La Recuperación de Tecnologías Andinas

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La recuperación de tecnologías andinas como propuesta de descolonización: las qotañas como fuente de vida Miguel Canaza 1 - Juan Carlos Alanoca 2 “...es tiempo de aprender a liberarnos del espejo eurocéntrico donde nuestra imagen es siempre, nece- sariamente distorsionada. Es tiempo, en fin, de dejar de ser lo que no somos.” Aníbal Quijano. Resumen Hablar de descolonización no debería ser un cliché, menos aún sino se objetiviza en hechos concretos, de ahí la necesidad de pensar que otras formas de conocimiento pueden ser opciones para empezar a buscar alternativas, soterradas por el poder y la dominación. De esta manera incentivar su potenciación no como deseo, sino como posibilidad real, es el caso de las qotañas, como manejo tecnológico sostenible y forma de impulsar otra forma de ver el mundo, y del vivir bien, opciones a la modernista. Introducción Hoy en día pensar es el imperativo que debemos hacer los que estudiamos ciencias so- ciales. Pero no se trata de especular desde la modernidad y de los cánones de la racionalidad occidental, –el que nos determina a modelos establecidos–, hoy se trata de repensar desde las fronteras, o desde los umbrales, como diría Zemelman. Es decir, desde fuera de las redes tupidas de lo dado. Es momento de despojarse del pensamiento colonizado, estampado y sin movimiento. Pero: cómo recapacitar desde nosotros mismos. Cómo hacerlo desde un país postcolonial como Bolivia. Cómo; desde fuera de la modernidad. Pero al mismo tiempo, cómo especificar en estudios concretos, cómo recuperar los saberes sometidos y olvidados, cómo traducir este pensamiento a nuevas alternativas del buen vivir para las comunidades de nuestro país. De esta preocupación se desprende el conocimiento de las qotañas andinas como fuente de almacenamiento de agua, como respuesta a la escasez del líquido elemento en el altiplano circunlacustre. Este manejo tecnológico, a partir de un conocimiento alto, complementado por lo simbólico/ritual y cultural puede ser válido para abrir el debate sobre conocimientos integrales, entre sociedad/naturaleza y cultura. Por lo tanto, en la primera parte de este trabajo proponemos, debatir sobre nuestro conocimiento para pensar una propuesta de descolonización, en la segunda parte nos dedicaremos en un hecho concreto: el aporte del conocimiento tecnológico para el vivir bien y una salida como respuesta a la escasez de agua en el altiplano circunlacustre, espe- cíficamente en el municipio de Tihuanacu. Liberarnos del espejo eurocéntrico El epígrafe con el que empezamos este trabajo, señala con mucha lucidez que es ne- cesario liberarnos del espejo distorsionado eurocéntrico de la modernidad, porque no permite vernos a nosotros mismos. (Quijano, 2003: 242) Si intentamos pensar desde esa perspectiva, es necesario girar en otra dirección, que escape a la tupida red de la moder- nidad. Eso requiere mirar con otros ojos, y mirarnos a nosotros mismos. En ese sentido, 1 [email protected] 2 [email protected] Tomo II.indb 95 7/7/10 9:38:28 PM

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Tecnologías Andinas

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  • La recuperacin de tecnologas andinas como propuesta de descolonizacin:

    las qotaas como fuente de vidaMiguel Canaza1 - Juan Carlos Alanoca2

    ...es tiempo de aprender a liberarnos del espejo eurocntrico donde nuestra imagen es siempre, nece-sariamente distorsionada. Es tiempo, en fin, de dejar de ser lo que no somos.

    Anbal Quijano.

    ResumenHablar de descolonizacin no debera ser un clich, menos an sino se objetiviza en hechos concretos,

    de ah la necesidad de pensar que otras formas de conocimiento pueden ser opciones para empezar a buscar alternativas, soterradas por el poder y la dominacin. De esta manera incentivar su potenciacin no como deseo, sino como posibilidad real, es el caso de las qotaas, como manejo tecnolgico sostenible y forma de impulsar otra forma de ver el mundo, y del vivir bien, opciones a la modernista.

    Introduccin Hoy en da pensar es el imperativo que debemos hacer los que estudiamos ciencias so-

    ciales. Pero no se trata de especular desde la modernidad y de los cnones de la racionalidad occidental, el que nos determina a modelos establecidos, hoy se trata de repensar desde las fronteras, o desde los umbrales, como dira zemelman. Es decir, desde fuera de las redes tupidas de lo dado. Es momento de despojarse del pensamiento colonizado, estampado y sin movimiento. Pero: cmo recapacitar desde nosotros mismos. Cmo hacerlo desde un pas postcolonial como Bolivia. Cmo; desde fuera de la modernidad. Pero al mismo tiempo, cmo especificar en estudios concretos, cmo recuperar los saberes sometidos y olvidados, cmo traducir este pensamiento a nuevas alternativas del buen vivir para las comunidades de nuestro pas.

