Las Huellas Del Padre en La Poesía de Joaquín Alliende

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LAS HUELLAS DEL PADRE EN LA POES˝A DE JOAQU˝N ALLIENDE Ana Mara Cuneo M. Universidad de Chile INTRODUCCIN 1 El hombre de hoy se ve constantemente enfrentado a guerras, terrorismo, desastres atmicos, deseos de poder, a una tecnologa que se escapa de sus manos, al individualismo y a muchos otros disvalores. Todo ello lo ha lle- vado a experimentarse a s mismo como un ser a la intemperie, un ser que no puede encontrar fÆcilmente un sentido para su vida. Sin embargo, el arte y, en el caso que nos preocupa, la literatura, da testimonio de una maravi- llosa fuerza por sobrevivir, una fuerza que anida en lo profundo del cora- zn humano. El hombre opone resistencias al vendaval que intenta arro- llarlo buscando salidas por medio de una esperanza trascendente. No afir- mo que esto ocurra en todos los escritores, pero s en un nœmero importante de ellos. El desencanto de un camino que conduce a la muerte y a la nada atrae a los textos actuales (incluyendo a los del siglo reciØn pasado) otras fuentes que sean vas de salvacin frente a tan ignominioso destino. Hay escritores en que esta va surge en forma oblicua o como negacin de lo divino. As, 1 El punto de partida para la presente reflexin estÆ en mi ponencia presentada al IX Seminario Literatura y Fe en octubre de 2002, cuyo tema fue La figura del Padre en la Literatura. En dicha ponencia esbocØ un primer acercamiento a Las huellas del Padre en la poesa de Joaqun Alliende, centrado en el poema Extraæa aritmØtica. En esta comunicacin amplo el campo de estudio dentro del marco de la imagen del Padre. Un marco que de ningœn modo da cuenta de toda la obra publicada por el autor.

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  • LAS HUELLAS DEL PADRE EN LA POESADE JOAQUN ALLIENDE

    Ana Mara Cuneo M.Universidad de Chile

    INTRODUCCIN1

    El hombre de hoy se ve constantemente enfrentado a guerras, terrorismo,desastres atmicos, deseos de poder, a una tecnologa que se escapa de susmanos, al individualismo y a muchos otros disvalores. Todo ello lo ha lle-vado a experimentarse a s mismo como un ser a la intemperie, un ser queno puede encontrar fcilmente un sentido para su vida. Sin embargo, el artey, en el caso que nos preocupa, la literatura, da testimonio de una maravi-llosa fuerza por sobrevivir, una fuerza que anida en lo profundo del cora-zn humano. El hombre opone resistencias al vendaval que intenta arro-llarlo buscando salidas por medio de una esperanza trascendente. No afir-mo que esto ocurra en todos los escritores, pero s en un nmero importantede ellos.

    El desencanto de un camino que conduce a la muerte y a la nada atrae alos textos actuales (incluyendo a los del siglo recin pasado) otras fuentesque sean vas de salvacin frente a tan ignominioso destino. Hay escritoresen que esta va surge en forma oblicua o como negacin de lo divino. As,

    1 El punto de partida para la presente reflexin est en mi ponencia presentada al IXSeminario Literatura y Fe en octubre de 2002, cuyo tema fue La figura del Padre en laLiteratura. En dicha ponencia esboc un primer acercamiento a Las huellas del Padre enla poesa de Joaqun Alliende, centrado en el poema Extraa aritmtica.

    En esta comunicacin amplo el campo de estudio dentro del marco de la imagen delPadre. Un marco que de ningn modo da cuenta de toda la obra publicada por el autor.

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    en mi reciente reflexin sobre el libro Rquiem de Andrs Morales (Cuneo2002), reconociendo el desesperado anuncio del fin de un siglo, ladesacralizacin e incluso la blasfemia frente a un Dios distante que desco-noce la realidad humana, yo postulaba que bajo las densas sombras se tras-lucen destellos de esperanza. De hecho, en el ltimo verso del libro, versorodeado de silencio, los dioses vagos y plurales se haban trasmutado enmi Dios, un Dios personal al cual el sujeto pide que lo libere de su propiocorazn. Afirmacin que en el contexto implica ser liberado de ese coraznque impide el encuentro con lo divino.

    En los textos poticos de Joaqun Alliende2 el sujeto de la enunciacines tambin testigo de hechos ominosos: Chernobyl, Alemania dividida, laguerra, etc., pero es un sujeto que emite su discurso desde un punto de vistaabsolutamente distinto: el del estar en la fe. En los poemas que analizar,esa fe se concretar en la figura de un Dios que es Padre que ama a suscreaturas. Es en ese Padre (Abb) en el que la humanidad puede poner suesperanza de salvacin. La situacin de estar en el sinsentido, a la intempe-rie, se resuelve en el saberse amparado por la misericordia de un Padrepoderoso que ama y protege a sus hijos.

    Si el intertexto (Kristeva 1968:47, Jeny 1976:262-3) en Rquiem erala Misa de difuntos, en los poemas de Joaqun Alliende que someter a

    2 Joaqun Alliende es sacerdote del Instituto secular de los Padres de Schoenstatt. Suformacin literaria se produce principalmente en Suiza y Espaa. Su obra ha sido objeto decomentarios elogiosos de Neruda, Luis Rosales, Jos Luis Marn, Urs von Balthasar, GuidoCastillo, Miguel Arteche y otros. Ha obtenido premios y ha sido incorporado a numerosasantologas. Desde 1995 es Miembro del Nmero de la Academia Chilena de la Lengua yCorrespondiente de la Real Academia Espaola. Es autor de libros de poemas y de otroslibros que llamar poemas-oraciones.

    A los primeros pertenecen:Bienandanzas (1964)La alcachofa y el copihue (1970)Longino traspasado (1983)Clavel del aire (Antologa, 1999)Nio Dios Nio Sol (2001).A los poemas-oraciones:Dilogos con Mara al fin del milenio (1988)El Manantial y el cliz (1997)Plegarias de hijo (1997).

