La Odisea

Capítulo 1 – La vuelta de Ulises:

Luego de 10 largos años termina la guerra de Troya, Ulises y sus hombres empiezan el viaje de vuelta hacia Ítaca.

Primero llegan a la isla de los cicones, entran en la ciudad y saquean un gran botín pero antes de escapar, los ciudadanos que eran muchos más, los atacan. Sólo algunos logran escapar con Ulises y ni siquiera consiguen llevarse el botín.

A continuación, zarpan de nuevo y llegan a la isla de los lotófagos (llamados así porque comían la flor de loto, a causa de eso perdían la memoria y se la pasaban tirados en el suelo soñando). Algunos de sus hombres se dirigen hacia el pueblo y los lotófagos les dan a probar la flor, los soldados se olvidan de todo, y se quedan ahí junto a los ciudadanos.

Capítulo 2 – Ulises y los Cíclopes

Los navegantes no volvían y Ulises se adentra en la isla a buscarlos. Así logra ver lo que sucedía. Con la ayuda de los demás navegantes lleva hacia el barco a las tropas afectadas por la flor. A continuación siguen el viaje.

Llegan a la isla de los Cíclopes. Durante un día hacen festines en la playa. Al día siguiente Ulises y 12 soldados van a explorar la isla y se encuentran con una cueva. Adentro había muchos quesos, leche y vino. En vez de robarse todo, Ulises decide esperar a que llegue el dueño para pedírselo gentilmente.

A la tarde llega Polifemo con sus ovejas, levanta una piedra gigante y tapa la entrada de la cueva. Empieza a ordeñar a los animales, separa la mitad de la leche para hacer quesos y la otra mitad se la toma. Prepara una fogata gigante y con la luz logra ver a los soldados. El gigante le pregunta quiénes son, Ulises le responde que eran soldados de Grecia y que por Zeus les otorgue su hospitalidad. Polifemo le dice que los cíclopes no creen en dioses, toma a 2 soldados, los mata, los asa en la fogata y se los come, luego se tira a dormir.

Al día siguiente Polifemo se levantó y desayunó 2 hombres más. Cerró la puerta con la piedra y se fue con sus ovejas. Ulises y sus hombres preparan una lanza muy grande y le endurecen la punta con fuego, finalmente la esconden. A la tarde vuelve con sus ovejas, las ordeña y más tarde cena a 2 hombres más. Ulises le ofrece el vino de los griegos, el gigante acepta y se termina emborrachando. El cíclope le pide que le diga su nombre y que lo iba a recompensar. Ulises le dice que se llamaba Nadie. Luego el gigante cayó en el sueño. Ulises y otros 4 hombres toman la lanza y se la lanzan al ojo. Luego se esconden, el gigante ciego no podía vengarse, entonces llama a los demás cíclopes y les dice que Nadie lo había herido a traición. Estos piensan que había enloquecido y se van.

Ulises y los soldados se atan debajo del vientre de los carneros, para poder escapar. A la mañana siguiente el gigante abre la puerta para que se vayan las ovejas y así logran escaparse Ulises y los otros 6.

Luego llegan al puerto y suben a los barcos, al rato parten de allí. Ulises le grita al gigante su verdadero nombre y este se enfurece y le dice a Poseidón, su padre, que se vengue de él, Poseidón lo escucha aunque no le responde.

Capítulo 3 – Ulises y Circe

Luego Ulises y los demás llegan a una isla con un palacio rodeado de murallas de bronce. Era el palacio de Eolo, el dios del viento. Éste agasaja a Ulises y sus hombres durante un mes y por último le regala una piel de buey con todos los vientos dentro, para poder volver a Ítaca rápidamente.

Ulises sigue su camino hacia Ítaca con todas las provisiones que le había dado Eolo y llegan a ver la tierra y los bosques de Ítaca. Ulises decide ir dormir antes de llegar.

Mientras duerme los navegantes desconfían de Ulises y abren la piel de buey para ver cuál era el regalo. La furia de los vientos se desatan y se alejan muchísimo de Ítaca, hasta que llegan de nuevo a la isla de Eolo. Entran al palacio nuevamente y Ulises le explica lo sucedido a Eolo, éste se enfurece y les ordena que se vayan de la isla.

Luego de varios días llegan a otra isla y un grupo de navegantes se dirige hacia el pueblo para ver quienes lo habitaban. Al llegar descubren que eran gigantes caníbales y los soldados corren para escapar. Los gigantes destruyen casi todos los barcos y solo queda uno. Muchos soldados mueren.

