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LA RELACIÓN ENTRE VACANTES
Y DESEMPLEO EN ESPAÑA:
PERTURBACIONES AGREGADAS Y DE
REASIGNACIÓN
Juan J. Dolado y Ramón Gómez
Banco de España - Servicio de EstudiosDocumento de Trabajo nº 9618
LA RELACIÓN ENTRE VACANTES
Y DESEMPLEO -EN ESPANA:
PERTURBACIONES AGREGADAS Y DE
REASIGNACIÓN
Juan J. Dolado y Ramón Gómez (*)
(.) Estamos muy agradecidos a Ángel Estrada y a Jeff Franks por sus comentarios, así como a los participantes en los seminarios celebrados en el Banco de España, CEMFI, Universidad de Alcalá de Henares y Universidad de Valencia.
Banco de España· Servicio de Estudios Documento de Trabajo n' 96t 8
El Banco de España, al publicar esta serie, pretende facilitar la difusión de estudios de interés que contribuyan al mejor
conocimiento de la economía española.
Los análisis, opiniones y conclusiones de estas investigaciones representan las ideas de los autores, con las que no necesariamente
coincide el Banco de España.
ISSN: 0213-2710 ISBN: 84-7793-494-0
Depósito legal: M. 24550-1996 Imprenta del Banco de España
RESUMEN
En este trabajo se aborda el papel jugado por los shocks agregados
y de reasignación como factores explicativos de la elevada y persistente
tasa de paro en la economía española, tanto a IÚvel agregado como
regional. Para ello, se utiliza como marco teórico la curva de Beveridge,
que relaciona las tasas de paro y de vacantes. Del análisis se desprende
no sólo el peso preponderante de los shocks de reasignación en los
desplazamientos de la relación paro-vacantes, sino también una fuerte
heterogeneidad a nivel regional, lo que permite identificar en qué
regiones el componente "estructural" del desempleo es más relevante.
1. INTRODUCCIÓN
La elevada y persistente tasa de paro en la economía española y, en
menor medida, en la mayoría de las economías europeas, continúa siendo
fuente de controversia y origen de numerosos estudios que tratan de
analizar qué razones subyacen a tal hecho, y cuáles la diferencian de
experiencias mucho menos desfavorables como las asociadas a las
economías estadounidense y japonesa.
Este trabajo intenta abordar alguna de estas cuestiones. En concreto,
tratamos de identificar cuál ha sido el papel jugado por los shocks
agregados y de reasignación (sectorial/regional) a la hora de explicar la
evolución de la tasa de paro en España. La distinción entre ambas clases
de perturbaciones es importante ya que, de predominar las segundas, las
políticas de demanda agregada podrían perder gran parte de su
efectividad en favor de políticas de corte estructural dirigidas a eliminar
los desequilibrios persistentes entre las características de la oferta y
demanda de trabajo a nivel regional, sectorial, etc. Para ello, se utiliza
una herramienta que la literatura ha dejado tradicionalmente en un
segundo plano, pero que estudios recientes han recuperado como un
instrumento habitual de análisis por su alto poder informativo respecto al tipo de perturbaciones que afectan al mercado laboral. Se trata de la
denominada curva de Beveridge que relaciona las tasas de paro y vacantes
(definidas ambas en términos de la población activa) a 10 largo del
tiempo. 1
La razón de que coexistan vacantes y parados es fácil de explicar. En
una economía continuamente se crean y destruyen puestos de trabajo con
10 que, por más eficiente que sea el funcionamiento de� mercado de
trabajo, existirá. siempre un período mínimo de búsqueda, tanto por parte
del oferente (la empresa) como del demandante (el trabajador), 10 que se
refleja en el fenómeno anterior. A este respecto, conviene señalar que,
incluso en mercados laborales aparentemente rígidos, como pueda ser el
español, existe una alta rotación de trabajadores y puestos de trabajo.
Así, de acuerdo con Burda y Wyplosz (1994 ) , la tasa anual bruta de
rotación de trabajadores en España (contrataciones más despidos en
proporción de sus poblaciones de origen) era del 40% en 1987 mientras
- 5 -
que, de acuerdo con Dolado y Gómez ( 1 995) , la tasa bruta de rotación de
puestos de trabajo en la industria �nufacturera -excluyendo nacimiento
y cierres de emp.resas- alcanzaba un 7% del empleo anual entre 1984 y
1992.
El tamañ.o de dichos flujos pone de manifiesto que la coexistencia de
vacantes y paro es un fenómeno relevante que merece analizarse en
detalle. Concretamente, el estudio de las correlaciones temporales entre
ambas variables permite extraer conclusiones interesantes sobre la
efectividad del proceso de emparejamiento (matching) entre las
características de los trabajadores y los puestos de trabajo, al tiempo que
posibilita tanto la identificación de la naturaleza de las perturbaciones que
afectan al mercado laboral como la cuantificación de la intensidad de sus
efectos.
El punto de referencia de este trabajo es el estudio llevado a cabo por
BJanchard y Diamond (1989) en el que, utilizando un modelo estándar de
desempleo de equilibrio, se descomponen los movimientos de la curva de
Beveridge estadounidense en tres tipos de shocks: poblacionales, de
actividad y de reasignación. Estos tres tipos de perturbación recogen,
respectivamente, las variaciones bruscas de la población activa, el efecto
de los ciclos económicos y los cambios en el grado de ineficiencia que
acompaña al funcionamiento del mercado de trabajo. Entre estos últimos
podrian citarse la pérdida de adecuación entre vacantes y desempleados
o la existencia de menores incentivos de búsqueda de empleo por parte de
los parados.
El mensaje básico de dicho estudio es que los shocks de actividad
agregada tienen un papel dominante en la explicación de las variaciones
transitorias en la relación entre paro y vacantes mientras que los shocks
de reasignación dominan las variaciones permanentes. Finalmente, se
encuentra que los shocks poblacionales no tienen efectos apreciables en
ninguna de en ambas frecuencias.
A partir de dicho enfoque, se propone aquí una versión generalizada
del modelo de flujos laborables que permita evaluar la importancia de los
tres shocks descritos previamente en el caso del mercado de trabajo en
-6-
España a nivel agregad02• Adicionalmente, tratando de profundizar en el
estudio del funcionamiento de los mercados laborales locales, se examina
la evolución de las curvas de Beveridge a nivel regional, cuyo análisis
desvela la existencia de tres tipos distintos de comportamiento, en funció'n
de cual haya sido la importancia de cada shock en cada reglón durante el
período muestral analizado.
El resto del trabajo se estructura de la forma siguiente. En la sección
2 se describe el concepto de curva de Beveridge y se explica la naturaleza
de aquellas perturbaciones que afectan sus desplazamientos. La sección.
3 ofrece información descriptiva sobre la misma en Espafta, tanto a nivel
nacional como regional, efectuando una comparación de sus características
con la de otros paises. En la sección 4 se analiza el modelo teórico que
sirve de base a la sección empírica. En particular, se examinan las
restricciones de identificación que dicho modelo impone sobre la dinámica
conjunta de paro, vacantes y población activa y, con ello, se ilustra la
forma de recuperar shocks estructurales a partir de las innovaciones de
un vector autorregresivo (VAR) en términos de las variables anteriores.
