Las Olas Por Virginia Woolf · Al acercarse a la playa cada barra se alzaba, se amontonaba sobre...

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Las Olas Por Virginia Woolf

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LasOlas

Por

VirginiaWoolf

Elsolaúnnosehabíaalzado.Sóloloslevespliegues,comolosdeunpañoalgoarraigado,permitíandistinguir elmardel cielo.Pocoapoco, amedidaque el cielo clareaba, se iba formando una raya oscura en el horizonte, quedividía el cielo delmar, y en el paño gris aparecieron gruesas líneas que lorayaban,avanzandounatrasotra,bajolasuperficie,cadacualsiguiendoalaanterior,persiguiéndoseunaaotra,perpetuamente.

Al acercarse a la playa cada barra se alzaba, se amontonaba sobre símisma,rompía,ysedeslizabaunsutilvelodeaguablancasobrelaarena.Laolasedetenía,ydespuésvolvíaaretirarsearrastrándose,conunsuspirocomoeldeldurmientecuyoalientovayvieneenlainconsciencia.Pocoapoco,laoscurarayaenelhorizonteseaclaraba,comosilaspartículassuspendidasenuna vieja botella de vino hubieran descendido al fondo, dejando verde elvidrio.Tambiénmásalláseaclarabaelcielo,comosielblancoposohubieradescendido, o como si el brazo de una mujer recostada bajo el horizontehubiera alzado una lámpara, y planas barras blancas, verdes y amarillas seproyectabanenelcielo,como lasvarillasdeunabanico.Entonces, lamujeralzómáslalámpara,yelairepareciódevenirfibrosoyapartarsedelaverdesuperficie, chispeante y llameando, en rojas y amarillas hebras como elhumeante fuego que ruge en una hoguera. -Poco a poco, las hebras de lahoguerasefundieronenunresplandor,enunaincandescenciaquealzóelpesodelgriscielo lanudo,poniéndoloencimadeél,y loconvirtióenmillonesdeátomosdesuaveazul.Lasuperficiedelmarsehizodespaciotransparente,yestuvodestellanteyrizadahastaquelasoscurasbarrasquedaroncasiborradas.Lentamente,elbrazoquesosteníalalámparalaalzómás,ydespuésmás,hastaque la ancha llama se hizo visible. Un arco de fuego ardía en el borde delhorizonte,yasualrededorelmarlanzaballamasdoradas.

Laluzincidióenlosárbolesdeljardín,ydiotransparenciaaunahoja.Yluegoaotra.Unpájarogorjeóalto.Hubounapausa.Otropájarogorjeómásbajo.Elsoldiorelievealosmurosdelacasa,yseposócomolapuntadeunabanico cerrado en una blanca persiana, dejando una azul huella digital desombróbajo lahoja juntoa laventanadeldormitorio.Lapersianasemoviólentamente,perodentrotodoerapenumbrasinsustancia.Fuera,cantabanlospájarossumelodíavacía.

«Veounaroquependesobremí»,dijoBernard.«Elarovibraypendedeunlazodeluz.»

«Veouna tajadadepálidoamarillo»,dijoSusan,«quecreceysealejaalencuentrodelarayadepúrpura.»

«Oigo el sonido», dijoRhoda, «de canto barato en gorjeo, canto barato,queseelevaybaja.»

«Veo un globo», dijo Neville, «que cuelga en el aire, en vertical caída,contralasinmensasladerasdeunacolinaquenosé.»

«Veounaborlacarmesí»,dijoJinny,«entreveradadehebrasdeoro.»

«Oigo un patear», dijo Louis. «Hay un gran animal con una pataencadenada.Patea,patea,patea.»

«Mira la telaraña,enelángulodelbalcón»,dijoBernard.«Tienecuentasdeagua,gotasblancasdeluz.»

«Las hojas se amontonan alrededor de la ventana, como orejaspuntiagudas»,dijoSusan.

«Una sombra se proyecta en el sendero», dijoLouis, «comoun codo enflexión.»

«Islasdeluzflotansobreelcésped',dijoRhoda.

«Caenatravésdelosárboles.»

«Losojosdelospájarosdestellanenlostúnelesformadosporlashojas»,dijoNeville.

«Vellocortoydurocubrelostallos»,dijoJinny,«yenellossehanpegadogotasdeagua.»

«Una oruga está enroscada formando un aro verde», dijo Susan, «y suspiesparecenunasmuescasredondeadas.»

«El caracol de cáscara gris cruza arrastrándose el sendero, y deja lasbriznasaplastadasdetrás»,dijoRhoda.

«Yardientesdestellosnacidosenloscristalesdelasventanasrebrillanyseapaganenelcésped»,dijoLouis.

«Laspiedrassonfrías,bajomispies»,dijoNeville.«Lassientounaauna,redondasopuntiagudas.»

«Meardeeldorsodelasmanos»,dijoJinny,«peroelrocíomehapuestolaspalmaspegajosasyhúmedas.»

«Ahora el gallo canta como un chorro de agua dura y roja en la blancamarea»,dijoBernard.

«Lospájaroscantanaltoybajo,callanycantan,anuestroalrededor»,dijoSusan.

«Elanimalpatea;pateaelelefanteconlapataencadenada;elgranbrutoenlaplayapatea»,dijoLouis.

«Mira la casa», dijo Jinny, «con las persianas blancas en todas las

ventanas.»

«Aguafríacomienzaamanardelgrifodelfregadero»,dijoRhoda,«sobreelcuencoconpescadilla.»

«Rajas de oro rajan losmuros», dijoBernard, «y hay sombras de hojas,azulesyenformadededos,bajolasventanas.»

«Y ahora la señora Constable se pone las gruesas medias negras», dijoSusan.

«Cuandoelhumosealza,elsueñoenroscándosesealejadeltejado,comounaniebla»,dijoLouis.

«Alprincipio,lospájaroscantabanacoro»,dijoRhoda.«Ahoralapuertade la cocina se abre. Se van volando. Se van volando como el puñado desemilla que lanza el sembrador. Pero hay uno, solo, que canta junto a laventanadeldormitorio.»

«Enelfondodelcuencoseformanburbujas»,dijoJinny.«Despuéssuben,másymásaprisa,cómounacadenadeplatahastalasuperficie.»

«AhoraBiddyraspalasescamasdelospescadosconuncuchillomelladosobreunatabla»,dijoNeville.

«Laventanadel comedor es azuloscuro ahora», dijoBemard,«y el aireretiemblasobrelaschimeneas.»

«Una golondrina se posa en el cable de la electricidad», dijo Susan. «YBiddyhadejadobruscamenteelcuboenelsuelodelosasdelacocina.»

«Esta es la primera campanadade la campanade la iglesia», dijoLouis.«Seráseguidaporotras,unodos,unodos,unodos.»

«Mira cómo vuela el mantel sobre la mesa, blanco y a lo largo», dijoRhoda.«Ahorahaydiscosdeblancaporcelana,yrayasdeplatajuntoacadaplato.»

«Derepentezumbaunaabejaenmioreja»,dijoNeville.«Estáaquí,yyahapasado.»

«Ardo,tiemblo»,dijoJinny,«alsalirdeestesolyentrarenestasombra.»

«Ahorasehanidotodos»,dijoLouis.«Estoysolo.Todoshanentradoenlacasa para desayunar, y he quedado en pie junto almuro entre las flores.Esmuytemprano,antesdelasclases.Flortrasflorpunteanlaprofundidadverde.Lospétalossonarlequines.Lostallossurgendelosnegroshoyos.Lasfloresnadan como peces de luz, en la superficie de las oscuras aguas verdes.Sostengo un tallo en lamano. Soy el tallo.Mis raíces descienden hasta lasprofundidades del mundo, a través de tierras secas, de roca, a través de

húmedas tierras, de vetas de plomo y de plata. Soy todo fibra. Todos lostembloresmeestremecen,yelpesodelatierraoprimemiscostillares.Aquí,misojos sonhojasverdesquenoven.Soyunchicovestidode franelagris,conuncinturóndehebillaenformadeserpiente,aquí.Allá,abajo,misojossonlosojossinpárpadosdeunaestatuadepiedraenundesiertojuntoalNilo.Veomujeresquepasan,concántarosrojos,caminodelrío.Veocamellosquesebalanceanyhombrescon turbante.Oigopateos, tembloresyrebulliramialrededor.

»AquíBernard,Neville,JinnyySusan(peronoRhoda)rasanlosparterrescon sus redes. Espuman lasmariposas de lasmóviles cabezas de las flores.Peinan la superficie del mundo. Sus redes están llenas de alas batientes.“¡Louis!¡Louis!¡Louis!”,gritan.Peronopuedenverme.Estoyalotroladodelseto.Enlamasadehojassólohaymenudosorificios,comoojosparaver.Diosmío,déjalosquepasen.Diosmío,permitequedejenlasmariposasenvueltasen un pañuelo, sobre la grava. Déjales contar cuántas mariposas blancas,cuántasrojasycuántasmoteadashanatrapado.Peropermitequenomevean.A la sombradel seto, soyverdecomoel tejo.Micabelloesdehojas.Estoyenraizadoenelcentrodelatierra.Micuerpoesuntallo.Oprimoeltallo.Unagotaseformaenelorificiodelaboca,ylentaydensacreceycrece.Ahora,algodecolorderosapasaporelorificiocomounojo.Ahora,elrayodeunamirada pasa por el túnel. Y el rayome toca. Soy un chico con un traje defranelagris.Esellaymehaencontrado.Sientoelgolpeenelcogote.Mehabesado.Todosehahechoañicos.»

«Mehepuestoacorrer»,dijoJinny,«despuésdedesayunar.Hevistoquelashojasseagitabanenunorificiodelseto.Hepensado:"Esunpájaroensunido." Las hojas han seguido moviéndose. He tenido miedo. Corriendo, hepasado ante Susan, ante Rhoda,Neville y Bernard, que hablaban junto a lacasetadelasherramientas.Llorabamientrascorríamásymásaprisa.¿Quéhamovido las hojas? ¿Qué mueve mi corazón, mis piernas? Y he entradobruscamente aquí, viéndote verde como un arbusto, como una rama, muyquieto,Louis,conlamiradafija.“¿Estámuerto?”,hepensado,ytehebesado,saltándomeelcorazón,bajoelvestidodecolorderosa,comolashojas,quesiguenmoviéndoseaunquenadahayquelasmueva.Ahorahueloageranios,hueloalmantillodela tierra.Bailo.Ondulo.Meencuentroarrojadasobre ti,comounareddeluz.Yacentetiemblo,sobretiarrojada.»

«Porentreelclaroenelseto»,dijoSusan,«vicómoJinnylebesaba.Alcélacabeza inclinada sobre lamaceta,ymiréporel claroenel seto.VicómoJinny le besaba. Los vi, a Jinny y a Louis, besándose. Ahora envolverémiangustiaenelpañueloquesiemprellevoenelbolsillo.Ylaangustiaquedaráprietamente apretujada, enunapelota.Sola iré al bosquedehayas, antes declase.Nome sentaré a lamesaparahacer sumas.Nome sentaré al ladode

Jinny,nomesentaréalladodeLouis.Cogerémiangustia,yladejarésobrelasraíces,bajolascopasdelashayas.Laexaminaréylacogeréconlaspuntasdelos dedos. No me descubrirán. Comeré nueces y buscaré huevos entre laszarzas,semeamazacotaráelcabello,dormirébajounarbusto,beberéaguadecharcayallímoriré.»

«Susan ha pasado junto a nosotros», dijo Bernard. «Ha pasado ante lapuerta de la caseta de las herramientas, con el pañuelo prietamenteapelotonado. No lloraba, pero sus ojos, tan hermosos, se habían achicado,como se achican los de los gatos antes de saltar. La seguiré, Neville. Irédespacio tras ella, para estar presto, conmi curiosidad, a fin de confortarlacuandoestalleyensurabiapiense:“Estoysola.”

»Ahoracruzaelcampo,contoneándoseindiferente,paraengañarnos.Llegaaladepresión;creequenadielave;echaacorrerconlospuñoscrispadosantesí.Selehundenlasuñasenelpañueloapelotonado.Sedirigehaciaelbosquedehayas,fueradelaluz.Abrelosbrazosalllegaralaspavasysezambulleenlassombrascomounanadadora.

Perosehaquedadociegatraslaluzytropiezaysearrojasobrelasraíces,bajo las copas de los árboles, donde la luz parece jadear, naciendo yextinguiéndose,naciendoyextinguiéndose.Lasramasrespiranfuerte,arribayabajo.Hayangustiaahí.Lasraícesformanunesqueletoenlatierra,conhojasmuertas amontonadas en los rincones. Susan ha derramado su angustia. Elpañuelo yace en las raíces de las hayas, y Susan solloza, ovillada donde hacaído.»

«He visto cómo Jinny le besaba», dijo Susan. «Hemirado por entre lashojas y la he visto. Entró bailando, moteada de diamantes, leves como elpolvo.Yyosoychaparra,Bernard,chaparraybaja.Tengoojosquemiranmuydecercaelsueloyveninsectosenlahierba.Laamarillacalidezdemicostadosetornópiedra,cuandoviqueJinnybesabaaLouis.Comeréhierbaymoriréencualquiercharcadeaguaparda,conpodridashojasmuertas.»

«Tehevistoirhaciaallá»,dijoBernard.«Alpasarjuntoalapuertadelacaseta,teheoídogritar:"Soydesdichada."Hedejadoelcuchillo.ConNevilletallaba barquitos en un leño. Y voy despeinado porque, cuando la señoraConstablemehadichoquemepeinara,habíaunamoscaenunatelaraña,yhepreguntado:“¿Devuelvolalibertadalamosca?¿Dejoquelaarañaladevore?”Por esto siempre llego tarde. Voy despeinado, con astillas de madera en elpelo.Aloírquellorabasteheseguido,yhevistocómodejabasenelsueloelpañuelo apelotonado, con tu rabia y tu odio en él. Pero esto pronto cesará.Nuestros cuerpos están cerca el uno del otro ahora. Oyes mi respiración.Tambiénveoelescarabajoquellevaunahojasobreeldorso.Avanzaenunadirección y luego en otra, de manera que incluso tu deseo, mientras

contemplaselescarabajo,deposeeralgoúnico(ahoraesLouis)seveobligadoavacilar,comolaluzquevayvieneporentrelashojasdelhaya.Yentonceslas palabras que se mueven tenebrosas en las profundidades de tu menteromperánestenudodedureza,contenidoentupañuelo.»

«Amo»,dijoSusan,«yodio.Sólounacosadeseo.Mimiradaesdura.Lamirada de Jinny se quiebra en cienmil luces.Los ojos deRhoda son comoesaspálidasfloresalasqueacudenlaspolillasalatardecer.Lostuyoscrecenyrebosan, pero nunca se quiebran. Sin embargo estoy ya empeñada en mibúsqueda y mi propósito. Veo insectos en la hierba. Pese a que mi madretodavía me hace blancos calcetines de punto y me cose dobladillos en losdelantales,ypeseaqueaúnsoyunaniña,amoyodio.»

«Pero cuando estamos sentados cerca», dijo Bernard, «tú y yo nosfundimoselunoenelotrograciasalasfrases.Quedamosribeteadosdeniebla.Formamosunterritoriosinsustancia.»

«Veo el escarabajo», dijo Susan. «Veo que es negro, veo que es verde.Estoylimitadaapalabrassueltas.Perotúpuedesalejarte,teescapas,teelevasmásalto,conlaspalabrasypalabrasenfrases.»

«Ahora»,dijoBernard,«exploremos.Hayunacasablancaqueyaceentrelosárboles.Lacasayaceahí,muchomásbajoquenosotros.Noshundiremoscomonadadores,tocandoelsueloconsólolaspuntasdelosdedosdelospies.Nos hundiremos a través del aire verde de las hojas, Susan.Nos hundimosmientrascorremos.Lasolasnoscubren,lashojasdelashayassereúnensobrenuestrascabezas.Ahíestáelrelojdelestabloconsusbrillantessaetadoradas.Ahí están las llanurasy lospicosde los tejadosde lagrancasa.Ahí está elmozo de cuadra produciendo metálicos sonidos en el patio con botas decaucho.EstoesElvedon.

»Ahora,atravésdelascopasdelosárboles,hemoscaídoentierra.Elaireya no alza sus largas y desgraciadas olas purpúreas sobre nuestras cabezas.Tocamoselsuelo.Pisamoselsuelo.Ahíestáelrecortadosetodeljardíndelasseñoras.Porahíandanalmediodía,contijeras,cortandorosas.Ahoraestamosen el bosque limitado, con el muro alrededor. Esto es Elvedon. He vistocarteles en la encrucijada, con un brazo que apunta "A Elvedon". Nadie haestadoaquí.Loshelechosdespidenunolormuyfuerteydebajodeelloshaysetasrojas.Ahoradespertamoslasdormidascornejasquenuncahabíanvistouna forma humana. Ahora pisamos las podridas manzanas silvestresenrojecidasporel tiempoy resbaladizas.Hayunmurocircular alrededordeeste bosque.Nadie entra aquí. ¡Escucha!Un sapogigantescoha saltadoporentre lamaleza. Y esto es elmurmullo de una primitiva piña que cae parapudrirseentreloshelechos.

»Pon el pie en esta piedra y álzate.Mira por encima delmuro. Esto es

Elvedon. La señora está sentada entre dos alargadas ventanas, escribiendo.Congigantescasescobas,losjardinerosbarrenelcésped.Somoslosprimerosque llegamos aquí. Somos los descubridores de una tierra ignorada. No temuevas. Si los jardineros nos vieran, dispararían contra nosotros. Debemospermanecerclavadoscomolosarmiñosenlapuertadelestablo:¡Mira!Notemuevas.Agárrateconfuerzaaloshierbajosdelmuro.»

«Veo a una señora escribiendo. Veo a los jardineros que barren», dijoSusan.«Simuriésemosaquí,nadienosenterraría.»

«¡Corre!», dijoBernard. «¡Corre! ¡El jardinero de la barba negra nos havisto!¡Nospegaráuntiro!¡Dispararácontranosotroscomosifuéramosgrajosy quedaremos clavados en elmuro! Estamos en tierra hostil.Debemos huirhaciaelbosquedehayas.Debemosescondernosbajolascopasdelosárboles.Mientras veníamos he movido una ramita caída. Hay un sendero secreto.Agáchatecuantopuedas.Pensaránquesomoszorros.¡Corre!

»Ahoraestamosasalvo.Podemoserguirnosdenuevo.Podemosestirarlos,brazos bajo este alto dosel, en este vasto bosque. Nada oigo. Es sólo elmurmullodelasolasenelaire.Estoesunapalomatorcazquebuscacobijoenlascopasmásaltasdelashayas.Lapalomabateelaire.Lapalomabateelaireconalasdemadera.»

«Ahora te alejas», dijo Susan, «hilando frases.Ahora asciendes como elhilodeunglobo,másymás arriba, a travésde capasdehojas, fuerademialcance.Ahoraremoloneas.Metirasdelafalda,mirandohaciaatrás,haciendofrases. Te has escapado de mí. Ahí está el jardín. Aquí el seto. Aquí estáRhodaenelsendero.AquíestáRhodaenjetsendero,meciendopétalosenelcuencocastaña.»

«Todosmisbuquessonblancos»,dijoRhoda.«Noquierolospétalosrojosdelosgeraniosydelasmalvasdelhuerto.Quieropétalosblancosqueflotencuando inclino el cuenco.Tengo ahora una flota que nada de orilla a orilla.Echaré una ramita que sea balsa para un marinero náufrago. Echaré unapiedra,yveré lasburbujassurgiendodel fondodelmar.Nevilleseha ido,ySusansehaido.Jinnyestáenelhuerto,cogiendogrosellas,quizáencompañíadeLouis.Podréestarsolaunosinstantes,mientraslaseñoritaHudsoncolocalaslibretasenlamesadelaclase.Dispongodeunabreveporcióndelibertad.He recogido todos los pétalos caídos y los he echado a nadar. He rociadoalgunos.Aquípondréunfaro.Yahoravoyabalancearmicuencocastañodeunladoaotroparaquemisbarcosnaveguenconoleaje.Algunossehundirán.Algunosseestrellaráncontralosarrecifes.Unonavegasolo.Esteesmibarco.Penetra en heladas cavernas en las que la foca ladra, y verdes cadenaspendientes de las estalactitas se balancean. Se alzan las olas, sus crestas seretuercen, fíjate en las luces de los mástiles. Se han desperdigado, han

naufragado, todos salvo mi buque, que remonta la ola y se desliza en lagalernayllegaalasislasenlasquelospapagayosparloteanylaslianas…»

«¿DóndeestáBernard?»,dijoNeville.«Tienemicuchillo.Estábamosenlacasetadelasherramientas,construyendobarcos,ySusanpasóantelapuerta.YBernardtiróalsuelosubarcoysefuetrasellaconmicuchillo,elcuchilloafilado que talla la quilla. Bernard es como un alambre colgante, como elcordónrotodeunacampanilla,siempreoscilando.Escomolasalgascolgadasen el alféizar de la ventana, ahora húmedas, ahora secas. Me deja en laestacada,ysigueaSusan,ysiSusanllora,Bernardsellevamicuchilloylecuentahistorias.Lahojagrandedemicuchilloesunemperador,lahojarotaesunnegro.Odiolascosascolgantes,odiolascosashúmedas.Odiovagarsinpropósito ymezclar las cosas. Ahora suena la campana y llegaremos tarde.Debemos dejar nuestros juguetes. Debemos entrar juntos. Las libretas estándispuestas,unaalladodelaotra,enlamesacontapeteverde.»

«Noconjugaréelverbo»,dijoLouis,«hastaqueBernardlohayarecitado.MipadreesbanqueroenBrisbaneyhabloconacentoaustraliano.EsperaréeimitaréaBernard.Bernardesinglés.Todossoningleses.ElpadredeSusanesclérigo. Rhoda no tiene padre. Bernard y Neville son hijos de noblescaballeros. Jinny vive con su abuela en Londres. Ahora humedecen con lalengua las puntas de los lápices. Ahora retuercen las libretas y,mirando desoslayo a la señoritaHudson, cuentan los purpúreos botones de su corpiño.Bernardllevaunaastillaenelpelo.Susantieneenrojecidoslosojos.Losdosestáncolorados.Peroyosoypálido;soypulido,ymesujetolospantalonesdegolf con un cinturón de hebilla de bronce en forma de serpiente.Me sé laleccióndememoria.Sémásdeloquetodosjuntossabránensuvida.Meséloscasosylosgéneros.Siquisiera,podríaaprendertodalacienciadelmundo.Pero no quiero demostrarlo y recitar la lección. Mis raíces se entrelazan yforman un tejido, como las hebras de una planta en el tiesto, alrededor delmundo.Noquiero levantarmey alcanzar la cumbre, y vivir a la luzde estegran reloj de rostro amarillo, que late y late en su constante tic-tac. JinnyySusan,BernardyNeville,seunenentresíformandounazurriagaconlaqueazotarme. Se ríen de que sea pulido y tenga acento australiano. AhoraprocuraréimitarelsuaveacentoconqueBernardbisbiseaellatín.»

«Son palabras blancas», dijo Susan, «como los cantos rodados que seencuentranenlaplaya.»

«Mueven la cola a derecha e izquierda cuando les habla», dijoBernard.«Meneanlacola,agitanlacola,semuevenporelaireenrebaño,ahorahaciaaquí,ahorahaciaallá,avanzanjuntas,ahoraseseparan,ahorasereúnen.»

«Sonpalabrasamarillas,sonpalabrasflamígeras»,dijoJinny.«Megustaríatener un vestido llameante, un vestido amarillo, un vestido leonado, para

ponérmeloporlanoche.»

«Cadatiempoverbal»,dijoNeville,«tieneunsignificadodiferente.Enestemundohayunorden;haydistinciones,haydiferencias,enestemundoencuyoumbralmeencuentro.Sí,porqueestoessóloelprincipio.»

«Ahora la señorita Hudson», dijo Rhoda, «ha cerrado el libro. Ahoracomienzaelterror.Ahoracogelacortaporcióndetizaytrazanúmerosenlapizarra, seis, siete, ocho, después una cruz, y luego una raya. ¿Cuál es larespuesta? Los otros miran, miran con comprensión. Louis escribe. Susanescribe.Nevilleescribe.Jinnyescribe.InclusoBernardhacomenzadoahoraaescribir.Yonopuedoescribir.

Sóloveonúmeros.Losotrosentreganlasrespuestas,unotrasotro.Metocaelturno.Peronotengorespuesta.Losotrosyapuedenirse.Sevandandounportazo.LaseñoritaHudsonseva.Mequedesolaparaencontrarlarespuesta.Losnúmerosnosignificannadaahora.Elsignificadohadesaparecido.Elrelojhacetic-tac.Lassaetassonconvoyesquecruzanundesierto.Lasnegrasrayasenlacaradelrelojsonverdesoasis.Lasaetalargasehaadelantadoenbuscadeagua.Laotraavanzapenosamenteatropezonessobrelasardientespiedrasdeldesierto.Lapuertadelacocinabateunasolavez.Alolejosladranperrossalvajes.Mira,ellazoeneltrazódelnúmerocomienzaallenarsedetiempo,contieneel-mundoensuinterior.Comienzoatrazarunnúmero,yelmundoquedaenlazadoenél,yyoestoyfueradellazo,queahoracierro-así-,selloycompleto.Elmundoformauntodocompleto,yyoestoyfueradeél,llorando,gritando:"¡Salvadmedeserexpulsadaparasiempredellazodeltiempo!»

«Ahí estáRhoda sentada con la vista fija en la pizarra», dijoLouis, «enclase, mientras nosotros vagamos libremente, cogiendo aquí un poco detomillo,alláunahojadeboj,mientrasBernardnoscuentaunahistorieta.LaspaletillasdeRhodacasisetocan,enelcentrodelaespalda,comolasalasdeuna pequeña mariposa. Mientras contempla los números de yeso, supensamientosealojaenlosblancoscírculos.Pasaatravésdelosblancoslazosy, sola, penetra en el vacío. Carecen de significado para Rhoda. No tienerespuestaanteellos.Rhodanotienecuerpoylosotrossí.Yyo,quehabloconacentoaustraliano,yquemipadreesbanqueroenBrisbane,notemoaRhodacomotemoalosotros.»

«Arrastrémonosbajoeldoseldelashojasdelgrosellero»,dijoBernard,«ycontemoshistorias.Vivamosenelsubmundo.Tomemosposesióndenuestroterritoriosecreto, iluminadoporgrosellaspendientes,comocandelabros,quebrillanenrojo,porunlado,yennegroporelotro.Aquí,Jinny,siencogemosel cuerpo, podremos permanecer sentados bajo el dosel de las hojas delgrosellero y contemplar el balanceo de los incensarios. Este es nuestrouniverso.Losotrossealejanporelsenderodeloscarruajes.Lasfaldasdela

señoritaHudson y de la señoritaCurry pasan como campanitas para apagarcirios.AhívanlosblancoscalcetinesdeSusan.AhívanlaslimpiassandaliasdeLouis,dejandoclarashuellasenlagrava.Ahínosllegancálidasoleadasdeolorahojasendescomposición,mantilloenpodredumbre.Estamosentierraspantanosas ahora, estamos en una jungla de malaria. Hay un elefante conblancos colmillos, muerto por una flecha clavada, quieta, en un ojo. Losbrillantes ojos de los pájaros cojitrancos -águilas y buitres- se percibenclaramente.Nos toman por árboles caídos. Picotean un gusano -esto es unacobraencapuchada-,ylodejanconunapardacicatrizemponzoñada,paraquesea atacado por los leones. Este es nuestro mundo, iluminado por lunascrecientes y estrellas de luz. Grandes pétalos casi transparentes cierran lassalidascomopurpúreasventanas.Todoesextraño.Lascosassoninmensasymuypequeñas.Lostallosdelasfloressongruesoscomotroncosderoble.Lashojas están altas como cúpulas de vastas catedrales. Aquí yacentes, somosgigantescapacesdehacerretemblarelbosque.

«Estoesaquí»,dijoJinny,«estoesahora.Peroprontonosiremos.Prontola señoritaCurry tocaráel silbato.Echaremosaandar.Nos separaremos.Túirásalaescuela.Tendrásprofesoresconcrucesconblancoslazos.Yotendréunaprofesoraenunaescueladelacostaoriental,sentadabajounretratodelareinaAlejandra.Alláiré,comoSusanyRhoda.Estoessolamenteaquí,estoessolamenteahora.Ahorayacemosbajolosgroselleros,ycuandolabrisasoplaquedamos con todo el cuerpo moteado. Mi mano es como una piel deserpiente. Mis rodillas son rosadas islas flotantes. Tu rostro es como unmanzanobajounared.»

«Elcalorseva»,dijoBernard,«de la jungla.Negrasalasbaten lashojassobre nosotros. La señorita Curry ha tocado el silbato en la terraza.Arrastrándonos debemos salir del cobijo de las hojas del grosellero y andarerguidos.Llevasramitasenelpelo,Jinny.Yveounaorugaverdeentucuello.Formaremosendosdeafondo.LaseñoritaCurrynosllevaráadarunbriosopaseo,mientras la señoritaHudson se queda sentada ante sumesa haciendocuentas.»

«Esaburrido»,dijo Jinny,«caminarpor la carretera, sinventanaspor lasquemirar,sinlegañososojosdeazulescristalesporlosqueverlacalle.»

«Debemos formar por parejas», dijo Susan, «y andar en buen orden, sinarrastrarlospies,sinrezagarnos,conLouisalfrenteabriendomarcha,porqueLouisesdespiertoynoesmaula.»

«Como sea que, según afirman», dijoNeville, «soy tan delicado que nopuedo irconellos,porquemecansomuyfácilmentey luegocaigoenfermo,emplearéestahoradesoledad,estealtoenelconversar,paramerodearporlacasa y revivir, si puedo, por elmedio de situarme en elmismo punto de la

escalera, a mitad del descansillo, la sensación que tuve al oír hablar delmuerto, a través de la puerta batiente, anoche,mientras la cocinerametía ysacabapastelesdelhorno.Loencontrarondegollado.Lashojasdelmanzanoquedaron clavadas fijas en el cielo. La luna miraba y miraba. Me sentíaincapazdelevantarelpieparasubirunpeldaño.Loencontraronenelarroyo.La sangre corría por el arroyo. Tenía la quijada blanca como el bacalaomuerto. A esa rigidez, a esa inmovilidad estricta, la llamaré para siemprejamás"muerteentrelosmanzanos".Allíestabanlasflotantesnubesdepálidogris.Yelinexorableárbol.Laleveondulacióndemividanoservíadenada.Nopodíapasar.Habíaunobstáculo.Dije: "Nopuedosuperaresteobstáculoininteligible."Ylosotrospasaron.Peroestamoscondenados, todosnosotros,porlosmanzanos,porelinexorableárbolquenopodemospasar.

»Ahora la rigidez, la estricta inmovilidad, está superada. Proseguiré miinspeccióndeloslugaresdelacasaaúltimahoradelatarde,alocaso,cuandoelsolponeoleaginosasmanchasenellinóleo,yunagrietadeluzsearrodillaenlapared,ydaalaspatasdelasillalaaparienciadeestarquebradas.»

«He visto a Florrie en el huerto», dijo Susan, «al regresar del paseo, yestabaconlacoladahinchadaasualrededor,lospijamas,loscalzoncillos,loscamisones,muyhinchados.YErnest lahabesado.Ernest ibaconeldelantalverdeyestabalimpiandoplata.Teníaloslabiosfruncidos,conarrugascomolabocadeunasbolasdecordel,ylacogióensusbrazosconelpijamahinchadoentre ellos.Ernest estaba ciego comoun toro, y Florrie se pasmóde temor,únicamente las rojas venas minúsculas daban color a sus blancas mejillas.Ahora,apesardequenospasanbandejasdepanconmantequillayvasosdeleche, a la hora del té, veo una hendidura en la tierra, de ella sale silbandoardientevapor.Y la tetera ruge,comorugíaErnest,yestoyhinchaday tersacomoelpijama,inclusomientrasmisdientessehundenenelblandopanconmantequilla y sorbo la leche dulce. No temo al calor, ni temo al heladoinvierno. Rhoda sueña, mientras chupa la corteza de pan mojada en leche.Louiscontemplalaparedfrenteaél,conojosdelverdecolordeloscaracoles.Bernardformabolitasconmigadepany las llama"gente".Neville,consusademaneslimpiosyconcluyentes,yahaterminado.Haenrolladolaservilletayhadeslizadoenellalaargolladeplata.Jinnyefectúamovimientoscircularescon los dedos sobre el mantel, como si bailaran al sol, en una sucesión depiruetas.Peronotemoalcalor,nialheladoinvierno.»

«Ahora»,dijoLouis,«noslevantaremostodos,nospondremosenpie.LaseñoritaCurryabreelancholibronegroylodejasobreelarmonio.Esdifícilreprimirelllantomientrascantamos,mientrasrogamosaDiosquenosprotejaenelsueñoynosllamehijos.Cuandoestamostristesytemblorososdemiedo,esbuenocantaracoro,inclinándonoslevementeelunocontraelotro,yohaciaSusan,SusanhaciaBernard,conlasmanoscogidas,muytemerosos,yodemi

acento,Rhodadelosnúmeros,perodispuestosavencer.»

«Juntos subimos las escaleras, en tropel, como caballos enanos», dijoBernard, «pateando, empujándonos, para esperar el turno de entrar en ellavabo. Resoplamos, nos empujamos, saltamos sobre las blancas y durascamas.Metocaelturno.Voy.

»LaseñoritaConstable,protegidaporunatoalladebaño,cogelaesponjadecolordelimónylahundeenelagua.Laesponjatomaelcastañocolordelchocolate, chorrea, la señorita Constable la eleva sobre mi cabeza, tiemblobajolaesponjaylaseñoritaConstablelaestruja.Elaguamerecorrelaespinadorsal.Destellantesflechasdesensacionessedisparanhaciaunoyotrolado.Estoy cubierto de cálida carne. Las secas coyunturas seme humedecen;micuerpofríosecalienta,chorreaybrilla.Elaguadesciendeymeconvierteenunaanguiladestelleante.Ahoracálidastoallasmeenvuelven,ysuaspereza,alfrotarmelaespalda,haceronronearlasangre.Enlatechumbredemimenteseforman gruesas y densas sensaciones. Como el agua cae el día: el bosque,Elvedon, Susan y la paloma. Como agua que chorrea por los muros demimente,comoaguasreunidas,eldíacaecopiosoyesplendente.Ahorameato,sin ceñirlademasiado, la cintadel pijama,yme tiendo, cubriéndomecon ladelgada sábanaque flota en la luz sutil que es comouna leve capade agualanzadasobremisojosporunaola.Asutravés,lejos,muylejos,débilmenteylejos,oigoelcomienzodelcoro,ruedas,perros,hombresquegritan,campanasdelaiglesia,elcomienzodelcoro.»

«Del mismo modo que doblo el vestido y el viso», dijo Rhoda, «medespojodemiimposibledeseodeserSusan,deserJinny.Peroextenderélosdedosde los pies para tocar el límite de la cama.Adquiriré la seguridad, altocarelmetal,propiadetodoloduro.Ahoranopuedohundirme.Esimposiblequecaigaa travésde ladelgadasábana,ahora.Ahora relajoelcuerposobreestefrágilcolchónyquedosuspendidaenelaire.Ahoraflotosobrelatierra.Yanoestoyenpieparaquemegolpeenymehieran.Todoessuaveydócil,maleable. Las paredes y las alacenas palidecen y sus amarillos rectángulos,sobrelosquepálidobrillaelcristal,sedoblegan.Ahorademípuedenmanarlospensamientos.Puedopensarenmisflotasnavegandoenelmaralzadoenoleaje.Estoyasalvodelosdifícilesrocesyloschoques.Navegosola,juntoablancosacantilados.¡Peromehundo!¡Caigo!Estoeselángulodelaalacena.Estoeselespejodelcuartodelosniños.Peroseestiranyalargan.Mehundoen lasnegrasplumasdel sueño.Susdensasalasoprimenmisojos.Mientrasviajoenlastinieblas,veolosalargadosparterres,ylaseñoritaConstablesalecorriendodelánguloqueformaelcésped,paradecirmequemitíahavenidoabuscarmeenuncochedecaballos.Subo.Huyo.Comosi llevaramuellesenlostacones,saltoalascopasdelosárboles.Peroahoracaigodentrodelcocheantelapuertadeentrada,yallíestásentadamitía,moviendoafirmativamente

la cabeza con plumas amarillas, duros como cantos rodados los ojos. ¡Oh,despertarentresueños!Mira,ahíestálacómoda.Quierosalirdeestasaguas.Pero se amontonan sobre mí. Entre sus grandes hombros me llevan. Meobliganadarungirosobremímisma,mederriban,estoy tendidaentreesaslargasluces,esaslargasolas,esosinterminablessenderos,esasgentesquemepersiguen,mepersiguen.»

**

Elsolsealzómás.Olasazules,olasverdes,dibujabanrápidosabanicosenlaplaya,rodeandoelhierroverticalclavadoenlaarena,ydejandoaquíyallá,superficialescharcasdeluz.Cuandoseretiraron,quedóunasutil líneanegraenlaarena.Lasrocas,antessuavesyneblinosas,seendurecieronyquedaronmarcadasporrojasgrietas.

Durasfranjasdesombrayacíanenelcésped,yelrocíoquedanzabaenloalto de las flores y las hojas convertía el jardín en un mosaico de chispasaisladasqueaúnnosehabíanreunidoenuna.Lospájarosdepechomoteadoen rosa y amarillo, cantaron ahora una o dos estrofas juntos, enloquecidos,comopatinadorescogidosdelbrazo,ysecallaronbruscamente,separándose.

Elsolproyectabamásanchasfranjassobrelacasa.Laluztocóalgoverdeen el ángulo de la ventana y lo convirtió en un bulto de esmeralda, en unacaverna de puro verde, como un fruto sin semilla. Afiló los perfiles de lassillas y de lasmesas, y bordó los blancosmanteles con fino hilo de oro.Amedidaque la luzaumentaba,aquíyalláalgúnqueotrocapulloseabríaenflor temblorosa y veteada de verde, como si el esfuerzo de la eclosión lashubieradejadobalanceándose,golpeandoconsusfrágilesaldabaslosblancosmuros,endébilsonidodecarillón.Tododevinosuavementeamorfo,comosila porcelana de la fuente fuese fluida y líquido el acero del cuchillo.Entretanto, el choque de las olas al romper llegaba a sordos golpes, comoleñosalcaer,sobrelaplaya.

«Ahora», dijo Bernard, «ha llegado el momento. El día ha llegado. Elcocheestáalapuerta.ElpesodemigranmaletapareceexagerarlacurvaturadelaspiernaspatizambasdeGeorge.Lahorrendaceremoniahaterminado,laspropinas y los adioses en el vestíbulo. Ahora me queda esa ceremonia detragarsalivaconmimadre,ladeestrecharlamanodemipadre.Ahoradeboseguiragitandolamano,ynopararhastaquedoblemoslaesquina.Ahoraestaceremoniahaterminado.ADiosgracias,todaslasceremoniashanterminado.Estoysolo.Voyaingresarenlaescuelasuperior.

»Parecequetodoshagamoslascosassóloparaunmomentodeterminado,yquejamásvolvamosahacerlas.Jamás.Estaurgentetemporalidaddamiedo.Todossabenqueingresoenlaescuelasuperior,queporvezprimeravoyalaescuela superior.Mientras friega lospeldaños, lacriadadice: "Estechicova

porvezprimeraalaescuela."Deboesforzarmeennollorar.Debomirarlosatodos con indiferencia. Ahora veo abiertos de par en par los terriblesportalonesdelaestación."Elrelojconcaradelunamemira."Deboconstruirfrasesyfrasesparainterponeralgoduroentreyoylamiradadelascriadas,lamiradadelosrelojes,losrostrosobservantes,losrostrosindiferentes,odelocontrario lloraré.AhívaLouis,ahívaNeville.Losdoscon largosabrigosybolsas deviaje en lamano.Losdos se encuentran junto a la taquilla.Estánserenosycompuestos.Perosuaspectohacambiado.»

«Ahí está Bernard», dijo Louis. «Está sereno y compuesto, tranquilo.Balancealabolsaalandar.Leseguiré,porquenosientemiedo.Delvestíbulopasamos al andén, llevados por una fuerza que nos arrastra, tal como el ríoarrastraramasypaja,quedejajuntoalospilaresdelpuente.Ahíestálamuypoderosa locomotora, toda ella espalda ymuslos, sin cuello, de color verdebotella, jadeando vapor. El factor toca el silbato y baja la bandera. Sinesfuerzo,porelimpulsodelabandera,comounaavalanchaprovocadaporunleve empujón, nosponemosenmarcha.Bernard se colocaunamanta en laspiernas y hace chasquear los nudillos. Neville lee. Londres se desmigaja.Londres jadea y avanza. Se eriza de chimeneas y torres. Ahí, una iglesiablanca; ahí, un mástil entre agujas de edificios. Ahí un canal. Ahora hayespacios abiertos, con senderos de asfalto sobre los que parece raro que lagentedebacaminar.Unacolinamoteadadecasasrojas.Unhombrecruzaunpuente,seguidoporunperro.Ahoraelchicovestidoderojodisparacontraunfaisán. El chico vestido de azul le aparta. "Mi tío es el mejor cazador deInglaterra.""Miprimotienelamejorjauríaparalacazadelzorro."Comienzanlos alardes. Y yo de nada puedo alardear porque mi padre es banquero enBrisbaneyhabloconacentoaustraliano.»

«Porfin,despuésdetantoajetreo,despuésdetantobarulloyajetreo»,dijoNeville,«hemosllegado.Esungranmomento,unsolemnemomento.

Llego como un señor a sus tierras. Ahí está nuestro fundador, nuestroilustrefundador,erguidoenelgranpatio,conunpiealzado.Saludoanuestrofundador. Estos cuadrángulos tienen un noble aire romano.Las luces de lasaulas están ya encendidas. Quizá sean laboratorios, y esto quizá sea unabiblioteca en la que exploraré las exactitudes de la lengua latina, y pisaréfirmementeelsenderodelasbienforjadasfrases,ypronunciarélosexplícitosy sonoros hexámetros de Virgilio, de Lucrecio, y cantaré con pasión jamásoscura o informe los amores deCatulo, leyendo enungran libro de anchosmárgenes. También me tumbaré en los campos de cosquilleantes céspedes.Conmisamigosyacerébajolosolmos.

»Mira,eldirectordeestudios.Essorprendentequemeparezcaridículo.Esdemasiadopulido,demasiado relucienteynegro,comounaestatuade jardínpúblico.Yenelladoizquierdodelchaleco,deestechalecoprieto,tensocomo

untambor,cuelgauncrucifijo.»

«El viejoCrane», dijoBernard, «se pone ahora en pie para dirigirnos lapalabra. El viejo Crane, el director de estudios, tiene una nariz como unamontañaalocaso,yunahendiduraazulenelmentón,comounahondonadacubiertadevegetaciónincendiadaporunexcursionista,comounahondonadacon vegetación vista desde la ventanilla del tren. Se balancea un poco,mientrasvaformandosustremendasysonoraspalabras.Perosuspalabrassondemasiado afables para ser verdad. Sin embargo, ahora se cree sincero. Ycuandoabandonalaestancia,moviendopesadamenteloshombrosaunoyotrolado,y sigueadelante lanzándosea travésde laspuertasbatientes, todos losprofesores, balanceándose pesadamente, también se lanzan a través de laspuertas.Estaeslaprimeranochequepasamosenlaescuela,lejosdenuestrashermanas.»

«Estaeslaprimeranochequepasoenlaescuela»,dijoSusan,«lejosdemipadre, lejos de mi casa. Se me humedecen los ojos, las lágrimas me danescozor.Me desagrada el olor a pino y linóleo.Me desagradan los arbustosestremecidos por el viento y las higiénicas baldosas. Me desagradan losalegreschistesyelbruñidoaspectoque todos tienenaquí.Dejémiardillaymis palomas al cuidado del chico. Bate la puerta de la cocina, y los tirosestremecen lashojascuandoPercydisparacontra lascornejas.Aquí todoesfalso, todocorrompido.RhodayJinnyestánsentadas lejos,consusvestidosdesargacastaña,ycontemplanalaseñoritaLambertsentadabajoelretratodela reina Alejandra, leyendo el libro que tiene ante sí. También hay unabanderolaazul,delabordepunto,bordadaporunaalumnadeotrostiempos.Sinooprimoloslabios,sinoestrujoelpañuelo,lloraré.»

«Elbrillopurpúreo»,dijoRhoda,«enelanillodelaseñoritaLambertcruzayvuelveacruzarlamanchanegraenlapáginablancadellibroderezos.Esunbrilloamoroso,delcolordelvino.Ahoraquetenemoslasmaletasdeshechasen los dormitorios, nos sentamos en rebaño bajo mapas de todo el mundo.Aquíhaypupitresconpocillospara la tinta.Escribiremoscon tintanuestrosejercicios.Peroaquínadiesoy.Notengocara.Tantagente,todasvestidasdesarga castaña, me ha robado la identidad. Todas somos desconsideradas yretraídas.Buscaréun rostro,un rostrocompuestoymonumental,y lodotarédeomnisciencia,ylollevarébajomisropas,comountalismán,ydespués(loprometo) encontraré un escondite en el bosque para poder, allí, mirar ensecretomicoleccióndecuriosostesoros.Loprometo.Asínolloraré.»

«Lamujermorena»,dijoJinny,«conpómulossalientes,tieneunrelucientevestidoveteado,comounaconcha,paravestirdenoche.Estámuybienparaelverano,pero,parael invierno,megustaríaunvestidomuysutil,entreveradode hebras rojas que brillaran a la luz del fuego. Entonces, cuando todas laslámparas se encendieran,me pondría el vestido rojo, sutil como un velo, el

vestidorevolotearíaalrededordemicuerpo,yflotaríaenelmomentoenqueyo entrara en la estancia con evoluciones de bailarina. Tomaría, el vestido,formade flor cuandomedejaracaer, enel centrode la sala, sobreuna silladorada.PerolaseñoritaLambertllevaunvestidoopacoquelecaeencascada,desdeelfrunceblancocomolanieve,mientrassiguesentadabajoelretratodela reinaAlejandra, con un blanco dedo firmemente posado en la página. Yrezamos.»

«Ahora entramos de dos en dos», dijo Louis, «ordenada yprocesionalmente,enlacapilla.Megustalapenumbraquenoscubrealentrarenel sagradoedificio.Megustaelordenadoavance.Enfilasentramos.Nossentamos.Prescindimosdenuestrasindividualespeculiaridades,alentrar.Megusta este momento en que, balanceándose un poco, aunque sólo aconsecuenciadelainercia,eldoctorCranesubealpúlpitoyleeeltextodeunaBiblia puesta en el dorso de un águila de bronce. Gozo, mi corazón seensancha ante el volumen y la autoridad del doctor Crane. Deja, el doctorCrane,lasnubesdepolvoarremolinadosobremitrémulaeignominiosamenteagitadamente-cómobailábamosalrededordelárboldeNavidad,yalentregarlos regalos se olvidaron de mí, y la mujer gorda dijo "este niño no tieneregalo",ymedio larelucientebanderadelaGranBretaña,puestaenloaltodelárbol,yyolloréderabia-,paraquelasrecuerdecondevoción.Ahoratodoquedabienasentado,graciasa laautoridadyalcrucifijodeldoctorCrane,ymedoycuentadequeme invade laconcienciade laTierrabajomispies,ymisraícesdesciendenydescienden,hastaqueseagarranaalgoduro,situadoen el centro, envolviéndolo. Mientras el doctor Crane lee, recobro micontinuidad.Meconviertoenunafiguradelaprocesión,enunradiodelagranruedaquealgirarmeponeporfinerecto,aquíyahora.Heestadoentinieblas,heestadooculto,perocuandolaruedagira(mientraséllee),meelevoaestadébil luz en la que puedo percibir, aunque con dificultad, los muchachosarrodillados, las columnas y las placas de bronce conmemorativas. No hayaquígrosería,nohayaquíbruscosbesos.»

«Elbrutoamenazami libertad»,dijoNeville,«cuando reza.Sincalordeimaginación,susheladaspalabrascaensobremicabezacomolosas,mientrasla dorada cruz jadea sobre el chaleco. Las palabras con autoridad quedancorrompidas por quienes las pronuncian. Me mofo y me río de esta tristereligión,de estas trémulasy acongojadas figuras, heridasy cadavéricas, quedesciendenporelblancocaminobordeadodehogueras,acuyasombrayacentendidosenelpolvo,abiertaslaspiernas,muchachos,muchachosdesnudos.Yenlapuertadelatabernacuelganlospellejoshinchadosdevino.PorPascuaestuveenRomaconmipadre.Y la temblorosa figurade lamadredeCristofue paseada, balanceándose, a lo largo de las calles, igual que la torturadafiguradeCristo,enunacajadevidrio.

»Ahorame inclinaré aun lado, comosime rascara elmuslo.Asíveré aPercival.Estásentadoahí,erguidoentrelachusma.Inhalayexpeleelaireconindudablevigorporlarectanariz.Susojosazulesyextrañamenteinexpresivosmantienen lamirada fija, con pagana indiferencia, en la columna que tieneante él. Sería un excelente inspector de comportamiento en la capilla. Iríasiempre con una vara y castigaría con azotes a los chicos pequeños que seportaranmal.Estávinculadoalasfraseslatinasdelaslápidasdebronce.Nadave.Nadaoye.Estámuylejosdetodosnosotros,estáenununiversopagano.Peromira,ahorasellevalamanoalcogote.Ademanescomoéstebastanparaque uno se enamore de alguien desesperadamente y para siempre. Dalton,Jones, Edgar y Bateman se llevan también lamano al cogote, de lamismamanera.Perosinéxito.»

«Porfin",dijoBernard,«lasucesióndegruñidoscesa.Elsermóntermina.Elpredicadorha reducidoapolvo ladanzade lasblancasmariposasante lapuerta. Su voz áspera y vellosa es como un mentón mal afeitado. Ahora,balanceándose como unmarinero borracho, regresa a su asiento. Todos losprofesores intentarán imitarle. Pero, por ser delgaditos, por ser blandos, porllevar pantalones grises, sólo conseguirán quedar en ridículo. No, no lesdesprecio.Suspayasadassondignasdelástimaamiparecer.Anotoestehechoenmiblocdenotas, juntoconmuchosotros,para futura referencia.Cuandoseamayor,llevarésiempreconmigounalibreta,unalibretagorda,conmuchaspáginas metódicamente señaladas con las letras del alfabeto. Allí escribiréfrases.Enlaspáginasdelaemeescribiré"mariposas,polvodeté".Si,enminovela,describoelsolenelalféizar,buscaréenlaemeyencontrarépolvodemariposas.Meserámuyútil.Elárbol"proyectaenlaventanalassombrasdesus verdes dedos". Esto tambiénme serámuy útil. Pero, desdichado demí,cualquiercosadistraemiatención,cualquiercosa,comouncabelloretorcidocomo un hilo de azúcar tostado, como el libro de rezos de Celia, conincrustacionesdenácar.Louispuedecontemplarlanaturalezasinunpestañeodurante una hora. Contrariamente, yo prontome distraigo, a no ser quemeestimulen con palabras. "El lago de mi mente, libre de remos, respiraplácidamente y no tarda en sumirse en aceitosa somnolencia."Esto tambiénmeseráútil.»

«Ahora salimos de este fresco templo y penetramos en los amarilloscamposde juego»,dijoLouis.«Y,por serdíamedio festivo (el cumpleañosdel Duque), nos sentaremos en el largo césped, mientras juegan (ellos) alcricket. Si quisiera, podría ser uno de ellos.Me pondría las almohadilladasdefensasycruzaríaelcampodejuegoalfrentedelosbateadores.Mira,mira,ahora,comotodossiguenaPercival.Esdecuerpopesado.Avanzatorpementehaciaelextremodelcampo,sobreelcrecidocésped,haciaellugarenquesealzaelgranolmo.Sumagnificenciaes lapropiadeuncampeadormedieval.Parecedejarenelcéspedunrastrodeluz.Mira,leseguimosentropel,como

fielesservidores,paraquenosmatencomoacorderos,yaque, sin lamenorduda,Percival acometerá una imposible empresa ymorirá en el empeño.Elcorazónsemealborota,mehiereelcostadocomounahojacondosfilos.Porunaparteadorosumagnificencia;porotra,despreciosusvulgaresacentos-yo,tansuperioraél-ysientocelos.»

«Y ahora», dijo Neville, «que Bernard comience. Que parlotee y noscuente historias,mientras descansamos recostados.Que nos describa lo quetodoshemosvistoafindequeformeunasecuencia.Bernarddicequesiemprehayunahistoriaquecontar.Yosoyunahistoria.Louisesunahistoria.Haylahistoriadelniñolimpiabotas,lahistoriadelhombreconunsoloojo,lahistoriade lamujer que vende caracolas. Que con su parloteo hilvane una historia,mientrasreposotumbadoymirolasfigurasderígidaspiernas,losbateadoresconlasalmohadilladasdefensas.Parecequeelmundoenterofluyaysecurve:en la tierra los árboles, y nubes en el cielo. A través de las copas de losárboles, alzo la vista al cielo. Parece que el partido se juegue ahí, arriba.Débilmente,entrelassuavesnubesblancas,oigoelgrito"¡Corre!",yoigoelgrito: "¿Y ahora qué?" Si este azul estuviera ahí siempre, si este vacío seconservarasiempre,siestemomentodurarasiempre…

»Pero Bernard sigue hablando. Como burbujas ascienden las palabras.“Comouncamello…”“Comounbuitre."Elcamelloesunbuitre,yelbuitrees un camello, porque Bernard es un alambre colgante, suelto, pero muyameno. Sí, porque cuando habla, cuando hace sus locas comparaciones,mesientoligeroyleve.Ytambiénfloto,comosifueraesaburbuja;unosesienteliberado;unotienelasensacióndehaberescapado.Inclusolosgordoschicospequeños (Dalton,Larpent yBaker) sienten este abandono.Las historias deBernard les gustan más que el cricket. Cogen las frases al vuelo, mientrasasciendencomoburbujas.Dejanquelasbriznasdehierba,comoplumas, lescosquilleenlanariz.YentoncestodosnosdamoscuentadequePercivalyaceentre nosotros. Sus curiosas carcajadas parecen avalar nuestras risas. Peroahorahadadounavueltasobresímismo,rodandosobreellargocésped.Meparece -que mordisquea una brizna. Se aburre. Y yo también me aburro.Inmediatamente sedacuentaBernarddequenosaburrimos.Adviertociertoesfuerzo, cierta tensión en su frase, como si dijera: “¡Escuchad!”, peroPercivaldice:“No.”Sí,porquePercivalessiempreelprimeroendescubrirlainsinceridadytambiénesenextremobrutal.Lafrasesedebilitaymuere.Sí,hallegadoelterriblemomentoenqueaBernardlefallanlasfuerzasyyanosabecómoproseguir,yduda,yretuerceentrelosdedosunaporcióndecordel,ycalla,abriendolabocacomosiestuvieraapuntodeponerseallorar.Entrelastorturasylasdesdichasdelvivir,secuentatambiénésta:nuestrosamigossonincapacesdeterminarsusrelatos.»

«Ahoraintentaré»,dijoLouis,«antesdequenoslevantemos,antesdeque

vayamosatomarelté,fijarestemomento,medianteunesfuerzodesupremaambición.Estopermanecerá.Nosvamos;unosatomarelté,otrosalaspistasde tenis, yo amostrarmi ensayo al señor Barker. Esto permanecerá. De ladisconformidadydelodio(desprecioacuantosjueganconlasimágenes;meirrita intensamente el poder de Percival) mi mente hecha añicos pasa a launidad,recompuestaporciertasúbitapercepción.Losárbolesylasnubessontestigosdemitotalunidad.Yo,Louis,yo,quecaminaréporlatierraduranteesossetentaaños,enelodioyladisconformidadmeheformadoenteroyuno.Aquí,enestazonacirculardecésped,hemospermanecidojuntos,unidosporel tremendo poder de una fuerza interior inevitable. Agitan los árboles susramasylasnubespasan.Seacercael instanteenqueestossoliloquiosseráncompartidos.Nosiempreemitiremosunsonidocualelgonggolpeado,cuandoen nosotros incide una sensación y después otra. De niños, nuestras vidasfuerongongsgolpeados,clamoryalardes, llantodedesesperación,palmadascontraelcogoteenlosjardines.

»Ahora césped y árboles, aire viajero que al soplar vacía espacios en elazulquedespuéssellenan,estremeciendolashojasquedespuésseaquietan,ynosotros en círculo, aquí sentados, con los brazos alrededor de las piernasdobladas,anuncianciertoordendiferente,ynuevo,que'constituyeunarazónpermanente. Lo veo durante un segundo, y esta noche intentaré fijarlo enpalabras,forjarlocomouncirculodeacero,peseaquePercivallodestruye,alirseapasosrudos,aplastandolasbriznasdelcésped,seguidoporelgrupodeloschicossin importanciaque trotanserviles trasél.SinembargonecesitoaPercival,yaqueesélquieninspirapoesía.»

«¿Durante cuántosmeses», dijoSusan, «durante cuántos años, he subidocorriendoestaescalera,enlostristesdíasdelinvierno,enlosescalofríosdelosdíasdeprimavera?Ahoraestamosenplenoverano.Subimoslaescaleraparaponernos las blancas prendas de jugar al tenis, Jinny y yo, y detrásRhoda.Cuentolospeldañosmientrasasciendo,loscuentoporquecadapeldañoesunaconsumación.Delmismomodo,todaslasnochesarrancoeldíaconsumidodelcalendario y lo estrujo hasta dejarlo como una pelota. Lo hagovengativamente,mientrasBettyyClaraestánderodillas.Norezo.Mevengoeneldía.Ensuimagenlanzomiresentimiento.Ahoraestásmuerto,digo,díade escuela, día odiado. Han dado a todos los días de junio -éste es elvigesimoquinto-esplendoryorden,con losgongs, las lecciones, lasórdenesde aseo, de cambio de atuendo, de trabajar, de comer. Escuchamos a losmisionerosvenidosdelaChina.Alolargodelospavimentosdeasfalto,nosllevanencocheaconciertosenauditorios.Nosmuestrangaleríasycuadros.

»Encasaformanolaslasespigasenloscampos.Mipadrefuma,apoyadoenelquiciodelapuerta.Dentrobateunapuertayluegootra,cuandoelairedelveranorecorrelosdesiertospasillos.Quizáunviejocuadrosebalanceaen

lapared.Delarosaenelbúcarocaeunpétalo.Loscarrosdeloscampesinosdejanalpasarsobreelsetomanojosdeheno.Loveotodo,siempre,alpasarante el espejo del descansillo, con Jinny delante y Rhoda detrás rezagada.Jinny baila. Jinny siempre baila en el salón, sobre las feas baldosas. Hacerodararosenelpatioderecreo.Cogefloresaescondidas,yseponeunaenlaoreja,demaneraquelososcurosojosdelaseñoritaPerryardendeadmiraciónhacia Jinny, y no hacia mí. La señorita Perry ama a Jinny, y yo tambiénhubiera podido amarla, pero ahora no amo a nadie, salvo a mi padre, mispalomasy laardillaquedejéencasa,encerradaenuna jaula,alcuidadodelchico.»

«Odio el espejito que hay en la escalera», dijo Jinny. «Sólo refleja lacabeza.Noscortalacabeza.Ymislabiossondemasiadogruesos,ymisojosestán demasiado juntos.Muestro demasiado las encías cuando río. Corta lacabeza de Susan, con sumelancólica expresión, con sus ojos verde césped,que gustarán a los poetas, dijo Bernard, ya que apenas tienen blanco a sualrededor,yeclipsanlosmíos.InclusoelrostrodeRhoda,lunar,vacío,formaunaunidad,comoaquellosblancospétalosqueechabaauncuencoconaguaparaqueflotaran.Porestomeadelantoalasdosenlaescalerayllegoantesque ellas al descansillo, donde cuelga el largo espejo queme refleja entera.Ahoraveomicuerpoymicabezaunidos.Inclusoataviadaconestevestidodesarga, forman una unidad, mi cabeza y mi cuerpo.Mira, cuando muevo lacabeza,seestremeceporenteromicuerpoestrecho,inclusomisflacaspiernastiemblancomoun talloalviento.Destello, entreel fijo rostrodeSusany lavaguedad del de Rhoda. Salto como una de esas llamas que surgen de lasgrietasde la tierra.Memuevo,bailo.Niporun instantedejodemovermeybailar.Memuevocomoaquellahojaquesemovíaenelseto,cuandoyoeraniña, y me asustó. Bailo entre esas paredes veteadas, impersonales,desangeladas,consucenefaamarilla,bailocomoel reflejode las llamasdelhogar en la tetera. Incluso los fríos ojos de las mujeres me hacen llamear.Cuandoleo,unarayapurpúrearecorreelnegrocantodelastapasdellibrodetexto. Sin embargo, soy incapaz de seguir los cambios de las palabras. Nopuedo seguir un pensamiento desde el pasado al presente. No quedodesconcertada,comoSusan,conlágrimasenlosojos,recordandomicasa.Nitampocomeovillo,comoRhoda,entreloshelechos,manchándomedeverdeelvestidorosa,mientrassueñoenplantasqueflorecenenelfondodelmar,yrocasporentrelasquelospecesnadanlentamente.Nosueño.

»Y ahora deprisa. Quiero ser la primera en despojarme de estas burdasprendas.Ahíestánlas limpiasmediasblancas.Ahíestánlosnuevoszapatos.Meatoelcabelloconunacintablanca,ylohagodemaneraque,cuandosalteen la pista, la cinta flote destellante, sin dejar por ello de enroscarse en elcuello,impecablementeensulugar.Niunsolocabellosedesmandará.»

«Estaesmicara»,dijoRhoda,«enelespejo,traselhombrodeSusan,estacaraesmicara.PeromereplegarédetrásdeSusan,paraocultarla,yaqueyono estoy aquí. No tengo cara. Los demás tienen cara. Susan y Jinny tienencara.Estánaquí.Sumundoeselmundoreal.Lascosasquelevantansoncosasquepesan.Dicen"sí",dicen"no".Peroyoosciloycambio,yenmenosdeunsegundodevengotransparente.Cuandosecruzanconunacriada,lacriadalasmira sin reírse. Pero se ríe demí. Ellas saben lo que han de decir, cuandoalguienleshabla.Seríendeveras,seenojandeveras,entantoqueyohedemirarprimeroamialrededor,yhacer loque losdemáshacen,cuandoya lohanhecho.

»MiraahoraconquéextraordinariaseguridadJinnytensalasmedias,sóloparajugaraltenis.Mepareceadmirable.PeromegustamáselestilodeSusanporque esmás resuelta, y no ambiciona tanto como Jinny la distinción.Lasdos me desprecian por copiarlas. Pero alguna vez, Susan me enseña, porejemplo,cómohacerunlazo,entantoqueJinnyseguardaparasícuantosabe.Tienenamigasconquienesestar.Sedicensecretosenlosrincones.Yyosóloestoyvinculadaalosnombresylascaras.Atesorounosyotrascomoamuletosqueme protejan de un desastre. En la sala, elijo un rostro lejano, y apenaspuedotomarel técuandoésa,cuyonombreignoro,estásentadafrenteamí.Meatraganto.Laviolenciademisemocionesestremecemicuerpo. Imaginoqueesasgentessinnombre,esasgentesinmaculadas,mevigilanocultasdetrásdearbustos.Doygrandessaltosparasuscitarsuadmiración.Ypor lanoche,en cama, las dejo pasmadas,maravilladas.Amenudomuero atravesada porflechas para ganarme su llanto. Si dicen, o veo por las etiquetas en susmaletas,quepasaronlasvacacionesenScarborough,elpuebloenterosecubredeoroytodassuscallesresplandecen.Porestoodiolosespejosquerevelanmi rostroverdadero.Sola, amenudome sumoen la nada.Hedemover lospiescongrancautela,paranorebasarloslímitesdelmundoycaerenlanada.Hedegolpearconlamanounadurapuerta,parallamarmeamímismaafindequevuelvaaentrarenelcuerpo.»

