LA RIADA DE SANTA TERESA: LA CATÁSTROFE EN LA HUERTA DE...

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73 “Lo que golpea a Murcia hiere a París” 1 L a recomposición de la historia siempre trae consigo una serie de problemática inherente a ella, comenzando por la histo- riografía, por la actualidad de las fuentes, de donde el investigador se nutre, de la aceptación del enfoque tomado y la delimi- tación espacio-temporal que sea acorde con el problema histórico a resolver. En este caso concreto vamos a investigar las noticias que relatan los destrozos que rea- lizó a su paso la riada del 15 de octubre de 1879, más conocida como la Riada de Santa Teresa que asoló a un gran número de pedanías de la huerta de Murcia entre éstas: Aljucer, Alcantarilla, Nonduermas, Beniaján, Era Alta, Alquerías, Rincón de Seca, Arboleja, San Benito, El Raal y Puen- te Tocinos como las más afectadas. Para evaluar lo ocurrido se ha consul- tado la prensa de la época y más concreta- mente El El Diario de Murcia, en las publi- caciones correspondientes con las fechas del 15 de octubre de 1879 hasta el 9 de enero de 1880. Lo que sabemos de El Dia- rio de Murcia, es que fue fundado por José Martínez Tornel en febrero del mismo año que ocurrió la riada, toda la colección se puede consultar en el Archivo Municipal de Murcia 2 , siendo el mismo director el que la donó en el año 1903, cuando se cerró el periódico; este diario es el más claro ejemplo predecesor del periodismo actual. También a las informaciones apor- tadas se traen a colación las Actas Munici- pales del Ayuntamiento de Alcantarilla estudiadas por Ángel Luis Riquelme, donde se dan las disposiciones acordadas en las actas del 15 de octubre de 1879, del 17 de octubre de 1879, 30 de noviembre de 1879, 14 junio de 1884 y 20 de julio de 1884, en donde se resuelve medidas a efectos prácticos como el encendido de hogueras, la eliminación de las aguas estancadas; entre otras cosas, y todo esto costeado por los fondos del presupuesto municipal si el gobernador civil no librara cantidad alguna del fondo de calamidades. El 15 de octubre de 1879 tuvo lugar en Murcia una de las riadas más importantes y devastadores de la historia, la riada de Santa Teresa provocando graves daños en Cartagena, Murcia, Lorca y todo el Bajo Segura. A su paso por todas estas pobla- ciones causó destrozos, pérdidas de culti- vos, viviendas y numerosos fallecidos dejando un paisaje desolador. La huerta de un lado y de otro, vista desde la torre de la Catedral es un mar, no se ve más que agua 3 ”. Estas son las primeras palabras que se pronunciaron en el ejemplar El Diario de Murcia del 15 de octubre de 1879 por el director del periódico, José Martínez Tor- nel la noche siguiente a la riada: “[...] ¿Cómo estará la huerta?, ¿Cuán- tos infelices habrán perecido, sin socorro? Desgraciadamente deben ser muchos. [...]”. La ciudad de Murcia también acusó destrozos aunque en menor medida; El Diario de Murcia. 30 de octubre de 1879, página 3. “[...] Las alcantarillas, y los cauces de la ciudad revientan y el agua llega hasta la calle de las Mulas inundando todo San Pedro, también se inunda el Hospital, la LA RIADA DE SANTA TERESA: LA CATÁSTROFE EN LA HUERTA DE MURCIA María Luján Ortega - Tomás García Martínez 1. Periódico París-Murcie, 1879, por Víctor Hugo. 2. Jover Carrión, M.A. “Fondos Hemerográficos del Archivo Municipal de Murcia” en Hemerotecas: aporta- ciones al estudio y tratamiento de publicaciones periódicas. Editora Regional, Colección Biblioteca Básica Mur- ciana. Extra 5, Murcia, 1995. 3. A ÚLTIMA HORA. El Diario de Murcia. 15 de octubre de 1879, página 3.

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“Lo que golpea a Murcia hiere aParís”1

La recomposición de la historia siempretrae consigo una serie de problemática

inherente a ella, comenzando por la histo-riografía, por la actualidad de las fuentes,de donde el investigador se nutre, de laaceptación del enfoque tomado y la delimi-tación espacio-temporal que sea acordecon el problema histórico a resolver. Eneste caso concreto vamos a investigar lasnoticias que relatan los destrozos que rea-lizó a su paso la riada del 15 de octubre de1879, más conocida como la Riada deSanta Teresa que asoló a un gran númerode pedanías de la huerta de Murcia entreéstas: Aljucer, Alcantarilla, Nonduermas,Beniaján, Era Alta, Alquerías, Rincón deSeca, Arboleja, San Benito, El Raal y Puen-te Tocinos como las más afectadas.

Para evaluar lo ocurrido se ha consul-tado la prensa de la época y más concreta-mente El El Diario de Murcia, en las publi-caciones correspondientes con las fechasdel 15 de octubre de 1879 hasta el 9 deenero de 1880. Lo que sabemos de El Dia-rio de Murcia, es que fue fundado por JoséMartínez Tornel en febrero del mismo añoque ocurrió la riada, toda la colección sepuede consultar en el Archivo Municipalde Murcia2, siendo el mismo director elque la donó en el año 1903, cuando secerró el periódico; este diario es el másclaro ejemplo predecesor del periodismoactual. También a las informaciones apor-tadas se traen a colación las Actas Munici-pales del Ayuntamiento de Alcantarillaestudiadas por Ángel Luis Riquelme,

donde se dan las disposiciones acordadasen las actas del 15 de octubre de 1879, del17 de octubre de 1879, 30 de noviembrede 1879, 14 junio de 1884 y 20 de julio de1884, en donde se resuelve medidas aefectos prácticos como el encendido dehogueras, la eliminación de las aguasestancadas; entre otras cosas, y todo estocosteado por los fondos del presupuestomunicipal si el gobernador civil no libraracantidad alguna del fondo de calamidades.

