La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

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    OFICIN INTERN CION L

    DEL TR B JO

    GENCI C N DIENSE DE DES RROLLO

    INiERN CION L ( CDI )

    PROYECTO REGIONAL

    CAMBIO TECNOLOGICO Y MERCADO DE TRABAJO

    La Industria Chilena:

    quste Evolución Innovaciones

    y

    Perspedhras

    Rafael gacho y Gonzalo Rivas

    Guillermo Wormald

    OFICIN REGION L

    DE

    L OIT

    PARA AMERICA LATINA Y L CARIBE

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    Copyright rganización Internacional del Trabajo 1995

    Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan d e la protección de los derechos de propiedad intelectual en virtud

    del protocolo 2 anexo a la Convención Universal sobre Derecho de Autor. No obstante, ciertos extractos breves de estas

    publicaciones pueden reproducirse sin autorización, a condición de que se mencione la fuente. Para obtener los derechos de

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    licencias), Oficina Internacional del Trabajo, CH-121 1 Ginebra 22, S uiza, solicitudes que ser ánbie n acogidas.

    ISBN 92-2-309921-8

    Las denom inaciones emp leadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en que aparecen

    presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la O ficina Internacional del Trabajo sobre

    la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de su s autoridades, ni respecto de la delimitación de s us

    fronteras. La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios

    y

    otras colaboraciones firmados incumbe

    exclusivamen te a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione.

    Las referencias a firmas o a proceso s o productos comerc iales no implica aprobación alguna por la Oficina Intern acion al de l Trab ajo,

    y

    el hecho de que no se me ncionen firmas o procesos o productos comerciales no implica desaprobación alguna.

    Las publicaciones de la Oficina Regional para Amé rica Latina y el Caribe pueden obtenerse en calle Las Flores 295, S an Isidro,

    Lima 27, Perú, o solicitándolas al Apartado Postal 3638, Lima 1, Teléfono 51-14) 419-800,

    ax

    51-14) 704-954.

    Impreso en Chile

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    PROLO O

    El presente documento incluye dos contribuciones para el conocimiento de la evolución industrial

    chilena. Los trabajos fueron solicitados a sus autores para que plantearan referencias macroeconómicas y

    sectoriales, introductorias a estudios más detallados sobre las trayectorias de productividad de los

    establecimientos manufactureros.

    Ambos documentos aportan a la reconstrucción de las trayectorias de productividad que se

    sucedieron hasta años muy cercanos en Chile, y los problemas pendientes al cierre del período que cada

    trabajo estudió. Al proceder as( los autores han desarrollado una reflexión cuyas matrices conceptuales

    continúan actuales aún cuando la realidad haya experimentado, desde entonces, algunos cambios

    importantes.

    Por cierto, la estructura manufacturera chilena ha evolucionado luidamente en los años recientes,

    registrando progresos en los indicadores de productividad. Sin embargo, el consenso compartido acerca de

    estos resultados positivos no es tal cuando se trata de identzjicar las áreas de gestión de la productividad

    donde están localizados los programas más eficientes y sus importancias relativas. Una perspectiva histórica

    siempre contribuye a delinear y acotar las discusiones.

    El trabajo de Agacino y Rivas relativiza las interpretaciones de la desindustrialización y de la

    modernización -que fueran sostenidos en sucesión histórica- apelando a distintos recursos estadísticos. En

    particular, los dos autores construyen una linea de argumentación según la cuál el crecimiento

    manufacturero no estuvo fundamentado en el progreso técnico hasta fines de los 80s. La evolución de la

    productividad de la mano de obra manufacturera habría sido negativa en el segundo período (1984-89), y

    la participación de las remuneraciones en el valor agregado habría continuado su disminución.

    ¿En qué factores de oferta, entonces, se apoyó el crecimiento industrial en ese lapso? El texto

    identiJica el uso extensivo de la uerza de trabajo que fue posible por el bajo nivel de las remuneraciones, y

    el uso más intensivo del capital que resultó de inversiones menores en maquinarias y equipos.

    A

    continuación

    los autores se preguntan: ¿cuál es la tarea pendiente principal en materia de productividad para la década

    de los 90s? la respuesta sugiere la introducción de progreso técnico para reconciliar crecimiento y equidad

    en la distribución del ingreso.

    El trabajo de Wormald adopta la siguiente perspectiva: recurriendo también a otras fuentes de

    información (una encuesta de establecimientos manufactureros del Gran Santiago y entrevistas a informantes

    claves), el autor pone de relieve elementos de inflexión en las estrategias de productividad (objetivos y

    programas). Como resultado, una racción destacable de establecimientos metalmecánicos y productores de

    alimentos habrían comenzado a aplicar estrategias más sofisticadas ya a fines de los 80s, combinando

    cambios técnicos organizativos tras objetivos de disminución de costos pero también de mejoramiento en

    la calidad del producto del proceso. Complementariamente,el autor advierte que esos elementos de cambio

    se presentaban en un marco de heterogeneidad tecnológica sectorial, y que una política de recursos humanos

    todavía no estaba sujicientemente incluida en las estrategias de productividad.

    En síntesis, los dos trabajos contribuyen a plantear las tensiones presentes en las discusiones actuales

    sobre políticas de competitividad: eficiencia

    y

    equidad, cambios tecnológicos y gestión de los recursos

    humanos, identf iación de establecimientos V e unta y velocidad de diseminación del progreso en el tejido

    productivo.

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    Ambos documentos ueron objeto de discusiones y comentarios en actividades del Proyecto Regional

    Cambio Tecnológico y Mercado de Trabajo, a cargo de un equipo de profesionales de la OIT integradopor

    Lucio Geller coordinador), Lais Abramo y Leonard Mertens, todos miembros del Equipo Técnico

    Multidisciplinario de la OIT, con sede en Santiago de Chile. El Proyecto Regional tiene el auspicio inanciero

    de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional ACDI).

    VíctorE Tokrnan

    Subdirector General de la OIT

    Lima, junio de 1995

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    INDICE

    ágina

    Documento

    LA INDUSTRIA CHILENA DESPU ES DEL AJUSTE:

    EVALUACION

    Y

    PERSPECTIVAS

    Rafael Agacino Gonzalo Rivas

    A Introducción

    B Contexto macroeconóm ico e institucional

    C Panorama general: Crisis y recuperación industrial

    D Del mito de la desindustrialización al de la modernización:

    La industria chilena en los 80

    1 Producción remuneraciones

    y

    empleo

    2 Evolución por estratos

    3 Inversióny productividad total de factores

    4 Comercio exterior

    5 Los cambios en la composición del producto industrial

    E Perspectivas: ¿Hacia un cambio de tendencia?

    Anexo

    Bibliografía

    Documento

    ESTRATEGIAS DE INNOVACION INDUSTRIAL EL CASO DE LA

    INDUSTRIA ALIMENTICIA Y METALMECAN ICA CHILENA 1980 1991

    Guillermo Wormald

    A Introducción

    B La evolución del sector manufacturero entre 1980 y 1991

    l Apertura y crisis inicial: 1982 1983

    2 La fase de recuperación industrial: 1984 1986 87

    3

    Los años de expansión: 1988 89 1992

    C Estrategias de competitividad y productividad en establecimientos alimenticios

    y

    metalmecánicos durante la década de los

    80

    1

    Innovacióny cambio tecnológico en la empresa

    2

    Estrategias de competitividad y productividad: Algunos ejemplos relevantes

    de las industrias alimenticia y metalmecánica

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    3 Estrategias de competitividad

    y

    productividad: El caso de las empresas

    agroindustriales de exportación

    4 Estrategias de competitividad y productividad: Resultados de una encuesta

    a Magnitud

    y

    tipo de innovación

    b Instrumentos de las estrategias de productividad e innovación tecnológica

    c Objetivos de las estrategias de productividad e innovación tecnológica

    d

    Razones asociadas a las estrategias de productividad e innovación tecnológica

    D Estrategias de competitividad e innovación tecnológica

    y

    sus efectos sobre los trabajadores

    1 Estrategias de innovacióny su impacto en la generación de empleo

    2 Innovación intensidady organización del trabajo

    3

    Innovación

    y

    conocimiento técnico

    4

    Innovación entrenamientoy capacitación

    5 Estrategias de productividad e innovación en la gestión de los recursos humanos

    E. Reflexiones finales

    Anexo

    Bibliografía

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    LA INDUSTRIA CHILENA DESPUES DEL AJUSTE:

    EVALUACION Y PERSPECTIVAS

    A.

    Introducción

    En los últimos

    20

    años, la industria chilena

    debió enfrentar una drástica apertura comercial,

    dos fuertes crisis recesivas, y significativos

    cambios de orientación en las señales generadas

    por la política económica. Ante tales circuns-

    tancias, el aparente buen pie en que actualmente

    se encuentra no deja de ser sorprendente.

    Si bien, hasta mediados de la década ante-

    rior, se produjeron numerosos estudios que

    dieron cuenta de la evolución del sector frente a

    la apertura y los efectos de la crisis, es poco lo

    que se ha hecho en esta materia a nivel general.

    Existe pues, una suerte de vacío analítico en

    relación con la forma en que la industria se

    acomodó al nuevo escenario creado por las

    políticas implementadas a partir de 1985, duran-

    te la fase del

    ajuste estructurul

    Este vacío es

    más inquietante aún, si se toma en cuenta que

    los análisis previos tendían a concluir que Chile

    vivía un proceso de desindustrialización, uicio

    que marca

    un

    agudo contraste con el optimismo

    con que actualmente se mira la situación del

    sector.

    El objetivo de este texto es efectuar un

    balance del proceso de ajuste vivido durante

    la década de los

    80

    en el sector industrial,

    intentando a partir de ahí desprender cuáles

    son los nuevos desafíos que deberá abordar.

    El trabajo se divide en cuatro secciones. La

    primera presenta brevemente el contexto ma-

    croeconómico e institucional que ha enmarca-

    do el proceso, buscando resaltar el particular

    conjunto de incentivos vigente en cada fase.

