caso no

    slo se est actuando sobre una empresa que defiende sus intereses econmicos mediante la financiacin

    armada, sino que adems en el caso colombiano se ha demostrado la implicacin de organismos estatales

    dentro del entramado de manipulacin meditica. La doble cara que durante ms de medio siglo ha conseguido

    una imagen de Estado de Derecho del gobierno, ha posibilitado que la acusacin sobre la explotacin

    empresarial sea limitada a reductos violentos, ahora terroristas, que la desvinculan del origen econmico y

    poltico de las violaciones cometidas. El mismo gobierno da fe de esta teora para poder aprovecharse de losbeneficios que implica para las lites la permanencia de grandes empresas en su terreno. En Colombia no existe

    un acuerdo internacional sobre la perversidad de un "apartheid", sino que el conflicto armado que lleva aos

    producindose est defendido, incluso desde pases vecinos, como una lucha antiterrorista necesaria ante la

    inseguridad que provocan los grupos que mantienen actividades ilcitas dentro de sus fronteras. La

    demostracin de una financiacin de facciones violentas por parte de lobbies empresariales para que defiendan

    sus intereses en detrimento de la poblacin (paramilitares), se esconde ante la opinin pblica bajo la necesidad

    de la lucha armada por la aparicin de otros grupos violentos encargados de actividades ilegales. Por lo tanto, el

    gobierno colombiano se ha situado en un estadio intermedio que le permite promover sotavento la explotacin

    de recursos naturales por parte de las lites (en detrimento de la poblacin, que sufre la violacin de sus

    derechos con el establecimiento en su territorio, sin obtener tampoco la repercusin econmica directa),

    mientras se configura como el brazo defensor de la justicia (armada) con el argumento de la existencia de

    grupos violentos que van en contra de la seguridad y defensa del Estado. La complejidad de factores y la

    confusin de las intenciones e intereses de cada uno de los actores en el terreno colombiano, hacen que una

    actividad de este tipo sea mucho ms complicada y delicada para conseguir la presin internacional y pblica

    necesaria para poner fin al abuso por parte de las empresas y los organismos implicados.

    En este sentido debera tenerse en cuenta la desarticulacin de la estrategia estatal de doble cara a fin de que

    se pueda demostrar cmo los intereses econmicos estn propiciando directamente las violaciones contra la

    poblacin. Pero no toda la gestin del gobierno colombiano est dedicada al brazo armado, y por lo tanto cuenta

    con una credibilidad mantenida por un crecimiento bien gestionado que por lo menos ha permitido que algn

    sector social consiga el bienestar econmico. Por lo tanto, el trabajo debera centrarse no tanto en la imagen de

    las organizaciones, sino en la acusacin directa de personas que ostentan el poder y sobre las que se ha podido

    descubrir una implicacin en los casos de violaciones de derechos humanos. El problema actual es que la

    poblacin acomodada que puede conseguir, gracias a la adhesin a una causa, que se lleven a trmite estos

    abusos, ya hace tiempo que es consciente de la perversin con la que actan las multinacionales fuera de sus

    fronteras. El desnimo y la impotencia aparecen tras observar cmo durante tanto tiempo se perpetan las

    mismas prcticas de explotacin sin que los organismos nacionales o internacionales hayan actuado con la

    suficiente presin para eliminar estas prcticas. Esto supone una dificultad aadida, quiz la ms difcil a la hora

    de plantear una estrategia de incidencia meditica y movilizacin social sobre las denuncias empresariales,porque en una accin de este tipo es necesario generar una respuesta masiva que se muestre pblicamente

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    contraria ante el gobierno para que interceda. Adems es de sobras conocido la articulacin de ncleos de

    poder, los lobbies, que defienden sus intereses incluso a escala internacional, y que en la mayora de casos

    cuentan con apoyo e incidencia poltica en los congresos. Adems, en el caso colombiano, el temor a ser

    estigmatizado, perseguido o acusado por el mismo gobierno, impide que la poblacin implicada se defienda

    muchas veces pblicamente, y acate la situacin sin posibilidad de activar los cambios necesarios para

    transformar las estructuras econmicas y polticas a las que se ven sometidos.

