La Guerra de Los Aspectos

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Las Aventuras de Perle La Guerra de los Aspectos Juan Castro M.

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    PRLOGO

    Era difcil para el orco Urluk, brujo y alquimista, llegar al punto en que la mezcla era perfecta. No era una cosa de materiales, sin duda, porque sus proveedores eran obligados a mantener los horarios y los calendarios al pie de la letra. Era ms una cosa de inquietud. El pobre orco haba estado trabajando sin descanso durante ya un buen par de semanas tratando de imitar a un nivel ms bajo lo que Lord Vctor haba conseguido con horribles pruebas. Los sujetos hasta ahora no eran nada buenos: uno que otro aventurero desdichado, cansado y sobre todo viejo, o a veces algunos de los mismos miembros del Culto que se ofrecan voluntariamente para hacer experimentos cuando ya no servan para lo que haban sido reclutados. Claro, haba que hacer mezclas especficas cuando los desdichados cuerpos haban llegado a su madurez completa para que lo poco y nada que haba que llenar en la evolucin, pero cuando los cuerpos eran jvenes eran propensos a ser fcilmente modificados. El pobre y a veces loco Urluk viva ahora en el sur de Hyjal, alejado de su familia por sus vicios con la experimentacin qumica y desterrado por adorar a criaturas que estn ms all de lo sanamente aceptable. No saba de dnde sala ese pequeo gusto por el sufrimiento ajeno, pero era algo que se le daba mucho ms de lo que debera. Por eso, pese a haber estado un par de semanas trabajando en la mezcla, saba que esta vez conseguira su objetivo. El agraciado como sola llamar a las vctimas era un humano joven y rubio. Podra haberlo considerado un nio si no hubiese sido un problema meterlo en la jaula que ahora le quedaba bastante apretada y si sus facciones no hubiesen representado su edad real. El pobre chico haba sido capturado y entregado por un culto extrao, pero aliado a las intenciones del Martillo Crepuscular. Algo de druidas de fuego, o algo que a Urluk no le llamaba demasiado la atencin. Al menos no ms de lo que la pasin por la alquimia ejerce en l. La misma alquimia con la que haba estado trabajando en la pcima de trasfiguracin que deseaba perfeccionar lo ms pronto posible. El chico ya se haba acostumbrado al lugar donde estaba, aunque rezongaba demasiado por la casi nula comodidad. Quin trabaja en semejantes condiciones, de todas formas? Una choza a oscuras, llena de cuerpos descartados luego de la experimentacin, llena de libros y papeles que tomaran semanas en ser ordenados y la constante presin de los no muy amables vigilantes del culto. Eso, ms un chico en una pequea jaula que deca cosas que para un orco seran realmente hirientes y provocadoras. Un chico que no quera hacer otra cosa que escapar como fuese posible de ese lugar. No le agradaba en lo ms mnimo la idea de haber perdido sus pertenencias en especial el libro donde sola hacer sus anotaciones y una ya vieja

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    bolsa de especias que haba trado desde Nordrassil y posiblemente no era el seguidor nmero uno de la idea de ser transfigurado a la fuerza en uno de esos servidores elementales. Pas la tarde y lleg la noche. A estas alturas y despus de unos cuantos das el pan rancio era un manjar para el pobre chico, lo cual ya era una verdad evidente para sus captores. Por alguna razn, hubo un poco ms de movimiento que en otras ocasiones en esa noche y Urluk fue avisado de hacer abandono de las instalaciones con lo que pudiera llevar. El orco, como todo buen alquimista, aborreci ser interrumpido, y mand a frerse los sesos al trol que quiso escoltarlo. Luego de la insistencia del trol, pidi que se montara una guardia pesada alrededor de la choza, y le dijo que l y sus guardias se reuniran con el resto apenas terminase de formular los ingredientes. Cay la oscuridad de la noche por completo, y luego de unos minutos las flechas cayeron en las frentes y las sienes de cada uno de ellos en silencio. Urluk no era tonto ni sencillo, segn l, y tom su bastn de elementium forjado y un par ms de lquidos y sustancias hostiles para defenderse, cuando de repente sinti que alguien le haba dado una palmadita en la cabeza. Lo que se senta y vea era bastante extrao: luego de la palmada, abri los ojos y sinti un fuerte dolor de crneo que a los segundos desapareci. Al abrir el ojo izquierdo, se dio cuenta que vena algo que obstrua su visin, y que se alargaba en el espacio. El calor vino despus, y fue ah donde se dio cuenta que el otro ojo colgaba deshecho de la punta de la flecha que le atravesaba la cabeza. El cuerpo sigui la reaccin natural y se desplom al suelo como un saco repleto de patatas, permitiendo al pobre Urluk ver el rostro de su asesina. Era una elfa nocturna, de cabellos blancos como la plata y postura firme como el acero. Vesta los colores de los elfos de Nordrassil debajo de una armadura compuesta de escamas de dragones crepusculares. Los ojos dorados brillaban tanto como su brazo derecho envuelto en llamas? El orco no alcanz a percibir ms. La segunda flecha le dio en el ojo izquierdo, destrozando lo poco y nada que le quedaba til. Perle estaba ya acostumbrada a la letalidad. Siendo cazadora, era importante prodigar la certeza en cada disparo, y ms an si el enemigo puede poner un conjuro en tus armamentos. No era la primera vez que mataba por gusto. Lo haba hecho antes, en las Tierras de Fuego, donde descabez al traidor Corzocelada usando el poder que haba absorbido involuntariamente al rescatar a Aryento. Ms adelante la caza de traidores continu, trayendo muerte a ms personas como ella o ms bestias como los repugnantes orcos. A estas alturas daba igual de dnde venan. Los colores los delataban, convirtindolos en dianas vivas para el sonido de las flechas. Ni siquiera ella misma saba de dnde haba nacido ese gusto por la matanza, pero haba algo en ella que la impulsaba a la ira. Si, era la maldicin del fuego que haba consumido su carne, casi como una ofrenda en sacrificio por la vida de su querida bestia. Cada vez que recordaba a aquellos que trataron de profanar las tumbas de sus seres queridos o las tierras que ella tanto amaba, la piel arrugada de su antebrazo derecho se encenda como un volcn, y la sed de sangre explotaba en su interior como una erupcin de odio y deseo de venganza. Sin embargo, era realmente ella?

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    Antes de la devastacin, su cuerpo y alma estaban casi inertes, y su mente y corazn destrozados tras la prdida de lo poco y nada del hogar de su extinta familia. Se haba mantenido as, inspida, hasta que lo poco que le quedaba en el mundo fue amenazado. Luego, este deseo de cobrar sangre por sangre que en sus momentos de cordura la atormentaba por dentro. Haba otras formas, claro, pero el vaco en su espritu se llenaba con la furia de las memorias. Detrs de ella haba al menos doce cadveres de seguidores del Martillo Crepuscular, todos muertos a punta de flechazos certeros y mortales. Delante de ella, la celda cncava que contena al perdido joven Edoran se mantena cerrada mientras que l la observaba con la vaga esperanza de ser rescatado al fin. Ella le devolvi la mirada de forma amenazante, y una ltima flecha fue apuntada a la frente del chico tan cerca que se poda sentir el filo de la hoja. Pareci que algo se esfum de ella, pues las facciones del rostro cambiaron de un momento a otro. El pobre paje no era un traidor ms, sino casi una vctima de las torturas del Culto. La rendija se abri luego de poco esfuerzo por parte de la cazadora, y luego ella camin fuera de la choza. l camin detrs de ella, tal y como lo haba hecho hace unas semanas atrs.

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    UNO

    El collar de Ashtiel susurr Perle, examinando un trozo de madera abollado por marcas de pelea y el tiempo Ahora que lo recuerdo, fue por aqu donde lo encontr. El bosque de Vallefresno an mantena el aroma fresco de la hierba virgen y los troncos anchos de la abundante naturaleza caracterstica de la zona. Pese a la guerra que se luchaba a unos cuantos kilmetros, en Astranaar, el silencio tranquilizador de las noches del bosque an estaba ah incluso despus que la Devastacin azotara el mundo. Perle no poda evitar recordar la explosin del volcn cerca de la casa de su familia cada vez que pensaba en el pasado, y eso la llevaba a lugares algo oscuros. Edoran estaba fascinado escribiendo. Se haban detenido a obtener suministros en Puesto de Maestra, y por fortuna para l pudo conseguir un libro nuevo y algo de carboncillo para poder empezar a escribir su diario una vez ms. Nunca haba estado en tierras lficas como stas, y no quera dejar pasar absolutamente ningn detalle de lo que vea. Perle segua revolviendo las cosas que estaban en sus mochilas, buscando piezas para fabricar ms flechas. Haba dejado el collar de Ashtiel Mokazn, para los que hablan la lengua comn de lado un momento para hacer un poco de orden y encontrar todo ms rpido. Las lecciones de Jhaan an estaban frescas en su memoria, y cuando manufacturaba la flecha recordaba las manos de su tutor en las de ella, ensendole desde el pasado cmo dejar bien apretado el astil en la punta. El pasado. Aqul pasado donde haba ese algo que ahora le faltaba, y que no saba bien que era. Paz, quizs? No era posible, pues ella misma estaba haciendo la paz ahora, al cazar las cabezas de aquellos que decidieron unirse al enemigo. Sin embargo, algo faltaba, pensaba ella, y no saba exactamente La flecha salt de sus manos al arco, y del arco a una mano de tez tan blanca que llegaba a ser brillante al lado de la fogata nocturna. Era una figura delgada, algo ms baja que ella, encapuchada y cubierta por lo que pareca ser una tnica de escamas similares a las que ella llevaba en su armadura, pero similares a la textura y colores del oro. Perle no se haba percatado de su presencia y cercana, y hubo un segundo en el que incluso se sorprendi. Por supuesto, ms sorprendida an estaba de ver que la figura haba sido capaz de atajar la flecha con la mano a la altura del rostro, aunque ella intencionalmente no haba disparado a matar.

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    Esa es solo de advertencia. Dijo la cazadora a la figura Vete ahora, o tendrs una atravesada en la garganta antes que puedas dar otro paso. En lugar de retroceder, la figura sorprendentemente alcanz a dar otro paso. Si no hubiese recordado ese momento como lo vio, la flecha que ahora estaba en su mano le habra atravesado la garganta como la elfa cazadora haba amenazado. La tensin llenaba el aire, y Perle no estaba del todo paciente ahora. Mustrate y presntate, o no tendrs oportunidad de repetir tu truco jams. Me sorprende que incluso cuando haya visto el futuro dijo la delgada figura tema por mi vida al estar frente a ti. Ahora entiendo porque mi seor me ha enviado a buscarte. Las delgadas manos tomaron la orilla de la capucha de escamas para revelar el rostro de una bella alta elfa de cabellos cortos y dorados. Sus facciones esbeltas combinaban con su figura, y solo sus ojos azules reptilianos revelaban su verdadera naturaleza. La cazadora no era fcil de intimidar, y apunt firmemente al largo cuello de la elfa. Mi nombre es Tick, guardiana de las Cavernas del Tiempo. Soy aliada y estirpe de Nozdormu, el Aspecto Dragn del Tiempo.