    La segunda sección entrega

    un

    panorama

    general de la evolución del sector en los

    últimos

    20

    años, mientras que la tercera se

    concentra en la modalidad del ajuste en los

    años

    80.

    Finalmente, la cuarta plantea

    algunas ideas sobre las perspectivas futuras de

    la industria ante las nuevas circunstancias y

    desafíos.

    Como es obvio, dado el nivel de agregación

    que aquí se utiliza, tanto el carácter de la discu-

    sión como los resultados que se obtienen, deben

    entenderse como un intento de explicación de

    lus tendencius mus generules

    que mostró la

    industria durante la década pasada; del mismo

    modo, el análisis de las proyecciones y los

    nuevos problemas que de éstos se derivan, se

    sitúan al mismo nivel. Ello, por cierto, no

    significa suponer la coincidencia estricta entre

    tendencias generales y específicas, sino más

    bien acentuar las primeras de acuerdo con el

    propósito de este artículo.

    A

    fin

    de aliviar el texto, se han reducido al

    mínimo imprescindible los cuadros estadísticos,

    presentándose en anexos tanto éstos como las

    explicaciones metodológicas.

    B. Contexto macroeconómico

    e institucional

    Como es sabido, a partir de 1975 la econo-

    mía chilena se vio inmersa en un proceso de

    profundas transformaciones institucionales, las

    cuales apuntaron a configurar una economía de

    libre mercado, plenamente abierta al exterior, en

    un

    marco de disminución de la intervención

    y

    tamaño del aparato estatal.

    Una de las reformas de mayor alcance e

    implicancias fue la apertura comercial. Durante

    las décadas previas a 1970 el régimen de comer-

    cio exterior se había caracterizado por la vigen-

    cia de altas tasas de protección nominal, y una

    importante dispersión de los niveles de

    tarifa^ ^

    A través de sucesivas reducciones, el nivel

    arancelario bajó de un 94 promedio, en di-

    ciembre de 1973, a un 10 parejo, en julio de

    1979.

    Por otra parte, durante el gobierno de la

    Unidad Popular (1 970- 1973) se habían acumu-

    lado importantes desequi librios macroeconóm i-

    cos, los cuales se expresaban en un déficit fiscal

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    superior al 27 del

    producto interno ruto

    (PIB), inflación galopante,' y significativo

    déficit en cuenta corriente.

    La nueva autoridad intentó resolverlos

    aplicando un severo programa de estabilización:

    fuerte devaluación, reducción del gasto público,

    alza de tarifas públicas, control salarial y con-

    tracción monetaria. La aplicación de éste, junto

    con la crisis del petróleo, llevaron en 1975 a una

    caída del PIB de un 16.6 ; al tiempo que a

    comienzos de 1976 el desempleo comenzaba a

    superar el 20 de la fuerza de trabajo.

    Las dificultades para quebrar la tendencia

    inflacionaria llevaron a

    l

    autoridad a utilizar el

    tipo de cambio para frenar las alzas de precios.

    Así, de 1976 en adelante se produjeron una serie

    de revaluaciones,4 hasta que en 1979 se optó por

    fijar la paridad cambiaria nominal, situación que

    se mantuvo hasta mediados de 1982. Como en

    ese lapso la inflación interna tendió a ser supe-

    rior a la internacional, el tipo de cambio real

    sufrió una importante apreciación.

    De este modo, la evolución cambiaria no

    compensó la disminución de las tarifas arance-

    larias, generándose un sostenido descenso del

    costo de importar,' lo cual, afectó particular-

    mente las actividades sustitutivas de importacio-

    nes; es decir, gran parte del sector industrial.

    Por otra parte, las tasas de interés se mantu-

    vieron extraordinariamente altas hasta 1980.

    No deja de ser impactante que estas elevadas

    tasas de interés internas coexistieran con un

    flujo creciente de créditos externos a tasas

    significativamente más reducidas. La importan-

    cia de estos fondos fue creciente en la estructura

    de financiamiento del endeudamiento interno,

    pero su acceso directo estaba limitado a las

    grandes empresas y a la banca privada, generán-

    dose entonces una alta disparidad en las condi-

    ciones que enfrentaban los agentes económicos.

    En consecuencia, durante los años 70, la

    economía chilena no sólo hubo de hacer frente

    a drásticas reformas institucionales, sino tam-

    bién a las secuelas de un programa de estabili-

    zación fuertemente recesivo, tasas de interés

    extraordinariamente elevadas, y una dramática

    disminución de los costos de importar. No

    obstante lo anterior, el creciente flujo de

    créditos externos posibilitó que, a partir de

    1977, el PIB se expandiera hasta llegar a superar

    el 8 anual.

    En ese contexto, el consumo privado fue un

    agente privilegiado de la recuperación luego de

    la recesión de 1975. Junto con el aumento de

    éste, se produjo un fuerte aumento de las impor-

    taciones, las cuales se constituyeron, en el

    período, en el componente más dinámico del

    gasto.

    Ciertamente las exportaciones también

    mostraron un interesante crecimiento, pero no

    bastó para financiar el incremento de las impor-

    taciones. De hecho, salvo el año 1976, durante

    todos los años considerados, el saldo de la

    balanza comercial resultó deficitario, con una

    tendencia incremental en el tiempo. Este déficit

    fue cubierto con créditos externos crecientes,

    generándose una espiral de endeudamiento

    externo que tomó excepcionalmente vulnerable

    la economía chilena a las fluctuaciones de los

    mercados financieros externos.

    La fragilidad del crecimiento experimentado,

    quedó de manifiesto en el comportamiento de la

    inversión, la cual sólo en 1980 alcanzó los

    niveles absolutos de 1970. Mas aun, durante

    todos los años concernidos,la proporción de ésta

    sobre el producto nunca llegó al 20 ; esto es,

    su nivel promedio durante la década de los 60.

    Dada la evolución reseñada, se comprende

    que la crisis de la deuda externa afectara tan

    duramente a la economía chilena. En 1982 el

    P I B cayó un 14.1 , mientras que al año si-

    guiente lo hizo en un 0.7 . Aparejada a esa

    caída del producto hubo una dramática alza de

    la tasa de desocupación, que alcanzó un

    28.5 en 1983; mientras que las importacio-

    nes llegaban ese mismo año a menos de la

    mitad del nivel de 198 1.

    Las fuertes presiones sociales obligaron al

    gobierno a un cambio de rumbo en su política.

    Junto con implementar diversas políticas expan-

    sivas, se introdujeron una serie de medidas

    heterodoxcrs como la elevación de los aranceles

    a las importaciones, la introducción de sobreta-

    sas arancelarias para productos específicos, la

    fijación de bandas de precios para la produc-

    ción agrícola, y una velada intervención de la

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    autoridad para fijar el nivel de las tasas de

    interés (Larraín y Velásquez, 1986).

    La mantención, e incluso agravación del

    desequilibrio externo, obligó a un nuevo cambio

    de rumbo en 1985, frenando el impulso expansi-

    vo. El nuevo programa puso el acento en la

    conjunción de un fuerte estímulo exportador,

    con la mantención de políticas de austeridad en

    el gasto interno para generar el ahorro suficiente

    para cumplir con las obligaciones con los acree-

    dores externos, y así financiar niveles superiores

    de inversión. Su implementación contó con el

    apoyo financiero del Fondo Monetario Interna-

    cional y del Banco Mundial, e involucró nuevas

    alzas del tipo de cambio, manteniéndose un

    férreo control sobre el gasto público y la evolu-

    ción de los salarios.'

    El tipo de cambio real se elevó sostenida-

    mente lo que, unido al aumento de las tarifas

    arancelarias, condujo a un aumento mayor aún

    del costo de importar. Ciertamente la conten-

    ción de los salarios reales jugó un rol primordial

    en la consecución de los niveles de devaluación

    real logrados en el periodo. En efecto, de

    acuerdo a los datos oficiales, en 1989 aún no

    recobraban el poder adquisitivo de 1981, y

    menos aún el de 1970, siendo la caída del ingre-

    so mínimo más dramática todavía.

    En consecuencia, si se considera de manera

    conjunta el movimiento del tipo de cambio, la

    protección arancelaria, los costos salariales y la

    tasa de interés, se concluye que las empresas de

    los sectores transables vieron significativamente

    incrementada su rentabilidad, otorgando así un

    cariz diferente a este proceso de ajuste respecto

    al período anterior.

    El impacto del nuevo cuadro de políticas en

    las cuentas externas fue impresionante. En

    198 el déficit alcanzaba los

    4

    733 millones de

    dólares corrientes, equivalente a un 123% de

    las exportaciones de ese año, en 1988 llega a

    167 millones de dólares; es decir, cerca de un

    2% de los ingresos de exportación.

    Dos movimientos contribuyeron de manera

    fundamental al mejoramiento de las cuentas

    externas. Por una parte, una fuerte reducción de

    las importaciones (cuyo valor en dólares en

    1986 era aún inferior a la mitad del alcanzado

    en 198 l), y una sostenida expansión del volu-

    men físico de exportaciones.

    El esfuerzo para ajustar las cuentas externas

    queda reflejado en la evolución del consumo y

    la inversión. En efecto, a pesar que, en 1987, el

    producto recupera su nivel previo a la crisis,

    ello no ocurre de este modo en el caso de estos

    componentes del gasto.

    El caso de la inversión ilustra bien los pro-

    blemas que genera un crecimiento cíclico. Al

    final del ciclo expansivo de los años 70 las

    empresas tuvieron la oportunidad de endeudarse

    fuertemente, iniciando un proceso de readecua-

    ción tecnológica que se reflejó en un crecimien-

    to de las importaciones de bienes de capital. Sin

    embargo, la recesión posterior implicó que

    muchas de esas inversiones no pudieran ser

    amortizadas inmediatamente. Al mismo tiem-

    po, muchas quedaron fuertemente endeudadas

    por lo que la recuperación de sus ingresos fue

    canalizada a sanear su precaria situación

    financiera.

    Por otra parte, la inestabilidad de las politi-

    cas, y la propia inseguridad que se genera en las

    coyunturas post-recesivas (en que nunca hay

    certeza respecto al ritmo e irreversibilidad del

    proceso de recuperación) posi bi itan comporta-

    mientos especulativos atentarios de la inversión.

