LA JORNADA ESCOLAR, EL CURRICULUM DE LA ESCUELA … · soporte, y la Didáctica o Diseño del...

822
LA JORNADA ESCOLAR, EL CURRICULUM DE LA ESCUELA Y LA CLASE SOCIAL DEL ALUMNADO. DOS ESTUDIOS DE CASO Tesis doctoral presentada por ENCARNACIÓN SOTO GÓMEZ Dirigida por los Dres. D. Miguel Angel Santos Guerra y D. Javier Barquín Ruíz Departamento de Didáctica y Organización Escolar Facultad de Ciencias de la Educación Universidad de Málaga Septiembre de 2001

Transcript of LA JORNADA ESCOLAR, EL CURRICULUM DE LA ESCUELA … · soporte, y la Didáctica o Diseño del...

  • LA JORNADA ESCOLAR, EL CURRICULUM DE LA ESCUELA

    Y LA CLASE SOCIAL DEL ALUMNADO.

    DOS ESTUDIOS DE CASO

    Tesis doctoral presentada por ENCARNACIN SOTO GMEZ

    Dirigida por los Dres. D. Miguel Angel Santos Guerra y D. Javier

    Barqun Ruz

    Departamento de Didctica y Organizacin Escolar

    Facultad de Ciencias de la Educacin

    Universidad de Mlaga

    Septiembre de 2001

  • Por los momentos no compartidos,por los tiempos vividos,a ngel, Mara y Pablo.

  • AGRADECIMIENTOS

    Me resulta extremadamente difcil relatar todas y cada una de las palabras de nimo

    que han acompaado este, a ratos largo y a ratos breve, trozo de vida que ha

    significado la realizacin de este trabajo o tesis doctoral. Todava no me acabo de

    acostumbrar al trmino.

    Quizs por el tema en cuestin o quizs por mi mana de intentar buscar las relaciones

    que existen entre los fenmenos, tengo la sensacin de que ha sido algo ms que un

    mero trmite acadmico. Pensar en el tiempo es pensar sobre la vida, sobre la

    existencia y el sentido de sta, sobre la cantidad de acontecimientos que colapsan los

    sentidos y te impiden mirar ms all, sobre cmo los numerosos estmulos actuales

    hacen sentir que el tiempo se te escapa de las manos, que te quedan miles de cosas por

    hacer. Nosotros somos los protagonistas de nuestro tiempo y nosotros podemos hacer

    que cada momento sea disfrutado con el sosiego que requiere.

    Gracias a todos y a todas los que me han acompaado, se han preocupado, y han

    estimulado este trabajo. Soy incapaz de nombraros ya que estoy segura que dejara a

    alguien y ese olvido sera imperdonable. Por mi biografa personal s lo que esto

    significa y creo que sin vosotros hubiera sido imposible llegar a este momento,

    especialmente a mis directores y he de decirlo en plural, ya que debido a mi

    inseguridad pocas tesis han sido tan dirigidas, y tan bien, como sta; otra cuestin ser

    el resultado, eso ya no depende de ellos.

    Gracias a todos y a todas los que desde las escuelas me han recibido, acompaado, y

    compartido su tiempo y sus preocupaciones conmigo. Sin ellos tampoco hubiera sido

    posible realizar este trabajo.

  • NDICE

  • NDICE INTRODUCCIN........................................................................................................1

    PARTE PRIMERA: LOS SIGNIFICADOS

    CAPTULO I: LA EVOLUCIN DEL CONCEPTO DE TIEMPO .................................9

    1. Introduccin, 10.- 1.1. Algunas ideas sobre el tiempo, 10.- 1.2. El Tiempo en la historia, 12.- 1.2.1. Del tiempo cclico al tiempo lineal y del tiempo social al tiempo fsico. El calendario, 13.- 1.3. La elaboracin del concepto de tiempo social, 30.- 1.3.1. El tiempo como smbolo humano, 31.- 1.3.2. La construccin del tiempo subjetivo o individual, 32.- 1.4. Las grandes dicotomas del concepto tiempo, 35.- 1.4.1. Tiempo social o tiempo objetivo, 36.- 1.4.2. Perspectiva Cclica o Perspectiva Lineal del tiempo, 38.- 1.4.3. Una perspectiva compartida, 38.- 1.5. Caractersticas temporales de la sociedad actual, 40.- 1.6. Algunas notas finales, 47.

    CAPTULO II: EL TIEMPO ESCOLAR: PERSPECTIVA HISTRICA DE LA VARIABLE TIEMPO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO .............................................51

    2. Introduccin, 52.- 2.1. La construccin del tiempo en la escuela. Perspectiva histrica, 52.- 2.1.1. La situacin en Europa, 53.- 2.1.2. La situacin escolar en Espaa, 58.- 2.1.2.1. En cuanto a la jornada escolar, 68.- 2.1.3. Algunas reflexiones

    en torno a la evolucin del tiempo escolar, 72.

    CAPTULO III: EL TIEMPO ESCOLAR, UNA MIRADA PLURIDIMENSIONAL DESDE EL CONTEXTO ORGANIZATIVO .................................................................79

    3. Introduccin, 80.- 3.1. Teoras sobre la organizacin del tiempo escolar, 81.-3.1.1. El tiempo tcnico-racional, 82.- 3.1.1.1. Movimiento de escuelas Eficaces, 90.- 3.1.2. La organizacin del tiempo desde el paradigma prctico o interpretativo,

  • 93.- 3.1.3. La organizacin del tiempo desde el paradigma socio-crtico, 94.- 3.2. Dimensiones del tiempo escolar, 101.- 3.2.1. Tiempo Institucional, 102.- 3.2.1.1. Caractersticas (actuales) del tiempo Institucional, 103.- 3.2.2. Tiempo experiencial, 107.- 3.2.2.1. La vivencia del tiempo escolar por parte de los docentes, 108.- 3.2.2.2. Alternativas de reorganizacin del tiempo del docente, 114.- 3.2.2.3. La vivencia del tiempo escolar por el alumnado, 115.- 3.2.3. Tiempo educativo, 122.- 3.2.3.1. En cuanto al sentido prolptico del tiempo educativo, 123.- 3.2.3.2. En cuanto a la atencin contextual del tiempo educativo.-126.- 3.2.3.3. En cuanto a la flexibilidad del tiempo educativo, 128.- 3.3. Propuesta: una concepcin educativa compensadora y comprensiva del tiempo escolar, 131.

    PARTE SEGUNDA: EL ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIN

    CAPTULO IV: LA JORNADA ESCOLAR. UN DEBATE CONTROVERTIDO .......141

    4. Introduccin, 142.- 4.1. La jornada escolar ms all de nuestras fronteras, 142.-4.1.1. Con respecto a los aos de escolaridad obligatoria, 144.- 4.1.2. El ao escolar, 145.- 4.1.3. En cuanto a las vacaciones, 150.- 4.1.4. La semana escolar, 154.- 4.1.5. La jornada escolar, 154.- 4.1.6. Perspectivas y tendencias, 162.- 4.2. El debate de la Jornada escolar en Espaa, 164.- 4.2.1. Elementos comunes, 165.-Canarias, 166.- Galicia, 167.- Toledo, 169.- Alcal de Henares, 170.- Andaluca,

    173.

    CAPTULO V: EXPERIENCIAS DE INNOVACIN Y REFORMA DEL TIEMPO EN LA ESCUELA.......................................................................................................... 181

    5. Introduccin, 182.- 5.1. Educacin, y usos del tiempo, 183.- 5.1.1. Aumento del tiempo lectivo, 185.- 5.1.1.1. Dos estudios de caso, dos formas de usar el tiempo, 185.- 5.1.1.2. La escuela anual o extendida, o Year-round, schedule, 187.- 5.1.1.3. Grupos multiedad y bloques horarios, 192.- 5.1.2. Aumento del tiempo en la escuela, 199.- 5.1.3. Reduccin de la dosis diaria de tiempo lectivo, 201.- 5.1.5. Las escuelas aceleradas. (H. Lvin), 203.- 5.1.5.1. Su contexto, 207.- 5.1.5.2. Su proyecto, 208.- 5.1.6. El proceso de cambio hacia una Escuela Acelerada, 214.-5.1.7. Organizacin del tiempo en el modelo de la aceleracin, 224.- 5.2. Algunas notas finales, 232.

  • PARTE TERCERA: ESTUDIO EMPRICO

    CAPTULO VI: INTRODUCCIN AL ESTUDIO EMPRICO.................................. 237

    6.1. Los referentes metodolgicos y el proceso de investigacin, 238.- 6.1.1. El marco de la investigacin, definicin de las finalidades y el problema de estudio,

    238.- 6.1.2. La seleccin de los centros, 239.- 6.1.3. El proceso de la investigacin, 240.- 6.1.3.1. Sobre la metodologa empleada, 240.- 6.1.3.2. La opcin de dos estudios de caso, 242.- 6.1.3.3. Sobre las tcnicas empleadas, 230.- 6.1.3.4. En cuanto a la negociacin de la investigacin, 243.- 6.1.3.5. Tcnicas de anlisis, 245.- 6.2. Evaluacin de los distintos modelos de jornada escolar en Andaluca oriental, perspectiva del alumnado de primaria, 247.- 6.2.1. Distribucin de la muestra, 249.- 6.2.2. Opiniones del alumnado, 252.- 6.2.3. Sntesis de lo informes de entrevistas provinciales, 262.- 6.2.4. Algunos aspectos generales destacados, 264.

    CAPTULO VII: INFORME DEL ESTUDIO DE CASOS DEL I.E.S. LA CANTERA, La Cantera: un centro escoba. La Historia de un centro escolar no deseado.........271

    7.1. Seleccin del centro: negociacin de la evaluacin, 272.- 7.1.1. Breve descripcin del centro, 272.- 7.1.2. Negociacin con el centro, 272.- 7.2. Datos generales del contexto, 277.- 7.2.1 Opinin de los profesionales de la zona sobre el contexto, 278.- 7.2.2. La opinin del profesorado en cuanto al contexto, 281.- 7.2.3. La voz del alumnado sobre el contexto, 287.- 7.3. El centro pblico de educacin secundaria obligatoria, La Cantera. Caractersticas del centro escolar, 290.- 7.3.1. Recursos, 291.- 7.3.2. El equipo directivo, 293.- 7.3.3. Funcionamiento del centro, 295.- 7.3.4. El profesorado, 297.- 7.3.5. El alumnado del centro, 299.- 7.3.5.1. La jornada del alumnado y las actividades extraescolares, 303.- 7.3.5.2. Caractersticas del alumnado desde el punto de vista del profesorado, 311.- 7.4. Sobre la tarea del profesor, 327.- 7.3.1. Jornada del Profesor, 327.- 7.4.2. Sobre la tarea administrativa y burocrtica, 333.- 7.4.3. La Tarea Pedaggica del docente, 334.- 7.4.4. Expectativas del profesorado y satisfaccin profesional, 339.- 7.5. Los padres, 342.- 7.6. Propuesta de mejora desde el punto de vista del profesorado, 343.