    A qu vienes? Dijo la cazadora en un tono bastante agresivo No le debo nada a los dragones, mucho menos a tu lder.

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    De hecho, hay un favor que debemos pedirte. Tras caminar un paso, Tick se dio cuenta que Perle estaba escuchndola atentamente. De otra forma, seguramente estara tirada en el piso atravesada por ms de una flecha. Una vez ms, no le debo nada a los dragones ni a nadie. No tengo necesidad de hacer favores a cualquiera que venga a pedirlos. Resolvi, bajando la guardia para dejar el arco y la alijaba de lado y seguir con sus asuntos. Era cierto. Pese a que ella le tena un profundo respeto a los Aspectos y en especial a Ysera desde aquella conversacin en Nordrassil hace un tiempo, ya haba ayudado a mucha gente incluso gente muy poderosa a cambio de migajas. No le gustaba sentirse estafada, ni mucho menos tener que perder el tiempo. La molestia de Tick no era visible, pero estaba ah. Por lo general no era tan difcil pedir el auxilio de aventureros cuando era necesario, pero en el caso de esta elfa tendra que ser un poco ms ruda. Perle no se dio cuenta cuando Tick se aproxim tanto como para tomarla del brazo. Solo supo que todo lo que estaba alrededor de ella se distorsion de un segundo a otro, envuelto en una nube de arenas. El nio Edoran, Aryento, la fogata y el pequeo campamento se desvanecan como si estuviesen hechos de arena y el viento se los llevase, y los rboles se reducan abriendo el paso a otros que aparecan de la nada o eran arrastrados de vuelta por quienes los haban cortado. Solo pudo quedarse inmvil y sin aliento mientras vea el bosque mismo retroceder en el tiempo. Se dnde me llevas, Tick. No logrars comprarme con esa excusa barata de hazlo por la memoria de tus padres. Sabes bien que No es all donde te llevo la interrumpi la dragn y no es por eso que debes ayudarnos. Observa y escucha, pues la ignorancia es lo nico que te separa entre lo que haces ahora y lo que deberas hacer. El bosque segua cambiando, hasta llegar a un escenario familiar y horrendo para la elfa nocturna. Era ms fcil recordar y olvidar que estar ah nuevamente, entre los braseros y picas en las que estaban ensartados completos o por partes los desdichados habitantes del pueblo donde ella naci y vivi. No se atrevi a buscar los cuerpos de sus familiares, pero s se vio a s misma hace miles de aos arrodillada y sollozando a la noche, frente a... tuvo que apartar la vista, y Tick no la oblig a presenciar la escena. No era precisamente lo que ella quera mostrarle, y volvieron solo un poco ms atrs. Casi al otro lado del mundo, mientras t llorabas a tu familia, sucedi lo que bien recuerdas, Perle. No le fue necesario recordar, pues Tick, ahora asumiendo su forma de dragn se hizo cargo de subirla a su lomo mostrarle lo que suceda en ese mismo momento. En el horizonte, una luz verde se alzaba hacia el estrellato, y ellas atravesaron el cielo para llegar al origen. Debajo de

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    ellas, las hordas de demonios arrasaban con pueblos, animales y personas sin titubear. Perle no pudo ver dos veces lo que suceda en tierra, pues una vez ms, no era eso lo que Tick quera que la cazadora viera. Haban abandonado ya los bosques de Vallefresno, y la fuente de la luz estaba ms cerca. Lo que ahora es ocano, en la visin se vean como frondosos bosques repletos de edificios de elfos y otras razas y culturas que ahora se han perdido en las profundidades. Haba escuchado los rumores de las criaturas que los trols amistaban en esos bosques: unas bestias altas que gustaban de la magia y de someter a otros en la esclavitud. Sin embargo, nunca los haba visto, y ciertamente a la dragn no le interes en lo ms mnimo darle una clase de civilizaciones a Perle. De pronto, estuvieron ah: los edificios de los elfos se erguan cada vez ms altos, hasta llegar al gran palacio de Zin-Azshari, una edificacin tomada en el tiempo de la visin por los Altonatos liderados por la Reina Azshara. Desde all, ambas vean como las casi interminables legiones de la Legin Ardiente se esparcan por el mundo conocido, en bsqueda de aquellos que no haban sido bendecidos por el poder entregado por los demonios. Aterrizaron en una de las plataformas del palacio, y desde all observaron la fuente de la corrupcin que azotaba al mundo. Era una laguna inmensa, ahora distorsionada como una vorgine de energas malficas usadas por los Altonatos para abrir ms portales para los demonios en el suelo. En las alturas, un pequeo destello se enlazaba al centro de la laguna, pero no se lograba divisar lo que haba detrs de la luz. Este, cazadora, es el Pozo de la Eternidad: aquella reliquia que los convirti a ustedes, elfos nocturnos, en las criaturas civilizadas que son hoy. La reina Azshara se ha encargado de conseguir por todos los medios de convertir la energa mgica del pozo en un gran portal por el cual se supondra que el Seor de la Legin, el titn Sargeras, entrara a nuestro mundo. Y eso de all arriba dijo Perle, indicando al destello de luz en el cielo. Eso es lo que otros a quienes hemos buscado y llamado irn a recuperar en otra lnea del tiempo. Eso no es importante ahora, sino lo que ests a punto de ver. La dragn indic con el dedo ndice delante de ellas a varias inmensas criaturas aladas que se aproximaban desde las lejanas. Sus escamas y accesorios brillaban como el metal, y el batir de las alas mova con fuerza los rboles y techumbres de las casas en el suelo hasta el punto de arrancar varias de ellas de sus races y fijaciones. Uno de color azul, otro de color rojo, un tercero de color verde y un cuarto de escamas doradas destacaban en el horizonte, seguidos por miles de criaturas relativamente menores pero poderosas de todas formas. Cuatro de los cinco Aspectos Dragones atendan al llamado de los Elfos nocturnos renegados, y asistan a la canalizacin final de sus poderes en el destello que Tick llam El Alma de Dragn: un disco de oro que contena los poderes y energas de los demonios y los Aspectos

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    Dragones que haba sido forjado por el Guardin de la Tierra Neltharion, que estaba perdido en el tiempo y el espacio en el tiempo normal. El Seor Nozdormu, yo y todos los dragones recordamos este momento con gran dolor y congoja susurraba la dragn mientras se cubra los brazos con su manto de escamas y una parte de cada uno de nosotros deseara dar la vida porque esto no sucediera, pero nos es difcil actuar sin causar problemas en la historia. Para ser dragones Aspectos podran haber sido un poco ms perspicaces dijo la elfa cazadora, disgustada por la falta de sabidura de los dragones en ese tiempo. Aprendimos de mala forma en no dejarnos llevar por el instinto le replic Tick de forma muy dura y bordeando la indirecta. Perle dej de prestarle atencin casi de inmediato, aguantando el regao y enfocndose en la historia que suceda frente a sus ojos. Los cuatro dragones se reunan ms apresurados que ceremoniosos en un crculo alrededor del Alma de Dragn mientras los dracos de los vuelos hacan presencia limpiando el lugar de demonios y altonatos que atentasen de alguna forma contra el ritual. La ms grande de los dragones, la reina Alexstrasza, se acerc un poco ms y llam a sus similares para empezar la canalizacin. Vengan, hermanos. Dijo el Aspecto rojo Brindaremos nueva energa al Alma de Dragn para terminar este conflicto de una buena vez. No me agrada esto, hermana. Respondi Ysera, el Aspecto verde El Alma de Dragn ya es suficientemente poderosa, y Neltharion an no se presenta para poner su parte. Debemos confiar en l, hermana. Ha hecho ya bastantes sacrificios para crear el arma definitiva contra los demonios, incluyendo dar l mismo gran parte de su poder. Sin embargo interrumpi Malygos, el Aspecto azul hay algo extrao en el artefacto. No solo es el poder de nosotros cinco. Puedo sentir algo ms dentro del Alma de Dragn que no estaba antes. Puede ser No! Hermanos, detnganse! De la nada, el brillante resplandor del Alma de Dragn comenz a transformarse en un agujero de oscuridad y fuerzas viles. Los demonios de la Legin comenzaron a sentirse atrados a la fuente de energa y rodearon a los dragones Aspectos incluso cuando los dracos de los vuelos los liquidaban con facilidad. Los Aspectos detuvieron el ritual aunque ya haban vertido buena parte de sus poderes en el artefacto. Las fuerzas que ahora controlaban el Alma de Dragn no pertenecan a la superficie del mundo, sino que estn hasta ahora encadenados a las cavernas y profundidades ms escondidas de Azeroth. Los Dioses Antiguos, como se los conoce desde siempre, haban logrado, de alguna forma, insertar parte de su energa dentro del Alma de Dragn. Para eso trabajaron durante miles de aos en corromper la esencia misma del creador del artefacto. El creador que ahora se presentaba frente a todos para consumar el plan de sus nuevos amos.

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    Neltharion era irreconocible. Haba permitido que la corrupcin de los Dioses Antiguos no solo lo afectase mentalmente, sino que tambin modificara su cuerpo y forma. La voz era ms profunda, su masa muscular haba crecido de forma considerable y las alas ahora eran ms amplias y ensombrecan todo el lugar. Pese a esto, lo ms atemorizante y preocupante para sus semejantes Aspectos eran pequeas erosiones en su piel, de las cuales emergan fuego y magma. Gracias por terminar el trabajo, hermanos. Dijo Neltharion de forma burlesca Es hora de acabar con todo esto. Poniendo una de sus inmensas garras detrs del artefacto, canaliz su parte de la energa para terminar la carga. La mezcla de luz y sombra que emerga del Alma de Dragn era incomprensible, y se enroscaba en s misma como acumulando todo el poder que tena dentro. Es este el momento en que supimos que habamos hecho mal. La confianza nos ceg de la real amenaza que representaba el artefacto, y tambin de la profunda traicin de la que ramos vctimas. Tick no poda evitar apretarse de brazos con fuerza. Cunto deseaba poder volver y deshacer esto! Perle volvi a ella cuando escuch la palabra traidor. Era lo que haba estado haciendo todo este tiempo luego de matar a Corzocelada y varios otros. Acaso el favor que le pedira la dragn de bronce era matar a Neltharion? Cmo podra ser posible si esto es solo una ilusin? El vrtice de luz y sombra alrededor del Alma de Dragn se condensaba a tal punto en que se poda escuchar el crujido de los edificios, los rboles y la tierra misma reaccionando al evento. Los Aspectos retrocedieron junto con sus vuelos, excepto Neltharion que continu por uno o dos segundos con la palma de la garra detrs de su creacin, hasta que todo se silenci y ocurri lo peor. Un inmenso rayo sali del artefacto hacia el cielo, y luego fue dirigido por el Aspecto de la Tierra hacia todo lo que se mova en el lugar. Los demonios cayeron como moscas enfrentando al fuego, pero los elfos nocturnos, tanto altonatos como rebeldes, eran carbonizados al instante. Muchos dracos tambin cayeron heridos de muerte por el poder del rayo, pero a Neltharion no le import. Su misin era bastante simple: subyugar todo lo vivo bajo su nuevo rgimen de poder, bajo amenaza de muerte. Qu has hecho, hermano!? rugi Malygos, enfurecido por el actuar del dragn negro. El Aspecto de la Magia era tan poderoso como el Aspecto de la Tierra, y tanto l como su estirpe se abalanzaron en vuelo sobre lo que pensaban era un acto de furia de Neltharion. No lograron dimensionar la profundidad de la traicin a tiempo, y el rayo que segua asesinando a inocentes y aliados ahora se diriga a los alados azules, matando de forma instantnea incluso a aquellos que estaban ms alejados del lugar.