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    anlisis en este artculo, el texto paralelo al que habr que recurrir constan-temente es la Biblia y, en especial, el Nuevo Testamento. Es decir, a loslibros de la buena nueva para el hombre.

    Mi reflexin desarrollar en este trabajo una de las lneas que cruza lapoesa de este autor. Ms adelante espero dedicarme a investigar otros as-pectos notables de su obra lrica.

    MATRICES DE SENTIDO

    Utilizar el concepto de matriz en el sentido que le otorga MichaelRiffaterre, para referirme a la unidad bsica de sentido actualizada en elpoema. En Semiotics of Poetry (1978) dice: el poema resulta de latrasformacin de la matriz, que es una frase mnima y literal en una per-frasis ms larga y no literal. La matriz es hipottica, pues constituye laactualizacin lxica y gramatical de una estructura.

    En esta primera etapa, mi lectura de la obra potica de Joaqun Alliendese centrar en tres poemas que comparten una misma matriz de sentido.Matriz que es posible encontrar en algunos otros textos poticos del autor.Existe un Dios misericordioso que ama a sus creaturas y que puede serrespuesta al sinsentido que acosa a la vida humana. Un ser poderoso quemitiga sus angustias, que sana las heridas, que incorpora a la existencia laluz de la esperanza.

    En sntesis, la matriz es: Hay un Dios que nos ama. Matriz que se mate-rializa de modos muy diversos en cada caso concreto. As, en Genealogadel Abb (125)3 se recorre en compaa con el ser divino los pasos pormedio de los cuales entr Dios en la historia de la humanidad. Un Dioscuya accin no se limita al tiempo histrico en que el Hijo se incorporaal tiempo humano, sino que su accin se mantiene en esta familia deromeros hasta la actualidad. En Extraa Aritmtica (203), ese Diosaltera cualquier clculo humano e instala al hombre en una situacin enque los imposibles se tornan posibles. En Viaje de pjaros (80), el guilasimboliza al Padre (Cirlot 1981:57) que llama. Es la invitacin a dejar lopropio y emprender el viaje dejndose llevar por esa Voz que es un guila.

    3 Los poemas sern citados de la Antologa Clavel del aire. Seleccin y prlogo deMiguel Arteche. Para facilitar el anlisis se antepondr un nmero a cada verso cuando seestime necesario.

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    ANLISIS TEXTUAL.

    GENEALOGA DE ABB(Abb significa papacito en arameo; Jesslo pronunci en Getseman. Mc. 14, 36)

    1. Loado seas Abb estrechando antes del tiempo2. al Hijo Palabra en el beso del Espritu Amor.3. Alabado seas por cada paso de cercana4. para allegarte en los surcos del pueblo de Israel.5. Alabado por cada cmbalo y cada gesto de dulzura tuya6. en la variedad de las naciones de la historia caminante.7. Loado seas por el primer Abb libre y audaz,8. el Abb de la nia jazmn. Myriam inmaculada.9. Alabanza sin fin por el instante secreto10. cuando Jess nio descubri esa palabra translcida11. para revelarnos la entraable intimidad12. de tu terneza por el hombre.13. Alabanza por la confidencia de Getseman,14. cuando el Seor Jesucristo,15. tumbado en tierra y sudando sangre,16. volvi a escoger el Abb de calor y de obediencia.17. Alabanza a ti eternamente18. porque el ro doloroso ! El, El lem sabactan?19. Dios mo, Dios mo! por qu me has abandonado?-20. desemboc en el ocano tranquilo del todo est consumado,21. Abb en tus manos encomiendo mi espritu.22. Alabado sea tu nombre,23. por el Parclito que gime24. y grita desde el alma diurna y nocherniega25. de esta familia de romeros,26. clamndote: Abb, Amn, Abb, Aleluya.,27. Abb Nuestro. Amn.28. Abb, Aleluya, con el coro de los ngeles y de los santos.29. No se haga nuestro querer sino tu voluntad,30. Abb de todos los hijos en el Hijo,31. Abb de Myriam y de todos nosotros pecadores,32. ahora y en la hora de nuestra muerte

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    Poema publicado en Plegarias de Hijo en 1997 bajo el ttulo Abb, Amn,Abb, Aleluya. El epgrafe explica el significado de la palabra Abb y lasituacin en que fue pronunciada. La palabra es conservada por Marcos yno aparece en los relatos de los otros evangelistas, quienes usan para narrarel mismo episodio la palabra Padre.

    Dado el contexto del poema, cabra preguntarse por el ttulo. El intertextoevanglico trae a la memoria las genealogas de Mateo y Lucas, pero di-chas genealogas se refieren, de acuerdo con el Diccionario de la Real Aca-demia Espaola, a la serie de progenitores y ascendientes de una persona ytambin al escrito que las contiene. En el poema la palabra genealoga noha sido usada en ese sentido, sino para referirse a la historia del Creadorcon su creatura.

    El poema, en los primeros versos alude al misterio Trinitario de un Pa-dre, un Hijo-Palabra y un Espritu-Amor y en el despliegue del poema a lapenetracin de dicho misterio en la historia. Los momentos recogidos sonel peregrinar del pueblo de Israel, la anunciacin a Myriam (Mara enarameo), el reconocimiento de Jess de su verdadero Padre, la angustia enGetseman y el abandono a la muerte de cruz.

    A continuacin, el poema se abre a la historia posterior del hombre encuanto familia de romeros, a todos los hijos en el Hijo que desde sucondicin de pecadores pueden acudir al Abb-Padre.

    En Genealoga del Abb, Extraa aritmtica y en Viaje de pja-ros se reitera la matriz de sentido (Riffaterre 1977:2 y ss. y 1978:207) delamor eterno del Padre por el ser humano. La existencia de un Dios Padremisericordioso. Matriz presente en otros poemas como Corderillo de Pas-cua (155), Tamborcillo de Noche Buena(142), El avin(44), Distin-go (56), Maracuy, flor americana de 500 aos, etc.

