La Verdad. Capítulo Uno

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"La verdad" cuenta la historia de dos profesores que investigan la misteriosa muerte de un alumno en medio del patio de la escuela. Ambos tendrán que enfrentarse a sus medios si quieren descubrir lo que le pasó realmente a Lolo.

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  • LA VERDAD

    Captulo uno: DESAPARECE UN NIO La mujer se acerc a la chimenea que iluminaba y calentaba todo el saln,

    enfrente de una mesilla de madera cubierta de un pequeo mantel blanco y lanz lentamente un pergamino color crema que empez a oscurecerse hasta que se inciner completamente dando lugar a una pequea columna de humo negro.

    Suspir varias veces observando mientras las llamas amarillentas se vean reflejadas en sus ojos empapados de lgrimas.

    Se levant y dio unos pasos hasta el sof de cuero, se tumb tapndose con una manta y cerr los ojos. Las lgrimas resbalaban por sus mejillas.

    Viva en Hawthorn, un pequeo pueblo del noreste del pas donde los poco ms de cien habitantes vivan sus vidas tranquilamente.

    En Hawthorn nunca pasaba nada, todo se basaba en la rutina. Comprar los peridicos y el pan, ir a trabajar temprano, ir a misa los domingos, quedar al parque de vez en cuando y charlar con tus amigos en la plaza.

    Nunca haba sucedido nada que fuera digno de noticia informativa. No muertes sbitas, no desapariciones, nunca ha habido robos. Siempre haba sido un pueblo tranquilo donde todos se conocan.

    El peridico local siempre ha sido corto, con noticias televisivas y festivas, algn que otro crucigrama, pero poco ms.

    Sin embargo, todo lo que pareca ser un idlico pueblo, se convirti en una pesadilla para nuestra protagonista.

    Toda la vida ha vivido all, desde que su madre dio a luz en el hospital Santa Paz. Su padre muri pocas semanas despus de su nacimiento en un trgico accidente cuando un rbol cay encima de su coche. Muri en el acto. Ella apenas tena dos meses.

    Su madre la cri completamente sola. Cuando cumpli los veintids aos, su madre sufri un ataque al corazn y

    muri en el mismo hospital en el que dio a luz. Desde entonces ha vivido en la casa y ha trabajado como profesora en el

    instituto de Hawthorn. Tormenta. Lluvia. Las ramas de los rboles chocaban unas con las otras, los pjaros volaban

    encima de su cabeza cantando. Iba conduciendo aterrorizada. Nunca le ha gustado conducir, y menos cuando una tormenta acechaba en la oscuridad.

    El viento chocaba con fuerza en el coche, ella lo notaba. Agarr el volante con las dos manos, fuertemente. Suspir varias veces y no pestae. Se concentraba en la carretera.

    El parabrisas no cesaba. 1

  • Unas luces cayeron del suelo. Su corazn dio un brinco. Relmpagos chocaban contra el fro suelo unos kilmetros enfrente de ella. Una curva se acercaba en el horizonte.

    Las luces del coche se apagaron de golpe. Pis el freno de mano. Era tarde. El coche resbal, choc contra una seal roja que informaba de la curva y not

    como el coche descenda a toda prisa por un barranco. Caa al vaco. La oscuridad lo inund todo. Abri los ojos empapada de una gruesa capa de sudor. Pestaeo y suspir. Era

    un sueo. Una pesadilla. Se apart la manta nerviosa y se levant para ir a la cocina a tomar un vaso de agua.

    Era de noche todava, mir el reloj que colgaba de una de las paredes de la cocina, madrugada. Se haba quedado dormida en el sof.

    Trag el vaso entero y subi al segundo piso arrastrando los pies. Los ojos se le cerraban, estaba muerta de sueo. Llevaba das sin dormir debido a las terribles pesadillas que sufra. Siempre la misma. Iba conduciendo, apareca una tormenta y luego pam, caa por un barranco y se levantaba ajetreada y nerviosa.

    Antes de meterse en la cama pens en su padre, el hombre que no conoci pero que haba visto en fotos. Imagino sus ltimos momentos de vida en aquel coche.

    Cuando era muy pequea su madre le cont que l se haba ido de viaje a Australia y que no saba cuando regresara pero cuando creci un poco ms le cont la verdad.

    La noche antes de morir, sus padres discutieron por una chorreada y luego, l muri. Se haban enfadado. Lo ltimo que les pas juntos. Su madre nunca lo super. Ahora estaban juntos en el cielo, eso era lo importante.