Ulises y los sobrevivientes escapan y tardan varios días hasta llegar a la isla de Eea. Ulises forma dos grupos, uno liderado por él y el otro por Euriloco, su cuñado. Luego de un sorteo el grupo de su cuñado se dirige hacia la mansión de circe y ésta les ofrece comida y bebida. Al finalizar el banquete los transforma en cerdos. Euriloco se había quedado afuera de la mansión y al ver que no salían de ella corrió para advertir a Ulises. Al enterarse, éste se dirige solo hacia la mansión y se encuentra con Hermes. Le da una flor que neutralizaba los poderes de Circe y le explica que tenía que hacer para vencerla.

Ulises entra a la mansión y Circe hace lo mismo que con los demás. Cuando lo intenta convertir Ulises salta encima y le dice que jure que no le iba a hacer nada. Circe le jura y Ulises llama a los demás tripulantes. Allí pasan un año entero, de banquete en banquete hasta que decidieron seguir su viaje. Circe le explica cómo debía hacer para volver.

Capítulo 4 – Ulises y las sirenas

Circe le había advertido de la isla de las Sirenas. Su canto tentaba a los marineros y los conducía a la muerte. Los navegantes se tapan los oídos con cera de vela y solo Ulises queda sin tapones, que es atado a un mástil para que no pueda moverse. Al pasar por la isla Ulises escucha el canto y le pide a gritos a los soldados que lo desaten, pero estos no le obedecen y así se alejan de la isla.

Capítulo 5 – Nuevos Peligros

Ulises y sus hombres llegan a un estrecho pasaje en donde había dos gigantes rocas. En una de ellas vivía Escila, un monstruo de 12 patas y 6 cabezas que devoraba todo lo que pasaba por allí. En la roca de en frente vivía Caribdis, otro monstruo que absorbía toda el agua y la metía en su cueva, así devoraba todo lo que entraba.

Ulises se preparó para atacar a Escila pero este no salió entonces se concentró en Caribdis. Se alejaron tanto de la cueva de Caribdis que se acercaron a la de Escila, entonces este salió y los ataco devorando a muchísimos hombres. Finalmente lograron salir de allí.

Luego de unos días llegaron a una isla en donde había muchísimas vacas. Circe le había advertido a Ulises que si mataban a un animal de esa isla iban a morir. Ulises quiso seguir de largo pero los hombres insistieron en descender allí. Ulises les dijo que no mataran ningún animal. Estuvieron un mes en esa isla (porque durante ese mes hubo tormentas muy grandes y era peligroso navegar), tanto tiempo que se les acabaron los alimentos, entonces los hombres, mientras Ulises estaba en el bosque, decidieron matar a los animales. Cuando Ulises volvió del bosque y se encontró con esto no lo pudo creer. La carne de los animales producía ruidos como gritos y las pieles serpenteaban. Esto era lo que le había advertido Circe.

Temerosos escaparon rápidamente de esa isla. En el mar una gran tormenta tumbó el barco arrojando a todos al agua. Ulises logró agarrarse de un mástil y ahí estuvo durante horas, hasta que se durmió en él. Cuando se despertó se dio cuenta de que estaba de nuevo en las cuevas de Escila y Caribdis y éste absorbió toda el agua. Ulises logró agarrarse de una roca. Luego se subió a un trozo de madera que había quedado y se escapó remando con los brazos. Nueve días estuvo navegando hasta que llegó a la isla de Calipso.

Capítulo 6 – Ulises y Calipso

Al llegar Ulises durmió en la costa durante un largo tiempo. A la mañana se levantó y se adentró en el bosque hasta llegar a una gruta. Allí se hallaba Calipso. Ésta trató con bondad a Ulises, lo cuidó e hizo que descansara. Sin barco, Ulises no tenía otra opción que quedarse allí. Él estaba triste y extrañaba a su familia.

Así pasaron 8 años. Atenea observaba a Ulises y decidió ayudarlo, fue a hablar con los dioses a pedirles que se apiaden de él. Los dioses llamaron a Hermes, su mensajero. Éste se dirigió a la isla y le dijo a Calipso que ayudara a Ulises para que pueda volver a Ítaca. A Calipso no le gustó la idea porque lo amaba, pero al ver lo triste que era Ulises no le quedó otra opción.

Lo encontró en la playa y le dijo que lo iba a ayudar. Cuatro días tardó en preparar la balsa Ulises. Él consiguió la madera y Calipso las telas necesarias. Al día siguiente se despidió de Calipso y emprendió el viaje con sus provisiones.

Después de 18 días llegó a ver a lo lejos la isla de los feacios, pero Poseidón al ver que seguía su viaje le envió una gran tormenta y una ola gigante destruyó la balsa tirándolo al agua.