  • CAPTULO VIII: INFORME DEL ESTUDIO DE CASOS DEL CENTRO LA COLINA............................................................................................................351

    8. Seleccin del centro y algunas notas sobre la negociacin, 352.- 8.1. Descripcin del centro, 353.- 8.1.1. Ubicacin, 353.- 8.1.2. Espacios: Instalaciones del centro, 353.- 8.1.3. Tiempos: Jornada del centro, 356.- 8.1.4. Agentes: El profesorado, 357.- 8.1.4.1. El alumnado, 359.- 8.1.4.2. Padres, 361.- 8.2. Modelo pedaggico: Breve recorrido histrico, 361.- 8.2.1. Los comienzos, 363.- 8.2.1.1. Su metodologa de enseanza, 363.- 8.2.1.2. El aprendizaje cooperativo, 369.- 8.2.2. Finalidades del Modelo educativo, 373.- 8.2.3. Medios, 387.- 8.2.4. La Evaluacin, 388.- 8.3. Organizacin del centro, 391.- 8.3.1. Las tutoras, 393.- 8.3.2. La formacin y coordinacin Pedaggica, 394.- 8.3.3. La comisin de convivencia, 396.- 8.3.4. Otros rganos de funcionamiento y participacin, 397.- 8.3.5. En cuanto a los espacios y a la organizacin del tiempo, 398.- 8.3.5.1. La jornada escolar desde el punto de vista del profesorado, 400.- 8.3.5.2. La jornada escolar desde el punto de vista del alumnado, 405.- 8.3.5.3. La opinin de los padres con respecto a la jornada escolar, 407.- 8.3.5.4. Las actividades extraescolares, 408.- 8.3.6. Las relaciones en el centro: Clima, 410.- 8.4. Sntensis, 416.- 8.5. Negociacin de los informes, 418.- 8.6. Propuesta, 419.

    CAPTULO IX: ANLISIS DE RESULTADOS. DECISIONES CONTROVERTIDAS QUE AFECTAN AL TIEMPO, AL CURRICULUM Y A LA CLASE SOCIAL QUE ATIENDE LA ESCUELA. UN ESTUDIO COMPARADO DE DOS CENTROS..........421

    9.1. Una perspectiva impresionista de dos centros en torno a tres variables: clase

    social, curriculum y jornada escolar, 421.

    CAPTULO X: CONSIDERACIONES Y SUGERENCIAS FINALES .......................439

    10. 1. Consideraciones finales, 440.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS.........................................................................453

    RELACIN DE ANEXOS .........................................................................................471

  • INTRODUCCION

    Empec a preocuparme por el tiempo muy pronto, casi desde que empec a preocuparme por cuestiones pedaggicas. La rigidez de los horarios y la parcelacin de la cultura era algo que no lograba entender. Ms tarde y a partir del gran debate andaluz sobre la jornada escolar, la simplicidad de algunas argumentaciones despertaron mi inters as, como mis interrogantes sobre el tema: qu significaba la jornada continua?, y la partida?, ha de ser la jornada escolar la misma para todos los nios y nias, sea cual sea su procedencia socioeconmica y cultural, cuando de hecho la realidad nos dice que existen jornadas escolares y extraescolares bien diferenciadas?, puede el tiempo escolar permanecer inalterable a pesar de sucesivas reformas educativas?, por qu fracasan las reformas?, podra tener algo que ver el tiempo?

    Quizs pueda resultar presuntuoso pensar que la organizacin del tiempo sea una de las claves necesarias a tener en cuenta en las distintos proyectos y diseos de reformas. En este sentido, una de las ideas que dieron cuerpo y sentido a mi inters la expres Beltrn Llavador, en mi curso de Doctorado, cuando comparaba a modo de metfora la escuela con un tapiz, donde algunos elementos de la Organizacin Escolar constituan la trama o soporte, y la Didctica o Diseo del Currculum, junto con otros elementos de la Organizacin constituan a modo de relaciones o cultura: la urdimbre. Es imposible desde esta perspectiva pensar en una sin la otra, las dos juntas conforman la escuela y es posible, de igual modo, aventurar diferentes modalidades de tapices, por tanto diferentes modelos de escuela. Su propuesta era la de no establecer tramas complejas y rgidas que poco juego pueden dar a la creatividad y al desarrollo de la urdimbre.

    Si el tiempo y el espacio determinan el movimiento de la materia, a la vez que la materia afecta y determina el movimiento del tiempo y del espacio (de la teora de la relatividad

  • 2 La Jornada escolar, el curriculum y la clase social

    de Einstein) del mismo modo podemos entender que el tiempo y el espacio escolar determinan el movimiento de lo que podramos denominar como materia pedaggica, o sea, el contenido de la labor que hay que realizar en la escuela.

    Para la mayora de las realidades escolares la trama estrangula posibilidades y procesos de innovacin curricular. La concepcin actual sigue sin tener en cuenta la importancia de esta variable y por tanto el tiempo no est presente en los debates pedaggicos que disean la prctica educativa. Actualmente no es ms que un recurso externo que pone orden a la circulacin acadmica, de ah que en los debates sobre las reformas de las jornadas apenas se quiera tener en cuenta otros aspectos que derivan y se acentan con las alternativas concentradas, pero que tambin estn presentes en el resto de los desarrollos.

    Sin embargo, s aparece continuamente, entre las causas directas o indirectas de fracasos de experimentaciones y reformas, la falta de formacin, la falta de tiempo del profesorado, la intensificacin y el estrs de su tarea, el fracaso escolar de cada vez mayor nmero de alumnos y alumnas que no encuentran inters o sentido en una escuela cada vez ms acadmica, departamentalizada, e intensificada, con un horario cada vez ms rgido y compartimentado. Por qu el tiempo es algo tan poco cuestionado, por qu no se plantea ni tan siquiera la posibilidad de otra organizacin del tiempo?; siempre ha sido as dentro del entorno escolar?; es as en otros contextos o culturas?; tendr que ver el concepto de tiempo escolar con el concepto de tiempo que predomina social e intelectualmente?

    En este sentido defino el problema central de esta tesis en la bsqueda de las implicaciones que la jornada escolar que, como marco temporal tiene, en el desarrollo de los procesos de enseanza y aprendizaje teniendo en cuenta sobre todo una clase social muy concreta, la que se viene entendiendo como marginal, desfavorecida cultural y econmicamente, etc. Por ello y entrando ya en el desarrollo de los captulos, quiero decir que los he distribuido en torno a tres partes. En la primera parte de la tesis, que est formada por tres captulos, intento analizar los significados del problema: qu es el tiempo? ha sido siempre as su organizacin en las escuelas? qu propuestas tericas existen en

  • Introduccin 3

    torno a la organizacin del tiempo para las instituciones escolares?. Mi curiosidad me llev a trascender las fronteras pedaggicas y revisar modestamente obras de filosofa, de sociologa y de historia en busca de elementos significativos que me ayudaran a iluminar las dudas anteriormente expuestas; de alguna manera tal y como Whitrow expone(1992), para conocer el tiempo hemos de someterlo a una perspectiva temporal.

    Las concepciones ms generalizadas desde la filosofa reflejan, en la misma medida, la riqueza de contenidos con los que se vincula el concepto de tiempo. Sea el tiempo como a priori de la interioridad, o lo que es lo mismo, de la conciencia, tal y como propugn Kant; sea como reencuentro del sujeto con su origen, esto es, como momento de apertura en el proceso mismo de indeterminacin (Freud); o bien, como momento de apropiacin del yo consciente y, por lo tanto, como condicin de afirmacin y determinacin humana (Husserl, Heidegger, Bergson); incluso como linde de lo inhumano en el sentido en que es empleado por Lyotard. Desde todos estos planteamientos se hace necesario comenzar a trabajar dentro de las organizaciones escolares con una perspectiva interna del tiempo.

    Cada sujeto va construyendo su propio sentido temporal condicionado por las variables contextuales en las que se desarrolla su vida. Por tanto, hemos de plantearnos dentro del marco escolar, por el ambiente y el sentido de las experiencias que desarrollamos en atencin al pblico que atendemos; en definitiva, se trata de atender y facilitar no slo el proceso socializador sino de reconstruccin crtica, dentro del proceso educativo, del sentido del tiempo. Estas ideas se explayan a lo largo de los dos primeros captulos, a travs de los cuales y por medio de un acercamiento tanto a la construccin del tiempo por el ser humano desde una perspectiva social (en el primero) y escolar (en el segundo), lo primero que se aprecia es que el concepto de tiempo en la historia ha evolucionado y derivado modelos organizativos concretos en las instituciones escolares. Al contrario de lo que ha ocurrido en las ltimas dcadas en nuestras escuelas y que con tanto arraigo ha penetrado en las creencias temporales de los implicados en el proceso educativo.

    No podemos pensar que el tiempo es algo natural e inalterable a la accin humana cuando, como hemos podido comprobar a travs de la historia, nuestro concepto de

  • 4 La Jornada escolar, el curriculum y la clase social

    tiempo es producto de una construccin social y por tanto relativa, plural y contingente al desarrollo cultural de cada momento y de cada sociedad. Cada pueblo, cultura o nacin a travs de los influjos socializadores, desarrolla los mecanismos de regulacin social de esta variable desde edades muy tempranas, entrando la escuela dentro del entramado institucional que desarrolla principalmente, junto con las familias, el sentido temporal de cada individuo.

    Abordar el estudio del tiempo desde la perspectiva de la educacin nos remite, casi de modo inmediato, a interpretar dicho tiempo desde una numerosa y vasta red de significados. De ah que el captulo tercero adems de hacer un repaso a la percepcin temporal desarrollada por los paradigmas ms significativos desde el entorno educativo, intenta analizar los diferentes elementos o dimensiones que fluctan y conviven dentro del continuun temporal. El tiempo Institucional, el tiempo del profesorado y del alumnado de una determinada clase social, son variables ineludibles a la hora de pensar en un acercamiento lo ms integral posible a las influencias y posibilidades de la variable temporal dentro del proceso educativo. Al introducir la dimensin temporal como estrategia de anlisis para describir la naturaleza temporal de la educacin, se constata, cmo la realidad educadora se vertebra a partir de un sistema integrado de tiempos. En unos casos, interpretados por el educador como tiempos dados, determinados, constatados, producidos y consumidos, sometidos a plazos de ejecucin e instalados en la flecha unidireccional e irreversible del tiempo. Tiempos, en plural, asumidos como envoltura externa, adicional e indisociablemente unidos a las actividades. Y en otros, por el contrario, el educador los asumir como tiempos creados e indeterminados a la vez que proyectados y deseados, `pensados pero nunca concluidos. Aunque he empleado el plural para designarlo, esta pluralidad responde ms a una cuestin de diferencia antes que a una simple constatacin numrica. Tiempo pues en singular por cuanto de irrepetible e indeterminado hay en la naturaleza humana. Con respecto a la Segunda Parte de la tesis, una vez redefinido el concepto de tiempo en relacin con los procesos de enseanza y aprendizaje y con la clase social me pareci conveniente realizar un repaso por el estado actual del problema en torno a dos captulos. Dentro del primero, he visto necesario conocer y comparar la tendencia actual

  • Introduccin 5

    en la organizacin del calendario escolar as como la jornada diaria dentro de los diferentes sistemas educativos europeos. Detenindome en las distintas y recientes experimentaciones desarrolladas en algunas comunidades espaolas y sobre todo en los prolegmenos de la experiencia andaluza.