La sección 5 discute los resultados empíricos obtenidos e interpreta la
evolución de las curvas de Beveridge nacional y regional a la luz de los
shocks estimados. Finalmente, en la sección 6 se resumen las conclusiones
del trabajo.
2 . LA CURVA DE BEVERIDGE
2.1 Conceptoa Básicoa
La curva de Beveridge (en adelante, eB) examina la relación
existente entre paro y vacantes. Se define formalmente como el lugar
geométrico existente entre las tasas de paro y vacantes (medidas en
términos de la población activa) en aquella situación en que el desempleo
permanece estable, es decir, cuando los flujos de entrada y salida eJ;l el
mismo son idénticos. Dado que el nivel de paro depende de los flujos de
entrada y salida en el desempleo y que la disponibilidad de vacantes afecta
al flujo de salida, surge de forma natural una relación entre ambas
variables.
- 7 -
Tal como se anticipaba en la sección anterior, la lógica subyacente de
la CB se basa en dos fenómenos. Por una parte J el mercado de trabajo se
encuentra caracterizado por flujos continuos de trabajadores dentro y
fuera de la población activa, al tiempo que se crean y destruyen puestos
de trabajo o se produce reasignación de los trabajadores en los puestos
existentes. Todo ello genera flujos desde y hacia el desempleo. Por otra
parte J la existencia de diferencias entre las características de los
trabajadores y los puestos implica -incluso en el caso en que el número de
parados y de vacantes coincidan- la ausencia de una adecuación
instantánea entre ambos y J por tanto, su coexistencia en cualquier
momento del tiempo.
En general, dados los procesos de selección y búsqueda por parte de
empresarios y trabajadores, un mayor número de vacantes vendrá
asociado con un menor número de parados, ya que la probabilidad de
encontrar un puesto de trabajo tenderá a aumentar. Por tanto, habiendo
normalizado los niveles de paro y vacantes por el tamafio de la población
activa, la pendiente de la CB será negativa. Si, por otra parte, dicha
probabilidad aumenta menos que proporcio�ente con el número de
vacantes, la CB será convexa respecto al origen, tal como se representa
en la Figura 1 . Los puntos sobre la curva representan combinaciones de
paro y vacantes donde la primera variable no cambia. Puntos por encima
(debajo) de la curva, indican una mayor (menor) tasa de vacantes para
cada tasa de paro, por lo que el desempleo disminuye (aumenta).
2. 2 Tres Efectos sobre la Curva de Beverldge
De acuerdo con Blanchard y Diamond (1989) existen tres clases de
perturbaciones que afectan a la posición de la eB: shocks de actividad
agregada, shocks de reasignación y shock. de población activa. A
continuación se describen las características principales de cada uno de
ellos.
-8-
2.2.1 Shocks en la actividad agregada
La presencia de shocks en la actividad agregada produce movimientos
en el desempleo y las vacantes en direcciones opuestas J generando giros
en torno a la CB en "dirección contraria a la agujas del reloj. No se
producen, por consiguiente J desplazamientos de la curva sino movimientos
a lo largo de la misma.
Por ejemplo, supongamos que se produce un shock transitorio
negativo de demanda agregada. En esta situación, disminuirá la oferta de
vacantes -vía menor creación de puestos- y aumentará el número de
parados -vía mayor destrucción de puestos- 10 que nos situará, en estado
estacionario, en un punto de equilibrio con menor tasa de vacantes y
mayor tasa de paro. En términos de la Figura 1 , se produce un movimiento
descendente en forma de arco, por debajo de la CB, que nos traslada
desde el punto A hasta el B. La razón de que el arco esté por debajo de la
curva se debe a que se espera que la caída en las vacantes responda de
forma más rápida que el aumento del paro.
Una vez· que el shock transitorio desaparece, se deshará el efecto
anterior con lo que las vacantes ofrecidas aumentarán y el paro de
equilibrio se reducirá. En el gráfico se observará un nuevo arco, esta vez
por el otro lado de la curva, que desde el punto B nos situará de nuevo
en A. Por tanto, los shocks de demanda agregada generarán giros en
sentido contrario a las agujas del reloj.
2.2.2 Shocks de reasignación
Los shocks de reasignación producen desplazamientos de la CB, en
vez de giros en torno a ella, ya que tanto el paro como las vacante� se ven
afectados en la misma dirección.
Un ejemplo clásico de este tipo de perturbaciones es un shock que
produzca una pérdida de eficiencia en el proceso de emparejamiento entre
trabajadores y puestos vacantes (DÚsmatch). Entre otras razones, ello
puede deberse a un aumento en la dispersión �eográfica entre las vacantes
- 9 -
y los desempleados, o a la falta de coincidencia entre la formación de los
trabajadores y los requisitos de los puestos. En general, este tipo de
perturbaciones provocan desplazamientos hacia fuera de la curva, por 10
que las tasas de equilibrio de vacantes y desempleo aumentan
simultáneamente, hasta situarse en un punto tal como C. Desplazamientos
similares tienen lugar cuando se produce una disminución en la intensidad
de la búsqueda de los trabajadores -debido a un aumento en el tamaño y/o
duración de los subsidios por desempleo- o un aumento en los requisitos
de cualificación profesional por parte de los empresarios.
Conviene señalar que los desplazamientos hacia afuera de la eB
pueden tener su origen en perturbaciones de demanda de carácter
transitorio, dando lugar a fenómenos de histéresis, de gran trascendencia
en el contexto de las economias europeas. El argumento habitual es que
shocks negativos de demanda agregada puedan afectar a la duración del
desempleo y, consecuentemente, disminuir la probabilidad de
emparejamiento, a través bien de una progresiva descapitalización de los
parados de larga duración o de una mayor discriminación por parte de los
empresarios hacia dichos trabajadores (véase Pissarides, 1990). En
términos de la Figura 1, la existencia de un shock negativo de demanda no
implica una trayectoria A-B-A, como ocurria previamente, sino que acaba
situando a paro y vacantes en un punto tal como D a la derecha de A. Ello
se produce a consecuencia del desplazamiento posterior al shock de la CB,
reflejo del menor grado de efectividad en el proceso de emparejamiento.
Si este es el caso, los shocks de actividad podrían tener efectos
permanentes sobre paro y vacantes.
2.2.3 Shocks de oferta de trabajo
Se consideran shocks de oferta de trabajo a aquellas perturbaciones
en la fuerza laboral que no se ven acompañadas por aumentos simultáneos
en el factor capital. Por ejemplo, un shock positivo de oferta de trabajo
aumentará inicialmente la tasa de paro y disminuirá la tasa de vacantes,
dado que el nivel de estas últimas permanece fijo por el supuesto anterior.
Por tanto, a corto plazo se producirán trayectorias del tipo A-E.
