La Insignia

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La Insignia *. México, diciembre del 2005. Osvaldo Ferrari (OF): Me ha parecido equivocada la idea de los que creen que usted no es un pensador,por tener menos que ver con la filosofía que con la literatura. Jorge Luis Borges (JLB): Bueno, la filosofía, digamos, como conjunto de dudas, de vacilaciones. Un profesor argentino, de cuyo nombre no quiero acordarme, hacía estudiar a los alumnos una especie de catecismo, y tenían que contestar exactamente palabra por palabra. Es decir, tenían que aprenderlo de memoria, no tenían que entenderlo o pensar en variaciones. Y la primera pregunta era ésta: "¿Qué es la filosofía?"; y había que contestar exactamente así: "Un conocimiento claro y preciso." No preciso y claro. Ahora, eso es evidentemente falso: si yo le digo a usted que la continuación de la calle Perú se llama Florida, y la continuación de Bolívar se llama San Martín, se trata de un conocimiento claro y preciso, de escaso o nulo valor filosófico. Qué raro que alguien que redacta un texto no se dé cuenta de eso, ¿no? Bueno, lo habrá hecho con mucho apuro; y que después exigiera que repitieran eso. Si le decían "Un conocimiento preciso y claro"; no señor, no preciso y claro; claro y preciso, usted no ha estudiado, ¿no? (ríen ambos). Era un profesor de filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y empezaba cometiendo un error lógico tan obvio, tan escandaloso como ése. ¿Cómo va a ser la filosofía un conocimiento claro y preciso?; es el conocimiento de una serie de dudas y de explicaciones contradictorias. OF: Empezaba de manera antifilosófica. JLB: Pero, desde luego, sí; cómo la historia de la filosofía va a ser un conocimiento claro y preciso. No, uno aprende que ha habido, bueno, no sé, cinco, o cinco mil pensadores, que han considerado el universo o la vida de un modo completamente distinto. Bueno, desde el momento en que hay escuelas filosóficas, y en que hay un nombre por el que se han distinguido no se trata de un conocimiento claro y preciso. Se trata de una serie de dudas. Y recuerdo que De Quincey dijo que haber descubierto un problema, no es menos importante que haber descubierto una solución. Lo cual está bien. OF: Está muy bien. Pero usted ha establecido lo que yo llamaría un pensamiento literario, que aproxima a la verdad o a la realidad de una manera distinta; su visión del destino, particularmente de la

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La Insignia*. Mxico, diciembre del 2005.

Osvaldo Ferrari (OF): Me ha parecido equivocada la idea de los que creen que usted no es un pensador,por tener menos que ver con la filosofa que con la literatura.

Jorge Luis Borges (JLB): Bueno, la filosofa, digamos, como conjunto de dudas, de vacilaciones. Un profesor argentino, de cuyo nombre no quiero acordarme, haca estudiar a los alumnos una especie de catecismo, y tenan que contestar exactamente palabra por palabra. Es decir, tenan que aprenderlo de memoria, no tenan que entenderlo o pensar en variaciones. Y la primera pregunta era sta: "Qu es la filosofa?"; y haba que contestar exactamente as: "Un conocimiento claro y preciso." No preciso y claro. Ahora, eso es evidentemente falso: si yo le digo a usted que la continuacin de la calle Per se llama Florida, y la continuacin de Bolvar se llama San Martn, se trata de un conocimiento claro y preciso, de escaso o nulo valor filosfico. Qu raro que alguien que redacta un texto no se d cuenta de eso, no? Bueno, lo habr hecho con mucho apuro; y que despus exigiera que repitieran eso. Si le decan "Un conocimiento preciso y claro"; no seor, no preciso y claro; claro y preciso, usted no ha estudiado, no? (ren ambos). Era un profesor de filosofa de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y empezaba cometiendo un error lgico tan obvio, tan escandaloso como se. Cmo va a ser la filosofa un conocimiento claro y preciso?; es el conocimiento de una serie de dudas y de explicaciones contradictorias.

OF: Empezaba de manera antifilosfica.

JLB: Pero, desde luego, s; cmo la historia de la filosofa va a ser un conocimiento claro y preciso. No, uno aprende que ha habido, bueno, no s, cinco, o cinco mil pensadores, que han considerado el universo o la vida de un modo completamente distinto. Bueno, desde el momento en que hay escuelas filosficas, y en que hay un nombre por el que se han distinguido no se trata de un conocimiento claro y preciso. Se trata de una serie de dudas. Y recuerdo que De Quincey dijo que haber descubierto un problema, no es menos importante que haber descubierto una solucin. Lo cual est bien.

OF: Est muy bien. Pero usted ha establecido lo que yo llamara un pensamiento literario, que aproxima a la verdad o a la realidad de una manera distinta; su visin del destino, particularmente de la predestinacin que subyace en la vida de cada uno, contraponindolo al azar, por ejemplo.

