La planificación estratégica y la gestión de riesgos a desastres
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LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y LA GESTIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES
Definición y características de la planificación estratégica
La planificación estratégica se define como un modo sistemático de gestionar el
cambio y de pensar el mejor futuro posible para una determinada organización,
entidad, empresa o territorio. Es un proceso creativo para identificar y realizar acciones, considerando las características particulares del territorio. La aplicación de la planificación estratégica ayuda a:
Identificar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
Superar las debilidades internas.
Neutralizar las amenazas que proceden del entorno exterior.
Utilizar a su favor las fortalezas.
Aprovechar las oportunidades.
Gestionar con éxito los rápidos cambios que se hayan experimentado en los últimos años.
Es muy importante tener en cuenta que la planificación estratégica trata de establecer una serie de objetivos, a mediano y largo plazo, sobre el desarrollo del territorio y define aquellas actuaciones que permitirán alcanzarlos, tomando en cuenta el comportamiento del entorno tanto local como externo, así como los recursos y las capacidades que existen y que se deben generar, gestionar y fortalecer. Las principales características de la planificación estratégica en el territorio se resumen
en el siguiente esquema:
La Planificación estratégica
Para el desarrollo local y referido a un territorio
concreto sirve para
Para los gobiernos locales y los
organismos públicos/privados sirve para
Identificar Ayudar a Ayudar a
Las fortalezas
Gestionar con éxito los rápidos
cambios que se hayan
experimentado en los últimos
Las debilidades
Las amenazas
Las Oportunidades
Superar las debilidades Internas
Neutralizar las amenazas externas
Utilizar a su favor las fortalezas
Aprovechar las oportunidades
Pensar y promover el mejor
futuro posible para el territorio
Principales
características
de la
planificación
estratégica
Se concentra en los temas seleccionados como claves y prioritarios Considera la disponibilidad de recursos humanos, económicos, tecnológicos, naturales, etc. Analiza los puntos fuertes y débiles del territorio desde el punto de vista del propio territorio. Contempla los grandes acontecimientos y cambios que están ocurriendo fuera del entorno estrictamente local, a nivel regional, nacional o internacional. Se orienta a la acción, con un fuerte énfasis en los resultados prácticos y concretos.
Beneficios de la planificación estratégica La planificación estratégica tiene varias y reconocidas ventajas: la primera reside en que permite organizar los objetivos y prioridades de la comunidad en forma sistemática; además, ha sido concebida para gestionar recursos limitados, para crear o fortalecer los necesarios y para abordar los temas claves de una comunidad, no sólo para el corto plazo sino que también para el medio y largo plazo.
Específicamente, las ventajas se describen en el siguiente cuadro:
Con carácter general las ventajas
►A nivel de organización: permite sistematizar los objetivos y prioridades de la
comunidad local.
► A nivel de gestión: es un modelo que facilita la gestión de recursos limitados.
► A nivel de diagnóstico: permite identificar los temas claves y da vitalidad
económica y social de la comunidad local.
► A nivel temporal: contempla todos estos aspectos desde una perspectiva temporal
mayor, es decir, no sólo para el corto plazo, sino para el medio y largo plazo
En definitiva, se puede considerar la planificación estratégica tanto un proceso como un
instrumento:
►Como proceso, se trata del conjunto de acciones y tareas que permiten la
participación e involucran a los actores políticos, sociales y económicos en la búsqueda de objetivos y en la implementación de acciones adecuadas para el desarrollo del territorio.
► Como instrumento, constituye un marco conceptual que permite una visión a
mediano y largo plazo, facilitando la concertación en la toma de decisiones y en la implementación de las acciones sin perder el rumbo.
La importancia de la planificación estratégica territorial en la
reducción del riesgo de desastres
No hace falta consultar muchas fuentes de información para dar prueba que los desastres, de grandes o pequeñas proporciones, pueden tener consecuencias negativas en todas las dimensiones del territorio y afectar dramáticamente a sus comunidades de diversas formas: pérdida de vidas humanas, ecosistemas debilitados, sistemas económicos colapsados, redes sociales e infraestructurales destruidas, capacidades institucionales y organizativas limitadas y empobrecidas, etc. El impacto de los desastres en los territorios representan un fuerte límite al desarrollo humano en todas sus facetas, especialmente a las poblaciones que ya sufren un alto nivel de pobreza y de inequidad social y que viven en ambientes degradados a causa del mal uso de los recursos naturales y de los ecosistemas. En una concepción del desarrollo local que incorpora el territorio
como protagonista activo y, a la vez, beneficiario de todo proceso de
transformación, la planificación estratégica se convierte en una
herramienta fundamental para alcanzar un equilibrio entre las
necesidades de crecimiento de una comunidad y los límites que pone
el progresivo deterioro de sus recursos.
La mayoría de los desastres se pueden evitar ya que sus causas no
son naturales, sino radican en una inadecuada gestión de las
diferentes dimensiones del territorio y del desarrollo.
Si bien no es posible evitar la manifestación de fenómenos naturales o
antrópicos, una planificación más equilibrada y responsable del
territorio puede orientarse a la reducción del riesgo y a la creación de
comunidades más sólidas, por las siguientes razones:
• Muchos de los riesgos existentes derivan de falta de planificación, que derivan en consecuencias negativas en el territorio: asentamientos humanos en zonas a alto riesgo, viviendas construidas con materiales o técnicas inadecuadas, utilización descontrolada del uso del suelo, manejo insostenible de los ecosistemas y recursos naturales, técnicas productivas nocivas para el ambiente, deforestación, contaminación del aire, el suelo y el subsuelo, etc.