El 15 de octubre de 1879 tuvo lugar enMurcia una de las riadas más importantesy devastadores de la historia, la riada deSanta Teresa provocando graves daños enCartagena, Murcia, Lorca y todo el BajoSegura. A su paso por todas estas pobla-ciones causó destrozos, pérdidas de culti-vos, viviendas y numerosos fallecidosdejando un paisaje desolador.

“La huerta de un lado y de otro, vistadesde la torre de la Catedral es un mar, nose ve más que agua3”.

Estas son las primeras palabras que sepronunciaron en el ejemplar El Diario deMurcia del 15 de octubre de 1879 por eldirector del periódico, José Martínez Tor-nel la noche siguiente a la riada:

“[...] ¿Cómo estará la huerta?, ¿Cuán-tos infelices habrán perecido, sin socorro?Desgraciadamente deben ser muchos.[...]”. La ciudad de Murcia también acusódestrozos aunque en menor medida; ElDiario de Murcia. 30 de octubre de 1879,página 3.

“[...] Las alcantarillas, y los cauces dela ciudad revientan y el agua llega hastala calle de las Mulas inundando todo SanPedro, también se inunda el Hospital, la

LA RIADA DE SANTA TERESA: LA CATÁSTROFE EN LA HUERTA DE MURCIA

María Luján Ortega - Tomás García Martínez

1. Periódico París-Murcie, 1879, por Víctor Hugo.2. Jover Carrión, M.A. “Fondos Hemerográficos del Archivo Municipal de Murcia” en Hemerotecas: aporta-

ciones al estudio y tratamiento de publicaciones periódicas. Editora Regional, Colección Biblioteca Básica Mur-ciana. Extra 5, Murcia, 1995.

3. A ÚLTIMA HORA. El Diario de Murcia. 15 de octubre de 1879, página 3.

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Cárcel, la Catedral, plaza de Cadenas,barrio de San Juan y San Andrés. [...]”.

La Riada de Santa Teresa inundó a lahuerta bien entrada la noche, mediante lasnoticias coleccionadas de El Diario deMurcia de diferentes días se puede recom-poner lo sucedido. Leemos como poco apoco, la tragedia pasaba por todas lapoblaciones, pues según el acta de Alcan-tarilla, el agua pasa por esta poblaciónsobre las dos, por San Benito sobre las dosy media, y en Beniaján sobre las tres de lamadrugada.

Acta del 15 de Octubre de 1879“La Villa de Alcantarilla y siendo las

dos de la madrugada de este día 15 deOctubre de 1879: a la voz de alarmaextendida por la población y que fue pro-ducida por la terrible avenida que se ini-ció en esta Villa procedente de los Ríos deSangonera y del Segura [...]”.

El agua sorprendió a los habitantesdel partido de San Benito que les fueanunciada la riada mediante la caraco-las, las personas que tenían encomenda-das esta labor se encontraban ubicadasen lugares estratégicos, utilizaban un sis-tema de códigos para alertar a la pobla-ción de avenidas de agua, en primerlugar se escuchaba el toque de aviso ydespués el toque de arrebato, que sueleser estruendoso, como narra la noticia,la inundación arreció de manera traido-ra, sin poder ser anunciada, y cuando elagua lo inundaba todo se alertó a laspoblaciones vecinas con el repetidotoque de arrebato emitido por las cara-colas de mar; PORMENORES DEL SUCE-SO. El Diario de Murcia. 16 de octubrede 1879, página 2. “[...]La inundación severificó casi traidoramente: cuando losserenos quisieron avisar á los vecinosestaba ya la población inundada por laparte del barrio de San Benito; y á lasdos y media de la noche entraba aguapor todas las casas de dicho barrio. Eltoque repetido de arrebato, que no daba

campanadas, anunciaba desde luego queno era incendio y estro contribuyó áalarmar más la población que echo á lacalle á averiguar la desgracia que leamenazaba [...]”.

Según la siguiente noticia, si en el Par-tido de San Benito el agua lo inundabatodo a las dos y media de la noche, enBeniaján sobre las tres de la mañana sepresentía inundación; El Diario de Mur-cia. 6 de noviembre de 1879, página 3.“[...] El día 15, en el pueblo de Beniaján, álas 3 de la madrugada, se presentía lainundación por el olor característico delagua de avenida, y el gran rumor que seoía, pero no se supo con seguridad, hastalas 7 de la mañana. Y en esta hora fuecuando estaba el agua á su mayor altura.Antes de llegar al Reguerón, á la derechay á la izquierda de la vía, todo inundado,las personas que se encontraban mostra-ban el pánico en su semblante. La aveniday corriente del agua en el Reguerón era talque daba temor pasar el puente de la vía;y el que lo hacía, era corriendo, por temorde que de un momento a otro había de lle-várselo. Mas adelante ya el agua besabalos carriles, desde el azarbe llamado elMalecón, hasta perderse de vista, saltabapor encima de la vía formando un ruidoespantoso [...]”.

La magnitud de la riada fue tan impor-tante que como narra la última edición dela tarde del diario del 15 de octubre, sepodía llegar hasta el Barrio del Carmen, ypara poder ver los daños y prestar auxilio

Alcantarilla.

