Las Escuelas Sierra-Pambley, situadas en las Provincias de León y ...

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DON SEGUNDO ÁLVAREZ, DIRECTOR DE LA ESCUELA SIERRA-PAMBLEY DE LEÓN ISABEL CANTÓN MAYO (*) RESUMEN. La educación en la provincia de León en el último tercio del siglo XIX era escasa, pobre y mal dotada. Tiene sin embargo la provincia un elevado índice de alfabetización y un gran aprecio de las gentes por la enseñanza. Saben leer y escribir a mediados de siglo el 53,51% de los hombres y sólo el 20,60% de las mujeres. No es extraño si tenemos en cuenta que la población es eminentemente rural y que el pri- mer acuerdo de creación de escuelas en la provincia data de 1921 por parte de la Di- putación Provincial de León. En este marco de penuria económica, cultural y social la influencia de la Institución Libre de Enseñanza y su fe en la educación se deja sen- tir sobre uno de los hidalgos leoneses con vínculos en Madrid: Don Francisco Fer- nández Balanco de Sierra y Pambley. Bajo la influencia de Gumersindo de Azcárate, Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, Ricardo Rubio, etc. este ilustrado leonés decide dedicar su fortuna a la educación de sus paisanos. La forma concreta en que lo hizo puede verse en el libro de Cantón: La Fundación Sierra-Pam- bley. Una institución educativa leonesa, publicado por la Universidad de León en 1996. Hay que descatar que las Escuelas Sierra-Pambley fueron la más importante institución educativa privada de la provincia de León durante más de medio siglo. Aquí se investiga la acción de uno de los maestros más emblemáticos de esa institu- ción que dio vida a la más importante de las Escuelas Sierra-Pambley, la de León. INTRODUCCIÓN A LAS ESCUELAS SIERRA-PAMBLEY Las Escuelas Sierra-Pambley, situadas en las Provincias de León y Zamora, fueron cinco. Fue la generosa herencia que dejaba a sus paisanos un ilustrado hidalgo leonés nacido en Villablino en 1827 hijo de Marcos Fernández Blanco, de Hospital de órbigo y de María Asunción Sierra y Pambley, de Villablino. Al no tener here- deros directos el Fundador, D. Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley, asesorado por los prohombres de la Insti- tución Libre de Enseñanza, teniendo puesta su esperanza en que la regeneración española solamente llegaría por la educa- ción del pueblo, se propuso combinar sabiamente el lema de Costa: escuela y despensa. (*) Universidad de León. Revista de Educación, núm. 323 (2000), pp. 201-236 201 Fecha de entrada: 10-1-2000 Fecha de aceptación: 17-2-2000

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DON SEGUNDO ÁLVAREZ,DIRECTOR DE LA ESCUELA SIERRA-PAMBLEY DE LEÓN

ISABEL CANTÓN MAYO (*)

RESUMEN. La educación en la provincia de León en el último tercio del siglo XIXera escasa, pobre y mal dotada. Tiene sin embargo la provincia un elevado índice dealfabetización y un gran aprecio de las gentes por la enseñanza. Saben leer y escribir amediados de siglo el 53,51% de los hombres y sólo el 20,60% de las mujeres. No esextraño si tenemos en cuenta que la población es eminentemente rural y que el pri-mer acuerdo de creación de escuelas en la provincia data de 1921 por parte de la Di-putación Provincial de León. En este marco de penuria económica, cultural y socialla influencia de la Institución Libre de Enseñanza y su fe en la educación se deja sen-tir sobre uno de los hidalgos leoneses con vínculos en Madrid: Don Francisco Fer-nández Balanco de Sierra y Pambley. Bajo la influencia de Gumersindo de Azcárate,Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, Ricardo Rubio, etc. esteilustrado leonés decide dedicar su fortuna a la educación de sus paisanos. La formaconcreta en que lo hizo puede verse en el libro de Cantón: La Fundación Sierra-Pam-bley. Una institución educativa leonesa, publicado por la Universidad de León en1996. Hay que descatar que las Escuelas Sierra-Pambley fueron la más importanteinstitución educativa privada de la provincia de León durante más de medio siglo.Aquí se investiga la acción de uno de los maestros más emblemáticos de esa institu-ción que dio vida a la más importante de las Escuelas Sierra-Pambley, la de León.

INTRODUCCIÓN A LAS ESCUELASSIERRA-PAMBLEY

Las Escuelas Sierra-Pambley, situadas enlas Provincias de León y Zamora, fueroncinco. Fue la generosa herencia que dejabaa sus paisanos un ilustrado hidalgo leonésnacido en Villablino en 1827 hijo deMarcos Fernández Blanco, de Hospital deórbigo y de María Asunción Sierra y

Pambley, de Villablino. Al no tener here-deros directos el Fundador, D. FranciscoFernández Blanco de Sierra y Pambley,asesorado por los prohombres de la Insti-tución Libre de Enseñanza, teniendopuesta su esperanza en que la regeneraciónespañola solamente llegaría por la educa-ción del pueblo, se propuso combinarsabiamente el lema de Costa: escuela ydespensa.

(*) Universidad de León.

Revista de Educación, núm. 323 (2000), pp. 201-236

201Fecha de entrada: 10-1-2000

Fecha de aceptación: 17-2-2000

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La primera escuela de la FundaciónSierra-Pambley fue la de Villablino en1886, dedicada a honrar la memoria deltío y tutor del Fundador, D. Segundo deSierra y Pambley. Se dedicó a enseñanzasmercantiles y agrícolas. Más tarde se am-plió la Fundación y se fundaron escuelasen Hospital de órbigo, Villameca, More-ruela de Tábara (en Zamora) y finalmenteen 1903 en León. Un amplio estudio delconjunto de la Fundación Sierra-Pambleypuede verse en Cantón'.

Todas las Escuelas Sierra-Pambley serigieron por un avanzado ideario pedagó-gico-didáctico con bases en la InstituciónLibre de Enseñanza y en el krausismo,pero muy modificadas para adaptarlas alentorno de cada escuela y a sus circuns-tancias. El gobierno de la Fundación lollevaba el Patronato compuesto por cincopersonas titulares y un suplente que toma-ba posesión al fallecimiento de alguno delos titulares. Mientras vivió el Fundador,él fue su presidente, aunque siempre ase-sorado por el resto de componentes delPatronato. Entre los Patronos tenemoshombres tan ilustres en educación comoFrancisco Giner de los Ríos, Gumersindode Azcárate, Manuel Bartolomé Cossío,Ricardo Rubio, Germán Flórez, etc.

La casa donde se fundó la Escuela Sie-rra-Pambley de León y el resto de laspropiedades de León pertenecieron aD. Segundo Sierra Pambley, que fue go-bernador de León, senador y tío maternodel Fundador D. Francisco FernándezBlanco de Sierra Pambley. El proyectadomatrimonio de D. Segundo con su sobri-na Da . Victorina le hizo preparar la casadignamente para recibir a su futura espo-sa; pero D. Segundo no llegó a superarnunca el desaire que ella le hizo casándose

con Juan Posada Herrera y desarrolló unafuerte misoginia que heredó con sus pose-siones D. Paco, D. Segundo murió en1873, dejando al Fundador sus posesionesen la capital leonesa. D. Paco dispuso mástarde de esta herencia que de la que le lle-gó por vía de sus padres, muertos ambosmuy jóvenes, lo que explica la fundaciónmás tardía de esta Escuela.

La filosofía social de esta Escuela fuela misma de las anteriores: hacer llegar lacultura a las clases menos favorecidas ydarles un oficio digno para ganarse elsustento. Por ello, limitó la entrada a loshijos de obreros y, si no se llenaba, a losque se le aproximaran, «teniendo siem-pre presente el preferir a los más pobresen igualdad de condiciones» 2 . Esta op-ción preferencial por los pobres y la neu-tralidad religiosa distingue a la F.S.P delos ideales religiosos e ilustrados de lasSociedades Económicas de Amigos delPaís, que siempre mantuvieron unasplazas para niños pobres al lado de las depago.

La de León era una Escuela Indus-trial de Obreros, como otras lo fueron deAgricultura, de Comercio o de Amplia-ción de Primaria. La adaptación de susEscuelas al entorno y sus necesidades esalgo que tuvo muy en cuenta el Funda-dor, asesorado por el Patronato. En Leónexistía ya la Escuela de Artes y Oficios deAmigos del País, pero la nueva Escuelaimpartía distintas especialidades. Ade-más D. Paco quitó a sus Escuelas el carác-ter oficial, preocupándose más del aspec-to humano y profesional que de losaspectos teóricos.

La Escuela Industrial de Obreros deLeón comenzó en 1903 siendo sólo mas-culina. En 1907 se fundó la Sección de

( 1) 1. CANTÓN MAYO: La Fundación Sierra-Pamlbey. Una institución Educativa Leonesa. Servicio de Pu-blicaciones de la Universidad de León, 1995.

(2) Documento interno, condiciones de entrada y Reglamento, de la Escuela de León de 1902 y 1908.Archivo de la Fundación Sierra-Pambley, en adelante, AFSP.

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Niñas dedicada a la Ampliación deInstrucción Primaria con los mismos fi-nes, orientada más hacia el hogar y, mástarde, hacia la preparación para seguir es-tudios superiores. Los maestros fueron eldirector, D. Segundo Álvarez Rodríguez yDa. Pilar Pascual del Ojo, a los que seunieron los maestros de taller y dibujo in-dustrial.

Una inscripción en el dintel de lapuerta del zaguán atestigua que la EscuelaIndustrial de Obreros de León fue fundadaen 1903 por D. Francisco FernándezBlanco de Sierra Pambley. Desde el 3 deenero se impartieron regularmente las en-señanzas profesionales.

Sus bases legales están contenidas enla escritura de ampliación de la FundaciónSierra-Pambley otorgada en 1907 ante elnotario de Madrid (D. Luis Sagrera yCiudad), teniendo por testigos a D. Gu-mersindo de Azcárate, D. Manuel Barto-lomé Cossío y D. Francisco FernándezBlanco de Sierra Pambley como únicosPatronos de la Fundación, «conformes to-dos, han decidido otorgar la correspon-diente escritura pública, por la que se daforma legal a la creación de las cuatro y sufusión con la anterior en una sola».

Por esta escritura se daba cobertura le-gal a las cuatro Escuelas Sierra Pambley—Hospital, Villameca, Moreruela y León—y se unieron a la de Villablino que tenía supropia escritura. La Escritura une las cua-tro Escuelas con la de Villablino en unaúnica Fundación con los mismos Patro-nos y Estatutos y con el nombre de SierraPambley. Cada una de las Escuelas teníauna adscripción de bienes. La dotación dela Escuela de León fue:

«Una casa sita en la calle de Bayón númerodos en la ciudad de León. Linda por cifren-te con dicha calle, derecha entrando concasa del mismo señor Fernández Blanco,por la izquierda con la calle de Dámaso Me-rino, y por la espalda, con casa de EduardoAlvarez Quiñones y otra de herederos de D.Agustín Gómez. Mide una superficie demil ciento sesenta y seis metros, sesenta ycinco centímetros cuadrados, según constaen el Registro de la Propiedad, de los queseiscientos diecisiete metros corresponden ala parte armada, y el resto corresponde a pa-tios y jardín, componiéndose de planta bajay piso principal y tiene de valor cuarenta ysiete mil quinientas pesetas»s.

D. Francisco Fernández Blanco teníael título de propiedad de esa finca por ha-berla comprado a D. Eleuterio Gonzálezdel Palacio, Doña Leopolda y Doña Emi-lia Morán González, escriturada el 5 denoviembre de 1901 en León ante el Nota-rio D. Mateo García, habiendo abonadolos derechos reales e inscrito en el Registrode la Propiedad de León, tomo 51, folio30, finca número 250. La finca tenía car-gas pues su primer comprador, que la ad-quirió del Estado, sólo pagó la quinta par-te del precio de 91.000 reales en que secompró, estando hipotecada a favor de laDiputación Provincial de León para ga-rantizar por ocho mil escudos el cargo deAdministrador de la Casa Hospicio.

D. Paco poseía dos casas paredañas: laheredada de D. Segundo, o casa del Fun-dador, que daba sobre la plazuela de la Ca-tedral, y la casa que da a la Calle del Ba-yón, —hoy de Sierra-Pambley— sobre laque se asienta la escuela. Esta casa perte-neció al Cabildo y la habitaba el canónigo

(3) Escritura de Ampliación de bt Fundación Sierra-Pambley de 11 de mayo de 1907 ante D. Luis SagreraCiudad. Archivo de la Fundación Sierra-Pambley (en adelante ÁFSP).

(4) Escritura Fundacional de Villablino de 21 de abril de 1887 y Escritura de Ampliación de la FSP de11 de mayo de 1907, en 1. CANTÓN MAYO: La Fundación Sierra-Pambley: una institución educativa leonesa.UNED, 1993. Tesis doctoral y en AFSP.

(5) Escritura de Ampliación de la F.S.P. 11 de mayo de 1907. AFSP.

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León Sierra y fue enajenada por RD de 10de febrero de 1836 tasada por D. ManuelMuñiz maestro de obras en enero 1842,en 69.039 reales. La compró Esteban Ma-nuel Morán en 71.000 reales, como inter-mediario de D. Segundo al que se la cedióen la misma cantidad en 1847 6. Su situa-ción en la ciudad de León es privilegiada:en una boca-calle de la Catedral, con todauna fachada de balconadas mirando haciala misma plaza de la «Pulchra leonina». Sulujoso mobiliario isabelino la hizo ser ele-gida para hospedarse en la visita de IsabelII a la ciudad de León.

La casa de la escuela la compróD. Paco al mismo que lo había hecho sutío escriturándose en 1901; él mismo ledice a D. Segundo que «la compré uno odos años antes de ir V. a León» 7, otorgán-dose la escritura ante el Notario D. MateoGarcía. Las dos casas pertenecieron a lamisma persona y procedían de ladesamortización, al igual que los bienes deotros ricos hacendados españoles de laépoca. D. Paco reformó profundamentela casa que iba a destinar a Escuela. Vicen-te Tejerina lo comentó con su amigo Se-gundo Álvarez: «En León está haciendoPambley un colegio)," para el que solicita-ba plaza de maestro. Pero fue D. Segundoquién pidió y obtuvo la Escuela de León.

La Escuela de León, al igual que lasotras de la Fundación, se regía por un Re-glamento de régimen interior que estable-cía las condiciones para los alumnos encuanto a número, edad, sistema de pre-mios, duración de los estudios y materias

que componían el currículum de cadacurso.

El Reglamento para los Profesores detodas las Escuelas era común y se conteníaen la carta-nombramiento que el Funda-dor daba a sus maestros aprobada previa-mente por el Patronato. La Escuela admi-tía veinticuatro alumnos hasta 1908;desde entonces, veintiocho y en 1930 te-nía 32 plazas: 18 herreros y 14 carpinte-ros; debían ser nacidos en León ellos o suspadres; ser hijos de obreros cuyos jornalesno pasen de cinco pesetas y los hijos deempleados cuyos sueldos anuales no pasende mil ciento cincuenta pesetas y que noposean otras rentas ni recursos para vivir.Consultado el Fundador sobre el ingresodel hijo de un guardia civil deja claro que:«Los hijos de empleados y militares nopueden considerarse como pobres que esla clase que yo deseo favorecer, pues sibien dependen de un sueldo o jornal éstees fijo, no eventual como sucede con elobrero». En 1907 admite a un alumnopobre que «debe considerársele comoobrero, faltando sólo que sepa leer, escri-bir y contar».

Respecto de la edad de ingreso se esta-blece «que tengan doce arios cumplidos yno pasen de dieciséis». Desde 1930 no de-bían pasar de quince arios.

Se complementaba con un sistema depremios para los «cinco, los que más sedistingan, y en igualdad de circunstanciaslos más pobres, recibirán dos reales diariosdesde el segundo año en adelante duranteonce meses»»". La opción preferencial porlos pobres se repite constantemente en las

(6) Documentos posesorios de la casa Sierra-Pambley de León citados en «Las posesiones de Sie-rra-Pambley» en los que se siguen las vicisitudes de ambas casas compradas por D. Segundo en 1847 y D. Pacoen 1901, provenientes de la desamortización. Archivo Histórico Provincial.

(7) Epistolario de Paco Sierra a Segundo Álvarez de 22-1-1907. AFSP (En adelante los epistolarios se in-dican simplemente con el nombre del emisor unido con guión al receptor).

(8) Vicente Tejerina-Segundo Álvarez 6-5-1902. Cortesía de Ana Antolin (en adelante AA).

(9) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 1906.

(10) Reglamento de la Escuela Industrial de Obreros de León. AFSP.

