Las Fronteras Necropolíticas

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  • 7/22/2019 Las Fronteras Necropolticas

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    Las fronteras, soberana, NecropolticaPublicado el 15 de mayo 2011 por Teo Ballv

    Mbembe, Achille. 2000. "En el borde del mundo: fronteras, territorialidad y soberana en frica."Cultura pblica 12 (1): 259-284.

    ---. 2003. "Necropoltica." Cultura pblica 15 (1): 11-40.

    En estos dos artculos, Achille Mbembe explora modificar la ordenacin territorial y lasconfiguraciones de la soberana. Examina las conexiones y descoyunturas entre estas dos tendenciasen los espacios y tiempos-tanto plural-del continente africano. Su principal argumento en "Edge ofthe World" es que las dinmicas de relacin de espacio y tiempo en la globalizacin estn dandolugar a la "deconstruccin material de los marcos territoriales existentes, la supresin de los lmitesconvencionales, y la creacin simultnea de espacios mviles y espacios del recinto "en frica(284). Dominacin del espacio y recursos a travs de formaciones territoriales se ha convertido enel principal medio a travs del cual lo Mbembe llama "el tiempo del mundo" (despus deHeidegger) se est domesticado.El espacio y los recursos se movilizan en la produccin de las fronteras ", ya sea moviendo los ya

    existentes o mediante la supresin de ellos, fragmentando ellos, descentramiento o diferenciarlos"(261). Pero en lugar de ver estos fenmenos como un legado estricta de colonialismo o dinmicasdesatadas "desde abajo", como muchos han afirmado, Mbembe afirma que procesos similares yafueron inscritos por las configuraciones de frica pre-colonial de la tierra, los recursos, lassociedades y las rivalidades imperiales.Con el inicio de un adecuado colonialismo, Mbembe hace hincapi no en el trazado de las fronterasnacionales, sino ms bien las divisiones administrativas-espaciales internas en diversas escalas(provincial, regional, urbano) como el ms consecuente de los problemas contemporneos (266). Enel proceso de formacin estatal post-colonial, estas divisiones territoriales heredadas fueronreconfiguradas y solidificado por los estados post-coloniales con consecuencias incluso ms graves,reforzando las fisuras tnicas y nacionales. "Considerando que, segn la propia colonizacin, laatribucin del espacio a veces precede a la organizacin de los estados y fue de la mano con l,

    desde el principio de la dcada de 1980 a la inversa ha estado sucediendo" (267).En los pases musulmanes la territorialidad red-religioso que se ha formado alrededor de lasmezquitas y los lugares y las fundaciones de Oriente Medio santos, mientras que los pasespredominantemente cristianos han formado una lgica ms capilar del territorio. Los campos derefugiados, que se hicieron pasar por un sitio de excepcin permanente, constituyen "lasconcentraciones humanas con un estatuto de extraterritorialidad, naciones imaginarias verdaderosadelante viven" con nuevas formas de autoridad militar, como mercenarios y milicias armadas dejvenes (270). Estos conflictos no son impulsados por los conflictos fronterizos en torno a un"deseo de hacer un espacio etnocultural coincide con el espacio del Estado, sino ms bien en lalucha por el control de los recursos que se consideran de vital importancia", tales como el agua, elpetrleo y los minerales (272).Nuevas configuraciones territoriales son la promocin de la "salida" del Estado y "la aparicin de

    las tecnologas de dominacin basado en las formas de gobierno indirecto privado, que tienen comofuncin la constitucin de los nuevos sistemas de propiedad y nuevas bases de la estratificacinsocial" (274). Mbembe rompe estas fisuras regional a lo largo de los siguientes tres ejes: frica delNorte y frica del Sur, una diagonal desde el Cuerno de frica hasta la costa del Congo, y el ltimomarcado por la extraccin de recursos internacionalizado.La primera tira de frica en dos direcciones, una hacia el Medio Oriente y el otro con Sudfricacomo una potencia hegemnica regional. La regin diagonal es desgarrada por la guerra a travs deuna serie de principados seores de la guerra con complicados vnculos transfronterizos. Laextraccin de recursos de petrleo y minerales a los diamantes encabeza una desterritorializacin

