VALORES DE DESAHOGO ESTIMADOS SEGÚN EL TIPO DE PRENDA Y VOLUMEN DESEADO 2
LA MÚSICA DEL DESAHOGO, LA VOZ CRÍTICA Y...
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LA MÚSICA DEL DESAHOGO, LA VOZ CRÍTICA Y MARGINAL DEL PUNK EN EL
GRUPO LA PESTILENCIA
AUTOR
CÉSAR AUGUSTO VELANDIA BLANCO
DIRECTOR DE TESIS
ÉDER GARCÍA-DUSSÁN
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN-EDUCACIÓN
LÍNEA COMUNICACIÓN Y MEDIOS INTERACTIVOS
BOGOTÁ, JULIO DE 2019
11
DEDICATORIA
A mi esposa Sandra y a mis hijos Alejandra y Mateo, por su incondicional paciencia y
apoyo
A mis padres, por su ejemplo y dedicación a lo largo de toda la vida, mi madre aún ausente
sigue siendo motivación de mis proyectos.
A mis hermanos, mis cómplices en todas las aventuras.
AGRADECIMIENTOS
Al profesor Éder García-Dussán por su infinita paciencia, dedicación, colaboración y
generosidad profesional en el acompañamiento de este proceso
A los familiares y amigos que siempre están en las buenas y las malas
12
RAE
ASPECTOS FORMALES
TIPO DE
DOCUMENTO
Monografía de grado: trabajo de investigación
TIPO DE IMPRESIÓN Computador
ACCESO AL
DOCUMENTO
Universidad Distrital Francisco José De Caldas
Repositorio Institucional
Número Topográfico: MCE __/ 2019
TÍTULO LA MÚSICA DEL DESAHOGO, LA VOZ CRÍTICA Y
MARGINAL DEL PUNK EN EL GRUPO LA PESTILENCIA
AUTOR CÉSAR AUGUSTO VELANDIA BLANCO
DIRECTOR ÉDER GARCÍA-DUSSÁN
ASPECTOS DE LA INVESTIGACIÓN
PALABRAS CLAVE Cultura marginal, violencias, Punk, situación sociopolítica,
resistencia, traquetización de los ricos
DESCRIPCIÓN
Experiencia investigativa que analizó las formas semio-discursivas
por medio de las cuales se representan estéticamente los elementos
de la situación sociopolítica colombiana de los años 80 del siglo
pasado en la producción musical “La muerte…Un compromiso de
todos”, de la banda de Punk la Pestilencia.
FUENTES
Los principales autores consultados para la determinación teórica y
el soporte interpetativo fueron Campos, G. Borda, O. Luna, E.
(2010) ; Medina, M. (2014): Leal, F. y Dávila, A. (2010); Mosca,
G. (2007); Quiroz, F. (2006); Pecaut, D. (2015); Bushnell, D.
(2014); Camacho, Á. (2010).
Los principales autores para el encuadre metodológico fueron
Charaudeau, P. (2003) y García-Dussán, É. (2008). Además de,
Montoya, M. (2012); Girón, M. y Vallejo, M. A. (1992):
Benveniste, E. (1989); Calsamiglia y Tusón (2002).
CONTENIDOS El proceso de esta investigación se presenta a lo largo de cinco
13
capítulos donde se desarrollan los siguientes contenidos: el primer
capítulo expone una contextualización de la cultura Punk, el
planteamiento del problema, el sumario de antecedentes
investigativos, la delimitación del problema, justificación,
preguntas y subpreguntas de investigación y los objetivos. El
segundo capítulo madura todo lo relacionado con el marco teórico a
partir del análisis de dos perspectivas específicas, la perspectiva
histórica y la perspectiva cultural. El tercer capítulo trabaja el
marco metodológico teniendo en cuenta el paradigma
Hermenéutico o Interpretativo, el método o enfoque Cualitativo y el
diseño apoyado en el Modelo Psico-sociológico del Lenguaje (PSL)
o modelo de semio-lingüística, propuesto por el investigador
francés Patrick Charaudeau. El cuarto capítulo de discusión de
resultados donde desarrolla el proceso de análisis del corpus según
el método de Charaudeau. En quinto lugar, el capítulo de
conclusiones que responde a la pregunta de investigación y plantea
reflexiones y consideraciones sobre los hallazgos de la
investigación.
METODOLOGÍA
Para el desarrollo de esta investigación se escogió una ruta
metodológica que tuvo en cuenta el paradigma Hermenéutico o
Interpretativo, el método o enfoque Cualitativo y el diseño de
análisis discursivo apoyado en el Modelo Psico-sociológico del
Lenguaje (PSL) o modelo de semio-lingüística, propuesto por el
investigador francés Patrick Charaudeau. Estas herramientas de
análisis fueron consideradas adecuadas para los intereses de la
investigación puesto que permiten analizar e interpretar las voces
de los actores de la investigación y tienen en cuenta el contexto en
el que se desarrollaron las acciones.
CONCLUSIONES La ruta que se desarrolló y el análisis del corpus permitieron
responder a las preguntas que generaron este proceso de
investigación y, a través de lo expuesto por los YOc, desde la
estética particular del Punk, reconocimos la realidad social,
histórica y política de Colombia durante los años 80 del siglo
pasado bajo una forma de entendimiento que permite ver cómo,
aunque el Gobierno liberal del momento por afronta una de las
épocas más violentas de la historia reciente del país, gracias a la
tercera violencia o la del asunto narco, los YOc dejan ver cómo es
el pueblo el que sigue pasando hambre y viviendo en una atmósfera
14
de muerte y degradación física y moral. Notamos cómo se insinúa,
entre líneas, el maridaje entre la cultura privilegiada y la cultura
narco, una ‘estetización traqueta’, que hace que ricos, pobres y
delincuentes se unan visiblemente por un deseo de vida fácil.
15
RESUMEN
Esta investigación buscó responder a la pregunta sobre las formas discursivas a través de
las cuales se representan estéticamente los elementos de la situación sociopolítica
colombiana de los años 80 del siglo pasado en la producción musical “La muerte…Un
compromiso de todos” de la banda de Punk la Pestilencia, habida cuenta que fue un
acontecimiento que, desde la sugerencia artística, denunció y resistió a una cruel época de
la historia reciente de Colombia. Para lograr esto, se caracterizó el siglo XX en Colombia
desde el concepto de Violencias, y se asoció con el de la cultura Punk local, escenario
donde se desarrolló la propuesta musical, objeto de atención. Así las cosas, se apostó por el
Modelo Psico-sociológico de Patrick Charaudeau como herramienta de manipulación sobre
las letras del álbum en cuestión, aparecido en 1989. Tras el uso del modelo, adelantado en
tres niveles de análisis, se obtuvo como hallazgo principal la verificación de una denuncia
sobre la sociedad del mal social, representado en La Cultura Narco, y emparentada con el
Estado, saliendo perjudicado el pueblo; todo esto construido discursivamente a través de la
provocación y el fondo del trabajo léxico-semántico.
Palabras clave: Cultura marginal, violencias, Punk, situación sociopolítica, resistencia,
traquetización de los ricos
ABSTRACT
This research sought to answer the question of the discursive forms through which the
elements of the Colombian sociopolitical situation of the 1980s of the last century in
musical production are aesthetically represented " La muerte…Un compromiso de todos "
of the Punk La Pestilencia band, given that it was an event that, from the artistic
suggestion, denounced and resisted a ferocious epoch of Colombia’s recent history. To
achieve this, the twentieth century in Colombia was characterized by the concept of
violence, and it was associated with that of the local Punk culture, where the musical
proposal was developed, an object of attention. Thus, the Psycho-sociological model by
Patrick Charaudeau was used as a tool to manipulate the lyrics of the album in question,
which appeared in 1989. After the use of the model, advanced in three levels of analysis,
the main finding was the verification of a complaint about the social evil society,
represented in La Cultura Narco, and related to the State, all this was constructed through
the provocation and background of lexical-semantic work.
Key words: Marginal culture, violence, Punk, sociopolitical situation, resistance,
traquetización de los ricos
16
Tabla de contenido
Pag
Introducción 19
I Planteamiento del Problema 21
1.1 Sumario de antecedentes investigativos 22
1.2 Delimitación del problema 24
1.3 Justificación 25
1.4 Pregunta de investigación 26
1.5 Objetivos 26
II Marco Teórico 28
2.1 Colombia, violenta realidad 28
2.2 Crítica social desde el Punk 34
III Marco Metodológico 42
3.1 Paradigma hermenéutico o interpretativo 42
3.2 Método o enfoque cualitativo 45
3.3 Diseño de análisis, el modelo semio-lingúistico de Charaudeau 49
3.4 Fases, sistematización y unidades de análisis 56
IV Discusión de resultados 59
4.1 El nivel situacional 60
4.2 El nivel u orbe comunicacional 69
18
Lista de cuadros e imágenes
Cuadros Pag
1-Comparación de los paradigmas positivista y humanista 35
2- Modelo PSL de Charaudeau 41
3- Dispositivo lingüístico del modelo PSL 43
4- Elementos a analizar en el nivel semio-discursivo 44
5- Coreografía de acción analítica 47
6- Relación entre objetivos y fases del diseño metodológico elegido 48
7- Tabla de pregunta categorías, subcategorias y unidades de análisis 49
8- Guía de análisis desde el modelo PSL de Charaudeau 52
9- Reconstrucción del contexto histórico de la aparición del gobierno de Barco Vargas 57
10- Elementos discursivos de la predominancia narrativa de las letras , objeto de estudio 70
Imágenes
1-Integrantes originales del grupo la pestilencia 16
2-Carátula del albúm “La muerte…un compromiso de todos” 51
3- Práctica del naciente grupo juvenil la Pestilencia 63
4- Práctica del naciente grupo juvenil la Pestilencia 63
19
Introducción
¡Atención que la voz de los marginados e inconformes hoy se hace escuchar, con
estruendo de guitarras, bajo y tambores, los gritos y las palabras algo quieren
contar, el punk habla y dice mucho, el punk habla y dice todo!
El Punk como expresión y cultura marginal ha representado desde sus orígenes una
alternativa a un discurso y una postura propios del establishment. Las voces del punk son
las voces de los inconformes, de los irreverentes, de aquellos que no quieren callar lo que
otros callan y sufren en silencio; y todo esto lo logra usando un lenguaje musical
desgarrado, distorsionado y cargado de disonancias y estructuras primitivas de dos acordes,
llena de gritos y denuncias sobre el sucio y gris paisaje de nuestras ciudades
convulsionadas, violentas, sordas y adormecidas por los susurros hechiceros de los mass
media.
El punk surge a mediados de los años 70 en el Reino Unido y Estados Unidos y llega a
Colombia gracias a los melómanos y coleccionistas de música que pudieron viajar y
conocer directamente esta cultura. De manera casi inmediata los jóvenes de clases
populares se engancharon fácilmente a este género y ritmo, gracias a la explosiva estética y
agresiva sonoridad, e hicieron una versión criolla y ajustada a las necesidades expresivas
propias de la época.
En este contexto global, las ciudades de Medellín y Bogotá en los años 80 del siglo pasado
fueron dos epicentros claves del desarrollo de este fenómeno cultural lo cual, no de forma
gratuita, circulaba en el marco de la violencia insurgente, el narcotráfico y su cuota de caos,
lo cual se mezclaba con la corrupción política, así como la marginalidad y la pobreza; y en
este contexto sentaron las bases de identidad frente a este movimiento. Así, pues, la cultura
punk en nuestro país se configura y crece como consecuencia de la necesidad de nuevas y
significativas formas de expresión de una generación en y frente a este marco de cualidades
sociopolíticas y culturales, las cuales sirvieron de fundamento a la eclosión de formas
emergentes de denuncia y de expresión colectiva.
20
A partir de todo este panorama que relaciona cultura emergente y expresión de resistencia,
el presente trabajo investigativo se interesa por mostrar el papel que tuvo la producción
discográfica “La Muerte… Un compromiso de todos” (1989), de la banda de Punk La
Pestilencia como soporte, resorte y co-creación en la descripción de la situación
sociocultural de Colombia en los años 80 del siglo pasado; y para su desarrollo utilizaremos
un proceso fundamentalmente deductivo, ya que es una investigación eminentemente
teórica, enmarcada en el estudio de proyectos culturales, dentro del campo Comunicación-
educación.
El proceso de esta investigación está desarrollado a lo largo de cinco capítulos donde se
exponen los siguientes contenidos: el primer capítulo presenta una contextualización de la
cultura Punk, el planteamiento del problema, el sumario de antecedentes investigativos, la
delimitación del problema, justificación, preguntas y subpreguntas de investigación y los
objetivos. El segundo capítulo permite el abordaje de todo lo relacionado con el marco
teórico a partir del análisis de dos perspectivas específicas, la primera es la perspectiva
histórica que desde las categorías de violencia política, violencia insurgente y violencia del
problema narco permitió conocer el contexto socio-político de Colombia durante los años
80. La segunda es la perspectiva cultural que desde las categorías rock en Colombia, punk y
cultura punk, joven e identidad musical permitió realizar un análisis desde una mirada
artística y cultural. El tercer capítulo trabaja el marco metodológico teniendo en cuenta el
paradigma Hermenéutico o Interpretativo, el método o enfoque Cualitativo y el diseño
apoyado en el Modelo Psico-sociológico del Lenguaje (PSL) o modelo de semio-
lingüística, propuesto por el investigador francés Patrick Charaudeau. El cuarto capítulo de
discusión de resultados donde desarrolla el proceso de análisis del corpus según el método
de Charaudeau. En quinto lugar, el capítulo de conclusiones que responde a la pregunta de
investigación y plantea reflexiones y consideraciones sobre los hallazgos de la
investigación.
21
1
Planteamiento del problema
Los años 80 del siglo pasado en Colombia fue un periodo convulsionado en un país con una
larga historia de conflicto, desplazamiento, corrupción y miseria. Todos los que
contábamos entonces con cerca de 20 años recordamos con pena, dolor y temor el terrible
impacto por hechos como el asesinato sistemático de miembros y líderes políticos de la UP,
la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19, el asesinato del ministro de Justicia
Rodrigo Lara Bonilla, el asesinato del director del diario El Espectador Guillermo Cano, el
asesinato del entonces candidato presidencial por el Nuevo Liberalismo Luis Carlos Galán
y los atentados indiscriminados con bombas que perpetro el cartel de Medellín, incluido el
del avión de Avianca, con el objetivo de presionar al gobierno e impedir la extradición de
su cabecilla y socios.
En este período confluyen tres formas de violencia histórica, tal y como lo han especificado
expertos investigadores, historiadores y violentólogos en Colombia. Esta clasificación se
puede entender claramente si abordamos tres importantes documentos como son La
violencia en Colombia, de Germán Guzmán Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo
Umaña Mendoza (1962), Colombia: Violencia y Democracia, de la comisión de estudios
sobre la violencia (1985) y Bases urbanas de la violencia en Colombia, del historiador
Medófilo Medina (1988).
La importancia y particularidad de esta investigación radica en analizar la percepción y
lectura que hizo un grupo de jóvenes afectados directamente por esta realidad socio-
histórica cruzada por esas tres violencias, personas que tomaron la iniciativa de formar una
banda musical en 1986 a la que llamaron La Pestilencia, utilizando un género musical
foráneo y marginal, el punk y el hardcore punk, como línea de expresión, y le dieron una
identidad local propia, haciendo una apuesta y propuesta tanto artística como política, con
un sonido, una estética y una puesta en escena que la diferenciaron de otras manifestaciones
hermanas dentro de la macro-cultura del rock. El resultado de esta cascada creativa es una
22
producción musical que vio la luz en 1989 y a la que llamaron “La Muerte… Un
compromiso de todos”, ópera prima de esta banda bogotana, considerada por muchos un
clásico colombiano dentro de este género musical, producción que va a ser nuestro
principal insumo de trabajo para el desarrollo de la presente investigación.
1.1 Sumario de los antecedentes investigativos
Para el desarrollo de este estudio de antecedentes se realizó una selección de trabajos con
un rango temporal de 16 años, entre 2002 y 2018, y se rastrearon diecinueve (19)
investigaciones sobre la música, donde se incluyen 3 tesis doctorales, 5 tesis de maestría y
11 artículos especializados. Los trabajos fueron desarrollados en España, Colombia,
México, Ecuador y Argentina, y se obtuvieron de bases de datos como Scielo, Dialnet, el
repositorio institucional de la Universidad Distrital-RIUD-, y las revistas indexadas
Estudios Artísticos y Calle 14.
La metodología adoptada para el desarrollo de la elaboración de los antecedentes es la
investigación documental, ya que se identificaron tendencias teóricas e investigativas que
permitieron el adelanto de este trabajo. La labor de análisis documental tuvo como objetivo
principal buscar frecuencias y ausencias en el área temática en cuestión (música juvenil en
el género rock) y, para hacer esto posible, se rellenaron fichas de sistematización de la
información estructuradas, teniendo en cuenta categorías de análisis como preguntas de
investigación, marcos teóricos y metodológicos, así como respuestas y conclusiones. Los
documentos fueron abordados, analizados y clasificados de la siguiente manera, teniendo
en cuenta el campo disciplinar privilegiado según el área temática:
Desde la psicología médica están las tesis doctorales La música en la publicidad
(Fernández, 2002), Psicología y música: estudio empírico sobre la relación entre música,
variables psicológicas y hábitos de escucha (Alonso, 2016), La música como desarrollo
personal (Casalino, 2017).
Desde el arte y la estética están los artículos Reflexiones sobre la guitarra clásica en
Colombia: conversación con Irene Gómez (Gómez, Gómez, 2018), Algunas
consideraciones analíticas sobre el performance musical (Suárez, 2018), Transformaciones
estéticas: la narcocultura, la producción de valores culturales y la validación del fenómeno
23
narco (Pardo, 2018), El estado de la guitarra eléctrica en la música académica
contemporánea (León, 2018).
Desde la identidad cultural y musical las tesis de maestría Literatura, memoria social y
joropo (Pita, 2017), Las hibridaciones culturales en la salsa: del acontecimiento estético a
la subjetivación (Sepúlveda, 2018), La construcción de la identidad musical en un parche
de la barra de los comandos azules de Bogotá (Amaya, 2015), Distorsiones:
reconfigurando el rock colombiano (Szarruk, 2017), y los artículos Imaginarios sociales
alrededor de “lo tradicional” en los actores del sistema musical de las bandas pelayeras:
el caso San Pelayo, Córdoba (Cerón, 2018) y Escuchar música al sur del río bravo:
desarrollo y formación del oído musical desde una perspectiva latinoamericana (Tovar,
Shifres, 2015).
Desde los estudios histórico-musicales la tesis de maestría Melodías de la memoria: la
música colonial en santafé, un dispositivo instaurador de discursos coloniales religiosos,
políticos y sociales, construcción y aplicación del dispositivo; imposición y resistencia
(Africano, 2017), y los artículos La historia del rock en Colombia desde los años 60 hasta
la actualidad, parte 1 (Munevar, 2019) y Mis “manos sonoras” devoran la histérica
garganta del mundo: sonoridades y colonialidad del poder (Estévez, 2015).
