LACLÍNICA

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LA CLÍNICA CAPÍTULO I. ILUSIONES. Maca se movía nerviosa por su despacho, ¡por fin iba a ver cumplido su sueño! había llegado el día, el gran día. Su mente volaba de un detalle a otro, repasándolo todo con minuciosidad, debía salir perfecto. Unos golpes en la puerta interrumpieron su repaso. - ¿Se puede? – dijo Claudia asomando la cabeza por la puerta con una enorme sonrisa. - ¡Claro! pasa, pasa – respondió igualmente sonriente - ¿qué? Me vas a dar una alegría o tendré que suplicarte un poquito más. - Bueno… si piensas seguir sobornándome con cenitas, viajecitos y regalitos quizás tarde en darte una respuesta un par de semanitas más. - ¡Claudia! – protestó – no juegues conmigo que hoy estoy muy, pero que muy nerviosa. - Pero ¿por qué! si está todo a punto. Mónica está haciendo un trabajo excelente, la verdad es que acertaste en proponerle ser tu socia, yo nunca hubiera creído que… - se interrumpió al escuchar que abrían la puerta, Mónica entró como una exhalación. - Maca, Maca esto no puede seguir así – dijo con nerviosismo – esta tarde inauguramos y mañana el servicio debería estar activo y seguimos sin enfermera para el segundo equipo, nos falta personal en neurología, en pediatría también hace falta alguien al menos hasta que tu… – dudó un instante y cambió el discurso- me prometiste que hoy estaría todo solucionado y… - Por lo de neurología no te preocupes que acabo de aceptar vuestra oferta – dijo mirado a Maca y guiñándole un ojo. - ¡Menos mal! – exclamó Mónica aliviada - ¿qué vamos a hacer con la enfermera! no todo el mundo está dispuesto a participar en algo así y, o estamos dos equipos al completo, o no vamos a poder desarrollar el proyecto y sabes que si no lo hacemos… - Si, si, lo sé, Mónica, nos quedamos sin subvención – la interrumpió preocupada – déjame un poco más de tiempo, estoy en ello, estoy en ello. - Bueno, yo os dejo que tenéis mucho trabajo – interrumpió Claudia levantándose- ¿te recojo para comer o ya tienes plan? - Si, recógeme, por favor – dijo sonriendo – tenemos que hablar de tu contrato. - De acuerdo, ¿a las dos está bien? - Si, perfecto. - Bueno Maca ¿qué hacemos? – preguntó tras ver como Claudia cerraba la puerta. - En primer lugar, tranquilízate, que te va a dar algo, y en segundo lugar, deja que me encargue yo de la enfermera y de la plaza de pediatría. - Pero Maca… no tenemos tiempo. - Lo se, lo se – dijo mirando impotente hacia abajo – en esta mañana lo de pediatría puede quedarse resuelto, lo de la enfermera es más problemático. - Pero es que lo de la enfermera es lo que más prisa corre – protestó – Fernando dice que no puede organizar el departamento solo conmigo, y Laura aún no ha llegado. - Bueno, tranquila – respondió – Laura llega en una hora y me aseguró que estaría aquí esta tarde y…

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  • LA CLNICA

    CAPTULO I. ILUSIONES.

    Maca se mova nerviosa por su despacho, por fin iba a ver cumplido su sueo! haba llegado el da, el gran da. Su mente volaba de un detalle a otro, repasndolo todo con minuciosidad, deba salir perfecto. Unos golpes en la puerta interrumpieron su repaso.

    - Se puede? dijo Claudia asomando la cabeza por la puerta con una enorme sonrisa.

    - Claro! pasa, pasa respondi igualmente sonriente - qu? Me vas a dar una alegra o tendr que suplicarte un poquito ms.

    - Bueno si piensas seguir sobornndome con cenitas, viajecitos y regalitos quizs tarde en darte una respuesta un par de semanitas ms.

    - Claudia! protest no juegues conmigo que hoy estoy muy, pero que muy nerviosa.

    - Pero por qu! si est todo a punto. Mnica est haciendo un trabajo excelente, la verdad es que acertaste en proponerle ser tu socia, yo nunca hubiera credo que - se interrumpi al escuchar que abran la puerta, Mnica entr como una exhalacin.

    - Maca, Maca esto no puede seguir as dijo con nerviosismo esta tarde inauguramos y maana el servicio debera estar activo y seguimos sin enfermera para el segundo equipo, nos falta personal en neurologa, en pediatra tambin hace falta alguien al menos hasta que tu dud un instante y cambi el discurso- me prometiste que hoy estara todo solucionado y

    - Por lo de neurologa no te preocupes que acabo de aceptar vuestra oferta dijo mirado a Maca y guindole un ojo.

    - Menos mal! exclam Mnica aliviada - qu vamos a hacer con la enfermera! no todo el mundo est dispuesto a participar en algo as y, o estamos dos equipos al completo, o no vamos a poder desarrollar el proyecto y sabes que si no lo hacemos

    - Si, si, lo s, Mnica, nos quedamos sin subvencin la interrumpi preocupada djame un poco ms de tiempo, estoy en ello, estoy en ello.

    - Bueno, yo os dejo que tenis mucho trabajo interrumpi Claudia levantndose- te recojo para comer o ya tienes plan?

    - Si, recgeme, por favor dijo sonriendo tenemos que hablar de tu contrato. - De acuerdo, a las dos est bien? - Si, perfecto. - Bueno Maca qu hacemos? pregunt tras ver como Claudia cerraba la puerta. - En primer lugar, tranquilzate, que te va a dar algo, y en segundo lugar, deja que

    me encargue yo de la enfermera y de la plaza de pediatra. - Pero Maca no tenemos tiempo. - Lo se, lo se dijo mirando impotente hacia abajo en esta maana lo de

    pediatra puede quedarse resuelto, lo de la enfermera es ms problemtico. - Pero es que lo de la enfermera es lo que ms prisa corre protest Fernando

    dice que no puede organizar el departamento solo conmigo, y Laura an no ha llegado.

    - Bueno, tranquila respondi Laura llega en una hora y me asegur que estara aqu esta tarde y

  • - Tenamos que haber retrasado la inauguracin una semana al menos suspir cansada.

    - Ya - dijo pensativa pero Mnica ya sabes que yo - No me hagas caso la interrumpi se que lo arreglars y que saldr todo

    perfecto aadi sonriendo, se levant y se acerc a darle un beso voy para abajo que quedan cosas por organizar.

    - Gracias, Mnica le devolvi la sonrisa mndame a Fernando, por favor, y si ves a Cruz dile que la estoy esperando.

    Mnica sali del despacho y Maca cogi el telfono, Adela haba quedado en pasarse a las diez y eran las once y an no haba aparecido. Adela haba sido su mejor amiga en la Facultad, su compaera inseparable en aquellas largas tardes de estudio. Incluso hicieron la residencia juntas en Sevilla. Haba sido Fernando el que propuso su nombre para ocupar la plaza de Maca en pediatra; al principio Maca no se mostr muy convencida, no tena ganas de remover viejas historias, pero lo cierto es que Adela tena un currculum intachable y que se haba hecho un nombre entre los pediatras ms afamados de Espaa gracias a sus estudios sobre la epilepsia infantil. Trabajaba en la Clnica Universitaria de Navarra y colaboraba con la Facultad de Medicina. Cuando Maca la llam para que se sumase a su proyecto, se alegr de saber de ella pero declin la oferta con cortesa. Sin embargo, das despus Maca reciba la llamada de Adela en la que le peda que le mandase todos los detalles del proyecto, y si le convenca, quizs se lo pensase. Haba quedado en ir a Madrid en esa misma maana y darle una respuesta definitiva, adems, decidiese lo que decidiese Maca la haba invitado a la inauguracin. Su retraso empezaba a preocupar a Maca, que volvi a marcar el nmero de su mvil, daba seal pero al otro lado nadie responda.

    La puerta volvi a abrirse, apareci Cruz y, al verla al telfono, hizo una sea de volver luego, pero Maca neg con la cabeza y le dijo que entrase. Cruz se sent frente a la pediatra con una sonrisa en los labios. Maca colg preocupada.

    - Adela, - explic- que no responde y hace una hora que debera haber llegado. - No te preocupes mujer, estar en un atasco. Ya sabes como est el trfico!

    dijo quitndole importancia bueno, queras verme no? - Si le devolvi la sonrisa ha llegado esto dijo tendindole un fax. - Nos lo conceden? pregunt incrdula, ante la sonrisa y movimiento

    afirmativo de Maca pero se puede saber qu has hecho para lograrlo? - Desplegar mis encantos brome. - Sabes? Todo esto dijo haciendo un ademn que abarcaba mucho ms que el

    despacho en el que se encontraban me parece increble, Maca. Hace muchsimo tiempo que no vea a tanta gente ilusionada por algo. Yo misma en Londres, estaba bien pero me faltaba algo.

    - Ya te entiendo perfectamente- dijo con cierta melancola y tristeza en los ojos. Cruz not la sombra que haba pasado por ellos y se apresur a cambiar de tema.

    - Pues si seora, no puedo creer que hayas conseguido esto seal de nuevo el fax - vamos a tener el mejor equipo de cardiologa de todo el pas!

    - Y a la mejor directora de departamento puntualiz sonriendo de nuevo. - Muchas gracias, doctora dijo levantndose voy a cambiar un poco mi

    discurso de esta tarde aadi con un guio sealando al fax.

  • * * *

    En el aeropuerto el avin procedente de Nairobi tomaba tierra sin problemas. Una Laura nerviosa se dispona a bajar cuando se sorprendi ver a su lado un rostro conocido.

    - Esther? eres tu? dijo con sorpresa dios mo que alegra! - Laura! exclam cuanto tiempo! - Pero de donde vienes? pregunt con curiosidad an abrazada a ella. - De Uganda de la zona de Jinja., llevo cinco aos all respondi con una sonrisa. - No me digas que con Mdicos sin Fronteras? pregunt y ante el gesto

    afirmativo de Esther aadi - Pero si estbamos muy cerca! Yo he estado en Kisumu casi todo el tiempo, aunque hemos hecho incursiones ms al sur.

    Una azafata se acerc y les indic que deban bajar. Lo hicieron apresuradamente, mientras charlaban sobre los detalles de su estancia en frica. No podan creer que hubiesen estado tan cerca sin saberlo. Claro que all las distancias se hacan enormes y que estaban en pases distintos con muchos problemas fronterizos. Pero aunque Esther haba desarrollado su trabajo en Uganda y Laura en Kenia, ambas haban vivido el mismo tipo de situaciones. Mientras esperaban recoger el equipaje continuaron con su charla.

    - Y, si tanto vas a echar de menos aquello qu es lo que te ha hecho volver? pregunt Laura.

    - Mi madre, est mayor, llevo sin verla tres aos - explic dejando en Laura la sensacin de que haba algo ms.

    - Pues a mi me han convencido para que participe en un proyecto dijo sin especificar nada ms la verdad es que al principio no estaba muy por la labor, frica tira mucho, pero luego, cuando Maca me explic los detalles, comprend que aqu tambin hay mucho que hacer - se interrumpi al ver la cara de sorpresa de Esther.

    - Maca! te refieres a - Si, si, me refiero a ella guard silencio esperando que Esther dijera algo ms

    pero la enfermera cogi su maleta sin hacer el menor comentario. Laura tuvo que correr para alcanzar la suya y cuando lo consigui se volvi hacia una Esther que la estaba esperando.

    - Pues como te deca, que al final me he decidido a volver y aceptar el puesto, siempre est la posibilidad de irme de nuevo.

    - Claro respondi distradamente, con la mente puesta en aos atrs cuando Maca y ella haban sido tan felices.

    - Adems suena bien, Mdico Jefe de la Unidad y Coordinadora de Traslados Internacionales.