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    En ese momento no haba ms que hacer. dijo Tick, envolvindose cada vez ms en su tnica Sin la fuerza del Vuelo Azul y traicionados por el Vuelo Negro, supimos de inmediato que si no escapbamos no quedara nada de nosotros. Tuvimos que huir como pudimos, dejando a nuestros aliados solos y a merced de los invasores. relataba mientras Perle observaba como Neltharion se retiraba en persecucin de los otros dragones, pasando a llevar lo que haba a su paso. La vista era desesperanzadora, y en alguna parte a Perle le hubiese gustado poder hacer algo ahora que tena el poder para hacerlo. Sin embargo, no encontraba el punto an de lo que Tick le presentaba todava. Bajo sus pies, de repente, la plataforma en la que estaban paradas empez a temblar. Alrededor de ellas los edificios, los rboles, las decoraciones se derrumbaban como si castillos de arena enfrentasen una fuerte tormenta de viento. Ambas quedaron flotando en el aire mientras vean como el gran palacio de Zin-Azshari colapsaba bajo ellas y la tierra se mova como si alguien estuviese tomando el planeta entero y sacudindolo con rapidez. T eres una de las pocas personas que han sobrevivido a este momento le dijo Tick a Perle nuevamente , aunque para ti fue solamente un terremoto cuando eras pequea. Esto puede ser doloroso, pero es necesario para que comprendas todo lo que debes ver. Era una vista dolorosa para cualquier persona, sin duda. Pese a su fortaleza e indiferencia, Perle no pudo evitar asombrarse por la escena e impedir que sus entraas reaccionaran en instinto. El inmenso remolino dentro del Pozo de la Eternidad empez a salir y entrar de la tierra como si algo la empujase y tirase desde dentro del mundo. Los trozos de tierra, la gente, los demonios y todo lo que haba en el lugar volaban por los aires, y muchas de las cosas vivas perecan al instante al azotarse nuevamente al suelo. De la nada un socavn de energa se abri sobre el Pozo y en tan solo segundos lo poco y nada que quedaba del palacio, la tierra debajo de ste, y la tierra alrededor del palacio a miles de kilmetros fueron absorbidas por el socavn de energa. Perle pudo ver como bosques, lagos, desiertos, criaturas e incluso civilizaciones enteras moran deshechas por la catstrofe. Pensar que ella slo lo sinti como un fuerte temblor despus de llorar a su familia! Esta es la Gran Devastacin que sufri nuestro querido mundo, cazadora. Retom Tick, an envuelta por su tnica Luego de esto, el mundo nunca se pudo recuperar y como evidencia de la tortura que an nos pesa, este lugar se mantendr igual hasta el fin de los tiempos. Sin embargo, no deba haber sido as. En alguna parte, Perle opinaba lo mismo. Ella saba que algo no cuadraba en todo esto, y que haba algo horrendamente mal con toda esta historia, ms all de la indescriptible tortura que azotaba al mundo bajo sus pies. Por primera vez en mucho tiempo dud, y las especulaciones empezaron a llenar su mente con la pregunta Qu hubiera pasado si?

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    si Neltharion no nos hubiese traicionado? De verdad quieres verlo? La cazadora solo atin a mover la cabeza en aprobacin, y Tick levant las arenas del tiempo para mostrarle una nueva imagen, esta vez de una posible actualidad. Una actualidad en la que sus padres, su hermano mayor y una nueva generacin de descendientes de Mishune existan. Y ella estaba entre ellos. Tick estaba solo a un paso de obtener lo que haba sido enviada a buscar, y tuvo que torturar ms a la ahora devastada y arrodillada cazadora con la verdad. La escena cambi a una que la cazadora tambin recordaba, aunque ms claramente. Esto fue hace ya meses, no es as? Estaban ahora de vuelta en Vallefresno, detrs de otra elfa nocturna arrodillada y desconsolada por la destruccin del hogar de la familia Plumahierro, o al menos lo que quedaba de ella. La montaa haba reventado luego que el cielo se volviese fuego, y el magma y las rocas destruyeron todo lo que ella haba podido mantener en pie luego de despertar. Bajo ellos la tierra an se mova, y eso a la Perle del ahora le pareci raramente familiar. Momentos antes que lloraras los recuerdos de tu familia aqu, dijo Tick cambiando la visin nuevamente, encontrndose ahora en uno de los riscos del inmenso remolino que el mundo conoci como La Vorgine sucedi el Cataclismo que rompi nuevamente el mundo. Supongo que has escuchado muchas cosas sobre esto en el ltimo tiempo, pero s que hay algo que ignoras, y es esto. No pas un segundo para que el fuerte estruendo silenciara cualquier voz. Perle vio con asombro cmo el inmenso remolino y las pocas islas de tierra que rodeaban el agujero eran tirados y empujados nuevamente, aunque esta vez dejando salir algo inesperado al mundo en medio de una gigantesca explosin de fuego y furia. Dejando salir al inmenso dragn antes conocido como Neltharion. Si Neltharion no nos hubiese traicionado, cazadora, todo lo que conocas an estara aqu. Sin embargo lo hizo, y su inesperado despertar signific hace poco que el mundo sufriera prdidas como la tuya, y significar el fin de todo como lo conocemos. La rabia de la cazadora era evidente. Haba malgastado su tiempo dando muerte a los esbirros mientras el lder segua suelto all afuera, impago de su osada! Se puso de pie lentamente y se par al lado del dragn bronce con los puos apretados, esperando or la propuesta de su buscadora. La visin empez a desvanecerse, volviendo al campamento junto con el pequeo Edoran, Aryento ensillado y la algo pauprrima fogata. Tick solt el brazo de Perle y dio un paso hacia atrs, cuidadosa de la reaccin que pudiese tener la cazadora al escuchar la proposicin.

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    Qu quieres que haga? Tick tom coraje, y dijo desde el alma una sola palabra. Vengarte.

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    DOS

    Hace mucho tiempo que no vea la Ciudad de los Leones, Perle! Edoran estaba fascinado de estar nuevamente en la ciudad de Ventormenta. Las calles pavimentadas con piedra blanca, las casas de varios pisos cubiertas en maderas nobles y los banderines con los colores de la Alianza estaban por todos lados, y an ms despus de los trabajos de ampliacin del puerto y el castillo hace unos aos. l era muy pequeo cuando fue adoptado por las buenas gentes de la Cruzada Argenta, y los recuerdos eran muy vagos. Se senta casi como estar en otro mundo, aunque ese mundo era donde l realmente perteneca. Perle, por otro lado, no estaba del todo maravillada. Pese a su afinidad con los cometidos de la Alianza y su comn desprecio por los sucios orcos, la capital del reino de Azeroth no le era agradable. Prefera las altas copas de los robles vrgenes y el aroma de los campos siempre verdes de Vallefreso, y obviamente la compaa de las bestias que siempre haban estado con ella. No era apacible reemplazar todo por duras piedras, rostros largos y extranjeros de todas las razas incluida la de ella, pero eso era lo que describa la carta. Era difcil para ella tener que aceptar que por ahora sera parte de un squito guardin, destinado a proteger al ms inesperado de sus aliados. Eren! El pequeo Edoran lleg a tropezar con una pequea grieta en el pavimento en el trote para reencontrarse con aquella amiga con la que haba pasado penurias y alegras. Era la misma Eren que haba estado con l en el asedio de Corona de Hielo, que lo ayud con sus deberes luego del rompimiento del mundo y que pas hambre y sed mientras estaban perdidos en las Tierras de Fuego. Desde ese tiempo que no se haban visto, y ciertamente haba bastante alegra en el regreso de ambos a Ventormenta. Edoran! Ests bien! Pues he tenido uno que otro accidente, pero todo bien. Fue ella quien me rescat dijo sealando a Perle, quien camin a su lado sin darle importancia a ninguno de los dos y con ella he estado viajando por el norte de Kalimdor. Ella es Perle, no? Sabr que Mokazn est aqu? Mokazn?

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    Fue ah donde Edoran haba hecho cuenta que algo siempre falt en la caravana de la cazadora: el gran oso que la haba acompaado durante el asedio a las tierras de Ragnaros. Cuando Perle fue a rescatarlo, el chico no dio mayor atencin al asunto. Ahora le molestaba, claro, haber ignorado a tan importante parte de la historia que estaba escribiendo en su diario. Eren le coment que das despus de la cada de Ragnaros, muchos de los hroes y aventureros que la Alianza haba dispuesto para la labor volvieron a casa en distintos estados: muchos completamente sanos y otros con un par de araazos, aunque la mayora era casi irreconocible por las heridas o prdidas. Entre ellos haba llegado Mokazn, ayudando a aquellos que ya no podan caminar a reunirse con sus seres queridos. A todos les extra que el animal viniese solo y se comportara como si fuese uno ms entre ellos. Desde entonces, varias familias de Ventormenta habran dado cuidado al animal (incluyendo los Gallina, quienes abrieron por un tiempo las puertas del patio de la casa para que la bestia tuviese un lugar donde dormir), y era algo frecuente verlo caminar por los jardines o los pasajes olvidados de la ciudad. Su verdadero nombre era Ashtiel, y pese a que no era un oso de edad las canas se acumulaban como mechones en el hocico. Al contrario de muchos otros, el pelo ms alargado lo diferenciaba de los dems osos pardos que se pudieran encontrar. Haba estado con ella desde que fue adoptado, all cuando y donde el Azote estuvo a punto de deshacer todo lo que vive al absorber las energas de Nordrassil, y no se haba separado de ella por un largo tiempo. Esta era la primera vez, y l vea esto como necesario. La cazadora an estaba acomplejada con la ida repentina de Ashtiel despus de volver de las Tierras del Fuego. La bestia debe ser fiel al cazador, deca ella, y haba obligado al oso a acompaarla a asesinar gentes que segn ella merecan morir. Muchos de ellos no eran ms que pobres esclavos dominados, o jvenes que no tenan idea en lo que se estaban metiendo. Eran gente que an poda alcanzar la redencin pero que cayeron sin piedad alguna. Pero Perle no vea eso. Debera lanzarte una flecha a ti tambin, le carraspe la cazadora a la bestia, que estaba sentada tranquilamente bajo la sombra de uno de los rboles de los jardines de la ciudad o acaso tienes una justificacin vlida para irte como lo hiciste? Ya te he dicho todo lo que deba decirte. De todas formas, sera desleal de tu parte dispararle a aquel que te ha salvado la vida ms de un par de veces. el oso hablaba en su propio lenguaje, que no era entendible para odos y mentes despreocupadas de las bestias. Ella frunci las cejas un poco. Era verdad y le molestaba, por supuesto. Sin embargo, eso ya no era lo importante en su mente. Algo ha sucedido. Tienes que venir.