Asimismo, desde la física-acústica el artículo Simbiosis: Composición para bandola andina
colombiana y entidades sónicas (Sánchez, García, 2018); y, finalmente, desde la resistencia
Arte y construcción de paz: La experiencia musical vital (Zapata, 2017) y La canción
social como expresión de inconformismo social y político en el siglo XX (Robayo, 2015).
Con los resultados obtenidos, se pudo establecer la tendencia a realizar el análisis de esta
disciplina desde los campos de la sicología médica, el arte y la estética, la identidad
cultural, la física-acústica, la historia; es de notar que sólo dos trabajan el asunto como una
práctica de resistencia estudiada desde el campo comunicación-educación, Arte y
construcción de paz: La experiencia musical vital (Zapata, 2017) y La canción social como
expresión de inconformismo social y político en el siglo XX (Robayo, 2015), pero nada
tienen que ver con el área temática música juvenil en el género rock.
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Otro hallazgo importante es el dos trabajos que si consideran al rock como área temática, el
primero de ellos, la maestría Distorsiones: reconfigurando el rock colombiano (Szarruk,
2017), se pregunta acerca de la identidad del rock colombiano y de su lugar en la industria
musical nacional. Y el segundo el artículo La historia del rock en Colombia desde los años
60 hasta la actualidad, parte 1 (Munevar, 2019) se pregunta por el papel que han
desempeñado los bateristas en el desarrollo del rock nacional, desde los años 60 hasta la
actualidad. Pero en este caso no se hace énfasis en una práctica de resistencia, por cierto, el
derrotero que siguió esta investigación.
Como conclusión de todo este esfuerzo, se puede asegurar que existe ausencia de
investigaciones que trabajen el área temática música juvenil en el género rock con énfasis
en una práctica de resistencia, razón por la cual esta investigación es totalmente válida y
pertinente.
1.2 Delimitación del problema
Este proyecto de investigación tuvo como propósito principal analizar los elementos
textuales y contextuales de la producción musical “La Muerte… Un compromiso de
todos” del año 1989 de la banda de punk colombiana La Pestilencia. Apostamos que la
relevancia de la investigación estuvo en comprender la realidad sociocultural colombiana
de los años 80 a través de la mirada e interpretación que hace un grupo de jóvenes músicos
punk que la vivieron, teniendo en cuenta que el contenido lírico analizado pertenece al
Punk, un género y propuesta musical originado en Reino Unido y Estados Unidos a
mediados de los años 70 y que posteriormente fue adoptado y desarrollado con matices
propios (es decir, que adquirió una identidad musical, artística y cultural local) por jóvenes
de ciudades como Medellín y Bogotá a finales de los años 70, y que fue cobrando fuerza y
relevancia dentro de la escena rock local durante los años 80. Para el desarrollo de la
investigación tuvimos en cuenta categorías como violencia política, violencia insurgente,
violencia del problema narco, rock en Colombia, punk y cultura punk, joven, identidad
musical; categorías que se fueron tratadas en el marco teórico.
25
Imagen 1. Integrantes originales del Grupo La Pestilencia. De izquierda a derecha, Héctor Buitrago,
Francisco Nieto, Jorge Léon y Dilson Díaz. Fuente:
http://images.et.eltiempo.digital/entretenimiento/musica-y-libros/la-pestilencia-cumple-25-
anos/14781156
1.3 Justificación
El análisis de antecedentes deja claro que no abundan las investigaciones donde el objeto de
estudio sea la música y su relación con procesos de resistencia, es por esta razón que la
investigación propuesta tuvo sentido realizarse. La música ha sido y es un medio para
comunicar y explicar fenómenos sociales importantes, las personas y las comunidades
históricamente han utilizado el arte en sus diferentes manifestaciones y es tarea de los
investigadores indagar este registro con el objetivo de desentrañar sus secretos.
Por otra parte, el fenómeno cultural colombiano de las músicas consideradas underground;
es decir, aquellas que se salen de la corriente oficial de los acontecimientos, no ha sido
suficientemente estudiado por su condición y es evidente que todavía tiene mucho que
contar, esta investigación se encaminó perfectamente en esta ruta y permitió descubrir
información para la comprensión de esta etapa de la historia reciente de Colombia desde
una mirada no oficial. Además, como docente del área de ciencias sociales en el sector
educativo oficial, al igual que como melómano roquero y músico aficionado, es posible
asegurar que el desarrollo de esta investigación permitió enriquecer mis conocimientos y
ampliar mi horizonte profesional y personal.
26
Así las cosas, creemos que esta investigación sirve para comprender la realidad
sociocultural colombiana de finales del siglo pasado, desde la mirada de un grupo de
jóvenes que la vivieron y la registraron en fragmentos sonoros, siendo el propio
investigador el primer beneficiado con el resultado de la investigación que, de manera
apasionada, ha mantenido una relación permanente con este género musical y otros dentro
de la macrocultura del rock, amén de haber defendido su valor y capacidad para expresar y
registrar historias y acontecimientos. De igual manera, este resultado ayuda al
reconocimiento de formas alternativas de documentación y registro de la historia, no sólo
de nuestro país, sino del mundo.
Finalmente, como se sabe, las voces oficiales actúan en defensa de intereses y niegan
acontecimientos que los protagonistas anónimos vivieron y conocen; y en ese sentido, esta
investigación permitió un acercamiento más a esas historias aún sin conocer,
principalmente la versión no oficial de la historia, la versión del barrio, del ciudadano de a
pie que vivió el día a día y cuyo testimonio no fue registrado por los medios oficiales, pero
que es el insumo fundamental de las líricas de esta producción musical.
1.4 Pregunta de investigación
Así las cosas, nos formulamos la siguiente pegunta investigativa: ¿De qué forma se
representan estéticamente los elementos de la situación sociopolítica colombiana de los
años 80 (violencia política, violencia insurgente, violencia del problema narco, violencia
internacional), en la producción musical “La muerte…Un compromiso de todos” de la
banda de Punk la Pestilencia?
1.5 Objetivos
Bien, en armonía con las preguntas, nuestro objetivo general fue el de comprender de qué
manera se refleja la situación sociopolítica colombiana de los años 80 del siglo pasado en
las letras o líricas del trabajo musical “La muerte…Un compromiso de todos”, de la banda
bogotana Punk La Pestilencia. El cual estuvo acompañado de los siguientes objetivos
específicos:
1- Determinar la situación sociocultural colombiana de los años 80 a la luz de la macro
categoría sociológica Violencia
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2- Describir la situación sociocultural y política colombiana de los años 80 del siglo
pasado socio-política de la banda musical de Punk la Pestilencia, tal como se
representa discursivamente en su trabajo “La muerte… un compromiso de todos”.
3- Analizar la forma como se reconstruye en las líricas del trabajo musical en cuestión
la situación sociopolítica colombiana de los años 80 del siglo pasado.
Así, pues, con la estructura inicial definida (exordio, planteamiento del problema,
antecedentes investigativos, delimitación del problema, justificación, pregunta de
investigación y objetivos) podemos dar paso al siguiente momento dentro de la
investigación, a saber: el marco teórico, el cual va a contener el desarrollo de las categorías:
violencia política, violencia insurgente, violencia del problema narco, Rock en Colombia,
Punk y cultura Punk, joven, identidad musical.
28
2
Marco teórico
El objeto de estudio en cuestión se va a abordar desde la mixtura de dos perspectivas
específicas: la histórica y la cultura. En primera instancia, la perspectiva histórica nos
permitió analizar el contexto sociocultural de Colombia durante la década de los años 80
(teniendo en cuenta categorías como violencia política, violencia insurgente y violencia del
problema narco) período en el cual fue realizada la producción musical “La Muerte… Un
compromiso de todos” (1989), de la banda de punk La Pestilencia.
En segunda instancia, la perspectiva cultural nos permitió analizar la propuesta artística y
cultural que caracteriza esta producción musical, de tal forma que logremos generar una
aproximación a las particularidades de este movimiento juvenil, social, cultural y musical, y
que fue el “vehículo” escogido por estos artistas para desarrollar su producción. Este
análisis se va a realizar teniendo en cuenta categorías como rock en Colombia, punk y
cultura punk, joven e identidad musical.
2.1 Colombia, violenta realidad
Colombia en los años 80 del siglo pasado vive la consecuencia de la corrupción y la
violencia política bipartidista propiciada, desde los años treinta, por una oligarquía que se
ha perpetuado en el poder, violencia que dio origen a grupos criminales a las órdenes de los
partidos, violencia que también dio vida a los grupos insurgentes y posteriormente a su
contraparte el paramilitarismo, violencia que para los años ochenta ya se financia con
dinero del narcotráfico, del crimen organizado que también se alimenta golosamente del
caos reinante. “Violencia múltiple” (Fals, 2010, p. 13) que es el pan de cada día en gran
parte del territorio nacional.
Es así como, por primera vez en Colombia, la perspectiva sociológica, inicia este análisis
teniendo en cuenta la categoría violencia política, punto de partida para poder desarrollar la
contextualización y comprensión del complejo fenómeno de la violencia múltiple presente
en nuestro país en los años 80 del siglo XX. Para este propósito me voy a valer del libro
escrito por el sacerdote Guzmán Campos, y los sociólogos Fals Borda y Umaña Luna
(2010). Este libro fue publicado, en su primera edición, en 1962 como el primer informe de
29
tipo académico sobre los hechos relacionados con el periodo de la violencia de los años
1950.
Esta obra fue polémica en su momento por cuanto reveló a la opinión pública información
que no convenía a liberales y conservadores, contó secretos de la guerra civil bipartidista,
mostró detalladamente los escenarios donde los principales actores beligerantes actuaron y
dejaron tras de sí una marca imborrable en la historia de las regiones y en la historia del
país. Los artífices de este documento tuvieron la intención, desde el primer momento, de
denunciar la catástrofe que el gobierno y los partidos políticos querían negar, con el
propósito de llamar a la reflexión y, de ser posible, sentar las bases para que jamás volviera
a repetirse algo similar. Por esta razón es que este documento es particularmente gráfico y
cuidadoso en sus descripciones, razón por la cual la primera edición, la de 1962 ya citada,
incluía un anexo fotográfico con imágenes crudas y directas; algunas de ellas reeditas en los
informes del Centro Nacional de Memoria histórica (CNMH).
El saldo de víctimas que deja este periodo de la violencia es de aproximadamente 200.000
muertos, en el tren frenético de la guerra víctimas y victimarios donde, personas de todas
las edades, géneros y, principalmente, de origen campesino, terminaron padeciendo la furia
colectiva de hordas excitadas de violencia propagandista, liberal o conservadora, sedientas
de sangre. En un tiempo no inferior a 12 años regiones como Cauca, Norte de Santander,
Llanos Orientales, Caldas, Valle, Tolima, Huila y la región del Carare (tal y como lo
plantea el capítulo 4, titulado “Geografía de la violencia”) concentraron la mayor parte de
las acciones de los diferentes grupos (chusma, pájaros, bandoleros, guerrilleros, policías,
militares, el nombre depende de la filiación política y el bando al que pertenecen según la
clasificación del capítulo 5 titulado los grupos en conflicto). Algo que genera
desconcertante sorpresa al analizar este documento, es descubrir que la violencia de este
periodo desarrolló en sus actores unas prácticas nunca identificadas en procesos similares,
el ensañamiento con las víctimas antes y después de la muerte se presentó de manera
escalonada; es decir, gradualmente se fue incrementando el nivel de sevicia y crueldad
hasta alcanzar proporciones inimaginables (fenómeno descrito en el capítulo 9 titulado
“Tanatomanía en Colombia”).
30
Ese monstruo desatado de la violencia, donde sus promotores llamaron al exterminio del
enemigo con frases como “no dejen ni la semilla”, pronto se salió de curso y control,
asustando incluso a sus gestores, líderes liberales y conservadores; la respuesta, entonces,
fue propiciar el golpe militar del general Gustavo Rojas Pinilla a partir de 1953.
Posteriormente la dictadura militar fue utilizada como parapeto para distraer la atención de
toda responsabilidad política de los partidos y sus líderes en relación con la violencia
política que protagonizaron y, después, propiciar el inicio del Frente Nacional, pacto de
alternancia en el gobierno que establecen liberales y conservadores como segunda
alternativa para poner fin a la violencia que se había desencadenado alrededor del año
1946.
Con el Frente Nacional se quiere, entonces, establecer un lenguaje de reconciliación, de
perdón y olvido, de amnistía implícita y no oficialmente declarada; en suma una negación
de lo sucedido, un no rotundo frente a las atrocidades cometidas durante todo el periodo de
violencia política que lo precedió. Es un ambiente de concordia e impunidad; y, tan
complejo es esto, que muchos de estos políticos promotores de la violencia, posteriormente
figuraron como ejemplares e ilustres representantes de la clase política colombiana. Así las
cosas, los grupos con poder económico y político del país apoyan fervientemente esta
iniciativa y no tienen más que voces de aliento para su establecimiento, pues se llegó a
considerar que la única manera de alcanzar la paz era cerrando las páginas de ese capítulo
oscuro y sangriento sin establecer grandes responsabilidades, sin castigar a los arquitectos
de la barbarie. El Frente Nacional se extiende hasta 1991, año en el que se desarrolla la
última reforma constitucional importante del siglo XX.
El diagnóstico final de la violencia bipartidista consignada en este documento se puede
entender así: La violencia bipartidista es el resultado de una estrategia de las hegemonías
políticas liberales y conservadoras; estrategia donde, como resultado de las elecciones de
turno, el partido perdedor o el ganador apelaba a la violencia para establecer sus mayorías
electorales (vale la pena aclarar que en el siglo XIX se presentaban ya hegemonías
partidistas y se desataron siete guerras civiles en nombre de los partidos liberal y
conservador), de tal forma que estos episodios son sucesivos intentos por liberalizar o
conservatizar el país a través del ejercicio de la violencia, la represión y el terror.
31
La segunda categoría de análisis en este proceso de contextualización de la violencia
múltiple es la violencia insurgente y, para este análisis, vamos a valernos del Guzmán, Fals
y Umaña (2010) y del libro escrito por la Comisión de estudios sobre la violencia
coordinada por Gonzalo Sánchez Gómez intitulada “Colombia: violencia y democracia”
(1987).
Este fenómeno viene desde la campaña libertadora y de independencia, cuando el cura
Mariño comandó las guerrillas de Casanare contra Barreiro (Guzmán, Fals, Umaña, 2010,
p.175), el movimiento guerrillero sobrevivió al paso del tiempo y para el periodo de la
violencia de los años 50 se afianzo de nuevo como movimiento liberal, muriendo
posteriormente con el último aliento de los bandoleros liquidados en 1965. La creación del
Frente Nacional como estrategia para frenar la violencia política de los años 50, permitió
continuar el monopolio de poder político bipartidista e impidió que alguna fuerza política
diferente a liberales y conservadores pudiera pensar la posibilidad de participar. Este hecho
sólo logró que aquellas personas que venían con una visión radical de cambio político
encontraran en las nuevas organizaciones insurgentes la opción de la insurrección armada y
terminaron engrosando las filas de estos grupos guerrilleros que tuvieron su accionar en el
sector rural y urbano.
La guerrilla como organización cambia su doctrina y se nutre del discurso comunista a
partir de 1962; es entonces cuando surgen el MOEC, la FARC, el ERC, el FUA, muchos de
ellos movimientos guerrilleros frustrados, en 1965 surgen el ELN y el EPL que lograron
mantenerse al igual que la FARC, llegando a ejercer un importante control territorial.
Todos los movimientos que surgen en los años 60 están ligados con la violencia anterior; es
por esta razón que logran ubicarse con facilidad en algunas regiones y permanecer allí.
Posteriormente, en 1970, nace el M-19, movimiento guerrillero que llegó a tener relativa
popularidad por acoger símbolos nacionales que abanderaron su ideología (Cfr. Gómez,
1987, p.71).
Durante los años 70 y 80, Colombia experimenta el accionar violento de estos grupos
insurgentes, igualmente el Estado Colombiano responde con el uso de la fuerza legítima y
la implementación de medidas políticas y administrativas para contrarrestarlos medidas que
32
en muchos casos representan la restricción de los derechos constitucionales de muchos
colombianos, como es el caso del Estatuto de seguridad y estado de sitio entre 1978 y 1982
durante el gobierno de Julio César Turbay Ayala, que criminaliza la protesta social y abre
las puertas para el planteamiento de una guerra sucia por parte de agentes del Estado bajo la
forma de fuerza irregular con un propósito contrainsurgente, donde se utilizan el terror y la
represión clandestina.
En 1984 se adelantan iniciativas de negociación entre el estado colombiano y las Farc
durante la presidencia de Belisario Betancourt (1982-1986), a esta decisión también se
acogen el M-19, el EPL, la guerrilla indigenista Quintín Lame y el Movimiento de
Autodefensa Obrera (ADO), previa sanción de una Ley de Amnistía en noviembre de 1982
que sacó de la cárcel a cerca de 1384 guerrilleros que se acogieron a esta amnistía. Como
resultado de este acercamiento con el gobierno los grupos insurgentes forman grupos
políticos que empiezan a trabajar en la legalidad como es el caso de la Unión Patriótica
(UP), cuyos integrantes fueron perseguidos, asesinados, desaparecidos y obligados al exilio,
por parte de agentes del estado, paramilitares y narcotraficantes, Evidenciándose de esta
manera que la paz en Colombia tiene enemigos (Gómez 2016, en línea).
La tercera categoría de análisis de este fenómeno de violencia múltiple o de múltiples
violencias corresponde a la violencia narco. Para su análisis vamos a valernos de los
artículos Leal Dávila, (2010 y de Camacho, (2010), Iniciamos este análisis con la
definición del concepto de mafia que esta presente en un artículo de Camacho, quien cita la
definición que, de este este concepto, hacen los escritores italianos Santino y La Fiura en
su libro L´impresa mafiosa:
[…] Por mafia no se entiende tanto unas pocas organizaciones criminales, sino un
estrato social (‘burguesía mafiosa’), o un conjunto de sujetos provenientes de clases
inferiores que se proponen la meta de entrar a ser parte de las clases dominantes,
que se sirven de medios violentos e ilegales, de un sistema propio y verdadero para
acumular capital y para procurarse oportunidades de inversión además de adquirir y
administrar posiciones de poder dentro del sistema de dominación en su conjunto,
valiéndose de un código cultural, determinado pero no inmodificable, y gozando de
33
un consenso social relativo, variable según la fase histórica y de los medios
utilizados para obtenerlo. (Santino, La Fiura, 1990, en Camacho, 2010, p. 45).