    El problema de la jornada escolar ha de arrastrar necesariamente al debate educativo,

    poltico y social, determinadas cuestiones que demasiado tiempo han permanecido

    alejadas de la actualidad pedaggica. El tiempo escolar (Husti, 1992; Hargreaves,1992,

    1996) se est convirtiendo en un problema de orden social, profesional, y poltico. Desde

    el punto de vista de polticas educativas podemos ver, cmo tradicionalmente, stas no

    han venido acompaadas de la necesaria innovacin en la flexibilizacin de horarios y

    mrgenes temporales. Si tenemos en cuenta las lneas que vienen a estructurar las actuales

    reformas educativas, parece altamente contradictoria la falta de debate para acomodar de

    forma flexible la amplitud y la estructuracin interna del tiempo escolar a las

    peculiaridades didcticas de un curriculum flexible y a las exigencias del contexto. De

    alguna manera una estructuracin rgida del tiempo puede encorsetar cualquier

    experiencia de innovacin educativa.

    En el segundo captulo de este apartado, he visto necesario explorar el panorama escolar

    en busca de experiencias innovadoras en torno a la vinculacin de la variable temporal

    con determinados proyectos y metodologas curriculares relacionados con una clase social

    concreta. Destacar todas aquellas experiencias que intentan da a da modificar creencias,

    planteamientos y prcticas sobre el tiempo escolar que permanecen ancladas en una

    gramtica escolar que apenas tiene que ver con la realidad a la que se dirige. Experiencias

    que afecten tanto a los horarios, como a la jornada, a la organizacin disciplinar como al

    tiempo del profesorado, del alumnado, etc. Entre otros aspectos, lo que estas experiencias

    demuestran es la construccin social y subjetiva del tiempo escolar.

    En mi opinin para poder construir configuraciones alternativas de organizacin del

    tiempo, la condicin primera es pensar que son posibles, cuestionando el dogma o la

    concepcin natural del tiempo escolar. Porque incluso para los ms incrdulos y

    conservadores ser difcil negar el aforismo latino que dice De facto ad pose valet illatio,

  • 6 La Jornada escolar, el curriculum y la clase social

    (de lo hecho a la posibilidad de establecer relacin) es decir, si se han realizado

    experiencias nuevas de configuracin del tiempo ms adecuadas a las necesidades

    actuales de los procesos educativos heterogneos, complejos y peculiares, se dejar de

    afirmar el marco actual como el nico posible.

    En lo que se refiere al origen de las experiencias cabra comentar que no he mantenido

    ningn criterio geogrfico concreto a la hora de seleccionarlas, mi intencin era tal y como

    dice el refrn para muestra vale un botn, es decir, ilustrar con ejemplos concretos

    aspectos innovadores que a mi parecer, conjugan las tres variables que venimos

    trabajando a lo largo de la tesis: jornada escolar, curriculum y clase social del alumnado.

    Espero que a partir de ellas, y de su difusin, se empiecen a desarrollar y difundir

    iniciativas similares que sin duda existen en Espaa; la falta de tiempo y de recursos,

    entre otras causas, hacen imposible una mayor dedicacin a organizar su publicidad.

    Por ltimo con respecto a la tercera parte de esta tesis, deseo comentar que la dedico al

    estudio concreto del problema, es decir el apartado emprico de la tesis. En definitiva, y a

    lo largo de toda la primera y segunda parte, se plantea con toda contundencia el rechazo

    del concepto de tiempo como una variable independiente y objetiva, lo que significa

    desnaturalizar el concepto de tiempo y profundizar en su carcter social, cultural y

    humano. Por todo ello, en la parte emprica de esta tesis he decidido estudiar y constatar

    la influencia de la variable temporal y de alguna manera el paralelismo que existe entre

    determinados mtodos y clases sociales con la regulacin de la jornada y de los horarios,

    no slo escolares sino tambin extraescolares. Me preocupa la idea de que el cambio de

    jornada podra suponer una fuerte desigualdad entre la poblacin infantil de

    determinadas zonas geogrficas, tanto rurales, como urbanas (refirindonos a las zonas

    ms deprimidas o ms desfavorecidas social y culturalmente), por ser especialmente

    sensibles a la carencia de actividades gratuitas socialmente organizadas. Qu ocurre con

    estos nios desde que salen del colegio a medioda? Con qu panorama familiar se

    encuentran? Cmo se pueden compensar estas desigualdades culturales si los dejamos

    en la calle? Esta ltima pregunta se refiere en concreto a la problemtica de los nios que

    habitan en las zonas deprimidas.

  • Introduccin 7

    Por tanto en esta tercera parte, o apartado emprico de la tesis podemos distinguir cinco captulos.

    El primero, es decir el Captulo VI, donde a modo de introduccin al estudio, presento los

    resultados de una investigacin de grandes muestras en la cual form parte como

    investigadora y autora de uno de los informes sectoriales y finales (a partir de la

    aplicacin de cuestionarios y entrevistas a 2144 alumnos y alumnas de 2 de Primaria y

    2280 de 6, de Andaluca oriental) donde aparecen las opiniones y percepciones del sector

    de alumnos y alumnas sobre la experimentacin de las distintas jornadas escolares

    desarrolladas en este sector de la comunidad autnoma.

    Y es a raz de las conclusiones de dicho Informe de donde parto para analizar con ms

    profundidad los efectos que las distintas Jornadas tienen sobre el curriculum y

    determinadas clases sociales a travs de los dos estudios de caso presentados a lo largo de

    los siguientes captulos: Captulo VII, con el estudio sobre el centro La Cantera y el

    Captulo VIII, con el del centro La Colina. Mi propsito concreto es el de acercarme a la

    realidad cotidiana as como a los efectos de diferentes jornadas con respecto a dos clases

    sociales bien diferenciadas. Para intentar definir, de alguna manera, las implicaciones

    curriculares de una determinada jornada escolar para una variable socioeconmica y

    cultural desfavorecida, frente a la realidad cotidiana de otra clase social bien distinta.

    Para finalizar esta tercera y ltima parte podemos encontrar el Captulo IX, donde

    aparece el anlisis de los resultados a partir del estudio comparativo de ambos centros.

    Intentando, de alguna manera, analizar los resultados obtenidos a travs del contraste

    entre stas dos realidades tan diferentes de los dos centros educativos estudiados: La

    Colina y La Cantera (nombres por supuesto ficticios) destacando aquellas variables que

    caracterizan y personalizan cada una de las experiencias.

    En el Captulo X, aparecen consideraciones y propuestas finales en torno al tema en

    cuestin, la jornada escolar, la clase social del alumnado y el curriculum de la escuela. En

    este ltimo captulo he pretendido esbozar algunas ideas y conclusiones derivadas de

    toda la exposicin terica en relacin con los datos e informaciones recogidas a partir de

    los dos estudios de caso, teniendo en cuenta los aspectos, que a mi entender,

  • 8 La Jornada escolar, el curriculum y la clase social

    condicionan e influyen en los efectos que cada una de las jornadas escolares vividas tiene

    sobre el curriculum y sobre las diferentes clases sociales que se concentran en cada uno de

    ellos.

  • PARTE ILOS SIGNIFICADOS

  • Captulo I

    LA EVOLUCIN DEL CONCEPTO DE TIEMPO

    La mayora de nosotros estamos tan acostumbrados a las ideas de tiempo,

    historia y evolucin que somos proclives a olvidar que a esos conceptos no

    siempre se les ha otorgado la importancia que ahora les concedemos. Sin

    embargo, si damos por sentado que el tiempo tiende a dominar nuestro

    modo de vivir y de pensar, debemos adquirir ciertos conocimientos de cmo

    se ha producido. Debemos someter el propio tiempo a una perspectiva

    temporal"

    Whitrow (1990:1)

  • 10 La jornada, el currculum y la clase social

    INTRODUCCIN

    Siguiendo la perspectiva de Whitrow, y, si comprender el sentido de la variable tiempo dentro del entramado escolar es el objetivo de esta tesis, creo que podra resultar interesante para enriquecer nuestro punto de vista, hacer un breve recorrido, a modo de anlisis, sobre la evolucin del concepto tiempo a lo largo de la historia, tanto a partir del entorno escolar como del entorno social.

    El hombre en resumidas cuentas, no tiene naturaleza, lo que tiene es historia. Ortega y Gasset, Historia como Sistema.

    Cuando me preguntaba por las razones que justificaban el estatus actual del tiempo en la escuela, los interrogantes me llevaban a campos ajenos al mbito estrictamente educativo. Pensar en el concepto tiempo, deriva necesariamente a un anlisis de lo que se ha venido entendiendo por este concepto, una revisin de cmo ha ido evolucionando. De alguna manera recurrir a la Historia es una forma como deca Snchez Albornoz de buscar en ella respuesta a nuestras preguntas actuales. 1. 1. ALGUNAS IDEAS SOBRE EL TIEMPO Tal y como afirman Toulmin y Goodfield (1990: 264), "el pensamiento cientfico no ha avanzado arrancando velos a la naturaleza e informando acerca de lo que se ve, sino a travs de un esfuerzo continuo por elaborar concepciones cada vez ms coherentes, precisas y adecuadas acerca de una realidad invisible". As, y dada la naturaleza del tiempo, las reflexiones en torno a l siempre se han mantenido dentro de los niveles ms altos e inescrutables de los debates filosficos. que el tiempo es todo menos algo espontneo, que los hombres de perodos anteriores no saban y, de hecho, no podan saber que los acontecimientos se relacionan "en el tiempo" y que fue preciso un esfuerzo intelectual largo y fatigoso para avanzar en el camino hacia una sntesis ms amplia que abarcara la prolongada serie de sntesis de nuestros ancestros, tal como la poseemos hoy. Dicho de otra manera, la sntesis de que son capaces los hombres de hoy, es un grado posterior de un proceso muy largo, en cuyas etapas anteriores, o ms precisamente en el estadio