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se estaba construyendo una barca parasocorro; A ÚLTIMA HORA. El Diario deMurcia. 15 de octubre de 1879, página 3.“Las últimas noticias son más graves de lopresumíamos. La guardia civil, de á pie yde caballo, que con arrojo sin igual haquerido llegar a los sitios de mayor peli-gro, ha tenido que volverse desde el Car-men. Se han extraído dos cadáveres delBarrio, uno de una joven y otro de unaanciana. La huerta de un lado y de otro,vista desde la torre de la Catedral es unmar, no se ve más que agua. El hospital yla cárcel están inundados. El telégrafoesta roto por todas partes; solo hay comu-nicación por Alicante con Madrid. Loshombres están construyendo barca parasocorro [...]”.

Al día siguiente la importancia de losdaños seguía sin cuantificar, habiendosalido todos los poderes de orden públicode la ciudad alquilando los carruajes exis-tentes; ALCANCE DE ESTA MAÑANA. ElDiario de Murcia. 16 de octubre de1879, página 3. “Todavía no se puedepasar á píe más que hasta el Carmen. Pornoticias de anoche, se sabe que enOrihuela no ha tenido la riada las conse-cuencias funestas que aquí. Esta mañanahan salido todos los tartaneros y cochesde alquilar de Murcia para todos loscaminos. Todos los gejes, oficiales é indi-viduos de la guardia civil, los dependien-tes de orden público y guardas municipa-les van en dichas tartanas [...]”

La avenida fue muy fuerte dejandoabnegado el campo, rompiendo a su pasotodo lo que había y derrumbando casas.Los fallecidos fueron numerosos, siendomuchos encontrados sepultados en barro ylodos, las siguientes noticias describen condetalle los sucesos que se acontecieron:

El Diario de Murcia. 16 de octubre de1879, página 3.

“[…] En el camino de Alcantarilla,junto á una bardiza se ha visto como unniño de cinco años muerto, y cerca de eluna mujer también ahogada.

En Aljucer una casa que se ha hundidoha sepultado siete infelices, el agua ha lle-gado al altar mayor.

En Nonduermas han perecido familiasenteras, una de seis individuos.

En Beniaján un padre ha luchado deterrado en terrado para salvar a sushijos, le ha faltado tierra, y todos hanperecido.

En Alcantarilla que se sepa ha habidoocho víctimas.

Ayer, entre los que había en el hospitaly los que se han visto por los caminos, secontaban más de cuarenta víctimas”.

El Diario de Murcia. 18 de octubre de1879, página 2 y 3.

“La brigada que fue ayer á Aljucer, deingenieros, bomberos y el Sr. Illán, extrajocuatro cadáveres de un padre, una hija yuna nieta. De esta familia solo ha sobrevi-vido el hijo, que presenció este terribleacto, sin querer retirarse, con el valor dela desesperación o con el anonadamientode la indiferencia”.

HECHOS Y NOTICIAS. El Diario de Mur-cia. 18 de octubre de 1879, página 2.

“Es terrible la cuenta que llevamosdiariamente de los cadáveres: anocheascendían á 125 y todavía no se ha podi-do explorar toda la huerta.

Las operaciones principales que ayerse realizaron fueron, ir dando salida á lasaguas por sus vertientes naturales ó porlas que los terrenos indican; extraer cadá-

Aljucer.

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veres, de allí donde se tiene noticia queexisten, y remediar a los pobres.

[...]En la Arboleja no ha habido ninguna

desgracia personal; pero la ruina de casasy pérdida de tierras es la misma.

[...]En la torre de Caradoc se hallan reco-

gidas algunas familias. El deseo de losSres. De García es que cuanto antes sequiten los animales muertos que por allíestán ya en corrupción; que viciará el airey las aguas, y pueden ser causa de nuevosy mayores males, si es que pueden ser yamayores males.

El total de los muertos hallados en elpartido de San Benito es de siete. Lascasas destruidas, que se han podido con-tar unas 150. Los animales muertos quese han visto unos 70 [...]”.

La siguiente noticia aporta una lista delos fallecidos en la pedanía vecina de Alju-cer donde se detallan los nombres y laedad, Nonduermas fue la zona más afecta-da y Era Alta; El Diario de Murcia. 23 deoctubre de 1879, página 1. Lista nominalde los individuos muertos en la feligresíade la Era Alta en el día 15 de Octubre de1879, á consecuencia de la inundación.

[…]PARTIDO DE ALJUCER AñosSoledad Gil Córdoba 58Andrés Olmos Sánchez 63Dolores García López 63Antonio Olmos Maiquez 32RESUMENPartido de la Era Alta 6; Aljucer 4;

Nonduermas 54: Total 64.ET LUX PERPETUA LUCEAT EIS”.

Incluso por la cantidad de fallecidos sepublicó en el periódico un censo de pobla-ción unos días después;

El Diario de Murcia. 7 de noviembrede 1879, página 2.

“La población4 rural de esta huerta

según la estadística oficial, da los siguien-tes resultados que creemos oportunopublicar en estas circunstancias en quetanta falta hacen datos y números:

PARTIDOS COLONOSPROPIE-TARIOS

Albatalía (1) 263 20Alberca (2) 235 9Alboleja (3) 165 13Aljucer (4) 385 36Algezares (5) 107 63Alquerías (6) 117 19Beniajan (7) 409 59Churra (8) 294 45Esparragal (9) 260 32Espinardo (10) 197 72Flota (11) 43 3Garres y Lages (12) 247 32Guadalupe (13) 216 44Era-alta (14) 240 15Jabalí Nuevo (15) 493 68Jabalí Viejo (16) 425 23Llano de Brujas (17) 241 42Monteagudo (18) 204 49Nonduermas (19) 213 15Ñora (20) 147 31Palmar (21) 314 92Puente de Tocinos (22) 493 17Raal (23) 164 9Raya (24) 123 25Rincón de Seca (25) 201 10San Benito (26) 452 49Santa Cruz (27) 25 4Santiago y Zaraiche (28) 318 39Santomera (29) 302 54Torreagüera (30) 248 24

TOTALES 7065 1045

Estos 1.045 son labradores y propieta-rios.

