ESCUELA PRIMARIA MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA TURNO VESPERTINO c.c.t. 15epr2071f Proyecto:
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RUY MAURO MARINI y MARGARA MILLAN ( Coordinadores)
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LA TEORiA SOCIAL LATINOAMERICANA ;~
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LOS ORiGENES
EDICIONES EL CABALLITO MEXICO, DF., 1994
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La teorf.a sociallatinoamericana Torno L· Los origenes Ruy Mauro Ml¢ni y Margara Millan (Coordinadores)
@ Ediciones El Caballito, SA Call. Ixpantenco #20-A, Col. Los Reyes Coyoacan, Mexico, D.F.
Edici6n al cuidado de David Alvarez Saldaiia
ISBN 968-6125-76-0
IMPRESO Y HECHO EN MExiCO PRINTED AND MADE IN MEXICO
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Colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Presentaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducci6n: Las raices del pensamiento latinoamericano Ruy Mauro Marini • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 17
L LAs GRANDES HIP6TESIS
Recursos naturales y viabilidad nacional: comentario a un texto de Ramiro Guerra Raquel Sosa Elfzaga • • • • • • • • • • • • • • •
Los Siete ensayos de interpretaciOn de Ia realidad peruana de Jose Carlos Mariategui Fabiofll Esctirzaga • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Notas sobre El antiimperialismo y e/APRA Jorge Turner • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
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ll. Los ESTUDIOS IDSTORIOGRAFICOS • . • . . • • 83
Los historiadores protomarxistas y las figuras heroicas de la Revoluci6n Mexicana Enrique Rajchenberg S. ·. • . • • • • • • • • • • • • • • • · 85
Caio Prado Jr.: una lectura historiografica Nonna de los Rios M • . • . . • • . . . • • • . . . . • • 107 Hacia una historiografia comparada de America La-tina: Sergio Bagli Margara Mi!Mn . . . . . • • • . • • . . • . • • . • . 127 Julio cesar Jobet y la historia como critica social Rafael Sagredo Baeza . • . . . . • . • • • • • . • • • . • 141
llL LAs PROPUESTAS POLiTICAS
La realidad argentina seglin Silvio Frondizi Sergio Bag(l • • . . . . • • • • • • . • . • • • • • • • •
Jose Revueltas: la irrupci6n del pensamiento cdtico en el Mexico posrevolucionario Lucio Oliver Costilla . . . . . • . • . • • . . . . . . .
La democracia en Mexico: una vision retrospectiva Mario Trujillo Bolio . • . • • . . • . • • • • • • • • • •
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Colaboradores
SERGIO BAGU BEJARANO. Historiador argentino, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, UNAM.
NORMA DE LOS Rios MENDEZ. Historiadora mexicana, investigadora del Colegio de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofia y Letras, UNAM.
Nic:rE FABIOIA ESCARZAGA. Soci6loga mexicana, profesora de Ia Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, UNAM.
RUY MAURO MARINI. Cientista politico brasileiio, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Pollticas y Sociales, UNAM.
MARGARA MILIAN MONCA YO. Soci6loga mexicana, investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, UNAM.
LUCIO OLIVER COSTILLA. Soci6logo mexicano, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Pollticas y Sociales, UNAM.
ENRIQUE RAJCHENBERG. Historiador mexicano, profesor de Ia Facultad de Economia, UNAM.
RAFAEL SAGREDO. Historiador chileno, investigador de Ia Universidad Cat6lica de Chile.
RAQUEL SOSA ELizA GA. Soci6loga mexicana, investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Pollticas y Sociales, UNAM.
MARIO TRUJILLO BOLIO. Historiador mexicano, investigador del Centro de Investigaciones en Estudios Superiores en AntropologiaSocial.
JORGE TURNER MORALES. Historiador panameiio, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Pollticas y Sociales, UNAM.
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Los Siete ensayos de interpretacion de Ia realidad peruana de Jose Carlos Marhitegui
Fabiola Escarzaga
A la luz de las numerosas limitaciones de su obra y la brevedad de su existencia (1894-1930), puede parecer excesivo afirmar que Mariategui es uno de los fundadores de la modema teoria social crftica latinoamericana. Son pocos e imprecisos los datos ernpiricos que sustentan sus interpretaciones y escasas las referencias teoricas expHcitas en sus trabajos. Particularmente, su obra fundamental, Siete ensayos de interpretaciOn de la realidad pemana, tiene rasgos muy especfficos: su objeto se reduce a una realidad nacional particular, la peruana, cuyas caracteristicas son poco generalizables al conjunto latinoamericano, siendo que el proposito del autor era justamente resaltar su peculiaridad dada por la herencia incaica, la cual compartfa con sus vecinos, Bolivia y Ecuador.
Mariategui asume su propuesta de interpretacion desde la perspectiva marxista, cuyo fm Ultimo es la transformacion de esa realidad. Su esfuerzo es un trabajo previo a Ia formulacion del programa, inexistente hasta ese momento, para una revolucion socialista previsiblemente lejana. El alcance de sus planteamientos solo puede ser provisional: el no considera acabada su vision de esa realidad, que por sf misma es un proceso en mutacion constante, cuyo movimiento hay que tratar de captar sin encerrarla en conceptos rfgidos, derivados de la lectura
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cerrada que la Internacional Comunista, y en particular Stalin, proponia en esa epoca de los textos marxistas y, sabre todo, de la obra de Lenin.