Posteriormente, a medida que aumente el ratio de parados por vacante
-10-
disponible, aumentará la efectividad del emparejamiento, con 10 que la tasa
de paro volverá a disminuir. Además, con el paso del tiempo, en la medida
en que el descenso del paro se traduzca en un aumento de la utilización de
la capacidad productiva, aumentará la inversión y con ello el número de
vacantes, induciendo una trayectoria de vuelta desde E hasta el punto
inicial A. Así pues, se espera que los shocks de oferta de trabajo no
tengan efectos permanentes sobre desempleo y vacantes, si bien tenderán
a aumentar el número de parados en el corto plazo.
3. LA CURVA DE BEVERIDGE EN ESpARA
3.1 Un Análisis Descriptivo
En la Figura 2 aparece representada la relación entre las tasas de
paro y vacantes, en adelante referida como relación u -v, en la economia
española durante el período 1977-94, utilizando dos series de vacantes.
Los datos utilizados proceden de dos fuentes. Por un lado se dispone de
la tasa de paro que proporciona el INE a través de la En<;:uesta de
Población Activa (EPA). Por otro lado, los datos oficiales de vacantes
proceden del INEM, que registra mensualmente los puestos que quedan sin
cubrir. El gráfico superior en la Figura 2 corresponde a esta serie. Cabe
señalar, no obstante, que la fiabilidad de la serie del INEM respecto al
nivel efectivo de vacantes es baja. Ello es debido a que recoge solo
aquellas ofertas de empleo pendientes gestionadas por el propio INEM,
denominadas genéricas. Sin embargo, por otro lado, también registra las
colocaciones comunicadas por las empresas (nominadas) que son más
importantes en magnitud y que, por definición, no dan lugar a una
vacante ya que la oferta y la colocación se producen de forma instantánea.
AntoUn (1994) estima una serie corregida de vacantes, suma de las
vacantes registradas genéricas y las vacantes gestionadas' a nivel
privado, utilizando un factor de corrección que amplifica el número de
vacantes oficiales. Las series de vacantes utilizadas en este trabajo, tanto
a nivel agregado como a nivel regional, corresponden a la versión
corregida (véase Apéndice) y en la parte inferior de la Figura 2 se
encuentra la correspondiente relación u-v. Conviene seftalar que, pese a
las diferencias en las tasas de vacantes, el perfil de ambas curvas es muy
similar.
-11-
De la observación de dicho gráfico se infieren dos regímenes muy significativos, interpretrables a la luz de las perturbaciones comentadas en el apartado anterior. En primer lugar, desde finales de los años setenta hasta mediados de los ochenta, se produjo un fuerte desplazamiento hacia afuera de la relación u-v que apunta a la existencia de un shock estructural pronunciado, posiblemente provocado por una pérdida de efectividad en el emparejamiento -debido a un proceso puro de reasignación o la existencia de histéresis- o por una combinación de lo anterior y un aumento importante de la población activa. En segundo lugar, a partir de 1984 la trayectoria dominante es un giro completo en sentido contrario a las agujas del reloj característico de un shock de actividad. Nótese que, de acuerdo con la discusión anterior, los efectos de este último tipo de shocks tienden a desaparecer, mientras que los efectos de los shocks estructurales no 10 hacen.
3. 2 Comparación Internacional
La Figura 3 representa las relaciones u-v en cuatro de las principales economías de la oeDE -Reino Unido, Suecia, Alemania y Estados Unidos-, con el fin de situar la experiencia española en un contexto más ampliol• El mero análisis visual pone en evidencia que la evolución de la relación uv en el caso de España, si bien de forma más acusada, no se diferencia sustancialmente de la acontecida en otros paises europeos. En ese sentido, tanto el Reino Unido como Alemania han combinado efectos cíclicos con desplazamientos que alejan la relación del origen. En el caso del Reino Unido, el giro completo en sentido contrario a las agujas del reloj se aprecia de forma más nítida. Por contra, en Alemania queda más difuminada, dominando en. la parte final de la muestra un desplazamiento hacia fuera·. Mención especial merece el caso de Suecia que, durante buena parte de la muestra, se ha movido a 10 largo de la misma curva, reflejo de la preponderancia de efectos cíclicos, si· bien se aprecia un posible cambio de comportamiento durante los últimos tres años de la muestra.
En el otro extremo a lo observado en Europa, se encuentra la evidencia para Estados Unidos. En este caso J no sólo predomina el componente cíclico en la relación u-v J sino que además destaca su
-12-
desplazamiento hacia el origen, reflejo de la existencia de shocks positivos
de reasignación y/o mejoras en el grado de emparejamiento. En este
sentido, tal como señalan Jackman, Pissarides y Savouri (1990) J los
Estados Unidos ofrecen el mejor ejemplo de una economía que se ha visto
sujeta a shocks de actividad, pero no a cambios estructurales o shocks
relacionados con la búsqueda. Dicho comportamiento contrasta con el de
Alemania y el Reino Unido, economias que ejemplifican los efectos de
shocks agregados acompañados de un notable grado de persistencia.
3.3 CUrvas de Beveridge a Nivel RegloD8l
Tras el análisis descriptivo de la relación u-v a nivel de la economia
en su conjunto, un tema que inmediatamente se plantea es comprobar si el
análisis de la evolución de las curvas regionales apoya las conclusiones
obtenidas � nivel agregado, o si, por contra, la realidad regional permite
discriminar comportamientos distintos y, por tanto, problemáticas
diferentes4•
Para llevar a cabo dicho examen se dispone de los datos de vacantes
registrados por el INEM, de nuevo corregidas por el procedimiento de
Antolín (1994), para las distintas Comunidades Autónomas durante el
período 1977-1994, al tiempo que la EPA proporciona datos de tasas de
paro para el mismo período. En la Figura 4, se presentan las distintas
relaciones u-v para cada una de las diecisiete CC.AA. En cada gráfico se
ha incluido, en trazo discontinuo, la relación u-v agregada, con objeto de
obtener algunas conclusiones sobre el comportamiento diferencial de cada
región. De acuerdo con un simple análisis visual de las CB procedemos a
clasificar las 17 ce. AA. en tres grandes grupos!5 .
El primer grupo (Grupo 1) contiene aquellas CC.AA en las que,
grosso modo, predoDÚnan los movimientos giratorios en torno a la CB y
que, por tanto, se ven aparentemente dominadas por shocks de actividad
agregada. Este es el tipo de comportamiento que podriamos calificar de
deseable, y que se observa en las siguientes comunidades: Al'Ilgón,
Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra y La Rioja'.
- 13 -
El segundo grupo (Grupo Il) está formado por CC.AA. en las que
coexisten un movimiento de componente cíclico y uno de desplazamiento
hacia afuera, reflejo de una pérdida de efectividad en el emparejamiento
-autónomo o inducido por histéresis- y/o de shocks importantes de
población activa. El resultado es que tras el proceso puramente cíclico
antes descrito, la tasa de paro no vuelve a situarse en los niveles previos
sino que lo hace en unos significativamente mayores. En este grupo se
encontrarían: Asturias, Cantabria, Castilla Y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia y el Pa1s Vasco.