    - Si, suena bien. Pero yo crea que todo eso se haca a travs de - Pero es que esto es algo completamente diferente la interrumpi Maca y

    Mnica se han asociado y han conseguido todos los permisos para desarrollar un proyecto que ser pionero en Europa tu conociste a Mnica?

    - No me suena. - Si, es verdad, creo que lleg al Central despus de que te marcharas. Se cas con

    Javier, lo sabas? - No! En serio?

  • - Pues si, ya ves, - dijo riendo ante el asombro que haba mostrado Esther - y con el divorcio se ha hecho bastante rica.

    - Veo que has seguido en contacto con todo el mundo. - No creas, solo con Eva, pero se fue al Reina Sofa de Crdoba y,

    espordicamente con Javier puntualiz ya sabes como son all las comunicaciones.

    - Y con Maca, no? - No, qu va! exclam un da recib su llamada y me hizo la propuesta, desde

    entonces hemos hablado unas cuantas de veces ms, pero en todo este tiempo no he sabido nada de ella, ni de ella, ni de nadie. Y tu! porque al menos durante el ao y medio que yo segu en el Central, no supimos nada de ti.

    - No, yo tampoco he tenido contacto con nadie afirm bueno, miento, con Teresa, pero como bien dices, las comunicaciones all no dan para mucho.

    - Pues si dijo pensativa - Teresa? Vaya, vaya y luego tena fama de cotilla! - Porqu dices eso? pregunt interesada. - Porque cuando te marchaste sin dar explicaciones Maca se volvi loca

    intentando localizarte, pero nadie le dijo nada, de tu madre se lo esperaba, pero de Teresa.

    - Siempre fue mi amiga dijo excusndola - Y la suya salt Laura aunque intent suavizar el tono si creo que hasta le ha

    dado trabajo en la Clnica.

    Esther guard silencio un poco avergonzada, quizs le haba exigido demasiado a Teresa obligndola a mentir, pero ya estaba hecho, y adems, qu ms daba? haba pasado tanto tiempo! Seguro que Maca ya ni se acordaba de su existencia, aunque ella si que recordaba perfectamente aquellos das en los que decidi no volver al Central, tras su viaje a Paris. Maca y ella haban roto, y nada le apeteca menos que verla todos los das; aunque ella si que segua acordndose de Maca. Haban llegado a la salida y Esther mir de un lado a otro como si esperase a alguien.

    - Vienen a recogerte? pregunt Laura. - No. - Compartimos taxi? - De acuerdo.

    Se dispusieron a esperar la cola pacientemente, Laura observaba a Esther, estaba mucho ms delgada que como la recordaba y en su rostro se reflejaban las seales del duro trabajo que haba estado haciendo. Imagin que a ella le pasara lo mismo. Le gustaba Esther, siempre le haba cado bien, as es que decidi prolongar la charla con ella.

    - Comemos juntas! - le pregunt- yo no tengo nada que hacer hasta que vaya esta tarde a la Clnica.

    - No puedo. He quedado con mi madre se excus pero podemos quedar esta noche u otro da. La verdad es que aqu ahora todo ser muy diferente.

    - Esta noche no puedo respondi acordndose de la inauguracin, de pronto se le ocurri una idea - Oye te apetece venir a la inauguracin de la Clnica! es algo oficial, con rueda de prensa y todo, y creo que luego habr hasta una copa.

    - Es una Clnica? - Si, la Clnica materno-infantil PEDRO WILSON.

  • - No se creo que - dud - mejor no. - Eh, que Maca me envi dos invitaciones! As es que, si la quieres, una es tuya. - Es que no creo que sea buena idea. - Van a coger el taxi o no? las interrumpi un seor mal encarado que estaba

    tras ellas. La cola haba ido avanzando y con la charla no se haban dado cuenta de los gestos del taxista que les indicaba que fuesen hacia l. Se apresuraron a montar e indicaron la direccin de la casa de Esther. Luego Laura continu con la conversacin que les haban interrumpido.

    - Lo que te deca, que como quieras, pero que si es por Maca, no creo que le importe, es ms, con lo liada que estar no creo que repare ni en los que estn all.

    - No es por Maca, es que estoy cansada del viaje y tambin est mi madre, no me parece bien

    - Bueno, bueno, que no tienes que darme explicaciones mujer la interrumpi sonriendo y cambi de tema y tu qu tal? vuelves al Central?

    - No. En realidad no tengo trabajo. - Y eso? Pero si a todos los que deciden volver los recolocan, te ha pasado

    algo? pregunt con preocupacin recordando algn caso en el que no haba sido as si puedo ayu.

    - No, no la interrumpi con tanta brusquedad que Laura se sorprendi qu va a pasarme! no me ha pasado nada, nada de nada.

    Laura la mir extraada de su reaccin y con el convencimiento de que si que le haba ocurrido algo. Guardaron silencio durante un rato y cuando Laura ya estaba dispuesta a insistir en el tema, se qued con las ganas de saberlo, porque el taxi lleg a la direccin indicada y Esther, tras pagar se apresur a bajar.

    - Bueno, nos llamamos le dijo mientras el taxista sacaba su maleta me encantara seguir en contacto.

    - Claro, claro, me alegro de haberte visto, Esther! ah! Y pinsate lo de esta noche! casi le grit.

    El taxista volvi a su asiento y Laura le indic la direccin que le haba dado Maca, que amablemente se haba ofrecido a alojarla hasta que encontrase algo de su agrado.

    * * *

    En la Clnica Maca estaba terminando de ultimar los detalles con Adela, que por fin haba aparecido y con la mejor de las noticias, se embarcaba en el proyecto! Maca estaba exultante de alegra, adems de aliviada un problema menos! tanto se haba alegrado que no tuvo inconveniente en concederle a Adela el par de semanas que le haba pedido antes de su incorporacin definitiva a La Clnica, para poder dejar en orden todos sus asuntos en Pamplona. Ya veran como se organizaban esas dos semanas, si haca falta ella misma bajara a pediatra. Mir el reloj, an era temprano para que Laura hubiese llegado. Cogi el telfono y marc la extensin de recepcin:

    - Teresa? - Dime, Maca. - Has visto por ah a Fernando! qued en subir hace un rato y an no lo ha hecho.

  • - Pues si, claro que lo he visto! exclam si el hombre anda todo atareado corriendo de un lado a otro.

    - Bueno - hizo una pausa y con apremio continu si lo ves le dices que cuando saque un rato no se le olvide pasar por aqu de acuerdo?

    - Tranquila, que yo se lo digo captando la alteracin de su interlocutora aadi- Maca, qu pasa? nerviosa?

    - Pues la verdad es que si. - Quieres que suba y me tome un caf contigo? - No, Teresa, que an me queda mucho que hacer. Gracias. - Pero mujer si ya est casi todo, a ver, qu te queda? - Tengo que llamar a la subinspectora, a Laura cuando llegue, a administracin

    para que vayan preparando los contratos de Adela y Claudia, y lo peor de todo, me quedan menos de cinco horas para encontrar una enfermera y a eso smale que

    - Bueno, bueno, bueno - la interrumpi te dejo entonces, pero tu tranquila eh?

    - Si Teresa, hasta luego.

    No haban transcurrido ni diez minutos cuando llamaron a la puerta del despacho.

    - Pasa Fernando dijo Maca sin levantar la vista de los papeles que estaba ojeando.

    - Se puede? pregunt Teresa entrando sin esperar respuesta. Maca la recibi con un gesto de resignacin y una sonrisa, llevaba dos vasos de caf Me he parado un momento a tomarme uno y te traigo otro a ti que seguro que llevas toda la maana ah.

    - Pues la verdad es que si respondi alargando la mano para coger su vaso. - Vers como todo sale estupendamente. - Eso espero - dijo con un suspiro hay tantas ilusiones pendientes de ello - Lo se. Pero todos los que estamos aqu, lo estamos siendo muy conscientes de

    ello. - No me gustara defraudar a nadie, Teresa - confes. - No lo hars sonri y ponindose seria continu yo quera darte las gracias

    Maca se interrumpi antes el gesto de impaciencia de ella no me interrumpas por favor.

    - Pero vamos a ver Teresa, se puede saber cuantas veces me las vas a dar? salt haciendo caso omiso a su peticin.

    - Es que significa mucho lo que has hecho por m. - No he hecho nada que no te merecieras respondi sonriente. - Ay, mi nia! exclam levantndose y yendo hasta ella le cogi la cabeza con

    ambas manos, la bes en la frente y la atrajo contra ella, abrazndola con fuerza . Maca respondi agarrndose a la cintura de Teresa, dndole unas palmaditas - no sabes lo que me alegra verte as, hija!

    - Vamos, vamos ri anda Teresa, deja, deja, que me vas a estrujar - Ay, qu hurn que eres exclam tambin bromeando - es tocarte y echarme del

    despacho. Bueno te dejo que no quiero que luego me eches la culpa de distraerte. - Una cosa Teresa, dile a Fernando que suba por favor. - Que si, pesada. - Teresaaa - le dijo en tono de recriminacin ladeando la cabeza otra cosa. - Dime.

  • - Gracias aadi con ternura de verdad, gracias por todo. - Boba respondi con cario mientras cerraba la puerta tras ella. No poda

    evitarlo, para ella Maca era como la hija que nunca tuvo y as se lo haba dicho a Rosario la ltima vez que hablaron, prometindole que cuidara de ella.

    * * *

    Esther se par delante de la puerta de su madre sin llamar, tom aire y, nerviosa, se dispuso a hacerlo. Haca demasiado tiempo que no la vea, tema el encuentro, tema los reproches por una ausencia tan prolongada pero, sobre todo, tema que descubriera en sus ojos el horror del que vena huyendo.

    Encarna abri la puerta con aceleracin antes de que Esther tuviera opcin de llamar. Llevaba toda la maana de la cocina al balcn, en una espera que se le haba hecho eterna para, finalmente, haberse apostado en la ventana, espiando la llegada de su hija. As es que, cuando la vio bajar de aquel bendito taxi, corri a la puerta y permaneci all detrs, esperando escucharla, esperando que llamase, pero su hija, con esa pachorra que, por lo que vea, ni frica le haba quitado, pareca que no iba a hacerlo nunca, y ella, se mora de ganas de abrazarla y besarla , no lo pens ms y abri de golpe.

    - Esther! dijo corriendo hacia ella y fundindose en un sentido abrazo. - Mama! susurr con lgrimas en los ojos. - Ven hija, pasa dijo separndose de ella, cogindola de la mano y agachndose

    para asir la maleta. - No, mama, deja eso protest ya la llevo yo. - Pero qu llevas aqu! ri dejando hacer a su hija ante el peso del bulto.

    Ambas entraron en el piso, Esther se qued parada en medio del saln, observndolo todo como si fuera la primera vez que lo vea cuando, en realidad, casi todo permaneca donde lo recordaba.

    - Pero pasa, hija, pasa qu haces ah como un pasmarote! - No se mama dijo como distrada y, con una medio sonrisa, se gir hacia su

    madre y volvi a abrazarla- estoy tan contenta de estar aqu! - Te he preparado un cocidito que da la hora exclam - tienes hambre? No me

    digas que no, que me das un disgusto dijo sin dar opcin a Esther para responder Ay, hija ma pero que delgadita me has vuelto! aunque eso lo arreglo yo en unos das.

    - Mama! protest sin mucha energa. Delgadita! si ella supiera! - Ni mama, ni nada se impuso - quieres darte una ducha antes de comer? Te he

    puesto a enfriar unas cervecitas que se que te gustan, as nos tomamos un aperitivo antes y charlamos un poco. Tendrs tantas aventuras que contar!

    - No creas, mama respondi con un tono de melancola.

    Encarna se volvi a observarla, la emocin del encuentro haba hecho que estuviese tan alterada que no haba reparado en algo que para ella resultaba ms que evidente por algo la haba parido!

    - Qu te pasa, hija? pregunt de sopetn clavando sus ojos en los de la enfermera y tornando la sonrisa de su rostro en una mueca de preocupacin.

