LA UTILIZACION DEENERGIASALTERNATIVAS ENAGRICULTURA

La crisis energética actual está producidapor el alza del precio del petróleo, el previsi-ble agotamiento de sus reservas y el aumentode su consumo, tanto en los países industria-lizados como en los que no lo están.

El precio del petróleo, que se ha mantenidocasi constante desde principios de siglo hasta1970 (alrededor de 1 dólar por barril), se hamultiplicado por 30 en los últimos diez años.Las reservas no han aumentado mucho, peseal descubrimiento de nuevos yacimientos, co-mo los del Mar del Norte, y muchos paísesproductores están restringiendo su produc-ción por factores económicos o políticos.

Finalmente, la demanda aumenta al entraren el mercado países en desarrollo y al utili-zarse gran parte del petróleo no como com-bustible, sino como materia prima para la in-dustria. La mayoría del nitrógeno de los abo-nos proviene del amoníaco producido por laindustria petroquímica.

Anteriores crisis energéticas

Aunque parezca algo sorprendente, ésta noes la primera crisis energética que sufre elmundo. En los siglos XVI y XVII, la principalfuente de energía en Europa Occidental erala madera que, además, era el principalmaterial de construcción, especialmente de laconstrucción naval. El agotamiento de losbosques, que en algunos sitios como Españaresultó casi irreversible, produjo en aquellaépoca una fuerte crisis que sólo pudo ser su-perada con la explotación extensiva del car-bón mineral, del que ya hacía 1550 se obte-nían en Gran Bretaña 220.000 toneladas al año.

La demanda de carbón subió irresistible-mente durante el siglo XVII y ello duró hastaprincipios del siglo XX en que, sin haberseagotado las reservas de carbón, el petróleole sustituyó por su baratura, versatilidad y fa-cilidad de manejo.

La salida de la crisis

La solución de la crisis energética de los si-glos XVI y XVII no parece que nos de unaorientación clara sobre la solución de la crisisenergética del siglo XX.

Las razones son sencillas:— La energía nuclear, que era la candida-

ta preferida en los años 50 y 60 tropieza condificultades de diversa índole, requiere inver-siones muy altas y, al menos, mientras no seuse la fusión nuclear controlada, depende delas reservas de uranio, que también son li-mitadas.

— Ningún país con tecnología suficienteparece estar dispuesto a volver a dependerde una sola fuente de energía, por razonespolíticas y económicas conocidas.

La salida a la crisis requiere, pues, un aba-nico de soluciones recurriendo a una ampliagama de acciones y de nuevas fuentes deenergía.

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energías alternativas de carácter «estático», esdecir, que pueden utilizarse en unidades in-

( móviles (fábricas, edificios), y energías alter-nativas de carácter «dinámico» que puedenutilizarse en unidades móviles (automóviles,aviones, tractores, etc.).

Puesto que el 98 por 100 de la energíadirectamente utilizada en agricultura se em-plea en unidades móviles (tractores y maqui-naria autopropulsada), conviene centrar laatención en las posibilidades que ofrecen lasenergías alternativas para el funcionamientode la maquinaria agrícola.

Estas salidas son de dos tipos:— Utilización de energías alternativas.— Ahorro de energía.Es importante distinguir, sin embargo, lo

que constituye una salida «global», válida pa-ra una nación o un conjunto de nacionescomo la CEE, de lo que constituye una sali-da «individual» válida para una explotaciónagraria o una industria.

Por ejemplo, a nivel global y a corto plazo,la CEE considera como soluciones a la crísisla vuelta a las energías clásicas como el car-bón y la energía hidráulica y la intensifica-ción de la energía nuclear.

Pero en agricultura se ha de pensar en so-luciones o salidas «individuales» apropiadaspara explotaciones aisladas e instalacionescooperativas o comunitarias.

De igual manera, hay que distinguir entre

COMBUSTIBLES LIQUIDOS DE ORIGENVEGETAL

El alcohol

Numerosas noticias de prensa han divulga-do la utilización del alcohol como combusti-ble en los motores de explosión. La mezclade un 10 por 100 de alcohol etílico con 90por 100 de gasolina, que se suele conocercon el nombre de «gasohol» produce resulta-dos satisfactorios. Los orígenes de este al-cohol son diversos.

En Brasil, que es el país donde el «gasohol»se ha desarrollado más, procede de la desti-lación de melazas de caña de azúcar. En Es-tados Unidos procede de la sacarificación yposterior fermentación del grano de maíz.En Francia se están ensayando alcoholes pro-cedentes de melazas de remolacha azucareray de la patata.

Tres condiciones son importantes para elempleo del alcohol como combustible engran escala:

— La existencia de excedentes de produc-ción de cultivos a partir de los cuales se ob-tiene el alcohol o de tierras apropiadas paraproducir esos excedentes en tales cultivos.

— Un rendimiento energético positivo enla transformación.

— Un resultado positivo en el balance dedivisas, cuando no se tiene producción pro-pia de crudos.

Dada la deficiencia que se padece en Es-paña de piensos y forrajes para el ganadono es fácil que la primera condición puedacumplirse, al menos con las plantas que seestán ensayando en otros países. Se estánhaciendo investigaciones con maíz y sorgo detallo azucarado, pero la limitación de los re-

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gadíos es un inconveniente a la expansión deestas posibles producciones.

