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I. LA ORIENTACION ESCOLAR Y PROFESIONAL EN SUS DIVERSOS ASPECTOS La Orientación Profesional en función del desarrollo Se habla en la actualidad mucho de rendimiento, de productividad, olvidándose muchas veces que en la Orientación Profesional es donde se encuentra la verdadera raíz que dará eficacia a estos estudios. Es el momento en el cual el individuo tiene que decidir lo que va a ser, en ese período en el cual entran en juego aptitudes, deseos, habilidades, así como circunstancias múltiples familiares y sociales que condicionan la verdadera vocación, que se sien- tan las bases para la adaptación futura. El psicólogo pone a prueba la experiencia y el valor de sus téc- nicas en ese empeño. Empeño que intenta conseguir el conocimiento de la vocación para lograr su más eficaz cultivo y des- arrollo, y con ello la más perfecta adaptación del hombre a su tarea --enseñanza primero y profesión después--; si esto se logra, no cabe duda que ha- bremos puesto las bases para todas las circunstan- cias ulteriores, que se desprenden por sí solas de una buena adaptación : productividad, rendimiento, satis- facción en el trabajo, buenas relaciones humanas, et- cétera. Ante todo, ¡. qué debemos entender por Orientación Profesional? Se han dado muchas definiciones que evidencian, cada una, el particular criterio de cada autor. Permítaseme el mismo derecho y, consecuen- temente, la misma subjetividad. Hace un ario, en un folleto sobre estas cuestiones, formulé la siguiente definición: "La Orientación Pro- fesional representa un esfuerzo científico del hom- bre frente a los problemas prácticos de la vida, en tanto éstos ponen en evidencia la desigualdad que existe en la repartición de las capacidades y talen- tos"; que completaba diciendo: "La Orientación Pro- fesional encierra muchos problemas y un esfuerzo de coordinación y de organización...; para muchos es un sencillo examen, para mí constituye un proceso que abarca todo un periodo del desarrollo del niño... por eso no soy partidario de un examen único, sino de exploraciones sucesivas.., porque los diversos ele- mentos que concurren en la Orientación Profesional no son en si elementos sencillos, y porque juzgo que, en todos ellos, el factor tiempo juega un papel im- portante" (1). Hoy, colocado ante el mismo problema, pero en- focando su solución práctica y tomando una posición más general, digo: "La Orientación Profesional es un proceso científico, de naturaleza psicofisiológica, (1) José Germain: Problemas y perspectivas de la Orientación Profesional. Publicaciones de la Escuela Es- pecial de Orientación y Aprovechamiento del Excelentí- simo Ayuntamiento. Valencia, 1956. con base biológico-social, que tiene por objetivo la adaptación del hombre en el orden profesional... me- diante un análisis y estudio psicológico de las aptitu- des y de las condiciones particulares que concurren en el individuo y que para ello intenta auxiliar a éste y aconsejarle en el momento tan delicado y di- fícil de la vida que va a decidir lo que va a ser." La naturaleza psicofisiológica del proceso explica la actuación del médico y del psicólogo en el asunto; su base biológica justifica considerarlo en el tiempo como un proceso de desarrollo; su aspecto social im- plica una dimensión que trasciende de la mera ex- ploración de laboratorio; su faceta de adaptación pone en juego todo el problema de la personalidad, y su dimensión profesional colorea toda la explora- ción de un matiz técnico y práctico que representa más especialmente el enlace que existe entre la psi- cología de la Orientación Profesional y la Psicología Industrial. Complejo problema como se ve. Pero la compleji- dad de la Orientación Profesional reside también, por otro lado, en la misma definición del concepto de ap- titud, que se comprende fundamenta todos sus estu- dios. Si aceptamos que la Orientación Profesional constituye un método psicológico para estudiar las aptitudes de los adolescentes, en función de su deve- nir profesional, y nos atenemos a la definición de aptitud que da maestro tan experto como el profesor Pieron, nos encontramos con lo siguiente: "La apti- tud es la condición congénita de una cierta modali- dad de eficiencia..., es el substrato no directamente accesible de una capacidad, la cual se revela direc- tamente a condición de que exista una voluntad de ejecución y que depende, también, de la formación educativa, del ejercicio y del grado de maduración, cuando no ha terminado el desarrollo..." El orientador, por lo tanto, habrá de estudiar las aptitudes no estáticamente, sino en el tiempo, en fun- ción de la capacidad que evidencia un sujeto ante ta- reas determinadas, pero teniendo en cuenta estos fac- tores apuntados: educación, aprendizaje, maduración y motivación, factores todos que son los que condi- cionan la respuesta ante los tests y los que permiten prejuzgar el valor de ellos como elementos de predic- ción para el futuro. PROCESO DE ORIENTACIÓN. ¿Qué hay de común en estas definiciones, y qué es lo que, repetidas veces, surge en los escritos que sobre esta cuestión he hecho en tantos años y en tan-

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I. LA ORIENTACION ESCOLAR Y PROFESIONALEN SUS DIVERSOS ASPECTOS

La Orientación Profesional en función del desarrollo

Se habla en la actualidad mucho de rendimiento,de productividad, olvidándose muchas veces que enla Orientación Profesional es donde se encuentra laverdadera raíz que dará eficacia a estos estudios.

Es el momento en el cual el individuo tiene quedecidir lo que va a ser, en ese período en el cualentran en juego aptitudes, deseos, habilidades, asícomo circunstancias múltiples familiares y socialesque condicionan la verdadera vocación, que se sien-tan las bases para la adaptación futura. El psicólogopone a prueba la experiencia y el valor de sus téc-nicas en ese empeño.

