La Visión Aristocrática en La Poesía de Safo de Lesbos

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  • La visin aristocrtica en la poesa de Safo de Lesbos

    Arbey Atehorta Atehorta

    ...mucho ms melodiosa que una lira...

    mucho ms areo que el oro...

    Safo

    Safo, la poeta Lesbia de la Grecia Arcaica, es sin duda una de las figuras ms importantes entre los

    lricos de los siglos VII y VI aC. Ella subvierte el paradigma creado por los cantores masculinos, y

    como un reto a la sociedad eminentemente patriarcal opone un mundo femenino. Su visin

    aristocrtica es lo que la conecta con la estructura de mundo de la Grecia Arcaica.

    La poetisa Safo de Lesbos, cuya acm se ubica en el ao 590 a.C. representa una de las estrellas

    ms luminosas en el espacio de la Lrica Griega Arcaica, hecha exclusivamente por figuras

    masculinas.

    Safo no fue por supuesto la nica: nombres como Gorgo y Amdrmeda estn unidos a sta por

    haber sido rivales en la creacin de grupos femeninos. Pero de ellas no se conserva obra alguna;

    este fenmeno contribuye a la particularidad en el panorama lrico griego de la figura de Safo.

    El hecho es an ms peculiar si consideramos en trminos generales la condicin de la mujer en

    Grecia. La fuerte estructura patriarcal griega releg a la mujer a la condicin de madre de familia y

    administradora del hogar. El trato con el esposo, e incluso previo al matrimonio era mnimo. Por

    eso Scrates lleg a preguntar a un esposo:

  • Hay alguien con quien hables menos que con tu esposa? (...) Si hay alguno no son muchos(1) .

    Pericles predica para la mujer el ideal de la sofrosyne: una mujer debe tratar de que los hombres

    no hablen de ella ni para bien ni para mal (Instrumentos didcticos,1987,22). Pero no en toda

    Grecia (ni en toda poca) la mujer sufri la misma represin. Si bien en Atenas fue donde ms

    sometida estuvo a su marido, las espartanas gozaron de mayor libertad debido al oficio

    permanente de los hombres: la guerra. Por otra parte, la normatividad fue ms obligada para las

    mujeres de clase media y alta. Existieron igualmente las llamadas hetairas, mujeres no

    comprometidas y que gozaban de la sociedad de los hombres.

    Qu sucede en Lesbos para que surja la figura de Safo? Manuel Rabanal explicit la condicin de

    la mujer lesbia dicindonos que ellas alcanzaron cierto grado de cultura, y una mayor libertad que

    en las dems ciudades estado, para salir y entrar, hablar entre ellas o con hombres, reunirse en

    tertulias de carcter ms o menos religiosos y an celebrar concursos de belleza.

    Geogrficamente la ubicacin de la isla de Lesbos tambin facilit esa mayor libertad femenina.

    Esta fue un punto de paso entre la Hlade y Asia Menor. Lesbos recibe la influencia de diversas

    culturas y su gran movimiento potico propici dichos contactos. El mundo sfico, por ejemplo, es

    Lidio(2). Es de all de donde proceden los perfumes, las joyas, los adornos y las mismas discpulas

    como Anactoria. Es a Egipto hacia donde parte su hermano Caraxo en busca de riqueza.

    La situacin poltica de la isla de Lesbos tambin influy para que la mujer lesbia, y Safo en

    particular, gozara de mayor libertad. Ella, despus de su destierro en Siracusa durante el gobierno

    de Mrsilo, regresa a Lesbos bajo la dictadura de Ptaco. Es pues la dictadura en su estado maduro

    quien gobierna la isla. Bajo la sombra de sta,y de la esposa de Ptaco en particular, surgen ciertos

    grupos femeninos de dedicacin incierta. Lo nico claro de ellos es que cultivaron la lrica y

    cumplieron cierta funcin ritual y social, como lo fue la creacin de epitalamios.

    La dictadura lesbia favoreci esta clase de asociaciones femeninas y sobre todo porque no

    trataron abiertamente el tema poltico como lo hizo Alceo, desterrado durante las tiranas de

    Mrsilo y Ptaco.

  • El oficio de Safo, en cuanto a agrupadora, no fue excepcional. La permanente alusin a Gorgo y

    Andrmeda, directoras de otros grupos, nos demuestra que fue una prctica normal en Lesbos. En

    el caso de Safo, su condicin de mujer sola le pudo haber facilitado la mayor libertad para

    dedicarse a su oficio: poeta.