    Genealoga del Abb es un poema de alabanza a Dios como Padre.La alabanza es explcita, concretada en palabras como: Loado, Alaba-do, Alabanza, aleluya. Loado inicia los versos 1 y 7; Alabado,los versos 3, 5 y 22; Alabanza, los versos 9, 13 y 17. El uso de la anforamarca fnicamente al texto, dndole el carcter de la cantinela propia delas letanas.

    El sujeto potico es un yo que se mantiene constantemente presente,aunque implcito en la forma verbal seas que pone tambin al T al cualse orienta. El T, adems, surge reiteradamente en pronombres personalesy en adjetivos posesivos. El aleluya del verso 26 marca el momento enque el poema se aleja de una forma de expresin regida por la lgica, para

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    tornarse canto, coro y apretada sntesis de situaciones diversas que conflu-yen balbuceantes en el intento de expresar la situacin del hombre cuandoes tocado por el misterio trinitario, hombre que se reconoce como pecadorenfrentado a la muerte. La semiosis del sentido y la forma de expresin esnotable.

    El modelo (Riffaterre 1977:2 y ss.) es Loado seas Abb. Modelo quese despliega tautolgica e intertextualmente en una lnea que parte de laatemporalidad para posteriormente insertarse en momentos claves para lahistoria humana y del sujeto potico. El texto paralelo son las SagradasEscrituras y al cerrarse el poema, la oracin del Ave Mara de la tradicincristiana.

    Pienso que para hacer una lectura profunda que abra el sentido del poe-ma, es indispensable descubrir las relaciones explcitas, pero tambin aque-llas apenas esbozadas con el texto paralelo. Una palabra o un verso encie-rran y abren como una explosin, mltiples hechos que la imaginacin dellector debe recrear. La palabra potica es como un rayo de luz que cayendosobre un prisma lo descompone en innumerables refracciones. As, porejemplo, en mxima sntesis el verso 27 Abb Nuestro Amn atrae alimaginario del lector ese momento en que Jess ensea a orar a sus disc-pulos llamando a Dios Padre nuestro. Momento precedido por la explica-cin de la forma cmo se debe hacer:

    entra en tu aposento y despus de cerrar la puerta ora a tu Padre queest all en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensa-r (Mt. 6, 6).No charlis mucho, porque el Padre sabe lo que necesitis antes depedrselo(Mt. 6,7).

    Los versos 1 y 2 instalan al receptor en una instancia intemporal en que loque existe es el Padre, el Hijo-Palabra y el Espritu de Amor. La situacincambia radicalmente en los versos 3 a 6. Comienza la etapa histrica enque el Padre se acerca al pueblo de Israel. No es un aproximarse puro ysimple, sino que se alaba cada paso de cercana, uno a uno. Se allega enlos surcos. Los surcos no son surcos materiales, sino aperturas del puebloque hacen posible la entrada de Dios en la historia de Israel. Se alaba tam-bin al Padre por cada cmbalo y cada gesto de dulzura. Cmbalo es unacampana pequea, un instrumento musical parecido a los platillos usadospor griegos y romanos en algunas ceremonias religiosas. Aqu, el Padre yano solo se acerca al pueblo de Israel con cada gesto de dulzura, sino que

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    el espectro se abre a todo pueblo que de un modo u otro busc un sentido yen esa bsqueda se relig a lo divino en la variedad de las naciones de lahistoria caminante.

    Los versos 7 y 8 tienen como hipotexto4 el nico relato de la Anuncia-cin a Mara que es el de Lucas 1, 26-38. No se atrae al hipertexto ningnelemento lingstico de dicho relato, hecho por el cual no puedo referirmea l como un intertexto estrictamente hablando. Las marcas textuales apuntana la posibilidad de la presencia del Padre en el misterio de la Encarnacindel Hijo en la nia jazmn, Myriam inmaculada. Libre y audazretrotraen al Fiat de Mara, al aceptar su rol en dicho misterio. Libre encuanto la Encarnacin pasa por la aceptacin de Mara; y, audaz, porqueella se entrega a la voluntad del Padre sin saber a qu y sin condiciones.En este momento, el texto potico se torna oscuro en consonancia con loincomprensible del hecho aludido.

    Los versos 9 a 12 alaban ese momento secreto en que Jess descubreque es el instrumento del Padre para revelernos la entraable intimidad /de tu terneza por el hombre. El sujeto de la enunciacin es un nosotros,personajes textuales (Lozano 1986:29) en los que el lector podr sentirseincluido, podr sentirse receptor de las revelaciones y de la ternura delPadre. Si bien el momento de la experiencia de Jess es parte del misterio,en el texto de Lucas (2, 41-50) es posible observar en acto el resultado dedicha experiencia. Relata el hipotexto bblico que habiendo Jess acudidocon sus padres a la fiesta de Pascua en Jerusaln, no vuelve con ellos.Despus de mucho buscarlo lo encuentran en el Templo sentado en mediode los maestros, escuchndoles y preguntndoles, todos los que le oanestaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Al reclamo desu madre responde: No sabais que deba estar en la casa de mi Padre?,frase que tambin ha sido traducida como en las cosas de mi Padre.

    Descubri esa palabra translcida apunta al hecho de que Jess, encuanto ser humano, no conoca desde siempre su verdadera identidad. Estoes algo de lo cual se fue haciendo consciente en el transcurso de su vida.Es precisamente despus del episodio en el templo que el evangelista co-menta:

    4 Uso los trminos hipotexto e hipertexto en el sentido que les da Grard Genette enPalimsestes. En el caso presente el hipotexto es La Biblia y el hipertexto la recreacinpotica que de ella se hace.

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    Baj con ellos y vino a Nazaret, y viva sujeto a ellos. Su madreconservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazn. Jess pro-gresaba en sabidura 5, en estatura y en gracia ante Dios y ante loshombres (Lucas 2, 4 y 51-52).