    Analizando la situación posterior a 1982

    Infante (1988) encuentra que la rentabilidad

    posible de obtener a través de la especulación

    en dólares y10 en la bolsa de valores llegó a

    u

    promedio de 55.1% anual en el período que va

    del último trimestre de 1982 al último de 1987.

    Evidentemente, en tales condiciones las pers-

    pectivas de las inversiones productivas se

    resienten de manera notable. Solamente hacia

    el final de la década la inversión llega a

    superar el nivel absoluto alcanzado en 198

    pero aun así llegaba a representar sólo

    u n

    1 8.6% del producto en 1989.

    C.

    Panorama general Crisis

    y

    recuperación industrial

    El discurso predominante en la última

    década sobre la industria chilena, osciló

    desde la idea de

    u

    proceso inexorable de

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    desindustrialización, hacia la visión de una

    industria que fuera capaz de sobreponerse a las

    adversidades, modernizando integralmente su

    gestión y sus procesos productivos. Ciertamen-

    te, a la luz de los hechos, nadie sostendría hoy la

    primera postura, pero no deja de ser curioso el

    rápido tránsito desde los negros pronósticos,

    imperantes a mediados de los 80, al franco

    exitismo que pareciera albergar el diagnóstico

    actual.'

    En los últimos 20 años el sector manufactu-

    rero chileno enfrentó tres fuertes shocks: los

    drásticos cambios institucionales operados en la

    economía por el régimen militar, la crisis del

    petróleo en 1975 y de la deuda externa a inicios

    de los años 80. Si bien, como se vio en la

    sección precedente, estos fenómenos afectaron

    al conjunto de la economía chilena, sus efectos

    fueron particularmente severos en el sector

    manufacturero.

    Lo anterior se entiende fácilmente, si se

    toma en consideración que hasta 1973 la indus-

    tria ocupaba en Chile el lugar central de la

    estrategia de desarrollo, en el marco clásico de

    aplicación de la industriulizución por sustitu-

    cirín de impartacione.~ISi) vigente en América

    Latina. En la práctica, ello significaba la exis-

    tencia de un conjunto de dispositivos institucio-

    nales y financieros que volcaban el apoyo del

    Estado al sector.

    De este modo, el sector manufacturero no

    sólo sufrió los rigores de los ajustes macroeco-

    nómicos, sino que debió enfrentar el desafío de

    adecuarse a la nueva estructura de incentivos

    creada por los cambios institucionales introduci-

    dos partir de 1975. Sin duda, para la industria

    el más significativo de esos cambios fue el

    rápido paso de un régimen de elevada protec-

    ción arancelaria, a la vigencia de un arancel

    parejo de un 10% en julio de 1979, en un con-

    texto de sostenida caída del costo de importar,

    que se prolongó hasta plena crisis en 982.12

    Si bien hasta 198 la industria compartió con

    los restantes sectores el boom expansivo genera-

    do por la masiva afluencia de créditos externos,

    ese proceso no le significó recuperar el peso que

    tenía en el producto geogrufico bruto (PGB)

    global antes de 1975. Más aun, la expansión del

    PIB industrial entre 1976

    y

    198 fue acompaña-

    da de una reducción absoluta en el uso de

    factores (véase cuadro 9), y de una leve dismi-

    nución en el número de establecimientos.

    En consecuencia, la dinámica de la industria

    durante el período expansivo 1976- 198 se

    caracterizó por una racionalización en el uso de

    factores, que redundó en una elevación relativa

    del capital disponible por trabajador, y de un

    aumento del tamaño de planta promedio. Ello

    se reflejó en un incremento de la produclividud

    lotul de fuctores PTF), indicando una mayor

    eficiencia en la operación del sector. Este

    resultado no es obtenido por una renovación de

    la base técnica de operación, sino por cambios

    introducidos fundamentalmente a nivel del

    proceso de trabajo que involucraron una mayor

    disciplina laboral, intensificación y extensión de

    las jornadas,I4 etc.

    La especial combinación de incentivos que

    influyó para que se materializara este particular

    proceso de ajuste en el sector industrial incluyó

    la vigencia de altas tasas de interés reales, una

    sostenida pérdida de rentabilidad de los sectores

    transables, existencia de capacidad instalada

    ociosa, un sector laboral atemorizado, debilitado

    en su organización, y carente -al menos durante

    buena parte del período en cuestión- de medios

    legales de protección y finalmente, costos

    salariales reales en ascenso a partir de 1978

    producto de la vigencia de

    un

    mecanismo de

    indexación según inflación pasada en el contex-

    to de inflación descendente. En ese marco, sólo

    en los últimos años del período se observa un

    esfuerzo importante en materia de inversión, y

    los escasos antecedentes disponibles indican

    que tal esfuerzo se habría concentrado sólo en

    algunos establecimientos.

    En definitiva entonces, durante este tiempo

    la industria debió afrontar una drástica apertura

    en

    un

    contexto marcado por una creciente

    pérdida de competitividad respecto de las im-

    portaciones, elevadísimos costos financieros y

    las secuelas del ajuste efectuado en 1975. En

    ese contexto, la recuperación que experimenta

    el producto industrial a partir de 1976 sólo se

    explica por el fuerte incremento de la deman-

    da interna que posibilitó la expansión de los

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    11/92

    créditos externos (Gatica y Pollack, 1986). Al

    producirse la reversión de los flujos de capitales

    la industria sufre duramente el golpe, y el pro-

    ducto del sector experimenta una caída de un

    2 en 1982, mientras el empleo lo hace en

    u

    27.4%.

    Los efectos de la crisis de la deuda fueron

    bastante más allá que los de

    u

    episodio recesi-

    vo. En efecto, como se vio en la sección prece-

    dente, se produce un importante cambio en las

    políticas económicas, generándose un nuevo

    marco de señales para los agentes económicos.

    Así, la recuperación en este nuevo período se

    produce en un contexto marcado por un mayor

    grado de protección a la actividad doméstica

    -tanto por la vía arancelaria como por el manejo

    cambiario- tasas de interés sustancialmente

    menores a las del período anterior y costos

    salariales descendentes. Todo ello repercutió en

    una importante elevación de la rentabilidad de

    los sectores transables y, por ende, de la indus-

    tria.

    Como se puede apreciar en el gráfico 1,

    hacia 1987 el sector manufacturero no sólo

    había recuperado el nivel previo a la crisis, sino

    que superaba el de 1972, que constituía su peak

    histórico. A partir de ese momento se inicia una

    fase de crecimiento que no se ha interrumpido

    hasta ahora. Si bien en un primer momento la

    recuperación de la producción industrial se

    fundó en el desplazamiento de importaciones,'

    posteriormente el componente fundamental ha

    sido la expansión progresiva de la demanda

    interna (Agacho, Rivas

    y

    Román, 1992) esti-

    mulada a su vez por el crecimiento de las expor-

    taciones.

    Un rasgo que marca una diferencia

    notable con la recuperación de la segunda

    mitad de los 70, es que durante la de los

    80 el empleo manufacturero creció de mane-

    ra vertiginosa. En efecto, de acuerdo a las

    cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación

    del INE, en 1989 el número de ocupados

    en el sector industrial duplicaba el de 1982,

    aumentando su peso en el total de la ocupa-

    ción nacional desde el magro 13.91% al que

    llegó en 1982, a un 16.7% en 1989, partici-

    pación que ha mantenido con posterioridad

    y que se sitúa a un nivel similar al alcanzado a

    fines de los 70.

    En definitiva entonces, sólo luego de la

    recuperación de la crisis de la deuda y de la

    implantación de las políticas de ajuste estructu-

    ral el sector manufacturero chileno parece

    haberse adecuado al nuevo marco que impu-

    sieron los cambios operados en la estrategia

    de desarrollo a partir de mediados de los

    años 70,

    y

    particularmente a la apertura al

    comercio internacional.

    A continuación se analiza la modalidad

    particular de ajuste de la industria en los 80,

    buscando identificar por una parte, las condi-

    ciones que enmarcaron la recuperación, y, por

    otra, las tendencias de carácter más estructu-

    ral que han ido tomando cuerpo en el proce-

    so de ajuste

    y

    crecimiento del período.

    D Del mito de la desindustrialización a l de

    la modernización: La indus tria chilena en

    los 8 19

    1.

    Produccih remuneraciones

    y

    empleo

    El cuadro presenta la información reporta-

    da por los Anuarios Manufactureros del INE

    respecto a la evolución de la producción física

    y

    la ocupación media anual. Se indican asimis-

    mo las elasticidades brutas empleo-producto y

    la variación de la productividad media para cada

    año.

    Como se señaló con anterioridad, a partir de

    1984 se observa un elevado incremento de la

    ocupación manufacturera, particularmente en

    los años 1985

    y

    1987, en los cuales la expansión

    del empleo sobrepasa con largueza la del pro-

    ducto. Aun sin considerar esos años, las elasti-

    cidades empleo-producto (brutas) que resultan

    para el período post 1983 son significativamente

    elevadas, y difícilmente sostenibles en el tiem-

    po. En efecto, aparejada a esta fuerte expansión

    relativa del empleo se encuentra una caída de la

    productividad media del trabajo para el conjunto

    del período referido, que contrasta con los

    fuertes incrementos observados en 1980 y

    198 1. Si bien a partir de 1988 hay variaciones

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    12/92

    Gráfico

    PGB INDUSTRIAL, 1970-1991

    Fuente:

    Banco Central de Chile.

    Cuadro

    1

    INDUSTRIA: ELASTICIDAD EMPLEO-PRODUCTO PRODUCTIVIDAD, 1979-1990

    Fuente:

    Sobre el Censo

    y

    Anuarios de la Industria Manufacturera. INEi Datos válidos para los establecimien-

    tos de 10 o más trabajadores,

    excluido el sector

    372

    cobre). El IPF corresponde al índice de

    producciónfisica

    publicado por el

    INE

    Año

    1979

    Ocupación me-

    dia Np perso-

    m

    302 478

    Variación ocu-

    pacional

    ( )

    IPF

    índice

    1979

    =lo

    100.0

    Variación IPF

    ( )

    Elasticidad

    coeficiente)

    Valor PMF

    ( )

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    13/92

    positivas de la productividad media física del

    bruto2 (véanse cuadro 2 y gráfico 2).

    trabajo, los aumentos son marginales.