«Noshemos retrasado», dijoSusan. «Tenemosque esperar nuestro turnopara jugar.Nos quedaremos clavadas aquí, en el largo césped, y fingiremoscontemplaraJinnyyaClara,aBettyyaMavis.Peronolasmiraremos.Odiopresenciareljuegodelosdemás.Construiréimágenesdetodoloquemásodioylasenterraré.EstepulidocantorodadoesMadameCarlo,ylaenterrarémuyhondo,porsusmodaleslisonjerosyamables,porlosseispeniquesquemedioenpremioanodoblarlosdedosmientrastocabaescalasalpiano.Enterrélosseis peniques. Enterraría la escuela entera: el gimnasio, el aula, el comedorquesiemprehueleacarne,y lacapilla.Enterraría los tiloscastaño-rojizos,ylos aceitosos retratos de viejos caballeros, benefactores y fundadores deescuelas.Hayalgunosárbolesquemegustan,comoelcerezoconsusgrumosdeclarasaviaenlacorteza,ytambiénmegustaelpanoramadelejanascolinas

que se ve desde la buhardilla. Salvo esto, lo enterraría todo, como entierroestas feas piedras esparcidas en esta salobre costa, con sus muelles yvisitantes.Dondeyovivo,lasolassonlarguísimas,demillasymillas.Enlasnoches de invierno las oímos rugir. La pasadaNavidad, un hombre que ibasoloensucarroseahogó.»

«Cuando pasa la señorita Lambert», dijo Rhoda, «charlando con elsacerdote, todas se ríen, e imitan la curva en su espalda. Sin embargo, todocambiayseilumina.Jinnysaltamásalto,cuandolaseñoritaLambertpasa.Ysi la señorita Lambert viera estamargarita, también lamargarita cambiaría.Vaya donde vaya, las cosas cambian bajo su mirada. Sin embargo, ¿puededecirseque, cuando la señoritaLamberthapasadoya, las cosasno sean lasmismas?LaseñoritaLambertllevaalsacerdote,atravésdelaportezuela,asujardín particular.Y, cuando llega a la charca, ve una rana sobre una hoja, ytambiénestocambiará.Todoessolemne,todoespálido,allídondelaseñoritaLambertseencuentra,enpie,comounaestatuaenunaarboleda.Dejaquedeloshombrosleresbalelacapadesedabordada,ysolamentesupurpúreoanillobrilla aún, su anillo vinoso y amatista. Cuando la gente nos deja, siemprequedaunmisterio.Cuandonosdejan,puedoacompañarlesalacharcaydarlesserenacompostura.CuandolaseñoritaLambertpasa,lamargaritacambia.Ytodo se mueve como ráfagas de fuego, cuando la señorita Lambert cortatajadasdeasadodebuey.Alpasode losmeses lascosaspierdensudureza.Inclusomicuerpodejaahorapasarlaluz.Miespinadorsalessuavecomolaceracercanaalallamadelavela.Sueño.Sueño.»

«Heganadoelpartido»,dijoJinny.«Ahoraoshallegadoelturno.Yodeboarrojarmealsueloyjadear.Elejercicioyeltriunfomehandejadosinresuello.Todocuantoformamicuerpoparecehaberseadelgazadoconelejercicioyeltriunfo.Mi sangre seguramente esdeun rojobrillante, está remontada, batecontramis costillas.Mecosquillean lasplantasde lospies, como si arosdealambreseabrieranycerraranasualrededor.Veounaauna,muyclaramente,lasbriznasdelcésped.Peroelpulsomelatecontalfuerzaenlafrente,detrásdelosojos,quetodobaila,laredylahierba.Vuestrosrostrossubenybajancomomariposas,ylosárbolesparecensaltar.Enesteuniversonadahayfijo,nada hay enraizado. Todo se ondula, todo baila, todo es agilidad y triunfo.Sólo después de tumbarme sola en el duro suelo, y así contemplar vuestrojuego, comienzo a sentir el deseo de ser elegida, de ser convocada, de serllamadaporunapersonaquehavenidoenmibusca,quesesienteatraídapormí,quenopuedemantenersealejadademí,yqueacudejuntoalasilladoradaenqueme siento, conmivestidodesplegado ami alrededor comouna flor.Nosretiramosaunbalconcillo,yhablamos,élyyo.

»Ahorabaja lamarea.Ahora losárbolesvuelvena la tierra, lasolasquebatencontramiscostillasavanzanyseretiranmássuavemente,ymicorazón

echa el ancla comounvelero cuyasvelas resbalandesde lo alto a la blancacubierta.Eljuegohaterminado.Ahoradebemostomarelté.»

«Losfanfarrones»,dijoLouis,«sedirigenahoraformandounvastoequipoalcampodecricketparajugar.Hanpartido,cantandoacoro,enelcarricoche.Todosvuelvenlacabezasimultáneamente,alllegaralacurvadeloslaureles.Ahorafanfarronean.ElhermanodeLarpentjugabaalfútbol,enelequipodeOxford;elpadredeSmithmarcóunaépocaenelcampodecricketdeLords.ArchieyHugh;ParkeryDalton;LarpentySmith,después,otravez,ArchieyHugh;ParkeryDalton;LarpentySmith.Losnombresserepiten,losnombressonsiemprelosmismos.Sonlosvoluntarios,sonlosjugadoresdecricket,sonlosoficialesdelaHistoriaNaturaldelaSociedad.Vansiempreenformacióndecuatrodeafondo,marcandoelpasoconinsigniasenlosgorros,saludanalmismotiempocuandopasanantelafiguradesugeneral.¡Quémayestáticoessuorden, quéhermosa suobediencia!Sipudiera seguirles, si pudiera ir conellos…Sacrificaría cuanto sé para poder hacerlo. Pero también arrancan lasalas a las mariposas y las dejan temblando, arrojan a los rincones suciospañuelos estrujados con manchas de sangre. Hacen llorar a los chicospequeñosenoscurospasillos.Tienengrandesorejasrojas,bajoelbordedelosgorros,orejasrojasydespegadas.Sinembargo,asíqueremosser,Nevilleyyo.Les contemplo con envidia. Les espío oculto tras la cortina, y observo condeleite la simultaneidad de sus movimientos. Si mis piernas recibieran lafuerza de las suyas, ¡cómo correrían! Si hubiera pertenecido a su grupo yhubieraganadopartidos,yhubiera remadoen lasgrandes regatas,yhubieragalopado durante un día entero, ¡cantaría canciones con fuerza de trueno amedianoche!¡Quétorrentedepalabrassurgiríademigarganta!»

«AhoraPercivalsehaido»,dijoNeville.«Nopiensamásqueenelpartido.Peronohaagitadolamano,cuandoelcarricochehaseguidolacurvajuntoalos laureles. Me desprecia porque mi debilidad no me permite jugar (sinembargo,siemprehatratadoconbenevolenciaesterasgomío).Medespreciaporque sólo me importa que ganen o pierdan en la medida en que a él leimporta.Aceptamidevoción,aceptami trémula,y sindudaalgunaabyecta,ofrenda,mezcladaconeldesprecioquesuinteligenciameinspira.Sí,porquenosabeleer.Sinembargo,cuandoleoenvozaltaaShakespeareoaCatulo,tumbado en el césped, comprende más que Louis. Y no me refiero a laspalabras,no,porque¿quésonlaspalabras?¿Acasonoséyacomponerrimas,imitaraPope,aDrydenyaShakespeare?Perosoyincapazdepasarmeeldíaal sol, con lamirada fija en la pelota, soy incapaz de sentir el vuelo de lapelotaenmicuerpoydepensarsóloenlapelota.Estarétodalavidajuntoaloslímitesdelaspalabras.Sinembargo,nopodríavivirconPercivalytolerarsuestupidez.Seembruteceráy roncará.Secasaráyensucasahabrá tiernasescenasalahoradeldesayuno.Peroahoraesjoven.Niunhilo,niunahojadepapel,mediaentreélyel sol, entreély la lluvia,entreély la luna,cuando

yace desnudo, lacio, ardiente, en cama. Ahora, mientras avanzan por lacarretera en el gran coche, su rostro está moteado en rojo y amarillo. Sequitarálachaquetaylaarrojarálejos;enpie,abiertaslaspiernasyprestaslasmanos, contemplará el campo y rogará: "Señor, danos la victoria." Sólopensaráenunacosa,vencer.

»¿Cómoarreglármelasparairconellosenelcarricocheajugaralcricket?SóloBernard podría ir con ellos, peroBernard no puede porque ha llegadotarde.Siemprellegatarde,Bernard.Suincorregibleimaginaciónle impideirconellos.Cuandoselavalasmanos,escapazdeinterrumpirlaoperaciónparadecir: "En la telaraña hay una mosca, ¿la salvo o dejo que la araña se lacoma?"Vivealasombradeinnumerablesperplejidades,seríacapazdeirconellosa jugaral cricket,y se tumbaríaenel céspedparacontemplar el cielo,llevándose un sobresalto cuando alguien golpeara la pelota. Pero leperdonaríanporquelescontaríaunahistoria.»

«Yasehanlargado»,dijoBernard,`ymeheretrasadotantoquenopuedoirconellos.Loshorriblesmuchachos,porotrapartetanhermosos,alosquetúyLouis,Neville,tantoenvidiáis,sehanlargado,todosconlacabezaorientadahacia un mismo sitio. Sin embargo, no me doy cuenta de estas profundasdistinciones.Misdedospulsanlasteclassinsabercuálessonblancasycuálessonnegras.Archieconsiguefácilmenteloscien,mientrasqueyo,conmuchasuerte,aveceslogroquince.

Pero ¿en qué nos diferenciamos?Espera,Neville, espera, déjame hablar.Delfondodelacacerolaasciendenburbujascomoburbujasdeplata.Imagensobre imagen. Soy incapaz de permanecer sentado ante mis libros, comoLouis,conferoztenacidad.Deboabrirelportilloparaquesalganestasfrasesencadenadas con las que uno cuanto ocurre, de manera que, en vez deincoherencia, se perciba un hilo de vagabunda línea que una sutilmente unacosaconotra.Ahoratecontarélahistoriadeldoctor.

»Cuando el doctorCrane se lanza balanceándose a través de las puertasbatientes,despuésdedirigirlosrezos,estáconvencido,parece,desuinmensasuperioridad. Y realmente, Neville, no podemos negar que su partida nosproducenosólounasensacióndealiviosinotambiénlasensacióndequenoshayan quitado algo, como por ejemplo una muela. Pues bien, sigamos aldoctorCrane,despuésdehabercruzado jadeante laspuertasbatientes,ensuitinerariohacia sushabitaciones. Imaginémosle en la intimidaddel aposentodelosarmarios,encimadelosestablos,desnudándose.Sedesabrochalasligasde loscalcetines (seamos triviales, seamos íntimos).Después,enunademáncaracterístico (es muy difícil evitar estas expresiones estereotipadas, auncuando,enelcasodeldoctorCrane,nodejandeserenciertomodoidóneas),extraelasmonedasdeplataydecobredelosbolsillosdelospantalones,ylasdeja ahí, y ahí, encimade lamesilla.Descansando ambos antebrazos en los

brazos del sillón, el doctor Crane piensa (es un momento íntimo, y ahí esdondepodemospillarle):¿cruzoelpuenterosáceoquemellevaaldormitorioonolocruzo?Lasdoshabitacionesestánunidasporunpuentedeluzrosadanacida en la lámparade lamesilla denoche junto a la camaenqueyace laseñoraCrane,conlacabelleraenlaalmohada,leyendounlibrodememoriasfrancés.Sindejardeleer,sepasalamanoporlafrenteenademánlánguidoydesengañadoalmismotiempo,ysuspira:"¿Esesotodo?",identificándoseconuna duquesa francesa. Ahora, dice el doctor Crane, dentro de dos añosmejubilaré.Mededicaréarecortararbustosenunjardínenlacampiñaoccidental.Almirantehubierapodidoser,ojuez,ynoprofesordesecundaria.Fijalavistaen laestufadegas,con laespaldamuchomásencorvadade loque jamás lahayamos visto nosotros (recordemos que va en camisa), se pregunta: ¿quéfuerzas me han llevado a esta situación en la que me encuentro? ¿Quépoderosas fuerzas?, piensa, cogiendo el ritmo de sus mayestáticas frases,mientras vuelve la cabeza, y, por encima del hombro, mira a través de laventana.Lanochees tormentosa.Las ramasdel castañosemuevenarribayabajo.Porentreellasdestellanlasestrellas.¿Quépoderosasfuerzasdelbienydelmalmehanconducidoadondeestoy?,sepregunta,ysepercatacondolorqueunapatadelsillónhaperforadolaalfombrapúrpura.Yasíqueda,sentado,colganteslostirantes.Perolashistoriasenlasquesecuentaelvivirdelagenteenlaintimidadsondifíciles.Nopuedocontinuar.Entrelosdedosretuerzounaporcióndecordel.Agitocuatroocincomonedasenelbolsillodelpantalón.»

«LashistoriasdeBernardmedivierten»,dijoNeville,«alprincipio.Perocuando siguen un curso absurdo y languidecen, y Bernard se queda con laboca abierta, retorciendo un cordel, siento mi soledad. A todos nos ve,Bernard,conlosperfilesborrosos.PorestonolehablodePercival.Nopuedoofrecerasubenévoloentendimientomiviolentayabsurdapasión.Tambiényome inventaría una "historia". Necesito a otra persona, a una persona cuyospensamientoscaigancomounhachasobreeltronco,unapersonaparaquienelsumo absurdo sea sublime, y un cordón de zapato sea adorable. ¿A quiénpuedo explicar la fuerza demi pasión?Louis es demasiado frío, demasiadouniversal. No hay nadie aquí, aquí entre esas grises arcadas y gimientespalomas, y alegres juegos y emulación y tradición, todo ello hábilmenteorganizado para evitar los sentimientos de soledad. Sin embargo, mientrascamino, quedo a veces paralizado por los presentimientos de lo que ha desuceder. Ayer, al cruzar la puerta abierta que lleva al jardín particular, vi aFenwick con el mazo levantado. Sobre el césped se alzaba el vapor de latetera.Habíaextensaszonascubiertasdefloresazules.Derepente,descendiósobremíymecubriólaoscuraymísticaconcienciadelaadoración,dellogrodetotalidadquetriunfasobreelcaos.Nadieviomicompuestayávidafiguraen el quicio de la puerta abierta. Nadie adivinó la necesidad que sentía deofrecer mi ser a un dios, y perecer y desaparecer. Descendió el mazo. La

visiónsequebró.

»¿Debobuscarunárbol?¿Deboabandonarestasaulasyestasbibliotecas,y la ancha página amarilla en la que leo a Catulo, para ir en busca de losbosquesydeloscampos?¿Debocaminarbajolosálamos,orecorrerlaorilladelríoenlaquelascopasdelosárbolesseunencomoamantesenelagua?Lanaturaleza es demasiado vegetal e insulsa. Sólo tiene sublimidades,vastedades,aguayhojas.Comienzoadesearlaluzdelosleñosenllamas,laintimidad,elcuerpodeunapersona.»

«Comienzo a desear», dijo Louis, «que llegue la noche. Mientras meencuentro aquí, con la mano en el rugoso roble de la puerta del señorWickham, me imagino amigo de Richelieu, o el duque de Saint Simonofreciendorapéenunacajitaalmismísimorey.Misingeniosasfrases«correncual reguerodepólvorapor la corte».Duquesas arrancanesmeraldasde suspendientes, llevadas por la admiración… Sin embargo, estos cohetesasciendenconmásbrillopor lanoche, en laoscuridaddemi aposento.Soysólo un muchacho con acento colonial, que tiene los nudillos en el rugosorobledelapuertadelaposentodelseñorWickham.Eldíahasidopletóricodeignominiasydetriunfos,asalvodeltemorderisas.Soyelmejorestudiantedelaescuela.Perocuandolaoscuridadllega,prescindodeestecuerpotanpocoenvidiable-milarganariz,misdelgadoslabios,miacentocolonial-yvivoenelespacio,metransformoencompañerodeVirgilioydePlatón.SoyelúltimovástagodeunadelasmásgrandesfamiliasdeFrancia.Pero,almismotiempo,soy también aquel que se impondrá la obligación de abandonar estosterritoriosbarridosporelvientoe iluminadospor la luna,estasdivagacionesdemedianoche,yseenfrentaráconpuertasderugosoroble.Conseguiréenelcursodemivivir-permitidCielosqueseapronto—unagigantescafusióndelas dos discrepancias que con tan repulsiva claridad se ven en mí. Loconseguirémercedamissufrimientos.Llamaréalapuerta.Yentrare.»

«He, arrancado totalmentemayo y junio», dijo Susan, «y veinte días dejulio.Hearrancadolosdíasylosheestrujado,detalmodoquehandejadodeexistir, y sólo son un peso en mi costado. Han sido días inválidos, comopolillas de alas atrofiadas, incapaces de volar.Únicamente faltan ocho días.Dentrodeochodías,meapearédeltrenyquedaréenpieenelandén,alasseisveinticinco.Entoncessedesplegarámilibertad,ytodasesaslimitacionesquearrugan y encogen -horas, orden y disciplina, estar ahí y allí en el exactomomentodebido-quedaránhechasañicos.Huirándeldía,enelmomentoenque abra la puerta del vagóny vea ami padre con su viejo sombrero y suspolainas.Meestremeceré.Meecharéallorar.Eldíasiguientemelevantaréalalba. Saldré por la puerta de la cocina. Pasearé por el páramo.Los grandescaballos de los jinetes fantasmales atronarán el aire con sus cascos a misespaldas y se detendrán bruscamente.Veré la golondrina rasando el césped.

Mearrojaréalsueloenlaorilladelríoyveréelpezentrandoysaliendodelosmanojosdeplantasacuáticas.Lasagujasdepinodejaránhuellasenlaspalmasdemismanos.Entoncesme abriré y arrancaré demí cuanto aquí he hecho;algoduro.Sí,porquealgosehaformadoenmíaquí,atravésdelosinviernosylosveranos,enescalerasydormitorios.Nodeseo,talcomoJinnydesea,seradmirada.Noquieroque,alentrar, lagente levante lavistaconadmiración.Quierodar,quierorecibir,yquierosoledadenlaquedesplegarcuantotengo.

»Entoncesregresaréalolargodelostrémulossenderos,bajolosarcosdehojas de castaños.Adelantaré a unavieja que empujaun cochecito deniño,repletoderamas,ytambiénalpastor.Peronadanosdiremos.Volveréaentrarporlapuertadelacocina,yantesverélascurvashojasdelascolescongotasderocío,ylacasaenelhuerto,ciega,cubiertaslasventanasconlascortinas.Subiré a mi aposento, y sacaré mis cosas, cuidadosamente guardadas en elarmario:lasconchas,loshuevos,lascuriosasbriznasdehierba.Darédecomeramispalomasyamiardilla.Iréalaperreraypeinaréamispaniel.Deestamanera,pocoapoco,mequitaréesacosaduraquesemehaformadoaquí,enel costado. Pero suena la campana. Los pies arrastrándose avanzanperpetuamente.»

«Odiolaoscuridad,elsueñoylanoche»,dijoJinny,«yyacenteansíoquellegueelnuevodía.Quisieraque lasemanafueseunsolodíasindivisiones.Cuandodespiertotemprano-lospájarosmedespiertan-mequedoquietaenlacamayobservocómoseclarificaelcolordelasasasdebroncedelacómoda.Luego,delapileta.Después,deltoallero.Amedidaqueseclarificaelcolordelas cosas del dormitorio, más aprisa me late el corazón. Siento que se meendureceel cuerpo,yque tomacolor rosáceo, amarillo,moreno.Lasmanosrecorrenlaspiernasyelcuerpo.Sientoenellaslaspendientes,ladelgadez.Megusta escuchar cómo el rígido sonido del gong recorre la casa, y comienzaentonceselajetreo;alláungolpesordo,allíunmurmullodeparloteo.Batenlaspuertas,manaelagua,Heaquíotrodía,heaquíotrodía,gritocuandomisplantas tocan el suelo. Puede ser un día mutilado, un día imperfecto. Amenudomeriñen.Amenudomereprochanmiperezaymisrisas,peroinclusomientraslaseñoritaMatthewsgruñeechándomeencaramiligerezadecascosymiescasaatención,veoquealgo semueve,quizásunamotade sol enuncuadro,oelasnoquearrastralamáquinasegadorasobreelcésped,ounavelaquepasaporentrelashojasdelaurel,yporestonuncameentristezco.Ynadiepuede conseguir que deje de hacer piruetas, a la espalda de la señoritaMatthews,durantelosrezos.

»Ahora también se acerca el momento en que dejaremos la escuela yllevaremosfaldaslargas.Llevarécollaresyunvestidoblanco,sinmangas,porlanoche.Habráfiestasendeslumbrantessalas.Yunhombresefijaráenmí,yme dirá lo que a nadie ha dicho. Le gustaré más que Rhoda y Susan.

Descubrirá en mí cierta cualidad, algo peculiar. Pero no estoy dispuesta aquedar vinculada a una persona tan sólo. No quiero quedar fijada,inmovilizada.Meestremezcoytiemblocomolahojadelseto,ahora,sentadaenelbordedelacama,colganteslospiesyconunnuevodíaabriéndoseantemí.Tengocincuentaaños,tengosesentaaños,pordelante.Nadahegastadodemiherencia.Estoyenlosinicios.»

«Faltanaúnhorasyhoras»,dijoRhoda,«paraque llegueelmomentoenquepuedaapagarlaluzyyacersuspendidaenlacamasobreelmundo,antesdequepuedapermitirqueeldíasehunda,antesdequepuedapermitirquemiárbol crezca, tembloroso, en las verdes espesuras sobremi cabeza.Aquí nopuedo dejarle crecer. Alguien lo aplasta. Hacen preguntas, interrumpen, loderriban.

»Ahorairéalbaño,mequitaréloszapatosymelavaré.Peromientrasmelavo,mientrasestoyconlacabezainclinadaenlapileta,dejaréqueelvelodelaemperatrizdeRusiaseposeenmishombros.Losdiamantesde lacoronaimperialdestellaránenmifrente.Oigoelrugidodelachusmahostil,cuandosalgo al balcón.Ahorame secovigorosamente lasmanos, demaneraque laseñorita,esaseñoritacuyonombreheolvidado,nopuedasospecharqueestoyagitando el puño ante la enfurecida multitud. "Soy vuestra emperatriz."Miaposturaesdesafiante.Carezcodemiedo.Yconquisto.

»Pero es éste un sueño muy frágil, y el árbol es de papel. La señoritaLambertlodestruyetodo.BastalavisióndelaseñoritaLambertesfumándoseal findelcorredorparadesintegrarenátomoselsueño.Noessólido,nomeproduce satisfacción, este sueño de la emperatriz. Ahora que ya se haderrumbado, me deja temblorosa, aquí, en el pasillo. Todo parece haberpalidecido.Ahorairéalabiblioteca,cogeréunlibro,yleeréymiraré.Leeréotra vez y miraré. He aquí un poema referente a un seto. Descenderéperezosamenteporéle irécogiendofloresverdes,mayasdecolorde luzdeluna, rosas silvestres y serpentinos tallos de enredadera. Lo reuniré todo enmismanosylodejarésobrelabrillantesuperficiedelamesa.Mesentaréenlatemblorosaorilladelríoycontemplarélosnenúfares,anchosyluminosos,queconsuaguada luzde luna iluminanenhacesel robleque secierne sobreelagua.Cogeré flores. Formaré con ellas un ramo, lo tomaré en lamano y loofreceré… ¡Oh! ¿A quién? Hay un obstáculo en el fluir de mi vida. Unaprofundacorrientetropiezaconalgo.Yestealgoseestremece.Tira.Unnudoen el centro opone resistencia. Es-dolor, es angustia.Me debilito, cedo.Micuerposereblandece.Quedoabierta,quedoincandescente.Ahoralacorrientese desborda en una profunda marea fertilizante que abre lo antes cerrado,forzando loantesprietamenteplegado,y fluye sin limitación. ¿Aquiéndarécuantoahoramerecorre,cuantonaceyfluyedemicuerpocálidoyporoso?Recogerélasfloresylasofreceré…¡Oh!¿Aquién?

»Marineros pasean ociosos por el puerto, pasan parejas de enamorados.Los autobuses ruedan ruidosos por losmuelles, camino de la ciudad. Daré.Enriqueceré. Devolveré al mundo esta belleza. Formaré con mis flores unramo y avanzando con el brazo extendido al frente lo ofreceré… ¡Oh! ¿Aquién?»

«Ahora hemos recibido», dijo Louis, «ya que éste es el último día delúltimo curso -mi último día, y el de Neville y Bernard- cuanto nuestrosmaestros tenían que darnos. La presentación se ha efectuado. El mundo hasidoofrecido.Ellos sequedan,nosotrosnosvamos.Elgrandoctor,aquien,entretodosloshombres,yosoyquienmásreverencia,balanceándoseunpocoporentrelasmesas,porentrelosencuadernadosvolúmenes,noshaentregadoobrasdeHoracio,deTennyson,laobracompletadeKeatsyMatthewArnold,todasellasconpertinentesfrasesmanuscritas.Respetolamanoquenoslashadado. El gran doctor habla animado por las más firmes convicciones. Laspalabrasquepronunciasonverdadparaél,peronoparanosotros.Enlafoscavozdelaemociónprofunda,conaltaneríayternura,noshadichoqueíbamosaabandonarlaescuela.Noshaexhortadoacumplirconeldeberde"portarnoscomohombres".(Ensuslabios,lasfrasescitadasdelaBibliaylascitadasdelTimes parecen por igual magníficas.) Algunos harán esto, otros aquello.Algunosnovolveránaverse.Neville,Bernardyyonovolveremosareunirnosaquí. La vida nos separará. Pero hemos formado entre nosotros ciertosvínculos. Nuestros años de adolescencia, nuestros años irresponsables, hanterminado.Perohemosestablecidoentrenosotrosciertosvínculos.Antetodo,hemos heredado tradiciones. Estas losas en el suelo llevan seiscientos añosdesgastándose. Inscrito en estos muros están los nombres de soldados,políticosytambiéndealgunosdesdichadospoetas(entreéstosestaráelmío).¡Benditas sean todas las tradiciones, todas las salvaguardas, todas laslimitaciones!Osguardoprofundoagradecimiento,hombresdenegrastogas,ytambiénavosotros,losmuertos,porvuestraguíayvuestraprotección.Pero,apesardetodo,elproblemasigueenpie.Lasdiferenciasnosehanresuelto.Lasflores agitan la cabeza, más allá de la ventana. Veo pájaros silvestres, eimpulsos más silvestres que el más silvestre de los pájaros nacen en misilvestre corazón.Mis ojos lanzan selváticasmiradas ymantengo los labiosprietamentecerrados.Elpájarovuela.Laflorbaila.Perooigosiempreelsordosonidodelasolas,ylabestiaencadenadapateaenlaplaya.Pateaypatea.»

«Esta es la ceremonia final», dijo Bernard. «Esta es la última de todasnuestras ceremonias.Nos sentimos embargadosde extraños sentimientos.Elfactor,banderaenmano,sedisponeatocarelsilbato.Eltren,consualientodevapor,sedisponeaecharaandar.Unosientedeseosdedeciralgo,desentiralgo,queseaadecuadoalaocasión.Lamenteestápresta,loslabiosprietos.Y,enestemomento,entraunaabejayzumbaalrededordelasfloresqueformanelramoqueLadyHampton,laesposadelgeneral,nodejadeolisquear,para

que se vea que agradece la delicadeza. ¿Y si la abeja le picara en la nariz?Estamos todos profundamente emocionados. Pero somos irreverentes. Peronosarrepentimos.Perosentimosdeseosdequeseacabecuantoantes.Peronosduele irnos.Laabejanosdistrae.Suvuelosinrumbopareceunamofade laintensidaddenuestrossentimientos.Convagozumbido,conamplioajuste,laabejasehaposadoenunclavel.Muchosdenosotrosnovolveremosavernos.No volveremos a gozar de ciertos placeres, cuando tengamos libertad deacostarnosodequedarnosenvela,cuandoyonotenganecesidaddeentrardecontrabando en el dormitorio, velas casi consumidas y literatura inmoral.Ahora la abeja zumba alrededor de la cabeza del gran doctor.Gran amistadhandespertadoenmíLarpent,John,Archie,Percival,BakerySmith.Sóloheconocidoaunmuchacholoco.Sóloaunmuchachomalvadoheodiado.Conplacer recuerdo ahora los terriblemente inhibidos desayunos de tostadas ymermelada,enlamesadeldirectordeestudios.Sóloélnosedacuentadelapresenciadelaabeja.Siseposaraensunariz,laespantaríaconunmagníficoademán.Ahoraacabadedeciruna ingeniosidad.Ahorapocohafaltadoparaque su voz se quebrara, pero realmente no se ha quebrado. Ahora nosdespide…A Louis, Neville y a mí, para siempre. Cogemos nuestros librosrelucientemente encuadernados, con cultas frases manuscritas en retorcidacaligrafía.Noslevantamos,nosdispersamos.Lapresiónsehaextinguido.Laabejasehaconvertidoenun insecto insignificantealquenadiehacecasoy,porlaventanaabierta,sehasumidoenlaoscuridad.Mañananosvamos.»

»Nos disponemos a irnos», dijo Neville. «Aquí están las maletas, aquíestánloscoches.AhívaPercivalconsusombrerohongo.Seolvidarádemí.Miscartasquedaránolvidadasysincontestaciónentreescopetasyperros.Lemandaré poemas, y quizá me conteste con una postal. Pero ésta esprecisamentelarazónporlaqueleamo.Lecitaré,bajounreloj,juntoaunacruz. Allí le esperaré, y no vendrá. Por esto le amo. Con olvido, casiignorándolaporentero,sealejarádemivida.Yaunqueparezca increíbleyoentraréenotrasvidas.Esto,loqueahoraocurre,quizáseasólounapartidasinimportancia,unpreludiosolamente.Peseaquenopuedosoportarlapomposapalabrería del doctor y sus fingidas emociones, comienzo a comprender queciertas realidades, por el momento vagamente percibidas, se acercanmás ymás. Podré entrar libremente en el jardín en que Fenwick levanta el mazo.Quienesmehandespreciado reconoceránmi soberanía.Pormandatodeunainescrutableleydemimaneradeser,7asoberaníayelpodernobastarán.Porentrecortinaspenetrarésincesarenintimidades,yexigirépalabrasmusitadasasolas.Yasíparto,dubitativoperoexcitado,contemoraintolerablesdolores.Sin embargo, pienso que, en mis empeños de conquista tras grandessufrimientos,estoypredestinadocontodacertezaadescubriralfincuálesmideseo. Ahí, por última vez, veo la estatua de nuestro pío fundador, conpalomas en la cabeza. Las palomas volarán eternamente alrededor de su

cabeza,dejándolablanca,mientraselórganogimeenlacapilla.Voyenbuscade mi asiento, y cuando lo haya encontrado, en un rincón de nuestrocompartimentoreservado,levantaréconlamanounlibrohastalaalturadelosojos,paraocultarunalágrima,paraobservar,paramirarunrostro.Esteeselprimerdíadelasvacacionesdeverano.»

«Esteeselprimerdíadelasvacacionesdeverano»,dijoSusan.«Peroeldía está todavía enrollado. No lo examinaré hasta que pise el andén alatardecer.Nomepermitiré ni siquieraolerlohasta que amiolfato llegue elfríoaireverdedeloscampos.Peroestoscamposyanosoncamposdeescuela.Yéstosnosonsetosdeescuela.Enestoscamposloshombreshacencosasdeveras.Cargancarrosconhenodeveras.Yéstassonvacasdeveras,ynovacasdeescuela.Sinembargo,elolorafenoldeloscorredoresyelolorayesodelasaulasestánaúnenmiolfato.Yelbrillodelaspizarrasestáaúnenmisojos.Hedeesperarhastaqueloscamposylossetos,losbosquesyloscampos,ylatierra,conalgúnqueotromatojo,delosdesfiladerosporlosqueeltrenpasa,ylostúnelesyloshuertosdelossuburbios,conmujerescolgandoropaasecar,ymáscampos,yniños recorriendo semicírculosmontados en laspuertasdelasverjas,cubranyentierrenestaescuelaqueheodiado.

»Noenviaréamishijosalaescuela,nipasaréunasolanochedemividaenLondres.Aquí,enestaampliaestación, todosonecosyhueco tronar.Laluzescomolaamarillaluzbajounalero.Jinnyviveaquí.Jinnysacadepaseoasuperroenestospavimentos.Aquí,lagenterecorredeprisayensilenciolascalles.Nadamiran,comonosealosescaparatesdelastiendas.Todosmuevenlacabezaarribayabajo,ysuscabezasestántodassituadas,aproximadamente,alamismaaltura.Lascallesestánatadasentresíconhilosdetelégrafo.Lascasas son todo vidrio, guirnarlas y brillo.Ahora las casas son todo portal ycortinas de encaje, todo columnas y blancos peldaños. Pero sigo adelante yvuelvoaencontrarme fueradeLondres.Denuevocomienzan loscampos,ylascasas,ylasmujeresquecuelganropaasecar,ylosárbolesyloscampos.Londres está ahora velado, ahora se desvanece, se hunde, cae.El fenol y laresina comienzan a perder su aroma. Huelo a grano y a nabos. Deshago elenvoltorio de papel liado con una guita de algodón blanco. La cáscara delhuevocaeenlahendiduraentremisrodillas.Ahoranosdetenemosenmuchasestaciones,ydeltrendescarganrodandobidonesdeleche.Ahorahaymujeresque se besan y se ayudan unas a otras en el transporte de cestos repletos.Ahorameasomaréalaventanilla.Elairepasavelozporminarizygarganta,elairefrío,elairesaladoconoloracamposdenabos.Yahíestámipadre,deespaldas, hablando con un campesino. Me estremezco y lloro. Ahí está mipadre,conpolainas.Ahíestámipadrea

«Voycómodamentesentadaenunrincón,haciaelnorte»,dijoJinny,«eneste rugiente expreso que avanza con tal suavidad que elimina barreras y

allanacolinas.Comounaexhalaciónpasamosantelasseñales.Levementesebalancealatierraaunoyotrolado,cuandopasamos.Ladistanciasecondensaconstantementeenunpunto,yconstantementeabrimosdenuevoladistanciadeparenpar.Sincesarsaltanhaciaarribalospostesdetelégrafo.Derribamosunoysurgeotro.Ahorarugimosynosbalanceamosenelinteriordeuntúnel.Esteseñorsubeelcristaldelaventanilla.Veoreflejoseneldestellantevidrioqueforraeltúnel.Veoqueelseñorbajaelperiódico.Sonríeamireflejoeneltúnel.Micuerpo,instantáneamente,porsímismo,serizabajosumirada.Micuerpotienevidapropiaeindependiente.Ahoraelnegrovidriodelaventanavuelve a ser verde. Hemos salido del túnel. El señor lee el periódico. Perohemosintercambiadolaaprobacióndenuestrosrespectivoscuerpos.Hayunagransociedaddecuerpos,yelmíohasidopresentadoenella.Micuerpohaentradoenlaestanciadondeseencuentranlassillasdoradas.Mira, todas lasventanasdelascasitasysusblancascortinasbailan,yloshombressentadosenlasvallasquelimitanloscamposdecultivo,conazulespañuelosalcuello,sedancuenta,comomedoyyo,delactualardoryentusiasmo.Unoagitalamanoanuestropaso.Enlosjardinesdeestascasitashayglorietasyemparrados,yhombres jóvenes subidos a escaleras de mano podan rosales. Un hombre acaballo cruza el campo al trote. Cuando pasamos, el caballo cabecea. Y eljinete vuelve la cabeza y nos mira. Otra vez rugimos traspasando la largaoscuridad.Me reclinoenel asientoymeentregoal éxtasis. Imaginoque,alsalir del túnel, entraré enunaestancia iluminadacon lámparas,unaestanciaconsillones,enunodeloscualesmehundiré,muyadmirada,conelvestidodesplegadoamialrededor.Pero,allevantarlavista,mimiradasetropiezaconladeestaamargamujerquesospechamiéxtasis.Antesurostrosecierramicuerpo con impertinencia, como un parasol. Abro mi cuerpo y cierro micuerpo a voluntad. La vida empieza.Ahora comienzo a gastarmi tesoro devida.»

«Esteeselprimerdíadelasvacacionesdeverano»,dijoRhoda.«Yahora,mientras el tren pasa ante esas rocas rojas, ante ese mar azul, el cursoterminadoadquiereformaamisespaldas.Veosucolor.Juniofueblanco.Veolos campos blancos demargaritas, y blanco de vestidos, y veo las pistas detenismarcadasconblanco.Luegohubovientoyviolentostruenos.Unanocheviunaestrellacorriendoentrelasnubes,yledije:"Consúmeme".Fueamitaddeverano,despuésdelafiestaeneljardín,ydemihumillaciónenlafiestaeneljardín.Elvientoylastormentasdieroncolorajulio.Ytambiénenlamitadyacía el cadavérico y horrible charco gris, en el patio, cuando yo lo iba acruzar,conunmensajeenunsobre,enlamano.Lleguéalbordedelcharco,Nopodíacruzarlo.Laidentidadmefalló.Nadasomos,medije,ycaí.Comouna pluma me levantó el viento y fui impulsada a lo largo de túneles.Entonces,conmuchoremilgo,adelantéunpiesobreelcharco.Apoyélamanoenelmurodeladrillos.Regresémuypenosamente,volviendoalinteriordemi

cuerpo por el gris y cadavérico espacio del charco. Realmente lo que meimportaeslavida.

»Por esto prescindo del verano en la escuela.A intermitentes sacudidas,bruscas como el salto del tigre, la vida surge del mar jadeante, mostrandoprimerosuoscuracresta.Esaestoaloqueestamosvinculados,aestoesaloqueestamosunidos,comocuerposacaballossalvajes.Ynoobstantehemosinventado modos y maneras para llenar las oquedades y disimular estasgrietas.Ahívieneelrevisor.Allíveoadoshombres,tresmujeres.Allíhayungatoenuncesto,yyoconelcodoapoyadoenelmarcodelaventana,estoesaquí y ahora. Seguimos adelante, arrastrándonos, a través de murmurantescamposdedoradasespigas.Lasmujeresdeloscampossesorprendendequelasdejemosatrás,ahí,azadaenmano.Ahoraeltrenpateaconfuerza,respiraentre estertores, al subir y subir. Por fin hemos llegado a lo alto.Aquí sóloviven unos cuantos corderos salvajes, unos pocos caballitos de largo pelo,pero,apesardeello,gozamosdetodacomodidad,conmesasenlasquedejarlosperiódicosyanillosalrededordelasjarrasparaquesemantenganunidassus piezas. Llegamos con estos utensilios y enseres, a lo alto de la colina.Ahorahemos llegado.Anuestras espaldas se hará el silencio.Simirohaciaatrás, más allá de esta calva cabeza, veré el silencio cerrándose ya y lassombras de las nubes persiguiéndose unas a otras en la desierta colina. Elsilencio se cierne sobrenuestro efímeropaso.Esto, digoyo, es elmomentopresente.Estoeselprimerdíadelasvacacionesdeverano.Estoespartedelmonstruo,entrancedeaparecer,alqueestamosvinculados.»

«Ahora ya estamos fuera», dijo Louis. «Ahora estoy suspendido en elvacío, sin vínculos. Estamos en la nada. Cruzamos Inglaterra en tren.Inglaterrasedeslizaporlaventanilla,transformándosesiempre,ahoracolinayluego bosque, ahora ríos y cipreses y después de nuevo pueblos. Y no medirijoaunatierrafirme.BernardyNeville,Percival,Archie,LarpentyBakervanaOxfordoaCambridge, aEdimburgo,Roma,París,Berlín,o a algunauniversidadnorteamericana.Yovoyvagamenteaganarvagamentedinero.Enconsecuenciaunaamargasombra,uncortanteacento,caensobreestasdoradasespigas,estoscamposenrojecidosporlasamapolas,estosrebosantescamposquenuncarebosandesuslímites,sinoquelasespigasavanzanyavanzan,enolas,sólohastaellímite,avanzansincesar.Esteeselprimerdíadeunanuevavida,otroradiodelaruedaquesealza.Peromicuerpopasaerrantecomolasombradeunpájaro.Debedesertransitoriocomolasombraenelprado,queprontosedesvanece,prontooscureceymuereallí,enellímiteconelbosque,yasíseríasinoobligaraamicerebroaavanzarhastamifrente.Meimpongolaobligacióndedar constancia, aunque sólo sea conuna líneadepoesíanoescrita, de estemomento.La obligación demarcar esta pulgada en la larga,larga historia que comenzó enEgipto, en tiempo de los faraones, cuando lamujer iba con rojos cántaros alNilo. Parece queyohayavividoyamuchos

milesdeaños.Pero,siahoracierrolosojos,sinoconsigotenerconcienciadelpuntoenqueelpasadoyelpresenteseencuentran,dequeestoysentadoenunvagóndetercerallenodemuchachosquevanacasaparapasarlasvacaciones,robaré a la historia humana la visión de un momento. Su ojo, capaz decomprenderme, se cerrará, si ahora me duermo, por abulia o cobardíaenterrándomeen el pasado, en las tinieblas, o si fanfarroneo comoPercival,Archie, John, Walter, Lathom, Larpent, Roper, Smith, fanfarronean. Losnombres son siempre los mismos, los nombres de los fanfarrones. Todosfanfarronean,todoshablan,salvoNeville,quiendevezencuandodeslizaunamiradaporencimadeunanovelafrancesa,delamismamaneraquesiempresedeslizará en estancias con almohadones, iluminadas por el fuego del hogar,conmuchoslibrosyunamigo,mientrasyodobloelespinazo,enunasilladeoficina,detrásdeunmostrador.Entoncesmeconvertiréenunseramargadoymeburlarédeellos.Envidiaréqueprosigansudescensoporlassegurassendasdelatradición,alasombradelosviejostejos,mientrasyofrecuentoeltratode oficinistas y gentes del pueblo de Londres y pateo el pavimento de laciudad.

»Peroahora,etéreo,mientrascruzoloscampossinhabitáculos(ahíhayunrío;unhombrepesca;veouncampanario,ahíestálacalledelpuebloconsuposadadearqueadasventanas),todoesoscuroycomounsueñoparamí.Estosduros pensamientos, esta envidia, esta amargura, no arraigan enmí. Soy elfantasma de Louis, un efímero transeúnte, en cuyamente tienen los sueñospoder, y el jardín sonidos cuando, al amanecer, los pétalos flotan sobreinsondablesprofundidadesylospájaroscantan.Mesumerjoychapoteoenlasdestellantes aguasde la infancia.Tiembla el sutil veloque la cubre.Pero labestiaencadenadapateaypateaenlaplaya.»

«LouisyNeville»,dijoBernard,«sentados,guardansilencio.Estánlosdosabsortos.Para losdos lapresenciade losdemásescomounmurodivisorio.Contrariamente, cuando yo me encuentro en compañía, inmediatamente laspalabras forman anillos de humo, y observo que al momento las frasescomienzanasaltarenroscadasdemislabios.Escomosiacercaraunacerillaalfuego. Algo prende y arde. Ahora entra un hombre de próspero aspecto yavanzada edad, un viajero. En seguida siento el deseo de abordarle.Instintivamentemedesagradaelsignificadodesupresencia,fríayajena,entrenosotros. No creo en la separación. No somos individuales. Por otra parte,tambiénsientodeseosdeincrementarmicoleccióndevaliosasobservacionesacercadelaverdaderanaturalezadelavidahumana.Milibrotendrá,sindudaalguna, muchos volúmenes y tratará de todas las variedades de hombre ymujerhastaelmomentoconocidas.Llenomimenteconcuantoocurreenunaestancia o en un vagón de ferrocarril, de la misma forma que se llena unaestilográfica en el tintero. Tengo una constante e irremediable sed. Ahora,graciasaimperceptiblessignosquenopuedointerpretarporelmomento,pero

que más adelante interpretaré, me doy cuenta de que el hielo de sudesconfianza comienza a fundirse.Su soledadda indiciosde resquebrajarse.Hahechounaobservaciónconreferenciaaunacasadecampo.Demislabiossurge un anillo de humo (referente a las cosechas), y el anillo le rodea,permitiéndome entablar contacto con él. La voz humana tiene el poder dedejarnosdesarmados(nosomosindividuales,sinounasolaunidad).Mientrasintercambiamos estas breves pero amables observaciones sobre las casas decampo,yoconstruyoydoyconcreciónalhombre.Esunmaridobenévoloperoen modo alguno fiel; constructor, que da trabajo a un corto número dehombres.Enlapoblaciónenqueviveeshombreimportante.Hallegadoyaaconcejaly,coneltiempo,quizállegueaalcalde.Llevaungranadorno,comouna muela arrancada, con las correspondientes raíces, hecho de coral,colgando de la cadena del reloj. Walter J. Trumble es un nombre que levendríapintiparado.HaestadoenNorteamérica,enviajedenegociosconsuesposa, allí el precio de la habitación doble en un hotel de poca montaequivalealoqueganaenunmes.Llevalosdientesfrontalesreforzadosconoro.

»La verdad es que no sirvo para reflexionar. Necesito concreciones entodo.Sóloasíconsigoentrarencontactoconelmundo.Sinembargo,siempreme ha parecido que una buena frase tiene existencia independiente. Ahorabien,tambiéncreoqueprobablementelasmejoresfrasesseforjanensoledad.Exigen cierto último toque de refrigeración que yo no sé darles, ya quesiempre andoavueltas concálidasy solublespalabras.Apesarde todo,mimétodo tiene ciertas ventajas sobre el método que ellos usan. A Neville lerepugnalavulgaridaddeTrumble.Louis,desparramadalavista,avanzandoalargaszancadasdedesdeñosacigüeña,parececoger laspalabrasconpinzas,comolasqueseusanparalosterronesdeazúcar.Nocabenegarquesusojos-locos y rientes, pero desesperados- expresan algo que no hemos sabidocalibrar.TantoLouiscomoNevillegozandeunaprecisión,deunaexactitud,que admiro y nunca poseeré. Ahora comienzo a darme cuenta de que serápreciso actuar. Nos acercamos a un empalme, y en el empalme tendré quetrasbordar.HedesubiraltrenquevaaEdimburgo.Nopuedoaprehenderconprecisiónestehecho,estásueltoentremispensamientos,comounamonedaoun botón desprendido. Ahí viene el campechano viejales que taladra losbilletes.Yoteníabillete;sí,contodacertezateníaunbillete.Enfin,carecedeimportancia.Haydosposibilidades:encontrarloonoencontrarlo.Buscoenlacartera. Busco en los bolsillos. Esas cosas son las que constantementeinterrumpenelproceso,enelqueestoyeternamenteempeñado,deencontrarunafraseperfectaquereflejeexactamenteestemismísimoinstante.»

«Bernard se ha ido», dijo Neville, «sin billete. Ha huido de nosotros,haciendo una frase y agitando la mano. Conversaba con el fontanero o elcriador de caballos con la misma facilidad que con nosotros. El fontanero

sentía devoción por Bernard. "Si tuviera un hijo así", pensaba, "podríamandarleaOxford."Pero¿quésentíaBernardporelfontanero?¿NoseríaqueBernard únicamente quería proseguir la historia que sin cesar se cuenta a símismo?Lacomenzócuandodeniño formababolitas conmigadepan.Unabolitaeraunhombre,otrabolitaeraunamujer.Somosbolitas.TodossomosfrasesenlahistoriadeBernard,cosasqueescribeensulibreta,enlaspáginasdelaAoenlasdelaB.Relatanuestrahistoriacongrancomprensióndetodo,salvode aquello quemás nos importa.Y es así por cuanto no nos necesita.Nuncaestáanuestramerced.Ahí leveoagitandolosbrazosenelandén.Eltren parte sin él. No ha podido trasbordar. Ha perdido el billete. Pero noimporta.Charlaráconlacamareradelbarsobreel temadeldestinohumano.Partimos.Bernardyasehaolvidadodenosotros.Yanoshaperdidodevista.Seguimos nuestro camino, embargados por sensaciones que tardan endesvanecerse,sensacionesagridulces,sí,porqueenciertamaneraBernarddalástima,ensuempeñodeenvolverelmundoenfrasesinacabadas,yporhaberperdidoelbillete.Enciertamanera,hayqueamarle.

»Ahorafinjoleer.Alzoellibrohastaponerloalaalturadelosojos.Perosoyincapazdeleerenpresenciadefontanerosytratantesdecaballos.Carezcodeldondehacermesimpático.Estehombrenodespiertamiadmiración,niélme admira a mí. Séame permitido al menos ser honrado. Séame permitidodenunciar este mundo de naderías y memeces, tan satisfecho de sí mismo,estos asientos repletos de pelo de caballo, estas coloreadas fotografías deembarcaderosydesfilesmilitares.Pocomefaltaparachillarante lacómodasatisfacción de sí mismo, y la mediocridad de este mundo que producetratantesdecaballos conadornosdecoralpendientesde la cadenadel reloj.Llevo en mi interior algo que los destruirá por entero. Mi risa les haráretorcerse en sus sillones, les obligará a echar a correr aullando. No: soninmortales. Triunfan. Por ellos, jamás podré leer a Catulo en un vagón detercera.Enoctubremeobligaránarefugiarmeencualquieruniversidaddelaque llegaré a ser profesor, y a ir aGrecia conmaestros de escuela, y a darconferenciasacercadelasruinasdelPartenón.Másmevaldríacriarcaballosyvivir en una de esas rojas casitas, que dedicarme a entrar y salir de lascalaverasdeSófoclesyEurípides,comounantojo,conunaesposaintelectual,una de esas mujeres de las universidades. Sin embargo éste es mi destino.Sufriré.Alosdieciochoañosyasoycapazdesentirtaldesprecioquetodoslostratantesdecaballosmeodian.Esteesmitriunfo.Notransijo.Nosoytímido.Notengoacento.Nomehacentemblarlostemoresdeloquelagentepuedapensarde"mipadrequeesbanqueroenBrisbane",comoLouis.

»Ahora nos acercamos al centro del mundo civilizado. Ahí están losconocidosgasómetros.Ahíestán los jardinespúblicoscortadospor senderosde asfalto.Ahí están los enamorados, descaradamente yacentes, boca contraboca,sobreelcéspedrequemado.PercivalcasihabrállegadoyaaEscocia.Su

trenavanzaporentrerojascolinas.Velalargalíneadelosmontesylamurallaromana.Leeunanovelapolicíaca,perolocomprendetodo.

»EltrenreducesumarchaahoraquenosacercamosaLondres,elcentro,ytambién el latir de mi corazón se amortigua de miedo, de alegría. ¿Quéencontraré ahí? ¿Qué extraordinaria aventura me es- pera entre estascamionetasdecorreos,estosmaleteros,esasmultitudesquellamantaxis?Mesiento insignificante, perdido, pero exultante de gozo.Conun suave choquenos detenemos. Dejaré que todos bajen antes que yo.Me quedaré sentado,inmóvil, durante unos instantes, antes de sumergirme en este caos, estetumulto.Noquieroprever loquehadeocurrir.El rugidoestáenmisoídos.Bajoestatechumbredevidrio,suenayresuena,comoeloleajedelmar.Nosarrojan al andén con nuestras maletas. La multitud, arremolinándose, nossepara.Laconcienciademipropio sercasiperece.Comomidesprecio.Mearrastran hacia dentro, me hunden, me alzan hasta el cielo. Avanzo por elandén,cogiendofuertementecuantoposeo:unamaleta.»

**

Elsolascendió.Barrasverdesyamarillascayeronsobrelaplaya,dorandoloscostillaresdelaconsumidabarca,dandoazulbrillodeaceroa lasplanashojas de las algas. La luz casi perforaba las delgadas y rápidas olas que enformadeabanicosedeslizabandeprisasobrelaplaya.Lamuchacha,quealsacudirlacabezahabíahechobailartodaslaspiedraspreciosas,eltopacio,elaguamarina,todaslaspiedraspreciosasconchispasbajoloslíquidoscolores,dejó ahora al descubierto sus sienes y, los ojosmuy abiertos, trazóun rectosendero sobre las olas, cuyos destellos de escamas se oscurecieron. Seamontonaron las ¿las, sus verdes oquedades adquirieron profundidad ynegrura,yparecíaquevagabundosbancosdepecespudieranatravesarlas.Alromperyretroceder,dejabanenlaarenaunanegrarayaformadaporramitasycorcho, pajillas y palitos, como si una chalupa ligera hubiera naufragado,reventados sus costados, y su tripulante hubiera ganado a nado la tierra,trepandoaunaroca,dejandoquelafrágilcargafueratransportadaporlasolasalaplaya.

En el jardín los pájaros que al amanecer habían cantado sin orden niconciertoesporádicamente,enaquelárbol,enaquelarbusto,ahoracantabanacoroensonidoagudoycortante.Ahoraacoro,comosituvieranconcienciadecompañerismo. Ahora aisladamente, como si cantaran al cielo azul pálido.Giraronencurva, formandounsolovuelo,cuandoelgatonegroavanzóporentrelasmatas,cuandolacocinera,alecharmáscenizasalmontón,lesasustó:

Había en su canto miedo, premoniciones de dolor y la alegría de huirveloces,ahora,enesteinstante.Tambiéncantabanenemulación,alclaroairedelamañana,enrápidasevolucionessobreelolmo,cantandojuntosmientras

seperseguían,huyendo losunosde losotros, escapando,dándosepicotazos,sindejardeevolucionarenelaire,arriba.Ydespués,cansadosdepersecucióny vuelo, dulcemente comenzaron a descender, a declinar con delicadeza, adejarse caer y posarse silenciosos en el árbol, en elmuro,mirando con susdestellantes ojos y girando la cabeza a uno y otro lado, atentos, despiertos,intensamenteconscientesdeunacosa,deunobjetodeterminado.

Quizá fuera la cáscara de un caracol, alzada en el césped como unagrisácea catedral, un redondeado edificio con el rastro de quemaduras enoscuroscírculos,alaverdesombradelcésped.Oquizáveíanelesplendordelas flores, difundiendo en los parterres una fluida luminosidad púrpura, contúnelesdeoscurassombrastambiénpurpúreasentrelostallos.Oquizáfijabanla mirada en las pequeñas y brillantes hojas del manzano, danzando sinliberarse,rígidamentedestellantes,entrelasfloresdemotasrosadas.Oquizáveíanlagotadelluviaenelseto,pendienteysincaer,conlacasacerniéndoseíntegramenteylosaltosolmostambién.O,almirarderechamentealsol,susojoserancuentasdeoro.

Al mirar ahora a un lado, ahora al otro, su visión llegaba a mayoresprofundidades,bajolasflores,alfondodelasoscurasavenidasquepenetrabanenelmundodesombrasdondesepudrelahojaycaelaflor.Entoncesunodeellosdescendiócomounaflecha,envuelobelloycertero,ydiounpicotazoenel suave ymonstruoso cuerpo del gusano indefenso, le dio otro picotazo, yotro, y lo dejó para que se pudriera.Allá, abajo, entre las raíces, donde lasfloressepudrían,nacíanoleadasdeoloresdemuerte,yseformabangotasenlos blandos costados de cosas hinchadas. La piel del fruto podrido seagrietaba, y al exterior salía una materia que, por densa, no manaba. Lasbabosasexudabanamarillassecreciones,yunayotravezuncuerpoamorfo,conuna cabeza en cada extremo, sebalanceabadespacio a unoyotro lado.Lospájarosdeojosdeoro,saltandoentrelashojas,observabanintrigadosestahúmeda podredumbre. De vez en cuando hundían la punta del picobrutalmenteenlapegajosamezcla.

Tambiénahora,alalzarseelsol,susrayosllegaronalaventana,incidiendoen la cortina con la cenefa roja, y comenzaron a revelar círculos y líneas.Ahora,alacrecienteluz,lablancuraseposóenelplato.Secondensóelbrillodelahoja.Aparadoresysillassealzabandetrás,detalmaneraque,apesardeserentidadesseparadas,parecíaninseparablementeunidas.Sehizomásblancoellagodelespejoenlapared.Laflorrealenelalféizardelaventanateníalacompañíadeunaflorfantasma.Sinembargo,.elfantasmaformabapartedelaflor,yaque,cuandoseabrióelcapullo,enlaflormáspálida,enelcristal,seabriótambiénuncapullo.

Sealzóelviento.Lasolasgolpeabaneltambordelaplayacomoguerrerosconturbante,comohombresconturbanteyenvenenadasdagas,que,agitando

los brazos levantados, avanzan hacia los rebaños que triscan, los blancoscorderos.

«Lacomplejidaddelascosassehacemásinmediata»,dijoBernard,«aquí,en la universidad, donde la agitación y las presiones de la vida son muyintensas, y donde de día en día adquieremás fuerza lamera excitación delvivir. Todas las horas, algo nuevo aparece en la superficie. ¿Qué soy?, mepregunto.¿Esto?No,soyaquello.Ahora,especialmenteahora,queacabodeabandonarunaestancia,congentehablandoenella,yquelaslosasresuenanamipasosolitario,yquemiroalalunaalzándosesublimeeindiferentesobrelaantigua capilla, ahora veo con gran claridad que no soy uno y simple, sinomúltipleycomplejo.Bernardenpúblicoesuncharlatán.Enprivadoesmuyreservado.Yestoes loquenocomprenden,porqueahoraseguramenteestánhablandodemí,ydicenquemehehurtadoaellos,quesoyunserhuidizo.Nocomprenden que estoy obligado a efectuar diversas transiciones. Que he decubrir las entradas y las salidas de diversos hombres que se alternan en lainterpretación de diversas facetas deBernard. Soy anormalmente conscientede las circunstancias.Nopuedo leerun libroenunvagónde ferrocarril, sinpreguntarme, ¿será este hombre un contratista de obras?, ¿será esta mujerdesdichada? Hoy tenía clarísima conciencia de que el pobre Simes, con sugrano,sedabacuentaamargamentedequesusposibilidadesdecausarbuenaimpresiónenBillyJacksoneranremotas.Penosamenteconscientedeello,heinvitadoacenaraSimesconardor.Sinduda,loatribuiráaunaadmiraciónqueno siento. Sí, es verdad, Sin embargo, "junto a una sensibilidad de mujer"(palabrasdemibiógrafo)"Bernardestabadotadodelrigorlógicomasculino".Ahora bien, los individuos que producen una sola impresión, que por logeneral,ydichoseadepaso,esbuena(lasencillezpareceatraersiempre),sonaquellosquenadanequilibradamenteenelcentrodelacorriente.(Veopecesypeces,todosapuntandoconlanarizalmismositio,ylacorrienteadelantandoaotra.)Canon,Lycett,Peters,Hawkins,LarpentyNeville,todossonpecesenlapartecentraldelacorriente.Perotútedascuenta,tú,oseayo,quesiempreacudesa todas las llamadas(seríaunapenosaexperiencia ladellamaryquenadie acudiera, sería algo que dejaría vacía la medianoche, y es algo queexplicalaexpresióndelosviejosenloscírculosyclubs,esosviejosquehandejadodellamaraunpropioyoquenoacude),tedascuentadequesólomuysuperficialmentehasquedadorepresentadoporlaspalabrasdichasestanoche.En el fondo, y precisamente cuando conmayor excentricidadme comporto,también soy hombre integrado en la comunidad. Me compenetroefusivamente.Y tambiénséquedarmequieto,comounsapo, recibiendoconperfecta frialdad cuanto me cae encima. Entre vosotros, que ahora estáishablando de mí, pocos son los que tienen la doble capacidad de sentir yrazonar. Por ejemplo, a Lycett le gusta cazar liebres. Hawkins ha pasadoprovechosamente la tarde en la biblioteca. Peters tiene esa novia en la

bibliotecacirculante.Todosestáisvinculados,comprometidos,atados,yestodesarrolla almáximo vuestras energías. Todos salvoNeville, cuyamente esdemasiado compleja para que una sola actividad la excite. También yo soydemasiadocomplejo.Enmíhayalgoqueflota,sinligamennivínculo.

»Ahora,endemostracióndemisensibilidadalambiente,aquí,alentrarenmi aposento y encender la luz y ver la hoja de papel, la mesa, la batadescuidadamente arrojada sobre el respaldo del sillón, creo que soy esehombre temerario pero reflexivo, esa figura audaz y deletérea, que, trasquitarse de los hombros la capa en distraído ademán, coge la pluma y sindudarlo un instante suelta la siguiente carta a la mujer de la que estáapasionadamenteenamorado.

»Sí,todoespropicio.Estoydelhumoradecuado.Puedoescribirdecaboaraboesacartaque tantasveceshecomenzado.Acabode llegar.Hearrojadolejosdemíelsombreroyelbastón.Yescriboloprimeroquesemeocurre,sintomarmesiquieralamolestiadeenderezarlahoja.Seráunbrillantetextoqueelladebeestimarescritosinunapausa,sinunatachadura.Miracuánabiertoesel trazode las letras…Yaquídejo, connegligencia,unborrón.Todohadequedar subordinado a la velocidad y la despreocupación. Escribo aprisa,corriendo, en letra pequeña, dando exagerada longitud a la cola de la "y" ycruzandola"t"así,confuerza.Enlafechamelimitaréaponer"martes,1?",ydespuésuninterrogante.Perotambiéndebodaralamuchachalaimpresióndeque este hombre -porque no soy yo- no sólo escribe sin dar la menorimportancia a su escritura, con total desparpajo, sino también con respeto eintimidad. Debo aludir a conversaciones con ella sostenidas, referirme aalgunaescenagrabadaenlamemoria.Perodebocausarlelaimpresión(yestoesdesumaimportancia)depasardeuntemaaotroconlamayorfacilidad.Hede pasar del funeral en sufragio del hombre quemurió ahogado (tengo unafrasequevapintiparada)a-laseñoraMoffatysusdicharachos(tengounanotaal respecto), y hacerlo intercalando unas cuantas reflexiones aparentementeocasionales pero de tremenda profundidad (la crítica profunda amenudo seescribe ocasionalmente) acerca de un libro última mente leído, un libro untantoraro.Quieroquelamuchachadiga,mientrassecepillaelcabellooapagaunavela,"¿Dóndeheleídoyoeso?¡Ah,sí,enlacartadeBernard!"Velocidad,ardor, el efectodeplomo fundido,un fluir, comoelde la lava,de frase trasfrase.¿Enquiénpienso?EnByron,naturalmente.Enciertamanera,soycomoByron. Quizás un poco de Byron me ayude a entrar en calor. Leamos unapágina. No. Es aburrido. Es fragmentario. Es demasiado formalista. Ahoracomienzoacogerleeltranquillo.Suritmopenetraenmicerebro(elritmoeslo principal en la escritura). Ahora comenzaré y seguiré sin detenerme,comenzaréconfirmetrazo…

»Peronoloconsigo.Todofalla.Carezcodelfuellenecesarioparaefectuar

latransición.Miverdaderamaneradeseragrietalaqueheasumidoysalealexterior.Ysicorrijoloescrito,lamuchachapensará:"Bernardinterpretaahoraelpaneldeescritor,Bernardpiensaen subiógrafo" (locual esverdad).No,escribirélacartamañana,inmediatamentedespuésdedesayunar.

»Ahoravoyallenarmelamentedeimágenesinventadas.Supongamosqueme han invitado a la casa de campo de Restover, King's Laughton, a tresmillas de Langley. Llego al ocaso. En el patio de h esta destartalada peroseñorial mansión hay dos o tres perros esquivos, de largas patas. En elvestíbuloveomacilentasalfombras.Uncaballerodeportemilitarpaseaporlaterraza, fumando en pipa. Sobre el escritorio una herradura usada,pertenecientesindudaalcaballofavorito."¿Montausted,joven?""Sí,señor,megustamuchomontar.""Miáhijanosesperaenlasaladeestar."Loslatidosdel corazónme golpean las costillas. Lamuchacha está en pie junto a unamesillabaja.Hoyhasalidodecaza.Tragabocadillosconairedemarimacho.He causado una aceptable impresión en el coronel. No me considerademasiado inteligente. Nome considera demasiado rudo. También juego albillar.Entoncesaparecelasimpáticacriadaquellevatreintaañosenlafamilia.Losplatosestándecoradosconpájarosorientalesdelargacola.Sobreelhogarcuelga el retrato de la madre con vestido de muselina. Hasta cierto puntopuedo describir el ambiente con gran facilidad. Pero ¿puedo darle vida?¿Puedooírlavozdelamuchacha,exactamenteeneltonoqueutilizacuando,alquedarsolos,medice"Bernard"?¿Ydespués,quépasa?