    De esta preocupacin se desprende el conocimiento de las qotaas andinas como fuente de almacenamiento de agua, como respuesta a la escasez del lquido elemento en el altiplano circunlacustre. Este manejo tecnolgico, a partir de un conocimiento alto, complementado por lo simblico/ritual y cultural puede ser vlido para abrir el debate sobre conocimientos integrales, entre sociedad/naturaleza y cultura.

    Por lo tanto, en la primera parte de este trabajo proponemos, debatir sobre nuestro conocimiento para pensar una propuesta de descolonizacin, en la segunda parte nos dedicaremos en un hecho concreto: el aporte del conocimiento tecnolgico para el vivir bien y una salida como respuesta a la escasez de agua en el altiplano circunlacustre, espe-cficamente en el municipio de Tihuanacu.

    Liberarnos del espejo eurocntricoEl epgrafe con el que empezamos este trabajo, seala con mucha lucidez que es ne-

    cesario liberarnos del espejo distorsionado eurocntrico de la modernidad, porque no permite vernos a nosotros mismos. (Quijano, 2003: 242) Si intentamos pensar desde esa perspectiva, es necesario girar en otra direccin, que escape a la tupida red de la moder-nidad. Eso requiere mirar con otros ojos, y mirarnos a nosotros mismos. En ese sentido, 1 [email protected] [email protected]

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    es bueno revisar a autores que hicieron el esfuerzo de dar giros. Uno de ellos en el caso boliviano es Fausto Reinaga. En su intento de recuperar el pensamiento propio, que l llama pensamiento amutico, no es otra cosa que la concepcin csmica del Universo y de la vida. (Reinaga, 1978: 26)

    Pero esa concepcin csmica del Universo y de la vida debe ser integralidad, no dico-toma, no pensar en el dualismo cartesiano. Aqu se trata de pensar de otra forma, donde el pensamiento es tambin producto de la naturaleza.

    De ah que se conciba, que todas las partes del universo en el cual el ser humano es un todo, es parte de la totalidad del cosmos. Por eso se puede pensar por el fluido del sol, de ah que el pensamiento, de una u otra manera es energa hecha luz. (dem)

    Esta forma de pensar, es ver las cosas de forma no dualistas, del cogito ergo sum cartesiano, que divide en tradicional/moderno, irracional/racional, occidente/oriente, primitivo/civilizado, mgico-mtico/cientfico, esta forma dualista y colonizada de ver las cosas no permite ver la integracin entre naturalezaser humanosociedad; naturalezaser humanocultura, sino ve ms bien, al ser humano como el triunfante de un proceso civilizatorio y eterno, como ley universal de la modernidad.

    Por eso es otro pensar, es otra manera de entender el mundo desde la mismidad. Es crear y recrear nuevos conceptos que nacen fuera de la modernidad y que son los que se enriquecen con las palabras en uso y con las experiencias histricas narradas y vividas; con la recuperacin y transmisin de las experiencias propias y ajenas. (Gonzlez Casanovas: 212 nfasis del autor)

    Si la construccin de conceptos proviene de la propia comprensin de conceptos que emana del mundo indgena, se puede entender que es un giro epistemolgico. Con esta idea se puede comprender lo que Gonzlez Casanovas sugiera: que se debe exigir cambiar la comprensin de lo interno y externo. (Idem: 216) Lo que se puede pensar como des-colonizacin. Por ello que la lucha indgena de larga tradicin histrica requiera tambin la formacin de conceptos que incluya vivencias de las luchas inmediatas que llevan a la reestructuracin contextual del lenguaje. De ah la necesidad de enriquecer los conceptos universales en la vida y lucha de cada etnia y pas. (Idem: 206), Boanovetura de Sousa San-tos, deca que, es necesario pensar las ciencias sociales fuera de la racionalidad modernista, la intelectualidad hoy tiene el desafo de pensar las sendas y caminos de la emancipacin. (Sousa Santo: 2007)

    Pero no puede haber, emancipacin sin pensamiento descolonizador. La plyade de pen-sadores de la emancipacin debe tener la tarea de construir nuevas categoras y conceptos ya que los heredados de los siglos anteriores no se adaptan para comprender la realidad y los procesos de cambio de nuestras sociedades, menos an para proponer respuestas, que es urgente ya que no podemos hacerlo si no empezamos la descolonizacin.

