La Mudanza

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La mudanza Celia Barral 4ºB

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Cuento escrito por alumna de 4º de Primaria

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La

mudanza

Celia Barral

4ºB

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Era se una vez una niña que le gustaba mucho su colegio, pero un día sus

padres le dijeron que se iban a cambiar de casa, a la niña que se llama María

le pareció genial hasta que le dijeron:

-Hija te tienes que cambiar de colegio.

-¡Qué dices!

-Lo siento mucho María.

-¡Pero no quiero¡-dijo María mientras se iba enfadada.

-Espera María.

María llegó a su habitación y empezó a hablar para si misma diciendo:

-Hay odio a mi familia siempre me quieren arruinar la vida que horror, pero no

me quiero cambiar de colegio, ni si quiera he preguntado a donde vamos a vivir

a lo mejor me he pasado un poco voy a pedir perdón.

María está bajando al salón y se encuentra con muchas cosas recogidas y le

dice a su madre:

-Donde nos vamos a vivir.-le pregunta con voz de tristeza.

-Lo primero no te pongas triste por lo que has hecho, segundo pídele perdón a

tu padre y tercero pregúntale a él.

María busca a su padre y por fin lo encuentra y antes de decirle nada a su

padre se lo dice su padre que se llama Ramón a ella:

-Que vienes otra vez a decirme que me odias…

María le corta la palabra y dice:

-Nada de eso, vengo a pedirte perdón por lo que te he dicho antes, y a

preguntarte donde vamos a vivir-dice María.

-O María nos vamos a vivir a Francia con nuestra familia los abuelos, los tíos,

los primos…y gracias por el perdón. A mi también me cambiaron de colegio

cuando tenía 10 años y me enfade todavía más que tú así que…

María se empezó a reír y la madre que se llama Patricia también mientras que

decía:

-A merendar.

Al día siguiente María se fue al colegio y le dijo a su profesora que si sabía que

se iba del colegio, la profesora que se llama Carla le dijo si que ya se había

informado, se le iba a hacer un vacío muy grande.

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Llegó el día de marcharse de allí todos en el colegio estaban llorando, ellos

también y los amigos de mis padres. ¡Les iban a echar mucho de menos!

Después de unos años se encontraban tan cómodos como allí tampoco se

querían ir y María y su familia dijeron:

-¡Me encanta este sitio!