»Laverdadesquenecesitoelestímulodelosdemás.Solo,conmifuegoapagado, tengo tendencia a ver los defectos de mis relatos. El verdaderonovelista,elserhumanoperfectamentesimple,podríaseguir,indefinidamente,imaginando cosas. No se integraría, como yo me integro. No tendríadevastadorasensacióndegrisescenizasenunhogarapagado.Unacortinamecubrelavista.Todosehaceimpenetrable.Nadamáspuedoinventar.

»Recordemos.Entérminosgeneraleshasidounbuendía.Lagotaqueseforma en la techumbre del alma, al atardecer, es de brillantes colores. Lamañana:hermosa.Latarde:paseo.Megustaverloscampanariosalzándoseenlos grises campos. Me gusta vislumbrar cosas por entre los hombros de lagente. Constantemente se me han ocurrido cosas y cosas. He estadoimaginativoysutil.Despuésdelacena,heestadoespectacular.Herevestidode formas concretas muchas cosas que habíamos observado vagamente endiversos amigos comunes. He efectuado fácilmente mis transiciones. Peroahora,sentadoanteestefuegogris,conlosdesnudospromontoriosdecarbónnegro,mevoyaformularlapreguntadecisiva.Deentretodosésos,¿quiénsoyyo? Depende mucho de la estancia en que me encuentre. Cuando me digo"Bernard",¿quiénviene?Unhombre fiel, sarcásticoydesengañado,peronoamargado.Unhombresinedadni rasgosdeterminados.Simplemente,yo.Él

esquiencogeelatizadoryrevuelvelascenizasparaquecaiganenchaparrón,atravésdeloshierrosdelaparrilla."Señor",sediceasímismoalvercaerlaceniza,"cuidadoquesoysucio."Ydespuésañade lúgubreaunqueconciertasensacióndeconsuelo:"LaseñoraMoffatlasbarrerá."Imaginoquerepetiréamenudo esta frase,mientras ando por la vida golpeando cenizas, golpeandoestoy lootro, ensuciando tantas cosas: "La señoraMoffat vendráybarrerá,dejándolotodolimpio."Yahoraalacama.»

«Enunmundoquecontieneelpresentemomento»,dijoNeville,"¿asantode qué distinguir? A nada debemos dar nombre, no sea que al hacerlo loalteremos. Dejemos que todo exista, que exista esta orilla, que exista estabelleza.Elsolcalienta.Veoelrío.Veoárbolesmanchadosyquemadosalaluzdelotoño.Lasbarcaspasanantemivista,atravésdelrojo,atravésdelverde.A lo lejosdoblaunacampana,peronodoblaporunmuerto.Haycampanasquetocanavida.Caeunahojaycaedealegría.Amolavida,estoyenamoradodelavida.¡Miracómoelsaucelanzaalairesuschorrossutiles!Miracómoatravésdeellossedeslizaunabarca,conmuchachosindolentes,enunvivirdeinconsciencia, fuertes. Escuchan un gramófono, comen fruta que llevan enbolsasdepapel.Arrojanporlabordalaspielesdeplátanoquecomoanguilasse hunden en las aguas del río. Todo lo que hacen es bello. Tras ellos hayhermosos frascos y ornamentos. Sus aposentos rebosan remos y grabados,peroellosloconviertentodoenbelleza.Estabarcapasabajoelpuente.Otraviene.Yotra.EsteesPercival, recostadosobrealmohadones,monolítico,enreposodegigante.No,noesél, tansólosetratadeunodesussatélites,queimita su reposo monolítico, de gigante. Percival es el único que no se dacuentadelostrucosdesusimitadores,ycuandolesdescubreenelmomentodeimitarle,lesdabienhumoradounosazotesconsuzarpa.Tambiénelloshanpasado bajo el puente, a través de "las fuentes de los colgantes árboles", atravésdelasfinasrayasamarillasydelcolordelaciruela.Soplalabrisa,seestremecelacortina,másalládelashojasveolosgraves,aunqueeternamentegozosos edificios, que parecen porosos e ingrávidos, leves peroinmemorialmenteasentadosenelantiguocésped.Ahoracomienzaaalzarseenmíelconocidoritmo.Palabrasqueyacíandormidassealzanahora,agitanlacresta, suben y bajan, vuelven a subir y a bajar. Soy poeta, sí, lo soy. Yseguramente soy un gran poeta. Barcas y muchachos que pasan, y árbolesdistantes,"las fuentesde loscolgantesárboles".Loveo todo, losiento todo.Estoyinspirado.Demisojosrebosanlaslágrimas.Pero,mientrasexperimentoestas sensaciones, estímulo a latigazosmi frenesí para que subamásymás.Espumea.Devieneartificial e insincero.Palabras,palabrasypalabras, cómogalopan…Cómoagitansuslargascolasycrines,pero,poralgúndefectomío,nopuedoentregarmeasuslomos,nopuedovolarconellas,dejandodetrásunrastro de mujeres y bolsas vacías. Hay en mí una deficiencia, unas fatalesdudas,ysihagocasoomisodeello todoseconvierteenespumayfalsedad.

Sinembargo,meparece increíblequenoseaungranpoeta. ¿Quéera, sinopoesía,loqueanocheescribí?¿Acasosoydemasiadofácil,demasiadorápido?No lo sé. A veces no me conozco, o no sé medir, nombrar y contar loselementosencuyosméritossoyquiensoy.

»Ahora algome abandona, algo sale demí para ir al encuentro de estafiguraqueseacercaymedicequeleconozco,antesdequeveaquiénes.Quécurioso cambio se experimenta con la adición, incluso a distancia, de unamigo.Cuánútilfunciónrealizanlosamigoscuandonosrecuerdan.Perocuánpenoso es ser recordado, ser mitigado, que la propia personalidad seaadulterada, mezclada, que llegue a formar parte de otra. A medida que seacercadejodeseryoparaconvertirmeenNevillemezcladoconalguien,¿conquién?, ¿conBernard?Sí, esBernard, enconsecuenciaBernard seráaquel aquienformularélapregunta:¿Quiénsoy

«Qué raro aspecto», dijoBernard, «tiene el saucevisto en compañía.YoeraByron, y el árbol era el árbol deByron, con lágrimas, cayendo como lalluvia, en lamentos. Ahora que juntos contemplamos el árbol, éste haadquiridociertoaspectodeirpeinado,cadaramasedistinguedelasdemás,yahoratediréloquesientobajoelinflujodetuclaridad.

»Sientotureproche,sientotupoder.Atulado,meconviertoenunhombredesordenado e impulsivo, cuyo pañuelo está siempre manchado de esamantequilla conqueuntamos losbollos.Efectivamente, llevo en lamano laElegíadeGray.Conlaotramanoagarroelbolloquehaabsorbidototalmentelamantequilla, y se ha pegado al plato.Esto temolesta.Medoymuy claracuentadetudesagrado.Inspiradoportussentimientosyansiosoderecuperartuaprecio,comienzoacontarteelmodoenqueacabodesacaraPercivaldelacama. Describo sus zapatillas, la mesa de su aposento y la vela casiconsumida; sus acentos enfurruñados y quejosos, cuando tiro de la mantas,mientras Percival se ovilla como un vasto capullo. Lo describo todo de talmanera que, a pesar de estar tú centrado en una íntima congoja (una formaencapuchadapresidenuestroencuentro),cedes,ríesymipresenciatedeleita.Mi encanto y el fluir de mis palabras, por cierto espontáneo e imprevisto,tambiénamímedeleita.Amedidaqueconmispalabrasquitodelascosaselvelo que las cubre, me pasmo al advertir que he sido capaz de observarinfinitamentemásde lo quepuedodecir.Másymásburbujas surgen enmimente al hablar, imágenes e imágenes.Esto, digo enmi fuero interno, es loquenecesito.Yahorapregunto:¿Porquénopuedoterminarlacartaqueestoyescribiendo?Enmiaposentohaycartasinacabadaspordoquier.Cuandoestoyentucompañía,naceenmílasospechadequemecuentoentreloshombresmejordotados,sumamentedotados.Merebosaelplacerdelajuventud,delapotencia,detodocuantohadellegaraser.Torpeperoentusiasta,meimaginozumbando alrededor de flores, descendiendo en un murmullo hacia corolas

escarlata, y mi prodigioso runrún despierta ecos en azules pistilos. Cuánintensamentegozarédemijuventud(meinducestúacreer).YLondres.Ylalibertad.Perobasta.Nomeescuchas.Expresasciertaprotestaaldeslizar,enun ademán indefiniblemente familiar, la mano sobre la rodilla. Por estossíntomasdiagnosticamoslasdolenciasdenuestrosamigos.Parecesdecir:"Entuopulentaabundancia,noteolvidesdemí."Dices:"Detente,ypreguntapormissufrimientos."

»Dejaquetecree.(Otrotantohashechotúpormí.)Yacesenestaardienteorilla, en este bello y muriente pero todavía luminoso día de octubre,contemplandocómopasanflotandolasbarcas,barcatrasbarca,atravésdelaspeinadasramasdelsauce.Yquieresserpoeta,yquieresseramante.Peroesaesplendenteclaridaddetuentendimiento,yla inquebrantablehonradezdetuintelecto(atideboestaspalabraslatinas;esascualidadestuyasmeobliganarebullirinquietoyaverlaszonasmanchadasydesgastadasdemiatuendo)tedetienen. Te niegas al encaño. No nublas tu ser con rosadas nubes, niamarillas.

»¿Estoyen locierto?¿He interpretadocorrectamente tu leveademán?Siasí es, dame tus poemas. Entrégame las hojas que anoche escribiste con talfervor de inspiración que ahora estás un poco avergonzado. Sí, porquedesconfíasdelainspiración,sealatuya,sealamía.Regresemosjuntosporelpuente, bajo los olmos, y vayamos a mi aposento, donde acogidos por losmuros, corridas las cortinas de roja sarga nos hurtaremos a estas molestasvoces, a estos aromas y sabores de los limeros, y a otras vidas, a esaspetulantesdependientasdecomercioquevandepaseo,aesaspesadasviejasque arrastran los pies, a esos furtivos vislumbres de alguna que otra vaga yevanescentefiguraquequizáseaJinny,oalomejoresSusan,y¡acasonoeraRhodalaquehadesaparecidoalfondodelaavenida?Unavezmás,porunalevecontracción,heaveriguado tusentir,noshemosalejadoelunodelotro,mehe ido,zumbandocomounvuelodeabejas,eternamentevagabundo,sinesacapacidadquetútienesdefijarteinexorablementeenunsoloobjeto.Perovolveré.»

«Dondehay edificios comoéstos», dijoNeville, «nopuedo soportar quetambién haya dependientas de comercio. Sus risitas y su comadreo memolestan, quiebran mi quietud y me obligan, en momentos de la más puraexaltación,arecordarnuestradegradadanaturaleza.

»Pero ahora hemos, regresado a nuestro territorio, después de la breveconvivencia con las bicicletas y el aroma de los limeros y las evanescentesfiguras en la horrenda calle.Aquí somos los dueños de la tranquilidad y elorden, los herederosde altivas tradiciones.Las luces comienzan a proyectaramarillas rayas en la plaza. La niebla nacida en el río llena estos antiguosespacios. Suavemente se pega la niebla a la blanquecina piedra. Ahora las

hojasformanunadensacapaenlosrústicossenderos,ytosenlosborregosenloscamposhúmedos.Peroenmihabitaciónestamossecos.Conversamosenlaintimidad. Las llamas saltan y caen, dando brillo a este o aquel adorno demetal.

»HasestadoleyendoaByron.Hasmarcadolospárrafosenlosqueparecehaber cierta aprobación de tu carácter. Veo marcas en todas las frases queparecenrevelarunanaturalezasarcásticaperoapasionada,unímpetuparecidoaldelapolillaqueselanzasinvacilarcontraladurezadelvidrio.Alpasarlapuntadellápizporaquí,pensabas:"Tambiényoarrojolacapaasí,tambiényochasqueolosdedosanteeldestino."Sinembargo,Byronjamáspreparóel tétalcomotúlohaces;llenashastatalpuntolateteraque,alponerlatapa,eltérebosa y se derrama. En la mesa hay un charquito castaño que se vaextendiendoentre tus librosy tuspapeles.Ahora lo secas torpementeconelpañueloquehassacadodelbolsillo.Ydespuéstevuelvesameterelpañueloenelbolsillo.No,éstenoesByron.Esteerestú.Esteestanesencialmentetúque si algún día dentro de veinte años pienso en ti, cuando los dos seamosfamosos,congotaeinaguantables,teveréenestaescena.Ysihasmuertoya,lloraré.CiertotiempohuboenquefuisteunjovenTolstoi.AhoraeresunjovenByron.YquizállegueeldíaenqueseasunjovenMeredith.EntoncesvisitarásParís durante las vacaciones de Pascua, y volverás con una negra corbata,convertido en el discípulo de cualquier detestable francés de quiennadie haoídohablar.Entoncesromperécontigo.

»Soyuna solapersona:yo.NosuplantoaCatulo, aquienadoro.Soyunestudiososumamentedisciplinado,conundiccionarioaunlado,yalotrounalibretaenlaqueanotocuriososusosdelparticipiopasado.Peronosepuedevivirsiemprededicadoadisecarconcuchilloparamejorcomprenderlasestasantiguas frases. ¿Viviré siempre así, corriendo las rojas cortinas de sarga, yviendo el libro, como un bloque demármol, pálido a la luz de la lámpara?Seríamaravillosodedicarlavidaalaperfección,seguirsiemprelacurvadelafrase,mellevaradondemellevara,adesiertosyarenasmovedizas,haciendocaso omiso de señuelos y tentaciones, ser siempre pobre e ir siempre malvestido,parecerridículoenPiccadilly.

»Pero soy demasiado nervioso para terminar debidamente mis frases.Habloaprisa,paseandoarribayabajo,paraocultarmiagitación.Meirritantuspañuelosmanchados de grasa.Mancharás tu ejemplar deDon Juan.Nomeescuchas.TededicasahacerfrasessobreByron.Ymientrastúgesticulas,contucapaytubastónyointentorevelarteunsecretoqueanadiehecomunicadotodavía.Tepido (ahí enpieydándote laespalda)que tomesmividaen tusmanosymedigassiesmidestinocausarsiemprerepulsiónaquienesamo.

»Tedoylaespaldaynerviosomuevolosdedos.No,ahoramismanosestánenperfecta inmovilidad.Conexactitudabrounespacioen la libreríayenél

insertoelDonJuan.Ahí.Prefieroseramado,prefieroserfamosoaseguirelcamino de la perfección a través de las arenas. Pero ¿estoy condenado aproducirasco?¿Soypoeta?Tómalo.Eldeseoquellevotrasdeloslabios,fríocomo el plomo, pesado como la bala, aquello con lo que apunto a lasdependientasdecomercio,alasmujeres,alasficcionesyalavulgaridaddelavida (porque la amo), sale disparado hacia ti, cuando te arrojo -tómalo-mipoema.»

«Comounaflechahasalidodelaestancia»,dijoBernard.«Hadejadoaquísupoema.Oh,amistad…¡Tambiényoprensaréfloresentrelaspáginasdelossonetos deShakespeare! ¡Oh, amistad, qué agudos son tus dardos!Ha dadomediavueltaymehamirado.Mehaentregadosupoema.Todas lasnieblasretorciéndosesealejandela techumbredemiser.Conservaréestaconfianzahasta el último día de mi vida. Como una larga ola, como un avance depesadasaguas,sehaacercadoamí,ysudevastadorapresenciamehaabiertode par en par, dejando al descubierto los cantos rodados de la playa demiespíritu.Todos losparecidoshanquedadounidos. "NoeresByron, eres tú."Cuánextrañoesqueotrapersonateconcentreenunsoloser.

»Cuánextrañoessentircómoelhiloquedenosotrossurgeseadelgazayavanzacruzandolosnebulososespaciosdelmundoqueentrenosotrosmedia.Sehaido.Aquíestoy,enpie,consupoemaenlamano.Entreélyyomediaelhilo. Pero ahora, qué agradable es, cuánta confianza infunde, saber que laajenapresenciahadesaparecido,quelaescrutadoramiradasehaapagado,hasidocubiertaporunacapucha…Conquésatisfaccióncierrolasventanasymeniego a recibir otras presencias. Con qué satisfacción advierto que, de lososcuros rincones en que se refugiaron, vuelven esos desastrados huéspedes,esos parientes, a los que él con su superior poder obligó a ocultarse. Losburlonesyobservadoresespíritusque, inclusoenlacrisisylavacilacióndelmomento,semantuvieronvigilantes,vuelvenahoraenrebañoalhogar.ConsuayudasoyBernarci,soyByron,soyestoylootro.Comoenanteriorestiempososcurecen el aire y me enriquecen con sus bufonadas y sus comentarios,nublandolahermosasencillezdemimomentodeemoción.Sí,puestoqueyosoy más yo de lo que Neville cree. No somos tan simples como nuestrosamigos quisieran para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, el amor essimple.

»Ahorahanregresadomishuésped,misparientes.Ahoraelorificioenmisdefensas que Neville ha perforado con su estoque increíblemente agudo hasido reparado.Ahora soyy estoycasi entero,ymedoycuentade la alegríaque me embarga al hacer entrar en juego cuanto Neville ignora en mí.Mientrasmiro al exterior por la ventana, después de entreabrir las cortinas,pienso: "A Neville no le gustaría saberlo, pero yo gozo con ello." (Nosservimos de los amigos para medir nuestra estatura.) Mi envergadura me

permitealcanzaraquelloaloqueNevillenollega.Lesoigocantarcancionesde caza enfrente. Celebran una salida con los perros. Los chicos pequeños,cubierta la cabeza con gorro, que siempre aparecían en elmismomomento,cuando el carricoche seguía la curva, se dan palmadas en la espalda yfanfarronean. Pero Neville, evitando delicadamente todo género deinterferencias, furtivo como un conspirador, .acelera el paso camino de suaposento.Leimaginohundidoenelsillón,conlavistafijaenelfuegoqueporunmomentohaadquiridoarquitectónicasolidez.Nevillepiensa:Quisieraquelavidapudieraofrecerestapermanencia,quelavidapudierateneresteorden.Sí,porqueNevilleamaelordensobretodaslascosasydetestamidesordenaloByron.Corre lacortinaycierracon llave lapuerta.Susojos(porqueestáenamorado; la siniestra imagen del amor ha presidido nuestro encuentro) sellenandedeseo, se llenande lágrimas.Cogeel atizador,ydeun sologolpedestruye la momentánea apariencia de solidez en los ardientes carbones.Cambiatodo.Ylajuventudyelamor.Flotandohapasadolabarcabajoelarcodelossaucesyahoraseencuentrabajoelpuente.Percival,Tony,ArchieuotroiránalaIndia.Novolveremosareunirnos.Entoncesalargalamanoycogelalibreta -cuidadosamente forrada con papel moteado- y febrilmente escribelargas líneas de poesía, al estilo del poeta que más admira en el presenteinstante.

»Perodeseogozardelpasodeltiempo,asomarmealaventana,escuchar.Vuelvoaoírelirregularcoro.Ahorarompenloza.Esotratradición.Elcoro,como las aguas de un torrente saltando sobre rocas y peñas, asaltandobrutalmente viejos árboles, cae con magnífico abandono, de cabeza, enprecipicios. Rodando siguen adelante, rodando galopan, tras perros de caza,traspelotasdefútbol.Arribayabajo,arribayabajo,comosacosdeharina,semuevenunidosalosremos.Todaslasdivisionesdesaparecen,actúancomounsolo hombre. El viento racheado de octubre rompe el rugido en alternadaserupciones sonoras y silencios, en el amplio patio. Ahora están quebrandoloza.Eslatradición.Unaviejadepasoinseguro,enlamanouncapazo,trotahacia casabajo las ventanasdel rojo color del fuego.Tiene ciertomiedodequeseabalancensobreella,latirenalarroyo.Sinembargo,sedetienecomosiquisiera calentarse las manos sarmentosas y reumáticas en la hoguera quelanzaaloaltotorrentesdechispasyporcioncillasdepapel.Laviejasedetieneantelaventanailuminada.Uncontraste.EstoesalgoqueyoveoyNevilleno.EstoesalgoqueyosientoyNevilleno.Poresoélllegaráalaperfección,yyofracasarédejandotrasmíúnicamenteimperfectasfrasessuciasdearena.

»AhorapiensoenLouis.¿QuémalévolaperoreveladoraluznoproyectaríaLouis sobre este mortecino atardecer otoñal, sobre este quebrar loza, sobreeste cantar canciones, sobreNeville, sobreByron, sobre nuestro vivir aquí?Susdelgadoslabiosestánalgoprietos,susmejillassonpálidas,enunaoficinaescrutaunoscurodocumentocomercial. "Mipadre,banqueroenBrisbane…

“Porestaravergonzadodeél,nohacemásquehablardesupadrefracasado.Por esto se encuentra en una oficina, Louis el mejor estudiante de nuestrocurso.Peroyo,enbuscadecontrastes,amenudosientosumiradaennosotros,sumiradaburlona,sumiradasalvaje,sumándonoscomoinsignificantespartesde un total que él busca sin cesar en su oficina. Y un día cogerá una finapluma,lamojaráentintaroja,hallaráelresultadodelasuma.Sabremoscuálesnuestrototal.Yestetotalnoserásuficiente.

»¡Crac! Han estrellado una silla contra la pared. Estamos condenados.Ahora bien, mi caso también es dudoso. ¿Estaré acaso entregándome ainjustificadas emociones? Sí,mientras asomado a la ventana arrojo abajo elcigarrillo que cae al suelo girando ligero sobre sí mismo, siento que Louismirainclusomicigarrillo.YLouisdice:"Estosignificaalgo.¿Peroqué?"»

«Lagentesiguepasando»,dijoLouis.«Pasaincesantementeanteelcristalde esta casa de comidas. Automóviles, camiones y autobuses. Y másautobuses, camiones y automóviles, pasan ante el cristal. Al fondo percibotiendas y casas, y también las grises agujas de una iglesia ciudadana. Enprimer término, están las repisas de vidrio con bandejas de bollos y debocadillosdejamón.Todoquedauntantooscurecidoporelvapordelatetera.Uncárnicoyvaporosoolorabuey,cordero,salchichasypatatasmajadas,estásuspendidocomounahúmedaredamediaalturaaquí,enlacasadecomidas.TengoellibroapoyadoenlabotelladesalsaWorcesteryprocuroaparentarsercomotodoslosdemás.

»Pero no puedo. (Siguen pasando, siguen pasando en desordenadaprocesión.) No puedo leer mi libro o pedir buey con la debida convicción.Repito:"Soyuninglésmedio,unoficinistamedio",sinembargoechoojeadasaloshombrecillossentadosenlamesacontiguaparacerciorarmedequehagoloqueelloshacen.Fácileslosmovimientosdelrostro,conpielflexiblequeseagitaobedientealamultiplicidaddesussensaciones,prensilescomomonos,sincronizadosconelpresente instante,discutenalcompásde lospertinentesgestos laventadeunpiano.Obstruyeelpasoenelvestíbulo.Locompraría,peroobstruyeelpasoenelvestíbulo,estepiano.Lagentesiguepasando.Pasaentre las agujas de la iglesia y las bandejas de bocadillos de jamón. Losgallardetesdemiconcienciaflamean,peroeldesordendelagentelosdesgarrayhumilla perpetuamente.Por esto nopuedo centrarmi atención en la cena."Locompraría,esbonito,peroobstruyeelpasoporelvestíbulo."Sesumergeny se elevan como gaviotas con las plumas untadas en aceite, resbaladizas.Todos los excesos que rebasan la norma sentada por quien ha hablado sonvanidad.Lodichoeseljustotérminomedio.Entretanto,lossombrerossubenybajan,lapuertaseabreysecierrasincesar.Tengoconcienciadeunfluir,dedesorden,dedestrucciónydesesperanza.Siestoestodo,carecedevalor.Sinembargo,tambiénmedoycuentadelritmodelacasadecomidas.Escomoun

vals, fluctúa alejándose y acercándose, y rueda y rueda. Las camareras,sosteniendolasbandejasenequilibrio,sealejanyseacercan,ydanvueltasyvueltas,sirviendoplatosdeverdura,dealbaricoqueynatillas,sirviéndolosenel debido momento a los debidos clientes. Por lo general, los hombres,incorporandoelritmodelacamareraasuritmo("locompraría,peroobstruyeel paso por el vestíbulo"), aceptan la verdura, el albaricoque y las natillas.¿Dóndeseencuentra,entonces,larupturadeestacontinuidad?¿Dóndeestálafisuraporlaqueunovislumbraeldesastre?Elcírculoestácerrado,laarmoníaes perfecta.Ahí está el ritmo central, ahí elmuelle que losmueve a todos.Mira cómo se dilata y se contrae y vuelve a dilatarse. Pero yo no estoyincluido. Si hablo, imitando sus acentos, se hurgan las orejas y esperan quevuelvaahablarparapoderclasificarme,parasabersiprocedodelCanadáodeAustralia;yo,quedeseosobretodaslascosasserabrazadoconamor,yo,soyunextraño,unserexterno.Yo,quequisieravermecubiertoporlasprotectorasolasdelocomún,divisodesoslayounlejanohorizonte.Tengoconcienciadelos sombreros, subiendoy bajando, en perpetuo desorden.Amí se dirige laquejosa súplicade losespíritusquevagandesorientados (unamujermelladatartamudeaanteelmostrador):"Devuélvenosalrebaño,devuelvealrebañoatodos losque tandispersos, subiendoybajando,pasamosanteel cristal conbandejas de bocadillos de jamón en primer término." Sí, os reduciré a unorden.

»Leeré el libro apoyado en la botella de salsaWorcester. Contiene unoscuantosfalsosarosforjados,unascuantasexpresionesperfectas,peronohaypoesía.Vosotros,todosvosotros,laignoráis.Habéisolvidadoloqueelpoetamuertodijo.Ysoyincapazdetraducírosloparaquesupoderossubyugue,yoshagacomprenderquecarecéisdepropósitoyrumboyqueelritmoestristey nada vale, a fin de que os liberéis de esta degradación que, si no os daiscuentadevuestrascarenciadepropósitosyrumbo,ospenetra,convirtiéndoosenseresseniles, inclusoenelcasodelosjóvenes.Traducirestepoema,paraquepuedaserfácilmenteleído,serámiempeño.Yo,elcompañerodePlatónydeVirgilio, llamaréa lapuertade rugoso roble.Acuantopasaopondréestabaqueta de templado acero. No me someteré a este tránsito absurdo desombreros hongos y sombreros de alta copa, de emplumados y variopintostocados femeninos. (Susan, a quien respeto, llevaría enundía deveranounsencillosombrerodepaja.)Nialiryvenirnialvaporqueengotasdesigualessedeslizaporelvidriodelacasadecomidas.Nialasdetencionesyarranquesbruscosdelosautobuses.Nialasdudasantelosmostradores.Nialaspalabrasque se arrastran lamentablemente, sin humano significado. Os reduciré alorden.

»Mis raícesdesciendenatravesandofilonesdeplomoydeplata,a travésdehúmedosypantanososlugaresqueexhalanolores,hastallegaraunnúcleo,formadopor raícesde robleunidas,enelcentro.Selladoyciego, taponados

con tierra los oídos, he oído, a pesar de todo, rumores de guerras. Y elruiseñor. He percibido mucha tropa en premura, yendo arrebañada de aquíparaallá,enbuscadecivilización,comovuelosdeavesmigratoriasenbuscadelverano.Hevistomujeresconrojoscántarosdirigiéndosea lasorillasdelNilo.Despertéenunjardín,conungolpeenelcogote,unardientebeso,besodeJinny.Ylorecuerdotodocomoserecuerdanlosgritosconfusos,lacaídadecolumnasytraviesasrojasynegras,enunnocturnoincendio.Duermoyvelosincesar.Ahoraduermo,ahoravelo.Veolarelucientetetera,lasestanteríasdevidrio repletas de pálidos bocadillos amarillos, los hombres de redondeadaschaquetas encaramados en los taburetes del mostrador, y también veo, trasellos,laeternidad.Esunestigmamarcadoalfuegoenmitemblorosacarneporun encapuchado con un hierro al rojo. Veo esta casa de comidas recortadacontralasprietasymóvilesalasdelasavesconmilplumasdelpasado.Deahímis prietos labios, mi palidez enfermiza, mi faceta desagradable y pocoamistosa, cuando con odio y amargura oriento mi rostro hacia Bernard yNeville, que vagan felices bajo las copas de los tejos, que han heredadosillones,quecierranlascortinasafindequesealaluzdelaslámparaslaqueiluminesuslibros.

»ASusan la respeto, porque cose sentada.Cose a la luzdeuna apaciblelámpara,enunacasaenlaquelasespigassuspirancercadelaventanaymedanseguridad.Porqueyosoyelmásdébil,elmásjovendetodosellos.Soyunniñoquesemiralospies,ymiralosarroyuelosqueelaguahadibujadoenlagrava.Estoesuncaracol,digo;estoesunahoja.Gozoconloscaracoles;gozocon la hoja. Siempre soy el más joven, el más inocente, el más confiado.Vosotros, todos, estáis protegidos. Y yo desnudo. Cuando la camarera contrenzasarregladascomounacoronadepelopasarápidajuntoamí,ossirvelosalbaricoquesy lasnatillassindudar,comounahermana.Soissushermanos.Pero cuando me levanto, sacudiéndome las micas del chaleco, dejo unapropinaexcesiva,unchelín,bajoelalerodelplato,paraquelacamareranoloencuentre hasta después de haberme ido, y su desprecio, cuando lo cojariéndose,nomealcancehastaelmomentoenquemeencuentreenlapuerta.»

«Ahora el viento levanta las cortinillas», dijo Sucan, «y las jarras ycuencos,laesterayelviejosillónconelagujerosepercibenahoraclaramente.

Lasconsabidascintasmarchitasadornanelpapeldelasparedes.Elcorodelospájaroshaterminado,yahorasólounpájarocantacercadelaventanadeldormitorio.Me pondré lasmedias, pasaré silenciosa ante las puertas de losdormitorios, bajaré a la cocina, saldré al jardín y rebasando el invernaderosaldré al campo. Hace poco que ha nacido el día. En las tierras bajas hayniebla. El día está duro y tieso como ropa blanca almidonada. Pero sesuavizará, adquirirá calor. En esta hora tan temprana imagino que soy elcampo, que soy el granero, que soy los árboles.Mías son las bandadas de

pájaros, y esta libre joven que salta en el último instante, cuando casi esirremediablequelapise.Míoeselhalcónquedespliegaperezososusvastasalas. Y la vaca que rechina al adelantar una pezuña, rumiando. Y la locagolondrina descolgándose en arcos. Y el pálido rojo del cielo, y el verdecuandoelrojoseva.Yelsilencioylacampana.Ylallamadadelhombrequevaenbuscadeloscaballosdetiroenelcampo.Todoesmío.

»Nadie puede dividirme o mantenerme dividida. Me mandaron a laescuela.MemandaronaSuizaparacompletarmieducación.Odioellinóleo.Odiolosabetosylasmontañas.Ahorametenderéenelsuelollano,aquí,bajouncielopálidoenelquelentamenteavanzanlasnubes.Elcarrocrecepocoapoco, amedida que se acerca por el camino. Los corderos se congregan enmedio del campo. Los pájaros se congregan en medio del camino; aún notienennecesidaddevolar.Sealzaelhumodelaleña.Ladurezadelalbaestádesapareciendo. Ahora el día se agita. Vuelve el color. El día se ondula enamarillo,contodassuscosechas.Latierracuelgapesadabajomicuerpo.

»Pero¿quiénsoyyo?¿Quiénesésta,apoyadaen laverja,contemplandocómo mi setter traza círculos con el hocico? A veces pienso (aún no hecumplidolosveinteaños)quenosoyunamujer,sinolaluzqueiluminaestaverja,estatierra.Soylasestaciones,piensoaveces,enero,mayo,noviembre,elbarro,laniebla,elalba.Nopuedotolerarquemetrasteendeunladoparaotro, ni puedo flotar dulcemente, ni mezclarme con mis semejantes. Sinembargoahora,apoyándomeenestaverjahastaqueelhierrodejehuellasenmibrazo,sientoelpesoquesehaformadoenmicostado.Algosehaformadoahí,enlaescuelaoenSuiza,unacosadura.Nosonsuspirosnirisa.Nosoncirculares e ingeniosas frases. No son las raras comunicaciones de Rhoda,cuandomira un punto en el aire,más allá de nuestros hombros.No son laspiruetasdeJinny,todaelladeunapieza,extremidadesytronco.Loqueyodoyesselvático.Prefierolamiradadelospastoresqueencuentroenlacarretera,larápidaojeadade lasgitanas juntoalcarro,en lacuneta,amamantandoa sushijos, talcomoyoamamantaréa losmíos.Porquemuypronto,almediodía,cuandolasabejaszumbanalrededordelasflores,llegarámiamor.Sequedaráenpiebajoelcedro.Asuúnicapalabracontestaréconmiúnicapalabra.Ledaréloqueenmísehaformado.Tendréhijos,tendrécriadascondelantales,trabajadores conhorcas, una cocina a laque traerán a los cabritos enfermosparaquecobrencalorenuncesto,unacocinaen laquecolgarán jamonesybrillarán las cebollas. Seré como mi madre, silenciosa, con delantal azul,recorriendoconlamiradalasalacenas.

»Ahora tengo apetito. Llamaré al perro. Pienso en pasteles y pan conmantequillaenblancosplatos,enunasoleadaestancia.Regresaréatravésdelos campos. Recorreré este sendero cubierto de hierba, lo recorreré a pasoslargos,firmeseiguales,desviándomeunpocoparaevitaruncharco,saltando

ligerasobreunamata.Enmisayadetelaburdaseformangotasdeagua,miszapatos se oscurecen y ablandan.Del día ha desaparecido la rigidez, y estámatizado de gris, verde y pardoscuro. Los pájaros ya no se posan en elcamino.

»Regresocomoregresanlosgatosoloszorros,conescarchaque,datonogris al pelo y las patas endurecidas por la tierra áspera. Paso por entre lascoles,cuyashojasgimendespendiendogotas.Mesiento,enesperadeoírlospasosdemipadreacercándoseporelpasillo,conbriznasdehierbaentrelosdedos. Lleno las tazas, mientras las flores, en capullo todavía, se sostienenerectasenlamesaentrelostarrosdemermelada,lashogazasylamantequilla.Guardamossilencio.

»Voy a la alacena y cojo las húmedas bolsas que contienen las pasas.Pongo la pesada masa de harina en la limpia, recién fregada, mesa de lacocina.

Amaso.Aplano.Tiro,metiendolasmanosenelcálidointeriordelamasa.Dejo que el agua fría pase por entre mis dedos y caiga después formandoabanico.Elfuegoruge.Lasmoscaszumbanencírculo.Todasmisgrosellasymis arroces, las bolsas plateadas y las bolsas azules, vuelven a estar en laalacenacerrada.Lacarneseencuentraenelhorno.

El pan se alza, formando una suave cúpula, bajo el limpio paño. Alatardecermeacercoalrío.Elmundoenterosemultiplica.Lasmoscasvandebrizna en brizna. El polen da peso a las flores. Los cisnes siguenordenadamente las corrientes. Las nubes, ahora cálidas,moteadas de sol, sedeslizansobrelascolinas,dejandounrastrodeoroenelaguayunrastrodeoro en el cuello de los cisnes. Adelantando sucesivamente las pezuñas enalternomovimiento,lasvacascruzanrumiandoelcampo.Tococonlamanoelcéspedenbuscadelasetablanca.Quiebrosutalloycojolapurpúreaorquídeaquecreceasulado,ydejolaorquídeayacentealladodelasetacontierraenlaraíz,yvoyacasaparahacerhervirelaguadel téparamipadre,entrelasrosasqueacabandeenrojecerenlamesa.

»Perollegaelocasoyseenciendenlaslámparas.Ycuandollegaelocasoyse encienden las lámparas, éstas incendian con un fuego amarillo laenredadera.Conlalabormesientojuntoalamesa.PiensoenJinny.PiensoenRhoda. Y oigo el traqueteó de las ruedas contra el suelo, al regresar loscaballos de la granja al establo. También oigo el rugido del tránsito en elvientodelcrepúsculo.Mirolastemblorosashojasdeloscurojardínypienso:"BailanenLondres;JinnybesaaLouis".»

«Quéextrañoes»,dijoJinny,"quelagenteduerma,quelagenteapaguelasluces y suba al dormitorio. Se han despojado de sus ropas y se han puestoblancoscamisones.Nienunasoladeestascasashay luz.Contraelcielose

recorta una hilera de chimeneas.Y uno o dos faroles callejeros arden comoardenlaslámparascuandonadielasnecesita.Enlacallesólohaygentepobrey apresurada. En esta calle nadie va o viene, el día ha terminado. En lasesquinashayunoqueotroguardia.Sinembargo,lanochesólohacomenzado.Enlaoscuridadtengolaimpresióndequemicuerporesplandece.

En la rodilla llevo seda.Mispiernasde seda se frotan suavemente.Fríasreposanlaspiedrasdelcollarenmigarganta.Sientoenlospieslaopresióndeloszapatos.Estoysentadaconlaespaldamuyerguida,noseaqueelcabelloroce el respaldo del asiento. Voy aderezada, estoy preparada. Esto es lapasajerapausa,elmomentooscuro.Losviolinistashanlevantadoyasusarcos.

»Ahoraelcochesedetienesuavemente.Quedailuminadaunaporcióndepavimento. La puerta se abre y se cierra. La gente llega. No hablan y seapresuran a entrar. Se oye el siseante sonido de las capas cayendo en elvestíbulo.Eselpreludio,eselprincipio.Miro,escruto,meempolvo.Todoesexacto, todopreparado.Llevoelcabellopeinadoenunacurva.Llevoen loslabios el rojo que debo. Ahora ya puedo incorporarme a los hombres y lasmujeres en la escalera, mis iguales. Paso ante ellos, expuesta a su mirada,como ellos lo están a la mía. A relámpagos nos miramos, pero no nosablandamos ni damos muestras de reconocernos. Nuestros cuerpos secomunican.Estoes lomío.Esteesmimundo.Todoestáordenadoypresto.Loscriados,enpieaquí,yenpieaquí,tomanminombre,minombrenuevo,minombredesconocido,yloarrojanalfrenteparaquemepreceda.Entro.

»Aquí hay doradas sillas en las vacías y expectantes estancias, y flores,floresmásquietas,másestables,quelasfloresquecrecenyseabrenenverdeyseabrenenblancocontralosmuros.Yenunamesillahayunlibroforrado.Esto es lo que soñé, esto es lo que presentí. Estoy en mi patria aquí. Connaturalidadcaminosobrelasgruesasalfombras.Fácilmentemedeslizoenlosbrillantessuelos,comienzoaabrirme,enestearoma,enesteesplendor,comose abren y desenroscan las hojas de los helechos.Me detengo.Calibro estemundo.Mirolosgruposdedesconocidos.Entrelaslustrosasmujeres,verdes,rosadasygrisperla,erguidosyenpieestánloscuerposdeloshombres.Sonblancosynegros.Bajosusropas,profundosriachueloslossurcan.Sientootravez el reflejo de la ventana en el túnel. Se mueve. Avanza. Las blancas ynegrasfigurasdeloshombresdesconocidosmemirancuandosigoadelante.Ycuando vuelvo la cabeza para mirar un cuadro, también ellos la vuelven.Revolotean sus manos hasta la corbata. Se tocan el chaleco, se tocan elpañuelo. Sonmuy jóvenes. Ansían causar buena impresión. Siento quemilposibilidades nacen en mí. Soy ingeniosa, soy alegre, soy lánguida, soymelancólica,sucesivamente.Tengoraíces,perofloto.Todadeoro,flotandoenesterumbo,ledigoaéste:"Ven."Rizándomeennegro,digoaesteotro:"No."Uno abandona su puesto bajo la vitrina. Se acerca. Se dirige a mí. Es el

momentomás excitantequehevivido enmivida.Meestremezco.Me rizo.Me balanceo como una planta en el río, flotando hacia aquí, flotando haciaallá,peroenraizada,paraquevengahaciamí."Ven", ledigo."Ven."Pálido,negroelcabello,elquevieneesmelancólicoyromántico.Yyosoyingeniosayparlanchinaycaprichosa,yaqueélesmelancólico,romántico.Estáaquí.Enpieamilado.

»Ahora,conunalevesacudida,comouncrustáceoquesedesprendedelaroca,mesuelto, leaceptoplenamente,medejo llevar.Nosunimosa la lentamarea.Entramosy salimosde esta dubitativamúsica.Las rocas quiebran lacorriente de la danza, la resquebrajan, la estremecen. Entrando y saliendo,ahoraquedamosabsorbidosporestegrancuerpo.Nosune.Nopodemossalirde sus sinuosos, dubitativos, abruptos, perfectamente circulares muros, quenos rodean. Nuestros cuerpos, el suyo duro, el mío fluido, están pegadosdentro del otro cuerpo que nos une, y después alargándose, en suaves ysinuosospliegues,nosmeceynosmece.Derepentelamúsicacesa.Misangresiguecorriendo,peromicuerposeestáquieto.Laestanciagiraantemivista.Sedetiene.

»Vamos,vayamosdespacio,comovagandosinrumbo,alasdoradassillas.El cuerpo esmás fuerte de lo queyo creía.Y estoymás aturdidade lo quesuponía. Ya nada me importa en el mundo. Nadie me importa salvo estehombrecuyonombreignoro.¿Somosaceptables,luna?¿Nosomoshermosos,sentados el uno al lado del otro, aquí, yo conmi vestido de satén, y él enblancoynegro?Ahoramisigualespuedenmirarme.Osdevuelvorectamentelamirada,hombresymujeres.Pertenezcoavuestrogrupo.Esteesmimundo.Ahoracojoestacopadedelgadotalloysorbo.Elvinotienegustoastringenteydrástico.Nopuedoevitarunperplejoretroceso,albeber.Losaromasylasflores,elesplendorylacalidez,sedestilanaquíconvirtiéndoseenunardientelíquidoamarillo.Exactamentealaalturademispaletillas,unacosaseca,muyabiertoslosojos,secierrasuavemente,dentro,ypocoapocoseduerme.Eseléxtasis.Esalivio.Labarraenlaparteposteriordelagargantadesciende.Laspalabras seamontonan, formanunamultitud,y todas seempujan,pugnandocadacualporsalir.Pocoimportaqueseaéstaoaquéllalaquesalga.Seagitan,sesubenalasespaldasdelasotras.Lassolas,lassolitarias,seemparejan,caenjuntasyseconviertenenmuchas.Pocoimportaloquediga.Prieta,comounpájaroquealetea,una frasecruzaelvacíoespacioquemediaentrenosotrosdos.Seposaensuslabios.Vuelvoallenarlacopa.Bebo.Desapareceelveloentrelosdos.Entroenelcaloreintimidaddeotraalma.Estamosjuntosmuyarriba,enuncolladoalpino.Melancólicoestádepieenloaltodelcamino.Meinclino.Cojounaflorazulylaprendo,poniéndomedepuntillasparallegaraél,enlasolapadelachaqueta.¡Ahí!Esmimomentodeéxtasis.Ahorayahapasado.

»Ahora la laxitud y la indiferencia nos invaden. Otros seres pasanrozándonos.Hemosperdidolaconcienciadenuestroscuerposuniéndosebajolamesa.Tambiénmegustan loshombresdecabello rubioyojosazules.Seabrelapuerta.Lapuertasigueabriéndoseyabriéndose.Ahorapiensoquelapróxima vez que se abra, mi vida entera cambiará. ¿Quién viene? Sólo uncriadoconmáscopas.Esteesunviejo,asuladoseríacomosuhija.Estaesunagrandama,asuladoquedaríaanonadada.Haymuchachasdemiedadconlasqueestoyamatar,ennobleantagonismo.Sí,porqueesasgentessonmisiguales.Estemundoesmipatria.Aquíestámiriesgo,aquíestámiaventura.Seabrelapuerta.Oh,ven,ledigoaéste,rizándomedoradadelacabezaalospies."Ven",yhaciamíviene.»

«Pasaré disimuladamente por detrás de ellos», dijo Rhoda, «como sihubieravistoaunconocidomásallá.Peroanadieconozco.Retorceréelfrisodelacortinaycontemplarélaluna.Ráfagasdeolvidocalmaránmiagitación.Cuandoseabrelapuerta,saltaeltigre.Seabrelapuerta.Entraatorrenteselterror.Terroresymásterroresmepersiguen.Visitaréaescondidaslostesorosque tengo guardados. En el otro lado del mundo hay lagos que reflejancolumnas demármol. La golondrinamoja la punta del ala en negros lagos.Peroheaquíqueseabrelapuertayentralagente.Vienenhaciamí.Lanzandoalairevagassonrisasparadisimularsucrueldadysuindiferencia,seapoderandemí. La golondrina semoja las alas. La luna se desliza sola sobremaresazules. He de coger lamano de este hombre. Debo responderle. Pero ¿quérespuestaledaré?Retrocedoviolentamente,paraseguirardiendoenestetorpecuerpo que tan mal me sienta, y recibir los rayos de la indiferencia y eldespreciodeestehombre,yoqueansío lascolumnasdemármoly los lagosdelotroladodelmundo,dondelagolondrinamojalapuntadelala.

»La noche ha girado un pocomás sobre las chimeneas. Por encima delhombrodeestehombre,atravésdelaventana,veoungatotranquiloquenoseahoga en luz, que no está preso en sedas, con libertad para detenerse,desperezarseyvolveraavanzar.Odio todos losdetallesdelvivir individual.Peroestoyaquí,clavada,paraescucharatentamente.Unainmensapresiónmeagobia. No puedo moverme ni desplazar de su lugar el peso de los siglos.Flechas, un millón de flechas, me atraviesan. La burla y el ridículo medesgarran.Yo, capazde recibir las tempestadesenmipecho, capazdedejaralegremente que el granizo me cubra, quedo inmovilizada, aquí. Quedo enevidencia.Eltigresalta.Consuslátigoslaslenguassedirigenamí.Móviles,incesantemente, las lenguas se agitan sobre mí. He de defenderme conmentiras.¿Quéamuletohaycontrasemejantemal?¿Quérostropuedoinvocarparaqueamortigüeesteardor?Piensoennombresinscritosenlastapasdelasgrandes cajas, pienso en madres bajo cuyas anchas rodillas descienden lassayas,piensoenarboledashacialasquedesciendenlasladerasdecolinasconmiljorobas.Escondedme,grito,protegedme,porquesoylamásjoven,lamás

desnuda,detodasvosotras.Jinnysedejallevarcomounagaviotaporlaola,hábilmentesesirvedesuaspectoaquíyallá,diciendoestoydiciendolootro,sinmentir.Yomiento.Ydelinco.

»Sola, balanceomi cuenco. Soy el ama y señora demi flota de bajeles.Peroaquí,mientrasretuerzoentrelosdedoselfrisodelabordadacortinadelacasadeesamujerquemehainvitado,estoydivididaenporciones.Hedejadodeserunasolaentidad.Entonces,¿cuáleselconocimientoqueposeeJinnymientras baila, la seguridad que tiene Susan mientras inclinada, silenciosa,bajolaluzdelalámpara,pasaelblancohilodealgodónporelojodelaaguja?Dicen sí. Dicen no. Atizan sonoros puñetazos en la mesa. Pero yo dudo.Tiemblo.Veocómoelespinosacudesusombraeneldesierto.

»Ahoraecharéaandar,comosimehubierapropuestoalgo,yasícruzarélaestancia hasta llegar al balconcillo.Veo el cielo, con las suaves plumas delsúbito fulgor de la luna. También veo las barandillas de la plaza, y dospersonas sin rostro, recortándose como estatuas contra el cielo. Resulta quehay unmundo inmune al cambio.Después de cruzar este salón bullente delenguasquemepinchancomocuchillos,obligándomeatartamudear,amentir,meparecequelosrostrossehayanquedadosinrasgos,privadosdebelleza.Laparejadeenamoradosestáagazapadabajoelplátano.Elpolicíahaceguardiaenlaesquina.Pasaunhombre.Resultaquehayunmundoinmunealcambio.Pero yo carezco del aplomo suficiente, ahí, de puntillas en los límites delfuego, aún chamuscada por el ardiente aliento, conmiedo a que se abra lapuerta, a que el tigre salte, incluso para formar una frase. Perpetuamentecontradicecuantodigo.Todaslasvecesqueseabrelapuerta,meinterrumpen.Aúnnohecumplidolosveintiuno.Henacidoparaquemehaganañicos.Henacidoparaqueseburlendemítodalavida.Henacidoparairarribayabajo,entre estos hombres y estas mujeres de rostros convulsivos y lenguasmendaces,comouncorchoenunmaralborotado.Comolacintadeunalga,soyproyectadamuylejoscadavezquelapuertaseabre.Soylaespumaquellenadeblancura lasmásalejadasoquedadesde la roca.Y tambiénsoyunamuchacha,aquí,enestasala.»

**

El sol alzado ya no se recostaba en un verde colchón. Lanzandoocasionalesmiradas a través de las líquidas piedras preciosas, descubrió surostro y miró rectamente por encima de las olas. Caían con sordo sonido,regularmente. Caían percutiendo como los cascos del caballo el césped. Suespumapulverizadasealzabaenelairecomolaslanzasyflechasqueeljinetelanza por encima de la cabeza. Barrían la playa con agua azul de acero,sembrada de diamantes. Avanzaban y se retiraban con la energía, la fuerzamuscular,deunamáquinaqueprovectayretraesupotenciaalternativamente.Laluzdelsolcaíaenloscamposyenlosbosques.Losríostomaroncolorazul

y en ellos aparecieron infinitas trenzas de agua, los prados que descendíanhastaelbordedelaguasetornaronverdescomolasplumasdelpájarocuandolas levanta y sacude suavemente.Las colinas, curvas y dominadas, parecíanretenidas con correas, igual que un miembro humano está ceñido pormúsculos.Y losbosques, altivamente erizados en sus contornos, parecían ladensayrecortadacrindeuncaballo.

En el jardín, donde las copas de los árboles se alzaban densas sobre losparterres,losestanquesylosinvernaderos,lospájaroscantabanbajoelcálidosol,ycadapájarocantabasolo.Unocantababajo laventanadeldormitorio.Otroen lamásalta ramadelarbusto.Otroen loaltodeunmuro.Cadaunocantabaconestridencia,vehementemente,conpasión,comosidejaraestallarelcanto,sinimportarlequedestrozara,conlaviolentadisonancia,elcantodeotro pájaro. El brillo daba relieve a los ojos circulares. Firmemente seagarrabanalaramaoalalambre.Cantabanaldescubierto,sincobijo,alaireyal sol, hermosos con su nuevo plumaje, veteados como las conchas ovivamente coloreados, con franjas de suave azul, manchas doradas, o eladorno de una sola pluma destellante. Cantaban como si la presión de lamañanalesobligaraadarsueltaalcanto.Cantabancomosiellímitedesuserhubierasidoafiladoydebieracortar,debierapartirlasuavidaddelaluzazulverdosa,lahumedaddelatierramojada,loshumosyelvapordelagrasientacocina,elcálidoalientodelcarneroyelbuey,lasabrosariquezadepastelesyfruta, los húmedos despojos y cáscaras procedentes del cubo de la cocina,formandounmontóndelquenacíaunlentovapor.Sobretodoloempapado,lomanchado de humedad, lo rizado por los líquidos, descendían los pájaros,limpioelpico,despiadadosybruscos.Derepentesedescolgabandelaramadel arbusto o se descolgaban delmuro. Espiaban al caracol y perforaban lacáscaracontraunapiedra.Lapicoteabanconfuria,metódicamente,hastaquela cáscara se quebraba y por el orificiomanaba una viscosidad.Alzaban elvueloyascendíanraudosenelaire,arriba,muyalto,lanzandocortasyagudasnotas,yseposabanenlasmásaltasramasdeunárbol,desdelasquemirabanhaciaabajo,mirabanlashojasyloscampanarios,losfloridoscamposblancos,conondulantescéspedes,yelmarquesonabacomoeltamborqueconvocaaunregimientodesoldadosconplumasyturbantes.Unayotravezelcantodelospájarosseuníaenvelocesescalas,comolascorrientesdeunarroyodealtamontaña cuyas aguas se juntan, espumean, se mezclan, más y más rápidasdesciendenporelmismocauce,lamiendolasmismasanchashojas.Perosurgeunaroca.Seseparan.

Elsol,formandoagudascuñas,penetrabaenlahabitación.Todoloquelaluz tocaba adquiría fanática existencia. Un plato era un blanco lago. Uncuchillo parecía una daga de hielo. De repente, se veía que franjas de luzsostenían en pie a los vasos. Mesas y sillas salían a la superficie como sihubieran estado sumergidas bajo las aguas, y salían, con una película roja,

anaranjada, como sale la flor en la piel del fruto maduro. Las venas en latransparenciadelaporcelana,latrepadelamadera,lasfibrasdelaestera,sedibujabanmásymásdelicadamente.Todocarecíadesombra.Lajarraeratanverde que su intensidad parecía succionar la vista a través de un túnel yretenerla pegada como una lapa. Las formas adquiríanmasa y perfiles.Ahíestabalagibadeunasilla,ahíelbultodeunaalacena.Yamedidaquelaluzadquiríaintensidad,rebañosdesombrasaparecíananteellayseaglomeraban,replegadassobresímismas,formandomildobleces,expectantes,alfondo.

Cuán rubia y extraña», dijo Bernard, «destellante, plagada de agujas ycúpulas, se extiende la ciudad de Londres bajo la niebla ante mi vista.Guardada por los gasómetros, por las chimeneas de las fábricas, duermemientrasnosotrosnosacercamosaella.Todoslosgritos, todoslosclamores,están suavemente envueltos en silencio. Ni la propia Roma tiene tanmayestáticaapariencia.HaciaLondresvamos.Yaseadvierteinquietudensumaternalsomnolencia.Delanieblasurgenriscoserizadosdecasas.Fábricas,catedrales,cúpulasdevidrio, institucionesy teatros,sevanponiendoenpie.EltempranotrendelnorteselanzacomouncohetecontraLondres.Corremoslacortinillaalpasar.Vacíos rostrosexpectantesnosmirancuandocruzamos,ruidososydestellantes,lasestaciones.Loshombresoprimenconunpocomásdefuerzalosperiódicos,enunpresagiodemuerte,cuandonuestrovientolosazota.Perorugiendoseguimosadelante.Pocofaltaparaqueestallemosenlosflancos de la ciudad, como una bomba en el costado de un gigantesco,maternalymayestáticobruto.Londresmurmurayzumba.Nosespera.

»Mientrasenpiemiroatravésdelaventanilladeltren,tengolaextrañayfuertementepersuasivasensacióndeque,enméritosdemigranfelicidad(voyacontraermatrimonio),meheconvertidoenpartedeestavelocidad,deestecohetelanzadocontralaurbe.Estoycomoentumecido,yesteentumecimientome ha conducido a la tolerancia y a la aceptación. Señormío, podría decir,¿porqué seponeustednerviosoycoge lamaleta, e intentameterenellaelgorroquéhallevadodurantetodalanoche?Todoloquehagamosseráinútil.Sobrenuestrascabezasplaneaunaespléndidaunanimidad.Hemosadquiridomás volumen, hemos sido investidos de mayor solemnidad v hemos sidobarridosformandoununiformemontón,comoempujadosporlagrisaladeuninmenso ganso (hermosa mañana, pero carente de color), debido a quetenemos un único deseo: llegar a la estación. No quisiera que el tren sedetuviera bruscamente.No quisiera que se quebrase la conexión que nos haunido,alsentarnoselunoalfrentedelotro,durantetodalanoche.Noquisieraenterarme de que el odio y la rivalidad han reanudado sus actividades, asícomo la discrepancia en los deseos. He agradecido intensamente nuestracomunidad en el veloz tren, sentados juntos, con el único deseo de llegar aEuston. Pero, ¡alto ahí! Se ha terminado. Hemos alcanzado lo quedeseábamos.NosencontramosanteelandénPrisasyconfusión,yeldeseode

serelprimeroencruzar lapuertadesalidayentrarenelascensor,dominannuestrosactos.Peronoquieroserelprimeroensalir,enasumirlacargadelavidaindividual.Yoque,desdeelpasadolunes,díaenqueellameaceptó,hesentidointensamenteentodoslosnervioslaconcienciadelaidentidad,yoqueno he sido capaz de ver el cepillo de los dientes en el vaso sin decir: "Micepillodelosdientes",deseoabrirlasmanoshastaahoraunidasydejarcaeralsuelomisposesiones,ylimitarmeaestarenpieaquíenlacallesinparticipar,contemplando el paso de los autobuses, sin deseos, sin envidias, con lo quemuy bien podría ser ilimitada curiosidad acerca del humano destino, si mimenteconservaraaúnciertofilo.Perocarecedeélenabsoluto.Hellegado.Hesidoaceptado.Nadamáspido.

»Habiéndomeapeadosatisfecho,talcomoelniñodejalateta,puedoahora,si quiero, hundirme profundamente en cuanto ocurre, en esta omnipresentevidageneral.(Séamepermitidoadvertirqueesmucholoquedelospantalonesdepende;unacabezainteligentequedatotalmenteanuladaporunospantalonesdesastrados.) Se observan curiosas dudas, ante la puerta del ascensor. ¿Serápor aquí, serápor allá?Entonces la individualidad se afirma.Emprenden sucamino, se van. Cierta necesidad les empuja. Cualquier miserable asuntejo,comoacudiraunacitaocomprarunsombrero,separaaestossereshumanos,pocohatanhermosamenteunidos.Encuantoamíhacereferencia,diréquenotengopropósitoalguno.Carezcodeambición.Medejaréllevarporelgeneralimpulso. La superficie de mi mente se desliza como un río gris pálido,reflejandocuantopasa.Nopuedorecordarmipasado,minarizoelcolordemis ojos, o cuál es la opinión que en general tengo demímismo. Sólo enmomentos de emergencia, en un cruce, en el borde de la acera, aparece eldeseodeconservarmicuerpo,seapoderademíymedetieneaquíanteesteautobús. Parece que nos empeñamos insistentemente en vivir. Despuésreaparecelaindiferencia.Elrugidodeltránsito,elpasoderostrosindistintoshacia aquí y hacia allá,me deja como drogado y con tendencia a soñar; lodicho borra los rasgos de los rostros. La gente podría pasar a través demícomo si fuera aire. Y ¿qué es este momento en el tiempo, este díadeterminado, en que he quedado atrapado?El rugido del tránsito podría sercualquierotrorugido,eldelosárbolesdelbosqueoeldebestiassalvajes.Eltiempo se ha enroscado cosa de una o dos pulgadas en -su carrete.Nuestrocortoavancehaquedadoanulado.Tambiénpiensoquenuestroscuerposestándesnudosenrealidad.Sólovamoslevementecubiertosconropasabotonadas.Ybajoesteasfaltohayconchas,huesosysilencio.

«Sin embargo, también es verdad quemis sueños, mi tímido avance dehombre que, bajo la superficie de las aguas, se deja llevar por la corriente,queda interrumpido, es hostigado, desgarrado, asaeteado, por sensaciones,espontáneaseirrelevantes,decuriosidad,codicia,deseo,delasquesomostanirresponsables como de aquella otras experimentadas durante el sueño.

(Quisieratenerestamaleta,etc.)Perono,quierodescender,quierovisitarlasúltimasprofundidades.Quieroejercer,devezencuando,nosólomiderechoanoestarconstantementeactuando,sino tambiénaexplorar,aescucharvagasvoces ancestrales de ramas quebrándose, de mamuts, a alentar imposiblesdeseosdeabrazarelmundoenteroconlosbrazosdelacomprensión,locuales imposible para aquellos que actúan. ¿Acaso ahora, mientras camino, notiembloestremecidoporoscilacionesyvibracionesde simpatíaque, estandocomoestoydesligadodemiíntimoser,meinvitanaabrazaraestosabsortosrebaños, a estos mirones y paseantes, a estos mozos de recados, y a estasfurtivas y fugitivas muchachas, que haciendo caso omiso de su sino,contemplan los escaparates? Sin embargo, tengo clara conciencia de loefímerodenuestrotránsito.

»Perotambiénesverdadquenopuedonegarlaclaraconcienciadequelavida,paramí,haquedadoahoramisteriosamenteprolongada.¿Sedebequizáala posibilidad de tener hijos, de lanzar a más distancia la semilla, deproyectarlamásalládeestageneración,deestapoblacióncercadaporelfataldestino,enlaquecadacualsiguealotro,arrastrandolospies,eninterminablecompetencia, a lo largo de las calles? Mis hijas vendrán aquí, en veranosdiferentes;mishijosdescubriránnuevoscampos.Enconsecuencia,nosomosgotasdelluviaqueelvientoseca.Provocamoselsoploeneljardínyelrugidoen el bosque. Somos diferentes, siempre, siempre.Esto explica la confianzaque tengo en mí mismo, mi básica estabilidad, que de lo contrario seríamonstruosamente absurda, ahora que afronto la corriente humana en estaatestada calle, abriéndome paso entre los cuerpos de los demás, yaprovechandolosmomentosenquenohayriesgoparacruzarlacalle.Noesvanidad,yaquecarezcodeambición.Norecuerdomisparticularescualidades,nimicarácter,nilosrasgosdemipersona,misojos,minarizomiboca.Enestosmomentos,yonosoyyo.

»Peroheaquíqueregresa.Unonopuedeextinguirestepersistenteolor.Secuelaporlasgrietasdelaestructura...Eslapropiaidentidad.Noformapartedelacalle.Laobservo,yno,veoqueno.Enconsecuencia,unoseáparta,sesepara. Por ejemplo, en esta calle lateral hay una muchacha esperando. ¿Aquiénespera?Yatenemosunahistoriaromántica.Enlapared,encimadeestatienda,hayunapolea,yyopregunto:¿Conquéfinalidadhasidopuestaaquí?Me invento a una señora amoratada, hinchada, esférica, a la que sumarido,sudoroso caballero de sesenta y tantos años, saca de un coche descubierto,izándola. Ya tenemos una historia grotesca. Nací con el don de formarpalabras, de lanzar burbujas sobre esto y lo otro. Y mientras alumbroespontáneamenteestasobservaciones,meconstruyo,mediferencioy,cuandoescuchoesavozquemedice,alpasar:"¡Mira!¡Anotaesto!',imaginoquehenacido destinado a encontrar cualquier noche de invierno el significado detodasmisobservaciones,unhiloquevadeunaaotra,unresumenquetodolo

completa y redondea. Pero los soliloquios en callejas laterales prontolanguidecen. Necesito público. Este esmi principal defecto. Esto es lo quesiempre mella el filo de la última afirmación e impide que se formedebidamente.Soyincapazdesentarmeaunamesadecualquiersórdidacasadecomidasypedirdíatrasdíalamismabebidahastaquedarrebosantedeunúnico fluido: esta vida. Construyo mi frase y con ella huyo a un pisitoamueblado,dondequeda iluminadapor la luzdedocenasdevelas.Necesitoquememiren, a fin de poder dibujar estos faralaes y volantes. Para ser yo(advierto), necesito la iluminación de la mirada de otras gentes, y enconsecuencia nunca puedo estar totalmente seguro de lo que soy. Losauténticos, comoLouisy comoRhoda, existenen sumogradocuandoestánsolos.Lesmolestalailuminación,lamultiplicidad.Tanprontosusretratoshansido pintados, los arrojan, boca abajo, al suelo.Las palabras deLouis estáncubiertas de una espesa capa de hielo. Sus palabras nacen prietas,condensadas,duraderas.