Empeño que intenta conseguir el conocimiento dela vocación para lograr su más eficaz cultivo y des-arrollo, y con ello la más perfecta adaptación delhombre a su tarea --enseñanza primero y profesióndespués--; si esto se logra, no cabe duda que ha-bremos puesto las bases para todas las circunstan-cias ulteriores, que se desprenden por sí solas de unabuena adaptación : productividad, rendimiento, satis-facción en el trabajo, buenas relaciones humanas, et-cétera.

Ante todo, ¡. qué debemos entender por OrientaciónProfesional? Se han dado muchas definiciones queevidencian, cada una, el particular criterio de cadaautor. Permítaseme el mismo derecho y, consecuen-temente, la misma subjetividad.

Hace un ario, en un folleto sobre estas cuestiones,formulé la siguiente definición: "La Orientación Pro-fesional representa un esfuerzo científico del hom-bre frente a los problemas prácticos de la vida, entanto éstos ponen en evidencia la desigualdad queexiste en la repartición de las capacidades y talen-tos"; que completaba diciendo: "La Orientación Pro-fesional encierra muchos problemas y un esfuerzo decoordinación y de organización...; para muchos esun sencillo examen, para mí constituye un procesoque abarca todo un periodo del desarrollo del niño...por eso no soy partidario de un examen único, sinode exploraciones sucesivas.., porque los diversos ele-mentos que concurren en la Orientación Profesionalno son en si elementos sencillos, y porque juzgo que,en todos ellos, el factor tiempo juega un papel im-portante" (1).

Hoy, colocado ante el mismo problema, pero en-focando su solución práctica y tomando una posiciónmás general, digo: "La Orientación Profesional esun proceso científico, de naturaleza psicofisiológica,

(1) José Germain: Problemas y perspectivas de laOrientación Profesional. Publicaciones de la Escuela Es-pecial de Orientación y Aprovechamiento del Excelentí-simo Ayuntamiento. Valencia, 1956.

con base biológico-social, que tiene por objetivo laadaptación del hombre en el orden profesional... me-diante un análisis y estudio psicológico de las aptitu-des y de las condiciones particulares que concurrenen el individuo y que para ello intenta auxiliar aéste y aconsejarle en el momento tan delicado y di-fícil de la vida que va a decidir lo que va a ser."

La naturaleza psicofisiológica del proceso explicala actuación del médico y del psicólogo en el asunto;su base biológica justifica considerarlo en el tiempocomo un proceso de desarrollo; su aspecto social im-plica una dimensión que trasciende de la mera ex-ploración de laboratorio; su faceta de adaptaciónpone en juego todo el problema de la personalidad,y su dimensión profesional colorea toda la explora-ción de un matiz técnico y práctico que representamás especialmente el enlace que existe entre la psi-cología de la Orientación Profesional y la PsicologíaIndustrial.

Complejo problema como se ve. Pero la compleji-dad de la Orientación Profesional reside también, porotro lado, en la misma definición del concepto de ap-titud, que se comprende fundamenta todos sus estu-dios. Si aceptamos que la Orientación Profesionalconstituye un método psicológico para estudiar lasaptitudes de los adolescentes, en función de su deve-nir profesional, y nos atenemos a la definición deaptitud que da maestro tan experto como el profesorPieron, nos encontramos con lo siguiente: "La apti-tud es la condición congénita de una cierta modali-dad de eficiencia..., es el substrato no directamenteaccesible de una capacidad, la cual se revela direc-tamente a condición de que exista una voluntad deejecución y que depende, también, de la formacióneducativa, del ejercicio y del grado de maduración,cuando no ha terminado el desarrollo..."

El orientador, por lo tanto, habrá de estudiar lasaptitudes no estáticamente, sino en el tiempo, en fun-ción de la capacidad que evidencia un sujeto ante ta-reas determinadas, pero teniendo en cuenta estos fac-tores apuntados: educación, aprendizaje, maduracióny motivación, factores todos que son los que condi-cionan la respuesta ante los tests y los que permitenprejuzgar el valor de ellos como elementos de predic-ción para el futuro.

PROCESO DE ORIENTACIÓN.

¿Qué hay de común en estas definiciones, y quées lo que, repetidas veces, surge en los escritos quesobre esta cuestión he hecho en tantos años y en tan-

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4—(328) --CURSO 1958-59 JOSÉ GERMAIN CEBRIÁN VOL. xxxrv—N1J31. 96

tas ocasiones? Una palabra: la palabra "proceso",que para mí encierra el secreto de la OrientaciónProfesional científica eficaz, respetuosa y compren-siva, y, sobre todo, de la Orientación Profesional ac-tivamente enlazada con el porvenir profesional delsujeto. En efecto, si la Orientación Profesional dejade ser un instante un mero examen en un momentode la evolución psicológica del niño, para transfor-marse en algo que se extiende a lo largo del tiempo,durante todo un período de la enseñanza y del des-arrollo del niño, no cabe duda que habremos logradouna profundidad de conocimientos cuyo alcance reper-cutirá hondamente en el futuro del sujeto estudiado.

De no ser así, ¿ cómo puede ser considerada comocientífica una Orientación Profesional que sólo tan-gencialmente y en un momento arbitrario entra encontacto con el complicado conjunto que representaun muchacho en pleno período de evolución biológica?¿Cómo puede ser respetuosa una Orientación Profe-sional que no atiende los íntimos deseos de un orga-nismo en trance de conocimiento y madurez, y exige.antes que éstos se hayan alcanzado, una respuestavocacional que el individuo, con su mejor deseo, esincapaz de dar ? Y 2, cómo será eficaz y comprensivauna Orientación Profesional que no toma en cuentatodos estos elementos y que no sabe atentamente es-cuchar la llamada de una vocación que es, como des-cribe elegantemente Marcel Proust, "un instinto re-ligiosamente escuchado en medio del silencio, que seimpone a todos los demás, un instrumento compren-dido... ?"