    Un elemento significativo de la expansión

    Este crecimiento mediante el uso extensi-

    ocupacional en el sector manufacturero durante

    vo de la mano de obra en el sector industrial,

    este lapso, es la elevación de la participación

    fue posible por el hecho que la baja productivi-

    femenina en el empleo. Como lo muestra el

    dad laboral fue compensada por una drástica

    cuadro

    3

    este fenómeno se da en todas la cate-

    reducción de las remuneraciones. Estas cayeron

    gorías, aun cuando es particularmente fuerte

    prácticamente de manera continua hasta 1987

    entre los empleados, como era de esperar.

    inclusive, y aunque de 1988 en adelante la Aun cuando no existen antecedentes

    tendencia se revertió, en 1990 estaban aún por que nos permitan sugerir que este incremento

    debajo del nivel alcanzado en 198 1. De hecho,

    en la participación femenina haya incidido

    la reducción de los costos salariales, entre 1984 en el comportamiento de la productividad

    y 1989(-5 como promedio anual), compensó laboral, sí hay diversos estudios que han mostra-

    con creces la disminución de la productividad do que las mu-jeres tienden a ser peor

    (-2.1%

    promedio anual), de modo que la remuneradas que los hombres para similares

    participación de las remuneraciones en el calificaciones. Asimismo, investigaciones en

    vdor ruto eproducción

    VBP) industrial se países del sud-este asiático sugieren que las

    redujo a casi la mitad (-2.9% por año) de la que trabajadoras son más dóciles y menos inclina-

    tenia en 1979-1981, en beneficio de la expan- das a formar sindicatos que los hombres (Blanc,

    sión de los costos intermedios y del excedente 1985).

    Gráfico

    2

    EVOLUCION DE LA S PARTICIPACIONES EN EL VBP

    1979-1989

    ENBP

    ( )

    UCIIV P

    RNBP

    )

    Fuente

    Cuadro 2

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    14/92

    Cuadro

    2

    PARTICIPACIONES EN EL VBP 1979 1989

    en

    porcentajes

    Fuente:

    Agacho 1993). Sobre

    V

    Censo

    y

    Anuarios de la Industria Manufacturera, INE. Datos válidos para

    establecimientos

    de

    10 o más trabajadores excluido el sector

    372

    l

    Deflactado por un lndice

    de

    variación

    de

    precios de bienes industriales.

    Ciertamente no disponemos de informa-

    ción como para plantear que el incremento en la

    contratación de mujeres haya sido una estrategia

    deliberada de las

    firma^,^

    pero su carácter

    tendencia1 indica que es un proceso que no

    puede ser obviado al momento de evaluar las

    nuevas características del sector.

    2 volucicinpor estratos

    La evolución reseñada Iiasta el momento,

    da cuenta de la situación del conjunto de los

    establecimientos industriales de diez o más

    trabajadores. Al desagregar el análisis diferen-

    ciando entre las empresas de diez a 49

    y

    las de

    50 y más, surge una significativa divergencia

    entre ambos estratos. En efecto, como lo reve-

    lan las cifras del cuadro 4, ambos no siguieron

    una modalidad común de ajuste.

    La

    gran induvtriu (GI)

    -50 o más

    trabajadores- muestra un patrón que se caracte-

    riza por un aumento significativo del número de

    establecimientos, y un incremento aún mayor de

    la ocupación, lo que redunda en el incremento

    del tamaño medio de los mismos. En este caso

    entonces, la recuperación se acompaña no sólo

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    15/92

    Cuadro 3

    ESTRUCTURA OCUPACIONAL POR GENER O 1979 1990

    porcentaje)

    II

    Mo

    Mujeres ombres Mujeres ombres Mujeres ombres Mujeres ombres

    I

    Fuente

    Sobre V Censo y Anuarios de la Industria Manufacturera, INE Incluye establecimientos de 10 o más

    trabajadores excluidoe l sector 372.

    por el recurso del uso extensivo de la mano de

    exhibida en 1979.*'

    Aun cuando no se cuenta

    obra, sino también por

    el

    surgimiento de nume-

    con índices de producción desagregados por

    rosas nuevas empresas que aprovechane l bajo

    estratos, con los antecedentes disponibles es

    costo laboral?'

    posible observar que el ajuste es asimétrico

    respecto de la evolución de la productividad

    Es diferente la evolución de la

    pequeñu

    inedia física del trabajo. En efecto, s i conside-

    mediunu industri

    (PyMI). El número de unida-

    ramos el índice de producción física general, en

    des productivas venia descendiendo desde antes

    el período 1984- 1990 la productividad media

    de la crisis de la deuda, estabilizándose sólo

    aumenta en la PyMl ocurriendo lo contrar io en

    hacia

    e l

    final

    de

    la década. Ello estaría indican- la GI. Las cifras del cuadro

    5

    indican que la

    do entonces que este estrato estaba viviendo ya

    PyMl aumentó la productividad inedia en un

    un proceso

    de

    ajuste con anterioridad a los

    5.5 anual durante el período en tanto, en igual

    cambios. S i bien también en la PyMl aumenta

    lapso, en la G1 ésta disminuía a una tasa del

    la ocupación media por establecimiento, ello se

    4.3% por año.

    materializa en conjunción con una tendencia a

    la disminución de la ocupación y un incremento

    En definitiva entonces, el ajuste de la

    notable de la producción por firma , la cual

    PyMl se efectúa elevando la productividad de la

    iiicluso en 1990, es superior al doble de la

    mano de obra, con una reducción del número de

    Prop y fam

    Empleados

    Obreros Total

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    16/92

    Cuadro

    4

    TAMAÑO DE ESTABLECIMIENTOSY OCUPACION POR ESTRATOS 1979-1990

    10 a

    49

    trabajadores 50 o más trabajadores Industria

    Año

    1979

    1980

    1981

    1982

    1983

    1984

    1985

    1986

    1987

    1988

    1989

    1990

    Fuente SobreV Censo y Anuarios de la Industria Manufacturera INE. Incluye establecimientos de 10 o más trabajadores excluido sector

    372.

    El valor

    VBP

    a precios constantes se obtiene utilizando el Zndice de Producciónfisica publicado por INE.

    b

    establ.

    4 506

    4 057

    3 700

    3 497

    3 248

    3 308

    3 160

    2 950

    3 135

    2 967

    2 901

    2 919

    Ocup.

    media.

    90 344

    82 102

    76 253

    70 433

    66 600

    71 482

    70 309

    67 703

    72 495

    70 771

    70 396

    70 537

    estbl.

    1 273

    1 220

    1 144

    960

    936

    1 046

    1 148

    1 231

    1 400

    1 493

    1 592

    1 633

    NlJ

    estbl.

    5 779

    5 277

    4 844

    4 457

    4 184

    4 354

    4 308

    4 181

    4 535

    4 460

    4 493

    552

    Ocup. media

    20.0

    20.2

    20.6

    20.1

    20.5

    21.6

    22.2

    23.0

    23.1

    23.9

    24.3

    24.2

    Ocup.

    media

    212 134

    198 416

    184 121

    144 637

    143 995

    161 600

    177 631

    199 889

    234 981

    255 707

    284 120

    290 844

    Iestbl.

    VBP 79

    (1979=100)

    100.0

    119.8

    133.0

    112.9

    128.5

    140.0

    147.4

    172.0

    169.3

    193.5

    215.4

    219.5

    Ocup. me-

    dia

    52.3

    53.2

    53.8

    48.3

    50.3

    53.5

    57.6

    64.0

    67.8

    73.2

    78.9

    79.4

    Ocup. media

    166.6

    162.6

    160.9

    150.7

    153.8

    154.5

    154.7

    162.4

    167.8

    171.3

    178.5

    178.1

    VBP 79

    Iestbl.

    (1979=100)

    100.0

    113.0

    122.1

    116.0

    126.1

    125.9

    116.3

    119.2

    110.2

    112.9

    116.1

    116.3

    VBP 79

    lestbl.

    (1979=100)

    100.0

    112.6

    121.5

    116.2

    125.9

    125.1

    114.7

    116.4

    107.1

    108.6

    110.9

    110.9

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    17/92

    Cuadro

    5

    VARIAC ION DE LA PRODUCTIVIDAD MEDIA FISICA DEL TRA BAJ O 1979-1990 ( )

    10 a 49 trabajadores

    Media 80-8 1 4.6 -8.1 12.7 -6.8

    I I

    50 o más trabajadores

    Año

    1980

    1981

    l

    Fuente

    Sobre V Censo

    y

    Anuarios de la Industria Manufacturera,

    INE y

    cuadros anteriores. Incluye

    establecimientos de

    10

    o más trabajadores excluido sector

    372

    establecimientos, pero aumentando el tamaño de

    En consecuencia, al conjugar la evolución de las

    la planta promedio y su eficiencia. En la GI, la

    remuneraciones y de las productividades relati-

    recuperación, y el posterior crecimiento,descan-

    vas, la tendencia resultante es que la PyMl ha

    san fundamentalmente en la masiva incorpora-

    estado operando con costos laborales menores

    ción de mano de obra, con una importante

    aún que lo que sugieren las cifras salariales,

    creación de nuevos establecimientos, pero con

    incrementando por una doble vía su competitivi-

    un descenso de la productividad laboral.

    dad respecto de la Gl.24

    ariación

    IPF

    7.9

    1.2

    Media 80-83

    Media 84-90

    Más allá de las diferencias anotadas,

    ambos segmentos productivos se beneficiaron

    igualmente del bajo costo laboral vigente en el

    período cuadro

    6).

    De hecho, si se comparan

    las remuneraciones con el punto más alto alcan-

    zado ( 98

    ,

    los salarios de empleados y obre-

    ros de la PyMI cayeron mas que los de la GI.