Esta noche nos la ha facilitado D.Pedro Belando”.

Gráfico de población de la pedaníastras la Riada de Santa Teresa. Fuente: Ela-boración propia.

La catástrofe fue tan notable que elpropio rey Alfonso XII visitó la provinciaacompañado de todo el séquito civil para

4. [gejes] respetamos ortografía original.

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ver el desastre producido en poblacionescomo Aljucer, Nonduermas, Beniaján, lle-gando incluso al centro de la ciudad, pre-via solicitud por parte del gobernador civil,toda estas informaciones se publicaban enlos diarios, así vemos las fórmulas utiliza-das por el redactor del periódico con unadescripción romántica de la situación; ASU MAJESTAD DEL REY. El Diario deMurcia. 16 de octubre de 1879, página 2.

“SEÑOR:La hermosa, la noble, la venerada, la

histórica ciudad de Murcia, es hoy un pue-blo miserable. Ha perdido su rica huerta,ha perdido todos sus frutos, ha perdidoaquella riqueza de oasis que VuestraMajestad, aunque niño, pudo un día con-templar, cuando este pueblo os recibiócomo Príncipe y os saludó con cariño enlos brazos de vuestra augusta madre.

Una inundación asoladora, que ha des-cendido de las sierras repetidamente, hallevado la desolación, la muerte y la ruinapor todas partes. SEÑOR: escribimos estaslíneas á la vista de un inmenso número dedesgraciados, que desnudos ó harapien-tos, llenos de lodo y anonadados de estu-por, buscan por las calles de esta ciudadasilo, después de haber visto arrebatadosy sacudidos por las rugientes olas loscadáveres de sus hijos y de los seres másqueridos de su corazón.

[...]”.El Diario de Murcia. 18 de octubre de

1879, página 3.“El Rey llegará á esta ciudad el día 22.En estas horas tristes es cuando los

buenos reyes visitan á los pueblos; losmonarcas grandes de la historia son losque se acercan á los miserables, y Murciaes hoy una ciudad miserable”.

El Diario de Murcia. 21 de octubre de1879, página 3.

“El Rey ha recorrido esta mañana todala parte inundada de la huerta. Ha salidopor el camino de Cartagena, llegando áAljucer, y desde un terrado de una casa dedicho pueblo, ha visto el triste panoramade aquel partido, igual, poco más ó menos,al que presentan Nonduermas, Beniaján yotros. De Aljucer ha pasado S. M. al Pal-mar, Alberca, camino Sta. Catalina, Esta-ción, Paseo de Corvera, Capuchinos,Beniaján hasta el molino del Marqués porque los carruajes no pudieron pasar másallá. Después, atravesando la ciudad,pasó al camino de Espinardo, desde elcual se ve parte de Alcalde, Don JoaquínFontes, Marqués de Beniel, de Peñacerra-da, Sandoval y gran número de ginetes5 detodas clases del pueblo”. Le acompañabanel Gobernador”.

Entre los muchos daños ocasionadosse destaca la pérdida de animales, nor-malmente para subsistencia de las fami-lias propietaria de éstos, pero después dela riada, la misión primordial era de ente-rrarlos o quemarlos para evitar catástro-fes mayores, así con fecha del 4 denoviembre, todavía seguían con la tareade limpieza; El Diario de Murcia. 18 deoctubre de 1879, página 3.

“[…] De Aljucer no ha sido posible laextracción de algunos animales muertos”.

El Diario de Murcia. 4 de noviembrede 1879, página 1.

“Los animales enterrados ó quemados,hasta ayer, por la comisión que ha tenidoá su cargo este importante trabajo,ascienden á la cifra de 390. Los concejalesseñores Illán (D. Francisco) y Sr. Calvohan tenido á su cuidado esta difícilmisión”.

Entre otros perjuicios de la riada seencuentran las acequias por donde reven-tó el agua hasta destruir su cauce y todos

5. Albatalía (1), Alberca (2), Alboleja (3), Aljucer (4), Algezares (5), Alquerías (6), Beniajan (7), Churra (8),Esparragal (9), Espinardo (10), Flota (11), Garres y Lages (12), Guadalupe (13), Era-alta (14), Jabalí Nuevo (15),Jabalí Viejo (16), Llano de Brujas (17), Monteagudo (18), Nonduermas (19), Ñora (20), Palmar (21), Puente de Toci-nos (22), Raal (23), Raya (24), Rincón de Seca (25), San Benito (26), Santa Cruz (27), Santiago y Zaraiche (28), San-tomera (29), Torreagüera (30).

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los molinos harineros que se encontrabanen su recorrido, según la nota de prensa,fueron 129 molinos destruidos, conlleva lapérdida de todo el grano almacenado y lainexistencia de pan para dar de comer a lapoblación.

AUMENTA LA GRAVEDAD. El Diariode Murcia. 25 de octubre de 1879, pági-na 1 y 2.

“La inundación cuyos tristes detallesson bien conocidos, 500 victimas, 3.500casas y 129 molinos destruidos y una per-dida que se hace ascender hoy á más de200 millones de reales el resultado de lacatástrofe solo en la provincia de Murcia.

[...]”.El Diario de Murcia. 29 de octubre de

1879, página 3.“[...]Cómo había llegado el agua no se

sabia: los molineros no tuvieron tiempo desalvar nada, por que cuando quisieronsacar el trigo, la harina y el pimiento, sedesbordaba el agua por dentro y se lo lle-vaba todo en furiosa “baldomera”.

Incluso la prensa tan sensibilizada porlo sucedido y para que se conociera la grancatástrofe ocurrida vendió el periódico aun precio menor, para dar mayor eco aldesastre;

HECHOS Y NOTICIAS. El Diario deMurcia. 17 de octubre de 1879, página 4.