    Los hechos anteriores explican la mayor libertad de la mujer en Lesbos pero no la particularidad de

    la figura de Safo. No existe otro nombre femenino en la lrica griega arcaica de tal magnitud. Las

    razones pueden ser varias partiendo de la explicacin del sentido de los grupos femeninos en

    Lesbos. Manuel Galiano en un ensayo titulado El descubrimiento del amor en Grecia dedica un

    amplio espacio a esta explicacin, descartando las afirmaciones de que eran grupos pedaggicos,

    tasos o centros de prostitucin. Su propuesta final a la que nos anexamos dice:

    yo lo definira como una coleccin de amigas que se renen para oir versos sficos, tal vez para

    cantarlos, o quizs todo lo ms para dedicar sus actividades conjuntas a la interpretacin en

    comn de epitalamios compuestos por nuestra poetisa.(3).

    Este tipo de asociaciones indiscutiblemente facilit el cultivo de la lrica en sectores femeninos.

    La ambiguedad sobre el origen y funcin de estos grupos persiste. Un hecho claro es su

    marginacin del devenir poltico. La poesa sfica que contiene la alusin al grupo, a las otras, no

    habla de Ptaco ni de los personajes de la vida pblica, elementos presentes en la estructura de la

    Lrica Arcaica. Safo deja de lado estos temas y los concernientes al mundo masculino. Por eso, en

    un conocido poema en el cual el eplogo recuerda a Anactoria, compara la belleza y la actitud de

    Helena como superior a la aret expuesta por el mundo de la guerra(4) :

    Dicen que una tropa de carros unos,

    otros que de infantes, de naves otros,

  • es lo ms hermoso en la negra tierra;

    ya que todo aquello es

    lo que uno ama.

    Y es sencillo hacer que cualquiera entienda

    esto, pues Helena, que aventajaba

    en belleza a todos, a su marido,

    alto en honores,

    lo dej y se fue por el mar a Troya,

    y ni de su hija o sus propios padres

    quiso ya acordarse, pues fue llevada

    Los temas, las imgenes y la concepcin interiorizada del sentimiento son innovadores en Safo.

    Ella no se dirige hacia la exterioridad. Es un mundo personal en el cual se llega y se conoce al otro

    por los colores, las imgenes, las caricias o esa aureola que lo envuelve. Ese otro por lo regular es

  • una mujer. En Safo el mundo brusco, fuerte, masculino en conclusin, da paso al mundo del ser,

    del es de la figura femenina. Manuel Galiano expone que el tipo de sentimiento en Safo es:

    exclusivamente absorbente, encerrado en aquel pequeo crculo un poco sofocante de menudas

    delicias y placeres femeninos; un amor del que el varn queda absolutamente eliminado. Ms an,

    diramos que hay en el grupo sfico una tnica general no slo de indiferencia, sino de aversin

    hacia el hombre

    (Galiano, 1957,21).

    En el caso de Safo, su condicin de mujer sola le pudo haber facilitado la mayor libertad para

    dedicarse a su oficio: poeta.

    Galiano se refiere tanto a la obra de Safo como a su vida personal. Pero aunque la visin de mundo

    sfica se hace desde el paradigma femenino, el hombre no es excluido radicalmente. Ya se le

    compara con los dioses en los epitalamios o ya se le reprocha su modo de ser como se aprecia en

    poemas personales dedicados a Caraxo, el hermano de Safo. La figura masculina tambin se

    nombra para desligitimizarla como modelo. Veamos cmo la obra sfica considera el orden

    masculino al estructurar una visin de mundo de carcter aristocrtico.

    El mundo masculino es transgredido por Safo; pero no se asume una actitud de desprecio hacia el

    varn. En el epitalamio A una mujer (5) se compara a un hombre con los dioses. Pero sus

    cualidades son muy distintas al ideal de hombre de la Grecia Arcaica. Este hombre no es un

    general alto y bien plantado, ni un excelente rapsoda; es simplemente alguien que escucha a

    una mujer que habla dulcemente. Su actitud, adems, es de reposo pues est sentado.