Esta concepcion de la teoria, explicitada en la presentaci6n del texto y fielmente seguida en el y en sus· otras obras, es la aportaci6n sustancial de Mariaiegui a la teoria social crftica latinoamericana, dado que no era algo com6n en su momenta y no lo fue en las decadas siguientes. Principalmente, en la militancia socialista o comunista latinoamericana, muy pocos se plantearon como una tarea necesaria el conocer la realidad sobre la cual pretendfan actuar. Por otra parte, pretender escapar a la racionalidad dominante de su epoca, liberal, eurocentrica y "civilizada", para intentar pensar nuestra historia desde una perspectiva socialista end6gena y critica, no era una empresa facil. Mariategui desafiaba, con su propuesta, no s6lo a la oligarqufa dueiia del poder, sino tambien a una corriente poHtica cada vez mas presente en America Latina, que queria establecer lineas generales de acci6n politica para los movimientos obreros y socialistas en todo el mundo, desde Europa o la URSS. Desafiaba a un marxismo rigido que condenaba a su pais a vivir un destino preestablecido, a transitar por una serie de fases, antes de plantearse la posibilidad de luchar por el socialismo.
z,Por que se plantea Mariategui esta perspectiva de la · teoria y de la realidad? z,Se trata de hallazgos casuales, de ingenuic.Jad politica? Sin pretender ago tar el problema ni apuntar todos los factores posibles, nos parece importante buscar en la biografia, y concretamente en el proceso formativo de Mariategui, las motivaciones que lo condujeron a plantearse en la direcci6n seiialada preocupaciones te6ricas tan disimiles de las asumidas por los socialistas latinoamericanos contemporaneos suyos. Nos interesa ~nfatizar su origen en la fase previa al viaje a Italia, y no como algunos autores que explican su profundidad te6rica, su interes por aspectos superestructurales y su poca inclinaci6n al dogmatismo como efecto exclusive de su viaje a Italia, donde se nutri6 de las fuentes marxistas,
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crocianas y sorelianas. 1 Explicaci6n que resta meritos a Mariategui como pensador original y critico y como fundador del marxismo latinoamericano. Esto Ultimo no s~gnifica desconocer Ia contribuci6n imprescindible de su aprendizaje europeo para Ia consolidaci6n del proceso iniciado en su pais.
El periodista2
Mariategui fue un autodidacta. Incapacitado por un accidente, dej6 de asistir a la escuela durante el segundo grado de primaria. Nunca recuperado del todo, comenz6 a trabajar, a los quince aiios, como ayudante de linotipista en el diario La Prensa, pasando gradualmente del trabajo manual al intelectual. El peri6dico sustituiria a la escuela. En 1912, a los dieciocho aiios, se integra a la redacci6n de La Prensa y, dos aiios despues, publica su primer articulo, fmnado con el seud6nimo de "Juan Croniqueur". Los temas que aborda son variados: la guerra, el teatro, la pintura, cr6nicas sociales, policiacas, hipicas, parlamentarias, etcetera.
Mariategui reivindic6 siempre su condici6n de autodidacta y, en la introducci6n de los Siete ensayos... se presenta como ·anti o extra universitario. El dato no es irrelevante, ya que en la oligarquica Universidad de San Marcos otra habria sido su formaci6n. El particular proceso que sigui6 en el periodismo y la literatura le permiti6 desarrollar un pensamiento marxista original, ajeno al horizonte intelectual dominante en su epoca.
1 Confr6ntese Robert Paris, La fonnaciOn ideo!Ogica 4e Jose Carlos Mariategui, Mexico, Siglo XXI, 1981.
2 . Esta parte recupera, de manera sintetica, Ia informaci6n biografica de Nicte Fabiola Escarzaga, Jose Carlos Mariategu~ una interpretaciOn, Mexico, Facultad de Ciencias Polfticas y Sociales, 1987, tesis de licenciatura. Retorno tambien planteamientos de algunos bi6grafos, como Yerco Moretic, Jose Carlos Mariategui. Su vida e ideario, su concepciOn del realismo; Juan Guerguevich Regal, La Rozon del joven Mariategui; cronica del primer diario izquierdiSta en el Pero; Guillermo Rouillon, Bio-biblicgra.fia de Mariategui.
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Complementariamente a su actividad profesional, se interesa por la poesfa y el teatro, generos en los que incursiona, y participa en el grupo bohemio "Col6nida" -comandado por el poeta Abraham V aldeomar, don de estan tambien cesar Vallejo y cesar Falc6n, entre otros:-, el cual edita una revista del mismo nombre. Mariategui encuentra en el medio periodfstico estfmulo y orientaci6n a sus inquietudes literarias y alii conoce a personalidades como Manuel Gonza.Iez Prada y Ricardo Palma. En 1915 participa en la fundacion del Cfrculo de Periodistas, primer intento organizativo del gremio y dos aiios mas tarde es elegido vicepresidente del mismo. Recibe el premio Municipalidad de Lima por su articulo "La procesion tradicional".