  • - A mi? A mi nada, mama. Qu me va a pasar? se apresur a responder estoy cansada del viaje, eso es todo.

    - Bueno dijo volviendo a sonrer lleva tus cosas al cuarto y date una ducha si te apetece, mientras, voy a preparar el aperitivo y despus de comer te echas una buena siesta, cario dijo con una sea de aceptar momentneamente su respuesta. Su hija acababa de llegar y no entraba en sus planes atosigarla, pero si de algo estaba segura es de que haba algo que le preocupaba.

    - Si, eso voy a hacer se acerc a besarla y se march camino de su dormitorio.

    * * *

    El taxi de Laura par delante del nmero indicado de aquella urbanizacin. Maca le haba dado instrucciones precisas de todo lo que deba hacer y decir para no tener problemas en la garita de acceso. Laura se sorprendi de aquellas medidas estrictas de seguridad, no recordaba que Maca fuese ese tipo de persona, ms bien siempre haba querido vivir algo al margen de los lujos excesivos, al menos, aparentemente y, tampoco le cuadraba con la esencia del proyecto que le haba vendido y que tanto la haba impresionado, pero all estaba, en la puerta de aquel inmenso chalet, rodeado de casas impresionantes y en un lugar que a ella le pareci paradisaco, que injusticia haba en el mundo! unos tanto y otros...

    Sin pensarlo ms, llam al interfono de aquella verja, notando como de inmediato una cmara giraba controlando quien era la intrusa. Una voz al otro lado le pregunt quien era. Tras identificarse escuch como unas teclas eran marcadas y como la verja se abra lentamente. Un camino serpenteante que atravesaba un jardn perfectamente cuidado la condujo a la puerta de la casa, en la que no faltaba detalle, sencillamente impresionante. La puerta se abri y Laura vio a una joven bien parecida que con una sonrisa se dirigi a ella amablemente.

    - Seorita Llanos, pase usted indic e inmediatamente se lanz sobre ella y le quit la maleta pero deje, deje, ya la llevo yo. Permtame que me presente, soy Evelyn y

    - Encantada Evelyn, pero por favor, llmame Laura pidi abrumada. - Bien, como desee la seorita consinti - permtame que le indique su

    habitacin. La seora lamenta no encontrarse en casa para recibirla pero hoy es un da especial para ella y le ha sido imposible venir. Me ha pedido que la disculpe.

    - Si, claro, claro, Evelyn, si ya he hablado yo con Maca admiti con naturalidad y, por favor, no me hables de usted.

    - Como desee volvi a repetir, avanzando delante de Laura por un inmenso pasillo que pareca no tener fin. Se sorprendi al ver la amplitud de todas las habitaciones por las que haba pasado, y ms an se sorprendi al ver la habitacin ante la que Evelyn se haba detenido y a la que le instaba a entrar, era preciosa.

    - Suu.. tu cuarto, Laura se corrigi. - Gracias dijo paseando la mirada por aquella estancia de la que intentaba

    calibrar el tamao, pareca ms grande que todo el hospital de campaa en el que haba pasado los ltimos meses.

    - Imagino que querr cambiarse antes de que le sirva el almuerzo dijo volviendo a usar el usted sin que esta vez Laura se molestase en impedirlo - La seora me

  • ha indicado una serie de platos que podran ser de su agrado. Cuando desee cualquier cosa pulse este timbre.

    - Entiendo. - Querr almorzar aqu, en el comedor o prefiere que monte una mesa en el

    jardn? -pregunt. - Donde prefieras Evelyn dijo pero ante el gesto de ella aadi donde sea

    menos molesto. - No es molestia en ningn sitio puntualiz pero si me permite el consejo

    quizs est ms cmoda aqu en su habitacin. - Bien, me parece bien dijo con ligera impaciencia, todo aquello estaba

    empezando a cargarle, era un cambio demasiado brusco en tan pocas horas.

    Evelyn se despidi y Laura se dispuso a deshacer su maleta y meterse en la ducha, no sin tener una ligera sensacin de incomodidad, todo aquel lujo la abrumaba y al mismo tiempo la asqueaba, no saba como Maca poda vivir as.

    * * *

    En su despacho Maca estaba repasando su agenda cuando entr Claudia sonriente.

    - Bueno, qu? nos vamos ya a comer o todava te queda algo? pregunt con retintn conociendo lo que Maca iba a responderle.

    - Un segundo pidi juntando ndice y pulgar y haciendo un gracioso gesto con la cara.

    - Maca! protest pero si he llegado tarde a posta. Adems, ya se han ido todos a comer, estamos ms solas que

    - Un momento, Claudia dijo que en cinco minutos me pasan tu contrato, as nos lo llevamos y dejamos todo listo.

    - Pero mujer si es por eso djalo, ya lo firmo maana. - Tendrs que leerlo, no? - No ri me fo de ti. Aunque no debera brome. - Cmo que no? ya te guardars tu! sonri tambin. - Qu? Tenemos ya enfermera? - Qu va, Claudia! Y empiezo a estar desesperada. Adems, Fernando no ha

    pasado por aqu y necesito comentar el tema con l. - Haberlo llamado al mvil. - Y qu crees que he hecho! pero no me lo coge. - Bueno, lleva todo el da de un lado a otro ultimando todos los detalles. - Ya lo se, me lo ha dicho Teresa coment si es un encanto, intenta quitarme

    trabajo, pero lo de esa enfermera

    Unos golpecitos suaves en la puerta interrumpi la charla. Una joven rubia y sonriente se asom:

    - Sorpresa! - - Vero! exclam Maca. - Pero tu qu haces aqu? pregunt Claudia tambin con una sonrisa no

    dijiste que hoy te era imposible venir? - Ya veis ri que creais? Qu os iba a dejar solas en un da como hoy?

    Mujeres de poca fe!

  • - Pero y la grabacin? pregunt Maca preocupada. - Me he pedido la tarde libre explic. - A ver si eso os va a retrasar que ya sabes que luego - insisti Maca. - Ch la cort tu preocpate de tener todo esto listo y organizado, que ya me

    encargo yo de mi grabacin, desconfiada! - Vaya dos! las cort Claudia, ambas la miraron sonriendo. - Al tema, que yo vena para llevarte a comer, y calmarte esos nervios, que te

    conozco. - Pues ahora mismo nos bamos Claudia y yo. - Estupendo, pues vamos no? - Ay, esperad un segundo que haga una llamada. - Maca! exclamaron al unsono mirndose con complicidad. - Una llamada, solo una- dijo quiero ver si Laura ha llegado bien a casa

    explic cogiendo el telfono y marcando. - Esperamos fuera dijo Claudia con un suspiro posando su mano sobre la cadera

    de Vero instndola a salir avsanos cuando termines.

    Salieron dejando a Maca esperando en el auricular.

    - Evelyn? - Si, Maca, dime. - Ha llegado Laura. - Si, ya est instalada. - Estupendo todo bien, verdad? - Si, si, todo bien. - Puede ponerse o est comiendo. - No, acaba de terminar, ahora mismo le paso la llamada.

    Laura estaba contemplando el jardn mientras saboreaba una taza de caf. Y empezaba a entrar en una clida modorra cuando el timbre de un telfono la alert. Se levant a buscarlo y cuando lo localiz dud si cogerlo. No poda creer que aquello fuese un telfono! con razn no lo vea. No quera parecer una entrometida, as es que como no estaba en su casa. Opt por dejarlo sonar, ya lo cogera Evelyn.

    - Maca? - Dime - No lo coge, espera que le subo el inalmbrico - De acuerdo respondi.

    Evelyn golpe con suavidad la puerta.

    - Se puede, seorita Llanos? dijo con una medio sonrisa ante la resignacin de Laura.

    - Si, - La seora, al telfono, quiere hablar con usted explic tendindoselo y

    abandonando con discrecin la estancia. - Maca? - Laura! hola. - Dime ocurre algo? - No, nada, solo quera saber si habas llegado bien y si estabas cmoda all.

  • - Si, si, muchas gracias. - Perdona que no haya podido ir a recogerte pero es que ya sabes como son estas

    cosas, en el ltimo momento siempre sale algo mal. - Claro, tranquila, que yo estoy aqu estupendamente minti si puedo ayudar

    en algo salgo ahora mismo para all. - No, tranquila, con que ests aqu a las seis como quedamos est de sobra,

    aunque - Dime. - Tu no sabrs - se interrumpi dudando, estaba tan desesperada que pens,

    pero no, que tonta era, como iba a conocer Laura a ninguna enfermera que estuviese buscando trabajo si acababa de aterrizar en Espaa.

    - No sabr qu? pregunt ante el silencio de Maca. - Nada, nada, una tontera respondi pensativa pero ante la insistencia de Laura

    continu vers, que se me haba pasado por la cabeza si no conoceras a una enfermera que estuviese interesada en participar en el proyecto, es que, aunque no te lo creas, no hemos encontrado a nadie con el perfil adecuado y que, adems, quiera el trabajo.

    - Pues la verdad es que si dijo que conozco a una enfermera en paro. - Si! exclam con un grito al tiempo que vio como Vero asomaba la cabeza y le

    haca un gesto recriminatorio. - Si pero - Pero nada, si tu crees que da el perfil no se hable ms. - Maca espera que - intentaba meter baza pero Maca con la excitacin de poder

    tener el equipo completo antes de la inauguracin y el apremio de Vero y Claudia, no estaba dispuesta a dejarse interrumpir.

    - Intenta localizarla y si puede que se venga esta tarde contigo, que se traiga su currculum vale? ah! Pregunta abajo por mi despacho, os espero all.

    - Maca, un momento - Perdona Laura, tengo mucha prisa, de verdad no te preocupes, sea quien sea, si

    tu dices que es la adecuada, perfecto volvi a insistir quedamos en lo dicho, hasta la seis! Y gracias! no imaginas el favor que me has hecho dijo llena de alegra colgando el telfono.

    Laura se qued mirndolo le haba colgado! Sonri pensando en lo diferente que era todo en frica. Cuando viese a Maca pensaba recomendarle que se tomase las cosas con ms tranquilidad, y que le diese importancia a lo que de verdad la tena. Suspir con nostalgia y busc en su bolso el nmero que le haba dado Esther, con la esperanza de que a la enfermera le interesase la oferta.

    * * *

    En casa de Encarna madre e hija estaban enfrascadas en una amena conversacin mientras almorzaban. Encarna la haba estado poniendo al da de las novedades familiares contndole algunos cotilleos.

    - De verdad que no quieres ms? pregunt Encarna solcita. - De verdad, mam, estoy llena! respondi con un gesto de rechazo. - Pero si no has comido casi nada! exclam preocupada.

  • - Cmo qu no? respondi con una sonrisa t sabes lo que coma all! haba veces que tardaban en llegar las provisiones y tenamos que arreglarnos con algo de arroz hervido y poco ms durante varios das.

    - Ay, mi nia! exclam nunca entender porqu tuviste que irte all a pasar calamidades.

    - Mama! protest. - Si, si, ya se, perdona hija se disculp e intent cambiar de tema bueno,

    cuntame, haba mdicos guapos all? dijo en tono ms bajo invitando a la confidencia.

    - Pues imagino que si. - Como que imagino salt de nuevo con impaciencia ay, hija, que sosa, o los

    haba o no los haba no has conocido a nadie en este tiempo? - Claro que he conocido, he conocido a mucha gente respondi en el mismo

    tono de impaciencia y sigui con irona mdicos guapos, enfermeras guapas, mdicas ms guapas y enfermeros guapsimos, mama.

    - Que tonta que eres hija dijo riendo sabes a lo que me refiero. - Claro que lo se, pero no, no he conocido a nadie, al menos, no he conocido a

    nadie en el sentido al que te refieres le respondi esbozando una sonrisa. - Y, yo que pensaba que no venas porque te habas enamorado y estabas all,

    feliz, con tus negritos! - Mama! No hables as le pidi molesta la vida all es dura pero es muy

    gratificante, son gentes extraordinarias y cariosas que a poco que les des te lo devuelven con creces.