    Me parece igual a los dioses ese

    hombre que ahora est frente a ti sentado,

    y tu dulce voz a tu lado escucha

  • mientras le hablas

    y tu amable risa; lo cual, te juro,

    en mi pecho el alma saltar ha hecho:

    pues te miro apenas y mis palabras

    ya no me salen

    (Rodrguez, 1990, 37)

    El hombre creado por Safo es abstracto, ideal. A travs de l Safo subvierte la cultura masculina

    pues opone al hombre de accin un hombre contemplativo.

    En este poema el elogio masculino se justifica en parte si consideramos el texto como un

    epitalamio. En este tipo de canciones hechas exclusivamente para bodas se expresa un elogio para

    los novios, pero la figura del hombre es un medio para estructurar una isotopa positiva de lo

    femenino. Es la mujer la que realmente importa. Es ella quien provoca la locura, el sentimiento

    que desestabiliza, es ella la de la dulce voz y la amable risa.

    Esta postura la reafirma Safo en el poema que compara la belleza de Helena (muy superior) con

    infantes, tropas de carros y naves.

    Y es sencillo hacer que cualquiera entienda

    esto, pues Helena, que aventaja

  • en belleza a todos, a su marido,

    alto en honores,

    lo dej y se fue por el mar a Troya,

    y ni de su hija o sus propios padres

    quiso ya acordarse, pues fue llevada

    En este poema el mundo se mueve por una mujer: una mujer que aventajaba en belleza a todos,

    incluso a uno de los ms grandes Atridas griegos. La aret se ha trasladado de un mundo heroico al

    planteado por la isotopa de los perfumes, las flores, los himnos y la belleza fsica femenina.

    Este poema se puede considerar personal pues el fin ltimo es rendirle un homenaje a Anactoria,

    una de las amigas preferidas de la poeta que ha partido para Lidia. Por esto Safo utiliza una

    analoga: Helena es su Anactoria. Ambas son bellas y han partido. Helena para Troya y Anactoria

    para Lidia. Por supuesto se analoga un referente mtico con uno real. La aoranza de Anactoria se

    evidencia en lo corporal, en cualidades fsicas al igual que en el epitalamio anterior.

    de ella ver quisiera su andar amable

    y la clara luz de su rostro antes

    que a los carros lidios o a mil guerreros

  • llenos de armas.

    La analoga est separada por la temporalidad: pasado pico y presente sfico. Pero el eplogo del

    poema confirma la estructura en anillo y se homologan esos espacios con el mismo fin: descartar

    el mundo masculino y exaltar las cualidades femeninas.

    Los hombres a los que se refiere Safo son los picos: Hctor, Paris, Menelao. En la mayora de los

    casos se alude a ellos mediante el recurso de la perfrasis. Este recurso es tpico de la lrica, pero

    en algunos poemas Safo lo hace especialmente con las figuras masculinas, sean hombres o dioses.

    A las mujeres se les nombra en la mayora de los casos y a los hombres se les alude. Es de alguna

    forma una manera de restarles importancia:

    Safo tambin se refiere a hombres ideales, sin nombre y sin posibilidadad de identificarlos con

    referentes reales de la poca. Teognis le habla a su amigo Cirno, Arquloco a Glauco y Anacreonte

    a Clebulo. Pero Safo no se refiere a ningn hombre en particular. Cuando lo hace es una

    abstraccin. Este hecho es un nuevo recurso para estructurar la imagen de mundo desde lo

    femenina. Por eso las mujeres, sean dioses o mortales, poseen nombre: Helena, Afrodita,

    Andrmaca y Hera en el nivel mtico y Anactoria, Gngula, Atis en el plano real. Ni siquiera en un

    poema personal dedicado a Caraxo, su hermano, ste es nombrado, aunque es evidente la

    recriminacin hecha y el llamado a Afrodita para que interceda.

    Conceded, Nereidas, y t, Chipriota,

    que mi hermano vuelva hasta aqu sin dao

    y que todo aquello que en su alma ansa

    sea cumplido;

  • (Rodrguez,1990,21)

    La referencia a las divinidades confirma la visin femenina de Safo. Si bien en Lesbos hubo un

    templo dedicado a tres divinidades, en varios de los poemas sficos se aprecia una estractificacin,

    pues se nombra primero a Hera y despus a los dioses masculinos (Zeus y Dionisio, por ejemplo).

    Si consideramos la significacin para la lrica de los procesos de combinacin y seleccin

    confirmamos la importancia de esta gradacin. Igualmente, la poesa sfica abunda en menciones

    a Afrodita, las Musas y las Nereidas.