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disposiciones, reglamentos y testamentode D. Paco Sierra y es indicativa del carác-ter benéfico-filantrópico de que está im-pregnada su obra fundacional. El premiode dos reales diarios ascendía a 15 pts.mensuales, cantidad nada despreciable,pues un sueldo de aprendiz en la época noigualaba esa cantidad. Por ello, la asisten-cia a la Escuela era doblemente apeteciday obligatoria para no perder la plaza. Elnovedoso sistema de premios establecidose encuentra ya en la Real Sociedad Eco-nómica de Amigos del País de León en elsiglo anterior y muy cerca físicamente delenclave de la Escuela Sierra Pambley de lacapital". De allí pudo copiar D. Paco elsistema de premios ya que su tío D. Se-gundo perteneció a la Económica deLeón. La diferencia más notable entre am-bas Escuelas es que mientras D. Paco se-leccionaba únicamente a los pobres, lasEconómicas eran para los hijos de la bur-guesía ilustrada, aunque admitieran a al-gunos alumnos pobres. Los aspirantes de-bían superar un examen de ingreso,consistente en saber leer, escribir y las cua-tro reglas. En 1930 se enunciaban lectura,escritura al dictado y aritmética".

El horario era de cuarenta y ocho horassemanales dando prioridad a los talleres,con veinticuatro horas semanales de car-pintería o cerrajería; seis horas de dibujolineal e industrial aplicado a los oficios;tres horas de mecánica teórica aplicada alos oficios; tres de matemáticas; cuatro delengua castellana; tres de lengua francesa;tres de ciencias físico-naturales; dos de

geografía e historia y sociología". Las en-señanzas en los talleres se daban conmoderna maquinaria «también han prac-ticado algo el manejo de la máquina de va-por y máquinas y herramientas que tene-mos en los talleres»". La promoción dealumnos duraba cuatro años, durante loscuales cursaban con mayor o menor ex-tensión, según su importancia para losoficios elegidos diversas materias curricu-lares referidas a cultura general y talleres.

El Programa y el Reglamento fueronredactados por el Fundador y D. SegundoÁlvarez, maestro que lo iba a llevar a cabo,en Moreruela en febrero de 1902. Se ense-ñaba los chicos cultura general y dos ofi-cios: carpintería y cerrajería o herrería.

El Reglamento contemplaba la crea-ción a partir de enero de 1907 de unaEscuela de Niñas con 28 plazas, que seampliaron a 32 más adelante y en las mis-mas condiciones que los alumnos: hijas deobreros, nacidas en León ellas o sus pa-dres, edad de más de doce y menos dequince arios y una duración de tres arios.Se dedicarán a ampliación de la Instruc-ción Primaria, afirmándose especialmentelas habilidades de coser, remendar, zurciry cortar ropa interior de hombre y de mu-jer. Las alumnas que tuvieran condicionesy lo desearan podían recibir enseñanzapreparatoria para maestras de la profesoray del director y continuar en la Escuela unaño más". El reglamento de esta escuelase redactó por_primera vez en 1902 en Mo-reruela, modificándose en 1908; se amplia-ron las pinas de 24 a 28, para niños y

(11) La Escuela de Amigos del País estaba en la Calle Catalinas, hoy Pablo Flórez, en homenaje de Leónal Padre de Germán Flórez Llamas, hombre de la ILE y Patrono de la Fundación Sierra-Pambley, a pocos me-tros de la FSP en la Calle Bayón y luego Sierra-Pambley.

(12) Reglamento y convocatoria de ingreso en la Escuela de León aparecida en La Democracia, 30 de ju-lio de 1931.

(13) La Democracia, 27 de enero de 1930.(14) Segundo Álvarez-Carlos Blach, Florencio Gómez e Inocencio Abella de 2 y 12-4-1907 y de

26-7-1910. AA.(15) Reglamento de la Escuela Sierra-Pambley Industrial de Obreros de León. AFSP.

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niñas, y se previó la posible falta de aspi-rantes. Después se unificó el número deplazas en 32 para ambos sexos.

Las instrucciones complementariasde 11 de noviembre de 1908, contempla-ban la posibilidad de que no hubieraalumnos ciue cumplieran todas las condi-ciones: «Si no se presenta a examen de in-greso el número ele chicos que reúnan lascondiciones que quedan 'determinadas,serán admitidos hasta completar el núme-ro aquellos que más se aproximen, tenien-do siempre muy presente el preferir a losmás pobres en igualdad de circunstan-cias»'6.

Con los talleres de León ya funcio-nando se vio que era necesario reglamen-tar el producto de su trabajo:

1. 0 Los trabajos destinados a ésta u otrade las Escuelas de la misma Fundación, quese hagan en la carpintería, cerrajería u otrostalleres que lleguen a establecerse, seránpreferentes y gratuita la obra de mano. 2.°Con el producto líquido de todos los demástrabajos, cada taller formará un fondo pararepartirlo al terminar los cuatro años poriguales partes entre el maestro y cada unode sus alumnos que no hubiesen sido bajaen la escuela, descontando de dichos fondosel 10% para reparación de máquinas y he-rramientas' 7.

Las enseñanzas de niños y niñas tuvie-ron distinta orientación, distinto currícu-lum y hasta diferente duración: cuatroaños para los chicos y tres para las chicas. Alos chicos se les prepara en oficios; a las chi-cas se les dan enseñanzas de cultura y pre-paración para el hogar y, si alguna lo desea,

se le permite la permanencia por más tiem-po y se la prepara para Magisterio.

El 1 de enero ,de 1904, segundo de laprimera promoción, comenzaron las cla-ses de los dos oficios que se impartieron enla Escuela: Cerrajería y Carpintería.

Se distribuyeron los alumnos de 6 en6, de tal manera que 12 alumnos estudia-ban carpintería y otros doce cerrajería peroen dos turnos de 6 en cada oficio. El hora-rio era el siguiente: 7 a 9 de la mañana, ta-lleres: 6 chicos en carpintería y 6 en cerraje-ría; 9 a 10, dibujo para todos; 10 a 12 elresto de las materias citadas en cada curso;2 a 4 de la tarde, ídem; 4 a 6 tarde, talleres:6 chicos en cerrajería y 6 en carpintería queno hubieran estado en la mañana.

Cada alumno tenía unas 7 horas diariasde labor' 8 . Los profesores fueron SegundoÁlvarez, Director y profesor de las materiascurriculares generales, con un sueldo dosmil pesetas anuales; Manuel de Cárdenas,de Dibujo y Mecánica, con trescientos rea-les al mes, y Velilla para carpintería.

La metodología era aplicada y prác-tica, incidiendo en la formación moral yen los valores: «Procuramos hacer la en-señanza todo lo práctica que podemos,inculcando a nuestros alumnos ideas demoralidad y de honradez, con lo cualellos mismos se corrigen sus defectos»19.En parecidos aspectos abundaba la de-mocracia: «tanto en las enseñanzas téc-nicas como en las de cultura preside elprincipio de actividad, certeza, utilidady trabaj o colectivo»20.

La finalidad de la Escuela, como todaslas de la Fundación, era hacer hombres ymujeres útiles a la sociedad: «el Director

(16) Fragmento del Reglamento redactado por Segundo Álvarez en Moreruela en 1902 y ampliación de1908 firmado y rubricado por D. Paco Sierra. AFSP.

(17) Ibídem.(18) Segundo Álvarez-Paco Sierra, de 30-1-1904. AFSP.(19) Documento nombramiento de D. Segundo Álvarez como Maestro de la Escuela Sierra-Pambley

Industrial de Obreros de León. AFSP.(20) »La Fundación Sierra-Pambley III», en La Democracia, 27-1-1930.

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trata no sólo de hacer artesanos hábiles,sino hombres verdaderamente civiliza-dos», en el sentido de unamuniano deltérmino, «sobrehumanizar»21.

D. SEGUNDO ÁLVAREZ, ASPECTOSBIOGRÁFICOS

Quien hizo posible el grado de prestigio yla excelente reputación de la Escuela fuesu Director y maestro, Segundo ÁlvarezRodríguez. Su trayectoria biográfica tieneclaramente dos tramos: antes de llegar a laFundación y desde 1901 a su muerte en1923.

D. Segundo Álvarez Rodríguez era«hijo de un humilde aunque honradopastor de Torrebarrio» 22 llamado PedroÁlvarez Carreras, natural de Torre deBabia, y de María Manuela Rodríguezde la Vega, y había nacido el 20 de mar-zo de 1863. Se hizo Maestro Superior enla Escuela Normal de Maestros de Leónde 1884 a 1887 por enseñanza libre,compatibilizándola con el servicio mili-tar, donde por su buena conducta yhonrado proceder fue nombrado cabode segunda23.

Terminada la carrera, el 26 de no-viembre de 1886, fue destinado a laEscuela del pueblo leonés de Boca deHuérgano puesto que desempeñó duran-te ese curso 24 . En el otoño de 1887 mar-cho a América, donde fue maestro enHebecia, provincia de Sta. Fe, de 1888 a

1891 25 . En 1891 regresó a España y vol-vió a embarcar desde Santander a losveintinueve años hacia Puerto Cabello(Venezuela) el 27-2-1893, donde se ins-taló fundó y compró el Colegio HispanoPorteño, que comenzó con un sólo alum-no y un sólo Profesor —D. Segundo— y te-nía en 1896 130 alumnos y 10 catedráti-cos. Abarcaba toda la primera y lasegunda enseñanza y D. Segundo fue sudirector durante muchos arios. El colegiopublicaba la revista «El Laurel Escolar»con cuatro secciones: científica y litera-ria, pedagógica, de los alumnos, regla-mentos y anuncios'''.

El colegio contaba con buenas insta-laciones de aulas, patios y jardines, don-de se hacían algunos ensayos agrícolas.También contaba con una biblioteca ala que un amigo había regalado la Histo-ria de España de Modesto Lafuente con17 tomos. En 1896 D. Segundo, comoDirector y propietario del Colegio, pro-puso a las autoridades del Municipio dePuerto Cabello que dotasen o becasenalgunas plazas en el Colegio para admi-tir a alumnos pobres, propuesta queagradó a las autoridades. Entre los pro-fesores que D. Segundo dirigió en el Co-legio destacan Vicente Tejerina —queluego sería Director en Madrid del Co-legio Nacional de Sordomudos y Cie-gos— y los Drs. Montenegro y Rada. Enjunio de 1897, D. Segundo traspasó elColegio a sus compañeros y se vino aEspaña 27 . Solicitó trabajo en una escuela

(21) Luis C. RAMOS (1926): «Escuela Industrial de Obreros», en La Democracia, 30-6-1926.(22) Segundo Álvarez-Ricardo Hidalgo, 14-8-1898. AA.(23) Nombramiento de Segundo Álvarez Cabo Segunda de 1-3-1884. AA.(24) Nombramiento de la Junta de Instrucción Pública de León a Segundo Álvarez de 26-11-1886. AA.(25) Nombramiento de Segundo Álvarez como Preceptor y Maestro en la Escuela de Varones de Hebe-

cia, de 27 de febrero de 1888 y Maestro de Primaria de Hebecia de 10 de marzo y 13 de junio de 1889. AA.(26) El Laurel Escolar, periódico quincenal a los padres de alumnos del Colegio Hispano Porteño. Cor-

tesía Laureano Antolín.(27) Segundo Álvarez-Vicente Tejerina de 1898 a 1902. AA.

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nacional desde su pueblo y escribió unaReclamación de los vecinos de Torreba-rrio a la Junta de Instrucción Pública deLeón por las malas condiciones de laEscuela Pública del lugar, en la que losmaestros no permanecían. Pasó el in-vierno de 1898 entre León y Gijón, ycuando ya estaba pensando en volver aAmérica amigos comunes le pusieron encontacto con D. Paco que estaba en Vi-Ilablino y buscaba maestro para More-rucia. D. Paco se entrevistó con él y que-dó prendado de su letra y aptitudes'''.Mientras estuvo en el pueblo se sumó alos trabajos de los conservadores para lareelección como Diputado de EduardoDato por Murias de Paredes", y se dedi-có a negocios de exportación de produc-tos mantequeros y salazones hasta Amé-rica.

La experiencia y brillante currículum deD. Segundo como profesor hizo que fueraseleccionado por D. Paco para la EscuelaSierra-Pambley de Moreruela, donde per-maneció desde octubre de 1898 a octubrede 1901, poniendo de manifiesto su granpreparación pedagógica y humana. D. Se-gundo iba a cumplir cuarenta años cuandoD. Paco reconoció su valía y lo seleccionópara la Dirección de la Escuela Industria/deObreros de León, cargo que compatibilizócon la representación de varias casas pizarre-ras hasta su muerte en 1923.

D. SEGUNDO EN LA ESCUELA DEMORERUELA DE TÁBARA

MORE RUELA Y SU ESCUELASIERRA-PAMBLEY

La provincia de Zamora en el s. XIX encuanto a habitantes, población y recursosera muy similar a la de León. Con todo,por existir en esta provincia una sola escue-la de la Fundación Sierra-Pambley, queademás se sitúa en un pueblo de fuertes re-sonancias leonesas, es más comprensible laidea del Fundador en el sentido de que laFundación se dedicara a la enseñanza en laprovincia de León. La Escuela Sierra-Pam-bley de Moreruela forma con la de Villa-meca una de las escuelas «menores»30.

El pueblo de Moreruela de Tábara, enla provincia de Zamora, se encuentra situa-do en la ribera del Esla a la izquierda y alNorte de la provincia, a 35 Km. de Zamora.Pertenece al Partido Judicial de Alcañices ya la Diócesis de Astorga. Tenía a mediadosdel siglo pasado, unas sesenta y seis casas yuna escuela de primeras letras. Abundaba elganado vacuno, lanar y cabrío. Producía tri-go, centeno, legumbres, pastos, cebada, ave-na y leguminosas en una agricultura desusbsistencia. Había también ganado de la-bor y talleres de construcción de carros, unmolino de harina y una herrería. Además dela Escuela Sierra-Pambley, había otras cua-tro escuelas en los arios sesenta31.

(28) Laureano Antolín-autora 6-11-1994.(29) Murias de Paredes fue el feudo de Dato como Diputado hasta su muerte en 1921. Segundo Alvarez

tuvo mucha relación con él para conseguir ventajas para Torrebarrio y Pinos.(30) El Fundador estableció en su testamento una cláusula atribuyendo a las Escuelas Sierra-Pambley un

carácter netamente leonés, y la presencia de Moreruela es por tanto fácilmente asimilable a las existentes enLeón, por razones históricas y geográficas.

(31) P. MADoz: Diccionario geográfico-estadístico histórico de España y sus posesiones de ultramar. Tomodedicado a Zamora. Se utiliza la edición de Ambito, Valladolid, 1983, facsímil de la edición de 1850, p. 109.DICCIONARIO GEOGRÁFICO DE ESPAÑA. Madrid, Ediciones del Movimiento, 1960, p. 627. Hay que hacer notarque fue en éste únicamente dónde se citaba la Escuela de la Fundación existente en Moraruela, bien es verdadque sin citar su nombre y procedencia. U. ALVAREZ MARTÍNEZ: Historia general civil y eclesiástica de la provinciade Zamora. Madrid, Revista de Derecho privado, 1965, p. 93. Dím, L. (Coord.): Aproximación antropológica aCastilla y León. Barcelona, Anthropos. BRAvo, M.: Guía del turista por León. León, Imprenta de R. Luera, 1913.

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El pueblo de Moreruela ha vivido suhistoria cobijado en el Monasterio, delque hoy sólo quedan las ruinas. El Monas-terio de Moreruela fue fundado en el ario859 con Ramiro III de León. El Rey leo-nés sacó del monasterio de Sahagún deLeón dos monjes benedictinos por sufama de santos: Froilán y Atilano. El reyles dio gruesas limosnas y les concedió te-rritorios donde pudieran fundar monaste-rios. Entre otros, fundaron dos: el prime-ro en el valle de Tábara, llamado entoncesMoreruela de Tábara donde permanecie-ron algunos años; y el otro, distante unalegua del primero, fue llamado Santiagode Moreruela, cuyas ruinas podemos verhoy. Froilán y Atilano fueron obispos deLeón y Zamora, respectivamente, en elreinado de Bermudo I de León'''. Lo quequeda del antiguo Monasterio de More-rucia son piedras y ruinas absorbidas porla Iglesia 421e1 pueblo. Posteriormente elMonasterio importante fue el de La Gran-ja de Moreruela33.

Las posesiones de D. Francisco Fer-nández-Blanco de Sierra y Pambley in-cluían las dehesas de Requejo y Quintanillaen la provincia de Zamora, necesarias parala trashumancia invernal de sus rebaños.Estas dehesas situadas al norte de la pro-vincia de Zamora, en el pueblo de More-

ruela de Tábara, fueron en parte inunda-das en los años treinta por el embalse deRicobayo en la cuenca del Duero.