Hacia 1918 ocurre la transicion de Mariategui desde un interes principalmente literario y bohemio hacia uno social y politico; determinada por su orientaci6n hacia el socialismo. Renuncia a su vocaci6n literaria y elige la politica como campo de accion, pasando d~ observador y cronista a actor de la vida politica criolla. El mismo llamara a esta conversion una ruptura con su "edad de la piedra". Pero la ruptura no es tan dramatica, pues continuara con la actividad de periodista como medio de expresion y de subsistencia. Los cambios ocurridos a nivel mundial con el fm de la Primera Guerra Mundial; el triunfo de la Revoluci6n Bolchevique; sus efectos sobre Ia intelectualidad mundial, particularmente la espanola; las consecuencias de Ia guerra para la economia peruana y el despertar de la clase obrera en la lucha pot la jornada de ocho horas, asi como de los sectores medias, particularmente los estudiantes, por la reforma antioligarquica de la universidad, son factores que estimulan su transformaci6n.
En junio de 1918, Mariategui, Falc6n y el grupo _que editaba Col6nida sacan una revista llamada Nuestra Epoca, 6rgano politico inspirado en la revista Espaiia, de Luis Araquistain, de orientaci6n socialista. Alii Mariategui escribe un articulo titulado "El deber del ejercito y el deber del Estado" que, entre otros efectos, provoc6 la negativa
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del editor a seguir publicando Ia revista. Mas tarde el grupo intenta crear, sin exito, un Comite de Propaganda Socialista. Mariategui y Falc6n renuncian a Ia redaccion del diario El Tiempo para crear un nuevo periodico, La Raz6n, que aparece el 14 de mayo de 1919, dos meses antes de lac; elecciones presidenciales.
La politica editorial de Ia nueva publicaci6n se orientaba a atacar la candidatura de Leguia, a apoyar al movimiento obrero en su lucha · por el abaratamiento de las subsistencias, y a promover Ia reforma universitaria.3 Un editorial de La Raz6n, del 3 de agosto de 1919, titulado "La Patria Nueva, un personal senil y claudicante", provoca Ia clausura del diario y amenazac; contra sus editores Falc6n y Mariategui. Ec;tos se ven obligados a abandonar e1 pais bajo Ia figura de una beca, por Ia cual prestaran servicios como "agentes de prensa" en las embajadac; de Espana e Italia.
En Italia, Mariategui emprende sistematicamente Ia observacion de Ia realidad polftica y social europea e italiana, sobre Ia que escribe cotidianamente arti'culos que envia para su publicaci6n en Lima. En 1921 asiste como corresponsal extranjero al XVII Congreso del Partido Socialista Italiano, en Livorno, donde el grupo de Bordiga y Gramsci, en desacuerdo con Ia mayoria, se desligara para formar el Partido Comunista.
Mariategui se nutre teoricamente de los autores que, en ltalia, son mas prestigiados en ese momento, Croce y Sorel, y de Ia literatura marxista que esta a su alcance. La coyuntura europea es especialmente rica y estimulante, lo que contribuira a consolidar su formacion intelectual y su eleccion por el socialismo. El contacto con Ia informacion y Ia literatura que vienen de Mosc6 y Ia mayor incidencia de esta en ltalia le permitiran una mas s6lida formacion politica socialista.
3 Mariategui reseiia este momenk> en "Antecedentes y desarrollo de Ia acci6n clasista" (1929), en /deo/ogia y Politico, Ediciones populares de las Obras Completas, Lima, vol. 13.
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No obstante haberse casado con una italiana, Ia voluntad de volver a su pais se impone. Transcurrido el perfodo que cubria la beca, parte de ltalia e inicia un recorrido por varios paises europeos, con una estancia en Berlin de casi seis meses. Hallandose acompafiado de ~u esposa y su hijo, no le fue posible llegar hasta la URSS, como pretendia.
Mariategui regresa a Lima en marzo de 1923, donde se reintegra a su actividad profesional y politica escribiendo en diarios y revistas. Mantiene el seguimiento de la situaci6n europea, Ia que difunde en una serie de conferencias en las Universidades Populares Gonzalez Prada sobre la Historia de la Crisis Mundial, dirigidas a los obreros, intentando demostrar el agotamiento del sist~ma capitalista y la inevitabilidad y justeza del socialismo. Esta sera la via de su reintegraci6n a la labor de propagaci6n del socialismo dentro del movimiento obrero.
A partir del nUm.ero 4, asume la direcci6n de la revista Claridad, en sustitucion de Haya de la Torre, desterrado por el gobiemo de Leguia. Su proyecto es crear una empresa editora para publicar una revista y un diario, como instrumentos para construir, en el momenta .oportuno, el partido socialista peruano. Un acontecimiento dificulta sus planes: en abril de 1924 sufre la amputaci6n de la piema izquierda a causa de un tumor maligno en el muslo.