    Variación

    ocupación media

    -9.1

    -7.1

    -7.0

    6.4

    Actualmente no es posible afirmar si este

    resultado del proceso de ajuste del sector manu-

    facturero durante los

    80

    se mantendrá en el

    futuro. Sin embargo, cabe hacer notar que esta

    sensible disminución relativa de los costos

    laborales de la PyMI respecto de la GI, puede

    ser visto como uno de los incentivos que han

    Variación PMF

    17.0

    8.3

    -6.5

    0.9

    Variación

    ocupación

    -6.5

    -7.2

    -0.5

    5.5

    Variación PMP

    14.4

    8.4

    -10.9

    10.6

    3.9

    -4.3

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    18/92

    Cuadro 6

    SALARIOS REALES MEDIOS POR ESTRATO 1979 1990

    miles de 1979)

    Fuente:

    Sobre V Censo y Anuarios

    de

    la Industria Manufacturera, INE

    Incluye

    establecimientos de

    10

    o más

    trabajadores. Deflactados según

    indice de precios u1 consumidor

    (1PC)-INE.

    Año

    1979

    1980

    1981

    1982

    1093

    1984

    1985

    1986

    1987

    1988

    1989

    1990

    operado para explicar la expansión de las prácti-

    cas de subcontratación que existen en el

    sector.25

    3 nversicín protluctividad total

    e

    factores

    El cuadro 7 presenta la evolución de las

    inversiones nuevas efectuadas por los estableci-

    mientos industriales entre 1979 y 1989 desglo-

    sada por ítemes. Son dos los heclios que pare-

    cen más significativos. En primer lugar, la

    inversión en maquinaria y equipos sólo remonta

    (espectacularmente por lo demás) al nivel de

    1979 en 1989. Si asumimos que buena parte del

    progreso técnico es incorporudo, esta situación

    10a 49

    Empleado salario

    medio $79

    208.68

    206.03

    225.64

    214.73

    187.19

    177.99

    157.53

    151.78

    136.91

    141.22

    158.00

    171.01

    nos indica que hasta 1988 los esfuerzos en

    materia de renovación tecnológica fueron esca-

    sos en el sector inaiiufacturero chileno.

    trabajadores

    Obrero salario

    medio $79

    81.78

    84.53

    91.10

    85.42

    70.46

    64.75

    58.25

    58.15

    57.62

    61.85

    68.91

    70.76

    El segundo Iiecho singular, es que la

    inversión en edificios supera ya en 1986 los

    niveles de 1979. Ello es coherente con la infor-

    nación referida al surgimiento de iiumerosos

    nuevos establecimientos en el período, pero

    resulta de más difícil conciliación con la evo-

    lución reportada por la inversión en maquinaria

    y equipo. Una posible explicación puede radi-

    car en los niveles de partida muy disímiles. Es

    decir, en 1979 los esfuerzos relativos habrían

    estado concentrados en la incorporación de

    nuevas maquinarias en fábricas ya existentes,

    por lo que la edificación industrial podría haber

    50

    o más

    Empleado salario

    medio $79

    367.23

    402.18

    432.18

    408.35

    367.86

    371.83

    335.81

    337.25

    299.75

    313.74

    341.64

    345.19

    trabajadores

    Obrero salario

    medio $79

    116.44

    128.35

    137.75

    130.25

    114.04

    102.94

    97.48

    94.85

    93.97

    98.72

    105.99

    108.71

    Total

    Empleado salario

    medio $79

    334.67

    362.64

    390.88

    362.21

    325.41

    326.55

    296.60

    300.35

    268.97

    283.17

    311.64

    317.89

    Obrero salario

    medio $79

    105.88

    115.14

    123.54

    115.06

    99.89

    91.00

    86.19

    85.42

    85.28

    90.66

    98.58

    101.19

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    19/92

    Cuadro

    7

    mayor tamaño. Que ello no se haya reflejado en

    una disminución de la productividad laboral de

    lNVER SIONE S NUEVAS 1979-1 989

    la PyMI, sino que por el contrario, ésta haya

    índice, de

    9

    79

    aumentado, tanto de manera absoluta como

    relativa respecto de la GI, es indicativo de un

    significativo proceso de racionalización en este

    segmento industrial, que debe haber ido acom-

    pañado de incrementos en la extensión y10

    intensidad de la carga de trabajo.

    Lamentablementeel Censo Manufacturero

    de 1979 sólo entrega información sobre los

    activos disponibles para los establecimientos de

    más de 50 trabajadores, lo que imposibilita el

    cálculo de la productividad total de factores

    para el segmento de menos de 50 En lo que

    sigue, por lo tanto, se presentan los resultados

    relativos al estrato de mayor tamaño cuadro 9).

    La evolución de la PTF a partir de 1984

    refleja el sesgo extensivo en el uso de la mano

    de obra de la recuperación de la GI. El creci-

    miento que experimenta la producción industrial

    se efectúa a través de una utilización creciente

    del factor trabajo, con un incremento marginal

    de la inversión. El efecto de dicha dinámica es

    Fuente:

    Sobre

    V

    Censo y Anuarios de la Industria

    Manufacturera,

    INE

    incluye establecimientos de

    O

    o

    ás trabajadores excluido sector 372

    estado particularmente reducida. Adicional-

    mente, cabe pensar que algunos de los nuevos

    establecimientos se instalaron recurriendo a

    maquinaria de fábricas que quebraron. Por

    último, también se puede plantear como hipóte-

    sis que las compras de maquinarias y equipos

    se concentraron en las nuevas unidades produc-

    tivas, lo que revelaría un atraso relativo mayor

    aún para las empresas pre-existentes.

    Al desagregar el comportamiento de las

    inversiones nuevas por estratos cuadro

    S ,

    se

    aprecia una importante diferencia en la evolu-

    ción de los dos segmentos identificados. En

    efecto, llama la atención que la caída de las

    inversiones es más temprana y mucho más

    fuerte en el caso de la PyMI, que en la GI.

    Estos hechos estarían indicando que en el

    período la PyMl se habría rezagado tecnológi-

    camente respecto de los establecimientos de

    una disminución de la eficiencia en el uso de los

    factores. Si bien hacia el final del período se

    constata u incremento en la adición de bienes

    de capital, su efecto inmediato es acrecentar el

    rasgo utilizador de factores del proceso de

    crecimiento, y por tanto una caída mayor de la

    PTF, situación que se da en 1989.

    Los antecedentes anteriores, en una pers-

    pectiva más larga, hacen posible trazar la senda

    que siguió la GI durante las dos décadas anterio-

    res. Las tasas medias de crecimiento de la

    producción observadas durante los períodos

    1976 198 y 1984 1989, ambos con

    procesos de ajuste y recuperación frente a

    dos crisis, muestran que las firmas pronta-

    mente recobraron su dinamismo. Sin em-

    bargo, el tipo de incentivos explícitos e

    implícitos derivados tanto de la política eco-

    nómica como de los cambios en el marco

    institucional, prefijó caminos posibles que

    hicieron que tal dinamismo se fundara más en

    las oportunidades que en los limites que tales

    líneas de política

    y

    cambios institucionales

    imponían.

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    20/92

    Cuadro

    INVERSIONES NUEVAS POR TIPOS

    E

    ESTABLECIMIENTOS 1979 1989

    índice,1979 = 100

    10a 49 trabajadores 50 omás trabajadores

    Fuente:

    Sobre

    V

    Censo y Anuarios de la Industria Manufacturera INE. Se excluye sector372

    Año

    1979

    1980

    Material

    transporte

    100 O

    90 2

    Total

    100 O

    127 O

    Total

    100 O

    56 O

    Edificios

    100 O

    57 7

    Edificios

    100 O

    89O

    Maquinaria

    y

    equipo

    100 O

    51 O

    Maquinaria

    y

    equipo

    100 O

    136 8

    Material

    transporte

    100 O

    109 3

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    21/92

    Cuadro 9

    PTF. INDUSTRIA MANUFAC TURERA 1979-1981,1984-1988Y 1989

    promedios anuales en porcentu/e.v)

    Fuente:

    Agacho, Rivas

    y

    Román 19 ).

    Aíio

    1989

    y

    actualización: esta investigación.

    Nota:

    Las letras

    Q, M

    L

    y K

    indican tasas medias de crecimiento anual del

    VBP consumo intermedio, ocupucicín

    y del stock neto de capital; las tres columnas siguientes, las participaciones del gasto en insumos y factores

    sobre el VBP. *) Excluye los aíios 1982 y 1983.

    **)

    La PTF de 1989 se calculó manteniendo constantes

    las participaciones de los factores e insumos del período 1984- 1988.

    Si el objetivo estratégico desde 1975, era

    la modernización de la industria en un marco de

    liberalización y de apertura al comercio mun-

    dial, lo que parece resultar es más bien un

    simple reacomodo por parte de la firmas a las

    nuevas condiciones: una

    modernizucicín espúreu

    que combina, por una parte, crecimiento con

    racionalización,

    y

    por otra, crecimiento con

    regresión distributiva.

    El cuadro 9 es revelador al respecto: si en

    el primer período una PTF positiva evidencia un

    eventual progreso técnico, la evolución observa-

    da en la utilización de factores indica lo contra-

    rio.

    Y

    en el segundo, una PTF negativa y sobre

    todo una evolución en la utilización de factores

    como la obtenida, no dejan dudas respecto que

    la ruta seguida por la industria no fue la intro-

    ducción masiva de cambio técnico.

    El gráfico ayuda a comprender tales

    tendencias. Entre 1975 y 1982, aumenta la

    relación capital-trabajo lo que muestra la exis-

    tencia de más unidades de capital por unidad de

    trabajo. Sin embargo, tal aumento se origina en

    una disminución más que proporcional de la

    ocupación media respecto a la disminucicín del

    slock

    neto de capital. El sólo hecho que ambos

    factores disminuyan cuando la producción se

    expande es de por sí

    un

    efecto positivo sobre la

    15

    PTF, pero nada más que eso; progreso técnico

    es otra cosa. ¿Como podría haberlo si el parque

    de capital ha tendido a disminuir en el tiempo?