Por último, se encuentra un grupo (Grupo III) constituido por
aquellas Ce.AA. en las que la relación u-v se ha visto dominada por
desplazamientos hacia fuera, quedando el efecto cíclico en un segundo
término. Este es el caso de Andalucla y Extremadura, en las que el factor
cíclico queda prácticamente diluido, y, en menor medida, el de la
Comunidad canaria. Estas tres comunidades son además las únicas que se
sitúan claramente a la derecha de la CB nacional.
A modo de resumen, el análisis regional de las distintas relaciones u-v
nos indica que la relación agregada esconde, al menos, tres
comportamientos diferenciables: un primer grupo dominado por shocks de
actividad agregada, un segundo grupo que combina shocks de actividad
y de reasignación y, finalmente, un tercer grupo donde predominan los
shocks estructurales. A la verificación de dichas conjeturas dedicamos el
siguiente apartado.
4. ANÁLISIS VAR DE LA CURVA BEVERIDGE
El objetivo de esta sección es presentar un sencillo modelo del
funcionamiento del mercado laboral basado en el denomínado "enfoque de
flujos" que permita cuantificar los efectos de cada uno de los shocks
descritos previamente sobre la relación u-v, tanto a nivel agregado como
a nivel regional. En concreto, pretendemos analizar la dinámica de las tres
variables clave en este tipo de estudios -paro, vacantes y población
activa- en términos de los tres shocks. Para ello se utilizará un enfoque
de vectores autorregresivos, a cuyas innovaciones se otorga una
interpretación estructural.
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4.1 Un Modelo de Flujos del Mercado Laboral
El modelo de flujos laborales que consideramos (véase Blanchard y
Diamond, 1992, Mortensen, 1989 y Pissarides, 1990) -donde todas las
variables se definen en forma logarítimica- está constituido por los
siguientes bloques que caracterizan el funcionamiento del mercado de
trabajo:
i) En primer lugar una especüicación de la demanda neta de trabajo)
distinguiendo en la misma la determinación de los flujos brutos de creación
(e) y destrucción de puestos de trabajo (d), cuyas ecuaciones respectivas
vienen dadas por
(1)
(2)
dondewrepresenta el salario real. Las variables Be y 6d, por su parte,
representan factores de desplazamiento en ambas ecuaciones, tales como
aquellos asociados a cambios en la demanda agregada, en el nivel de
competitividad o en la tecnología. Las expresiones (1) y (2) nos indican
que los flujos de creación y destrucción dependen negativa y
positivamente del salario real, con elasticidades cl Y dI' respectivamente.
ü) En segundo lugar, una especificación del proceso de contratación a
través de una función de emparejamiento (matclúng function) del tipo
Cobb-Douglas, donde las contrataciones (h) dependen positivamente de
los stocks de vacantes (v) y parados (U)7. Bajo el supuesto de
rendimientos constantes a escala (véase Pissarides, 1990) dicha función.
puede escribirse en la forma
h = (IV + (1-(1) u (3)
iii) En tercer lugar, una especificación de la ecuación de determinación de
salarios donde, tal como ocurre en los modelos de negociación con
sindicatos o en aquellos basados en salarios de eficiencia, el salario real
depende los excesos de demanda en el mercado de trabajo. En nuestro
-15-
caso, dicha variable se aproxima por la relación u-v invertida, de manera
que
w = • (v-u) (4)
iv) En cuarto lugar, una especificación de la oferta de trabajo en donde
la población activa (1) depende positivamente del salario real y
negativamente del paro, posiblemente a través de una efecto "desánimo"
que se da en aquellos trabajadores que, al no poder encontrar un empleo,
abandonan el proceso de búsqueda; es decir
1 = yw - pu + a, (5)
donde e, representa, de nuevo, un conjunto de factores de
desplazamiento de la oferta de trabajo, tales como variaciones exógenas en
las tasas de participación femenina, las consecuencias del baby boom de
los afios sesenta, etc.
Una vez expuestos los bloques fundamentales del modelo, pasamos a
analizar la dinámica de paro y vacantes a través de las siguientes
ecuaciones de acumulación de ambas variables
ú= D-H+i (6a)
V=C-H (6b)
donde los símbolos en letras mayúsculas denotan los niveles de las
variables previamente expresadas en logaritmos y :i = dx/dt (x = U, JI) • La
ecuación (6a) nos dice que el flujo de entrada neto en el desempleo es
igual a la destrucción de puestos neta de las contrataciones y la (6b)
ofrece una interpretación similar para la evolución de las vacantes.
En estado estacionario i = Ú = V = O por lo que (en logs.) d= h Y c= h. Utilizando (1) - (4) en (6a) - (6b) se obtiene el lugar geométrico de
los dos estados estacionarios dados, respectivamente, por
(7a)
- 16 -
v = o - v (c,.+"r' [(c,.-(I-"»u + 8J (7b)
donde se supone que d1t,>a y c¡e>(l-Cl). Dichas condiciones eliminan la posible ambigüedad existente en las relaciones entre u y v. Así, por ejemplo, de acuerdo con (6a) un aumento de las vacantes reduce el desempleo a través del efecto via contrataciones; sin embargo, también existe un efecto de signo contrario, vía aumentos de salarios y el consiguiente aumento de la tasa de destrucción de puestos y el paro.
Suponemos que este segundo efecto domina. Existe una ambigüedad similar en (6b), resuelta del mismo modo. De esta manera (7a) y (7b) tienen pendientes superior e inferior a la unidad, respectivamente J con 10 que se asegura la estabilidad del sistema.
Resolviendo (7a) - (7b) obtenemos los valores en equilibrio de u y v en térDÚnos de los factores exógenos de desplazamiento
de forma que
W E (v -u) � (8, - 8) I (c,+d,)
(8a)
(8b)
(He)
A la vista de las expresiones anteriores, resulta natural definir dos factores de desplazamientos compuestos en términos de 6e Y 6d, a los que denominaremos factores de reasignación y de actividad agregada, respectivamente. El factor de reasignación (6r> viene dado por el primer término en el lado derecho de (Ha) Y (8b), es decir
(9a)
mientras que el factor de actividad agregada (8.) viene definido por el segundo término,
-17 -
(9b)
En efecto, la naturaleza de un factor de reasignación implica la
coexistencia de desplazamientos de creación (e,) y destrucción (O) que
operan en la misma dirección. Si suponemos idéntica magnitud,
Le. Oc = Sd' la ecuaci6n(9a),junto con(8a) -(8b),implica que 8, tiene
un efecto unitario sobre u y v. En otras palabras, las perturbaciones de
reasignación afectan a u y v equiproporcionalmente, por 10 que la
diferencia v - u y el salario real, según (8e), no se ven afectados.