    Obviamente no se trata de idealizar posturas, sino de asumirlas como posibles de ha-cerse, eso requiere un esfuerzo mayor, el poder pensar sin dejar de lado lo mejor que ha dejado el ser humano en trminos de rebelda en el pensamiento desde nuestra propia posicin, es decir, desde el lugar donde nos encontramos. Pero donde nos encontramos y hablamos? Hablamos desde el Sur, desde el lugar donde la tierra habla, siente, percibe y vive. Por eso es menester abrir la mirada, los odos y los sentidos, eso exige pensar desde el movimiento y el presente.3

    Hoy nos damos cuenta y conocemos que existe otro tipo de racionalidad, pues se trata de un pensamiento epistemolgico que no intente equiparase a la modernidad, ni a lo mejor de occidente, sino elaborar propuestas para entendernos y mostrarnos de otra forma a la que nos ven, mostrar miradas distintas que no contengan cargas de gigantes pensadores, y 3 Para especificar esta idea puede leerse a Hugo zemelman. Los Horizontes de la razn. Dialctica y apropiacin del presente.

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    no intentemos pensar desde la mente del gigante subindonos a su cabeza. Se trata enton-ces de desmontar la colonialidad del saber, pero, para qu? Para construir o reconstruir el conocimiento propio.

    Lo que debemos aclarar es que gran parte del bloqueo histrico del pensamiento es en gran medida de la colonialidad. Si se asimila desde la mentalidad del otro y no de uno mis-mo no se puede quitar el velo que recubre la mente, es urgente recorrer la mirada interna, recuperar el interior, la vida de la mismidad. Recuperar el yo requiere de un imperativo tico que subvierta el impulso de fuego que se halla en la potencialidad del interior, para reconocerse a s mismo y pensar desde ah. Si no nos despojamos del caparazn de la co-lonialidad es difcil crear desde su propio interior, por lo tanto se convierte en un dique de contencin de las potencialidades del pensamiento propio. Pensamiento que se traduce en la integralidad del yo y el mundo de vida circundante las constelaciones. De ah que se necesite una descolonizacin permanente.

    Desde ese horizonte es que se puede empezar a cuestionar la dominacin social y cognitiva, ya que la colonialidad del poder ha globalizado su poder, atrapando a todas las culturas y pueblos en un slo sistema planetario. Este nico patrn mundial de dominacin signific que todas las experiencias, recursos y productos culturales, fueran articuladas a la hegemona de un slo orden cultural. Se tom control de toda forma de subjetividad, de la cultura y en especial del conocimiento. (Quijano, 2003:209)

    Si el patrn de dominacin ha significado el control de la subjetividad, de la cultura y del conocimiento. Eso requiere la subversin de las subjetividades, de las culturas y del conocimiento, y porque no decirlo, de los conocimientos.

    De este anlisis se puede desprender, que pensando desde nuestra propia constelacin, es creer en alternativas posibles y no deseables, y en esto nos referimos a las qotaas como conocimiento posible de hacerse.

    El caso de las tecnologas andinas como fuente de conocimientoLo andino se refiere a una categora, topogrfica y espacial. En el inkario, el Inka Tupak

    Yupanki dividi el territorio ocupado por los inkas en cuatro suyos (regiones) la regin Nor oriental se denomin Antisuyo (pueblos tropicales de la zona llamados antis). Y de aqu se haya pensado que proceda el denominativo andino. Despus de la colonia fue denominada zona andina a toda la serrana que se levanta desde 2000 hasta los 6900 msnm y que recorre Venezuela, Colombia, Ecuador, Per y Bolivia hasta la parte Norte de Argentina y Chile. Por sus condiciones climticas, geogrficas y topogrficas peculiares esta zona ha sido un lugar predilecto para el hombre desde hace ms de diez mil aos. Aqu surgieron muchas civilizaciones, siendo los ms conocidos actualmente la quechua y aymara. Lo andino, entonces tambin tiene una dimensin cultural, puesto que las culturas que cohabitaron y cohabitan esta regin tienen una conciencia colectiva.

    Los pueblos andinos ofrecen una profunda sabidura ecolgica contenida en su filosofa an poco estudiada, que heredaron para construir el vivir bien equilibrado, el allinkausay en quechua, sumaqamaa en aymara y andereko en guarani. (J. Quispe, 2006: 5) Pero que requieren de ser trabajados desde su base ontolgica y epistemolgica y no convertirlo es un clich.