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    Para ver morir ms gente que siquiera merece tener que sufrir? Es verdad y lo reconozco: muchos de los que mataste merecan lo que les hiciste. Sin embargo, muchos otros no. Tu juicio ha sido deshecho, Perle, al igual que tu cordura. Ahora debes venir, Ashtiel. Perle se acerc un poco ms al oso, casi susurrando en la lengua que el oso hablaba El responsable de todo esto va a caer. Y luego de eso qu? Te dedicars a buscar justificaciones para meter una flecha a cualquiera que se te cruce? le susurr de vuelta el oso. No me hagas esto, Ashtiel. Sabes perfectamente lo que hago a aquellos que me traicionan. Pues ve sola y haz lo que tengas que hacer el oso se par en las patas traseras, desafiante y amenazante como ninguna bestia parecida pero ten en mente que yo soy el que se siente ms traicionado aqu. Ashtiel no dio la vuelta para darle la espalda a la cazadora pues eso indicaba respeto. Ahora lo haba perdido todo hacia ella, y no senta temor ni remordimientos de ignorarla despus de todo lo que haba hecho. l saba que estaba haciendo lo correcto, y cuando escuch el sonido de las mallas de Perle alejarse con pisadas pesadas y sin otra palabra supo que haba tocado fondo en ella. El punto de encuentro en Ventormenta haba sido descrito de forma vaga por Tick en un mapa sellado mgicamente, y al parecer Perle no era la nica del grupo que conformara la expedicin. Recordaba con malestar el momento despus que la dragn le hizo la peticin de forma formal, y an no poda creer lo que ellos consideraban un plan. Ten esto. dijo Tick en ese momento, empuando un arco de madera recubierto en hierro, con algunas plumas de metal y otras reales engarzadas en las numerosas curvas de los extremos Estoy segura que tus padres hubieran querido que lo tuvieras. Cmo? Nosotros, los dragones de bronce, podemos entrar a distintas etapas y versiones del tiempo y modificar lo que nosotros creamos conveniente con el balance. Ese arco haba estado perdido por tantos aos como los tuyos, y me pareci justo que tuvieras un incentivo extra. Si pueden modificar el pasado para afectar el futuro, entonces por qu no arreglan el Hundimiento y todo lo que me has mostrado? Tick se arrodill cabizbaja junto a la fogata pobre que tena encendida la cazadora.

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    Si pudisemos ya lo hubiramos hecho. Hay poderes que nos impiden actuar de forma directa en el evento deca la dragn mientras pona una de sus manos al fuego pero nada nos impide tomar algo prestado. Se haba puesto nuevamente de pie para mostrarle a la cazadora una imagen salida del fuego: un disco dorado, cuya presencia etrea haca que el aire se llenase de poder. Perle se pregunt si el efecto realmente era producto de la ilusin o si ese artefacto realmente contena tal energa. Esta, Perle, es el Alma de Dragn. Fue creada por el traidor Alamuerte para contener dentro de ella las energas de los Vuelos Dragones. Al ser l corrompido, el Alma de Dragn se convirti en un arma letal para aquellos que viven ms abajo y que pas de mano en mano hasta desaparecer por completo de la existencia conocida. Y quieres que la encuentre por ti? No soy tan buena, lo s. Interrumpi Tick, causando una molestia ms en la cazadora Nosotros hemos hecho eso ya, aunque tuvimos que irrumpir en una de las lneas del tiempo para poder obtenerla en su estado puro. De otra forma, no podemos usarla como queremos. Perle an estaba confusa. Era posible contener el poder y gracia de los Vuelos Dragones dentro de un artefacto con aspecto tan insignificante? Record que en la visin de Tick Alamuerte realmente us los poderes dentro del Alma de Dragn para exterminar de un solo golpe al Vuelo Azul. El pensamiento de lo que poda llegar a hacer en malas manos la preocup, pero por ahora no poda hacer nada. El poder escondido dentro de esta joya es tal que los mismos Dragones Aspectos podran caer ante ella. Eso significa que el Destructor tambin puede llegar a ser destruido gracias a su propia creacin. Quin puede manipular algo as? pregunt Perle con real curiosidad. Hay dos criaturas en este mundo que pueden hacerlo. Una de ellas es El Destructor. La segunda es algo inesperada. Una nube de visin se abri frente a ellas, mostrando una gran torre que era severamente daada por una gigantesca explosin, un espeluznante dragn de cinco cabezas adquiriendo vida, al dragn Kalecgos liderando al Vuelo Azul en batalla, y sobre el dragn una simple persona que lo abandon todo para hacerle un bien al mundo. No puede ser! Cmo siquiera osan confiar en un orco despus de todo lo que han hecho en este mundo!? Perle estaba sinceramente ofendida por ver al orco Thrall como aqul que usara el Alma de Dragn. Perle (y casi todos los elfos nocturnos, por lo dems) no simpatizaba con los orcos. Ella misma haba protegido los bosques de Vallefresno cuando empezaron a arder frente a la arremetida de los orcos que no fren durante el gobierno de Thrall, y contina en la

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    actualidad. Ella misma haba cazado muchos ms orcos que otras razas del culto del Martillo Crepuscular, y era por un asunto personal. Es as como trabaja el destino, cazadora. T misma tienes uno, pero no te lo puedo decir. Me niego. Si tengo que hacer lo que me pides al lado de ese sucio orco, entonces me niego. Prefiero mil veces clavarle una flecha en la frente y dejar que este mundo se muera a trabajar con l. Saba que reaccionaras as, y es por eso que hay algo ms. Yo s que dentro de ti Tick se acerc a Perle, poniendo su mano derecha en uno de los hombros de la elfa. hay alguien que busca una respuesta a todo lo que est pasando en tu corazn. Si te unes a nosotros, el seor Nozdormu en persona te llevar all donde deseas ir. S que ser algo difcil por todas las cosas que has tenido que pasar, pero esto es un intento desesperado. Te necesitamos. Perle saba exactamente el lugar y el tiempo al que se refera la dragn, y era una oferta tentadora pero difcil de tomar. Se solt del abrazo de Tick para caminar por un momento y pensar, mientras que la enviada del Aspecto del Tiempo esperaba algo nerviosa. Ella haba visto el futuro, claro, pero nunca se sabe lo que pasar cuando hay emociones tan fuertes en medio. Es una promesa? Mi recompensa llegar? Tick solo atin a asentir con un gesto de cabeza. Pues bien. Lo har. Solo una de ellas sonri. Todo est descrito bajo el ms profundo de los secretos, de forma que no debera haber informacin filtrada. Te encontrars con la gente que describe esta carta en el lugar que se especifica ms abajo. Desde ah, nosotros los guiaremos hacia el siguiente paso del plan. El lugar era una pequea casa en el casco antiguo de la ciudad. All vivan algunos comerciantes, pero uno poda ver ms gente tranquila caminando con canastos llenos de vegetales o algunas ropas en lugar de los impresionantes guerreros que relucan sus armas en el frontis de la Catedral y en la entrada del Castillo. La puerta estaba abierta, pero no haba nadie esperando dentro. Hey! Era la voz de un gnomo no ms alto que las rodillas de una elfa nocturna que le susurraba desde una pequea apertura, en la puerta de la despensa debajo de la escalera. Perle se acerc

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    lentamente, y el gnomo abri la puerta desde dentro. En lugar de una despensa haba una escalera iluminada por pequeas antorchas a los lados, y el gnomo la invit a pasar. Si Tick me dio la direccin equivocada voy a clavarle a ella un par de flechas pensaba la cazadora mientras bajaba lentamente la escalera. Por alguna razn, la escalera se extenda ms de lo normal en la profundidad, y mientras ms abajo iban el aire se pona ligeramente ms caluroso. Al final, una puerta que necesit ser abierta con tres llaves dio paso a una habitacin ms. All haba de todo: guerreros, hechiceros, curanderos, bestias y otros cazadores, todos preparndose y manteniendo siempre en sus manos las cartas que los dragones les haban entregado. Cuando llegamos sabamos que no ramos los nicos dijo una voz humana que Perle no alcanz a vincular con un rostro as que solo nos hemos quedado aqu a esperar para luego continuar. S, pero recuerda que tambin tenemos que esperar por el lder, chico. rezong un enano que se notaba algo molesto e impaciente Dice aqu en la carta: Reconocern a un lder. l los guiar. Por alguna razn eso no estaba en la carta que Perle recibi de Tick, pero no le dio mayor importancia. Fueron un par de largas horas de espera en la habitacin recubierta en madera y rodeada de lmparas, cajas y otros enseres. Perle observaba su mano derecha, aun visiblemente quemada, como si le trajera recuerdos de los horrores de las Tierras de Fuego. Ashtiel dijo que se senta traicionado, pero ella misma haba hecho sacrificios enormes para mantenerlos a todos con vida. Qu clase de traicin pudo haber hecho ella para que la trataran as? No era importante ahora de todas formas. La misin final haba llegado nuevamente a su memoria, y con ella los desastres que Tick haba puesto ante sus ojos. La cazadora sinti rabia e impotencia incontenibles por unos segundos, y el brazo quemado de a poco empez a encenderse nuevamente. El puo era como carbn prendiendo en fuego, y le sigui el resto de la extremidad hasta ms arriba del codo, que fue todo lo que sumergi en lava para rescatar al pobre Aryento de una muerte segura. Sin embargo, not que la quemadura ya casi le llegaba al hombro. Extrao. Todos se pusieron de pie de repente en reverencia, y Perle logr ver la razn. El lder haba llegado. Era un hombre en tnicas cafs, encapuchado y algo anciano. Su rostro estaba marcado por las arrugas de la edad y las canas poblaban su vello facial. En la mano derecha llevaba un bastn blanco engarzado en oro, y en el puo del bculo haba una gema resplandeciente. En la izquierda, la misma misiva que todos los dems. Los dems lo reverenciaban con las palabras Que la Luz est contigo, Arzobispo, y no era para menos. El Rey Varian Wrynn, cabeza y corona de la Alianza, haba recibido la misiva de los dragones y haba designado al leal Arzobispo Benedictus para liderar la campaa desde