De acuerdo con la anterior definición, es claro entender cómo la mafia colombiana organizó
su empresa criminal basándose en la producción y comercialización de drogas,
principalmente cocaína y, de manera exitosa estableció alianzas con políticos, militares,
policías, funcionarios públicos de todo nivel y empresarios, organizó su propio ejército
paramilitar. Operó inicialmente en regiones y, después en grandes ciudades, logrando, en
muchos casos, el control territorial para garantizar zonas de cultivo y laboratorios de
procesamiento. Al principio ofreció dádivas y comisiones para reclutar colaboradores; pero,
cuando las cosas no resultaron como se esperaba, mostró su faceta violenta y llevó a
Colombia a un periodo de violencia extrema y de guerra total.
La mafia colombiana rápidamente se “enquistó” en la cultura nacional, redefinió el
concepto de “movilidad social”, hasta que, en los años 80 dependió más de abolengos o
relaciones políticas propias de una cultura clientelista y corrupta, con lo cual la sociedad
colombiana cambio su dinámica y sus valores.
Así las cosas, el primer gran golpe de la cultura mafiosa colombiana se da mientras el
gobierno Betancourt acuerda un cese al fuego con las Farc, el 30 de abril de1984. Se trata
de la orden orquestada por Pablo Escobar Gaviria, líder del cartel de Medellín y quizá el
mayor político, mafioso y narcotraficante que hasta los años 80 había producido el país, de
liquidar al ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, promotor del castigo al narcotráfico y
la extradición. Esta acción marca el inicio de la guerra del fortalecido cartel de Medellín
contra el Estado y contra aquellos ciudadanos que no estaban de acuerdo con su accionar y
sus intereses. La intención de enfrentar y someter no sólo al Estado sino a la sociedad,
demuestra que la mafia colombiana se mueve bajo el principio de “familismo amoral”,
concepto acuñado por el sociólogo norteamericano Edward C. Banfield en 1958. Según
Banfield los individuos velan, sobre todo, o sólo por ellos mismos y por su familia, y
cualquier cosa que hagan en beneficio propio o de los parientes próximos será moralmente
positivo, en otras palabras, se acude a la estirpe bajo la forma de compinchería, antes que al
Estado para resolver controversias y conflictos.
34
Para adelantar esta guerra el cartel secuestra y asesina figuras públicas, políticos,
periodistas, jueces y policías, realiza atentados con bombas en Bogotá y Medellín, hace
alianzas con Gonzalo Rodríguez Gacha “El Mexicano” y los hermanos Carlos y Fidel
Castaño Gil que formaron la base de las AUC, organización criminal paramilitar
antisubversiva financiada por el narcotráfico, el capital de empresarios, ganaderos y la
anuencia y colaboración de algunos agentes del estado, todos ellos convencidos en acabar
con la guerrilla y sus colaboradores por la vía de la acción militar irregular y el terror. Esta
organización armada al servicio del narcotráfico, empresarios y políticos es responsable del
asesinato del político liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, miembros de la UP y de otros
partidos de izquierda, de sindicalistas y líderes sociales y defensores de derechos humanos
e igualmente adelantó masacres, desapariciones, torturas, desplazamiento y el robo de
tierras para el narcotráfico y muchos de los empresarios que la financiaron (CNMH, 2018).
La década de los 80 del siglo pasado finaliza con un país alterado por el conflicto, donde
convergen diversas formas de violencia, con regiones olvidadas por el estado donde los
varones de la guerra dictan las reglas, donde el narcotráfico manda y financia el conflicto.
En las zonas marginales de las ciudades los jóvenes son reclutados como soldados, como
carne de cañón, la pobreza apremia y, para sobrevivir, no queda nada más que dedicarse al
implacable rebusque o conjunto de prácticas en las que la población excluida apela a la
‘malicia indígena’ para resolver sus problemas familiares de supervivencia o metas
personales, activando la ilegalidad y la delincuencia y que implica la existencia del
“avivato” y el “verraco”, semillero de víctimas y victimarios.
2.2 Crítica social desde el punk local
“Futuro nunca habrá, Futuro nunca ha habido, En este mundo que está perdido,
dependiendo de un botón y de la decisión de un idealista cabrón” (La Pestilencia, 1989).
Con esta consigna desesperanzadora, coro del tema La Ciencia de la Autodestrucción, La
Pestilencia manifiesta el sentir y pensar de una generación inconforme y cansada, al mismo
tiempo que expone los valores y principios, lejos de lo tradicional, de una cultura marginal
y juvenil, el Punk, que llego de Europa y Estados Unidos para quedarse y adoptar una
forma propia.
35
En esta segunda parte del documento vamos a desarrollar la perspectiva cultural, teniendo
en cuenta categorías como rock en Colombia, punk y cultura punk, joven e identidad
musical. Para lograr esto nos vamos a valer del libro de Reguillo Cruz (2000), el artículo de
Alonso Salazar J. (1991), el artículo de Germán Muñoz y Martha Marín (2007), de la
película Rodrigo D no futuro, (1990) y el documental Yo te tumbo, tú me tumbas, (1990)
del director de cine Víctor Manuel Gaviria González.
Ser joven en Latinoamérica no es una empresa fácil, y más aún si se busca romper
estereotipos convencionales; mejor dicho, ser rebelde y crítico frente a los valores que la
sociedad impone. Muchos jóvenes latinoamericanos son víctimas de una sociedad que los
margina y en muchos casos los sacrifica, los asesina. Son carne de cañón de la guerra y la
pobreza, con pocas oportunidades de cambiar su realidad, los jóvenes encuentran esperanza
en lo que llama Reguillo “formas organizativas que actúan hacia el exterior” 2000, p. 14),
un conjunto de estrategias, que desde lo individual y lo colectivo, brindan protección y
seguridad frente a ese mundo excluyente del que inevitablemente hacen parte.
Así, los jóvenes han aprendido a construir identidad, valores, a darle sentido a sus vidas, a
conjurar las pesadillas y romper la resistencia con expresiones propias, producciones
significativas que van desde el atuendo, las modificaciones corporales, hasta la música, y
que en muchos casos son vistas por el ojo vigilante y descalificador de la sociedad como
prácticas políticamente incorrectas, pues, tal como afirma Ulrick BeckA la juventud la
conmueve aquello que la política, en gran parte, excluye: ¿Cómo frenar la destrucción
global del medio ambiente? ¿Cómo puede ser conjurada, superada la desocupación? La
muerte de toda esperanza, que amenaza, precisamente, ¿a los hijos del bienestar? ¿Cómo
vivir y amar con el peligro del sida? Cuestiones todas que caen por los retículos de las
grandes organizaciones políticas... Los jóvenes practican una denegación de la política
altamente política (en, Reguillo, 2000, p. 67).Ahora bien, en los años 80 del siglo pasado, y
como consecuencia del conflicto armado colombiano, hacen presencia comunidades
desplazadas y pobres en las grandes ciudades de Colombia, son personas que tienen que
instalarse en zonas marginadas, en condiciones precarias y deben librar desde allí una dura
batalla para poder sobrevivir. Gran parte de esa población la constituyen niños y jóvenes,
36
que han vivido en carne propia el dolor de la guerra y que respiran el desencanto de la
barbarie.
La ciudad de Medellín es un claro ejemplo de una ciudad cargada de contrastes y pobreza,
una ciudad que en los 80 vio nacer un hijo de la miseria y la violencia, el narcotráfico,
fenómeno que cambio la historia de la región y del país, modificó radicalmente los valores
tradicionales y sacrificó una generación de niños y jóvenes que terminaron convirtiéndose
en carne de cañón y combustible para esta absurda guerra, víctimas del lucrativo negocio de
la muerte:
[…] En uno de los ocho agujeros que abalearon el cuerpo del bandido, deposito mi
rosa de sangre. Uno de esos disparos mató a un inocente que no tuvo la posibilidad
de serlo. Los otros siete mataron al asesino que fue... Yo pregunto sobre su tumba
cavada en la montaña: ¿No habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus
hijos, los haga dignos de vivir? Si Colombia no puede responder a esta pregunta,
entonces profetizo una desgracia: Desquite resucitará, y la tierra se volverá a regar
de sangre, dolor y lágrimas (Arango, 1991, p. 60).
Es en esta región del país donde aparece, como un jinete apocalíptico, el sicario, asesino a
sueldo que ajusta las cuentas de la mafia. Lo más aberrante de todo no es que alguien se
pueda prestar para asesinar a otros por dinero, de por si esto va en contravía a toda lógica y
principio social y moral, lo increíble es que en esta cultura del narcotráfico colombiano la
tarea de ultimadores la realizan niños y jóvenes, casi en su totalidad reclutados por la
industria criminal de los barrios pobres y olvidados, enclavados en las comunas.
La vida de estos niños y jóvenes ha sido registrada por la literatura y el cine, un poco desde
la ficción de la película, Rodrigo D no futuro, Gaviria, 1990 y otro poco desde la realidad
de la investigación y la crónica periodística, Alonso Salazar J. “No nacimos p´a semilla. La
cultura de las bandas juveniles en Medellín, editado por el CINEP de 1991, o el
documental, Yo te tumbo, tú me tumbas, Gaviria, 1990. Esto llevó, incluso, a crear un
modelo y estereotipo del formato audiovisual donde el tema del narcotráfico y la violencia
se convirtieron en el sello, no de la denuncia social, sino del éxito taquillero de reconocidos
canales de televisión en Colombia. La realidad reflejada en todas estas producciones
coincide en mostrar un escenario desolador donde “el no futuro”, “el no nacimos p´a
37
semilla” es la consigna de sus protagonistas, nihilismo existencial que lleva a estos
muchachos a vivir una carrera desenfrenada, un frenesí sangriento donde se aniquilan
sistemáticamente, en una guerra de niños que matan niños por el control del territorio; pero
también por el robo, la extorsión, el sicariato y el monopolio de la comercialización de la
droga que en pequeñas dosis se distribuye a montones por estas laderas polvorientas y
“olvidadas del estado y de Dios”.
Estas organizaciones no se formaron espontáneamente, los primeros que llegaron y
contribuyeron a su florecimiento fueron colectivos de insurgentes del M19 y el EPL que
querían organizar las bases de las milicias y “cambiar” las terribles condiciones de vida de
estas personas. Al respecto, afirma Salazar:
En el 85 llegaron al barrio los del M19. En ese tiempo estaban en el agite de los
acuerdos de paz con Belisario. Un día pasaron, en un carro rojo, invitando a todos
los que quisieran asistir a los campamentos. Allá fuimos a parar muchos, incluidos
todos los viciosos y malosos del barrio. Eso era tremenda novedad. Uno pillar los
chachos en directo, ¡uy sopas!. Ellos daban charlas de formación política y
organizaban actividades con la comunidad. A los que nos habíamos metido de
milicianos no daban instrucción político-militar. Aprendimos a manejar fierros, a
hacer explosivos, a planea operativos militares sencillos. Pero a la mayoría de los
pelados no les sonaba tanto la carreta, la política, les tramaba más todo lo militar.
Los del EPL, que también andaban de paces con el gobierno, empezaron a hacer lo
mismo, a dar instrucción militar a la gente (1991, p, 45)
Así, pues, indiscriminadamente convocaron jóvenes que, atraídos por la novedad y la
posibilidad de recibir algún tipo de instrucción con armas, siguieron en un principio las
directrices de estas organizaciones, pero después en muchos de ellos los intereses y
expectativas cambiaron, entonces ya armados tomaron el camino del delito y se
convirtieron en el azote de esas comunidades que en un principio habían jurado ayudar y
proteger. Cuando la guerrilla ve que todo se sale de control, abandona a su suerte a muchos
de estos muchachos que terminan muertos o reclutados por la mafia del narcotráfico,
bandas de asaltantes y extorsionistas, las autodefensas y el paramilitarismo:
38
[…] En 1986 y 1987 fue el auge total, las bandas controlaban todo el barrio. La vida
cambió completamente, todo el mundo se encerraba en las casas a las 6 de la tarde.
Entre ellos empezaron matarse, se peliaban por enredos de negocios, de venganzas o
disputándose el territorio. Uno encerrado en la casa escuchaba las plomaceras, más
tenaces. Al otro día las noticias de los muertos, que por la iglesia, que por
Andalucía, que dos por el colegio. Cinco o hasta diez muertos en una noche (Ibíd.).
Ahora, como se sabe, la banda sonora de esta realidad gira entre la música popular bailable
y del despecho, la salsa, el hip hop y las formas más radicales del rock y del punk, músicas
y paliativos sonoros que estos niños y jóvenes prefieren, unas veces escuchar en las
discotecas, bares, burdeles y bailaderos y otras veces producir artesanalmente, en las
azoteas, los garajes, los lotes, las esquinas, como una forma de distraer sus mentes y
exorcizar los demonios de esta implacable realidad.
Y del punk vamos a teorizar, porque en los 80 y 90 es uno de los géneros musicales que
más acogida tiene entre jóvenes de sectores populares y marginales de Medellín, muchos de
ellos miembros de bandas delincuenciales, Víctor Manuel Gaviria González, director de
cine Antioqueño, logró retratar muy bien en su producción Rodrigo D, no futuro de 1990 la
estrecha relación existente entre este género musical y los personajes, que en realidad no
son profesionales de la actuación sino actores naturales que cuentan el día a día de sus
vidas, estos muchachos son habitantes de las comunas dedicados a robar y asesinar. Es así
como este film llega a ser el primer archivo audiovisual en mostrar el asunto del conflicto
armado urbano en las zonas marginales de las grandes ciudades colombianas.
Aún más, esta película fue complementada con el documental Yo te tumbo, tú me tumbas
(1990), del mismo director, y que siguió la vida de estos jóvenes después de la película, un
registro conmovedor de agonía y desesperanza, una crónica que da cuenta de ese no futuro
que marcó y condenó a esta generación.
Dentro de ese panorama local y situado, afirmamos que el Punk es un movimiento cultural
que tienes sus orígenes en Estados Unidos e Inglaterra, pero en Latinoamérica y más
específicamente en Medellín y Bogotá toma un carácter propio, se define con un lenguaje
único y revelador, se alimenta de otra realidad hasta el punto de desligarse de la estética y
la temática de su génesis norteamericana y europea. Así, por caso, en Rodrigo D, no futuro
39
se percibe claramente esta reinterpretación de la cultura Punk como un movimiento
marginal con sentido propio. Al respecto el periodista Jair Villano afirma,
[…] con Rodrigo D. No futuro se enseña que la pobreza y la juventud son potentes
condicionantes en la anulación de las proyecciones humanas. El protagonista
Rodrigo es un muchacho que busca suplir su vacío maternal y existencial con el
punk. Esta intención, sin embargo, no es permitida porque no tiene el instrumento
para conseguir su instrumento, esto es, la batería.Es así, con algo tan simple como
real, la manera en que Gaviria explota una poética y una estética que condensan la
sagacidad de la muchachada, la contramarea del entorno, la explosión de la música.
Con pasajes revestidos de una oscura inocencia, como Rodrigo y sus baquetas, el
realizador antioqueño encierra lo que Pedro Adrián Zuluaga denominaría como “los
resortes de los personajes”. De ahí se desprende otra cualidad de la película y el
realizador, que es capaz de sacar de los recovecos de sus personajes una meditada
sensibilidad, entonces hace del mismo muchacho que le grita a su hermana y no
oculta su machismo, un ser que suscita simpatía y ahogo por la imposibilidad de
conseguir su batería (Villano, 2016, en línea).
De esta suerte, la difusión del punk en Colombia se desarrolla gracias a la radio y a
programas especializados en el análisis y promoción de diferentes vertientes del rock, pues,
como afirman Muñoz y Marín:
Reseñas históricas del punk en Medellín señalan a Bogotá como primer vértice del
punk y se refieren al programa de radio “Rock premeditado” como difusor inicial de
la música punk y como puente Bogotá-Medellín. Este programa se emite por la
emisora HJCK en Bogotá a finales de los setenta y es el primero en difundir discos
de punk por la radio colombiana. La selección musical y los comentarios los hace
Gilles Charalambos, músico y videoartista que tiene nexos con Medellín y que
algunos años más tarde (1983) tocará en Colombia con el punk inglés en tránsito a
new wave: Gary Quatermass (2007, p. 34).
De hecho, también el ingenio y la creatividad de los melómanos criollos hace posible
acceder a esta cantera de información musical proveniente del exterior, pues en Medellín,
[…] las primeras pastas sonoras de los Pistols, The Clash, The Adolescents, Los Ramones,
40
se filtran sólo en el precario circuito de la informalidad, casetes regrabados que ruedan de
mano en mano y una que otra pieza exótica que algún “sudaca” trajo de Estados Unidos de
Inglaterra” (Medina: 1997, p. 98.)
En ese orden de ideas, hay algo en el punk que resulta muy atractivo, el punk es precario, es
artesanal, no se necesita ser músico y conocedor para disfrutar de su esencia ni de las
posibilidades que este ofrece para expresar, para contar todas esas cosas que se quieren
decir. Al respecto, reforzamos la siguiente idea:
El “cualquiera puede” y el “hazlo tú mismo” conforma el motor de creación que ha
nutrido a la cultura punk desde sus inicios hasta hoy.
La música, como memoria cifrada de la cultura, trajo el espíritu del “hazlo tú
mismo” al punk colombiano. Así lo señala, Freddy Rodas, El Chino:
Aquí [en Medellín] los instrumentos, si los había, valían un platal, o sea, la consigna
era: “hágalo usted mismo”. Tarros, tiestos, guitarras acústicas, guitarras de segunda
en las prenderías, todo servía. Las guitarras originales sólo nos las prestaban unos
minutos, tiempo suficiente para hacer de muestra una “hechiza”. Los
amplificadores, una grabadora eran suficientes [...]. Pero lo peor de todo era
ensayar, lo que para uno era pura energía, para los vecinos era ruido y nos echaban
la policía. (Freddy Rodas, citado por Medina [1997, p. 101].)
Como se nota, por su carácter específico, el punk convoca a todas esas voces de la periferia,
los indeseables son bienvenidos, finalmente tienen un espacio de participación y
reconocimiento, ahora desde la marginalidad legitimada pueden crear, cantar y contar,
pueden gritarle al mundo desgarbadamente mil verdades, un millón de verdades, que ni la
ciudad, ni el país, ni el mundo han querido reconocer y aceptar. El punk la música de “los
bastardos”, la voz de la anarquía escupe, reprocha, y recrimina a todos la indolencia frente
al dolor nacional:
Los punkeros de Medallo [Medellín] eran una raza legítimamente bastarda, hijos del
odio, de la intolerancia de un Tercer Mundo y de un país quebrado hasta los
tuétanos. Hijos sin padre o hijos de la primera generación de inmigrantes
campesinos asediados por las guerras, de obreros en paro forzado, habitantes de las
41
laderas de la ciudad (...). No era extraño encontrar uno que otro gamín del centro o
de Moravia colado en el nuevo credo. Seres miserables de nacimiento que sólo
tuvieron que incorporar a su maltrecho ethos los taches y la cresta. La ropa, el alma
y el rostro ya lo habían traído desde la cuna. Los Mortigans, por ejemplo, cuyo
nombre es una derivación de la palabra mortecina, vivían en Moravia (era el
basurero público de la ciudad), un barrio de Medellín que por entonces era una
montaña creada por los desechos y el metano que arrojaban los pobladores de todo
Medellín. (Medina: 1997, p. 99)
En el seno de esta comunidad marginal se gesta la producción “La Muerte… Un
compromiso de todos” (1989), de la banda de punk La Pestilencia, que recoge el sentir y
pensar de estos jóvenes que interpretaron, desde sus intereses y posibilidades la Colombia
que por entonces les tocó vivir. Son Muñoz y Marín (2007), quienes resaltan que La
Pestilencia es un hito en el “underground” del rock bogotano y son el pivote de posteriores
seguidores del mundo skinhead, del hardcore y del punk bogotano, caracterizado por
sonidos crudos, experimentales y viscerales. Así, pues, esta producción discográfica, fiel
representante de la cultura punk, recoge en sus letras las impresiones de los momentos,
quizá para sus autores, más importantes de la realidad nacional de finales de los años 80.