    Por otra parte, desde 1982 a 1989, se invierte la

    tendencia en la relación pero las curvas

    K

    y L

    muestran que la disminución se origina en

    un

    fuerte aumento de la ocupación media con

    un

    virtual estancain iento en el parque de capital.

    Nuevamente, en este período, el cambio técnico

    no parece caracterizar la senda seguida por la

    generalidad de los establecimientos de diez o

    más trabajadores. Las cifras del cuadro anterior

    explican sucintamente esta tendencia: si la

    ocupación se expande en más de un 12 pro-

    medio anual entre 1984 1989

    y

    la participación

    de la masa de remuneraciones en los costos

    totales sólo aumenta en poco menos de dos

    puntos respecto del período anterior, es más que

    evidente que la variable de ajuste está siendo el

    nivel de salario real.

    En suma, la dinámica del crecimiento

    post crisis se funda en mecanismos distintos.

    En el primer período observamos la

    expulsicin

    de factores con claro sesgo hacia el trabajo, la

    lógica de la eficiencia productiva por medio de

    la racionalización; en el segundo, lo opuesto, la

    absorción de factores con uso extensivo del

    trabajo.

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    22/92

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    23/92

    Cuadro 1

    EVOLUCION DE LAS EXPORTACIONES 1970-1989

    millones de dólares corrientes)

    Año Cobre 1) Min. no cobre 2)

    Agrop. y del

    mar

    3) Ind. base rec. nat. 4) Resto indust. 5)

    Total 6) 5)1 6) ( )

    1970 839.80 114.20 32.80

    57.70 67.20 1 111.70 6.04

    1971 701.20 117.00 38.80 67.50 72.30

    996.80 7.25

    1072 618.20 104.90 21.30 48.50 54.50 847.40

    6.43

    1973 1 048.70 127.10 25.00 48.50 54.20 1 303.50 4.16

    1974 1 623.30 157.10 57.40

    159.20 149.00 2 146.00 6.94

    1975 868.20 206.40 84.30 149.70 245.30

    1 553.90 15.79

    1976 1 233.20

    184.40 111.20 238.20

    341.60 2 108.60 16.20

    Fuente: anco Central de Chile.

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    24/92

    exportaciones industriales habría tenido un

    comportamiento simétrico en las fases previa y

    posterior a la crisis de 1982. Si bien en térmi-

    nos de los montos totales ello puede ser posible,

    al analizar más en detalle las exportaciones

    desglosadas por ramas surge una imagen dife-

    rente.

    En efecto, si se compara la situación de

    1980 con la de 1988 (véase cuadro 1 1 se

    puede apreciar que entre ambos años se expande

    notablemente la cantidad de ramas que venden

    alguna parte de su producción al e ~ter io r.~'n

    definitiva, entonces, hacia 1988, la actividad de

    exportar estaba notablemente más difundida en

    el sector manufacturero nacional que en el auge

    ligado al

    boom

    de la deuda externa, sin perjuicio

    de las significativas diferencias en los montos

    exportados entre las diferentes ramas.

    Sin duda es posible que esta extensión de

    la actividad exportadora se explique en buena

    medida por el set de incentivos que acompañó la

    recuperación de la segunda mitad de los 80. Sin

    embargo, no es posible descartar que también

    haya influido la necesidad de buscar nuevos

    mercados ante la deprimida situación de la

    demanda interna.2'

    Sin embargo, este último factor habría

    colaborado como detonante en un momento

    particular, sin que la reactivación posterior

    del mercado interno haya -aparentemente-

    revertido la tendencia a expandir las exporta-

    ciones.

    Esta mayor

    vocación

    exportadora de la

    industria manufacturera es parte de una tenden-

    cia más general de la evolución del sector,

    cual es la elevación del grado de transabili-

    dad de su actividad.

    El cuadro 12 presenta una medición para

    aproximarse a la orientación de la relación con

    el comercio exterior de las ramas manufacture-

    ras, a partir del cálculo del

    c o @ c i e n ~ e e

    transabilidad (Ti).'

    En términos analíticos,

    este estadígrafo consiste en la razón de

    exceso de gasto sobre producción, respecto a

    éste. De ahí que pueda formularse de la

    siguiente forma:

    T i ( M i - Xi)/(Pi Mi - Xi)

    Mi

    importaciones del sector

    i, Xi

    exportaciones del sector

    i

    y

    Pi

    Valor bruto de

    la producción del sector

    i .

    Dependiendo del resultado se pueden

    distinguir cuatro categorías:

    l. si

    Ti O,

    el sector es exportador

    neto;

    2. si O

    Ti 0.75

    el sector es sustitu-

    tivo de importaciones;

    3

    si

    Ti > 0.75

    el sector es no competi-

    tivo con las importaciones; y

    4

    si

    Ti

    O,

    y no hay exportaciones ni

    importaciones, el sector es no rransahle.

    Cuadro

    CA NTID AD DE SECTORES INDUSTRIALES QUE EXPORTAN 1980-1988

    Fuente:

    Elaboración propia a partir de Alegria y Coloma 1 990), para 1980,y Banco Central e INE para 1988.

    A 3

    dígitos

    Total de sectores

    Exportan 198

    Exportan 1988

    Nota: Se excluye la rama 372. Para compatibilizar

    la

    información sobre comercio exterior entregada por el Banco

    Central con la de producción entregada por l INE fue preciso agrupar ciertos sectores a 4 dlgitos. Para mhs

    detalles, véase Anexo A-2.

    A 4 dígitos

    28

    15

    28

    81

    32

    8

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    25/92

    Cuadro

    12

    ORIEN TACIO N RESPECTO AL COM ERCIO DE LAS RAM AS INDUSTRIALES

    RESUMEN A TR ES DIGITOS

    Fuente

    elaboración en base a Alegría y Coloma 1990) e información del Banco Central.

    a

    Se excluye de la clasificación en 1980-85 la rama 36 1 La rama 354 se asume sustituidoray la 385

    como no competidora a pesar de

    las

    diferencias observadas en los dos aííos referidos.

    1980-1985 l

    1988

    como exportadoras, las cuales suben de cinco a

    nueve. Por último, si bien hay variaciones en la

    importancia de las importaciones en la oferta

    industrial, son muy escasas las ramas que se

    tornan no competitivas en el período, aun cuando

    ello puede haber variado en años posteriores dada

    la tendencia del tipo de cambio y de los

    aran cele^. ^

    5.

    os cambios

    en

    la composición del

    producto industrial

    Exportadores

    5

    9

    Un problema evidente del estadígrafo, es

    que cuando se aplica a agrupaciones que producen

    más de un producto se pierde confiabilidad, pues

    recoge sólo la predominancia de un componente,

    sin dar cuenta de los niveles. Así, el

    Ti

    de un

    sector puede ser muy bajo si los niveles de comer-

    cio exterior son muy pequeños, pero también si

    tanto las exportaciones como las importaciones

    alcanzan magnitudes muy elevadas. Para amino-

    rar este problema, se incluye en anexo también la

    información sobre la relación entre los volúmenes

    exportados e importados y la producción de cada

    rama (véase anexo A-2).

    Por otra parte, si el estadígrafo es aplicado

    en

    u n sólo momento, puede estar recogiendo una

    situación excepcional. De ahí que sea convenien-

    te efectuar la clasificación a partir de la informa-

    ción de más de un período, descartando los secto-

    res que presentan orientaciones contradictorias.

    En nuestro caso, se efectúa la comparación entre

    la clasificación resultante para los años 1980- 1985

    con la que se obtiene en 1988.

    Como se puede apreciar, en 1988 no hay

    ningún sector que aparezca como

    no

    trunsabke a

    tres dígitos. Si se desagrega el análisis a

    4

    (véase

    anexo A-2) se constata que entre 1980-85

    y

    1988,

    hay ramas que pasan de

    no trunsahles

    a

    susri

    tutivas de importuciones

    o incluso

    exportadoras.

    De manera similar, es destacable el aumento

    del número de aquéllas que pasan a clasificarse

    9

    Sustituidores

    19

    17

    Los cambios ocurridos en la industria

    manufacturera no parecen radicales, salvo en lo

    que respecta al grado de transabilidad, fenómeno

    que se observa con más fuerza a fines de la déca-

    da de los 80: n i desindustrialización ni moderni-

    zación.

    Del mismo modo, a un nivel de desagrega-

    ción de tres dígitos CIIU, no se visualizan

    cambios significativos en la composición del

    producto industrial. Durante la década de los 80,

    considerando los datos de las encuestas manufac-

    tureras del

    INE

    para los establecimientos de diez

    o más trabajadores, podemos constatar que los

    cambios en la contribución de los principales

    sectores al vafor ugregudo (VA) industrial son

    poco significativo. Una visión rápida puede

    obtenerse en el perfil descrito por el gráfico

    4.

    Excluyendo del cálculo la rama 372 (cobre),

    se constata que los sectores alimentos

    3

    11-2),

    No

    competidores

    1

    2

    No

    transables

    2

    O

    Total

    r m s

    27

    28

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    26/92

    otros productos químicos (352), productos metáli-

    cos excepto maquinarias (38 e industrias básicas

    del hierro (371), los cuales aportaban más del

    32 del VA manufacturero en el período 1989-

    90, prácticamente han mantenido su participación

    relativa respecto del período 1979-80.

    Aunque la composición del VA tiende a

    mantenerse, es posible destacar cambios en ramas

    de menor importancia relativa, en algunos casos

    espectaculares, como ocurre con los sectores

    sustancias químicas industriales (35 ) o construc-

    ción de material de transporte (384). Sin embar-

    go, tales variaciones en la participación, en la

    mayoría de los casos, no se corresponden con una

    expansión de la producción física de las ramas.

    En efecto, en el cuadro 13 se muestra para

    las 19 principales ramas -aquellas que generan

    más de las tres cuartas partes del VA

    manufacturero- la desagregación de la variación

    de su participación en éste entre efecto cuntidud y

    qfecto precio relutivo.

