La Niña Que Fue Salvada de Un Aborto en Paraguay

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12 E sta es la historia de un milagro, milagro de la vida y mila- gro del amor de Dios y de una familia. Horizontes accedió a ella a través de una sincera charla familiar. No daremos nombres para proteger la privacidad de sus protagonistas pero podemos dar fe de que la historia es verdadera: Encontramos a la Familia reunida en su casa en una apacible tarde de sábado. La conversación se inició distendidamente en el patio de la casa explicándonos que la “niña” se encontraba al tanto de nuestra visita, puesto que le habían adelantado que hablaría- mos sobre una “hija del corazón” adoptada por sus Padres. Que ella sería la “hija” y que ellos serían los “padres”. Nada más nor- mal, como todo lo que hace esta familia, haciendo ordinariamente cosas extraordinarias. HORIZONTES

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Esta es la historia de un milagro, milagro de la vida y milagrodel amor de Dios y de una familia. Horizontes accedióa ella a través de una sincera charla familiar. No daremosnombres para proteger la privacidad de sus protagonistaspero podemos dar fe de que la historia es verdadera

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    Esta es la historia de un milagro, milagro de la vida y mila-gro del amor de Dios y de una familia. Horizontes accedi a ella a travs de una sincera charla familiar. No daremos nombres para proteger la privacidad de sus protagonistas pero podemos dar fe de que la historia es verdadera:Encontramos a la Familia reunida en su casa en una apacible

    tarde de sbado. La conversacin se inici distendidamente en el patio de la casa explicndonos que la nia se encontraba al tanto de nuestra visita, puesto que le haban adelantado que hablara-mos sobre una hija del corazn adoptada por sus Padres. Que ella sera la hija y que ellos seran los padres. Nada ms nor-mal, como todo lo que hace esta familia, haciendo ordinariamente cosas extraordinarias.

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    la nia cuenta hoy, aproximadamente, con 7 aos de edad, entr a sus vidas una tarde a travs de la llamada telefnica

    de una amiga quien sin rodeos plante: Nacer una criatura

    y necesitar de una familia, la van a querer? La

    madre respondi que s inmediatamente. Haca

    aos que rogaba a Dios por ello, ya que el segundo hijo tan deseado no llegaba

    y prcticamente no haba posibilidades de

    concebirlo en su propio vientre. Pero haba an dos

    miembros ms de la familia quienes deban ser consultados.

    El Pap y el hijo tambin dijeron que s. Llegada la noche y tras una

    segunda llamada que confirmaba que la criatura era una nia, se reunieron y an tuvieron que atravesar por una

    dificultad: el hijo menor quera un hermanito y no una hermanita; esto

    dej en cuarto intermedio la decisin hasta el da siguiente. La luz del

    nuevo da trajo la decisin unnime: vamos a buscar a nuestra hija!

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    E ste slo fue el comienzo de las sorpresas. Al ir a buscar al nuevo miembro de la fa-milia les fue entregada una criatura envuelta en frazadas, a quien inmediatamente llevaron al pediatra de confianza para una revisin; all se depararon con que la nia no te-na ni siquiera un kilo de peso; era un pequesimo ser de 6 meses de gesta-cin... estaban ante una frgil criatura

    A\Q\`^bRQN_\[N`b a`NQ\ `fNYN]_RTb[aNQR^bR` VYN[VNcVcV_~NRYQ\Pa\__R`]\[QV'@~RYYNcNNcVcV_ prematura. Todos quedaron asusta-dos y a la pregunta de que si la nia vivira, el doctor respondi: S, ella va a vivir! Tiempo despus el propio m-dico reconoci que ni l mismo saba si eso ocurrira. Como mayores datos tuvieron el detalle de que haba acudi-do al centro asistencial una mujer con trabajo de parto y que manifestaba que no la quera puesto que estaba a

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    punto de emprender viaje a Espaa. Nadie supo determi-nar las circunstancias que influyeron para dicho trabajo de parto tan anticipado; lo cierto es que la mujer abandon el centro asistencial poco tiempo despus del alumbramien-to, sin querer saber siquiera si estaba viva o muerta la hija. De la nia se encargaron personas caritativas que busca-ron una familia dispuesta a hacerse cargo de tan difcil si-tuacin. La madre biolgica, muy por el contrario, huy del lugar sin mirar atrs, pensando tal vez que ya se haba acabado su problema.

    Pero se problema fue la bendicin para la nue-va familia de la nia, se dio inicio all mismo a un tiempo de cuidados intensivos y de mucho, mucho amor. De se tiempo recuerdan con emo-cin detalles impresionantes: La nia qued en incubado-ra unos diez das aproximadamente en el que la visitaban diariamente. Cuando pudieron retirarla de all fue llevada a un cuarto de la casa en dnde no podan entrar sino com-pletamente cubiertos con ropas especiales para no expo-nerla a peligros del ambiente. El riesgo de vida continuaba latente y el temor de posibles secuelas era constante. La alimentacin era proporcionada por centmetros: primero tres, luego cinco y aumentaba lentamente. Deban instarla a la succin; la nia tuvo que aprender a alimentarse. Su sobrevivencia dependa de su reaccin a los cuidados. Re-cuerdan que su piel y uas eran prcticamente transparen-tes. Tan pequea y frgil! Pero luchaba firmemente por la vida! Aumentaba de peso de 100 en 100 gramos cada mes. Recin a los 6 meses pudo respirarse con ms tranquilidad.