    Lo natural andinoEn gran parte del territorio del altiplano boliviano los patrones de precipitacin consisten

    en un largo perodo de sequa al ao y una poca de lluvia intensa, lo cual provocaba que haya mucha variacin en la cantidad de lluvia de un ao a otro. Este aspecto indujo a los primeros pobladores a asentarse en zonas de mayor seguridad y fcil acceso al agua: en las

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    faldas de los cerros, en las cercanas de los ros, vertientes y manantiales, que traen aguas de infiltracin de las lluvias, y aguas de deshielo. (Gerbrandy y Hoogendam, 1998: 28)

    La necesidad del hombre andino de llevar el agua desde la fuente (reservorio) a la zona de uso, ha inducido un desarrollo tecnolgico particular, que engloba una combinacin de conocimientos agronmicos, hidrulicos y constructivos, adaptadas a las condiciones bio-lgicas, hidrolgicas y topogrficas. Adems, indujo a una gran capacidad de organizacin y movilizacin social, necesaria debido al gran esfuerzo que se requiere para construir y mantener obras de riego en zonas montaosas. (Gerbrandy y Hoogendam, 1998: 28)

    All donde la gente construye una infraestructura de riego y establece un sistema de distribucin para dividir el agua entre el grupo de usuarios, lo hace dentro de un contexto interrelacionado de factores climticos, conocimiento de la fuente y en estrecha relacin con los objetivos que quiere lograr con la aplicacin del agua. Este manejo, se puede en-tender como conocimiento tecnolgico.

    De lo anterior se puede deducir que las tecnologas andinas y el uso racional de los recursos pueden ser hoy una alternativa a la visin modernista del desarrollo. Este avance tecnolgico soterrado en los estratos profundos de la memoria es fuente de inspiracin para pensar que otra forma de desarrollo es posible, como es el caso del suma qamaa. Es decir, para el vivir bien como punto fundamental de giro epistemolgico en el conoci-miento y la vida.

    Esta forma de plantearnos del vivir bien puede corresponder al fortalecimiento del conocimiento tecnolgico, como forma alternativa de la modernidad. Este conocimiento lo trataremos de especificar en las lneas que siguen, a partir del conocimiento de los co-munarios de Tihuanacu en el manejo de reservorios de agua.

    No hay que olvidar que cuando se habla de tecnologas adecuadas se hace referencia a tcnicas que tiendan a la conservacin de los recursos no renovables y al potenciamiento de los renovables4, as como, a la no contaminacin del medio ambiente. En este sentido debern ser tcnicas que permiten una valorizacin de los recursos naturales disponibles, asegurando a la vez de su conservacin o renovacin, el mantenimiento de equilibrios ecolgicos, considerando el contexto cultural y socio-econmico de las fuerzas productivas disponibles. (En, J. Durn, 1990: de, C. Romanini, 1977:121)

    El contextoLa comunidad de Tihuanacu esta dividido en 4 grandes zonas, Norte, Este, Oeste y

    Centro. Dentro de la zona Centro se encuentran las comunidades de Achaca, Huancollo, Kasa Achuta, Chambi Chico, Guaraya y Yanamani. Todas las comunidades mencionadas son ex haciendas a acepcin de Guaraya, que no ha dejado de ser comunidad.

    Cada una de estas comunidades tambin est dividida en su interior por zonas. En el caso de Achaca tiene 4 zonas. i) zona 16 de Julio; ii) zona Ingenio; iii) zona Chapiamaya; finalmente iv) zona Playa Verde. En cambio la comunidad de Kasa Achuta, tiene 5 zonas las cuales son: i) zona Choque Qawa; ii) zona Calara Amaya; iii) zona Munita; iv) zona Tornuca Capua; v) zona Chiquipa. La comunidad de Chambi Chico tiene tan slo tres zonas, las cuales son: i) zona Waucirca; ii) zona Moxuma; iii) zona Collpapampa. La comunidada de Yanamani tiene tambin 4 zonas, i) zona Anovinto; ii) zona Achachicala; iii) zona Huaqueria, iv) zona Quimsajahuira. Finalmente, la comunidad de Guaraya, que como dijimos en un inicio es la comunidad que no fue hacienda, esta comunidad es una de las ms grandes de Tihuanacu y tiene 6 zonas: i) zona Vasquecea, ii) zona San Bartolom, iii) zona Ingenio Limitada; iv) zona Huari Kunka; v) zona Kuch Kata; vi) zona Kajun Kala. (Entrevista: Jilr Mallku: 1/05/08) 4 Aunque hoy ya es complejo hablar de renovable y no renovable, ya que se est perdiendo esta diferencia, no hay que olvidar de lo

    que nos ensearon, que el agua era un elemento renovable, hoy corre el riesgo de agotarse.