• La mala planificación es también una de las principales
causas de desastre: obras de infraestructuras realizadas sin efectuar los apropiados estudios de impacto ambiental, asignación de recursos con base a criterios de iniquidad (corrupción, mal gobierno, falta de transparencia), carencia de controles y reglamentaciones apropiadas en los procesos de urbanización y uso de los recursos naturales, etc.
• En términos de valoración económica, social y ambiental,
resulta más caro, en el medio y largo plazo, “pagar” las consecuencias de los efectos de un desastre (en la economía
En términos de valoración económica,
social y ambiental, resulta más caro, en el
medio y largo plazo, “pagar” las
consecuencias de los efectos de un desastre
que invertir fondos públicos y privados en
programas de prevención.
La mayoría de los
desastres se pueden
evitar ya que sus causas
no son naturales, sino
radican en una
inadecuada gestión de
las diferentes
dimensiones del
territorio y del
desarrollo.
local, en la salud pública, en las redes sociales) que invertir fondos públicos y privados en programas de prevención.
• Después de un desastre las necesidades y prioridades de una comunidad cambian radicalmente y se hace necesario redirigir fondos y proyectos para restablecer las condiciones normales de vida. Si en el Plan Estratégico este desplazamiento no estaba previsto, la recuperación resulta más lenta, más costosa y más difícil.
• La concentración del poder y la carencia de espacios
participativos en las dinámicas de desarrollo local provocan un sentimiento de no pertenencia, lo cual es sinónimo de ausencia de responsabilidad, compromiso social y causa de riesgo de desastres.
La importancia de la planificación estratégica en el desarrollo local y en la reducción del riesgo de desastres radica en el concepto de sostenibilidad. Para construir comunidades más resilientes al efecto de los desastres, hace falta respetar todas las fronteras del desarrollo: políticas, económicas, sociales y ambientales. La planificación estratégica ofrece una oportunidad única en este sentido. Un territorio que se esté planteando iniciar un proceso de planificación para la reducción del riesgo de desastres tiene que visualizar muy claramente varios aspectos con los que se tendrá que comprometer previamente:
• La presencia desde el principio y durante todo el proceso del
liderazgo que tendrá que recaer en las autoridades locales como auténtico eje vertebrador y responsable del proceso de planificación. Éstos serán responsables de:
Garantizar la participación de todos los actores que intervienen en el proceso -sean públicos y de la sociedad civil en su conjunto.
Incorporar en todo el proceso los intereses específicos de cada actor, ya que el fin es alcanzar el máximo consenso para buscar intereses colectivos comunes, plasmándolos en los objetivos del Plan para ser operativizados posteriormente.
Respetar los principios de sostenibilidad, complementariedad y solidaridad.
• Este proceso liderado por las autoridades locales ha de ser
“participativo”, como única posibilidad de ejercer una auténtica flexibilidad en la toma de decisiones.
• Desde el punto de vista de los actores clave, porque es necesario
establecer nuevas dinámicas de planificación y coordinación entre los diferentes sectores del territorio, tendrá que existir un diálogo fluido relacionado con la reducción del riesgo y la gestión del territorio, y éste debe darse desde el inicio como pilar para alcanzar acuerdos sobre planificación.
Para construir comunidades más
resilientes al efecto de los desastres, hace
falta respetar todas las fronteras del
desarrollo: políticas, económicas, sociales y
ambientales. La planificación
estratégica ofrece una oportunidad única en
este sentido.
La planificación estratégica participativa: hacia un enfoque integral del desarrollo
Una planificación estratégica participativa, y muy en particular en reducción del riesgo de desastres, tiene como valor agregado que los planes y programas que integren dicha planificación sean “validados socialmente” por el conjunto de la ciudadanía. En muchas ocasiones las autoridades locales encargan el diseño y la estructuración del Plan a un equipo especializado, compuesto por técnicos expertos de planificación que disponen de una amplia base de datos y cuentan con una vasta experiencia en materia, que se ha revelado exitosa anteriormente en otros territorios. Sin embargo, las posibilidades de éxito aumentan exponencialmente en aquellas iniciativas en las que se ha contado con el conjunto de la sociedad civil y el sector público, quienes seguramente pondrán al servicio del territorio todo su buen hacer. De este modo, se concretará en una realidad fehaciente lo proyectado. No revelamos nada nuevo si decimos que muchos procesos de planificación que se han realizado al margen de la ciudadanía han fracasado. Una de las razones de fondo esencial es la falta de apropiación del “proyecto”, una escasa identidad con el futuro que “otros” han diseñado sin la propia opinión y que, finalmente, cuenta con escasas posibilidades de ser comprendido y asimilado por la comunidad local.
Las posibilidades de
éxito aumentan
exponencialmente en
aquellas iniciativas en
las que se ha contado
con el conjunto de la
sociedad civil y el sector
público,
Texto basado en el
capítulo 3 del taller de
Delnet: Fases y pasos
de la planificación
estratégica:
La reducción del riesgo
de desastres en la
planificación
estratégica del
territorio.