»Contrariamente,despuésdeestasomnolencia,deseodestellareninfinitasfacetasalaluzdelosrostrosdemisamigos.Heatravesadoelterritoriosinsolde la no-identidad. Tierra extraña, por cierto. Y he oído, en mi instante deapaciguamiento,enmiinstantedeembrutecedorasatisfacción,elsuspiroquevayvienedeloleajemásalládeestecírculodeesplendenteluz,deestebatirde insensata furia.He tenido un instante de inmensa paz.Quizá esto sea lafelicidad.Ahorahe retrocedido impulsadoporpunzantes sensaciones,por lacuriosidad,porlacodicia(tengohambre)yporelirresistibledeseodeseryo.Pienso en los seres a los que podría decir cosas, en Louis, Neville, Susan,JinnyyRhoda.Conellostengomúltiplesfacetas.Mearrancandelastinieblas.ADiosgracias,estanochenosreuniremos.ADiosgracias,notendréqueestarsolo. Cenaremos juntos. Despediremos a Percival que se va a la India. Elmomentoestátodavíalejos,peroyasientopresencias,yaoigolejanosavisos,ya llevoenmí las imágenesde losamigosausentes.VeoaLouis labradoenpiedra como una estatua. A Neville, cortante como unas tijeras, exacto. ASusan, con ojos como esferas de cristal.A Jinny, bailando comouna llama,febril, ardiente, en la tierra seca.Y a Rhoda, la ninfa de la fuente, siemprehúmeda. Son imágenes fantásticas, son falsas esas visiones de amigosausentes, esas imágenesgrotescasque sedesvanecen cuando la puntadeunzapato verdadero las toca. Sin embargo, con su batirme devuelven la vida.Disipanesosvapores.Lasoledadcomienzaa impacientarme,meirritasentirelahogodesuscolgantescortinas,esasinsalubrescortinasquemeenvuelven.¡Hedehurtarmeaellasyactuar!Cualquierpersonamesirve,nosoyexigente.Mesirveelbarrendero,elcartero,elcamarerodeeste restaurante francés,ymásaúnelcordialpropietariocuyacordialidadparecedirigidaprincipalmentea sí mismo. Con sus propias manos prepara la ensalada para un clienteprivilegiado.Mepregunto:¿quiénesesteclienteyporquéesprivilegiado?¿Y

quédiceelpropietariodelrestauranteaestaseñoraconpendientes?¿Esunaamiga o una cliente? Inmediatamente, tan pronto me siento a la mesa,experimentolasdeliciosassensacionesdelaconfusión,delaincertidumbre,delas posibilidades, de la especulación. Nacen al instante las imágenes. Mipropia fertilidadme agobia. Podría describir ampliamente, sin límites, cadasilla, cada mesa, cada comensal. Zumbando va mi mente de aquí para allácubriéndolotodoconunvelodepalabras.Hablar,aunquesóloseadevinoconel camarero, es provocar una explosión. Sale disparado el cohete. Caen susgranosdeoroygerminanenlafértiltierrademiimaginación.Latotalmenteimprevistanaturalezadeestaexplosiónradicaenlaalegríadecomunicar.Yo,entratoconundesconocidocamareroitaliano,¿quésoy?Nohayestabilidaden estemundo. ¿Quién es capaz de expresar el significadode algo? ¿Quiénpuede prever el vuelo de una palabra? Las palabras son como globos quenavegan sobre las copas de los árboles. Hablar de saberes es una inútilfrivolidad.Todo es experimentoy aventura.Constantementenosmezclamoscondesconocidosfactores.¿Quémeespera?Loignoro.Pero,enelmomentoen que dejo el vaso sobre la mesa, recuerdo que he contraído compromisomatrimonial.Estanochecenaréconmisamigos.Soyyo,Bernard.»

«Son las ochomenos cinco», dijoNeville. «He llegado antes de la horafijada. Me he sentado a la mesa diez minutos antes, a fin de gozaríntegramente del placer anticipal, de ver cómo la puerta se abre y decirme:"¿SeráPercival?No,noesPercival."Meproduceunmorbosoplacereldecir“no,noesPercival”.Hevistocómolapuertaseabríaycerraba,unasveintevecesya.Ycadavezhaproducidoelefectodeaumentarmiansia.EsteesellugaralquePercivalsedirige.Estaeslamesaalaquesesentará.Estamesa,estassillas,estemetálicobúcaroconsustresfloresrojas,experimentaránunaextraordinaria transformación. El comedor, con sus puertas batientes, susmesasconmontonesdefruta,confríastajadasdecarne,yatieneeltemblorosoaspectoirrealdeloslugaresenqueunoesperaocurraalgo.Lascosasvibrancomositodavíanohubieranalcanzadoplenamentesuser.Destellalablancuradel blanco mantel. Aquí la hostilidad, la indiferencia de los restantescomensales es opresiva. Nos miramos recíprocamente. Vemos que no nosconocemos,miramosyapartamoslavista.Estasmiradassoncomolatigazos.Veoenellastodalacrueldadyla indiferenciadeestemundo.SiPercivalnoestuviera en camino, no podría soportarlo. Tendría que irme. Sin embargo,ahoraalguienleve.Estaráenel interiordeuncochedealquiler,pasaráanteunatienda.YparecequePercivalviertaenestaestanciaestacosquilleanteluz,esta intensidad del ser, de manera que las cosas han perdido su habitualutilidad.Lahojadelcuchilloesundestellodeluzynounobjetoconelquecortar.Lanormalidadhaquedadoaniquilada.

»Lapuertaseabre,peronoesPercivalquienentra.EsLouis,quesequedaahí, dubitativo. Ahí está su extraña mezcla de seguridad y timidez. En el

momentodeentrar,semiraalespejo.Setocaelcabello.Estádescontentodesuaspecto.Dice:"Soyunduque,elúltimovástagodeunaantiguaraza."Louisesamargo,suspicaz,dominante,difícil(leestoycomparandoconPercival).Almismotiempo,esformidable,yaquehayrisaensusojos.Mehavisto.Aquíestá.»

«Ahí va Susan», dijo Louis. «No nos ve. No se ha puesto un vestidoadecuado a la ocasión debido a qué desprecia la frivolidad de Londres. Sequedaunosinstantesparadajuntoalapuerta,mirandoalrededor,comounserdeslumbrado por el resplandor de una lámpara.Ahora avanza. Tiene el airefurtivoperoseguro(inclusoentrelasmesasylassillas)deunanimalsalvaje.Parece que en su avance se oriente instintivamente entre estas mesitas, sinrozar siquiera una, haciendo caso omiso de los camareros, pero viniendorectamenteanuestramesa,aquí,enel rincón.Cuandonosve (aNevilleyamí), su rostro adquiere una alarmante certidumbre, como si hubieraconseguido lo que deseaba. Ser amado por Susan ha de equivaler a seratravesado por el agudo pico de un pájaro, a ser clavado en la puerta delgranero. Sin embargo,momentos hay en que quisiera ser atravesado por unpico, ser clavado en la puerta de un granero, de una vez para siempre,claramente.

»AhoraseacercaRhoda,surgidadelanada,despuésdehabersecoladoporla puerta, mientras no mirábamos. Seguramente ha seguido un tortuosocamino,escondiéndoseoradetrásdeuncamarero,oradetrásdeunadeesascolumnasdeadorno,parademoraralmáximoelbruscoinstantedelrecíprocoreconocimiento,paratenerunmomentomásenelquebalancearelcuencoconlospétalos.Tenemoslavirtuddedespertarla.Latorturamos.Nostemeynosdesprecia, pero acude a nuestro lado porque, a pesar de nuestra crueldad,siemprehayaquíunnombre,un rostro, que irradia, que iluminael suelodeRhodaylepermiterellenarsussueños.»

«Se abre la puerta, la puerta sigue abriéndose», dijo Neville, «pero nollega.»

«Ahí está Jinny», dijo Susan. «Está en pie junto a la puerta. Todo separaliza.Elcamarerosedetiene.Loscomensalesenlamesajuntoalapuertamiran.Jinnypareceserelcentrodetodo.Lasmesas,laspuertas,lasventanasylostechosseordenanasualrededor,comolosrayosalrededordelaestrellaenmediodelquebradocristaldelaventana.Tienelavirtuddesituarlascosasenunlugar,enunorden.Ahoranosveyavanza,ytodoslosrayosseondulan,fluyenyvibransobrenosotros,aportándonosnuevasoleadasdesensaciones.Cambiamos.Louissellevalamanoalnudodelacorbata.Neville,queesperacon angustiada intensidad, endereza nerviosamente los tenedores ante sí.Rhoda lamira sorprendida, como si hubiera visto un incendio en un lejanohorizonte. Y yo, a pesar de que me lleno la mente de húmedo césped, de

camposempapados,de tamborileode lluviaenel techo,desoplosdevientocontra losmuros de la casa en invierno, con el fin de proteger de Jinnymialma, siento que su mofa se desliza a mi alrededor, siento que su risa seretuerce como lenguas de fuego a mi alrededor, iluminando sin piedad midesastrado vestido y las cuadradas puntas de mis uñas que inmediatamenteocultobajoelmantel.»

«Nohavenido»,dijoNeville.«Lapuertaseabreysecierra,ynoviene.AhívaBernard.Enelmomentoenquesequitaelabrigo,muestra,comocabíaesperar, la camisa azul en los sobacos. Y después, a diferencia de todosnosotros,seacercasinabrirpuertaalguna,sindarsecuentadequehaentradoenunlugarllenodedesconocidos.Nomiraelespejo.Vadespeinado,peronolo sabe. Ignora que nos diferenciamos y que esta mesa es su objetivo. Alacercarse, duda. ¿Quién será?, se pregunta al fijarse en una mujer con unabrigocomoparairalaópera.Atodoslosconoceunpocoyanadieconoce(le comparo con Percival). Pero ahora, al vislumbrarnos, nos dirige unbenévolo saludo agitando lamano. Se acerca con tal benevolencia, con tangrandeamorhacialahumanidadengeneral(entreveradodeciertosentidodelhumor,alpensarencuántriviales"amaralahumanidadengeneral")que,sino fueraporPercival,que sabe transformarestoenhumodepajas,pensaríayo, como los demás piensan ya: "Ha llegado elmomento de la celebración,ahora estamos todos reunidos:' Pero sin Percival no hay solidez. Somossiluetas recortadas, somoshueros fantasmasque semuevenen laniebla, sinperspectiva.»

«La puerta batiente sigue abriéndose», dijo Rhoda. «Siguen entrandodesconocidos, gente a la que jamás volveremos a ver, gente que nos rozadesagradablemente con su aspectode seres conocidos, con su indiferencia ycon sumensaje de unmundo que sigue adelante sin nosotros.No podemosdesaparecer delmapa, no podemos olvidar nuestros rostros. Ni siquiera yo,que carezco de rostro, que nada altero cuando llego a algún sitio (Susan yJinnytienenlavirtuddealterarloscuerposylosrostros);aleteodesvinculada,sinancla,sinsolidez,incapazdecrearunespacio,unacontinuidad,unmuro,contra el que estos cuerpos se recorten. Y esto se debe a Neville y a suangustia. El afilado aliento de su angustia desperdiga mi ser. Nada puedeasentarse, nada puede reposar.Cada vez que la puerta se abre,Nevillemirafijamentelamesa-noosaalzarlavista-,miraduranteunsegundoydice:"Nohavenido."Peroaquíestá.»

«Ahora»,dijoNeville,«florecemiárbol.Selevantamicorazón.Todaslasopresionessesuavizan.Todos los impedimentosdesaparecen.El reinadodelcaos ha terminado. Percival ha impuesto un orden. Los cuchillos cortan denuevo.»

«AhívaPercival»,dijoJinny.«Nosehavestidoparalaocasión.»

«AhívaPercival»,dijoBernard,«alisándoseelcabelloaunquenolohaceporvanidad (nomira el espejo), sinopara aplacar al diosde la compostura.Respeta lasconvenciones sociales;esunhéroe.Losmuchachospequeños leseguíanenmanadaporlosterrenosdejuego.Sesonabanlasnaricescuandoélselassonaba,perolohacíansinéxito,yaquePercivalesPercival.Ahoraquese dispone a abandonarnos para irse a la India, estas minucias se juntanformandountodo.Esunhéroe.¡Oh,sí,nocabenegarlo!Ycuandosesientajunto a Susan, a la que ama, el momento queda coronado. Nosotros, quehemos sido separados por nuestra juventud (el mayor no cuenta aún losveinticincoaños),quehemoscantadocomoávidospájaroscadacualsupropiacanción, que con la despiadada y salvaje egolatría de los jóvenes hemospicoteado nuestra propia cáscara de caracol hasta cascarla (he contraídocompromisomatrimonial),onoshemosposadosolitariosjuntoalaventanadeundormitorioparacantaruncantodeamor,defamaodeotras individualesexperiencias tancarasaldespiadadopájaroconelpenachoamarillo juntoalpico,ahoranosacercamos losunosa losotros,yalacercarnosaquí,enesterestaurante en el que los intereses de cada cual son diferentes, y en que elincesante paso del tránsito nos distrae, y en que la puerta abriendoperpetuamentelajauladecristalnosofreceamiríadaslastentacioneseinsultayhierenuestraconfianza,sentadosjuntosnosamamoslosunosalosotrosycreemosennuestracapacidaddesupervivencia.»

«Ahorasalgamosdelastinieblasdelasoledad»,dijoLouis.

«Ahora digamos brutalmente y sin ambages lo que pensamos», dijoNeville.«Nuestroaislamiento,nuestroperíododepreparación,haterminado.Hanterminadolosfurtivosdíasdelsecretoyelescondite,lasrevelacionesenloshuecosdelaescalera,losmomentosdeterrorydeéxtasis.»

«Lavieja señoraConstable levantaba laesponjay la calidez llovía sobrenuestroscuerpos»,dijoBernard.«Quedábamosataviadosconestecambianteysensualvestidodecarne.»

«Elchicoencargadodelimpiarloszapatoshacialacortealacriadadelacocinaenelhuerto»,dijoSusan,«entrelahinchadacolada.»

«Elsoplodelvientoeracomoeljadeodeuntigre»,dijoRhoda.

«Lívido yacía el hombre, con el cuello degollado, en el arroyo», dijoNeville.

«Yalsubirlasescalerasnopodía,yo,levantarelpiecontraelimplacablemanzanoqueteníasushojasdeplatarígidas.»

«Lahojabailabaenelsetosinquenadiesoplara»,dijoJinny.

«En el rincón con sol», dijo Louis, «los pétalos nadaban en verdes

profundidades.»

«EnElvedon, los jardineros barrían, y barrían con grandes escobas, y lamujerestabasentadaaunamesaescribiendo»,dijoBernard.

«Deestasprietaspelotasdecordel,extraemosahora»,dijoLouis,«elhilodelrecuerdoalreunirnos.»

«Yentonces»,dijoBernard,«elcochesedetuvoantelapuerta,ynosotros,calándonos los nuevos sombreros hongos para que la sombra del ala cayerasobrenuestrosojosyocultaralaslágrimasimpropiasdehombres,recorrimoscallesenlasqueinclusolascriadasnosmiraban,ynuestrosnombresescritosenletrasblancassobrenuestrasmaletaproclamabananteelmundoenteroquenosdisponíamosairalaescuela,conelprescritonúmerodecalcetinesydecalzoncillos, en los que nuestrasmadres pocas noches antes habían bordadonuestras iniciales, en nuestras maletas. Una segunda partida del cuerpo denuestramadre.»

«YlaseñoritaLambert,laseñoritaCuttingylaseñoritaBard»,dijoJinny,«monumentales señoras con color de piedra, adornadas de blancos encajes,enigmáticas, y anillos con amatistas, como virginales cirios, mortecinosgusanos de luz que se movían sobre las páginas de francés, geografía yaritmética,nospresidían.Yhabíamapas,pizarrasdecolorverdosoehilerasdezapatosenunaestantería.»

«Lascampanassonabanpuntualmente»,dijoSusan,«ylascriadasreñíanyreían.Sobreel linóleo, lassillassearrastrabanhaciadelanteysearrastrabanhacia atrás. Pero desde la buhardilla se veía un panorama azul, un distantecamposinlasmáculasdelacorrupcióndeaquellaexistenciareglamentadaeirreal.»

«Denuestrascabezascayeronlosvelos»,dijoRhoda.«Sostuvimosenlasmanoslasflorescuyasverdeshojasmurmurabanenelramo.»

«Cambiamos, llegamos a ser irreconocibles», dijo Louis. «Y, al quedarexpuestos a la acción de diferentes luces, lo que en nosotros había (todoséramos muy diferentes) quedó intermitentemente revelado en violentasmanchas espaciadas por vacíos y salió a la superficie como si se hubieraesparcido irregularmente ácido en la plancha. Yo era esto, Neville aquello,Rhodaeradiferente,yBernardtambién.»

«Lascanoassedeslizabanatravésdelaspálidasramasdelossauces»,dijoNeville, «y Bernard, después de avanzar con su aire despreocupado sobreanchosespaciosverdes,recortadocontraedificiosdemuyantiguoscimientos,sedejócaerinertealsueloamilado.Llevadoporunaoleadadeemoción-nohayvientosmásarrebatadoresnirelámpagosmássúbitos-cogímipoema,seloarrojéysalídandounportazo.»

«Sin embargo, yo», dijo Louis, «os perdí de vista, me aposenté en mioficina, donde arrancaba los días del calendario, y anunciaba al mundo deconsignatarios de buques, de comerciantes en granos y de actuarios deseguros,queelviernesdíadiez,oelmartesdíadieciocho,habíaamanecidoenlaciudaddeLondres.»

«Entonces»,dijoJinny,«Rhodayyo,exhibiéndonosencoloridosvestidos,con unas pocas piedras preciosas engarzadas en un frío aro alrededor delcuello, hicimos reverencias, estrechamosmanos y con una sonrisa cogimosbocadillosdeunabandeja.»

«El tigre saltó,y lagolondrina semojó laspuntasde lasalasenoscuraslagunas,alotroladodelmundo»,dijoRhoda.

«Pero,ahorayaquí,estamosreunidos»,dijoBernard.«Noshemosreunidoen un determinado momento, en este determinado lugar. Hemos sidoconducidos a esta comunidad por una profunda y común emoción. ¿Seríacorrecto llamarla "amor"? ¿Debemos llamarla “amor a Percival” porquePercivalsevaahoraalaIndia?

»No.Esunadenominacióndemasiadopequeña,demasiadoparticular.Nopodemosencerrarlaextensiónyenvergaduradenuestrossentimientosenunacápsulatanmenuda.Hemosvenidoaquí(desdeelnorteydesdeelsur,desdelagranjadeSusan,desdeelcomerciodeLouis),parahacerunacosaquenoespervivirconaguante-¿quiénpervive?-,sinoversimultáneamenteconmuchosojos.En estebúcarohayun clavel rojo.Unaúnica flor,mientras esperamosaquí sentados, flor de siete facetas y muchos pétalos, roja, cárdena, conmaticespurpúreosyrígidashojasdeplateadosreflejos,unaflorenteraalaquecadamiradacontribuye.»

«Después de las caprichosas llamas, del abismal aburrimiento de lajuventud», dijo Neville, «la luz revela ahora objetos reales. He aquí loscuchillosy los tenedores.Elmundoestádesplegado,ynosotros también,demanera que podemos hablar.» «Nos diferenciamos, y quizá demasiadoprofundamente»,dijoLouis,«parapoderexplicarnos.Pero intentémoslo.Mehepeinadoantesdevenir,conlaesperanzadepresentarelmismoaspectoquevosotros.Peronopuedo,debidoaquenosoyunoycompletocomovosotros.Yahevividomilvidas.Todoslosdíasdesentierro.Cavo.Encuentrorestosdemí mismo en la arena hecha por mujeres hace miles de años, cuando oíacancionesjuntoalNiloylabestiaencadenadapateaba.Estoqueveisjuntoavosotros,estehombre,esteLouis,essólolascenizasyeldesechodealgoqueotrora fue espléndido. Era un príncipe árabe, fijaos en la libertad de mismovimientos.Era un gran poeta, en los tiempos de Isabel.Era duque, en lacorte de Luis XIV. Soymuy vanidoso, tengo gran confianza enmímismo.Sientoinmensosdeseosdequelasmujeresexhalensuspirosdesimpatíahacia

mí.Hoynohealmorzado,afindequeSusanmeestimecadavérico,ydequeJinnyme aplique el exquisito bálsamo de su comprensión. Pero, si bien escierto que admiro a Susan y a Percival, tampoco cabe negar que odio a losdemás, ya que son ellos quienes me inducen a estas extravagancias, comopeinarme y disimular mi acento. Soy el mico que parlotea ante un coco, yvosotrossoislassórdidasmujeresconrelucientesbolsasdepastelespasados.También soy el tigre enjaulado, y vosotros sois los guardianes armados conbarradehierroalrojovivo.Sí,soymásfieroymásfuertequevosotros,perolaapariciónquesurgealasuperficiedelatierra,despuésdeerasdeno-ser,seconsumiráenelterrorsiosreísdemí,envueltasyrevueltasalvientocontralas tormentas de hollín, en intentos de forjar un acerado aro de clara poesíaquerelacionaráalasgaviotasconlasmujeresdedientescariados,a laagujadelaiglesiaconlosbalanceantessombreroshongoqueveomientrasalmuerzoy apoyo a mi poeta -¿Lucrecio acaso?- en las vinajeras, sobre la cuentamanchadadesalsa.»

«Pero vosotros nunca me odiaréis», dijo Jinny. «Siempre que me veáis,incluso si es al otro extremo de una estancia llena de doradas sillas yembajadores,lacruzaréisenbuscademisimpatía.Enelmomentoenqueheentrado,todosehaquedadoquieto,formandounaestampa.Loscamarerossehandetenido,y loscomensaleshanalzado los tenedores,dejándolosquietosen el aire. Tenía yo el aire de estar preparada para lo que iba a ocurrir. Ycuandomehesentado,oshabéis llevado lasmanosa lacorbatay lashabéisescondidobajolamesa.Peroyonadaoculto.Estoypreparada.Cadavezquelapuerta se abre, grito: ¡Más!Mi imaginación es los cuerpos. Mi cuerpo meprecede,comounalinternaalolargodeunaoscuracalleja,ydelastinieblasextraeunacosatrasotra,rodeadastodasdeunarodeluz.Osdeslumbro.Osobligoacreerqueestoestodo.»

«Pero, cuando tequedasenpie juntoa lapuerta»,dijoNeville,«infligesinmovilidad, exigiendo admiración, y esto es un grave obstáculo para lalibertad de las comunicaciones. Te quedas en la puerta, obligándonos a quenosdemoscuentade tupresencia.Sinembargo,nadiemevio llegar.Lleguétemprano, llegué de prisa y directamente, aquí, para sentarme al lado de lapersonaaquienamo.Mividatieneunarapidezdelaquecarecelatuya.Soycomounlebreltraslapieza.Cazodesdeelalbaalocaso.Nada,labúsquedadela perfección en las arenas, la fama, el dinero, tiene significado para mí.Tendré riquezas. Tendré fama. Pero jamás tendré lo que quiero, porquecarezco de gracia corporal y del valor de ella derivado. La rapidez de mimenteesdemasiadofuerteparamicuerpo.Misfuerzasflaqueanantesdequelleguealobjetivoycaigoalsuelo,dondequedocomounmontónhúmedoyquizá repugnante. En las crisis vitales suscito la lástima y no el amor. Enconsecuencia, sufro horriblemente. No sufro para convertirme en un lente,como hace Louis. Mi sentido de la realidad y de los hechos es demasiado

ajustadoparapermitirmeestosjuegosmalabares,estasficciones.Loveotodo-salvounacosa-contotalclaridad.Estoesmisalvación.Estoesloquedaamis sufrimientos constante estímulo y vida. Esto es lo que me permiteexpresarme con autoridad, incluso cuando callo. Y, como sea que en ciertoaspectovivoengañado,porcuantolapersonacambiaconstantemente,aunquenoeldeseo,yenmañanaalgunaséconquiénestaréporlanoche,nuncaestoyestancado.Despuésdemismásdurosdesastres,melevanto,doymediavueltaycambio.Laspiedrasrebotanenlacorazademicuerpomusculosoy tenso.Enesteempeño,envejeceré.»

«Si fueracapazdecreer»,dijoRhoda,«en laposibilidaddeenvejeceralserviciodeunafinalidadyalcompásdeloscambios,melibraríademitemor.Peronadapersiste.Unmomentonoconduceaotro.Seabrelapuertayeltigreseabalanza.Nomehabéisvistollegar.Hedadounrodeososlayandolassillas,para evitar el horror de la liberación del resorte.A todos os temo. Temo elchoque de la sensación que salta sobremí, debido a que no puedo darle eltratamientoquevosotrosledais;soyincapazdeconseguirqueunmomentosefundaconelsiguiente.Paramítodoslosmomentossonviolentos,todosestánseparados.Ycaigoderribadaporelchoquedelmomento,ensusalto,enqueos cebaréis enmí. No hay una finalidad prevista. No sé cómo pasar de unminutoaotro,deunahoraaotra,resolviendominutosyhoras,graciasaciertafuerzanatural,hastaqueconstituyanesamasa indivisibleyunitariaa laquevosotros denomináis vida.Debido a que tenéis una finalidad prevista -¿seráunapersonaacuyoladoestar,seráuna idea,serávuestrabelleza?;no losé-vuestrosdíasyvuestrashoraspasancomolasramasdelosárbolesdelbosque,pasancomoelsuaveverdedelbosquejuntoalperroquecorretrassupresa.Peronohaypresa,nohayniunsolocuerpo,quemeinciteairensubusca.Notengo rostro.Soycomo laespumaquesedeslizasobre laplaya,ocomo losrayosdelalunaquecaencomoflechasoraenunalata,oraenunmanojodealgas,oenunhuesooenunacarcomidabarca.Untorbellinomehundeenlasprofundidadesdelascavernas,mellevaenvolandascomounpapelquechocacon las paredes de interminables corredores, y he de apoyar la mano en elmuropararetroceder.

»Sin embargo, como sea que ante todo deseo tener un lugar en el quecobijarme, finjo, cuando subo la escalera rezagándomedetrás de Jinny y deSusan, que tengo una finalidad prevista.Me pongo lasmedias igual que hevisto a Jinny y a Susan ponérselas. Espero a que habléis, y entonces habloigual que vosotras.He llegado a través deLondres hasta aquí, a este puntodeterminado,aestelugardeterminado,atraída,noporeldeseodeverteati,oa ti,oa ti, sinoparaencendermi fuegoenelgeneral llamearvuestro, enelgeneralllameardequienesvivísindivisiblemente,enterosydespreocupados.»

«Esta noche, cuando he entrado en el comedor», dijo Susan, «me he

detenido,yhemiradoalrededorcomounanimalconojoscercanosalsuelo.Eloloraalfombrasymueblesyaperfumemerepugna.Megustapasearsolaporcamposhúmedos,odetenerme juntoaunavalla, contemplarcómomisettermueveelhocicoencírculo,ypreguntarme:¿Dóndeestarálaliebre?Megustala compañía de la gente que retuerce hierbas entre los dedos, escupe en elfuego, y arrastra los pies en zapatillas por largos corredores, como hacemipadre.Losúnicosdichosquecomprendosonlosgritosdeamor,odio,rabiaydolor.Esta conversaciónes comodesnudar aunavieja cuyovestidoparecíaformar parte de su persona, pero que ahora, amedida que hablamos, se vaponiendo rosácea, y se ve que tiene los muslos arrugados y los senoscolgantes. Cuando calláis, volvéis a ser bellos. Sólo aceptaré la felicidadnatural. Con ella quedaré casi satisfecha. Me acostaré cansada. Yacentereposarécomouncampoquedacosechasenrotación;enverano,danzaráelardorsobremí;eninvierno,elfríomeresquebrajará.Peroelardoryelfríosesucederán naturalmente, sin que yo lo quiera o no lo quiera.Mis hijos mellevaránadelante;laaparicióndelosdientes,elllanto,laidaalaescuelayelregreso, serán como las olas del mar en que yo flotaré. No habrá día sinmovimiento.Alomosdelasestacionesmeelevaréamásalturaquecualquieradevosotros.Cuandomuera,poseerémásqueJinny,másqueRhoda.Pero,porotraparte,mientrasvosotrossoismúltiplesyosabreváismillonesdevecesenlas ideas y las risas de los demás, yo seré adusta, algo tormentosa yenteramente purpúrea. Quedaré degradada y encadenada por la bestial yhermosapasióndelamaternidad.Sinelmenorescrúpulo,ayudaréamishijosa triunfar. Odiaré a cuantos vean sus defectos. Mentiré con descaro parafavorecerles.Ydejaréquemeaíslendetiydetiydeti.Tambiénloscelosmetorturan.OdioaJinnyporquemeobligaacaerenlacuentadequetengolasmanosrojasylasuñasmordisqueadas.Amocontalferocidadquemesientomorircuandoelobjetodemiamorrevelaconunafrasequepuedehurtarseamí. Se escapa, y yo me quedo intentando coger un hilo que aparece ydesaparece entre las hojas de las copas de los árboles. No comprendo lasfrases.»

«Sihubieranacido»,dijoBernard,«sinsaberqueunapalabrasigueaotra,hubiera podido ser, quién sabe, quizá cualquier cosa.Pero como seaquenoocurrió así y que descubro secuencias en todas partes, me es imposiblesoportarlapresióndelasoledad.Cuandonoveopalabrasretorciéndoseamialrededorcomoanillosdehumo,estoyentinieblasynadasoy.Cuandoestoysolo, caigo en un letargo, y me digo entristecido, mientras hago caer lascenizasporentrelasbarrasdelaparrilla,quelaseñoraMoffatvendrá.Vendráylolimpiarátodo.CuandoLouisestásolo,veconpasmosaintensidadypuedeescribirpalabrasquenossobrevivanatodos.ARhodalegustaestarsola.Nosteme porque aniquilamos su conciencia de ser, que tan clara es en soledad;mira,miracómoagarraeltenedor,suarmacontranosotros.Peroyosolamente

alcanzolaexistenciacuandoelfontanerooeltratanteencaballosoquienseadicealgoqueme ilumina.Yentonces,quéhermosoes elhumodemi frasealzándose y descendiendo, balanceándose y descendiendo, sobre rojaslangostasyamarillafruta,envolviéndolotodoenelmantodeunasolabelleza.Peroobsérvesecuáncorruptaeslafrase,obsérveseenquéevasionesyviejosembustes se basa. Por ello parte demi carácter resulta del estímulo que losdemásmedanynoesmío,talcomovuestrocarácteresvuestro.Enélhayunafatalgrieta,hayuna sinuosae irregularvetadeplataque lodebilita.DeahíqueenlaescuelaabandonaraaNeville,loquetantoleirritaba.MeibaconlosmuchachosfanfarronesconLorraseinsignias,enelgrancarricoche.Algunosdeellosestánaquíestanochecenandojuntos,correctamentevestidos,parairdespuésentotalacuerdoaunconcierto.Lesamaba.Sí,porquemeconducenala existencia con tanta certeza como vosotros lo hacéis. Y también de ahíderivaelque,cuandoosdejoyeltrenseponeenmarcha,tengáislaimpresióndequenoeseltrenloquesevasinoyo,Bernard,individuodespreocupado,sinsensibilidad,sinbilleteyquequizáhaperdidotambiénlacartera.Susan,con la vista fija en el hilo que aparece y desaparece por entre las hojas delhaya, grita: "¡Se ha ido! ¡Seme ha escapado!" Sí, porque no se me puedecoger. Estoy constantemente en trance de reconstrucción. Los diferentesindividuosmeinducenadecirdiferentespalabras.

»Porestonoesuna lapersonaacuyoladoquisierasentarmeestanoche,sino cincuenta. Pero soy el único de entre vosotros que se siente aquí a susanchassintomarselibertades.Nosoygrosero,nosoypedante.Simeofrezcosinresistenciaa laspresionesdelasociedad,amenudoconsigo,graciasa ladestrezademihabla, poner en circulación algúndifícil problema.Observadcuándivertidossonmis juguetes,extraídosde lanada,enunsegundo.Nadaguardo-cuandomuera,dejaréunoscuantostrajesviejosenunarmarioynadamás- y soy casi indiferente a estas triviales vanidades de la vida que tantotorturanaLouis.Perohe sacrificadomucho.Por estarveteadodehierro,deplataydebarrocomún,nopuedoconcentrarmehastaformaresefirmepuñoquecrispanaquellosquenodependendelestímulo.Soyincapazdesacrificios,de los heroísmos deLouis y deRhoda. Jamás conseguiré, ni aun hablando,construir una frase perfecta. Pero habré contribuido,más que cualquiera devosotros, al efímero momento. Penetraré en más estancias, más estanciasdiferentes,quecualquieradevosotros.Pero,debidoaquealgohayquevienedelexterior,ynodel interior, seréolvidado.Cuandomivozquedeacallada,sólomerecordaréiscomoelecodeunavozqueenotrostiemposconvertíalosfrutosenfrases.»

«Mirad»,dijoRhoda,«escuchad.Miradcómo la luzadquieremásymásintensidadencuestióndesegundos,ytodofloreceymadura.Nuestramirada,al recorrer esta estancia con todas sus mesas, parece pasar por cortinas decolor, rojas, anaranjadas, pardoscuras, con raros matices ambiguos, que se

abrenanteellacomo levesvelosysecierrandespués,y lascosasse fundenunasconotras.»

«Sí»,dijoJinny,«nuestrossentidossehandilatado.Membranas,redesdenerviosquesuelenyacerblancaseinertes,sehantensadoyextendido,yflotana nuestro alrededor, como filamentos, dando al aire naturaleza tangible yatrapandolejanossonidosantesinaudibles.»

«El rugidodeLondres», dijoLouis, «nos rodea.Automóviles, camiones,autobuses,pasanyvuelvenapasarconstantemente.Juntosformanunaruedaque gira produciendo un solo sonido. Todos los sonidos separados -ruedas,campanas, gritos de borrachos y de juerguistas- se han unido en un solosonido,delazulcolordelacero,ycircular.Despuésgimeunasirena.Yenestemomento las playas se alejan, las chimeneas descienden, el buque avanzahacialamarabierta.»

«Percival se va», dijo Bernard. «Aquí estamos sentados, cercados,iluminados,demilcolores.Todo-lasmanos, lascortinas, loscuchillosy lostenedores,losdemáscomensales-seamontonaychoca.

Estamoscercadosporlosmuros,aquí.PerofueraestálaIndia.»

«VeolaIndia»,dijoBernard.«Veolaplanaylargaplaya.Veolostortuosossenderos de barro apisonado, por los que se va y se vuelve entre ruinosaspagodas.Veo losdoradosyalmenadosedificios,conaspectode fragilidadypodredumbre, como si fueran provisionales construcciones de una feriaoriental. Veo una pareja de bueyes arrastrando una carreta a lo largo delcaminodetierracocidaporelsol.Lacarretasebalancea, ineficaz.Ahoraseatasca una rueda, e inmediatamente innumerables nativos únicamenteataviados con una pieza de tela alrededor de la cintura rodean la carreta yparloteanexcitados.Peronadahacen.Eltiempopareceeterno,lasambicionesvanas. Sobre todas las cosas planea la conciencia de la inutilidad de loshumanosesfuerzos.Enel aire flotanextrañosolores agrios.Enunhoyo,unviejosiguemasticandobetolymirándoseelombligo.Peroatención,Percivalavanza. Percival cabalga sobre una yegua atormentada por los tábanos y secubre la cabeza con un salacot. Por el medio de aplicar los sistemas deOccidente,deutilizarelviolentolenguajenaturalenél,consiguedesatascarlacarretaenmenosdecincominutos.Elorientalproblemahaquedadoresuelto.Percival prosigue a caballo su camino. La multitud le rodea como si leconsiderase-yrealmenteloes-undios.»

«Ignorado,conosinsecreto,yaqueestopocoimporta»,dijoRhoda,«escomounapiedracaídaenunestanque,acuyoalrededornadanlospececillos.Como pececillos, nosotros, que hemos vagado en todas direcciones, noshemospuestoanadarasualrededor,tanprontohallegado.Comopececillos,conscientes de la presencia de la gran piedra, satisfechos nadamos y nos

ondulamos.Una sensación de comodidad nos cubre.Oro corre por nuestrasvenas.Uno,dos,uno,dos,elcorazónlateserenamente,confiado,entrancedebienestar en éxtasis de benevolencia, ymirad, losmás lejanos confines delmundo, pálidas sombras en losmás remotos horizontes, como la India, porejemplo, se ofrecen a nuestra vista. El mundo, antes encogido y reseco, sehincha y redondea. Remotas provincias surgen de las tinieblas. Vemosembarradossenderos,junglaretorcida,humanasmultitudesyelbuitrequesealimenta de hinchada carroña, como si todo fuera parte de nuestro altivo yespléndido territorio, debido a que Percival, caballero solitario en yeguaatormentadaporlostábanos,avanzaporundesiertosendero,yhalevantadosutienda entre desolados árboles, y ahora está sentado, solo, contemplando lasinmensasmontañas.»

«EsPercival»,dijoLouis,«sentadosilencioso,talcomosesentabaenloscosquilleantescéspedescuando labrisadividía lasnubesy lasvolvíaaunir,quiennoshacecaerenlacuentadequeestosintentosdedecir"yosoyesto,yosoy aquello", que todos hacemos ahora al reunirnos, al acudir aquí comopartesseparadasdeunsolocuerpoyunasolaalma,sonfalsos.Algocallamos,pormiedo.Algoalteramos,porvanidad.Noshemosesforzadoenacentuarlasdiferencias.Estedeseodeserindividuosseparadosnoshainducidoaresaltarnuestros defectos y cuanto de particular tenemos. Pero hay una cadena quegiraygiraanuestroalrededor,conuncírculoazul-acerodebajo.»

«Es odio, es amor», dijo Susan. «Es el furioso arroyo de aguas negrascomoelcarbónloquenosdavértigocuandolomiramos.Aquíestamosenunaorilla,perosibajamoslavistasentimosvértigo».

«Esamor»,dijoJinny,«esodio,comoelqueSusanmetieneporqueunavez besé a Louis en el jardín. Sí, porque, por ser yo como soy, cuandoaparezcolaobligoapensar"tengolasmanosrojas",ylasoculta.Peronuestroodiocasinosepuededistinguirdelamor.»

«Estasrugientesaguas»,dijoNeville,«sobrelasqueconstruimosnuestrasinsensatas plataformas, son más estables que los enloquecidos, débiles einconsecuentes gritos que emitimos cuando en un intento de hablar noslevantamos.Cuandorazonamosysoltamosestosfalsosdichos"¡soyesto,soylootro!",elhablaesfalsa.

»Pero como. Poco a poco pierdo todo conocimiento de los detallesparticulares, mientras como. La comida me da peso y me asienta. Estosdeliciososbocadosdepato asado, pertinentemente acompañadosdeverdura,sucediéndoseenexquisitarotacióndecalidez,peso,dulzurayamargor,pasanpormipaladar,bajan,vanapararalestómagoyestabilizanmicuerpo.Tengosensación de quietud, gravedad y dominio. Ahora todo es sólido.Instintivamente,mipaladarpideyprevédulzurayligereza,algoazucaradoy

evanescente.Yvinofresco,quesentarácomounguanteaestosfinosnerviosqueparecenestremecerseenelpaladar,yelpaladarseensanchará(albeber),convirtiéndoseenunacavernaabovedada,cubiertadeverdeshojasdeparra,conaromaanuezmoscadayelpúrpurade lasuvas.Ahorapuedomirarconfijeza la caída espumeante del agua quemueve elmolino, ahí, abajo. ¿Quénombre le daremos? ¿Qué habla Rhoda, cuyo rostro veo nebulosamentereflejadoenelespejoenfrente?¿QuéhablaRhoda,aquieninterrumpícuandobalanceaba lospétalosensucuencopardo,parapreguntarlesihabíavistoelcuchilloqueBernardhabíahurtado?Paraellaelamornoesunremolino.Nosiente vértigo, cuando baja la vista.Mira a lo lejos, por encima de nuestrascabezas,aunlugarmásalládelaIndia.»

«Sí, por entre vuestros hombros, por encima de vuestras cabezas, a unpaisaje», dijoRhoda, «a un hoyo al que las escarpadas colinas demúltiplesgibas descienden como pájaros con las alas plegadas. Allí, entre el corto yfirmecésped,sealzanarbustosdeoscurashojas,ycontraestaoscuridadveounasombrablanca,peronodepiedra,móvil,quizáviva.Peroestasombranoestú,noestú,noestú.NoesPercival,Susan,Jinny,NevilleoLouis.Cuandoelblancobrazo reposasobreuna rodilla,esun triángulo.Ahoraestáalzado:unacolumna.Ahoraunafuente,cae.Nonoshaceunaseña,nonosllama,nonosve.Másallárugeelmar.Estáfueradenuestroalcance.Sinembargo,ahímeaventuro.Allávoy,parallenarmivaciedad,paraprolongarmisnochesyllenarlasmásymásconsueños.Yduranteunsegundo,inclusoahora,inclusoaquí, alcanzo mi objetivo y digo: "No vagues más, cuanto no sea esto esintentos y engaños, aquí está el final." Pero estas peregrinaciones, estosinstantesdepartida,siemprecomienzanenvuestrapresencia,deestamesa,deestasluces,dePercivalydeSusan,aquí,ahora.Siempreveolaarboledaporencimadevuestrascabezas,porentrevuestroshombros,odesde laventana,despuésdecruzarel salónduranteuna fiesta,por laquecontemplo lacalle,abajo.»

«¿Ysuszapatillas?»,dijoNeville.«¿Ysuvozabajo,enelvestíbulo?¿Yvislumbrarle,cuandoélnoteve?Unoespera,yélnoviene.Sehaolvidado.Estáconotroser.Esinfiel,suamornadasignificaba.¡Oh,entonces,eldolor,laintolerabledesesperación!Peroseabrelapuerta.Aquíestá.»

«Endoradasondulaciones,ledigo"ven",dijoJinny,«yviene.Cruzandolaestanciaseacercaadondeyoestoy,conmivestidocomounveloflotandoami alrededor, sentada en una silla dorada. Nuestras manos se tocan, súbitoardorhacellamearnuestroscuerpos.Lasilla,lacopa,lamesa…Nadaquedaaoscuras.Todoseestremece,todoescálido,todoardeluminosamente.»

«Fíjate,Rhoda»,dijoLouis,«sehanconvertidoenseresnocturnosyestánentrance.Susojossoncomolasalasdelapolilla,quesemueventanaprisaqueparecennomoverse.»

«Trompetas y cuernos», dijo Rhoda, «suenan. Hojas se abren. Ciervosladranenlaespesura.Hayunbaileyunbatirdetambores,comoelbaileyelbatirdetamboresdehombresdesnudosycongumías.»

«Comoladanzadelossalvajes»,dijoLouis,«alrededordelahoguera.Sonsalvajes,sonimplacables.Danzanencírculo,blandiendoelacero.Lossaltosde las llamas iluminan sus pintadas caras, las pieles de leopardo y lossangrantesmiembrosquehanarrancadoalcuerpovivo.»

«Lasllamasdelacelebraciónseelevanhastamuyalto»,dijoRhoda.«Pasala gran procesión, agitando ramas verdes y ramas floridas. De los cuernossurgehumoazul.Alaluzdelasantorchassuscuerposestánmoteadosderojoydeamarillo.Arrojanvioletas.Adornanalaamadaconguirnaldasyhojasdelaurel,ahí,enlacircularporcióndecésped,alaquedesciendenlasescarpadascolinas. Pasa la procesión. Y mientras pasa, Louis, tenemos conciencia dedecadencia, presentimos la extinción. La sombra se esquina. Nosotros, quesomos conspiradores, nos retiramos juntos, para inclinarnos sobre una fríaurna,ynosdamoscuentadequelapurpúreallamapierdealtura.»

«Lamuerteestá entretejidaconvioletas»,dijoLouis.«Muertey siempremuerte.»

«¡Quéorgullososnossentimos»,dijoJinny,«aquísentados,nosotrosqueaúnnohemoscumplidolosveinticinco!Fueralosárbolesflorecen.Fueralasmujeresaguardan.Fueraloscochesdealquilersedeslizanygiran.Superadaslasdudas,lasoscuridadesyeldeslumbramientodelaadolescencia,miramosrectamenteal frente,dispuestosaaceptarcuantovenga (lapuertaseabre, lapuertaseabresincesar).Todoesreal.Todoesfirme,sinsombrasniengaños.Labellezahapuestosuselloennuestrafrente.Estámibelleza,estálabellezade Susan.Nuestra carne es firme y fresca. Elmantel es blanco.Y nuestrasmanosreposanenlevecurvatura,dispuestasacontraerse.Vendrándíasydías,díasdeinviernoydíasdeverano,apenashemoscomenzadoagastarnuestrotesoro.Ahoraelfrutoestáhenchidobajolahoja.Laestanciaesdorada,yyodigoaestehombre:"Ven".»

«Tienelasorejasrojas»,dijoLouis,«yeloloracarnependeformandounahúmedared,mientraslosoficinistascomenbocadillosenelmostrador.»

«Ante el tiempo infinito que tenemos por delante», dijo Neville, «nospreguntamosquépodemoshacer.¿PasearociososporBondStreet,mirándolotodo y quizá comprando una pluma estilográfica debido a que es verde, opreguntando cuánto vale el anillo con la piedra azul? ¿O permaneceremossentados en interiores, mirando cómo los carbones se tornan carmesíes?¿Alargamoslamanoparacogerlibrosyleeremosunpárrafoaquíyotroallá?¿Reiremosagrandescarcajadassinmotivoalguno?¿Pasearemosporfloridospradoscogiendomargaritas?¿Averiguaremoscuándosaleelpróximotrenpara

las Hébridas y pediremos un compartimento reservado? Todo está aún porllegar.»

«Seráparati»,dijoBernard,«porqueyo,ayer,dilagrancampanada.Ayermeprometíenmatrimonio.»

«Quéextrañoaspectotienen»,dijoSusan,«losterronesdeazúcarjuntoanuestrosplatos.Ylomismoocurreconlasmoteadasmondasdelasperasyelterciopelo que rodea los espejos. Nunca me había fijado. Ahora todo estáasentado,todohaquedadofijo.Bernardsecasa.Algoirrevocablehaocurrido.Sobrelasaguashasidoarrojadouncírculo.

Unacadenahasidoimpuesta.Jamásvolveremosafluirlibremente.»

«Sóloporunmomento»,dijoLouis.«Antesdequelacadenasequiebre,antes de que el desorden renazca, permanezcamos fijos, permanezcamosabiertos,permanezcamospresosenunvicio.

»Peroahora el círculo se abre.Ahora la corriente fluye.Ahora corremosmás aprisa que antes. Ahora las pasiones que quietas esperaban ahí, abajo,entre laoscuramalezaquehayal fondo,se levantanysuoleajenosgolpea.Dolor y celos, envidia y deseo, y algo diferente, algo más fuerte y mássubterráneoqueelamor.Lavozdelaacciónhabla.Escucha,Rhoda(porquesomosconspiradoresconlasmanosenlafríaurna),ladespreocupada,rápidavexcitantevozdelaacción,delosperroscorriendotraslapresa.Ahorahablansintomarselamolestiadeterminarlasfrases.Hablanenunidiomamenudo,comoelqueutilizanlosenamorados.Estánposeídosporunimperiosobruto.Tiemblan los nervios en sus muslos. Laten y arden en los costados loscorazones.Susanestrujaelpañuelo.LosojosdeJinnydanzanenllamas.»

«Están a salvo», dijoRhoda, «de los dedos que urgan y de los ojos queescrutan. Con cuánta facilidad giran la cabeza y miran… ¡Qué posturas deorgullo y energía adoptan! ¡Cuánta vida resplandece en los ojos de Jinny!¡Cuán entera y aguda es la mirada de Susan, buscando insectos entre lasraíces!Lustrosolesbrillaelcabello.Susojosardencomolosojosdeanimalesqueseabrenpasoporentrelashojas,siguiendoelrastrodelapresa.Elcírculohaquedadodestruido.Hemossidodispersados.»

«Peropronto,demasiadopronto»,dijoBernard,«esta exaltaciónególatrase desvanecerá.Demasiado pronto pasará elmomento de voraz identidad, yquedarásaciadoelapetitodefelicidadyfelicidadymásfelicidad.Lapiedraseha hundido, el momento ha pasado. A mi alrededor se extiende un ampliomargen de indiferencia.Ahora enmis ojos se abrenmil ojos de curiosidad.AhoracualquieratienederechoaasesinaraBernard,quesedisponeacontraermatrimonio, siempreycuandose respeteestemargende ignorado territorio,este bosque delmundo ignoto.Ymepregunto (en un discreto bisbiseo) por

qué aquí haymujeres cenando solas, sin hombres. ¿Quién son? ¿Qué las hatraídoaestelugarconcreto,estanocheconcreta?Eljovenzuelosentadoenelrincón,ajuzgarporlanerviosamaneraenque,devezencuando,sellevalamanoalapartetraseradelacabeza,esdepueblo.Parecesuplicar,yestátanansiosodecorresponderdebidamentea laamabilidaddelamigodesupadreque leha invitadoacenar,queapenasgoza,ahora,de loquemuchogozarámañanaalasonceymediadelamañana.Tambiénhevistoqueesaseñorasehaempolvadotresveceslanariz,enelcursodeunaabsorbenteconversación,seguramente centrada en un tema amoroso, quizás en las desdichas de unquerido amigo común. Pero la señora piensa: "¡Dios mío, cómo tengo lanariz!',sacalapolvera,yconlaborlaborralosmásencendidossentimientosdel corazón humano. Sin embargo, queda el insoluble problema de estesolitarioindividuocongafas.Ytambiéneldelaancianaseñoraquesolabebechampaña. ¿Qué son, quiénes son, esos desconocidos?,mepregunto.Podríainventardiezodocehistorias,referentesaloqueelindividuodice,laseñoradice,ypintarotroscuantoscuadros.Pero¿quésonlashistorias?Juguetesquemanoseo,burbujasquesueltoalaire,unanillopasandoporelinteriordeotroanillo. Y a veces incluso comienzo a dudar de que las historias realmentetengan existencia. ¿Cuál esmi historia? ¿Y la deRhoda? ¿Y la deNeville?Hechossíloshay,como,porejemplo:"Elapuestojovenvestidodegris,cuyareserva tan curiosamente contrastaba con la locuacidad de los demás, sesacudió las migas de pan del chaleco y, con un ademán característico,benévolo e imperioso a un tiempo, llamó al camarero, quien acudióinstantáneamente, y regresó, poco después, con la cuenta discretamentedobladaenunabandeja."Estoes laverdad,esunhecho,pero tanpronto serebasanestoslímites,todosontinieblasyconjeturas.»

«Ahora,unavezmás»,dijoLouis,«nosdisponemosasepararnos,despuésde pagar la cuenta, y el círculo en nuestra sangre, roto tan a menudo, tanbruscamente, debido a que somos muy diferentes, se cierra. Algo hemosconstruido.Sí,porque,cuandonoslevantamosyalgonerviososnostocamoslos dedos de unamano con los de la otra, rogamos, guardando en nuestrasmanos este común sentimiento: "No te vayas, no permitas que la puertabatientedestroceesacosaquehemosconstruido,esacosaformadayencerradaaquí,entreestasluces,estasmondas,estedesordendemigasdepanydegentequepasa.Notemuevas,notevayas.¡Retenlosiempre!»

«Retengámosloduranteunmomento»,dijoJinny,«retengamoselamor,elodio, o como queráis llamarlo, este globo hecho de Percival, de juventud ybelleza,ydealgo tanprofundamenteenraizadoennosotrosquequizá jamásconsigamosunmomentosemejante,conotrohombre.»

«Bosquesylejanospaísesenlaotracaradelmundo»,dijoRhoda,«formanpartedeello;tambiénmaresyjunglas,losaullidosdeloschacales,ylaluzde

lalunailuminandoelaltopicosobreelqueplaneaeláguila.»

«La felicidad forma parte de ello», dijo Neville, «y la paz de las cosascomunes.Unamesa,unasilla,unlibroconunestiletedecortarpapelentresuspáginas,yelpétaloquecaedelarosa,yeltemblordelaluzcuandosentadosguardamos silencio, o cuando, quizá, al recordar cualquier trivialidad, derepentedecimosalgo.»

«Losdíasdeentresemanaformanpartedeello»,dijoSusan,«ellunes,elmartes,elmiércoles.Yloscaballosyendoalcampo,yloscaballosalregresar,ylascornejasalzándoseydescendiendo,cubriendoconsuredlosolmos,tantosiesabrilcomosiesnoviembre.»

«Loquehadevenirformapartedeello»,dijoBernard.«Estaeslaúltimaymásesplendentegotaquedejamoscaer,comouncelestemercurio,enelaltoyespléndido momento creado por nosotros, sobre la base de Percival. ¿Quépasará?,mepreguntomientrasmesacudolasmigasdelchaleco.¿Quéhayenel exterior? Comiendo sentados, hablando sentados, hemos demostrado quesomoscapacesdeenriquecerel tesorode losmomentos.Nosomosesclavosdestinadosarecibirsincesarlosjamásanotadoslatigazosdelamezquindadennuestras encorvadas espaldas. Tampoco somos borregos, siguiendo al amo.Somoscreadores.Tambiénnosotroshemoscreadoalgoqueformarápartedelas innumerables reuniones del pasado. También nosotros, cuando nosencasquetamos el sombrero y empujamos la puerta, no entramos en el caossino en un mundo que nuestra fuerza puede subyugar, transformándolo enpartedelailuminadayeternasenda.

»Observa,Percival,mientrasbuscan taxi,elentornoqueprontoperderás,la calle endurecida y bruñida por el paso de innúmeras ruedas. El amarillodoseldenuestratremendaenergíaseextiendeenelaire,comounígneopaño,sobrenuestrascabezas.Losteatrosylassalasdeconciertos,ylaslámparasdelascasas,formanestaluz.»

«Picudas nubes», dijo Rhoda, «viajan por un cielo negro como unabarnizada barba de ballena.» «Ahora comienzan los sufrimientos, ahora hanhechopresaenmíloscolmillosdelhorror»,dijoNeville.«Ahorallegaeltaxi,ahora Percival se va. ¿Qué podemos hacer para retenerle? ¿Cómo salvar ladistanciaquemediaentrenosotros?¿Cómoalimentarelfuegoparaqueardaeternamente?¿Cómoinformaratodoslostiemposporvenirdequenosotros,los que ahora estamos en pie en esta calle, a la luz del farol, amábamos aPercival?Ahora,Percivalsehaido.»

**

El sol había llegado al más alto punto de su trayecto. Ya no se veía amedias, ya no tenía que ser intuido, enméritos de destellos y resplandores,

comosifueraunamuchacharecostadaenuncolchónverdemar,adornadalafrenteconjoyascuajadasdegotasdeaguaquelanzabanrayosopalinosdeluzquecaíaydestellabaenelaireincierto,comolosflancosdeldelfínalsaltar,oeldestellodelahojadeaceroalcaer.Ahoraelsolquemabasinpiedad,sinquenadie pudiera negarlo. Incidían sus rayos en la dura arena, y las rocas sehabíanconvertidoenhornosderojoardor.Buscabaentodoslosestanques,yatrapabaalpececilloescondidoenlagrieta,yponíaderelievelaenmohecidaruedadelcarro,elblancohueso,olabotasincordones,negracomoelhierro,en la arena. A todo daba su exacta medida de color, a las dunas susinnumerablesdestellos, a los céspedes su fulgenteverde, o caía en la aridezdel desierto, aquí surcado por el azote del viento, aquí transformado endesoladopedregal,aquísalpicadoporelátomoverdeoscurodelosárbolesdelajungla.Iluminabalassuavessuperficiesdoradasdelamezquita,lasfrágiles,rosadas y blancas casas de juego del pueblo sureño, y a lamujer de blancocabello y largos senos que arrodillada en el lecho del río golpeaba con unapiedraarrugadasropas.Losvaporesdesordolatirquelentamentecruzabanelmar recibían la recta mirada del sol, que incidía en los amarillos toldos y,atravesándolos, envolvía a los pasajeros que dormitaban o paseaban porcubierta, y formando con la mano pantalla sobre los ojos buscaban con lamiradalatierra,mientrasdíatrasdía,alojándolosentresusaceitososylatentescostados,elbuquelostransportabamonótonamentesobrelasaguas.

El sol incidíaen laspobladasalturasde las cortinasdel sur,y sumiradaescrutabalosprofundosypedregososlechosderíosenlosqueescasacorríaelaguabajoelaltopuentecolgante,demaneraquelaslavanderasarrodilladasenlasardientespiedrasapenaspodíanmojarlaropa.Nervudasmulasavanzabancuidadosas por entre sonoras piedras grises, con las alforjas colgando sobresusestrechoshombros.Almediodía,elcalordelsolcubríadegrislascolinas,comosiunaexplosiónlashubieradejadopeladasyquemadas,mientrasque,másalnorte,enpaísesmásnubososylluviosos,lascolinasparecíanalisadas,como si por ellas se hubiera pasado la superficie inferior de una azada, yteníanluz,comosiunguardián,ensumáshondointerior,fueradeestanciaenestancia con una linterna en la mano. A través de los átomos del aire grisazulado el sol azotaba los campos de Inglaterra, e iluminaba pantanos ycharcas,unablancagaviotaenunpalo,ellentonavegardelassombrassobrelos bosques de romas cabezas, sobre las jóvenes espigas y los ondulantescamposdeheno. Incidíaenelmurodelhuerto,ycadagranoyoquedaddelladrilloteníaunapuntadeplata,purpúrea,cálida,demaneraqueparecíasuaveal tacto, demanera que parecía que si se tocaba se convertiría en recocidosgranosdepolvo.Lasgrosellascolgabanenelmuro,formandoolasycascadasde brillante rojo; hinchadas surgían por entre las hojas las ciruelas, y unafluida brisa verde creaba una uniforme corriente con todas las briznas decésped.Lasombradelosárbolesestabahundidaenunoscurocharco,alpie

deltronco.Laluzquedescendíaaraudaleshabíatransformadoelconjuntodehojasseparadasenunamasaverde.

Cantaronapasionadamentelospájaroscancionesdirigidasaunsolooído,ydespuéssecallaron.Entretrinosygritosmenudos,transportaronporcionesdepaja y ramitas a los oscuros nidos en las más altas ramas de los árboles.Dorados y purpúreos se posaban en el jardín, donde las piñas de laburno ymúriceesparcíanoroylilas,yaqueahora,almediodía,eljardíneratodofloryprofusión, e incluso los túneles bajo las plantas eran verdes y púrpura yleonados,alpasarelsolatravésdelpétalorojoodelanchopétaloamarillo,oporentrelasrejasdelosverdestallosdedensovello.

Elsoldabarectamenteenlacasa,cuyosblancosmurosresplandecíanentrelas oscuras ventanas. En los cristales, con el prieto bordado de las ramasverdes, había círculos de impenetrable oscuridad. Agudas cuñas de luz seposabanen losalféizaresy revelabanenel interiorde laestanciaplatosconazulescircunferencias, jarrasdecurvaasa,elvolumendeungrancuenco,lacruzada tramade laesteray las formidablesesquinasy líneasdealacenasyestanteríasconlibros.Trasestaaglomeraciónhabíaunazonadesombrasenlaque quizá se encontraran otras formas susceptibles de ser despojadas de lasombra,oquizámásdensasprofundidadesdeoscuridad.

Lasolasrompíanydeslizabanrápidamentesusaguassobrelaarena.Unatrasotrasealzabanycaían.Elaguapulverizadasaltabahaciaatrásimpulsadaporlafuerzadelacaída.Lasolaserandeprofundoazul,conlasolaexcepcióndel dibujo de luz sembrada de diamantes en sus lomos que se contraían ydistendían como los musculosos lomos de grandes caballos al avanzar. Lasolascaían.Seretirabanyvolvíanacaer,conelsordosonidodelpateardeunagranbestia.

«Hamuerto»,dijoNeville.«Cayó.Sucaballotropezóyloarrojóalsuelo.Lasnavesdelmundohangiradobruscamenteymehangolpeado lacabeza.Todo ha terminado. Las luces delmundo se han apagado.Ahí está el árbolanteelquenopuedopasar.

»¡Oh,tenerqueestrujarestetelegramaconmismanos,ydesearquelaluzdelmundo retroceda, poder decir-que no ha ocurrido! Pero ¿a santo de quévolverlacabezaatodoslados?Eslaverdad.Esunhecho.Sucaballotropezóy lo arrojó al suelo. Los relampagueantes árboles y las blancas barandas sealzaronendensalluvia.Hubounbruscoimpulsoyunzumbidoensusoídos.Después el golpe. El mundo se resquebrajó. Pesada se hizo su respiración.Muriódondehabíacaído.

»Granerosydíasveraniegosenelcampo,estanciasenlasqueestuvimos,se encuentran ahora en el irreal mundo ido. Mi pasado ha sido amputado.Acudieron corriendo. En volandas le llevaron a un pabellón, hombres con

botasdemontar,hombresconsalacots,yentrehombresdesconocidosmurió.Amenudomeabandonaba.Y luego,a su regreso, "¡Mira, ahíviene!",decíayo.

»Pasanmujeresantemiventana,comosienlacallenosehubieracavadounvacío,comosinohubieraárboldequietashojasquenosepuederebasar.Merecemospeorsuertequelatoperapisoteada.Somosinfinitamenteabyectos,en nuestro caminar con los ojos cerrados. Pero ¿por qué he de someterme?¿Porquéhedeintentarlevantarelpieysubirlaescalera?Estoyaquí,enpie.Estoy aquí, con el telegrama en la mano. Los pasados días y estancias delverano en que vivimos se alejan como papel quemado, con ojos rojos. ¿Asantodequéiralencuentrodeotros?¿Asantodequéproseguir?¿Asantodequé hablar y comer y tramar otras combinaciones con otra gente? Por elmomento,estoysolo.Ahoranadiemeconocerá.Tengotrescartas;"hedeirajugar al tejo con un coronel, así es que basta", así termina nuestra amistad,yéndoseélporentrelamultitudyagitandolamanoendespedida.Estafarsanomerecemásceremonias solemnes.Sinembargo, si alguienhubieradicho"Espera", y hubiera ceñido tres puntos la cincha, hubiese, él, hecho justiciadurante cincuenta años, se hubiera sentado en el alto tribunal, hubiesecabalgado solo al frente de su tropa, hubiera denunciado algunamonstruosatiraníayhubieraregresadoanuestrolado.

»Pero también veo que hay una torcida sonrisa, que hay un subterfugio.Algo sonríeburlónanuestra espalda.Pocoha faltadoparaqueese chico secayeraalbajardelautobús.Percivalcayó.Semató.Estáenterrado.Contemplóelpasodelagente.Todosseagarranconfuerzaalasbarandillasdelautobús,firmementedispuestosasalvarlavida.

»Noalzaréelpieparasubirlaescalera.Quedaréunmomentomásbajoelimplacableárbol,asolasconelhombreconelcuellocortado,mientrasabajolacocinerasacaymetepasteles.Nosubirélaescalera.Estamoscondenados,todos.Pasanlasmujeresconloscestosdelacompra.Lagentesiguepasando.Sinembargo,nomedestruiréis.Enestemomento,esteúnicomomento, túyyoestamos juntos.Yte invitoaacercarte.Ven,dolor,cébateenmí.Entierratuscolmillosenmicarne.Despedázame.Sollozo,sollozo.»

«Tanincomprensibleeslacombinacióndelascosas»,dijoBernard,«talessucomplejidad,queahora,albajarlaescalera,nopuedodistinguirlapenadela alegría. Ha nacidomi hijo. Hamuerto Percival. Columnasme sostienen,oleadasdedesnudasemocionesmegolpean loscostados,pero¿cuáldeellasespenaycuálesalegría?Melopreguntaynoencuentrolarespuesta.Sóloséquenecesitosilencio,estarsolo,irme,ydedicarunahoraaconsiderarloquehaocurridoenmimundo,loquelamuertehahechoamimundo.

»AsívemosqueésteeselmundoquePercivalyanove.Examinémoslo.El

carniceroentregaunpedidodecarneenlacasacontigua.Dosviejosavanzanatrompiconesporlacalle.Losgorrioneslevantanelvuelo.Enconsecuencia,lamáquina funciona. Advierto el ritmo, el latir, pero lo advierto como si setrataradealgoenloqueyonoparticipo,debidoaquePercivalhadejadodeverlo. (Pálidoyvendado,yaceenalgunaestancia.)Ahora semepresenta laoportunidaddedescubrirquées lodemayor importanciaydeboesforzarmeennomentir.MisentimientoconrespectoaPercivalera:Estásentadoenelcentro.Ahoranovolveréairaestelugar.Estávacío.