Visto el prestigio y buena marcha dela Escuela de Villablino bajo la mano delos hermanos Alvarado, en enero de 1897fundó D. Paco Sierra otra Escuela deAmpliación de Instrucción Primaria paraNiños en Moreruela de Tábara, con lacondición de servir a la enseñanza de cua-tro pueblos limítrofes: Moreruela, Sta. Eu-lalia, Pozuelo y Faramontanos. La volun-tad del Fundador indica la proporción dealumnos de cada uno de los pueblos: elprimero más que el segundo, éste más queel tercero y el cuarto se reserva para cubrirlas vacantes de cada promoción si entre lostres pueblos no se reuniera el cupo detreinta".

La fundación efectiva data de enerode 1897, pero hasta octubre no designóD. Paco al primer maestro, D. LeonardoQuirós, procedente de Murias de Paredes,que inauguró la Escuela el 2 de noviembrede ese ario con 20 alumnos en la primerapromoción. Su conducta dudosa determi-nó su escasa permanencia en la misma loque no le permitió desarrollar sus proyec-tos pedagógicos". Le sucedió D. SegundoÁlvarez Rodríguez, que permaneció enMoreruela tres años, al final de los cuales

V. CABERO DIÉGUEZ: El espacio geogra'fico castellano-leonés. Valladolid, Ámbito, 1982. Actas del! Congreso deHistoria de Castilla y León, 1982, tres vols. P. MINGOTE Y TARAZONA: Gula del viajero por León y su provincia.León, 1900.

(32) ESPASA: Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Madrid, Espasa Calpe, 1979, tomo36, p. 1036.

(33) El Monasterio de la Granja de Moreruela tuvo mucho poder hasta la reforma del Cister en 1424.En tiempos de Alfonso III de León contó con seiscientos miembros entre monjes y religiosas. Lo más destacablefue su célebre escuela de copistas y pintores en los siglos x y xii. A este Monasterio pertenece el célebre códice DeBeato, también llamado In Apocalipsin, de aquel esplendor, solo quedan unas grandiosas ruinas, muy bien glosa-das por cierto por el actual Administrador de la Fundación Sierra-Pambley, el poeta GAMONEDA, A.: Zamora.León, Everest, 1977.

(34) Memorandum manuscrito de Vicente Álvarez referido a la Escuela de Moreruela de Tábara en1917, p. 1. AFSP.

(35) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 3-10-1899. En una carta a D. Segundo (10-1-1900), Regino Hidal-go desde Sena le no se extraña del frío recibimiento que Moreruela le hizo a D. Segundo «no sólo por la conduc-ta de tu antecesor, al cual ni acuso ni defiendo...». Cortesía de Ana Antolín, en adelante AA.

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el Fundador le ofreció trasladarse a Leónpara dirigir la que con el tiempo sería lamás importante Escuela de la Fundación.

La fundación legal de esta Escuela serecogió en la Escritura de Ampliación de11 de mayo de 1907 en la cláusula IV de-dicándola a Ampliación de InstrucciónPrimaria para Niños. Al igual que el res-to de las Escuelas Fundacionales, estabaregida por el Patronato y dotada con bie-nes propios del Fundador. Estos bienesfueron los siguientes:

Una tierra sita en el camino de Santa Eulalia,término de Moreruela de Tábara, partidoJudicial de Alcañices, provincia de Zamora.Tiene de cabida seis celemines, equivalente adieciséis áreas, setenta y siete centiáreas. Loslinderos son: al Saliente con ferreñal de here-deros de Teresa Junquera, al Poniente concasa de Eustaquio Espada, al Mediodía concamino con los herederos de Teresa Junque-ra. Pertenece al Fundador por haberla com-prado a D. Victoriano, D. Urbano y Da.Agustina del Pilar Silva Román, según figuraen escritura de 7 de diciembre de 1892 anteel Notario D. Manuel Gómez. La finca notiene ningún tipo de carga.En parte de esta finca y para que sirviera deEscuela edificó el Sr. Fernández Blanco deSierra y Pambley una casa de nueva planta,dejando el resto como huerto. La casa edifi-cada para Escuela y habitación del maestroocupa, en total, una superficie de 259 m 2 yse compone de un piso y varias habitaciones,siendo su valor total de cuatro mil pesetas.A estos bienes inmuebles se le añaden los tí-tulos de la Deuda y el capital nominal quecompartía con el resto de las Escuelas Sie-rra-Pambley37.La Escuela estaba sujeta a la misma regla-mentación, Patronato, condiciones decambio o cierre de las demás Escuelas Fun-dacionales.

La particularidad de su emplazamientohizo que el Fundador dispusiera que: «Sipor circunstancias imprevistas no fuera po-sible o conveniente el cumplimiento del finconcreto de esta Fundación, a juicio del Pa-tronato, queda éste autorizado para intro-ducir las variaciones y transformacionesque le parezca, con las solas limitaciones deque tanto los bienes inmuebles como los tí-tulos convertidos ya en láminas, esto es,todo el capital de esta Fundación, se desti-nará siempre a la enseñanza, y precisamenteen la provincia de León, prescindiendo dela de Zamora donde hoy existe una Escuelaen Moreruela, si así se considerase preciso oconveniente38.

Considerada en las Escrituras, comola Escuela más humilde, tiene sin embar-go una vida peculiar y ejerce una impor-tante labor en la zona. Resiste los avataresde la Guerra Civil continuando abiertahasta los arios setenta.

La Escuela de Moreruela era el prime-ro y último de los lugares que visitaba D.Paco Sierra en su periplo anual. Con muypoca infraestructura, pues sólo disponíade la Escuela, la huerta y la casa del Maes-tro, no ofrecía comodidades para la estan-cia de un rico hacendado, aunque al Fun-dador esto le servía para realizar su afán de«mortificar el cuerpo». D. Paco en sus visi-tas pasaba una semana en octubre y otraen mayo o junio en uno de los chozos delos pastores, en las dehesas y visitaba laEscuela o hablaba con los maestros y losrenteros con el ceremonial establecido,entre paternal y distante. Luis Bello recogeeste calendario de D. Paco en su libro Via-je por las Escuelas de España.

Posteriormente, visitaron esta Escuelaalguna vez el Patronato y anualmente elInspector José de Caso, que se alojaba en

(36) Escritura de Ampliación de la Fundación Sierra-Pambley cláusula IV. AFSP.(37) Ibídem.(38) Ibídem. Claúsula V.

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alguna de las casas del pueblo, y se quejabadel precio por la estancia y la comida.

Las líneas generales son idénticas alresto de las Escuelas fundacionales, aun-que cada una conserva los matices especí-ficos propios que las diferencian. EstaEscuela estaba dedicada a la Ampliaciónde Instrucción Primaria para Niños. Laspromociones eran cada dos arios y por lafecha en que fue fundada correspondía alos años impares. Los requisitos de entra-da en la escuela de Moreruela eran:

• Los aspirantes debían estar com-prendidos entre los diez y catorceaños de edad.

• Ser nacidos en el municipio ellos osus padres.

• Poseer algunos conocimientos ele-mentales (lectura, escritura al dic-tado y las cuatro operaciones deenteros).

• En igualdad de circunstancias sonpreferidos los huérfanos, hijos deviuda o padres pobres.

• Los padres o tutores deben com-prometerse a que asistan diaria-mente a clase dos o cuatro años.

• La enseñanza es gratuita".

La escuela tenía treinta plazas, que enalgunas promociones llegaron a cuarenta,y las condiciones generales eran comunesa otras Escuelas: la edad, el nacimiento yresidencia en la zona y la opción preferen-cial por los pobres que preside todas lasFundaciones. Aquí resalta el compromisoexigido a los padres de asistencia, porqueal igual que en otras escuelas rurales, las la-bores del campo retienen a los alumnos enprimavera y verano. Las proporciones de

alumnado de los cuatro pueblos estabanen función de la proximidad a la escuela.

El examen de ingreso constaba de «unejercicio de lectura, otro de escritura al dic-tado y otro de aritmética. También haránun ejercicio oral» 4°. Los extremos de edad ynaturaleza de los alumnos se demostrabancon una nota del Registro Civil a la que ha-bía que acompañar un certificado médico.

Como característica distintiva de estaEscuela citamos que desde 1929 admitióniñas, siendo la única Escuela Fundacio-nal que llevó a cabo la coeducación quepropugnaba la ILE.

Los maestros de Sierra-Pambley goza-ban de cierta autonomía al confeccionar elprograma de enseñanzas que debía seraprobado por el Fundador. En Morerue-la, por ejemplo, existen variaciones en lasmaterias que se imparten según los maes-tros. El primero de ellos, Leonardo Qui-rós, daba Lectura, Escritura, Aritmética,Geografía, Gramática, Ortografía y Doc-trina Cristiana, añadiendo una califica-ción en Conducta.

D. Segundo añadió a las anteriores:Geometría, Horticultura, Lectura de cosas,Historia de España, Historia Natural, His-toria Universal e Historia Sagrada". Suhermano Vicente Álvarez impartió estasmismas materias, que sufrieron ligeroscambios con sus sucesores. En junio de1924 tenemos como materias calificadaslas siguientes: Lectura, Escritura, Dictado,Análisis Gramatical, Redacción, Cálculoaritmético, Geometría, Dibujo, Geografía,Historia de la Civilización, Fundamentosde Derecho, Ciencias Físico-Naturales,Urbanidad, Cortesía y Moral". Aparece enalgunos casos en lugar de Doctrina Cristia-na, Religión y Moral.

(39) Resumido del Memorandum de Vicente Álvarez, AFSP.(40) Convocatoria de 1-9-1939, firmada por Amadeo Puente.Escuela de Moreruela.(41) Materias en las Listas de Moreruela de diciembre de 1919 firmadas por Vicente Álvarez. AFSP.(42) Listas de Alumnos de junio de 1924 firmadas por Vicente Álvarez. AFSP.

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Había un mayor peso en el currícu-lum de las materias científicas y con posi-bilidades de aplicación. La inspiración dela Escuela Nueva se dejaba sentir inclusoen esta Escuela, pobre y alejada de los nú-cleos de influencia. El enfoque meto-dológico era —dentro de las variacionespersonales activo y aplicado. En las califi-caciones apareció mientras vivió el Fun-dador la Religión con las denominacionesde Catecismo o de Doctrina Cristiana, des-pués dejó de darse y los antiguos alumnoscreen que no se impartió al menos en losúltimos años sustituida por la Urbanidad,Cortes/ay Moral. Los alumnos conocían yaún recuerdan el Reglamento al que lla-maban «Código Moral» en el que se inci-día en el trato con los mayores a los que sedebía respeto, el trato entre los iguales y eltrato para los menores.

La Escuela disponía un amplio huertodonde los alumnos tenían su parcela deexperimentación agrícola que cuidaban yobservaban. Los jueves por la tarde iban alcampo a dar la clase: medían el ancho delrío, recogían minerales, completaban elmuseo o el laboratorio con ácidos y ani-males para experimentar y observar. En ellaboratorio hacían mapas a escala con me-ridianos y paralelos del distrito, del parti-do judicial, de la provincia y de España enun modelo contextualizado de conoci-miento del medio plenamente actual.

El horario era de tres horas por la ma-ñana y tres por la tarde, variando la horade entrada en función de la estación y ha-ciendo los primeros y últimos meses jor-nada única ele mañana, de 6 a 12, para quelos padres dedicasen a sus hijos por las tar-des a la labranza". Las vacaciones que enla primera época abarcaban un mes —del

15 de junio al 15 de agosto— después de lamuerte del Fundador se extendieron ames y medio y finalmente se homologa-ron con las Escuelas Nacionales. El Regla-mento de esta escuela es uno de los másminuciosos y fue redactado por VicenteÁlvarez en 1903, seguramente por man-dato de Cossío, y recibió la aprobación delFundador siendo uno de los más extensosy pormenorizados de la Fundación. Estádividido en seis apartados: Deberes gene-rales; Faltas; Tribunal de disciplina; Cas-tigos; Premios y Paseos.

Los deberes generales de los alumnosestán divididos en deberes en la escuela ydeberes en la calle. Si, según el Fundador,«el maestro está siempre enseñando» losalumnos también han de demostrar den-tro y fuera de la Escuela, la educación quereciben. Los deberes en la Escuela eran:asistencia a clase, incluso si estaban invita-dos a bodas, fiestas o matanzas; llevar es-critas las lecciones; asearse; ser amables;guardar silencio en clase y contestar al serinterrogados por el profesor; saludar a lasvisitas, etc. Los deberes en la calle son detipo cívico: no causar daño a intereses nipersonas, no tirar piedras, no pelearse, serordenados, no blasfemar, guardar orden ocompostura en la Iglesia, no jugar dinero,ni concurrir al lugar donde se juegue, serafectuosos con sus padres y hermanos" .

El Reglamento recogía con toda exac-titud los principios de Sierra-Pambley asus maestros que aquí se transmitían confidelidad a los alumnos; se insistía en queel maestro ha de hacerse querer, no siendoél directamente el que pone los castigos, yurdiendo sistemas democráticos para lagestión de la disciplina que nos hacenpensar en los actuales Consejos Escolares.

(43) Vicente Álvarez-Gumersindo de Azcárate, 18-5-1917 AFSP.(44) Reglamento de la Escuela de Moreruela art. 9, 10 y 11. En el Memorandum de Vicente Álvarez

1917, AFSP.

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D. SEGUNDO ÁLVAREZ EN MORERUELA

La oferta de D. Paco de irse a Moreruela ahacerse cargo de aquella escuela sustitu-yendo a Leonardo Quirós en 1898 cogió aD. Segundo con un pie ya de regreso aAmérica. Sin embargo su preferencia porvolver a España determinó que vendiesesu participación en el Colegio HispanoPorteño, de Puerto Cabello en Venezueladonde había invertido su dinero e impar-tido clase largos arios. Así cuando D. Pacole llamó para Moreruela, D. Segundoaceptó, 'p rometiendo adaptar su conductaa los deberes del Patronato. En los prime-ros días de octubre realizó su traslado a laEscuela".

D. Segundo tenía treinta y seis añoscuando empezó a prestar sus servicios a laFundación y se dedicó por completo aella. El 17 de enero de 1901 se casó en laVirgen del Camino con Juana RodríguezFlórez, procedente de Pinos, más jovenque él, con problemas importantes de sa-lud, y tuvieron seis hijos: Narciso, Belén,Pío —que también estuvo vinculado a laFundación— Manuel, María y Anita Álva-rez Rodríguez". En un primer momentoel matrimonio vivió separado, luego la es-posa se trasladó a Moreruela hasta el tras-lado a León, siendo sustituido en More-ruela por su hermano Vicente Álvarez.

Su relación con el Fundador fue siem-pre cordial y correcta, y su trato afable. Elque sería el alma de la Escuela de Leónpasó su noviciado en Moreruela y a, juz-gar por los resultados, obtuvo un brillanteexpediente. La puntualidad exquisita enenviar al Fundador el resumen de las cali-ficaciones trimestrales y la meticulosidadque muestra en la confección de cuentas ypresupuestos hacen que el Fundador ten-ga una idea positiva sobre la seriedad de sutrabajo.

Como tesoro preciado se conserva eloriginal manuscrito de nombramiento deD. Segundo Álvarez para la Escuela deMoreruela. Es el modelo que el Fundadorenviaba a todos los maestros al tomar pose-sión, aunque la mayoría se han perdido.Cossío, al hacerse cargo de la presidenciadel Patronato comenta su contenido, di-ciendo que es un documento notable, aun-que sin grandes pretensiones. El propio D.Paco al referirse a esta carta dice que es im-portante, no por haberla escrito él, sino pormerecer la aprobación de los señores delPatronato. Los antiguos alumnos de More-ruela aún recuerdan algunos de sus párra-fos de memoria. Lo reproducimos, por serindicador de las líneas básicas o «ideario»de las Escuelas Sierra-Pambley. Decía:

Muy Sr. mío: Con esta fecha escribo a D.Leonardo Quirós diciéndole que es Vd. elnombrado para reemplazarlo y que haga aVd. entrega de libros, material de enseñan-za y mobiliario escolar.En el plan de estudios que le acompaño, seconsigna el número y condiciones de losalumnos para su admisión y la enseñanzaque estará a cargo de Vd., excepción hechade la clase de Dibujo que estará a cargo deun profesor especial.El sueldo de Vd. será de cinco mil ocho-cientos reales anuales según he manifestadoa Vd. de palabra, y tendrá un mes de vaca-ciones desde mediados de julio a mediadosde agosto, todo el mes de agosto si Vd. locreyere más conveniente.Son de cuenta de la Fundación todos losgastos que ocasione la enseñanza, los de ca-lefacción de la clase durante el invierno ylos de correspondencia con el Fundador oel Patronato.La enseñanza será para los pueblos de Mo-reruela, Santa Eulalia y Pozuelo, debiendoVd. procurar que el primero tenga mayorrepresentación que el segundo, y el segundo

(45) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 30-10-1899, AA.(46) Para ver más datos de D. Segundo Álvarez ver I. CANTÓN (1995). Op. cit.