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    Estas comunidades tienen algo en comn, es que, en estos ltimos aos, el problema del agua ha dificultado y obstaculizado en sus actividades primarias como es la agricultura y la ganadera. Estos cambios pueden ser el resultado de los cambios climticos que afectan a la poblacin y su estructura.

    Por eso pensamos que hoy es importante entender los fenmenos naturales desde la problemtica que genera en las comunidades, pero adems de entender su significado cul-tural y su importancia en la vida. Sabemos que desde los primeros tiempos el agua siempre fue un elemento principal en la cosmovisin indgena, pertenece al mundo de la tierra o la pachamama. Y sigue la lnea izquierda, que segn el cuadro de Corincancha, dibujado por Santa Cruz Pachacuti Yampi pertenece al lado femenino.

    Para Silverblat pertenece a la jerarqua generacional femenino que est encabezada por la deidad de la luna (qilla), Venus de la tarde (choq chinchay), madre mar (mama cocha) y la mujer. (Silverblatt, 1990: 33)

    En la imagen de Pachakuti Yampi se puede observar que la mama cocha est en la lnea de la mujer y el hombre, es decir, en el espacio de la Pachamama, el mundo o la tierra. Es decir, que no se establece jerarquas, sino ms bien que existe una convivencia entre todos los elementos del mundo aqu el agua se convierte en parte integral de la cosmovisin indgena. (F.13v)

    No olvidemos que en los primeros tiempos: Purum pacha, Tunupa llego al pueblo de Yamque Supa, donde luego de recibir injurias y ofensas los castig convirtiendo a todo el pueblo en agua, convirtindose dicho pueblo en una gran laguna (Cocha) llamada Yanqui Supa Cocha y este lugar se encuentra en un cerro con nombre de mujer, adems de ser dolo mujer (Santa Cruz Pachacuti Yampi: f. 4v) De ah que podemos decir que los lugares con qochas se convierten en lugares sagrados femeninos, lo mismo que los cerros que los contienen. Pero tambin puede haber masculino-femenino, es decir, siendo cerro masculino, se encuentre una laguna femenina. En el caso del gran cerro de Tihuanacu denominado Quimsachata, es de origen femenino, no tiene laguna, pero de su interior, por sus vertientes emana agua, es la que ms agua ofrece a sus pobladores.

    Por lo tanto, las lagunas o qotaas son lugares sagrados. En Tihuanacu las lagunas en los cerros son muy pocas, es ms, slo pudimos identificar una sola que se halla en un cerro masculino denominado Achachilla. (Entrevista: 23 de mayo 2008)

    Pese a la importancia del agua y sobre todo a la utilizacin de qotaas por los poblado-res de las planicies altiplnicas, existen muy pocos estudios, la revisin bibliogrfica sobre qotaas y sus usos tecnolgicos ha mostrado que es muy poco abordado, en cambio sobre la visin andina del agua hay algunos estudios al respecto. (Greslou, Dietschy, Gelles, Col-man, Earls, Grillo, Jan van Kessel, entre otros)

    Este sistema agrcola es muy importante para enfrentar los problemas de escasez de agua, hoy en da, son muy pocas las comunidades que an conservan este conocimiento tecnolgico. Esta sabidura del manejo de agua puede ser una alternativa a los problemas que enfrentan hoy las comunidades. Para el caso de Tihuanacu sus usos estn estrechamente relacionados a la ganadera y al manejo de animales domsticos.

    Las qotaas en el altiplano de TihuanacuTihuanacu est ubicado entre los 1633 Lat. Sur y 6840 Long. Oeste, esta zona es

    compartida por tres cantones de la provincia Ingavi del Departamento de La Paz los cuales son, Guaqui, Tihuanacu y Taraco a la vez divididos en comunidades, debido a su proximidad al lago Titicaca la zona cuenta con temperaturas y humedad mayores a otros sectores del altiplano. (Albarracin, 1988-89; 2)

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    El valle bajo remarca su naturaleza heterognea, existe un enorme contraste entre el lado Norte y Sur, entre el sector lacustre y el sector Este de las orillas del lago, entre la planicie aluvial del ro Tihuanacu y el rea de las serranas. La distribucin y la densidad de la vegetacin dependen mayormente del tipo de suelo y del abastecimiento de agua (Ibd.)