    - Hija, perdona, no me malinterpretes se disculp pero sigui con su tema - Acaso no podas haberte echado all un buen novio! digo yo que eso tampoco sera tan raro no? pregunt retricamente - Y, si no es por un mal de amores y tanto te gusta aquello, porqu has vuelto?

    - Parece que te moleste protest mohna. - No me molesta, me preocupa, te conozco y te pasa algo. - Otra vez con eso? salt, ahora s, visiblemente molesta, pero suaviz el tono y

    dijo - Sabes a quien me encontr en el avin? intentando cambiar de tema porque no tena ninguna intencin de acabar discutiendo con su madre a Laura, te acuerdas de ella?

    - Pues, no, quin es? - Laura, mama, la del Central. - Ah, calla hija, claro que s quien es. Una chica muy maja y muy simptica. - Resulta que estaba en la frontera de Kenia a pocos kilmetros de donde estaba

    yo y

    El timbre del telfono las interrumpi. Encarna se levant a cogerlo y cual fue su sorpresa que era la misma Laura de la que estaban hablando.

    - Que coincidencia, hija! Ahora mismo estaba contndome Esther que habis estado juntas all dijo tergiversando la conversacin si, si, ahora mismo se pone.

    - Dime, Laura dijo Esther extraada por la llamada, Laura le pidi que la escuchara y Esther se dispuso a hacerlo pacientemente, interrumpindola de vez en cuando con ligeras protestas que sonaban poco convencidas pero, no se Laura, yo no se si es buena idea si, si claro, necesito un trabajo pero

  • Maca te ha dicho que si? termin preguntando entre sorprendida y preocupada.

    - Me ha dicho que lo dejaba a mi criterio, que le haca un gran favor. - Pero, t le has dicho que esa enfermera soy yo? insisti. - No me ha dado tiempo explic si est alteradsima. - Uf, no se, tendra que pensrmelo cuando me has dicho que es? pregunt

    indecisa. - Esta tarde, a las seis hay que estar all. Y tienes que traer tu currculum, pero

    vamos que no creo que haga falta - dijo intentando quitarle un escollo para que se decidiera vamos Esther, no lo dudes, es un proyecto magnfico y prcticamente vas a hacer lo mismo que hacas en Uganda.

    Esther guard silencio un instante, no poda negar que la idea le seduca, pero ver de nuevo a Maca eso la frenaba un poco. Cmo reaccionara despus de tanto tiempo! qu pensara de ella al verla all y encima a pedir trabajo?

    - Esther? Sigues ah? pregunt. - Si, si perdona dijo dubitativa no se Laura, necesito tiempo para pensarlo. - Pero no hay tiempo impeli - Si es por Maca te digo que est tan contenta e

    ilusionada y necesita tanto una enfermera que no creo que ponga ninguna pega. - Bueno, puedo ir y, si no me convence, o si bueno quiero decir que que

    siempre puedo decir que no. - Pues claro, mujer exclam entonces qu, paso a recogerte? - Pues venga, vale, pero dame un rato que me arregle. Me dijiste que haba

    despus una copa no? - De acuerdo, en una hora estoy all. Hasta luego dijo con una sonrisa de

    satisfaccin colgando el telfono.

    Esther se mantuvo pensativa, tena que contrselo a su madre, que se haba marchado a la cocina en un rasgo de discrecin tan poco habitual en ella. Barajaba la posibilidad de mentir, de decirle que iba a darse una vuelta con Laura y, solo si aceptaba finalmente el trabajo, decirle la verdad. Pero luego record que Laura le haba dicho que era un acto oficial, con rueda de prensa y todo, no poda arriesgarse a salir en alguna foto, y que su madre la viese, porque entonces a ver quien era la guapa que la convenca de que no haba ido al encuentro de Maca. En esas disquisiciones estaba, cuando su madre entr de nuevo en el comedor.

    - Quieres algo de postre? pregunt como si tal cosa. - No respondi mama, tengo que decirte algo. - Uy, uy, qu seria te has puesto, Qu pasa? - Vers a ver como te explico Laura me ha ofrecido un trabajo intent

    suavizar. - Un trabajo? Pero no venias con un permiso a descansar? - Si, mama, si esto ha sido de rebote, mi idea era descansar un tiempo y luego

    decidir si buscaba algo aqu o volva a frica. Pero, aqu nunca voy a encontrar un trabajo como el que me dice Laura, es algo experimental, que no se ha hecho nunca antes y que..

    - Bueno, bueno, a quien intentas convencer a mi o a ti! si es lo que quieres qu problema hay? pregunt consciente de las vueltas que estaba dando su hija.

  • - Es que el trabajo es es en una Clnica nueva. Esta noche es la inauguracin y

    - No me digas ms! la interrumpi con gesto de enfado no ser la Clnica de la impresentable esa. Lleva semanas saliendo en las noticias.

    - La de quin? pregunt realmente sorprendida por el comentario de su madre. - Quin va a ser! sabes perfectamente a quien me refiero, y no, hija, no. No me

    gusta un pelo. Esa impresentable! despus de lo que te hizo! si ya deca yo que esta vuelta tan precipitada tena gato encerrado termin la frase enfatizando y moviendo la cabeza de un lado a otro en ademn de reproche.

    - Mama dijo con enfado y voz ronca en primer lugar, Maca no me hizo nada, fui yo la que rompi con ella, en segundo lugar, nunca ha sido una impresentable y en tercer lugar, aunque tu siempre te has negado a hablar del tema, y siempre le has echado la culpa de que me marchase eso no es as, me fui porque quise y mi vuelta no tiene nada que ver con ella.

    - Bueno hija, bueno dijo con suavidad, la conoca y saba que no deba enfrentarse a ella porque se encabezonara ms en el tema lo que tu digas.

    - Pues eso. - Pues nada, coge ese trabajo si es lo que quieres - aconsej. - Yo no he dicho que vaya a cogerlo, solo que voy a ir a hacer una entrevista. - Con ella? - Pues si, bueno, no se dijo con el mismo tono molesto de toda la conversacin

    voy a arreglarme aadi marchndose hacia su cuarto.

    Encarna levant los brazos y exclam:

    - Esta hija ma no va a aprender nunca! y diga lo que diga, esa tipeja es una impresentable, si lo sabr yo! susurr para s, claro que lo saba! Puede que hubiese tenido embaucado a su hija, o puede que antes no lo fuera, pero ahora! ahora era una impresentable total, y ya se encargara ella de quitarle a su hija tantas tonteras de la cabeza.

    * * *

    En el despacho de Maca, Vero y Claudia bromeaban con ella sobre el acto de inauguracin. La haban acompaado hasta el despacho para tomarse un caf con ella mientras esperaban la llegada de Laura y la nueva enfermera.

    - En serio va a decir eso preguntaba Claudia sin parar de rer. - Que si, que ya conoces a Gimeno rea tambin Maca. - Pero ese to qu es? un geta o un genio? dijo Vero igualmente riendo. - Pues yo creo que las dos cosas respondi Maca imaginad las caras que se

    les pueden quedar a la gente. Solo de pensarlo - Y, a todo esto, tu que vas a decir? pregunt Claudia. - Yo? Yo nada, no pienso subirme all respondi Maca negando con la cabeza. - Cmo que no! muy bonito, nos obligas a estar all arriba a todos los Jefes de

    Servicio y tu te escaqueas! de eso nada guapa, tu all arriba con nosotros. - Que te digo que no, Claudia, os lo dejo a vosotros, yo no pinto nada all arriba. - Pero Maca, cmo les vas a hacer eso interrumpi Vero debes subir con ellos,

    adems eso de que tu no pintas nada a qu viene.

  • - Que no me subo y punto dijo borrando la sonrisa de la cara al tiempo que Claudia miraba a Vero sorprendida por la reaccin de Maca.

    - Pero, vamos a ver Maca

    La puerta se abri de golpe y entr Mnica completamente presa de los nervios.

    - Maca! exclam - qu no puedo! qu no puedo! - Tranquila, qu es lo que no puedes? le pregunt. - Que no puedo decir esto, que no sirvo yo para estas cosas, que no, que es mejor

    que lo hagas tu. - Buenooo . susurr Claudia al odo de Vero - Vamos a ver Mnica, esto ya lo habamos hablado empez Maca intentando

    convencerla si solo son cuatro palabras de introduccin, luego dejas a Cruz y Fernando que expliquen el proyecto, y despus cada uno de los Jefes de Seccin dicen dos tonteras, y ya est, cierras tu agradeciendo la presencia e invitando a la copa.

    - Pero Maca, tu lo haras mucho mejor, que yo - Por favor, Mnica, ya hablamos de esto no? Y estabas de acuerdo. - Vaaalee - dijo con resignacin pero luego no digas que la he cagado, porque

    cagarla la voy a cagar.. - Que no mujer, ya vers! le dijo con una sonrisa de nimo. - Ya ver, ya ver dijo saliendo por la puerta mascullando an una ligera

    protesta. Maca mir el reloj, impaciente, Laura se estaba retrasando y ya mismo deberan ir bajando.

    - Se puede saber que te pasa? le pregunt Vero en tono serio Maca, por ah no vamos bien, eh! hemos hablado muchas veces de esto.

    - Laura se retrasa dijo Maca ignorando las palabras de Vero. - No me cambies de tema insisti Vero. - Bueno, yo os dejo, que - empez a decir Claudia pero Maca la interrumpi. - No, t, te quedas pidi con autoridad y t, Vero, no empieces, que te veo

    venir, y no van por ah los tiros. Si no quiero subirme all, no es por lo que tu crees, es porque se lo que va a pasar. Maana en la prensa solo habra un titular y no estoy dispuesta a que eso ocurra. El protagonismo tiene que ser para este Proyecto y para todos los que habis apostado por l dijo mirando a Claudia directamente y dirigindose a Vero continu quiero que maana en la prensa se hable de esta Clnica y del proyecto que vamos a desarrollar, no quiero que se hable de mi - sentenci.

    - Bueno as visto dijo Vero quizs tengas razn. - Sabis que la tengo. - Pero Maca, es injusto, t eres el alma de este Proyecto, los dems nos hemos

    embarcado gracias a ti protest Claudia. - No, eso no es as, esto no sera una realidad sin vuestra ayuda y la ilusin que

    habis puesto, sin el apoyo de Mnica, ni su inversin, lo que no sera justo es que nada de eso se reconociese, y lo sabes Claudia.

    Claudia le hizo un gesto de comprensin con la cara y le apret el brazo en seal de apoyo. * * *

    Mientras, en el Central, Hctor entr precipitadamente en el despacho de Javier.

  • - Me llamabas? - Si, pasa. - Qu ocurre? - Has visto esto? pregunt indicndole una hoja del peridico. - Si, si, lo vi. - Y que opinas? - Qu voy a opinar? pregunt a su vez me alegro por ellas, era una idea

    cojonuda, inviable, pero cojonuda, no se como han conseguido que se lleve a cabo.