“NOTA.- Algunos han revendido el

Diario de ayer. Nosotros no hemos cobra-do más que dos cuartos por número,pudiendo haber vendido los 3000 núme-ros como hubiéramos querido. Lo quequeremos es que se sepa por todas par-tes, por toda España, el mal que aflige áesta ciudad, que no hemos exagerado”.

Como consecuencia de la gran propa-ganda realizada por los periódicos murcia-nos, incluso el periódico El Imparcial6,destinó un redactor para dar cuenta de lacatástrofe. El Imparcial, (1867-1906) esun diario político nacional, que salió a laluz, el 16 de marzo de 1867, su directorfue Eduardo Gasset y Artime, dirigió ElSemanario Pintoresco en el año 1857, y enesta publicación comenzó a formarsecomo periodista. Como destacable era elsuplemento literario, Los lunes del Impar-cial, que publicó desde 1879 hasta 1906,bajo la dirección de José Ortega Munillaobras de los autores más importantes de laépoca: José Zorrilla, Juan Valera, Ramónde Campoamor, Emilia Pardo Bazán,Rubén Darío... Los lunes del Imparcial“lanzó al estrellato” a los autores másimportantes del Regeneracionismo y laGeneración del 98: Miguel de Unamuno,Azorín, Pío Baroja, Ramón María del Valle-Inclán...

El Diario de Murcia. 18 de octubre de1879, página 4.

“D. Grabiel Baleriola, nuestro paisano,redactor de “El Imparcial” llegó ayer áesta ciudad, en comisión de periódico,para hacer una reseña detallada de lainundación de esta ciudad. Confiemos enque “El Imparcial” y toda la prensa espa-ñola, levantarán su poderosa voz a favorde esta arruinada ciudad”.

El 31 de octubre, con el fin de coordi-nar las ayudas de la prensa, se constituyóla Junta Central de Socorros presidida porAntonio Hernández Amores, director de“El Semanario Murciano”. Esta junta esta-ba formada por los directores de los perió-

6. [ginetes] Respetamos ortografía original.

Puente Viejo. Murcia.

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dicos de Murcia existentes por aquellasfechas.

El Diario de Murcia. 9 de enero de1880, página 3.

“La Junta de Socorros ha acordado dará Josefa Martínez Ibáñez, viuda, vecinadel partido de Aljucer, cuyo esposo Anto-nio Reina murió ahogado por la inunda-ción, un donativo de 125 pesetas, tenien-do en cuenta que dicha viuda aún no harecibido ningún otro recurso”.

Las ayudas recibidas tanto de laadministración actuante como de parti-culares fueron cuantiosas y curiosas,como el repartimiento de 3.000 libras depan por la comisión provincial, se realizóuna corrida de toros en Alicante pararecaudar fondos por los destrozos ocurri-dos en Murcia y Orihuela, el impresorPablo Nogués jugó medio décimo de lote-ría, por si tocara para que se repartiera,y los grandes terratenientes promediandinero a sus trabajadores y para la can-tidad de personas que se han quedadosin casa se les proporcionó una tienda decampaña.

El Diario de Murcia. 18 de octubre de1879, página 3.

“La Comisión provincial, y personal desus oficinas empezará hoy á repartir pande las 3000 libras que tienen acordadas”.

El Diario de Murcia. 25 de octubre de1879, página 2.

“El domingo próximo se dará en Ali-cante una corrida de toretes á beneficio deMurcia y Orihuela”.

El Diario de Murcia. 25 de octubre de1879, página 3.

“D. Pablo Nogués, impresor del Ayun-tamiento, ha entregado á este medio déci-mo del sorteo de Navidad. Indicando laforma en que es su voluntad se reparta elpremio, según fuere”.

El Diario de Murcia. 2 de noviembrede 1879, página 2.

“Hoy deben llegar 500 tiendas de cam-paña que se distribuirán inmediatamenteen la huerta”.

El Diario de Murcia. 4 de noviembrede 1879, página 1.

“Además de la cantidad que dijimosrepartida el sábado por la casa de PascualAbellán y hermanos que encargo de donJosé Ceballos Bustamante hay que añadir100 rs. á Antonio Matas, y 60 á José Sán-chez, de Aljucer, que hacen el total de 800rs.”

Estas noticias nos ofrece un relato de lacaridad de las personas de distintas partesde la Provincia, y es muy anecdótica laenumeración de objetos dados, de ropasregaladas, pues se puede hacer un estudiode cómo todavía se vestía a finales delsiglo XIX. El cura de San Pedro del Pinatarhizo una extraordinaria recolecta de ropa,así mismo la Comisión de Socorros de laJunta de Cartagena, también hubo iniciati-vas privadas como la de Tomás Palazón,comerciante de paños, que donó una piezade lana para hacer cincuenta pantalones,el cura de Maciascoque dió pan a los veci-nos de Beniscornia, pero toda la caridadera poca ya que no llegaba el pan, ni laropa a todos los que habían sido desvenci-jados por la riada.

El Diario de Murcia. 30 de octubre de1879, página 2.

“Conforme se van aclarando loshechos de la terrible inundación se com-prende la gratitud de los amigos y lospueblos que más han sufrido. El Cura deS. Pedro del Pinatar al tener noticia de lacatástrofe que lamentamos, vino á Mur-cia, pero antes de pasar a la capital,entró en el pueblo de Aljucer y á vista delas escenas que en él se presentaban ofre-ció al Coadjutor de aquella Adyutriz conel beneplácito de los feligreses del prime-ro, mandarle y de hecho le mandó lasropas recolectadas en el Pinatar, que sonlas siguiente: 3 colchas, 3 almohadas, 1funda de colchón, 48 pañuelos entre chi-cos y grandes, 17 chalecos, 11 chaquetas,16 pantalones, 3 calzoncillos, 19 faldas, ysacos de mujer, 28 chambras y armillas,63 camisas, 4 elásticas, 2 enaguas, 1

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refajo, 3 delantares7, 1 tohalla8, 1 bufan-da, 3 sombreros, 6 gorras, 1 faja, 5 sába-nas, y 30 reales en metálico.