    Dentro de los confines del Valle Bajo se haban identificado preliminarmente cinco zonas microambientales, las cuales han sido reevaluadas en 1989, llegndose a identificar siete microambientes: 1. zona superior de coluvio, 2: zona inferior de coluvio, 3. zona de pastos y manantiales, 4. zona de la planicie aluvial, 5. zona lacustre, 6. zona de terrazas, 7. zona intermontaosa. (Ibid).

    En 1988 se han mencionado la existencia de 16 mini-cuencas o qochas, tal como sigue, -habindose identificado grandes sectores de campos elevados en la zona de pastos y ma-nantiales y una serie de canales y un extenso terrapln en el sector de los campos elevados de cultivos- (Ibid).

    Analizando el contexto un poco ms amplio de este sitio, los arquelogos han eviden-ciado que este sector encierra un rea de qochas. Estas depresiones circulares estaran dentro de la distribucin de tipo esparcido- es decir, menos de 100 qochas por Km2 (Flores Ochoa, 1987).

    El mismo Flores Ochoa reporta informacin, en el Departamento de Puno Per sobre la construccin y usos que las qochas tienen para ese sector, las mini cuencas como men-ciona del valle bajo, fluctan entre 30 a 200 mts de dimetro y estaran dentro de lo que Flores Ochoa denomina como muyu-qocha o de forma circular. Las funciones atribuidas a qochas son tres; Produccin agrcola, sectores de pastoreo, Reservas de agua.

    Segn Albarracin, el perodo IV de Tihuanacu (400 al 750 d. C.) tipifica una organizacin administrativa con caracteres bastante bien elaborados, se observan por primera vez, la presencia de asentamientos extensos con ncleos delegados a miembros de la estructura econmico-administrativa de Tihuanacu y con periferias que estaban ocupadas por el sector productivo de la sociedad, los sistemas de produccin agrcola estaban relacionados con tres tcnicas: los campos elevados (camellones), terrazas y las qochas. (Albarracin 1989; 13)

    En el marco de la investigacin Aplicada: Tecnologa precolombina complementarias en el desarrollo rural: la (re) construccin de suka kullus y cosecha de aguas en Tihuanaku 2008, se realizaron el registro y documentacin de reservorios de agua (Qotaas) y ca-mellones o campos elevados de cultivo (suka kullus). Adems se registraron las fuentes de agua (vertientes, ros y riachuelos), en algunos casos los mismos sirvieron para la cons-truccin de estanques en la implementacin de sistemas de agua potable realizados por el municipio o por algunas ONGs.

    En esta identificacin inicial, se tiene por ejemplo; una vertiente que tiene caudal y se lo utiliza como bebedero para animal y en la parte central se lo aprovecha para hacer tunta (papa deshidratada), el agua se infiltra a unos metros de distancia. (RAE-06) En otra vertiente de 40cm. de dimetro con material ltico en las paredes es hmedo a los 2 metros de radio, a los 4 el suelo es rido, estas vertientes se encuentran en un radio de 1 Km2. (RAE-09)

    En otra comunidad (RAE-11), se ubic un estanque, se trata adems de una de las fuentes de distribucin de agua potable, al sur de la misma se hace presente una distribucin de material cermico superficial con una densidad media baja.

    La presencia de los reservorios de agua en todas las comunidades de Tihuanacu, es im-portante, puesto que los mismos se presentan en cada una de ellas, en algunas con mayor intensidad que otras. Aunque la mayora de las qotaas son actuales, algunas comunidades cuentan con reservorios coloniales, pero tambin se pudo observar las pre-coloniales. Cabe considerar que muy pocas de estas son visibles, puesto que se han rellenado por el paso del

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    tiempo y principalmente el proceso histrico de la instauracin de haciendas y la posterior reforma agraria con la reparticin de tierras como propiedad privada. Esto ha provocado la poca utilizacin de estas tecnologas descritas con anterioridad, dando privilegio a otras que han daado el medio ambiente, Incluso el arado por tractor, teniendo como con-secuencia la destruccin de estas tecnologas andinas.

    RitualidadEl pasado mtico de las culturas en los Andes bolivianos tiene como contexto princi-

    pal a lo que varios autores llaman el eje acutico compuesto por el Lago Titicaca-Ro Desaguadero-lago Poop. (Bouysse Cassagne y Harris, 1987: 21)

    La organizacin agrcola el mundo andino giraba en torno al agua, as a la salida del sol por el Este se le denominaba arriba, de donde sale el agua y corre hacia abajo o el Sur donde entra el Sol, el Este o arriba es el que engendra vida o provee de vida a todo ser en la naturaleza. Estas concepciones continan todava pero con transformaciones y nuevos significados que no abordaremos en este documento.