    - Te lo digo yo? pregunt enfadado con mi dinero, Hctor, con mi dinero. - No seas boludo, Javier. - Boludo? dijo molesto por lo menos me podan haber invitado, soy el

    director de este Hospital y han invitado a todo dios. - A todo dios menos a ti no? dijo con una sonrisa. - Exactamente. - Qu queras? continu has hecho todo lo posible para que no lo

    consiguiesen. Crees que Maca no iba a enterarse? - Solo hice lo que crea justo. Ese proyecto es un descalabro. Si vot en contra es

    porque no creo que se pueda llevar a cabo y - Pues parece que si va a poder llevarse le interrumpi. - No es nada personal, aunque Mnica y Maca no lo crean, yo solo di mi opinin. - Es normal que ellas no lo vean as. - Ellas no ven nada. No quieren ver el peligro que van a correr sus gentes. Van al

    matadero. - Pero por qu dices eso? pregunt sorprendido. - Lo se, eso es todo. No estamos en un pas subdesarrollado, no somos Mdicos

    sin fronteras, ni aqu las cosas se pueden hacer de esta manera. - T sabes algo que no me cuentas. - Yo! no, yo no se nada. Pero hay mucho inters en que ese proyecto no llegue a

    ponerse en marcha. Y te digo yo que va a ser un fracaso. - Pues, no sern tantos los que estn en contra, o sern menos fuertes que los que

    han luchado por lo contrario. - No lo creo. Y, esto no me gusta nada dijo ralentizando la frase. Tu vas a ir? - Si respondi de hecho ya voy tarde. - Bien dijo pensativo habla con Maca, a ti te escuchar y maana me cuentas. - Eres un pelotudo, que lo sepas dijo saliendo del despacho algo molesto. No

    saba que quera decir Javier, qu es lo que deba hablar l con Maca! no entenda la inquina que tena contra el proyecto. Poda pensar que era por Mnica, pero en el fondo saba que no era eso. Y si Javier saba algo, porqu no hablaba l directamente con ellas. Este Javier cada da estaba ms raro, y l estaba empezando a hartarse de que siempre lo utilizase como correo.

    A varias manzanas de all, en otro despacho del centro de Madrid, dos hombres mantenan una seria conversacin. El mayor de ellos estaba visiblemente molesto, el ms joven intentaba tranquilizarlo.

    - Entonces, es definitivo? insisti el mayor. - Eso parece.

  • - No ha habido forma de frenar esto? pregunt de nuevo - no puedo creerlo! - Se lo aseguro, seor, lo hemos intentado todo. - Seguro! todo, todo? - Si, seor. - No lo creo respondi levantando la voz permteme que lo dude. Al final

    tendr que ser yo el que me encargue personalmente de esto y, creme, que no me apetece en absoluto.

    - Lo entiendo seor, le aseguro que hicimos todo lo posible, pero tiene muy buenos contactos, y ha estado muy bien asesorada.

    - Mejores contactos que yo? Y mejor asesorada que yo? pregunt enfadado an no me explico cmo no fui el primero en enterarme!

    - Seor supo hacerlo, jug sus cartas y gan. Adems, una vez llegados a este punto, frenarla habra sido un escndalo.

    - Me da igual si es un escndalo o no! volvi a gritar Esto tiene que terminar insisti con genio - Ya!

    - Pero seor - protest sin conviccin. - No quiero ms excusas dijo cogiendo el telfono y hablando con su secretaria

    hazle pasar - orden.

    Un joven alto y bien parecido entr en el despacho, con una sonrisa forzada.

    - Me necesitaba? pregunt el recin llegado. - Evidentemente, sino no te habra mandado llamar respondi malhumorado.

    Estaba harto de tanto joven incompetente, las cosas ya no eran como antes, por suerte le quedaba muy poco para jubilarse - Y tu padre?

    - Mejor, seor. Gracias. - Quiero que l se encargue de esto. Necesito al mejor. - Seor, sigue convaleciente. Pero - Toma le interrumpi alargndole un dossier estudiadlo y presentadme

    opciones. Ni que decir tiene que quiero la mxima discrecin, y por descontado, que jams se me pueda relacionar con ello.

    - Si seor, por eso no se preocupe. Y cul es el objetivo? pregunt. - Ah est todo lo que necesitis saber.

    El joven abri el informe y lo oje con rapidez, una expresin de sorpresa se reflej en su rostro, levant la vista y la clav en su interlocutor,

    - Est seguro? pregunt con cierto temor quiero decir que - Aqu, el que pregunta y da las rdenes soy yo lo interrumpi vamos, fuera

    de aqu! a trabajar!

    El joven se despidi con un leve movimiento de cabeza y sali del despacho.

    - Sigo pensando que a estas alturas eso no va a servir de nada, seor insisti de nuevo intentado disuadirle hay otras formas.

    - S, las hay admiti pero todas ms lentas, y necesito el camino libre ya! Si no hubierais sido tan incompetentes ahora yo no tendra que tomar la decisin ms difcil de mi vida.

    - Seor, ni usted mismo se enter a tiempo le record defendindose ni usted mismo ha sido capaz de frenarla

  • - No me repliques amenaz ahora lo importante es que el ratn salga de la ratonera y eso te lo dejo a ti. Veremos qu es lo que se le ocurre a estos, espero que no me fallen.

    - No lo harn, sabe de sobra que es su especialidad coment con un deje de tristeza que no pas desapercibido a su superior seor, permtame que insista, hay formas ms efectivas, se que son ms lentas, pero daran resultado y no nos mancharamos

    - Perderamos demasiado tiempo dijo pensativo y.. dinero, y yo ya estoy de mierda hasta el cuello.

    - Como usted quiera, pero si me permite un consejo dijo con cierto arrojo - pinseselo! Si algo sale mal no habr marcha atrs, y es mucho lo que est en juego.

    - Lo s. La decisin est tomada aunque me duela a mi ms que a nadie. - Bien, entonces me pongo en marcha dijo levantndose y ya en la puerta se

    volvi - va a ir usted a la inauguracin? - Por supuesto, no me la perdera por nada del mundo sonri

    maquiavlicamente.

    * * *

    En el despacho de Maca, Vero y Claudia intentaban tranquilizarla, Laura llegaba con ms de media hora de retraso y ella debera estar ya abajo atendiendo a algunos de los invitados y autoridades.

    La puerta se abri y Maca mir esperanzada, sin embargo, no se trataba de Laura, la expresin de desencanto de Maca hizo sonrer a Cruz.

    - Interrumpo algo? pregunt irnicamente siento que no te alegres de verme continu bromeando pero me envan a por ti, deberas ir bajando ya, Maca.

    - Lo se, Cruz, lo se dijo con un suspiro de resignacin pero estaba esperando a Laura, qued en estar aqu a las seis y se est retrasando.

    - Entiendo dijo pero ya ha llegado el ministro, Maca, y debes ser tu quien lo atienda. Fernando est con l pero

    - Y que hago con Laura? pregunt mirando a las tres con gesto de preocupacin sera bueno presentar el equipo al completo.

    - Laura lo entender dijo Cruz maana quedas con ella y tranquilamente veis el contrato, porque imagino que es por eso, no?

    - Si afirmo si el problema no es Laura. Podra hablar con ella ms tarde o maana. El problema es la nueva enfermera, que viene con ella.

    - Qu dices! en serio! - dijo con alegra si te digo la verdad ya crea que no lo conseguiras.

    - Ya ves - ri pero, en realidad, yo no he hecho nada. - Ya dijo sin creerla esbozando una sonrisa bueno, chicas, me voy para abajo,

    que Fernando debe estar que trina. Por cierto sabe ya lo de la enfermera? - Qu va! si no he podido hablar con l en todo el da. - Y vosotras dos dijo Cruz dirigindose a Vero y Claudia , que haban

    permanecido en silencio, siguiendo la conversacin - bajis o esperis a Maca? - Yo me quedo dijo Claudia baja t, Vero, si quieres sentarte en un buen sitio. - Hombre querer, claro que quiero ri qu pienso haceros una fotitos! - Ni lo suees! saltaron al mismo tiempo Maca y Claudia.

  • - Qu ariscas que sois! brome - con lo que me voy a rer. - Bueno, bajas o no? insisti Cruz, mirando a Vero. - Me quedo un rato, que como bajemos a esta le da algo aqu esperando volvi a

    sonrer mirando a Maca. - Pues no lo digo ms , me voy a buscar a Fernando respondi - Vers que

    alegra se lleva cuando le diga que ya tiene su enfermera! - Por cierto Cruz, sabes si ha llegado la inspectora Martnez? pregunt Maca

    con inters. - Yo no la he visto, pero No sabes como esta eso! dijo saliendo del despacho.

    Maca se qued un segundo mirando esa puerta, pensativa, se volvi hacia sus acompaantes.

    - No hace falta que os quedis. - Tranquila, claro que nos quedamos dijo Vero hablando por las dos para qu

    me he pedido yo la tarde libre si no! ya me buscar un huequecillo donde sea. - Como queris - dijo con otro suspiro.

    * * *

    Abajo en la entrada una Laura emocionada y una Esther presa de los nervios se disponan a atravesar la puerta y, por ende, la barrera de seguridad que haban establecido. Un guarda jurado les impidi el paso y les solicit los D.N.I, haba hasta un detector de metales! Esther estaba sorprendida por tantas precauciones, se pregunt si tendra algo que ver con lo que le haba comentado Laura sobre el lugar donde viva Maca. Una vez en el interior, ambas buscaron en el mostrador de recepcin a Teresa, pero no haba ni rastro de ella. Quizs Laura no se haba enterado bien y Teresa, aunque trabajase all, estaba en otro puesto. Se acercaron al joven que estaba tras el mostrador y Laura pregunt por el despacho de Maca. Tuvo que identificarse de nuevo y tras hacerlo les permitieron subir, con amabilidad el joven les indic el ascensor y la planta en la que se encontraba el despacho de la directora.

    En el ascensor, Esther estaba ya en tal estado de confusin que se ech atrs en su decisin. No le apeteca ver a Maca, bueno un poco si, pero no de esta forma; no presentndose en su despacho, por sorpresa, con la intencin de conseguir un trabajo. Le daba la sensacin de que volva arrastrndose, de que Maca iba a pensar eso, y nada ms lejos de la realidad. Debera haber escuchado a su madre, haberse quedado en casa, descansar unos meses y luego ya se vera. Pero a pesar de todos esos pensamientos, su cuerpo no solo experimentaba la sensacin de la excitacin por el reencuentro, si no el deseo de verla, de ver como estaba, cmo reaccionaba, cmo le haba ido la vida en esos aos, aunque eso ya lo vea, mucho mejor que a ella, eso estaba clarsimo.

    - Esther, vamos! qu haces ah parada? la inst Laura a salir del ascensor - que ya llegamos tardsimo!

    - Laura dijo con cara de circunstancias saliendo del ascensor creo que no voy a entrar. No puedo presentarme as, no no me parece bien.

    - Vamos a ver Esther dijo con impaciencia ha pasado mucho tiempo, y seguro que muchas cosas a las dos. Si tu lo has superado, porqu crees que ella no? continu retricamente Maca necesita una enfermera con urgencia, tu necesitas un trabajo, qu problema puede haber? se interrumpi viendo la expresin de agobio de Esther y suaviz el tono vale que, al principio, puede ser un poco embarazoso, pero seguro que nada ms.

  • - Y si no le hace nada de gracia verme? pregunt preocupada. - Pues te dir que no eres lo que est buscando, nos tomamos dos copas, nos

    divertimos y a otra cosa mariposa respondi un poco harta de las dudas de Esther, aunque las comprenda perfectamente, pero estaba consiguiendo que llegasen realmente tarde y si ella recordaba algo de Maca, de cuando hizo su rotacin en pediatra, era lo que le gustaba la puntualidad - mira vamos a hacer una cosa, yo entro primero y le digo que ests fuera te parece bien?

    - Si, mucho mejor respir aliviada. - Pues venga, vamos! dijo aligerando pasillo adelante.

    Esther la segua unos pasos por detrs, cuando vio que Laura llamaba a la puerta se detuvo a un lado del pasillo dispuesta a permanecer all hasta que le dijese que poda pasar. Sus nervios se haban acrecentado hasta el punto de sentir nuseas. Senta como le temblaban y sudaban las manos, tendra que drsela a Maca, como si fuesen dos desconocidas o se levantara a darle dos besos! se pregunt. Haca cinco aos que no la vea, que no saba nada de ella, ni siquiera aquella vez que Teresa intent contarle algo ella la dej hacerlo, cortando la conversacin tajantemente y no volviendo a contactar con su amiga en varios meses. Y sin embargo, llevaba cinco aos sin conseguir quitrsela de la cabeza, sobre todo en aquellos anocheceres, cuando agotada del trabajo diario se refugiaba en su cabaa, aislada de todo y de todos, sin otra pretensin que no olvidar su rostro, no olvidar su voz, no olvidar sus manos acaricindola. Era increble como la distancia y el tiempo borraban lo malo y la hacan recordar solo los buenos momentos! tanto, que a veces se preguntaba porqu se march, porqu la dej sin ninguna explicacin, porqu se negaba a saber de ella, cuando en el fondo si haba algo que anhelaba cada noche es que estuviese bien y que la hubiese perdonado.