A principios de 1925, recuperado de la operacion, Mariategui logra fundar la editorial Minerva, con ayuda de su hermano Julio Cesar, propietario de una imprenta. En ella edita, entre otros, su primer libro, La Escena Contemponinea,4 que compila 42 aiticulos escritos entre fines de 1923 y principios de 1925. Su reflexion sigue siendo sobre la realidad europea de la epoca, actualizada con la informacion ·que recibe de sus diversos contactos europeos, pero en una nueva perspectiva, en la medida en que la coyuntura europea cambiara. Ahora, tratara de explicar las razones de la derrota de la revolucion en Europa y de Io que se perfilaba ya como el reafianzamiento del poder
4 La Escena Contemporanea, ibid., vol. 1.
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burgues en los pafses capitalistas mas avanzados, en reemplazo al empate de fuerzas que Mariategui viviera en Italia. Tales circunstancias no debian desestimular la lucha revolucionaria peruana. Le interesaba, sobre todo, desentrafiar las condiciones del exito de la revoluci6n en Rusia y de su fracaso en Europa y encontrar las pautas para la elaboracion de un proyecto revolucionario para el PerU.
En septiembre de 1926 aparece, bajo su direccion, la revista .Amauta, como expresi6n de un movimiento de renovaci6n intelectual. Su convocatoria, alejada del sectarismo, estaba abierta a todos los que asumieran un compromiso en la creacion de "un Peru nuevo dentro de un mundo nuevo". La finalidad de Mariategui era la elaboraci6n colectiva y amplia del proyecto nacional peruano, que concebia como inseparable del socialismo. El nombre quechua significa "el profeta", "el anticipador" y subraya-
"ba su "adhesion ala raza" y su "homenaje al incaismo", para "definir los elementos de la nacion peruana en formaci6n, cuya base es el indio".5 Amauta intentaba conformar un foro de discusi6n entre los intelectuales peruanas, pero tambien difundir entre los trabajadores esos debates, planteandose como un 6rgano generador y promotor de cultura popular para enfrentar a la cultura dominante.
Con algunas interrupciones, debido a la represi6n gubemamental -"accidentes de trabajo" los llamaba Mariategui-, Amauta apareci6 hasta mediados de 1930, sobreviviendo en uno o dos numeros a la muerte de su director. El tiraje era de 5 mil ejemplares y su distribuci6n se hacia por suscripciones, dentro y fuera del pais. Julio Portocarrero vendia 80 ejemplares en la fabrica textil Vitarte, donde trabajaba.
Los Siete ensayos
Ellibro mayor de Mariategui es el resultado de mas de
5 "Presentaci6n de'Amauta" (1926). Existe una edici6n facsimilar de todos los niimeros de Ia revista que pennite apreciar el valor editorial y Ia riqueza de Ia misma.
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tres aiios de investigaci6n de Ia realidad nacional. Fue escrito de una manera particular, adoptada ya por el au tor en su primera obra, La escena contemponinea. Mariategui publicaba como ar:tfculos, en diarios o revistas, las _idea'>, reflexiones, preocupaciones, etc., que Iuego se articularfan como ensayos; sin embargo, estos no son simplemente un ensamblamiento posterior de artfculos afines, sino que fueron concebidos en la perspectiva de arribar a ese resultado, en el marco de un plan previo.
Puede seguirse, pues, el curso de Ia investigaci6n de Mariategui, iniciada en octubre de 1924, en sus artfculos publicados en Ia'> revista'> Mundial y Variedades. Dos razones explican esta forma de trabajo: el hecho de que Mariategui vivfa de su actividad periodfstica y las dificultades agregadas por su condici6n de invruido. De ella'> se derivaba una inmediatez entre Ia investigaci6n y Ia exposici6n.
Los interlocutores de Mariategui son los intelectuales peruanos que comparten sus preocupaciones por entender a su pafs. Sin embargo, algunos estan influfdos por el discurso reaccionario europeo y Ia ideologfa dominante, positivista o idealista. La obra obtuvo en su momento el reconocimiento de los intelectuales latinoamericanos contemporaneos, pero fue cuestionada o ignorada por los que estaban afiliados a Ia Internacional Comunista.
En Ia medida en que sus destinatarios ultimos son los trabajadores, el discurso es claro, sencillo y conciso. Su prop6sito explfcito es contribuir a Ia creaci6n del socialismo peruano. El objeto de su investigaci6n es interpretar Ia historia nacional y construir un esquema totalizador de Ia evoluci6n del pafs para demostrar su caracter colonial. No se trata de un fin academico, sino politico, que se propone realizar Ia crftica socialista de los problemas y de Ia historia del Peru.
Se suele criticar su deficiente informacion hist6rica. Sin embargo, hay que considerar el poco material disponible en Ia epoca, aunado al hecho de que Mariategui no era historiador. Esta tambien su imposibilidad para desplazarse, aun antes de su invalidez. De hecho Mariategui no
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habfa salido practicamente de Lima y sus alrededores: a1 pafs que interpret6 no lo conoci6 ffsicamente. Por otra parte, Siete ensayos ... no pretende ser un estudio epistemol6gico ni construir una gran teoria. El marxismo es, para Mariategui, una teoria viva, para aplicar, conocer y recrear una realidad concreta y, asf, encontrar el camino revolucionario de su pueblo .
Para Mariategui es fundamental establecer si el Peru .es un pais capitalista y si, en este caso, hay condiciones para la lucha por el socialismo, asi como si es la clase obrera la que habra de protagonizarla. Su respuesta no se limita a la aplicaci6n mecanica del programa marxista. El texto afirma la coexistencia en el Peru de su epoca de elementos de tres economias distintas o, como los llamariamos nosotros, tres modos de producci6n: comunista, ~eudal y capitalista, articulados entre sf en dos espacios geograficos perfectamente diferenciados. En la sierra andina, bajo el regimen feudal predominante, subsisten residuos de una economfa comunista indfgena. En la costa, en cambio, sobre un suelo feudal, crece una economfa burguesa, retardada y obstrufda por el primero.