    Un espacio que se considera sagrado en la familia es el lugar de donde sale el agua, las vertientes pero que por las sequas prolongadas en la regin tiende apresuradamente a desaparecer, sobre todo en las generaciones mas jvenes Las vertientes, como miembro fundamental de la sociedad era venerado como un ser viviente, difcilmente representado en un concepto, se lo entiende con paralelismo a los animales ms sagrados en su entorno. As la vertiente era entendida como el lugar de donde nace la vida y da la vida, a la vez lugar donde habitan seres. Las versiones que se tienen actualmente, es que habitaba el Titi, una especie de gato silvestre y negro, el wila anu que eran los cuidadores, estas vertientes se solan challar, es decir, realizar libaciones para que no se seque, se deba ofrendar a los cuidadores de las vertientes. Estos cuidadores eran deidades del manqha pacha, del subsuelo, eran temidas y respetadas, eran los guardianes naturales para el aprovechamiento del agua. (Entrevista: anciana de Chambi Chico, 20 mayo 2008)

    Otra versin indica que las vertientes seran el lugar a donde se dirigen los peces, seres difciles de describir por que andan de noche con una luz, que al ver no se divisa figura alguna, nacen de este lugar y pasean por la geografa y durante una determinada poca re-tornan. A estos lugares se les deba rendir culto para que las personas sean bendecidas con abundante agua, pero que ahora en Tihuanacu slo algunos lo hacen. Ya sea por la influencia religiosa o por la secularizacin de los ms jvenes.

    En Tihuanacu el Agua es fundamental para la poblacin, proviene de vertientes ubicados en los cerros, en el sector de Yanamani se encuentra el Achachilla o Chilla (Chilla achachi-la), cerro masculino que posee algunas vertientes de poca afluencia de agua, es decir, que la corriente de agua es dbil. Cada 8 de mayo se elige al nuevo comit de aguas quienes elaboran varios trabajos, esa misma fecha es la limpieza de acequias, es el momento de la wajjta para pedir permiso a las deidades, Achachilas, para poder empezar en el mes de junio la limpieza de las acequias. A la autoridad de agua se le denomina Uma alcalde, para control del riego existe una autoridad para las dos zonas.

    Yapu Qamani, es la autoridad encargada del cuidado de los sembrados y el que vela para que los animales no daen los mismos, cuida para que el granizo no dae las plantas, en este caso debe evitar reventando cohetes, petardos o algn otro instrumento, si es ne-cesario todos los das en tiempo de relmpagos y granizadas, en cambio si no hay lluvias se debe pedir de rodillas a Dios para que llueva. (Entrevista: Hombre, 22 de mayo 2008) o tambin, detrs del cerro de Yanamani se halla una laguna, de esta se consigue algunos sapos, que son colocados en algn lugar especfico en la cancha de la comunidad. Estos sapos deben estar tapados con aguayos de color negro o trapo sin mirar al sol, este ritual se

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    lo realiza en enero o febrero dependiendo del retraso de las lluvias, debe ser realizado por un yatiri especialista, que junto con los Mallkus y el Yapu Qamani, quien a la vez convoca a los/as representantes de las 4 zonas que conforman la comunidad, adems de realizar la wajjta al cerro femenino del Quimsachata.

    Este ritual de recomposicin de la naturaleza es para reestablecer el orden andino de las cosas. Se trata de volver a equilibrar un orden desajustado por algn elemento que ha salido del orden establecido por lo cual se hace necesario acomodarlo por medio de ofrendas sagradas a las deidades para ser justos con la naturaleza. Esto no se trata de ningn pachamamismo, como tratan de denominar algunas/os estudios del mundo andino. Se trata de entender en trminos de conocimiento la relacin sociedad/cultura/naturaleza y ser humano. Es recuperar el conocimiento ancestral, presentes en la memoria, o lo que se puede llamar conocimientos alternativos societales, para poder plantear alternativas para poder vivir bien.

    La colonialidad del saber a desestructurado las variadas formas de entender la naturaleza, pero que hoy subsiste en las comunidades. El intento de ver a la naturaleza como objeto no se ha concretizado, pero fue intentado de variadas formas.

    La visin femenina y sagrada de la naturaleza, para el pensamiento occidental, pas al nivel de la irracionalidad y mitolgico, impregnada de magia y supersticin, sobre todo, desde la imposicin de la ciencia y la objetividad como los nuevos dioses del ser humano.