Por otra parte, la producción de alcoholcomo combustible si bien significaría unaaportación de la agricultura a la solución delproblema energético global, no tendría, almenos de momento, repercusión en el pro-blema energético del combustible para lostractores, dado que sólo el 1,28 por 100 dela potencia agrícola española instalada al31-12-79 corresponde a motores de gasolina;esta proporción desciende al 0,05 por 100 sisólo se tienen en cuenta los tractores.

En Estados Unidos, el «gasohol» se utilizaen automóviles y, quizás, en tractores de ga-solina, de los que aún existe un parque im-portante. Sin embargo, recientemente se hadesarrollado en Alemania, un prototipo detractor que utiliza una mezcla de gasóleo yalcohol.

Los aceites vegetalesLas posibilidades que ofrecen los aceites

vegetales para su uso como combustible sonmenos conocidas que las del alcohol. Sinembargo, estas posibilidades son más inte-resantes para la agricultura, puesto que unade las formas de utilización es la mezcla deestos aceites con gasóleo o con gasolina enmotores diesel. La otra posibilidad reside ensu descomposición catalítica y destilación pa-ra obtener gasolina y otros combustibles. LaTennesse Valley Authority ha recopilado re-cientemente la bibliografía sobre el tema y,en casi 60 años, sólo registra 41 artículos y4 patentes sobre este tipo de utilización.

Curiosamente, la primera mención que seha encontrado hasta la fecha es un artículopublicado en 1919 en el «Bulletin des Ma-tieres Grasses de l'Institut Colonial de Mar-seille» y se refiere al uso de aceite de ca-cahuete en motores diesel y quemadores paracalderas.

Los aceites utilizados en los ensayos men-cionados en estos artículos son de toda índo-le: cacahuete, soja, algodón, ricino, aleurites,girasol, palma, lino, oliva, colza y coco.

El 75 por 100 de los artículos reseñados sepublicaron antes de 1950. Los seis artículospublicados en 1980 describen realizaciones yensayos muy recientes realizados en EstadosUnidos con aceites de girasol y soja, en trac-tores diesel.

Los hidrocarburos vegetalesLa difusión que han tenido los ensayos

realizados en España con algunas plantasproductoras de hidrocarburos ha suscitado enciertos sectores unas expectativas y esperan-zas a plazo inmediato que no responden alas posibilidades reales. La gran ventaja quepresentan estas plantas es la de proceder deregiones áridas, por lo que cabe la posibili-dad de utilizar para su cultivo grandes exten-siones de terrenos de secanos áridos actual-mente inaprovechados. Las investigacionesen curso, especialmente con Euphorbia lathy-ris son bastante conocidas, pero se requieretiempo para estudiar los aspectos agronómi-cos, industriales y económicos que hay quetener en cuenta antes de hacer inversiones

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en plantaciones e industrias, ya que los hi-drocarburos de estas plantas han de someter-se a descomposición y destilación para obte-ner combustibles directamente utilizables.

EL HIDROGENO

El hidrógeno constituye actualmente unade las esperanzas para la resolución de lacrisis energética, aunque su tecnología estáaún muy lejos de dominarse y su utilizaciónaún no es rentable. Pese a estos inconve-nientes, lo mencionamos aquí por ser una delas energías alternativas de posible uso en lostractores.

El hidrógeno puede utilizarse como com-bustible en cuatro formas: hidrógeno líquido,gas a presión, hidruros metálicos y combus-tibles sintetizados a partir de hidrógeno (amo-níaco, hidrazina, metano, metanol, etc.). Entodas sus formas requiere un depósito espe-cial, más voluminoso que el de la gasolina(a igualdad de kilómetros a recorrer).

La gran ventaja del hidrógeno es que nocontamina, pues el producto de su combus-tión es sólo vapor de agua.

El hidrógeno se produce hoy industrialmen-te a partir de hidrocarburos y carbón de hullao por electrolisis. Los dos primeros métodosno solucionan el problema energético y eltercero sólo " es factible -donde existe una ele-vada producción de energía eléctrica barata.Sin embargo, la expansión del uso de laenergía eólica podría desarrollar la producciónde hidrógeno electrolítico barato ya que, al

contrario de la energía hidráulica, el viento yla energía que contiene, no se pueden alma-cenar. Entonces el costo de oportunidad dela energía eléctrica producida por un aeroge-nerador en momentos de baja demanda deelectricidad, resulta también bajo.

También se puede producir hidrógeno pormedio de procesos termoquímicos que exigeninstalaciones complicadas y por ahora pareceque no son rentables ni económica ni energé-ticamente.

Existen prototipos experimentales de auto-móviles e incluso de aviones impulsados porhidrógeno.

EL AHORRO DE ENERGIA

En conclusión, no parece existir a cortoplazo un posible sustituto al gasóleo emplea-do en los tractores y la maquinaria autopro-pulsada. Junto al empleo de otras fuentes deenergía en unidades «inmóviles», el ahorro decombustible en el tractor puede ser, hoy porhoy, la solución más realista.

Este ahorro de combustible depende, poruna parte, de la fabricación de motores ytractores de mayor rendimiento energético yeficacia y, por otra, del mejor uso que elagricultor haga de los tractores actuales y fu-turos mediante el cuidadoso ajuste del motory otros elementos, la elección de la velocidadóptima y el buen estado y manejo de losaperos.

Fernando Besnier Romero

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