El punk al igual que otras corrientes radicales del rock como el metal, son Articuladoras de
las Comunidades de Sentido tal y como lo afirma el investigador y profesor Carlos Reina
(2009) estudioso del tema de cultura juvenil y metal en su libro Bogotá: Más que pesado,
Metal con Historia se refiere al fenómeno de seguir, escuchar y vivir el metal de la
siguiente manera:
Escuchar Heavy metal significa ingresar a una comunidad de sentido donde bandas,
ensayos, pogos, públicos, símbolos y signos, se entrelazan construyendo sentidos de
ciudad, de sujetos de ciudadanos, de imaginarios y de lenguajes de todo tipo, llenando
panorama gris y lúgubre de una ciudad como Bogotá. (Reina. 2009)
42
Con este argumento final cerramos el capítulo dando cuenta de la contextualización cultural
que rodea al objeto de estudio. Ahora, en el siguiente capítulo haremos el análisis de estas
letras, apoyado en el modelo de Patrick Charaudeau.
3
Marco metodológico
Para el desarrollo de este tercer capítulo es fundamental recordar que nuestro problema de
investigación se centró en establecer las formas de representación que hicieron unos
creadores y promotores del género Punk sobre la realidad socio-histórica que les tocó vivir
en Colombia durante los años 80 del siglo pasado, y que la describen a través de la
producción discográfica intitulada “La Muerte… Un compromiso de todos”, desarrollada
por ellos.
Ya en los dos capítulos anteriores se trazó la ruta de desarrollo de la investigación con los
planteamientos iniciales, la consideración de antecedentes investigativos y la
contextualización conceptual, donde se expresó el entendimiento de los ejes temáticos que
componen nuestro trabajo. Pero esto no es suficiente si realmente queremos llegar a
responder la pregunta de investigación; por lo que ahora mostramos el siguiente paso
fundamental que tuvimos en cuenta para avanzar en nuestro propósito, a saber: generar los
límites metódicos que permitan desarrollar una ruta de análisis; en nuestro caso, el insumo
analizado fue la totalidad de las líricas involucradas en esta producción musical, para lo
cual estructuramos, a nuestro ejercicio de análisis, teniendo en cuenta el paradigma
Hermenéutico o Interpretativo, el método o enfoque Cualitativo y el diseño apoyado en el
43
Modelo Psico-sociológico del Lenguaje (PSL) o modelo de semio-lingüística, propuesto
por el investigador francés Patrick Charaudeau. A continuación, pasamos a explicar cada
una de estas determinaciones de carácter metódico, considerando las voces de diferentes
autores.
3.1 Paradigma Hermenéutico o Interpretativo
Según Baeza (2002), este paradigma, sugiere un posicionamiento distinto frente a la
realidad social que permite acceder a sus significaciones latentes. Esto, sin duda, adopta
una actitud distinta, centrada en la empatía con el texto, como plataforma donde el lenguaje
ha hecho gala de su función de comunicar. Así las cosas, no se trata de eliminar o de privar
los prejuicios de cualquier subjetividad, sino de asumirla para buscar sentidos en los
documentos sometidos a análisis y donde el nivel de inseguridad se mueve entre la
interpretación, relativa al investigador, y la intención, propia de los padres de los textos en
cuestión (Cárcamo, 2005).
Por cierto, sabemos que la investigación en Ciencias Sociales se ha caracterizado por estar
enmarcada en medio de dos posiciones cardinales: el paradigma positivista, abanderado
por Emile Durkheim y que se sustenta en la idea de que los elementos externos determinan,
en gran medida, el modo de pensar y actuar de los individuos que pertenecen (como agentes
constituidos y constituyentes) a una organización social determinada y que tiene como
principal preocupación establecer leyes generales en torno a la ocurrencia de determinados
hechos sociales; y, el paradigma humanista, abanderado por Max Weber que hace énfasis
en el concepto de acción social. Este concepto implica que cualquier acto realizado por el o
los individuos, posee una ‘carga’ de intencionalidad propia, lo que supone la presencia de
elementos subjetivos internos en el actuar; razón por la cual, en este paradigma, es
importante la interpretación de los fenómenos particulares que acontecen en un contexto de
tiempo y espacio definido (Cárcamo, Ibíd.). En el siguiente cuadro, abreviamos esta
oposición de posturas y que deja ver claramente expreso el paralelo entre los dos
paradigmas a lo largo de un proceso de investigación, según Cea D'Ancona (1996), y
Cárcamo (2005):
Paradigma Positivista Humanista
44
Base Epistemológica Positivismo, Funcionalismo Historicismo, Fenomenología,
Interaccionismo Simbólico
Énfasis Medición objetiva (de los hechos sociales,
opiniones o actitudes individuales);
demostración de la causalidad y la
generalización de los resultados de la
investigación
El actor individual: descripción y
comprensión interpretativa de la
conducta humana, en el propio
marco de referencia del individuo o
grupo social que actúa
Recogida de
información
Estructurada y sistemática Flexible: un proceso interactivo
continuo, marcado por el desarrollo
de la investigación
Análisis Estadístico, para cuantificar la realidad
social, las relaciones causales y su
intensidad
Interpretacional, socio-lingüístico y
semiológico de los discursos,
acciones y estructuras latentes
Cuadro 1. Comparación de los paradigmas positivista y humanista. Fuente: elaboración propia.
Así, pues, es el paradigma humanista el escenario desde donde se desarrolla el análisis
hermenéutico que, a su vez, se enmarca en el paradigma interpretativo comprensivo; lo que
supone un rescate de los elementos del sujeto por sobre aquellos hechos externos a él. En
este sentido, debe destacarse que dicho análisis toma como eje fundamental el proceso de
interpretación. Y, para entender la relevancia e importancia del paradigma hermenéutico
como herramienta del desarrollo y análisis de procesos investigativos en Ciencias Sociales,
nos remitimos a la definición que hacen Theodor Adorno (1991) y Jürgen Habermas
(2000).
Para Adorno, la hermenéutica, es tanto teoría como praxis de la interpretación; la cual es
una acción comunicativa pública que versa sobre la vida práctica o experiencia del sí y del
otro, y que reconoce dimensiones del pasado de un hecho y donde los prejuicios del
investigador tienen no sólo un lugar sino una posición imperativa en su trabajo como
ingrediente clave del consenso. Todo esto, mientras que, para Habermas, es un recurso del
encuadre metodológico (por tanto, un recurso científico), propio de las ciencias sociales, y
cuya meta es abordar el análisis de expresiones de significados, de sentido, de expresiones
texto-lingüísticas (Cfr. Crotte, 2011, pp. 176-179). De esta suerte, lo fundamental en el
trabajo hermenéutico es, al decir de Toledo:
45
[…] la existencia y la coexistencia de los otros, que se me da externamente a través
de señales sensibles en función de las cuales, y mediante una metodología
interpretativa, se busca traspasar la barrera exterior sensible de acceder a su
interioridad; esto es, a su significado; así queda descrita la esencial actitud frente a
las cosas humanas que, condensada en el término griego hermeneuein alude a
desentrañar o desvelar; dicha actitud ha dado lugar a una teoría y práctica de la
interpretación conocida con el nombre de hermenéutica (1997, p. 34).
Ahora, lo que resulta relevante cuando realizamos un análisis utilizando el proceso
hermenéutico es el proceso de identificación de las estructuras profundas del texto o
conjunto de texturas, objeto de atención, por lo que
[…] el proceso hermenéutico del análisis de textos supone, desde una posición
esencial, dirigir o depositar nuestra conciencia hacia aquellos elementos que
configuran las estructuras profundas del autor, específicamente los esquemas
mentales construidos, y a través de los cuales este opera en su contexto particular de
interpretación de la realidad que está pretendiendo presentar (Cárcamo, 2005, p, 21).
De esta suerte, en una labor hermenéutica, lo importante no es lo visible, sino lo invisible,
las implicaturas o estructuras profundas de la mente y su cristalización textural, las cuales
pueden reposar en los tópicos recurrentes y/o en el patrón de sus estrategias retóricas y
visuales pues, finalmente, el mundo de una manifestación simbólica del ser humano no es
una realidad objetivada, sino Lebenswelt (el mundo que presupone otros mundos, como los
culturales, académicos, familiares, sociales, etc.), realidad experimentada por un sujeto en
su postura individual.
Así las cosas, podemos decir que este paradigma es una herramienta de análisis adecuada
para los intereses de esta investigación porque el paradigma Hermenéutico o Interpretativo
se caracteriza por la comprensión e interpretación de la realidad de un fenómeno social (en
nuestro caso identificar las características de la realidad socio-política de Colombia en los
años 80 registrada en las líricas de esta producción musical), teniendo en cuenta la
perspectiva de las personas, de los protagonistas de dichos fenómenos en sus contextos; lo
que supone mantener activa la tesis de que todo texto, con su doble naturaleza, la de lo
46
evidente y la de lo profundo o implicado, lo es en la medida en que se puede interpretar a la
asociarlo y comunicarlo a propósito de su contexto.
3.2 Método o enfoque Cualitativo
Ahora bien, según Carlos Monje Álvarez (2011), todo método cualitativo aplicado a la
investigación en Ciencias Sociales es de orden humanista y se nutre principalmente de tres
corrientes epistemológicas diferentes, a saber:
(i) la hermenéutica, o el pensamiento que interpreta y se mueve en significados no en
datos, amén de estar abierto en forma permanentemente frente al cerrado
positivismo, por lo cual se interesa por la necesidad de comprender el significado de
los fenómenos y no solamente de explicarlos en términos de causalidad
(ii) la fenomenología, empresa que objeta la ruptura positivista entre el sujeto y el
objeto, reconociendo la interdependencia de ambos en el proceso del conocimiento;
y, en tercer lugar,
(iii) el interaccionismo simbólico, que postula que la conducta humana solo puede
comprenderse y explicarse en relación con los significados que las personas dan a
las cosas y a sus acciones. Y esto, porque la realidad de los individuos se estudia
desde el interior, a partir de lo que ellos perciben a través de sus experiencias
vividas.
Ahora, para Roberto Hernández Sampieri (2014), los métodos cuantitativo y cualitativo se
guían por áreas o temas significativos de investigación; sin embargo, en lugar de que la
claridad sobre las preguntas de investigación e hipótesis preceda a la recolección y el
análisis de los datos, como en la mayoría de los estudios cuantitativos, los estudios
cualitativos pueden desarrollar preguntas e hipótesis antes, durante o después de la
recolección y el análisis de los datos. Con frecuencia, estas actividades sirven, primero,
para descubrir cuáles son las preguntas de investigación más importantes; y después, para
perfeccionarlas y responderlas.
47
Por cierto, este enfoque también se conoce como investigación naturalista,
fenomenológica, interpretativa o etnográfica, y es una especie de “paraguas” en el cual se
incluye una variedad de concepciones, visiones, técnicas y estudios no cuantitativos. De
hecho, según Sparkes y Smith (2014) y Savin-Baden y Major (2013), existen diversos
marcos interpretativos, como el interaccionismo, la etnometodología, el constructivismo, el
feminismo, la fenomenología, la psicología de los constructos personales, la teoría crítica,
etc., que se incluyen en este “paraguas para efectuar estudios” (Sampieri, 2014, p. 239). Por
otra parte, en la aproximación cualitativa hay una variedad de concepciones o marcos de
interpretación que guardan un común denominador al individuo, grupo o sistema social, el
cual tiene una manera única de ver el mundo y entender situaciones y eventos; y, por esta
cualidad, que se construye por el inconsciente, lo transmitido por otros y por la experiencia,
y mediante la investigación, deben tratar de ser comprendidas en su contexto.
De esta suerte, el enfoque cualitativo es recomendable cuando el tema del estudio ha sido
poco explorado o no se ha hecho investigación al respecto en ningún grupo social
específico y su proceso inicia como cuando se desea “ingresar a un laberinto”, pues al
hacerlo, sabemos dónde comenzamos, pero no dónde habremos de terminar. Entramos con
convicción, pero sin un mapa detallado y preciso. Y, en esta aventura que evoca la figura
mítica del minotauro y el hilo de Ariadna, la única certeza es que debemos mantener la
mente abierta y estar preparados para improvisar.
Es por todo esto, por lo que la investigación cualitativa se enfoca en comprender los
fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un ambiente natural
y en relación con su contexto. Es que el enfoque cualitativo se selecciona cuando el
propósito es examinar la forma en que los individuos perciben y experimentan los
fenómenos que los rodean, profundizando en sus puntos de vista, interpretaciones y
significados sobre realidades que implican y afectan el mundo social y, claramente, al socio
mismo (V. gr. Punch, 2014; Lichtman, 2013; Morse, 2012; Lahman y Geist, 2008; Carey,
2007 y DeLyser, 2006; en Sampieri, 2014). Así, para precisar aún más, citamos al profesor
colombiano Mario Tamayo y Tamayo, quien refiere lo esencial de la investigación
Cualitativa de la siguiente manera:
48
[…] tiende a ser de orden descriptivo, orientado a estructuras teóricas y suele
confundirse con la investigación etnográfica dado su origen y su objeto de
investigación. Utiliza preferentemente información cualitativa, descriptiva y no
cuantificada (…) son usados en el estudio de pequeños grupos: comunidades,
escuelas, salones de clase, etcétera. La investigación científica se caracteriza por la
utilización de un diseño flexible para enfrentar la realidad y las poblaciones objeto
de estudio en cualquiera de sus alternativas. Trata de integrar conceptos de diversos
esquemas de orientación de la investigación social. En la literatura estos nuevos
paradigmas aparecen con nombres diversos bajo la clasificación de enfoques
cualitativos. Éstos, a su vez, derivan algunas modalidades como: historias de vida,
etno-ciencia, etno-metodología, macro y micro-etnografía, teoría fundada, estudios
de casos cualitativos, etcétera (2011, p. 45).
Mientras que Simón Izcara Palacios (2012), en su obra Manual de Investigación
Cualitativa, identifica claramente el poder que este método tiene para el desarrollo de
procesos investigativos específicos, afirmando que el principal baluarte se centra en la
flexibilidad y capacidad de reflexión en el análisis de procesos sociales con el fin de
determinar procesos, sentidos, características y contextos situacionales que no pueden ser
medidos en términos de cantidad. Esto justifica su capacidad para conseguir una intimidad
con sujetos en situaciones reales, desentrañando, así, su orbe privado y su carga intencional
al comunicar o interactuar con otro tipo de conductas donde circulan los significados y la
significancia humanas.
La investigación cualitativa representa, entonces, un modo determinado y concreto de
análisis del mundo práctico y, en armonía con el paradigma hermenéutico, busca la
comprensión de los fenómenos sociales desde las experiencias, puntos de vista y
expectativas de los actores sociales, quienes comunican esto a través de material textual y
discursivo. Es por esto que este método fue acogido en nuestro esfuerzo investigativo, ya
que empata nuestra meta general y está en la misma dirección de buscar sentidos desde
material textual. Así, el método asegura que la búsqueda de comprensión se traduzca en una
búsqueda de aquello que saben los actores de los textos, pero sólo cuando el centro de
atención es el significado que los individuos atribuyen a los procesos psicosociales que
49
experimentan en sus productos comunicativos (Castro Nogueira, 2002, p. 160); por lo
tanto, el método cualitativo escudriña las diferentes construcciones de un hecho social
concreto bajo el prisma de los valores e intereses del narrador (Riessman, 1993, p. 64).
Entonces, parece claro a esta altura que, al revisar las posturas de todos los autores se
pueden identificar claramente las voces coincidentes en aspectos como la aplicabilidad en
proyectos de investigación social con perfiles no cuantitativos, la flexibilidad del enfoque,
condición que permite realizar ajustes, establecer hipótesis e ideas previas y posteriormente
modificables de ser necesario, el respeto a la interacción de los participantes en su contexto
natural, entre otras cosas, Todas estas particularidades que acompañan e identifican al
enfoque cualitativo de investigación nos permiten ratificar que es el indicado para el
desarrollo de nuestra investigación dadas sus características, pregunta de investigación y
objetivos.
3.3 Diseño de análisis, el modelo semio-lingüístico de Charaudeau
Ahora bien, para poder avanzar en la manipulación analítica del corpus, abrazamos el
diseño del análisis del discurso y, como sabemos, dentro de este campo de investigación
hay varias ofertas modélicas, optamos por el modelo del profesor francés, y especialista en
Ciencias del Lenguaje, Patrick Charaudeau, propone una vertiente del análisis del discurso
a través de un modelo de análisis-interpretación de los objetos simbólicos del lenguaje que
se centra en el estudio del corpus comunicativo y la relación que este tiene con el espacio
público y con los individuos que lo emiten y recibe. Se trata del Modelo Psico-sociológico
del Lenguaje (PSL) o Modelo de semio-lingüística (M S-L) que, con un alcance descriptivo
y explicativo, da cueta de cómo los productos de la lengua no son más que el resultado de
aquello que un sujeto escenifica al querer comunicar, puesto que el lenguaje “[….] no es un
objeto en sí, independiente de la realidad social” (Charaudeau, 1986, p. 10), todo esto
inspirado de las ideas de Emilio Benveniste (1998, p. 80)
Para Charaudeau, todo discurso puede ser analizado desde las dimensiones de lo enunciado
y la enunciación; esto es, un enfoque que, partiendo de un corpus, aquí de predominancia
narrativa, tras la aplicación de un examen riguroso en tres niveles, da cuenta de los efectos
de los sentidos que produce ese corpus en una situación de intercambio socio-histórico
(García-Dussán, 2008). Así las cosas, como se nota, al ser pensada esta tesis en nuestro
50
objeto de investigación, vemos que armoniza perfectamente, pues se trata de escudriñar en
la lírica de una producción musical (corpus), ciertos sentidos que reflejarían elementos del
contexto (sociopolítico, en este caso).