Capítulo 7 – Atenea, Protectora

Con todas sus fuerzas Ulises logró subir a un tronco de la balsa y descansar un poco. Una ninfa se le apareció, le dio un velo, y le dijo que se lo ponga en la cintura, pero que antes se saque su ropa mojada. Cuando llegara a tierra, él debía tirar el velo al agua para regresárselo. Ulises le hizo caso y luego se tiró a nadar hacia la isla.

Tres días enteros nadó sin parar, entre rocas filosas y muchos otros obstáculos hasta que finalmente con la ayuda de Atenea llegó a las playas. Tiró el velo al agua y este desapareció rápidamente. Casi sin poder caminar hizo una cama con hojas en el suelo y se acostó a dormir.

Capítulo 8 – Náusica

El rey de los feacios tenía una hija llamada Náusica, era muy bella. En sus sueños Atenea le dijo que pronto se casaría y que debía ir a lavar su ropa a la costa.

A la mañana Náusica obedeció y fue a pedirle a su padre el carro para poner la ropa. Ella y sus amigas fueron hacia la costa, lavaron la ropa y luego se pusieron a jugar a la pelota. En un momento la pelota se fue hacia el agua y cuando Náusica fue a buscarla vió a Ulises en la playa.

Náusica fue la única que se animó a hablarle, las demás escaparon. Luego de ver que no era malvado, las amigas se acercaron, le dieron ropa y comida. Después se fueron en el carro hacia la ciudad, pero para que no burlen a Náusica por andar con un náufrago, Ulises se quedó afuera.

Capítulo 9 – Ulises entre los feacios

Luego de una hora entró solo y fue al palacio. Entró a él, hasta llegar a donde estaba la reina. Se arrodilló frente a ella y se presentó. De buena manera los esclavos de los reyes le dieron comida, bebida y otros manjares. Durante varios días hubo fiestas y festejos. En uno de los festejos, la gente cantaba una canción de Troya y las aventuras de Ulises. Al ver sus lágrimas, el rey se dio cuenta de que Ulises era él. A causa de esto le regaló una hermosa espada y todos le hicieron regalos.

Al llegar la noche se despidió de Náusica y le prometió que no la olvidaría. A la mañana siguiente Ulises partió en un barco de los feacios con un grupo de marinos. En el medio del viaje se durmió, y al llegar, los marinos lo dejaron en las costas de Ítaca, junto a todos sus regalos. Cuando despertó pensó que lo habían traicionado, pero se le apareció Atenea y le contó lo que pasaba.

Capítulo 10 – La tela de Penélope

Largos años pasó Ulises lejos de su casa. Mientras Telémaco, su hijo, crecía. Éste siempre recordaba a su padre, y deseaba verlo. Tanto tiempo pasó Ulises fuera de Ítaca, que se creía que había muerto. Los nobles de la corte querían casarse con Penélope, la esposa de Ulises, para obtener su fortuna. Entonces éstos se instalaron en el palacio y vivieron allí durante años, de banquete en banquete.

Penélope instaló un telar y comenzó a tejer una tela. Todo el día se pasaba tejiendo, y a la noche, deshacía lo tejido. Esto lo hacía como excusa para no casarse con los pretendientes, hasta que no terminara la tela no se casaría con ninguno.

Un día llegó al palacio un bello guerrero, era Atenea disfrazada. Telémaco al verla, le ofreció comida y bebida. Luego se pusieron a hablar y Telémaco le explicó que esos pretendientes de su madre eran detestables y que algún día iba a llegar su padre y los mataría. Atenea, le dijo que había visto a Ulises en un viaje y que seguro estaba vivo. Telémaco se alegró mucho. Finalmente Atenea se despidió y se retiró del palacio.

Capítulo 11 – Telémaco

Telémaco decidió irse a buscar a su padre. Se dirigió a la playa y llamó a Atenea, esta se le apareció y le explicó lo que debía hacer. Luego Telémaco fue al palacio y le dijo a la nodriza, una anciana bondadosa, que se iría a buscar a su padre. Ésta le dijo que no lo haga, pero el decidió seguir su camino.

Al día siguiente Atenea y Telémaco subieron al barco y partieron en la búsqueda de Ulises, hasta que llegaron a una isla. Los habitantes los recibieron bien, pero no sabían nada de Ulises. Atenea se transformó en águila y dejó solo a Telémaco con los gobernantes de la isla.

La nodriza de Telémaco le dijo a la Penélope lo sucedido y ésta se puso muy mal, pero la anciana le prometió que volvería sano y salvo.