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mayor que el tercero; dando siempre prefe-rencia en igualdad de circunstancias, a losque sean hijos de familias más pobres. Loshijos de los guardas de Requejo y Quintani-Ila serán también admitidos en la Escuela,siempre que tengan la edad que Vd. fijepara el ingreso.Una vez al mes, o más si fuera necesario, sedará cuenta al Fundador y, en su día al Pa-tronato, de lo que ocurra en la Escuela; ycada tres meses comunicará el estado de ins-trucción de los chicos, debiendo hacerlo almismo tiempo a los padres.Deben llevarse dos libros, uno en el queconsten los nombres de los chicos y el de lospadres, y otro para anotar los gastos queocasione la enseñanza, cuya cuenta se pre-sentará a fin de curso.Procure Vd. que los chicos vayan siemprelimpios a la escuela, y trátelos con cariño afin de que asistan con gusto, único mediode que se despierte en ellos el deseo de sabery aprovechar cuantas ocasiones se presentenpara inculcarles ideas de honradez y buenascostumbres.Un día a la semana se destinará para la ense-ñanza de la doctrina cristiana, que puedeser el sábado por la mañana, empleando latarde en la limpieza de la clase.Nada de libros de texto para los chicos: queescriban en sus cuadernos las ideas que re-cojan de las lecciones que Vd. les dé, a finde que se desarrolle en ellos el entendimien-to con preferencia a la memoria.Procure Vd. estar en buena armonía con elSr. Cura y con todo el mundo, no mezclán-dose en cuestiones de la localidad ni en elec-ciones; pero sin aceptar ni consentir impo-siciones de nadie, porque la Escueladepende sólo del Fundador y, a su falleci-miento, del Patronato que tiene nombrado.Tenga Vd, muy presente que el maestroestá siempre enseñando a sus discípulosdentro de la Escuela, y a las demás gentesfuera de ella. Por eso es preciso que sea mo-

delo de buenas costumbre y en el cumpli-miento de sus deberes que lleve una vidaejemplar, absteniéndose de tabernas y cafésy de toda reunión que no tenga un objetohonrado.Avíseme Vd. recibo de esta carta a Hospitalde órbigo, para donde sale mañana su aff-mo. s.s. F. Fdez. Blanco47.

En la carta están perfiladas las líneas delas Escuelas Sierra-Pambley, tanto en el as-pecto pedagógico como en el metodológi-co y curricular. Estas mismas condicioneslas recoge Vicente Álvarez en un Memoran-dum en 1917 que pretende ser la recopila-ción histórica ele la Escuela de Moreruela.El Memorandum fija las edades de ingresoentre diez y catorce arios, lo demás es idén-tico. En la carta del Fundador citada hayuna parte que podemos llamar ética, y queconteniendo las más profundas raíces insti-tucionistas va incluso más allá:

Que a los chicos les guste la escuela.Ideas de honradez.Deseo de saber.Buena armonía con todos (y cita alcura, teniendo en cuenta su laicis-mo).

—No participación en elecciones.— Abstenerse de ir a las tabernas.—Independencia total de la Escuela

Otra parte no despreciable se refiere acuestiones metodológicas:

— Ausencia de libros de texto.—Desarrollo del entendimiento con

preferencia de la memoria.—Comunicación de la marcha de la

Escuela una vez al mes.—Enseñanza gratuita.—Preferencia 4zle los pobres.—Comunicación de resultados al Fun-

dador y padres trimestralmente.

(47) Manuscrito original que nombra a Segundo Álvarez Maestro de Moreruela fechado en León a 24de septiembre de 1899. AFSP Es el documento modelo por el que el Fundador daba posesión de las Escuelas atodos los maestros.Tras su muerte se les hacía conocer y era el ideario fundacional más preciso.

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Estos presupuestos aparentementesimples traerán a veces problemas a losmaestros por obviar su cumplimiento ymezclarse en cuestiones políticas o perso-nales. En la propia escuela de Moreruelahay exponente con Vicente Álvarez.

CUESTIONES PEDAGÓGICAS

La primera carta que conservamos deD. Segundo desde Moreruela tiene fechade 6 de enero de 1900 y va dirigida alFundador precisamente a raíz del envío desus primeras notas. D. Paco le pide expli-caciones y D. Segundo da relación de lasmismas, situadas entre el cero y el doce,con el punto de inflexión intermedio en elseis. Veamos su propia explicación de lascalificaciones:

«Para la conducta, el punto de partida es el6, que puede computarse con la nota de re-gular. En orden ascendente, por cada mesde conducta intachable, o bien sin cometerninguna falta, el alumno aumenta 50 centé-simas, pudiendo los números 7 y 8 compu-tarse con la nota de conducta buena, los 9 y10 con Jade superior: los 11 y 12 con la deinmejorable. En orden descendente se to-man por base las faltas que pueden ser de 7clases (por holgazán, sucio, etc.) y se las ti-tula puntos de censura (...). Para la asisten-cia, se rebajan 50 centésimas, por cada díade inasistencia, del número 12; compután-dose éste por la de asistencia completa en elmes, y el cero por la inasistencia. Para elaprovechamiento, se califica con cero alchico en la signatura que desconoce porcompleto; con el 6 si conoce la mitad; conel 12 si la conoce con toda perfección deque puede ser capaz un niño «48.

La cita da idea de la meticulosidad deeste veterano profesor en sus primeros

arios en Moreruela. La precisión, la exacti-tud y la justicia fueron cualidades óptimasen D. Segundo que dedicará a las laboresde la Escuela con todo ahínco. Después deesa exhaustiva explicación, pidió disculpasal Fundador por creer que lo entenderíasin dar las claves. Añade que así se lo dejóindicado su antecesor y que pensaba era laforma corriente en todas las otras Escue-las. El Fundador se dio por satisfecho yagradeció las claves que le proporcionaba,pero D. Segundo pidió que le diera las in-dicaciones de cómo hacerlo.

Segundo Álvarez vivió dos arios enMoreruela con su hermana Manuela. Sumatrimonio con Juana Rodríguez, naturalde Pinos, tuvo lugar en 1901 repartiendoésta el tiempo entre Moreruela y su pue-blo natal de Pinos. Al trasladarse Juana aMoreruela fueron con ellos dos sobrinospara los que D. Segundo pidió permiso aD. Paco para que asistieran a sus clasescomo oyentes, ya que uno de ellos —JoséBarriada Álvarez— era ex-alumno de laEscuela de Villablino. También se admi-tieron temporalmente en Moreruela lossobrinos de un conocido del Fundadorllamado Torreblanca. D. Segundo pidióque asistieran a la Escuela «en calidad deoyentes cuando estén desocupados». So-bre la carta de 31 de enero de 1900 unaminuta a mano del Fundador permitíaadmitir a clase a los muchachos".

El crudo invierno de Moreruela hizopasar penalidades y frío a Segundo Álvarez,quien comunica al Fundador que la «estufaa fuerza de mucha leña da algún calor sufi-ciente para que los chicos no se entumez-can»". Como el frío era muy intenso pusoen la clase un brasero, además de la estufa,dando entre los dos de 10 a 12 grados, a sujuicio la temperatura conveniente. Así y

(48) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 6-1-1890 desde Moreruela. AFSP.(49) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 31-1-1900. Minuta del Fundador AFSP.(50) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 6-1-1900. AFSP.

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todo, en los días muy fríos ponía su propiobrasero al servicio de la Escuela. El Funda-dor ordenó comprar otro brasero.

La comunicación de D. Segundo conel Fundador era metódica y mensual paraenviarle noticias de la marcha de las clases,de las posibles bajas y de las faltas de asis-tencia. Los goteos de alumnos que se da-ban de baja unidos a los problemas deasistencia fueron constantes en esta escue-la, teniendo épocas en que se encontrabacasi vacía. La asistencia en invierno eramejor y Segundo Álvarez comentaba alFundador el gusto con que los chicos asis-tían a clase. Las bajas se debían en la ma-yoría de los casos a tener que ayudar losalumnos a sus padres en las labores delcampo. La asistencia decaía en los mesescercanos a las vacaciones veraniegas.

El nivel de conocimientos de los chicosal ingresar era muy bajo, por lo que D. Se-gundo trabajaba incansablemente y les per-mitía prolongar la escolaridad al finalizar lapromoción. En 1901 hubo exámenes deingreso, pero continuaron 14 de la 'promo-ción anterior, 5 de cada pueblo de los quetenían acreditado el permiso fundacional.La diferencia entre unos y otros era grandepor lo que D. Segundo se repartía entre losde la primera promoción, los de la segunday los de contabilidad por la noche: «Loschicos de la última tanda aún entiendenpoco de lo que se les enseña, y se expresancon dificultad; los de la penúltima han he-cho regular examen. Los de clase de conta-bilidad asisten de noche con mucho entu-siasmo y aprovechan el tiempo».

A finales de 1902 el Fundador, selec-cionó a Segundo Álvarez para dirigir laEscuela que iba a funcionar en León.D. Segundo recibió muy alegre la noticiay la comunicó a sus amigos los cuales le fe-licitaron: «Veo por tu carta que D. Paco

ha reconocido las condiciones que tedistinguen nombrándote Director de lanueva Escuela Industrial de León y lo ce-lebro, tanto por lo que supone de dichoSr. te haya elegido, como por las ventajasque en el destino encontrarás»".

Los alumnos de D. Segundo sintieronmucho su marcha. Del afecto que mutua-mente se profesaban Maestro y discípulosqueda como muestra una veintena de car-tas que sus alumnos de Moreruela le diri-gieron a León y que D. Segundo conservótoda su vida. «Reciba de estos discípulossuyos millones y millones de gracias y deagradecimiento por ser el primer hombreque nos abrió los sentidos e iluminó nues-tras conciencias para ser hombres capacesde desempeñar un cargo no muy impor-tante». La carta es colectiva y data de 22 deenero de 1903. Las expresiones de agrade-cimiento se repiten añorando a su maes-tro: «¡Quien pudiera llegar en un vuelodonde usted está y pasar juntos el tiem-po!» le escribe Miguel León.

Con el nombramiento para León seiniciaba una nueva etapa en su vida y unatarea que desarrolló con la complacenciaprimero del Fundador y luego de los Pa-tronos que, lamentarán profundamente lamuerte de persona tan valiosa.

LA DIRECCIÓN DE LA ESCUELA DELEÓN

Al comenzar a funcionar esta EscuelaD. Segundo recibió de D. Paco el precep-tivo nombramiento. El tres de enero de1903 se realizaron los exámenes de ingre-so para la escuela de León seleccionandoa veinticuatro alumnos que recibieron apartir del 8 las enseñanzas establecidaspara el primer curso, impartidas por

(51) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 30-12-1901. AFSP.(52) Ricardo Hidalgo-Segundo Álvarez, 31-1-1903. AA.

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D. Segundo y Manuel de Cárdenas. Mástarde se añadió Vicente Velilla para el tallerde carpintería y Antonio Escanciano parafrancés.

La constante supervisión y amparodel Fundador, quien apreciaba muchopersonalmente a D. Segundo por su per-sonalidad humilde y respetuosa, fueronuna constante en estos primeros arios y asíse evidencia en la correspondencia de am-bos, que ocupa prácticamente el 50% dela que se conserva, gracias al orden y cui-dado con que D. Segundo la archivó.

El nombramiento de D. Segundopara León data 28 de noviembre de 1902y está firmado por el Fundador. Reprodu-cimos el nombramiento por su gran valordocumental:

A D. SEGUNDO ÁLVAREZ RODRIGUEZ, PROFE-

SOR DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA EN MORE-

RUELA DE TÁBARA.

Muy Sr. mío: Con esta fecha he nombradoa Vd. Profesor de la Escuela Industrial deObreros de León, y para que lo sustituya enésa, a D. Vicente Alvarez, a quien entregaráVd. el mobiliario escolar, libros y materialde enseñanza de la escuela.En el plan de estudios que le acompaño, seconsigna el número y condiciones de losalumnos para su admisión y la enseñanzaque estará a cargo de Vd., excepción hechade la clase de Dibujo que estará a cargo deun profesor especial.El sueldo de Vd. será de dos mil pesetasanuales, con casa-habitación, luz eléctrica sise estableciera en el edificio, y un mes de va-caciones, que puede ser el de agosto, o el deseptiembre, según le convengas'.

El documento sigue lo mismo que eltranscrito para Moreruela, a excepción delos párrafos referidos a los pueblos queabarcan las Escuelas, del que nada se dice

en el de León, y el referido a la enseñanzade la doctrina cristiana, también omitido,enseñanza que en la Escuela de León y Vi-llablino no se impartió".

La carta nombramiento es una con-densación pedagógica que recoge a la vezlas ideas institucionistas y los principiosde la Escuela Nueva: «que se desarrolle enellos el entendimiento con preferencia ala memoria», «trátelos con cariño», «quese despierte en ellos el deseo de saber»,«que los chicos vayan siempre limpios ala escuela», «que asistan con gusto»; y res-pecto del maestro; «el maestro está siem-pre enseñando», «que sea modelo de bue-nas costumbres», «que lleve una vidaejemplar», «buena armonía con todo elmundo».

La carta tiene tres apartados:

• De carácter laboral. Desde los ini-cios al final del párrafo 6. En él seexplican los deberes y derechos delcontratante y contratado, vacacio-nes, sueldo, vivienda, material deenseñanza, rendimiento de cuen-tas, contabilidad general, etc.

• De carácter metodológico. En élpueden encuadrarse Tos párrafosque tratan de cómo han de asistirlos chicos a la escuela, el fomentode actitudes y objetivos de desarro-llo. También se trata de la metodo-logía en general y objetivos especí-ficamente fundacionales.

• De carácter social. Los dos últimosapartados. La buena armonía típicadel liberalismo decimonónico setrasluce aquí como una condicióncontractual de los maestros. Estabuena armonía se consigue desde laindependencia, tanto de partidoscomo de personas influyentes. Sólo

(53) Documento nombramiento de D. Segundo Álvarez como Maestro de la Escuela Sierra-Pambley deMoreruela en 1899 y para la Industrial de Obreros de León en 1902. AFSP.

(54) Véase el documento completo en el capítulo dedicado a la Escuela Sierra-Parnbley de Moreruela.

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del Fundador y del patronato de-penden los maestros de la Funda-ción Sierra Pambley. El espejo delFundador servirá a los primerosmaestros, y éstos en cascada trans-mitirán a sus posteriores compañe-ros, y en última instancia a la socie-dad la finalidad educadoraregeneracionista cuyo primer ex-ponente está quizá en el Ideal de laHumanidad de Krause.

Fiel a las instrucciones de Cossío, D.Segundo escribió sus impresiones el pri-mer día de clase en León, el 8 de enero de1903. Comenzó con la organización de laclase, colocando los mapas que le dio Ana,el ama de llaves, y siguiendo las instruc-ciones de D. Paco. Se sentía muy satisfe-cho de los muchachos elegidos.

En marzo de 1903 envió al Fundadorlas primeras notas trimestrales y el registrode asistencia. La guía pedagógica que siguela nueva escuela fundacional es el Boletínde la ILE, cuyos ejemplares de enero y fe-brero de 1903 confirma D. Segundo haberrecibido y que encuadernará s'. La colec-ción completa del Boletín de la ILE puedeaún hoy ser consultada en la Biblioteca dela Fundación Sierra-Pambley de León.

El primer año transcurre armoniosa-mente bajo las orientaciones que daban aD. Segundo D. Paco Sierra y Cossío. ElDirector se ocupaba de la dotación biblio-gráfica de la nueva escuela, solicitando ca-tálogo a la casa Garnier de París para hacerun pedido que recibió antes de octubre.Pero estos libros no traen la guía del maes-tro y así lo hace constar: «En los libros delextranjero no vienen los opúsculos delmaestro». También pide a Francia mate-

rial para experimentos y textos de Física yQuímica. A Germán Flórez le ruega que leayude a localizar obras de Industria y Co-mercio y unas guías de mapas de geografíaque le han llegado. Consulta con sus com-pañeros y pide obras prestadas al MuseoPedagógico «según lo convenido con D.Juan y D. Teodoro, coincidiendo con Vd.le serán devueltos los libros del Museo Pe-dagógico; aunque quedé con D. Paco enremitirlos hoy certificados por correo.Ningún mal hay en lo primero y sí algunaeconomía en los sagrados intereses delmaterial» 66 . Los libros eran tanto para laformación de los maestros como la de losalumnos. La dirección por los hombres dela ILE es constante en este campo, y elProfesor lo confirma a su asesor, «Lorenzoy Luis vienen leyendo por El Corazón ypor eso no había leído el libro que Vd. meindica; pero ayer lo traje y me leí una bue-na parte: convengo con Vd. en que es apropósito para esta Escuela por el grannúmero de conocimientos útiles que tie-ne. Conviene que mande 25 en vez de lasdos docenas» 57. Mas tarde se encarga decentralizar los pedidos de material escolarde las otras Escuelas y remite este materiala Hospital y Villablinoss.