    La palabra translcida es tambin la palabra trasparente, vehculo ade-cuado para que el hombre pueda encontrar en ella el sentido de su existen-cia. Los versos 13 a 26 se refieren a lo ocurrido en Getseman y correspon-den a la aceptacin de que en l se cumpla la voluntad de su Padre volvia escoger el Abb. La palabra Abb ha sido objeto de una cierta transfor-macin. Ahora significa, al igual que en el caso de Myriam, hgase en m.Estos versos se contactan con el texto bblico que relata la agona de Jessen el Huerto de los Olivos, donde experiment angustia, soledad y miedoen grado mximo.

    En los versos siguientes, el hipotexto es el relato de la muerte de Jessen la Cruz. La alabanza del sujeto potico apunta a que el dolor, por fin,desemboca en el ocano tranquilo de la consumacin total y en la vueltaa las manos del Padre. En estos versos resuena tambin la voz de JorgeManrique Nuestras vidas son los ros que van a dar a la mar que es elmorir.

    Se alude al Parclito (al Espritu de Dios), que iluminar y fortalecer alpueblo de Dios, a los romeros que le siguen aclamando: Padre, Amn (assea) Aleluya. A partir de este momento se produce una notable desarticu-lacin. Es el intento de expresar lo que no puede ser expresado en formaracional. No hay lenguaje adecuado para referirse a lo numinoso. Solo loirracional, lo contradictorio pueden acercar a lo Santo (R.Otto 1980). Elcntico letnico, el coro de los ngeles y santos reemplaza la lgica textual.

    El verso 27 alude fragmentariamente a la oracin del Padrenuestro, pa-radigma de la relacin del hombre con su Padre-Dios.

    El verso 29 conserva valor semntico y se relaciona con Lucas 22, 42,que no se haga nuestro querer, sino la voluntad de Dios.Los versos fina-les, con la oracin de la tradicin cristiana del Ave Mara.

    El sinsentido, el ser para la muerte, han sido exorcizados gracias al Abbde Mara que posibilita la Redencin, y al Abb de Cristo que la lleva acabo hasta la consumacin de los siglos.

    5 El destacado es mo.

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    EXTRAA ARITMTICA

    Qu extraa calculadora, Jess,te dio el Padre al partir:para ti 1 es ms que 99;para ti 2 monedas de cobreson ms que 100 talentos de orosi el cobre lo regala una viuda.Para ti decir 3 veces t sabes que te amoes ms que 30 monedasde plata de los sacerdotes del templo.Para ti 1ovejitaenredada en la zarzate desarma el corazn70 veces 7.

    Este poema evidencia la extraordinaria capacidad del autor para sintetizaren un texto breve una carga semntica de gran densidad. Cada nmeroapunta a una situacin evanglica que rompe con los modos normales devalorizacin. El poema es una suerte de abanico que, a medida que se abre,va sugiriendo un espectro amplsimo de propuestas que resultan totalmenteencifradas si no se descubre el intertexto, es decir, el texto paralelo que lassobredetermina semnticamente (Riffaterre 1977:1 y ss.). Los vacos, lasindeterminaciones comprometen la imaginacin del lector, invitndolo aque resuelva las cosas por s mismo, ya que la lectura es un placer slocuando es activa y creativa (Iser 1972:34).

    Que extraa calculadora, Jesste dio el Padre al partir:

    Estos versos instauran una situacin comunicativa apelativa que se man-tiene en el despliegue de todo el texto, de la cual son indicio las expresio-nes anafricas para ti que se reiteran en cuatro ocasiones. Este indicioadquiere relevancia dada la brevedad del poema. Estos versos son los quemarcan el punto de conexin desde al cual el lector puede ingresar a lalectura adecuada, porque puede ocurrir que el desconocimiento del textoparalelo impida el desciframiento al cual invita el poema.

    El hecho de que lectores completamente diferentes sean afectadosen forma distinta por la realidad de un texto particular evidencia

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    el grado en que los textos literarios transforman la lectura en unproceso creativo que va ms all de la mera percepcin de lo queest escrito. El texto literario activa nuestras propias facultades, ca-pacitndonos para crear el mundo que presenta. El producto de estaactividad creativa es lo que podramos llamar la dimensin virtualdel texto, la que le otorga realidad. Esta dimensin virtual no es eltexto mismo, ni tampoco es la imaginacin del lector: es la uninentre el texto y la imaginacin (Iser 1972:37).

    El ttulo y su reiteracin ecnica en el primer verso son una forma de rup-tura con todo tipo de clculo humano. As, el poema se inicia con un co-mentario del sujeto de la enunciacin dirigido a Jess. Comentario que serefiere a las medidas de valor que habra dado el Padre a Jess al partir paracumplir su tarea de salvacin. Jess surge en el texto como un ser preexis-tente, enviado por el Padre, para realizar una tarea que consiste en el cam-bio de los valores habitualmente sustentados. El sujeto, en cuanto ser hu-mano, no puede menos que calificar en forma reiterada lo extrao de laalteracin de los valores. Alteracin que se mueve entre puntos tan opues-tos como igualar 1 con 99, afirmar que 3 es ms que 30, el 2 ms que 100,etc.

    El uso de la palabra calculadora atrae al texto lo propio de la tecnolo-ga actual. Connota la idea de precisin aritmtica y provoca sorpresa alser desestructurada por las mediciones evanglicas. Calculadora a suvez da vigencia actual al mensaje bblico. No es, por tanto, que lo explicitadoen el texto pertenezca a un tiempo histrico ya inevitablemente pasado,sino que las proposiciones aritmticas propuestas habran de ser las vigen-tes si los hombres de hoy fuesen capaces de vivir el amor que tras cada unode los nmeros est implcito en el poema. El Padre es aquel que est msall de toda medicin humana y quien asigna al Hijo su misin. El textoparalelo es

    Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quin esel Hijo sino el Padre y quin es el Padre sino el Hijo y aquel a quienel Hijo se lo quiera revelar (Lc.11,.22).

    El sujeto de la enunciacin es un alguien que ha entrevisto la lgica evan-glica y que es capaz de plasmarla en poema. As, juntar los episodios enque se trasgrede los clculos humanos produce una saturacin quehiperboliza en grado mximo lo propuesto.