Todas estas condiciones no serán logradas si no seatiende, como digo, en el tiempo, a la orientación, ysi no se transforma lo que erróneamente se llama"examen de orientación", en un "proceso de Orien-tación", que se entienda a lo largo de esos años crí-ticos del desarrollo, cuyo estudio y conocimiento estan fundamental al psicólogo orientador. Ahora bien,no se puede hablar de orientación así enfocada y,por tanto, ligada al desarrollo, sin un conocimientoexacto de la psicología del niño, del ritmo de su des-arrollo biológico, de las características de la apari-ción sucesiva de las aptitudes, de las particularida-des del aprendizaje y de tantos otros elementos cuyoestudio es necesario para conocer al sujeto que tene-mos delante y para poderle aconsejar con seriedady con responsabilidad.

Por ello es importante que esa Orientación Profe-sional, extendida en el tiempo, se entregue sólo enmanos de un psicólogo especialmente adiestrado, nosólo en técnicas exploratorias, sino en el conocimien-to psicológico y biológico del niño. El es, profesio-nalmente, quien está capacitado para llevar a caboesta tarea y echarse sobre las espaldas esta tre-menda responsabilidad de aconsejar a un muchachoen el albor de su juventud lo que va a ser el día demañana.

Este mismo criterio que nosotros hemos sustentadodurante tantos años (2) lo ha expresado en otra for-

(2) José Germain: Extensión de la O. P. "Revista dePsicología General y Aplicada", vol. IV, núm. 11, julio-septiembre 1949, pág. 413.—Adaptación y OrientaciónProfesional: concepto global y concepto progresivo dela O. P. "Revista de Psicología General y Aplicada", vo-lumen IV, núm. 12, octubre-diciembre 1949, pág. 617.—Orientación Profesional de la Enseñanza: la O. P. corno

ma Ginzberg, cuando escribe que "la elección ocu-pacional es un proceso de desarrollo que tiene lugar,típicamente, a lo largo de un período de unos diezaños" (3). Recientemente el gran especialista de laOrientación Profesional, el profesor D. E. Super, deNueva York, ha adoptado el mismo criterio (4).

Su criterio es el siguiente: en un período determi-nado de la adolescencia, los muchachos son solicita-dos para elegir entre diversos tipos de enseñanza.Esto, que se presenta como una orientación escolar,es en realidad un encaminarse ya hacia una profe-sión determinada, con lo cual de lo que se trata esde una elección pre-profesional.

Pero va más allá en su argumentación este autor,llevado de la misma preocupación que a nosotros nosembarga: la momentaneidad de un examen frente aun organismo en evolución, y dice así : "Pero, ¿ esque los adolescentes han alcanzado una etapa de sudesarrollo que les permita un conocimiento suficientede sí mismos, del mundo del trabajo y de sus posi-bilidades de adaptación para tomar tal decisión... ?La organización escolar impone una elección profe-sional preliminar a jóvenes de catorce arios. 2,Es queestán dispuestos para esta elección?

Aquí la experiencia de todo el que haya estudiadoy, sobre todo, practicado estas cuestiones, contestarárápidamente con una negativa. Negativa que no sebasa sólo en las dificultades que plantean los pro-blemas de inteligencia, sino también los que afectanal desarrollo emocional y afectivo del niño.

Más recientemente aún, en el XIII Congreso Inter-nacional de Psicología Aplicada celebrado en Romaen abril del corriente ario, el profesor Coetsier, deBruselas, otro gran especialista de la OrientaciónProfesional se expresa en idéntica forma: "explíci-ta o implícitamente, dijo, se ha considerado con de-masiada frecuencia la elección profesional como unfenómeno aislado, que ocurría en un momento de-terminado de la juventud y que decidiría de una vezpara siempre la dirección que va a tomar la vidaprofesional".

Nos recuerda esto un caso estudiado por nosotrosúltimamente, verdaderamente significativo a esterespecto: se trataba de un niño de cociente de inte-ligencia alto —131—, que, a pesar de ello, ofrecíaunas notas muy bajas en diversas otras pruebas quecon él se ensayaron. Este resultado desconcertanteera consecuencia de un grado de inmadurez afectivadel niño y retraso en su desarrollo. En casos comoéste una Orientación Profesional rígida y basada enun sólo examen resultará falsa y, a todas luces, in-suficiente.

GRADO DE MADUREZ.

Con gran sentido práctico y exacto espíritu cien-tífico, D. E. Super sienta un concepto : el "grado demadurez", al cual nosotros hemos hecho repetida-

proceso, "Revista de Psicología General y Aplicada", vo-lumen V, núm. 13, enero-marzo, 1950.

(3) E. Ginzberg, S. W. Ginzberg, S. Ayelrad y J. L.Lerma: Occupational Choice. "Columbia UniversityPress", 1951.

(4) D. E. Super: The dimensions und nteasurement ofvocational maturity. "Bulletin of the International As-sociation of Aplied Psychology", año 4, núm. 2, julio-diciembre 1955.

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mente alusión, pero que él elabora y que le sirve debase para todo un proceso exploratorio que aún tieneen estudio y en trance de valoración, pero que juzgodel mayor interés técnico y práctico en la psicologíade la Orientación Profesional. Por ello creo intere-sante dedicarle unas palabras.

Se habla, dice, de "elección profesional", pero lostérminos "desarrollo vocacional" y "madurez voca-cional" no aparecen en la literatura científica deestas cuestiones.

Y añade a continuación : "Se escribe acerca de laelección profesional como si se tratara de un sucesobien definido y preciso en el tiempo... y en realidadla elección es más una evolución que un suceso."