Trimestralmente envía D. Segundocon toda puntualidad los partes de califica-ciones y conducta. La adjudicación de lospremios a los mejores suscita escrúpulos enD. Segundo, pues el Fundador, en su epís-tola de 27 de septiembre de 1903, le adver-tía que «todos han de ver la justicia con queVd. procede». Esto le pareció a SegundoÁlvarez una duda sobre su imparcialidad y,ante la queja del Director, en la siguientecarta rectifica el propio Fundador: «Sin

(55) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 31-3-1903. AFSP.(56) Segundo Álvarez-Germán Flórez, 29-10-1903. AFSP.(57) Segundo Álvarez-Germán Flórez, 13-4-1904. AFSP.(58) Ver Instrucciones Económicas y de adquisición de libros de Cossío a Constantino Álvarez de 1929.

Cortesía de Fermín Álvarez, en adelante FA.

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duda no expliqué bien mi deseo: no dudode la imparcialidad de Vd. ni tengo moti-vos para dudar de la de los Sres. Cárdenas yVelilla. Lo que yo deseo es que los alumnostodos vean cuáles son los cinco que van de-lante, y por consiguiente los que han deobtener los dos reales»59.

Los premios por los primeros puestosen diciembre de 1903 fueron para FroilánLáiz, Esteban Martínez y Cesáreo González(los dos últimos fueron después maestrosde taller), pero hubo un empate de trespara los puestos 4 . . y 5. . por lo el Directorrecurre a la pobreza: «Pedida la opinión alos alumnos sobre los medios de vida desus padres, todos opinaron que MarceloLópez, hijo de un albañil con ocho hijos,sin otro recurso que su jornal era el másnecesitado de los tres. Se le dio pues el 4..lugar»60 . Con los siguientes se dividieronlas opiniones por lo cual D. Segundo, unavez informado decidió darles las 15 pts.para sortear o repartir y optaron por lo se-gundo. La solución del Director le pareciójusta al Fundador que la aprobó.

Don Paco Sierra mantenía un cons-tante seguimiento de quien era el primeroentre los alumnos por sus buenas notas yse llevaba la recompensa mensual; el pri-mer puesto lo ocupaba Sandoval en1905 62 . La actividad de la escuela era muyintensa ya que, a las 7 horas habituales declase, se añadían reuniones y clases noc-turnas en la Biblioteca que coordinaba Se-gundo Álvarez. D. Segundo informó alFundador de la eliminación del trabajo

nocturno por parecerle excesivo y el Fun-dador lo aprobó: «Me parece bien quesuspenda la reunión en la Biblioteca, puesrealmente es mucho trabajo el que tienenlos chicos y es de temer que se aburran y secansen »63.

Pronto hubo buenas referencias de D.Segundo como Director. Ricardo Hidalgo,primo de D. Segundo y amigo del Funda-dor, le comentaba: «En Madrid comí conD. Paco y me dijo que estaba satisfecho deti y del hermano».

El Fundador decidió que Tomás Alva-rez, a quien había becado en su carrera demaestro recién terminada y destinado aHospital, pasase el curso 1903-1904 conSegundo Alvarez, y éste le informase pe-riódicamente de sus progresos en fase deaclimatación al oficio de enseñar: «Tomásconcurre con puntualidad todos los días aclase. Parece que se le nota afición a la en-señanza. Aún no he tenido ocasión de ex-plorar sus aptitudes para formar juicio. Selo avisaré cuando esto suceda» 6'. En mar-zo, Don Segundo Álvarez avala la compe-tencia pedagógica y profesional de To-más, aunque reconoce que aún puedemejorar: «Las clases que dio Tomás du-rante mi ida a Benavides, de lo cual le avi-sé a Vd. las entendieron bien los chicos yél está dispuesto y quiere dar alguna previapreparación, todos los días. Me pareceque ha de dar resultado».

De esta preparación continua tampo-co se excluye Don Segundo a pesar de suveteranía. En carta a Germán Flórez se

(59) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 1-10-1903. AFSP.(60) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 25-12-1903. AFSP.(61) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 25-12-1903. AFSP.(62) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 2-3-1905. AFSP se trataba de Víctor Sandoval, que fue más tarde

empleado de Juan Flórez como chófer particular.(63) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 17-4-1905. AFSP.(64) Ricardo Hidalgo-Segundo Álvarez, 23-3-2904, AA.(65) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 30-1-1904. AFSP.(66) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 30-3-1904. AFSP.

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muestra humilde: «por aquí marchamos,estudiando bastante, aprendiendo algo yenseñando algo». Le supone informadopor Juan Flórez Posada, de cómo marcha lanaciente Escuela de León. PersonalmenteD. Segundo está muy ilusionado y, tantoen teórica como en los talleres, no se pierdeel tiempo «claro está que por lo que a mírespecta las asignaturas tienen que ir al pormayor debido a mi incompetencia y a lafalta de preparación de los muchachos parael estudio de tales materias y a la índole ymagnitud de las mismas; pero repito, noestoy descontento»67 . La correspondenciarevela consultas pedagógicas de SegundoÁlvarez sobre lechería y mantequería, pi-diendo bibliografía y siendo aconsejadopor los hermanos Alvarado hacia obras dela materia como la de Buenaventura Aragó,titulada Fabricación de quesos y mantecas.

D. Segundo se dedicó a la formaciónintelectual, impartiendo el programa cita-do, pero sobre todo a la formación morala sus alumnos incluso cuando ya no esta-ban en la Escuela: «Recuerdos de todostus compañeros, de D. Manuel y de D.Paco que agradece tus recuerdos y te reco-mienda la honradez, laboriosidad y buencumplimiento de todos tus deberes, concuyos títulos nunca les falta a los que losposeen un bienestar, una conciencia tran-quila y la estimación y aprecio de nuestrossemejantes».

Segundo Alvarez fue el conductor deesta Escuela desde su fundación, pero nohay continuidad en sus noticias al Funda-dor desde 1905 hasta 1915, fecha en quesucede la muerte del Fundador que loapreciaba mucho: «¿Cómo voy a negar lasconsideraciones y el trato cordialísimoque conmigo tuvo siempre el venerable

Fundador y todos ustedes hasta la fecha?Ni la absoluta confianza en mí depositadapor todos sin excepción?». Por su parte yen reciprocidad ha correspondido a tandistinguido trato ha «puesto al servicio dela Fundación toda mi actividad, toda mivoluntad, todo mi buen deseo de aciertopara subsanar deficiencias, encauzarlotodo bien u administrarlo con equidad yhonradez»69.

El trato entre Patronos y Maestros esta-ba, pues, basado en el respeto mutuo y en laconfianza. A ella recurre Segundo Alvarezen una carta a D. Gumersindo de Azcárateen la que le pide con gran cortesía que hagavaler su influencia para que la Srta. M a. Be-lén González «muy amiga y apreciada de mifamilia y joven de mucha instrucción y pro-vecho» futura esposa de su compañero dePuerto Cabello, Vicente Tejerina, obtengaplaza en el Colegio Nacional de Sordomu-dos y Ciegos de Madrid. Le dice que con«su valiosa influencia, puede contribuir aque la vara de la justicia no se tuerza en estecaso, haciendo con ello un señalado fa-vor»70. Así lo hizo y más tarde también Teje-rina obtuvo plaza y llegó a dirigir el ColegioNacional de Sordomudos.

D. Segundo fue durante muchos ariosel alma de la Escuela de León, al que suepistolario nos presenta como un hombreculto, pulcro y cortés. Muy humilde encuanto a su persona, extremadamente res-petuoso en las relaciones con el Fundador,Patronos y compañeros. Podemos consi-derarle, ante todo, un buen gestor. La ma-yoría de su correspondencia está destinadaa las gestiones internas y puramente buro-cráticas, que se fueron haciendo progresi-vamente más complicadas con la legisla-ción sobre Beneficiencia y Fundaciones

(67) Segundo Alvarez-Germán Flórez, 4-4-1904. AFSP.(68) Segundo Alvarez-Eugenio Cabero en Rosario (Argentina), 16-3-1911, AA.(69) Segundo Alvarez-Pablo de Azcárate, 28-12-1921, AA.(70) Segundo Alvarez-Gumersindo de Azcárate, 10-6-1904. AFSP.

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privadas. La correspondencia que se con-serva da idea de este volumen epistolar,que será una pesada carga para directoresy profesores. Segundo Alvarez llevará estapesada carga administrativa de forma rá-pida, ordenada y eficaz, aunque tam-bién reclamará por ello la justa compensa-ción económica en los últimos años de suvida.

La enseñanza que impartía D. Segun-do, inspirada en las recomendaciones deCossío y del Fundador estaba en conso-nancia con la ILE y la Escuela Nueva, porlo que en 1906 Adolfo Posada alabó enBuenos Aires la Escuela de León, al ladode la Catedral «por su origen, por su signi-ficación moral, por su finalidad, por todasu orientación»71 . Siempre estuvo muyabierto a las recomendaciones del Patro-nato para introducir mejoras en la Escue-la. Procuraba complementar los aspectosteóricos con nociones agrícolas, como en1905 cuando el Fundador se alegraba deque hubiera salido con los alumnos a me-dir algún terreno. Siguiendo esa tónica en1917 compraba dos máquinas de escribir;una usada para iniciar a los alumnos y unanueva con varios tipos de letra para usoadministrativo.

A la voluminosa gestión oficial de laFundación D. Segundo unió las relacio-nes personales con sus amigos, como Te/e-rina, director del Colegio de Sordomudosy Ciegos de Madrid; políticos, comoEduardo Dato, Octavio Álvarez Carballo oJuan Flórez Posada; familiares, como losHidalgo, los Rodríguez Carreras, los Álva-rez, su familia política, los vecinos y los so-brinos; gestiones comunales para los pue-blos consiguiendo de Eduardo Dato,Álvarez Carballo, Juan Flórez y del propioFundador escuelas nacionales para lospueblos de Pinos, Torrebarrio y San Emi-

liano, carreteras de Puente Orugo a Ven-tana por Somiedo, accesos, etc. En fin unaespecie de factotum que lo mismo com-praba comestibles que papel, o gestionabaen el Gobierno Civil o Militar asuntos delservicio militar de varios mozos de lospueblos citados. A todos atendía, consuma cortesía, quejándose a veces de escri-bir dieciséis cartas en un día.

D. Segundo era muy apreciado por elFundador que no descuidaba la parte hu-mana en su trato con los maestros. En sucorrespondencia con Segundo Álvarez,no faltan las «Memorias a Juana», su es-posa. Con motivo de una enfermedadmental de ésta en 1908 y 1910 invitó almatrimonio a su casa de Madrid, en va-caciones, «para que Juana esté más dis-traída»; y en otra ocasión, dada su delica-da salud, para que la consultara el Dr.Simarro" que decretó su internamientotemporal en un centro mental en Ciem-pozuelos. Juana Rodríguez pasó un tiem-po en el Sanatorio mental hasta que pudoreintegrarse a sus tareas familiares al ladode su esposo, aunque los veranos los pa-saba con los niños en el pueblo de origen,Pinos, donde al morir fue enterrada consu esposo e hijos y reposan los restos detoda la familia.

Los profesores ordinarios de laEscuela de León fueron Segundo Álvarezy Pilar Pascual. Estaban ayudados por elprofesor de Dibujo, el arquitecto muni-cipal, Manuel de Cárdenas, el profesorde Francés, Antonio Escanciano, quienal obtener plaza en la Normal de Valla-dolid fue sustituido por Ángel FernándezLandeira, y los profesores de cerrajería ycarpintería, que fueron sucesivamenteVicente Velilla, Vicente Alumbreros,Cesáreo González, Plácido González yEsteban Martínez.

(71) Luis C. RAMOS: «Escuela Industrial de Obreros», en La Democracia, 30-6-1926.(72) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 2-4-1908. AFSP.

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LABOR DE D. SEGUNDO EN LOSTALLERES

Los institucionistas concedían gran im-portancia a la formación manual, de talle-res, lo que explica su presencia en laEscuela de León, según expresa AdolfoPosada: «Una escuela de Artes y Oficios,una escuela profesional cualquiera, sin ta-lleres, es ridícula; sin laboratorio, inútil,como instrumento de conquista en la lu-cha comercial e industrial del mundo. (...)el maestro del obrero no puede perder devista el porvenir profesional de éste, y eseporvenir está casi siempre al lado del pa-trono, en el taller o en la fábrica».

Cossío y el Patrono Leopoldo Pala-cios abogan por una formación del obreropara una profesión manual especializada,en un momento en que se carecía de estetipo de escuelas. En [a época de la funda-ción era indispensable proporcionar alobrero una enseñanza complementaria dela primaria y una adecuada enseñanza deoficios que le facultaban para desenvolver-se en la vida con dignidad.

Recién inaugurados los talleres de LaEscuela Sierra-Pambley fueron visitadospor los representantes de Hacienda, D.José M a . Lázaro y D. Mariano Santos,«para informar respecto a si este edificiodebía ser exento de tributación por dedi-carse a la enseñanza. Parece que han salidobien impresionados y justamente dispues-tos a informar favorablemente,>. Así fue,de tal manera que la clasificaron como unestablecimiento de segunda enseñanza yde artes y oficios. D. Segundo se lo comu-nicó a Germán Flórez, que le pidió querespondiese al Jefe de trabajos de Geogra-fía y Estadística de la Provincia de León.

D. Domingo Suárez: «Al acusar a Vd. re-cibo de su atto. oficio acompañado de lacédula para estadística, me perdonará lemanifieste que en esta Escuela no se danestudios de 2a . enseñanza ni tampoco dearte y oficios, sino que se da una l a . ense-ñanza ampliada para trabajar los alumnoscon alguna práctica de taller».

La selección de los profesores de talle-res la realizó el propio D. Segundo al queel Fundador le pidió al abrir la escuela queconvocase a los ebanistas y cerrajeros de laciudad para seleccionarlos. El taller decarpintería estuvo regentado desde sus co-mienzos hasta 1907 por Vicente Velilla,que enseñaba a los alumnos el oficio decarpinteros a la vez que iban construyen-do estanterías para la futura biblioteca,que se nutrió con obras selectas, productode pedidos a las Cámaras de Industria yComercio, y de periódicos venidos de Pa-rís. El Fundador pidió a Velilla que apren-diese el torneado en el verano de 1905,que él le abonaría lo que costase ya que de-seaba becar el perfeccionamiento de susprofesores'. Así se hizo, abonando susgastos al tornero en septiembre.

El taller de Carpintería de León, talcomo establecía su Rellamento, realizabatrabajos con preferencia para otras Escue-las de la Fundación, pero también paraparticulares que pagaban sus trabajos; losalumnos y profesores percibían el rendi-miento, excepto el 10% que queda parabala reparación de las máquinas. Para laEscuela de Villablino, en la que VenturaAlvarado se hallaba experimentando la fa-bricación de quesos y mantecas, realizó eltaller de Carpintería de León cajitas paraembalarlos. También se hicieron puertas,ventanas para sustituir las deterioradas en

(73) A. POSADA: « Notas sobre enseñanza», en BILE, 1907, tomo 31, pp. 69-71.(74) Segundo Álvarez-Paco Sierra, 3-13-1903. AFSP.(75) Segundo Álvarez-Germán Flórez, 6-5-1904. AFSP.(76) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 25-7-1905. AFSP.

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otras escuelas —como la de Hospital—,estanterías para bibliotecas, etc.

El taller de cerrajería tuvo hasta 1906un discreto maestro que manifestó su de-seo de irse, aunque el Fundador le ofreciósubir el sueldo. Como persistió en mar-char, D. Segundo buscó en los talleres dela Estación un cerrajero, Vicente Alum-breros, procedente de Bilbao, que enseña-ba a sus alumnos el trabajo de forja y ce-rrajería, gracias al cual se colocaronmuchos alumnos tanto en Madrid, comoVíctor Sandoval, como en América, tal esel caso de Eugenio Cabero. El taller de ce-rrajería fue objeto de modificaciones yarreglos de albañilería hasta 1907. En suafán de beneficiar a las Escuelas y de inde-pendizarlas, el propio D. Paco desea sertratado como uno más al encargar un ce-nador para él: «Cuando los cerrajeros notengan que hacer que se ocupen del cena-dor cuyo croquis les adjunto. Debe tenersolo 12 barras de hierro de 1,80 m. de altoque han de ser emplomadas a 12 piedrasde un pie cuadrado. Repito no es urgente.Debe prescindirse de los circulitos rojos yatender únicamente a los marcados continta»". En la realización del cenador losalumnos y el profesor de cerrajería busca-ron enriquecerlo con algunos detalles deadorno. El Fundador lo descarta y buscaque se haga de la manera por él indicada,pues ha de resultar «más económico». Eltrabajo realizado es, según el mismo D.Paco, «para uno particular y por consi-guiente de pago»78 . Lo mismo ocurre enfebrero de 1905 con el tubo de la estufa dela casa fundacional que se había caído; pi-dió que los alumnos hicieran otro «ano-tando el importe de la mano de obra en el

fondo de los chicos». Sólo los trabajospara uso de las Escuelas eran gratuitos, y elsevero D. Paco no se acogía a esa norma.Este fondo era repartido por igual entre elmaestro y los alumnos al terminar la pro-moción.