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    Ventormenta. Muchos de los que estaban en el saln estaban sorprendidos de verlo. Otros, inspirados a tal punto que ya sostenan sus armas en posicin de combate. Mis queridos compatriotas, amigos y aliados! Llam el Arzobispo, causando el silencio completo de la sala Nuestra misin es tan noble como secreta. En unos momentos hemos de regresar a las tierras glidas para liberar nuestro mundo nuevamente. Hemos de llegar a cuidar del futuro prspero que nos espera, y luchar con furia por nuestros ideales. Por la Alianza! El rugido de los guerreros no se hizo esperar. La habitacin debi haber estado muy lejos de cualquier odo exterior pues nunca nadie supo de tal grito de guerra, pero los sonidos de los martillos y las espadas chocando con los escudos, los bculos golpeando el suelo y las palmas en el aire ensordeceran a cualquiera que no hubiese estado jams en una arenga de batalla. Ahora pnganme atencin. Grit el Arzobispo, tratando de calmas a las masas Nuestro barco est ahora mismo a la espera. Es evidente que nuestro enemigo tiene espas en todas partes, por lo que iremos ocultos entre las mercancas que se llevan a la ciudad de Dalaran en lugar de aparecer en nmeros frente a todos. Una vez en el barco, podrn salir y desde ah nos moveremos hasta el lugar indicado. Los lugartenientes designados dos hombres grandes se pusieron de pie de inmediato, imponiendo autoridad los guiarn y repartirn las rdenes. Junto con eso, matarn a cualquiera que muestre evidencias de espionaje, y sus muertes sern justificadas como traicin a la Alianza. Estn listos? El rugido de batalla se dej escuchar una vez ms. Sganme entonces. Una nueva victoria para la Alianza nos espera. La marcha inici con la salida del Arzobispo de la habitacin, revelando un inmenso galpn lleno de inmensas cajas de madera agujereadas en algunos lugares. Todos comenzaron a meterse en las cajas, y luego los mismos guerreros las cerraban por dentro levantando las tapas y ponindolas en sus lugares. Perle aborreci e incluso tuvo vergenza de tener que salir as de la ciudad, pero estaba obligada por palabra de seguir todos los comandos que fueran dados a todos. Luego de entrar, lo nico que sintieron todos fue cmo se movieron las cajas por una larga media hora para finalmente ser cargados en un barco de carga. Como se instruy, Las cajas no fueron abiertas hasta que zarparon y estuvieron lejos de la costa, casi en altamar. No haba tripulacin en el barco ms que la necesaria, y despus de unos minutos ya estaban todos preparndose para la misin a la que haban sido encomendados. Observen la razn por la que luchamos, camaradas anunci el Arzobispo, apuntando hacia el oeste y enfndense en la fe y el coraje que necesitamos para cumplir nuestro cometido. Todos observaron como las energas del mundo escapaban al cielo en el horizonte. La Vorgine, la gran apertura del mundo que muy pocos haban osado visitar, se abra como un inmenso remolino que ahora ya no se dedicaba a absorber el mundo lentamente. Los

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    chamanes del Anillo de la Tierra haban conseguido frenar al menos momentneamente el socavn dejado por Alamuerte cuando sali de su madriguera en Infralar. La columna de energa se extenda hacia arriba como el fuego asciende en las noches heladas, y Perle no pudo evitar recordar nuevamente el pasado. Los recuerdos se extendieron durante dos noches interminables de navegacin, hasta que la fragata arrib a la casi olvidada Fortaleza Denuedo, en las costas del oeste de Rasganorte. Desde ah, los magos del Kirin Tor ya haban puesto portales a disposicin de los aventureros para que el viaje a Dalaran, y luego al lugar de encuentro, fuese ms expedito. Todos, encabezados por el Arzobispo Benedictus tomaron la ruta mgica en destino a Dalaran, excepto por la cazadora. Ella haba ledo sus instrucciones ya docenas de veces y en lugar de tomar el portal se alej cuidadosamente del resto, lanz un silbido al aire y esper. Ms le vale que sea correcto lo que estoy haciendo se susurraba Perle en medio de la ansiedad. El plan la tena estresada, y tena la sensacin que en cualquier momento iba a fallar. Los rostros de los aventureros que viajaron con ella no le daban confianza en lo absoluto, pese a ser guiados por uno de los referentes ms grandes que ha tenido la historia de la Alianza. El deseo de ahorcar a Tick como lo hizo con Fandral era algo latente en su mente, y a estas alturas la tensin la tena segura de hacerlo si algo fuese a ir mal. Adems, estaba lo del orco. Era imposible resistirse a dispararle a aqul que haba permitido que los bosques de Vallefresno ardieran no una, sino dos veces! An le pareca descabellado ayudar a una raza tan vil a obtener un poder tan grande sin tener la duda de una nueva accin macabra. En medio de las dudas y la tensin, lleg Aryento. l haba compartido el dolor junto a Perle en las Tierras de Fuego, y por eso ahora era ms fuerte. Para l las fuertes corrientes de los mares eran como el soplido de un cachorro de tigre, y con un solo batir de sus alas poda alcanzar a las ms rpidas criaturas que el mundo ha visto hasta ahora. Sus plumas, an enrojecidas por el fuego incandescente del Reino de Ragnaros, denotaban la misma pasin y poder que la cazadora haba obtenido sin querer despus del inmenso sacrificio que hizo para salvarlo. Fue encima de l que la cazadora lleg en cosa de un par de horas de vuelo al Vicio de Cristal, un alto desfiladero de hielos eternos poblado slo por huesos de dragones y una que otra alimaa que slo buscaba sobrevivir en aquel clima tan adverso. El fro fcilmente desgarrara la piel de aquellos que no hubiesen ido protegidos por armaduras o hechizos, pero eso no fue un problema para la Perle. Aryento baj y se qued quieto y en espera mientras que ella se diriga ms al sur a pie, buscando pistas en la nieve. Camin por unos minutos perdindose a propsito por el laberinto de hielo, cuando not unas pisadas. No eran pisadas solitarias. Logr desviar el martillo con la lanza, lanzndolo a las murallas del desfiladero y desprendiendo una capa de hielo que no le hara fcil proseguir. El odo capaz, herencia de los elfos nocturnos, haba logrado percibir el siseo del arma en el aire, y en respuesta la lanza vol hacia donde vena el martillo. Fue una mano de roca la que sali del suelo para desviar el

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    ataque de la elfa. Detrs de la mano, la figura de una orca marrn, calva salvo por la cola de caballo que le colgaba del crneo, cubierta en mantos de cuero y piel y rodeada por estatuas de distintos elementos, conjuraba la siguiente invocacin. Perle no pudo esquivar que una segunda mano de roca saliera del mismo suelo que pisaba y la lanzara contra el otro lado del desfiladero. S pudo lanzar un par de flechas que la orca pudo bloquear muy bien con su escueto escudo antes de chocar estrepitosamente contra el hielo seco. La orca se apresur a darle el golpe final con el martillo, pero la elfa logr sujetarse bien del arco y amenazarla con una flecha que seguramente sera ms rpida que el azote de la enemiga. Eres muy desafortunada de venir aqu cargando los colores de nuestro enemigo, elfa. Dijo la extraa orca en perfecto idioma comn Si le sirves a l, no tendrs que esperar piedad de m. Si pudiese matarte ahora mismo ya lo hubiera hecho, engendro. Le respondi amenazante y enrabiada la cazadora, aun apuntando firmemente en medio de los ojos de su oponente Sin embargo, por ahora mi misin no consiste en matar orcos, pese a cuanto lo desee. Aggra se haba fijado ms en la armadura de escamas de dragones crepusculares de Perle que en la misiva que le colgaba del cinturn. Eres t, entonces. Sgueme. Le respondi la orca algo sorprendida, guardando sus armas y abriendo un paso entre las paredes del desfiladero, usando sus facultades chamnicas. Obviamente hubiese sido fcil buscar a Thrall teniendo ese tipo de poder, pero Perle tuvo que agradecer en silencio haberse encontrado con la orca desagradable. Eso no significaba que estaba an de acuerdo sobre colaborar con ellos, y lider el paso por el tnel de hielo hasta llegar a una amplia caverna. A lo lejos se poda ver la luz del sol entrar tmidamente a travs de las hojas de los pocos rboles que se pueden encontrar en el rea. En la base de uno de los pilares naturales que perfectamente podran haber sido invocados por los chamanes se ergua una especie de mueco de madera improvisado con ramas, adornado con una armadura de placas de colores oscuros, daada por la escarcha y una que otra batalla, y unos pasos ms all, un orco verde sentado frente a una solitaria fogata. No era como lo describan los libros y las historias, al menos no ahora. En lugar de la pesada armadura negra, vesta ahora una tnica hecha de harapos y trozos de cuero. Un collar de pesadas cuentas rojas vesta su garganta, y un pequeo bolso de cuero le colgaba de la cintura, probablemente lleno con plantas, reliquias y otros objetos inofensivos. Sin embargo, haba algo que haba conservado para canalizar su poder: una maza legendaria, llevada por el Jefe de Guerra que liberara a los orcos en el pasado, y llamada Martillo Maldito. Thrall se levant al escuchar las pisadas ya familiares de Aggra, y sin decir palabra alguna abri el bolso de cuero para revelar el disco dorado que Perle haba visto en la visin de Tick, aqul que llamaban el Alma de Dragn que terminara por fin con el Aspecto de la Muerte. Aggra se haba adelantado a Perle, y ahora caminaba al lado del orco.

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    Vamos. Es hora. dijo Thrall sin siquiera presentarse, mientras se alejaba en direccin a la cueva. Nadie respondi. En lugar de eso, a sus espaldas los orcos encontraron a una elfa nocturna apuntando dos flechas de su arco hacia ellos, en posicin decidida y una mirada furiosa. Si te disparo ahora, orco, refunfuo entre dientes Perle le estar haciendo un favor a mi pueblo y a este mundo. Estara vengando cada una de las voces que cayeron a causa de ti y los tuyos en mis bosques. Y aun as te burlas de m sin siquiera asegurarme que no te llevars el Alma de Dragn y se lo entregars en una bandeja de plata al traidor. Responde! Escucha, elfa Perle estir la cuerda del arco largo de los Plumahierro un poco ms. Escucha, elfa. Tuvo que repetir Thrall con cuidado frente a la amenaza real de morir de una forma inesperada. Tu raza y la ma han estado en guerra por aos, y s que los mos hicieron muchsimo dao a los elfos, as como los elfos asesinaron a sangre fra a muchos de nosotros. Sin embargo, eso no se compara con lo que estamos enfrentando aqu. Cometeras un error muy grande al disparar ese arco, pues no estoy aqu para luchar contra ti, sino a tu lado. En su mente, Perle senta la satisfaccin de ver a Thrall y Aggra echados en la nieve, inertes, deshechos, intiles. El fuego en su interior y en su piel se encenda al retraerse de la posicin de ataque. Estaba furiosa y desesperada, pues no confiaba en el orco en lo absoluto. Si los dragones haban elegido esto como una prueba de su paciencia y tolerancia para un motivo oculto, pues habran de pagar con sangre su impertinencia. Pero deba aguantar. Salieron finalmente de la cueva, entre medio de arbustos y rboles nevados de copa a raz. No haba un camino en la espesa nieve, pero eso no es un problema para los chamanes que saben tratar con cario a los elementos. El aire se encarg de remover la nieve unos pasos ms all, y fue as como llegaron despus de un par de horas de caminata a la Senda de los Titanes, una carretera amplia de piedra tallada cuidadosamente, aunque erosionada y destruida por el paso de los tiempos. Al fondo del paisaje hacia el sur, se levantaba una inmensa torre llena de copas y notoriamente deteriorada. El Templo del Dragn nos espera. Dijo Thrall con algo de orgullo y esperanza. Es ah donde nuestro mortal enemigo caer.