    Y pensando en su padre, aquel hombre bondadoso que todo el mundo deca que era y en el dichoso rbol que le cay encima, se qued dormida de nuevo, esta vez, en su cama.

    Se levant por el sonido de la alarma de su iphone que reposaba encima de su mesilla de noche. Se rasc los ojos y fue directa al bao arrastrando los pies.

    No recordaba el sueo. Quizs haba vuelto a soar en la carretera. Se lav la cara con agua fra y se mir al espejo. Estaba horrible. Su pelo

    encrespado y despeinado y con unas inmensas ojeras que rodeaban sus ojos saltones.

    Baj al saln, desordenado y oscuro. Una bombilla estaba rota en el suelo, echa aicos. La manta del sof estaba en medio del pasillo y la chimenea estaba llena de cenizas y ola mal.

    Ya lo limpiar

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  • Fue a la cocina y se prepar caf rpidamente. Estaba asqueroso. Ni se lo termin, tampoco tena hambre. Volvi de nuevo al

    saln y apart la manta dandole una fuerte patada. Haba otra vez un trozo de pergamino color crema encima de la alfombra, en los pies de la puerta.

    Cabreada, furiosa, y con una rabia, cogi el papel y lo rompi por la mitad, luego por la mitad y as hasta que form pequeos trozos. Los lanz al suelo con brusquedad y subi las escaleras.

    Quince minutos ms tarde, una mujer guapa, reluciente, pelo rubio y largo y con la cara maquillada y un traje esplndido sali al porche, abri su coche rojo y fue directa a la escuela.

    Aparc en el mismo sitio de siempre, justo debajo de rama de un inmenso rbol. Sombra. Entr en el colegio subiendo los cuatro escalones de piedra y saludando a los nios que empezaban a entrar.

    Abri la puerta negra donde se esconda la sala de los profesores, cogi su maletn negro de su silla y sali.

    El timbre son cuando estaba en el pasillo as que aceler el paso hasta llegar al ascensor y subir al tercer piso.

    Cila dijo una voz detrs de ella. Alguien se acerc a paso ligero con algo en la mano. Buenos das Marta dijo Cila con una falsa sonrisa. Hemos recibido esto para ti Gracias se cabre al ver que se trataba del mismo trozo de pergamino. Marta era la secretaria del colegio, una mujer pija con muy poca clase y

    barriobajera. Cuando entr en su aula y salud a sus alumnos, guard el pergamino dentro

    de su maleta, en el fondo, sac sus libros y empez la clase. Le encantaba su trabajo, siempre ha querido a sus alumnos como si fueran sus

    propios hijos, los educa, los ensea y juega con ellos. Ella es profesora de nios de diez aos y les da clases de lengua y matemticas, pero siempre las hace con un encanto especial que a los nios gusta mucho. El cario es recproco.

    A las once es la hora del almuerzo y, tras hacer dos largas horas, los chicos salieron corriendo al jardn.

    Cuando agarr el caf hirviendo de la maquina expendedora del pasillo, Cila encontr un trozo de papel. Se trataba de el mismo pergamino otra vez.

    Mir alrededor furiosa pero no vio nada fuera de la normal. Los alumnos correteaban por el pasillo unos tras otros con inmensos paquetes de galletas en las manos.

    No corris dijo enfadada. Camin hacia el patio tirando el pergamino a la basura. Estaba harta de recibir

    estos pergaminos por todos los lados.

    3

  • Buenos das dijo la directora del centro sentada en uno de los bancos justo al lado del patio donde los nios correteaban sin parar con galletas en la mano.

    Hola respondi Cila con una dbil voz. Va todo bien? Cila se qued unos segundos en silencio. S, s dijo al fin Es que.. no he dormido muy bien. Quieres que llame a alguien para que te sustituya? No, no..No seas boba Las dos observaron felizmente a los nios mientras daban un sorbo al caf. Ay! solt Necesito que me hagas un favor, que eres la ms indicada.

    Te acuerdas que te dije que hoy vendra Toms, el nuevo profesor de educacin fsica?

    No No? No, Qu le ha pasado a Henry? Ah, pidi unos das de baja por que su esposa sufri un accidente. De

    verdad no te lo dijo? Neg con la cabeza. Tampoco es que me cayera demasiado bien dijo Cila. Bueno, pues hace media hora que ha venido y est en la sala de profesores

    preparando su clase de ahora y necesito que le hagas una visita rpida al colegio antes de que suene el timbre. Me puedes hacer ese favor?