El primer ensayo rastrea el proceso de transici6n del feudalismo al capitalismo, a traves de las distintas etapas de Ia historia peruana. Y constata, a lo largo del proceso, Ia persistencia de 1~ matriz colonial de Ia economfa, es decir, su caracter dependiente del imperialismo.
La conquista y Ia colonizaci6n espaiiola significaron Ia desarticulaci6n de la economia comunista de los incas, es decir de su estructura productiva y sus instituciones sociales y polfticas, merced a Ia violencia de Ia conquista y una politica de saqueo y pillaje, pero no la destruyeron totalmente. La fuerza de trabajo indfgena es sometida a relaciones de producci6n serviles, a traves del sistema de encomiendas en Ia explotaci6n agricola, y a un regimen semiesclavista, mediante la "mita" en Ia explotaci6n de las minas. Las Leyes de Indias concedieron ala comunidad su derecho a existir, pero no sirvieron para defenderla de Ia voracidad de encomenderos y mineros.
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Para Mariategui la economia feudal implantada por los conquistadores representaba una involuci6n respecto a lo anteriormente existente, en terminos de racionalidad econ6mica, pues no fue capaz de garantizar la reproducci6n natural y el crecimiento de Ia poblaci6n. La economia feudalllev6, en los hechos, al despoblamiento de la costa, al forzar a los indios a huir hacia la sierra. Los espaiioles trataron de ~ustituirlos con fuerza de trabajo esclava importada de Africa. El desequilibrio demografico generado por Ia conquista y colonizaci6n no se superara en Peru sino hasta mediados del siglo XX.
SegU.n el autor, dos fueron las causas fundamentales de la independencia de las colonias espaiiolas: el conflicto de intereses entre la poblaci6n criolla y espaiiola y la corona, por un lado, y, por otro, en el plano mundial, las necesidades del desarrollo capitalista. De hecho, Inglaterra financi6 la fundaci6n de nuevas republicas, respondiendo a la correspondencia existente entre los intereses del capitalismo mundial y los de las colonias espaiiolas.
La independencia fue el primer impulso al desarrollo del capitalismo en la regi6n. Creci6 el intercambio de America Latina con Europa, vinieron capitales e inmigrantes, y se estableci6 la democracia burguesa liberal, al menos formalmente. Pero Peru se encontraba en desventaja respecto a otros paises de America Latina, entre otras causas por la subsistencia de residuos feudales en su economia, la falta de un producto atractivo que ofrecer en el mercado mundial y su distancia geogratica de las rutas del comercio con Europa.
El boom del guano y del salitre, a mediados del siglo, fue la coyuntura que permiti6 la articulaci6n del Peru al mercado internacional, bajo el control del capitalismo britanico, persistiendo su caracter colonial. La facil explotaci6n de estos fertilizantes no requiri6 transformar las relaciones de producci6n feudales ni realizar un gran esfuerzo para organizar la producci6n. Su explotaci6n se convirti6 en el principal ingreso fiscal, al tiempo que propici6 un fuerte endeudamiento del Estado, el despilfarro y
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la hipoteca de los recursos naturales del pais a los ingleses, que se apropiaron del guano y de los ferrocarriles. Las utilidades del guano crearon el capital comercial y bancario, dando el primer gran impulso al surgimiento del capitalismo en el Peru.
La Guerra del Pacifico y la derrota subsecuente frente a Chile significaron la perdida de los yacimientos salitreros y, con ello, el colapso de la economia. Pero esto no liquid6 el pasado feudal, sino que reforz6 la estructura de dominaci6n, llevando a que el poder cayera en manos de caudillos. El corolario de la guerra fue la firma del Contrato Grace, que ratific6 el predominio del capital britanico, el cual obtuvo la concesi6n de los ferrocarriles.
Bajo estas condiciones se desarrollo el capitalismo peruano, a partir de las Ultimas decadas del siglo XIX. Con la aparici6n de la industria moderna en la costa, inicia la formaci6n de un proletariado industrial que cambia poco a poco los terminos de la lucha politica. Se robustece la burguesia y declina el poder de la aristocracia, pero persiste el de la gran propiedad agraria. Se refuerza la hegemonia de la costa sobre la sierra y se fortalece el capital fmanciero como alianza entre el capital extranjero y la gran propiedad agraria.
No obstante la expansi6n capitalista de la agricultura de la costa, persiste su caracter colonial, dado que su desarrollo depende totalmente del capital extemo. Su producci6n esta determinada por los mercados externos y no hay diversificaci6n de cultivos. Por el contrario, se obliga a la especializaci6n y al monocultivo para la exportaci6n, quedando relegada al area andina la producci6n para el consumo interno. No se controlan los vollimenes de producci6n, sin atentar para las bajas de los precios o las crisis de sobreproducci6n del mercado mundial. El credito depende enteramente del exterior. Peru constituye para el capitalismo internacional un dep6sito de materias primas y una plaza para sus manufacturas. Se trata de un capitalismo colonial y dependiente, subordinado al imperialismo.