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    TRES

    El camino fue ventiscoso por el da entero que caminaron, pero no por eso fue fro. Es lo bueno de viajar con chamanes, dicen. Siempre tienen abrigo. Sin embargo Perle no tena fro, sino ansias. Los dos orcos caminaban delante de ella como si supieran lo que hacen, con pisadas firmes y profundas en la alta capa de nieve que cubra la Senda de los Titanes. Le era difcil aceptar de ellos el calor de los encantamientos que haban conjurado para que el fuego los acompaara en la forma de una piedra incandescente que rodaba entre ellos. De eso ella saba que los orcos saban: de hacer aparecer cosas de fuego de la tierra y usarlas para destruir. Haba visto mucho de eso antes y despus de la Tercera Guerra. Mientras aprenda de Jhaan, tuvo la mala fortuna de cruzarse por las tierras donde los orcos haban decidido talar, arrasando con todo lo vivo all. Fue ah donde ella misma haba rescatado a Ashtiel de una muerte segura junto a muchos otros, y donde aprendera por primera vez lo que era un orco. Obviamente haba escuchado de Thrall, pero nunca confi en sus intenciones reales. Muchos de los comandos que daba a los de su calaa eran contradichos fuertemente por varios de sus capitanes, y excusaba los asaltos con la necesidad del pueblo. Esa misma falta de competencia era, segn los elfos en general, la que haba permitido que los orcos se adentraran ms en Vallefresno gracias a las polticas de Garrosh Grito Infernal, su nuevo Jefe de Guerra. Tena razones segn ella para no confiar en el orco verde, y muy pocas para no dispararle a la orca caf. Sin embargo un pacto no se rompe fcilmente, y mucho menos si se trata de un dragn. Cada vez ms cerca se ergua el Templo del Reposo del Dragn: un santuario creado por los Titanes para que los Vuelos Dragones tuvieran concilios y decidir las acciones a tomar para el futuro del mundo. De lejos se poda ver las alas batientes de cientos de dracos rodeando la inmensa torre, as como las grietas de batallas, prdidas y victorias anteriores. Dentro de l seguramente estara Benedictus, acompaando al resto de los hroes que lo siguieron desde Dalaran, y con l Un temblor sacudi la tierra suavemente, pero en estos das era todo de temer. Thrall se adelant, detuvo la marcha y se sent, no sin antes retirar la nieve del suelo y poner las manos en la roca helada. Ah habl en silencio por unos minutos.

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    La conexin con la tierra es fuerte en l dijo Aggra, abrazndose apretadamente para mantener el calor ahora que ha encontrado quien es en realidad. Aparte de un asesino, cobarde y lder incompetente, me imagino. Respondi la cazadora, de una forma no muy amigable. Quin eres t para juzgarlo? Le increp la orca, acercndose desafiante l renunci a todo para venir aqu a sacrificar su vida por este mundo voluntariamente. A ti qu te prometieron? Lujos, medallas, riquezas? Deberas conocer mejor a las personas que acompaas, orca. Los tuyos nos han hecho suficiente como para confiar. Si no fueras quien eres, y si l no fuese quien es, ambos estaran muertos ahora. Ese es tu problema, cazadora. No sabes quienes somos en realidad. Ambas se miraron a los ojos estoicamente, tratando de imponer autoridad. Sin embargo, el tercero habl finalmente tras ponerse de pie y recoger sus cosas. Estamos atrasados. Vamos. Ciertamente el Templo era sorprendente al verlo a la distancia, pero al estar a solo metros uno puede sentir su imponencia. La torre se extiende hasta ms arriba de lo que la nuca permite mover la cabeza, y con los dragones rodeando es mucho ms difcil. Las largas alas extendidas de los guardianes del lugar hacen sombra a todos los que estn en tierra, pero eso no hace que haga ms fro. Thrall, Aggra y Perle haban llegado finalmente al lugar del encuentro con Benedictus: en el nivel ms profundo se abra una habitacin amplsima y rodeada por estructuras que asemejan portales a otras dimensiones, otros lugares. Ciertamente, era por aqu que los Sagrarios de cada vuelo podan ser visitados hasta hace un tiempo, cuando una gran tragedia visti la torre de sangre, odio y guerra. Desde entonces los Vuelos Dragones han estado en Reposo de Dragn vigilantes, raudos y orgullosos, agrupando sus fuerzas para el ataque (o la defensa) final. Sin embargo, pese a la amplitud de la sala y la cantidad de guerreros que se fueron detrs de Benedictus, no haba un alma en el lugar. Todos estaban muertos. Cuerpos de guerreros, hechiceros y curanderos de la Alianza (e incluso uno poda distinguir otros cuerpos, quizs pertenecientes a miembros de la Horda) haban sido repartidos a lo largo y ancho del lugar, algunos con suerte completos. Se poda pensar que haban sido exterminados al mismo tiempo por una fuerza superior, pero la habitacin estaba vaca y no

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    haba forma que un dragn se metiera aqu dentro y estuviese lo suficientemente cmodo como para llegar y atacar. Es hora, chamn, que me entregues el Alma de Dragn.

    La voz del viejo haca eco en las paredes de la habitacin, que poco a poco perda la iluminacin. La puerta fue bloqueada por escombros, lanzados usando una magia vil. Ya no vesta la tnica blanca e inmaculada que sola llevar, sino que ahora se cubra con ropas ms oscuras, revestidas en cuero y aplacadas una encima de otra. Era imposible reconocer al Arzobispo Benedictus sin su atuendo, y era porque ciertamente los poderes de los Dioses Antiguos haban hecho su efecto. Haba manipulado toda la situacin desde dentro de la Alianza para no levantar absolutamente ninguna desconfianza, y ahora haba llegado el momento de su acto final. Eras un hombre de luz, Benedictus. Dijo Thrall, empuando el Martillo Maldito en la mano derecha. Los humanos te quisieron por mucho tiempo, y t slo El orco fue interrumpido por una rfaga de energa dorada y oscura que derrib a todos en el acto. El suelo firme del templo se volva viscoso, y las extremidades de los chamanes y la cazadora fueron firmemente atadas al suelo, entregando a los hroes a la piedad de Benedictus pese a sus esfuerzos por liberarse. Si tan solo hubieses visto lo que yo he visto, sucio orco, dijo el traidor, levantando la mano para invocar un hechizo entenderas que no hay nada ms importante que el poder. Mi seor me ha infundido con infinito poder, y mi recompensa ser an mayor cuando le entregue tu cabeza!

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    Benedictus no haba terminado de hablar cuando baj la mano con violencia. De ella, un inmenso martillo de luz corrupta haba surgido para aplastar a Thrall. Por suerte, Thrall tambin tena dentro de s un inmenso poder, y liberando los brazos logr empuar el Martillo Maldito y contrarrestar el martillo, envindolo a uno de los pilares de la habitacin. El contraataque no se dej esperar, e invocando rpidamente al fuego incendi la mucosidad para liberar a Aggra y Perle. El anciano no se dej esperar, y llen la sala de oscuridad. Servimos a los legtimos amos del mundo la voz de Benedictus sonaba como un eco interminable en la sala mientras se elevaba y cuando su reinado al fin comience, compartiremos la glo! La flecha que atraves su mano derecha lo hizo perder la concentracin y caer gritando de dolor. La cazadora se asegur que el traidor no usara sus manos para ejecutar otro conjuro, y acert la segunda flecha en la palma izquierda, clavndola al piso momentneamente. Como te atreviste. Ni Thrall ni Aggra lograron reconocerla. La que antes era una sala oscurecida por el Crepsculo se ilumin no por la Luz Sagrada, sino por el fuego que emanaba de los ojos y el brazo deformado que le haba llamado tanto la atencin al orco mientras viajaban a pie al Templo. El Arzobispo trat de conjurar un hechizo sobre la elfa, pero ella logr acallarlo tomndolo del cuello con la mano ardiente y levantndolo tres o cuatro pies en el aire. No puedes contra m, elfa! El poder de mis amos es superior a t ghaaaah! Suficiente! El aullido de la cazadora retumb como un inmenso tambor en la habitacin Te atreviste a morder la mano que confi en ti. Tu traicin solo puede ser limpiada con muerte. El fuego torturaba al humano, obviamente. Sin embargo, el agarre de Perle no buscaba torturar, sino destruir. A medida que cerraba el puo alrededor del cuello del pronto-a-ser-desdichado arzobispo, la carne arrugada del cuello separaba cabeza del torso cediendo a la quemadura insoportable. Benedictus solo poda remecerse en el aire tratando de liberarse del agarre, pero era como partir en dos una roca con las uas. Mir en los ojos del dragn y desesper! gritaba desesperado el traidor con la poca voz que le quedaba, como si eso sirviese como una peticin de clemencia. Pues yo mirar en los suyos, y desesperar. Le contest Perle con una siniestra sonrisa, antes de cerrar el puo completamente. El cuerpo y la cabeza del otrora lder del sacerdocio en Ventormenta cayeron al piso por separado, baando de sangre impura el suelo del Templo. Thrall y Aggra estaban tan boquiabiertos como agradecidos como horrorizados. A quin haba encargado el Aspecto del Tiempo a cuidarlos en el camino a Reposo del Dragn? Ciertamente cumpla las expectativas que tenan, y ciertamente llegaron a salvo al destino,

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    pero las amenazas de la elfa, a las que ellos haban hecho odos sordos, ahora les daban escalofros. Ella estaba realmente decidida a matar de las formas ms horribles que alguien pudiese imaginar. Ellos, obviamente, no tenan nada que perder. Saban que la elfa estaba de su lado, pues no eran traidores como Benedictus. La elfa no se volte para recordarles la advertencia. Sigan el camino de ste, orcos, y les aseguro que sus cabezas estarn ensartadas en picas. No porque seamos orcos somos viles, elfa. Ese hombre era uno de los tuyos y te dio la espalda de todas formas. Aggra y Perle cruzaron miradas furiosas nuevamente. Ambas estaban hartas de las respuestas de la otra, y si no hubiese sido por el llamado de atencin de Thrall seguramente se hubieran matado una a la otra. Sin embargo, en la mente de Perle una pequea dicotoma se abri: aquellos que destruyeron su hogar tambin le ayudaran a cobrar su justa venganza, sin querer nada a cambio. Ella recogi el carcaj, sus flechas y el resto del equipo. Los chamanes hicieron lo mismo. Vamos. atin a decir Thrall despus de un largo silencio Los Aspectos esperan. La base principal de Reposo del Dragn estaba infestada de gente corriendo por todos lados, y los pocos portales abiertos expulsaban dracnidos completamente armados y listos para la batalla. Una sola elfa, de largo cabello prpura, una camisa blanca que le llegaba a la cintura, pechera y falda de cuero, botas largas y firmes y una capa de escamas azules estaba en el centro, notoriamente debilitada por la organizacin de lo que pareca ser una defensa precaria. Fuera de la torre, los dragones de distintos colores rodeaban la construccin como si fueran un manto multicolor. Thrall, Aggra y Perle llegaron montados en algunos de esos dragones a la base. No se preocuparon del aseo, por lo que la cazadora an vena cubierta en sangre de traidor. Pese al apuro en la base, todos abrieron paso a los jvenes para que se entrevistaran con la dragona, dando algunas miradas extraas de porqu solo venan tres cuando deberan haber venido varios ms, tanto de la Alianza como de la Horda. Dama Tyrygosa, salud Thrall a la dragona de capa azul junto con una reverencia de cabeza el Arzobispo Benedictus nos ha fallado. Si no hubiese sido por esta cazadora, se hubiese convertido en una amenaza mayor. Favorablemente, an tengo el Alma de Dragn en mi poder. Requiero subir a la cspide para reunirme con los Aspectos. Grita el nombre de Diaregos, amigo. Disculpa, pero no puedo ayudarte. Nuestras defensas estn dbiles. El grupo de la Horda tambin sufri bajas numerosas a manos de un grupo de cultistas liderados por una tal Asira. Por lo que me dices y lo que veo, la Alianza tampoco nos