»Sí,sí,podéisestarseguros,hombresconsombrerosdefieltroymujeresconcapazosen lamano;habéisperdidoalgoquehubierasidodegranvalorpara vosotros.Habéis perdido a un jefe al que hubierais seguido.Y uno devosotroshaperdidolafelicidadyloshijos.Sí,porquehamuertoquienhubierapodidodartelaunaylosotros.Yaceenuncatredecampaña,vendado,enuncaluroso hospital de la India, mientras los coolíes, en cuclillas en el suelo,agitan esos abanicos que no recuerdo cómo denominan. Pero hay algomuyimportante. "Has desaparecido", he dicho, mientras las palomas descendíansobrelostejadosynacíamihijo,comosiestaspalabrasexpresaranunhechoreal. Recuerdo su aire de independiente aislamiento, cuando éramosmuchachos. Y ahora añado (seme llenan de lágrimas los ojos y se secan):"Pero es mejor de lo que osaba esperar." Y digo, dirigiéndome a ese algoabstractoque,sinojos,medafrenteahí,altérminodelaavenida,enelcielo:"¿Esestocuantopuedeshacer?"Enestecaso,hemostriunfado.Hashecholosumo que puedes hacer, digo dirigiéndome al vacío y brutal rostro (ya quePercival tenía veinticinco años y hubiera vivido ochenta), y lo has hechoinútilmente.Notengointencióndearrojarmedebrucesalsueloyllorarhastaquelavidadejedeimportarme.(Hedeefectuarunaanotaciónenmilibretita:despreciohaciaquienesdanmuerteabsurda.)Además,yestoes importante,debo hacer cuanto esté en mi mano para poner a Percival en situacionestriviales y ridículas, a fin de que no se sienta absurdo,montado en un grancaballo.Hedearreglármelasparapoderdecir:"Percival,nombreatodaslucesridículo."Almismotiempo,permitidmequeosdiga,hombresymujeresqueos dirigís corriendo a la estación del metro, que no le hubierais respetado.Hubieraistenidoqueformarfilas,yandartrasél.Cuánextrañoesnavegaratravésdemultitudes,viendolavidaconojosvacíosyardientes.

»Sinembargo,yacomienzan las señales, las invitaciones, los intentosdetentarme a retroceder. La curiosidad ha desaparecido sólo durante un breveperíodo. Nadie puede vivir fuera de la máquina por más de media hora.Adviertoqueloscuerposvuelvenatenerelaspectohabitual.Sinembargo,loque hay tras ellos es diferente. La perspectiva ha cambiado. Detrás de estetableroconperiódicoscolgantes,estáelhospital;lalargasalaconhombresdenegro,tirandodelascuerdas;ydespuésleentierran.Sinembargo,comounode ellos dice que una famosa actriz se ha divorciado, inmediatamente me

pregunto¿quéactriz?Peronopuedoextraerdelbolsilloelpenique,nopuedocomprarunperiódico,nopuedotolerartodavíalasinterrupciones.

»Mepreguntosiacasonovolveréaverte,novolveréafijarlavistaentusolidez,ymepreguntoquéformarevestiránuestracomunicación.Hascruzadoelanchopatio,tehasalejadomásymás,yhasadelgazadomásymáselhiloentretúyyo.Pero,enalgúnlugar,existes.Algoquedadeti.Unjuez.Conestoquierodecirquesialgúndíadescubrounanuevavenaenmí,lasometeréensecreto a tu consideración. Te preguntaré, ¿cuál es la sentencia? Seguirássiendo el árbitro. Pero ¿hasta cuándo? Al paso del tiempo será más y másdifícil explicarte las cosas. Habrá cosas nuevas. Ahora ya estámi hijo.Meencuentroahoraenelcenitdelaexperiencia.Vendráeldeclive.Ahorayanogrito convencido "¡Qué suerte!" La exaltación, el vuelo descendente de laspalomas,hapasadoya.Elcaosy losdetallesvuelven.Yanomepasmanlosnombresescritosencimadelosescaparatesdelastiendas.Nopienso,¿porquéapresurarse?, ¿por qué coger trenes? La secuencia vuelve.Una cosa lleva aotra.Eselordenusual.

»Sí, pero todavíame irrita el orden usual.No estoy dispuesto a permitirquemeobliguenaaceptarlasecuenciadelascosas.Caminaré,noalteraréelritmo de mi pensamiento deteniéndome o mirando. Caminaré. Subiré lospeldañosdeestagaleríadearteymesometeréalainfluenciadementescomola mía, ajenas a la secuencia. Poco tiempo me queda para despejar elinterrogante. Mis fuerzas vacilan. Me estoy embruteciendo. Aquí están loscuadros. Aquí están las frías vírgenes entre columnas. Dejemos que denreposo a la incesante actividad de la visión mental, la cabeza vendada, loshombresconcuerdas,demaneraque,debajo,descubraalgonovisual.Aquíestánlosjardines.YVenusentresusflores.Aquíhaysantosyvírgenesazules.

Piadosos,estoscuadrosnocomportanreferencias,notedanconelcodoenlas costillas, no señalan con el dedo.Deestamanera, amplían la concienciaque de él tengo y me lo devuelven de forma diferente. Me recuerdan subelleza."Miradondeviene",dije.

»Laslíneasyloscolorescasimeconvencendequetambiényopuedoserheroico, yo, que tan fácilmente hago frases, que tan pronto quedo seducido,amoloquevieneacontinuación,ynopuedocrisparlospuños,sinoquevaciloy construyo débiles frases, de acuerdo con las circunstancias en que meencuentro.Ahora, gracias ami debilidad, recobro lo que él era paramí:miantítesis.Porsernaturalmenteveraz,noveíalautilidaddeesasexageraciones,yleguiabaunnaturalsentidodeloajustado;realmente,eraungranmaestrodelartedevivir,porloqueparecehayavividounalargavida,difundiendolacalma a su alrededor, casi podemos decir la indiferencia, de unmodomuyclaro en lo referente a sus propios triunfos, a su carrera, a pesar de quetambiénestabadotadoenaltogradodelavirtuddelacompenetraciónconlos

demás. Un niño entregado a sus juegos -un atardecer de verano-, y en laspuertasqueseabriránycerrarán,queseguiránabriéndoseycerrándose,yporellasverévisionesquemeharán llorar.Sí,porquenosepuedeparticiparenellas.Deahínuestrasoledad,deahínuestradesolación.Regresoaaquellugardemimenteyloencuentrovacío.Misdeficienciasmeoprimenhondamente.Elyanoestáaquíparaoponerseaellas.

»Contempla la Virgen azul, rayada de lágrimas. Esto es mi entierro.Carecemos de ceremonias, sólo tenemos particulares cantos fúnebres sinconclusiones, sólo tenemos violentas sensaciones independientes entre sí.Nadadecuantosehadichoseajustaanuestrocaso.EstamossentadosenlasalaitalianadelaNationalGallery,recogiendofragmentos.DudomuchoqueTicianosintieraalgunavezlamordeduradeestarata.Lospintoresllevanvidasmetódicas y absortas, añadiendo pincelada tras pincelada. No son como lospoetas,chivosexpiatorios.Noestánencadenadosalapeña.Deahíelsilencioy lo sublime. Sin embargo, este rojo seguramente quemó el gaznate deTiciano. Sin duda alguna se puso en pie, sosteniendo con sus formidablesbrazoselcuerpodelaabundancia,ycayóenestemanar.Peroelsilenciopesasobre mí. Es la perpetua exigencia de la visión. Ahora las presiones sonintermitentesysordas.Distingomenosde lodebido,ymásvagamentede loquedebiera.Oprimoeltimbre,ynosueno,niemitoirrelevantesclamoreosdetumultuosas campanillas.Cierto esplendormehace titilar enloquecidamente,eselarrugadorojocontraeltersoverde,eseldesfiledelascolumnas,eslaluzanaranjadatraslasnegrasypicudashojasdelosolivos.Flechasdesensaciónseclavanenmiespinadorsal,aunquesinorden.

»Sin embargo, algo he añadido a mi interpretación. Algo hay,profundamente enterrado.Por unmomentopensé en cogerlo.Peromásvaleenterrarlo.Entiérralo.Dejaquegermine,dejaqueocultoenlasprofundidadesdemimentealgúndíafructifique.Despuésdeuna-largavida,sinesfuerzo,enunmomento de revelación, lo cogeré, pero ahora la idea se quiebra enmismanos.Porcadavezquelasideasseconservanenteras,milvecessequiebran.Se quiebran, caen sobre mí. "Las líneas y los colores sobreviven, enconsecuencia…"

»Bostezo.Estoyrepletodesensaciones.Estoyexhausto,porelesfuerzoypor el largo, largo tiempo -veinticinco minutos, media hora- que me hemantenidofueradelamáquina,solo.Estoyentumecido,estoyrígido.¿Cómoromperéestarigidezquetanmalsecompadececonmicomprensivocorazón?Hay otra gente que sufre. Multitudes y multitudes forman los que sufren.Neville sufre.Amaba aPercival. Peroyonopuedoya soportar los excesos.Necesitoaalguienconquienreír,conquienbostezar,conquienrecordarcómoPercivalserascabalacabeza,alguienencuyacompañíaPercivalseencontraraasusanchas,alguienhaciaquiensintierasimpatía(noSusan,aquienamaba,

sinoantesbienJinny).Siacudieraasulado,tambiénpodríahacerpenitencia.Lepodríapreguntar:"¿Tecontócómolemandéapaseo,aqueldíaenquemepidió fuera a Hampton Court?" Estos son los pensamientos que me haránsaltar de dolor y angustia enmitadde la noche.Son los delitos por los queharíapenitenciaentodoslosmercadosdelmundo,conlacabezadescubierta,delitoscomoeldenoiraHamptonCourt,aqueldía.

»Peroahoraquierovidaamialrededor,ylibrosypequeñosadornos,ylosusuales sonidosde losmercaderes, para que sean comouna almohada en laque pueda apoyar la cabeza, después de este agotamiento, y cerrar los ojos,tras la revelación. En consecuencia, bajaré decidido la escalera, alquilaré elprimertaxiquesemepongaatiroeiréacasadeJinny.»

»Ahíestáelcharco»,dijoRhoda<<ynopuedocruzarlo.Oigoelrugirdelagranmuela,aunapulgadadelacabeza.Suvientorugeenmirostro.Todaslasformasdevidapalpablesmehandefraudado.Sinoalargolamanoytocoalgo duro, el viento me llevará a lo largo de los eternos corredores, parasiemprejamás.¿Yquépuedotocar-quéladrillo,quépiedra-paraasícruzarelenormevacíoypenetrarenlaseguridaddemicuerpo?

»Ahora ha caído la sombra, y la luz purpúrea cae esquinada. La figurarevestidadebellezallevaahoraelatavíodelaruina.Lafiguraqueseerguíaenla arboleda a la que van a parar las laderas de las escarpadas colinas, sederrumbaenruinas, talcomolesanunciécuandodijeronqueamabansuvozenlaescalera,ysusviejoszapatos,ylosmomentosensucompañía.

»AhoraavanzaréporOxfordStreet,viendoalfrenteunmundorasgadoporlos rayos. Contemplaré robles partidos, y rojos allí donde la florida ramadesgajada estuvo. Iré a Oxford Street y me compraré medias para ir a unafiesta.A la luzde los relámpagosharécuanto suelo.En la lisa tierracogerévioletas,formaréconellasunramoyloofreceréaPercival,queseráalgomíoparaél.Y,ahora,mira loquePercivalmehadado.Mira lacalle, ahoraquePercivalhamuerto.Lascasastienenmuyligeroscimientosparaqueelvientose las lleve, al soplar levemente. Temerarios y al azar rugen raudos losautomóviles,acosándonoshacialamuertecomosabuesos.Estoyenunmundohostil.Elrostrohumanoesrepugnante.Yestomegusta.Quieropublicidadyviolencia,quieroserarrojadacomounapiedracontra la roca.Megustan laschimeneasdelasfábricas,lasgrúasyloscamiones.Megustaelpasoderostrotras rostro tras rostro, deformes, indiferentes. Estoy harta de lo lindo, estoyhartaderecato.Navegoenaguasrevueltasymehundirésinquenadieintentesalvarme.

»Con su muerte, Percival me ha revelado esto, me ha hecho caer en lacuenta de este horror, me ha sometido a esta humillación, rostros y rostrosservidos como platos de sopa por marmitones, rostros vulgares, codiciosos,

indiferentes,rostrosquemiranescaparatesconpaquetescolgantes,gentesquemiran fijamente, que empujan, que todo lo destruyen, mancillando nuestroamor,tocadoahoraporsussuciosdedos.

»Ahíestálatiendadelasmedias.Pocomefaltaparacreerquelabellezavuelve a fluir. Su susurro recorre estos pasillos, por entre los encajes y loscestos repletos de cintas de colores. Resulta que hay cálidos huecos en elcorazóndelrugido,alcobasdesilencioenlasquepodemoscobijarnosbajoelalade labellezanacidade laverdadquedeseo.Eldolorquedaensuspensocuandolamuchacha,ensilencio,abreelcajón.Ydespuéslamuchachahabla.Me despierta. Vertiginosa desciendo al fondo, entre la maleza, y veo laenvidia,loscelos,elodioyeldespecho,avanzandocomoloscangrejossobrelaarena,mientraslamuchachahabla.Estossonnuestroscamaradas.Pagaréysaldréconelpaquete.

»EstoesOxfordStreet.Aquíelodio, loscelos, laprisay la indiferenciaforman una espuma que es como una loca imitación del vivir. Estos sonnuestros camaradas. Pienso en los amigos con quienes nos sentamos ycomemos.PiensoenLouis,entregadoa la lecturadelacolumnadedeportesdeunperiódicodelanoche,temerosodelridículo;esunambiciosopedante.Miraalagentequepasaydicequeseránuestropastorsileseguimos.Sinossometemos,nos reduciráaunorden.De igualmanera, suavizaráyalisará lamuertedePercivalhastadejarlatalcomoélquiere,conlavista,porencimadelas vinajeras, en el cielo más allá de las casas. Entretanto, Bernard sederrumba,enrojecidoslosojos,enunsillón.Extraerádelbolsillolalibretita,yen una página de la letraM escribirá "frases a emplear en lamuerte de losamigos".Jinnycruzarájacarandosalaestancia,sesentaráenelbrazodelsillónenqueseencuentraBernardypreguntará:"¿TúcreesquePercivalmequería?¿Sí?¿MásqueaSusan?"Susan,prometidaenmatrimonioasugranjero,enelcampo,sequedaráquietauninstante,fijalavistaeneltelegramaanteella,conunplatoenlamano,ydespuéscerrarádeuntaconazo,haciaatrás, lapuertadel horno.Neville, luego demirar por la ventana, a través de las lágrimas,verá,atravésdelaslágrimas,ysepreguntará"¿Aquiénveocruzandoantelaventana? ¿Quién es ese dulce muchacho?" Este es mi tributo a Percival,marchitasvioletas,violetasennegrecidas.

»¿Y a dónde iré? ¿A un museo donde se guardan anillos entre vidrios,donde hay cómodas y vestidos usados por reinas? ¿O iré aHamptonCourt,paracontemplarlosrojosmurosylospatios,ylostejosdearrebañadoaspectoformando negras pirámides simétricas en el césped, entre las flores?¿Recobraréallí labelleza,e impondréordenenmiatormentadayalborotadaalma?Pero¿quésepuedehacerensoledad?Sola,puedoquedarmequieta,enpie, en el vacío césped, y decir: Vuelan las cornejas; alguien pasa con unabolsaenlamano;heaquíunjardineroconunacarretilla.Aguardaréformando

cola y oleré a sudor, y a perfumemáshorrible que el sudor, y seré colgadajuntamenteconlosdemás,comounapiezadecarnecrudaentreotraspiezasdecarnecruda.

»Aquí hay un establecimiento en el que uno paga y entra, donde unoescuchamúsica,entregenteadormecidaquehavenido,despuésdecomer,enla tarde ardiente. Hemos comido carne de buey y pastel en cantidadessuficientesparavivirduranteunasemanasinprobarbocado.Enconsecuencia,como larvas nos apretujamos, subidos a los lomos de algo que nostransportará.Decorososy conbuenporte.Bajo el sombrero tenemosblancocabello ondulado. Finos zapatos. Bolsos menudos. Bien afeitadas mejillas.Aquíyallá,unmilitarbigotillo.Nohemospermitidoqueniunamotadepolvose pose en el fino paño de nuestro vestido. Balanceándonos y abriendoprogramas, con breves palabras de saludo a los amigos, nos aposentamos,como focas varadas en las rocas, como pesados cuerpos incapaces dearrastrarse hasta el mar, en espera de que una ola nos ponga a flote, peropesamos demasiado, y hay una extensión de arena demasiado ancha entrenosotrosyelmar.Yacemosatiborradosdecomida,embrutecidosporelcalor.Entonces, hinchadapero contenidapor el envoltoriode resbaladizo satén, lamujer verde mar viene a rescatarnos. Se succiona los labios,introduciéndoselosenlaboca,adoptaunairetenso,sehinchayselanzaenelmomento preciso, como si hubiera visto una manzana y su voz fuera unaflecha,conlanota,"¡Ah!"

»Un hacha ha rajado el tronco del árbol hasta el corazón. El corazón escálido. El sonido late envuelto en la corteza. "¡Ah!", gritó una mujer a suamante, asomada a una ventana, en Venecia. "¡Ah, ah!", gritó. Y volvió agritar:"¡Ah!"Lamujernoshaenriquecidoconungrito.Sí,perosóloungrito.¿Yquéesungrito?Entonces,loshombresconaspectodeescarabajossurgenviolín en ristre, esperan, cuentan, danun cabezazoy bajan los arcos.Yhayondulacionesyrisas,comoenladanzadelosolivos,ysusgriseshojasdecienmilleguas,cuandoelhombredemar,mordisqueandounaramitaquesostieneentreloslabios,saltaatierra,enellugaralquedesciendenlasladerasdelasescarpadascolinasdecienmiljorobas.

»"Como"y"como"y"como",sí,pero¿cuálesesacosaquehaybajolasaparienciasdelacosa?Ahoraqueelrayoharajadoeltroncodelárbol,yquela rama florida ha caído, y que Percival, con su muerte, me ha hecho esteobsequio,quieroverlacosa.Hayunrectángulo.Hayunrombo.Losjugadorescogenel rectánguloy loponensobreel rombo.Loponencongrancuidado,construyendo un perfecto habitáculo. Poco es lo que queda fuera. Ahora laestructuraesvisible.Loqueanteshabíaquedadosolamenteesbozadoquedaahora de manifiesto. No somos tan diferentes, ni tan perversos. Hemosconstruido rombos y los hemos colocado sobre rectángulos. Este es nuestro

triunfo,ésteesnuestroconsuelo.

»Ladulzuradeeste rebosantecontenidorebasa losmurosdemimenteyliberami comprensión.Dejayadevagar sin rumbo,digo.Esto es el fin.Elrombohasidocolocadosobreelrectángulo.Laespiralestáenloalto.Hemossidotransportadossobrelaarenaalmar.Losintérpretesregresan.Peroahoraseenjuganelsudordelrostro.Yanotienenellozanoybienhumoradoaspectodeantes.Meiré.Quieroaprovechar la tarde.Emprenderéunaperegrinación.Iré a Greenwich. Sin miedo, me arrojaré a los tranvías y a los autobuses.Mientras impetuosos descendemos por Regent Street, me arrojo sobre estamujer, sobre este hombre, y salgo ilesa y tranquila, de la colisión. Sobre elrombohayunrectángulo.Hayaquísórdidascallesenlasqueseregateaantetenderetes callejeros, y en que se ofrece toda suerte de barras de hierro,tornillos y tuercas, y la gente se apretuja en el pavimento, sosteniendo congruesos dedos porciones de carne cruda. La estructura es visible. Hemosconstruidounhabitáculo.

»Estas son, pues, las flores que crecen entre los ásperos céspedes delcampoquelasvacaspisotean,mordidosporelviento,casideformes,sinfrutoni flor. Estas son las flores que yo traigo, arrancadas por las raíces delpavimentodeOxfordStreet,miramodeunpenique,miramodevioletasdeun penique. Ahora por la ventanilla del tranvía veo mástiles entre laschimeneas.Hayunrío.HaybuquesquenaveganhacialaIndia.Pasearéporlaorilladelrío.Caminaréporestaorilla,dondeunviejoleeelperiódicobajounatechumbre de vidrio. Pasearé por este muelle y contemplaré los buquesdescendiendoconlamarea.Unamujer,conunperroladrandoasualrededor,paseaporcubierta.Sufaldaseagita.Sucabelloseagita.Sehacena lamar.Nosdejan.Sedesvanecenenestatardedeverano.Ahorameentregaré.Ahorame soltaré. Ahora por fin liberaré el retenido, el violentamente rechazadodeseodeserconsumida.Juntosgaloparemospordesiertascolinas,enlasquelagolondrinahundelaspuntasdelasalasenoscuraslagunasylascolumnaserectasseconservanenteras.Alaolaqueseestrellaenlaplaya,alaolaquelanzasublancaespumahastalosmáslejanosconfinesdelatierra,arrojomisvioletas,miofrendaaPercival.»

**

Elsolyanoestabaenmitaddelcielo.Suluzesquinadacaíaoblicua.Aquí,dabaenelbordedeunanubeyloquemaba,convirtiéndoloenunafranjadeluz, en una llameante isla sobre la que no había pie que pudiera asentar laplanta.Despuéslaluzincidióenotranube,yenotrayenotra,demodoquelas olas, debajo, quedaron traspasadas por flechas, por ígneos dardos conplumasquecruzabansinrumbofijoeltemblorosoazul.

Lasmás altas hojas del árbol se rizaban al sol. Rígidasmurmuraban, al

impulsode labrisasinsentido.Lospájarosseestabanquietos.Sólomovíanbruscamente lacabezaaunoyotro lado.Ahorahacíanunaltoensucantar,comosi estuvieran saciadosde sonido, comosi laplenituddelmediodía leshubiera dejado ahítos. La libélula posada inmóvil sobre un junco, trazó supuntadaazulenelaire.Ellejanomurmulloparecíaformadoporelirregularytrémulobatirdefinísimasalas,bailando,enconstantesascensosydescensos,enelhorizonte.Ahoraelaguadelríomanteníafijoslosjuncos,comosiunacapa de vidrio se hubiera solidificado a su alrededor. Después, el vidrio seagitó y los juncos bajaron la cabeza. Meditativas, humillada la cabeza, lasvacasmovíanpesadamenteunapata,ydespuéslaotra.Sobreelcubo,cercadelacasa,elgrifodejódegotear,comosielcuboestuvierayarebosante,yluegoelgrifodejócaeruna,dos,tresgotasseparadas,unatrasotra.

Lasventanasreflejaronsinordenpuntosdefuego,unaramaencayado,ydespués un tranquilo espacio de pura claridad. La persiana roja colgaba delbordedelaventana,ydentrodelaestanciadagasdeluzcaíansobrelassillasy las mesas, rajando barnices y lacas. El verde cacharro abultabaenormemente, con su blanca ventana alargada en el costado. La luz,empujando las tinieblas ante sí, se derramaba con profusión en rincones yoquedades.Sinembargo,acumulabatinieblasenmontonesinformes.

Lasolassealzaban,curvabanellomoyrompían.Alairesaltabanpiedrasyarena. Rodeaban las rocas, y la espuma pulverizado, saltaba hacia lo alto,salpicandolosmurosdelacuevaquehabíanestadosecoshastaelmomento,ydejabanentierrafirmecharcosenlosquealgúnpezretorcíalacola,atrapado,mientraslaolaseretiraba.

«Hefirmado»,dijoLouis,«veintevecesya,yotrayotrayotravez.Claro,firme y sin equívocos, aquí está mi nombre. También yo soy claro y sinequívocos.Sinembargo, llevoenmíunavastaherenciadeexperiencias.Hevividomilaños.Soycomoungusanoquesehaabiertocaminocomiendolamaderadeunaviejísima traviesade roble.Peroahora soy sólido.Ahora, enestahermosamañana,formounaprietaunidad,sinlamenordispersión.

»Enelcielodespejadobrillaelsol.Perolasdocenotraenlluvianisol.LasdoceeslahoraenquelaseñoritaJohnsonmetraemiscartasparalafirmaenunreceptáculodealambre.Sobreestasblancashojasdejograbadominombre.El murmullo de las hojas es como el del agua corriendo por las acequias,verdes profundidades moteadas de dalias y zinias. Y yo, ya un duque, yaPlatónelcamaradadeSócrates;lamarchadehombresdepieloscura,hombresdepielamarilla,enemigraciónalEste,alOeste,alNorteyalSur; laeternaprocesión,lasmujeresvanahoraconcarterasdenegociosporelStrandabajo,como antes iban con cántaros alNilo; todas las hojas enroscadas, formandounadensamasa,demividaconinfinitashojas,estánahoraresumidasenminombre,limpiayescuetamenterecortadosobreestahoja.Ahorasoyunadulto

ensuplenitud,ahora,erectoalsolobajolalluvia,hedecaerconlafuerzadelhacha para cortar este roble en méritos de mi peso tan sólo, porque si medesvíohaciaallí,ohaciaallá,caerécomolanieveymefrustraré.

»Estoy medio enamorado de la máquina de escribir y del teléfono.Mediante cartas y telegramas, y breves pero corteses órdenes telefónicas aParís, Berlín, Nueva York, he fundido en una mis muchas vidas. Con miperseveranciaydecisiónhe contribuido a trazar en elmapa estas líneasqueunenlasdiferentespartesdelmundo.Megustallegaralasdiezenpuntoamidespacho,me gusta el purpúreo brillo de la caoba,me gusta lamesa y susafilados cantos, y también los cajones que con tanta suavidad se abren.Megustaelteléfonoconsulabiodispuestoarepetirmisusurro,ymegustaeldíade la fecha en la pared, así como la agenda enque anoto las entrevistas.ElseñorPrenticealascuatro,elseñorEyresalascuatrotreintaenpunto.

»Me gusta ser convocado al despacho privado del señor Burchard parainformarledenuestrasrelacionesconChina.Tengoesperanzasdeheredarunsillón y una alfombra turca. Con el hombro empujo la rueda, empujo lastinieblas ante mí, propagando el comercio en las lejanas partes del mundodondesólocaoshabía.Siperseveroenlaluchadeconvertirelcaosenorden,meencontraréenellugarqueocupóChatham,yqueocupóPitt,BurkeySirRobertPeel.Deestamaneralavociertasmáculasyborroviejasculpas,comoaquella mujer que me dio la bandera puesta en la cumbre del árbol deNavidad, lavo mi acento, los azotes y otras torturas, los muchachosfanfarrones,mipadrebanqueroenBrisbane.

»He leído ami poeta en la casa de comidas, y,mientras revolvía con lacucharilla el café, he escuchado a los oficinistas apostando en las pequeñasmesasyhecontempladoalasmujeresdubitativasanteelmostrador.Hedichoque nada puede carecer de importancia, ni siquiera un papel pardoaccidentalmentecaídoal suelo.Hedichoque susempeñoshande tenerunafinalidadprevista,quedebenganarsesusdoslibrascondiezalasemanabajoel mando de un augusto jefe. Y al atardecer, una mano, una túnica, debeacogernos. Cuando haya reducido estas fracturas y haya comprendido estasmonstruosidades, demanera que ya no exijan excusas y justificaciones, quesoncausadequemalgastemosenpartenuestrasenergías,devolveréalacalley a la casade comidas loqueperdieron al caer en estosduros tiemposy alquebrarseenestaspedregosasplayas.Reuniréunascuantaspalabras,pocas,yforjaréanuestroalrededorunarodehierro.

»Peroahoranopuedoperderniunmomento.Aquínohayrespiro,nohaysombradetrémulashojas,nohayhuecoenelquequeparefugiarsedelsol,osentarseconunseramado,enelfrescoatardecer.Sobreloshombrosllevamosel peso del mundo, su visión está en nuestros ojos, si parpadeamos odesviamos lavistaaun lado,onosvolvemosdeespaldaparacogercon los

dedosloquePlatóndijo,orecordaraNapoleónysusconquistas,infligiremosalmundolaheridadeciertaoblicuidad.Lavidaesesto.ElseñorPrenticealascuatro.ElseñorEyresalascuatrotreinta.Megustaoírelsuavemurmullodelascensor, el sordo golpe con que se detiene enmi descansillo, y los virilespasosderesponsablespiesalolargodeloscorredores.Ydeestamanera,enméritosdenuestrosesfuerzosaunados,mandamosbuquesa losmásremotosconfines del mundo, buques repletos de retretes y de gimnasios. Llevamossobreloshombroselpesodelmundo.Lavidaesesto.Sipersevero,heredaréun sillón y una alfombra, una casa con invernaderos en Surrey, y una raraconífera,una raraplantademelónoárbol floridoqueserá laenvidiade losrestantesmercaderes.

»Sin embargo, sigo viviendo en mi buhardilla. Allí abro el libro desiempre.Desdeallí, contemplocómo la lluvia resbalaen las losashastaquebrillancomoelimpermeabledeunpolicía,desdeallíveolasrotasventanasdelascasasdelospobres,losflacosgatos,unameretrizmirándoseconguiñosenlosojosenunespejoroto,mientrassearreglalacaraparalaesquinacallejera.YavecesvieneRhoda.Somosamantes.

»Percivalhamuerto(murióenEgipto,murióenGrecia,todaslasmuertesson una solamuerte). Susan tiene hijos.Neville asciende rápidamente a lasmásconspicuasalturas.Lavidapasa.Cambianperpetuamentelasnubessobrenuestrascasas.Yohagoesto,hagoaquello,ydenuevohagoestoyotravezaquello.Alreunirnosysepararnos,montamosdiferentesformas,construimosdiferentesestructuras.Perosinoclavoestasimpresioneseneltablón,ydelosmuchoshombresnohagouno, si no existo aquí y ahora envezde existir amanchas y porciones como la nieve que motea las lejanas montañas, si nopregunto,alpasar,alaseñoritaJohnsonalgoacercadepelículasdecine,sinotomomitazadeténoaceptomipastafavorita,entoncescaeréconlanieveymefrustraré.

»Sinembargo,cuandolleganlasseis,yconlamanometocoelsombreroalpasaranteelconserje,yaquesiemprehesidoexcesivamenteefusivoenlacortesía, debido a que deseo grandemente ser aceptado, y avanzodificultosamente, inclinadohaciadelanteparavencerelcontrarioempujedelviento,abotonadodearribaabajo,azullaquijadaysaltándosemelaslágrimas,deseo tener unamenudamecanógrafa sentada en las rodillas, piensoquemiplatofavoritoeshígadoconjamón,ysoypropensoaorientarmispasoshaciael río, hacia las estrechas calles en que abundan las tabernas, en que haysombras de buques al fin de la calle ymujeres a la greña. Pero recobro lasensatezymedigo,elseñorPrenticealascuatro,elseñorEvresalascuatrotreinta. El hacha ha de caer en el tronco, el roble ha de ser hendido en sucentro.Llevoenloshombroselpesodelmundo.Ahíestálapluma,ahíestáelpapel,en lascartasdel receptáculodealambreescribominombre,yo,yo,y

otravezyo.»

«Llegaelverano,yel invierno»,dijoSusan.«Lasestacionessesuceden.Laperaseformaycaedelárbol.Lahojamuertadescansaenelseto.Peroelvaporhaoscurecidolaventana.Sentadajuntoalfuegocontemplocómohiervelatetera.Atravésdelvapor,conriachuelosenlaventana,veoelperal.

»Duerme,duerme,canturreo,tantosiesveranocomosiesinvierno,mayoonoviembre.Duerme,canto,yoquecarezcodeoídomusicalysolamenteoigola música del campo cuando el perro ladra, suena la campana o gimen lasruedassobrelatierra.Juntoalfuegocantomicanción,comounaviejaconchamurmura en la playa.Duerme, duermedigo, alejando conmivoz a cuantosproducen el metálico sonido de los bidones de leche, dignaran contra lascornejas, disparan contra los conejos, o de cualquier otramanera acercan elsobresaltodeladestrucciónalacunademimbre,cargadadesuavesmiembrosquesecurvanbajoelcobertordecolorderosa.

»He perdido la indiferencia, lamirada inexpresiva, los ojos en forma deperaqueveíanlaraíz.Yanosoyenero,mayoocualquierotraestación,sinoque soyun tejidodemuy finohiloalrededorde la cuna, envolviendoenuncapullo hecho con mi propia sangre los delicados miembros de mi hijo.Duerme,digo,ysientoenmiinteriorque,alzándose,surgeunaviolenciamássalvaje ymás tenebrosa, queme hace capaz de derribar de un solo solee acualquierintruso,acualquierraptor,quealentrarenestaestanciadespertaraaldurmiente.

»Voy de un lado para otro, en esta casa, todo el día, con delantal yzapatillas, comomimadre, quemurió de cáncer.Yanopuedo juzgar por elcéspeddelvalleolaflordelespinosiesveranoosiesinvierno,ysólopuedohacerloporelvaporenelcristaldelaventanaoporlaescarchaenelcristaldelaventana.Cuandolaalondralanzamuyaltoelanillodesuvozquecaeenelairecomolamondadelamanzana,meinclino.Alimentoamihijo.Yo,quesolía pasear por el bosque de hayas, observando cómo se azulaba al caer laplumadelgrajo,pasandoanteelpastoryelvagabundo,quemirabaalamujerencuclillasenlacuneta,juntoauncarroinclinado,voyahoradehabitaciónenhabitación,conunplumeroenlamano.Duerme,digo,deseandoqueelsueñodescienda como una manta de plumón v cubra estos débiles miembros,exigiendo que la vida enfunde sus garras y retenga sus rayos y pase ensilencio, convirtiendo mi cuerpo en un hueco, en un cobijo para que en élduermamihijo.Duerme,digo,duerme.Omeacercoa laventanaymiroelaltonidode lacornejayelperal."Susojosverán,cuando losmíosesténvacerrados",pienso."Fuerademicuerpo,mezcladaconellosiréyverélaIndia.Volveráacasa,controfeosquepondráamispies.Aumentarámisposesiones."

»Peronuncamelevantoalalba,ynoveolaspurpúreasgotasenlashojas

de la col, las rojas gotas en las rosas. No veo el hocico del perro settertrazando círculos en el aire, ni por la noche yazco viendo cómo las hojasocultan las estrellas y las estrellas se mueven y las hojas se están quietas.Llamaelcarnicero.Hayqueponerlalechealasombra,paraquenoseagríe.

»Duerme,digo,duerme,ylateterahierveysualientosehacemásymásdensohastaque saleenchorrodelcurvo tubo.Deestamanera lavida llenamisvenas.Deestamaneralavidacorrepormismiembros.Deestamaneramesiento impulsadaaavanzar,hastasentirdeseosdegritar,mientrasvoydeunladoparaotrodelalbaalocaso:"¡Basta,estoyahítadefelicidadnatural!"Sinembargo,más vendrán.Más hijos.Más cunas,más capazos en la cocina, ymásjamonessazonándose.Ycebollasrebrillando.Ymáslechugasypatatas.Me siento como una hoja llevada por el viento, ahora rozando el céspedhúmedo,ahoraalzándomeenelaire.Estoyahítadefelicidadnatural,yavecesdeseoqueestaplenitudsealejedemí,quesealceelpesodelacasadormida,cuandoestamossentadosleyendo,cuandopasoelhiloporelojodelaaguja.Lalámparaalimentaunfuegoeneloscurocristaldelaventana.Elfuegoardeenelcorazóndelaenredadera.Veounacalleiluminada,enlassiemprevivas.Oigotránsitoenelrumordelvientoporelsendero,vocesrotas,unarisa,yaJinnyquegrita,cuandolapuertaseabre:"¡Ven,ven!"

»Peroniunsonidorompeelsilenciodenuestracasa,juntoacuyapuertasuspiranloscampos.Elvientosecuelaporentrelostejos.Unapolillachocacontralalámpara.Mugeunavaca.Gimelamaderadelatraviesa,pasoelhiloporelojodelaagujaymurmuro:"Duerme".»

«Ahoraeselmomento»,dijoJinny.«Ahorahemoscoincidido,ahoranoshemosreunido.Hablemos,contemoshistorias.¿Quiénesél?¿Quiénesella?Siento una infinita curiosidad y no sé qué pasará. Si tú, a quien acabo deconocer, me dijeras: "La diligencia parte a las cuatro de Piccadilly", noperdería siquiera los instantes precisos para meter en un maletín loimprescindible,eiríacontigoinmediatamente.

»Sentémonosaquí,bajolasflores,enelsofájuntoalcuadro.Adornemosnuestro árbol de Navidad con hechos y más hechos. La gente se va tanpronto…Vayámonosconella.Estehombrequeestáahí,alladodelacómoda,vive, segúnme dices, rodeado de jarrones chinos. Cascas uno v rasgasmillibrasesterlinas.Amabaaunamuchacha,enRoma,ylamuchachaledejó.Deahí los jarrones chinos, cacharros descubiertos en casas de huéspedes osacados de bajo las arenas del desierto. Y, como sea que la belleza ha derompersetodoslosdías,afindequesigasiendobella,estehombreesestático,suvidaestáestancadaenunmardeporcelanachina.Sinembargo,mepareceraro,sí,porqueestehombrefuejovenenotrostiempos,ysentadoenhúmedossuelosbebióronconlossoldados.

»Hayqueserrápidoenestemundo,hayqueprenderhábilmentehechosymáshechos,comojuguetesalárboldeNavidad,fijándolosconungirodelosdedos.El hombre se inclinahacia delante; cómo se inclina, inclusohacia laazalea.Inclusoseinclinahaciaestavieja,sóloporquellevadiamantesenlasorejas y, comounpaquete, pasea en un coche tiradopor una yegua por sustierras,decidiendoquiénmereceayuda,quéárbolhadeserderribado,quiénha de ser despedidomañana. (Debo decirte que he vividomi vida, duranteestos años, y que ahora tengo más de treinta, y he vivido peligrosamente,comounacabramontés,saltandoderocaenroca;permanezcopocotiempoenun mismo sitio; nunca me vinculo a una persona determinada; perodescubrirás que si levanto el brazo, inmediatamente aparece una figura y seacerca.)Yestehombreesjuez.Yésteunmillonario.Yaquél,quetieneunojodevidrio,conuna flechaatravesóelcorazóndesuniñeracuando teníadiezaños. Después cabalgó por desiertos portador de mensajes, tomó parte enrevoluciones,yahorareúnematerialparaescribirunahistoriadelafamiliadesumadre,desdeantiguoasentadaenNorfolk.Yaquelhombrecillodelmentónazulenco tiene lamanoderecha tullida.Pero¿aquésedebe?Lo ignoramos.Aquellamujer, musitas discreto, con las pagodas de perlas colgando de lasorejas, fue la pura llama que iluminó la vida de uno de nuestros grandeshombres de estado. Desde la muerte del hombre de estado en cuestión, lamujervefantasmas,adivinaelporveniryhaadoptadoaunmuchachoconpieldelcolordelcaféaquienllamaelMesías.Aquelhombredelmostachocaído,comoeldeunoficialdecaballería,fueextremadamentedepravado(secuentatodoenunasmemorias),hastaeldíaenqueconocióaunhombreenuntren,queleconvirtió,entreEdimburgoyCarlisle,leyéndolelaBiblia.

»Así, en muy pocos segundos, hábiles y clarividentes, desciframos losjeroglíficosescritosenlacaradelosdemás.Aquí,enestasala,seencuentranlasdesgastadasyaporreadasconchaslanzadasporelmaralaplaya.Lapuertasigueabriéndose.Lasalase llenayse llenadeconocimiento,angustia,muydiferentes clases de ambición,mucha indiferencia y algo- de desesperación.Entretodosnosotros,medices,podríamosconstruircatedrales,dictarpolíticasa seguir, condenar hombres a muerte y dirigir los asuntos de variasinstituciones públicas. El común acervo dé experiencias es muy profundo.Entretodosnosotrostenemosgrannúmerodehijosdeunoyotrosexo,alosqueestamoseducando,alosquevisitamosenlosinternadoscuandotienenelsarampiónyalosquepreparamosafindequeheredennuestrascasas.Deunauotramanerahemosdadoimportanciaaestedía,esteviernes;porelmediodeacudir a los tribunales de justicia otros a los bancos y centros de negocios,otrosa la clínica,yotrospor elmediodedesfilar encuatrodea fondo.Unmillóndemanoscosen,subencuezosconladrillos.Laactividadesinfinita.Ymañana vuelve a comenzar,mañana damos importancia al sábado. Algunostomarán el tren de Francia, otros embarcarán para la India. Algunos jamás

volveránaentrarenestasala.Unomoriráestanoche.Otroengendraráunhijo.De nosotros nacerán edificios de todo género, políticas, aventuras, cuadros,poemas,hijos,fábricas.Lavidaviene.Lavidaseva.Nosotroshacemosvida.Esodices.

»Peronosotros,losquevivimosconelcuerpo,vemos,conlaimaginacióndelcuerpo,elperfildelascosas.Veorocasiluminadasporlaesplendenteluzdel sol. No puedo llevar estos hechos al interior de una cueva y, formandoviseracon lamanosobre losojos, transformar susamarillos, susazules, sussombras, en una sustancia. Soy incapaz de estarmucho rato sentada.He desaltareirme.LadiligenciapuedepartirdePiccadillydeunmomentoaotro.Dejocaeralsueloestoshechos-losdiamantes,lasmanostullidas,losjarroneschinosytodolodemás-comounmicodejacaerlasnuecesdesusdesnudasmanos.Ignorosilavidaesestoolootro.Voyamezclarmeconlaheterogéneamultitud.Quierobalancearme,serazotada,subirybajar,comounbuqueenlamar.

»Y lo hago porque mi cuerpo, mi compañero, que no deja de lanzarseñales,quelanzaelnegroyáspero"No",eláureo"Ven",enrápidasflechasdesensaciones,estáahoraexpresándose.Alguienseacerca.¿Habrélevantadoel brazo? ¿Acaso hemirado? ¿Será quemi pañuelo amarillo con lunares decolorfresasehapuestoaflotaryagitarse?Elhombrehasurgidodelapared.Sigue. Me persigue por el bosque. Todo está en éxtasis, todo es nocturno,siguengritandoloslorosenlasramas.Todosmissentidosestánerectos.Ahorasientolaasperezadelafibradelacortinaporlaquepaso;ahorasientolafríabarandilladehierroysupinturacondesprendidasescamasenlapalmadelamano. Ahora la fresca marea de oscuridad rompe sus aguas contra mí.Estamos al aire libre.Se abre lanoche, lanoche atravesadaporvagabundaspolillas,lanochequeocultaalosenamoradoscaminodelaaventura.Hueloarosas, huelo avioletas, veo rojoy azul apenas escondidos.Ahorahaygravabajomiszapatos,ahorahaycésped.Haciaelcielosedeslizanlasaltascasasnegras, con el delito de las luces. »Todo Londres está incómodo con tantodestellodeluz.Ahoracantemosnuestrocantodeamor.Ven,ven,ven.Ahoramiáureaseñalescomounalibélulaentensovuelo.Digopalabrasquesuenancomo el reclamo del ruiseñor cuya melodía se comprime en el paso de sugarganta demasiado estrecha. Ahora oigo chasquidos y rumor de ramas ygolpes de cuernos, como si todas las bestias del bosque hubieran salido decaza, y todas saltaran y corriesen por entre lamaleza espinosa. Uname haatravesado.Unahapenetradoenmí.

»Yfloresdeterciopeloyhojasconfrescordeaguamecubren,merodeanymeperfuman.»

«Fíjate», dijo Neville, «¿has visto el reloj en la repisa del hogar? Sí, eltiempopasa.Envejecemos.Perotodosereduceaestarcontigo,-sólocontigo,

aquí,enLondres,enestahabitacióniluminadaporelfuego,túahíyyoaquí.Estoestodoloquecontieneestemundosaqueadohastasusúltimosrincones,esquilmadas todas sus alturas y cortadas todas sus flores. Mira el fuegoascendiendoydescendiendoporeldoradotejidodelacortina.Lafrutaquelaluzcercacaepesadamente.Caeenlapuntademibota,ydaunhalorojoatucaraquemepareceelfuegoynotucara.Delamismamanerameparecequeestosonlibrosenlapared,yestounacortina,yestoquizáseaunsillón.Pero,cuandotúllegas,todocambia.Lastazasylosplatoshancambiado,cuandotúhasllegadoestamañana.Nocabelamenorduda,hepensado,mientrasechabaaunladoelperiódico,dequenuestrasmezquinasvidas,peseaserfeas,sóloserevistendeesplendoryadquierensignificadocuandolascontemplamosconlosojosdelamor.

»Me levanté.Desayuné.Teníamos antenosotros todo el día; y como seaqueerahermoso, tierno,neutral,apiecruzamoselparquehasta laorilladelrío,porelStrandfuimosaSaintPaul,ydespuésalatiendaenquemecompréunparaguas,siemprehablando,ydeteniéndonosdevezencuandoparamirar.Pero ¿puede esto durar?, me pregunté cuando estábamos junto al león deTrafalgarSquare,juntoalleónvistounavezyparasiemprejamás.Asírevivomividapasada,escenaporescena.Hayunolmo,yahíreposaPercival.Parasiempre,siempre,juré.Después,comodecostumbre,caíaenladuda.Tecogílamano.Medejaste.Eldescensoalaestacióndelmetrofuecomounamuerte.Quedamosseparados,alejadosportodasesascaras,yporelhuecovientoquerugiente parecía barrer pelados peñascos. Estuve sentado, con los ojosabiertos,enmiaposento.Alascincosupequeerasinfiel.Cogíelteléfono,yelrun,run,run,desuestúpidavozentuvacíahabitacióngolpeabamicorazón,hundiéndolo,cuandolapuertaseabrió,yallíestabastú.Estefue,entretodos,nuestro más perfecto encuentro. Pero estos encuentros, estas separaciones,acabandestruyéndonos.

»Ahoraestahabitaciónmepareceuncentroabsoluto,algoarrancadodelaeternaluz.Fuera, las líneasseretuercenysecortan,perolohacenanuestroalrededor, arropándonos. Aquí estamos centrados. Aquí podemos guardarsilencioohablarsinalzarlavoz.¿Tehasfijadoenestoyenesto?,decimos.Digoesto,queriendodecir…Elladudóy,creo,entróensospechas.Detodosmodos, oí voces y un sollozo, en la escalera, cuando ya eramuy de noche.Esto significaba el fin de sus relaciones. De estamanera tejemos a nuestroalrededorhilosinfinitamentedelgadosyconstruimosunsistema.Deélformanparte Platón y Shakespeare, así como gente totalmente oscura, sin lamenorimportancia.Odioaloshombresquellevancrucifijosenelladoizquierdodelchaleco. Odio las ceremonias y los lamentos, y la triste figura de Cristotemblandoalladodeotratemblorosaytristefigura.Tambiénodiolapompaylaindiferenciayelénfasis,dadosiemprealaspalabrasquenolomerecen,dela gente que perora bajo candelabros, solemnemente ataviados de gala, con

estrellasycondecoraciones.Unpocoderocíoenunseto,unocasoenunlisocampoinvernal,oelmodoenqueunamujerestásentada,losbrazosenjarras,enunautobús,conuncesto,estoesloquetúmeinvitasamirar,oyoati.Esuninmensoaliviopoder llamarnosrecíprocamente laatenciónsobrealgo.Y,después,tambiénelsilencio.Seguirlasoscurassendasdelamenteypenetrarenelpasado,visitarlibros,apartarsusramasyarrancarlafruta.Ymirarlaymaravillarme,comomirolosdespreocupadosmovimientosdetucuerpoymemaravilloantesufácilaire,supoder…elmodoenqueabreslasventanas,yladestreza de tus manos. Sí, porque, triste es decirlo, mi mente está algoenferma,sefatigamuypronto.Terminofláccidoyhúmedo,quizárepugnante,alfinal.

»Tristeesdecirlo,perosoyincapazdecabalgarporlaIndia,cubiertoconunsalacot,ypasar lanocheenunbungalow.Nopuedo, talcomotúpuedes,revolcarme como un muchacho casi desnudo en la cubierta de un barco,jugandoconotrosarociarnosconunamanguera.Necesitoestefuego,necesitoestesillón.Necesitosentarmealladodealguien,despuésdelosempeñosdeldía, con todas sus angustias, todas sus tensas atenciones, sus esperas y sussuspicacias.Despuésde laspeleasy las reconciliaciones,necesito intimidad,estar a solas contigo, poner orden en esa barahúnda. Sí, porque en miscostumbressoypulidocomoungato.Debemosserlaantítesisdelaesterilidady las deformidades delmundo, de susmultitudes que danvueltas y vueltas,torrenciales,pateándose.Unodebedeslizarestiletes,conprecisiónysuavidad,entrepáginasdenovelas,yatarmontoncillosdecartasconunacintadesedaverde,ybarrer lascenizasconunaescobahechaparalimpiarelhogar.Tododebemoshacerloconelpropósitoderechazar loshorroresde ladeformidad.Leamosescritoresdevirtudyseveridadromanas;busquemoslaperfecciónenlas arenas. Sí, pero me gusta poner la virtud y la severidad de los noblesromanosbajo lagris luzde tusojos,asícomo losondulantescéspedesy lasbrisas de verano, y las risas y los gritos demuchachos en juegos, desnudosmuchachos rociándose con mangueras unos a otros en las cubiertas de losbuques.Peronosoyundesinteresadobuscador,comoLouis,delaperfecciónen las arenas. Los colores siempre manchan la página, y encima pasan lasnubes.Yelpoemameparecequesóloestuvozhablando.Alcibíades,Ayax,Héctor y Percival también son tú. Les gustaba montar, arriesgabantemerariamentesuvidaytampocoerangrandeslectores.PerotúnoeresAyaxniPercival.Ellosno fruncían lanarizni se rascaban la frente con tu exactoademán.Túerestú.Estoesloquemeconsueladelacarenciademuchascosas-soyfeo,soydébil-,ydeladepravacióndelmundo,delahuidadelajuventud,de la muerte de Percival, y de la amargura y del rencor y de las envidiasinnumerables.

»Perosiundíanovienesdespuésdeldesayuno,siundíateveoatravésdecualquier espejo buscando, quizá, a otro, si el teléfono suena y suena en tu

habitaciónvacía, entonces,despuésde indeciblesangustias, entoncesporquela locura del corazón humano no tiene límites- buscaré y encontraré un túcomoeltuyo.Entretanto,borremosdeungolpeeltic-tacdelrelojdeltiempo.Acércatemás.»

**

Ahora el sol había descendidomás en el cielo.Las islas de nubehabíanadquiridomás densidad y, arrastrándose, pasaban ante el sol, por lo que lasrocassetornabansúbitamentenegras,yeltrémuloaceboperdíasuazulparaquedar de plata, y sombras como grises paños impulsados por un soplo seextendían sobre el mar. Las olas ya no visitaban las lejanas charcas, nialcanzabanlapunteadalíneanegradetrazoirregular,sobrelaplaya.Laarenaeragrisperla,suaveybrillante.

Los pájaros trazaban altos círculos y arcos en el aire. Algunos volabanraudos por los surcos del viento, giraban y se deslizaban por ellos, como sifueranunsolocuerpocortadoenmilhilos.Comounared,caíanlospájarosaldescenderalascopasdelosárboles.Unpájarovolósolitariohaciaelcampo,yseposóenunablancaestaca,dondeabriólasalasylasvolvióacerrar.

En el jardín habían caído algunos pétalos. Reposaban sobre la tierra,ahuecadoscomoconchas.Lahojamuertayanoseguíaensuseto,sinoqueelviento lahabía arrancado,y ahora corría, ydespués sedetenía, pegadaauntallo. Por todas las flores pasaba la misma onda de luz, en un repentinoestremecimientoyesplendor,comosiunaaletahubieracortadoelverdecristaldeun lago.Devezencuando,unsoplorasantee imperiosoagitabaarribayabajo lasmultitudinarias hojas, y, cuando el soplo comenzaba a extinguirse,cadahojarecobrabasuidentidad.Lasfloresquequemabanalsolsuscoloridosdiscos,seapartabandelaluz,cuandoelvientolasagitaba,yalgunascabezas,demasiadopesadasparavolveraalzarse,quedabanlevementecaídas.

Elsoldelatardecalentabaloscampos,azulabalassombrasyenrojecíalasespigas.Comounbarniz,unprofundo tintecubría loscampos.Uncarro,uncaballo,unvuelodecornejas, todo loquesemovíaa la luzdelsolquedabaenvuelto en dorada redondez. Si una vaca movía una pata, provocabaondulacionesdeororojizo,y loscuernosparecíanforradosde luz.Hacesdeespigasconcabelleradelinoyacíanenloslindesdeloscampos,comocaídosde los hirsutos carros llegados de los prados, los carros de cortas patas yprimitivoaspecto.Lasnubesde redondeadascabezasdesprendíanotraensuavance, pero conservaban todos los átomos de su redondez. Ahora, en sucamino,atraparonaunpuebloenteroensured,yalrebasarlodejaronvolardenuevo,libremente,lared.Alolejos,enelhorizonte,entremillonesdegranosdepolvogrisazuladoardíaunvidrio,osealzabalasolitariarayadelaagujadeunaiglesia,ounárbol.

Las rojas cortinas y las blancas persianas agitadas por el viento salían yentraban por la ventana, golpeando su marco, y la luz que entraba aintermitencias irregulares, con desigual intensidad, tenía un pardo matiz, yhabíaciertoabandonoensusoploporentrelascortinasalzadasporlasrachas.La luzmatizaba aquí de castaño una alacena, enrojecía allí una silla, ymáscercaestremecíaelcristaldelaventana.

Duranteunosinstantes,todovacilóysecurvó,inciertoyambiguo,comosiuna gran mariposa hubiera ensombrecido, al cruzar la estancia, la inmensasolidezdelassillasylasmesasconsusalasflotantes.

«Yeltiempo»,dijoBernard,«dejacaersugota.Lagotaquesehaformadoenlatechumbredenuestraalmacae.Enlatechumbredemimenteeltiempo,formándose, deja caer su gota. La semana pasada, mientras me afeitaba, lagota cayó. Estando en pie, con la navaja barbera en lamano,me di cuentabruscamentedelanaturalezameramentehabitualdemiacto(estosignificalaformacióndelagota),yfelicitéamismanos,irónicamente,porperseverarenél.Afeitad,afeitad,dije.Seguidafeitando.Lagotacayó.Durantelalabordeldía,sincesar,aunqueaintervalos,mipensamientosefueaunlugarvacíoydijo: "¿Qué se ha perdido? ¿Qué ha terminado?" Y "listo y finiquitado",musitaba,"listoyfiniquitado",solazándomeenestaspalabras.Lagentesediocuenta de la vacuidaddemi semblante y de la vaguedaddemis frases.Lasúltimaspalabrasdelafraseseperdíanenlanada.Mientrasmeabrochabaelabrigoparairacasa,dijeconmásdramatismo:"Heperdidolajuventud."

»Es curioso advertir que, en toda crisis, siempre aparece una fraseincongruentequeinsisteenacudirennuestroauxilio.Eselcastigodevivirenuna vieja civilización, con una libretita de frases. La caída de la gota antesdichanadatienequeverconlapérdidadelajuventud.Lacaídadeestagotano representa más que el tiempo adelgazándose hasta formar un punto. Eltiempo,queesunsoleadopradoenelquebailaunaluz,eltiempo,queestananchoyllanocomouncampoalmediodía,comienzaaformarunapendiente.Eltiemposeadelgazahastaformarunpunto.Delmismomodoquelagotacaedel vaso con un denso sedimento, cae el tiempo. Estos son los verdaderosciclos, éstos son los verdaderos acontecimientos. Entonces, como si toda laluminosidaddelaatmósferaseretirara,veoelfondodesnudo.Veoloquelascostumbres ocultan. Atono, guardo cama días y días. Ceno, y después mequedo con la boca abierta, como un bacalao. No me tomo la molestia determinar las frases y mis actos, por lo general muy imprecisos, adquierenmecánicaexactitud.Enestaocasión,alpasaranteunaoficina,entréyadquirí,conlacomposturapropiadeunafiguramecánica,billeteparaRoma.

»Ahora estoy sentado en este banco de piedra, en estos jardines,contemplando la Ciudad Eterna, y el hombrecillo que hace cinco días seafeitabaenLondresyahaadquiridoelaspectodeunmontónderopasviejas.

Londres también se ha hundido. Londres está formado por fábricasderrumbadasyunoscuantosgasómetros.Pero,almismotiempo,soyajenoaesagentedeaquí.Contemploalossacerdotesconsusfajasdecolorvioletayalaspintorescasamasdecría;sólomedoycuentadelasaparienciasexternas.Estoysentadoaquícomounconvaleciente,comounhombremuysimplequesólo sabe palabras de una sílaba. "El sol da luz", digo.Me siento como uninsecto que viaja aposentado en la cumbre de la tierra, y podría jurar, aquísentado,quepercibosumovimientogiratorioysudureza.Noexperimentoelmenor deseo de seguir una trayectoria contraria a la de la tierra. Si pudieraprolongar esta sensaciónunas seispulgadasmás, tengoel presentimientodequetocaríaunterritoriomuyraro.Peromitrompatienesuslímites.Jamáshedeseado prolongar estos anímicos estados de alejamiento;me desagradan; ytambién los desprecio. No quiero convertirme en un hombre que se pasacincuenta años sentado en unmismo sitio, pensando en su ombligo. Sientodeseos de quedar uncido a un carro, a un carro cargado de verduras quetraqueteaenuncaminopedregoso.

»Laverdadesqueyonosoyunodeesosqueencuentran'susatisfacciónenuna persona, o en el infinito. Las estancias íntimas me aburren y el cielotambién.Misersólodestellacuandotodassusfacetasentranenrelaciónconmucha gente. Más vale dejar que fracasen, y estoy lleno de orificios,perdiendo porciones y porciones, como un papel quemado. ¡Oh, señoraMoffat, señora Moffat! -dijo-, ¡venga y bárralo todo! Las cosas se handesprendidodemí.Hesuperadociertosdeseos.Heperdidoamigos,algunosarrebatados por lamuerte -Percival-, y otros por la simple imposibilidad decruzar la calle. No estoy tan bien dotado como en pasados tiempos parecíaestarlo. Ciertas cosas no están a mi alcance. Jamás comprenderé los durosproblemasdelafilosofía.Romaesellímitedemiviajar.Alcaerdormido,porla noche, a veces pienso con dolor que jamás veré a los salvajes de Tahitípescandoconjabalinaalaluzdeunllameantefanal,oelsaltodelleónenlaselva,oalhombredesnudocomiendocarnecruda.NitampocoaprenderérusooleerélosVedas.Nuncamásvolveréatropezarconelbuzón.(Sinembargo,en mi noche, todavía han caído unas cuantas hermosas estrellas, pocas, aconsecuencia de la violenta percusión.) Pero, creo,me he acercado un pocomás a la verdad. Durante muchos años he canturreado complacido: "Mishijos…mi esposa…mi casa…mi perro."Después de abrir con el llavín lapuertademicasa,medejaballevarpor lafamiliar liturgiaymeenvolvíaenestascálidasmantas.Ahoraeldulcevelohacaído.Ahoranadaquieroposeer.(Nota: una lavandera italiana merece, en cuanto a refinamiento físico, lamismacalificaciónquelahijadeunduqueinglés.)

»Pero pensemos un poco. La gota cae. He iniciado otra etapa. Siempreetapas, etapa tras etapa. ¿Y a santo de qué han de terminar las etapas?¿Adónde conducen? ¿A qué conclusión? Sí, porque llegan ataviadas con el

ropajedelasolemnidad.Cuandoseencuentrananteestosdilemas,losdevotosconsultanconesoscaballerosde fajavioletayaspectosensualquepasanenrebañoantemí.Peronosotrosdesconfiamosdelosmaestros.Siunhombresealzaydice:"¡Heaquílaverdad!",instantáneamenteveoaungatodearenosopelo robando un pescado, al fondo.Y entonces digo: "Oiga, se ha olvidadousteddelgato."Poresto,enlaescuela,Nevilleseponíarabioso,cuandoenlaoscuracapillaveíaelcrucifijodeldoctor.Peroyo,quesiempremedistraigo,ya sea a causa de un gato o de una abeja zumbando alrededor del ramo defloresquecontantaaplicaciónLadyHampdensiguellevándosealanariz,meinventé inmediatamente una historia para eliminar los ángulos del crucifijo.Meheinventadomilesdehistorias,hellenadoinnúmeraslibretasconfrasesautilizarcuandoencuentrelaverdaderahistoria,lahistoriaalaqueestasfraseshacen referencia. Pero aún no he encontrado la historia. Y comienzo apreguntarme:¿hayrealmentehistorias?

»Contempla ahora, desde esta atalaya, la hormigueante población, abajo.Contemplalageneralactividadyelclamor.Estehombretieneproblemasconsu mula. Media docena de bondadosos haraganes le ofrecen sus servicios.Otros pasan sin mirar. Tienen tantos intereses como hilos un cadejo.Contempla la extensión del cielo sembrada de redondas nubes blancas.ImaginalasleguasdetierrallanaylosacueductosyelquebradopavimentodeRoma y las tumbas de la Campaña, y más allá de la Campaña el mar, ydespuésmástierrayotravezelmar.Podríamuyfácilmentearrancardeestepanorama cualquier detalle -el carro arrastrado por la mula, digamos-, ydescribirloconlamayorfacilidad.Pero¿paraquédescribira'unhombrequetiene problemas con su mula? Y también podría inventarme historiasreferentesaesamuchachaquesubelasescaleras."Conocióalmuchachoeneloscurosoportal…""Todohaterminado,dijoeljovenalejándosedelajaulaenlaquecolgabaellorodeporcelana"…O,sencillamente:"Estoestodo."Pero¿asantodequéimponermiarbitrariavoluntad?¿Asantodequérelataresto,formar aquello, y construir retorcidas figuritas como los juguetes que, enbandejas,ciertoshombresvendenenlacalle?¿Porquéseleccionoestoentrecuantohay,porquéseleccionoundetalle?

»Aquíestoyarrancándomeunademispielesvitales,mientrastodosdicen:"Bernard está pasando diez días en Roma." Aquí estoy, paseando por estaatalaya, solo y desorientado. Pero fíjate cómo las líneas y los puntoscomienzan, sin que yo deje de caminar, a formar líneas continuas cómo lascosasestánperdiendo lapeladayseparada identidadque teníancuandosubíestas escaleras. La gran vasija roja es ahora una mancha rojiza en una olaverdeamarillenta.Elmundocomienzaadesfilar,alejándosedemí, talcomodesfilan lasvallas cuandoel tren sepone enmarcha, como lasolasdelmarcuandoelbuqueavanza.Tambiényomemuevo,ycomienzoainteresarmeenlageneralsecuenciade lascosas,unadetrásdeotra,yparece inevitableque

aparezcaunárbol,despuésunpostedetelégrafo,despuéselfindelavalla.Ymientras avanzo, rodeado, incluido y participando, las usuales frasescomienzanasurgircomoburbujas,ysientodeseosdeabrir laescotillaenloaltodemicabezaparaquelasburbujasquedenliberadas,ydespuésdirigirmispasos hacia este hombre cuyo cogote me es medio conocido. Fuimos a lamisma escuela. No cabe la menor duda de que nos reconoceremos,almorzaremosjuntosyconversaremos.Peroespera,esperaunmomento.

»Nohayquedespreciarestosmomentosdefuga.Raravezsedan.Tahitíseconvierte en algoplenamenteposible.Apoyados los codos en esteparapeto,veo a lo lejos la extensión de las aguas. Aparece una aleta. Esta simpleimpresiónvisualnoestávinculadaalíneaderazonamientoalguno,saltadelamismamaneraqueunopuedever laaletadeunamarsopaapareciendoenelhorizonte. De esta manera, las impresiones visuales a menudo transmitenbrevesmanifestacionesque,alpasodeltiempo,llegamosadespejardelveloque las cubre y a formular en palabras. Anoto, en las páginas de laM, enconsecuencia:"marsopaenunaextensióndeagua".Yo,queestoyconsignandoconstantementeanotacionesalmargendemipensamiento,afindeutilizarlasenunaúltimaydefinitivadeclaración,heefectuadolaanteriorenvistasaunatardeinvernal.