De aquí el concepto "de madurez" que él sus-tenta en relación con la vida profesional. Así comoexiste este término en la literatura psicológica conun calificativo: madurez física, madurez afectiva, ma-durez social, etc., él propone el de madurez vocacio-nal para significar precisamente esa capacidad, quesólo progresivamente se logra, para conocer, apre-ciar y decidirse frente a una carrera o una profesión.El concepto de madurez vocacional es definido como"la aptitud para tomar decisiones respecto a la elec-ción de una profesión y realizar con éxito las adap-taciones exigidas por esta etapa de desarrollo".

Aquí nuestro autor ha dado un paso sustancial-mente interesante, analizando los elementos que pue-den entrar en este concepto de madurez, medianteun cuestionario. ---

Para fijar estos elementos, comienza por dividirsimbólicamente, siguiendo a Ch. Bühler, la vida pro-fesional en cuatro etapas: exploración, instalación,mantenimiento, declinación, que a su vez subdivideen la siguiente forma :

1.—Etapa de exploración, cuyas características son : ima-ginación-tentativa-realización.

2.—Etapa de instalación, cuyas características son: en-sayos-estabilización.

3.—Etapa de mantenimiento, cuya característica es: laestabilización continuada.

4.—Etapa de declinación, que se evidencia por una dis-minución progresiva de la actividad y por el retiro.

Todos estos estudios, que en gran parte se debenal equipo del "Horace Mann Lincoln Institut of SchoolExperimentation", del "Teachers College" de la Uni-versidad de Columbia, han traído como consecuenciala fijación de unos conceptos básicos que caracteri-zan el desarrollo vocacional, del cual la madurez seríael punto culminante.

Considerada la madurez así, como un punto en elcontinuo desarrollo entre la "exploración" y la "de-clinación", es lógico enfocar la existencia de los si-guientes elementos:

1.—Edad profesional, conceptualmente análoga a la edadmental al comienzo de la adolescencia, pero que sedistingue de ella prácticamente a fines de la adoles-cencia y comienzo de la edad adulta, porque puedenhacerse unas distinciones en las curvas de desarrolloen esas etapas.

2.—El cociente de madurez vocacional (C. M. V.), queestablece la relación entre la madurez y la edad cro-nológica.

3.—El indice de adaptación profesional, que representael resultado de la interacción entre la madurez y losresortes personales, de un lado, y las exigencias dela realidad, de otro.

Los ensayos para definir esta madurez vocacionalhan dado lugar, por un lado, a los trabajos de los"Career Patterns Study", que van de los diez a losveinte años, y los de D. E. Super, que se centran enla adolescencia.

Super, siguiendo a Ginzberg, considera la adoles-cencia como una etapa de exploración, con dos di-mensiones, una de tentativas y otra de realización.La dimensión imaginativa corresponde al período pre-adolescente.

Si ordenamos estas etapas nos encontramos contres períodos:

1.—Período imaginativo de elecciones fantásticas, quese inicia a veces a los cuatro años y dura más omenos hasta los once arios; durante este período elniño forja muchos proyectos que siguen los impul-sos más variados guiados por la fantasía y la ima-ginación que caracterizan este período de la vida.

Estas elecciones fantásticas, que constituyen el es-bozo del aprendizaje formal, toman como vehículo lavida del afecto, de las emociones, para dar sus pri-meros pasos.

Primeros pasos que tanto el psicólogo orientadorcomo el psicólogo escolar deben estudiar con cariño.Unas veces para mejor conocer a través de estas vi-braciones afectivas la personalidad más íntima delniño, y otras cuando se trata de vocaciones preco-ces, para saber interpretar y dar todo su valor aestos primeros monosílabos de una afición que es yauna profesión en el más fino sentido de la palabra.Recuérdese cuán precozmente hacen su imperiosallamada las dos vocaciones tempranas : la matemá-tica y la musical. Pienso en este momento en Pas-cal y en Mozart y también en todo lo que significabay todo lo que anunciaba ya para Margarita Long, lagenial intérprete de Fauré, de Debussy y de Ravel, in-signe depositaria de los más íntimos secretos del arteen estos maestros; pienso, digo, en sus solitarios re-citales de piano, para los cuales instalaba a su alre-dedor monigotes de papel que pacientemente habíarecortado antes, y que prefiguraban, para la niñaque aún era, los auditores que después iban a escu-char entusiasmados las melodías que se escapabande sus dedos.

2.—Periodo de tentativas, que va de los once a los dieci-siete años, en el cual las elecciones que va haciendoel joven son otros tantos ensayos en los cuales larealidad va tomando cada día más cuerpo. Bajo elimpulso de intereses diversos primero y del senti-miento interno de sus propias capacidades después,el niño irá acercándose cada vez más, y cada vez deuna manera menos afectiva, a la vida profesional.

3.—Finalmente tenemos el período de realización, queculmina todas estas tentativas y que se extiendehasta la edad adulta. A la realización se llega des-pués de una especificación de tareas que se despren-de de las experiencias vividas y sufridas y de lascircunstancias sociales y económicas cuyo impera-tivo no se puede a veces desatender. Intereses y rea-lidad libran una batalla que lleva a un compromiso,compromiso en el cual es preciso que las capacidadesdel individuo no haya sucumbido. Aquí es donde elpsicólogo tiene que saber recoger el fruto de sus ex-ploraciones anteriores para documentar al joven yutilizar su prestigio como consejero para ayudar aque este compromiso corresponda verdaderamentecon su afición y con sus posibilidades.

Esta misión última, vocacional, de la orientaciónprofesional es la que le da en última instancia todasu categoría y valor.

Ahora bien, si hablamos de madurez y, por tanto.de proceso en la Orientación Profesional, no lo ha-cemos sólo por motivos científicos y por afán de res-peto y de comprensión, sino que también nos muevea ello tres necesidades que, a lo largo de los años,

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hemos juzgado muy importantes: una es el enlacecon la enseñanza; otra, la información ante las pro-fesiones, y otra, favorecer el comienzo del aprendi-zaje en su más amplio sentido.