  • La evolucin del concepto de tiempo 11

    del grupo hipottico sin conceptos, los hombres slo estaban en condiciones de hacer una sntesis estrecha y relativamente parcial (Elas, 1989: 109). Desde el punto de vista de Norbert Elas (1989), se le llama "tiempo" a: 1.- un marco de referencia que sirve a los miembros de un cierto grupo y, en ltima instancia, a toda la humanidad, para erigir hitos reconocibles, dentro de una serie continua de transformaciones del respectivo grupo de referencia, y 2.- una forma de comparar una cierta fase de un flujo de acontecimientos con fases de otro. De alguna manera existen dos momentos en el proceso evolutivo del concepto tiempo. En un primer momento se trataba de buscar la forma de acomodarse a los fenmenos naturales. A medida que el entramado social se fue complejizando, el estudio del tiempo permite al ser humano elaborar particulares construcciones intelectuales, cada vez ms complejas acerca del mundo. En un segundo momento donde este nivel de anlisis sita como objeto de discusin al binomio hombre-tiempo. Se trata de pasar de la preocupacin por la regulacin de la vida social del ser humano, algo externo, a una percepcin interna del tiempo, es decir del sentido que tiene para nosotros lo que hacemos. El sentido del tiempo implica cierto sentimiento o conciencia de duracin, pero depende de nuestros intereses y de la forma en que centremos nuestra atencin. El tiempo pertenece a la categora de realidad invisible y como tal, las acepciones, ideas, mitos, etc., que se han ido sucediendo a lo largo de la historia sobre la naturaleza compleja del tiempo no son ms que muestras del infatigable deseo humano de controlar sus formas de pensamiento mediante el testimonio de las cosas. Testimonio que da cuenta de esa complejidad analizando esta realidad invisible a travs de los mecanismos y estrategias vinculados a los movimientos fsicos, filosficos, sociolgicos, econmicos, y culturales. Entre los autores que ms se han preocupado por la relacin hombre-tiempo, podemos citar: dentro del enfoque humanista a Dilthey (1833-1911) y Bergson (1859-1941); entre los esencialistas a Husserl (1859-1938); dentro del existencialismo a Jaspers (1883-1969); Heidegger (1889-1976); Sartre (1905-1980)] y el propio psicoanlisis a Freud (1856-1939). Tambin la sociologa se ha ocupado de las relaciones hombre-tiempo desde una

  • 12 La jornada, el currculum y la clase social

    perspectiva culturalista y sociolingista Elas (1989)1 as como la epistemologa constructivista [Watzlawick (1990) Ceruti (1994); Heinz Von Foerster (1981)2] Resaltar el carcter complejo y etreo de la naturaleza del tiempo me parece fundamental a la hora de trabajar este concepto. Su carcter multidimensional constituye uno de los rasgos que caracterizan con mayor fuerza el tiempo en nuestros das, tal y como veremos al final de este captulo. Al estudiar los problemas del tiempo, se aprenden algunas cosas sobre humanidad y sobre uno mismo (Elas, 1989:11). A continuacin propongo un breve repaso histrico por los diferentes hitos y discusiones filosficas, etc., que han ido marcando y regulando la idea o el concepto de tiempo.

    1.2. EL TIEMPO EN LA HISTORIA La preocupacin por el tiempo desde un punto de vista fsico y filosfico se remonta hasta las primeras civilizaciones de la humanidad. La necesidad de controlar el transcurrir del tiempo como va que garantizara la supervivencia de la especie, ha llevado a que todas las civilizaciones, no importa la ubicacin espacial de las mismas ni la falta de comunicacin entre ellas3, hayan conseguido desarrollar, al menos, la dimensin cronolgica4 del tiempo, es decir el intento de adaptacin del ser humano a los fenmenos de la naturaleza. El transcurrir de los fenmenos naturales no era lo bastante regular para las necesidades humanas. Este era el origen de todos los problemas de los que se encargaban de construir el calendario. En un principio, el problema radicaba en la necesidad de encontrar instrumentos suficientes para determinar los intervalos temporales recurrentes en su vida social, fenmenos naturales que se producan muchas veces, como los movimientos solares de la Luna y las estrellas. Ahora bien, el movimiento aparente del Sol al que la humanidad debe unidades temporales como el da, la noche o

    1 Para quien el tiempo constituye el resultado de un largo proceso de aprendizaje cultural y civilizatorio. 2 Para los que el tiempo no est presente en la realidad sino que constituye un constructo fruto de un consenso lingstico y simblico. 3 Por ejemplo el Imperio Azteca y Maya en Amrica y la civilizacin Egipcia, etc. 4 Establecer diferentes intervalos de tiempo. Procede del trmino griego khronos

  • La evolucin del concepto de tiempo 13

    el ao solar, no fue fcil ponerlo en relacin con el movimiento de la Luna, del que derivan unidades como el mes. As poco a poco y a medida que las sociedades humanas iban evolucionando y hacindose ms complejas necesitaban de una regulacin temporal cada vez ms exacta e inalterable (Elas, 1989: 211). Por ello, dentro del recorrido que a continuacin emprendo sobre la evolucin del concepto de tiempo a travs de la historia, me gustara tratar de forma paralela estos dos procesos, tanto la evolucin del concepto tiempo, en s mismo, como la evolucin del calendario. De alguna manera son dos procesos que se interrelacionan constantemente y que en la mayora de los casos la necesidad de progresar en uno de ellos ha avivado el debate intelectual en el otro y viceversa.

    A lo largo de la historia podemos encontrar una primera fase en la que se desarroll como tendencia casi generalizada una concepcin del tiempo basada en planteamientos de carcter cclico y social, y una etapa posterior, en la que la tendencia camin a pasos agigantados hacia una concepcin del tiempo lineal y posteriormente fsica, pasando por una gran etapa intermedia de amplia discusin entre ambas posturas. A continuacin intentar exponer, a travs de las diferentes culturas que han participado en el desarrollo histrico del hombre, cules han sido sus planteamientos o aportaciones con respecto al tiempo, dentro de esta evolucin conceptual. 1.2.1. Del tiempo cclico al tiempo lineal y del tiempo social al tiempo fsico. El calendario

    Importantes civilizaciones desde el punto de vista histrico, adoptaron una concepcin temporal muy diferente (cclica) a la que parece imperar en nuestra sociedad actual (Whitrow, 1990; Elas,1989; Jay Gould, 1990). Veremos a continuacin algunas de las ms significativas. Los Egipcios Ya "los egipcios consideraban el tiempo como una sucesin de fases recurrentes. Tenan muy poco sentido de la historia, del pasado y el futuro. Pues, aunque exista un pasado absoluto, era normativo y no se consideraba que se alejase" (Frankfort,1980:35). As, la actitud de este pueblo con respecto a la cronologa confirma esta valoracin de su actitud con respecto al tiempo. Los aos no se numeraban en una sucesin lineal, sino segn el

  • 14 La jornada, el currculum y la clase social

    reinado concreto de un faran (cada uno suba al trono en el ao uno) y tambin segn la recaudacin de los impuestos. Los Egipcios haban tratado de relacionar entre s las unidades temporales basadas en los movimientos de la Luna y del Sol, de tal modo que instituyeron un ao con doce meses de treinta das, con cinco das suplementarios al principio o al final, para que sus meses coincidieran con el ao solar. Este calendario se mantuvo hasta el perodo romano, dada su conveniencia como registro automtico del paso del tiempo en una era. Es esta concepcin, precisamente, la que se necesitaba para los clculos astronmicos, y por ello fue adoptada por los astrnomos helenos e incluso fue empleada por Coprnico en sus tablas lunares y planetarias. Otra aportacin de este pueblo es nuestra presente divisin del da en 24 horas, as como sus interesantes instrumentos para medir el tiempo tanto de da, con el reloj de sol, como de noche con el reloj de agua o "clepsidra", as denominado posteriormente por los griegos. Mesopotamia Para el Imperio Sumerio y Babilonio, un pueblo azotado por continuos desastres, grandes oscilaciones climticas, los vientos abrasadores, las lluvias torrenciales y las inundaciones devastadoras, se supona que los hechos o acontecimientos humanos eran el origen o causa de todo fenmeno celeste5. De ah heredamos toda la tradicin sobre los anuncios de catstrofes y grandes cambios para la humanidad, a partir de la aparicin de cometas en la esfera de la tierra o de ciertos eclipses. Hacia el ao 503 a.C. los astrnomos sacerdotales babilnicos haban descubierto que el ao trpico (el ao de las estaciones) no tiene exactamente la misma duracin que el ao sidreo (el "verdadero" ao astronmico). Este era un paso esencial hacia la determinacin de la precisin de los equinoccios por el astrnomo helenstico Hiparco (c. 150 a. C.). En cuanto al calendario el origen de nuestra semana de siete das y las restricciones impuestas desde antiguo sobre las actividades dominicales se los debemos a los babilonios.6 5 Se considera como el primer paso hacia lo que durante el Imperio Persa se conoce como astrologa zodiacal, donde se cree que la historia y el destino de los hombres est controlado por las estrellas. 6 Sin embargo toda la Astrologa zodiacal no se produce hasta el ao 410 a. C., cuando Babilonia formaba parte del Imperio Persa.

  • La evolucin del concepto de tiempo 15

    Tal y como Whitrow (1990) deduce, tanto la ms antigua astrologa judicial7 como la ms tarda astrologa zodiacal se basaban en una idea de la existencia fundamentalmente determinista o fatalista. Quienes creen que la historia y el destino de la humanidad estn controlados por las estrellas no suelen albergar la idea de progreso histrico, en cambio son ms propensos a pensar en una visin cclica del tiempo. Los Persas El origen de la concepcin lineal del tiempo, segn Whitrow (1990), habra que adjudicrselo al Imperio Persa, a pesar de que histricamente se lo hayan atribuido al entorno de los primeros cristianos y principalmente a la figura de San Agustn, momento a partir del cual el concepto desarrollara toda su influencia. Los persas que conquistaron Babilonia eran una ramificacin de la raza aria. Su tierra natal era una llanura central rodeada de montaas. Esta llanura est, en gran parte, desierta y sometida a climas extremos. En esta dura e inhspita tierra se origin una de las grandes religiones de la humanidad. Esta religin, conocida por zoroastrismo, implicaba una interpretacin teleolgica del tiempo8. El significado del tiempo, para este pueblo, estaba claramente implcito en el carcter escatolgico del zoroastrismo. "Excepto el Tiempo, todas las dems cosas han sido creadas. El Tiempo es el creador y el Tiempo no tiene lmite, ni principio, ni fin. Siempre ha existido y existir para siempre jams. Ninguna persona sensata dir de dnde procede el Tiempo. A pesar de toda la grandeza que le rodea, no haba nadie para llamarlo creador; pues no haba originado la creacin. Entonces cre el fuego y el agua, y, al unirlos Ormuz existi y, simultneamente, el Tiempo se convirti en Creador y Seor en funcin de la Creacin que haba originado" (Zaechner,1955:410)9 A pesar de esta concepcin de tiempo infinito, prevaleca la existencia de otra forma de tiempo finito. El primero se entenda como el tiempo creador y esencial, mientras que el segundo representaba la decadencia y la muerte.

    7 Aluda a la corte y al Estado y nunca a individuos comunes. 8 La poca de su fundador, Zaratustra (Zoroastro, en la versin griega de su nombre), es incierta, pero se cree que surgi en la primera mitad del siglo VI a. C. (Whitrow, 1990: 52). 9 Whitrow, 1990, pg. 54.