»Ahoraalmorzaréencualquiersitio.Levantaréelvasoymiraréelvinoaltrasluz,observaréconuna lejaníasuperiora lahabitualenmí,ycuandounamujer guapa llegue al restaurante y avance por entre lasmesas, diré enmifuerointerno:"Fíjateenlaaparicióndeestamujer,enunaextensióndeagua."Esunaobservaciónabsurda,peroparamíessolemne,delcolordelapizarra,con un fatal sonido de aguas y mundos en ruinas precipitándose hacia sudestrucción.

»Así es que, Bernard (te recuerdo, habitual socio de mis empresas),comencemos este nuevo capítulo y observemos la formación de esta nueva,desconocida, extraña, totalmente identificada y terrorífica experiencia -lanuevagota-quesedisponeatomarforma.Larpentsellamaesteindividuo.»

«En esta cálida tarde», dijo Susan, «aquí, en este jardín, aquí, en estecampoporelquecaminoconmihijo,healcanzadolacumbredemisdeseos.Lasbisagrasdelapuertaenlaverjaestánenmohecidas;rechinancuandomihijo la abre.Lasviolentaspasionesde la infancia,mis lágrimas en el jardíncuandoJinnybesóaLouis,mirabiaenlaescuelaqueolíaapino,misoledaden extranjeros países, cuando las mulas se acercaban haciendo sonar suspuntiagudos cascos y las italianas parloteaban junto a la fuente, con chales,con claveles en el pelo, han quedado recompensadas con la seguridad, laposesiónylavidafamiliar.Hetenidoañosdepazyfecundidad.Poseocuantoveo. De las semillas sembradas he visto crecer árboles. He construidoestanquesenlosquelascarpasdoradasseescondenentrelosliriosdeanchas

hojas.Hecuidadofresasylechugas,yhecubiertoconblancasbolsaslasperasylasciruelasparaprotegerlasdelasabejas.Hevistoamishijosyamishijas,enotrostiemposcubiertoscomofrutaensuscamas,romperlasenvolturasycaminaramilado,másaltosqueyo,proyectandosombrasenelcésped.

»Estoy protegida por vallas, enraizada aquí como cualquiera de misárboles.Digo"mihijo",digo"mihija",einclusoelferretero,alzandolavistadel mostrador sembrado de clavos, botes de pintura y alambre de espino,respetaeldesvencijadoautomóvildetenidoantelapuerta,consusredesparacazar mariposas, sus almohadones y sus colmenas. Del reloj colgamosmuérdagoporNavidad,pesamoslasmorasylassetas,contamoslostarrosdemermelada,yaño trasañonosponemos juntoalpostigode laventanade lasaladeestarparamedirnuestraaltura.Tambiéncompongocoronasdeblancasflores,porentrelasqueretuerzoplantasdeplateadashojas,enrecuerdodelosmuertos,yaellasunounatarjetadevisitaexpresandomidolorporlamuertedel pastor,mi condolencia a la viuda del carretero.Me siento a la vera dellechodemujeresagonizantesquemurmuransusúltimosterroresymecogenla mano. Frecuento estancias intolerables para todos, salvo para aquellosnacidos en las circunstancias en que yo nací, y habituados al corral y almontóndeestiércolyalas_gallinasentrandoysaliendoyalamadrecondosestancias e hijos en edad de crecer. He visto los cristales de las ventanascubiertosdecálidovapor,yconozcoelolordelfregadero.

»Yahora,enpieentrelasflores,conlastijerasenlamano,mepregunto:¿pordóndepuedeentrar lasombra?¿Quégolpepuedehacervacilarmividalaboriosamenteformada,implacablementeordenada?Sinembargo,avecesmesientohastiadadelafelicidadnatural,delosfrutosmadurando,ydeloshijosllenando la casa de remos, escopetas, calaveras, libros con los que han sidopremiados y otros trofeos. Me hastía el cuerpo, me hastía mi maña, miindustriaymiastucia,mehastíanlastretassinescrúpulosconlasquelamadreprotege, la madre que reúne bajo su celosa mirada, alrededor de una largamesa,asushijos,siempresuyos.

»Cuandollegalaprimavera,frescaylluviosa,consúbitasfloresamarillas,entonces,almirarlacarnealasombraazulenca,altocarlosrepletospaquetesplateadosde té, laspastas cocidas al horno, recuerdocómo se alzaba el sol,cómo las golondrinas raseaban el césped, recuerdo las frases que Bernardcomponía cuando éramos niños y las hojas se estremecían sobre nuestrascabezas,múltipleshojas,muyleves,quebrandoelazuldelcielo,esparciendovagabundaslucessobrelasesqueléticasraícesdelashayasbajocuyascopasmesentaba,sollozando.Lapalomaalzabaelvuelo.Yosaltabaycorríatraslaspalabras que se arrastraban como el colgante hilo de un globo, y subían ysubían,escapandoderamaenrama.Entonces,comouncacharrocascado,sequebraba la inmovilidad de lamañana y yo, dejando los saquitos de harina,

pensaba: "La vida se encuentra ami alrededor como el vidrio alrededor deljuncoaprisionado."

»Sostengo tijeras en la mano y con ellas recorto acebos, yo que fui aElvedon y pisoteé manzanas podridas y vi a la señora escribiendo y a losjardinerosconsusgrandesescobas.Huimoscorriendo,jadeantes,paraquenodisparasen sus armas contra nosotros, y no nos clavaran al muro, comoarmiños.Ahoramidoyguardo.Porlanoche,mesientoenmisillónyalargoelbrazoparacoger la labor;oigo los ronquidosdemimarido; levanto lavistacuando las lucesdeunautomóvil encamino iluminan lasventanas,y sientoque las olas de mi vida se alzan y rompen a mi alrededor, estando yoenraizada.Yoigogritos,yveootrasvidasflotandocomopajaalrededordelospilaresdeunpuente,mientrasyoempujolaaguja,ahorahaciadentro,ahorahaciafuera,pasandoelhiloatravésdelpercal.

»A veces pienso en Percival, que me amaba. Cabalgó y se cayó, en laIndia.AvecespiensoenRhoda. Inquietantesgritosmedespiertanen lomáshondo de la noche. Pero, por lo general, sigo contentami camino, conmishijos.Corto lashojasmuertasde losacebos.Algochaparra,prematuramentegriselcabello,peroconclarosojosenformadepera,paseopormiscampos.»

«Aquí estoy», dijo Jinny, «en esta estacióndelmetro en la que confluyecuantohaydedeseable:PiccadillySouthSide,PicadillyNorthSide,RegentStreetyHaymarket.Poruninstante,estoyquietayenpie,bajoelpavimentodel corazón de Londres. Innumerables ruedas ruedan y pasos pasan,exactamente sobre mi cabeza. Las grandes avenidas de la civilizacióncoincidenaquí,ypartenhaciaalláyhaciaallí.Estoyenelcorazóndelavida.Peromira, ahí estámi cuerpo en el espejo. ¡Cuán solitario, cuán encogido,cuánavejentado!Yanosoyjoven.

He dejado de formar parte de la procesión. Son millones los quedescienden esta escalera en un terrible descenso. Grandes ruedas giraninexorables, empujándolos hacia abajo. Son millones los que han muerto.Percivalmurió.Yotodavíacoleo.Todavíavivo.Pero¿quiénvendrásiemitounaseñal?

»Soyunanimalejo,cuyosflancosjadeandemiedo,aquíenpie,trémuloypalpitante.Peronomerendiréalmiedo.Descargarélatigazosenmisflancos.Nosoyunanimalejoquegimiendobuscalasombra.Sóloduranteuninstanteme he acobardado, al verme, sin haber tenido tiempo para prepararme talcomo siempreme preparo para enfrentarme con la visión demímisma. Escierto,yanosoyjoven.Notardaráenllegarelmomentoenquelevantaréelbrazoenvano,yelpañuelocaeráamiladosinhaberlanzadoseñalalguna.Nooiréelsúbitosuspiroenlanocheynooirécómoalguienseacercaatravésdelaoscuridad.Nohabrá reflejosen loscristalesde lasventanillas,enoscuros

túneles.Mirarérostros,yveréquebuscanotrorostro.Reconozcoque,poruninstante,elsilenciosovuelodeerguidoscuerposbajandoporlaescaleramóvil,comoelprietoyterribledescensodeunejércitodemuertos,yelrugidodelasgrandesmáquinaslanzándonosimplacablementehaciadelante,atodos,todosnosotros,mehanatemorizadoyhesentidodeseosdeecharacorrerenbuscadecobijo.

»Pero ahora, efectuando deliberadamente, ante el espejo, los levespreparativosquemeamparan,séquenotendrémiedo.Piensaenlossoberbiosautobuses, rojos y amarillos, deteniéndose y poniéndose en marcha,puntualmente,enperfectoorden.Piensaenlospoderososybellosautomóvilesque ahora reducen su velocidad hasta ponerse al paso, y ahora salendisparadosalfrente;piensaenloshombres,piensaenlasmujeres,queestánpertrechados, preparados, siempre avanzando. Esto es la triunfal procesión,estoeselejércitodelavictoria,conbanderasyáguilasdebronce,ycabezascoronadasconlaurelesconquistadosenbatalla.Sonmejoresquelossalvajescontaparrabos,yquelasmujeresdesgreñadas,conlargospechososcilantes,yniñosquetirandesuslargospechos.Estasanchasavenidas-PiccadillySouth,PiccadillyNorth,RegentStreetyHaymarket-sonlosarenosossenderosdelavictoria,desbrozadosatravésdelajungla.Tambiényo,conmiszapatitosdecharol,mipañueloqueescomounapelículadegasa,mislabiospintadosderojo ymis cejas finamente dibujadas a lápiz, avanzo hacia la victoria a lossonesdelabanda.

»Mira,inclusoaquíexhibenvestidos,perpetuamenteradiantes,bajotierra.Nisiquierapermitenquelatierrareposehúmedaycongusanos.Haysedasygasasiluminadas,encajasdevidrio,yropainterioradornadaconmillonesdepuntadas de hermoso encaje.Carmesí, verde, violeta, teñidas están de todosloscolores.Piensaencómotodoloorganizan,lohacenrodar,loplanchan,lotiñen, y haciendo volar las rocas forman túneles. Los ascensores suben ybajan;lostrenessedetienenysevuelvenaponerenmarchaconlaregularidaddelasolasdelmar.Estoesaloqueyomeadhiero.Pertenezcoaestemundo,sigosusbanderas.¿Cómopuedohuirenbuscadecobijo,cuandoesagenteestanmaravillosamenteaventurera,tanosada,tancuriosa-también-,yhastahayindividuos con la fortaleza suficiente para hacer un alto en sus trabajos ygarrapatear, con despreocupada mano, un chiste en la pared? Por esto meempolvarélacaraymepintaréloslabios.Ydibujaréunángulomásagudodelousual,altrazarconlápizlascejas.Subiréalasuperficie,eiréerecta,igualquelosdemás,porPiccadillyCircus.Conunclaroycortanteademánpedirétaxi, y el conductor expresará, mediante cierta inconcreta premura, que hacomprendido mi sefial. Sí, porque suscito vehemencia. Todavía percibo lasreverenciasdeloshombres,enlacalle,comolasilenciosainclinacióndelasespigascuandoelsoploligerodelvientolasagitaenrojo.

»Entaxiiréamicasa.Llenarélosjarronesconabundantes,lujosasyrarasflores que, formando grandes ramos, inclinarán la cabeza. Pondré un sillónaquí, y otro allá.Dejaré cigarrillos al alcance de lamano, vasos, y un libronuevo,aúnpor leer,conalegrescubiertas,porsivieneBernard,oNeville,oLouis. Pero quizá quien venga no sea Bernard, ni Louis, ni Neville, sinoalguiennuevo,alguiendesconocido,alguienconquienmehecruzadoenunaescalera,y,volviéndomeunpoco,alpasar, lehemurmurado:"Ven."Vendráesta tarde alguien a quien no conozco, alguien nuevo. Que el silenciosoejércitodelosmuertosdescienda.Yosigoadelante.»

«Ahorayanonecesitouncuarto»,dijoNeville,«niparedes,nifuegoenelhogar.Hedejadodeserjoven.Sinansia,pasoantelacasadeJinny,vsonríoalhombre joven que se arregla el nudo de la corbata, algo nervioso, ante lapuerta.Dejemosqueelpulidojovenoprimaeltimbre,dejemosqueencuentrea Jinny. Si la necesito, la encontraré; y si no la necesito, sigo adelante sindetenerme. Las antiguas fuerzas corrosivas han perdido su mordiente. Laenvidia, la intriga y la amargura hanquedado eliminadas.Y tambiénhemosperdidonuestragloria.Cuandoéramosjóvenes,nossentábamosencualquiersitio,endesnudosbancosdevestíbulosconcorrientesdeaire,cuyaspuertasbatían sin cesar.Nos revolcábamosmediodesnudos, comomuchachos en lacubierta de un buque rociándose unos a otros conmangueras.Ahora puedojurarquemegustaveralagente,unánime,incontableeindiscriminada,saliren torrente delmetro, al terminar la jornada de trabajo. He recogido yamicosecha.Mirosinpasión.

»A fin de cuentas, no somos responsables. No somos jueces. No hemossido destinados a torturar al prójimo conhierros y tornillos.Nohemos sidodestinados a subir a unpúlpito y dirigir a nuestros semejantes sermones, enpálidos atardeceres dominicales. Es mejor contemplar una rosa o leer aShakespeare, talcomoyo lo leoaquí,en laavenidaShaftesbury.Ahíestáelgracioso, ahí está el villano, ahí viene en un carruaje Cleopatra, ahí viene,ardiendo en su nave. Ahí están también las figuras de los condenados,hombres sin nariz, junto almuro policial, con llamas en los pies, aullando.Estoespoesía.Cadapersonajeinterpretasinunasoladeficienciasupapel,ycasi antes de que abra los labios sé lo que va a decir, y espero el divinomomento en que pronuncie la palabra que inexcusablemente tuvo queescribirse.Sidependieraúnicamentedelteatro,recorreríasincesarlaavenidaShaftesbury.

»Después, procedente de la calle, al entrar en una estancia, encuentro agentehablando,osinapenastomarselamolestiadehablar.Éldice,elladice,alguien dice, cosas que han sido dichas tan amenudo que, ahora, una solapalabrabastapara levantarungranpeso.Discusiones, risas,viejosagravios,caenporelaire,dándoledensidad.Cojounlibroyleomediapáginadealgo

quenomeimporta.Todavíanohanreparadoelcañodelatetera.Elniñobaila,ataviadoconropasdesumadre.

»Pero entonces Rhoda, o quizá Louis, un espíritu austero y angustiado,pasaysale.¿Quierenunatrama,verdad?¿Quierenrazones?Nolesbastaestaescena normal y corriente. No basta esperar que se diga algo, como siestuviera escrito: no basta ver cómo la frase pone su rastro de arcillaexactamenteenellugaradecuado,dandocarácter;nobastapercibirderepenteun grupo perfilado contra el cielo. Si desean violencia, diré que he vistomuerte,asesinatoysuicidio,todoenunasolaestancia.Entrauno,yunoseva.Alguien solloza en la escalera. He oído el sonido de hilos rotos y nudosanudándose, y las silenciosas puntadas en blanco cambray, una y otra vez,sobre las rodillasdeunamujer. ¿Porquépedir, comoLouis, razones,ohuircorriendo, comoRhoda, hasta una lejana arboleday apartar las hojas de loslaureles para ver si hay estatuas? Se dice que hay que volar con fuerza,desafiandolatormenta,conlafirmecreenciadequemásalládelaconfusiónbrillaelsol.Losrayosdelsolcaendesnudosenestanquesrodeadosdesauces.(Aquí, es noviembre; los pobres sostienen cajas de cerillas con dedosmordidospor el viento.)Sediceque allí encontraremos laverdad íntegra, yque la virtud, que aquí avanza arrastrándose por callejones sin salida, laposeeremosallíensuperfección.Rhodavolandonosrebasa,tiranteelcuelloyciegoslosfanáticosojos.Louis,ahoratanopulento,seacercaalaventanadesu buhardilla, entre los llagados tejados, y mira el lugar en que Rhoda hadesaparecido, pero Louis tiene el deber de sentarse en su oficina, entre lasmáquinas de escribir y el teléfono, y desentrañarlo todo, para nuestrainstrucción, nuestra regeneración, y también para la reforma de un mundononato.

»Peroahora,enestaestanciaenlaqueentrosinllamar,lascosassedicencomosihubieranyasidoescritas.Meacercoalaestanteríaconlibros.Casodeelegir,leerémediapáginadealgoquenomeimporta.Notengonecesidaddehablar.Peroescucho.Estoymaravillosamenteatento.Ciertamente,estepoemanosepuedeleersinesfuerzo.Lapáginaamenudoescorrupta,conmanchasdebarro,rasgadaypegadaconhojasmarchitas,conporcionesdeverbenaydegeranio.Paraleerestepoemaesprecisotenermiríadasdeojos,comounadeesaslámparasquegiranimpulsadasporlasraudasaguas,amedianoche,enelAtlántico,cuandoquizátansólounpuñadodealgasasomaalasuperficie,ode repente se separan las olas, y abriéndosepaso con los hombros surgeunmonstruo.Uno tiene la obligación de prescindir de antipatía y de celos, asícomo de no interrumpir. Uno ha de tener paciencia e infinito cuidado, ypermitirquetambiénsedifundanlossonidosleves,seanlosdelasdelicadaspatas de la araña sobre la hoja, sea el cloqueo del agua en una irrelevantetuberíadedesagüe.Nadadebemosrechazarconmanifestacionesdemiedouhorror.Elpoetaquehaescritoestapágina(laqueleomientraslagentehabla)

se ha retractado. No hay comas ni punto y comas. Los versos no tienen lalongitudquedeben.Engranparte, espura tontería.Unodebe serescéptico,pero prescindir de toda precaución, y, cuando la puerta se abre, aceptar sinreservas.Ytambiénalgunaqueotravez,unodebellorar,asícomolimpiarsinpiedad, blandiendo la afilada hoja, el hollín, la corteza y todo género deexcrecencias.Y de estamanera (mientras hablan) hundirmás ymás la red,tirarsuavementedeellaysacaralasuperficieloqueéstedijo,loqueéstadijo,yhacerpoesía.

»Ahoraheescuchado loquedicen.Ahora sehan ido.Estoy solo.Podríacontemplareternamenteelfuego,estefuegocomounacúpula,comoelfuegodeunhorno.Ahoraesteleñotomaelaspectodeunpatíbulo,odeunpozo,ode un valle feliz.Ahora es una serpiente enroscada, carmesí y con escamasblancas.Elfrutodelacortinahinchadoseofrecealpicodelloro.Crec,crec,crepita el fuego como crepitan los insectos en el corazón del bosque. Crec,crec,crepita,mientrasfueralasramasazotanelaire,yahoracomounabroncaexplosión de cañón cae derribado un árbol. Hay sonidos de la noche deLondres.Ydespuésoigoelúnicosonidoqueheesperado.Subeysubeyseacerca,dudayse-detieneantemipuerta.Grito:"¡Entra!¡Siéntateamilado!¡Siéntateenelbordedeunasilla!"Arrastradoporlaantiguaalucinación,grito:"¡Acércatemás,más!"»

«Regresodelaoficina,dijoLouis.«Cuelgoelabrigoaquí,dejoelbastónallí.Me gusta imaginar que Richelieu usaba un bastón parecido. Esta es lamaneraenquemedespojodemiautoridad.Mehesentadoaladerechadeundirector,anteunamesabarnizada.Losmapasdenuestrastriunfalesempresasnosdanfrente,colgadosenlapared.Connuestrosbuqueshemosenlazadolasdiversaspartesdelmundo,formandoasíuntodo.Elglobohaquedadounidopor nuestras líneas. Soy inmensamente respetable. Todas las señoritas de laoficina me saludan cuando entro. Puedo cenar donde quiera, y ahora, sindejarmellevarporlavanidad,puedoalentaresperanzasdeadquirirprontounacasa en Surrey, dos automóviles, un invernadero y cierta rara especie demelón.Pero aúnvuelvo, aún regreso, ami buhardilla, cuelgo el sombreroyreanudoensoledadesecurioso intentoqueheefectuadodesdeeldíaenquebajé el puño para golpear con los nudillos la rugosa puerta de roble demiprofesor.Abrounlibritoyleounpoema.Unpoemabasta…

Oh,vientooccidental…

Oh, viento occidental, mal te compadeces conmimesa de caoba ymisbotines,ytambién,todohayquedecirlo,conlavulgaridaddemiamante,esaactrizdetresalcuartoquejamáshaconseguidopronunciarcorrectamenteelinglés…

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás…?

Rhoda, con su inmensa abstracción, con sus ciegos ojos del color de lacarne del caracol, no te destruye, viento occidental, tanto si llega amedianoche,cuandolasestrellasfulguran,comosivieneenlamásprosaicadelashoras,elmediodía.Enpie juntoa laventana,contemplalaschimeneasylasventanasconloscristalesrotosdelasgentespobres…

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás…?

»Mi tarea,mi carga, ha sido siempremás onerosa que la de los demás.Sobreloshombrosllevounapirámide.Meheesforzadoenrealizaruntrabajode coloso. He dirigido un violento, indisciplinado y brutal equipo. Con miacento australiano, he frecuentado casas de comidas y he intentado que losoficinistasmeacepten,sinolvidarjamásmissolemnesyseverasconvicciones,asícomo todas lasdiscrepanciase incoherenciasqueespreciso resolver.Demuchacho, soñaba en el Nilo y me resistía a despertar, sin embargo supegolpearconelpuñolapuertaderoble.Másfelizhubierasidodehabernacidosindestino,comoSusan,comoPercival,aquientantoadmiro.

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás

paraquelalluviamenudacaiga?

»La vida ha sido un terrible avatar paramí. Soy comoun vasto niño deteta,comounabocaglotona,adhesiva,insaciable.Heintentadoarrancardelacarnevivalapiedraquellevaalojadaensucentro.Pocafelicidadnaturalheconocido,peseaqueelegíadredeunaamanteque,consubarriobajeroacentolondinense, me hiciera sentirme a mis anchas. Pero esta amante sólo haservidoparadejarelsuelodemicasasembradodesuciasprendasinteriores,yahora la mujer de la limpieza y los mozos de recados de las tiendas memencionandocenasdevecesaldía,burlándosedemiairepulidoyexigente.

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás

paraquelalluviamenudacaiga?

»¿Cuálha sidomidestino, cuálha sidoestapuntiagudapirámidequehaoprimidomiscostillaresduranteestosaños?HasidorecordarelNiloya'lasmujeres con cántaros en la cabeza; ha sido sentirme unido y desligado, almismo tiempo, de los largos veranos y los largos inviernos que han hechocrecerlasespigasvhanheladolosríos.Nosoyunserúnicovtransitorio.Mivida no es una perecedera v brillante chispa, como la que destella en lasuperficie del diamante. Avanzo tortuoso bajo tierra, como si un carcelerofueradeceldaencelda,conunfanalenlamano.Midestinohasidorecordar,saberquedeboformarunsolotejido,saberquedebounirenunsolocablelosmúltiples hilos, los hilos delgados, los hilos gruesos, los rotos, losimperecederos,denuestralargahistoria,denuestrodíatumultuosoyvariado.Siemprehayalgomásquedebesercomprendido;otradiscordanciaquehade

ser escuchada; una nueva falsedad a castigar. Quebrados y sucios de hollínestánestostejadosconlascogullasdesuschimeneas,sustejasdesprendidas,sussinuososgatos, lasventanasdesusbuhardillas.Desbrozomicaminoporentrecristalesrotos,suelosllagados,ysóloveorostrosvilesyhambrientos.

»Supongamosque todolosometoa larazón,unpoemaenunapágina,yluegomuero.Enestecaso,osaseguroquenoseráinvoluntariamente.Percivalmurió.Rhodamedejó.Peroyoviviréparaconvertirmeenunseresbelto,secoymarchito,yavanzar,muyrespetado,conmibastóndepuñodeoro,porlospavimentos de la ciudad. Quizá nuncamuera, quizá nunca alcance siquieraestacontinuidadypermanencia…

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás

paraquelalluviamenudacaiga?

»ConverdeshojasflorecíaPercival,yfueabatidosobrelatierra,contodassusramassuspirandoaúnalvientoveraniego.Rhoda,conquienyocompartíaelsilenciomientraslosdemáshablaban.Rhoda,queserezagabayseapartabacuandoelrebañosereuníaygalopaba,ordenadosyrelucientesloslomos,porlos ricos pastos, ha desaparecido como el ardor del desierto. Cuando el solproduce ampollas en los tejados de la ciudad, pienso enRhoda; cuando lashojassecascaen,cuandolosviejoslleganconpuntiagudosbastonesypinchanpapelitoscomonosotrospinchábamosaRhoda…

Oh,vientooccidental,¿cuándosoplarás

paraquelalluviamenudacaiga?

¡Quisierateneramiamorenmisbrazos

yenmicamaestarotravez!

»Ahoravuelvoamilibro,vuelvoamiintento.»

«¡Oh,vida,cuántotehetemido!»,dijoRhoda.¡Oh,sereshumanos,cuántoos he odiado! ¡Cuánto habéis molestado, cuánto habéis interrumpido, quérepugnanteshabéisparecidoenOxfordStreet,quémíseros,sentadoslosunosfrente a los otros,mirando, en elmetro! Ahora,mientras asciendo por estamontaña, desde cuya cumbre veré África, grabados en mi mente llevopaquetes envueltos en papel pardo y vuestros rostros. He sido manchada ycorrompidaporvosotros.¡Yquémaloléis,cuándohacéiscolaenlacallepara-comprar entradas! Iban todos vestidos en indeterminados matices grises ycastaños,ynisiquierahabíaunaplumaazulprendidaaunsombrero.Niunoteníaelvalordeserunacosaenvezdeserotra.¡Cuántadisolucióndelalmaexigís sólo para poder vivir durante un día, cuántas mentiras, cuántasreverencias,cuántapalabreríafluida,cuántosrocesycuántoservilismo!¡Mehabéisencadenadoaunpunto,unahora,unasilla,yoshabéissentadodelante!

.¡Mehabéisarrancadolosblancosespaciosquemedianentrehorayhora,conellos habéis formado sucias píldoras y las habéis arrojado a la papelera convuestrasgrasientazarpas!Yestosespacioseranmivida.

»Perocedí.Sonrisasdeburlaybostezosquedabancubiertospormimano.Nosalíalacalleyrompíunabotellaenelsuelo,paraasímanifestarmirabia.Trémulade ardor, fingíano sorprenderme.Hacía loquevosotroshacíais.SiSusan y Jinny se ponían las medias así, también yo me las ponía así. Tanterrible era la vida queyo iba saltandode sombra en sombra.Contempla lavida a través de esto, contempla la vida a través de aquello; deja que hayahojasderosal,dejaquehayahojasdeparra,yyocubrílacalleentera,OxfordStreet,PiccadillyCircus,conelllamearyeltremordemimente,conhojasdeparras y hojas de rosal. También había cajas, puestas en pie en el pasillo,cuando la escuela terminó. Furtivamente me acercaba a ellas para leer lasetiquetas,ysoñarennombresyenrostros.Harrogatequizá,Edimburgoquizá,estabacubiertodeáureagloria,enellugarenqueunamuchacha,cuyonombreolvidé, permanecía erecta sobre el pavimento. Pero sólo era el nombre.Abandoné a Louis. Temía, yo, los abrazos. Con lanas, con vestiduras, heintentado cubrir la hoja azulnegra. Imploraba que el día se convirtiera ennoche. He deseado ver cómo el aparador vacila, sentir cómo la cama seablanda, flotar suspendida, percibir árboles alargados, rostros alargados, unverde margen en tierras pantanosas y dos figuras desdichadas diciéndoseadiós.Lancépalabraalaire,enunabanicoparecidoalqueelsembradorlanzasobreloscamposarados,cuandolatierraestádesnuda.Siempredeseabaquelanochesealargara,parallenarlamásymásdesueños.

»Entonces,enunauditorio,apartélasramasdelamúsicayporentreellasvilacasaquehemosconstruido.Elrectánguloreposabasobreelrombo."Lacasaquetodolocontiene",dije luchandoconloshombrosdelagenteenunautobús, después de la muerte de Percival. Sin embargo, fui a Greenwich.Mientraspaseabaporlosmuelles,pedípodertronarparasiemprealbordedelmundoenquenohayvegetación,sino tansólo,aquíyallá,unacolumnademármol.Arrojéelramoalaolaqueavanzaba.Dije:"Consúmeme,llévameal-máslejanolímite."Laolahaestallado:elramoestámarchito.AhorararavezpiensoenPercival.

»Ahoraasciendoporestamontañaespañola.Ysupondréqueloslomosdeestamula sonmi cama, y que en ella yazgo agónica. Sólo hay una delgadasábana, ahora, entre mi ser y las infinitas profundidades. Bajo mi peso, seablandan los bultos del colchón. Ascendemos a trompicones, avanzamos atrompicones.Misendahaascendidoyascendidohaciaunárbolsolitario,juntoauna charca, en la cumbre.Hepartido las aguasde labelleza, al atardecer,cuandolascolinassecierrancomolasalasdelospájarossepliegan.Aveces,hecogidounclavelrojoybriznasdeheno.Solamehehundidoenelcésped,

hetocadounviejohuesoyhepensado:Cuandoelvientoseinclineparabarrerestaaltura,quizánoencuentremásqueunpuñadodepolvo.

»Lamula avanzav avanza a trompicones.Elpicode lamontaña se alzacomoniebla,perodesdelacumbreveréÁfrica.Ahoralacamacedebajomicuerpo.Lassábanasmoteadasdeamarillosorificiosmedejancaer.Labuenamujer con rostro de caballo blanco, a los pies de la cama, efectúa unmovimiento de despedida y da media vuelta, dispuesta a irse. ¿Quién meacompañaentonces?Sólolasflores.Lasreuníenunflojohaz,forméconellasuna corona y las di… ¡Oh! ¿A quién? Ahora nos arrojamos al precipicio.Debajo están las luces de la flota sardinera. El acantilado se desvanece.Pequeñas y grises, innumerables, se mueven y extienden bajo nosotros lasolas. Nada toco. Nada veo. Podemos hundirnos en un descenso y posarnossobrelasolas.Elmarsonarácomountamborenmisoídos.Lasaguasdelmaroscurecerán los blancos pétalos. Flotarán durante un instante y se hundirán.Mebalancearánsobrelasolasymeempujaránalfondo.Todocaeentremendochubasco,disolviéndome.

»Sinembargo,esteárboltieneramasespinosas.Estoesladuralíneadelatechumbredeunacasitadecampo.Estas formasdehoja,pintadasen rojoyamarillo,sonrostros.Pongolaplantadelpieenelsuelo,doyundelicadopaso,yconlapalmadelamanooprimoladurapuertadeunaposadaespañola.»

**

El sol sehundía.Ladurapiedradel día estaba resquebrajaday la luz secolaba por las grietas. Rayos rojos y dorados, como rápidas flechas conplumas de tinieblas, traspasaban las olas. Sin orden ni concierto, vagabandestellantesrayosdeluz,comoseñalesemitidasporislashundidas,odardosdisparadosporentrematasdelaurelpormuchachosrientesydesvergonzados.Perolasolas,alacercarsealaplaya,estabanprivadasdeluz,ycaíanenlargapercusión,comounmuroalderrumbarse,unmurodepiedrasgrisesenelqueniunarayadeluzhabíaperforadounorificio.

Se alzó cierta brisa. Un estremecimiento recorrió las hojas. Asíestremecidas, perdieron su parda densidad y pasaron a ser grises o blancas,mientras el árbol movía su masa, Parpadeaba y perdía su abovedadauniformidad.Elhalcónposadoenlamásaltaramaabrióycerrólospárpados,sealzó,volóyflotandoenelairesefuemuylejos.Lasilvestreavefríagritabaenlastierraspantanosas,evadiéndose,trazandocírculos,ygritandomásymáslejos en su soledad. El humo de los trenes y de las chimeneas crecía y sedesgarraba y se convertía en parte del lanudodosel que cubría elmar y loscampos.

Ahora ya habían sido segadas las espigas. Ahora de sus ondulaciones yvaivenessóloquedabauncortoyrígidovello.Despacio,unagranlechuzase

descolgódelolmo,ysebalanceóysealzóenelaire,comoatadaaunhiloquesubiera v bajara, hasta llegar a lo alto del cedro. En las colinas las lentassombras se ensanchaban y se encogían al pasar. La charca en las tierraspantanosasvaríavacía.Nohabíaallílanudacabezaquemirasenipezuñaquechapoteara,nicálidohocicoquesehundieraenelagua.Unpájaro,posadoenunaramacenicienta,alzó lacabezavbebióunsorbodeagua fría.Nohabíasonidosdecosechanisonidosderuedas,sinosóloelsúbitorugidodelvientodejando que sus velas se hincharan y barriendo las puntas del césped. Unhueso reposaba, desgastado por la lluvia y requemado por el sol, relucientecomounaramapulidaporelmar.Elárbolquehabíaardidoconelrojocolordel zorro en primavera y en la plenitud del verano, que ofrecía obedienteshojasalvientodelsur,eraahoranegro,negroypeladocomoelhierro.

La tierra estaba tan lejos que va no se podían ver, brillantes tejados ydestellantes ventanas. El tremendo peso de la tierra ensombrecida habíaabsorbido estos frágiles grilletes de la cadena, estos estorbos quebradizoscomo cáscara de caracol.Ahora sólo había la líquida sombra de la nube, elrepiqueteodelalluvia,unrayodesolcomoundardo,olabruscasacudidadelatormenta.Comoobeliscos,árbolessolitariosmarcabanlascolinas.

Elsoldelatardecer,disminuidalaintensidaddesufuego,perdidoelardor,dabasuavidadalassillasyalasmesas,eincrustabaenellasromboscastañosy amarillos. Reseguidos de sombras, sus perfiles parecía que hubieranadquiridomáspeso,comosielcolor,inclinándose,sehubieratrasladadoaunlado.Había un cuchillo, un tenedor y un vaso, pero estaba todo hinchado yalargado, con aspecto portentoso. Rodeado de un círculo dorado, el espejomanteníalaescenainmóvil,comosiensuojofueraeterna.

Entretanto,lassombrassealargabanenlaplaya,laoscuridadsehacíamásprofunda.Lasrocasperdieronsudureza.Elaguaalrededorde laviejabarcaera negra, como si contuviera unamasa demejillones. La espuma se habíatornadolívida,ydejabaaquíyalláunblancoresplandorperladosobrelaarenaneblinosa.

«Hampton Court», dijo Bernard. «Hampton Court. Este es el lugar delencuentro. Contempla las rojas chimeneas, las cuadradas estructuras deHamptonCourt.Eltonodemivoz,aldecir"HamptonCourt"demuestraquesoy un hombre de media edad. Hace diez, quince años, hubiera dicho"¿Hampton Court?" con interrogantes, como diciendo: "¿Cómo será?""¿Habrálagos,habráespesuras?"Oconexpectación:"¿Quémeocurrirá,allí?""¿Aquiénencontraré?"AhoraHamptonCourt-HamptonCourt-,laspalabrasgolpean un gong en el espacio que yo, con tanto trabajo, he despejadomediantemediadocenade llamadas telefónicasy tarjetaspostales, suenanyresuenan sonoras y graves, y aparecen imágenes, atardeceres de verano,barcas, ancianas señoras subiéndose un poco la falda, una urna en invierno,

narcisosenmarzo,todoloanteriorasciendealasuperficiedelasaguasque,profundas,seencuentranentodaslasescenas.

»Ahí,enlapuertadelaposada,lugardenuestroencuentro,aguardanyaenpieSusan,Louis,Rhoda,JinnyyNeville.Hanvenidojuntos.Enuninstante,tanprontomehayaunidoaellos,seformaráotradisposición,otraestructura.Cuanto ahora se desperdicia, en profusa formación de escenas, será fijado,adquiriráasiento.Meresistoaello.Apenasmeencuentroacincuentayardasde distancia y ya siento que el orden de mi ser comienza a alterarse. Laatraccióndelimándesutratocomienzaaejercersusefectosenmí.Meacercomás.Nomeven.AhoraRhodameve,perofinge,impulsadaporsumiedoalaconmoción de los encuentros, que no me reconoce. Ahora Neville vuelvehaciamílacabeza.Bruscamente,levantólamano,saludandoaNevilleygrito:"¡También yo he prensado flores entre las páginas de los sonetos deShakespeare!", y quedo muy agitado. Mi barquita cabecea y se balanceainsegura al impulso de las bajas olas de un mar picado. No hay antídoto(séamepermitidoadvertirlo)contralaconmocióndelosencuentros.

»Y también es incómodo entrar en relación con siluetas de bordesmellados, bordes en carne viva. Poco a poco, mientras a paso lento,arrastrandolospies,deteniéndonos,entramosenlaposadaynosquitamoslosabrigos y los sombreros, el encuentro comienza a ser agradable. Ahoraentramos en el alargado y desnudo comedor desde cuyas ventanas se ve unparque, un espacio verde todavía fantásticamente iluminado por el solponiente,queponebarrasdeoroporentrelosárboles.Yaquínossentamos.»

«Ahora,sentadoselunoalladodelotro»,dijoNeville,«alrededordeestaestrechamesa, antes de que la primera emoción se haya desvanecido, ¿quésentimos? Con honradez, con franqueza, abiertamente, como corresponde aviejos amigos que se ` han reunido con dificultades, ¿qué sentimos alreunirnos?Dolor.Lapuertanoseabrirá.Yélnoentrará.Llevamosunacarga.Porserya,ahora,demediaedad,llevamosunacarga.Quitémonosdeencimanuestracarga.¿Quéhabéishechoconvuestravida,preguntamos?¿Yyoconlamía?¿Ytú,Bernard?¿Ytú,Susan?¿Ytú,Jinny?¿Ytú,Rhoda?¿Ytú,Louis?Laslistashansidoclavadasenlaspuertas.Antesdepartirestospanecillosyde servirnos pescado y ensalada meto la mano en mi bolsillo íntimo yencuentro mis credenciales, lo que llevo conmigo para demostrar misuperioridad.Heaprobado.Llevoenmiíntimoyparticularbolsillolospapelesque lo demuestran. Pero tus ojos, Susan, rebosantes de nabos y campos decereal,meinquietan.Estospapelesquellevoenmiíntimobolsillo-elclamordemostrativo de que he aprobado- producen un leve sonido parecido al queproduce el hombre que bate palmas en un campo vacío para espantar a lascornejas. Ahora el leve sonido ha muerto bajo la mirada de Susan (lareverberación y los palmoteos por mí producidos), y sólo oigo el viento

barriendo la tierra arada, y el canto de un pájaro, quizá una alondraembriagada.¿Mehaoídoelcamarero,omehanoídoestasfurtivasyeternasparejas, ya inertes, ya irguiéndose ymirando los árboles que aún no son lobastante oscuros para cobijar sus postrados cuerpos? No. El sonido de laspalmashafracasado.

»¿Quéqueda,sinopuedosacarmispapelesyconvenceros,graciasamiscredenciales,dequeheaprobado?QuedaloqueSusanrevelaconelácidodesus ojos verdes, de sus ojos cristalinos y en forma de pera. Siempre hayalguien, cuando nos reunimos y los bordes del encuentro son aún cortantes,queseniegaasumergirse,alguien,enconsecuencia,cuyaidentidadunodeseaobligar a agazaparse ante la propia. Para mí, ahora, este alguien es Susan.HabloparaimpresionaraSusan.Préstameatención,Susan.

»Cuandoalguienentra,enlahoradeldesayuno,inclusolafrutabordadaenmis cortinas se hincha para que los loros puedan picotearla; o uno puedaarrancarla, cogiéndola entre índice y pulgar. La ligera y desnatada leche deprimera hora de la mañana se torna opalina, azul y rosada. A esta hora, tumarido -el hombre que se golpea las polainas e indica con el látigo la vacaestéril-gruñe.Túnadadices.Túnadaves.Lacostumbreciegatusojos.Aestahora, tu relación esmuda, de color de sombra e inoperante. Lamía, a estahora, es cálida y varia. Para mí no hay repeticiones. Cada nuevo día espeligroso. Suaves en la superficie, somos todo hueso, por dentro, comoserpientesenroscadas.SupongamosqueleemosTheTimes;supongamosquediscutimos.Esunaexperiencia.Supongamosqueesinvierno.Lanievesobreeltecholoacercaanuestracabezayquedamostodosencerradosenunacuevaroja.Lastuberíashanestallado.Ponemosunabañeraamarilla,dehojalata,enel centro de la estancia. Corremos en busca de recipientes. Fíjate, se hareventadodenuevosobre los libros.Gritamosyreímosacarcajadas,ante lavisión de la ruina. Que la solidez quede destruida. Prescindamos de lasposesiones.¿Oacasoesverano?Podemosirdespaciohastalaorilladellago,yvercómogansoschinosseacercanpatosos,planoslospies,alagua,overunaiglesiaciudadana,conaspectodehabersidoconstruidaconhuesos,yjóveneshojas verdes temblando ante ella. (Elijo al azar; elijo lomás patente.)Cadavisiónesunarabescotrazadodeprisaparailustrarlasmaravillasysorpresasde la intimidad. La nieve, la tubería reventada, la bañera de hojalata, losgansoschinos,sonsignosquesebalanceanenloaltoyenlosque,recordando,leolascaracterísticasdecadaamo,yveocuándiferentesfuerontodos.

»Entretanto tú -yconstequequieroatenuar tuhostilidad, tusverdesojosfijosenmí,tudescuidadovestir,tusbastasmanosylosrestantesemblemasdetumaternalesplendor-hasestadopegadacomounalapaalamismaroca.Sinembargo,escierto,noquierocausartedaño.Sóloquiero refrescary reforzarmifeenmímismo,quehavaciladoenelmomentodetuaparición.Yanoes

posiblecambiar.Estamoscomprometidos.Antes,cuandonosreunimosenunrestaurante de Londres, con Percival, todo vacilaba y temblaba. Podíamosllegar a ser cualquier cosa.Ahora hemos elegido ya, aunque a veces pareceque otros hayan elegido por nosotros; unas tenazas nos cogieron por laespalda,entreloshombros.Yoelegí.Cogílavida,noporelexterior,sinoporlaparteinterna,porlafibracruda,blancaysinprotección.Estoyobnubiladoyheridopor la improntadementesy rostrosydecosas tan sutilesque tienenolor, color, textura y sustancia, pero carecen de nombre. Para ti soy sólo"Neville" y ves los estrechos límites demi vida y la barrera que no puederebasar.Peroparamísoyinconmensurable,soyunaredcuyoshilospasansinqueseveaporelinteriordelmundo.Miredcasinosepuededistinguirdeloque envuelve. Levanta ballenas, inmensos leviatanes y blancas medusas,apresa lo amorfo y lomóvil.Aprehendo, percibo.Bajomis ojos se abre unlibro. Veo el fondo, el corazón, las profundidades. Sé cómo los amorestemblandoseconviertenenfuego.Séqueloscelosdisparanverdesrayosaquíyallá.Sé la intrincadamaneraenqueelamorseentrecruzaconelamor;elamorformanudos;elamorlosrompebrutalmente.Hesidoanudado.Hesidoroto.

»Peroenciertomomentohubootragloria,cuandomirábamoslapuerta,enesperadequeseabrierayentraraPercival,cuandonostumbábamoslibresenelbordedeundurobanco,enunvestíbulopúblico.»

«Habíaelbosquedehayas»,dijoSusan,«Elvedonylasdoradassaetasdelreloj destellando entre los árboles. Las palomas abrieron las hojas. Lascambianteslucesmóvilesmerecorrieron.Yhuyeron.Fíjate,Neville,aquiennodoyimportanciaparapoderyoseryo,enmimanosobrelamesa.Fíjateenlos matices de saludable color aquí, en los nudillos, aquí en la palma. Micuerpohasidousadoadiario,correctamente,comounaherramientamanejadaporunbuenartesano,yentodassuspartes.Lahojaeslimpia,cortante,yestágastada en la parte central. (Luchamos como bestias en el campo, comociervosentrechocandosuscuernos.)Vistasatravésdetupálidayflojacarne,inclusolasmanzanasylosmontonesdefrutahandetenerelaspectodeestarcubiertos de una película, como si se encontraran debajo de un vidrio.Hundidoenunsillón,encompañíadeunapersona,deunasolapersona,perodeunapersonaque cambia, sólovesunapulgadade carne, susnervios, susfibrasyellentoorápidofluirdelasangreenella,peronovesnadaporentero.Túnovesunacasaenunjardín,uncaballoenelcampo,unaciudadtendidaenelpaisaje,no,porqueteencorvascomounaviejaqueesfuerzalavistaparavercómozurce.Peroyohevistolavidaformandobloques,sólidaygrande,sustorresysusalmenas,susfábricasysusgasómetros,unlugarenelquevivir,hechodesde tiempo inmemorial, con formashereditarias.Estascosas siguensiendocuadradas,prominenteseindisolublesenmimente.Nosoysinuosanisuave.Estoysentadaentrevosotros,limandovuestrablanduraconmidureza,

paralizando el aleteo de las palabras, como el vibrar del ala gris plata de lapolilla,conelverdechispeardemispupilasclaras.

»Ahora ya hemos entrechocado las cornamentas. Era un preludionecesario,elsaludoentreviejosamigos.»

«Hadesaparecidoeloroentrelosárboles»,dijoRhoda,«ydetráshayunaextensiónverde,alargadacomolahojadeuncuchillovistoensueños,ounaislaahusadaa laquenadie llega.Ahoralosautomóvilescomienzanaguiñarlosojosyalanzardestellos,alacercarseporlaavenida.Ahoralosenamoradospueden ir en busca de las sombras. Las parejas de enamorados hinchan lostroncosdelosárboles,dándolesobscenidad.»

«Tiempo hubo en que la cosas eran diferentes», dijo Bernard. «Tiempohubo en que podíamos romper la corriente, si nos daba la gana. ¿Cuántasllamadas telefónicas, cuántas tarjetas postales, son ahora necesarias parataladrar este orificio, a cuyo través nos hemos reunido aquí, en HamptonCourt?¡Quéraudavalavidadeeneroadiciembre!Vivimosarrastradosporeltorrente de esas cosas que han llegado a sernos tan familiares que ya noproyectansombra;noestablecemoscomparaciones;apenaspensamosenyooen tú; y en esta inconsciencia alcanzamos la máxima libertad que cabealcanzar con respecto a la fricción, y apartamos los hierbajos que tapan lasbocasdeloscanalessumergidos.Tenemosquesaltarcomopeces,muyaltoenelaire,paracogereltrenquesaledeWaterloo.Ypormuyaltoquesaltemosvolvemosacaerenlacorriente.AhorayanoembarcaréparairalasislasdelosMaresdelSur.UnviajeaRomaesmilímite,enmateriadeviales.Tengohijos e hilas. Estoy inmovilizado en el lugar que me corresponde, en elrompecabezas.

«Pero es únicamente mi cuerpo -este hombre entrado en años al quellamáisBernard- loquehaquedado irrevocablemente fijado,oalmenosesodeseocreer.Piensoconmásdesinterésdeloqueeracapazenmijuventud,yhe de hurgar furiosamente, como un niño en un pastel con sorpresa, paradescubrirmiyo."Fíjate,¿quéeseso?¿Yesto?¿Seráestounbuenregalo?¿Esesto todo?", etcétera. Ahora ya sé lo que los paquetes contienen y no meimportademasiado.Lanzomispensamientosalairecomoelsembradorlanzasemillasenformadeabanico,paraquecaiganporelairepurpúreodelocasoenunatierraarada,relucienteysimétrica,estéril...

»Una frase. Una frase imperfecta. ¿Y qué son las frases? Poco me handado para poner sobre lamesa, como no sea lamano de Susan, poco parasacar del bolsillo, cuando Neville extrae sus credenciales. No soy unaautoridadenmateriade leyes,demedicinaode finanzas.Estoyenvueltoenfrasesquesoncomopajahúmeda.Brillofosforescente.Y,cuandohablo,cadauno de vosotros piensa: "Estoy iluminado, resplandezco." Los chicos

pequeñossolíandecirse:"Estaesbuena,éstaesbuena",amedidaque,comoburbujas,demis labios ibansaliendolasfrases,bajolascopasdelosolmos,junto al campo de juego. También ellos se desvanecieron como burbujas,escaparon conmis frases. Ahora languidezco en soledad. La soledad esmiazote.

»Paso de casa en casa, como los frailes medievales que engañaban aesposasydoncellasconabaloriosybaladas.Soyunviajero,unbuhonero,quepagalaposadaconunabalada.Soyuninvitadopocoexigente,quesecontentafácilmente.Amenudoaceptoelmejordormitorio,decamacondosel.Otrasvecesduermoenelpajar.Nomemolestanlaspulgasytampocomequejodelassedas.Soymuytolerante.Nosoymoralista.Tengoconcienciademasiadoclarade labrevedadde lavidaydesus tentaciones,paradedicarmea trazarlíneasrojas.Sinembargo,tampocosoytanpocoexigentecomocreéisajuzgar-porquemejuzgáis,desdeluegopormifacilidaddepalabra.Escondidaenlamanga, llevounapequeñadagadedesprecioyseveridad.Perosemeaplacafácilmente. Hilo historias. Construyo juguetes con cualquier cosa. Unamuchachaestásentadaantelapuertadeunacabaña.Lamuchachaespera.¿Aquiénespera?¿Seducidaonoseducida?Eldirectordeestudiosdelaescuelaveunorificioenlaalfombra.Suspira.Suesposa,pasándoselosdedosporlacabellera,aúnabundante,reflexiona.Etcétera,etcétera.Olasdemanos,dudasenesquinascallejeras,alguienarrojaunacolillaalarroyo.Todosonhistorias.Pero¿cuáleslaverdaderahistoria?Nolosé.Deahíqueconservemisfrasescolgadas,comoropasenelarmario,enesperadequealguienselasponga.Yasíespero,especulo,anotoestafrase,luegoesaotraynomeidentificoconlavida. Seré apartado como se aparta del girasol a la abeja. Mi filosofía,acumulándose,hinchándosemásymás,sedesparramacomoelmercurio,enmildireccionesalmismotiempo.Sinembargo,Louis,alocadaperoseveralamirada,ensubuhardilla,ensuoficina,ha llegadoadefinitivasconclusionesacercadelaverdaderanaturalezadeloquehayquesaber.»

«Rompe»,dijoLouis,«elhiloqueintentohilar.Turisalorompe,lorompetuindiferenciaytambiéntubelleza.Jinnyrompióelhilocuandomebesóeneljardín,haceaños.Losmuchachosfanfarronesseburlabandemíenlaescuela,pormiacentoaustraliano,yrompíanelhilo."Esteeselsignificado",digo.Yentoncesundolormesobresalta.Es-lavanidad."Escucha",digo,"alruiseñorquecantaentreelpateardepies,lasconquistasylasemigraciones;cree…“Y,enestemomentomedesgarran.Porentrecerámicarotayastillasdevidrio,meabrocamino.Caendiferenteslucesquetransformanalleopardocomúnenunsermanchado y extraño. Estemomento de reconciliación, estemomento enqueestamosreunidos,estemomentodelatardecer,consuvinoysustrémulashojas, y la juventud acercándose procedente del río, con trajes de franela,almohadones bajo el brazo, está para mí entenebrecido por las sombras demazmorras y torturas e infamias del hombre contra el hombre. Tan

imperfectos son mis sentidos que jamás borran con la púrpura las gravesacusacionesquemirazónacumulacontranosotros,inclusomientrasestamosaquí sentados. Cuál es la solución,me pregunto amímismo y pregunto alpuente. ¿Cómo puedo reducir estas deslumbrantes apariciones que ante mídanzanaunalíneacapazdeunirlotodoformandounaunidad?Estoesloquemedito, mientras vosotros observáis maliciosos mis labios firmementecerrados,mis'hundidasmejillasymiinvariableceño.

»Pero os ruego que observéis también mi bastón y mi' chaleco. Heheredadounamesaescritoriodemacizacaobaenunaestanciaconmapasenlasparedes.Nuestrosbuqueshanconquistadoenvidiablereputación,graciasasus cabinas repletas de lujos. Suministramos piscinas y gimnasios. Ahoragastochalecoblancoyconsultounalibretitaantesdeconcederunaentrevista.

»Este es el astuto e irónico modo en que tengo esperanzas de apartarvuestraatencióndemitemblorosa,tierna,infinitamentejovenydesamparadaalma. Sí, porque siempre soy el más joven, el que con más ingenuidad sesorprende, el que corriendo se adelanta, con aprensión y comprensión conincomodidad y temor al ridículo, con el fin de poner remedio a posiblesimperfecciones,cualuntizneenlanarizounbotóndesabrochado.Todaslashumillacionesmeinfligensufrimientos.Sinembargo,tambiénsoyimplacable,marmóreo.Nocomprendocómopodéisdecirqueesunagransuerteelhabervivido.Vuestras nimias diversiones, vuestros infantiles entusiasmos, cuandohierve el agua de la tetera, cuando la suave brisa agita el pañuelo de sedamoteadade Jinnyy lohace flotarenelairecomouna telaraña, sonparamícomoflámulasdesedaagitadasante lavistadel torobravo.Oscondenoporello.Sinembargo,micorazónansíavuestrapresencia.Convosotroscruzaríalosfuegosdelamuerte.Perotambiénesciertoquesoymásfelizensoledad.Gozoconellujodelosatavíosdeoroypúrpura.Peroprefierounpaisajedechimeneas;vergatosque se frotar el esquelético costadocontra las llagadaschimeneas;lasventanasdecristalesrotos;yelroncoclamordelascampanasenelcampanariodeunaiglesiadeladrillos.»

«Veo lo que tengo antemí», dijo Jinny. «Este pañuelo, estos lunares delcolordelvino.Estevaso.Estefrascodemostaza.Estaflor.Megustaloquesetoca,loquesesaborea.Megustalalluviacuandosehaconvertidoennieveyse puede tocar.Y por ser temeraria,muchomás valerosa que cualquiera devosotros, no atempero mi belleza con la tacañería, no sea que ésta mechamusque.Melatragoentera.Estáhechadecarne,estáhechademateria.Miimaginación es la imaginación del cuerpo. Sus visiones no están hiladasfinamente,nitienenlablancuradelapureza,comolasdeLouis.Nomegustantus esqueléticos gatos ni tus chimeneas llagadas. Las tristes bellezas de tustejadosme repelen.Hombresymujeres enuniforme, conpelucasy túnicas,sombreros hongo y camisas de tenis con el cuello bellamente abierto, la

infinita variedad de los vestidos femeninos (me fijo en todos),me deleitan.Conellososcilo, entroy salgo, entroy salgoen salones, aquí, allí, en todaspartes,conellososciloallídondevoy.Estehombre levanta lapezuñadeuncaballo.Estehombresacaymete lascajitasdesucolecciónprivada.Nuncaestoy sola.Un regimiento de semejantesme acompañay atiende.Mimadreseguramentesiguióelbatirdelostambores,ymipadreelmar.Soycomoelperro que trota siguiendo la banda del regimiento, pero que se detiene paraolisquearel troncodeunárbolounamanchadecolorcastaño,yde repentecruzacorriendolacalleparairalencuentrodeuncanvagabundoysinraza,yentonceslevantalapata,mientrasolfateaelconturbadoraromaqueexhalalacarnicería.Misasuntosmehanllevadoaextrañoslugares.Hombres,muchos,sehandespegadode laparedy sehan acercado amí.Para conseguirlo,mebasta con alzar lamano. Rectos como una flecha, se han acercado al lugardebido,quizáunasilla,quizáunbalcón,quizáunatiendaenunaesquina.Lostormentosylasdivisionesdevuestravidahansidoresueltospormínochetrasnoche, a veces solamente mediante el tacto con un dedo, bajo el mantel,durantelacena,ytanfluidohallegadoasermicuerpoquebastaeltactodeldedoparaqueseconviertaenunaredondeadagotaquecrece,tiembla,destellaycaeenunéxtasis.

»He permanecido sentada ante un espejo, mientras vosotros escribíais osumabaisnúmerosenunamesaescritorio.Y,anteelespejo,enel templodemi-dormitorio,hejuzgadominarizymimentón,asícomomislabiosqueseabrendemasiadoymuestrandemasiadolasencías.Hemirado.Headvertido.Heelegidoelamarillooelblanco,elbrillooelmate,lacurvaolarecta,quemejorme sientan.Parauno soyvolátil, paraotro soy rígida, angulosacomounaplateadaporcióndehielo,ovoluptuosacomoladoradallamadeunavela.He corrido violentamente, hasta llegar a mi último límite, como un látigochasqueado con fuerza. La pechera de su camisa, ahí, en el rincón, ha sidoblanca; luego purpúrea; humo y llamas nos han envuelto; tras una furiosaconflagración -sin embargo, apenas alzamos la voz, sentados ante el hogar,mientras murmurábamos todos los secretos de nuestro corazón como si losvertiéramosenconchasparaquenadielosoyeraenlacasadormida,peroyooí,unavez,alcocineroagitándose,yotravezcreímosqueeltic-tacdelrelojera un paso-, nos hemos convertido en cenizas, sin dejar rastros, sin dejarhuesos no consumidos por el fuego, sin dejar mechones que guardar enrelicarios,sindejarniunosolodeesosrastrosquevuestrasintimidadesdejantras sí. Ahora me vuelvo gris; ahora me torno flaca y desvaída; pero almediodía contemplomi rostro, sentada ante el espejo, a plena luzdel sol, yveoconprecisiónminariz,mibarbilla,mislabiosqueseabrendemasiadoymuestrandemasiadolasencías.Sinembargo,notemo.»

«Habíafaroles»,dijoRhoda,«yárbolesquenosehabíandespojadoaúndelashojas,juntoalaestación.Lashojastodavíapodíanocultarme.Peronome

escondídetrásdeellas.Caminé rectamentehaciavosotros,envezdedarunrodeo para evitar el golpe de la sensación, como antes. Pero esto se debeúnicamente a que he amaestrado mi cuerpo. Interiormente no estoyamaestrada.Ostemo,osodio,osamo,osenvidioyosdesprecio,ynuncamehe sentido feliz al reunirme con vosotros. En el trayecto desde la estaciónhasta aquí, rechazando la sombra de los árboles,me di cuenta por vuestrosabrigos y paraguas, incluso desde lejos, de que estáis profundamenteincrustados en una sustancia constituida por reiterados momentos unidos.Estáisvinculados,habéisadoptadounaactitud, tenéishijos,autoridad, fama,amorytratosocial.Yonadatengo.Carezcoderostro.

»Aquí, en este comedor, veis los vasos y las astas de los ciervos, lossaleros, las amarillentasmanchas en elmantel. "¡Camarero!", diceBernard."¡Pan!",diceSusan.Acudeelcamarero;traepan.Peroyoveounafacetadelvaso,comosifueraunamontaña,ysóloveopartedelasastas,yeldestelloenestacenade la jarra,comounagrieta intrigantey terroríficaen las tinieblas.Vuestrasvocessuenancomolossecossonidosdelosárbolesenelbosque.Lomismomeocurreconvuestrosrostros,consusprotuberanciasyhoyos.¡Quéhermosoestás,enpieeinmóvil,lejos,amedianoche,contralasbarandillasdeunaplaza!Detrásdetihayunalunacrecientehechadeespuma,ypescadoressituadosenellímitedelmundosacanyarrojanredes.Unvientoagitalasmásaltas hojas de primitivos árboles. (Sin embargo, ahí estamos, sentados enHamptonCourt.)Losagudoschillidosdeloslorosquiebranelintensosilenciodelajungla.(Deaquípartenlostranvías.)Lagolondrinahundelaspuntasdelas alas en estanques de medianoche. (Aquí hablamos.) Esta es lacircunferenciaqueintentoaprehender,mientrasestamosjuntos,aquísentados.AsíhedesufrirlacondenadeHamptonCourt,exactamentealassietetreinta.

»Pero,comoseaquenecesitoestospanecillosyestasbotellasdevino,ycomoseaquevuestrascarasconsushoyosyprotuberanciassonbellas,comolo es el mantel con sus manchas amarillentas, que tan lejos está de poderextenderse enmás ymás anchos círculos de comprensión que, por fin (asísueño, al precipitarme por el borde de la tierra, de noche, cuandomi camaflota), abarquen al menos el mundo entero, estoy obligada a ejecutar laspayasadaspropiasdelvivirindividual.Cuandoosdirigísamí,debocomenzarporvuestroshijos,vuestrospoemas,vuestrossabañones,ocualquierotracosaquehagáisopadezcáis.Peronomeengaño.Despuésdeesasinvocacionesyllamadasaquíyallá,deesasinvitacionesybúsquedas,caerésolaatravésdeesta delgada sábana en abismos de fuego. Y vosotros ninguna ayuda meprestaréis.Más crueles que los verdugos de antaño,me dejaréis caer, ymedespedazaréis, cuando esté caída. Sin embargo, momentos hay en que losmurosdelamenteseadelgazan.Sonlosmomentosenquenadaquedasinserabsorbido, y en que sería capaz de imaginar que podemos producir con unsoplounaburbujatangrandequepermitaalsolamaneceryponerseenella,y

en que podemos. apoderarnos del azul del mediodía, y del negro de lamedianoche,yescapardelaquíydelahora.»

«Gotatrasgota»,dijoBernard,«caeelsilencio.Seformaenlatechumbredelamenteycaeenlascharcasquehaydebajo.Parasiempresolo,solo,solo,oigo la caída del silencio que traza círculos concéntricos hasta las últimasorillas.Ahítoyrepleto,conlasolidezdelasatisfaccióndelamediaedad,yo,aquienlasoledaddestruye,dejoqueelsilenciocaigagotaagota.

»Pero ahora el silencio en su caída azotami rostro, y desgastami narizcomolanarizdelhombredenieveesdesgastadaporlalluviaeneljardín.Amedida que el silencio cae, me disuelvo sin remedio, pierdo mis rasgos yapenassemepuededistinguirdeotrocualquiera.Noimporta.¿Quéhayqueimporte?Hemoscenadobien.Elpescado,elsolomillodeternera,elvino,hanembotado el afilado diente del egocentrismo. La ansiedad descansa. Elmásvanidosodeentrenosotros,Louisquizá,nosepreocupadeloquelosdemáspuedanPensardeél.Las torturasdeNevilleestánadormecidas.Permitamosque los demás prosperen, esto es lo que Neville Piensa. Susan oye larespiración de todos sus hijos, protegidos v dormidos. Dormid, dormid,murmura.Rhodahabalanceadoel cuencov todos susbuqueshan llegadoapuerto. Ya no le importa si han naufragado o si han anclado. Estamos ensituación de considerar con total imparcialidad cualquier protesta que elmundo nos formule.Ahora pienso que la tierra no esmás que un pedruscodespedido accidentalmente del rostro del sol, y que no hay vida en lugaralgunodelosabismosespaciales.»

«Eneste silencio»,dijoSusan,«Pareceque jamáspuedacaerunahojaovolarunpájaro.»

«Como si el milagro hubiera ocurrido», dijo Jinny, «v la vida hubieraquedadoinmovilizadaaquíyahora.»

«Y»,dijoRhoda,«nadanosquedaraporvivir.»

«Pero escuchad», dijoLouis, «almundomoviéndose en los abismos delespacio invisible. Ruge; la iluminada cinta de la Historia ha pasado, comonuestrosreyesyreinas;hemosdesaparecido;elNilo;ylavidatoda.Nuestrasseparadasgotassehandisuelto,estamosextintos,perdidosenlosabismosdeltiempoydelastinieblas.»

«Elsilenciocae,elsilenciocae»,dijoBernard.«Peroahoraescuchad;tic,tic, moc, moc; el mundo nos ha vuelto a encaramar en sus lomos. Por uninstante, he oído los aullidos de los vientos de las tinieblas, mientraspasábamosmásalládelavida.Despuéstic,tic(elreloj),ydespuésmoc,moc(losautomóviles).Hemospisadotierra;estamosenlaplaya;estamossentados,los seis, a una mesa. Es el recuerdo de mi nariz lo que toca a rebato. Me

levanto."¡Lucha!",grito,"¡Lucha!",gritorecordandolaformademinariz,yagresivogolpeolamesaconestacuchara.»

