La Marginalidad en Nuestra Sociedad

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La marginalidad es uno de los problemas actuales de mas importancia en nuestra sociedad moderna. Se aborda el tema desde un punto filosófico y algunas recomendaciones y posibles soluciones.

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Universidad de los AndesFacultad de Arquitectura y Diseo Escuela de Arquitectura/ Estudios Ambientales 10

La Marginalidad en nuestra sociedad.

Las subculturas "son instrumentos de adaptacin y de supervivencia de la cultura y del organismo social. La contracultura es "una guerra entre modelos, una batalla entre concepciones", reflejo de "la discordia de grupos que ya no se encuentran ni integrados ni protegidos dentro del cuerpo social". Los sectores marginados como creadores de subculturas. El marginador convierte al marginado en infrahumano, supremo disidente. La guerra, por su parte, estalla cuando el aparato poltico no encuentra otra forma de llevar adelante sus propsitos que mediante la imposicin armada. Las bombas empiezan a caer cuando han fallado los smbolos. De all que la raz de los conflictos deba ser detectada en la cultura: dentro de sta o a travs de sta se logra la imposicin de patrones de conducta al enemigo extraterritorial o de clase, se inculcan concepciones del mundo, valores y actitudes. A la larga, el aparato poltico no puede imponer y mucho menos defender victoriosamente en guerra lo que la cultura niega. Todo organismo viviente - sea un protozoario, un animal compuesto o ese agregado de seres que llamamos sociedad - debe mantener una estructura relativamente estable en medio de un entorno sujeto a un cambio continuo. La condicin de ser viviente obliga a una serie de intercambios con ese entorno cambiante y la posibilidad de que dichos intercambios se realicen sin destruir al ser vivo depende de que ste pueda regularlos. Para que tal regulacin sea posible, es necesario que el ser viviente forme dentro de s una imagen parcial de ese entorno y que rija su organizacin y sus procesos internos por esa imagen, que constituye un modelo del ambiente en el cual se dan los procesos vitales. En virtud de que el ser viviente es slo afectado por un lugar y un tiempo especficos del entorno, tal modelo ha de ser parcial. En virtud de que el ser viviente dispone de escasos elementos para construir dicho modelo del entorno, tal modelo ha de ser necesariamente resumido. En virtud de que el medio ambiente cambia, tal modelo ha de ser, a corto o largo plazo, modificable. Las subculturas, en este sentido, son instrumentos de adaptacin y de supervivencia de la cultura y del organismo social, ya que constituyen el mecanismo natural de modificacin de sta, y el reservatorio para el tanteo de soluciones que oponer al cambio del entorno y del propio organismo social. As, por ejemplo, la aparicin de una subcultura de marinos en un pueblo nmada pastoril recin llegado al mar es obviamente la va a travs del cual ste, a la larga, puede desarrollar una cultura marinera, dentro de la cual una subcultura de artfices puede llegar a conocer procesos tan complejos como la electrlisis de los metales y la elaboracin de mercancas, que puede a su vez constituir una subcultura - y luego una cultura - de mercaderes. En el momento en que un sistema cierra la posibilidad de integracin de sus subculturas, stas pasan a ser contraculturas y los sectores que participan de ellas, son definidos como marginalidades, o no integrados, o excluidos. Esta ruptura produce efectos tanto para los integrantes de la cultura marginadora, como para los de la contracultura marginada. Los marginadores, al negar la diversidad de su entorno cultural, se encierran en un mundo progresivamente empobrecido. Para justificar este encierro, deben realizar un complejo proceso de exclusin del marginado, proceso que, alternativa y contradictoriamente, niega la diferencia a la vez que la enfatiza. El marginador, en efecto condiciona de manera angustiosa la uniformidad en su propio crculo, al mismo tiempo que exagera la diferencia del marginado al extremo de convertirlo en 10 otro, en 10 no humano: en el brbaro, el infrahombre, el pagano, el hereje, el esclavo, el enfermo mental, el disidente. El choque entre las culturas que se desarrolla paralelamente al conflicto poltico, econmico y social. La omnipotencia de los medios de conformacin de la disidencia que crey encontrar Marcuse en la sociedad norteamericana, lejos de ser un smbolo de fuerza, constituye una alarmante y contradictoria muestra de debilidad. Al derrotar las contraculturas de la dcada de los sesenta, dicha sociedad se cerr al acceso hacia un mundo de pluralidad ideolgica, igualdad, armona con la naturaleza y paz, para enclaustrarse en otro de conformidad, desigualdad, ecocidio y agresin, que llevan a su fatal extremo los males de la sociedad industrial. No debemos, en fin, pensar que la problemtica aqu planteada se refiere exclusivamente a las formas de penetracin que podramos llamar "externas". An en nuestras sociedades, los mecanismos de conformacin y recuperacin del sistema aprovechan los ms superficiales smbolos de las subculturas y contraculturas populares, para construir con ellos las mascaradas de consolidacin de lo estatuido llamadas "populismos". Por su letal capacidad para paralizar el cambio invocando versiones deformadas de lo nacional o de lo tradicional, los populismos colocan asimismo a las sociedades donde se producen en las mortferas condiciones de inflexibilidad, rigidez y vulnerabilidad que los instrumentales de supremaca ideolgica aseguran para las grandes potencias.

Rafael Simon Martinez 20.952.397

Merida, 19 de junio