Capítulo 12 – Ulises en su patria

Mientras Telémaco estaba en la otra isla, Ulises, llegaba a las cercanías de la ciudad. Atenea, que en ese momento estaba acompañándolo, lo transformó en anciano. Le dijo que se dirija con el porquerizo, que guardaba los cerdos del palacio. Atenea se transformó nuevamente en águila y se fue.

Ulises fue hacia allí y el porquerizo lo recibió muy bien, le cocinó dos lechones y le dio de comer. Mientras comía el porquerizo le hablaba sobre lo que pasaba en el reino. Ulises pasó todo el día en ese lugar.

Atenea voló hacia la isla de Telémaco y le dijo que regresara a Ítaca rápidamente. Éste partió al instante y cuando llegó, desembarcó cerca de la cabaña del porquerizo. Al rato se acercó y cuando llegó el porquerizo le dijo: “Has vuelto, Telémaco”, Ulises se dio cuenta de que era su propio hijo. Aunque no lo reconocía por su disfraz, Telémaco lo trato muy bien a Ulises y así se pusieron a hablar un rato.

Ulises salió de la cabaña un momento y allí estaba Atenea. Lo volvió a la normalidad y le dijo que ya podía contarle la verdad a su hijo. Entonces Ulises entró a la cabaña, le dijo que era su padre y se abrazaron durante un largo tiempo. Atenea lo transformó en anciano nuevamente.

A la mañana siguiente, Telémaco fue hacia el palacio para ver a Penélope. Primero vió a la nodriza, ésta se emocionó muchísimo. Entre tanto, el porquerizo acompañaba a Ulises hacia la ciudad. Al llegar al palacio, entró Ulises y le pidió limosna a los pretendientes, que se burlaron y lo golpearon, con ira salió del palacio y se quedó en la puerta.

Cuando terminó el festejo de los pretendientes, Ulises y Telémaco escondieron las armas de los nobles. Telémaco fue a descansar pero Ulises se quedó. Luego se encontró con la reina, que le ordenó a la nodriza que le lavara los pies. Mientras lo hacía, la nodriza vio que en el pie tenía una cicatriz, igual a la que se había hecho Ulises de niño, entonces lo reconoció. Ulises le explicó que no tenía que decir nada.

Al día siguiente se realizó el concurso, en el cual el pretendiente que lograra disparar doce flechas con el arco de Ulises, se quedaría con Penélope. Ninguno de los pretendientes pudo ni siquiera encorvar el arco, hasta que Ulises disfrazado, lo tomó. Los nobles se reían de él, hasta que empezó a disparar y tiró las 12 flechas a la perfección.

Entonces Ulises volvió a la normalidad y empezó a matar a todos los pretendientes a flechazos. No quedó ninguno en pie. La nodriza entró al salón y al ver lo sucedido, corrió a buscar a Penélope. Le dijo: “Alégrate, tu esposo ha vuelto y mató a todos los pretendientes”. Penélope bajó corriendo las escaleras y vio a Ulises. Se quedó inmóvil durante un momento. Luego avanzó y se abrazó a él durante un largo rato.

Así terminaron las extraordinarias aventuras de Ulises y su continuo errar por tierras y mares, iniciándose, para siempre, una felicidad bien merecida.

Personajes

Alcinoo: Rey de los feacios, recibió a Ulises y lo regresó a Ítaca.

Arete: Reina de los feacios.

Atenea: Hija de Zeus. Diosa de la sabiduría.

Calipso: ninfa de hermosas trenzas que recibe a Ulises en su isla.

Cicones: habitantes de Ismaro. Atacan a Ulises luego del saqueo.

Circe: Maga de la isla de Eea. Convierte en cerdos a los soldados de Ulises.

Eolo: dios del viento: Le regala a Ulises el saco con todos los vientos.

Escila y Caribdis: criaturas que viven en dos rocas opuestas. Atacan a Ulises en su viaje.

Eumeo: porquerizo de Ulises en Ítaca.

Euriclea: anciana nodriza de Ulises.

Euriloco: cuñado de Ulises. Muere luego de la tormenta que rompe el barco.

Hermes: mensajero de los dioses.

Lotófagos: se alimentaban de la flor de loto.

Náusica: hija de los reyes feacios.

Penélope: Esposa de Ulises.

Polifemo: cíclope, hijo de Poseidón.

Poseidón: dios del mar.

Pretendientes: nobles que querían casarse con Penélope

Sirenas: hechizaban a los navegantes con su canto.

Telémaco: Hijo de Ulises.

Ulises: Héroe de La Odisea.

Zeus: Soberano del Olimpo, padre de los dioses.