Del enlace con la enseñanza nadie dudará de suvalor. Siempre rehuimos una Orientación Profesio-nal autónoma y marginal que no se liga con los úl-timos años de enseñanza primaria, que no recoge laexperiencia de los años primeros de la escuela y queno sabe escuchar al maestro y hacer uso de su cola-boración. Creemos que una Orientación Profesionalserá tanto más exacta y eficaz cuanto más íntima-mente hunda sus raíces en el proceso educativo quele precede y cuanto mayor sea la colaboración entreel maestro y el psicólogo orientador.

Respecto a la información, la experiencia nos hademostrado la falta de conocimiento que de las pro-fesiones tienen la mayoría de los estudiantes. Creoque esto es un vacío importantísimo, tanto desde elpunto de vista individual, como desde el punto devista social y profesional. Por lo tanto, una Orien-tación Profesional bien organizada debe de tener encuenta este fenómeno para subsanarlo con todos losmedios posibles y no sólo en el ambiente escolar,sino en el medio familiar, con ayuda de las llama-das Escuelas de Padres. Muchos países, como Suiza,recurren a la edición de monografías profesionalesy a conferencias en las Escuelas por los equipos delos Centros de Orientación Profesional. Nosotros es-tamos necesitando urgentemente esta actividad yaprefigurada, puesto que al crearse la "Revista de Psi-cología General y Aplicada" se pensó en la ediciónde un "Boletín de Orientación Profesional" para al-canzar estos fines.

Queda, finalmente, el tercer punto señalado de f a-vorecimiento del aprendizaje. Aquí tampoco cabeduda respecto a su necesidad y eficacia. La Orienta-ción Profesional no debe dejar al niño desamparadofrente a un consejo, ni perplejo ante su desarrollo.Su misión, para ser verdaderamente eficaz, debe ex-tenderse a los primeros años de la puesta en prác-tica del consejo, esto es, en el periodo de iniciacióndel aprendizaje no sólo en las Escuelas Profesiona-les, sino en cualquier otro tipo de enseñanza.

Ahora bien, todo esto se conseguirá dando preci-samente a la Orientación Profesional esa extensiónen el tiempo que sustentamos.

ORIENTACIÓN ESCOLAR, INFORMACIÓN PROFESIONAL Y

ORIENTACIÓN PROFESIONAL.

Veamos, desde un punto de vista practico, cómopuede situarse en el tiempo el proceso de OrientaciónProfesional. Para ello, creo que la mejor solución serála de dividir este proceso en tres tiempos o períodos:uno primero de orientación escolar, otro segundo deinformación profes:onal y un tercero de orientaciónprofesional propiamente dicha. No hago mención delúltimo período de consejo vocacional que correspon-de al período de realización antes señalado que seproyecta durante el período universitario de la en-señanza y cuya base más marcadamente clínica seescapa de la perspectiva puramente escolar del temaque tratamos hoy.

El primero, de orientación escolar, ha de referirseal último año de la escuela primaria, durante el cualel psicólogo orientador debe tomar un primer con-tacto con el niño e iniciar la colaboración, tan pre-ciosa, con el maestro para sentar las bases del pro-ceso de Orientación Profesional, que en este períododenomino "orientación escolar", porque su caracte-rística principal consiste en utilizar los resultados delos primeros tests empleados, para facilitar un cono-cimiento lo más exacto posible de las capacidadesde los sujetos, con miras no sólo a su posible orienta-ción futura, sino a su distribución escolar y a su máseficaz adaptación a dicho ambiente.

El segundo período, de información profesional.tiene una importancia social fundamental. La prác-tica nos ha demostrado, en efecto, como he dicho, lafalta de conocimiento que de las profesiones tienela mayoría de los niños. y también de informaciónrespecto a las situaciones que cada una de ellas ofre-ce, según el momento económico general y las con-diciones locales en cada caso. Sirve como ejemplo el

cuadro adjunto.

Profesiones más conocidas y frecuencia con que apare-cen citadas en cada edad en un cuestionario del InstitutoNacional de Psicología Aplicada y Psicotecnia en quese pregunta al sujeto que señale todas las profesiones

que conoce.

ProfesionesDoce años

%

Trece años-

Carpintero 79,4 80,8

Mecánico 73,2 76,8

Electricista 71,7 79,8

Tornero 49,3 43,9

Ajustador 39,3 32,8

Albañil 28,3 30,88

Ebanista 25,4 27,8

Forjador 22,4 27,3

Chapista 16,9 18,7

Conductor 14,7 15,2

Maestro 14,3 11,6

Delineante 14,0 11,1

Prensador 13,2 14,1

Oficinista 12,1 8,6

Pintor 11,0 9,6

Fontanero 11,0 13,6

Tendero 8,1 7,6

Fudidor 7,0 8,5

Cerrajero 6,6 7,1

Radiotécnico 6,6 2,5

Impresor 6,6 6,6

Hojalatero 6,3 6,1

Médico 6,3 7,6

Panadero 5,5 2,0

Montador 2,2 2,0

Taxista 2.2 1,0

Portero 2,2 1,0

Perito 2,2 4,5

Lechero 1,8 1,5

Tapicero 5,5 5,1

Ingeniero 5,1 4,5

Zapatero 4,4 5,6

Carbonero 4,4 2,0

Futbolista 4,4 2,0

Contable 3,7 3,5

Dibujante 3,7 3,5

Guardia 3,7 0,5

Sastre 3,7 5,6

Piloto 3,7 4,5

Peluquero 3,7 3.0

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LA 0. P. EN FUNCIÓN DE SU DESARROLLO 7-(331)-c_ntso 1958-59VOL. xxxiv-ert2m. 96