En los primeros días de la inundaciónno fueron de bien conocidos de todos losterribles desastres ocasionados en Alju-cer por hallarse incomunicada toda suhuerta y parte del pueblo; pero 41 victi-mas y 300 casas y barracas en un pueblode 640 vecinos, y completa desolación desu estensa9 huerta, casi en la totalidadplantada de moniatos, pimientos, y otrasmuchas hortalizas, que todo se ha des-truido, dejando en su lugar montañas dearena, arrastradas por la corrienteimpetuosa, creo será lo bastante paraformarse una triste idea de cómo ha que-dado aquel pueblo; así no es de extrañarque en los primeros días estuvieronaquellos vecinos, entre ruinas y cadáve-res sin recibir más socorros que los dealgunos particulares conocedores delterreno y de sus lamentables circunstan-cias; entre otros fueron socorridos por laseñora viuda de D. Manuel Estor, Sr. Bar-nuevo y el expresado cura de San Pedrodel Pinatar.

La activa y benemérita Junta de Carta-gena, representada por la comisión desocorros; la que ha recorrido las tres pro-vincias inundadas y socorrido á todos losnecesitados, ha dejado también a disposi-ción del Coadjutor las ropas que les seaposible para dicho pueblo […]”.

El Diario de Murcia. 18 de octubre de1879, página 3.

“D. Tomás Palazón, comerciante depaños, ha dado una pieza de lana parahacer cincuenta pantalones, con objeto dedarlos a los pobres ”.

HECHOS Y NOTICIAS. El Diario deMurcia. 19 de octubre de 1879, página 2.

“- El capellán de Maciascoque socorrióayer a los vecinos de Beniscornia con pany otros socorros.

Ayer se encontraron otros dos muertospor parte de Alcantarilla. Total 128.Hasta que no cese la extracción de cadá-veres, nuestro periódico sigue de luto.

La guardia civil recorrió ayer SanBenito, Beniaján y los demás partidoshasta el río. La vía por Beniaján ha sufri-do grandes desperfectos”.

El Diario de Murcia. 24 de octubre de1879, página 2.

“El pan se repartirá todavía en mayorcantidad que se venía dando, y correrá acargo del Ayuntamiento por unos días, eltiempo bastante para que la junta organi-ce listas para su distribución equitativaen los partidos”.

Sección de noticias. El Diario de Mur-cia. 30 de diciembre de 1879, página 2.

“Según datos estadísticos, que tene-mos por muy ciertos, quedan todavía unastres mil familial en la huerta que no hanrecibido corro de ropa”.

Pero todos los donativos, las ayudas yla caridad de las personas no era suficien-te para aquellos que habían perdido todo,ya que sus propiedades se habían conver-

Contraparada.

7. Los Gasset y los orígenes del periodismo moderno en España, «El Imparcial», 1867-1906. JUAN CARLOSSÁNCHEZ ILLÁN. Universidad Complutense de Madrid.

8. [delantares] Respetamos ortografía original.9. [tohalla] Respetamos ortografía original.10. [estensa] Respetamos ortografía original.

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tido en montañas de barro, con lo cual seprodujo un retroceso económico-social sinparangone en la huerta de Murcia.

DIES IRAE. El Diario de Murcia. 17de octubre de 1879, página 2.

“Nonduermas era un lugar. Hoy es unmontón de barro, que no otro nombremerecen aquellas ruinas sobre las cualesparece haber batallado el genio del mal. Yno solo Nonduermas, la Era-alta, Benia-ján, Alquerías, Aljucer, Rincón de Seca,partidos de la Arboleja, de S. Benito, delRaal, Urdienca, Puente Tocinos, toda lahuerta de Murcia, en fin, es una ruina,una desolación, un dolor de dolores.

El hambre con todos sus horrores sedeja sentir en esta población. Ayer fuimosal camino de Alcantarilla y las pobresmujeres pedían pan y abrigo, presentán-dose á nuestra vista descalzas y macilen-tas, y lo que es más triste, avergonzadas.

[...]”.AUMENTA LA GRAVEDAD. El Diario

de Murcia. 25 de octubre de 1879, pági-na 1.

“Ciertamente, cada día, aumenta másy mas la gravedad de nuestras circuns-tancias. Lo que se llama la <<cuestiónsocial>> se presenta en Murcia en toda supavorosa trascendencia. Hay en la huertamillares de jornaleros sin pan y sin traba-jo; hay millares de familias sin hogares.

Nadie cree que tiene el deber de tenerhambre.

[...]”.Se propusieron medidas para aliviar el

hambre y dar trabajo a los que lo habíanperdido, se hizo un plan de trabajo deconstrucción y monda de acequias que porla riada habían desaparecido, según lasnoticias de prensa se dió trabajo a dos milquinientos hombres.

El Diario de Murcia. 25 de octubre de1879, página 3.

“Anoche ya corrió el agua por las dosacequias mayores”.

El Diario de Murcia. 7 de noviembrede 1879, página 1.

“Pasan ya de 2,500 trabajadores quese ocupan en la monda de las acequias dela huerta”.

La acequia de Barreras es la acequiamadre que se encarga de la distribucióndel agua a otros canales menores, losencontrados en la toma derecha son lasllamadas acequias: Alquibla Madre, Tur-bedal, y Aljorabia; y a la izquierda nosencontramos con las acequias Albalate,Albadel, Batán o Alcatel y Gabaldón.