  • 16 La jornada, el currculum y la clase social

    Los Griegos A pesar de que el mundo griego, y en concreto la antigedad helnica, est considerado como la cuna de nuestra civilizacin europea, su idea de tiempo cclico no lleg a imponerse en una Europa profundamente cristiana y monotesta (Prez Alonso-Geta, 1993; Whitrow, 1990). Para los griegos, a diferencia de los persas, el tiempo no era un Dios. Slo se convirti en Dios en la poca Helenstica, cuando fue adorado bajo el nombre de Aion, que significaba un tiempo sagrado, eterno, muy diferente al tiempo ordinario, chronos10. En la literatura griega la primera declaracin explcita de que, aunque lo individual est sujeto al cambio y la decadencia, el mundo es eterno, parece haber sido hecha por Herclito, alrededor del ao 500 A.C. Herclito consideraba que el cambio perpetuo era la ley fundamental que gobierna todas las cosas. Esta idea resume su famoso aforismo: No puedes baarte dos veces en el mismo ro. Adems, crea que existe una lucha fuerte entre contrarios: calor y fro, hmedo y seco, etc, y este conflicto es la base de la existencia, de ah la idea de carcter cclico de las estaciones que impone un orden o equilibrio de contrarios. De esta manera cada uno de estos progresa en una 'injusta' agresin a expensas de su contrario y entonces paga el castigo, retirndose. De ah se deriv la idea adjudicada a Anaximandro de que todas las cosas creadas deben tambin perecer, reparando mutuamente sus injusticias segn el decreto del tiempo. De esta manera "el tiempo siempre descubre y venga cualquier acto de injusticia" (Whitrow, 1990: 59). En cambio, para Parmnides, el padre de la argumentacin lgica, existe una clara diferencia entre el mundo de la apariencia, caracterizado por el tiempo y el cambio y el mundo de la realidad que es inalterable e intemporal. Sostuvo que el tiempo no puede pertenecer a nada que sea verdaderamente real. De ah su famoso aforismo, "lo que es, es y le es imposible no ser". Se deduce que si slo el presente "es", el pasado y el futuro

    10 Los griegos utilizaban tres palabras para referirse al tiempo: kairos, Aion y kronos. Kairos significaba el tiempo oportuno o momento vital favorable para algo. Ain signific originalmente fuerza de la vida. Ms tarde vino a significar el tiempo total de duracin de una vida, la edad o generacin. Y Kronos, lo utiliza Homero para significar los intervalos de tiempo. Platn combina ambos significados concibiendo el tiempo Kronos como la imagen mvil de la eternidad o tiempo Ain.

  • La evolucin del concepto de tiempo 17

    carecen por igual de sentido; el nico tiempo es un continuo presente y lo que existe es increado e imperecedero. Aristteles plantea la paradoja del tiempo. Para este autor el tiempo es lgicamente inexistente ya que si el pasado ya no existe y el ahora es algo que no se puede detener, que no pertenece, resulta que el tiempo es lgicamente inexistente, a pesar de que en realidad existe. Aparece una idea del tiempo ms acorde con nuestra imagen actual. Por primera vez, en Aristteles se asocia el tiempo al movimiento, puede prescindir del supuesto de las esferas celestes giratorias, para sustituirlas por un movimiento circular, uniforme y local. Este movimiento, dentro de un crculo determinado, en cada una de sus vueltas marca un 'lapso de tiempo' que puede ser dividido en partes y puede ser medido. As, llega a la conclusin de que el tiempo puede considerarse como un proceso de numeracin11 asociado a nuestra percepcin del "antes" y el "despus", del movimiento y el cambio. De alguna manera y a travs de su diatriba sobre tiempo y movimiento, en su pensamiento subyace, al igual que en Platn, una idea cosmolgica del tiempo, ya que si el movimiento puede desaparecer aunque el tiempo no se pare, lo que nunca desaparece es el movimiento circular del cielo. Con Platn, empieza a perfilarse la nocin de tiempo como un tiempo-idea, del cual hay una copia muy inmediata para los hombres, que se manifiesta en que el transcurrir del tiempo no existe de ningn modo, es slo una caracterstica del universo. Los problemas del calendario fueron la fuerza motriz que condujo al desarrollo inicial de la astronoma matemtica griega en las ltimas dcadas del siglo V a.C. La mayora de las festividades religiosas griegas tenan lugar durante la luna llena pero, como estaban asociadas a actividades agrcolas, deban celebrarse en las adecuadas pocas del ao. Por tanto, fue necesario adoptar un calendario lunisolar en el que los meses se midieran por fases de la luna, pero que tambin estuviera sincronizado con el sol (Whitrow, 1990: 66). A pesar de que en la poca griega la concepcin del tiempo era eminentemente cclica, existen importantes figuras, como el historiador Polibio, que empezaron a vislumbrar

    11 El tiempo, es lo que en el movimiento es numerado o se puede numerar. Se establece as el fundamento del Cronmetro. Aristteles distingue muy bien la diferencia entre tiempo y movimiento, porque el tiempo no es movimiento sino algo muy relacionado con el.

  • 18 La jornada, el currculum y la clase social

    estructuras cclicas ms abiertas al incorporar elementos nuevos. Es en esta poca (S. V a. C.) donde se iniciarn los primeros historiadores12. La riqueza del debate intelectual sobre el tiempo en el mundo griego, as como de sus producciones, es hasta hoy inagotable. Los griegos, a diferencia de los romanos, estaban ms interesados por el presente y el pasado. Para los romanos, en cambio, el futuro significaba el destino de su imperio. La poca romana Si debemos nuestra moderna orientacin temporal al cristianismo, con respecto al calendario, hemos de resaltar que durante el Imperio romano: - Se configur nuestro calendario, especialmente con Julio Cesar. La forma de nuestro calendario casi podra coincidir con la suya as como las convenciones en el registro del tiempo: Cesar quit un da al mes de febrero y reparti los seis das restantes entre los meses impares de enero a noviembre. Poco despus de la muerte de Cesar, se llam "julio" al mes en que l haba nacido. -Se escribieron obras como la de Lucrecio (c. 94-55 a.C.) De rerum natura, en la que aparece una de las concepciones ms modernas del tiempo: "De igual modo, el tiempo no existe por s mismo, sino que de las cosas resulta un sentido de lo que ya ha tenido lugar, de lo que est sucediendo y de lo que seguir. No se puede decir que nadie sienta el tiempo al margen del movimiento de las cosas o de su inmvil reposo" (Lucrecio, 1951:40-41). -En el siglo I, los romanos, bajo la influencia del judasmo dentro del imperio Babilonio, introdujeron un da de descanso semanal, a diferencia de la Grecia antigua donde ni siquiera existan vacaciones escolares, excepto en ocasiones especiales. Tertuliano (c. 155-222) fue el primer padre de la iglesia que declar que los cristianos deban abstenerse el domingo de sus deberes y ocupaciones. -En la ltima parte del siglo V, el ltimo gran emperador de Occidente, Teodosio, aboli el calendario pagano romano. Por consiguiente, el mundo europeo le debe un calendario uniforme, correspondiente a las necesidades de una sociedad universal y basado en el ao cristiano.

    12 "En su origen , la tarea de los historiadores griegos no era explicar el presente en trminos de pasado, sino asegurar que acciones y hechos significativos no fueran olvidados en el futuro" (Whitrow, G.J. 1990: 65).

  • La evolucin del concepto de tiempo 19

    Israel Ser en el antiguo Israel donde se dice, con reservas, que se remonta nuestra moderna idea lineal del tiempo: "en lugar de adoptar la idea cclica del tiempo, se dice que los judos crean en una concepcin lineal, basada en su caso en una idea teleolgica de la historia como revelacin gradual del propsito de Dios" (Whitrow, 1990: 75). En cierto modo, podra ser interesante la idea de presente que tenan los judos. Para este pueblo, el presente es parte de un continuum que se extenda desde el principio hasta el fin del tiempo, y que estaba incesantemente influido, tanto por el pasado como por el futuro. Es aqu donde me parece encontrar las mas profundas races de la concepcin del tiempo que ms ha permanecido durante los ltimos siglos. El Cristianismo El cristianismo, dados sus orgenes, hered la peculiar visin judaica del tiempo, aunque los cristianos crean que su fe posea un significado Universal, y consideraban que la Crucifixin es un hecho nico y no sujeto a repeticin, el transcurrir del tiempo deba ser lineal en vez de cclico. Pasado, presente y futuro se nos muestra como memoria, atencin y espera: aparece as una nueva visin del tiempo. Aparece el tiempo sentido, el tiempo vivido, el tiempo humano (Prez Alonso-Geta, 1993: 48). Un tiempo vinculado a la experiencia del ser humano, que tiene que ver con l y con su accin e implicacin en la misma. De alguna manera el espritu religioso iba a establecer los cimientos de lo que posteriormente se desarrollara con la vertiente subjetiva del tiempo. La concepcin de este 'tiempo humano' se atribuye histricamente a San Agustn. Agustn de Hipona (de origen egipcio) era un converso al cristianismo, que primero haba sido maniqueo y despus neoplatnico, y es en esta escuela donde ya se crea (a travs de Pltino, uno de sus miembros) que el origen del tiempo haba que buscarlo en el mundo del alma. De alguna manera, habra que considerar a Pltino como precursor de la vinculacin psicolgica al concepto de tiempo propuesta por San Agustn. A partir de este tiempo vivido que define San Agustn es posible plantearse el tiempo verdaderamente antropolgico, como ms adelante veremos, un tiempo de s-mismo, un tiempo construido. La actitud hacia el tiempo es ya lineal, especfica y personal. San Agustn construye su concepto del tiempo acorde con la nueva mentalidad cristiana pero recogiendo y sintetizando elementos de su, tambin, mentalidad griega.

  • 20 La jornada, el currculum y la clase social

    As, intentando solucionar la contradiccin que le produce la idea griega de que el tiempo no tiene ser, ya que desde su punto de vista, cuando hablamos del tiempo damos por supuesto que tiene que ser13, propone la nocin del triple presente: los tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas presentes y presente de las futuras. El presente de las cosas pasadas es la memoria; el de las cosas presentes, la percepcin actual de las mismas y el presente de las cosas futuras, la expectativa de las mismas. (Prez Alonso-Geta, 1993:48) De alguna manera el cristianismo dirige la atencin del hombre hacia el futuro. sta ser la idea de tiempo que impregnar en su mayor parte toda la Edad Media de Europa. En la Edad Media, la Iglesia todava dominaba el tiempo social. El ao astronmico era tambin el ao litrgico marcado por las fiestas religiosas. La Iglesia regulaba tambin la jornada, sus servicios y plegarias. La poblacin estaba informada del curso del tiempo por las campanas: maitines, misa, vsperas, etc. (Elas, 1989). Como veremos con posterioridad, la regulacin del tiempo social a travs de los signos religiosos tuvo una notable influencia en la forma de regular el tiempo escolar. El Islam Es de citar en este momento la relevancia que la cultura Islmica tuvo para el progreso del avance cientfico e intelectual, aunque los musulmanes fueron herederos de numerosos conocimientos griegos. As, Bagdad se convertir en la verdadera sucesora de Alejandra, la antigua capital intelectual del mundo helenstico. "Los musulmanes de todos los lugares del mundo islmico necesitaban personas con formacin matemtica que fueran capaces de determinar, de modo astronmico, los tiempos de oracin y la direccin de la Meca. Por tanto, no debe sorprendernos que requirieran e incentivaran la construccin de muchos instrumentos porttiles para la determinacin del tiempo (Whitrow, 1990 :107). Es preciso destacar aportaciones como los cambios realizados en un instrumento medidor del tiempo, creado por los griegos y denominado astrolabio14, as como su influencia en el desarrollo musical15.