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    Para reducir las contradicciones desplegadas en el poema es indispen-sable descubrir los textos paralelos que les dieron origen. Las afirmacio-nes trasgresoras de la lgica racional pertenecen a la vida del Jess quepenetr en la historia en un tiempo determinado y que instaur esta extraaaritmtica para los que escuchen su mensaje.

    para ti 1 es ms que 99

    Esta verso se contacta con dos relatos evanglicos, el de Mt. 18, 12-14 y elde Lc 15, 4-7. Usar el texto de Mateo por parecerme el ms adecuadopara apoyar la interpretacin.

    Qu os parece? si un hombre tiene cien ovejas y se le descarrauna de ellas, no dejar en los montes las noventa y nueve, para ir enbusca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdadque tiene ms alegra por ella que por las noventa y nueve no desca-rriadas. De la misma manera, no es voluntad de nuestro Padre celes-tial que se pierda uno solo de estos pequeos.

    En la comparacin del texto potico y el bblico salta de inmediato la dife-rencia de que los nmeros usados en el poema son los arbigos, propios dela aritmtica y de la calculadora. Este indicio, unido a lo fragmentario delas alusiones, pone en evidencia el deseo de decir con la mxima densidadposible lo que se desea expresar. Las palabras usadas en forma racional noson capaces de dar cuenta del misterio de Lo santo (R.Otto 1980).

    para ti 2 monedas de cobre son ms que 100 talentos de oro si el cobre lo regala una viuda.

    La conexin se produce ahora con el relato de Marcos (12, 41-44) y Lucas(21, 1-4). Relata el primero:

    Jess se sent frente al arca del Tesoro y miraba cmo echaba lagente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho.Lleg tambin una viuda pobre y ech dos moneditas, o sea, unacuarta parte del as. Entonces llamando a sus discpulos, les dijo:Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado ms que todoslos que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de loque les sobraba, sta, en cambio, ha echado de lo que necesitabatodo cuanto posea, todo lo que tena para vivir .

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    El sujeto potico conoce detalles no explicitados en el texto bblico. Sabeque un as es una moneda de cobre y que los ricos dan talentos de oro.

    Para ti decir 3 veces t sabes que te amoes ms que 30 monedasde plata de los sacerdotes del templo.

    Estos versos son tambin resultado de la voluntad de sntesis de la concien-cia estructurante de los poemas. La primera relatada por Juan 21,15-17; y,la segunda por los tres sinpticos (Mt. 26, 14-16; Mc. 14, 10-11 y Lc. 22,1-6).

    La unin no es antojadiza. Ambas situaciones se unen en cuanto rela-tan traiciones a Jess por parte de sus discpulos. En la primera traicin,que es de Pedro, ste se arrepiente. La segunda, que corresponde a Judas,concluye con el suicidio, porque no es capaz de concebir que su falta puedaser perdonada.

    Pedro por miedo de ser apresado niega tres veces ser discpulo de Jess,negaciones que Cristo resucitado borrar con la pregunta reiterada tres ve-ces respecto de su amor y siguiendo la tnica de su extraa aritmtica leconfa la responsabilidad ms grande que poda entregar Apacienta miscorderos. Es decir, lo nombra cabeza de la comunidad reunida en torno al. Judas representa la desesperanza, la incapacidad de imaginar la nuevamedida de valores del Padre-Hijo. El relato de Mateo aporta ms datos queel de Marcos y Lucas.

    Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde lossumos sacerdotes y les dijo Qu queris darme, y yo os lo entrega-r. Ellos le designaron treinta monedas de plata (que era el preciofijado por la ley para la vida de un esclavo) y desde ese momentoandaba buscando la oportunidad para entregarlo (Mt. 16, 14-26).

    Ms adelante, Mateo narra la muerte de Judas, quien antes de suicidarsedevuelve a los sumos sacerdotes y ancianos las treinta monedas diciendoPequ entregando sangre inocente.

    Para ti 1ovejitaenredada en la zarzate desarma el corazn70 veces siete.

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    Nuevamente la afirmacin del amor misericordioso del Padre-Hijo por suscreaturas. El uso del diminutivo superlativiza la situacin. Diminutivo queno proviene del texto bblico, sino que es una actualizacin de l. La ovejitano alude al pecador descarriado, sino a la que ha ocurrido la desgracia dequedar enredada en la zarza. Situacin que en el contexto evanglicoretrotrae a la semilla que no puede crecer, porque las fuerzas del mal laahogan. La ovejita actual es acosada por la angustia, el abuso de poder, elsinsentido, etc. Vctima del mal desarma el corazn del Padre misericor-dioso.

    El ltimo verso 70 veces 7 proviene del intertexto bblico en que Pe-dro pregunta cuntas veces tiene que perdonar ...si siete veces siete, a locual Jess responde que setenta veces siete. La contraposicin multi-plicadora se abre al sentido de que el perdn es siempre.

    VIAJE DE PJAROSPor una voz el colibr dej la huerta,sal sus alas. Por una vozcruz el muro de las cumbres.Por una voz se embarc en el ocano.

    Nieve y espumale silbaronpor el esqueleto.

    En alta marel viento le secla despensa de nctaresy la colm con gritos de naufragio

    Se preguntan los gegrafossi su costumbre eraesquivar abejas las maanas,en esta latitudel colibr no se disolver en miedo?

    Pero la Voz es un guilay el colibr navega a bordo de sus alas.Mientras el guila Vozcruza los pases,el colibr le recorreel jardn volante de sus plumas.

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    Este poema posee la virtualidad de admitir tres lecturas superpuestas quese complementan sin que medie para ello alteracin alguna del texto. Es enla profundizacin de la lectura que naturalmente van surgiendo las nuevasposibilidades de interpretacin. Estas interpretaciones sobredeterminan laspalabras y frases sucesivas tornando al poema en un autntico monumen-to de arte verbal (Riffaterre 1977:2). Un poema que atrae a mi imagina-cin lo que ocurre cuando ponemos un espejo frente a otro: la imagen sereitera en forma indefinida sin alterarla. La utilizacin de esta estructura enespiral es un fenmeno sumamente interesante y poco corriente, un fen-meno que hace evidente el extraordinario dominio del oficio de la concien-cia creadora.