En ese orden de ideas, el modelo posee un alcance que abraza tanto el análisis del texto
escrito como el conversacional, y lo logra al detallar ‘la puesta en escena’ de la lengua
como práctica eminentemente social se basa, entre otras cualidades, en una fundamental de
la comunicación humana, a saber: todo producto lingüístico es simbólico; es decir, contiene
la doble naturaleza que deja ver dos rostros, el explícito u orden del hacer; y el implícito u
orden del decir, y se manifiesta en cualquier código bajo unas condiciones espacio-
temporales concretas de producción; es decir, la enunciación, como el acto creativo donde
se usa un código y se localiza en el tiempo y en el espacio.
Partiendo de este panorama, Patrick Charaudeau caracteriza toda ‘puesta en escena’ como
el encuentro de un proceso de producción y otro de interpretación, con lo cual todo gira en
torno de dos sujetos: un comunicante o enunciador (YO) y un interpretante o destinatario
(TÚ). El primero informa sobre un sector de la realidad (ÉL), mientras el segundo recibe e
interpreta la información; en un espacio y un tiempo determinados contextualmente,
proceso bilateral basado en un principio de intencionalidad. Sin embargo, y he aquí la
novedad del modelo, este proceso permite el desdoblamiento de la función de los sujetos,
lo que termina por convertirse en un acto inter-enunciativo ejecutado por cuatro que
pertenecen a dos circuitos del acto lingüístico (Charaudeau, 1993, p. 43), tal como
abreviamos en el siguiente grafo (Cfr. García-Dussán, 2008):
Puesta en escena
(Arquitectura comunicativa básica)
Circuitos Sujetos
Externo Interno Socios Protagonistas
YOc TUi YOe TUd YOc TUi YOe TUd
51
Cuadro 2. Modelo PSL de Charaudeau, en García-Dussán, 2008, p. 145.
En el primer circuito, el externo, se ubica un sujeto comunicante (YOc) que existe en la
realidad social y actúa físicamente, y es el quien se enfrenta a un sujeto interpretante (TUi),
también sujeto real, responsable de sus propios procesos de comprensión e interpretación.
Lo importante a tener en cuenta en de este aspecto del modelo para nuestra investigación es
resaltar que es el YOc quien despliega su visión del mundo, su evaluación acerca de los
hechos y lo hace traspasando esto en el segundo circuito, que es un mundo inventado o
configurado de acuerdo con las necesidades discursivas del YOc, donde actúan los
protagonistas de la enunciación, el Yo-enunciante (YOe) o la imagen construida por el YOc
para expresar su intencionalidad y como tal, es una imagen discursiva que oculta, de alguna
forma, al sujeto comunicante; y, el Tu-destinatario o Tu-enunciatario (TUd); o receptor
discursivo o intradiegético de este circuito. Dicho de otra forma, el TUd es el interlocutor
ideal imaginado por el YOc, según sus intenciones, comunicativas, pero que no siempre
coincide con el TÚi Aún más, el estatuto exclusivamente discursivo de esta pareja es el
responsable del ordenamiento temporo-espacial y de las estrategias discursivas desplegadas
en el espacio textual.
En suma, tenemos que el YOc manifiesta su actitud con respecto a lo que dice por medio de
la manipulación sobre lo enunciado a través de la construcción y uso simbólicos de sus
YOe, suya suma y su forma de presentarlos simbólicamente serán lo que inaugure una cierta
perlocución en el TUi. Y, aunque muchas veces no se sabe nada del YOc y del TUd, las
marcas formales de enunciación admiten construir hipótesis a cerca de sus cualidades
lingüísticas. Pues bien, a partir de las bases anteriores, Charaudeau considera que todo
producto simbólico está constituido por un dispositivo lingüístico general, compuesto por
tres dimensiones que son las que permiten analizar en detalle y que el mismo Charaudeau
considera que “(…) representa al mismo tiempo los diferentes dominios de organización de
la escenificación comunicativa y un marco de descripción general para un análisis de
discurso” (Charaudeau, 1993: 44). Este dispositivo tríadico lo abreviamos a continuación
en la siguiente tabla:
Dispositivo
o nivel
LO SITUACIONAL LO COMUNICATIVO LO SEMIO-
DISCURSIVO
52
Cualidad
Espacio de intercambio de
los actores sociales o
estructura del espacio
externo del hacer
Puente entre los circuitos
externo e interno
Estructura el espacio interno
del decir
Contrato
adjunto al
nivel
INTER-ACCIÓN
HABLA
DISCURSIVO
Cualidad
del contrato
Estatutos comunicacional
psico-social de los
Socios
Papeles/Roles de la
comunicación
(cálculos y estrategias de los
socios en su escenificación)
Comportamientos
discursivos y estrategias de
actuación
Cuadro 3 .Dispositivo lingüístico del modelo PSL. Fuente: archivos del autor.
En el nivel situacional o lugar/circuito del hacer, se da cuenta del componente psico-social
del YOc y el TUi, donde se pueden valorar sus relaciones culturales de época y hasta el
grado de conocimientos usados por el YOc y por el posible TUi en sus procesos de
producción e interpretación, respectivamente. Según Charaudeau, este nivel se define por
respuestas posible a preguntas tales como “[…] ¿Estamos ahí para decir qué y de quién?
¿Para intercambiar qué? ¿Para representar qué papel social, en función de qué restricciones
y obligaciones?” (Charaudeau, 1993, p. 47).
Entre tanto, el segundo nivel, el comunicativo, es el puente entre los circuitos externo e
interno y permite describir a los socios (YOc, TUi) no sólo como actores sociales, sino
como sujetos del lenguaje y la comunicación, pues no sólo hacen cosas, sino que entre
aquello que hacen, dicen algo, exigidos y motivados por los componentes antes
mencionados. Según Charaudeau, este nivel se define “[…] de acuerdo a la manera en que
debe desarrollarse el intercambio lingüístico: Estamos aquí para hablar ¿de qué manera,
cómo hablar? ¿Para sustentar (jugar) qué papel lingüístico?” (Charaudeau, 1993: 48). Es de
notar, entonces, que este tipo de estudios están, finalmente, inscritos en trabajos sobre el
contexto de enunciación, que sirve de marco de referencia para la producción e
interpretación de enunciados:
[…] El contexto de enunciación implica una situación concreta de tiempo y espacio
en la que se actualizan, en el discurso, los lenguajes sociales, los géneros
discursivos, los valores, las creencias y las costumbres mediante la interacción
comunicativa de los sujetos sociales (…) En el contexto hay que tener en cuenta:
53
quiénes son los interlocutores, qué presupone cada uno del otro, cuáles son sus
papeles y relaciones sociales en los espacios de comunicación socialmente
codificados, qué acontecimientos sociales o personales preceden o están presentes
en el acto comunicativo, qué actitudes tienen frente a los sistemas de normas,
obligaciones y costumbres (Girón y Vallejo, 1992, p. 34).
Finalmente, tenemos el nivel semio-discursivo o del circuito propiamente interno o el de los
comportamientos discursivos esperado y del cual dice Charaudeau, que son manifestados
por los protagonistas o seres de discurso, conforme a las restricciones y obligaciones de los
otros dos niveles: “[…] los socios en tanto que sujetos que comunican, tiene un margen de
maniobra en relación a esas restricciones y obligaciones y pueden jugar con los papeles que
de ellos se esperan, ya sea transmitiéndolos, subvirtiéndolos, o incluso realizándolos de
manera indirecta (implicitación)” (Charaudeau, 1993, p. 48). Entre esos comportamientos
discursivos tenemos los variados elementos de análisis, que resumimos en el siguiente
cuadro:
Comportamiento
discursivo
Cualidad
Embrague
Desembrague o
forma de
presentación del
enunciados
Embrague: produce una identificación entre el sujeto del enunciado y el sujeto de
la enunciación (YOc = YOe).
Desembrague: no produce una identificación entre el sujeto del enunciado y el
sujeto de la enunciación (YOc ≠ YOe).
Comportamientos
de identidad o
mecanismos de
presentación de la
Mentira: el YOc dice X, pero sabe o piensa no-X; para lo cual buscará
identificarse con un TÚd que cree que piensa/sabe X
Ironía: YOe dice X, pero no está de acuerdo con X; por el contrario, sabe o piensa
no-X y quiere, al mismo tiempo, que el TUi entienda justamente no-X.
Demagogia: YOe dice X; X refleja una imagen del TUi que le resulta favorable a
sí mismo (TUi = TUd). Gracias a la identificación establecida, el YOc espera que
el TUi le facilite la consecución de sus fines. Por tanto es una acto de complicidad
Provocación: EL YOc dice X y en su enunciado muestra un YOe=TUd
desfavorable para el TUi. El YOc sabe que entre el TUi y el TUd no hay
semejanza alguna (TUi ±TUd) con el ánimo de que el TUi reaccione, vaya a la
acción
Secreto o privación de una información: El YOe no dice nada sobre algo que sabe;
54
información el YOc sabe X, pero no quiere/debe comunicarlo al TUd; el TUi se plantea la
hipótesis de que el YOc sí sabe X, pero no quiere/debe decírselo.
Comportamientos
enuncivos o
esquemas de
organización
Narrativo: ¿Qué hace X en un tiempo y espacio detemrinados?
Argumentativo: ¿Qué punto de vista o positura defiende X ante un tema
controversial?
Retórico: ¿Qué figuras retóricas usa X para dar cuenta de un acontecimiento
determinado?
Combinación de los anteriores
Comportamientos
enunciativos
Uso de preguntas
Uso de respuestas frente a las mismas preguntas formuladas
Uso de interjecciones
Uso de exclamaciones
Uso del modo verbal
Modalización o
marcas de
subjetividad en lo
enunciado
En la frase
(asertiva, interrogativa, imperativa)
En expresiones del grado de certeza o posibilidad
(adverbios, formas no personales del verbo)
En lo apreciativo
(uso de ciertos adjetivos, adverbios, y la entonación)
En lo expresivo (énfasis, tematización, vocalizaciones)
Modalidades o
marcas que indican
la actitud del
hablante ante lo
comunicado
Declarativa, función referencial o doxástica
Interrogativa
Exclamativa/apreciativa de función expresiva
Imperativa de función apelativa
Intimatoria o que exige complimiento de algo
Solicitativa o que pide o cusca alfo con diligencia
Posibilitativa o que potencia para que algo pueda existir
Cuadro 4. Elementos a analizar en el nivel semio-discursivo.fuente: Elaboración del autor
55
Descrito todo el modelo, se puede, finalmente, subrayar que sobre la base de dos cimientos
adelanta su propósito:
* Los actos de habla no agotan su significación en lo patente; por el contrario, esta
determinación literal significa algo distinto, relacionado con un contexto preciso que debe
recuperarse para el éxito interpretativo (y no necesariamente para el éxito comprensivo).
Esto es lo que justifica al analista-del-discurso indagarse por las diferentes lecturas que un
acto puede sugerir.
* El emisor y el receptor son diferentes sistemas en cuanto a sus montajes de saberes del
mundo (o saber enciclopédico) y en cuanto a su competencia discursiva. Esto abre
diferentes interpretaciones, pero no muchas, en la medida en que al recuperar las
condiciones de su producción (de su enunciación), se pueden limitar sus haces de sentido.
Esta competencia discursiva es definida por Charaudeau como la habilidad que “(…) exige
de cada sujeto que se comunica e interpreta que esté en la capacidad de manipular (Yo) –
reconocer (Tu) las estrategias de puesta en escena que se desprenden de las necesidades
inherentes al marco situacional de un acto de habla” (Charaudeau, 2003, p. 15).
Pues bien, al llevar todo este modelo a nuestra investigación, redujimos su complejidad en
un cuadro de acción analítica, eso que llama Sampieri, arriba citado, una cierta coreografía
de acción intervenida, para darle operatividad a la manipulación del corpus y que, para esta
ocasión, se reformuló en preguntas guía que permitieron la facilidad del análisis. El
resultado de tal acción se puede consultar en la siguiente tabla:
Nivel de
análisis
Preguntas clave de su desarrollo Operación
investigativa
Lo
situacional
(i) ¿Estamos aquí y ahora para decir qué cosas, de quién y
eventualmente dirigido a quiénes?
(ii) ¿Estamos aquí y ahora para intercambiar qué tipo de
información; esto es sobre qué temáticas sociales y/o políticas y
quiénes?
(iii) ¿Estamos aquí y ahora para representar qué papel social, en
función de qué prohibiciones y qué compromisos reales o
autodeterminados?
Tomar el YOc
(Integrantes del grupo
musical) y delinearlos
a partir de las
respuestas posibles a
las tres preguntas
planteadas; igual con (iv) ¿De qué manera, desde ese aquí y ahora, comunico ese qué a
56
Lo
comunica-
cional
ese quién?
(v) ¿De qué manera enunciar lo que deseo comunicar (canales,
contextos, referentes)?
(vi) ¿Al decirlo de esa manera y con esos recursos, qué deseo
sustentar y desde qué papel lingüístico?
los destinatarios
epocales de esos YOc
Lo
Semio-
discursivo
(vii) ¿Cuáles son los comportamientos de identidad, enuncivos y
enunciativos más frecuentes en el corpus objeto de atención (lírica
musical)?
(viii) ¿Cuáles son las modalizaciones y las modalidades más
frecuentes en el corpus, objeto de atención?
Cuadro 5. Coreografía de acción analítica. Fuente: Elaboración del autor.
Ahora, si nos preguntamos cuál es la verdadera función de este modelo de análisis
discursivo, lo entendimos en el desarrollo de la investigación como una caja de
herramientas para poder abordar la pregunta regente a través de los objetivos, pues creemos
que la correspondencia entre los niveles que oferta el modelo ayuda a generar datos para
poder resolver la integralidad de los objetivos específicos, tal como mostramos a
continuación:
Objetivo general Objetivos específicos Fases1
Comprender de qué
manera se refleja la
situación sociocultural
colombiana de los años
80 del siglo pasado en
las líricas de “La
muerte…Un
compromiso de todos”,
de la banda punk la
Pestilencia
Determinar la situación sociocultural colombiana de
los años 80 a la luz de la macro categoría sociológica
Violencia
Nivel 1 o situacional
Describir la situación sociocultural y política
colombiana de los años 80 del siglo pasado socio-
política de la banda musical de Punk la Pestilencia, tal
como se representa discursivamente en su trabajo “La
muerte… un compromiso de todos”.
Niveles 2 y 3 o
comunicativo y semio-
discursivo
Analizar la forma como se reconstruye en las líricas del
trabajo musical en cuestión la situación sociopolítica
colombiana de los años 80 del siglo pasado
Relación de lo
discursivo-enunciativo
con elementos
contextuales
Cuadro 6. Relación entre objetivos y fases del diseño metodológico elegido. Fuente: elaboración del
autor.
3.4 Fases, sistematización y unidades de análisis
1 Apoyados desde los niveles propuestos por Patrick Charaudeau en su modelo PSL.
57
Llegados a este punto, antes de mostrar los resultados de intervención analítica y su
encuadre interpretativo sobre el corpus, líricas de “La muerte…Un compromiso de todos”,
de la banda punk la Pestilencia, deseamos mostrar los pasos y los instrumentos usados para
lograr tales acciones, y que sintetizamos de la siguiente manera:
* Trascripción de las líricas de las piezas contenidas en “La muerte…Un compromiso de
todos”, de la banda punk la Pestilencia
* Codificación de cada lírica; esto es asignación de cada canción con un número para
facilitar los comentarios analíticos e interpretativos
* Resolución del objetivo específico uno, respondiendo las preguntas formuladas arriba del
nivel situacional: ¿Estamos aquí y ahora para decir qué cosas, de quién y eventualmente
dirigido a quiénes?; ¿Estamos aquí y ahora para intercambiar qué tipo de información; esto
es sobre qué temáticas sociales y/o políticas y quiénes?; ¿Estamos aquí y ahora para
representar qué papel social, en función de qué prohibiciones y qué compromisos reales o
auto-determinados?
* Resolución del objetivo específico dos, dando respuesta a las preguntas contenidas en
esos niveles, a saber: ¿De qué manera, desde ese aquí y ahora, comunico ese qué a ese
quién?; ¿De qué manera enunciar lo que deseo comunicar (canales, contextos, referentes)?;
¿Al decirlo de esa manera y con esos recursos, qué deseo sustentar y desde qué papel
lingüístico? Y, por otra parte, la batería de cuestiones ¿Cuáles son los comportamientos de
identidad, enuncivos y enunciativos más frecuentes en el corpus objeto de atención (lírica
musical de “La muerte…Un compromiso de todos”)? y ¿Cuáles son las modalizaciones y
las modalidades más frecuentes en el corpus, objeto de atención?
* Aproximación hermenéutica a lo planteado en el objetivo específico tres. Para lograr esto,
nos auxiliamos de la siguiente tabla complementaria, donde apostamos que se podían
cruzar-asociar-relacionar-comentar, en el orden ya no de lo formal sino de lo funcional
algunas relaciones de las violencias acumuladas en esa época y lugar de enunciación de
nuestro trabajo musical, objeto de atención, y con cualidades textuales del corpus o
conjunto de líricas, aquí desglosadas en actantes, espacios y tiempos discursivos y material
indicial que puede ser asociados con hechos, circunstancias y acontecimientos socio-
58
históricos inscritos en esas categorías de la violencia, tal como abreviamos en la siguiente
tabla:
Pregunta de
investigación
Categorías o ejes
temáticos
Definición
operacional
Subcategorías Unidades de
análisis
¿De qué forma se
representan
estéticamente los
elementos de la
situación
sociocultural
colombiana de los
años 80 en la
producción musical
“La muerte…Un
compromiso de
todos” de la banda
de punk la
Pestilencia?
Situación
sociocultural
colombiana de la
década 1980 y sus
años anteriores
Entramado de
situaciones que
generan
consecuencias
sociopolíticas en la
acumulación de
violencias
Violencia
política
Actores sociales
Lugares/tiempos
Hechos
Violencia insurgente Actores sociales
Lugares/tiempos
Hechos
Violencia del
problema narco
Actores sociales
Lugares/tiempos
Hechos
Violencia
internacional
Actores sociales
Lugares/tiempos
Hechos
Producción
musical de la
banda de punk la
Pestilencia
Textos de
predominancia
narrativa que
ponen en escena
creencias y
posturas de sus
productores (YOc)
y que lo expresan
a través de
estrategias de
enunciación en el
circuito interno de
sus líricas
Actantes YOe
TUd
Cronotopías
Tiempos referidos
Espacios
referidos
Indicios
Títulos de líricas
Figuras retóricas
empleadas
Referencias
históricas
explícitas
Cuadro 7. Tabla de pregunta, categorías, subcategorías y unidades de análisis. Fuente: elaboración del
autor
59
4
Discusión de resultados
Para el desarrollo de este capítulo vamos a mantener presente tres elementos importantes;
en primer lugar, recordemos que el modelo de análisis empleado para la manipulación
analítica es el Modelo PSL, propuesto por Patrick Charaudeau, y que ya ha sido descrito en
el capítulo anterior; en segundo lugar, recordemos que el corpus escogido para este análisis
lo constituye el conjunto de letras, aquí llamado líricas de la producción musical “La
Muerte… Un compromiso de todos” (1989), de la banda de Punk La Pestilencia (Cfr.