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La Guerra del Pacifico revelo el peligro de una prosperidad econ6mica apoyada exclusivamente sobre la posesi6n de una riqueza natural, como el guano y el salitre, expuesta a la codicia extranjera o a Ia decadencia de sus aplicaciones por efecto de las mutaciones industriales derivadas de los inventos de Ia ciencia. Los ierratenientes de Ia costa beneficiados durante el boom busca.ron, en Ia fase siguiente, nuevos productos que les permitieran reinte- 1 grarse al mercado mundial, como el azlicar, el algod6n, el arroz, el petr6leo y el cobre. La apertura del canal de Panama facilit6las comunicaciones del Peru con Europa y sobre todo con Estados Unidos, que en esta fase comenzara gradualmente a desplazar al capital britanico.
La independencia habla encontrado al Peru retrasado en la formaci6n de su burguesla y no implicaria cambios profundos en el antiguo regimen que extendiera a los campesinos el fruto de la nueva economfa nacional. No se habfa tenido, pues, una revoluci6n. Mariategui parte del modelo revolucionario frances para explicar el caso peruano. Alli faltaron las dos premisas necesa.rias a una transformaci6n radical: la existencia de una burguesia consciente de sus intereses y Ia existencia de un estado de animo revolucionario en el campesinado que lo llevara a reivindicar sw. derecho a Ia tierra en terminos incompatibles con el poder de la aristocracia terrateniente. Mas bien Ia independencia se deberia a otros factores, como Ia solidaridad continental y las circunstancias mundiales que trabajaron en su favor, favoreciendo la alianza entre la clase terrateniente y la burguesfa comercial frente a la Corona.
Durante la republica persistieron la extrema incipiencia de la burguesla urbana y la situaci6n marginal de los indigenas. El periodo de caudillaje militar robusteci6 a la aristocracia terrateniente, expresi6n de la ausencia de una burguesfa. En efecto, el fortalecimiento del capital extranjero, aliado ala aristocracia terrateniente, impidi6 el surgimiento de una vigorosa burguesfa urbana. Factor importante era el ideol6gico, dado que la educaci6n no creaba burgueses, sino la clientela de la casta propietaria.
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La propiedad de la tierra, obtenida durante el virreinato, engendraria, bajo Ia republica, el predominio del capital comercial. Los privilegios de la colonia dieron origen a los privilegios de la republica. La burguesfa es heredera directa de la aristocracia, descendiente de los encomenderos y terratenientes de Ia colonia, aunque, por su funci6n burguesa, adopte los principios liberates.
No existe, no ha existido nunca --concluye Mariategui- una burguesia progresista, con sentido nacional, liberal y democratico. La casta propietaria mantiene una mentalidad colonial, considerando al trabajo con un criterio esclavista y negrero y asumiendo Ia inferioridad de los hombres de color. Se siente no solo superior a sus siervos, sino etnica y nacionalmente diferente.
Peru es un pais agricola. El cultivo de Ia tierra ocupa a Ia mayorfa de Ia poblaci6n que se compone, en sus cuatro quinta.c; partes, de campesinos indigenas. La agricultura de Ia costa es semifeudal y Ia hacienda no produce para Ia ciudad sino para el mercado externo, privando a las ciudades de sus medios de vida y compitiendo deslealmente con ella en el comercio y Ia industria. El capital externo fmancia y dirige a los terratenientes, hasta apropiarse de sus tierras y de Ia mano de obra barata.
Rentistas, los terratenientes carecen del espiritu burgues, la tecnica, los metodos y la disciplina productiva. Domina en ellos la herencia espaiiola. Incapaces de transformarse en burguesfa capitalista, son s6lo intermediaries del capital extranjero. La propiedad capitalista de Ia costa peruana no surge de Ia disoluci6n del feudo, como en Ia transici6n clasica del feudalismo al capitalismo, sino de la concentraci6n de Ia tierra y Ia subordinaci6n de sus pro-pietarios al capital externo.
El gamonalismo es Ia hegemonfa de Ia gran propiedad semifeudal en Ia politica y en el aparato del Estado, es Ia subordinaci6n de todas las instancias de este --el juez, el subprefecto, el comisario, el maestro- a sus intereses. Lo mismo pa.c;a a las instancias del poder central, como el parlamento y el propio ejecutivo.
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La sobrevivencia de la feudalidad es la causa del retraso en el desarrollo capitalista y determina el regimen politico y administrativo de toda la naci6n. Sobre una economfa feudal no pued_en desarrollarse plenamente ins- . tituciones democniticas y liberales. El Estado no gararitiza los derechos civiles de la poblaci6n, que trabaja y vive en ellatifundio y, aunque el terrateniente no tenga legalmente derechos feudales, su condici6n de propietario le permite ejercer un poder incontrolable.
La soluci6n del problema indfgena parte de Ia soluci6n al problema de Ia tierra. El acceso del campesinado indfgena a la tierra pasa por la liquidaci6n de la feudalidad, tarea que correspondfa realizar a una burguesfa que no ha existido en forma plena en el Peru. La soluci6n liberal, que corresponderfa al fraccionamiento dellatifundio para crear Ia pequefi.a propiedad, ya no se puede ensayar debido a Ia ausencia de la burguesia y al caracter peculiar del problema agrario pe:tuano: la supervivencia de Ia comunidad indfgena y de elementos del socialismo practico en la agricultura y Ia vida indfgenas.