«Alcémonoscontraesteilimitadocaos»,dijoNeville,«contraestainformeimbecilidad. Al hacer el amor a una enfermera, detrás de un árbol, estesoldadoesmásadmirablequetodaslasestrellas.Sinembargo,avecesapareceen el cielo una trémula estrella y me induce a pensar que el mundo eshermoso, y que nosotros somos gorgojos que hasta los árboles deformamosconnuestrosapetitos.»

«Sin embargo, Louis», dijo Rhoda, «cuán poco dura el silencio. Yacomienzanaalisarlasservilletasal ladodelosplatos."¿Quiénviene?",diceJinny.YNeville suspira al pensar que Percival ya no puede venir. Jinny hasacado suespejito.Comounartista, Jinnyexamina sucara, sepasa laborlaempolvada por la nariz y, después demeditar unos instantes, ha dado a loslabios losexactos toquesderojoquenecesitaban.Susan,quecontemplacondesprecioytemorestospreparativos,seabrochaelmásaltobotóndesuabrigoylodesabrocha.¿Paraquéseprepara?Paraalgo,sí,peroalgomuydiferente.»

«Sedicen»,dijoLouis,«"Hallegadoelmomento.Aúntengovigor."Estose dicen. "Mi cara será grabada en la negrura del espacio infinito." Noterminansusfrases."Hallegadoelmomento",nodejandedecirse."Cerraránlosjardines."Yyéndonosconellos,Rhoda,arrastradosporlacorriente,quizánosrezaguemosunpoco.»

«Comoconspiradoresquetienenalgoquemusitarse»,dijoRhoda.

«Es verdad y lo sé muy de cierto», dijo Bernard, «ahora, mientrasrecorremosestaavenida,queunrey,acaballo,cayóaquí,al tropezarconunhormiguero.Peroquéraropareceesterecortarcontralosrodantesabismosdelespacioinfinitounafigurillaconunateteradeoroenlacabeza.Prontorecobraunolafeenlasfiguras…Peronoserecobraalinstantelafeenloqueestasfigurasseponenenlacabeza.Nuestrobritánicopasado…Unapulgadadeluz.Loshayqueseponenunateteradeoroenlacabezaydicen:"¡Soyunrey!"No,mientrascaminamos,meesfuerzoenrecobrarelsentidodeltiempo,pero,por llevar esta caudalosa oscuridad en los ojos, he perdido la capacidad deaprehenderlo.Estepalacioparecelevecomounanubepasajeraenelcielo.Esunatretadelamenteesteponerreyesentronos,unotrasotro,concoronaenlacabeza.Ynosotros,caminandoenhileradeseis,¿conquépodemosoponernosaello?¿Cómopodemoslucharcontraestamarea,consóloestaocasionalluzqueennosotrosdestella,alaquellamamoscerebroysentimiento?¿Hayalgopermanente?Tambiénnuestrasvidas fluyenysealejanporavenidassin luz,másalládellímitedeltiempo,anónimas.Enciertaocasión,Nevillemearrojóun poema a la cabeza. Súbitamente convencido de la inmortalidad, dije:"TambiényoséloqueShakespearesabía."Peroestohapasadoya.»

«Irrazonablemente, ridículamente», dijo Neville, «mientras caminamosregresaeltiempo.Miraesteperro,lohacesindejardedartorpeszancadasqueleobliganacontonearse.Lamáquinafunciona.Eltiempohaencanecidoestapuerta en elmuro.Ahora trescientos añosparecenmásque elmomento idocontra la visión de este perro. El rey Guillermo cabalga con peluca, y lasdamas de la corte se deslizan por el césped, con sus faldas de bordadoscolgantes en la cintura. Mientras caminamos, comienzo a tener la firmeconviccióndequeeldestinodeEuropaesdeinmensaimportancia,ydeque,aunque parezca ridículo, todo es consecuencia de la batalla deBleneim. Sí,declaro,enelmomentoenquepasamosporestapuertaenelmuro,queésteeselmomentopresente.MeheconvertidoensúbditodelreyJorge.»

«Mientras avanzamos por, esta avenida», dijo Louis, «yo rozandolevementeaJinny,BernarddelbrazodeNeville,ySusanconsumanoenlamía, es difícil no llorar, no calificarnos de niños, no pedir a Dios que nosprotejaennuestrosueño.Esdulcecantaracoro,cogidaslasmanos,conmiedoalaoscuridad,mientraslaseñoritaCurrytocaelarmonio.»

«Las puertas de hierro se han cerrado», dijo Jinny. «Los colmillos deltiempohandejadodedevorar.Hemostriunfadosobrelosabismosdelespacio,conlasarmasdellápizdelabios,delospolvos,desutilespañuelos.»

«Agarro, cojo con fuerza», dijo Susan, «cojo firmemente esta mano,cualquiermano,conamor,conodio;pocoimportaloquesea.»

«El talante sereno,el talanteetéreo,eselnuestroahora»,dijoRhoda,«ydisfrutamos del momentáneo alivio (poco frecuente es liberarnos de laansiedad)quesesientecuandolosmurosdelamentesehacentransparentes.ElpalaciodeWren,lomismoqueelcuartetointerpretadoparalosoídosdelagente seca y varada en la platea, forma un rombo. Sobre el rombo hay unrectángulo, y decimos: "Este es nuestro habitáculo." Ahora la estructura esvisible.Muypocoquedafuera.»

«La flor», dijo Bernard, «el clavel rojo en el búcaro, sobre la mesa delrestauranteenquenosreunimosparacenarconPercival,sehaconvertidoenunaflordeseisfacetas,compuestaporseisvidas.»

«Unamisteriosailuminación»,dijoLouis,«visiblecontraestostejos.»

«Construidaconmuchodolor,muchaspinceladas»,dijoJinny.

«Matrimonió, muerte, viajes, amistad», dijo Bernard, «ciudad y campo;hijos y todo lo demás; una sustancia de muchas facetas tallada en estaoscuridad; una flor de muchas facetas. Detengámonos por un instante;contemplemos loquehemoshecho.Dejemosqueardaante los tejados.Unavida.Ahíva.Pasó.Sefue.»

«Ahora se desvanecen», dilo Louis. «Susan con Bernard. Neville conJinny.Túyyo,Rhoda,nosdetenemosuninstantejuntoaestaurnadepiedra.¿Qué canción escucharemos ahora, con estas parejas sembradas entre losárboles,mientras Jinny, señalando con su enguantadamano, finge fijarse enlos nenúfares, y Susan, que siempre ha amado aBernard, le dice: "Mi vidaarruinada,mi vidamal empleada", yNeville, cogiendo lamenudamano deJinny, con las uñas del color de las cerezas, junto al lago, junto al aguailuminada por la luna, grita: "Amor, amor", y ella contesta, imitando a lospájaros:"¿Amor,amor?"¿Quécanciónescucharemos?»

«Hacia el lago se desvanecen», dijo Rhoda. «Se alejan deslizándosefurtivamente sobre el césped, aunque con seguridad, como si de nuestrabenevolenciahubieranrecabadosuantiguoprivilegio,elprivilegiodenosermolestados.Lamareadelalma,inclinada,avanzahaciaestelado;nopuedenevitarelabandonarnos.Laoscuridadcubresuscuerpos.

¿Cuáleslacanciónqueescuchamos?¿Ladelalechuza,ladelruiseñor,ladelreyezuelo?Suenalasirenadelvapor,destellalaluzenloseléctricosraíles,gravementeseinclinanybalanceanlosárboles.UnresplandorcubreLondres.Heaquíaunaviejaqueregresaensilencio;untardíopescadordesciendealaorilla,consucaña.Niunsonido,niunmovimiento;debenescaparanuestrapercepción.

«Unpájarovuelahacia suhogar»,dijoLouis.«Lanocheabre losojosylanzaunarápidaojeadaalosarbustos,antesdedormirse.¿Cómolouniremos,cómounirlosconfusosycomplejosmensajesqueesagentenosdevuelveynosóloesagentesinomuchosmuertos,muchachosychicas,mujeresyhombrescrecidos,quehanvagadoporaquí,enelreinadodeesteoaquelrey?»

«Un peso ha caído en la noche<<, dijo Rhoda, «arrastrándola hacia elfondo.Todoárbolhaquedadoengrosadoporunasombraquenoeslasombradelárboldetrásdelárbol.Oímosunredobledetamboresenlostejadosdeunacerrada ciudad en ayuno, cuando los turcos tienen hambre y su humor esincierto. Les oímos llorar con agudos ladridos de ciervo. "Abrid, abrid."Escucha el gemido de los tranvías y los destellos de los raíles eléctricos.Oímoscómolosolmosylosálamosalzansusramas,comosiladesposadasehubiera despojado de su camisón de seda y hubiera acudido a la puertagritando:"Abre,abre".»

«Todoparece tenervida»,dijoLouis.«Enlugaralgunooigoa lamuerte,estanoche.Laestupidez,enelrostrodeestehombre,laancianidad,eneldeestamujer,debieransersuficientes,diríase,paradesvanecerelhechizoytraerlamuerte. Pero ¿dónde está lamuerte esta noche?Cuando es cruda dureza,restos y desechos, esto y lo otro, ha quedado pulverizado, como astillas devidrio, contra estamarea azul, ribeteada de rojo, que, deslizándose sobre la

playaconlafertilidaddesusinnumerablespeces,rompeanuestrospies.»

«Sipudiéramosascenderjuntos,sipudiéramospercibirdesdelasuficientealtura»,dijoRhoda,«sipudiéramospermanecerintactos,sinapoyoalguno…Perotú,perturbadoporloslevessonidosdepalmadas,dehalagoyderisas,yyoodiolatransacciónyeljuiciodejusticiaeinjusticiaenloslabioshumanos,puestengoúnicamenteconfianzaenlasoledadylaviolenciadelamuerte,yestoesloquenossepara.»

«Parasiempre»,dijoLouis,«separados.Hemossacrificadoelabrazojuntoa los helechos, y también el amar, amar, amar, junto al lago, en pie, comoconspiradores que se han apartado de los demás para compartir un secretojuntoalaurna.Peroahorafíjate,mientrasestamosaquí,unaondaapareceenelhorizonte.Laredsealzamásymás.Llegaalasuperficiedelasaguas.Elaguaqueda rotapor laplata,por lospececillos temblorosos.Yasaltando,yacoleando, los pececillos son depositados en la orilla. La vida abandona supresasobreelcésped.Unasfigurasvienenhacianosotros.¿Sonhombresosonmujeres?Todavíavistenlasambiguasprendasdelamóvilmareaenquehanestadoinmersas.»

«Ahora»,dijoRhoda,«al rebasar este árbol, recobran su tamañonatural.Sontansólohombres,tansólomujeres.Lamaravilladaintrigayeltemorvancambiandoamedidaquesedespojandelasvestidurasdelamóvilmarea.Lalástimaregresa,cuandosalena la luzde la luna,comorestosdeunejército,representándonos,yyendotodaslasnoches(aquíoenGrecia)-alibrarbatalla,para regresar todas las noches, con sus heridas, con sus rostros devastados.Ahoralaluzvuelveacaersobreellos.Tienenrostro.SeconviertenenSusanyenBernard,enJinnyyenNeville,engentealaqueconocemos.Yahora,¡quéreducción tiene lugar! ¡Qué humillación, qué quemadura! Los conocidosestremecimientos recorrenmi cuerpo, el odio y el terror, cuandome sientoinmovilizadaenunúnicolugarporestosgarfiosquenoslanzan,estossaludos,estos reconocimientos,estosdedosqueclavan,estasmiradasque investigan.Sin embargo, bastará que hablen para que sus primeras palabras, con el tanrecordado tono y la perpetua desviación de lo que una espera, para que susmanos moviéndose y haciendo surgir de las tinieblas mil días pasadosdebilitenmipropósito.»

«Algo vacila y danza», dijo Louis. «La ilusión regresa amedida que seacercanporlaavenida.Lasondulacionesyelinterrogatoriocomienzan.¿Quépienso de vosotros? ¿Qué pienso demí? ¿Quién sois? ¿Quién soy? Lo quepiensodevosotroshacedenuevotemblarconinquietudelairesobrenuestrascabezas,seaceleraelpulsoyseiluminalamirada,ylalocuradelaexistenciapersonal sin la que la vida se derrumbaría y moriría comienza de nuevo.Avanzansobrenosotros.ElsoldelSurdestellasobreestaurna.Nosalejamos,penetrandoenlamareadelmarviolentoycruel.Señor,ayúdanosainterpretar

nuestros papeles, cuando les saludemos a su regreso, a Susan y Bernard,NevilleyJinny.»

«Algo hemos destruido con nuestra presencia», dijo Bernard, «quizá unmundo.»

«Sin embargo, apenas podemos respirar», dijo Neville, «agotados cualestamos. Nos hallamos en ese pasivo y exhausto estado mental en quesolamente deseamos regresar al cuerpo de nuestra madre del que fuimosseparados.Todo lodemásesdesagradable, forzadoy fatigoso.Aesta luz,elpañuelo de Jinny tiene el color de las polillas. Los ojos de Susan estánsaciados.Apenassenospuededistinguirdelrío.Elúnicopuntodecontrasteentrenosotrosesunacolilla.Ylatristezamatizanuestrasatisfacción.Ojaláoshubiéramos dejado solos, ojalá hubierais desgarrado el tejido, ojaláhubiéramosobedecidoaldeseodeexprimirensoledadunzumomásamargoymásnegro,quetambiéneradulce.Peroahoraestamosagotados.»

«Después de nuestro fuego», dijo Jinny, «nada queda para guardar enrelicarios.»

«Todavíajadeo»,dijoSusan,«comounpájarojoven,insatisfecha,poralgoquesemehaescapado.»

«Quedémonos unos instantes más», dijo Bernard, «antes de irnos.Paseemos por el mirador del río, casi solos. Poco falta para la hora deacostarse.Lagente seha idoacasa.Ahora,quéconfortanteesvercómoseenciendenlaslucesenlosdormitoriosdelospequeñostenderos,alotroladodelrío.Seenciendeuna.Yahoraotra.¿Cuántohabránganadohoy?Lojustoparapagarelalquiler,paralaluzylacomida,yparavestiraloshijos.Sí,perosólolojusto.¡Quéclaraideadelotolerablequepuedeserlavidanosdanlaslucesde losdormitoriosde lospequeños tenderos!Llega el sábado,yquizásólo queda lo suficiente para comprar las entradas del cine.Quizá, antes deapagar la luz, salen al huertecillo y echan una ojeada al conejo giganteagazapado en su jaula de madera. Este es el conejo que se comerán en lacomida del domingo. Apagan la luz. Después duermen. Y, para miles deindividuos,elsueñonoesmásquecalorysilencio,yunosmomentosdejuegocon un sueño fantástico. "He echado al buzónmi carta", piensa el tendero,"dirigidaalperiódicodominical.¿Ysiganolasquinientaslibrasesterlinasdelconcursode fútbol?Ademásmataremos el conejo.Lavida es agradable.Lavidaesbuena.Heechadolacartaalbuzón.Mataremoselconejo."Yduerme.

»Yasísucesivamente.Escucha.Oigounsonidoparecidoalentrechocardevagonesde ferrocarril enunapartadero.Asíes la felizconcatenaciónde loshechos, uno tras otro, en nuestro vivir. Cloc, cloc, cloc. Debo, debo, debo.Debo irme, debo dormir, debo despertar, debo levantarme, con sensatez,piadosapalabraqueintentamosenvilecer,peroqueoprimimoscontranuestro

corazón porque sin ella seríamos aniquilados. ¡Cuánto reverenciamos estesonidoquepareceelentrechocardevagonesenunapartadero!

»Ahora, a lo lejos, río abajo, oigo el coro, la canción de losmuchachosfanfarronesqueenlargascaravanasregresandeunaexcursiónenlascubiertasde los atestadosvapores.Siguen cantando igualque solían en lasnochesdeinvierno, al otro lado del patio, o con las ventanas abiertas en verano,embriagándose, rompiendo muebles, luciendo gorritos a rayas, volviendotodoslacabezaalmismotiempocuandoelcarricochetomabalacurva,yyodeseabasercomoellos.

»Entre las voces del coro, los remolinos del agua y elmurmullo apenasperceptible de la brisa, nos alejamos. Pequeñas porciones de nuestro ser sedesprenden.¡Ahora!Algomuyimportantehacaído.Noconservarmeíntegro.Másmevaledormir.Perodebemosirnos,debemostomareltren,debemosirandando a la estación, debemos, debemos, debemos… Sólo somos cuerposqueavanzancansinos,elunoalladodelotro.Sóloexistoenlassuelasdemiszapatosyenlosfatigadosmúsculosdelosmuslos.Parecequellevemoshorascaminando. Pero ¿dónde? No puedo recordarlo. Soy como un leño que sedeslizasuavementeporunacatarata.Nosoyunjuez.Notengolaobligaciónde emitir juicios. A esta luz gris, árboles y casas son iguales. ¿Es esto unposte? ¿Es esto una mujer caminando? He aquí la estación. Si el tren mepartiera en dos, mi cuerpo volvería a pegarse tan pronto pasara la cola delconvoy, porque soy uno e indivisible. Pero lo que me parece raro es quetodavía conservo en la mano la mitad de mi billete, la mitad de regreso aWaterloo, y la sostengo firmemente entre los dedos de la mano derecha,inclusoahora,inclusodormido.»

**

Ahora el sol se había hundido. No cabía distinguir el cielo del mar. Alromper, lasolasextendíansusblancosabanicoshastamuy lejosen laplaya,enviabanblancassombrasaloshuecosdelassonorascuevasyretrocedíanconunsuspiro,alejándosedelatierra.

Elárbolsacudiólasramas,esparciendohojasquecayeronalsuelo,dondequedaronaposentadasenperfectacompostura,exactamenteenellugarenqueesperarían su descomposición. Negros y grises caían sobre el jardín,procedentes del vaso roto que otrora contenía luz roja. Oscuras sombrasennegrecíanlostúnelesentrelostallos.Eltordoguardabasilencioyelgusanoregresó,enunmovimientodesucción,asuangostoorificio.Unayotravezunapajaemblanquecidayhuecaeraarrancadaporelvientodeunviejonido,y caía en el oscuro césped, entre las manzanas podridas. La luz habíadesaparecidodelapareddelacasetadelasherramientas,ylapieldelavíboracolgabavacíadel clavo.Todos los coloresde la estanciahabíandesbordado

susriberas.Laexactapinceladasehabíahinchado,inclinándoseaunlado.Lasalacenas y las sillas mezclaban sus masas castañas, formando una granoscuridad. En la altura, desde el techo al suelo, colgaban vastas cortinas detrémula oscuridad. El espejo estaba pálido como la boca de una cuevasombreadaporcolgantesenredaderas.

De la solidez de las colinas se había alejado la sustancia.Móviles lucesproyectaban una cuña con calidad de pluma por entre hundidas y no vistassendas,peroniunasolaluzseabríaporentrelasplegadasalasdelascolinas,y no se oía sonido alguno salvo el grito de un pájaro en busca de un árbolsolitario.Enelbordedelacantiladohabíaunigualmurmullodeairequehabíapasadopor losbosques,deaguaquesehabíaenfriadoencienmilvidriadascavidades,enplenoocéano.

Como si hubiera olas de oscuridad en el aire, avanzaba la oscuridad,cubriendocasas,colinas,árboles,como lasolasdelagua lamen loscostadosde un buque hundido. La oscuridad pasaba por encima de los árboles,cubriéndolos, lamía solitarias imágenes y las absorbía. Parejas borrosas seuníanbajolalluviadeoscuridaddelosolmosconfollajedeplenoverano.Lasolasdelaoscuridadavanzabanporloscaminosmanchadosdehierbayporlaarrugada piel de los céspedes, envolviendo al solitario espino y las vacíascáscarasdecaracolasupie.Ascendiendo,laoscuridadsoplabaenlaspeladasladerasdelastierrasaltasyllegabaalasroídasyerosionadascumbresdelasmontañas, donde la nieve se aloja perpetuamente en la dura roca, inclusocuando en los valles abundan los raudos arroyos, las amarillas hojas de lasvides,ymuchachas,sentadasenterrazas,alzanlavistaalanieve,protegiendoconabanicoselrostrodelaluz.Tambiénaellaslaoscuridadlascubría.

«Ahoraresumamos»,dijoBernard.«Ahoravoyaexplicarteelsignificadodemivida.Comoseaquenonosconocemos(auncuandomeparecequenostratamosen lacubiertadeunbuquequesedirigíaa»frica),podemoshablarcon toda libertad.Tengo la falsa ideadequealgohayqueseadhiereporunmomento, algo que tiene redondez, peso, profundidad y que forma un todocompleto.Porelmomento,estoparecesermivida.Sifueraposible,teladaríaíntegra.Laarrancaríatalcomosearrancaunracimodeuvas.Tediría:"Toma,estoesmivida."

»Pero,pordesgracia,loqueyoveo(estegloborepletodefiguras)túnoloves.Meves sentadoaunamesa, ante ti, como'unhombreentradoenaños,algopesado,conlassienesgrises.Vescómocojolaservilletayladespliego.Ves cómome sirvo un vaso de vino. Y ves cómo la puerta se abre, a misespaldas,yvesalagentequepasa.Pero,paraquecomprendas,paradartemivida,debocontarteunahistoria,yhaymuchasymuchashistorias,historietasdeinfancia,historiasdelcolegio,historiasdeamor,dematrimonio,demuerteytantasotras,aunqueningunadeellasesverdad.Sinembargo,igualquelos

niños, nos contamos historias y para adornarlas componemos ridículas,flamantesyhermosas frases.Cuáncansadoestoydehistorias, cuáncansadoestoy de frases que descienden hermosamente y posan todos sus pies en elsuelo… Y, también, cómo desconfío de estos limpios esquemas de vidatrazados enmedia cuartilla.Comienzo a desear un lenguajemenor, como elque los enamorados utilizan entre sí, lenguaje de palabras rotas, apenasarticuladas, palabras como el sonido de pasos en el pavimento.Comienzo abuscarunesquemaqueseamásacordeconestosmomentosdehumillaciónyde triunfoque, innegablemente, surgendevezencuando.Recostadoenunaoquedad,undía tormentosoenquehallovido, lasenormesnubesseacercanen su avance por el cielo, nubes desgarradas y girones de nubes. Lo queentonces me deleita es la confusión, la altura, la indiferencia y la furia.Grandesnubessiemprecambiantesymovimiento;algosulfurosoysiniestro,amontonado,endesorden;algosecierne,searrastra,serasga,sepierde,yyoahí, olvidado, minúsculo, en una oquedad. Entonces no veo ni rastro dehistoria,deesquema.

»Peroahora,mientrascomemos,echemosunaojeadaaestasescenas, talcomo losniñoshojean laspáginasdeun librocon ilustraciones,y laniñera,señalando con el dedo, les dice: "Esto es una vaca. Esto es una vaca."Volvamoslaspáginas,yyoañadiréparaentretenerteuncomentarioalmargen.

»Enelprincipioestabaelcuartode losniños,conventanasquedabanaljardín, ymás allá elmar.Veía algo que brillaba -sin duda alguna el asa debronce de un cajón de la cómoda-. Entonces la señoraConstable levantó laesponjaporencimadesucabeza,laoprimióylanzó,aderechaeizquierda,alo largo de mi espina dorsal, flechas de sensación. De la misma manera,mientrasalentemos,enelrestodeltiempo,cuandotropezamosconunasilla,unamesaounamujer,flechasdesensaciónnostraspasan,igualqueocurreenunjardín,oalbeberestevino.Eincluso,aveces,cuandopasoporunacasitaenlaquehanacidounniño,pocomefaltapararogarasusmoradoresquenooprimanunaesponjasobreelnuevocuerpo.Después,estabatambiéneljardínyeldoseldelashojasdelgroselleroqueparecíacubrirlotodo;floresardiendocomo chispas sobre las profundidades verdes; una rata retorciéndose entrelarvasbajounahojaderuibarbo;lamoscazumbandoyzumbandoeneltechodel cuarto de los niños, y platos y platos de inocente pan conmantequilla.Todas esas cosas ocurren en un segundo y duran para siempre. Surgen losrostros.Rápidodoblaunouna esquinaydice: "Mira, ahí está Jinny.Este esNeville. Este es Louis con pantalones de franela gris y un cinturón con lahebilla en formade serpiente.Esta esRhoda."Rhoda teníaun cuenco en elquehacíaflotarpétalosdefloresblancas.Susanfuequienlloróaqueldíaenque yo estaba en la caseta de las herramientas con Neville. Sentí que miindiferenciasefundía.Nevillenoseablandó."Enconsecuencia",medije,"yonosoyNeville",loquefueunmaravillosodescubrimiento.Susanllorabayyo

la seguí. Su húmedo pañuelo y la visión de su espalda alzándose ydescendiendo,comolapalancadeunabombadeagua,sollozandoporloquele era negado, me excitó los nervios. "Esto no se puede tolerar", me dije,mientrasme sentaba al lado de Susan, en las raíces duras como esqueletos.Entoncesmedicuentaporvezprimeradelapresenciadeesosenemigosquecambian,peroquesiempreestánahí,delasfuerzascontralasqueluchamos.Dejarse llevar pasivamente es inimaginable. "Este es tu camino,mundo", sediceuno,"yelmíoeséste."Porestodije:"Exploremos",mepuseenpiedeunsalto y bajé corriendo la pendiente con Susan, y vimos almozo del establoarmando ruido con sus grandes botas en el patio. Abajo, por entre lasprofundidades de las hojas, los jardineros con grandes escobas barríancéspedes. Sentada, la señora escribía.Traspuesto, parado, pensé: "No puedoalterarniunsolomovimientodeesasescobas.Losjardinerosbarrenybarren.Tampocopuedoalterarlafijezadeesamujerqueescribe."Esraroqueunonopueda detener a los jardineros en su actividad de barrer o inquietar a unamujer.Asísequedaronparatodamivida.EscomosiunohubieradespertadoenStonehengeenmediodeuncírculodegrandespiedras,esosenemigos,esaspresencias. Entonces una paloma torcaz salió volando de los árboles. Y,habiéndomeenamoradoporprimeravezenmivida,hiceunafrase-unpoemareferentealapalomatorcaz-,unasolafrase,debidoaquemimentehabíasidoperforada,apareciendoenellaunadeesasbruscastransparenciasacuyotravésuno lo ve todo. Después,más pan conmantequilla,másmoscas zumbandojunto al techo del cuarto de los niños, en el que temblaban islas de luz,agitadas y opalinas, mientras los agudos dedos de un resplandor formabangoteandoazulescharcosenelángulodelhogar.Díatrasdía,nossentábamosatomareltéyobservábamosestáscosas.

»Pero éramos diferentes. La cera, la cera virginal que cubre la espinadorsal,sefundíaendiferenteslugares,encadaunodenosotros.Elgruñidodeljoven pinche al hacer el amor a la criada, entre los arbustos; las ropashinchadas en el alambre del que colgaban a secar; el hombremuerto en elarroyo;elmanzano,desnudoalaluzdelaluna;larataentrelaslarvas;elazulgoteardel resplandor.Cadaunadeestascosasmanchabay rayabade formadiferente nuestra blanca cera. La naturaleza de la carne humana asqueaba aLouis; nuestra crueldad, aRhoda; Susan no podía compartir;Neville queríaorden; Jinny, amor; y así sucesivamente. Sufrimos terriblemente alconvertirnosenindividuosseparados.

»Sin embargo, yo quedé a salvo de estos excesos, y he sobrevivido amuchosdemisamigos,auncuandoestoyalgosordo,gris,coneltóraxcomodesgastado,debidoaqueeselpanoramadelavida,nocontempladodesdeeltejado,sinodesdelaventanadeltercerpiso,loquemegusta,ynoloqueunamujer dice a un hombre, incluso en el caso de que el hombre sea yo. Enconsecuencia, no había modo de que en la escuela me obligaran con

brutalidades a hacer lo que no quería. No había quien pudiera plantearmedificultades.Estabaeldoctor,balanceándoseenlacapilla,comosianduvieraporlacubiertadeunbuquedeguerraenplenagalerna,ydandoórdenesconunmegáfono,yaquelagenteinvestidadeautoridadtiendeaadoptaractitudesmelodramáticas. Yo no odiaba al doctor, como le odiaba Neville, no lereverenciaba,comoLouis.Mientrasestábamossentadosenlacapilla,tomabanotas. Había columnas, había sombras, había lápidas conmemorativas,muchachosque se peleabanyque intercambiaban sellos, ocultando lamanocon el libro de rezos; el sonido de una oxidada bomba de agua; el doctortronandosobrelainmoralidadynuestrodeberdeportarnoscomohombres;yPercival rascándose elmuslo. Tomaba notas para futuras historias; dibujabaretratosenlosmárgenesdemilibreta,ydeestamanerameseparabatodavíamásdelresto.

»Percivalmirabarectamentealfrente,enlacapilla,aqueldía.Tambiénsellevaba la mano al cogote, de una manera peculiar. Sus movimientosresultaban siempre notables. Todos nosotros nos llevábamos la mano alcogote, sin éxito. Percival tenía aquella clase de belleza que ahuyenta todogénerodecaricias.Comoseaquenoeraprecoz,nimuchomenos,leíacuantohabíasidoescritoparanuestraedificación,sinefectuarelmenorcomentario,ycreía, con aquella magnífica ecuanimidad (las palabras latinas acudenespontáneamente),queleprotegeríadetantasmaldadesyhumillaciones,quelas rubias trenzas de Lucy y sus rosadas mejillas eran el sumo ejemplo debelleza femenina. Así protegido, su gusto, en los últimos tiempos, eraextremadamenterefinado.Pero lamúsica,una locacanciónacoro,nopodíafaltar.Por laventanateníaqueentrarunacancióndecazadores,unacancióndeunavidarápidaaúnnoaprehendida,unsonidoquegritaentrelasmontañasymuerea lo lejos.Todo losorprendente, todo lo imprevisto, todo loquenopodemosexplicar,todoloqueconviertelasimetríaenabsurdo,estoesloqueacude amimente cuandopienso en él.El pequeño -aparato de observaciónquedadesarticulado.Lascolumnassecaen,eldoctorsealejaflotando;quedoposeídoporunasúbitaexaltación.Enelcursodeunacarreradecaballosfuederribado.Y,mientrasyoavanzabaporlaavenidaShaftesbury,aquellanoche,esasinsignificantesyapenasformuladascarasquecomoburbujassalendelaspuertasdelmetro,ymuchosindiososcuros,ylagentequemueredehambreydeenfermedad,ylasmujeresquehansidoestafadas,ylosperrosapaleados,ylosniñosenllanto,todosmeparecíanhuérfanosdeél.Hubierahechojusticia.Hubieraprotegido.Hacia los cuarenta añosde edadhubiera escandalizadoalas autoridades. Jamás se me ha ocurrido nana alguna capaz de hacerledescansar.

»Peroséamepermitidohundirunavezmáslacucharaysacarconellaalasuperficieotrominúsculoobjeto,unodeesosobjetosalosqueconoptimismodenominamos «carácter de nuestros amigos»: Louis. Sentado, miraba

fijamentealpredicador.Todosuserparecíahaberseamontonadoensufrente,yteníaloslabiosfirmementecerradosylamiradafija,auncuandoderepenteen ella aparecían destellos de risa. Padecía sabañones, castigo de unadeficiente circulación.Desdichado, poco dado a la amistad, exiliado, en losmomentosdeconfianzaavecesnosexplicabaqueelcéspedcubríalasplayasen su tierra. La implacable mirada de la adolescencia se fijaba en sushinchadosnudillos.Sí,perotambiénnosdimoscuentainmediatamentedesuagudeza,suclaramente,suausteridad,ylanaturaltendencianuestra,mientrasyacíamosbajolostejos,fingiendocontemplarelpartidodecricket,aesperarsuaprobación,queraraveznosotorgaba.LainfluenciaqueLouisejercíaennosotrosnosmolestaba,delamismamaneraqueadorábamosladePercival.Pulido, suspicaz, levantando al andar las piernas como una cigüeña, ya sehabía formado la leyendadequeenciertaocasiónderribóunapuertaconelpuñodesnudo.Perosucumbreerademasiadopeladayroqueñaparaque lasnieblasdeestaclasesepegaranaella.Carecíadeesassencillasaficionesquenos unen los unos a los otros. Vivía aislado, enigmático. Era un estudiantecapazdeesainspiradaexactitudquetieneciertoformidablecariz.Misfrases(cómo describir la luna) no suscitaban su aprobación. Por otra parte, meenvidiaba hasta la desesperación por la facilidad con que yo trataba a loscriados. Y esto no significa que careciera de conciencia de sus propiosmerecimientos. La tenía, y en medida compatible con su respeto a ladisciplina.De ahí su éxito, en última instancia. Sin embargo, no era feliz. -Peromira, pone los ojos en blanco, ahora, aquí, yacente en la palma demimano.De repente, pierdo la noción de lo que la gente es.Lo devuelvo a lapiscinadondeadquirirálustre.

»Luego, viene Neville, tumbado de espaldas, contemplando el cielo deverano.Flotabaentrenosotroscomopelusadecardo,vagandoindolenteenelextremosoleadodelcampodejuego,sinprestaratenciónaunquesinaislarse.Graciasaélhemerodeadoalrededordelosclásicoslatinos,sinjamáspenetraren ellos, y también me dio esos persistentes hábitos intelectuales que nosconviertenenseresirremediablementeescorados,porejemploenloreferentealoscrucifijosencuantoamarcadeldiablo.Nuestrosmedio-amores,nuestrosmedio-odios y ambigüedades, a estos respectos, eran para él inexcusablescobardías. El balanceante y sonoro doctor, a quien yo senté en un sillón,colganteslostirantes,anteunaestufadegas,paraNevillenoeramásqueuninstrumento de la Inquisición. Por esto se entregó con una pasión quecompensabasuindolenciaalalecturadeCatulo,Horacio,Lucrecio,sindejarde estar tumbado, adormilado perezosamente, sí, pero sin dejar de observar,fijándose, con pasión, a los jugadores de cricket, mientras con una mentecomolalenguadelcamaleón,rápida,diestrayvoraz,recorríatodaslascurvasyrecovecosdeaquellasromanasfrases,ybuscabaunapersona,siempreunapersonaacuyoladoestar.

»Ylaslargasfaldasdelasesposasdelosprofesoresseacercabansiseantes,comograndesmontañas,amenazadoras,ynuestramanovolabaalgorro.Sobrenosotros descendía un inmenso, monótono y continuo aburrimiento. Nada,nada, nada, quebraba con su aleta las plúmbeas extensiones de agua. Nadaocurría que levantara el peso del intolerable embrutecimiento. Los cursostranscurrían.Crecíamos,cambiábamos,yaque,desdeluego,somosanimales.Enmodo alguno se puede decir que estemos conscientes en todomomento.Respiramos, comemos y dormimos automáticamente. Existimos no sóloseparadamente,sinotambiéncomoindiferenciadosgruposdemateria.Enunsolomovimientosecogeaunrebañodemuchachosyse lesponea jugaralcricket,ajugaralfútbol.UnejércitocruzaEuropaNosreunimosenparquesyaulas y diligentes condenamos a todo renegado (Neville,Louis,Rhoda) quellevaunavidaindependienteyseparada.Yyoestoyconstituidodetalmaneraque,mientrasescuchounaodosdistintasmelodías,comolaquecantaLouis,laquecantaNeville,mesientotambiénirresistiblementeatraídoporelsonidodelcoroquecantaesacanciónvieja,casisinpalabras,casisinsentido,quealanochecer cruza el patio hasta la ventana, esa canción que oímos a nuestroalrededor,ensordecedora,mientraslosautomóvilesylosautobusesllevanalagentealteatro.(Escucha:losautomóvilespasanvelocesanteesterestaurante,ydevezencuando,a lo lejos,enel río, suena la sirenadeunbarcoquesehacealamar.)Siunmaleteromeofreceuncigarrillo,eneltren,loacepto.Megusta el aspecto copioso, informe, cálido, no muy inteligente, peroextremadamente fácilyun tantoáspero,de lascosas, laconversaciónde loshombresquefrecuentanclubsybares, laconversacióndelosminerosmediodesnudos,encalzoncillos,megustalagentedirecta,sinlamenorpretensión,sinotrafinalidadenlavidaqueladecenar,amar,tenerdineroyvivirdeunaformatolerable,lagentequecarecedegrandesesperanzas,idealesocualquierotracosadeestegénero, lagentesinotrapretensiónque ladesaliradelantesingrandessufrimientos.Todolodichomegusta.Porestomeibaalladodeesa gente, cuando Neville lloriqueaba o cuando Louis daba media vuelta,aunque,desdeluego,reconozcoquelohacíadeunmodosublime.

»De este modo, sin orden ni uniformidad, sino a grandes manchaschorreantes,sefuefundiendomichalecodecera,aquíunagota,alláotra.Yatravésdeesta transparencia sehicieronvisiblesestosmaravillosospastos, alprincipio blancos como la luna, radiantes, por nadie hollados, prados de larosa,delazafrán,de la rocay tambiénde lavíbora,de losmanchadosy lostenebrosos, de los inhibidos, los impositivos y los que hacen la zancadilla.Unosaltadelacama,abredeparenparlaventana,¡yquébarahúndaarmanlos pájaros! Reconoces ese súbito clamor de alas, estas exclamaciones, estecantoy confusión, el caudaldevocesyparloteo,y todas lasgotas tiemblancomosieljardínfueraunmosaicohechoañicos,evanescente,trémulo,aúnnoformado constituyendo un todo, y un pájaro canta junto a la ventana. He

escuchado esas canciones. He seguido esos fantasmas. He visto Joans,Dorothys, Miriams, olvido sus nombres, pasando por las avenidas,deteniéndomeenmitaddelospuentesparamirarlasaguasdelrío.Ydeentreellas surgieron una o dos claras .figuras, pájaros que cantaron con laapasionada egolatría de la juventud junto a la ventana, que rompieron lacáscaradelcaracolcontralapiedra,quehundieronsuspicosenlapegajosayviscosa materia, duros, ávidos, inexorables, Jinny, Susan, Rhoda. Fueroneducadasenlacostadelesteoenlacostadelsur.Sedejaronlargastrenzasyadquirieron ese aspecto de asustadizos potros, que es el signo de laadolescencia.

»Jinnyfuelaprimeraqueacudiódandopasosdecostadojuntoa lavallaparacomerazúcar.Lotomabaconmuchaastuciadelaspalmasdelasmanos,peroteníalasorejasechadashaciaatrás,comosiestuvieradispuestaamorder.Rhodaeraselvática,aRhodanoselapodíacoger.Eratorpeyaterrorizada,almismotiempo.Susanfuelaprimeraenconvertirseporenteroenunamujer,enllegaraserpuramentefemenina.Ellafuequiendejócaerenmicaraaquellasardientes lágrimas terriblesyhermosas,sinqueenel fondolofueran.Nacióparaserlaadoradadelospoetas,yaquelospoetasnecesitansentirseasalvo.Susan es la mujer que cose sentada y dice: "Odio, amo", que no vive concomodidad ni es próspera, pero que tiene cierta calidad acorde con la alta,aunque carente de énfasis, belleza de este sentidopuroquede unmodo tanespecialadmiranquienescreanpoesía.Supadrearrastrandolospiespaseabade estancia en estancia, a lo largo de corredores con grandes losas,balanceando los faldones de la bata, y en gastadas zapatillas.En las nochessilenciosas,seoíalarugientecaídadeunacascadaaunamilla.ElviejoperroapenasteníafuerzasparasubirsealasilladeSusan.Yseoíalarisotadadeunestúpido criado, en lo altode la casa,mientrasSusanhacía rodary rodar laruedadelamáquinadecoser.

»Estoloobservéinclusoenelmásaltomomentodemiangustia,cuando,estrujando el pañuelo, Susan gritó: "Amo, odio." "Un criado despreciable",dije,"ríeenlabuhardilla",yestepequeñoejemplodeestructuracióndramáticademuestra lo muy incompleta que es nuestra fusión con las propiasexperiencias.Enloscontornosdetodaangustiahayunindividuoobservadorque señala con el dedo, un individuo quemusita como élmusitó ami oídoaquellamañana veraniega en la caca en que el trigo llega a la altura de laventana: "El sauce crece en el prado junto al río. Los jardineros barren congrandesescobas,y la señoraescribe sentada."Deestamanerameencaminohaciaaquelloqueseencuentramásallá,fueradenuestropropioámbito,hacialo que es simbólico y, en consecuencia, quizá permanente, si es que haypermanencias en nuestro dormir, comer, respirar, en nuestras vidas tananimales,tanespiritualesytumultuosas.

»Elsaucesealzabajuntoalrío.Yoestabasentadoenelsuavecésped,conNeville,conLarpent,conBaker,Romsey,Hughes,PercivalyJinny.Atravésde sus finas plumas salpicadas deminúsculas orejas verdes en primavera yanaranjadas en otoño, vi barcas, edificios, apresuradas mujeres decrépitas.Enterré cerilla tras cerilla en el césped paramarcar esa y esa otra etapa delprocesodelacomprensión(podíaserfilosofía,cienciaoyomismo),mientrasel fleco de mi inteligencia, flotando libremente, se en redaba en esassensaciones, apresándolas, en lasque,despuésde cierto tiempo, lamente sefijaytrabaja,comoeldoblardelascampanas,elmurmullogeneral,lasfigurasevanescentes, una muchacha en bicicleta que, al pasar, parecía levantar lapuntadeunacortinaqueocultabaelpopulosoeindiferenciadocaosdelavidaquerebosabadetrásdelesquemademisamigosydelsauce.

»Sólo el árbol resistía nuestro eterno fluir. Sí, porque yo cambiaba ycambiaba, era Hamlet, era Shelley, era aquel personaje, cuyo nombre heolvidado, de una novela de Dostoievski, y, aunque parezca increíble, fui,durante todo un curso, Napoleón, pero principalmente fui Byron. Durantemuchas semanas seguidas mi papel me exigía entrar impetuosamente enestancias y arrojar abrigo y guantes en el respaldo de un sillón, frunciendolevementelascejas.Constantementeibaalaestanteríadeloslibrosparatomarotro trago del divino medicamento. Por esto lancé mi tremendo arsenal defrases sobre una persona totalmente inadecuada, una muchacha ya casadaahora,yaenterradaahora.Todosloslibros,todaslassillasjuntoalaventanaestabanmaterialmenteatestadosdepapelesenlosquehabíaescritoinacabadascartas a la mujer que me convertía en Byron. Sí, porque es muy difícilterminar una carta escrita con el estilo de otro.Convertido en pura espuma,llegabaacasadelamuchacha.Intercambiémuestrasdeafectoyprendas,peronomecaséconella,debido,sinduda,aqueaúnnoestabamaduroparaestaintensidad.

»Aquíotravezhacefaltamúsica.Ynoaquellaselváticacancióndecasa,la canción de Percival, sino una dolorida, gutural, visceral, pero tambiénelevada, como el canto de la alondra, sonora canción que sustituya estasvacilantes y estúpidas transcripciones -¡cuán excesivamente premeditado!,¡cuán excesivamente razonable!- que pretenden expresar el evanescenteinstantedelprimeramor.Sobreestedíasedeslizauncristaldepúrpura.Miraunaestancia antesdequeella llegueydespués.Mira a los inocentes, fuera,siguiendosucamino.Novennioyen,perosiguenadelante.Almoverseunoenesaradiantey,sinembargo,pegajosaatmósfera,esintensamenteconscientedecadaunodesuspropiosmovimientos,algoseadhiere,algosepegaa lasmanos,inclusoalcogerunperiódico.Después,unoquedacomodespojadodesus vísceras, del revés, tejido como una telaraña y enroscado a una espina.Luego,untruenodetotalindiferencia,laluzseextingue,yregresalaalegríainconmensurable e irresponsable, ciertos campos parecen resplandecer

eternamente en verde, y aparecen inocentes paisajes que se diría estániluminados por la primera aurora, una porción de verde, por ejemplo, enHampstead,todoslosrostrossonluminosos,todoconspiraenunmurmullodetiernaalegría,ydespuésparecelamísticasensacióndelogro,yluegoaquellaaspereza de piel dura, irritante, aquellas negras flechas de temblorosassensaciones,cuandosucartanollega,cuandoellanoacude.Naceuntorrentede erizadas suspicacias, horror, horror, horror. Pero ¿de qué sirve la penosaelaboración de estas frases consecutivas, cuando lo que se precisa no esconsecutivosinounladridooungruñido?Yañosdespués,unoveaunamujerdemediaedad,despojándosedelabrigoenunrestaurante.

»Peroregresemos.Finjamosdenuevoquelavidaesunasustanciasólida,en formadeglobo,a laquedamosvueltasennuestrosdedos.Finjamosquepodemoselaborarunahistoriasencillaylógica,detalmaneraque,despuésdedespachar un asunto -el amor, por ejemplo-, podemos proseguir,ordenadamente y despachar el siguiente. Decía que había un sauce. Suchaparróndedescendentes ramas,suarrugadayretorcidacorteza,producíanelefectodeloqueseencuentramásalládenuestrasilusiones,perocarecedela capacidad de refrenarlas, de lo que queda alterado por estas ilusionesmomentáneamente, pero sigue estable, quieto y con rigor del que nuestrasvidas carecen. De ahí, el comentario concomitante, el criterio que nosproporciona, y la razónpor la que,mientrasnosotros fluimosy cambiamos,eso otro parece medir sin alteración. Por ejemplo, Neville se sentaba en elcéspedamilado.Pero,mientrasseguíasumiradaatravésdelasramashastalabarcasinquillayelmuchachoquecomíaplátanosqueextraíadeunabolsadepapel,yomepreguntaba:¿esposiblequetodoseatanclaro?Laescenasepercibíacon tal intensidadyestaba tanhenchidade laespecialcalidadde lavisióndeNevilleque,porunmomento,tambiényolapudeverdeestemodo:labarca,losplátanos,elmuchacho,atravésdelasramasdelsauce.Luegosedesvaneció.

»Rhodallegóconairevagoeindeciso,dispuestaaaprovecharelpasodecualquierprofesorcontogaagitadaporelvientoocualquierasnoavanzando,concascossuavementecalzados,porelcésped,paraocultarsetrasellos.¿Cuálerael temorque temblabaocultoyse transformabaen llamaenel fondodesus ojos grises, asustados, soñadores? Somos, ciertamente, crueles yvengativos, pero no hasta este extremo. No cabe duda de que tenemos unafundamental bondad, o de lo contrario no podría yo trabar librementeconversaciónconindividuosalosqueapenasconozco,yaquelaconversaciónprontoquedaríainterrumpida.Elsauce,talcomoRhodaloveía,seencontrabajunto a un desierto gris en el que no había pájaro que cantara.Las hojas seencogíanbajolamiradadeRhoda,yangustiadasseestremecíanasupaso.Lostranvíasylosautobusesrugíanbroncamente,rodabansobreterrenopedregoso,y en su veloz avance producían espuma. Quizá en el desierto de Rhoda se

alzabaunacolumna,iluminadaporelsol,juntoaunalagunaalaquefurtivosacudíanlosanimalessalvajesabeber.

»Luego llegó Jinny. Proyectó su fuego sobre el árbol. Era como unasinuosaamapola, febril,sedienta,animadaporeldeseodebebersecopolvo.Decidida, angulosa, en modo alguno impulsiva, llegó preparada. Entonces,pequeñasllamasseretorcieronenzigzagenlasgrietasdelatierraseca.Jinnyhizobailaralossauces,peronofueunailusión,yaqueJinnynadaveíaquenoestuviera allí. Había un árbol, estaba el río, corrían las horas de la tarde,nosotroséramosquienesestábamosallí,yocon trajedesarga,elladeverde.Nohabíapasado,nohabía futuro.Sólohabíaaquelmomento,consuarodeluz,ynuestroscuerpos.Ylainevitableexaltación,eléxtasis.

»CuandoLouisseaposentóenelcésped,nosinantesextenderconcautelaun impermeable (noexagero),hizonotar a todos supresencia.Producíaunaimpresión formidable. Yo tenía la inteligencia suficiente para respetar suintegridad, para respetar su busca de un raro diamante de indisolubleveracidad, con sus huesudos dedos envueltos en harapos, a causa de lossabañones.Enterraba,yo,cajasdecerillasconsumidasenelcésped,asuspies.Su lengua cáustica y triste reprobabami indolencia.Su sórdida imaginaciónme fascinaba. Sus héroes lucían sombrero hongo y hablaban de ventas depianos. Por su paisaje gemían tranvías, y la fábrica vomitaba acres humos.Merodeabapor tristescallejuelasyciudadesen lasquemujeresembriagadasyacían desnudas, el día de Navidad, sobre las colchas de las camas. Suspalabras caían desde lo alto de una torre, chocaban contra la superficie delagua y producían salpicones. Encontró una palabra, sólo una, para la luna.Después,selevantóysefue.Todosnoslevantamos;todosnosfuimos.Peroyomedetuve,miréelárbol,ymientrasenlatardeotoñalcontemplabalasígneasramasamarillas,seformóunsedimento;yomeformé;cayóunagota;yocaí,esdecir,caídeunaexperienciaconsumada,delaquehabíasalido.

»Melevantéymealejé.Yo,yo,yo,noByron,niShelley,niDostoievski,sinoyo,Bernard. Incluso repetíminombreunpardeveces.Balanceandoelbastón,mefuiaunatiendaycompré-constequenomegustalamúsica-unretratodeBeethovenenmarcodeplata.Nolocompréporamoralamúsica,sino porque la veía en su totalidad, sus maestros y sus aventureros, habíanaparecido,formandolargasfilasdemagníficossereshumanos,amiespalda.Yoera elheredero,yoera el continuador,yoera lapersonamilagrosamentedesignada para proseguir la tarea. De esta manera, balanceando el bastón,cubiertoslosojosconunapelícula,nodeorgullosinoantesbiendehumildad,recorrílacalle.Sehabíadesvanecidoenloaltoelprimermurmullodealas,laprimera canción, las primeras exclamaciones, y ahora uno entraba, unopenetrabaenlacasa,lacasaseca,intransigente,habitada,lacasacontodassustradiciones, sus objetos, sus acumulaciones de desperdicios y sus tesoros

exhibidossobrelasmesas.Visitéalsastredemifamilia,queaúnrecordabaami tío. Apareció gran cantidad de gente. No' se trataba de individuosclaramente recortados, como los primeros rostros (Neville, Louis, Jinny,Susan,Rhoda),sinodeindividuosconfusos,sinfaccionesoconfaccionesquecambiaban tan de prisa que parecían no existir. Ruborizándome, perodespectivo, en el más extraño estado de primarios entusiasmos yescepticismos, recibí el golpe, las encontradas sensaciones, los complejos,inquietantesytotalmenteimprevistosimpactosdelavida,entodaspartes,almismo tiempo. ¡Cuándesconcertante!Cuánhumillante esno saber jamás loque hay que decir a continuación, y estos penosos silencios, deslumbrantescomoresecosdesiertos,enlosqueseveclaramentecadaunadelaspiedras.Ydecirdespuésloqueunohubieradebidodecirantes,ytenerconcienciadelaexistenciadeuneje, comounabaqueta,de incorruptible sinceridadqueunotrocaríagustosoporuna suaveduchade aguamenuda, loqueunonopodíahacer, allí, en la recepción en la que Jinny estaba sentada totalmente a susanchas,irradiando,enunasilladorada.

»Entonces, una señora dice con impresionante gesto: "Ven conmigo."Lellevaaunoaunaalcobaylehonraaunoconsuintimidad.Losapellidossetransforman en nombres de pila, los nombres de pila se transforman endiminutivos.¿CuáleslasolucióndelaIndia,IrlandayMarruecos?Ancianoscaballeros contestan la pregunta en pie, condecorados, junto a candelabros.Uno se da cuenta de que recibe una sorprendente cantidad de información.Fuera rugen las fuerzas indiferenciadas; dentro, somos muy particulares yprivados,muyexplícitos, e incluso tenemos la impresióndeque es aquí, enestapequeñaestancia,dondedeterminamosqueeldíadelasemanaseaelquees, viernes o sábado. Sobre el alma suave se forma una cáscara nacarada ybrillante, contra la que las sensaciones picotean en vano. En mi caso, lacáscaraseformóantesqueenlamayoría.Prontopudepelarmipera,cuandolos demás daban cuenta del postre.Y pude terminarmis frases, rodeado deperfectosilencio.Esteeselperíodoenquelaperfecciónatrae.Unopiensaquepuede aprender el castellano, por el medio de atarse un cordel en el dedogordo del pie y madrugar. Uno llena los pequeños compartimentos de laagendaconcenasa lasocho, almuerzosa launa treinta.Uno tienecamisas,calcetinesycorbatas,biencolocadosasudisposiciónsobrelacama.

»Peroestaextremadaprecisión,esteordenadoymilitaravance,esunerror,unacomodidad,unembuste.Enlomáshondo,siemprehay,incluso

cuandollegamospuntualmentealahoraanunciada,conblancochalecoycorteses formulismos, una caudalosa corriente de sueños rotos, rimasinfantiles, gritos callejeros, frases inacabadas e imágenes -olmos, sauces,jardineros que barren, mujeres escribiendo-, que sube y baja, mientrascenamos con una dama. Mientras uno coloca en perfecta situación

perpendiculareltenedorsobreelmantel,milrostroshacenmuecas.Nadahayqueunopuedapescarconunacuchara,nadahayquemerezcaelnombredeacontecimiento.Sinembargo,lacorrienteesprofundaytambiénvive.Inmersoen ella,me quedaba parado, entre bocado y bocado,mirando con fijeza unbúcaro,quizáconunaflorroja,mientrasunrazonamientosedesarrollabaenmimente,opercibíaunasúbitarevelación.Omedecía,yendoporelStrand,"Esta es la frase que necesito",mientras un hermoso y fantasmal pájaro defábula, o pez o nube de luminosos contornos se alzaba para envolver en uninstante y para siempre una idea que imprecisa me asediaba, y después yoseguíatrotandoporlacalleycontemplandoconrenovadodeleitelascorbatasylascosasenlosescaparates.

»Elcristal,elglobodelavida,comounolollama,lejosdeserduroyfríoaltacto,tienelasuperficiedelmásfinoaire.Silooprimo,estalla.Todafrasequeextraigo,terminadayentera,deestacalderaessolamenteunafiladeseispececillos que se han dejado pescar mientras millones de peces saltan ymurmuranhaciendoburbujear lacalderacomoplatahirviendo,y seescapanporentremisdedos.Losrostrosvuelven,rostrosyrostrosoprimensubellezacontralasuperficiedemiburbuja,Neville,Susan,Louis,Jinny,Rhodaymilmás. Cuán imposible es ponerlos en correcto orden, destacar uno en totalseparación, o envolverlos en un todo.Una vezmás se puede establecer unacomparación con lamúsica. ¡Qué sinfonía, con sus acordesydiscordancias,con sus melodías en lo alto y sus complicadas corrientes abajo, surgióentonces! Cada cual tocaba su música, el violín, la flauta, la trompeta, eltambor o el instrumento que fuera. ConNeville es "Hablemos de Hamlet".Con Louis, la ciencia. Con Jinny, el amor. De repente, en un momento deexasperación, saltoaCumberland,conunhombresilencioso,parapasarunasemanaenteraenunaposada,mientraslalluviacorreporloscristalesdelasventanas, y para cenar no hay más que cordero, cordero, cordero. Sinembargo, esta semana es una sólida piedra en el acervo de sensaciones noregistradas.Fue cuando jugamos al dominó.Después tuvimosunadiscusiónprovocadaporladurezadelcordero.Despuéspaseamosporelpáramo.Yunaniña, asomando la cabeza por la puerta,me entregó aquella carta escrita enpapelazul,enlaquesupequelamuchachaquemehabíaconvertidoenByroniba a contraermatrimonio conunmiembrode lapequeñanobleza rural.Unhombreconpolainas,unhombreconun látigo,unhombrequepronunciabadiscursos,durantelacena,acercadelengordedelosbueyes,exclaméburlón,ymirélasraudasnubes,ysentímifracaso,misdeseosdelibertad,deescapar,deligarme,dellegaraunfinal,decontinuar,deserLouis,deseryo,ysalídelacasa,conimpermeable,solo,ymesentísórdidobajolaseternasmontañasyenmodoalgunosublime,y regreséa laposadaymaldije lacarneehice lasmaletas,yasívolvíalaciénaga,alatortura.

»Sinembargo,lavidaesagradable,lavidaestolerable.Elmartessigueal

lunes, después viene el miércoles. La mente cría aros, la identidad serobustece, el dolor queda absorbido por la madurez. Abriendo y cerrando,abriendoycerrando,concrecientealborotoyfuerza,laprisaylafiebredelajuventud entran en servicio hasta que todo el ser de uno parece dilatarse ycontraersecomolacuerdadeunreloj.¡Cuánrápidovaeltorrentedeeneroadiciembre! Vivimos arrastrados por la corriente de esas cosas que nos hanllegadoasertanfamiliaresquecarecendesombra.Flotamos,flotamos…

»Pero, como sea que uno ha de saltar (para contarte esta historia), saltoaquí,enestepunto,ymepososobreunobjetocomúnamásnopoder,comopor ejemplo el atizador del fuego, tal como lo vi un poco después, cuandoaquellaseñoraquemeconvirtióenByronsehabíayacasado,alaluzdeunamuchachaa laque llamaré la tercera señorita Jones.Es lamuchachaque seponeciertovestidopara iracenarconuno,quecogeunacierta rosa,que lehaceaunopensar,mientrasseafeita:"Cuidado,cuidado,ésteesunasuntodeciertaimportancia."Luegounosepregunta:"¿Cómotrataráestamuchachaalos niños?" Uno observa que la muchacha maneja con cierta torpeza elparaguas,peroquesemuestraapenadacuandoeltopocaeenlatrampa,ynoconvierte el panecillo del desayuno (mientras me afeitaba, pensaba en losinterminablesdesayunosdelavidamatrimonial)enalgototalmenteprosaico;quiensesientefrenteaestamuchachanoquedarásorprendidoporlavisióndeunagranmoscaposadaenelpanecillodeldesayuno.Tambiénsuscitóenmíeldeseodeprogresarenlavida.Tambiénmehizoobservarconcuriosidadlos-rostros,hastaelmomentorepelentes,delosreciénnacidos.Yelaltivolatir-tic-tac, tic-tac- del pulso de la mente adquirió más mayestático ritmo. Sinrumbo, avancé por Oxford Street. Somos los continuadores, somos losherederos,dije,pensandoenmishijosymishijas.Ysibienestaimpresiónestangrandiosaquellegaaserabsurda,yunolaocultaporelmediodesaltaraun autobús o de comprar el diario vespertino, no por ello deja de ser uncuriosoelementodelardorconelqueunoseataloscordonesdeloszapatos,ose dirige a viejos amigos entregados a la prosecución de diversas carreras.Louis, el habitante de la buhardilla; Rhoda, la siempre húmeda ninfa de lafuente; losdoscontradijeron loqueentoncesera tanpositivoenmí; losdosvolvieronlaespaldaaloquetanevidentemeparecía(quenoscasamos,quenos domesticamos); y por ello les amé, les compadecí, y también envidiéprofundamentesudistintodestino.

»Antes tenía yo un biógrafo, fallecido hace ya tiempo, que si viviera ytodavíasiguieramispasosconaquellahalagadoraintensidadconquelohacía,diría: "Durante este período, Bernard contrajo matrimonio y compró unacasa… Sus amigos observaron en él una creciente tendencia a ladomesticidad… El nacimiento de sus hijos convirtió en objetivo altamentedeseableelaumentodesusingresos."Elestilodelosbiógrafosesasí,loqueles permite unir, formando un todo, porciones independientes, porciones de

bordes irregulares. A fin de cuentas sería injusto menospreciar el estilobiográficocuandounoiniciasuscartasconlaspalabras"Muyseñormío"ylasterminaconun"Deustedatentoyseguroservidor".Unonopuededespreciarestasfrasesque,comovíasromanas,cruzanel tumultodenuestrasvidas,yaquenosobliganaavanzarmarcandoelpaso,comolagentecivilizada,conellento y medido caminar del policía, pese a que uno puede ir musitandocualquiersandez,por lobajo,almismotiempo:"Croó,croó,croó,croan lossapos", "¡Vete cerca, vete cerca, oh muerte!", "No me abandones almatrimonio de las mentes veraces", etcétera. "Alcanzó cierto éxito en suprofesión…Heredóalgúndinerodesutío",asíprosigueelbiógrafo,ysiunollevapantalonesylossostienecontirantes,unodebedecirlo,auncuandoseatentadordivagarportodoloalto,jugaralesconditeconesasfrases.Detodosmodos,unodebedecirlo.

»Quierodecirconelloquemeconvertíenciertotipodeindividuo,yquedesbrocémicaminodelmismomodoqueunosigueunasendaenelcampo.

Misbotassedesgastaronunpoco,enlaparteizquierda.Cuandoentrabaenun lugar, se producían ciertos reajustes. "¡Aquí llegaBernard!" ¡De cuántasdistintasmanerasdicelagenteestaspalabras!Haymuchasestancias,muchosBernards.EstáelBernardencantador,perodébil;elfuerte,peroquisquilloso;el brillante, pero desaprensivo; el buen compañero, pero sin lamenor dudainsoportablepelmazo;-elsimpático,perofrío;eldeabandonadoaspecto,peroid a la estancia contigua-mundano, dicharachero y demasiado bien vestido.Conrespectoamímismo,eraalgodiferente,ynadadeloanteriormentedicho.Soy especialmente propicio a examinarme con la mayor firmeza en estosmomentosenquemeencuentroanteelpanecillodeldesayuno,conmiesposa,que,por ser totalmentemiesposayno lamuchachaque lucía, cuando teníaesperanzasdeencontrarme,ciertarosa,medalasensacióndeexistir,enmediodelainconsciencia,talcomodebetenerlalaranaqueseposabajolasombrade la hoja verde adecuada. "Pásame…", digo.Y ella contesta: "La leche…“O: 'TendráMary."Palabras sencillasparaquieneshanheredadoelbotíndetodoslossiglos,peroquenolosoncuandosedicendíatrasdía,enlapleamardel vivir, cuando' uno se siente entero, completo, durante el desayuno. Losmúsculos, los nervios, los intestinos, los vasos sanguíneos, todo lo queconstituyelosmuellesyresortesdenuestroser,elinconscientemurmullodelamáquina, así como el cosquilleo y movimiento de la lengua, funciona demaravilla.Abrir, cerrar, abrir, cerrar, comer,beber,aveceshablar…Todoelmecanismoparecíadilatarseycontraerse,comolacuerdadeunreloj.Tostadasymantequilla, café y jamón, The Times y las cartas. Y de repente sonó elteléfonoexigente.Melevantédespacioymeacerquéalteléfono.Cogílanegraboca. Observé la facilidad con que mi mente se preparaba para recibir elmensajequequizáfuera(semeocurrenfantasíasasí)eldeasumirelmandodel Imperio Británico; observé mi compostura; advertí con qué magnífica

vitalidad los átomos de mi atención se dispersaban, se arremolinabanalrededordelainterrupción,asimilabanelmensaje,seadaptabanaunnuevoestado de cosas, y creaban, en el momento en que colgaba el teléfono, unmundomásrico,másfuerte,máscomplejo,enelqueyoteníaqueinterpretarmi papel, y no albergaba la menor duda de que sabría hacerlo del mododebido.Despuésdeencasquetarmeelsombrero,salíaunmundohabitadoporungrannúmerodehombresquetambiénsehabíanencasquetadoelsombrero,ynosrozamosytropezamosentrenesymetros,intercambiandoelconocedorguiño de competidores y camaradas que luchan, conmil artimañas y fintas,paraalcanzarunmismoobjetivo:ganarnoslavida.