JLB: S, pero esa creencia en la predestinacin, no significa que haya alguien que la conozca; significa ms bien que hay como un mecanismo, bueno, como un mecanismo despiadado. Es decir, que si cada instante est determinado por el instante anterior, hay un mecanismo, no?; pero eso no quiere decir que haya alguien que lo sepa o que lo prevea. Significa que hay algo que est operando ms all de nosotros, o quiz nosotros seamos esa operacin. Claro que es una conjetura tambin, ya que no puede probarse.

OF: Pero justamente, se conjetura, a diferencia del profesor de filosofa que usted conoci.

JLB: S, es cierto, s.

OF: Ahora, usted suele referirse tambin a lo ordenado o a lo csmico como contrapuesto al caos.

JLB: Bueno, desde luego, ya que cosmos es orden y caos sera lo contrario. De paso, no s si hemos hablado de la palabra cosmtica, cuyo origen est en cosmos, y quiere decir el pequeo orden, el pequeo cosmos que una persona impone a su cara. La raz es la misma, de modo que yo, por ejemplo, que no uso cosmticos, sera ms bien catico, no? (ren ambos). Bueno, y quiz mi cara sea catica (re). Ahora, tambin se dice que la conciencia, desde adentro, va moldeando la cara.

OF: Ah, qu bien est eso.

JLB: S, y recuerdo una frase que le atribuyen a Lincoln; bueno, l necesitaba un secretario, y le trajeron, no s por qu, una serie de fotografas, y l mir una de ellas y dijo: no. Y alguien le replic: bueno, pero este seor no es responsable de su cara. Y Lincoln le dijo: cumplidos los treinta aos, cada hombre es responsable de su cara; que vendra a ser la misma idea. Y cuando se dice "la cara es espejo del alma" viene a ser exactamente lo mismo, no?, salvo que se lo est diciendo de un modo menos impresionante. "Cada hombre es responsable de su cara."

OF: Lo decan los griegos y lo deca Leonardo da Vinci.

JLB: La cara, s.

OF: Ahora, usted suele referirse a que en nuestra poca parece haberse perdido un posible sentido ordenado a algo superior o csmico, pareciera que nuestro modo de vida es el vivir de cualquier manera.

JLB: Y el resultado est a la vista, adems, creo que no hay ninguna duda. Ahora que nos acercamos al fin de este siglo, tengo la impresin de que este siglo es pobre comparado con el siglo XIX. Y quizs el XIX fue pobre comparado con el XVIII. Sin embargo, ya s que esa divisin en siglos es arbitraria, y s, adems, que un siglo quiz deba ser juzgado por el siglo siguiente, que ha sido introducido por el anterior, no? De modo que un fuerte argumento contra el siglo XIX, es que ha producido el siglo XX; un fuerte argumento contra el XVIII es que produjo el XIX. Aunque esa divisin en siglos es del todo arbitraria, pero parece que el pensamiento necesita esas convenciones.

OF: Esa divisin del tiempo.

JLB: S, parece que es necesario dividir, aunque sepamos que las generalizaciones son falsas; lo cual es una generalizacin, a su vez, desde luego.

OF: Usted deca, hace poco, que una de las cosas cuya prdida es lamentable, es la del sentido cristiano del bien y del mal en nuestra poca.

JLB: Bueno, no slo cristiano, ya que el sentido del bien y del mal es anterior al cristianismo, la tica?

OF: Est en Platn, por ejemplo.

JLB: S, bueno, y la palabra "tica" creo que fue profesada por Aristteles, que no tena por qu tener, bueno, un conocimiento proftico del cristianismo. Yo creo que es un instinto que cada uno tiene, pero que cuando obramos, sabemos si obramos bien o mal; ms all de las consecuencias, que pueden ser benficas o pueden ser perjudiciales o satnicas.

OF: Sin embargo, cmo podra fundamentarse una tica que no tenga que ver con el bien y el mal? Podra haber una tica slo con sentido jurdico, por ejemplo?

JLB: No, adems, si hemos ledo a Billy Bud sabemos que no, ya que ese admirable relato de Melville trata del conflicto entre la justicia y la ley. La ley es una tentativa, bueno, de codificar la justicia; pero muchas veces falla, como es natural.

OF: Usted parece tener por la tica una apreciacin superior, en el sentido de que creo que para usted podra ser ms importante poseer una tica que poseer una religin.

JLB: Y, poseer una religin es poseer una tica; bueno, una tica ayudada o perjudicada por una mitologa. Y en esos casos, yo prefiero prescindir de la mitologa.

OF: (Re.) S?

JLB: Bueno, en el Japn yo creo que hay esa idea, ya que, por ejemplo, el emperador, y casi todo el mundo, todas las personas son shintostas y budistas. Y, sin embargo, son dos creencias muy, muy distintas: el budismo es una filosofa y el shintoismo es la creencia en una suerte de pantesmo; ya que si hay, bueno, ocho millones de dioses, que van de un lado para otro, podemos sospechar que Omnia sunt plena Jovis, todas las cosas estn llenas de Jpiter, o llenas de la divinidad, como escribi Virgilio. Creo que hubo una discusin entre jesuitas y pastores protestantes, que podan ser evangelistas o metodistas, o lo que fuera, sobre el nmero de conversos que haban logrado. Y luego se hizo una estadstica y se descubri que esos conversos eran los mismos. Es decir, que las personas eran budistas, shintostas, catlicas, protestantes, mormones, tal vez, en fin: se entenda que todas las religiones son facetas de una misma verdad, de manera que las religiones vendran a ser diversas facetas de la tica. Claro que la tica es distinta en cada caso, o no es del todo igual.