    El primero mide el dife-

    rencial entre las variaciones de la producción

    media física de la rama respecto de la media

    industrial, mientras que el segundo, recoge la

    brecha entre las variaciones de los precios de

    la rama y de los precios medios

    industria le^ ^

    Utilizada una tasa media de crecimiento de

    la producción industrial de 3.1 promedio para el

    período 1980-90, constatamos inmediatamente

    que el aumento de las participaciones de los

    sectores sustancias químicas industriales, refine-

    rías de petróleo, plásticos n.e.p y fabricación de

    papel,

    se origina principalmente en un aumento

    de los precios relutivos mús que en incrementos

    muyores de lu produccicin sectoriul respe cto de la

    media industriul.

    De hecho, de los cuatro casos

    mencionados, en tres el efecto cantidad es negati-

    vo, lo que significa que durante la década la tasa

    de crecimiento media de la producción física de la

    rama fue menor al promedio industrial.

    Algo similar ocurre con las ramas que

    muestran caídas significativasen su participación.

    En las seis más afectadas (textiles, vestuario,

    maquinaria eléctrica, imprentas y editoriales,

    bebidas y material de transporte), el

    efecto precio

    relativo es el predominante aun cuando todas ellas

    -excepto la última- muestran tasas de creci-

    miento medias prácticamente iguales o mayores

    que la observada para la industria.

    El análisis adquiere toda su importancia

    cuando se relacionan el origen de los cambios en

    la composición del producto industrial con los

    elementos revisados anteriormente. Los indica-

    dores de inversión, de

    cumbio técnico y

    distri-

    butivos, tienden a coincidir más con la idea de

    un reacomodo

    industrial que con

    un

    proceso

    de modernización. En efecto, si los cambios

    en la composición del producto industrial se

    vinculan más a la evolución de los precios relati-

    vos y no a transformaciones en la

    cunusta de

    productos manufacturados, entonces no resultan

    extraños el uso extensivo de la fuerza de trabajo,

    un crecimiento con sesgo regresivo en la distribu-

    ción factorial y la lenta evolución de la inversión.

    Un proce so d e rnodernizución, por lo menos en el

    sentido usuul que evoca r ideu de cumbio

    técnico duro , es con.su.stunciu1, u modific acio -

    nes en lu canustu de productos industriules.

    Por lo mismo, el aumento observado en el

    pudo de trunsabilidudde

    la industria, aunque no

    permite explicar los cambios en las participacio-

    nes, sí posibilita, al menos, prever los límites que

    impone a su expansión.

    Si la tendencia esperada es que el grado de

    trunsabilidud aumente, entonces la búsqueda de

    competitividad se hace cada vez más acuciante.

    Y como mayor transabilidad implica menor

    capacidad para administrar precios, el logro

    de la competitividad posiblemente agregue

    un

    problema adicional: la conciliación entre

    crecimiento y equidad distributiva. Si la renta-

    bilidad de la actividad industrial se ve afecta-

    da por una evolución desfavorable de los

    precios, se buscará mantenerla por el camino

    más inmediato: las reducciones de costos, direc-

    tamente vía contención de los salarios reales,

    o indirectamente, por medio de aumentos

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    27/92

    Grático

    4

    PAR TlClP AC lON SE CTORIAL EN EL

    VA

    INDUSTRIAL 1979-80

    Y

    1989-90 ( )

    ESTABLECIMIENTOS DE 10 O MAS TRABAJADORES

    Fuente

    Anexo A-3.

    de productividad. Salvo que las principales

    ramas industriales sean capaces de dar e1 grun

    sulto por medio del cambio técnico, la senda del

    crecimiento en un marco de precios relativos a

    la baja dependerá con mucho de cuanyexihle

    sea el mercado del trabajo para absorber los

    costos distributivos.

    E. Perspectivas ¿Hacia un cambio de

    tendencia?

    Para la industria, así como para muchos

    otros sectores de la economía nacional, la déca-

    da de los

    80

    fue fundamentalmente un periodo

    de ajuste. No sólo hubo que enfrentar las secue-

    las de una fuerte crisis recesiva, sino también

    adaptarse a importantes cambios en el esquema

    de incentivo que se desprende del entorno

    institucional de las políticas económicas.

    Hacia el final de la década ese ajuste pareciera

    ya consolidado en lo fundamental, en tanto el

    sector manufacturero ha mostrado un significa-

    tivo dinamismo constituyéndose en una de las

    actividades que ha acompañado el crecimiento

    del producto.

    Tanto las proyecciones que apuntaban a

    un proceso de desindustrialización progresiva

    de la economía chilena como aquellas que

    postularon un sector manufacturero plenamente

    modernizado hacia el final de la década de los

    80,

    no han sido confirmadas por la evolución de

    los últimos diez años. Los hechos más bien nos

    presentan un sector que se reacomodó buscando

    el aumento de la rentabilidad de su actividad,

    aprovechando las ventajas que permitieron los

    cambios introducidos en el conjunto de los

    incentivos definidos por la política económica.

    Sin embargo, el componente fundamental de esa

    respuesta nofie unu sustanciul mo I;cuci6n

    e

    /u huse tkcnicu

    de

    lu producción, sino la am-

    pliación de la producción por la vía de la con-

    tratación masiva de mano de obra a ba-jo costo,

    particularmente en la gran industria.

    Este comportamiento de las firmas fue

    coherente tanto con su situación de partida

    como con los incentivos enfrentados. En efecto,

    las empresas del sector entraron a este ajuste

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    28/92

    Cuadro

    13

    PARTICIPACION EN EL VA INDUSTRIAL TASAS DE CRECIMIENTO E INDICE DE TRANSABILIDAD 1979-80

    Y

    1989-90

    351 Fabricación de sustancias químicas industriales 1 2.23 1 3.44 1 54.5 2.3 -0.8 1 55.3 1 0.57 S1

    Principales Ramas ndustriales

    1

    356 Fabricación de productos plásticos n.e.p.

    1

    1.49

    1

    2.00

    1

    33.9

    1

    5.0

    1

    1.9

    1

    31.9

    1

    0.16

    1

    S1

    Partic.en

    VA 79-80

    @)

    353

    Refinerías de petróleo

    1 352 Fabricación de otros productos químicos

    6.29 6.32 0.4 4.3 1.2 -0.8 0.17

    S1

    Partic.en

    V

    89-90

    ( )

    3.74

    342 Fabricación de papel y sus productos

    311

    Productos alimenticios l .

    17.89 -0.6 3 .4 0.3 -0.9 G

    EXP

    Variac.en

    partic.( )

    5.01

    4.91

    11

    371

    Industrias básicas de hierro y acero

    3.70 3.61 -2.5 3.4 0.3 -2.8 0.13

    S1

    381

    Fabricación de productos metálicos. excepto máquinas y equipos

    Tasa me-

    dia crec.

    80-90

    34.0

    6.15

    331 Industria de la madera y sus productos. excepto muebles

    II

    3.49 3.21 -8.0 -0.7 -3 .8 -4.2 -0.53

    EXP

    4.21

    I

    Efecto

    cantidad

    ( )

    2.8

    25.2

    4.16

    382 Construcción de maquinaria. excepto la eléctrica 2.10

    II

    314 Industria de tabaco 3.77 3.04 -19.4 0.4 -2.7 -16.6 -0.01 EXPlnr

    Efecto

    precio rela-

    tivo ( )

    -0.3

    2.6

    369

    Fabricación de otros productos minerales no metálicos

    II

    -1.2

    1.94

    324 Fabricación de calzado. excepto de caucho o plástico 1.61 1.39

    Ti 88

    (coefic)

    34.3

    -0.5

    2.62

    321 Fabricación de textiles

    383 Construcción de máquinas. aparatos y accesorios eléctricos

    1.97 1.46 -25.7 6.7 3.6 1 -29.3 1

    0.64 S1

    Tipo

    2.7

    -7.9

    j

    -13.7

    322 Prendas de vestir. excepto calzado

    0.04

    25.7

    2.33

    5.19

    313 Industria de bebidas 5.43 3.75 -30.9 3.4 0.3 -31.3 -0.04 EXP/nr

    SYnr

    -0.4

    5.6

    -1.6

    2.65

    II

    -0.45

    -11.1

    4.12

    342 Imprentas. editoriales e industrias conexas

    Subtotal rincipales

    antas

    80.13 76.15

    I I I I

    EXP

    -0.9

    2.5

    -4.7 -9.0

    2.04

    I

    Fuente Basado en Anexos

    2 3-A

    El efecto cantidad mide la diferencia entre la tasa de crecimiento de laprodu ccrón urca de cada rama la variación media de laprod ucción fuica industrial

    Se calcula basado en PF INE El efecto precio relativo mide los cambios en las participación de cada rama en el VA manufacturero no explicados por el efecto anterior: en consecuencia recoge los

    diferenciales entre las tasas de variación de los precios de la rama los medios de la industria La sigla nr indica un coeficiente de rransabrlidad no relevante por estar cercano a O

    6.4

    -20.5

    3.87

    0.23

    -10.4

    -0.02

    -23.1

    384 Construcción de m aterial de transporte

    S1

    3.3

    EXPhr

    2.3

    2.68

    0.79

    4.0

    2.86

    NCM

    -14.4

    -0.8

    -30.6

    0.07 SYw

    0.9

    1.60

    -19.7

    11.7

    -24.1

    -43.9

    0.25

    8.6 -39.2

    S1

    0.04

    -1.2

    SYnr

    -0.01

    EXPInr

    -4.3

    -39.6 0.65

    S1

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    29/92

    no sólo con la incertidumbre que sigue a una

    gran crisis, sino también con dudas sobre el

    rumbo que seguiría la política económica.

    Muchas de las que sobrevivieron a la crisis se

    encontraban además muy endeudadas. En tal

    contexto, no era esperable que optaran rápida-

    mente por invertir y renovarse tecnológicamen-

    te. Mas aún, los bajos costos salariales hacían

    atractiva la opción de utilizar extensivamente la

    mano de obra, aprovechando la existencia de

    capacidad instalada ociosa.