Anexo 1, letras o líricas de las 18 cancines del álbum), una producción musical que
contiene dieciocho (18) temas, uno de los cuales es instrumental y está desarrollada bajo el
formato musical contemporáneo del punk-rock, con instrumentos como la guitarra eléctrica,
el bajo eléctrico y la batería acústica, con voces gritadas y guturales, donde es recurrente la
presencia de una voz líder y algunas voces de apoyo principalmente, en los coros, y cuya
imagen del producto se muestra a continuación:
60
Imagen 2. Carátula del álbum “La muerte… un compromiso de todos”, en formato vinilo y del sello
Mort-Discos- None. Tomado de: https://www.discogs.com/La-Pestilencia-La-Muerte-Un-Compromiso-De-
Todos/release/2332159
Finalmente, en tercer y último lugar, mantener presente la pregunta de investigación, que
apunta a indagar sobre las formas semio-discursivas por medio de las cuales se representan
estéticamente los elementos de la situación sociocultural colombiana de los años 80 del
siglo pasado (violencia política, violencia insurgente, violencia del problema narco,
violencia internacional), en la producción musical “La muerte…Un compromiso de todos”,
de la banda de punk la Pestilencia.
Pues bien, en lo que sigue se presentarán los resultados más significativos del análisis,
siguiendo la planeación metodológica descrita anteriormente, donde hicimos coincidir los
objetivos específicos con las fases metodológicas, surgidas de los tres niveles que
constituye el modelo elegido y que trascribimos a continuación:
Nivel de análisis Preguntas clave de su desarrollo
Lo
situacional
¿Estamos aquí y ahora para decir qué cosas, de quién y eventualmente
dirigido a quiénes?
¿Estamos aquí y ahora para intercambiar qué tipo de información; esto es
sobre qué temáticas sociales y/o políticas y quiénes?
¿Estamos aquí y ahora para representar qué papel social, en función de qué
61
prohibiciones y qué compromisos reales o autodeterminados?
Lo comunicacional
¿De qué manera, desde ese aquí y ahora, comunico ese qué a ese quién?
¿De qué manera enunciar lo que deseo comunicar (canales, contextos,
referentes)?
¿Al decirlo de esa manera y con esos recursos, qué deseo sustentar y desde
qué papel lingüístico?
Lo
Semio-discursivo
¿Cuáles son los comportamientos de identidad, enuncivos y enunciativos más
frecuentes en el corpus objeto de atención (lírica musical)?
¿Cuáles son las modalizaciones y las modalidades más frecuentes en el
corpus, objeto de atención?
Cuadro 8. Guía de análisis desde el modelo PSL de P. Charaudeau. Fuente: Elaboración del autor.
4.1. El nivel situacional
Los YOc más representativos de la banda La pestilencia son, Jorge León Pineda, baterista
de la banda quien, en el momento de la producción objeto de atención de esta investigación,
es estudiante de periodismo y tiene contactos en el medio que le dan la oportunidad a la
banda de socializar su propuesta en algunos medios alternativos y universitarios, pero no
llegan a los medios masivos de comunicación hasta mediados de los 90 del siglo pasado; al
cual se une, Héctor Buitrago, uno de los integrantes fundadores de la banda más
destacados, porque posteriormente junto a Andrea Echeverri forman el exitoso grupo
musical ‘Aterciopelados’, con la que han tenido alguna figuración en iniciativas y
campañas sociales de trascendencia. Estos YOc crean unos YOe por medio de los cuales
transmiten sus sistemas de creencias y valores en relación con la sociedad del momento de
ese conjunto de enunciaciones bajo el llamativo nombre de “Pestilencia”, que es sinónimo
de peste, esto es, que remite tanto a una enfermedad mortal como a connotaciones
interesantes entre ellas:
• Algo o alguien que produce gran molestia o desazón por lo que puede hacer o decir,
• Hablar mal de alguien, pronunciando palabras de malestar y aguda antipatía, como
en la expresión “echar (decir) pestes”,
• Escapar o apartarse (simbólicamente) de algo o alguien que resulta molesto o
desagradable por sus actos, como en la expresión frástica “huir de la peste”.
62
Así, pues, frente a la pregunta, sobre lo enunciado a nivel temático y sobre los YUi,
(¿Estamos aquí y ahora para decir qué cosas, de quién y eventualmente dirigido a quiénes?,
¿qué dice la pestilencia en sus canciones?), tenemos las siguientes unidades temáticas:
1. La primera unidad temática encontrada hace referencia a la miseria, la pobreza, y todos
los problemas asociados a esta:
♪ Gente en los tugurios
Viviendo en la pobreza
Viviendo en la miseria
Viviendo entre la mierda
Que los pudre y los apesta
Estas sucio y hambriento
Por la carestía del sistema
2. La segunda unidad temática es el no futuro y la desesperanza, tal como se puede notar a
continuación en esta muestra:
♪ Futuro nunca habrá
Futuro nunca ha habido
Este en mundo que está perdido
Dependiendo de un botón
Y de la decisión
De un idealista cabrón.
3. La tercera unidad temática hace referencia a la guerra local, a la mundial y sus
consecuencias, entre ellas la violencia, las víctimas, las torturas, los secuestros, los
genocidios y los desplazamientos, tal como es visible en el siguiente fragmento:
♪ Cientos de cadáveres
Yacen bajo tierra
Todos caen víctimas
De esta cruenta guerra
63
4. Otra unidad temática reiterativa en el corpus hace énfasis en la corrupción política e
institucional, como es visible en este coro:
♪ Podredumbre y corrupción
Todo es caos en la nación
Burocracia y ambición
Anarquía es la solución.
5. Otra unidad insistida en el corpus contempla la resistencia frente a imposiciones morales,
políticas y familiares, tal como es notorio en el siguiente momento del corpus:
♪ Los primeros dueños son tus padres
Luego la patria y el gobierno
Le debes todo a tu familia
Y a tu dios que en él estas creyendo.
6. La sexta unidad temática frecuente es la represión que a nivel individual y social ejercen
instituciones como la policía y el ejército, como se nota en la siguiente muestra musical:
♪ Tienes unas botas
Tienes una gorra
Tienes una placa
Tienes una pistola
Hechas de solo mierda
Y ya con estas cosas
Nos pegas nos gobiernas
Pero ya sabremos
Acabar con esta mierda
7. Otra unidad temática abundante en el corpus de 18 canciones es la unidad temática tiene
que ver con la crítica a la tauromaquia, tal como se puede evidenciar en este fragmento
musical:
♪ No más congregación
De desquiciados mentales
Que como hordas salvajes
64
Gritan olé
Cuando su sangre se esparce
Por la arena.
8. La octava unidad temática hace referencia a la enfermedad y muerte. Así, por ejemplo:
♪ La irradiación no funciona
Células invasoras
Malignidad difunden
Muerte vascular
Evento terminal
Nótese, entonces que, a nivel temático, el trabajo musical en cuestión refiere la situación
social del momento a través de un repertorio o temas detectados que irradian un ambiente
semánticamente negativo que genera reacciones en las voces de los YOe; algo que
podemos ordenar o super-organizar así:
La corrupción política + la represión institucional > la miseria + la pobreza > el no
futuro + la desesperanza > la guerra local > la enfermedad + la muerte ≥ la resistencia
frente a imposiciones morales, políticas y familiares.
Ahora si nos cuestionamos por las temáticas sociales y políticas trata la pestilencia en su
producción musical, partiendo del análisis acabado de sistematizar, diremos que resulta
interesante hacer notar que, frente a las injusticias institucionales y sociales, la reacción sea,
entonces, resistir frente a ellas. Y, si nos preguntamos en este momento sobre quién habla
explícitamente en sus canciones, notamos que, en la producción, los YOc se refieren
solamente con nombre al presidente de momento, Virgilio Barco Vargas (presidente de
Colombia entre 1986 y 1990), y su crisis de poder en el tema intitulado Fango, cuyo
sinónimo es “lodo o lodazal” y que contiene el espacio de la suciedad, del agua detenida y
‘corrupta’ (corrompida o descompuesta), por lo que no resulta gratuita su sociedad
sintáctica con el verbo “naufragar” (hundirse en el agua), lo que genera una imagen
bastante prístina pero escatológica e infusa que retóricamente alude a un administrador de
la nación manchado y anulado:
65
♪ Trece millones extraviados
Un ministro asesinado
Otros masacrados
Barco ha naufragado.
Obreros obligados
A las urnas a votar
Sus gargantas acaban
Para otro empleo más.
La banda La Pestilencia fue creada a mediados de la década de 1980, exactamente en 1986,
justamente cuando inició su administración el presiente era Barco Vargas, representando el
partido Liberal Colombiano, y que le puso aparente freno o frente al Frente Nacional, y
cuyo contexto histórico estuvo rodeado de avatares tanto positivos como el beneficio de
firmar tratados de paz con el M-19, el Quintín Lame y una división del Epl, como
negativos, como el hecho de cultivar los factores que devendrían en la eclosión de una
cultura mafiosa, los momentos más difíciles generados por los Carteles de la Droga y
manifestados en el recrudecimiento del narcoterrorismo y la muerte de Luis Carlos Galán
(Bushnell, 2014), y que abreviamos a continuación en el siguiente cuadro:
Años Evento Detalles
1962 Aparición de la guerrilla liberal
Farc
Respuesta anárquica del campesinado tras la realineación de
las clases dominantes
1858-
1978
El Frente Nacional El tradicional latifundismo formó grupos paramilitares para
ayudar a enfrentar la subversión
1982-
1985
Primer intento de Proceso de
paz. Habría 6 intentos más en 34
años
El M-19 fue reconocido como un interlocutor y actor
político con su propia ideología, asumido por Betancur
Cuartas
Visibilización del sicariato Asesinato de Rodrigo Lara Bonilla
Toma del Palacio de Justicia Las negociaciones con el M-19 colapsan porque el gobierno
no considera reformas sociopolíticas, sólo ofrece indulto por
dejación de armas
1989
Muerte de L.C. Galán
Su asesinato estuvo concertado por militares, paramilitares,
policía, políticos, narcotraficantes y el director del Das
El M-19 deja las armas y se
convierte en partido político (su
Pizarro casi gana las elecciones para alcalde y en 1990 se
lanza como candidato presidencial. El M-19 fue, entonces, la
principal fuerza política contraria a los partidos
66
nacimiento data de 1974) tradicionales.
El gobierno de Barco firmó
tratados de paz con el M-19, el
Quintín Lame y una división del
Epl
Logro exitoso por restringir la agenda de diálogos. Hasta la
administración Santos, ningún otro presidente logró lo que
instituyó Virgilio Barco Vargas
Cuadro 9. Reconstrucción del contexto histórico de la aparición del Gobierno de Barco Vargas. Fuente:
Elaboración del autor.
Las otras referencias tienen que ver con profesiones y oficios, cargos públicos, criminales y
personas, en general. Así, las cosas, si nos preguntáramos a quién dirigen su trabajo los
YOc de La Pestilencia, es decir los TUi de esta producción, podemos afirmar que el
contenido crítico y simbólico de esta producción se puede considerar de alto impacto, de
interés general, pero la naturaleza rebelde y contestataria del “vehículo” utilizado para su
difusión, el Punk, condicionó radicalmente su difusión. Es una experiencia artística de
vanguardia, que rompió esquemas en un entorno social pacato. No obstante, hay que
advertir que la producción se desarrolló de manera independiente, con recursos limitados y
no se masificó. Los consumidores directos de este trabajo fueron y siguen siendo fanáticos
del rock dentro y fuera del país.
Asimismo La Pestilencia, de manera recurrente, aborda el tema de la marginalidad social, la
miseria, la pobreza y los efectos que esto tienen a nivel social. A nivel político trata el tema
de la corrupción política e institucional y la violencia, por lo que podemos remitirnos
específicamente a la descripción sobre las violencias desarrollado en el capítulo del marco
teórico para entender la trascendencia e impacto de este fenómeno en la Colombia de los
años ochenta del siglo pasado. La violencia social y política generada por la expansión y
fortalecimiento del narcotráfico también es importante en esta producción y está presente
en el tema sicarios que trata del auge de asesinos a sueldo y que fueron impulsados por la
acción de la cultura mafiosa colombiana a mantener sus propias políticas de control y
regulación a través de seguridad privada, el sicariato, bajo el imperio del narcotráfico. De
suerte que narcotráfico y bandas de sicarios teminaron haciéndose un solo cuerpo con el
gobierno y la nación. El siguiente fragmento, da cuenta explícita de esto:
♪ Sucios candidatos
Gastando millonadas
67
En vallas y pancartas
Mientras gente muere
♪ Sicarios, comando de asesinos
Inmediatos
Prestos a matar
Por bajos honorarios
En cualquier lugar
Y sin tener horarios.
Incluso, estos sicarios, no sólo defendías su patrones del mal, sino que eran los autores
materiales de explosión de aviones, de edificios del Estado, de atentados a centros
comerciales, de muerte a políticos que hacían contradiscurso a esa perversa fusión de
cultura narco y Estado, y también comprometidos en sendas campañas de limpieza social,
respecto a ladrones, prostitutas y otros indeseables, como si no fueran más que efectos
sociales generalizados de la corrupción y las injusticias del mismo Estado. Al respecto
comenta el profesor estadounidense David Bushnell, conocido como “El padre de los
colombianistas”:
[…] En la segunda mitad de 1989, la “Guerra de la droga” (como fue conocida) se
avivó brutalmente por el asesinato de Galán, quien parecía haberse asegurado la
nominación liberal como sucesor de Virgilio Barco y a quien solamente una
catástrofe imprevista podía impedirle llegar a la presidencia. El Cartel de Medellín
se encargó de que dicha catástrofe ocurriera y de esa manera obligó a Barco a lanzar
la arremetida más espectacular de todas. En esta ocasión, el segundo hombre del
cartel, Gonzalo Rodríguez Gacha, fue acribillado por la policía. Poco antes,
Rodríguez Gacha y sus asociados habían volado un avión de Avianca en pleno
vuelo entre Bogotá y Cali, con el fin de eliminar a algunos informantes de la policía
que iban a bordo (2014, p. 372).
Es así como asistimos a un ambiente situacional muy complejo el que corean los YOc de
La Pestilencia, pues el Gobierno Barco fue el que soportó la época más violenta en la
historia de Colombia agenciada por el terrorismo y cuya cualidad esencial fue la bravata al
Estado por parte de Escobar Gaviria y Rodríguez Gacha. A pesar de esto, sentó las bases
68
democráticas para que germinara un plebiscito (La Séptima Papeleta), en marzo de 1989,
para la realización de una asamblea constituyente que reformara la Constitución de escrita
en la época de la Regeneración en el siglo XIX. Es así como 26 años después de este
gobierno, en balance de sus acciones se puede leer que uno de sus grandes legados fue:
[…] su eterna lucha contra el narcotráfico, pues desde 1979 cuando era embajador
de Colombia en Estados Unidos, tomó la decisión de firmar el acuerdo de
extradición de los narcotraficantes. Fue una propuesta que quedó varios años
estancada, pero que se comenzó a aplicar hasta mayo de 1985 como consecuencia
de la muerte del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla a manos del Cartel de
Medellín.
A pesar de su incansable lucha para lograr una Colombia en paz, su gobierno estuvo
marcado por sangre de inocentes. Fueron asesinados cuatro candidatos
presidenciales: Luis Carlos Galán, del Nuevo Liberalismo; Bernardo Jaramillo Ossa,
Jaime Pardo Leal de la Unión Patriótica; y Carlos Pizarro, de la Alianza
Democrática M -19. Además del atentado contra el avión de Avianca, carros bomba
en las principales ciudades del país y con ello la muerte de varios inocentes, cientos
de secuestros y mucha presión política (Ipad, 15-IX, 2016).
Es en este contexto situacional de enunciación como se entiende mejor los desarrollos
temáticos y su reacción de resistencia, agenciado por los YOc, reiterando la guerra, la
desesperanza y la muerte como ejes semánticos de denuncia que suscitan su reacción
justificadas en un período histórico donde Colombia vivió uno de los más sangrientos
periodos de violencia, causada por con la doble agresión arrojada por las diversas
ordenaciones guerrilleras y los carteles del narcotráfico y su correlación y sociedad
perversa con entidades y sujetos del gobierno (Ortíz de Zárate, 2017).
Es que, como se sabe, entre las consecuencias de este tipo de alianzas de fin de siglo XX en
Colombia tenemos:
• La ausencia de integración y solidaridad socio-cultural, que hace que se sobrevalore el
individualismo, en detrimento del interés general.
69
• La condena a repetir un mismo esquema operativo de relación con el otro, basado en el
desengaño, la mentira, la engañifa descarada y su desaparición rápida y efectiva2.
• La imposición de una estética de la mafia, basada en el arribismo que se manifiesta en
la exageración y lo ramplón: echar tiros al aire montados en caballos; conducir
camionetas de alta gama con música a alto volumen; usar aviones, cuatrimotos y barcos
veleros propios, usanza de nutritivas fincas, llenas de animales exóticos, gasolineras
propias y garbosas mujeres con aire de reinas; y que se extiende a lo que se ha venido
llamando “traquetización de los ricos” y la” gente de bien en puestos gubernamentales,
pues ya imitan el exhibicionismo irracional de los arribistas o nuevos ricos (Leal y
Ávila, 2010).
Ahora bien, si seguimos nuestro plan de análisis, asumimos la pregunta ¿qué papel social
desempeña La Pestilencia al representarse desde su producción musical? Y, al respecto,
creemos que el rol o papel social y los compromisos de los YOc que podemos percibir a
través de su trabajo están determinados por el hecho de ser artistas y seguidores de la
corriente cultural Punk; ellos manifiestan consignas y valores propios de este movimiento
que, como se sabe, desde sus orígenes siempre fue político y contestatario, aspecto
explicamos con cierto detalle en el segundo capítulo, pero que restacatamos a través de una
idea general al afirmar que la simbología Punk busca romper estereotipos y enfrentar los
valores sociales y políticos tradicionales a través de la propuesta artística radical, que está
fundamentada en la intención de la denuncia y, desde allí, la construcción de una crítica
social. Es que, la oposición política y social que deben enfrentar estas propuestas es fuerte,
porque con ellas se cuestiona lo tradicional y convencional.
En ese orden de ideas, se puede decir que los YOc establecen una tarea de denuncia social
artística a un grupo muy reducido de TUi, y que como afirmábamos atrás era minúsculo por
efectos de una tenue forma de reproducción del material y por una evidente falta de público
2 No gratuitamente el mafioso en Colombia recibe el apodo de mágico, juego fonético por la vecindad de
estos vocablos: los diferentes desaparecen por arte de magia.