    El mundo sfico, en conclusin,es femenino. Esta lectura introduce cierta ambiguedad puesto que

    Grecia y el siglo VI son masculinos. Safo trasgrede las espectativas en la Grecia Arcaica y Clsica

    porque permite la exploracin de un mundo asumido como espacio ntimo, sensible y pasional: el

    mundo femenino, el espacio lrico. Por eso, la poesa sfica est repleta de smbolos que

    estructuran una isotopa femenina.

    Los epitalamios y los poemas personales revisados enumeran muchos de los objetos, olores o

    flores que se constituyen en smbolos de la poesa sfica. Manuel Galiano los ha sintetizado as:

    rosas y lirios, melilotos y perifollos, hierba fresca de los prados, manzanos para el dulce reposo

    de las siestas, guirnaldas de opio (...) vestidos, muchos vestidos teidos de mil colores (...)

    tuniquillas, mantos, bellos tocados de cabeza, diademas importadas (...) calzados lidios(...) en la

    intimidad de los dormitorios , ungentos y cremas, cajas llenas de perfumes, jabones de

    tocador...Eterno todo ello, desde la ms remota antigedad hasta nuestros das y mientras haya

    una mujer en el mundo!

    (Galiano,1959,20)

    El poema que retoma como motivo la boda de Hctor y Andrmaca contiene indiscutiblemente

    una gran cantidad y variedad de elementos propios del mundo sfico. En ste se habla de la

    llegada de Andrmaca a la casa de Priamo; es posiblemente un epitalamio por su condicin de

    bienvenida y exaltacin a los novios. Nuevamente un tema mtico es reescrito y actualizado para

    colocarlo al servicio de la poca.

  • Utilizamos el trmino de reescrito pues la focalizacin del acontecimiento hecha en la Iliada se

    realiza enteramente desde la figura de Hctor; en sta no se celebra la llegada de Andrmaca sino

    la del hijo de Priamo, precedido de toda su gloria. En el poema de Safo las naves igualmente no

    son caracterizadas por elementos blicos sino por un paradigma femenino y la actividad en Ilion

    gira alrededor del recibimiento de Andrmaca. El poema termina haciendo un elogio a la amada,

    descartndose por completo una alusin heroica, a no ser la realizada inconscientemente por el

    oyente al escuchar mencionar a Priamo y a Hctor.

    Pero a medida que el poema avanza, ese mundo femenino lo invade todo y ya no es posible ni

    siquiera la alusin a lo masculino. Las flautas de dulce sonido suenan y las doncellas entonan

    sagradas canciones.

    Los seis ltimos versos en la traduccin de Juan Manuel Rodrguez Tebal contienen toda la

    intensidad del acto:

    Todo el lugar se llenaba de copas y crteras;

    sndalo, mirra e incienso su olor confundan,

    y las mujeres ms viejas lanzaban sus gritos

    mientras en tono elevado los hombres cantaban

    bellos peanes al lrico dios sagitario,

    y celebraban cual dioses a Hctor y Andrmaca.

  • La mujer en la poesa sfica es asimilada con lo suave y lo perfumado. Todo lo que levita y se

    opone al mundo rudo del hombre que es descartado de plano. Mientras que en los fragmentos del

    poema se aprecian dos adjetivos positivos para Andrmaca y un nmero mayor de trminos que

    conducen al paradigma femenino, no hay ninguna alusin hacia el hombre a parte del enuncio de

    las naves y un verso que recita: y a los caballos uncan los hombres sus carros. Pero ambas

    alusiones giran en torno a la bienvenida preparada para Andrmaca.

    No hay por supuesto en el poema, ningn verso despreciativo para el hombre: los bellos peanes

    celebran a Hctor y a Andrmaca. El referente mtico est puesto al servicio de un epitalamio, de

    una ceremonia de unin, en la cual prima el paradigma femenino y el masculino se limita y se

    pone al servicio del acto en cuestin.

    Entre todo ese conjunto de smbolos enumerados, hay dos que merecen especial atencin: la

    diosa Afrodita y la manzana.