    * * *

    En el interior del despacho Maca recibi como msica celestial aquellos golpes en la puerta, segura de que deba ser Laura. Y, efectivamente, la joven abri y asom la cabeza.

    - Se puede? - Si, si pasa dijo Maca con apremio. - Maca, perdona por el retraso pero - empez a decir sin que Maca la dejara

    terminar la frase. - Pero no me digas que vienes sola? pregunt con preocupacin. - No, no, pero primero quera comentarte - se detuvo haciendo una pausa al

    tiempo que miraba hacia las acompaantes de Maca, solo conoca a una - Claudia! exclam acercndose a besarla.

    - Primero nada, Laura cort Maca tajante y mirando el reloj aadi tengo mucha prisa, ya debera estar atendiendo a los invitados, por favor dile que pase.

    - Pero Maca - Claudia dile que pase pidi Maca sin escuchar la protesta de Laura a ver

    Laura donde tengo esto empez a decir buscando entre los papeles que tena en la mesa.

    La neurloga volvi a abrir la puerta que haba cerrado Laura y se asom al pasillo, all enfrente vio a una joven extremadamente delgada, le pareci que estaba nerviosa por la forma de frotarse las manos, le lanz una sonrisa tranquilizadora y le indic que pasase.

  • Cuando Esther entr en el despacho, Laura permaneca an de pie, junto a uno de los sillones que haba frente a la mesa de Maca, que con la vista en unos papeles, pasaba hoja tras hoja. A Esther le pareci que estaba guapsima, quizs con ms serenidad en el rostro, entonces repar en otra joven alta y rubia que permaneca a la derecha de Maca, observndola.

    - Hola dijo Esther con cierta timidez temiendo el encuentro con aquellos ojos.

    Maca recibi aquel hola como un mazazo, con la mirada fija en aquel documento, no daba crdito a que esa voz fuera la de ella. Como si ese saludo hubiese tocado algn resorte interno, todo su cuerpo se puso en revolucin; el bolgrafo que sostena en una de sus manos se le escap entre los dedos, cayendo al suelo sin que hiciera ninguna intencin de recogerlo, fue Vero la que se agach para drselo, pero la pediatra ni se dio cuenta, su corazn se aceler, solt el papel notando como empezaban a temblarle las manos y levant la cabeza con brusquedad, buscando lo que tanto tema y, s, efectivamente, era ella, sus ojos se abrieron de par en par en un gesto de sorpresa tal, que no pas desapercibido a Vero, posiblemente la persona que mejor y ms ntimamente la conoca desde haca un par de aos; as, not que los ojos de Maca se oscurecan, en dcimas de segundo pas una sombra por ellos, en la que Vero supo reconocer como la sorpresa inicial dejaba paso al dolor y al pnico para, finalmente, volver a ser duea de s misma.

    - Hola respondi Maca completamente serena pasa continu y sealando con la mano los sillones situados frente a ella les indic sentaos.

    Laura y Esther tomaron asiento, ambas estaban sorprendidas de la actitud de Maca que ni siquiera se haba molestado en levantarse a saludarlas. Laura lo achac a los nervios por la hora, haban llegado demasiado tarde y Maca tena prisa, no poda perder tiempo en saludos y presentaciones. Esther, sin embargo, estaba segura de que su presencia no le haba agradado lo ms mnimo a Maca, la conoca y saba que se haba sorprendido, no esperaba que hubiese saltado de alegra, ni lanzado cohetes, pero un par de besos, aunque fuera por educacin, s que poda haberle dado. Esther not una opresin en el pecho, se haba equivocado, nunca debi entrar en ese despacho. Maca no le iba a dar el trabajo, seguro que la humillaba delante de aquellas desconocidas.

    - Nosotras esperamos fuera dijo Claudia, con educacin, rompiendo el silencio que se haba creado mientras Maca ganaba tiempo removiendo papeles con la vista clavada en ellos.

    - Si, gracias, Claudia respondi Maca con una leve sonrisa y levantando la vista, mir a Vero ahora nos vemos.

    - Maca, avsanos cuando termines insisti Claudia. - Si, tranquila, sern solo cinco minutos.

    Claudia y Vero salieron y cerraron la puerta tras ellas.

    - Qu? pregunt Claudia observando a Vero que pareca entre molesta y pensativa.

    - Has visto la cara de Maca? pregunt a su vez, haciendo un gesto de preocupacin.

  • - Si sonri Claudia esta Maca - dijo arrastrando el nombre de su amiga esbozando otra sonrisa - parece que la nueva le ha impresionado, no crees?

    - No se dud no me gusta esa ta. - Qu quieres decir? pregunt si no la conoces! - No se, no se como explicarlo dijo ha sido una sensacin. - No me digas que te has puesto celosa! sonri Claudia bromeando. - Celosa? repiti molesta sin reparar en su tono jocoso - porqu iba a tener

    que ponerme yo celosa? ni lo ms mnimo! - exclam. - Bueno, bueno, que era broma mujer ri Mira, por ah viene Cruz. - Y Maca? pregunt la recin llegada con impaciencia. - Dentro con Laura y la nueva explic Claudia, mirando de reojo a Vero que

    pareca molesta por algo. - No podemos esperar ms dijo Cruz debe bajar ya. - Dale cinco minutos dijo Claudia. - Cinco minutos, Claudia. Si en cinco minutos no ha terminado te la bajas aunque

    sea de los pelos pidi alejndose de nuevo. - De acuerdo, Cruz ri Claudia imaginando la escena. - Espera Cruz! grit Vero me bajo contigo. - Pero Vero - dijo Claudia sorprendida. - No quiero quedarme sin sitio se excus la rubia.

    Claudia se encogi de hombros e hizo un gracioso mohn con la cara, indicndole que no entenda que pasaba, pero Vero corri pasillo adelante para alcanzar a Cruz. Claudia mir el reloj, en cinco minutos entrara a por Maca, se qued apoyada en la pared pensativa, pensando en qu mosca le habra picado a Vero.

    * * *

    Al salir Vero y Claudia, en el interior del despacho, el silencio haba sido absoluto. Maca pasaba una y otra vez aquellas hojas sin decir nada, Laura y Esther la observaban esperando que les dirigiese la palabra. Finalmente, Maca levant la vista y la pase por el cuarto, pareca estar buscando algo y, efectivamente, as era.

    - Laura, por favor, - dijo con tranquilidad puedes alargarme la carpeta que hay encima de aquel archivador?

    - Si, claro respondi levantndose con rapidez y tendindosela a Maca. - Aqu est dijo sacando de la carpeta unos papeles toma Laura, ste es tu

    contrato, letelo, creo que est correcto, pero comprueba que es todo lo que hablamos.

    - No hace falta Maca - empez a decir sonriendo ojeando el contrato estoy segura de ello...

    Esther permaneca en silencio, observando y escuchando la conversacin, con la sensacin de que Maca evitaba que sus miradas se cruzaran. La pediatra comentaba con Laura un par de detalles y le deca que ya tendran tiempo de hablar al da siguiente. Esther, tras unos minutos en su presencia, se haba tranquilizado un poco, la serenidad que aparentaba Maca le haba dado seguridad, en realidad no saba porque se haba puesto tan nerviosa, no saba que era lo que haba esperado, o lo que haba temido, pero ahora se senta mejor y esperaba pacientemente a que Maca se dirigiese a ella, porque antes o despus tendra que decirle algo. La observaba y se deca as misma mrala, tan tranquila, controlando como siempre las situaciones, claro que esa era una de las cosas

  • que me gustaba de ella, y t qu! le vas a dar el gusto de que te vea hecha un flan! no, no seor, despus de estos aos, de lo que has vivido, te va a impresionar estar sentada en un despacho con una ex! no, claro que no.

    - Bien, Esther, vamos contigo dijo de pronto Maca lo que provoc un pequeo vote de Esther en su asiento, olvidando por completo el propsito de aparentar tranquilidad.

    - Si dijo con un hilo de voz mirndola con lo que a Maca le pareci algo de temor.

    - Imagino que Laura ya te ha comentado de qu va esto empez mirando a Laura para darle pie en la conversacin.

    - Si, algo le he contado, claro. - Si, si, - interrumpi Esther intentando que su voz no temblase pero me gustara

    que me dieses ms detalles porque - Ahora es imposible respondi tajante pero a ti te interesa el trabajo? - En principio, parece interesante pero - Esther volvi a interrumpirla con autoridad Laura te habr explicado la

    urgencia que tenemos y sino, te lo digo yo. Es muy importante, de cara a la imagen y todo eso dijo haciendo una sea de que no poda pararse en detalles que presentemos esta noche el equipo al completo y

    - Si ya me ha comentado Laura salt Esther con brusquedad - pero Maca, no pretenders que yo firme un contrato sin

    - Perdona que te interrumpa de nuevo pero, que yo sepa, aqu nadie ha hablado de un contrato - respondi con lo que a ambas le pareci cierta dureza, Laura se removi en su asiento ligeramente incmoda y Maca se percat de ello, suavizando el tono continu Mira Esther, yo te agradezco que ests aqu, no sabes el favor que nos haces, pero tambin soy consciente de que no vas a firmar nada sin saber donde te metes. No tengo tiempo de explicarte las condiciones del trabajo, pero podemos hacer una cosa, si a ti te parece bien, claro.

    - A ver dime consinti de mala gana molesta por el tono en el que Maca le haba hablado.

    - Yo creo insisto, siempre que te parezca bien por primera vez pareci dudar escogiendo las palabras que puedes estar un tiempo de prueba, digamos, quince das. Ahora puedes bajar y enterarte, en la presentacin, de que va el proyecto, pero insisto en que estas cosas como mejor se conocen es en la prctica. Si despus de ese periodo no nos interesa a alguna de las partes, no hay problema y, si estamos de acuerdo, ya hacemos un contrato como el de los dems. Tendras que traerme el currculum y el informe del ltimo trabajo en el que hayas estado, con los partes de alta y baja, pero no creo

    - O sea que en quince das me echas interpret Esther. Laura le dio una patada por debajo de la mesa, no entenda a qu vena aquel comentario, para ella Maca estaba siendo bastante profesional dadas las circunstancias. Maca la mir con tal expresin que Esther se temi lo peor, pero no dijo nada.

    - Bueno, interpreto que no tengo enfermera para esta noche dijo sin ms, empezando a recoger los papeles.

    - No es eso se apresur a corregirse es que

    Unos golpes en la puerta interrumpieron la conversacin, Claudia asom la cabeza con cara de angustia.

  • - Maca, no podemos esperar ms. - Tienes razn, Claudia, vamos dijo apoyando su mano derecha sobre la mesa y

    girando un poco el silln.

    El gesto de Maca fue interpretado por Laura y Esther como que iba a levantarse y ambas lo hicieron a un tiempo, sin embargo Maca permaneci sentada.

    - Nos vemos abajo, a ver si puedo sacar un rato y hablar ms tranquilamente sugiri y mirando a Esther aadi - entonces?

    Pero a esa altura Esther se haba quedado sin palabras, Claudia haba entrado en el despacho y se haba colocado a la altura del silln de Maca, llevaba una silla de ruedas, fij los seguros, baj el brazo del lateral que daba a ella y se inclin. Maca levant su brazo izquierdo y lo apoy sobre los hombros de Claudia que ya la sujetaba por la cintura con su mano derecha mientras que con la izquierda agarraba sus piernas, en una maniobra que pareca perfectamente ensayada, la pediatra hizo fuerza con el brazo derecho apoyado en la mesa con un ligero gesto de dolor.