70
generalizado y/o interesado en comprender esa estética novedosa para poder representar la
realidad social compartida; Pero, también es deber afirmar que fue reducido porque,
tomando como base la apuesta que, desde el lugar de resistencia, su textualidad producida
es simbólica, visual, sonora y lírica; y desde allí la instalación y la performance es lo que
representaba la propuesta y puesta en escena artística del Punk; algo de lo cual aún la
sociedad de otrora no estaba muy acostumbrada y sensibilizada.
4.2 El nivel u orbe comunicacional
Ahora bien, para comenzar con el nivel intermedio que sugiere el modelo PSL de
Charaudeau, interpelamos el corpus con esta cuestión: ¿de qué manera, en la década de
1980 del siglo pasado, el YOc comunica ese qué a ese quién (TUi)? Pues bien, al respecto
es prudente afirmar que se sabe que los YOc de La Pestilencia desarrollaron esta
producción musical de manera independiente, con el auspicio de la casa Mort-discos; una
tienda de discos especializada y la producción de Arturo Astudillo ex integrante de la banda
emblemática de rock de los años 60 Los Flippers:
[…] Aunque el punk parecía totalmente desligado de lo que había sonado en
Colombia hasta entonces, en el fondo La muerte... un compromiso de todos
guardaba lazos con la historia previa, así fuera en forma accidental. Primero, porque
Buitrago aprendió con un bajo que había conseguido en una ‘barata’ de usados de la
banda Génesis, y segundo porque este disco, grabado en un tiempo récord de 40
horas, contó con la dirección musical en grabación de otra leyenda: Arturo
Astudillo, el fundador de Los Flippers (Solano, 2014, en línea).
Y, por ser independiente, su tiraje fue reducido, no más de mil copias, y la distribución se
limitó a pocas tiendas y al círculo de seguidores de este género musical. La propuesta se
convierte con el tiempo en un clásico del género Punk latinoamericano gracias al voz a voz,
y la estrategia de compartir material discográfico copiando casetes (Cfr. Anexo 2, historia
del grupo musical).
71
Imágenes 3. y 4. Prácticas del naciente grupo juvenil La pestilencia, en la década de 1980 en una
terraza de la ciudad de Bogotá. Tomadas de: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-
14781156
Todo esto sucedió en su momento debido a que hubo unos canales, unos contextos físicos y
culturales de circulación y unos referentes que permitieron la existencia de este tipo de
texturas artísticas. Al respecto, el prestigio de La Pestilencia fue creciendo a tal punto que:
[…] El marginal proyecto de Héctor y Dilson causó revuelo en una casa del barrio
Los Alcázares, donde ensayaban, y luego se propagó por otros sectores bogotanos
como la Candelaria, Bavaria o la Universidad Nacional. Allí, punkeros, metaleros,
niños plásticos, policías, intelectuales y periodistas aumentaron la reputación de la
72
banda, a través de conciertos que terminaban en grescas y titulares de prensa: “La
Pestilencia es uno de los grupos de rock más contestatarios de Bogotá y refleja
como pocos la insatisfacción de los jóvenes (Radiónica, RTVC, en línea).
El Punk es una cultura caracterizada por poseer una apropiación dialectal y unos valores
que, en el caso colombiano y latinoamericano, se ven caracterizados por el cruce de la idea
original concebida en Europa y Norteamérica con la acomodación e interpretación que, en
nuestros países y regiones, se hace de estos. Es por esto que los canales de difusión de la
propuesta, tal y como está expresado en el material anexo que cuenta la historia del grupo
(Cfr. Anexo 2), fueron inicialmente las pocas tiendas especializadas en la comercialización
de este tipo de música, los bares donde se desarrollaron presentaciones e intercambios de
material discográfico y los encuentros o reuniones donde se escuchaba música y se hablaba
sobre ella.
Todo esto en contrate con la ciudad de Medellín, donde las propuestas más radicales de
Metal y Punk tuvieron fácil aceptación; es que en la ciudad de Bogotá este tipo de prácticas
sociales y sus respectivos productos estaba más relacionada con el hipismo y el Rock
clásicos; de suerte que, en la ciudad capital le costó al Punk ganarse un espacio de
reconocimiento; por lo tanto, el círculo de seguidores era reducido; de tal manera que el
contexto de difusión fue el de la inmensa minoría de seguidores del género.
Asimismo, la música y los elementos de la cultura que tomaron los integrantes de La
Pestilencia como referencia para el desarrollo de su propuesta fueron bandas británicas y
norteamericanas, de las cuales copiaron sonido y estética; las que, poco a poco, fueron
integrando valores propios que el movimiento desarrollo en nuestro país. Igualmente,
tuvieron acceso a documentos e información que ayudo a concretar la propuesta tal y como
lo hicieron otros seguidores del género en Medellín.
4.3 El Nivel semio-discursivo
Llegado este momento de análisis, nos instalamos en el nivel semio-discursivo, donde
habitan los dramatis personae o seres de papel (YOe y YUd), que son la máscara mediante
la cual la intencionalidad del YOc es discurrida y lista a ser recibida comprensivamente por
los TUi. Al respecto, el primer cuestionamiento que nos sugiere Charaudeau es sobre el
73
conjunto de los comportamientos de identidad, enuncivos y enunciativos más frecuentes en
el corpus que aquí estamos revisitando. Pues bien, a continuación, damos cuenta de este
tipo de estratagemas discursivas de co-construcción de la realidad social en nuestro
conjunto de letras del álbum musical en cuestión, y sus posibles lecturas inferenciales o
entre líneas.
En un primer momento, tenemos los comportamientos de identidad. Estos son las
circunstancias semántico-pragmáticas que hacen corresponder la relación entre la
coherencia local de un discurso y su tópico central a través de unas estrategias, dentro de
las cuales, las más usadas son la mentira, la ironía, la demagogia, la provocación y el
secreto. La mentira actúa como un acto de habla que inventa o una deforma un
acontecimiento; o lo que es igual, es aquello que no es, pero parece serlo; mientras que la
ironía es consiste en dar a entender lo contrario a lo que se dice. Asimismo, la demagogia
es una práctica que tiene como meta o mantener una adhesión social o ideológica a través
de la construcción de una imagen cómplice; esto es, su meta es persuasiva; mientras la
provocación se caracteriza por desgarrar la identificación TUi=TUd, con lo que se crea una
cierta defensa reveladora donde el TUd queda matizado de una atmósfera malsana
Finalmente, en esto ejemplos se evidencia el secreto o privación de una información
(García-Dussán, 2008).
Pues bien, al realizar el análisis del corpus en función de estos comportamientos, podemos
decir que los más coreados y frecuentes son de la forma de la provocación, ya que a lo
largo de la producción “La muerte…un compromiso de todos”, las palabras y oraciones
buscan generar acción y cambio de actitud en quien escucha. A continuación, relacionamos
un ejemplo bastante representativo, fragmento que pertenece a la letra de la canción “La
ciencia de la autodestrucción”:
♪ Razas de todos los colores
Tomemos una reacción
Potencias monopolizadoras
Analicen esta situación
Países tercermundistas
74
De brazos no nos crucemos
Acabemos pronto con esto
El siguiente ejemplo, corresponde a un fragmento de la lírica de la canción “Vive tu vida”,
también presente en esta producción:
♪ Desde la cuna hasta tu tumba
Tienen elegido tu camino
Al colegio, al ejército, al trabajo
Cásate, procréate y muere
Vive tu vida
Déjate ya de servilismos
Los primeros dueños son tus padres
Luego la patria y el gobierno
Le debes todo a tu familia
Y a tu dios que en él estas creyendo;
Basta de ser tan engañado
Basta de ser manipulado
Reacciona, se tú mismo
Deja de vivir esa mentira
Es de notar que la provocación aquí presente, deja ver cómo los YOc tienen la intención de
lograr que el TUi se identifique con el TUd (♪ Reacciona, se tú mismo
Deja de vivir esa mentira), instalándose un YOc que posee un conocimiento sobre él y
sobre el TUi a través de un TUd que hace o vaya a la acción al sentir la
provocación/incitación. En otras palabras, se ve cómo el YOc hace concordar un YOe con
un TUd que es desfavorable para el TUi, como claramente ocurre en estos versos coreados:
“♪ Estás sucio y hambriento / por la carestía del sistema”; “♪ Explotas y utilizas, gentes
inocentes /Rompes y violas para poder calmar /Tu sed de poder”; o “♪ Sicairos, comando
de asesinos Inmediatos /Prestos a matar / Por bajos honorarios / En cualquier lugar /Y sin
tener horarios).
Entendemos, así, cómo estas provocaciones buscan efectos psicológicos que originen un
cambio comportamental en el TUi, en la medida en que el contenido semántico-pragmático
75
se acerca a su sistema de conocimientos compartidos por vivir en un misma cultura y
padecer las mismas circusntancias de injustica social, aquí centradas en un referente
exofórico “esto” en la expresión “Acabemos pronto con esto” y que luego toman forma a
través de un catafórico, “esa”, que remite al sustantivo “Mentira”, y unido sinonímicamente
a “engaño” o “manipulación”.
En este orden de ideas, dentro del comportamiento de identidad de la provocación, se
sitúa el acto pragmático de hacer creer al TUi que hay TUd sometido a un conjunto de
creencias sobre la realidad social, pero que no es verdadera; esto es la provocación sugiere
la mentira como comportamiento de identidad del Estado, actante abstracto y mayúsculo
que miente:
♪ Desmontemos esta farsa
Obreros obligados
A las urnas a votar
Sus gargantas acaban
Para otro empleo más
Engaños y mentiras
De otro farsante mas
Y el pueblo con hambre
Con hambre seguirá
Suben a su cargo
Y del pueblo no se acuerdan
Suben los recargos […]
Así las cosas, el hacer-parecer-verdadero de unos sujetos que superan al pueblo, no son más
que hacedores de un simulacro de la verdad; pero el YOc desenmascara, a través de la
postura éticamente correcta a través del YOe para dar cuenta de la mentira; o lo que es
igual, el YOc provoca a que salga a la luz la mentira que, brillantemente se resume en la
lírica que da nombre al álbum en mención: “♪ La pestilencia de toda esta sociedad” (Bis).
Ahora bien, en relación con el segundo componente que vamos a definir y relacionar con el
corpus es el componente enuncivo del discurso, entendido como el conjunto de “[…] los
76
comportamientos que resultan de la manera en que el sujeto que habla organiza el discurso
desde el punto de vista de lo que denomino modos de organización del discurso narrativo
(que instituye un sujeto que narra), argumentativo (que instituye un sujeto que argumenta),
retórico (que instituye un sujeto que hace retórica)” (Charaudeau, 1993, p. 45). Pues bien,
esto que, actualmente llamaríamos desde Adam (1996, en Calsamiglia y Tusón 2002), la
secuencia textual prototípica o el esquema predominante y que se puede entender como:
[…] la unidad constituyente del texto, que está constituida por paquetes de
proposiciones, a su vez constituidas por n proposiciones. Podríamos decir que para
Adam, las secuencias prototípicas responden a tipos relativamente estables de
combinación de enunciados, dotados de una organización reconocible por su
estructura jerárquica interna (esquema) y por su unidad compositiva (plan). Se trata
de unidades modélicas (…) la secuencia narrativa, descriptiva, argumentativa,
explicativa y dialogal” (Calsamiglia y Tusón, 2002, p. 265).
Hecha esta aclaración, en el desarrollo de las letras de esta producción musical de La
Pestilencia se evidencia la presencia del componente enuncivo con predominancia de lo
narrativo. En efecto, los YOc, de manera periódica, utilizan constituyentes actanciales (o
agentes de acción), que realizan acciones en espacios y tiempos determinados. En la
siguiente muestra podemos identificar la presencia de este recurso, y que corresponde a un
escenario donde proliferan la pobreza y la miseria. Este fragmento está presente en la
canción “Condición infrahumana”:
♪ Gente en los tugurios
Viviendo en la pobreza
Viviendo en la miseria
Viviendo entre la mierda
Que los pudre y los apesta
Estás sucio y hambriento
Por la carestía del sistema
Asimismo, en la letra de la canción “Los mitos se acaban”, hay una clara alusión de
marcadores sintácticos de tiempo, al igual que en la canción “Ciencia de la
77
autodestrucción”, mientras que en la letra de la canción “Sangre por sangre”, las marcas
espaciales son muy evidentes; mientras que, en tres de las dieciocho canciones, el
embrague o formas sintácticas de presencia en lo enunciado deja ver la identificación de los
YOc con los YOe y su intención de que esa fusión enunciativa (YOc = YOe) se extienda
hacia los TUi:
♪ Somos seres del futuro
Atrás quedó el pasado
Ahora sabemos lo profundo
Satanás ideas de locos
Con paso firme avanzamos
Y los demonios van derrotados
Nuestra mente positiva
Se impondrá sobre el mal
Nuestra mente sabia
Sobre la ignorancia
♪ Futuro nunca habrá
Futuro nunca ha habido
Este en mundo que está perdido
Dependiendo de un botón
Y de la decisión
De un idealista cabrón
♪ División en los partidos
Masacres a campesinos
Propuestas a plebiscitos
Mediación de la iglesia
Debates en el senado
Y el país va cuesta abajo
Guerra de ideales
Por políticos alucinados
Que envían a soldados
78
A matar por patriotismo
A morir por heroísmo
Y el país se va desangrando
Por otra parte, resaltamos un factor muy importante en esta predominancia narrativa, y es la
cualificación actancial y tópica, sin descuidar, eso sí, el uso de algunas figuras de
pensamiento, típicas en la cualificación actancial de los textos creativos o estéticos,
espacialmente metáforas, sinestesias y metonimias. Todo esto lo abreviamos en el siguiente
cuadro:
Actantes o YOe Cualidad retórica Cualidad semántica explícita
La gente, la sociedad
“Viviendo entre la mierda”
Pobre, miserable, sucia, hambrienta,
robotizada, esclavizada, pestilente,
manipulada, engañada
El sistema “sed de poder” Explotador, aniquilador de la gente,
alienador
Cantoneros “no hay brillo en vuestros ojos” Pobres
La nación, el país “fango”, “tierra de locos”, “va
cuesta abajo”, “se va desangrando”
gobernado por “delirios políticos”
Caótica y represiva con sus
instituciones (como la religión)
Policías y militares “cerdos”, “títeres”, Salvajes, ignorantes
Sicarios “muñecos” Torturan y asesinan
Candidatos (alcaldes) “sucios” Derrochadores, engañadores
(Farsantes)
Toreros “Cerdos sádicos,
Sucios sanguinarios”
Cobardes, torturadores
Cuadro 10. Elementos discursivos de la predominancia narrativa de las letras, objeto de estudio.
Fuente: Elaboración propia.
Nótese cómo, a hacer el esfuerzo de abreviar los actantes de las 18 letras de las canciones,
encontramos una oposición actancial donde en un polo se sitúa el pueblo/la gente
(incluyendo los cartoneros), reiteradamente cualificada como hambrienta, manipulada y
engañada; y, en el otro polo, y, en el otro polo, policías, militares, políticos (incluyendo los
sicarios y los toreros -otro tipo de asesinos, esta vez de animales-), quienes son los que
engañan y hacen pasar todo tipo de cuitas al pueblo. Esto deviene en una nación/país
reprimido y deprimido, cuyas irradiaciones metafóricas son claras, a saber: “fango”, “tierra
79
de locos”, “va cuesta abajo”, “se va desangrando”, etc. En suma, una polaridad que revela
agentes del mal (metafóricamente asociados con los “cerdos”, lo que está en priming con el
campo semántico de la suciedad) y pacientes de ese mal, pestilentes sucios, miserables. El
resultado de todo esto es un sistema que explota y aniquila, un sistema que por “su sed de
poder” justifica un sistema caótico.
Es aquí como podemos encontrar un significante que nos parece fundamental para el
análisis de esta lírica musical, a saber: el de sicario, figura sobresaliente de la oposición
actancial, y del lado de aquellos que agencian el mal, emparentado con la muerte como
consecuencia de todos los males padecidos. Es por eso que esta determinación actancial se
asocia, a nivel espacial, con una nación se generaliza con el neologismo de “necrópolis”
Todo esto no resulta gratuito ya que habíamos anunciado que una de las condiciones
sociales y políticas contextuales de la época es la aparición de una cultura mafiosa en la
década de 1980 en Colombia.
Mafioso, capo o traqueto, es aquel que, para defender sus intereses, hace justicia por mano
propia, atendiendo a un código de honor que contempla la engañifa o la mentira, tan
reiterada en el corpus, objeto de nuestra atención, y que se caracteriza por mantener su
pequeña sociedad con protección privada a cargo de sicarios (de hecho, no sólo la
promueve, sino la vende), frente a un Estado incapaz de ofrendar seguridad. Tras ese
empoderamiento, su característica principal es su excentricidad, su “sed de poder” y formas
violentas de solucionar conflictos, a través de torturas y asesinatos (Camacho, 2010).
Las consecuencias de esta cultura mafiosa son, entre otras,
* Una prolongación del clientelismo o intercambio de favores entre caciques/gamonales y
el pueblo, necesitado de una fidelidad a un patrón (violento y mesiánico); esto es, la
existencia de un parapoder donde sólo vale la ley particular, la del cacique; forma que se
reproduce en la vida política del país.
* La corrupción o abuso de un cargo público/privado/político para obtener beneficios
privados, , con el esfuerzo por ocultar tal acción.
* El rebusque o prácticas sociales en las que la población excluida resuelve sus problemas
familiares de supervivencia o, activando acciones de ilegalidad y de delincuencia, lo que
80
genera el atajismo o búsqueda de una solución o una llegada a una meta por medio del
camino más fácil y rápido, lo cual obliga a usar métodos indebidos que se cruzan con varias
formas de corrupción (Mosca, 2007).
Reiteramos así que, al ser el corpus de predominancia narrativa, no se excluye el
componente enuncivo retórico, pero tampoco el componente argumentativo, pues creemos
ver que, en suma, asistimos también a un cierto género llamado epidíctico, donde el YOc,
construye unos YOe (eventualmente unos TUd) en oposición de valores y donde aquellos
que recargan los valores negativos son vituperados; esto es, los polos actanciales son, en el
discurso, los polos de la apología y el insulto o injuria en el trabajo enunciativo (Montoya,
2012).
Ahora bien, frente a las características de lo enunciativo, y que se puede definir como
elementos que ayudan a las realizaciones discursivas tales como la pregunta, la respuesta,
las interjecciones y las exclamaciones, en el desarrollo de las líricas de esta producción
musical se evidencia la presencia reiterativa de interjecciones y exclamaciones, adheridas y
manifiestas en palabras y frases, muchas veces soeces, y que ostentan dolor, rechazo y
molestia y que actúan como complemento a la intención estética y política de esta
producción. A manera de ejemplo un fragmento de la letra de la canción “No”, presente en
esta producción. Así, por ejemplo,
♪ No queremos ley
Ni queremos religión
¡No!