    El poema en una primera instancia es una hermosa ancdota que des-pliega una situacin imposible, una especie de correlato del viaje del hroede la tradicin cultural. Un colibr es llamado por una voz a dejar su hbitaty a emprender un viaje cuyo punto de llegada se desconoce. Pareciera queel sentido de la aventura emprendida es el viaje en s mismo.

    El colibr es un pjaro originario de Amrica, ms corrientemente lla-mado en nuestro pas picaflor. Pjaro que se alimenta exclusivamente delnctar e insectos de las flores. La voz que llama, reiterada tres veces en laprimera estrofa, tiene el poder de inducir al colibr a dejar la huerta, suhbitat de certidumbres para emprender la aventura de cruzar las cumbresy embarcarse en el ocano.

    La imagen que inicia el segundo verso sal sus alas prefigura el viajeque realizar sobre las aguas. Afirmacin desde la cual se derivatautolgicamente (Riffaterre 1977:2 y ss.) el cuarto verso Por una voz seembarc en el ocano. La palabra embarcarse implica que el colibr serllevado. Su travesa no ser realizada en soledad, sino a bordo de las alasdel guila-Voz como se enuncia en la estrofa que cierra el poema. Abordo es despliegue y explicitacin del mbito en que el colibr recorrerel ocano.

    Cruz el muro de las cumbres invita al lector a tomar parte activa enla lectura cerrando la indeterminacin del lugar de la partida. El viaje seinicia probablemente en algn lugar de Chile y su destino implica atravesarlas altas cumbres de la Cordillera de los Andes para posteriormente sobre-volar el ocano Atlntico. Las cumbres son muro. Se sabe que los colibrespueden vivir en lo alto de la cordillera, pero ste no pertenece a dicho gru-po, puesto que proviene de una huerta. La primera prueba en el viaje delhroe es, por tanto, el muro cordillerano. En la segunda estrofa los agentes

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    opositores a la realizacin de la hazaa sern la nieve de la cordillera y laespuma de las olas ocenicas. La palabra esqueleto explicita que dichosagentes traspasan su dbil entidad hasta dejarlo en un estado de mximaprecariedad.

    La tragedia se ha iniciado y se har ms profunda en la tercera estrofa.El estado de indigencia se agrava. El colibr se encuentra muy lejos de lahuerta, est en alta mar donde el viento sec la despensa de los alimentosnecesarios para su sobrevivencia. Ahora el viento es el oponente que nosolo lo ha despojado de lo propio, sino que atrae presagios de desastredefinitivo y lo colm con gritos de naufragio. La hazaa parece tornarseimposible. La palabra colm superlativiza la amenazante situacin.

    En la cuarta estrofa, los gegrafos, que son los que conocen la magnitudde la travesa, se preguntan si el colibr no se disolver en miedo, puestoque jams haba enfrentado un riesgo semejante. En la huerta, sus nicasenemigas eran las abejas que le disputaban el nctar de las flores. El papelde los gegrafos es un tanto ambiguo. Por un lado, muestran preocupacinpor el colibr, pero al mismo tiempo atraen al texto la mirada escptica delcientfico frente a la desmesurada aventura emprendida por un ser tan inde-fenso. Nada saben de voces que puedan inducir a una conducta para ellosincomprensible. Lo que tienen claro desde su mirada pragmtica es que laaventura puede conducir al colibr a la disolucin y a la nada.

    La ltima estrofa se inicia con la palabra Pero que se torna extrema-damente importante. Divide el poema en dos etapas: la del viaje azarosodel hroe que tuvo la valenta de seguir el llamado de las voces y larealizacin del viaje mismo entre las plumas del guila. El guila es elguila Voz que conduce al pajarillo en el jardn volante de sus plumas.La huerta que haba sido el mbito de sus vuelos se ha trasformado enacogedor jardn volante. El guila es smbolo

    de la altura del espritu identificado con el sol, y del principio espi-ritual. La letra A del sistema jeroglfico egipcio se representa por lafigura del guila, significando el calor vital, el origen, el da. El guilaes ave cuya vida trascurre a pleno sol, por lo que se la consideraesencialmente luminosa y participa de los elementos de aire y fue-go. (...) Simboliza tambin el padre. Se caracteriza adems por suvuelo intrpido y rapidez. Dante se llega a referir al guila comopjaro de Dios (Cirlot 1981:57).

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    Las caractersticas que la simbologa otorga al guila posibilitan el atrave-sar ocanos y continentes. Si el guila cruza los pases, en derivacintautolgica el colibr recorre el jardn-huerta de las plumas paternas delguila.

    Tras la imagen del colibr viajando sobre el guila se produce eldesocultamiento de una situacin que ampla el sentido del poema al viajeque ha de realizar toda vida humana en su condicin de creatura. Vidainiciada mticamente en el Jardn del Edn, ser que posteriormente habrde construir la huerta con el sudor de su frente, que se ver enfrentado amltiples peligros y cuyo viaje concluir en definitiva en la muerte. Sinembargo, tambin hay voces que llaman al hombre y lo guan a su destino6.

    En el libro del xodo se dice:

    Moiss subi hacia Dios. Yahveh le llam desde el monte y le dijo:As dirs a la casa de Jacob y esto anunciars a los hijos de Israel:Ya habis visto lo que he hecho con los egipcios, y cmo a vosotrosos he llevado sobre alas de guila y os he trado a m. Ahora, pues,si de veras escuchis mi voz, vosotros seris mi propiedad personalentre todos los pueblos, porque ma es toda la tierra... (19, 3-6).