    Cila la mir. No era lo que ms le apareciera hacer en ese momento, pero, qu le iba a a decir? Qu no?. La directora del centro era una de esas pocas personas en las que podas confiar, siempre estaba dispuesta a ayudar, as que tena que obedecer.

    Claro, yo me encargo!, me termino eso y voy. Gracias Cila sonri dando otro sobro al caf. Cuando termin de desayunar, se despidi de la directora y, mirando de

    soslayo a los nios, se adentr otra vez en el colegio. Atraves los silenciosos y vacos pasillos hasta llegar a la puerta negra. La

    abri despacio y all estaba l. Un hombre de pelo negro, muy negro, con un chandal de vestir tpico de los profesores de gimnasia, sentando en su silla escribiendo garabatos en una libreta.

    La sala estaba ms desordenada que haca unas horas. Haba libros que reposaban de cualquier manera encima de la mesa, bolgrafos esparcidos, paquetes de hojas de papel medio abiertas y muchos abrigos y mochilas apoyados en un pequeo armario al lado de la puerta.

    Hola dijo Cila sin quitarle el ojo de encima. l levant la mirada y sonri. Pero no dijo nada.

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  • Ests en mi sitio, sabes? dijo ella. Hubo un tenso silencio. Cila se arrepinti de empezar as la conversacin. Era broma! corrigi al ver el rostro plido del nuevo. Perdona, no saba que haba sitios asignados. El hombre apoy el bolgrafo encima de su libreta llena de anotaciones y se

    levant deprisa. Tranquilo, tranquilo.. Soy Cila, profesora de Lengua y Mates de los de diez

    aos. Toms se acerc a Cila y la salud cordialmente dndole un par de besos en

    cada mejilla. Toms dijo Educacin fsica. Como puedes ver seal su ropa y

    sonri. Me ha dicho Sonia que yo te hiciera una visita por el colegio continu ella

    esbozando una sonrisa. Ah, s, me lo ha comentado. Cuando quieras! Cerraron la puerta negra y avanzaron por los pasillos oscuros. Cola mir el

    reloj, faltaban diez minutos para que el almuerzo terminase y tenan que darse prisa.

    Las aulas de los de bachilleratodijo ella sealado las dos puertas que estaban al lado de la sala de los profesores Ellos durante el desayuno abandonan el centro y salen a la calle. Hay un bar aqu al lado as que.. son libres..

    Vaya. Y no se escapan? brome. S, pero entonces llamamos a los padres y adems los castigamos con

    quedarse dos horas por la tarde y entonces as ni lo intentan. All est el patio de los ms pequeos, la recepcin y una aula de informtico

    justo all. Subieron al segundo y tercer piso, respectivamente y Cila le enseo las clases

    de ESO, algunas aulas informticas, laboratorios, hasta concluir en el tercer piso con su aula la de los ms pequeos.

    El timbre son cuando bajaban las escaleras y al salir, un oleaje de nios y nios entraron disparados.

    Nos falta por ver el aula de gimnasia, que esta en el patio, debajo de.. S dijo cortndola ya la he visto, no te preocupes. Ahora tengo que irme

    que me estarn esperando. Gracias por ensearme todo el colegio, ha sido guay. Cila esboz otra sonrisa y entr en la sala de los profesores. Ahora no tena

    clase as que estara dos horas preparando las clases de los prximos das. Sin correr! dijo antes de cerrar la puerta a los ltimos nios que entraban. Qu tal? Cila se apart asustada. Se gir y vio a la directora con su mochila a pocos

    centmetros de ella.

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  • Joder, que susto! Perdn.. Qu tal? Ya le he enseado todo Todo? dijo sonriendo. Cila la mir mal. Es broma.. venga hasta luego.. Adis El aula de profesores qued vaca. Se sent en su sitio apartando las cosas de

    Toms que an estaban all y empez a sacar su estuche, libros y libretas para preparar la prxima clase. Siempre aprovechaba ese momento para preparar las clases as, llegaba a casa sin trabajo.

    Los minutos pasaban lentamente, algunos profesores entraban y salan para recoger alguna cosa como papeles impresos o que necesitan fotocopiar..

    Cila dijo una voz. Ella abri los ojos. Estaba sentada en su silla, apoyando sus brazos en la mesa

    y con la cabeza encima. Sonia, la directora, estaba junto a ella dndole unos golpes suaves en la espalda.