    Afrodita es un referente constante en la poesa sfica y especialmente de un conocido himno

    (Himno a Afrodita) en el cual Safo, como personaje, pide que le sean otorgados los amores de

    alguien(6) . Afrodita en la mitologa griega y segn Pierre Grimal es la diosa del amor, la que

    despierta la pasin, el sentimiento hacia el otro. Pero igualmente es una diosa vengativa, pues ella

    castig a las mujeres de Lemnos, impregnndolas de un olor insoportable, hasta el punto de que

    sus maridos las abandonaron por cautivas tracias. Para Safo Afrodita es la Diosa que concede los

    favores amatorios, es la confidente, la que intercede, la que acude cuando el sentimiento amoroso

    conduce a la locura. La manzana tambin cumple un papel en este sentido. Por medio de ella se

    realiza la declaracin amorosa.

    La manzana en la mitologa griega est vinculada al origen de los mismos certmenes de belleza:

    por medio de ella Paris escogi entre Hera, Atenea y Afrodita a la ms hermosa. Paris le arroja la

    manzana a Afrodita y esa accin se erige en smbolo de la belleza y la declaracin.

    En los poemas sficos la manzana est asociada al culto de Afrodita; un culto que se hace en

    primavera. Aparece as el tema de la doncellez, de la manzana madura que no pudieron alcanzar

    los burdos cosecheros.

    Como la manzana dulce se colorea

  • en la rama ms alta, la ms alta en la ms alta,

    de ella se olvidaron los cosecheros

    de manzanas.

    pero no es que la olvidaron,

    es que no pudieron alcanzarla.

    (Rodrguez Adrados. Frag.78)

    La obra sfica es por lo tanto revolucionaria en cuanto estructura una visin de mundo desde el

    paradigma femenino, subvirtiendo la mirada masculina de la Edad Arcaica, el mundo heroico,

    brusco, fuerte, sede su paso a uno sensible, delicado y suave; femenino en conclusin. Pero el

    elemento autoafirmativo de la obra Sfica es su posicin aristocrtica; la poesa de Safo habla de

    lujos, de una vida llena de comodidades, de un mundoen el cual importa ms los desrdenes

    indiviudales de carcter ertico que el mismo aconteceder histrico. Incluso la misma poeta quiso

    vivir de esa manera. La renuncia a la lucha poltica, fenmeno inherente al ejercicio potico de la

    poca, es otra razn de esa postura aristocrtica. Es por supuesto lo que proporciona la creacin

    de este tipo de monodia y en ningn momento puede representar un nivel de condena. Incluso ni

    siquiera en versos donde la poeta se lamenta por no tener con qu hacerse de un bello tocado

    para su hija Cleis:

    ...pero t tienes los cabellos

    ms rubios que una antorcha,

  • propios para coronas de flores bien lozanas...

    No tengo, Cleis, de dnde hacerme

    para ti con un tocado multicolor,(...)

    (Rodrguez Adrados,1980,372)

    Estos versos a nivel biogrfico sustentan la psima situacin econmica de Safo por ese tiempo.

    Pero igualmente son versos que a otro nivel retroalimentan el mundo refina do de la aristocracia

    que opone un lujoso tocado exportado de lidia a las simples cintas de prpura. Safo no combati la

    tirana, ni expuso los ideales masculinos de la cultura griega. Tampoco le import las lu chas

    internas de la Hlade. Ella fue un poco ms all y trat de aoscultar la interioridad, lo pasional, el

    sentimiento. Trat de expresar un concepto de mujer totalmente universal.

    NOTAS

    (1) Instrumentos didcticos. Eurpides, antologa de textos sobre la mujer. Alcal de Henares,

    1987, p. 23.

    (2) Es importante resaltar la estrecha relacin sostenida por Lesbos con Asia Menor. Estos luchan

    contra Atenas por el dominio de Sigeo, conquistada finalmente por Ptaco. Creso, del reino de Lidia

    es uno de los lugares donde se exilia Alceo. Los Lesbios igualmente fundan Eno en Tracia.

    (3) GALIANO, Manuel. El descubrimiento del amor en Grecia, Madrid, 1959, p.36.

    (4) Poemas tomados de : RODRIGUEZ TEBAL, Juan Manuel.Safo: poemas y fragmentos. Akal-

    Clsica, Madrid, 1990.

  • (5) Aunque posee las caractersticas de un epitalamio, Francisco Rodrguez Adrados afirma que

    existen dudas.

    (6) Ver: GRIMAL, Pierre. Diccionario de Mitologa Griega y Romana. Editorial Paids, Barcelona,

    1990, p.12.