    De todas maneras creo firmemente que este tipo de acciones se deben de seguirse llevando a cabo, quiz no

    de una forma tan espontnea ni esperando una reaccin inmediata como en el caso de Shell, sino planteando

    una estrategia a largo plazo con la difusin constante, que vaya germinando en el conocimiento de la masa para

    que cuando se obtengan pruebas reales para hacer una acusacin jurdica, la manipulacin de estos lobbies y

    ncleos pierda incidencia y su actuacin se presente con una imagen ms debilitada. El xito de la estrategia

    parte de la credibilidad de la informacin que refuerza la acusacin, ya que se hace desde organismos externos,

    independientes, que no estn vinculados a ningn inters particular en los casos denunciados, y que por lo tanto

    cuentan con el apoyo de la conciencia pblica en la veracidad de sus demandas. A pesar de todas lasresistencias histricas, tambin se ha conseguido establecer una fuerza independiente e imparcial, de la que

    participan ONG's, instituciones privadas y otros sectores de la sociedad civil, que tienen mayor apoyo por parte

    de la poblacin con el que cuentan incluso los grandes poderes econmicos y polticos. Y es mediante la

    repercusin de este conglomerado de organismos que se genera la adhesin de la poblacin necesaria para

    desacreditar y desarticular las partes encargadas de cometer los abusos contra derechos humanos. Un camino

    en el que las bases ya estn construidas, pero que supone una lucha constante por parte de las personas que

    defienden la necesidad de establecer una sociedad global ms justa e igualitaria.

    En el caso de Colombia la presencia del PBI a mi modo de ver forma parte fundamental de esta estrategia, y

    ayuda tanto a la proteccin de defensores amenazados como a la credibilidad pblica de sus demandas. El

    acompaamiento constante le ha permitido un conocimiento profundo de la realidad colombiana, ayudando a

    esclarecer los autores y las causas de las violaciones de derechos humanos. Es por ello que creo que es muy

    importante el mapa informativo que ofrece en el momento de trazar un seguimiento sobre los orgenes histricos

    del conflicto armado y los actores en juego. Sin embargo, aunque creo que la organizacin cuenta con una

    buena articulacin en todos los niveles de la sociedad (contacto con la situacin de la poblacin a travs del

    acompaamiento; delegacin diplomtica como medida de intervencin poltica; relacin con organismos

    internacionales para la movilizacin de poderes tanto mediticos como jurdicos), creo que la estrategia de Shell

    planteada aqu es una de las claves en su funcin que, por lo que yo he podido ver hasta el momento, no est

    trabajando en tanta profundidad. En este caso, una de las ONG's que creo que coordina estas acciones con

    ms repercusin es Greenpeace, que a lo largo de la historia ha conseguido una concienciacin masiva sobre

    los peligros del cambio climtico, e incluso introducir la temtica en las prioridades de la agenda poltica

    internacional. Aunque la realidad colombiana es de sobras conocida por amplios sectores en los pases

    desarrollados, la longevidad del conflicto ha provocado que exista un desinters general sobre su evolucin, y

    por lo tanto a da de hoy hace ms difcil que haya una reaccin inmediata de la sociedad civil que permita que

    se tomen acciones directas y drsticas para que se den lo cambios necesarios. Por eso tambin creo que la

    estrategia del PBI, ms centrada en la incidencia directa sobre ncleos de poder que puedan tomar decisiones

    en casos concretos, a fin de que haya una consecuencia directa sobre los acusados, representa en estos

    momentos la actuacin ms urgente e importante de un organismo independiente. Pero a pesar de ello creo que

    tambin es necesario una difusin en el espacio pblico, que consiga hacer llegar a una gran parte de lapoblacin, las realidades sobre las situaciones y los actores que se estn cometiendo en contra de los derechos

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    humanos. En ste sentido creo que desde el PBI se debera potenciar el departamento de difusin, que se

    encargara del goteo de informacin en medios nacionales como internacionales, y a travs de otras fuentes, que

    hicieran aparecer la problemtica colombiana como un objetivo prioritario dentro de la actuacin pblica de la

    sociedad civil.