    - Os ayudo? se apresur a acercarse Laura al verlo, mientras Esther permaneca con los ojos y la boca abiertos en tal expresin de asombro que se gan un codazo de Laura, y un gesto reprobatorio.

    - No, gracias dijo Maca ya sentada en su silla - bajamos? - Que si, que acepto tu propuesta dijo Esther de sopetn, an impresionada y

    con una voz que descubra el nudo que tena en la garganta, ganndose as la primera sonrisa de Maca desde que entrase en aquel despacho.

    - Bien dijo Maca an sonriendo adelantaos vosotras que os quedis sin sitio. Ya nos vemos en la copa.

    Cuando desaparecieron de su vista Claudia se agach y bes a Maca en la mejilla.

    - Bueno Maca por fin lleg! tu gran da! - Si, mi gran da repiti algo pensativa. - Al fin se van a cumplir todas tus ilusiones! exclam Claudia contenta

    empujndola pasillo adelante, sin poder ver que la expresin de su amiga no manifestaba, ni por asomo, que ese fuera un gran da.

  • Captulo II. LA INAUGURACIN.

    Maca permaneca en silencio, no dejaba de darle vueltas a la escena vivida en el despacho. Esther haba vuelto, y no saba muy bien como tomarse eso. Haban pasado cinco aos, pero cuando echaba su vista atrs pareca media vida. Al principio se volvi loca buscando a Esther, recordaba con vergenza el espectculo que dio en el pueblo de la enfermera, prefera no pensar en ello, pero ahora cuando crea que su vida volva a estar casi en orden, de repente, en un instante, sin esperarlo, apareca ella. Estaba tan distinta, ya no era aquella nia, su nia, que rea como una adolescente las bobadas que le deca, algo haba cambiado en su mirada, ms dura, ms triste, pero en el fondo y a pesar de todo, sinti que poda seguir siendo su princesa, la de sus cuentos de hadas.

    Haba pasado todo el da en una mezcla entre alegra por haber conseguido aquello por lo que tanto haba luchado y nerviosismo por el momento; pero ahora su mente solo poda pensar en porqu la vida era as, porqu te devolva aquello que tanto habas deseado y pedido justo, cuando ya no lo necesitabas. Record aquellos das de angustia, esperando alguna noticia, alguna seal de que estaba bien, record las tardes de llanto lamentndose por lo que le hizo, sintindose culpable por las palabras que no le dijo, por los besos que no se haban dado. Record aquellos sueos en los que Esther volva y la coga de la mano, sacndola de aquella angustia, de aqul abismo, y se perda con ella y por fin le contaba por qu a veces las mujeres lloraban como nias.

    Claudia no dejaba de observarla y ver sus diferentes expresiones conforme su mente iba de un lado a otro, la neurloga interpret que ese silencio y esas cavilaciones se deban a la responsabilidad y los nervios y decidi distender un poco el ambiente hasta que llegasen al saln de actos.

    - Sabes qu? pregunt sin esperar respuesta a Vero no le ha gustado nada la nueva.

    - Y se puede saber porqu? pregunt Maca interesada, volviendo a la realidad, no saba como lo haca pero Claudia siempre haba tenido la habilidad de llamar su atencin con dos palabras y eso desde el primer da que la conoci.

    - No se, no me lo ha querido decir explic pero yo creo que se ha puesto un poco celosa.

    - Bueno, creo que Vero me conoce demasiado bien coment pensativa. - Y eso? pregunt Claudia siendo Maca la que ahora haba despertado su

    inters. - Sabes quien es la nueva? - Ah! pero... la conocas? - Qu si la conozco? pregunt Maca con sorna es Esther. - Esther repiti - qu Esther? - Esther, Claudia, Esther dijo mirando a los ojos de la neurloga que le hizo una

    mueca con la boca de no saber a quien se refera - mi Esther! dijo Maca con nfasis.

    - La leche! exclam cayendo de quien le hablaba al tiempo que se abran las puertas del ascensor.

    Cruz sali al encuentro de Maca en cuanto las vio llegar. Pens recriminarle su tardanza pero al verle la cara se guard sus palabras.

  • - Maca, ests bien? pregunt con un deje de preocupacin. - Si, nerviosa, pero bien sonri espero que no haya ningn problema. - Tranquila que Fernando ya ha repartido entre la prensa autorizada el

    comunicado que redactamos. - Y los dems? - Aqu estn como tu dijiste. - Se lo habis dado tambin a ellos. - Si, pero ya sabes que publicarn lo que quieran. - Vamos, vamos lleg Mnica completamente alterada, y tras ella apareci

    Fernando - Dichosos los ojos! le dijo Maca con retintn. - Macarena, Macarena no me hagas hablar sonri cogindola de una mano qu

    me han dicho que hay enfermera nueva, si lo que no consigas tu! - No me hagas la pelota que no voy a subirme a hablar. - Yo no digo nada pero deberas decir algo. - Fernando tu tambin? pregunt mirando a todos los que la rodeaban ni se os

    ocurra que os conozco. Adela ha llegado ya? - Si estamos todos. - Bien pues vamos dijo con tono nervioso entrad vosotros que ya me voy yo - De eso nada dijo Claudia que a Teresa le da algo como no te lleve a su lado,

    ven por aqu dijo cogiendo la silla y entrando por una puerta lateral al saln de actos.

    - Y tu como sabes donde? empez a preguntarle Maca pero Claudia la interrumpi.

    - Tengo mis contactos dijo bromeando Vero me ha mandado un mensaje diciendo dnde estaban sentadas explic. Y tras apretarle la mano en un gesto de complicidad y dejarla junto a ellas, subi corriendo la escalinata del escenario para sentarse junto a sus compaeros.

    * * *

    Laura y Esther llegaron al saln de actos cuando ya no caba un alfiler, intentaron meterse por uno de los laterales pero era imposible y optaron por permanecer de pie al final de la sala. Laura miraba de reojo a Esther, que no haba vuelto a abrir la boca desde que salieran del despacho.

    - Laura tu sabas lo de Maca? dijo de pronto rompiendo el silencio. - No tena ni idea confes qu impresin me ha dado verla as. Por tu cara tu

    tampoco lo sabas, verdad? - No dijo pensando en cmo nadie la haba dicho nada, ni siquiera Teresa. - Pues, no se, yo la veo muy bien. - Si, Cunto tiempo har que est as? - Pues - dijo pensativa imagino que bastante, porque hace todo con mucha

    soltura, quiero decir que - Si, si, te entiendo - respondi pensando en la respuesta, bastante, Cunto

    sera bastante?

    De pronto una joven tom la palabra desde el micrfono y pidi un poco de silencio. Arriba en el escenario haba montada una larga mesa en la que aparecan sentadas varias

  • personas, entre ellas, Esther reconoci a Cruz y a esa Claudia del despacho, no estaba segura, porque se encontraba demasiado lejos pero jurara que otra de las doctoras la haba visto en algunas de las fotos que Maca le enseaba. Se sorprendi de no ver all arriba a la rubia del despacho y fue entonces cuando se le ocurri la idea de que quizs no era mdico. La busc con la vista pero no consegua localizarla, seguro que estaba sentada en los primeros asientos. Se empin para otear mejor, pero segua sin ver dnde estaba.

    - A quin buscas? pregunt con curiosidad Laura. - A Teresa minti pero no la veo. - Yo creo que est all delante dijo la ves! en la primera fila, a la derecha. - No dijo Esther movindose de un lado a otro para intentar localizarla. - Mira, ves a Maca? All en el pasillo, al lado de la rubia, pues Teresa est all, al

    lado de ella. - Djalo, no veo desde aqu. dijo susurrando. Ya saba todo lo que necesitaba.

    Maca al lado de la rubia y de Teresa. Estaba claro que aquella chica, si no era mdico deba ser, como mnimo, una muy buena amiga de Maca.

    - Ven ponte aqu le dijo Laura. - No, de verdad, djalo. Ya la buscamos luego en la copa. Tengo ganas de verla!

    dijo con ilusin levantando ligeramente la voz. - Oye, y aqul que est all, en la cuarta fila no es Hctor? - Si! si, si creo que es l. Pero est mucho ms gordo, no? - No como nosotras! ri Laura siendo correspondida por Esther. - Chiiisssst chistaron delante de ellas, lo que hizo que ambas guardaran silencio.

    Esther permaneci unos minutos atendiendo a la presentacin, pero deba reconocer que le costaba trabajo y no porque no le interesase, si no porque no poda dejar de ver esa silla de ruedas. Se esforz por escuchar a Cruz, que tena en esos momentos la palabra. La doctora estaba explicando la importancia del Proyecto y recordando algunas de las dificultades que haban tenido que sortear para poder estar donde estaban hoy, finaliz agradeciendo el apoyo a algunos compaeros de profesin que no se encontraban presentes y dndole la palabra a un tal doctor Gimeno, que al parecer, iba a ser el Director de Urgencias. Esther empez a escuchar con ms inters, Laura tena razn, se trataba de una idea novedosa, pero mientras ms escuchaba, ms incomprensible le resultaba que el proyecto hubiese sido apoyado desde la administracin y, por lo que pareca, incluso financiado en parte con fondos pblicos. No llegaba a entender muy bien, cmo haban permitido que se construyese una Clnica, centrada en atender a aquellos que, no solo no tienen medios, si no que estn al margen de la sociedad. Gimeno estaba hablando de un hospital de campaa, una especie de campamento base en medio de un poblado chabolista. En ese momento, Laura le dio un codazo y le lanz una sonrisa, que Esther devolvi con connivencia, aqul tipo era todo un personaje! estaba diciendo que iba a conseguir que fuera la clnica de los milagros

    La clnica de los milagros, esa frase hizo que Esther dejara de nuevo de escuchar y volara con su mente a Jinja; se vio en sus primeros das de trabajo, desubicada, desbordada, agobiada no solo por el calor sofocante y, sobre todo, con unas ganas locas de volverse a Espaa, ganas que no poda confesar a nadie. A lo largo de esos cinco aos, en muchas ocasiones, se vio en la misma situacin, desbordada por la llegada masiva de hombres, mujeres y nios, que desnutridos, exhaustos, algunos de ellos moribundos se agolpaban en el campamento en busca de un sorbo de agua, pero nunca

  • fue como aquella primera vez. Record el lamento de los nios, aquellos ojos inmensos que se clavaban en los suyos, sin pedir nada, sin esperar nada, las carreras de un lado a otro, sin dar abasto, desesperada por atender a todos los que pudiese, por ayudar a detectar los casos ms graves, aquellos que estaban infectados con el bola, el clera, la malaria, las prisas por separarlos de los dems, recordaba el cansancio extremo, los intentos de consolar a los ms pequeos, sin saber como, sin conocer una sola palabra de los dialectos que se hablaban all, aunque a veces bastaba con un simple abrazo; record a Germn, su jefe y compaero, con el que trabaj, codo con codo, desde el primer da, fue l el que le dijo tras una jornada agotadora, ya sentados en el porche de su cabaa, mientras saboreaban un caf malo de solemnidad pero que les saba a gloria, que ella tena una habilidad especial para tranquilizar a los dems, que la haba estado observando, sabes, le dijo, eres mi enfermera milagro; cinco aos despus, esa misma maana, cuando la haba despedido en el aeropuerto haba vuelto a decirle aquello de los primeros das: no dejes de ser como eres, a pesar de todo y de todos, quiero que sigas siendo mi enfermera milagro.

    - Milagro dijo en voz alta. - Qu dices? susurr Laura. - Nada, nada respondi volviendo a la realidad. - Y lo que si es un milagro, es que no nos hayan cerrado la Clnica antes de abrirla

    termin Gimeno dejando a todos sin saber si aplaudir o no.

    Mnica volvi a tomar la palabra, pareca que el acto tocaba a su fin. Esther haba estado esperando que Maca dijese algunas palabras pero pareca que no iba a ser as.