»La vida es agradable. La vida es buena. El proceso de la vida, en símismo,essatisfactorio.Fijémonosenunhombrenormalycorrientequegocedebuenasalud.Legustacomerylegustadormir.Legustarespirarairefrescoycaminarabuenpasoporlacalle.O,enelcampo,cantaelgalloencaramadoenunaverja;unpotrogalopaalrededordeuncampo.Siemprehayalgoquehaceracontinuación.Elmartessigueallunes.Elmiércolesalmartes.Ycadadía emite las mismas ondas de bienestar, repite la misma curva de ritmos,cubreconunescalofríolafrescaarena,osevalentamenteconciertapereza.Deestamanera,elsercreaaros,laidentidadserobustece.Loqueeraardienteyfurtivocomounpuñadodegranoarrojadoalaire,ydesperdigadoaquíyallápor soplosdevidanacidos en todos lospuntosde la rosade losvientos, esahorametódicoyordenadoyarrojadoconunpropósito.Oasíparece.

»Señor,¡quéagradable!¡Señor,québueno!Cuántolerableeslavidadelostenderos, pensaba,mientras el tren pasaba por los suburbios, y uno veía lasluces en las ventanas de los dormitorios… Activos y enérgicos como unamultitud de hormigas, me decía en pie ante el cristal, contemplando a losobreros, con la bolsa en lamano, entrando agrupados en la ciudad. Cuántadureza, cuánta energía y violencia en los miembros, pensaba al ver a loshombresenblancoscalzoncilloscorriendotraslapelotadefútbol,enlanieve,en enero. Ahora, quejoso por un asunto de poca monta -quizá la carne-,parecíaun lujoelperturbarconun leve temblor laenormeestabilidad,cuyoestremecimiento, ya que poco faltaba para el nacimiento de nuestro hijo,aumentaba su esplendor, de nuestra vidamatrimonial.Refunfuñé, durante lacena,habléirrazonadamentecomosifueramillonarioypudieraarrojarcincochelinesporlaventana;y,comounperfectogrosero,tropecéadredeconunabanqueta. Cuando nos disponíamos a acostarnos, hicimos las paces en laescalera, y, en pie ante la ventana, fija la vista en el cielo límpido como elinteriordeunapiedraazul,dije:"Demosgraciaspornotenerlanecesidadderemontarestaprosaenpoesía;ellenguajemenudobasta."Yasíeraporcuantolaamplitudyclaridaddeloqueveíanopresentabaobstáculoalguno,sinoquepermitía a nuestras vidas extenderse más y más, más allá de los erizadostejadosychimeneas,hastaelimpecablelímite.

»ContraestoseestrellólamuertedePercival."¿Cuáleslafelicidad",dije(nuestro hijo había nacido), "Cuál es el dolor?", refiriéndome a los doscostados de mi cuerpo, mientras bajaba la escalera, en manifestaciónpuramentefísica.Tambiénmefijéenelpresenteestadodelacasa.Elvientomovía la cortina, la cocinera cantaba, por la puerta entreabierta veía elarmario. Dije: "Dale (a mí) otro momento de respiro", mientras bajaba laescalera."Ahora,enestasala,sufrirá;notieneescape."Peronohaypalabraspara el dolor. Sólo hay gritos, grietas, blancura que pasa sobre las sábanas,alteraciones del sentido del tiempo y del espacio; la impresión de algoextremadamentefijoenlosobjetosmóviles;ysonidosmuyremotosydespuésmuy cercanos; carne desgarrada y sangre que salta, una coyunturabruscamenteretorcida;ybajotodoellohayalgomuyimportante,aunquemuyremoto,quesedebeconservarenlasoledad.Yasísalí.Vilaprimeramañanaque él no vería. Los gorriones eran como juguetes colgando de un hilosostenido por un niño. ¡Qué extraño es ver las cosas sin adherirse a ellas,desdefuera,ydarsecuentadelabellezaquetienenensímismas!Y,entonces,la sensación de haber sido liberado de un peso. Las ficciones, las falsascreenciasylairrealidadhandesaparecido,ylaligerezahallegadodotadadeuna especie de transparencia, haciéndose invisible, y se va a través de lascosas, mientras uno camina… ¡Qué extraño! "Y ahora, ¿qué nuevodescubrimientome espera?"Y, a fin de conservar íntegramente este estado,hicecasoomisode losperiódicosyfuiavercuadros.Vírgenesycolumnas,arcadas y naranjos, quietos como en el primer día de la creación, peroconocedoresdela tristeza,colgabanallí,yyolosmiraba."Aquí",dije,"túyyo estamos juntos, sin interrupciones. Esta libertad, esta exención, parecíaentoncesunaconquista,yprodujoenmí talexaltaciónqueavecesvoyallá,incluso ahora, para recobrar la exaltación y recobrar a Percival. Pero durópoco.Loqueatormentaeslaterribleactividaddelavisióndelamente:cómofuederribado,quéaspecto tenía,adónde le llevaron,hombresen taparrabostirandodecuerdas,losvendajesyelbarro.Entoncesvieneelterriblegolpedelamemoria, imprevisto,sinposibilidaddeevitarsusefectos.NofuiconélaHamptonCourt.Estagarrasemeclavaba;estecolmillomedesgarraba;nofui.Apesardequeélasegurabaimpacientequecarecíadeimportancia.¿Porquéinterrumpir, por qué estropear nuestro momento de ininterrumpidacomunidad? Sigo repitiendo melancólico que no fui, y así, expulsado delrefugioporestosoficiososdemonios,fuiaveraJinnyporqueteníauncuarto,un cuarto con mesillas; con adornos pequeños esparcidos en mesillas. Allíconfesé,conlágrimas,quenohabíaidoaHamptonCourt.Yella,recordandootras cosas, para mí bagatelas pero para ella torturas, me reveló cómo semarchita lavidacuandohaycosasquenopodemoscompartir.Tambiénmuypronto entró una doncella con una nota, y en el momento en que Jinny seinclinó para contestarla y yo sentí curiosidad por saber lo que escribía y a

quién, vi la primera hoja caer sobre la tumba de Percival. Vi cómorebasábamos este momento y lo dejábamos atrás para siempre. Sentados elunoal ladodelotro,enelsofá, inevitablementerecordamoslodichopor losdemás; "el perecedero lirio es más bello avanzado mayo"; comparamos aPercivalconun lirio, aPercival, aquienyoqueríaverperdiendoel cabello,escandalizando a las autoridades, envejeciendo conmigo. Ahora estaba yacubiertodelirios.

»Deestamanerapasólasinceridaddelmomento,deestamanerallegóelsimbolismo,y el simbolismoera algoquenopodía, yo, tolerar.Cometamoscualquier blasfemia de risa y crítica antes que exudar esa dulzona resina delirio, y cubrámosle de frases, grité. Por estome fui, y Jinny, que carece defuturoo de especulación, pero que respetó con total integridad elmomento,estimulósucuerpoconlapuntadellátigo,seempolvólacara(ylaamémásporello)ymedespidióagitandolamanoenlapuerta,llevándoselamanoalpeloparaqueelvientonoloalborotara,ademánalquerendíhonores,comosiconfirmaranuestradecisión:prohibirloslirios.

»Con desilusionada clarividencia observé la lamentable vaciedad de lacalle, los porches, las cortinas de las ventanas, las monótonas prendas, laconcupiscencia y placer de lasmujeres yendo de compras; y los viejos conbufanda, tomando el aire; la precaución de la gente al cruzar; la universaldecisióndeseguirconvida,cuandoenrealidad,memoseinsensatos,dije,decualquier tejado puede caer una teja, cualquier automóvil puede desviarse,porquenohayrazónnitonnisonquevalgancuandounborrachoandaporahíabandazos,conunLarroteenlamano,yseacabó.Era,yo,comoelhombreaquien se permite ver la representación entre bastidores, como el hombre aquiensemuestralamaneraenquelosefectosseproducen.Apesardetodo,regreséamiacogedorhogar,yladoncellamedijoquesubieralaescaleraencalcetines,sigilosamente.Elniñodormía.Fuiamicuarto.

»¿Es que no había espada, nada con que demoler aquellasmurallas, esaprotección,esteengendrarhijos,vivirentrecortinas,devenirdedíaendíamásymássujetoyentregado,entrelibrosypinturas?Máshubieravalidoquemarlapropiavida,comoLouis,eneldeseodeperfección,o,comoRhoda,huirdenosotros, dejarnos atrás para ir a parar a un desierto, o elegir a uno entremillones,sóloauno,comohizoNeville;máshubieravalidosercomoSusan,yamaryodiarelcalordelsoloelcéspedmordidoporlasheladas,osercomoJinny,honestosyanimales.Todoshantenidosuentusiasmo,sucomúnsentirconlamuerte,algoqueleshasustituido,quesehapuestoensulugar.Porestovisité por turno a cada uno demis amigos, intentando con dedos insegurosabrirsusféretroscerradosconllave.Fuideunoaotro,llevandoenlasmanosmidolor -no,nomidolorsino la inaprehensiblenaturalezadenuestrovivir-paraqueloinspeccionaran.Algunosacudenalossacerdotes,yoacudoamis

amigosyamipropiocorazón,ybuscoporentrefrasesyfragmentosalgoqueaúnnoestéquebrado,yo,paraquiennohaybellezabastanteenlunaoárbol,paraquienelcontactodeunapersonaconotraloestodo,peroquenisiquieraesto puedo comprender, yo que soy tan imperfecto, tan débil, tanindeciblementesolo.Ahíestaba.

»¿Es éste el final de la historia? ¿Una especie de suspiro? ¿El últimotemblordeunaola?¿Ungoteardeaguaencualquiercloacaenlaque,conunaburbuja, desaparece? Tocaré la mesa -así-, y así recobraré mi sentido delinstante.Unaparadorcubiertodevinajeras,uncestorepletodepanecillos,unafuenteconplátanos.Estosonvisionesconfortantes.Pero,sinohayhistorias,¿qué final puede haber, qué principio? Quizá la vida no sea apta para eltratamientoqueledamos,cuandointentamoscontarla.Trasnochandosentado,hastaunahoraavanzadade lanoche,pareceextrañoquenogocemosdeunmayor dominio.Entonces las clasificaciones de columbario noparecenmuyútiles.Quéraroesobservarcómolasfuerzassevanysevanporunaresecahondonada.Sentadoasolas,parecequeestemosyaagotados,nuestrasaguassólopuedenrodeardébilmenteesamatadeacebo,nopodemosllegarhastaesecanto para humedecerlo. Todo ha terminado, nos hemos acabado. Peroespera…Toda lanochepaséesperando.Espera,ydenuevoun impulsonosrecorre.Nos levantamos, lanzamos al aire hacia atrás unamelena de blancaespuma pulverizada. Golpeamos sordamente la arena. No podemos quedarlimitados.Porestomeafeitéymeaseé,nodespertéamiesposaydesayuné.Me puse el sombrero y salí a ganarme la vida.Después del lunes, viene elmartes.

»Sin embargo, alguna duda quedaba, cierto matiz de interrogación. Mesorprendió, al abrir una puerta, encontrar a la gente ocupada de aquellamanera. Dudé, al pedir té, si hay que decir leche o azúcar. Y la luz de lasestrellascayendo,comoahoracae,sobremimano,despuésdeviajarmillonesy millones de años, esto es algo que puede dejarme paralizado por unmomento,ynomás,no,porqueladebilidaddemiimaginaciónnomepermitemás. Pero cierta duda quedaba.Enmimente aleteaba una sombra como lasalas de una polilla entre las sillas y lasmesas de una estancia al atardecer.Cuando,porejemplo,fuiaLincolnshire,aquelverano,paravisitaraSusan,yavanzóhaciamí,cruzandoeljardín,conelperezosomovimiento'deunavelamediohenchidaporelviento,conelbalanceodelamujerqueesperaunhijo,pensé:"Todosigue,pero¿porqué?"Nossentamosenel jardín.Vinieron loscarros de los campesinos, dejando un rastro de heno; había el habitualmurmullo campesino de cornejas y palomas; la fruta estaba protegida conredes;el jardinerocavaba.Lasabejaszumbabanen lospurpúreos túnelesdelasflores,lasabejasseincrustabanenlosdoradosescudosdelosgirasoles.Elvientohacíavolarramitas,raseandoelcésped.Cuánmísticoysemiconsciente,comoenvueltoenniebla,eratodo.Peroparamíeraodioso,comounaredque

envolviera mis miembros, paralizándolos. Ella, que había rechazado aPercival,sepermitíaesto,sepermitíaenvolverseenesacapadeocultación.

»Sentadoenelbanco,esperandoeltren,penséenlafacilidadconquenosrendimos,conquenossometemosalaestupidezdelanaturaleza.Ygraciasaunachispadeperfumeoaunsonidoenunnervio,regresólaviejaimagen:losjardinerosbarriendo, la señoraescribiendo.Vi las figuras,bajo lashayas,enElvedon.Los jardinerosbarrían;ante lamesa, la señoraescribía.Peroahoraaporté la contribución de la madurez a la intuición infantil: saciedad ypredestinación, conciencia de cuanto inevitable hay en nuestro destino,muerte, conocimiento de los límites y conciencia de que la vida es másinexorable de lo que imaginábamos. Entonces, en mi infancia, aparecióclaramentelapresenciadelenemigo,lanecesidaddequealguienseopusieraamí.Diunsaltoygrité:"¡Exploremos!"Yelhorrordelasituaciónterminó.

»Pero ahora, ¿qué situación podía terminar? Aburrimiento ypredestinación.¿Yquécabíaexplorar?Lashojasyelbosquenadaocultaban.Siunpájaroalzabaelvuelo,yanopodía,yo,inventarunpoema.Sólopodíarepetirlodichoantes.Deestamanera,situvieraunpunteroconelqueseñalarlasmuescas en la curvadel ser, ésta sería lamásbajaque señalara.Enestepunto,lacurvaseenroscainútilsobreelbarroalquenohaymareaquellegue,aquí, en el lugar en queme sentaba, con la espalda apoyada en la valla, elsombrero inclinado hacia los ojos, mientras los corderos avanzabanimplacables,coneseairedeseresdemaderaquelesespropio,pasitoapaso,consusrígidasyagudaspatas.Perosiseaplicaduranteel tiemposuficienteunahojadeaceroembotadaalapiedradeafilar,algosaltará,unmelladofilodefuego.Delamismamanera,aplicadoalacarenciaderazones,delousual,de lo carente de finalidad, de lo amasado, saltó la llama del odio y deldesprecio.Cogímimente,mi ser,elviejoobjeto lacio,casi inanimado,y loblandíentodossentidosentrelosrestos,entrelasramitasylaspajas,entrelosdetestables restos del naufragio, maderos a la deriva, que flotaban en laaceitosa superficie. Di un salto. Dije: "¡Lucha, lucha!", y lo repetí. Es elesfuerzoylalucha,eslaperpetuaguerra,eselhacerañicosyelrecomponer,éstaeslacotidianabatalla,laderrotaolavictoria,elabsorbenteempeño.Losárboles, desperdigados, imponían orden; el grueso verde de las hojas seadelgazaba hasta convertirse en una danzante luz. Con una súbita frase, losapreséenlared;conpalabraslossaquédesumundoinforme.

»Llegóeltren.Alargándoseanteelandén,eltrensedetuvo.Subíamitren.Y así inicié el regreso a Londres en el atardecer. Cuán satisfactoria era laatmósferadesentidocomúnydetabaco;viejascongrandescestossubiendoalosvagonesdetercera;elsuccionardepipas;lasbuenasnochesymañananosveremosdelosamigosdespidiéndoseenlasestaciones.YdespuéslaslucesdeLondres,noelllameanteéxtasisdejuventud,noladesgarradabanderavioleta,

perosí,apesardetodo,lasquietaslucesdeLondres;durasluceseléctricasenoficinas situadas en lo alto de los edificios; faroles bordados en los secospavimentos; resplandores rugiendo sobremercados callejeros.Megusta eso,cuandomehedesembarazadodelenemigoporelmomento.

»Tambiénmegustadescubrirlarugientemanifestacióndelaexistenciaenun teatro, por ejemplo. El terrestre e indescriptible animal del color de laarcilla, el animal del campo, aquí se yergue, y, con infinitos esfuerzos eingenio, luchacontra losverdesbosquesy losverdescamposy loscorderosque avanzan a paso medido rumiando. Y, desde luego, las ventanas en laslargas calles grises estaban iluminadas; pasillos de alfombra cortaban elpavimento; había barridas y adornadas estancias, fuego, comida, vino vconversaciones.Hombresdemarchitasmanos,mujeresconpagodasdeperlascolgandodelasorejas,entrabanysalían.Vicarasdeviejoscamaradasconlasarrugas y risas burlonas por la labor del mundo; bellezas cuidadas hasta elpuntoqueparecíanreciénnacidasinclusoasuedad;yunajuventudtanaptapara el placer que uno concluía que el placer forzosamente ha de existir;parecíaqueparaellaseondularanlosprados,paraellaelmaralzabapicadasolasmenudas,ylosbosques,conpájarosdevivoscolores,murmurabanparala juventud,para laexpectante juventud.Allíunose reuníaconJinnyyconHal, con Tom y con Betty, allí bromeábamos y compartíamos secretos, ynunca nos despedíamos en la puerta sin concertar otro encuentro en otraestancia,segúnaconsejaralaocasión,elmomentodelañoenquevivíamos.Lavidaesagradable,lavidaesbuena.Despuésdellunesvieneelmartes,yaéstesigueelmiércoles.

»Sí,peroalcabodeciertotiempohayunadiferencia.Puedemuybienserquealgoenelaspectodelaestancia,unanoche,enladisposicióndelassillas,la insinúe.Parecequehade ser cómodohundirseenun sofáarrinconado,ymirar, escuchar. Entonces ocurre que dos figuras en pie, de espaldas a laventana, aparecen recortándose contra las ramasde un árbol de ancha copa.Con brusca emoción, uno piensa: "Hay figuras sin rasgos, revestidas debelleza."Enlapausasiguiente,mientraslasondasseexpanden,lamuchachaconlaqueunodebieraconversarsedice:"Esviejo."Peroyerra.Noeslaedad,sinoqueunagota ha caído, otra gota.El tiempohadadootra sacudida a lasituación.Arrastrándonossalimosde labóvedadelgrosellero,paraentrarenun mundo más ancho. El verdadero orden de las cosas -ésta es nuestraperpetuailusión-quedaahorademanifiesto.Así,enunmomento,enunsalón,nuestravidaseadaptaalmayestáticoavancedeldíasobreelcielo.

»Esta es la razónpor laque, envezdeponerme los zapatosde charolybuscar una corbatamedianamente tolerable, fui en busca deNeville. Fui enbuscademimásviejoamigo,delamigoquemeconocíacuandoyoeraByron,cuandofuidiscípulodeMeredith,y tambiénmientraseraaquelprotagonista

de Dostoievski cuyo nombre he olvidado. Le encontré solo, leyendo. Unamesa perfectamente ordenada, una cortina de pliegues metódicamenteverticales, un estilete para cortar papel dividiendo un libro francés. Nadie,pensé,cambiajamáslaactitudenquelevimosporprimeravez,nilasropas.Haestadosentadoenestasilla,conestasropas,desdeeldíaenqueleconocí.Habíaallílibertad,habíaintimidad,laluzdelfuegodabavidaaunaesféricamanzana en la cortina. Allí hablamos, sentados hablamos; recorrimos laavenida, laavenidaqueavanzabajo lascopasde losárboles,bajo lascopasdensasdehojasmurmurantesdelosárboles,losárbolescuajadosdefruta,porlaquehemospaseadotanamenudojuntos,hastatalpuntoqueelcéspedestáaplastadoymuertoalrededordealgunosdeestosárboles,alrededordeciertospoemas, de ciertas obras favoritas, y ha sido nuestro constante pasear sinmétodoloquehadadomuertealcésped.Cuandohedeesperar,leo;siporlanoche me desvelo, voy a la estantería en busca de un libro. Creciendo, enconstanteaumento,hayunavastaacumulacióndematerialesnoregistradosenmicabeza.Devezencuando,hagoundescubrimiento,puedeserShakespeare,puedeserunamujerllamadaPeck,ymedigo,mientrasfumouncigarrilloencama, "Así es Shakespeare, así es Peck", con la certidumbre de unreconocimiento, con la sorpresa de un conocimiento inagotablementedelicioso, pero que no se puede comunicar. Así, Neville y yo compartimosnuestros Shakespeares y Pecks, comparamos nuestras respectivas versiones,procuramosquelasvisionesdeunoyotroiluminenmejorladecadacual,ydespuésnoshundimosenunodeesossilencios rotosmuydevezencuandopor unas cuantas palabras, pocas, como si una aleta surgiera en la vastasuperficiedelsilencio,yluegolaaleta,elpensamiento,vuelveahundirseenlasprofundidades,mientrasenel lugardesuapariciónnacenlevesondasdecontentamientoysatisfacción.

»Sí, pero de repente uno oye el latido del reloj. Y nosotros, hasta elmomento inmersos en este mundo, tenemos conciencia de la existencia deotro. Es doloroso. Neville fue quien cambió nuestro tiempo. El, que habíaestado pensando en el ilimitado tiempo de lamente, que se extiende en unrelampagueo desde Shakespeare hasta nosotros, atizó el fuego y comenzó avivir según ese otro reloj que avisa que otra persona determinada se estáacercando. El amplio y digno vuelo de sumente se contrajo. Ahora estabaalerta.Me daba cuenta de que escuchaba los sonidos de la calle.Advertí lapeculiar manera en que tocó un almohadón. De entre las miríadas deindividuosde lahumanidaden todos los tiempos,Nevillehabía elegidounapersona,unmomentoparticular.Oíunsonidoenelvestíbulo.LoqueNevilleestaba diciendo tembló en el aire como una llama insegura. Observé cómodesenredaba un paso del amasijo de otros pasos, cómo esperaba percibir unparticular rasgo de identificación, y, con rapidez de serpiente, lanzaba unamirada a la manecilla de la puerta. (De ahí la pasmosa agudeza de sus

percepciones; siempre ha sido adiestrado por una sola persona.)Una pasióntan concentrada hiere a los demás como unamateria extraña surgida de uninmóvilvdestellantefluido.Tuveconcienciademivacavneblinosamanerade ser, llena de sedimentos, llena de dudas, llena de frases y de notas queapuntarenlibretitas.Losplieguesdelacortinaquedaronquietos,esculturales,el pisapapeles sobre lamesa se endureció, los hilos del tejido de la cortinadestellaron, todo devino definitivo, externo, convertido en una escena en laqueyonopodíaparticipar.Poresomelevanté,ymefui.

»¡Dios mío! ¡Cómo se clavaron en mí, cuando salí de la estancia, loscolmillosdelconocidodolor,eldeseodehallarmeconalguienquenoestabaallí!¿Quién?Alprincipionosupequién;luego,meacordédePercival.Hacíavariosmesesquenohabíapensadoenél.Ahora,reírconél,reírconélencasadeNeville,esoeraloquequería,salirypasearcogidosdelbrazo,riendo.Peronoestaba.Ellugarsehallabavacío.

»¡Quéraroesquelosmuertossaltensobrenosotrosenesquinascallejerasoensueños!

»Esta caprichosa racha de viento tan brusco y frío, me mandó aquellanoche a través de Londres, en busca de otros amigos, Rhoda y Louis,impulsadoporeldeseodecompañía,certidumbre,contacto.Mientrassubíalasescalerasmepreguntécuáleralarelaciónquelesunía,quésedecíancuandoestaban a solas. Imaginé a Rhoda preparando torpemente el té.Miraba porencimadelostejadosdepizarra,ella,laninfadelafuente,siemprehúmeda,obsesaenvisionesysueños.Entreabriólascortinasparacontemplarlanoche."¡Vete!", dijo. "Bajo la luna, está oscuro el páramo." Llamé. Esperé. Louisquizávertía lecheenunplato,paraelgato,Louis,cuyashuesudasmanossecerraban como los lados de un puerto, con lento y angustiado esfuerzo, secerrabanalrededordeunenormetumultodeaguas,Louisquiensabíalodichoporelegipcio,porelindio,porhombresdesalientespómulosyporsolitarioscontúnicasdepelo.Llamé,esperé.Nadieacudía.Bajélospeldañosdepiedra.Nuestros amigos…Qué distantes, quémudos, cuán pocas veces visitados yqué poco los conocemos. Y también yo soy opaco y desconocido paramisamigos,unfantasmaalqueavecesseve,peroaquienporlogeneralnoseve.La vida es un sueño, seguramente. Nuestra llama, la chispa que danza enalgunas, muy pocas, pupilas, no tardará en extinguirse, y entonces todo sedesvanecerá.Recordéamisamigos.PenséenSusan.Habíacompradocampos.Pepinosytomatesmadurabanensusinvernaderos.Enlaparramuertaporlasheladasdelañopasadonacíandoshojas.Pesadacaminabaencompañíadesushijosporloscampos.Ibaporlastierrasacompañadaporhombresenpolainas,y con el bastón señalaba un tejado, unas vallas, unos muros que exigíanreparación.Laspalomaslaseguíanbalanceándoseensuspatas,enesperadelgrano que Susan les arrojaba con sus dedos terrenos y capaces. Entonces,

Susan decía: "Pero ya no me levanto al alba." Después pensé en Jinny,atendiendo,sindudaalguna,aunnuevojoveninvitadoasucasa.Llegabanalacrisisde laconversaciónusual.Apagabalas lucesdelaestancia,poníaenordenlassillas.Sí,porqueJinnyaúnbuscabaelmomento.Sinilusiones,durayclaracomoelcristal,cabalgabacontraeldíaconelpechodesnudo.Dejabaquesusclavoslaatravesaran.Cuandolesalióelmechónblancoenlafrente,comenzó a retorcerlo sin miedo entre los demás. De esta manera, cuandovenganparaenterrarla, todoestaráenbuenorden.Encontraránporcionesdecintaenroscadas.Perolapuertatodavíaseabre."¿Quiénes?",pregunta,yselevanta para ir al encuentro del hombre, dispuesta, igual que en aquellasprimerasnochesdeprimavera en lasque el árbol, bajo lasgrandes casasdeLondresenque respetablesciudadanos seacostabanserenos,apenasbastabaparacobijarsuamor,yelchirriardelostranvíassemezclabaconsusgritosdegoce, y la agitaciónde lashojasdaba sombra a su languidez, a sudeliciosalaxitud,mientrassehundíarefrescadapor todaslasdulzurasdelanaturalezasatisfecha.Nuestrosamigos,quépocolesvisitamos,quépocolesconocemos,es verdad. Pero, cuando conozco a alguien e intento esbozar, aquí, en estamesa,loqueyollamo"mivida",estavidanoesunavidacontempladaenelrecuerdo;nosoyunasolapersona;soymuchaspersonas;nisiquieraséquiénsoy-Jinny,Susan,Neville,RhodaoLouis-,nisédistinguir¡nividadelasuya.

»Esopenséaquellanochedeprincipiosdeotoño,enquenosreunimosy,una vez más, cenamos juntos en Hampton Court. Al principio, nuestraincomodidadfuemuynotable,yaquecadaunodenosotrossehabíavinculadoa una distinta afirmación, y cada uno de los restantes al acercarse por elcaminoallugardelencuentro,vestidodeesamaneraodelaotra,conbastónosin bastón, parecía contradecir la afirmación. Vi que Jinny observaba losterrenales dedos de Susan, y después escondía los suyos; yo, al fijarme enNeville,tanpulidoytanexacto,medicuentadelonebulosodemividaalaquelasfraseshabíandadotanborrosocarácter.EntoncesNevillehablócomounfanfarrón,porqueestabaavergonzadodeunaestanciaydeunapersonaydesupropioéxito.LouisyRhoda, losconspiradores, losespíasde lamesa,tomandonotas,pensaban:"Afindecuentas,Bernardpuededeciralcamareroque nos sirva más panecillos, comunicación que nosotros no podemosestablecer."Porun instante,vimosyacenteentrenosotroselcuerpodeaquelser humano completo que no conseguimos llegar a ser, pero que, almismotiempo,nopodíamosolvidar.Vimostodoloquehubiéramospodidoser,todolo que no habíamos conseguido, y, por unmomento, contemplamos demalgrado los logrosde cadaunode losdemás, comoniñosqueven, cuando separteelpastel,elúnicopastel,cómodisminuyelapartedelaquehadesalirsuporción.

»Sin embargo, teníamos una botella de vino, y bajo el influjo de suseducciónsedesvaneciónuestrahostilidadydejamosdecomparar.Yamitad

delacenasentimosqueanuestroalrededorcrecía lagrannegruradeloqueestáfueradenosotros,lagrannegruradeloquenosomos.Elviento,elrápidorodarde las ruedas, seconvirtióenel rugidodel tiempo,y rápidos rodamosnosotros… ¿A dónde? ¿Y quiénes éramos? Por un momento quedamosextinguidos, nos desvanecimos como las chispas del papel quemado, y lanegrurarugía.Rebasamoseltiempo,rebasamoslahistoria.Paramíestoduraunsegundo.Miespíritudeluchaledafin.Golpeólamesaconunacuchara.Sipudieramedir las cosas con compás, lo haría, pero, como sea quemi únicamedida es la frase, hago frases, y no sé cuál hice en aquella ocasión.En lamesadeHamptonCourtnosconvertimosenseisindividuos.Noslevantamosy avanzamos juntos por la avenida. En la sutil e irreal luz del ocaso, asacudidas,comoelecoderisasenunasendalateral,lacordialidadregresóamí,sícomomicarne.Contralapuertaenelmuro,contraciertocedro,viarderluminosa, Neville, Jinny, Rhoda, Louis, Susan y yo, nuestra vida, nuestraidentidad.ElreyGuillermoseguíapareciendounmonarcairreal,vsucoronade oropel. Pero nosotros, contra los ladrillos, contra las ramas, los seisextraídosdeentremillonesymillonesfueraporunmomentodelaabundanciasin medida del tiempo pasado y del tiempo por venir, ardíamos allí,triunfantes.Elmomentoloeratodo,yelmomentoerasuficiente.YentoncesNeville,Jinny,Susanyyo,talcomolaolarompe,rompimosnuestraunidadynosentregamosalamáspróximahoja,adeterminadopájaro,alniñoconunaro, al perro que se balancea en torpes zancadas, al calor atesorado en losbosquesdespuésdeundíaardiente,alaslucesretorcidascomocintasblancassobre las temblorosas aguas. Nos separamos. Fuimos consumidos en laoscuridaddelosárboles,dejandoaRhodayaLouisenpieenelmirador,juntoalaurna.

»Cuandoregresamosdenuestrainmersión-¡cuándulce,cuánprofunda!-,ysalimos a la superficie, y vimos a los conspiradores todavía en pie, allí,sentimos cierta compunción. Habíamos perdido lo que ellos habíanconservado.Lesinterrumpimos.Peroestábamosfatigadosytantosiellohabíasidobuenocomosihabía sidomalo, logradoo frustrado, eloscurovelodelocaso iba cubriendo nuestros hechos; las luces se estaban hundiendomás ymás, cuando nos detuvimos unos instantes en el mirador sobre el río. Losbarcosdejabanelpasajeenlaorilla;alolejossonabanvítoresyunacanción,comosi lagente agitara el sombreroenel airey cantaraunúltimocoro.Elsonidodelcorocruzaba lasaguas,ysentíel saltodeaquelantiguo impulso,que he experimentado toda la vida, de dejarme llevar arriba y abajo por elrugido de muchas voces ajenas cantando una misma canción, de dejarmellevar arriba y abajo por el rugido de una alegría, de un sentimiento, de untriunfo, de un deseo, casi sin sentido. Pero no ahora. ¡No! No podíaconcentrarme,nopodíadistinguirmeamímismo;nopodíaevitarquecayeranal agua aquellas cosas que, hacía apenas un minuto, me habían divertido,

convirtiéndome,asimismo,enunsercodicioso,celosoyvigilante,ymuchascosasmás.Nopodíarescatarmiserdeaquel interminableproyectarmelejosde. aquella disipación, de aquel flotar hacia delante sin quererlo, de aquelalejarme velozmente en silencio, bajo los arcos del puente, alrededor de ungrupo de árboles o de una isla, hasta allí donde los pájaros se posan en lospilotes,sobrelasaguasencrespadas,paraconvertirmeenolasdelmar,no,nopodíarescatarmiserdeaquelladisipación.Porestonosfuimos.

»¿Cabe decir entonces que este alejarme flotando, mezclado con Susan,Jinny, Neville, Rhoda y Louis, fue como una suerte? ¿Como una nuevacombinacióndeelementos?¿Comounindiciodeloquedebíaocurrir?Lanotaquedó garrapateada, el libro cerrado, ya que soy un estudioso intermitente.Nuncaexpongolasleccionesenlahoraseñalada.Mástarde,mientrasrecorríaFleetStreetenlahorademástránsito,recordéaquelmomentoylocontinué."¿Esquesiempre",dije"habrédegolpearlacucharacontraelmantel?¿Acasono debo, también, consentir?" Los autobuses iban cuajados; avanzaban unotras otro, y se detenían con un clic, como eslabones que se unieran a unacadenadepiedra.Lagentepasaba.

»Multitudinarios, con carteras, esquivando a derecha e izquierda conincreíbleceleridad,pasabancomounríoencrecida.Pasabanrugiendocomountrenenuntúnel.Aprovechandolaocasión,crucé;mesumergíenunoscuropasajeyentréenlatiendadonde'mecortanelpelo.Echélacabezaatrásymeenvolvieronenunasábana.Antemí teníaespejosen losqueveíamicuerposujetoylagentepasando,deteniéndose,mirandoyprosiguiendoindiferentesucamino.Elbarberocomenzóamover las tijerasdeaquíparaallá.Mesentíaimpotente para detener las oscilaciones del frío acero.Así nos cortan y noscubrenconsudarios,dije,asíyacemoselunoalladodelotroenloshúmedosprados,comoramasmarchitas,ramasfloridas.Yanotenemosqueaguantar,enpelados setos, el viento y la nieve, ya no' tenemos quemantenernos erectoscuando la galerna barre la tierra, ya no tenemos que llevar la carga, o quepermanecer sin unmurmullo en esos pálidosmediodías en que el pájaro seaplana contra la rama y la humedad emblanquece la hoja.Nos han cortado,hemos caído. Nos hemos convertido en parte del insensible universo queduermecuandomásdespiertos estamos,yquearde en rojo cuandonosotrosyacemos dormidos. Hemos renunciado a nuestra sazón y ahora yacemosinertes,marchitos,ymuyprontoseremosolvidados.Yenesteinstantevienelrabillodelojodelbarberounaexpresión indicativadeque en la callehabíaalgoquesuscitabasuinterés.

»¿Quéeraloquesuscitabaelinterésdelbarbero?¿Quéveíaelbarberoenla calle? Así es como salgo de mis abstracciones. (Sí, porque no soy unmístico, siempre hay algo que me espolea; la curiosidad, la envidia, laadmiración,miinterésporlosbarberoseindividuossemejantesesloqueme

sacaalasuperficie.)Mientraselbarberomecepillabalachaqueta,procuré,nosin esfuerzo, cerciorarmede su identidad,ydespués, balanceandoel bastón,salí al Strand y evoqué para que me sirviera de contraste de mi propiapersonalidad,lafiguradeRhodasiempretanfurtiva,siemprecontemorenlosojos,siemprebuscandounacolumnaeneldesierto,paradescubrirquéhabíadesaparecido, sí, se había suicidado. "Espera", dije, mientras, en laimaginación enlazabami brazo (así nos unimos a los amigos) con el suyo."Esperaaquelosautobuseshayanpasado,nocrucestantemerariamente,estoshombressonhermanostuyos."AlpersuadiraRhoda,tambiénpersuadíaamialma.Sí,porqueestavidanoesunasolavida,ytampocosésisoyhombreomujer,sisoyBernardoNeville,Louis,Susan,JinnyoRhoda,tanextrañoeselcontactodeunosconotros.

»Balanceandoelbastónconel cabello reciéncortadoy cosquilleos en elcogote, pasé ante aquellas bandejas con juguetes de a penique la pieza,importadosdeAlemania,sostenidasporhombresjuntoaSt.Paul.St.Paul,lagallinacluecaconlasalasextendidas,decuyocobijosalenautobusesyríosdehombres y mujeres en la hora de más ajetreo. Imaginé a Louis subiendoaquellos peldaños, con su impecable traje, el bastón en lamano, y su porteanguloso,untantoaltivo.Consuacentoaustraliano("Mipadre,banqueroenBrisbare")acudía, imaginé,aesasviejasceremoniasconmuchomásrespetoqueyo,yaqueheoídolasmismasnanasdurantemilaños.Alentrar,siemprequedoimpresionadoporlasbrillantesrosas,losrelucientesbronces,elvaivéndelasvestidurasyloscantos,mientrasunavozdeniñoselamentaalrededordelacúpula,comounapalomaquevagaextraviada.Lapazysupinaposturadelosmuertosmeimpresionan.Songuerrerosquedescansanbajosusviejasbanderas.Luegomemofédeuna tumbaabsurday floridamenteadornada,ytambiéndelastrompetasydelasvictoriasydelosescudosdearmasydelacertidumbre, tan sonoramente repetida, de la resurrección, de la vida eterna.Después mi vista inquieta é inquisitiva me ofrece la imagen de un niñoatemorizado, de un viejo jubilado que avanza arrastrando los pies, o de laobediencia de las dependientas de comercio, agobiadas por sabe Dios quécargadeesfuerzosensuspobresyflacossenos,quevienenadescansaraquíenlahorademás'tránsitocallejero.Vago,miroymemaravillo,yaveces,untanto furtivo, intento ascender por el eje de la oración de alguien hasta lacúpula,ymásallá,hastael lugaraque los rezosvayan.Perodespués, igualquelapalomaperdidayenlamentos,sientoquemefallanlasfuerzas,aleteo,desciendoymeposoenunacuriosagárgola,enunadesgastadanariz,ounaabsurda lápida funeraria, divertido, pasmado, y vuelvo a observar a losvisitantesqueguíaenmanopasanantemí,mientraslavozdelniñovuelaenlacúpula, y el órganodevez en cuando se entrega amomentosde elefantíacotriunfo. Entonces me pregunté cómo podía Louis cobijarnos a todos, cómopodía encerrarnos, convertirnos en un solo ser, con su tinta roja y su fina

plumilla.Lavozsequebróyextinguióenunlamento.

»Yvuelvoalacalle,balanceandoelbastón,mirandolascestasdealambreparapapeles en las papelerías, los cestos de frutamadurada en las colonias,murmurando Pillicock en pico Pillicock está, o croá, croó, croá, croan lossapos,odenuevocomienzalaancianidaddelmundoovetecerca,vetecerca,ohmuerte,mezclando así la tontería con la poesía, flotando en la corriente.Perosiemprehayquehaceralgoacontinuación.Elmartessigueallunes.Elmiércoles al martes. Cada día emite las mismas ondas. El ser engorda encírculos,comolostroncosdelosárboles.Comoenlosárboles,caenlashojas.

»Undía,mientrasestabaapoyadoen lapuertadeunavallapor laqueseentraba a un campo, el ritmo se detuvo, se detuvieron las rimas, losmurmullos,latonteríaylapoesía.Enmimentesehizounclaro.Porentreladensamasadelashojasdelacostumbre,mivistavio.Allíapoyado,lamentétantodesorden, tantosobjetivosno alcanzados, tanta separación,yaqueunono puede cruzar Londres para ver a un amigo, por estar la vida demasiadoatestadadecompromisos,nitampocopuedeunoembarcarparalaIndia,yveraunhombredesnudopescandopecesconarpónenelaguaazul.Medijequelavidahabía sido imperfecta,una frase inacabada.Paramí,queno tengoelmenorinconvenienteentrabarconversaciónconcualquierdesconocidoeneltren, había sido imposible conservar la coherencia; el sentido de lasgeneraciones, de mujeres llevando cántaros rojos al Nilo, del ruiseñor quecante entre conquistas y emigraciones. Había sido un empeño demasiadovasto, dije, y ¿cómo puedo levantar perfectamente el pie para subir laescalera?Medirigíamímismo,comoquienhablaauncompañeroconquienunoviajahaciaelPoloNorte.

»Hablaba a aquel yo que conmigo había estado. en muchas aventurastremendas, al hombre fiel que sigue sentado ante el fuego, removiendo lascenizas,cuandotodos losdemássehan idoadormir,alhombrequehasidoconstruido tanmisteriosamente y con tan repentinos añadidos de ser, en unbosque de hayas, sentado junto a un sauce en una orilla, apoyándose en unparapeto,enHamptonCourt,elhombrequesehacentradoensímismo,enlosmomentosdeemergencia,hagolpeadolamesaconlacucharayhadicho:"Noloconsentiré:

»Esteyo,ahora,mientrasestabaapoyadoenlavalla,mirandoloscamposque se ondulaban enolas de color ante,mí, abajo, no contestó.No formulóoposiciónalguna.Niunafraseintentódecir.Sumanonosecrispóformandoun puño. Yo esperé. Pscuché. Nada, nada. Entonces grité, súbitamenteconvencidodehabersidoobjetodeuntotalabandono.Ahora,nadaqueda.Nohayaletaquequiebrelainmensidaddeestemarinconmensurable.Lavidamehadestruido.Cuandohablo,nohayeco,nohaypalabrasvariadas.Estoesunamuertemuchomásverdaderaquelamuertedelosamigos,quelamuertedela

juventud.Soy laensabanada figuraen labarbería,quesolamenteocupaesteespacio.

»Elpaisajeantemísemarchitó.Fuecomouneclipse,cuandoelsolsefueydejó la tierra, florecienteenplenofollajeveraniego,marchita, frágil, falsa.Tambiénvienunasinuosacarretera,enunadanzadepolvo, losgruposquehabíamos formado, cómo se reunían, cómo comían juntos, cómo seencontraban en esta estancia o en aquélla. Vi mi infatigable ajetreo, cómohabíaidocorriendodeunoaotrolado,cómohabíaviajadoyhabíaregresado,me había unido a este grupo y a aquél, aquí había besado, aquí me habíainhibido. Siempre había insistido con entusiasmo, animado por unextraordinariopropósito,conlanarizpegadaalsuelo,comoelperroquesigueun rastro; alguna vez alcé la cabeza, lancé un grito de pasmo, y después,desesperanzado,volvíahusmearelrastro.Cuántodesorden,cuántaconfusión,aquínacimiento,aquímuerte,suculenciaydulzura,esfuerzoyangustiayyosiemprecorriendodeunladoparaotro.Ahorahabíaterminado.Noteníamásapetitosquesatisfacer,nomáspicadasconlasqueenvenenaralosdemás,nomáscortantesdientes,nomásmanosqueagarrar,nomásdeseosdesentir lapera,lauvayelsollatiendo,desdeelmurodelhuerto.

»Los bosques habían desaparecido. La tierra era una inmensidad desombras.Niunsonidorompíaelsilenciodelpaisajeinvernal.Nohabíagalloque cantara, ni humoque se alzara, ni tren que avanzara.Un hombre sin símismo,dije.Unpesadocuerpoapoyadoenunavalla.Unhombremuerto.Condesapasionadadesesperación,enteramentedesilusionado,observéladanzadelpolvo; mi vida, las vidas de mis amigos, y aquellas fabulosas presencias,jardineros con escobas, mujeres escribiendo, el sauce junto al río; nubes yfantasmastambiénformadosporelpolvo,deunpolvoquecambiaba,talcomolas nubes pierden y adquieren el oro y el rojo y pierden sus cumbres, y sehinchanporaquí,porallá,mudables,hueras.Yoconmilibretadenotasconmielaboraciónde frasesmehabía limitadoa registrarcambios.Sombra,mehabíaaplicadoaanotarsombras.Perocómopuedoahoraproseguir,dije, sinyo,sinpesoysinvisión,enunmundosinpesoysinilusión…

»Elpesodemidesesperanzaabriólapuertaenlavallaenquemeapoyabaymelanzó,amí,hombreentradoenaños,hombredecabellogris,alcamposin color, al campo vacío. Se acabó el escuchar ecos, se acabó el verfantasmas,seacabóelsuscitaroposición,ahorasóloquedaelcaminarsiempresinsombra,sindejarhuellasen la tierramuerta.Sialmenoshubierahabidocorderosmasticando,moviendounapatadespuésdelaotra,ounpájaro,ounhombre clavando una azada en la tierra, o un hoyo, húmedo de empapadashoja5enelquecaer…Perono, lasendadelamelancolíaconducía,plana,amás inviernoymáspalidez,a la igualycarentede interésvisióndelmismopaisaje.

»Entonces, ¿cómo regresa la luz al mundo, después del eclipse del sol?Milagrosamente.Frágilmente.Arayasdelgadas.Cuelgaenloalto,comounajaula de cristal. Es un aro que será quebrado por una jarrita. Ahí hay unachispa.Y,enel instantesiguiente,unchorrodecrepúsculo.Luegounvapor,comosilatierrainhalara,espirase,uno,dos,porvezprimera.Luego,enlaluzmuertaalguienpasaconunaluzverde.Luegosurgeretorciéndoseunblancofantasma. Los bosques palpitan en azul y verde y poco a poco los camposbebenrojo,doradoycastaño.Derepente,unríoarrancaunaluzazul.Latierraabsorbe el color como la esponja bebe agua lentamente. Adquiere peso, seredondea,pende,seaposentaysebalanceabajonuestrospies.

»De esta manera regresó a mí el paisaje, de esta manera vi los camposondulándoseenolasdecolorantemí,peroahorahabíaunadiferencia.Veíasinservisto.Caminabasinsombra.Llegaba'sinqueseanunciaramillegada.De mí había caído el viejo manto, la reacción, la hueca mano que golpeadevolviendolossonidos.Sutilcomounfantasma,sindejarhuellaspordondepasaba, sólo percibiendo, caminaba en soledad por un mundo nuevo jamáshollado,rozandonuevasflores,incapazdehablarcomonofueraeninfantilespalabrasdeunasílaba,sinelcobijodelasfrases,yoquetantashabíahecho,sincompañía,yoquesiemprefuijuntoalosdemiclaseycondición,solitario,yoquesiemprehabíatenidoaalguienconquiencompartirelvacíohogar,olaalacenaconsucolgantelazodeoro.

«Pero¿cómodescribirelmundovistosinelpropioyo?Nohaypalabras.Azul, rojo… Incluso estas palabras desconciertan, incluso ocultan con sudensidadenvezdedejarpasarlaluz.¿Cómodescribirodeciralgo,otravea,con palabras con significado? Sólo cabe decir que se desvanece, queexperimentaunagradualtransformación,queseconvierteinclusoduranteunbrevepaseoenhabitual, tambiénestepaisaje.Lacegueravuelve,alavanzaruno, y cada hoja repite otra hoja. La belleza regresa, mientras unomira, yregresaconsucoladefantasmalesfrases.Unorespira,inhalandoyexhalandorecioaliento;abajo,enelvalle,eltrencruzaarrastrándoseloscampos,gachalaorejadelhumo.

»Peroporuninstanteestuvesentadoenelcésped,enalgúnlugarsituadomásarribaqueelmovimientodelmaryelsonidodelosbosques,yvilacasa,el jardíny el romperde lasolas.Laviejaniñeraquevuelve laspáginasdellibroconilustraciones,sedetuvoydijo:"Mira,estoeslaverdad."

»En esto pensaba, mientras recorría la avenida Shaftesbury, esta noche.Pensabaenaquellapáginadellibrodeilustraciones.Y,cuandoteencontréenel lugar al que uno va para colgar el abrigo, me dije: "Poco importa lapersonalidaddelagenteaquienencuentro.Esteasuntejodeserhaterminado.Noséquiénes,nimeimporta,cenaremosjuntos."Enconsecuencia,colguéelabrigo,tediungolpecitoenelhombroydije:"Cenemosjuntos."

»Ahora la cena ha terminado; estamos rodeados de mondas y migas depan. He intentado arrancar este racimo y dártelo. Pero ignoro si en él haysustanciaoverdad.Tampocoséconexactituddóndenoshallamos.¿Cuáleslaciudadqueestaporcióndecielomiradesdeloalto?¿SeráParís,seráLondres,el lugar donde nos hallamos sentados, o alguna ciudad del sur, con casaspintadasdecolorderosa,bajocipreses,bajoaltasmontañasdondevuelanlaságuilas?Enestosmomentos,nolosédecierto.

»Ahoracomienzoaolvidar,comienzoadudardelafijezadelasmesas,de,la realidad del aquí y del ahora, comienzo a golpean con los nudillos losbordesdeobjetosaparentementesólidosydigo:"¿Eresduro?"Hevistotantascosasdiferentes,hehechotandiferentesfrases…Enelprocesodecomerydebeber, y de pasar la ,vista por superficies, he perdido esa delgada y duracáscaraquealojaelalma,cáscaraqueenlajuventudloaprisionaaunoensuinterior; de ahí la ferocidad, el tap, tap, tap, de los implacablespicosde losjóvenes. Y ahora pregunto: "¿Quién soy?"He hablado de Bernard, Neville,Jinny, Susan,Rhoda yLouis. ¿Seré acaso todos ellos a la vez? ¿Soy uno ydistinto?Nolosé.Aquíestamossentados,juntos.PeroPercivalhamuerto,yRhodahamuerto; estamosdivididos;noestamosaquí.Sinembargo,noveoobstáculoalgunoquenossepare.Nohaydivisiónentreellosyyo.Mientrashablaba,pensaba:"Soytú."Esadiferenciaalaquetantaimportanciadamos,esa identidad que tan febrilmente ansiamos, quedó superada. Sí, desde elinstante en que la vieja señora Constable alzó la esponja y la cálida aguacubriómicarne,hetenidosensibilidadypercepción.Aquí,enlafrente,llevoelgolpequemedi,cuandoPercivalcayó.Aquí,enelcogote,llevoelbesoqueJinnydioaLouis.MisojossellenanconlaslágrimasdeSusan.Veoalolejos,temblorosacomounahebradeoro,lacolumnaqueRhodaveía,ysientoelairelevantadoporsuvuelo,cuandoRhodasaltó.

»De esta manera, cuando llega el momento de dar forma, aquí, en estamesa, entremismanos, a lahistoriademividayponerlaante ti, comounacosacompleta,hederecordarcosasquesehanidomuylejos,quesehanidoagranprofundidad, que se hanhundido en esta o aquella vida, pasando a serpartedeella,ytambiénsueños,cosasquemerodean,ytambiénloshuéspedesesos fantasmas casi parlantes que merodean noche y día, que se revuelcanentresueños,,-queemitenconfusosgritos,quealargansusfantasmalesdedosymeagarrancuando intentohuir, sombrasdegentequeunohubierapodidover,nonatos.Tambiénestáelantiguobruto,elsalvaje,elhombrehirsutoquecon los dedos revuelve sogas de entrañas, y traga y eructa, cuya habla esgutural, visceral. Pues bien, éste también está. Lo llevo dentro, en cuclillas.Hoyleheobsequiadoconcodornices,ensaladaymollejasde ternera.Ahoraconsuzarpasostieneunacopadericoyviejobrandy.Seeriza,ronroneaymeclavacálidassensacionesen laespinadorsal,mientrassorbo.Ciertamenteselava las manos antes de cenar, pero no por ello dejan de ser peludas. Se

abrocha lospantalonesy loschalecos,peronoporellocambian losórganosporestasprendascontenidos.Seimpacienta,cuandodemoroeldarlelacena.Gruñeygimeconstantemente,señalandoconsusademanesdemedio idiota,conansiaycodicia, loquedesea.Teaseguroqueavecesmecuestamuchotenerlearaya.Estehombre,elpeludo,elsimiesco,hacontribuidoamivida.Hadadounesplendormásverdealascosasverdes,hapuestosuantorcha,consus rojas llamas, su denso y picante humo, detrás de cada hoja. Incluso hailuminadoelfrescojardín.Haenarboladosuantorchaensórdidascallejasenlasquesúbitamentelasmuchachasparecenrelucirenunarojayembriagadoratransparencia. ¡Oh, sí, cuán alto ha alzado la antorcha! ¡Meha hechobailarsalvajesdanzas!

»Perobasta.Ahora,estanoche,micuerpo levantagrada trasgradacomolasgradasdeunfrescotemploconelsuelocubiertodealfombras,enelquesealzanmurmullos,ydelosaltaressurgehumo,peroarriba,enloalto,aquí,amiserenacabezasólolleganhermosasrachasdemelodía,oleadasdeincienso,mientras lapalomaextraviada se lamenta,y lasbanderas tremolan sobre lastumbas,ylososcurosairesdelamedianocheestremecenlosárboles,másalláde las abiertas ventanas. Cuando miro hacia abajo, en busca de estatrascendencia, ¡qué hermosos son los desmigajados restos del pan, incluso!Qué bien trazadas espirales forman las mondas de la pera, delgadas y conmotas como los huevos de un pájaro marino… Incluso los tenedores,rectamentealineadosunoalladodelotro,parecenlúcidos,lógicos,exactos.Ylos cuernos de los panecillos que no hemos consumido están vidriados,chapados en amarillo, duros. Hasta podría rendir culto amimano, con sushuesos en abanico unidos por las azules venas misteriosas, y su pasmosoaspectodeeficacia,flexibilidadycapacidaddedoblarsuavementeyaplastarconbrusquedad,infinitamentesensible.

»Sinmedidareceptiva,abarcándolotodo,trémulodeplenitud,yalmismotiempo claro y refrenado, así parece ser mi ser, ahora que los deseos handejadodeincitarleaquesevayaysealeje,ahoraquelacuriosidadhadejadodeteñirlodetodosloscolores.Hondo,sinvaivenesdemareas,inmune,ahoraquehamuerto,yaceelhombreaquienyollamaba"Bernard",elhombrequellevabaunalibretaenelbolsilloparaescribirnotas,frasesparalaluna,notasde rasgos, el aspecto de la gente, la manera en que volvía la cabeza esteindividuo,oarrojabalascolillaselotro,enlaM,polvillodemariposa,enlaN,distintos nombres que a lamuerte se dan. Pero ahora abramos la puerta, lapuertadecristalquegiraconstantemente sobre susbisagras.Quevengaunamujer, que un hombre joven, con traje de etiqueta y bigotillo, se siente,¿podrándecirmealgo?¡No!Sétodoesotambién.Ysi,derepente,lamujerselevanta y se va, "querida", le diré, "yanopuedes conseguir que te siga".Elgolpedelaolaalcaer,quehasonadodurantetodamivida,quemedespertabaparaquevieraunarodeoroenlaalacena,yanoestremeceloquellevodentro.

»Y ahora, asumiendo el misterio de las cosas, puedo alejarme como unespía, sin abandonar este lugar, sin levantarme de la silla. Puedo visitar losremotosconfinesdelastierrasdesérticas,enlasqueelsalvajesesientaantelahoguera.Eldíaselevanta,lamuchachasellevalasjoyasdeaguaconcorazóndefuegoalafrente,elsoldirigerectamentesusrayosalacasadormida.Seensanchanlasbarrasdelasolas,searrojanlasolasalaplaya,haciaatrásvuelalaespumapulverizada,ydeslizándoselasaguasdelasolasrodeanlabarcayel acebo. Los pájaros cantan a coro, profundos túneles pasan por entre lostallos de las flores, la casa se tornamás blanca, se despereza el durmiente,pocoapocotododespierta.Laluzinvadelasestanciasyempujasombratrassombraal fondo,dondequedan replegadase inescrutables. ¿Quécontiene lasombracentral?¿Algo?¿Nada?Nolosé.

»Sí,peroahíestáturostro.Veolaexpresióndetusojos.Yo,quemehabíacreídotanvasto,untemplo,unaiglesia,ununiversosinlímites.capazdeestaren todaspartes, juntoa todas lascosas,y tambiénaquí,nosoymásqueesoque ves, un hombre entrado en años, de cuerpo bastante pesado, grises lassienes, que (meveo en la copa) apoya un codo en lamesa y sostiene en lamanoizquierdaunacopadebrandy.Esteeselgolpequemehabéispropinado.Mehedadodenarices contra el buzónde correos.Ahorame tambaleo.Mellevolasmanosalacabeza.Semehacaídoelsombrero,hesoltadoelbastón.Me he comportado comoun auténtico asno, y, con justicia, demí se ríe untranseúnte.

»Señor,¡cuánindeciblementeasquerosaeslavida!Quésuciasjugadasnoshace.Unmomentosomoslibres,yenelmomentosiguientesomosesto.

Aquí estamos, una vezmás entremigas de pan y servilletasmanchadas.Este-cuchilloyasecongeladegrasa.Eldesorden,lasordidezylacorrupciónnosrodean.Noshemosllevadoalabocacuernosdepájarosmuertos.Esconesas grasientas migas, babeadas en las servilletas, con estos menudoscadáveres, con lo que tenemosque construirnos.Siemprevuelve a empezar.Siemprehayenemigo.Ojosquemiranlostuyos.Dedosqueseenlazanconlostuyos. El esfuerzo de esperar. Llama al camarero. Paga la cuenta.Debemoslevantarnos de la silla. Debemos ir en busca de nuestros amigos. Debemosirnos.Deber,deber,deber…Detestablepalabra.Unavezmás,yoquemecreíainmune,yoquehabíadicho:"Meheliberadodeesto",medoycuentadequela olame ha revolcado,me ha puesto cabeza abajo, ha esparcido todasmisposesiones,obligándomea recoger,a reunir, aamontonar,ahaceracopiodefuerzas,levantarmeyhacerfrentealenemigo.

»Esraroquenosotros,capacesdetantosufrimiento,tengamosqueinfligirtantosufrimiento.Esraroquelacaradeunapersona,alaquenoconozcoauncuandocreoqueenciertaocasióncoincidimosenlapasareladeunbuquequeiba a zarpar rumbo al »frica -una simple aglomeración de ojos, mejillas y

aletas de nariz-, tenga el poder de injuriarnos. Túmiras, comes, sonríes, teaburres, tedeleitas, te irritas…Estoes cuanto sé.Sinembargo, esta sombraque se ha sentado junto amí durante una o dos horas, estamáscara a cuyotravésdosojosmiran,tieneelpoderdehacermeregresar,defijarmeentreesasotras caras, de encerrarme dentro de una ardiente cámara, de mandarmevolando,comounapolilla,develaenvela.

»Pero espera. Mientras preparan la cuenta detrás del biombo, espera.Ahoraqueteheinjuriado,porelgolpequememandótambaleándomeaestelugar demondas, migas y restos de carne, haré constar en palabras de unasílabaquetambiénbajotumirada,sometidoasu-influjo,comienzoapercibiresto, aquello y lo otro. El reloj emite su tic-tac, la mujer estornuda, elcamarero se acerca… Hay un gradual movimiento de acercamiento, dereunión, de aceleración y unificación. Escucha: suena un silbato, ruedasruedan,gimenlasbisagrasdelapuerta.Recobroelsentidodelacomplejidad,de la realidad y de la lucha, y a ti debo agradecerlo. Y, con cierta lástima,cierta envidia y muy buena voluntad, estrecho tu mano y te digo buenasnoches.

¡Bendita soledad!Ahora estoy solo. Esa persona casi desconocida se haido,acogeruntren,acogeruntaxi,aunlugar,alladodealguienaquiennoconozco.Elrostroquememirabasehaido.Lapresiónhadesaparecido.Aquíquedanlasvacíastazasdecafé.Aquíestánlassillaspuestaspatasarriba,sinque nadie se siente en ellas. Aquí están, vacías, las mesas a las que nadievendráasentarseestanoche.

»Permitidme que alce mi canción de gloria. Bendita sea la soledad.Dejadmesolo.Dejadquemequiteyarroje lejosestevelodelser,estanubequecambiaalmáslevesoplodelaliento,nocheydía,ytodalanoche,todoeldía. Mientras estaba aquí sentado, he cambiado. He visto cómo el cielocambiaba.Hevisto cómo lasnubes cubrían las estrellas, cómo liberaban lasestrellas, cómo volvían a cubrirlas. Ahora ya no observo el cambio de lasestrellas.Ahoranadiemeveyhedejadodecambiar.Benditasea lasoledadque ha quitado la presión de los ojos, la invitación del cuerpo, y todanecesidaddementirasyfrases.

»Milibro,repletodefrases,hacaídoalsuelo.Estádebajodelamesa,paraquelamujerdelalimpiezalobarra,cuandovengaalalbaenbuscadetrocitosdepapel,billetesdetranvía,yaquíyalláunanotaenunpapelestrujado,enforma de pelota, entre los desperdicios que deben ser barridos. ¿Cuál es lafrasepara la luna?¿Y la fraseparael amor?¿Quénombrehayquedara lamuerte?Nolosé.Necesitounlenguajemenudo,comoelquelosenamoradosusan,palabrasdeunasolasílabacomolasquedicenlosniñoscuandoentranen la estancia y encuentran a su madre cosiendo, y cogen una porción decolorida lana, una pluma, un recorte de cretona. Necesito una lechuza, un

grito. Cuando la tormenta cruza el tremedal y pasa sobremí, tendido en elhoyo,dondenadiemeve,nonecesitopalabras.Nadaclaronecesito.Nadaquesurjayahecho,contodossuspies,paraaposentarseenelsuelo.Niunadeesasresonanciasyamablesecosqueresuenanysuenandenervioennervio,dentrode nuestro pecho, formando unamúsica loca, falsas frases.He roto con lasfrases.

»Cuántomásvaleelsilencio;latazadecafé,lamesa.Cuántomejorestarsolo, comoel solitario pájaromarinoquedespliega las alas posado sobre laestaca.Dejadmeestaraquí sentadopara siempre jamás,concosasdesnudas,esta tazadecafé,estecuchillo,este tenedor,cosasquesonensímismas, talcomo yo soy yo mismo. No os acerquéis para inquietarme con vuestrasinsinuaciones de queha llegado la hora de cerrar vuestra tienda e iros.Congusto os daría cuanto dinero tengo para que nomemolestéis, sino quemedejéisseguirsentadoysentado,ensilencioysolo.

»Pero ahora el jefe de los camareros, que acaba de cenar, aparece ymemiraconcejo;sesacalabufandadelbolsilloyaparatosamentesepreparaparapartir.Deben irse; deben cerrar los postigos, plegar losmanteles y pasar unharapohúmedoporelsuelo,debajodelasmesas.

»Malditos seáis. A pesar de mi fatiga y de haber roto con todo, debolevantarme, encontrar esedeterminado abrigoque es elmío, debometer losbrazosenlasmangasdelabrigo,deboprotegermeconlabufandadelairedelanocheydebosalir.Yo,yo,yo,fatigado,inerte,casiagotadodetantofrotarlanariz contra la superficie de las cosas, incluso yo, hombre entrado en añoscuyocuerpocomienzaa serpesadoy renuentea todoesfuerzo,debo salirycogerunciertoúltimotren.

»Unavezmásveoantemílacallehabitual.Eldoseldelacivilizaciónhasidoquemado.Elcieloesoscurocomounbarnizadohuesodeballena.Peroenel cielo hay una palidez, ya de los faroles, ya del alba. Hay una ciertaagitación;parloteodegorriones,enunplátano,nosédónde.Hayciertoairedeinicio del día.No, no lo llamaré alba. ¿Qué es el alba en la ciudadpara unhombre entrado en años, que, de pie en la calle, mira un pocomareado elcielo?Elalbaescomounemblanquecerseelcielo,comounarenovación.Otrodía, otro viernes, otro veinte de marzo, enero o setiembre. Otro generaldespertar. Las estrellas retroceden y se extinguen. Las barras adquierenprofundidadentre lasolas.Lapelículadenieblaadquieredensidadsobre loscampos.Elrojoseponesobrelasrosas, inclusoenlapálidarosaquecuelgajuntoalaventanadeldormitorio.Unpájarogorjea.Loscampesinosenciendenlas tempranas velas. Sí, es la eterna renovación, el incesante alzarse y caer,caeryalzarseotravez.

»Ytambiénenmísealzalaola.Sehincha,arqueaellomo.Unavezmás

tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo demí,comoelaltivocaballocuandoeljinetepicaespuelasydespuéslorefrenaconlabrida.¿Quéenemigopercibimosahoraavanzandohacianosotros,tú,sobrequienahoracabalgo,mientraspiafamosenestepavimento?Eslamuerte.Lamuerte es el enemigo. Es lamuerte contra la que cabalgo, lanza en ristre ymelenaalviento,comounhombrejoven,comoPercivalcuandogalopabaenlaIndia.Picoespuelas.¡Contratimelanzaré,enteroeinvicto,ohMuerte!»

Lasolasrompíanenlaplaya.

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