Similarmente, un factor de actividad agregada viene caracterizado por
movimientos iguales, pero de signo contrario, en Oc y 811 • Así, por
ejemplo, un desplazamiento positivo de demanda agregada
implicaría Oc = -84, por 10 que S, -véase (9a)- se anularía y 8. -véase
(9b)- aumentaría, con efectos negativos sobre u -de acuerdo con (88)- y
positivos sobre v -de acuerdo con (8c)-, de manera que la diferencia (v
u) y el salario real aumentarian. Nótese que los signos de todos estos
efectos corresponden a los discutidos en forma descriptiva en la sección
2} 10 que nos permite reescribir la evolución temporal de las tres variables
clave del modelo -u, v y 1- en términos �e tres perturbaciones con
carácter estructural -9,,9a y 9,- en la forma siguiente:
v = B, + (1-.. )B.
I (ye +jl .. )B. -jlB, +B,
(lOa)
(lOb)
(lOe)
Queda, por último, caracterizar los procesos estocásticos que siguen
los factores ex6genos de desplazamiento (O). Dado que, como veremos
posteriormente, no se puede rechazar que u, v y 1 sean variables
integradas 1 (1) supondremos que 8r Y 91 siguen paseos aleatorios puros,
mientras que 8. es un lMA(1,l). Esto es,
4B, = E, (i = r JJ (11a)
-18-
(llb)
dondeE¡ (i = a, 1, r)son perturbacionesiid(O, a�. Nótese que la
parametrización elegida en (11 b) permite que los shocks de actividad no
tengan efectos permanentes sobre las variables si 01 = O Ó que si lo
tengan si 01 :1:. O. De esta manera se capta la posible presencia de
histéresis en los mecanismos de propagación de dichos shocks.
A partir de (11a) y (11b). tomando primeras diferencias en (10a)
(lOe), se obtiene la correspondencia existente entre las variables y los
shocks últimos del sistema,
(12&)
(12b)
(12c)
Por tanto, los shocks de reasignación tiene efectos permanentes
equiproporcionales y en la misma d�recci6n sobre u y v, al tiempo que
disminuyen 1 si existe un efecto 'desánimo' captado por el parámetro �. Asimismo, los shocks de actividad tienen efectos permanentes en dirección
contraria (transitorios) sobre u y v si 131 = O ("1 .. O) Y aumentan 1. Por
último, los shocks de oferta laboral no tienen efecto permanente sobre u
y v -aunque si podrían tener efectos transitorio en una interpretación
menos restrictiva del modelo, de acuerdo con la discusión en la sección 2-
y si lo tienen sobre 1.
La representación obtenida permite identificar los tres tipos de
shocks aplicando un enfoque V AR estructural (SV AR) a las tres variables
del sistema. Conviene destacar que el esquema de identificación elegido
difiere en varios aspectos del utilizado por Blanchard y Diamond (1989).
En primer lugar, dichos autores no endogenizan la respuesta de los
salarios reales, considerados como exógenos. En segundo lugar, las
- 19-
restricciones escogidas operan a corto y medio plazo, en vez de a largo
plazo como en nuestro caso, al modelizar el VAR en niveles. Y ello, pese
a que la evidencia de raíces unitarias en las series estadounidenses es
bastante abrumadora. En ambos casos, pensamos que nuestra modelización
es preferible.
4.2 Enfoque V AR Estructural
La representación obtenida en (12a) -(l2c) permite identificar los tres
tipos de shocks aplicando un enfoque VAR estructural (SVAR) a las
primeras diferencias de las tres variables que conforman el sistema. En
efecto, supongamos que el vector Xt = (ut, vt' It)' se deterDÚna de
acuerdo con el siguiente V AR
A(L)AK. = lit (13)
donde 'lt es un vector de innovaciones con E('1,'Il') E y donde se han
omitido los términos determinísticos en aras a la simplicidad, de manera
que 4Xt (en ausencia de cointegración entre las variables) tiene la
siguiente representación de Wold en forma de medias móviles,
AK. = D(L) lit (14)
con D(L) = A(L)-l, Do = 1. Naturalmente, dado que los elementos del
vector de innovaciones, '1 t' están correlacionados contemporáneamen te no
pueden interpretarse directamente como shocks estructurales
estandarizados, Et (donde E, = éia). Para poder transformar unos en
otros, la metodologfa SV AR supone que las innovaciones pueden
expresarse como combinaciones lineales de los shocks estructurales, i. e.
'1t = S Et' De esta forma se pretende identificar el vector Et Y la matriz de
multiplicadores dinámicos C(L) en la siguiente representación alternativa
AK. = C(L) Et (15)
donde C(L) = D(L)S. Por tanto, el problema de identificación se centra en
encontrar una única matriz S que verifique la propiedad·anterior. Una vez
-20-
obtenida S, resulta inmediato recuperar Et a partir de 'Ilt y, a su vez, la
matriz C(L) a partir de D (L). Habiendo supuesto que E(et e't) = 1, se
obtiene I. = SS', de manera que se tienen 6 restricciones (los elementos
distintos en L) para determinar los 9 elementos de la matriz S. Las
restantes 3 restricciones surgen de las propiedades a largo plazo del
sistema, i. e. El no tiene efectos permanentes sobre u y v y el" no los tiene
respecto a (u -v) . Por consiguiente, el sistema está exactamente
identificado en base a restricciones de largo plazo (Véase Blanchard y
Quah, 1989).
Tras la identificación de S, el sistema (15) permite obtener las
funciones de impulso-respuesta (FIR) de las variables respecto a los
shocks, y la descomposición de la varianza del error de predicción (DEP)
de cada variable en términos de la aportación de cada shock.
4.3 Efectos Dinámicos de los Shocks Estructurales
4.3.1 Descripción del V AR
Se ha estimado un VAR en las primeras diferencias de u, v y 1,
incluyendo un término constante y variables artificiales estacionales. En
el caso de los V AR regionales las variables corresponden al logaritmo del
nivel de paro, vacantes y población activa en cada 'grupo de Ce.AA.,
siguiendo los criterios de agregación expuestos en la sección 3. De
acuerdo con el criterio AIC, se han elegido cuatro retardos en todos los
casos sin que haya evidencia de correlación serial en los residuos. La
frecuencia de los datos es trimestral y el periodo muestral se extiende
desde 1977:1 hasta 1994:4.
Contrastes preliminares sobre la existencia de raíces unitarias no
permiten rechazar que las variables (en niveles) sean 1(1) alrededor de
una tendencia lineal. La evidencia sobre la posibilidad de que fueran 1(2) no era concluyente, por lo que hemos decidido adoptar la caracterización
1 (1) y, por tanto, la formulación del V AR en primeras diferencias.
Además, los contrastes de cointegración entre las variables en niveles
(logaritmos) no resultaron significativos por lo que no se han incluido
mecanismos de corrección del error en el V AR 8.
- 21-
4.3.2 Funciones de Impulso-Respuesta y Descomposición de la Varianza
Se comentan, en primer lugar, los resultados para el caso agregado
pasando, posteriormente a analizar los resultados regionales.