ProfesionesDoce años

%

Trece arios-

Barrendero .-. 3,3 2,0Herrero 5,5 1,5Maquinista 3,3 1,5Soldador 3,3 4,5Tabernero 3,3 2,0Torero 3,3 1,0Artista 2,9 2,0Comerciante 2,9 4,5Matricero 2,9 3,0Bobinador 2,6 2,0Banquero 2,6 1,5Pocero 2,6 0,5Músico 2,2 -Marmolista 1,8 1,5Ordenanza 1,8 0,5Policía 1,5 2,5Relojero 1,8 2.0Tranviario 1,8 2,0

La media de profesiones citadas por cada sujetoes de:

Doce años 7,9Trece años 7,4

Una Orientación Profesional bien organizada y concriterio debe tener muy en cuenta esta situación yatender la información de los escolares y de sus fa-milias a este respecto. Con este criterio se estudiaen el Instituto Nacional de Psicología Aplicada yPsicotecnia la posibilidad de utilizar los modernosmedios audiovisuales para estos fines, así como laedición de monografías profesionales y la publica-ción, como he dicho, de un suplemento de la Revistade Psicología, destinado a los padres y a los alumnos.

Finalmente, queda el tercer tiempo de orientación,que denomino de orientación profesional propiamentedicha, y que corresponderá a un período ya más avan-zado del desarrollo y, por tanto, más seguro, respectoa la aparición de las aptitudes y a la evolución dela personalidad. Período en el cual, a favor de losdatos obtenidos en el primer periodo de orientaciónescolar, de la información y conocimiento que los su-jetos consigan respecto a las diversas profesiones ya las profesiones posibles, en el segundo período, yfinalmente la exploración psicológica individual queconstituye el verdadero examen de orientación, quecorresponde al tercer período, se cerrará el ciclo com-pleto de la Orientación Profesional tal como la pre-conizamos. Y no se diga que esto es alargar un pro.blema cuya resolución es mucho más sencilla. Es,por lo contrario, darle toda su categoría al problemamás importante de nuestra vida: el que determina loque vamos a ser. Con razón reconocía Pascal esaimportancia, y se lamentaba de que dejásemos al azarel disponer de nuestro porvenir.

Frente a los que hablan en favor de una mayorsimplificación del proceso, diremos que esta actitudconduce a errores, que son los que pretendemos evi-tar. Error es creer que la Orientación Profesional espuramente un problema escolar y que el maestro porsí solo es capaz de resolverlo; error es ver en la Orien-tación Profesional un problema profesional y de co-locación, que un experto técnico, sin gran formación

psicológica, puede llevar a cabo (5), y error es, tam-bién, por qué no confesarlo, el creer que la Orienta-ción Profesional es puramente una cuestión de exa-men psicológico respecto a las condiciones particu-lares del individuo. La Orientación Profesional es todoello y más. Todo ello porque encierra, efectivamente,un problema escolar, un problema profesional y unproblema psicológico, y más, porque sobre ello existeun problema individual de la personalidad total delsujeto, que pone a contribución la moderna psicolo-gía clínica y que, a través de ella, alcanza el estudiode ese algo impalpable, no bien definido en principio,cuyos balbuceos sólo pueden ser comprendidos e in-terpretados por un psicólogo especializado, y que noes otra cosa que nuestra afición, nuestra vocación.

VOCACIÓN Y LIBERTAD INDIVIDUAL.

Piénsese que sólo en la medida en la cual estostres elementos: escolar, profesional y psicológico, sonbien estudiados, y percibida y analizada la vocacióna través de los intereses y posibilidades del sujeto,se logrará ese equilibrio perfecto entre el individuoy su tarea, base de la verdadera adaptación del hom-bre a su trabajo, y de satisfacción en el rendimientoque enlazarán la Orientación Profesional con la Se-lección Profesional y con la Psicología Industrial, ensu conjunto.

Con razón escribe Ortega: "... toda necesidad esen-cial que brota del ser mismo, y no le sobreviene acci-dentalmente de fuera, va acompañada de voluptuo-sidad. La voluptuosidad es la cara, la "facies" de lafelicidad. Y todo ser es feliz cuando cumple su des-tino, es decir, cuando sigue la pendiente de su incli-nación, de su esencial necesidad, cuando se realiza.cuando está siendo lo que en realidad es"...

Si damos a la vocación ese sentido íntimo de lla-mada interna, de realización de un destino (6), vemosque, en realidad, sobrepasa este concepto el pura-mente limitado de las aptitudes para alcanzar porencima de los resultados de una exploración psico-métrica, los más finos y matizados de la exploraciónclínica. Y aquí surge la necesidad, cada vez más pe-rentoria, de dar a la exploración de Orientación Pro-fesional esa dimensión clínica que nos permita co-nocer en su intimidad ese ser que tenemos que orien-tar, ya que las aptitudes son función de la persona-lidad total y que si ésta no es analizada por el psi-cólogo, los riesgos de que su exploración, por muyminuciosa que sea, pierda significado, son muygrandes.

En este estudio hemos ido pasando del problemaescolar (tests pedagógicos y tests de nivel) al pro-

(5) "El diálogo ideal sobre Orientación Profesional,dice Ferdinand Böhny, Presidente de la Conferencia deOrientadores Profesionales de Suiza, cae dentro de laPsicologia Aplicada, en el sentido más propio de la pa-labra", y si esto es asi, añadimos nosotros, es el téc-nico psicólogo el que tiene que tomar también la res-ponsabilidad de este proceso.• (6) Recuérdense las frases tan descriptivas de Mon-taigne: "Si on m'eust mis au propre des grands ma-niements j'eusse montre ce que je aeavais faire.