    13 Puesto que el futuro no es todava, el pasado ya no es y el presente no permanece. 14 La forma del astrolabio empleado en la Europa medieval derivaba del tipo musulmn hallado en Espaa. Consista en una esfera armilar de metal dividida en grados alrededor de su contorno. Estaba marcada con una lnea de datos y tena una lnea de rotacin colgando de su centro. Fue ideado bsicamente para resolver problemas de trigonometra esfrica y abreviar los clculos astronmicos.

  • La evolucin del concepto de tiempo 21

    Y en cuanto al anlisis terico y filosfico del tiempo, podramos resaltar la teora del tiempo discontinuo o atomstico. Moiss Maimnides (s. XII) expone en su obra que el tiempo se compone de tomos de tiempo, es decir, de muchas partes, que, debido a su corta duracin, no se pueden dividir(MacDonald, 1927: 326). En cuanto al calendario islmico, conviene comentar que es uno de los pocos que se sigue rigiendo por la Luna. La Edad Media Hacia el ao 700 el conocimiento en Europa Occidental estaba confinado a Irlanda y la costa de Northumbria. Y sobre todo a la vida de los Monasterios. De este tiempo data la prolfica obra de Beda "el venerable", que en el ao 725 escribi De temporum ratione, donde redact las tablas de Pascua entre los periodos comprendidos desde el 532 y el 1063 y tambin intent por primera vez, una cronologa del mundo hasta el reinado del emperador Bizantino de su poca. Gracias a l, Inglaterra introdujo la datacin de los aos desde la Encarnacin de Cristo. En la Edad Media no era necesario economizar ni dividir en breves lapsos el tiempo; consecuentemente tampoco el tiempo se valora en una vida social, condicionada por la naturaleza, y esencialmente agraria. El historiador March Bloch (1987), en su famoso libro La sociedad feudal, comenta las dificultades que los hombres tenan en esta poca para apreciar el significado del tiempo debido a que estaban muy mal equipados para medirlo. Los relojes de agua16eran raros y costosos, y en pases como Inglaterra, el norte de Francia, los Pases Bajos y Alemania, los relojes de sol eran inadecuados, ya que los cielos solan estar cubiertos de nubes. As, una de las peculiaridades de esta poca es la carencia de precisin con la que se registraba el tiempo de los acontecimientos y las mediciones de la duracin. "En vistas de la lentitud con la que en aquellos das se producan los cambios de perspectiva mental, no es raro que, incluso despus de la introduccin del reloj mecnico, a la 15 A partir del avance de sus conceptos temporales, el canto llano de la Iglesia Europea Medieval descubre las cualidades de la msica mensurable, proveniente del Islam, que se rega ya por la proporcin temporal entre las notas musicales. 16 O Clepsidra, proceda probablemente de Babilonia y fue usada por el Islam. En China se realiz una versin ms mecanizada. Esta mquina divida el tiempo mediante el peso de sucesivas cantidades de lquido, as si se orientaba hacia una estrella determinada se podra obtener un control astronmico de la medida del tiempo. (Whitrow, G.J. 1990:123)

  • 22 La jornada, el currculum y la clase social

    mayora de la gente, incluidos algunos de los personajes ms cultivados, le interesara mucho menos que a nosotros el paso del tiempo en su vida cotidiana (Whitrow,1990: 115).

    Por contraste, Petrarca (1304-1374), el famoso poeta italiano, adopt una actitud mucho

    ms moderna ante el tiempo y las fechas. El tiempo era el tema que inflamaba su

    corazn de joven estudiante y le influy el resto de su vida, y fue al final de sta cuando

    Petrarca tendi a valorarlo an ms, a medida que envejeca, porque se dio cuenta de

    que como muchas otras cosas, se hace ms precioso cuanto ms escasea.

    Sin embargo, y a medida que se va desarrollando paulatinamente otro foco importante

    de vida social, la ciudad, se necesita un mayor rigor en la medicin del tiempo y un

    mayor cuidado de su uso. Poco a poco la comunidad urbana se convierte en dominadora

    de su propio tiempo con su ritmo particular. Aparece el tiempo de los comerciantes y los

    relojes17 (finales del siglo XIII) con la gran innovacin que aportan en la medida del

    tiempo (Elas, 1990: 62). Aunque el incentivo para desarrollar el reloj mecnico bien

    pudo haber sido fomentado por su necesidad en los monasterios medievales, donde la

    puntualidad era una virtud que se fomentaba con rigor y se castigaba el llegar tarde a los

    servicios divinos o a las comidas.

    En la ltima etapa y con la aparicin del reloj mecnico, surge un nuevo tipo de

    civilizacin basado en la medida del tiempo. En la mayor parte de Europa occidental se

    adopt la hora uniforme de sesenta minutos. El tiempo ya no se asociaba slo con

    catstrofes y festividades, sino con la vida cotidiana. La clase media pronto se percat de

    que "el tiempo es dinero" y en consecuencia se deba distribuir con cuidado y emplear de

    manera econmica. Como Lewis Mumford (1973: 31) ha indicado, "la medicin del tiempo

    pas al servicio del tiempo, al recuento del tiempo y al racionamiento del tiempo. Al ocurrir esto,

    la eternidad dej poco a poco de servir como medida y foco de las acciones humanas".

    17 Dependen de un movimiento mecnico que se repite continuamente y divide el tiempo de manera uniforme en segmentos discontinuos. Aunque no se han descubierto relaciones concretas entre los primeros relojes mecnicos (parece ser que la fecha de la invencin se sita entre 1280 y 1300)y los primeros autmatas y modelos de mecanismos astronmicos. El modo en que un reloj de finales de siglo XIV, como el de la catedral de Wells, representa las fases de la luna y las figuras que surgen cada hora sugiere que semejantes relojes eran el producto de una tradicin continua desde un pasado remoto.

  • La evolucin del concepto de tiempo 23

    Aparece en estos momentos el carcter efmero, dentro de la concepcin lineal del transcurso del tiempo: el tiempo presente se percibe como efmero, irreversible e inaprehensible. "El hombre constata que el tiempo no se detiene incluso en ausencia de sucesos: el tiempo es uniforme y en s ya tiene cualificacin(Prez Alonso-Geta, 1993:62). De alguna manera el tiempo lineal supone la constatacin del origen y el fin de las cosas. As, el transcurso del tiempo supone gastar algo que no vuelve, nuestra parcela de tiempo es limitada y por tanto hemos de aprovecharla bien. Un ejemplo de este carcter lo podramos encontrar en la percepcin del tiempo como mercanca (Gmez Camacho, 1998). Desde la teora econmica se dice que una de las razones para introducir el dinero en la sociedad era la de agilizar los intercambios econmicos. Por tanto, agilizar las transacciones econmicas mediante el uso del dinero significa que se aceleran dichas transacciones,"todo esto est naturalmente ligado a la creciente industrializacin de Europa. El tiempo se convertir en mercanca y la puntualidad se convertir en virtud - significado que no tena antes de esta poca, ni en otras partes del mundo (Jaschek,1998). De este modo el reloj empez a estar presente en la vida de las personas de forma ms permanente. Se empez a utilizar para regular el inicio y el fin de la jornada de trabajo. "Muchos profesionales como jueces y maestros, empezaban sus tareas en horas establecidas, y a finales de la Edad Media los estudiantes rebeldes de universidades como Oxford eran sometidos a la disciplina de horarios fijos. Las clases solan empezar a las 5 o las 6 de la maana en verano (a las 7 en invierno) y, a veces, la primera clase duraba tres horas, sin permitirse comida antes de las 10 de la maana " (Powicke y Emden, 193618). Una forma de regular las conductas es a travs de la disciplina. Aprovechar el tiempo escolar con horarios fijos es una manera de concretar esa regulacin disciplinar. El reloj poco a poco ha ido condicionando la vida de las personas. El vapor, introducido primeramente en las maquinarias de las fbricas, hizo que los trabajadores tuvieran que cumplir a rajatabla el horario, y ser puntuales no slo con la hora sino con el minuto. Ah empezaron los primeros esclavos del reloj, hasta llegar a nuestros das en los que seguimos siendo esclavos de l. Muy temprana y certera me parece la expresin del Hermano Juan en Garganta (1535) de Rabelais: "las horas fueron hechas para el

    18 En Whitrow, G.J. 1990: 150.

  • 24 La jornada, el currculum y la clase social

    hombre y no el hombre para las horas!" (Whitrow, 1990: 151). Expresin a la que me uno en la reivindicacin de una nueva conceptualizacin del tiempo escolar que est proyectada pensando en el alumnado. El Renacimiento Los avances producidos durante todo el Renacimiento en torno a la precisin del reloj fueron espectaculares. Se proclam la importancia de la precisin para el avance de la ciencia y la tecnologa. De esta manera y gracias al funcionamiento continuo y uniforme del reloj mecnico mejorado en esta poca, se fortaleci la tremenda creencia existente de la homogeneidad y continuidad del tiempo. A partir de ah el estudio del tiempo se fue desarrollando con un carcter particularmente cientfico, con nombres tan relevantes como Nicols de Oresme, en el siglo XIV, predecesor de Galileo y que ya utiliza la analoga entre el tiempo y la lnea recta. El predecesor de Isaac Newton en la ctedra de matemticas de Cambridge, Isaac Barrow, impresionado por las conclusiones de Torricelli, discpulo de Galileo, pensaba en "el tiempo como un concepto matemtico que guardaba muchas analogas con una lnea, pues el tiempo slo tiene duracin, es similar en todas sus partes y se puede entender como constituido por la simple suma de instantes sucesivos o el flujo continuo de un instante" (Barrow, en Whitrow, 1990:167). Las ideas de Barrow influyeron enormemente sobre Newton. El estudio de secuencias fsicas por s mismas y "centrada en la Naturaleza' de determinar el tiempo fueron imponindose a partir de Galileo. "Galileo se esforz por descubrir las regularidades inmanentes de los nexos observables entre sucesos, regularidades, que, de manera inexplicada, se podan formular con ecuaciones matemticas y, as formuladas, adquiran a los ojos humanos la categora de leyes eternas, que servan de fundamento a todos los cambios observables de la "naturaleza". De este modo, se impuso ms an la bsqueda de algo duradero, inmutable y eterno tras el curso siempre cambiante de los acontecimientos perceptibles" (Elas, 1989:120). Nunca antes se haban utilizado cronmetros de factura humana como medida para procesos fsicos. Paradjicamente, la clepsidra que Galileo haba utilizado mejorndola en su experimento, era un instrumento tradicional para medir el tiempo de acontecimientos humanos. Era pues, una medida social del tiempo. La determinacin del tiempo haba sido siempre antropocntrica. Galileo, gracias a su imaginacin innovadora, cambi la funcin de un instrumento antiguo, usndolo de manera sistemtica como medida no de eventos sociales, sino de fenmenos "naturales".