En la Figura 5 se presentan las FIR de cada una de las tres variables
a una innovación en cada shock, equivalente a una desviación típica
durante los 40 trimestres siguientes. Las lineas continuas representan las
estimaciones puntuales de las FIR y las lineas a trazos corresponden a un
intervalo del 90% computado a partir de 1.000 replicaciones según el
método bootstrap propuesto por Runkle (1987). El Cuadro 1 complementa
dicha información mostrando los valores de las FIR en diversos
horizontes, ampliados hasta 100 trimestres, a la vez que el Cuadro 2 ofrece las descomposiciones VEp9.
En general, queremos comenzar destacando la consistencia general de
los efectos dinámicos estimados con las predicciones del modelo teórico. En
primer lugar, las innovaciones en la población activa (El) afectan
positivamente al desempleo en el corto plazo, al permanecer el empleo
constante, y disminuyen las vacantes, si bien no significativamente, de
forma que ambos efectos reducen el salario real. A largo plazo, conforme
la creación y destrucción de puestos de trabajo se ajuste a la caída del
salario real, los efectos sobre u y v desaparecerán, de acuerdo con la
restricción impuesta en el SVAR. Por otra parte, el efecto permanente
sobre 1 es cuantitativamente pequeño.
En segundo lugar, innovaciones positivas de actividad agregada (E.) aumentan v y disminuyen u, tanto a corto como a largo plazo, con un
mayor efecto sobre v que sobre u. El efecto sobre 1 es permanente y
positivo, si bien inferior en magnitud a los efectos sobre u y v.
Por último, innovaciones positivas de reasignación (Er) aumentan
simultáneamente u y v. Aunque afectan a v más rápidamente, el efecto a
largo plazo sobre ambas variables es idéntico, reflejo nuevamente del
supuesto de identificación adoptado.
- 22 -
Así, la variabilidad a corto plazo en 1 viene explicada por El y, en
menor medida por Ea' mientras que a largo plazo este último shock juega
un papel preponderante. A su vez, la variabilidad en v a corto y largo
plazo está dominada por Ea Y Er' Por último, El Y Er explican la
variabilidad de u a corto plazo, al tiempo que el largo plazo está dominado
por Ea Y Er a partes iguales. Nótese -y éste es uno de los resultados más
importantes de este trabajo- que el efecto permanente de Ea sobre las
variables del sistema es un signo inequívoco de la presencia de fuertes
mecanismos de histéresis en el funcionamiento del mercado laboral en
España, tema sobre el que volveremos posteriormente 10.
En 10 que se refiere a las FIR para los tres grupos de regiones, la
Figura 6 y el Cuadro 3 recogen dichas funciones. 11 Conviene destacar
que, de nuevo, las innovaciones E. tienen un mayor efecto a corto plazo
en v que en u, siendo la disminución en u más acusada en el grupo 1 que
en el grupo 111, de manera que la respuesta del paro a shocks positivos de
actividad varia de forma sustancial entre regiones. Por lo que respecta a
los shocks Er, sus efectos dinámicos resultan ser bastante homogéneos.
Más ilustrativas resultan ser las descomposiciones VEP, ofrecidas en el
Cuadro 4. En concreto, se pone en evidencja que la variabilidad de u en
el largo plazo se encuentra dominada por shocks E. en el grupo 1, mientras
que lo está por shocks Er en el grupo 111. A su vez, la variabilidad de v
se encuentra mayoritariamente explicada por el comportamiento del
shock E •• 12
En resumen, en lo que se refiere al VAR agregado, los resultados
coinciden con los obtenidos por Blanchard y Diamond (1989) en cuanto al
signo de las respuestas, pero difieren en lo que se refiere al tamaño y
persistencia de los efectos de los shocks. Así, mientras que en la economia
estadounidense, los shocks de actividad dominan en el corto plazo y no
tienen efecto a largo plazo sobre paro y vacantes -de manera que los
shocks de reasignación y poblacionales explican la posible no
estacionariedad de las series- en nuestro caso, los shocks de actividad
explican buena parte de los movimientos permanentes de las series, reflejo
de la presencia de histéresis. En lo que compete a las regiones, la
dinámica de la relación u-v en el grupo 1 se ve dominada básicamente por
factores cíclicos, como en Estados Unidos. En el polo opuesto, se sitúa el
grupo III en el que si bien las vacantes y la población activa se comportan
-23-
en la forma esperable, el paro se ve afectado por shocks de reasignación
prácticamente en su totalidad. Por último, en un lugar intermedio se
encuentra el grupo II, cuyas características son similares a las del caso
agregado. Por consiguiente, esta evidencia parece validar el criterio de
agrupación regional adoptado.
5. DESCOMPOSICIÓN DE LA CURVA DE BEVERIDGE
Una vez comentado el efecto de los shocks sobre las variables del
sistema, resulta interesante descomponer los movimientos experimentados
por la CB en términos de los componentes asociados a cada perturbación
contemplada, de forma que se pueda evaluar visualmente la importancia
individual de cada shock en la evolución temporal de la relación u-v. Para
ello, en la Figura 7 se representan las CB que se hubieran producido si
sólo hubiera operado un tipo de shock. Por ejemplo, el gráfico superior de
la Figura 7 ofrece el perfil de la CB -esta vez en términos de las tasas de
par.o y vacantes en vez de sus niveles- si solo operasen las realizaciones
de Er durante el periodo muestral, Le. con Ea = El = O. De forma similar
se construyen los restantes gráficos, de manera que la suma de las tres
componentes reproduce a la relación u-v agregada tal como se representa
en la parte inferior de la Figura 2. Se observa que los shocks de
reasignación juegan un papel dominante en los desplazamientos hacia
afuera de la CB, acompañados, en menor medida por los efectos de
histéresis vinculados a los shocks de demanda, los cuales, a su vez,
generan los típicos giros en sentido contrario a las agujas del reloj.
Sorprendentemente, los shocks poblacionales, a los que a menudo se alude
para explicar el fuerte aumento del paro en España, tienen un peso
minimo.
En la Figura 8 se recoge una descomposición similar de los
movimientos en la relación u-v a nivel regional. Se observa, la
preponderancia de los shocks de actividad en el grupo I, al tiempo que se
aprecia una evolución favorable de los shocks de reasignación después de
un comportamiento desfavorable inicial. En el grupo II se aprecia un
comportamiento similar al agregado. Finalmente, el grupo III es el que se
ha visto más desfavorablemente afectado por los shocks de reasignación.
Nuevamente, en todos los casos, los shocks poblacionales apenas
importan.