El Diario de Murcia. 2 de noviembrede 1879, página 1.

“La monda que se esta haciendo de lasacequias es de tal importancia, que algu-nos cauces hay que abrirlos de nuevo entoda su extensión, y hacerles las obras demampostería de los partidores y soleras.

Solo en la deshecha acequia del Turbe-dal había anteayer trabajando doscientoshombres”.

También hay otras noticias en el perió-dico, no tan trágicas, como el anuncio dela pérdida del último evangelio y se da larazón para quien quisiera recuperarlo.

El Diario de Murcia. 4 de noviembrede 1879, página 1.

“La iglesia ermita ó santuario quehaya perdido en la inundación la Sacradel último evangelio ó de San Juan, acudi-rá al Partido de Aljucer, camino de Carta-gena casa de D. José Pinar, que la entre-gará á la persona que le indique el Cura ócapellán. Se advierte que se halla en buenestado sin detrimento alguno”.

Beniaján.

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También se convocó una misa por lasvíctimas en el Convento de la Merced, quese salvó de la riada, aunque sus murostuvieron que sufrir el paso de la graninundación.

BOLETÍN RELIGIOSO. El Diario deMurcia. 7 de noviembre de 1879, página2.

[...]CULTOS.- La Asociación Piadosa del

Santísimo Sacramento, establecida en laiglesia de Ntra. Sra. de las Mercedes con-sagra á su divino titular los siguientes cul-tos el domingo 9 del corriente en sufragiode las Víctimas de la pasada inundación.

[...]”.

Anexo DocumentalTEXTOS DE ACTAS DE LOS LIBROS

CAPITULARES DEL AYUNTAMIENTO DEALCANTARILLA, EXTRAIDOS EN RELA-CION CON LA TRAGICA INUNDACIÓNCONJUNTA DE LOS RIOS SANGONERA YSEGURA EN LA NOCHE DEL 14 DEOCTUBRE DE 1879.

Fuente: Archivo personal de docu-mentación extractada de las actas de loslibros capitulares del Ayuntamiento deAlcantarilla, investigadas por Ángel LuísRiquelme.

Acta del 15 de Octubre de 1879“La Villa de Alcantarilla y siendo las

dos de la madrugada de este día 15 deOctubre de 1879: a la voz de alarmaextendida por la población y que fue pro-ducida por la terrible avenida que se ini-ció en esta Villa procedente de los Ríos deSangonera y del Segura a las 10:30 de lanoche del día anterior, a cuya alarma con-tribuyó la pareja de la guardia civil queestaba de servicio de carretera, se reunie-ron los señores concejales en la Casa Con-sistorial, bajo la Presidencia del AlcaldeD. Juan Vivo Guzmán, acordando en cons-tituirse en sesión extraordinaria y perma-nente para remediar en cuando les fuera

posible las desgracias personales y pérdi-das de intereses que estos momentos esta-ba causando la inundación que motivaeste acto.

Las aguas habían penetrado ya, porlas calles de la Procesiones, Huertos,Beato, Solares, Estrecha, Animas, Turbin-to, empedrada y parte de la Calle Mayor,Mula y Rosario, amenazando desplomarselos edificios inundados.

Los individuos de la Corporación sehabían dedicado desde las primerashoras de la avenida a salvar las perso-nas que habían dentro de las casas; ymerced al auxilio de varias personascaritativas, entre las que merecen expre-sa mención Agustín y Jesús MenarguezSilvestre, Juan Jiménez Plaza, Juan JoséMelgarejo González, Pedro del CerroBenito y otros, merced también al heroi-co comportamiento del benemérito cuer-po de la guardia civil y especialmente desu digno Jefe el Alférez D. Pascual EstánPérez, consiguieron ver fuera de peligro alos habitantes de la Calle Mayor y otrosadyacentes.

En este acto y siendo como las tres ymedia de la madrugada un estrépitohorrible anuncio el hundimiento de unacasa e instantáneamente llegaron lasnoticias de que era la perteneciente aDiego Sánchez Fernández en la Calle delas Procesiones la cual según todos lossíntomas, había cogido debajo a sus mora-dores.

En vista de este conflicto de la oscuri-dad absoluta que reinaba y de los Ayeslastimeros que llegaban hasta los señoresconcejales, demandando socorro, se toma-ron los acuerdos siguientes:

Primero: Que se excite la caridad deestos vecinos y especialmente de los hom-bres robustos y más intrépidos para que através de las aguas y de la oscuridad de lanoche se lancen a las casas y salven en loposible las muchas victimas que pedíanauxilio, ofreciéndoles además de lasrecompensa que lleva consigo la buena

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obra, las ropas que deterioren y demásútiles que necesiten.

Segundo: Que a costa del Municipio seenciendan hogueras en las inmediacionesde la inundación y se provea a todos losque quieran de hachones, esparto parailuminar y demás objetos que faciliten laejecución del auxilio.

Todo lo cual debía de satisfacerse concargo al capítulo de imprevistos del pre-supuesto, mediante las notas que habíande llevarse por el Secretario de los gastoscausados, facultando al señor Alcaldepara que disponga de los fondos necesa-rios hasta agotar dicho capítulo, si nece-sario fuese.

Tercero: Que tan luego lo permita laincomunicación en que ha quedado estepueblo, se ponga en conocimiento del Sr.Gobernador Civil de la Provincia la inun-dación que sufre esta Villa, bien sea porpropio urgente o por el medio más rápido.

También acordaron dichos señoresconsignar para que conste que la inunda-ción ha penetrado por la calle de Mulahasta la esquina de la de Palmeras, por la“Mayor” hasta la puerta de la Iglesia queda a dicha calle, y por la del Rosario hastala esquina de la calle Estrecha.