  • La evolucin del concepto de tiempo 25

    Lewis Munford19, aos ms tarde, ha reclamado una influencia de mayor alcance, al manifestar que "disocia el tiempo de los acontecimientos humanos y ayuda a crear la creencia en un mundo independiente de secuencias matemticas mensurables: el mundo especial de la ciencia" El tiempo empieza a entenderse como una forma de existencia de la materia, como duracin pura. Estamos ante el inicio de la imagen cientfica del tiempo. Comienza as la medida y percepcin de un tiempo de naturaleza intelectual, objetivo, proyectado en el espacio; marco esencial para nuestras actuales referencias temporales. As, un nuevo concepto de "tiempo" -el tiempo fsico- empez a distinguirse del concepto antiguo, antropocntrico y relativamente unitario () Apenas podemos exagerar la importancia de este cambio: la aparicin del "tiempo fsico" a partir del "tiempo social". (Elas, 1989: 129) Newton fue quizs el ms eminente adalid de esta corriente, entre los que habra que citar tambin a Leibniz, que a pesar de sus discrepancias con Newton en cuanto a la naturaleza del tiempo fsico, comparta con l la idea del tiempo como universal y nico. "El universo comprenda una serie de estados, cada uno de los cuales existe un instante y los instantes sucesivos eran como el orden de los puntos en una lnea recta que se extendiese hasta el infinito (Whitrow, 1990:170). Este concepto perdur en las ciencias fsicas hasta la llegada de la teora de la relatividad de Einstein. Todo el Renacimiento fue muy rico desde el punto de vista intelectual, por lo que hubo multitud de tendencias con respecto al transcurrir del tiempo. As como en la Edad Media, la idea de la interpretacin lineal se vio reforzada, dada su importancia para la doctrina cristiana, en el Renacimiento hubo una notable vuelta hacia la visin cclica inspirada en la literatura de la antigedad clsica. As, Giorgio Vasari (1511-1564) pensaba que el arte despus de Miguel ngel (1475-1564) tenda a decaer. Francis Bacon20 (1561-1626), el profeta del avance cientfico, tambin se adhiri a esta idea, cuando describe el carcter cclico, tanto de la evolucin del Estado como del conocimiento, concluyendo: no es bueno mirar demasiado lejos por encima de estas giratorias ruedas de Vicisitud, para no Marearse. As, esta poca cuajada de contradicciones, donde pervivan tanto el despegue del conocimiento cientfico como las ms fatalistas profecas

    19 Ibdem. 136 20 En Whitrow, 1990: 175.

  • 26 La jornada, el currculum y la clase social

    sobre el fin del mundo, dio luz a intelectuales de la talla de Baruch Spinoza (1632-1677) que consider la Biblia como un mero documento histrico, Ren Descartes (1596-1650) con su bsqueda de la certidumbre absoluta, Jacques Bossuet, con su historia universal, etc. Con respecto al Calendario, una segunda reforma bsica tuvo lugar en esta poca. En efecto, la Iglesia Romana, uno de los conductos sociales ms importantes de transmisin del saber de la Antigedad Romana a la Edad Moderna, haba procurado que el calendario juliano mantuviera, con algunas modificaciones, su vigencia a travs de ese tiempo. Ahora bien, despus de ms de mil aos, su funcionamiento dejaba que desear. En el decurso del tiempo se haba revelado la insuficiencia de las prescripciones de Csar y Sosgenes sobre la correlacin entre las unidades temporales referidas a la Luna y al Sol. Cuando la organizacin estatal, al menos en algunas regiones de Europa, alcanz un nivel de eficacia organizativa y tranquilidad interior que se acercaba a la pax romana de la Antigedad, y cuando esta organizacin junto con el progreso de la urbanizacin y comercializacin incrementaron la necesidad social de una regulacin pblica del "tiempo", volvieron a sentirse con ms intensidad las carencias del calendario juliano. La Ilustracin Llegamos al siglo XVIII, importante, desde el punto de vista del tiempo, no slo por la invencin del cronmetro marino, sino tambin por el espritu de optimismo intelectual que caracteriz la poca, con una actitud progresista hacia el tiempo. Algunos de los que filosofaban sobre el progreso histrico en este siglo fueron: -En Francia, Turgot, que hizo la primera declaracin sistemtica de la moderna idea de progreso, y Cordoncet que lleg a expresar su creencia en la inevitabilidad del progreso humano, y en el poder de la ciencia y la tecnologa para transformar el conocimiento y controlar al hombre y a la sociedad. Montesquieu crea errnea la idea de transferir las ideas que uno vive a otros siglos. Rousseau rechaz la ciencia y la civilizacin moderna, expresando su ms vivo amor a la eternidad esttica. En cambio para Voltaire no haba existido ningn tipo de progreso. La tierra haba permanecido exactamente igual desde el Diluvio. -En Inglaterra, Priestley, seguidor de las ideas progresistas francesas -En Alemania, Kant que lleg a establecer la supremaca de la Naturaleza sobre el hombre. De alguna manera el presente prevaleca por encima de otros tiempos. Para

  • La evolucin del concepto de tiempo 27

    Kant, el tiempo y el espacio representaban una sntesis a priori. De forma poco sistematizada, esta concepcin super, al parecer, ampliamente a su contraria. De manera sencilla se poda decir que el tiempo es simplemente una especie de forma innata de experiencia, esto es, un dato inalterable de la naturaleza humana, y que el individuo habra de aprenderla. Dentro de este siglo es de destacar a Giambatista Vico (1668-1774), que puede considerarse uno de los mayores filsofos del siglo XVIII. De este autor parti la idea novedosa de que para conocer algo, debemos haberlo creado nosotros. Vico respetaba las matemticas y reconoca su valor en sus tentativas por comprender el mundo fsico, pero no identificaba ambas cosas. Adems crea que, como la naturaleza humana est gobernada por el libre albedro y el capricho, los mtodos matemticos no se pueden aplicar con eficacia o, como mucho, slo en ciertos aspectos concretos. Para Vico, el hombre es un ser que slo puede ser comprendido histricamente. En otras palabras, el conocimiento del pasado es vital para el conocimiento de nosotros mismos. "De modo particular, neg la tendencia a atribuir a las mentes de los pueblos primitivos formas de pensamiento y sentimiento que son el producto de un largo perodo histrico." (Whitrow, 1990:194). Aunque no crea que la historia fuera circular, ya que siempre apareca algo nuevo, s analizaba determinados perodos de la misma, estableciendo comparaciones con pocas anteriores. No fue fcil en el transcurso del tiempo el que las ideas de Vico trascendieran a la ciencia. Fue Michelet el que lo descubri cien aos despus en Francia. El concepto de tiempo fue tomando cada vez mayor carcter cientfico. Un ejemplo de ello lo constituye Auguste Comte cuando todava quera denominar a su nueva ciencia (Sociologa) como Fsica Social. Vico puede ser considerado el primer exponente de la moderna creencia de que, para comprender la naturaleza y la estructura de la sociedad, debemos estudiar todos sus aspectos desde una perspectiva histrica, es decir, desde el punto de vista del tiempo. Seguidor de esta perspectiva histrica es el filsofo de la historia alemn Gottfried Herder (1744-1803) quin rechaz los valores absolutos y crea en el relativismo histrico, segn el cual toda cultura (y toda poca) tiene su propio carcter y su valor intrnseco por el que debe ser juzgada.

  • 28 La jornada, el currculum y la clase social

    En este mismo siglo, cientficos y otros personajes empezaron a descartar la cronologa de la naturaleza basada en la Biblia. En 1721 Montesquieu preguntaba en sus Cartas persas: "Es posible que quienes comprenden la naturaleza y tienen una razonable idea de Dios crean que la materia y lo creado tenga slo 6.000 aos de antigedad?" (Whitrow, 1990: 199). Ms avanzado el siglo, Diderot pensaba en millones de aos y Kant indic que el universo poda tener cientos de millones de aos. El gelogo James Hutton en 1788, lleg a la conclusin: "no hallamos vestigio de un principio, ni perspectiva de un final". Los siglos XIX y XX En el siglo XIX la idea del tiempo como avance lineal acab por predominar, gracias a la influencia de los evolucionistas biolgicos. Pero el ambiente que hizo posible considerar los cientos de millones de aos necesarios para que operase la seleccin natural, que explica las especies presentes y pasadas, fue preparado bsicamente por los gelogos. Segn Geikie en 1899, al comentar la revolucionaria obra de Darwin, "la gran antigedad de la corteza terrestre se admita en todas partes. Pero nadie antes que l percibi lo enormes que debieron de haber sido los perodos necesarios para la deposicin continuada de siquiera los ms finos estratos"21. Todo el debate sobre la edad de la tierra vino a resolverse a partir del descubrimiento de la radioactividad, a finales del siglo XIX (Becquerel, 1896). Esta ley no slo indica el carcter lineal del tiempo, sino que tambin puede ser empleada como medio para medirlo. Desde el punto de vista social, el tiempo fue arraigando cada vez con mayor intensidad en la vida cotidiana de las personas: el transporte, la introduccin de carreteras asfaltadas, el vapor como fuerza motriz, el ferrocarril, la telegrafa, la introduccin del tiempo libre como recompensa al duro trabajo, la proliferacin de relojes de bolsillo y ya en el siglo XX, la radio, y ms tarde la televisin, junto con la creciente velocidad de los nuevos medios de transporte. Gracias a la invencin del motor de combustin interna, nuestra dependencia del reloj se hizo ms absoluta. Dado el importante papel que el tiempo ha llegado a representar en la vida moderna, as como en la visin cientfica del mundo, result muy sorprendente que en 1905, en un ensayo cientfico que ahora se considera uno de los ms importantes publicados en este

    21 En Whitrow, 1990: 200.

  • La evolucin del concepto de tiempo 29

    siglo, Albert Einstein22 revelara una insospechada limitacin de la vigente teora del tiempo. Segn esta teora, cada suceso slo puede tener asociado un tiempo, que adems depende del observador. Tiempo y espacio (Romero Prez, 2000) determinan el movimiento de la materia, a la vez que la materia afecta y determina el movimiento del tiempo y del espacio. La teora de la Relatividad General introduce una nueva idea acerca de la relacin espacio-tiempo-materia. Para Hawking, bastantes aos despus (1988) las teoras de la relatividad general y especial de Einstein han contribuido notoriamente a filmar una nueva imagen del universo. A travs de sus experimentos con relojes de agua, descubri la relatividad del tiempo en funcin de la distancia de la luz o de una gran masa como es la Tierra. El tiempo fsico es relativo. Recogeremos esta idea cuando entremos en el debate del tiempo subjetivo y el tiempo objetivo. Ms tarde y con el descubrimiento del tiempo csmico no slo se ha fortalecido la tendencia de los ltimos siglos de convertir el tiempo en un rasgo primordial de la visin cientfica del mundo, sino que se ha arrojado nueva luz sobre el antiguo problema de la extensin total del pasado. Hoy en da, el calendario ya no es objeto de un inters pblico. La reforma del calendario de 1582 condujo a una mejor adecuacin de los smbolos del calendario a su funcin de relacionar los movimientos visibles del Sol y la Luna, en cuanto sirven para indicar el tiempo, entre s y con los sucesos sociales de la Tierra. Por tanto, la medicin del tiempo tal y como Elas y otros autores exponen no responde ms que a una necesidad humana de coordinar una serie de actos indispensables para la supervivencia de la especie. En cambio, y a partir de todos los planteamientos descritos a travs de estos ltimos siglos, el fortalecimiento de una teora del tiempo de carcter cientfico y natural ha ido protagonizando el debate intelectual. La idea de conseguir leyes cientficas que expliquen la naturaleza del tiempo como hecho independiente del hombre, tiene en el reloj uno de sus ms importantes smbolos. Desde el punto de vista de Elas, los relojes no son ms que elementos reguladores de los intercambios humanos, que se fueron haciendo necesarios a medida que las relaciones sociales se fueron haciendo ms complejas. En cierto modo, los relojes son aparatos

