SALVADOS POR JESUS LAODICEA: UN MENSAJE A LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA

V. PIEDRA

www.salvadosporjesus.com

3 DE SETIEMBRE DEL 2015

Conociendo los tiempos

Laodicea: Un mensaje a la Iglesia Contemporánea

A una iglesia llegó un hombre y comenzó a vociferar: “ustedes tienen doble moral, son hipócritas,

dicen que son una cosa que no son, son unos miserables, que no distinguen entre lo bueno y lo

malo, orgullosos engreídos, llenos de vanidad, cuando en realidad Dios detesta sus acciones y

palabras, aunque Dios tiene las mejores promesas en la eternidad para sus hijos, si ustedes no

reconocen que están mal y se arrepienten, todos perecerán en condenación”.

Invito al lector/escucha a considerar si usted fuese uno de los miembros de dicha congregación:

¿Cuál sería su actitud?, ¿Cómo tomaría las palabras de esa persona? ¿Se ofendería usted?

Si usted es parte de una congregación que profesa ser cristiana, como mínimo alguna vez, habrá

oído hablar a alguno, y/o leído en las Escrituras que hay una diferencia abismal entre el mundo y

la iglesia de Jesucristo.

No sé si usted se ha percatado que el mensaje de la Biblia es dirigido a la Iglesia y no al mundo.

Porque el mundo que está muerto en delitos y pecados, ajeno de la vida de Dios, ni quiere, ni

tampoco puede entender el mensaje imbuido en las Escrituras. Solamente los nacidos de Dios,

aquellos a los cuales se les ha dado vida. Las nuevas creaturas. Esos tienen ojos para ver y oídos

para oír. Sólo aquellos que han sido resucitados en la primera resurrección, tienen la capacidad de

entender el mensaje y recibirlo conforme.

Se preguntara el lector: ¿De qué estoy hablando? Primero menciono una historia, luego pregunto

la opinión del escucha, luego hablo de las diferencia entre mundo e iglesia y ahora estoy diciendo

que las Escrituras son dirigidas exclusivamente a la Iglesia.

Bueno, lo que sucede es que todo lo anterior es parte de un mismo tema: El mensaje de Dios a la

iglesia en Laodicea, que encontramos en Apocalipsis capítulo 3, verso 14 al 22.

Lo que he hecho es sonsacar los temas, y presentarlos como sin conexión, para que usted, pueda

sentir el impacto de el mensaje.

En primer lugar, la historia del hombre que llegó a la Iglesia, lo he escrito en la forma

contemporánea de hablar, pero el mensaje es el mismo dirigido a la iglesia de Laodicea.

Laodicea

Reseña histórica.

El nombre original de esta ciudad fenicia fue Beirut, nombre tan antiguo como la ciudad misma, la

primera mención de escritos egipcios data de 1500 AC , es por ellos que Laodicea es considerada

una de las ciudades más antiguas, 1500 años AC, Beirut, fue destruida y reconstruida por el

Imperio Helénico y se le cambió en nombre por Laodicea.

Una guerra civil, provocó la destrucción de Laodicea y nuevos conquistadores árabes, la volvieron

a construir devolviéndole su antiguo nombre: Beirut (Ciudad de Pozos).

Esta ciudad por su antigüedad, variedad cultural y religiosa y su influencia política, adquiere un

valor grande representando así la voz de las antiguas civilizaciones y sus manifestaciones en las

urbes humanas. Por lo que Beirut es un fiel representante de Babel, la ciudad de la rebelión

humana, a manos de Nimrod, tipo y figura del anticristo.

Podemos deducir que la carta a Laodicea, viene siendo la carta la iglesia urbana. Y este hecho nos

debe importar porque los tiempos que vivimos están marcados por el desenfrenado desarrollo

urbanístico que ha cautivado a la humanidad entera.

En síntesis, Dios desenmascara el espíritu mundano reinante en su iglesia.

1- Laodicea es una iglesia que ha cedido al mundo, a la riqueza, a la cultura que exalta al

hombre y el orgullo.

2- Laodicea es una sociedad que está a un paso de la apostasía, debido a su culto a la vanidad

de este mundo, representada en la figura del anticristo.

3- Laodicea es la iglesia culta, rica en obras y estructura social, una iglesia cosmopolita, que

es aceptada por el mundo, pues esta ha optado por asumir como propias las leyes de los

hombres.

4- Laodicea es una iglesia en la que el gobierno es de los hombres y no de Dios.

A esta iglesia contemporánea es a la que Dios le dice:

“ustedes tienen doble moral, son hipócritas, dicen que son una cosa que no son, son unos

miserables, que no distinguen entre lo bueno y lo malo, orgullosos engreídos, llenos de vanidad,

cuando en realidad Dios detesta sus acciones y palabras, aunque Dios tiene las mejores promesas

en la eternidad para sus hijos, si ustedes no reconocen que están mal y se arrepienten, todos

perecerán en condenación”.

La verdad, que la opinión de esta iglesia no le importa a Dios, es justamente su propio criterio el

que la tiene en ese estado de ceguera. Esta iglesia urbana, se ofende con el mensaje, que la

desenmascara, y se rebela en su espíritu altanero ante las palabras de corrección de parte del

Soberano Dios.

La única manera de salir librado del juicio es arrepentirse de ese pecado de orgullo de obras

muertas, contaminado con el humanismo religioso.