No queremos ya
Esa puta represión
Maldita religión
Maldita represión!
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Otro ejemplo de comportamiento de identidad enunciativo lo encontramos en este
fragmento de la lírica de la canción Olé, un himno punk anti-taurino presente en esta
producción:
♪ Cerdos sádicos
Sucios sanguinarios
Los que reclaman con sadismo
Oreja, rabo, indulto
No más humillación!
No más perversión!
No más fiesta brava!
Sin duda, este tipo de características enunciativas, son marcas del circuito interno de este
corpus que dan energía emocional a lo enunciado. Esto resulta estratégico, puesto que los
YOc al usar este tipo de trabajo suprasegmental (entonación, acentuación), dejan una
noción logopática en sus TUi a través de la construcción discursiva de unos YOe y unos
TUd que revelan la situación sociopolítica del contexto histórico de enunciación. Es decir,
no es sólo un discurso de resistencia contra la represión y las injusticias sociales que vive el
pueblo, es también un grito sensible y pasional que desgarra al enunciarse y golpea al ser
escuchado. Por eso, hablamos de un trabajo estético logo-pático; esto es, que mezcla la
racionalidad de eventos interpretados desde la polaridad excluyente y amoral, sino desde
una emoción que conmueve y, así, permite vivir desde la sensibilidad subjetiva un mensaje
que, al ser interpretado, combina convicción, persuasión y conmoción (logos pathos, ethos).
Todo esto se refuerza con un trabajo efectivo de modalización y uso de ciertas
modalidades, esto es, la presencia de marcas subjetivas explícita del enunciador según su
intención o propósito (Charaudeau, et. al., 1994), sumado a la actitud que ese mismo YOc
manifiesta en su mensaje. Efectivamente, y tal como advertíamos más arriba en este
despliegue analítico, hay tres casos de embrague en todo el corpus: “♪ Hemos creado un
monstruo (…) tomemos una reacción”; “♪ No queremos ley / Ni queremos religión”; “♪
Somos seres del futuro /atrás quedo el pasado / ahora sabemos lo profundo”. Lo interesante
es que en dos de los tres casos, se asocia con un comportamiento elocutivo o dimensión
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locutiva donde el YOc se incluye en el discurso y habla desde un macro enunciador
representativo, lo cual se asocia con la modalización obligativa que, a su vez se asocia con
la modalidad del haber que (Charaudeau, 2003), la cual marca abiertamente la obligación
fuerte y personal.
En suma, YOc que, desde sus juveniles intereses de sacudirse de La política y crear lo
político desde sus versiones, levantan sus voces para exigir el compromiso de un destino
común, más simpático, más inclusivo y menos manipulado políticamente y donde
empalmamos con la importancia del grupo Punk en ese momento histórico de la nación y
donde resaltamos la fuerza de su movimiento y su intención.
5
Conclusión
Una vez hecho el diagnóstico semio-lingüístico del corpus en cuestión, podemos tener una
visión más completa e integral de lo hallado a la luz de la pregunta que nos formulamos
como estrella de Belén que nos permitió todo este encuadre teórico y metodológico.
Nuestra investigación se propuso analizar las formas semio-discursivas por medio de las
cuales se representan estéticamente los elementos de la situación sociocultural colombiana
de los años 80 del siglo pasado en la producción musical “La muerte…Un compromiso de
todos”, de la banda de Punk la Pestilencia.
Pues bien, tras la aplicación de los elementos más sobresalientes del modelo PLS,
descubrimos dos grandes elementos indiciales que nos permitieron comenzar a bordear y
delimitar la respuesta. Estos fueron “sicarios” y “Barco”, los cuales nos condujeron a
analizar la tercera de las violencias propuestas a nivel teórico, la violencia del asunto narco,
y que genera una cultura nueva en Colombia, la cultura mafiosa, que no respeta límites,
pues acoge tanto a los caciques regionales o capos como a los representantes del mismo
Estado, en algo que podemos llamar una estética y ética de la traquetización (Medina,
2014), y esto es lo que están denunciando los YOc de nuestro corpus.
83
Asimismo, a nivel situacional, el corpus fue amable en permitirnos comprender que las
instituciones de poder agencian represión y miseria, manifestándose en la pobreza y
sensación de no futuro. Esta desesperanza se mantiene por una guerra local que sostuvo la
administración liberal de Barco Vargas contra la cultura mafiosa (narcotraficantes y
sicarios), lo que genera un ambiente de enfermedad y la muerte. No obstante, desde el
nivel comunicacional, encontramos que unos YOc denuncian, con base en las premisas de
la lógica estética del Punk y, por tanto, desde la irreverencia y la pulsión contestataria; una
resistencia frente a imposiciones políticas (y hasta familiares, pequeño Estado).
Finalmente, algunos elementos analizados del nivel semio-discursivo nos permitieron
vislumbrar las formas discursivas de adelantar tal intención comunicativa general de La
Pestilencia en este álbum, siendo relevante el hecho de usar la provocación para denunciar
que todo es mentira, que esa talanquera política de momento hace parte de una farsa, que
todo huele mal; rechazo retórico a lo establecido públicamente; lo que evoca la novela del
escritor y periodista bogotano Fernando Quiroz (2006), intitulada “Esto huele mal”, pues lo
que los jóvenes del momento viven, sienten e imaginan es una nación que les ofrece el no
futuro, tal como aparece en la letra de la canción más conocida del álbum, “Vive tu vida”,
una especie de himno generacional que versa sobre la ansiedad ante un futuro obscuro y
que no gratuitamente se refuerza, por esa misma época con la película del director de cine,
guionista y escritor antioqueño Víctor Gaviria con su película “Rodrigo D, no futuro”,
aparecida en el año 1990, y cuyo actante principal es el Punk de factura paisa, encarnado en
jóvenes de las comunas de Medellín:
♪ Desde la cuna hasta tu tumba
Tienen elegido tu camino
Al colegio, al ejército, al trabajo
Cásate, procréate y muere
Vive tu vida
Déjate ya de servilismos
Los primeros dueños son tus padres
Luego la patria y el gobierno
Le debes todo a tu familia
Y a tu dios que en él estas creyendo
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Basta de ser tan engañado
Basta de ser manipulado
Reacciona, se tú mismo …
Asimismo, sabemos que, por el hecho de ser narrativa esquemática la predominancia de sus
líricas o textos, y sin descuidar su reconocimiento retórico y argumentativo (especialmente
con marcas de discurso epidíctico), atendimos a la construcción discursiva de los espacios y
de los tiempos. En relación con los primeros, vimos como quedan reducidos a lugares de
muerte (a necrópolis o camposantos), asociados todo el tiempo metafóricamente con
lugares sucios, pestilentes, malolientes, lo cual permite resaltar una perspectiva donde la
sensibilidad educada estéticamente, desde el sentido del olfato, viene a dar significación a
los lugares y a la existencia de los que allí los habitan. De esta suerte, como topos sociales,
se dibujan discursivamente cercanos a los sarcófagos mismos y evocan los muertos vivos
de los primeros cuentos de García Márquez, los compilados en Ojos de perro azul (2012).
Fulgores de sentido que no cesan de producirse en la interpretación pues, desde la lógica de
la semiosis infinita, el cadáver, en todo caso es lo que “huele mal”; es lo pestilente o
hediondo, como el título del trabajo artístico en cuestión y que, de entrada, nos recuerda
que “la muerte… es un compromiso de todos”; esto es, una responsabilidad de pueblo y
gobierno, y no de algunos, lo cual puede leerse entre líneas como que aquí no hay víctimas
ni victimarios, sino que todos aportamos a la conformación de la necrópolis colombiana;
unos por corruptos y engañadores; otros por pasivos y serviles que no se sacuden de la
imposición y “viven la vida”: “♪ Basta de ser tan engañado; basta de ser manipulado;
Reacciona, se tú mismo …”. Los muertos vivos son, entonces, parásitos que, tomándose el
atributo de la modalidad del haber que, los YOc desean despertar; mostrando así, su
carácter contestatario y su función política frente a la política, encarnada en la Urbs (de ahí
que sigamos sosteniendo su función de resistencia, objeto del campo comunicación-
educación).
Ahora, todo esto sucede en tiempos circulares generados por la violencia, una violencia que
en nuestra nación hecha mito (Pecaut, 2015), hace que el tránsito del locus nacional de
otrora, marcado por la violencia rural, cede su paso a un territorio de muerte, de no futuro;
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en suma, una universalidad perversa sobre el territorio que justifica vivir en una “tierra de
locos”, y que justifica, sin pena ni gloria, con una resignación patética por parte del pueblo,
las masacres, la cobardía, la explotación, la represión, el salvajismo social, la ignorancia del
pueblo, el asesinato al líder, la alienación o cosificación (como cuando el pueblo se reduce
a las estadísticas de muertos por la guerra de hace más de medio siglo, o como cuando se
cuentan las masacres exclusivamente como bajas de civiles o como cuando se habla sin
ningún contexto ni piedad de más de 10.000 falsos positivos en el gobierno anterior).
Es así como el tempus que ha regenerado la violencia en Colombia es el de la eterna
repetición: la violencia de hoy, es la actualización de La Violencia, que es reflejo de las
guerras civiles del siglo XIX que, a su vez, es la guerra entre centralistas y federalistas, y
que repica el trauma de nativos y conquistadores. La Violencia, se reduplica en cada década
y consume toda representación de la violencia desde 1948. En todo caso, la violencia se ve
en sí misma y se fetichiza, siendo extraña su comprensión como síntoma del cuerpo social y
que sólo se pone entre paréntesis en la versión discursiva estética; en este caso, musical, de
la melodía del Punk bogotano de hace 33 años; por cierto, la edad de un inmolado
injustamente: Jesucristo.
La relación de este trabajo con el campo comunicación-educación la podemos encontrar en
la referencia que establece el investigador y profesor Jorge Huergo cuando plantea que las
comunidades y los colectivos sociales que las constituyen desarrollan diversas
producciones culturales, con gran significado y sentido, que se resisten a la hegemonía
predominante de las industrias culturales, producciones que podemos entender como una
clara manifestación de resistencia frente al discurso hegemónico existente.
Es al interior de los espacios socio-comunitarios donde se generan estas formas de
expresión diversa entre las que encontramos música, cine, radio y televisión, producidas
todas con un carácter alternativo, autónomo e independiente en su forma y en sus objetivos.
Los YOc de nuestro corpus a través de su producción musical y literaria enmarcada en la
cultura marginal y alternativa del punk cumplen con esta premisa.
86
Referentes bibliográficos
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87
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Editorial punto de lectura.
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lineahttps://www.rollingstone.com.co/principales/blog/crestas-pogos-taches-y-fango-el-
nacimiento-de-la-pestilencia
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Anexos
Anexo No. 1 Letras de las cancones “La Muerte… Un compromiso de todos”
1. Ciencia de la autodestrucción
Hombres inteligentes gran pensantes
Hemos creado un monstruo
Las bombas radioactivas y nucleares
Que descompondrán la humanidad
Quien totalmente se autodestruirá
Ya creador no hay para volver a comenzar
Como dijo la sagrada maldición
El universo en siete días lo creo
Razas de todos los colores
Tomemos una reacción
Potencias monopolizadoras
Analicen esta situación
Países tercermundistas
De brazos no nos crucemos
Acabemos pronto con esto
Futuro nunca habrá
Futuro nunca ha habido
Este en mundo que está perdido
Dependiendo de un botón
Y de la decisión
De un idealista cabrón
La tercera guerra mundial
Sera un estruendo nuclear
Donde historiadores no podrán narrarla
Y los humanos no podremos resistirla
Las invenciones científicas
Lejos de liberar de la ignorancia
y del trabajo envilecedor
Lo aumentan
Y hacen más refinada la servidumbre
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2. Condición infrahumana
Gente en los tugurios
Viviendo en la pobreza
Viviendo en la miseria
Viviendo entre la mierda
Que los pudre y los apesta
Estas sucio y hambriento
Por la carestía del sistema
Torturantes jornadas
Ambientes malsanos
Obreros robotizados
Ilusiones aniquiladas
Esclavos subhumanos
Zombis hambrientos
Casuchas pestilentes
Sometidos a una vida de hambre
Regalados a trabajos mal pagos
Máxima degradación del hombre
Es la condición infrahumana
Ansia irrefrenable de venganza
En la tristeza de los tugurios
Esperan un día imposible la riqueza
3. Sed de poder
Explotas y utilizas, gentes inocentes
Rompes y violas para poder calmar
Tu sed de poder
Sed de poder
Rompes y violas
Los derechos humanos
Robas y engañas
Esa peste sed te va a aniquilar
Sed de poder
90
Para poder calmar tu sed de poder
Alineación comercial
Para aumentar el consumo
Maldad subliminal
Siempre nos va a utilizar
Para poder calmar tu sed de poder
Sed de poder
4. Cartoneros
La basura es su sustento
Recorriendo todo el día
Las calles por el cartón
Viviendo de la basura
Viviendo en los desperdicios
Que los ricos desecharon
Cartoneros todo el día
Escarbáis para darle
De comer a vuestros hijos
Cartonero la pobreza
Te acompaña hasta el final
Ya no hay brillo en vuestros ojos
La esperanza se ha perdido
El sistema te aniquila
Ya no puedes hacer nada
5. Fango
Podredumbre y corrupción
Todo es caos en la nación
Burocracia y ambición
Anarquía es la solución
Fango, fango, fango, fango
Trece millones extraviados
Un ministro asesinado
91
Otros masacrados
Barco ha naufragado
Fango, fango, fango, fango
6. Sicairos
Sicairos, comando de asesinos
Inmediatos
Prestos a matar
Por bajos honorarios
En cualquier lugar
Y sin tener horarios
Torturando, secuestrando
Asesinando
Tienen armas y poder
Nos vienen a aniquilar
Segovia, La Mejor Esquina
Victimas de la guerra sucia
Éxodo en los campos
Miseria en la ciudad
La muerte tiene precio
Y ellos pagaran
7. Pestilencia
La pestilencia de toda esta sociedad
La pestilencia de toda la sociedad
La pestilencia de toda la sociedad
La pestilencia de toda esta sociedad.
8. Destrucción y muerte
92
Cientos de cadáveres
Yacen bajo tierra
Todos caen víctimas
De esta cruenta guerra
Campos de la muerte
Desechos radioactivos
Seres deformados
Cuerpos putrefactos
Holocausto nuclear
Necrópolis sin fin
Destrucción y muerte
Son los legados de la guerra
9. Tercos
Cuales son los cerdos
Son títeres de verde
Son unos salvajes
Le pegan a la gente
Pero ellos son más tontos
Les pega mi teniente
Son tan ignorantes
Que obedecen sin pensar
Porque estos regalados cerdos
No piensan por sí mismos
Te desprecian y te odian
Te pegan por el culo
Porque eres un lambón
Dizque amas a tu mundo
Tienes unas botas
Tienes una gorra
Tienes una placa
Tienes una pistola
Hechas de solo mierda
Y ya con estas cosas
Nos pegas nos gobiernas
93
Pero ya sabremos
Acabar con esta mierda
10. Vive tu vida
Desde la cuna hasta tu tumba
Tienen elegido tu camino
Al colegio, al ejército, al trabajo
Cásate, procréate y muere
Vive tu vida
Déjate ya de servilismos
Los primeros dueños son tus padres
Luego la patria y el gobierno
Le debes todo a tu familia
Y a tu dios que en él estas creyendo
Basta de ser tan engañado
Basta de ser manipulado
Reacciona, se tú mismo
Deja de vivir esa mentira
11. Desmontemos esta farsa
Sucios candidatos
Gastando millonadas
En vallas y pancartas
Mientras gente muere
Muertes ignoradas
Desmontemos esta farsa
De alcalde popular
Desmontemos esta farsa
Obreros obligados
A las urnas a votar
Sus gargantas acaban
94
Para otro empleo mas
Engaños y mentiras
De otro farsante mas
Y el pueblo con hambre
Con hambre seguirá
Suben a su cargo
Y del pueblo no se acuerdan
Suben los recargos
Y se auto secuestran
Colombia tierra de locos
Un país sin moral
Que pronto lo exterminaran
12. Metástasis cancerosa
Neoplasia maligna
Invade el organismo
Septicemia asesina
Corre por las venas
Cáncer escrotal
Se propaga veloz
Carcinomas y sarcomas
Se replican y proliferan
Metástasis cancerosa
Metástasis cancerosa
Hemorragia interna
Necrosis general
Conmoción general
La irradiación no funciona
Células invasoras
Malignidad difunden
Muerte vascular
Evento terminal
13. Apatía
95
Apatiaaaa
14. No
No queremos ley
Ni queremos religión
No
No queremos ya
Esa puta represión
Maldita religión
Maldita represión
15. Los mitos se acaban
Somos seres del futuro
Atrás quedo el pasado
Ahora sabemos lo profundo
Satanás ideas de locos
Con paso firme avanzamos
Y los demonios van derrotados
Nuestra mente positiva
Se impondrá sobre el mal
Nuestra mente sabia
Sobre la ignorancia
Los mitos se acaban
Las leyendas se escupen
El futuro no permite
Continuar idioteces
Ni dios ni satán existen
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16. Olé
Traje de luces, música
Toreros cobardes
Torturadores de animales
Cerdos sádicos
Ojalá tu próximo toro
Te saque las tripas
Cerdos sádicos
Sucios sanguinarios
Los que reclaman con sadismo
Oreja, rabo, indulto
No más humillación
No más perversión
No más fiesta brava
No más congregación
De desquiciados mentales
Que como hordas salvajes
Gritan olé
Cuando su sangre se esparce
Por la arena
Descansen en paz
Toros del mundo sacrificados
De tan horrendo espectáculo
Tu coraje y bravura
Llena de veneno nuestras entrañas
Torero ojalá en el más allá
Los toros que humillados
Y desangrados han caído
A tus pies
Te entierren de
Monumental cornada
Y de cabezas para siempre
En el mismísimo Infierno
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17. Sangre por sangre
División en los partidos
Masacres a campesinos
Propuestas a plebiscitos
Mediación de la iglesia
Debates en el senado
Y el país va cuesta abajo
Guerra de ideales
Por políticos alucinados
Que envían a soldados
A matar por patriotismo
A morir por heroísmo
Y el país se va desangrando
Sangre por sangre
Compra de armas
Venta de drogas
Matanzas tras matanzas
Países acabados
Ideas van cayendo
Vidas destrozadas
Ilusiones aniquiladas
Cientos de guerrilleros
Cientos de soldados
Son enviados al frente
Por idealistas dementes
A morir por trapos de colores
Crean delirios políticos
Y celos territoriales
18. Los bribones perderán el sueño (parte 2)
Instrumental
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Anexo No. 2 Artículo, historia de la Pestilencia. Tomado de: https://www.rollingstone.com.co/principales/blog/crestas-pogos-taches-y-fango-el-nacimiento-de-la-pestilencia