    El resultado de este proceso no fue una

    modernización tecnológica del sector manufac-

    turero nacional al menos masivamente), pero sí

    significó revertir las tendencias estancionarias

    que se perfilaban a inicios de los años 80, impri-

    miendo un significativo e insospechado dina-

    mismo al sector. No obstante, no parece posible

    proyectar para los 90 en el sector una estructura

    y una dinámica similar a la resultante del ajuste

    vivido.

    Ciertamente, durante el proceso se han ido

    perfilando ciertas tendencias que podrían califi-

    carse de estructurales, en el sentido que su

    permanencia no parece subordinada a elementos

    que vayan a cambiar en el corto plazo, o a

    factores transitorios. En ese plano quizás el

    rasgo más notable es la prácticamente plena

    integración del sector manufacturero a las

    corrientes del comercio internacional. Tal como

    se señaló con anterioridad, aun desagregando a

    cuatro dígitos se constata claramente este

    fenómeno. Si bien es posible que en algunos

    rubros la dinámica exportadora no llegue a

    consolidarse, o eventualmente se revierta, lo que

    parece difícil es pensar que los nexos con el

    exterior no vayan a profundizarse más aún,

    sobre todo a la luz de los acuerdos de libre

    comercio actualmente en discusión.

    Sin embargo, junto a estos factores,

    hay otros que sí tuvieron un carácter excep-

    cional y que tuvieron gran influencia en la

    evolución de la industria en los 80. La

    evolución del sector manufacturero estará

    condicionada entonces por la interacción entre

    esos elementos de carácter más estructural, y

    las exigencias que impondrán las nuevas

    condiciones del contexto macroeconómico e

    institucional.

    Entre los cambios que hoy es posible

    destacar, los que se están verificando en la

    situación del mercado del trabajo, son probable-

    mente,los de más relevancia e impacto. En

    efecto, en los 80 la recuperación y crecimiento

    industrial se beneficiaron de la disponibilidad de

    una amplia oferta de mano de obra, con escaso

    poder negociador. Hoy, el escenario es dife-

    rente.

    En primer lugar, el retorno a la democra-

    cia así como las reformas que se han impulsado

    en la legislación laboral, han tendido a cambiar

    el limu en que se desarrollan las relaciones

    entre patrones y asalariados, a la vez que han

    incidido en u fortalecimiento o jetivo del

    sindicalismo, cuya primera y notoria manifesta-

    ción fue el incremento de la tasa de afiliación

    sindical, así como de la cobertura de la nego-

    ciación colectiva PET, 1992).

    Si lo anterior puede tener u efecto sobre

    las condiciones de contratación de mano de

    obra, mayor aún es la sistemática disminución

    de la tasa de desempleo. El fuerte crecimiento

    de las contrataciones ha redundado que ya en

    1992 se plantee la vigencia de un virtual pleno

    empleo, siendo común escuchar de parte de em-

    presarios y analistas la existencia de una aguda

    escasez de mano de obra calificada. Reflejo de

    esta evolución del mercado del trabajo ha sido

    u

    cambio en la tendencia de las remuneracio-

    nes reales, las cuales coinienzaii a elevarse a

    partir de 1988 tanto en el conjunto de la econo-

    mía, como específicamente en el sector indus-

    trial.

    la erosióii de esta fuente de competitivi-

    dad industrial de los 80, hay que agregar tam-

    bién la tendencia al deterioro del tipo de cambio

    real, todo lo cual configura un importante cam-

    bio en las circunstancias en que debe desenvol-

    verse la industria chilena y obliga a ésta a

    buscar nuevas fuentes de competitividad.

    El f~ierteepunte de la inversión industrial

    en 1989, y las indicaciones respecto a la man-

    tención de este movimiento en años posteriores,

    podrían indicar que el sector manufacturero se

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    30/92

    estaría adaptando a las nuevas circunstancias.

    Sin embargo, el proceso no está asegurado, ya

    sea por lo tardío de este repunte o por los ante-

    cedentes aportados hasta aquí en cuanto a la

    evolución por tamaño de los establecimientos.

    Al existir un claro rezago en la materia en los

    establecimientos menores, no es posible prever

    que se trate de una respuesta homogénea entre

    los distintos estratos del sector industrial. Tam-

    poco la información procesada permite saber si

    los esfuerzos se concentran en algunas ramas

    específicas, o si son generalizables a todas.

    Si alguna indicación parcial existe, ésta

    apunta a señalar que las empresas que parecie-

    ran estar tomando el liderazgo en el ajuste

    tecnológico, son aquellas que participan más

    activamente en la actividad exportadora, como

    lo evidencian los resultados de la encuesta a

    establecimientos del Gran Santiago reportados

    por Geller (1 994). En ese sentido, como ha sido

    planteado por algunos autores,' la tendencia a

    la incorporación de prácticamente todas las

    ramas industriales a la actividad exportadora,

    entre 1980 y 1988, podría contribuir a consoli-

    dar el repunte de los últimos años en la medida

    que exista algún tipo de mecanismo de difusión

    o arrastre tecnológico desde las firmas exporta-

    doras hacia las restantes. No obstante, no hay

    que perder de vista que los niveles de exporta-

    ción difieren sustancialmente de sector en

    sector, de modo que en algunos casos se trata de

    una tendencia que involucra a un número signi-

    ficativo de firmas, mientras que en otros es un

    fenómeno más bien marginal.

    Las implicancias de este nuevo proceso

    de reacomodamiento del sector industrial (que

    podría denominarse etapa del ujust tecnolíjgi

    CO sobre aspectos tales como la subcontra-

    tación o la propensión a la incorporación de

    fuerza de trabajo femenina, son poco claras

    todavía. Éstas dependerán de factores tales

    como el tipo de innovaciones introducidas en

    la base técnica (pueden incorporarse tecnolo-

    gías que involucren mayor integración verti-

    cal), la evolución de las calificaciones reque-

    ridas, el propio comportamiento de los

    actores involucrados en la oferta (en este

    caso, la fuerza de trabajo femenina y las

    PyMI), etc.

    En relación con el tema de la subcontrata-

    ción, la misma encuesta a la que se hacía refe-

    rencia anteriormente (Geller, 1994) indica que

    una buena parte de las firmas manifiestan

    intención de continuar con esta práctica, o

    incrementar el recurrir a ella. Sin embargo, s

    es cierto que una parte sustancial de la racionali-

    dad del recurso a la subcontratación durante los

    años

    8

    se fundó en la disminución relativa del

    costo laboral efectivo en el sector de la PyMI

    respecto de la GI, el quid del asunto estará en

    cómo evolucionen dos variables claves: la

    relación entre las remuneraciones de los dos

    sectores, y la conexión entre sus productivida-

    des, a la luz de las nuevas exigencias que plan-

    tee la modernización tecnológica de la GI. En

    ese sentido, los factores no parecen apuntar en

    favor de un reforzamiento o extensión de los

    vínculos.

    Por una parte, los aumentos de productivi-

    dad en la PyMl no parecen haberse originado en

    la introducción de innovaciones técnicas, sino

    en factores de difícil reproducción o incluso

    mantención en las condiciones actuales, tales

    como alargamiento de las jornadas de trabajo,

    intensificación de tareas, etc. Hay un primer

    elemento que estaría revirtiéndose, si a ello se

    suma que la productividad laboral en la GI

    debiera incrementarse. Por otra parte, las pers-

    pectivas en materia de remuneraciones son más

    confusas. A menos que se asuma una muy

    fuerte segmentación del mercado del trabajo, los

    salarios en la PyMl debieran comenzar a subir

    junto con los de la GI. Ciertamente, pueden

    hacerlo a velocidades diferentes y mantener o

    ahondar las diferencias. Sin embargo, ello

    parece poco factible, al menos en el caso de la

    mano de obra más calificada. En consecuencia,

    más que por el lado de las remuneraciones, la

    segmentación operaría por el lado de la calidad

    de la mano de obra, lo cual significaría que la

    subcontratación sólo podría tener perspectivas

    en sectores o tareas más atrasadas.

    En definitiva, el sector industrial chileno

    pareciera estar entrando en una nueva etapa, sin

  • 8/19/2019 La Industria Chilena: Ajuste, Evolución Innovaciones y Perspectivas

    31/92

    que esté claro aún con qué resultado y a través

    de qué expedientes enfrentará los nuevos desa-

    fíos que se le plantean. Se ha destacado el

    desafío que proviene de la erosión de las prin-

    cipales fuentes de competitividad que tuvo la

    industria durante el ajuste de la década pasada.

    Cabe señalar, sin embargo, que nada se ha

    dicho sobre las implicancias, agregadas

    y

    sectoriales, que tendrá la eventual materializa-

    ción de los acuerdos de libre comercio que

    actualmente se discuten con Estados Unidos,

    Venezuela y otros países, o la evolución de la

    competitividad de algunos territorios vecinos

    luego de superar las fases más traumáticas de

    sus procesos de estabilización macroeconómica.

    otas

    Existe una abundante bibliografía sobre este

    tema, esta sección se inspira en

    la

    síntesis efectuada en

    Agacino, Rivas y Román (1992), el lector interesado puede

    remitirse a la bibliografía

    allí

    citada.

    Lo cual hacía difícil evaluar el nivel efectivo de

    la protección otorgada a los diferentes rubros productivos.

    Los cálculos de Yáiiez (1979) conducen a estimar

    una inflación anual de 605.9% para el año 1973.

    Entre cada revaluación se aplicaron mini devaiua-

    ciones diarias. Sobre este tema ver Ffrench-Davis (1979).

    Entre 1975 y 1982 el costo de importar cayó un

    45%. Para más detalles véase Agacino, Rivas y Román

    (1992).

    El programa se encuentra expuesto en detalle en

    Buchi (1985).

    El apoyo financiero otorgado por las instituciones

    crediticias oficiales ai proceso de ajuste chileno no debe ser

    desdeñado a la hora de analizar los factores que explican el

    éxito del mismo. Ffrench-Davis (1989) observa que entre

    1985 y 1988 Chile recepcionó un flujo neto de US 300

    millones de parte del Banco Int