Siendo como las cinco y media de lamañana, y cuando ya el agua se habíapronunciado en baja la Corporación deci-dió salir a la orillas de la huerta; y desdeel camino de hierro, por la parte del mediodía de la población, pudo observarse quese habían derrumbado casi todas lasviviendas, y que el agua había arrastradoa muchos de sus moradores, encontrándo-se cuatro ahogados e ignorando el para-dero de los demás, que sin duda habíansido arrastrados por la corriente de lasaguas.

Se dieron varias disposiciones parasalvar a una familia compuesta de cuatroindividuos que se hallaban sostenidossobre unos robles, en donde habían pasa-do la noche después de desplomada lacasa donde vivían, cuyo acto filantrópico

fue llevada a cabo por los vecinos de estaVilla Agustín Menarguez Silvestre y JuanRoque López Ortiz.

A continuación también se dispuso sal-var a la esposa de Diego Sánchez Fernán-dez, dueño de la casa derrumbada en lacalle de las Procesiones la cual se encon-traba sobre sus ruinas en las mayor des-nudez, indicando esta que su maridohabía sido sepultado por los escombros endonde permanecía ahogado. El Ayunta-miento acordó suspender este acto paraproveer a las necesidades de momento ycontinuarlo después según aconsejen lascircunstancias. Firman los concurrentesde que certifico”.

Acta del 17 de octubre de 1879“En la Villa de Alcantarilla y siendo las

nueve de la maraña de este día 17 deOctubre de 1879: Se reunieron los señoresconcejales que al margen se expresanpara continuar la sesión permanente deldía 15.

Quedo la corporación enterada de quese había extraído el cadáver de Diego Sán-chez de las ruinas de su casa, mediantelas disposiciones dictadas por el SeñorAlcalde, y que tanto a este como a losdemás ahogados se habían conducido alcementerio para darles sepultura.

El Ayuntamiento acordó que los gastosocasionados se abonasen con cargo al pre-supuesto municipal.

También lo quedó de que el conductorde la correspondencia, acompañado deladministrador general de Correos deMurcia habían solicitado un carruajepara el transporte desde la estación deesta Villa a dicha Ciudad (De las sacas decartas procedentes de Madrid en el tren,puesto que la vía estaba cortada por lasinundaciones) el cual carruaje se le habíafacilitado. También se abona el importede dicho transporte sin perjuicio dereclamarlo de la administración deCorreos.

Se dio conocimiento de la orden delJefe de la Guardia Civil de la Provincia,

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por la que reclamaba 20 hombres que fue-sen a auxiliar a la fuerza de su mandopara extraer los cadáveres ahogados quehabía en los pueblos de Nonduermas, EraAlta y Aljucer, y el Ayuntamiento defirien-do a este acto filantrópico acordó la remi-sión de los 20 hombres, socorriéndoles conración de pan y jornal y abonándolos delos fondos del presupuesto si el gobiernono libraba cantidad alguna del fondo decalamidades.

El señor Presidente manifestó, quepasada la primera sorpresa de la inunda-ción y salvadas las muchísimas personasque estaban expuesta a perecer, debíaatenderse con preferente atención a lasalud pública, amenazada por la composi-ción de los estanques de agua que habíanquedado en las calles de esta Villa y en laAcequia del Tuberdal contigua a la misma.A este fin se constituyo una comisión delseno de la corporación en los sitios queexistían dichas lagunas y hechas cargo delo perentorio que era acudir a esta necesi-dad y de que el medio más sencillo lo erael abrir un cauce desde el abrevadero delTurbedal hasta el de la Daba contiguo a laantigua carretera de Murcia a Granada,se acordó proceder inmediatamente a suejecución, proporcionando al efecto losbraceros necesarios, costeados de los fon-dos Municipales, y quedando encargadode su ejecución los concejales D. DiegoHurtado García y Bernardo Mercader Cas-cales.

Se nombró una comisión compuestadel señor Alcalde Presidente y del Tenien-te Alcalde D. Diego Vivo García, para queacompañados del Secretario y demás indi-viduos que quisieran acompañarles sepresentaran ante el Sr. Gobernador Civilde la Provincia a darle cuenta detalladade los acontecimientos de la inundación,abonándose los gastos que se ocasionencon cargo a los fondos del presupuesto.

Con lo que se dio por terminado el actoque firman los que saben de dichos seño-res de que yo el secretario certifico”.

Acta del 30 de Noviembre de 1879.“Reparaciones urgentes para evitar

desgracias por las avenidas del Río San-gonera produciendo inundaciones:

1) Se eleve el Malecón a la altura sufi-ciente.

2) Se haga reforme la mota llamada dela Voz Negra, en el Río seco.

3) Que se limpie el cauce llamado de laMorda.

4) Que se ensanche el tablacho del Ex-corredor del Turbedal.

5) Que se de una altura a ojo del puen-te del Turbedal.

6) Que se haga un badén en la carrete-ra de Granada y entrada al pueblo.

7) Que se quiten los sillares del abre-vadero del Turbedal.

- 28 de Diciembre de 1879”.Acta del 15 de Junio de 1884.“Se acordó conceder al Heredamiento

del cauce de La Rueda, 80 pesetas paraauxiliar la limpieza del mismo para abas-tecimiento de aguas potables para abreva-deros y demás usos de la vida, al haberquedado enteramente destruido a su pasopor esta población”

Acta del 20 de Julio de 1884.“Prohibiendo que se arrojen basuras

en los márgenes del Río Segura e impedirel baño de las caballerías con motivo delas actuaciones sanitarias que se mantie-nen por los efectos de las pasadas inun-daciones.”

Alquerías-el Raal.