En los talleres realizaron los alumnostodo el mobiliario para la clase de chicas afinales de 1906 para abrirla en 1907, arma-rios para Hospital, para las casas del Fun-dador y para particulares. Aunque hacíantrabajos para fuera, como las mesas y sillasde alguna Academia, antes debían repararlos bancos y sillas de su propia escuela.Realizaron verjas como la del ex-alumnoManuel Arias, que aún puede hoy admirar-se en Villager de Laciana. Sin embargo nose atrevieron a realizar en hierro los tinterosy almohadillas para la Escuela de Niñas portemor a que les salieran mal; el Fundadorlos envió desde Madrid".

La enseñanza en los talleres iba acom-pañada de orientaciones éticas y moralesque orientasen la vida de sus alumnos in-cluso años después: «Nunca me olvidaréde todos sus consejos y de todo lo que hahecho por mí, sobre todo cuando nos de-cía que nunca trabajaríamos para nosotroscomo entonces, yo no lo comprendíabien, porque todavía no sabía lo que era eltrabajo, pero hoy que lo comprendo digocuanta razón tenía»".

El profesor de carpintería VicenteVelilla se fue a Argentina en 1907, insta-lándose en Juín, desde donde enviaba sa-ludos a sus alumnos. Lo sustituyó Cesá-reo González Marcos, hijo de Felipe yDamiana, nacido el 1 de noviembre de188781 , y uno de los mejores alumnos dela primera promoción. Desde octubre de

(77) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 2-4-1908. AFSP.(78) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 12-5-1908. AFSP.(79) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 15-12-1905, 19-12-1905 y 24-1-1906. AFSP.(80) Eugenio Cabero-Segundo Álvarez, desde Rosario 2-2-1911, AA.(81) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 26-5-1922. AFSP.

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1907 se incorporó a la Escuela, desarro-llando su labor al frente del taller de car-pintería durante muchos años de formadiscreta y muy coordinado con las ins-trucciones de D. Segundo.

Para recibir preparación específicaacudió en los veranos de 1907 y 1908 a SanSebastián y a Madrid dos meses cada ariobecado por el Fundador para que apren-diese lo más moderno en diversos talleresde carpintería, entre ellos el del Sr. Urcolaque le había buscado Cárdenas: «El talleren que estoy practicando es solamente demaquinaria aplicable a la carpintería, nopudiendo aprender otra cosa que el mane-jar las piezas que han de ser trabajadas porlas distintas máquinas que hay, pero sinque pueda detenerme a examinar el mon-taje de las mismas y el porqué de su funcio-namiento a causa del mucho trabajo quehay que no permite parar una máquinapara estudiarla. También hay torno, perocomo es mucha lo obra de torno que hayno puede el tornero detenerse a enseñarmea practicar en él»". Se muestra muy con-tento de aprender «porque se trabaja conperfección que estimula el sacar el mayorfruto posible cumpliendo con el deber aque por gratitud estoy obligado»83.

El método que seguían en estos cursosde perfeccionamiento se lo describía a D.Segundo para que informara a D. Paco:«ver durante unos días como trabajan enuna máquina y luego trabajar yo en la quehe visto hasta trabajar en ella con libertad,igualmente me ha sucedido con las cuchi-llas de la primera máquina» 84 . En el veranode 1908 Cesáreo fue a Bilbao y a Madrid,

donde estuvo dos o tres días hospedado enla casa de D. Paco y luego vivió un mes enuna pensión, asistiendo a un taller con de-partamentos de ebanistería, tapicería, sille-ría, talla, incrustaciones de piedra y meta-les, etc., admirando siempre el orden enque se trabaja". El maestro era conscientedel favor que le hacían y procuraba corres-ponder con el mayor aprovechamiento po-sible del tiempo, aprendiendo el manejo deaplanadoras, acuchilladoras, tornos y otrasmáquinas que luego se instalaron en León.Desempeñó silenciosamente sus funcionesbajo la Dirección de D. Segundo, pidiendosolo una vez aumento de sueldo en 1923por medio de D. Segundo. Cossío lo estu-dió y resolvió favorablemente86.

En 1910, Alumbreros, maestro de ta-ller de cerrajería, marchó a América. Ha-bía tenido problemas de comportamientocon los alumnos 87 , además de no acatar lasórdenes del Director por lo que fue despe-dido por D. Segundo y emigró a América,donde ni siquiera querían verlo sus alum-nos. Conocido el motivo del cese por elFundador, D. Paco respalda a SegundoÁlvarez: «Usted como director de esaEscuela, ha indicado las personas que de-bían estar al frente de los talleres, y tiene eldeber como tal director de cuidar de quecumplan con el suyo. Si el Sr. Alumbrerosno obedece las ordenes de Vd. tendrá quecesar, y desde luego, ha cesado pues nopuedo consentir que ahí se haga otra cosaque lo que dispone el Director, que espara mí el único responsable»88.

Segundo Álvarez buscaba sustituto ypropuso a Esteban Martínez Villalobos,

(82) Cesáreo González-Segundo Álvarez, 25-7-1907, AA.(83) Cesáreo González-Segundo Álvarez, 15-8-1907, AA.(84) Cesáreo González-Segundo Álvarez, 25-7-1907, AA.(85) Cesáreo González-Segundo Álvarez, 7-8-1908, AA.(86) Cossío-Segundo Álvarez, 7-2-1923. AFSP.(87) Eugenio Cabero-Segundo Álvarez desde Rosario 5-2-1913. AA.(88) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 24-11-1910. AFSP.

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antiguo alumno, pero el Fundador lepidió que si no había nombrado a Martí-nez Maestro Cerrajero no lo nombrara,haciéndolo con una persona que acompa-ñaba a Miguel Castaño, a la sazón Alcaldede León, que venía de Bilbao con buenasreferencias sobre su competencia. D. Pacoadvirtió a D. Segundo que lo nombraseinterinamente y le informase de las horasde taller y de todas sus obligaciones y suel-do". D. Segundo aceptó la propuesta e in-formó al recomendado de Miguel Casta-ño que podía ir a desempeñar la plaza,aunque el Fundador le previno que lonombrara interinamente, «pues dudo quesirva para la clase de trabajos que hay quehacer ahí»". Este comenzó su labor en di-ciembre de 1910 con muy buenos resulta-dos, ya que en febrero de 1911 SegundoAlvarez informa al Fundador de las bue-nas condiciones del nuevo maestro cerra-jero: «Me alegro mucho de que el maestrocerrajero se porte tan bien»; y un mes mástarde, «aunque Vd. nada me dice delmaestro cerrajero, supongo irá haciéndosea las costumbres de la escuela y cumplirácon sus deberes»'. Ese año se hace un en-sanche del taller y se marcha el nuevomaestro. En abril de 1911 lo reemplazó elSr. Tascón, pero el Fundador, después decinco meses a prueba, lo sustituye, «sinduda porque los viejos somos demasiadoexigentes». Al finalizar el curso dejó la es-cuela y en septiembre de 1911 fue nom-brado maestro del taller de cerrajería Este-ban Martínez Villalobos, hijo de Estebany Teresa, nacido el 29 de diciembre de

1890 y alumno aventajado de la primerapromoción92.

La excesiva trepidación que producíanlas máquinas de carpintería movidas eléc-tricamente al igual que algunas de forja,decidió a D. Segundo a pedir que se cam-biase la transmisión de las antiguas máqui-nas en 1916. El Patronato aceptó el cam-bio y en 1917 probaron los cambios detransmisores «y resultó bien, funcionandotodas las máquinas perfectamente sin sen-tirse en los salones la menor trepidación»".En 1925 se decidió cambiar de nuevo lasmáquinas por otras más modernas. Cossíoencargó vender las antiguas a Luis Azcára-te, que consiguió por ellas 6.000 pts. 94 Lasnuevas máquinas gastaban más energíaeléctrica y el cupo de la casa no daba paraello, originando nuevos gastos que Cossíorecrimina afablemente: «Talleres, ya veoque toca a su fin, y que según Vd. nos pasa-remos del presupuesto. ¡Infame, como noes Vd. el responsable ni d que tiene que darcuenta al Protectorado! Enterado del con-flicto energía eléctrica. ¡Pero hombre! ¿Có-mo no haber contado con eso? Lo de todaslas empresas españolas. Se monta una granindustria que va a producir millones y lue-go resulta que falta la 1 a . materia. ¡Ay! ¡Quéingenieros!»95 . La falta de previsión irritabaa Cossío que se veía al frente de un proyec-to que le ilusionaba y le fallaban aspectosmenores que le impedían funcionar.

Solucionados los problemas eléctri-cos, Cossío en su visita de junio manifes-taba su satisfacción por el funcionamientode los talleres. Los trabajos encargados se

(89) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 29-11-1910. AFSP.(90) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 1-12-1910. AFSP.(91) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 4-2-1911, AA.(92) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 26-5-1922. AFSP y Segundo Álvarez-Carlos /Manch,

2-4-1907, AA.(93) Segundo Álvarez-Gumersindo Azcárate, 15-2-1917, AA.(94) Coss(o-Luis Azcárate, 20-12-de 1924. AFSP.(95) Coss(o-Luis Azcárate, 21-1-1925. AFSP.

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acumularon durante la renovación de lasmáquinas y los profesores y alumnos de-seaban realizarlos en las vacaciones del ve-rano, solicitando permiso de Cossío, queduda: «Surge en mi espíritu esta cuestión:Será lícito que la Escuela trabaje en vaca-ciones, además para particulares? Podíadar esto motivo a reclamación de obrerosy casas patronales? Veánlo Vds. y estemosprevenidos. Cierto que lo viene haciendoen pequeña escala»'.

Los trabajos de los talleres a veces in-cluían la carpintería y forraban las aristascon hierro, en puertas, arcones y ventanas,consiguiendo trabajos de calidad e inte-grando y coordinando ambos talleres. Elprofesorado de éstos fue muy estable, si-guiendo Cesáreo González hasta su muerteen 1928. Lo sustituyó por Plácido Gonzá-lez y ambos continuaron en la posguerra.

Estos talleres prepararon durante mu-chos años los mejores carpinteros y herre-ros de la provincia de León, con acredita-da fama, suponiendo un enormebeneficio para los obreros y la gente hu-milde en general, ya que además de estu-diar y aprender un oficio de forma gratui-ta se ponían en contacto con el mundo dela cultura y estaban capacitados para ga-nar su sustento con empleos por cuentapropia o empleados en esas dos ramas delas que tanto el ferrocarril como las em-presas particulares efectuaban demanda.

CAMBIOS EN LA ESCUELA DE LA FSP DELEÓN DESPUÉS DE LA MUERTE DELFUNDADOR

La muerte de Francisco Fernández Blancode Sierra Pambley en enero de 1915 abría

muchas incógnitas en la obra fundacionalque llevaba su nombre. Muy pocos cono-cían el enfado entre tío y sobrino en el ve-rano de 1914 como Benjamín, el caserodel Fundador: «Por aquí no se habla deotra cosa entre montañeses y leoneses quede lo ocurrido entre D. Paco y D. Juan»97.

Segundo Álvarez, Director de laEscuela de León, a la muerte del Funda-dor se dirilió con toda prontitud a JuanFlórez, enviando el estado de cuentas, el 1de febrero de 1915; en ella le dice que,como daba cuenta de la Escuela cada mesal Fundador, cree su deber seguir hacién-dolo con el Patronato: «Como de él formaV. parte, siendo, o debiendo ser al mismotiempo el sucesor del ilustre finado, medirijo a V. dándole cuenta de los asuntosde la Escuela y de los particulares»".

Juan Flórez contestó el 5 de febrero alas cuestiones expuestas por D. Segundoordenando cerrar la cuenta y enviarle ex-tracto de la misma, autorizándoles a usarpapel de luto. Respecto de las suscripcio-nes caritativas que el Fundador pagaba, lepidió información de cuáles eran. Se trata-ba de la Asociación de Caridad, la Socie-dad Filarmónica, el sueldo del Ama de lla-ves, las Cantinas escolares y el fondo dereserva de la Escuela Industrial de Obre-ros. Consultaba D. Segundo que debíahacer con el fondo de reserva .destinadopor el Fundador a asegurar el cobro desueldos de los profesores si no llegaba elcupón por el banco, o para hacer algunareparación de importancia". El personalde la casa de León estaba compuesto en1915 por Carmen, el ama de llaves, el cria-do, Genaro Bardón, la criada Trinidad delValle y el montaraz Eladio Rubio. Este te-nía excusas de ganado y fincas, con las del

(96) Cossío-José de Caso, 16-6-1925. AFSP.(97) Benjamín Acevedo-Segundo Álvarez, 22-11-1914, AA.(98) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 1-2-1915. AFSP.(99) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 9-2-1915. AFSP.

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Fundador y los otros solían recibir propi-nas del Fundador. Todo esto unido a lossueldos de los maestros se lo envía D. Se-gundo a Juan Flórez para que se hicieracargo de la administración.

Juan Flórez pidió a D. Segundo queobtuviera todos los documentos posiblesque acrediten la propiedad de D. Paco so-bre la casa, fincas y Monte de la Media Le-gua. Las últimas estaban amillaradas enLeón y el Administrador de Haciendanegó a Segundo Álvarez personalidad parasolicitar el líquido imponible y la propie-dad, ya que sólo tenían esa facultad los he-rederos y testamentarios"). Más tarde D.Segundo, en su afán por ayudar a ponerseal día a Juan Flórez, le incluyó los totaleslíquidos de las cuentas de la Fundaciónque ascendían a 450.000 pts. Ese año Se-gundo Álvarez tuvo problemas para co-brar el cupón correspondiente a los pagosde personal y donaciones de abril de1915, ya que necesitaba documentos quelo acreditasen como representante. Ruegaa Juan Flórez o al Patronato que lo haganefectivo en Madrid y se lo envíen paraatender los gastos ordinarios de la casa.

La muerte del Fundador, precisamen-te cuando iba a modificar el testamento enque desheredaba a su sobrino hizo creeren la validez del testamento ológrafo.D. Gumersindo, albacea testamentario,anunció al Ayuntamiento de León y a laDiputación sendos legados para el Asilode Caridad y la construcción de un nuevohospital provincial'°'. En la Diputación yen la prensa surge la idea de dedicar aD. Paco un monumento y un homenaje,

formándose al efecto una comisión popu-lar de la que D. Segundo formaba parte.Juan Flórez le rogó al Director que no to-mara parte activa en el monumento alFundador proyectado por el periódico LaDemocracia, aunque podía contribuir siquería. D. Segundo le comunicó su inter-vención en la comisión: «No supe negar-me a concurrir a la reunión en la Diputa-ción para la cual fui invitado; ni a formarparte de la Comisión que se nombró parallevar a cabo un homenaje que perpetúe lamemoria del ilustre finado. Por tal falta,acepto y me resigno al castigo que se meimponga»'" 2 . Con dos proyectos posiblesde monumento y homenaje se conoció enla ciudad la anulación del testamento oló-grafo que decepcionó y enfrió los ánimos.

La actividad de la comisión para el ho-menaje se ralentizó, _pero seguía la idea,puesto que Segundo Alvarez comunicaba alPatronato que en abril de 1918 la suscrip-ción estaba entre siete u ocho mil pesetas:había contribuido el Congreso de Diputa-dos, con dos mil pts.; el Senado, con mil;con otras mil, Rodríguez Hermanos". Enenero de 1919 la Comisión había ultimadolas suscripciones consiguiendo una cantidadglobal de 9.500 pts., por lo que indicaba alPatronato si deseaba contribuir con algo.El Patronato decidió participar en la sus-cripción con la misma cantidad que elCongreso, que era la mayor contribución,añadiendo otras dos mil pts. que fueron de-bidamente justificadas en las cuentas". Lacomisión encargó a Segundo Álvarez que seinformase del tipo de homenaje que fueramás del agrado del Patronato".

(100) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 15-5-1915. II. AFSP.(101) W. MERINO: «H istoria de un año: la ciudad de León en 1915,» en Tierras de León, 85-86

(1991-92), pp. 10-11.(102) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 1-3-1915. AFSP.(103) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 6 y 11-5-1918. AFSP.(104) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 17 y 24-1-1919. AFSP.(105) Segundo Álvarez-Cayo de Azcárate, 31-1-1919. AFSP.