    Te has quedado frita hija. Alex me ha llamado, no vendr. Puedes sustituirlo t?

    Joder Lo siento, de verdad se sonroj Sonia Por favor? Por una vez estuvo apunto de decirle que no, que estaba harta de que fuera

    siempre la recadera, la que lo haca todo, pero no se atrevi. Se levant, guard sus cosas y fue al tercer piso.

    Los nios estaban llegando de su hora de gimnasia, as que ella se sent y volvi a dejar sus cosas esparcidas por la mesa. An no haba acabado de preparar lo de la clase de lengua pero aprovechara esa hora para realizarlo.

    Dos minutos, cinco minutos.. Todos los nios estaban sentados ya en su sitio. Hora libre, entendido? y quien hable se queda una hora esta tarde

    castigado. Los nios obedecieron. Algo haba sucedido en la hora de educacin fsica. Faltaba un nio. Le falta mucho a Lolo para cambiarse. Cila mir el reloj de su mueca

    Han pasado diez minutos y an no ha llegado. Nadie contest. Est cambindose an? Yo no le visto en el vestuario dijo un nio de la primera fila con unas gafas

    enormes.

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  • Ha salido antes, creo dijo otro. Cila los observ. Furiosa, se levant apoyando el boli en la mesa y diciendo

    antes de dar un portazo: Seguid haciendo deberes. Vuelve enseguida. Atraves el pasillo, baj el ascensor y en dos minutos lleg al patio. Camin

    unos cuantos metros hasta llegar a una puerta verde. Baj las escaleras y all estaba Toms, sentado en un banco esperando a que los alumnos se acabaran de poner el uniforme.

    Hola salud el nuevo con un gesto. Dnde est Lolo? Quin? Lolo, hace diez minutos que han empezado las clases y todava no ha

    regresado. En el vestuario estn lo de primero de la eso dijo Toms Los tuyos han

    subido hace rato. Volvi a entrar. Habl con la secretaria, la simptica y encantadora (irona)

    Marta, quien neg haber visto nada. Claro, como vas a ver algo si te pasas el rato con el puto telfono y mirndote

    las uas cada cinco segundos, pedazo de imbcil Eso lo pens mientras le daba las gracias con una sonrisa de las suyas, falsas.

    Pero no lo dijo. Se encontr con Sonia, la directora. Se lo coment y juntas subieron al segundo piso. Entraron en las cuatro clases. Primero, segundo, tercero y cuarto de la Eso, pero no haba ningn nio de diez aos all. Subieron al tercer piso, entraron en todas las aulas pero nada.

    Voy a llamarlo por el interfono la directora se subi al ascensor y Cila entr en la clase.

    No las encontrado? dijo el nio de las gafas enormes. Ella neg con la cabeza sin decir nada. El silencio se apoder del aula. Cila se pas los dos minutos dandole vueltas al

    boli con los dedos y mirando a sus alumnos. Estaba nerviosa, furiosa y por otra parte atemorizada. Haban perdido un nio, Cmo haba sido posible? Nunca antes ha pasado cosa igual en el centro. Se calm al pensar que todo se arreglara cuando la directora diera la seal:

    Soy la directora del colegio, Lolo, alumno de cuarto de primaria. Por favor, regresa a tu clase en el piso tres. Repito, Lolo, vuelve a la clase. Gracias.

    Tras or eso los alumnos susurraron espantados. Tranquilos, ahora volver.. dijo la profesora no muy convencida. Los minutos pasaron y la puerta de la clase no se abra. Cuando escucharon

    algn ruido, todos, tanto alumnos como Celia, levantaban la mirada para ver si se trataba de Lolo, pero no.

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  • Cinco minutos ms tardes, la puerta se abri. Cila, puedes salir un momento? Aquel no era un tono de alguien que haba encontrado a un alumno

    desaparecido. Algo haba pasado. Su rostro mostraba una palidez poco habitual en ella y sus ojos estaba rojos como la sangre. Sudaba por la frente y le temblaban las manos. Suspir y cuando Cila cerr la puerta empez a hablar.

    Hemos encontrado a Lolo Eso deban de ser buenas noticias, a menos que.. Estaba detrs de un rbol, el ltimo rbol del patio, detrs, en el rbol Su pulso empez a acelerar. Sus manos temblaban y las palabras que salan

    de su boca no tenan sentido. Tranquila, despacio, qu ha pasado? Se tranquiliz un poco suspirando varias veces. Lolo est muerto dijo al fin.

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