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    ayudar. Tyrygosa tuvo que interrumpir la conversacin para mandar a un par de dracnidos a traer pergaminos con conjuros y armamentos de las bodegas Espero que algo tengamos bajo la manga, pero hasta ahora tengo que ordenar esto. Perle frunci el rostro al escuchar la palabra cultistas. Salieron, dejando a Tyrygosa hacer su tarea. Afuera, los dracnidos junto con un puado muy poco numeroso de aliados de diferentes razas levantaban barricadas y conjuros en la nieve y la roca para proteger algunas posiciones de una defensa pauprrima. El nombre de Diaregos son fuerte del grito del orco, y un inmenso draco azul tom a los tres en vuelo con las zarpas rpida pero gentilmente. Los Aspectos los esperan. Estbamos nerviosos porque no llegaban. dijo el draco con una voz ms ansiosa de lo que un esperara de un dragn azul Se alegrarn al ver que han llegado. Qu se sabe de Alamuerte y el resto de sus siervos? dijo Aggra, quien estaba sentada cerca de los odos del draco. Diaregos esper a que los tres estuvieran en su lomo para correr por la densa nieve y emprender vuelo hasta la cumbre del templo. Nuestros exploradores nos dicen que se vienen acercando por Cada del Dragn. No podemos arriesgarnos a lanzar una ofensiva. Sus nmeros son inmensos. Creo que los Aspectos sabrn decirles el resto. Cuntos aproximadamente!? Perle tuvo que gritar ms alto, pues estaba sentada ms atrs en el lomo del draco que ya estaba circundando la mitad de la torre. No lo sabemos dijo Diaregos, ahora sonando ms temeroso que ansioso pero duraremos poco con las defensas que tenemos. Si los otros vuelos han ideado algo, puede que duremos ms, pero cada segundo es preciso. Thrall, todo depende de ti! Cementerio del Dragn era una vasta capa de nieve que se alejaba hasta donde el ojo tuviese alcance. Al menos esa era la perspectiva desde la altsima cumbre de Reposo del Dragn. Los pilares que alguna vez sostuvieron un tejado cncavo de mrmol y oro ahora se erguan calvos y quebrados debido al anterior gran ataque que recibi el lugar. La plataforma en s era circular, con una amplia rampa que permita que los dragones aterrizaran y adoptaran su forma humanoide, que hace un tiempo reciba a los representantes de los distintos Vuelos Dragones. Hubo un tiempo donde los cinco Vuelos tenan representacin, pero luego del resurgir de Alamuerte el Vuelo Negro se esfum en traicin. Favorablemente, los lderes de los Bronces y los Verdes, y un nuevo Aspecto para los Azules completaban gran parte de lo que antes era un concilio no muy completo. Eran ellos los que estaban de pie en el crculo interior de la plataforma, en plena meditacin, y rodeados por un par de decenas de guerreros de todas las naciones, bien vestidos y armados.

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    De cabello rojizo, facciones suaves, piel tersa y figura esbelta, con sobresalientes cuernos adornando la cabeza, y armaduras livianas pero para nada frgiles, el Aspecto de la Vida, Alexstrasza, elevaba las manos al cielo en oracin. A su lado, la hermana de cabellos verdes adornados con una luna menguante de plata, facciones lficas, y los ojos ampliamente abiertos, el Aspecto del Vuelo Verde, Ysera, mova las manos en el aire como si estuviera ordenando cosas en otro lugar, otro tiempo. Frente a ellas, una figura de rasgos humanos y lficos vesta ropas de tela caf y adornaba sus hombros con amplios espaldares de los que emanaba un resplandor violeta, cuya energa mova los cabellos azules de la melena de Kalecgos, el recientemente elegido Aspecto de la Magia. A su lado, otro elfo de alta estatura, de rostro extendido por las largas barbas y bigotes y cubierto por largas lneas de cabello que se extendan hasta el final de la espalda, torso desnudo y tatuado, y una hombrera que guardaba dentro de ella una arena que nunca dejaba de estar en movimiento, era conocido por los dems dragones como Nozdormu, el Aspecto del Tiempo. Entre ellos, haba lugar para una persona ms, que acababa de llegar acompaada de una orca de los Maghar y una elfa procedente de Vallefresno. Thrall fue recibido por todos con una gran ovacin, que fue interrumpida por l mismo. Haba trabajo que hacer y no eran necesariamente los mejores tiempos para festejar. Perle pens lo mismo, desenvainando una flecha y alistndose para disparar dentro de poco. Muchos otros siguieron el ejemplo y desenfundaron espadas, hachas y bculos de todo tipo, incluyendo un elfo de la noche cuyo bculo estaba adornado por cuernos de dragn. Sabemos que no necesariamente deben ser amigos se pronunci Nozdormu, abandonando su trance pero hoy peleamos todo por el todo. Tenemos en nuestro poder el arma que nos permitir deshacer los planes del Destructor, pero necesitamos de su ayuda. Hace mucho tiempo Ysera pareca despertar de un sueo pese a tener los ojos ampliamente abiertos Neltharion se transform en Alamuerte, abandonando su labor original y entregndose a la voluntad de los Dioses Antiguos. En ese tiempo no tuvimos el coraje de combatirlo, y permitimos que el mundo fuese devastado por nuestro error. Ahora, l planea terminar de destruir este mundo y todo lo que vive en l, y no estamos dispuestos a cometer el mismo error otra vez. El orco Thrall nos ha reunido a todos dijo Kalecgos, dejando de lado las runas arcanas que estaba revisando en la tranquilidad de su mente y nos ha enseado que somos uno. Ahora, cuando Azeroth ms lo necesita, hemos de servir como uno al propsito para el que hemos sido creados. Al igual que Thrall. Finalmente, todos miraron a Alexstrasza, esperando lo que ella tena que decir. Y ciertamente, algo tena que decir. Yo misma comet el error de entregarme a la desesperacin hace poco y ahora estoy de vuelta, con una determinacin ms firme. Sin embargo, el peso de la batalla no cae solo en nosotros, sino en el orco Thrall, nuestro vnculo con la tierra. l es el nico que no est

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    vinculado con el Alma de Dragn, y necesitar tiempo y proteccin. Ustedes, hroes del mundo, tendrn que protegerlo con sus vidas. Alexstrasza se dirigi a Thrall por un momento Todo est en tus manos ahora, amigo mo. Los cuatro caminaron hacia Thrall, quien instintivamente sac el Alma de Dragn de un estuche de cuero. No como antes, el disco pareca resplandecer ms, y a medida que los Aspectos se acercaban pareca quemar la piel del orco. Los Aspectos pusieron sus manos sobre el arma y rezaron en palabras que nadie poda entender, y compartieron por un momento el dolor que seguramente el antiguo lder de la Horda tena que soportar. Era todo parte del ltimo ritual, y no poda ser interrumpido por Dama Alexstrasza! Un dragn inmenso aterriz en la plataforma, sin mayores ceremonias y sin preocupaciones de presentarse formalmente. Era un inmenso dragn de escalas rojas, adornado con cadenas y ltigos de cuero que sostenan la armadura de placas en el lomo. Todos, excepto los cinco que estaban al medio, se tornaron a ver al dragn que, por las facciones del rostro, traa malas noticias. Se acercan.

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    Tan pronto como Afrazastrasz dio la alarma, los pies de aquellos que estaban en la Cumbre de Reposo del Dragn sintieron una familiar vibracin. Todos ellos haban visto la devastacin con sus propios ojos, y haban visto morir a familiares, amigos, jefes y subordinados en la catstrofe. Por un segundo pudieron volver al pasado en sus mentes y recordar la vista de un mundo quebrado por el odio, y volvieron al presente. En el horizonte de nieve la tierra se sacuda como si algo intentase salir de ella, y fue justamente lo que sucedi. Nadie sabe de donde salieron tales criaturas, pero algunos las conocan demasiado de cerca. Una similar haba aparecido en una tierra infame y corrupta, llamada por muchos las Tierras Altas Crepusculares. Muchos lucharon y perdieron sus vidas tratando de arrancarla de la faz del mundo pero esa criatura ahora yace putrefacta y olvidada, para nunca ser arrancada del lugar. Esa criatura se autoproclamaba como un emisario de la locura, bajo el nombre de Isorath. Si alguien hubiese visto desde el cielo, dira que eran inmensas fauces, pero era slo lo visible. En realidad eran masivas criaturas enviadas desde las ms profundas cavernas y cubiles de la tierra, intentando emerger a la planicie del exterior. A travs de ellas, sus amos, los Dioses Antiguos, enviaban a sus sbditos para ejercer su propia forma de justicia a travs del horror, dolor y sufrimiento. Matar una de esas cosas era una cruzada maquiavlica. En el horizonte emergan tres. Desde la Cumbre se poda ver como las armadas de criaturas sin rostro eran escupidas por las bocas en grandes masas, empapando el terreno con una saliva que ms pareca alguna clase de aceite profano. Si hubiesen sido agua, fcilmente seran un ocano entero. A ellas, desde el noroeste, se unieron aquellos que haban estado viajando desde Cada del Dragn, azotados como bestias y energizados por la tortura. El Martillo Crepuscular haba decidido marchar en su totalidad para acabar los errores que cometieron la ltima vez, y haba valido la pena para ellos el esfuerzo. Por algunos sectores, cientos de hombres y mujeres cargando pesadas armaduras y largas mazas capaces de romper hasta el ms grueso de los huesos de una sola cada. Por otros, las invocaciones oscuras abran portales para que ms tropas aparecieran, o bien conjuraban extraos ritos que hacan que horrorosas criaturas emergieran de la tierra bajo un fuerte hechizo de opresin. La roca y la saliva daban forma a aquellas inmensas formaciones humanoides que avanzaban por el campo sin importar si amigo o enemigo estaba