    22 El tiempo einsteniano no es tanto un tiempo omnipresente y universal ajeno al curso del universo, sino que constituye en s mismo, un aspecto ms del universo. (Romero Prez, C. 2000:41)

  • 30 La jornada, el currculum y la clase social

    sujetos a una norma social que discurre segn una pauta siempre igual que se repite, cada hora, cada minuto. De cualquier modo, tal y como expone este autor, la construccin del tiempo ha sido y es una cuestin de conveniencia social. No debemos entender, por tanto, que existe una intuicin nica de espacio, ni de tiempo para toda la humanidad. No slo los pueblos primitivos, sino tambin civilizaciones relativamente avanzadas han asignado distintos grados de significacin al modo temporal de existencia y a la importancia de otro modo de perspectiva temporal. 1.3. LA ELABORACIN DEL CONCEPTO DE TIEMPO SOCIAL El carcter social del tiempo es una concepcin que, gracias a autores como Elas (1989), est imponindose dentro del panorama intelectual. Es quizs un momento oportuno, ya que parece existir una tendencia general al reconocimiento de variables sociales dentro del mundo cientfico. Con respecto a la historia, Snchez Albornoz (1990) comenta cmo en nuestros das el carcter social de la historia adquiere una importancia notable. Aunque el anlisis del tiempo, desde este punto de vista fsico, es una de las tendencias menos cuestionadas y ms acordes con el desarrollo de otras ciencias. Desde sus inicios, la sociologa del tiempo ha centrado su atencin en dos lneas de investigacin: a) la primera de ellas se ha ocupado de explicar los procedimientos que utilizan las sociedades para la socializacin temporal de sus miembros. Estudios que fueron emprendidos sobre todo por Durkheim; Sorokin; Merton; Mauss; y Hubert; b) la segunda y ms moderna lnea de trabajo, se interesa por la temporalizacin de los social, esto es, por el modo en que se estructuran, organizan y regulan las actividades sociales de acuerdo con la variable tiempo. Comienza a ser analizado el tiempo del sistema educativo y escolar. Dentro de esta lnea es de destacar: Luhman (1996) Giddens (1997), Elchardus (1988) Lewis, y Weigert (1992). Mencin aparte merece la aportacin de Elas (1989) con respecto a la naturaleza del tiempo. En su obra titulada Sobre el tiempo resalta la idea de que las categoras son instituciones sociales e insiste en su carcter simblico, cuando seala que los hombres las adquieren y utilizan como medio de orientacin y de saber (Varela, 1992: 2).

  • La evolucin del concepto de tiempo 31

    Desde el punto de vista de Elas, recuperando algunas de las ideas ya planteadas a lo largo del debate histrico sobre este concepto, con la presencia del ser humano, el Universo adquiere adems de las cuatro dimensiones de espacio y tiempo, una quinta: la dimensin de la vivencia , de la conciencia o de la experiencia. Todo cuanto sucede en el radio de accin del hombre, podr ser experienciable y representable mediante smbolos de factura humana y requerir ser determinado no slo por cuatro, sino por cinco coordenadas. Hoy en da, resulta difcil ver que la desconfianza frente a la posibilidad de un estudio exacto y seguro de lo que aqu hemos denominado quinta dimensin es una generalizacin exagerada, abstrada de un estadio -el ms primitivo- en la evolucin de las ciencias naturales modernas. All encontraremos la raz de la idea, segn la cual hay que considerar como metafsico y sin valor cientfico todo tipo de relacin de acontecimiento distinto del que la fsica clsica estableci como dominante (Elas, 1989: 95). 1.3.1. El tiempo como smbolo humano Desde los planteamientos de algunos autores (Elas, 1989; Prez Alonso-Geta, 1993; Romero, 2000; Ramos Torres, 1992 ) dentro de la sociedad y del entramado de los miembros de sta, el individuo tiene, por regla general, cierto grado de autonoma, un espacio propio de decisiones. Pero estos espacios libres, que se amplan y reducen a veces, tienen sus lmites. Naturalmente que el proceso natural indmito se reserva la ltima palabra, pero de l han procedido tambin seres vivos situados en los mximos niveles hasta ahora conocidos: los hombres, que, entre otras cosas, poseen la peculiarsima habilidad de comunicarse mediante los smbolos, que son aprendidos y estn dotados de una especificidad social y que sirven al hombre para orientarse en el mundo, ...el macrocosmos del grupo y el microcosmos del individuo particular dependen en su estructura recprocamente y, en mayor o menor grado, se coordinan entre s ( Elas, 1989: 17). As pues, cuando se habla del carcter simblico del tiempo, es til mencionar una circunstancia, aunque slo sea de paso. El tipo dominante de la comunicacin humana son los smbolos sociales. El lenguaje de un grupo se convierte en un instrumento aprendido de la comunicacin del individuo; se transforma en su lenguaje, esto es, en parte integrante del sujeto. Dicho de otra manera: es propio de la sociedad humana, formada por muchos, que sus manifestaciones no slo constituyan un mundo exterior

  • 32 La jornada, el currculum y la clase social

    (algo que existe fuera del individuo) sino una caracterstica de la estructura personal del "individuo". La transformacin siempre renovada del lenguaje social en un lenguaje individual es slo uno entre muchos ejemplos de la constante individualizacin de los hechos sociales, que a menudo se ve disfrazada o encubierta por su contrapartida: la socializacin del individuo (Elas, 1990:27). El lenguaje, tal y como expone este mismo autor, nos sirve de instrumento para conjugar el tiempo, para situarnos en el tiempo cronolgico, para hacer el relato de nuestra historia, para la construccin de nuestro tiempo. La construccin del tiempo antropolgico, como todo lo humano, es inequvocamente cultural. De acuerdo con esos modos de accin culturales se construye el tiempo personal. Este tiempo personal contiene los modos y valores socioculturales vigentes; pero se abre a la innovacin, a la creacin personal, a la individualizacin (Prez Alonso-Geta,1993). La adquisicin gradual por parte del nio del concepto temporal puede relacionarse ntimamente con el desarrollo de su uso del lenguaje. Pues, aunque la conciencia del tiempo es producto de la evolucin humana, las ideas del tiempo no son innatas, ni se aprenden de modo automtico, sino que son construcciones intelectuales resultantes de la experiencia y de la accin (Piaget, 1969). De ah que podamos decir que aunque el tiempo siga su curso, nuestro tiempo puede ser algo que nos ocurre. Pero tambin podemos ser sus agentes. Intervenir activamente en el decurso del tiempo, vivindolo y construyndolo de acuerdo a un sentido existencial, conscientemente elaborado y asumido. 1.3.2. La construccin del tiempo subjetivo o individual A Norbert Elas le interesa especialmente explicar cmo en nuestras sociedades occidentales se ha constituido un tiempo subjetivo, la sensacin de que existe un tiempo individual propio y separado del tiempo objetivo. Y afirma que, al menos desde el nacimiento del racionalismo moderno, comienza a intensificarse una concepcin del tiempo muy centrada en el individuo, antropocntrica, que curiosamente coexiste con una tendencia social, cada vez ms fuerte, a determinar, medir y diferenciar los ritmos temporales a los que tendrn que someterse todos los sujetos (Varela, 1992).

  • La evolucin del concepto de tiempo 33

    Elas distingue entre un tiempo colectivo y un tiempo individual. De alguna manera ambos evolucionan y estn interrelacionados y condicionados mutuamente. Para este autor el tiempo colectivo genera unas condiciones singulares dentro de cada contexto, aunque comparta concepciones sociales ms generales que actan sobre el individuo a modo de coaccin externa. Desde el momento en que nace, y a travs del proceso de socializacin, empieza a construir de forma continua, lenta e incosciente la conceptualizacin del tiempo colectivo en el individuo, se va apropiando de esta concepcin y finalmente cuando ya la ha incorporado a sus formas de actuar y desenvolverse en el mundo social, las vive como algo personal, es decir, una forma de ser. Este concepto del tiempo conlleva una gran complejidad, porque adems de una experiencia primaria del mismo -como podemos tenerla del espacio- ha sido sometido a una cuidadosa elaboracin a travs de la cultura. Cada pueblo elabora su visin del mundo de acuerdo con su cultura y con ella la imagen y representacin del tiempo. El ser humano se hace en contacto con la cultura en un mundo social, y en la interiorizacin individual de estos sistemas. La cultura es el instrumento creado por el hombre, para una mejor adaptacin a un medio ambiente cambiante. Es por tanto un sistema dinmico. Pueden distinguirse diferentes categoras de pensamiento en funcin de las culturas y de las pocas histricas, que se rehacen constantemente y no son, como pensaba Kant, categoras a priori de la sensibilidad sino conceptos, representaciones colectivas, que estn relacionadas de algn modo con las formas de organizacin, y ms concretamente con las formas que adopta el funcionamiento del poder y del saber en cada sociedad (Prez Alonso-Geta, 1993; Varela, 1992; Elas, 1989). En cuanto al tiempo individual, Elas considera que se construye mediante la transformacin de la coaccin externa de la institucin social del tiempo en una pauta de autocoaccin que abarca toda la existencia del individuo. Es un ejemplo grfico de la manera en que un proceso civilizador contribuye a modelar una actitud social que forma parte integrante de la estructura de la personalidad del individuo. Desde su perspectiva, un nio que crece en uno de los Estados altamente industrializados y regulados por el tiempo, necesita de siete a nueve aos para "aprender el tiempo" (determinaciones externas), esto es, para entender y leer exactamente el complicado sistema simblico de relojes y calendarios y para regular en consonancia su sensibilidad y su conducta

  • 34 La jornada, el currculum y la clase social

    (determinaciones internas). Pero cuando ha dejado atrs este aprendizaje, los miembros de estas sociedades olvidan, al parecer, que han tenido que aprender el "tiempo". Conceptos similares describen autores como Freud con el fenmeno de introspeccin y Vigotsky con el fenmeno de internalizacin, al describir el proceso de construccin individual de los fenmenos sociales. Con respecto a la socializacin en el tiempo, autores como Prez Alonso-Geta, (1993); Varela, (1992); y Escolano, (1992) comparten esta aportacin. Slo el ser humano construye el tiempo, y su sentido y conducta temporal son fundamentales en la construccin de su propia personalidad en el tiempo. Las conductas temporales, consecuentemente, no son sino las diferentes formas de adaptarse a las con