La soluci6n debe ser econ6mica y politica, ya que no se trata simplemente de un problema administrativo, pedag6gico, etnico o moral. Su eje central es la subQrdinaci6n del indio al terrateniente a traves. de la servidumbre o el trabajo gratuito y forzado. Esta condici6n de Ia poblaci6n indfgena se inici6 con su sometimiento para la explotaci6n de minas y haciendas durante Ia Colonia.
Con Ia independencia, Ia opresi6n persisti6. Los criollos aprovecharon el apoyo de las masas indfgenas, pero el proyecto liberal en la practica no condujo a Ia liberaci6n del indio del dominio feudal, no le concedi6 la tierra ni aboli6 el trabajo gratuito. Ante Ia ausencia de una nueva clase dirigente, la aristocracia terrateniente mantuvo sus derechos sabre Ia tierra y el indio.
Las consectiencias del establecimiento de Ia republica para los indigenas fueron adversas. La desamortizaci6n disolvi6 la comunidad y no ellatifundio civil o religioso. El indio perdi6 sus tierras en manos de Ia feudalidad criolla.
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Se restaur6 el regimen de Ia "mita" con la conscripci6n vial (trabajo forzado ). Para Mariategui la responsabilidad de la republica en Ia situaci6n social del indio es alin mayor que la del virreinato, pues, a diferencia de este, que era un regimen medieval y extranjero, aquella es un regi-men peruano y liberal. -
La soluci6n a Ia condici6n extra social del indio se vera facilitada con Ia propagaci6n del socialismo, cuyas premisas son el desarrollo de la industria y de la clase obrera. El proyecto socialista aspira a integrar a la mayorfa de la poblaci6n, que en el caso peruano es indigena y campesina, a los beneficios del desarrollo. La propagaci6n del socialismo en el Peru ha generado un movimiento de reivindicaci6n indigena, que se manifiesta en el arte y la literatura nacionales como Ia revaloraci6n de lo aut6ctono y en el despertar de una nueva conciencia en los indigenas, que ha obligado al gobierno a adoptar algunas medidas en su favor, pero que no tocan a los gamonales.
Mariategui afirma categ6ricamente que Ia soluci6n al problema indfgena debe provenir de los propios indios, para lo cual es necesaria su vinculacion nacional, que supere Ia atomizaci6n en Ia que se encuentran y que los ha llevado a manifestacion,es __,radicales de descontento que solo han tenido un alcance local. Esta situaci6n comienza a cambiar en Ia decada de los veinte. Por otro lado, retomando a Castro Pozo, caracteriza al comunismo agrario de los incas, en funci6n de: Ia propiedad colectiva de Ia tierra, cultivada por el ayllu o conjunto de familias ernparentadas, aunque dividido en.lotes individuales intransferibles; la propiedad colectiva de las aguas, tierras de pasto y bosques por Ia marca o tribu; Ia cooperaci6n comlin en el trabajo y Ia apropiaci6n individual de las cosechas.
Su insistencia en el caracter socialista de Ia economia incaica le ha trafdo numerosas crfticas, en particular por parte de comunistas rusos, que lo acusaban de plantear; como los populistas de fines de siglo y adversarios politicos de Lenin, una via no capitalista para acceder al socialismo, a partir de Ia supervivencia de Ia comunidad rural.
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De hecho Mariategui no hace sino anota( uh hecho descubierto por los hombres del renacimiento que tuvieron conacimiento de la realidad incaica y que seria constatado, mas tarde, por arqueologos como John Murra, que advirtieron en el sistema incaico una mayor ate~cion a las necesidades sociales por parte de las instituciones economicas que en otras culturas en las que prevalecia el "modo de produccion asiatico".
Sin embargo, para el no es esto lo que justifica la recuperacion de Ia comunidad en Ia construccion de una futura sociedad socialista ni lo que explica su supervivencia secular y adaptaci6n a condiciones adversas. Lo esencial es que el regimen colonial no atac6 formalmente a Ia comunidad indfgena. Por el contrario, el regimen medie-
. val dominante en Espaiia conciliaba Ia propiedad feudal con Ia comunitaria y convirti6 a esta en parte de su maquinaria fiscal y administrativa.
Las Leyes de lildias no pudieron amparar, en Ia pnictica, Ia propiedad comunal frente a los conquistadores, que se convirtieron en encomenderos y, luego, se constituyeron en senores feudales, apropiandose de las tierras y de los indios. Los latifundios sustituyeron a la~ comunidades y los indios fueron incorporados como siervos. No obstante, la comunidad sobrevivio dentro de un regimen de servidumbre petrificada, sometida a un estado extrafto a su destino.
La doctrina liberal, implantada de manera formal bajo la republica, asumi6 como una de sus tareas mas importantes la destrucci6n de la comunidad indfgena. Pero el ataque a la comunidad tuvo efectos limitados, ya que no convirti6 a los indigenas en pequefios propietarios ni en asalariados libres. Consistio mas bien en la entrega de sus tierras a los gamonales y su clientela, persistiendo la vinculacion del indfgena bajo relaciones de servidumbre.