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    que se superpone en el espacio del estado, como en Nigeria, en el contexto de petrleo y Angolacon el petrleo y los diamantes. El resultado:La deconstruccin de material de los marcos territoriales existentes va de la mano con elestablecimiento de una economa de la coaccin cuyo objetivo es destruir las poblaciones'superfluas' y la explotacin de materias primas. La rentabilidad de este tipo de explotacin requierela salida del estado, su castracin, y su sustitucin por formas fragmentadas de soberana. El

    funcionamiento y la viabilidad de este tipo de economa se subordinan a la manera en que la ley dela distribucin de las funciones de las armas en las sociedades en cuestin. En tales condiciones, laguerra como una economa en general ya no implica necesariamente que los que tienen las armas seoponen entre s. Es ms probable que implicara un conflicto entre los que tienen las armas y losque no la tienen. (284)Aqu es donde el ensayo sobre "necropoltica" recoge, en Mbembe conjuga Foucault y Agamben aafirmar que "la mxima expresin de la soberana reside, en gran medida, en el poder y la capacidadde dictar quin puede vivir y quin debe morir" (11). La preocupacin de Mbembe es "esas figurasde la soberana cuyo proyecto central no es la lucha por la autonoma, pero la instrumentalizacingeneralizada de la existencia humana y la destruccin material de los cuerpos humanos y de laspoblaciones" (14). Mbembe explica por qu el biopoder, ya que el poder sobre la vida misma,tambin debe ser pensado en trminos del estado de excepcin en el examen de la relacin entre la

    poltica y la muerte. El biopoder es fundamentalmente sobre la clasificacin de las poblaciones enlas categoras que se consideran digno de ser salvado y los sometidos a morir (o matar). Laconstruccin de Foucault, Mbembe pone el racismo en el centro del biopoder.De hecho, en trminos de Foucault, el racismo es, sobre todo, una tecnologa destinada a permitir elejercicio del biopoder, "el viejo derecho soberano de la muerte." En la economa del biopoder, lafuncin del racismo es la de regular la distribucin de la muerte y para hacer posible las funcionesasesinas del estado. Es, dice, "la condicin para la aceptacin de la puesta a la muerte. (17)Mbembe luego explora cmo esta modernizacin del poder, que se hizo horriblemente expuesto enel Holocausto, la Segunda Guerra Mundial, desarrollado a travs del sistema esclavista deplantacin y el colonialismo. La industrializacin de la muerte se produjo a travs de estaconcatenacin de biopoder, excepcin, y el racismo. La poblacin es de muerte son, por supuesto,no slo Schmittiano enemigos ni criminales, sino subhumana. Una deshumanizacin similar ocurre

    espacio vis--vis en la que las colonias, como las fronteras, son siempre ya espacios de excepcinen el que no hay gente, pero "salvajes" (24).Para ilustrar su idea de que "la ocupacin colonial de la modernidad tarda difiere en muchosaspectos de la ocupacin temprana moderna, sobre todo en que es la combinacin de la disciplina,la biopoltica y el necropolitical" Mbembe vuelve colonialismo israel en los territorios ocupados atravs de la obra de Eyal Weizman ( resumen aqu ). Cierra considerando la maquinaria de guerra.Por lo tanto, junto a los ejrcitos han surgido lo que, a raz de Deleuze y Guattari, podramos hacerreferencia a como mquinas de guerra.Las mquinas de guerra estn formados por segmentos de hombres armados que se bifurcan o sefusionan entre s en funcin de las tareas a realizar y las circunstancias. Organizaciones polimorfasy difusa, mquinas de guerra se caracterizan por su capacidad de metamorfosis. Su relacin con elespacio es mvil. A veces, disfrutan de vnculos complejos con formas de estado (de la autonoma

    de la constitucin). El Estado puede, de su propia obra, transformarse en una mquina de guerra.Puede que adems consignar en s mismo una mquina de guerra existentes o ayudar a crear una.(32)Estas mquinas de guerra estn vinculados a la geografa de la extraccin de recursos con sus"economas de enclave" (33) y "gestin de multitudes" (34). Y concluye: "En este ensayo heargumentado que las formas contemporneas de sometimiento de la vida en el imperio de la muerte(necropoltica) reconfigurar profundamente las relaciones entre la resistencia, el sacrificio y elterror" (39).