    Vadana Shiva a dicho que con la desacralizacin de la naturaleza, implic la violacin de la integridad de la naturaleza y se trat como un recurso de valor slo para la explotacin para el crecimiento econmico, central para el proyecto de desarrollo. (Shiva, 1996: 326)

    Se dej de lado los modos ecolgicos de conocer la naturaleza, para imponer una visin, de esta manera se puede hablar de una relacin de cultura ecolgica con la naturaleza, donde se puede conocer los lmites inviolables de la naturaleza por parte del ser humano, lmite impuesto por una relacin tica. (dem: 326)

    Estas formas de desestructurar el pensamiento indgena, no han sido lo suficientemente eficaces, pero lo seguirn intentando con polticas desarrollistas. De ah la importancia de recuperar saberes y conocimientos de manejo tecnolgico de las comunidades, manejo natural de los recursos con cierta racionalidad de equilibrio.

    En el caso del manejo de qotaas para dar respuesta a la falta de agua en el altiplano bo-liviano puede ser una va efectiva de descolonizacin e impulso a incorporar conocimientos legtimos de manejo de agua.

    En esta idea no slo se recupera el uso racional de los recursos sino tambin su cono-cimiento y su equilibrio, recuperar esa visin sagrada de la naturaleza, en busca de vivir bien, o como se lo conoce en leguaje aymara suma qamaa.

    Este conocimiento muy ligado al simbolismo y la ritualidad ha servido de mucho para comprender que el agua tiene vida y por lo tanto se la debe cuidar, para que no falte y pueda servir para la poblacin y la comunidad.

    El devenir ticoLo que tratamos de plantear en estas lneas cortas, es realizar esfuerzos en nuestro

    beneficio, hoy en da estamos cerca de pasar severas crisis por la escasez de recursos natu-rales, calentamiento global, escasez de agua dulce, deshielo de las zonas tradicionales de los cerros eternos que ya no son tan eternos, etc.

    Lo que hoy nos toca es mostrar la capacidad del conocimiento de otras formas de rela-cionamiento con la naturaleza y el ser humano, pero que no sea funcional a las modernas formas de apropiacin de excedente y de recursos al capital global. Si no ms bien como estrategias propias para el vivir bien, slo de esta manera se pueden recuperar otras formas

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  • 103Museo Nacional de Etnografa y Folklore

    de conocer para la objetivacin de realidades concretas para el uso comn, colectivo y solidario, para el beneficio de la humanidad y no del capital.

    Al rescatar las tecnologas ancestrales y las experiencias como potencial emergente como los terraplenes, suka kullus, sistemas de riego y reservorios o qochas, presentes en Tihuanacu, pueden servir para iniciar un uso adecuado de los recursos pero de manera consensuada y medida de manera que pueda ser aprovechada para consolidarse como base para la produccin agrcola sostenible.

    Los cambios en el medio ambiente, afectan en los ciclos de produccin, en la agricultura y el ciclo reproductivo de las comunidades. El hecho que las lluvias sean escasas, se retracen en el tiempo o sean excesivas, el sol ms intenso, las heladas ms crudas y duraderas, sin duda afecta en la percepcin de los habitantes de la regin de Tihuanacu y su relacin con la naturaleza.

    Uno de los problemas presentados a partir de estos cambios, es la escasez de agua en las comunidades de Tihuanacu. Si bien estas poseen ciertos dinamismos y movimientos para resolver conflictos, es evidente que la poca presencia del agua en algunas comunida-des provoca problemas entre los mismos pobladores. No tenemos agua, pero podemos organizarnos para tener agua, No abastece el agua, necesitamos agua, -es muy poco yo he sufrido, no tenemos papa ha habido helada, queremos ayuda. El Agua no alcanza, a medida que baja ya no llega a mi lugar, un poquito llega, como es serrana no hay como sobrevivir- (Capiri 11: 48 Hombre adulto)

    Los cambios en el medio ambiente y la naturaleza estn afectando en las formas de or-ganizacin y concepciones simblicas y culturales en los pobladores de Tihuanacu, por eso el pensamiento renovado debe dar respuesta a estas problemticas dadas en las comunida-des, viendo las potencialidades de la tecnologas andinas, sin que signifique la invasin de las ongs como experimentacin (que tanto han fracasado) sino que esta reapropiacin les permita reconocer que la potencial que se posee en trminos de conocimiento y tecnologa pueda ser aprovechada de manera sostenida y duradera en el tiempo y con equidad con la naturaleza.

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