- 24-
Finalmente, en aras a ayudar a interpretar la evolución de los shocks
estimados en términos de variables observables, la Figura 9 recoge la evolución conjunta de las tasas de paro y vacantes obtenidas cuando sólo
opera Ea Y Er -dado que El. es poco relevante- y dos indicadores
aproximativos de la naturaleza de los mismos, i . e . la tasa de crecimiento
del PIB y la proporción de paro de larga duración. A la vista del gráfico
parece que efectivamente existe una relación vinculante entre el
componente de u y v debido a shocks agregados y la primera variable, con
correlaciones de -0.4 (paro y crecimiento del PIB desfasado dos períodos)
y O. S (vacantes y crecimiento del PIB) respectivamente . A su vez, la
relación existente entre el componente de u y v debido a los shocks de
reasignación y la proporción de parados de larga duración, resulta ser
muy fuerte con correlaciones de 0 . 8 (paro y proporción) y O . 7 (vacantes
y proporción) . Este último resultado concuerda plenamente con el obtenido
por Antolin (1994) que concluye que los desplazamientos hacia fuera de la
relación u-v en España se encuentran explicados, casi en su totalidad,
por reducciones muy significativas en la intensidad de búsqueda de
empleo por parte de los parados, utilizando como proxy de esta ·variable
precisamente la proporción de paro de larga duración. No encuentra, sin
embargo, poder explicativo en variables poblacionales -como la tasa de
crecimiento de la población activa total y la de jóvenes entre 16 y 24 años
ni en la ratio de reemplazamiento .
6 . CONCLUSIONES
En este trabajo se ha utilizado la metodología desarrollada por
Blanchard y Diamond (1989) para rehabilitar a la curva de Beveridge como
un instrumento analitico muy relevante a la hora de descomponer aquellas
variaciones en el paro que se debe a perturbaciones cíclicas (demanda
agregada), perturbaciones sectoriales/regionales (reasignación) y,
adicionalmente , a perturbaciones en la población activa . Utilizando
evidencia sobre el mercado laboral en España, tanto a nivel agregado como
a nivel regional, se ha examinado el comportamiento dinámico del número
de desempleados, vacantes y activos para evaluar la contribución de cada
shock a los movimientos en la relación u-v a lo largo del periodo 1977-94.
Cuatro resultados merecen destacarse. En primer lugar, los shocks
de reasignación -reflejo de cambios en el grado de emparejamiento
- 25-
(matching) entre las características de puestos y trabajadores, y en la
intensidad de búsqueda de empleo- y los shocks de actividad agregada -a
través de efectos persistentes vía mecanismos de histéresis (costes de
despido, paro de larga duración, efectos del subsidio de paro , etc . )
explican alícuotamente la variabilidad del desempleo en el largo plazo. A
su vez, los shocks de reasignación y, en menor medida, los de actividad
han jugado un papel fundamental en los desplazamientos de la relación u-v
a nivel agregado. Los primeros dominan hasta la primera mitad de los a:ños
ochenta, reflejo de las crisis del petróleo , mientras que los segundos 10 hacen en el periodo más reciente. En segundo lugar, existe una fuerte
heterogeneidad en el comportamiento a nivel regional, habiéndose
identificado tres grupos de ce. AA. conforme a la importancia relativa de
los shocks de reasignación respecto al resto de perturbaciones . Ello
resulta útil cara a identificar aquellas regiones donde el componente
"estructuralll del desempleo es más relevante y, por tánto , allí donde
deberian dirigirse los esfuerzos de las políticas regionales cara a rebajar
los niveles de paro . En tercer lugar J conviene destacar la alta correlación
existente entre el componente de reasignación en la tasa de paro y la
proporción de parados de larga duración, lo que sugiere la necesidad de
utilizar políticas activas dirigidas a reincorporar a este colectivo al
mercado de trabajo. Finalmente, en cuarto lugar, excepto en la evolución
a corto plazo del paro, apenas encontramos efectos de shocks en la
población activa , en contra de lo que podriamos pensar a priori .
Naturalmente, las conclusiones anteriores se basan sobre un esquema
de identificación de shocks que puede resultar discutible por la
simplicidad del modelo teórico subyacente . Así, los shocks poblacionales
podrían estar correlacionados con los de reasignación. Ello podria
producirse si las características de las nuevas cohortes que se
incorporaron a la población activa, fundamentalmente mujeres y jóvenes,
fueran incompatibles con las de los puestos de trabajo creados , por
ejemplo, por la ausencia de contratos flexibles . A este respecto, conviene
señalar que resulta destacable que los shocks de reasignación hayan
tenido un papel mucho menos relevante a partir de 1984, año en que se
introducen los contratos temporales . De la misma manera, podría ocurrir
que los shocks de actividad y reasignación estuvieran relacionados
negativamente J en consonancia con la teoría schumpeteriana de "la
creación destructiva" (véase Davis y HaItiwanger, 1990) si bien la
- 26 -
evidencia para el caso espafiol es menos concluyente a este respecto
(véase Dolado y Gómez, 1995 ) . No obstante, la existencia de importantes
mecanismos de histéresis podría estar muy bien mezclando ambos efectos .
Sea el efecto que sea, la evidencia aportada en este estudio confirma que
el componente estructural del desempleo en Espafia es muy importante.
NOTAS
1 . En honor a Lord Beveridge I economista británico reconocido por sus investigaciones en temas de seguridad social, que definió la tasa de paro de equilibrio en términos de paro y vacantes I en su libro 'Full Employment in a Free Society'(1945 ) .
2 . El único trabajo que conocemos sobre la curva de Beveridge en Espaiia es AntoUn (1994) en el que se adopta un enfoque diferente, basado en el análisis empírico de los determinantes de los flujos de entrada y salida en el desempleo.
3 . Véase Budd et al. (1988) I Christl (1992) y Jackman et al. (1990) para un análisis detallado de la relación u-v en una muestra amplia de paises de la OCDE.
4 . Impllcitamente , el análisis desagregado de la C B supone que cada región actúa como un mercado de trabajo que funciona de forma aislada . No obstante, dicho supuesto no parece alejarse de la realidad espaftola tal como pone de manifiesto el estudio sobre flujos migratorios de Antolin y Bover (I993) .
5 . Se han efectuado algunos análisis de robustez , como colocar a Castilla-La Mancha y Galicia en el Grupo 1, sin que los resultados varíen sustancialmente.
6 . No nos parece deseable una situación con tasas de paro situadas por encima del 10%, pero sl el predominio de ciclos de actividad sin aumentos importantes en el desempleo.
7 . Se excluye en dicha función un término adicional, similar al progreso técnico en las funciones de producción, que intente capturar variaciones exógenas en el grado de desajuste (mismatch) . Sus efectos en el modelo serian similares a los que se derivan de los factores de reasignación definidos en (9a) . Los términos constantes en el VAR analizado. que inducen tendencias en los niveles de las variables . captan dichos cambios J si bien de forma deterministica .
8 . Los resultados de los contrastes y la estimación del VAR s e encuentran disponibles a petición del lector interesado.
- 27 -
9 . Las tendencias deterministicas que surgen de la presencia de términos constantes en el VAR se han repartido en la aportación de cada shock a la variabilidad de cada variable según el peso de cada uno en la descomposición VEP a largo plazo.
10. Véase Dolado y López-Salido (1996) y las referencias contenidas en dicho trabajo sobre la evidencia de histéresis en la tasa de paro en España.