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    bajo sus pies. Algunos de los pocos animales que habitaban la zona fueron hechos papilla tras ser aplastados por los pies de los golems. No era todo. Detrs del innumerable ejrcito, la sombra se extenda en el aire en forma de rugidos, escamas y alas. Los colores eran muy similares, pero de cerca uno poda distinguir perfectamente las escamas negras y prpuras en los cuerpos de los dragones del Vuelo Negro y el Vuelo Crepuscular que ahora sobrevolaban las tropas en tierra. Muchos de los que estaban en la Cumbre recordaron esas enormes migraciones de aves de un lugar a otro que muchas veces eran celebradas con cnticos y fiestas. Esta vez no haba nada que festejar. Solo faltaba una cosa ms. El centro y cabeza de las fuerzas. Aqul que haba despertado para obedecer a sus amos y romper el mundo. Alamuerte. Cuando sus alas se extendieron en el horizonte, la explosin de fuego reemplaz al cielo nublado y encegueci a todos los que vean el dantesco espectculo desde Reposo del Dragn. Debajo de las alas, una criatura casi tan masiva como la mitad del Templo era sostenida por corchetes de elementium que unan todas las partes del cuerpo inestable del antiguo Aspecto. Sus escamas negras como la ms oscura de las noches cubran la piel de carne y magma en el lomo, y el pecho expela fuego lquido a su paso. Los seis cuernos que adornaban el crneo eran solo una introduccin a la inmensa quijada de elementium que sostena el resto de la cabeza unida, y a los ojos de furia, los ojos de destruccin, los ojos de la desesperacin misma. Casi tan grande como la devastacin que haba desatado sobre el mundo era el movimiento que causaban los esbirros de Alamuerte en su marcha por el asedio final. Era casi imposible contarlos, pues tanto sus nmeros como sus diferencias fsicas hacan que la tarea de asignarles un nmero distrajera a cualquiera. Lo importante no era contarlos. Lo importante era enfrentarlos. Lord Afrasastrasz, llmelos. orden Alexstrasza, a lo que el comandante respondi con un rugido antes de lanzarse en picada a las puertas de Reposo del Dragn. Al aterrizar, el inmenso dragn rojo tom la forma de un humano de grandes proporciones, rostro estoico y caminata firme y desafiante. De lejos se escuchaba un inmenso eco de risas y burlas en referencia a cmo solo uno osaba enfrentarse a tantos. El Destructor no hizo un gesto alguno, y slo se limit a observar desde lejos la situacin y comandar la marcha desde su posicin. Cada uno de ustedes ha jurado lealtad a nuestra causa grit el comandante dragn y ha llegado el momento en que cumplan su palabra! Muchos de seguro caern, pero en su nombre el destino de este mundo ser escrito. Vengan a m, campeones de Azeroth!

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    Las fuerzas del Aspecto traidor tuvieron que detenerse ante lo que les vena en frente. Es cierto, ellos eran una fuerza tan grande como la que se ha visto en las pasadas guerras contra los reyes muertos del hielo y los infames demonios desde fuera del mundo. Ellos esperaban poder aplastar todo con facilidad y esperando la menor de las resistencias, pero los Aspectos haban mandado bien a sus descendientes a una misin oculta por todo el mundo, y ciertamente haban llegado a reunirlos a todos. La invocacin de Afrasastrasz era efectiva. Rpidamente los hroes de Azeroth aparecan de la nada, y sin importar sus diferencias personales o nacionales, tomaron sus armas y corrieron. El Martillo Crepuscular esperaba tener que luchar contra unos cientos, quizs. Hacia ellos, mezclados entre hroes y dragones, cargaban cientos de miles. Carga, Martillo Crepuscular! La Hora del Fin est cerca, y nuestro objetivo se volver realidad! Alamuerte despleg las inmensas alas goteantes de magma y se elev en el cielo y por sobre sus sbditos. A su paso, la tierra se abra en gigantescas grietas que dejaban ascender grandes formaciones de roca y corrupcin: los ltimos seores elementales que restaban de Infralar atendan al llamado de su seor y se adjuntaron a las fuerzas del Destructor. Los que estaban arriba, en la Cumbre del Templo, ya estaban ms que preparados para el choque. Escudos arriba, hechizos dictados y flechas apuntadas. Era cosa de segundos. Es as como empieza, entonces. Dijo Nozdormu en un susurro que todos pudieron escuchar. Thrall, Alexstrasza tuvo que dar media vuelta para encarar al orco que a duras penas poda sostener el Alma de Dragn por el dolor debers hacer esto sin nosotros. Alamuerte hasta ahora no sabe que ests aqu, y no debera hasta que est todo listo. Nosotros iremos a cumplir con parte de nuestro deber: enfrentarlo de una vez. Slo faltas t. Cuando te hayas comunicado con el Alma de Dragn, no dudes en utilizarla. Thrall solo se limit a sonreir. l saba que no necesitaba a los Aspectos para imbuir su poder en el artefacto, pues ya haba sido hecho hace miles de aos atrs. Slo faltaba terminar el ritual comunicndose con las energas puras dentro del disco, y todo estara listo para acabar con Alamuerte. Los dems Aspectos siguieron a Alexstrasza hasta la orilla de la rampa, viendo cmo ambas fuerzas inmensas estaban a solo pasos del encuentro. Este camino nos podra llevar a la muerte, mis hermanos, dijo Ysera, que an pareca estar soando despierta pese a estar ms all de la conciencia absoluta pero no podemos permitirnos cometer el mismo error dos veces.

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    Terminemos esto como siempre debimos hacerlo. Como uno. Alexstrasza tuvo que responder en un susurro a Kalecgos, antes que las cuatro formas humanoides se lanzaran desde la orilla de la plataforma. Como uno fue el estremecedor rugido de los cuatro Aspectos Dragones que rompi el aire e hizo que muchos de los marchantes del Martillo Crepuscular cayeran aturdidos por el terror. En el aire, las alas de los cuatro Vuelos vigentes se extendieron en el aire, y desde todas las madrigueras y habitaciones de Reposo del Dragn salieron dracos para cubrir el aire de escamas de mltiples colores radiantes. Los lderes a la cabeza de todos, resplandeciendo por el poder que los Titanes les haban otorgado cuando el mundo recin haba sido terminado. El poder del Espritu de la Vida. Alamuerte tuvo que adelantarse en el aire. Esta era el momento que haba decidido utilizar para destruir a cada uno de los cuatro Aspectos restantes, y cumplir la Hora del Crepsculo como la visionaban sus amos. Empezara con Alexstrasza, la dragn carmes que tambin haba decidido adelantarse a todos. Era personal ahora. El traidor haba hecho que sus hijos perecieran antes de nacer, haba implantado amargura en su corazn y, ms importante que cualquier otra cosa, le haba arrebatado el amor de su vida. Esto es por ti, Korialstrasz fue lo que todos los dragones pensaron en ese momento. Entonces sucedi el encuentro. Como dos inmensas mareas de violencia se encontraron ambos grandes bandos en suelo y aire, y no se dejaron esperar para repartir muerte a sus respectivos enemigos. Muchos de los tauren que haban llegado para asistir a los Aspectos no haban demorado ms de unos segundos para quebrar las columnas de al menos cinco Cultistas frente a ellos, para luego ser empalados por las criaturas sin rostro. Era posible ver algunos asesinos del Martillo clavar sus dagas en las clavculas de humanos y usarlos como trampolines para trepar en las espaldas de los dracnidos azules y verdes y cortar sus entraas. Otros se torturaban mutuamente con conjuros de fuego hasta que uno de los dos cayera. Varios orcos tambin haban trado pares de martillos que acabaron penetrando los crneos de un par de dracos negros que cayeron al piso heridos por los que los haban mordido mortalmente en el aire. Muchos cultistas murieron aplastados de una sola vez cuando Alexstrasza empuj a Alamuerte al piso con una tacleada, que luego fue seguida por una rfaga de fuego enfocada al rostro. El Aspecto de la Muerte no se vio afectado en gravedad, pero s fue suficiente como para errar el par de mordiscos dirigidos a la yugular de su rival. Tuvo que utilizar la cola para tomar una de las alas del Aspecto Rojo y liberarse del agarre, para emprender nuevamente el vuelo y atacar con fuego a un grupo de dracos bronces. Los otros Aspectos tambin estaban ocupados lidiando con algunos dracos crepusculares que no eran del todo naturales. Sus cuerpos haban sido modificados con extraos experimentos para que la musculatura fuese ms abundante, y pese a no ser tan poderosos como ellos s

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    representaron un problema para Kalecgos e Ysera, que con mucho esfuerzo lograron liquidar a punta de mordiscos y coletazos a sus oponentes que se estrellaron bruscamente en la roca, quebrando sus cuellos en el acto. Arriba, en la Cumbre, era un nido de cuerpos de dragn. De alguna forma, los que haban logrado sobrevivir a las trampas de Benedictus y la elfa de sangre que los de la Horda llamaban Asira para luego escupir al suelo haban sido selectos de tal forma que entre ellos eran capaces de derrotar a cualquier draco que se les pusiera en frente. Muchos de los reptiles infelices fueron acribillados a flechazos no solo por Perle, sino tambin por un grupo de arqueros entre los que haba dos huargen de cabellos oscuros. El mismo elfo de la noche con el bastn peculiar lanzaba con furia esferas de energa lunar que atravesaban los cuerpos de los voladores. Una hechicera draenei se encargaba de dejar caer picas de hielo conjuradas de la nada en los atacantes que venan a lo lejos, de forma de reducir sus nmeros. Sin embargo, los dracos tambin tenan su truco bajo la manga: su nmero casi interminable. Muchos de los que estaban rodeando a Thrall fueron agarrados por las zarpas de los dracos y arrojados sin piedad desde la altura hasta el suelo nevoso de Rasganorte, donde encontraban una muerte segura tras chocar en seco con el fin de la cada. Muchos cayeron as, y Perle comenz a desesperar. A ese ritmo, no faltara el draco que tomara a Thrall y lo lanzara hacia el fondo del abismo. Thrall tampoco pareca progresar mucho en sus intentos por vincularse con el Alma de Dragn. El dolor era insoportable, y lo nico que lo mantena con la conciencia despierta era la cercana y el conjuro de sanacin de su amada Aggra, que tampoco ayudaban en demasa. La cazadora lanz dos flechas rpidas que atinaron en dos blancos diferentes, para luego volver al centro de la plataforma. Aggra solo sinti que alguien la tomaba por la ropa y la lanzaba a un costado. El movimiento la aturdi un poco, pero cuando volvi en s vio a Perle tomando del cuello de la ropa a Thrall mientras le gritaba a la cara Apresrate de una buena vez, orco intil! para luego arrojarlo al piso con violencia. La orca tuvo que apresurarse a levantarse y abofetear a la elfa, slo para encender su furia nuevamente y levantarle una mano nuevamente encendida en fuego. Una mano detenida por Thrall. Al ser levantado, los frascos en la mochila del chamn cayeron al suelo, derramando los objetos ms preciados del orco y su conexin con los elementos. Fueron esos elementos los que, al caer, se unieron a l por contacto, y lo energizaron de tal forma que era posible ver correr agua, fuego, tierra y aire por las venas, la piel, el sudor y los ojos del orco que levant la mano que le quedaba libre para sostener y mostrar firmemente el Alma de Dragn que ahora brillaba en un haz de luz dorado. Estamos listos. Dijo Thrall acompaado por las voces de los elementos, haciendo a un lado a ambas para buscar a su contraparte y acabarlo de una buena vez.

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    Tyrygosa no dejaba de dar rdenes mientras que eliminaba a bastonazos a aquel