Avez vous sceu meditar et manier votre vie? Vous avesfaict la plus grande besonge de toutes: pour se montreret exploiter, nature n'a que faire de fortune; elle semontre egualement en tous estages, et derriere commesans rideau". (Montaigne: Essais, livre III, ch. XIII.)

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blema profesional (información-colocación), al pro-blema psicológico (tests de aptitudes) para abordaral fin los problemas más íntimos de psicología pro-funda, que hemos denominado de Psicología Clínica.Esta, con ayuda de técnicas cada día más variadas

y ricas de posibilidades, aborda el complejo estudiode la personalidad, de sus características, reaccio-nes e inhibiciones, que son las que van a condicionarla efectividad de las aptitudes.

Después de tan prolija exposición, algunos se re-

belarán contra un encasillamiento que parece pre-destinar un individuo y olvidar el atributo funda-mental del hombre: su libertad. Otros se pregunta-rán si una exploración tan complicada no resulta im-procedente por una imposibilidad práctica. sobretodo.

Debernos contestar puntualmente a ambas obser-vaciones.

Por lo que atañe a la libertad, valgan las aclara-ciones que a este respecto escribí hace un ario en unfolleto dedicado a la Orientación Profesional:

"No hay que deducir de éstas y otras disposicio-nes que el estado puede valerse de ellas para forzarla elección, la cual es y deberá ser siempre un pro-blema individual que afecta a algo inalienable: lalibertad de la persona humana."

Pero hay más. Precisamente por ese respeto a lalibertad individual y por estar convencidos de quesólo bien se hace lo que bien se quiere ("Para lo quenos gusta, tenemos genio", escribía Schlegel), hemossistematizado el proceso de Orientación Profesionalen esos tres estadios, ya analizados, cuya virtud no

es sólo la ya descrita, en función de la enseñanza ydel enfoque profesional, sino que permite, además,tener en cuenta lo que en la Orientación Profesionalhay de acto volitivo y libre del individuo. En efecto,los tres periodos se pueden dividir desde este puntode vista de la siguiente forma:

1.—Periodo de orientación escolar, cuya vinculación a laa la enseñanza permite considerarlo corno un ele-mento más de la misma, en cierto modo, y, por tanto,darle un carácter obligatorio sin interferir para nadacon la libertad del individuo; y esto no sólo por esteconcepto pedagógico que señalo, sino también por unaspecto genético que no hay que descuidar nuncacuando de Orientación Profesional se habla. Pién-sese en la edad en que esta orientación escolar seinicia, y en el estado de inmadurez en que se en-cuentra aún el organismo infantil, piénsese tambiénen el ritmo de aparición de las aptitudes y en lasdiferencias individuales que frente a ese desarrolloy a ese ritmo existen y se comprenderá que en esteperiodo no conviene aún individualizar los exámenesni conceder esa individualización a una personali-dad que se encuentra aún en plena formación y evo-lución. De aquí la conveniencia y utilidad de explo-raciones de tipo colectivo y de carácter obligatorioen tanto transcurre el último periodo de la enseñan-za primaria y se perfila el desarrollo biológico delniño.

2.—En el segundo periodo, que hemos denominado deinformación profesional, es fácil comprender que elcarácter obligatorio debe mantenerse por los mis-mos motivos ya dichos: transcurrir durante la es-colaridad y no poner aún a contribución todas las ca-racterísticas individuales de los sujetos. Pero, además,debe, a mi juicio, tener un carácter obligatorio, portratarse de una información de carácter generalcuyo alcance no es sólo individual, sino también so-

cial y profesional, que un Ministerio- de Educaciónno puede abandonar.

3.—Queda el tercer periodo, que hemos denominado deorientación propiamente dicha, que es el punto finalde este proceso, aquel en el cual deben coincidir lasexploraciones individuales con la maduración de lasaptitudes y con lo que hemos denominado "llamadavocacional". Aqui es donde el individuo debe de ejer-cer su libertad al sentir la necesidad del consejo,necesidad que habremos sabido despertar con laorientación escolar y cultivar mediante la informa-ción profesional, y aquí es donde debemos saberdejar al sujeto libre, frente a esta necesidad y encondiciones de determinarse ante ella. Para ello, estetercer período tiene que tener lugar cuando ya seencuentre madurado el desarrollo y evidenciadas lascapacidades y aptitudes, y, por ello sobre todo, estetercer periodo tiene que caracterizarse porque la obli-gatoriedad en él desaparece: Es el sujeto el que tie-ne que acudir al laboratorio o al Centro de Orienta-ción para solicitar el consejo. De esta necesidadsentida nacerá precisamente el valor que se dé alconsejo, y su eficacia. Así, sin que sea limitativo nieompulsivo, el consejo será tanto mas seguramenteapreciado, recogido y seguido, cuanto más libre sesienta el sujeto ante él y en todo este proceso.

No creemos poder contestar más claramente a laprimera objeción.

Respecto a la segunda, que plantea el problema dela dificultad práctica de exploraciones tan prolijas,responderé en primer lugar que la distribución quehe preconizado, al espaciar las exploraciones psico-lógicas a lo largo de todo un proceso, como aca-bamos de ver, reduce las complicaciones de un exa-men concentrado, y por otro, que este mismo pro-ceso obliga a la elaboración de una ficha de Orienta-ción Profesional que no es precisamente el resultadode un complejo examen, sino la acumulación pro-gresiva de datos que en su momento constituyen elfondo sobre el cual se perfilará el consejo de Orien-tación Profesional. El valor de esta ficha acumula-tiva es fundamental.

Todo ello es problema de organización, y esto puedeconseguirse si los diversos elementos directivos, ad-ministrativos y técnicos que colaboran en la ense-ñanza se enfrentan con este problema lealmente yse ponen de acuerdo para resolverlo.