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No sólo D. Paco fue homenajeado a sumuerte en León. En 1915 Pablo FlórezHerqüés y su esposa María Cruz Llamas,abuelos paternos de Juan Flórez, donaronla casa Asilo de la Beneficencia al Ayunta-miento de la capital que la recibió con gra-titud y entusiasmo, nombrando a todos loshijos del matrimonio hijos predilectos deLeón y dándole el nombre del benefactor ala calle que habitaban y que aún lo conser-va. D. Segundo felicita a Juan Flórez: «Feli-cito a V. cordialmente, en la parte honrosaque le corresponde, por la espontánea ygrandiosa manifestación de todo el puebloleonés a la familia de «Los Flórez» al recibirla Casa-Asilo ayer este Ayuntamiento»"K'.

Durante todo el año 1915 SegundoÁlvarez siguió dando cuenta de la marchapormenorizada de la Escuela a Juan Fló-rez: administración, permisos de profe-sores y marcha de Escanciano profesor deFrancés, por haber obtenido plaza poroposición en la Normal de Valladolid 107•Para la plaza de Francés vacante propusoSegundo Álvarez a un ex-alumno de lapromoción anterior, Ángel FernándezLandeira de Llano, natural de Santa Lu-cía, había nacido el 30 de septiembre de1890 y era hijo de Benigno y Josefa. Aun-que no tenía título, D. Segundo justificósu propuesta en que hablaba muy bienfrancés, que le tenía mucha afición y ade-más siempre podrían reemplazarlo si nolo consideraban con aptitudes y compe-tencia para el cargo i °". El propuesto ocu-

pó la plaza interinamente desde el 1 deenero de 1916 con 50 pts. como sueldo,en lugar de las 60 que ganaba su antece-sor, y ocupó la plaza de francés hasta1927 con la llegada de Valls. Compartíaesa docencia con la titularidad y la direc-ción de la Academia Landeira que poseíalocales en la calle Cascalería, 11-3°. y enLa Robla; en ella se preparaba para elInstituto, Magisterio, Escuela de Comer-cio, Oposiciones, Francés, Inglés, Con-tabilidad y Mecanografía. En 1916 seampliaron las vacaciones de verano a mesy medio en lugar de un mes.

Con la muerte del Fundador ocupó lapresidencia del Patronato de la fundaciónSierra-Pambley Gumersindo de Azcárate,amigo personal del Fundador, que le ha-bía asesorado en las cuestiones jurídicas yle había llevado a Giner de los Ríos paralas pedagógicas. D. Gumersindo tomó lasriendas de Sierra-Pambley en su doblecondición, de albacea testamentario yPresidente del Patronato. Las cuestionestestamentarias amargaron sus últimosaños. Falleció en 1917 y le sucedió en laPresidencia del Patronato Manuel Barto-lomé Cossío.

Hasta septiembre de 1916 el Patrona-to no deslindó los poderes con Juan FlórezPosada. El testamento indispuso al Patro-nato con el heredero y éste dejó de asistira las sesiones; el Patronato pidió a losmaestros que en adelante se dirigieran aél; obedeciendo las órdenes, D. Segundo

(106) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 12-7-1915. AFSP. La gratitud de la ciudad de León al abue-lo de Juan consta en la dedicación de la calle Pablo Flórez, junto a la Catedral, y de la cuál humorísticamente nosdecía uno de los actuales Patronos que continuaba con el nombre, por ignorar los sucesivos alcaldes franquistas,quién podría ser esa persona.

(107) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 21-10 y 3-11-1915. AFSP.

(108) Segundo Álvarez-Juan Flórez Posada, 6-11-1915. AFSP. Ángel Fernández Landeira cursó Magis-terio en Madrid sin terminarlo por lo que pidió el ingreso en la Escuela de Magisterio de León en 1931 y conva-lidó los cursos presentándose a la reválida y obteniendo el titulo en 1932. Había hecho prácticas con el maestrode La Robla Evelio Díez García en 1927 y 1931. Archivo de la Escuela de Magisterio de León. El anuncio de laAcademia Landeira dirigida por este profesor, que también era Agente Consular de Francia y Contable de variascasas comerciales, puede verse en la obra de J. MORILLE: La provincia de León. Toledo, 1928, p. 91.

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le dirige la carta de pésame en el aniversa-rio de la muerte del Fundador y le pidefondos para liquidar los sueldos de los seisprofesores que impartían clases: D. Segun-do, Da . Pilar, Manuel de Cárdenas, AngelFernández, Cesáreo González y EstebanMartínez. Asesorados por Gumersindo deAzcárate intentan una Mutualidad EscolarIndustrial de Obreros Sierra-Pambley. Lainfluencia del Instituto de Reformas So-ciales que D. Gumersindo Presidía estápresente en esta intención. El Reglamentose aprobó en febrero de 1916109.

En 1917 se proyectó reparar la casadel Fundador y la escuela de León. Segun-do Álvarez hizo la propuesta de las repara-ciones y reformas necesarias en una exten-sa nota que incluía obras en las Escuelas yen la casa del Fundador. En ésta la obraabarcaba la reparación profunda de los te-jados, arrellar el alero, poner dos luces enel desván, instalar canelones de cinc, pin-tar el alero, persianas, miradores y puertasexteriores; revocar de cemento 144 In.cuadrados; y un lavado de imposta, con locual la obra en la casa del Fundador im-portaba 1.812 pts. En la escuela necesita-ban instalar agua, poner llaves y ahondarel pozo, cambiar e instalar el motor porotro eléctrico con bomba, a instalación deun lavabo y urinario, todo lo cual ascendíaa 1.400 pts."°. Al presupuesto de Cárde-nas, el Patronato le hizo algunos recortes yautorizó las obras, que se unieron a las decambio de los sistemas de transmisión delas máquinas de los talleres, pues produ-cían ruido y trepidación que molestaba alos alumnos en clase. Un ario más tarde se

iniciaban las obras de la Biblioteca Azcá-rate.

El Patronato seguía con interés lasobras y D. Segundo le pidió a su compa-ñera en su viaje a Madrid que visitara aAzcárate: «Por D a . Pilar se informará V.de cómo van las obras, y de cómo hemosido sorteando menos mal los entorpeci-mientos que ellas producen, para que nosufrieran interrupción las clases»"'. Lasobras —presupuestos y dirección de lasmismas— estuvieron a cargo del Arquitec-to Municipal Manuel de Cárdenas profe-sor de Dibujo de la Fundación.

En la Escuela de León se pasó en1915 de la contabilidad personal delFundador a rendir cuentas al Patronato,la Junta de Beneficencia y la Testamenta-ría, con una minuciosidad extremada enla que el menor gasto debía ser justifica-do. Se formalizaron los presupuestosanualmente, se limitaron los gastos de lascasas y los criados, los del material de en-señanza, y se exigieron nóminas para elcobro del salario de los profesores. Gu-mersindo de Azcárate pidió a SegundoÁlvarez que centralizase los gastos e in-gresos del resto de las Escuelas y del per-sonal de servicio, que siguió cierto tiem-po en las casas del Fundador, queriendocon ello cumplir su voluntad de que per-manecieran «abiertas». Se hizo un inven-tario de las alhajas que guardaba el Fun-dador en León «en el archivo Norte deuna cama». Con acta notarial D. Segun-do las entregó al Sr. Oliver y al Monte dePiedad de León para su custodia por seismeses'''.

(109) Segundo Álvarez-Gumersindo de Azcárate, 29-2-1916. Gumersindo de Azcárate-Segundo Álva-rez de 26-1-1916. AFSP. El estudio de la Presidencia del Patronato por Cossfo puede verse en 1. CANTÓNMAYO: «Manuel Bartolomé Cossío y la Fundación Sierra-Pambley», en Tierras de León 76 (1989), septiembre,pp. 1-17. El Estudio de otro de los Patronos, Ricardo Rubio puede consusltarse en 1. CANTÓN MAYO: «RicardoRubio y la Fundación Sierra-Pambley», en Tierras de León, 84 (1991), junio-septiembre, pp. 59-75.

(110) Presupuesto original de gastos de la FSP de León.(111) Segundo Álvarez-Gumersindo de Azcárate, 26-12-1916 y 15-2-1917. AFSP.(112) Segundo Álvarez-Cayo de Azcárate, 17-1-1918. AFSP.

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La muerte de Gumersindo de Azcára-te a finales de 19 17 planteó nueva incerti-dumbre. Segundo Álvarez pregunta:¿Quién es el presidente del Patronato? ¿Aquien debo dirigirme? Primero los maes-tros se dirigieron para la administración aCayo de Azcárate, hermano de Gumersin-do, y más tarde se nombró Administradora su hijo y Patrono, Pablo de Azcárate"Los maestros de taller, dibujo e idiomasólo cobraban 11 meses hasta 1917, enque el Patronato les abonó los doce, deci-sión justa para Segundo Álvarez, que se loagradece al Patronato. La medida benefi-ciaba a Cárdenas, Fernández, González yMartínez, que agradecieron esta deferen-ciam.

En octubre de 1918 una fuerte epide-mia hizo cerrar provisionalmente, por or-den del Gobernador, la Escuela de Leóncerca de un mes. La epidemia afectó a va-rios alumnos, a D a . Pilar y su sirvienta, ala hija del conserje y a una hija de Segun-do Alvarez n5. Afortunadamente tenían yaavenencia con D. Olegario LLamazares,conocido médico leonés.

La administración centralizada noera una labor grata para D. Segundo:«Además de ser algo repulsivo (y digoalgo por ser asunto de la Fundación denuestro inolvidable y queridísimo Fun-dador, porque en otro caso se me haríarepulsivo del todo el fiscalizar y depurarestas cuentas...»" 6 . El juntar los justifi-cantes de gastos e ingresos de todas lasescuelas con partidas pequeñísimas, aveces menores de 100 pesetas, era unasunto complicado y denso; los recibosdebían de ser de cada trimestre y había

que cuadrar las cuentas al céntimo. Cos-sío le agradecía su eficiencia: «Llegaroncon su habitual puntualidad ultra mate-mática en Vd. el mismo día 1 . . de enerolas cuentas y quedamos enterados detodo lo que Vd. dicen acerca de ellas»117.

Segundo Álvarez había realizado uningente trabajo (clasificado en tres aparta-dos: contable y habilitado general de 1915a 1922, formular las cuentas generales portriplicado y administrar los bienes deLeón) y solicitó conocer su retribuciónpor el trabajo extra, para incluirla en lospresupuestos anuales: «Deseo, natural-mente que se aprecien tales trabajos en sujusto valor, ya que la Fundación no es po-bre y puede pagarlos, y yo no soy rico, vi-viendo del producto de mi trabajo, quesiempre fue suficiente para atender a lasnecesidades de mi hogar, menos estos últi-mos arios que me he visto precisado amermar mis pobres ahorros de toda mivida»" 8.

La solicitud de retribución económi-ca no fue muy bien vista por el Patronato,que recriminó a Segundo Álvarez su inte-resada actitud. Este, en carta de 28 de di-ciembre de 1921, se disculpó con Pablode Azcárate y admitió que para él era unhonor la consideración del Patronato ha-cia su persona al encomendarle este traba-jo. Retiró las frases que habían molestadoal Patronato, alegando que él había puestoal servicio de la Fundación toda su activi-dad y voluntad, administrando con equi-dad y honradez. Ante la petición de que seseñale a sí mismo retribución, acordó fi-jarla con Pablo de Azcárate en su visita aLeón.

(113) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 23-12-1917. AFSP.(1 1 4) Segundo Álvarez-Cayo de Azcárate, 17-1-1918. AFSP.(115) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 15-10-1918. AFSP.(116) Segundo Álvarez-Cossío, 16-2-1921. AFSP.(117) Cossío-Segundo Álvarez, 15-1-1921. AFSP.( 1 1 8) Segundo Álvarez-Pablo de Azcárate, 20 y 28-12-1921. AFSP.

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LA DIRECCIÓN DE D. SEGUNDO Y LA

SECCIÓN DE NIÑAS

Desde sus comienzos con los chicos, laEscuela de León había previsto una sec-ción de niñas en el Reglamento de 1902.Las condiciones eran las mismas que las delos chicos y el número de veinticuatro, cu-yas mesas y sillas se hicieron en el taller decarpintería de la Escuela supervisadas per-sonalmente por el Fundador: «El salóncuyos balcones dan a la calle, debe tener14 mesas dobles para 28 personas, con 28sillas sueltas, todo de igual forma a lo queV. ha visto en órbigo. La mitad de las me-sas y sillas, que tengan igual altura a la ma-yor que tienen las de órbigo, y la otra mi-tad un poco menos, muy poco. Debehacerse un armario igual al que tiene V. ensu clase, pero mesa no mande V. hacerlapues quiero yo estar ahí»".

Se trataba de preparar la Escuela pararecibir a las alumnas: una aula con 24plazas, idéntica a la de los chicos que pa-saban a la nueva aula, mientras las chicasocupan la que hasta entonces era de chi-cos. La influencia de Ricardo Rubio, quehabía publicado y estudiaba aspectos deHigiene y Organización Escolar, referi-dos a la altura del pupitre para evitar es-coliosis fueron tenidas ya en cuenta porD. Paco al elaborar el mobiliario de ni-ñas.

El 7 de enero de 1907 se realizó elexamen de ingreso de la primera promo-ción de chicas, a las que se pidió que tu-vieran doce años cumplidos y quince sincumplir; que hubieran nacido en Leónellas o sus padres y fueran hijas de obre-

ros; que supieran leer, escribir y lascuatro reglas de cuentas; en igualdad decircunstancias eran preferidas para el in-greso las más pobres. El material de ense-ñanza, al igual que el de los chicos, eragratuito' 2() Hubo muchas solicitudes,cosa que alegró a D. Paco, y selecciona-ron 24 niñas. En la siguiente promociónya se admitieron 28. Las promocionesfueron cada tres años.

La primera profesora de niñas deLeón fue Da. Pilar Pascual del Ojo, quellegó a la ciudad el 1 de enero de 1907 consu madre y una criada; el Fundador dispu-so que la recibiese su compañero SegundoAlvarez, y que le buscara una posada hastaque llegasen sus muebles y se instalara enla Escuela. Su sueldo eran dos mil pts.anuales'''. Las atenciones de D. Paco Sie-rra con la Profesora le hicieron escribirpor dos veces a D. Segundo para que leproporcione todo lo necesario, y que sepersonase a recibirla en la Estación'''. Másadelante le autorizó el carbón para su usoparticular, en las mismas condiciones enque lo tenía Segundo Álvarez'23.

Con la admisión de las alumnas seplantean dudas acerca de la expresión «hi-jas de obreros». El Fundador saca de du-das a Segundo Álvarez, haciendo una in-terpretación amplia y generosa: «Debenconsiderarse como obreros los GuardiasCiviles, y pueden ser admitidas a examenlas hijas de ellos e ingresar en la Escuela sireúnen las demás condiciones» 124. No estan generoso con hijas de personas aco-modadas, incluso conocidas suyas, que re-chaza por no cumplir las condiciones cita-das: la sobrina del Sr. Mariano «si no es

(119) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 19-12-1905. AFSP.(120) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 18,24 y 29-12-1906. AFSP.(121) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 23-1-1907. AFSP.(122) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 29 y 30-12-1906. AFSP.(123) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 4-1-1907. AFSP.(124) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 10-1-1907. AFSP.

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nacida en León o alguno de sus padres, nopuede ser admitida a examen»12S.

Las referencias a las chicas son escasasen la abundante correspondencia de Se-gundo Álvarez con el Fundador y demásPatronos. Las chicas llevaron una existen-cia un poco a la sombra de la sección mas-culina. Pero además del aprendizaje delcorte y confección, costuras y bordados,pronto se destacaron por sus éxitos en losestudios, principalmente en las Escuelasde Magisterio y Comercio.

Ante el silencio de la sección de niñas,D. Paco le pregunta a D. Segundo en1908: «Nada me dice V. de las chicas, ydeseo saber si V. sigue teniendo buenasimpresiones de las profesoras de la Nor-mal»' 26 . El Fundador les envía en 1911por correo un paquete de periódicos fran-ceses para que «vayan aprendiendo a cor-tar». En 1912 también remite periódicos,para que las chicas tengan donde aprendera cortar camisas 127 , cuestión más útil quelos bordados, que le parecían banales alFundador.

La Profesora intentaba responder a lasnecesidades más habituales de sus alum-nas insistiendo de modo general en elaprendizaje de la costura, y cuando D.Gumersindo le propone que las enseñe aescribir a máquina ella dice que «dada lacondición social de las alumnas sólo po-drá ser útil a muy pocas, pues al salir de laescuela las más se dedican a modistas osastras y los quehaceres propios de la casa;les sería pues, más útil la máquina de co-ser» 128 . D. Gumersindo estuvo de acuerdoy el curso 1917-18 se adquirió la máquina

de coser para las alumnas. Pilar Pascual pi-dió autorización para aprender ella mismaa usar la máquina de escribir, concedién-doselo D. Gumersindo, al que informabade las bajas de alumnas y de las incidenciasde la Escuela con todo detalle 119 . A estaclase de niñas asistieron las hijas de D. Se-gundo en 1911 y en 1917'3°.