    Destaco el llamado a Moiss, que en el texto bblico se ampla a todo elpueblo de Israel. La salvacin del estar sometidos a los egipcios correspon-de a los peligros que acechan al colibr; la incredulidad de los que noescuchan la voz, representada por los gegrafos; y, la accin de ser condu-cidos por alas de guila, a la apertura del hombre que escucha el llamado delas voces y acepta ser conducido a su destino propio.

    Un segundo intertexto est en Deuteronomio (32, 10-13):

    En tierra desierta se encuentra,en la soledad rugiente de la estepa.Y le envuelve, le sustenta, le cuida,como a la nia de sus ojos.Como un guila incita a su nidada,revolotea sobre sus polluelos

    6 Los intertextos me fueron sugeridos por el autor en reunin del 4 de octubre del 2002,quien agrega que hay mltiples antecedentes en mitologas orientales en que aparece elguila llevando sus polluelos hacia el sol.

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    as l despliega sus alas y le toma,y le lleva sobre su plumaje.Slo Yahveh le gua a su destino,como l ningn dios extranjero.Le hace cabalgar por las alturas de la tierra,le alimenta...

    La tierra desierta proyecta connotaciones adicionales al estar del colibr ensu huerta. La soledad rugiente de la estepa corresponde a peligros, naufra-gios y miedo de la primera etapa del poema. El intertexto despliega la ter-nura de Yahve con sus creaturas: las conduce a su destino, como un guilarevolotea sobre sus polluelos. El poema en breve sntesis afirma que elcolibr navega a bordo de sus alas y que le recorre el jardn volante de susplumas.

    En el texto bblico, el guila no es lo divino, sino un elemento de com-paracin para hacer entender al hombre la ternura que Dios experimentapor sus creaturas. En el poema, el guila ha sido trasmutada en guila conmayscula, es decir, se ha identificado con la divinidad.

    Pienso que el segundo nivel de lectura se concretiza en una especie desalto al abismo, en un acto de fe que implica el seguir un llamado no deter-minado inicialmente, llamado que expone al ser humano, pero que en defi-nitiva lo arroja a los brazos de un Alguien que acoge y hace posible elcumplimiento pleno del sentido de la existencia humana.

    Los textos de Teresa de Lisieux (1989:233, 235, 236) que el autor mesugiri para esclarecer el sentido de la presencia del guila, confirmaronmi hiptesis de un tercer nivel de lectura del poema, que consistira endesplegar en el poema el llamado a algunos seres humanos a una vida con-sagrada, a una entrega total a lo divino. Desde tiempos remotos y en lasms diversas culturas la historia da cuenta de fenmenos semejantes en elmodo de religarse a lo divino.

    El poema pese a los vacos e indeterminaciones en relacin al punto dellegada, sugiere a mi imaginacin de lector (Iser 1972:36) la vocacin alsacerdocio del sujeto de la escritura. El hipotexto abre el campo a otrasformas de consagracin, entre ellas la del contemplativo, como es el casode Teresa de Lisieux.

    Transcribir algunos prrafos de esta ltima para hacer evidente la re-creacin potica de la cual han sido objeto en el hipertexto:

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    Yo me considero un dbil pajarillo cubierto solamente de un ligeroplumn. No soy un guila, slo tengo de ella los ojos y el corazn,porque a pesar de mi extrema pequeez, me atrevo a mirar fijamenteal Sol divino, al Sol del amor, y mi corazn siente en s todas lasaspiraciones del guila...El pajarillo quisiera volar hacia ese brillante Sol que embelesa susojos (...) Morir de pena al verse tan impotente?...Oh, no! Elpajarillo ni siquiera se afligir (...) Nada sera capaz de atemorizarle,ni el viento, ni la lluvia (p. 233-4).A veces, es verdad, el pajarillo se ve asaltado por la tempestad; leparece creer que no existe otra cosa que las nubes que le envuelven(p. 234).Y las guilas, compadecindose de su hermanito, le protegen, ledefienden, y ponen en fuga a los buitres, que quisieran devorarle(...).Oh, Verbo divino! Eres t el guila dorada que yo amo, la que meatrae! (...) guila eterna quieres alimentarme con tu divina sustan-cia, a m, pobrecito ser, que volvera a la nada, si tu divina mirada nome diese la vida a cada instante (...) mi locura consiste en suplicar alas guilas, mis hermanas que me obtengan la gracia de volar haciael Sol del amor con las propias alas del guila divina... (p. 235).un da, yo lo espero, vendrs, guila adorada a buscar a tu pajarillo;y remontndote con l hasta el Foco del amor, le hundirs por todala eternidad en el ardiente abismo de ese amor (p. 236).

    Observemos algunas consonancias y tambin las diferencias. El hipotextoes un texto en prosa escrito en primera persona, cuyo contenido son expe-riencias vividas con las cuales el sujeto se identifica. En estricto sentido esuna escritura que pertenece al gnero autobiogrfico. Si bien es cierto quehay numerosas figuras poticas, stas tienen por objeto trasmitir sentimien-tos de la manera ms fidedigna posible. No hay en el sujeto de la enuncia-cin intencin esttica, sino dar cuenta de una experiencia religiosa.

    En el hipertexto el uso de la tercera persona distancia al sujeto de lodicho. La forma de expresin es la propia de un poema que no se dilataentregando datos, sino una apretada sntesis que abre mltiples sugeren-cias. Es solo en ciertos indicios que el lector puede establecer la relacinde los hechos con

    las condiciones de produccin, elaboracin, recepcin, etc..., talcomo son investigadas en estudios psicolgicos antropolgicos ehistricos (Van Dijk 1987:176).

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    En lo referente a las consonancias entre ambos textos: el dbil pajarilloes en el hipertexto colibr, pjaro pequeo, que no podra realizar por suspropias fuerzas la hazaa descrita. Tampoco el pajarillo de extrema pe-queez de Teresa de Lisieux es un guila, pero ella dice sentir sus mismasaspiraciones. Mirar fijamente el Sol Divino. Las voces que llaman enViaje de Pjaros son voces inicialmente indeterminadas, solo al concluirel poema se identifican con el guila con mayscula que lleva al colibrentre sus alas.

