La lírica romántica

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LA LÍRICA ROMÁNTICA. ESPRONCEDA. BÉCQUER, ROSALÍA. 1. LA POESÍA ROMÁNTICA. La poesía romántica coincidió en el tiempo con el teatro y es más tardía que la prosa. El yo constituyó una manera útil para la manifestación del yo y de los sentimientos, tan cara al romanticismo, y se recurrió a un lenguaje simbólico, extraído muchas veces de la naturaleza. A) Poesía narrativa En la primera mitad del siglo XIX, floreció la poesía narrativa. Esta orientación poética desarrolló un tipo de relato que entroncaba con la épica medieval, el romancero y las leyendas de transmisión oral. Son frecuentes los elementos misteriosos y sobrenaturales, y el texto se llena de imágenes fantasmagóricas y lúgubres. La localización de las historias en lugares cargados de tradición artística (Toledo, Salamanca, Sevilla...) relaciona esta manifestación poética con la novela histórica y su intento de recuperación del pasado como tiempo idealizado. 1 José de Espronceda

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Carolina Coronado. La lírica romántica.

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LA LÍRICA ROMÁNTICA.

ESPRONCEDA. BÉCQUER, ROSALÍA.

1. LA POESÍA ROMÁNTICA.

La poesía romántica coincidió en el tiempo con el teatro y es más tardía que la prosa. El yo constituyó una manera útil para la manifestación del yo y de los sentimientos, tan cara al romanticismo, y se recurrió a un lenguaje simbólico, extraído muchas veces de la naturaleza.

A) Poesía narrativa

En la primera mitad del siglo XIX, floreció la poesía narrativa. Esta orientación poética desarrolló un tipo de relato que entroncaba con la épica medieval, el romancero y las leyendas de transmisión oral.

Son frecuentes los elementos misteriosos y sobrenaturales, y el texto se llena de imágenes fantasmagóricas y lúgubres. La localización de las historias en lugares cargados de tradición artística (Toledo, Salamanca, Sevilla...) relaciona esta manifestación poética con la novela histórica y su intento de recuperación del pasado como tiempo idealizado.

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José de Espronceda

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Los testimonios más valiosos de la poesía narrativa son El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, de Espronceda, y las leyendas de Zorrilla.

B) Poesía lírica

La poesía lírica se manifestó en dos momentos a lo largo del siglo XIX:

• En la primera mitad del siglo, la figura más relevante es Espronceda, que cultiva una lírica caracterizada por el énfasis retórico y el tratamiento de temas patrióticos y sociales.

• El desarrollo más importante de la poesía lírica se produjo en la segunda mitad del siglo, con la obra de Bécquer y Rosalía de Castro, en un contexto que ya no es propio del Romanticismo.

La poesía de la segunda mitad del siglo produce una literatura intimista descargada de la retórica de la primera época, aunque mantiene la visión pesimista y la concepción del amor como fuente de dolor y desengaño.

La ambientación lúgubre se ve sustituida por la melancolía, y lo patriótico se transforma en interioridad. La naturaleza se percibe contradictoriamente: unas veces contrasta con el ánimo del yo lírico y otras se identifica con él.

La poesía de esta segunda etapa surge en un clima cultural de impronta germánica. La influencia de Goethe, Schiller o Heine se observa en la utilización de la tradición del lied, forma poética breve y popular a cuya difusión contribuyó la musicalización de compositores como Schubert o Schumann.

La traducción al castellano de la obra de Heine ofreció una concepción diferente del texto poético que entroncaba con la tradición de la poesía popular española. El poema se vuelve breve y los poetas reivindican la utilización de las formas populares, que revierten en una nueva creación para que pueda retornar al patrimonio del pueblo.

Por una mirada un mundo;Por una sonrisa, un cielo;Por un beso... ¡yo no sé

Qué te diera por un beso!Gustavo Adolfo Bécquer

2. POESÍA DE ESPRONCEDA

Nació en Almendralejo (Badajoz) (1808-1842). Desde muy joven vivió el destierro tran fundar la sociedad secreta Los Numantinos para vengar la muerte de Riego, militar que se sublevó a favor de la república. Emigró en 1827 para regresar en 1833; a partir de entonces mantuvo una intensa actividad política. Murió en Madrid.