Las alumnas podían prolongar su es-tancia en la Escuela, siempre que guarda-sen buena conducta y aprovechamiento, simanifestaban deseos de prepararse paraMagisterio o Comercio. A algunas espe-cialmente dotadas el Fundador les costeabala carrera, como ocurrió con Vicenta Mo-nar, que finalizó en 1916 y que obtuvo enla oposición el Título de Honor. Las listasde ex-alumnas con buenos resultados enestas carreras fueron constantes 131 . En ju-nio de 1918 se presentaron nueve alumnasentre Magisterio y Comercio, consiguien-do todas ellas el ingreso; en 1921 algunasentraron en el Instituto. Fueron muchas lasalumnas que consiguieron realizar una ca-rrera por medio de la Escuela, atendidaspor esta profesora, de tal forma que a sumuerte, muchas de las candidatas a suce-derla eran ya antiguas alumnas suyas opensionadas de otras Escuelas.

Las relaciones de Da . Pilar con D. Se-gundo fueron variables. Hubo en la épocade la enfermedad de Juana, esposa de D. Se-gundo alguna coplilla anónima mal inten-cionada que los relacionaba, así como a lasupuesta falsedad de D. Segundo, para cau-sar buena impresión al Fundador y al Patro-nato. Alguna relación tirante con Da . Pilarse debía a la cercanía, al carbón y sobre todo

(125) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 30-12-1906. AFSP.(126) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 4-12-1908. AFSP.(127) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 14-5-1912. AFSP.(128) Pilar Pascual-Gumersindo de Azcárate, 8-4-1917. AFSP.(129) Ibídem.(130) Paco Sierra-Segundo Álvarez, 3-12-1911. AFSP.(131) Pilar Pascual-Gumersindo de Azdrate, 30-5-1917 y Pilar Pascual-Cossío, 13-6-1921. AFSP.

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al «tema eterno de la luz» que causaba cons-tantes molestias a la profesora a pesar de quese retraía en sus quejas ante Cossío' 32 , el cualtomaba con humor el disenso entre D a . Pi-lar y D. Segundo y aludiendo a estas histo-rias como buenas para un sainete de D. Ra-món de la Cruz.

En 1922 cayo enferma Da . Pilar, Cos-sío, personalmente, se ocupó de la evolu-ción de su enfermedad, encargando a Se-gundo Álvarez que represente al Patronatoy ayude a la maestra si es necesario. Se tra-taba de una bronconeumonía de la que fueasistida por las Siervas de Jesús, por sus so-brinos y por una hija de Segundo Álvarez,ya que D a . Pilar permaneció soltera. Su fa-miliar más directo era su hermano, que im-partió algunas clases de Francés.

El 11 de marzo de 1923 falleció PilarPascual, y D. Segundo Álvarez, tambiénenfermo, se lo comunicó telegráficamen-te a Cossío como Presidente del Patrona-to. Cossío tomó las medidas oportunaspara su entierro y dio el pésame a los fa-miliares por D. Segundo: «¡Pobre D a . Pi-lar! Todos lo hemos sentido muy, muyde veras, incluso mi mujer, que se encari-ña siempre mucho con las gentes que co-noce. Ruego a Vd. que exprese mi senti-miento y el de todo el Patronato alhermano y al sobrino de D a . Pilar».

Al no poder asistir personalmente,Cossío delegó para el entierro en Luis deAzcárate, insistiendo en pagar los gastosde enfermedad y entierro de la maestra,descartando pensión alguna por no tenerhijos. La familia de D a . Pilar agradecióesas ofertas pero no las aceptó. Cossío lepidió a D. Segundo que velara por todo:«El insistir con Vd. en que acudiese ennuestro nombre, si algo necesitaban encasa de Da . Pilar, no es por suponer queestuviesen desatendidos, y mucho menos

que Vd. y los suyos no lo hiciesen porcuenta propia, sino para autorizarle expre-samente, en nuestro nombre, a cubrirciertas necesidades que en tales ocasionessuelen presentarse, y a veces no hay ele-mentos en la familia para atenderlos debi-damente» 1 33.

Numerosas aspirantes solicitan susti-tuir a Pilar Pascual. Cossío dice que a pe-sar de las recomendaciones, tal vez no lesconvenga ninguna. El Patronato decidiócelebrar unas oposiciones para cubrir esavacante y para ello se trasladó Caso a Leónen mayo de 1923.

D. SEGUNDO Y LA BIBLIOTECAAZCÁRATE

La herencia de un ilustrado sería poco se-ria sin bibliotecas. Existieron en todas lasEscuelas Sierra-Pambley para uso internoy externo, es decir públicas. De todasellas, la más destacada es la que funciona-ba aneja a la Escuela de León dotada conlos presupuestos anuales de enseñanza.Pero a la muerte de D. Gumersindo deAzcárate en 1917, siendo a la sazón Presi-dente del Patronato de la Fundación Sie-rra-Pambley, sus herederos donaron suslibros a la escuela de León. Cossío que su-cedió a Azcárate en la Presidencia del Pa-tronato decidió que se constituyera conellos una biblioteca pública en la Escuelade León y que llevase el nombre de Azcá-rate.

La donación se llevó a cabo y el Patro-nato se propuso el acondicionamiento deun lugar adecuado para habilitarlo parauna digna biblioteca, encargando de elloal profesor de Dibujo de la Fundación yArquitecto Municipal, Manuel de Cárde-nas. Éste realizó un Proyecto de forma de

(132) Pilar Pascual-Cossío, 29 y 2-12-1919. AFSP.(133) Cossío-Segundo Álvarez, 12-3-1923. AFSP.

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L con un gran ventanal mirando al patioque aún puede verse hoy. El Ayuntamien-to concedió licencia de obras el 3 de juniode 1918. Pero en 1922 con las obras sinconcluir Cárdenas se trasladó de León ytomó el relevo en la Biblioteca el nuevoarquitecto Isidoro Sainz de Ezquerra. Unestudio detallado de esta adaptación y re-forma puede verse en Paniagua' 14 . El dise-ño de los muebles lo realizó directamenteCossío, inspirado en las bibliotecas ingle-sas, aunque los muebles se realizaron en eltaller de carpintería de la Escuela bajo laatenta supervisión de Cárdenas y D. Se-gundo.

Durante los arios 1920, 1921 y 1922hubo un intenso cruce de corresponden-cia referida a la biblioteca entre Cossío,Segundo Álvarez y Cárdenas que dejó per-filada la ubicación de cada elemento: me-sas, armarios, hornacina, cuadros, etc. Labiblioteca estaba presidida por el busto deAzcárate en el lugar preferente, «como ti-tular que es de la biblioteca»'.

Antes de inaugurar la BibliotecaAzcárate D. Segundo seleccionó al futu-ro bibliotecario, que resultó ser AntonioMarco Rico, Secretario del Ayunta-miento de León, quien realizó la catalo-gación de los libros y pidió a Cossío,siempre por medio de D. Segundo, al-gunos que consideraba imprescindibles.Terminada esta labor en septiembre de1921, D. Segundo se lo comunica aCossío que veraneaba en San Vitorio yéste le encomienda cómo deben situarseen los estantes revistas, libros, folletos,etc. Desde Madrid envió Cossío a D. Se-gundo las fichas para catálogo e inventa-rio.

La Biblioteca Azcárate se inauguró el15 de diciembre de 1921, cuarto aniver-sario de la muerte de Gumersindo deAzcárate y constituyó un éxito sin prece-dentes, ya que la gente no cabía en ella.Cossío se mostró satisfecho y dispuesto aagrandarla' 36.

La función social que tenían las bi-bliotecas para los institucionistas hizo quese pensara en un horario de apertura am-plio y nocturno. En 1924 el bibliotecarioestaba desbordado por la masiva afluenciade público para lectura en sala y para prés-tamo, por lo que Marco Rico pidió un au-xiliar al Patronato. La persona elegida fuePío Álvarez Rodríguez, hijo de D. Segundoque desde entonces ya no se desvinculó dela Biblioteca Azcárate, y que pagó con suvida en 1936, esta disponibilidad de la Bi-blioteca para todos, al ser acusado de queen ella funcionaba una logia masónica.

La puesta en marcha de la Biblioteca,su mantenimiento, presupuesto, peticiónde libros, etc. corrieron a cargo nuevamen-te de D. Segundo. Por ello su petición deaumento estaba más que justificada.

ÚLTIMOS AÑOS DE D. SEGUNDO

Desde finales de 1922 D. Segundo y Cos-sío, pilares básicos de la Fundación, estánenfermos; y también lo está Da. Pilar porese motivo no pudieron presentar en el Mi-nisterio los presupuestos de la Fundaciónpara 1923 antes del 20 de enero por lo queCossío solicitó una prórroga al Ministro137,con el fin de retrasar la presentación hastamarzo. Pero aún así los plazos eran tan jus-tos que Cossío estaba dispuesto a pagar la

(134) J. PANIAGUA: «El Arquitecto Cárdenas y la Fundación Sierra-Pambley», en Tierras de León, 61(1985), Año XXV, Segunda época, de 31 de diciembre, pp. 17-29.

(135) Cossfo-Segundo Álvarez, de 18-11-1921. AFSP.(136) Cossfo-Segundo Álvarez, 27-1-1922. AFSP.(137) Escrito de Cossfo al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes de 17-1-1923. AFSP.

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multa sin remorderle la conciencia: «El Pa-tronato, quiero decir, la Fundación, nos hadado ya, y sigue dando, más preocupacio-nes y sinsabores, y me ha robado y robamás tiempo que a nadie de los que a ellapertenecen, sin que de ello haya sacadohasta el presente otra cosa que el culto yrespeto a la memoria del Fundador; y elgasto de fuerzas y de tiempo, que hubierapodido destinar a mi recreo y a mi prove-cho»I38.

D. Segundo desde la cama, con debili-dad y fiebre, confeccionaba los presupues-tos. Cossío creía que lo que necesitaba D.Segundo era aire puro, estar en pleno cam-po sin moverse para nada, comiendo mu-cho y sano. «Por supuesto, si fiona Vd. unsolo cigarrillo será un crimen» 1 39 ; pero la fie-bre no desapareció y dejó de dar clases,aunque llevaba puntualmente las cuentas.Por consejo de Cossío, decidió ir a Madridpara consultar su enfermedad, pero el mé-dico local le desaconsejó el viaje mientrasno hubiera mejoría. Cossío le pidió enton-ces que abandonase una temporada la es-cuela y se fuera a descansar a la montaña,buscando él mismo un maestro «de forma-lidad» para sustituirlo temporalmente. Leencargó que el sustituto fuera, ante todo,«de mucha confianza» y si no lo había,como no estaba Cárdenas, que cerrara tem-poralmente las clases y que siguieran fun-cionando sólo los talleres; Cossío preferíano introducir gente nueva no estando D.Segundo delante; estaba también sin resol-ver la sustitución de Da . Pilar y eran dema-siados cambios'". A finales de abril Segun-do Álvarez decidió ir al Monte de SanIsidro a restablecerse. Cossío lo aprueba fir-

memente: «Ya le he dicho a Vd. otras vecesque yo no fío más que en el aire libre, el sol,la alimentación, la quietud absoluta, y lamás perfecta limpieza» ''.

Los cambios, que tanto contrariaban aCossío, se hicieron al marchar Cárdenas en1921, al que sustituyó Isidoro Sáinz deEzquerra, arquitecto, como nuevo Profesorde Dibujo y Mecánica de la Fundación endetrimento del arquitecto Torbado. En1923 pidió ser relevado del cargo. Sainz deEzquerra se quejaba de que no lo respeta-ban los alumnos y, según el Inspector Joséde Caso, sus clases eran un perfecto desor-den y desconcierto. Propuso como sustitu-to a Luis Villanueva en 1923, aunque ofre-ció esperar para no causar problemas.Cossío sintió su marcha «por su profundi-dad y rectitud» 142 . Villanueva, ArquitectoMunicipal, era el Director del Monte deSan Isidro, y apoyó a Caso en los difícilesmomentos por los que pasó la Escuela deLeón en 1923 al perder a sus dos maestros.

Cuando la clase de chicos ya llevabados meses cerrada, Villanueva fue a Ma-drid para estudiar con Cossío los proble-mas de la Escuela de León: la sustitucióninterina de D. Segundo y la sustitución de-finitiva de Da . Pilar, Cossío propuso queVillanueva sustituyera a D. Segundo y queimpartiera a la vez las enseñanzas de mecá-nica y dibujo que Saínz de Ezquerra dejabavacantes. Tendría la orientación delInspector José de Caso —y quizá la de Ri-cardo Rubio— que venía a León para cele-brar las oposiciones a la plaza de Maestra.Caso velaría en todo momento por la mar-cha de la enseñanza, daría tranquilidad a suDirector, y la escuela estaría «protegida»".

(138) Cossio-Segundo Álvarez,7-2-1923. AFSP.(139) Cossío-Segundo Álvarez,30-3-1923. AFSP.(140) Cossío-Segundo Álvarez, 20-4-1923. AFSP.(141) Cossío-Segundo Álvarez, 30-4-1923. AFSP.(142) Ibídem.(143) Ibídem.

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Unos días en el Monte de San Isidrono consiguieron la mejoría esperada yD. Segundo pensó ir a la Montaña. Cos-sío lo animaba: «No le escribo a Vd. paraque me conteste (...) Quiero solo decirleque sigo con el interés, que Vd. sabe quenos inspira, el curso de su enfermedad.Me escribe con frecuencia Villanueva, ypor él he sabido que regresó Vd. del Mon-te y que tiene sus propósitos de marcharhacia la Montaña. Esto me da idea de quese halla Vd. con más ánimos de lo que mealegro mucho, y sólo deseo que pueda Vd.realizar el viaje sin molestias, y que allá en-cuentre Vd. pronto la salud con que todosqueremos verle»'". D. Segundo trabajóhasta el final. Su última llevaba fecha de17 de abril de 1923 y en ella se mostrabapreocupado por presentar a tiempo lascuentas para su aprobación en la JuntaProvincial de Beneficencia. Cossío quisoliberarlo, autorizándole para que informa-ra a Villanueva y éste confeccionara cuen-tas y presupuestos.

Los deseos de mejoría de Cossío no secumplieron. Segundo Álvarez Rodríguezfalleció en León el 22 de mayo de 1923 alos sesenta años de edad. Su viuda, JuanaRodríguez, y sus hijos, Belén, Pío, Ma-nuel, María y Anita perdieron al esposo ypadre ejemplar y la Escuela de León que-dó sin el Director que tantos años fue elalma de la Escuela de León. El entierro deD. Segundo fue un acontecimiento presi-diendo el duelo, en nombre del Patrona-to, D. José de Caso.

El Patronato hizo constar su senti-miento por su muerte en acta de 5 de ju-nio, mencionando la especial confianza en

que le tuvo el Fundador, y señalando a suviuda 500 pts. para lutos y 1.000 pts.anuales de pensión. Las clases hasta finali-zar el curso fueron impartidas por D. Luisde Villanueva y por D. José de Caso, que es-taba en León realizando las oposiciones ala vacante de Pilar Pascual. Comenzó unanueva etapa para la Escuela que ya era laprincipal de la Fundación. Una profesoray un nuevo director abrieron la escuela enseptiembre de 1923.

La labor de Segundo Álvarez en Leónmerece ser valorada en su dimensión so-cial y en su trabajo en la Fundación. Aun-que ambos aspectos no son separables des-tacamos en el primero su benéficainfluencia para conseluir escuelas, traba-jos, carreteras y ventajas sin número paralos pueblos de Pinos, San Emiliano, To-rrebarrio y alrededores. Utilizó su influen-cia cerca de Dato, Presidente del gobiernoy Ministro, la del propio Sierra-Pambley,Juan Flórez o Álvarez Carballo, en benefi-cio de sus amigos y paisanos, a los queayudó a encontrar empleo, orientó ade-más a padres y alumnos y tuvo gran in-fluencia en la ciudad. En la Fundaciónpasó de la humilde Escuela de Moreruelaa la más cosmopolita de León, mostrandosiempre deseos de aprender y mejorar,atendiendo la menor indicación del Fun-dador y los Patronos y siendo admirable yquerido Profesor. La labor administrativaque ejerció hasta en su lecho de muerte in-dica su laboriosidad, exactitud y honra-dez, reconocida por el Fundador y los Pa-tronos. A él se debe el que la Escuela deLeón se convirtiera en la más importanteEscuela fundacional.

(144) Coss(o-Segundo Alvarez, 16-5-1923. AFSP.

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