1 1 . En este caso, no se reportan los intervalos de confianza, si bien se encuentran disponibles a petición del lector interesado.
12. Con el fin de exaDÚnar si existe un origen nacional de las perturbaciones agregadas a nivel regional, hemos computado las correlaciones de los shocks E. para cada grupo regional con los correspondientes al agregado, obteniéndose correlaciones entre .4 y .6, lo cual apunta a cierta evidencia en dicho sentido. No obstante, hay que tener en cuenta que cada grupo puede tener diferente sensibilidad cíclica, 10 que explicaría que las correlaciones no fueran excesivamente altas (véase Abraham and Katz [1983 ] ) .
- 28-
APÉNDICE : FUENTES DE DATOS
Desempleo y Población Activa: Encuesta de Población Activa (lNE)
PIB : Contabilidad Nacional Trimestral (INE) .
Vacantes : Ofertas de empleo pendientes a final de mes (Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social) .
Vacantes corregidas: Obtenidas a partir de Antolln (1994 ) , utilizando la fórmula de corrección
[ C>l!lr"] V = l + k . -- v"
C>l!lr"
donde:
v _ vacantes corregidas .
OUTn _ colocaciones nominadas o comunicadas .
OUTu _ colocaciones genéricas o gest�onadas y bajas de ofertas por
otras causas .
VO _ vacantes administrativas.
k _ factor de eficiencia relativa del sistema público de
colocación . Se estima un valor de 0 . 25 .
Tasas de paro y vacantes en el Reino Unido, Suecia, Alemania y Estados
Unidos : OECD Main Economic Indicators .
- 29-
Cuadro 1
FUNCIÓN DE RESPUESTA AL IMPULSO (Agregado)
Shock
".
Trimestres
1
20
40
100
1
20
40
100
1
20
40
100
v u
Respuestas de largo plazo
0 , 003
0 , 003
0 , 003
0 , 003
0 , 002
0, 006
0 ,006
0 , 006
-0,001
-0, 004
-0, 005
-0,005
- 31 -
-0,020
-0,002
0 , 000
0 , 000
0 , 111
0, 161
0 , 156
0 , 156
0 , 087
0 , 093
0 , 099
0 , 099
0 , 014
0 , 004
0 ,000
0 , 000
-0,005
-0,080
-0,089
-0, 090
0 , 013
0 , 088
0 , 098
0 , 099
Variable
v
u
Cuadro 2
DESCOMPOSICIÓN DE VARIANZA (Agregado)
Trimestres
1
20
40
100
1
20
40
100
1
20
40
100
- 32 -
e.
% varianza debida al sbock
0 , 621
0 , 168
0, 162
0 , 162
0 , 020
0, 000
0 , 000
0 , 000
0, 504
0 , 001
0 , 000
0 , 000
0 , 346
0,511
0,507
0 , 507
0 , 607
0 , 748
0 , 714
0,711
0 , 077
0,448
0,451
0,451
0 , 033
0 , 321
0 , 331
0 , 332
0 , 373
0 , 252
0 , 286
0 , 289
0,419
0 , 551
0 , 549
0,549
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Figura 2
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- 35 -
Figura 3
CURVAS DE BEVERJDGE 1977-94
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- 36 -
Figura 4
CURVAS DE BEVERIDGE POR COMUNIDADES AUrONOMAS 1978-1994
Grupo I
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DOCUMENTOS DE TRABAJO (1)
9525 Aurora AlejaRo y Juan M.a Peñalosa: La integración financiera de la economía española: efectos sobre los mercados financieros y la política monetaria.
9526 Ramón Gómez Salvador y Juan J. Dolado: Creación y destrucción de empleo en España: un análisis descriptivo con datos de la CBBE.
9527 Santiago Femández de Lis y Javier SantiDán: Regímenes cambiarios e integración monetaria en Europa.
9528 Gabriel Quirós: Mercados financieros alemanes.
9529 Juan Ayuso Huertas: ¿Existe un trade-off entre riesgo cambiario y riesgo de tipo de interés? (Publicada una edición en inglés con el mismo número.)
9530 Fernando Restoy: Determinantes de la curva de rendimientos: hipótesis expectacional y primas de riesgo.
953/ Juan Aymo y Maria Pérez Jurado: Devaluaciones y expectativas de depreciación en el SME. (publicada una edición en inglés con el mismo número.)
9532 Paol Schulstad and Ángel Serrat: An Empirical Examination of a Multilateral Target Zone Mode!.
9601 Juan Ayuso, Soledad Núñez and Maria Pérez-Jurado: Volatility in Spanish financial markets: The recent experience.
9602 Javier Andrés e Ignacio Hemando: ¿Cómo afecta la inflación al crecimiento económico? Evidencia para los países de la OCDE.
9603 Barbara Dluhosch: On the fate oC newcomers in the European Uníon: Lessons from the Spanish experience.
9604 Santiago Femández de Lis: Classifications of Central Banks by Autonomy: A comparative analysis.
9605 M: Cruz Manzano Frías y Sofía Galmés Bclmonte: Políticas de precios de las entidades de crédito y tipo de clientela: efectos sobre el mecanismo de transmisión. (Publicada una edición en inglés con el mismo número.)
9606 Malte Krüger: Speculation, Hedging and lntermediation in the Foreign Exchange Market.
9607 Agustín MaravaU: Short-Term Analysis oC Macroeconomic TIme Series.
9608 Agustín Maravall and Christophe Planas: Estimation Error and the Specification of Unobserved Component Models.
9609 Agustín Maravall: Unobserved Components in Economic TIme Series.
9610 Matthew B. Canzoneri, Behzad Diba and Gwen Eudey: Trends in European Productivity and Real Exchange Rates.
961 J Francisco Alonso, Jorge Maronez Pagés y Maria Pérez Jurado: Agregados monetarios ponderados: una aproximación empírica. (Publicada una edición en inglés con el mismo número.)
9612 Agustín MaravaU and Daniel Peña: Missing Observations and Additive Outliers in lime Series Models.
9613 Juan Ayuso and Juan L Vega: An empírical analysis oftbe peseta's exchange rate dynamics.
9614 Juan Ayuso : Un análisis empírico de los tipos de interés reales ex-ante en España.
96/5 Enrique Alberola Da: Optimal exchange rate targets and macroeconomic stabilization.
9616 A. Jorge Padilla, Samuel Bentolila. and Juan J. Dolado: Wage bargaining in industries with market power.
96/7 Juan J. Dolado and Francesc Marmol: Efficient estimation of cointegrating relationships among higher order and fractionalIy integrated processes.
9618 Juan J. Dolado y Ramón Gómez: La relación entre vacantes y desempleo en España: perturbaciones agregadas y de reasignación.
(1) Los Documentos de Trabajo anteriores figuran en el catálogo de publicaciones del Banco de España.
Información: Banco de España Sección de Publicaciones. Negociado de Distribución y Gestión
Telélono: 338 51 80 Alcalá, 50. 28014 Madrid