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Gustavo Adolfo Bécquer

José Zorrilla

Rosalía de Castro

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La biografía de Espronceda responde al prototipo del héroe romántico debido a su amor turbulento y desgraciado y a su rebeldía. Par él, la libertad de expresión era síntoma de salud social, y la poesía reflejaba su estado moral.

Espronceda es, junto con Larra, el otro gran representante de la rebeldía romántica.

La producción poética de Espronceda evolucionó desde el neoclasicismo hasta las posturas románticas más exaltadas. Se inició con un poema épico, el Pelayo, y con poemas patrióticos en los que exaltó las ansias de libertad y el rechazo a la tiranía. Su consagración llegó con la aparición de las Canciones y se afirmó con El estudiante de Salamanca y El diablo mundo.

Sus Canciones son composiciones de carácter cívivo-moral y constituyen el

producto que mejor refleja las preocupaciones sociales de Espronceda. Se refieren a personajes representativos de las injusticias que se dan en el mundo:

-El mendigo y El reo de muerte encarnan la marginalidad económica y la transgresión de las normas.

-El verdugo refleja la situación vital de un personaje que la sociedad considera necesario y a la vez desprecia.

-El cosaco y la Canción del pirata exaltan a personajes libres, que no respetan las convenciones impuestas por la sociedad.

El poema más conseguido es la Canción del pirata. Descargado de retórica, se convierte en un canto a la independencia del hombre que decide rechazar leyes y autoridades, es decir, todo aquello que coarte su libertad individual.

El estudiante de Salamanca es un inquietante cuento fantástico en verso que evoca la tradicional figura del burlador de mujeres, atrevido y desafiante, que acaba castigado por su osadía. El diablo mundo, más extenso, es un poema filosófico inacabado que manifiesta la disconformidad de Espronceda con el mundo.

3. POESÍA DE BÉCQUER

(1836-1870) Nació en Sevilla. Su verdadero nombre era Gustavo Adolfo Domínguez Insausti y Bastida, pero adoptó el apellido de un antepasado flamenco. Su padre era pintor, lo mismo que un tío suyo y su hermano Valeriano. Huérfano desde niño, se educó en casa de su madrina, donde leyó a los románticos.

A los dieciocho años, se marchó a Madrid. Para sobrevivir, trabajó como periodista. Fue también censor de novelas.

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Se había casado en 1861 con Casta Esteban, con quien tuvo tres hijos. El matrimonio se separó, pero volvió a unirse después de la muerte de Valeriano. A los tres meses, fallecía también Gustavo Adolfo en Madrid.

La producción lírica de Bécquer representa una proporción escasa respecto de su obra en prosa. Sin embargo, ha marcado la trayectoria de la poesía moderna.

Bécquer no es un poeta de temas “externos”, sino intimista y reflexivo. En este sentido su poesía se convierte en la culminación del proceso de interiorización característico del romanticismo.

El poeta habla del proceso de creación poética en Cartas literarias a una mujer:

Por lo que a mí toca, puedo asegurarte que cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresines que han dejado en él su huella al pasar; éstas, ligeras y ardientes, hijas de la sensación, duermen allí agrupadas en le fondo de mi memorioa, hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno, y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu las evoca, y tienden sus alas transparentes que bullen con su zumbido extraño, y cruzan otra vez a mis ojos como en una visión luminosa y magnífica.

Bécquer sintetizó la idea que tenía de la poesía de esta forma:

Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y el arte, que se engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y su hermosura. Hay otra natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía.

La primera tiene un valor dado: es la poesía de todo el mundo.

La segunda carece de medida absoluta: adquiere las proporciones de la imaginación que impresiona; puede llamarse la poesía de los poetas.

LAS RIMAS

Se trata de setenta y nueve poemas breves. Bécquer preparó el manuscrito de las Rimas para su publicación, pero desapareció en los tumultos de 1868. El autor reprodujo los textos de memoria, sin un orden determinado, en un libro que tituló Libro de los gorriones. Tras su muerte, sus amigos prepararon la edición de las Rimas. Ordenaron los poemas en cuatro grupos:

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- Primer grupo. Poemas de reflexión sobre la poesía y su creación.