Algunos han dicho que el problema de la Orienta-ción Profesional es el problema de los casos difíciles,que la masa se orienta sola. Esto, si en cierto modopuede aparecer en algunos casos como posible, nodeja de ser peligroso en su generalización. El pro-blema de la Orientación Profesional es un problemademasiado complicado para que pueda ser resueltode una manera tan simple. Y aun en esos casos, laayuda en los dos primeros tiempos que he señalado:orientación escolar e información, me parece impres-cindible. La interpretación fácil proviene de quienesno ven en el problema de la Orientación Profesionalmás que una cuestión de gustos o aptitudes que siem-pre encuentran aplicación o salida. De los que no sedetienen a meditar sobre las estadísticas de entraday de salida en las Universidades y Centros de ense-ñanza. De los que no han visto los problemas indivi-duales y familiares de los fracasos que los psiquíatrasconocemos bien. De los que no ven el problema pro-fesional, que es el que, de hecho, enlaza la Orienta-ción Profesional con la selección profesional (versa-tilidad laboral, psicopatología del trabajo), y final-mente el problema social con la repercusión econó-

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mica natural. Todos estos problemas individuales yprofesionales tienen una influencia muy importantesobre el equilibrio interindividual e interprofesionalde una sociedad, en su más amplio sentido.

La necesidad de la distribución de la OrientaciónProfesional en tres etapas no obedece, pues, sólo aun problema biológico de maduración de las aptitu-des ni a un problema general de información, sinoque tiene también una justificación psicológica indi-vidual y social. Y es que, cuando se estudian de cercamuchos problemas de Orientación Profesional, se veclaramente que en ellos, por debajo del problemaeducativo o del problema vocacional que puedan pre-sentar, existe, en realidad, un problema del indivi-duo en su totalidad, un problema de la personalidad,cuya resolución es la verdadera clave del éxito delconsejo.

PERSONALIDAD Y CONSEJO.

El psicólogo americano Rogers, con sus técnicas"no directivas", ha puesto bien de manifiesto estaimportancia del factor personalidad en la mayoría delos casos de consejo. Personalmente considero queesta interpretación de Rogers es, clínicamente, másexacta que las de Williamson (7) o de Darley (8), quese limitan demasiado a la objetividad de los tests ypretenden aceptar el consejo a través, precisamente,de un esclarecimiento razonado de los resultados ob-tenidos. Esto va en contra de la misma esencia delproceso orientador que precisamente Rogers puso enevidencia, y es que el conocimiento que el orientadopuede recibir de sus condiciones y aptitudes, es másemotivo que racional, más afectivo que fríamente nu-mérico y expositivo.

Y para conseguir esto es para lo que hemos pro-puesto que el tercer tiempo de nuestro proceso deOrientación Profesional se desarrolle en un períodomás avanzado de la juventud, tenga carácter indi-vidual y sea fundamentalmente voluntario.

La edad habrá permitido ya una preformación dela personalidad de un sujeto, el carácter individualde la entrevista facilitará el contacto, la relaciónafectiva con el psicólogo y la espontaneidad de lademanda condicionarán la aptitud afectiva y asegu-rarán la eficacia del consejo.

(7) E. G. Williamson: How to counsel students. NewYork, McGraw Hill, 1939.

(S) Darley: Testing and counseling in the High-schoolguidance progrant. Chicago, 1934. "Scie. Resch. Aseo.".

El buen consejero es el que sabe cuándo y dóndetiene que emplear las técnicas diagnósticas que lapsicología aplicada nos brinda actualmente (tests.cuestionarios, rating scales, biografías, etc.), en quéforma tiene que interpretar los resultados, cómo hade completar éstos con datos diversos de la persona-lidad y proyectar el todo sobre el fondo social y fa-miliar que el caso presenta. Pero esto es sólo el as-pecto diagnóstico de la Orientación Profesional. Elbuen consejero, si quiere ser un consejero práctico,tiene que saber completar su actividad con una in-formación profesional adecuada, y si quiere ser fi-nalmente un consejero efectivo, debe dar al resul-tado objetivo de sus exploraciones una interpreta-ción comprensiva y afectiva que hace útil y acepta-ble el consejo.

Por todo ello hemos querido presentar esta estruc-tura de la Orientación Profesional, estructura quenos hace concebirla como proceso y dividirla en pe-ríodos, porque parece así responder mejor que otrosintentos parciales a lo que es y debe ser ese consejode un ser en pleno desarrollo que tan agudamentepresintió el ingenio de nuestro Huarte, cuando escri-bió el prólogo de su obra inmortal: "El examen delos ingenios para las artes y para las ciencias".

"Todos los filósofos antiguos hallaron por experien-cia que donde no hay naturaleza que disponga alhombre a saber, por demás es trabajar en las reglasdel arte. Pero ninguno ha dicho con distinción de cla-ridad, (a) que en naturaleza es la que hace al hom-bre hábil para una ciencia y para otra incapaz, (b)cuántas diferencias de ingenio se hallan en la espe-cie humana, ni (e) qué artes y qué ciencias respon-den a cada uno en particular, ni (d) con qué serialesse había de conoscer, que era lo que más importaba.Estas cuatro cosas, aunque parescen imposibles, con-tienen la materia sobre que se ha de tractar, conintento que los padres curiosos tengan arte y ma-nera para descubrir el ingenio de sus hijos y sepanaplicar a cada uno la ciencia en que más ha de apro-vechar."

Cumplir este deseo del insigne varón navarro debeser nuestro mejor afán como psicólogos españolesque hemos tomado sobre nosotros la responsabilidadde la Orientación Profesional en nuestro país. Afánque hemos de llevar a cabo sentando, de una maneraclara y científica, el asunto y despertando colabora-ciones para poder llevar a la práctica con seriedady con eficacia la Orientación Profesional en España.

JOSE. GERMAIN CEBRIÁN.