    - Todo lo que han estado escuchando no hubiera sido posible sin el esfuerzo y tesn de una mujer que es un ejemplo para todos los que estamos aqu arriba

    Vero sonri y se acerc al odo de Maca

    - Parece que no te van a hacer mucho caso. - T sabas esto? pregunt nerviosa sin quitar los ojos de Mnica que segua

    alabando el trabajo de la pediatra. - Si confes con una leve sonrisa de culpabilidad.

    Mnica hizo una pausa clavando su mirada en Maca y dirigindose a ella continu.

    - De parte de todos nosotros, muchas gracias Maca concluy iniciando un aplauso que fue secundado por todos sus compaeros puestos en pie y que poco a poco se extendi a la sala entera. Teresa pas su brazo por delante de Vero y le apret una mano con lgrimas en los ojos lo que provoc que Maca se emocionase tambin.

    Esther sinti un nudo en la garganta, no saba muy bien porqu, si por el contagio de la emocin del momento, si por los recuerdos que le traa a la mente o por la sensacin de haberse perdido tantas cosas, no pudo evitar pensar que si no se hubiese marchado todo sera diferente. Sinti ganas de saber ms sobre ese proyecto, ms sobre los esfuerzos de todos los que haba tomado la palabra, pero sobre todo, ms sobre Maca, sobre esos cinco aos de su vida, que quizs no hubiese sido tan fcil como antes haba pensado.

  • Los aplausos cesaron y Cruz volvi a dirigirse a la sala para abrir un turno de preguntas. Laura la mir haciendo un gesto muy expresivo estaba harta!, Esther sonri y asinti manifestando tambin sus ganas de salir de all. Mientras algunos de los doctores respondan a los periodistas, todo discurra con normalidad, hasta que le cedieron el turno a un joven que se identific como perteneciente a un programa televisivo.

    - Mi pregunta es para la doctora Wilson indic. - Nos va a disculpar pero la doctora Wilson no va a responder ninguna pregunta

    le interrumpi Cruz sin dejarlo formularla. - Doctora Wilson continu el joven haciendo caso omiso a la puntualizacin de

    Cruz - qu tiene que decir sobre las pintadas que siguen apareciendo en la fachada de su casa?

    Maca recibi la pregunta con aplomo, se esperaba algo as por mucho que hubiesen intentado evitarlo, el invitar a todos los medios conllevaba esos riesgos y era conciente de ello. El chico encargado de llevar el micrfono entre los asistentes situados en el patio de butacas se acerc al lugar donde se encontraba Maca con la intencin de cederle la palabra, pero se detuvo ante la indicacin de Vero, negndole con el dedo, mientras que con la otra mano asa la de Maca y se la apretaba en seal de apoyo.

    - Ya le han indicado a la entrada, que esta noche, no se van a hacer declaraciones que no tengan que ver con este Proyecto o esta Clnica interrumpi Fernando con autoridad quitndole el micrfono a Cruz y continu- si no hay ms preguntas les invito a todos a la copa que se servir en la cafetera y el patio aledao. Muchas gracias a todos por su presencia y por su paciencia.

    - Qu pintadas son esas? pregunt Esther con curiosidad a Laura presuponiendo que ella las habra visto.

    - No tengo ni idea, yo no he visto ninguna pintada, adems no creo que pueda entrar all nadie, si eso es un fortn! brome.

    Tras el momento de tensin, hubo otro aplauso y los asistentes comenzaron a salir con cierta precipitacin. Esther observ como algunos periodistas se acercaban con rapidez a Maca, formando un crculo entorno a ella, que le impeda verla, a quien si percibi fue a la rubia, ms alta que la mayora de ellos que con agilidad tom el mando de la situacin ayudada por Teresa, observ como a ella tambin le acosaba la prensa. Sinti como Laura tiraba de ella un poco para apartarla del camino de los que salan pero, finalmente, tuvieron que optar tambin por abandonar la sala.

    - Espera pidi Esther cuando Laura la cogi de la mano para salir junto a ella - no vemos si viene Teresa?

    - Pero Esther si esto est imposible! protest mejor vamos a la cafetera y luego all ya la buscamos.

    - De acuerdo consinti a regaadientes, consciente de que all parada en la puerta solo estaba estorbando.

    Sin embargo, se detuvo un momento para volver de nuevo la vista atrs, estaba deseando ver a su amiga y charlar un buen rato con ella tena tantas cosas que preguntarle! Saba que le iba a dar una sorpresa y que quizs se molestase un poco por no haberla avisado de su vuelta, pero seguro que se le pasaba pronto. Laura tena razn,

  • era imposible localizar a nadie, mir hacia el fondo donde los grupos de periodistas seguan arremolinados, su mente repiti aquella pregunta, qu pintadas seran esas? Una mano tir de ella.

    - Vamos Esther la apremi.

    Ambas entraron en la cafetera que estaba prcticamente desierta, el lugar haba sido decorado con elegancia, distribuyendo aqu y all algunas mesas en las que haba varias botellas de vino blanco y copas vacas, Esther se fij en que el vino era de las bodegas Wilson, los camareros estaban preparados para atender a los invitados, dos de ellos se les acercaron ofrecindoles una bandeja con refrescos y agua y la otra con cervezas y copas de tinto. Ambas optaron por la cerveza.

    - Dnde se habrn metido todos? pregunt Laura sorprendida de los pocos que estaban all.

    - No se, pero muchos se han quedado en la puerta del saln de actos apreci Esther viendo que entraban algunos ms y buscando con la mirada a ver si reconoca a alguien.

    - Mejor, as hemos pillado un buen sitio ri vente aqu que nos pongamos estratgicamente en la ruta de todas las bandejas dijo guindole un ojo.

    - Eres un caso respondi soltando una carcajada. - Y tu no bebas mucho que se te va a subir a la cabeza dijo viendo como la

    enfermera coga su segunda copa de cerveza. - Si es que estoy sequita explic qu calor haca all dentro! - Pues si, no ser por la falta de costumbre - brome pensando en el calor y

    bochorno de Kisumu, sobre todo, aquellas noches de lluvias torrenciales. El comentario provoc que ambas comenzaran de nuevo a recordar sus das en frica con nostalgia.

    Mientras, las autoridades, los periodistas y parte del equipo mdico se haban dirigido al exterior para proceder al acto de inauguracin oficial de la apertura de la Clnica protagonizado por el ministro, consistente en el descubrimiento de la placa donde rezaba el nombre de la misma. El ministro estrech la mano de Mnica y de Maca sucesivamente, manteniendo la de esta ltima unos segundos entre las suyas, momento que fue captado por todos los flashes de la prensa.

    Laura y Esther llevaban ya casi media hora de charla, la cafetera se haba ido llenando poco a poco pero, por mucho que lo haba intentado, Esther no consegua localizar ni a Teresa, ni a Maca, ni a Cruz, ni a nadie conocido. De pronto, a su espalda, una voz familiar la sobresalt.

    - Laura! oy Esther - qu alegra! dijo Cruz lanzndose sobre la joven. - Hola, Cruz! correspondi con un beso, sin que la recin llegada se hubiese

    percatado de quien era su acompaante, cosa que hizo al girarse quedando reflejada en su rostro la sorpresa que experiment.

    - Hola Cruz dijo la enfermera con una tmida sonrisa. - Esther! exclam no saba que - Ha venido conmigo interrumpi Laura Nos encontramos por casualidad y - y al final me voy a sumar a vuestro proyecto termin la frase en tal tono

    que pareca estar pidindole permiso.

  • - T? pregunt abriendo los ojos y al instante se dio cuenta del nfasis que haba puesto e intent corregirse, no era su intencin molestar a Esther o dar la sensacin de que no se alegraba de verla quiero decir que me sorprende, que vamos que no me lo esperaba. Maca no me dijo

    - Ha sido todo muy rpido la excus Esther sin perder la sonrisa y aparentando naturalidad aunque con la sensacin de que a Cruz no le haba hecho ninguna gracia la idea de que fuese a trabajar all - Teresa! se interrumpi la enfermera al ver a su amiga.

    - Esther! respondi - no puedo creerlo! Pero qu haces aqu? cmo no me has dicho que venas? dijo abrazndose a ella con alegra. La enfermera ri, por fin pareca que alguien se alegraba de veras de verla.

    Cruz se volvi buscando a alguien y tomando a Adela de la mano se gir de nuevo hacia el grupo

    - Perdonad que os interrumpa se disculp pero os voy a presentar a Adela, ser la Jefa de Servicio en Pediatra aadi procediendo a la presentacin de su acompaante que hasta ese momento haba permanecido en un discreto segundo plano, mientras las cuatro haban cruzado besos y abrazos. Una vez hechas las presentaciones se gener un embarazoso silencio entre las cinco, Teresa laz una sonrisa a Laura, que la tena en frente y, cosa extraa en ella, permaneci callada, Adela fij sus ojos en Esther recorrindola de arriba abajo con un gesto que la enfermera interpret de reprobacin, quizs no se haba vestido adecuadamente para la ocasin, fue la idea que le cruz por la mente, y Cruz miraba de una a otra sin decir nada. Finalmente, fue Teresa la que rompi el hielo.

    - Y bien tendris muchas cosas que contarnos dijo mirndolas - habis estado trabajando juntas? pregunt directamente con una mirada de censura a Esther por no haberle comentado nada.

    - Que va - empez a contar Laura.

    A varios metros de all la subinspectora Martnez se acerc al grupo en el que se encontraban Maca y el ministro, le lanz a la pediatra una mirada burlona y le hizo un guio de complicidad, se detuvo en frente de ella y llam la atencin a uno de sus interlocutores, mediante un discreto golpecito en el hombro. El hombre se gir y se la qued mirando fijamente.

    - Comisario Principal dijo la detective. - Subinspectora Martnez! respondi con solemnidad recibindola con una

    sonrisa, al tiempo que la besaba en ambas mejillas, apartndose ligeramente del grupo.

    - Ests ya ms convencido? le pregunt devolvindole la sonrisa. - Bueno - dijo sigue parecindome una locura, pero he de reconocer que la

    chica sta, a pesar de cmo est, los tiene bien puestos. - Pap! le recrimin, no le gustaba or hablar as de Maca. - qu quieres que te diga? qu me gusta la idea! qu os voy a apoyar? se

    interrumpi mirndola pues no voy a hacerlo. - Pero no entiendo porqu respondi con resignacin haciendo un gesto de

    negacin con la cabeza. - Isabel, hija, qu ya no eres una novata! le dijo reprendindola.

  • - Precisamente por eso, pap. - Le promet a tu madre que te apoyara y - y acabas de decirme que no vas a hacerlo lo interrumpi. - y aqu estoy no? continu endureciendo el tono pero no me pidas que

    est de acuerdo porque no puedo estarlo. - No puedes o no te interesa le espet. - qu quieres decir? pregunt ponindose a la defensiva temiendo que su hija

    sospechase algo, definitivamente estaba rodeado de intiles que no haban sabido frenarlas a tiempo.

    - Quiero decir que si ests aqu es porque te interesa a ti le dijo molesta hasta donde quieres llegar pap! tienes ya el cargo ms alto en la polica, o es que ests pensando en poltica? continu ligeramente alterada.

    - No levantes el tono, hija. - Si es que no lo entiendo. Eres polica le respondi deberas alegrarte de que

    por fin podamos hacer frente a determinados clanes. Sabes que nuestra presencia constante all puede evitar y dificultar muchas transacciones, y podemos llegar hasta controlar ciertas mafias de la droga.

    - Precisamente por eso es una locura le respondi con tranquilidad - eres tu consciente de que esas mismas mafias no os quieren all? Ni a nosotros ni a esos mdicos. Y no me refiero solo a los que mueven las drogas le dijo con preocupacin bajando la voz en tono de confidencialidad hija, te lo digo en serio, todava ests a tiempo de convencer a esa amiga tuya y