- Segundo grupo. Rimas que se refieren al amor.

- Tercer grupo. Rimas que tratan temas como la decepción y el desengaño.

- Cuarto grupo. Poemas acerca de la soledad y la muerte.

POESÍA Y CREACIÓN POÉTICA

Para Bécquer, la poesía existe en la vida misma, es inherente al mundo que nos rodea. El poeta trata de captarla y de transmitirla por medio del poema. La poesía es sentimiento que se identifica con la mujer. El lenguaje es insuficiente para transmitir esa poesía; hay que seleccionar y elaborar. Construir un poema significa un arduo trabajo sobre la lengua. Bécquer rechaza la teoría de la inspiración.

AMOR, DESENGAÑO AMOROSO Y DECEPCIÓN

Dentro de la tradición romántica, el sentimiento amoroso se concibe como una ilusión. En la poesía de Bécquer, como en la de Espronceda, la consumación del amor implica la muerte de ese amor, el desengaño respecto de la mujer amada.

SOLEDAD Y MUERTE

La soledad es un sentimiento consustancial al yo lírico romántico, para el que la naturaleza, aun en su aspecto más agresivo puede constituir un refugio. El individuo se siente solo en la inmensidad del mundo y no encuentra respuestas para los interrogantes vitales. La soledad se intensifica frente al enigma de la muerte y queda simbolizada en la tumba abandonada, a la que ya todos ignoran. La desolación es definitiva, la vida carece de sentido.

SUEÑO

El sueño es un ámbito intermedio entre lo sobrenatural y lo racional, un punto de comunicación con el mundo de la muerte. En él se hacen presentes seres misteriosos, voces interiores, presagios, premoniciones. Estas vivencias oníricas están cargadas de connotaciones angustiosas, de misterio. Son un camino de búsqueda.

4. POESÍA DE ROSALÍA DE CASTRO

(1837-1885). Nació en Santiago de Compostela. Fue hija natural, y este hecho la marcó durante toda su vida, pues se sentía rechazada por la sociedad en la que vivía. Se crió con la familia paterna. Ya adolescente, se fue a vivir con su madre, a quien la unió un entrañable cariño hasta su muerte. A los diecinueve años se marchó a Madrid, donde conoció a Bécquer. En 1858, se casó con quien se convertiría en difusor de su obra. Murió en Padrón, después de una larga y dolorosa enfermedad.

La producción poética de Rosalía de Castro se inscribe dentro de la reivindicación de las lenguas vernáculas que nació unida al pensamiento nacionalista romántico. Esta tendencia permitió el florecimiento de una literatura en catalán y en gallego.

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Además en la renovación lírica del romanticismo la figura femenina adquirió una importancia literaria destacada, no solamente en España. Precursora de esta realidad había sido ya Carolina Coronado, entre otras.

La obra poética de Rosalía de Castro se encuentra fundamentalmente en tres libros, dos de ellos en gallego: Cantares gallegos, Follas novas y En las orillas del sar.

En los versos de Rosalía de Castro se reiteran ciertas constantes temáticas:

El dolor. El dolor vital es algo permanente que impregna todos los aspectos de la vida.

La soledad. El individuo está solo frente a las vicisitudes de la existencia. La soledad es una constante en el enfrentamiento cotidiano con la vida y, sobre todo, en el encuentro con la muerte.

Muerte. La muerte significa el fin del sufrimiento, el descanso; el mundo de los muertos constituye algo familiar, en él Rosalía encuentra la compañía que le hace falta.

Amor. El sentimiento amoroso es el mayor motivo de su desconfianza. La consumación del amor no trae felicidad, sino sufrimiento.

Religión. Frente a la religión se muestra ambivalente. Unas veces se muestra creyente; otras, escéptica. Aunque la autora manifiesta diferentes estados de ánimo, lo cierto es que la religión nunca constituye un consuelo.

Galicia. Su tierra natal subyace de una u otra manera en toda su poesía: sus paisajes, sus costumbres, su lengua, sus creencias... Rosalía dedica especial atención a cuestiones sociales como la emigración.

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