OF: ste s me parece un pensamiento muy propiamente suyo, Borges: la extensin de la tica a lo religioso o lo religioso como integrante de la tica. Usted deca una vez que lo importante en un dilogo es el espritu de indagacin.

JLB: S, por eso la idea de, bueno, caramba, que se encuentra desgraciadamente en Platn tambin: la idea de que alguien gane en una discusin, es un error, porque, qu importa; si se llega a descubrir una verdad, poco importa que salga de "a", de "b", de "c", de "d" o de "e". Lo importante es llegar a esa verdad o es indagar esa posible verdad. Pero, en general, se ve a la conversacin como una polmica, no?; es decir, se entiende que una persona pierde y otra gana, lo cual es un modo de estorbar la verdad o de hacerla imposible. Esa mera vanidad personal de tener razn; por qu querer tener razn. Lo importante es llegar a la razn, y si alguien puede ayudarnos mejor.

OF: Ahora, esta preocupacin por la verdad, parece ser ms una preocupacin de filsofos que de artistas. Los artistas parecen preocuparse ms por encontrar la realidad, o lo que Platn llamaba "La real realidad".

JLB: S, pero no s si hay esencialmente una diferencia.

OF: Claro.

JLB: Yo creo que un escritor debe ser tico, en el sentido de que si narra un sueo, si narra una fbula, si narra un cuento fantstico o un cuento de ficcin cientfica, debe creer en ese sueo. Es decir, sabe que histricamente no es real, pero tiene que ser algo que su imaginacin acepta; y el lector, adems, se da cuenta de si su imaginacin lo acepta o no, ya que un lector descubre inmediatamente las insinceridades en una obra: creo que alguien, al leer algo, se da cuenta de si el autor lo ha imaginado, o si simplemente se est jugando con palabras; creo que eso se siente inmediatamente si uno es un buen lector. Yo estoy seguro de no ser un buen escritor, pero creo ser un buen lector (re), lo cual es ms importante, ya que, bueno, uno dedica poca parte de su tiempo a la escritura y mucha a la lectura. Aun en el caso mo, en que no puedo hacerlo directamente. Bueno, ninguna de las dos cosas; tengo que hacerlo a travs de otros ojos y de otras voces.

OF: Bueno, yo disiento con usted en cuanto a la primera parte, yo creo que usted es equivalente en las dos operaciones.

JLB: Hablando de la lectura, me acord, como siempre vuelvo a hacerlo, de El Quijote. Bueno, a juzgar por lo que cuenta Cervantes, lo nico que le pas a Alonso Quijano fueron sus libros. Claro que hay un vago amor por Aldonza Lorenzo, hay la eventual amistad con Sancho; una amistad muy discutidora, y no siempre fcil, y parece que don Quijote no tiene infancia, lo conocemos a los cincuenta aos, y lo primero que sabemos es que fue un lector.

OF: Cierto.

JLB: Y parece que los libros fueron lo ms importante que le sucedi en toda su vida, ya que la decisin que toma Alonso Quijano de convertirse en don Quijote; bueno, sale de Amads de Gaula, de Palmern de Inglaterra, de las novelas de caballera que haba ledo.

OF: La fe y la falta de fe, Borges, podran ser, quiz, dos caminos personales; dos formas de aproximarse a la verdad.

JLB: ?S, y yo creo tener fe esencialmente. Es decir, tengo fe en la tica, y tengo fe en la imaginacin tambin; aun en mi imaginacin. Pero, tengo sobre todo fe en la imaginacin de los otros, en los que me han enseado a imaginar. Ahora, Blake crea que la salvacin era triple: el primer ejemplo sera el de Jess, que cree que la salvacin es tica. Es decir, que un hombre se salva por sus obras. Despus, tendramos a Swedenborg, que agrega la idea de la salvacin intelectual: l se imagina el paraso como un lugar donde los ngeles conversan infinitamente sobre teologa. Y despus llega Blake, discpulo rebelde de Swedenborg, del sueco, y dice que la salvacin tiene que ser esttica tambin; y dice explcitamente: "The fool shall not enter heaven be he ever so holy" ("El tonto no entrar en el cielo, por santo que sea"). l crea que la salvacin era esttica tambin. Ahora, como l pensaba en Jess, l crea que Jess haba enseado tambin la salvacin esttica por medio de sus parbolas; que ya el hecho de que Jess no se exprese por razones sino por parbolas, esas parbolas son obras de arte. De modo que l deca que Cristo haba enseado tambin la salvacin intelectual, y la salvacin esttica. l pensaba que el hombre que se salva del todo, es el que se salva ticamente, intelectualmente y estticamente. Es decir, que todo hombre tiene que ser un artista.