    El pajarillo teresiano se pregunta Morir de pena al verse tan impo-tente? Pregunta que corresponde en el poema a la que se hacen los ge-grafos

    si su costumbre eraesquivar abejas las maanas,en esta latitudel colibr no se disolver en miedo?

    Nada sera capaz de atemorizarle, ni el viento, ni la lluvia (...). A veces esverdad el pajarillo se ve asaltado por la tempestad; le parece creer que noexiste otra cosa ms que las nubes que lo envuelven.

    En el texto en anlisis el viento es tambin agente negativo. La lluvia setrasforma en nieve y espuma y la tempestad resuena en los gritos denaufragio.

    Dice Teresa de Lisieux que las guilas humanas le obtendrn

    la gracia de volar hacia el Sol del amor con las propias alas delguila divina (...). Un da, yo lo espero vendrs, guila adorada abuscar otro pajarillo; y remontndole con l hasta el foco del amor,le hundirs por toda la eternidad en el ardiente abismo de ese amor.

    En el hipertexto las voces que llamaron son ahora Voz-guila. El colibrnavega sobre sus alas, viaja hacia su destino propio en una situacin demxima proteccin. Es llevado, cruzando pases, pero lo que en verdadrecorre es el jardn volante de sus plumas, con las connotaciones de be-lleza, agrado, tranquilidad que despierta la palabra jardn. Es posible tam-bin pensar en un eco del mtico Jardn del Edn, pero el contexto no entre-ga elementos para cerrar este vaco, esta indeterminacin del texto (Iser1972:30).

    Antes de finalizar esta tercera opcin de lectura en espiral que heintentado realizar, quiero utilizar la nocin de contexto en un sentido ms

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    amplio que el del contexto intratextual; para ello me ha parecido interesan-te incluir un hecho que pertenece al estatuto de la produccin y elaboracindel texto que compete a disciplinas como la sicologa y la historia. Parafundamentar tericamente mi mirada citar el pensamiento de Jauss, VanDijk y Schmidt en lo que se refiere al problema.

    Afirma Jauss que

    El lado productivo y el receptivo de la experiencia esttica entranen una relacin dialctica, la obra no es nada sin su efecto, su efectosupone la recepcin, el pblico condiciona, a su vez la produccinde los autores. La historia de la literatura se presenta en adelantecomo un proceso en el que el lector como sujeto activo, aunquecolectivo, est frente al autor, que produce individualmente y ya nopuede ser eludido, como instancia mediadora, en la historia de laliteratura (Jauss 1987:73-4 ).

    Teun A. Van Dijk es an ms explcito:

    Las opiniones que mantienen que la teora literaria debera centrar-se exclusivamente en el texto literario son injustificadas e ideol-gicas: no slo son importantes las estructuras del texto literario sinotambin sus funciones as como las condiciones de produccin, ela-boracin, recepcin, etc., tal como son investigadas en estudiospsicolgicos,sociolgicos, antropolgicos e histricos (Van Dijk1987:176 ).

    Para Schmidt,

    Desde un punto de vista formal, se trata en cada ocasin del anli-sis de las relaciones texto-contexto donde el lugar del texto es ocu-pado por los textos literarios y donde se pueden situar en el lugar delcontexto todas las informaciones de las que dispone el investigadoro las informaciones cuyas relaciones con el texto son interesantes enuna teora de la comunicacin literaria(Schmidt 1987:201).

    En el marco de estas perspectivas tericas quiero incluir las palabras conque Joaqun Alliende Luco se refiere al modo cmo descubri su vocacinsacerdotal. Este hecho es relatado en una entrevista realizada por MaraPaz Lagos, publicada en el diario El Mercurio el 27 de noviembre de 2001.El autor recuerda en dicha entrevista que en su juventud, en los aos 50,siendo estudiante universitario actuaba en el teatro junto a Jaime Celedn.

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    Mi vocacin se decidi en el Teatro Municipal. Despus de losensayos, me quedaba. Haba una fascinacin frente al teatro vaco.Yo miraba esas butacas y escuchaba una voz interior que deca: Tie-nes que hablar, pero con otras palabras que las que ests diciendoahora. Era persistente. Un da, paseando con Jaime por el foyer delteatro con una luz de maana que entraba por los cristales, le cuento.Jaime se da vuelta, me da un puete en el antebrazo, y me dice:Desgraciado, para qu pierdes el tiempo, por qu no te haces cura.Qued conmovido. Me di cuenta de que mi objecin para ser curaera que me senta indigno. Entonces, un compaero me preguntsobre esto de ser cura y yo le contest: Es que no hay nadie digno deser cura. Con esta frase entend que caa mi autoobjecin interna yestaba feliz, estaba como loco.

    Como consecuencia de su decisin debi partir a Suiza a prepararse para sufutura tarea. Volar en un pjaro-avin, cruzar las altas cumbres y atrave-sar el ocano. No deber enfrentar peligros externos, viento hambre onaufragios, solo la angustia interior de no sentirse digno del llamado.

    Pero la Voz que llama es la voz de un Padre misericordioso que exorcizael sinsentido que amenaza al hombre del fin de siglo, al hombre que seexperimenta como un ser amenazado por la muerte y la nada, al hombreque se niega a aceptar que es parte de una historia caminante en que setrasgrede la lgica racional de todo clculo humano.

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    RESUMEN / ABSTRACT

    El artculo analiza tres poemas de Joaqun Alliende a partir de una de las matrices de sentidoque es posible encontrar en algunos de los textos poticos del autor: la de la existencia de unDios misericordioso que puede ser respuesta al sinsentido que acosa la vida humana.

    El anlisis se hace cargo del reconocimiento de los hipotextos e intertextos que conec-tan estos poemas a la tradicin cultural.

    This article discusses three poems by Joaquin Alliende, starting from the most recurrenttopic we can find in his poetic texts, that is, the existence of a merciful God who will be ableto decode the senselessness that threatens human life.

    This analysis has been completed on the basis of indirect allusions and textual quotationsthat connect these poems with the cultural tradition.