Mariategui refuta la condena del liberalismo republicano ala comunidad, como rezago de una sociedad primitiva o como una supervivencia de la organizacion colonial, cuestionando a los que impiden comprender al sistema
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inca y denunciando la falta de "relativismo historico'' de los liberales para analizar la comunidad, asi como su incapacidad para distinguir entre el comunismo moderno y el comunismo incaico. En su entender, el caracter autocnltico del regimen inca no cuestiona la existencia del comunismo en la sociedad inca. Autocracia y comunismo eran compatibles en ese momento, pero no lo serfan en una sociedad socialista. En este sentido, reivindica la coherencia historica entre Ia organizaci6n economica y el sistema politico.
Lo que mayor admiraci6n produce en Mariategui es el hecho de que la sociedad incaica constituyera un modelo de nacion peruana como no habfa existido despues, sustentada en una economfa agraria que alimentaba a 10 millones de personas y en un Estado eficiente, orgaruco y soberano, bajo una aristocracia indfgena creadora de sus propias instituciones. Por ello, reivindica Ia obra de Castro Pozo como la primera defensa organica de la comunidad indfgena, luego de dos siglos de desprecio, como un organo viviente que manifiesta posibilidades de evolucion y desarrollo, resistiendo los embates dellatifundismo.
El comunismo ha sobrevivido porque es la 6nica defensa.del indio frente ala dominacion feudal. Su vitalidad es tal que, bajo nuevaS circunstancias, impulsa variadas formas de cooperaci6n y asociacion. Es un sistema de producci6n que mantiene vivos los organos morales para el maximo rendimiento del trabajador. Y es tambien una institucion social que defiende Ia tradicion indigena, porque conserva la funcion de la familia campesina.
El analisis elabor~do por Mariategui en los Siete ensayos... hace aportaciones te6ricas significativas para Ia comprension de la especificidad del desarrollo capitalista peruano, que seran retomadas por distintas vertientes teoricas, decadas mas tarde, respecto a America latina. Esclareciendo problemas centrales en tomo al concepto de formacion economico-social, a partir de una aplicacion dialectica y no reduccionista del marxismo, construye una vision totalizadora del proceso historico peruano, con lo
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que rescata los elementos centrales del pr6ceso para definir la realidad contempon1n.ea de su pals.
Su concepto de formaci6n econ6mico-social es concebido en tres niveles: como articulaci6n de modos de produccion, como tra.llsicion y como to tali dad~
Como articulacion de modos de produccion, uno de ellos es dominante, o esa es al menos la tendencia historica del proceso, pero no como un "dualismo estructural" o yuxtaposicion de modos de produccion ajenos entre si. Hay una interaccion esencial entre ellos. Los modos de produccion no dominantes no son considerados como reminiscencias o como un fenomeno marginal, pero su presencia dota de rasgos especfficos a la formacion economico social, explica las condiciones en las que el modo de produccion dominante opera y por las que se ha constituido en dominante.
Como transici6n se apunta a una situacion ella que el modo de production dominante no siempre lo ha sido, aunque la logica del proceso, desde sus inicios, se moviera en ese sentido. El proceso de la formacion economico-social peruana es el de la transicion entre el predominio del modo de produccion feudal al predominio del modo de produccion capitalista, que no tiene el mismo canicter que los procesos de transicion en Europa. El predominio del modo de produccion feudal en el Peru no se da a partir de un proceso espontaneo, sino por la imposicion de relaciones . de produccion feud ales a partir de la conquista y un regimen colonial que se articula con el proceso capitalista europeo. El predominio del modo de produccion feudal en el Peru es parte del proceso por el que el modo de produccion capitalista se logra imponer en Europa. AI introducirse alli ·las relaciones de producciones feudales, se imponen tambien los germenes de las fuerzas productivas y sociales capitalistas, pero atrofiadas, porque las condiciones para su desarrollo ser:in obstruidas por el capitalismo europeo. Nace, pues, un capitalismo que solo puede ser colonial y esta condicion Ie impedira consolidarse como capitalismo.
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Como totalidad, las diferentes instancias de la sociedad est:in articuladas, la economia determina a la politica y a la ideologfa, pero estas a su vez sobredeterminan a la economia, cumpliendo papel activo en el proceso historico. Las clases sociales, por ejemplo, no tienen s6lo una existencia economica, sino tambien politica e ideologica. No es suficiente la introduccion de relaciones de produccion capitalistas en la formacion economico-social peruana; la reproducci6n de aquellas necesita de Ia presencia del elemento burgues en la superestructura polftica e ideol6gica para acelerar el proceso economico. En el caso peruano, el origen aristocratico y feudal de la clase que ha asumido en la economia el rol de clase burguesa determina la ausencia en ella de una vision del mundo y de un proyecto politico burgues, lo que retrasa el proceso de generalizacion de las relaciones de produccion capitalistas. Por otro lado, la presencia limitada, cuantitativa y cualitativamente, de la clase obrera en la formacion social peruana, no hace a Mariategui concluir por la imposibilidad de una acci6n clasista y autonoma de Ia clase obrera: en las condiciones en que se encuentra, esta puede generar un proyecto revolucionario en el cual juegue el papel protagonico y debe actuar conforme a el, sin esperar a que las condiciones materiales para su realizacion esten dadas; mas bien debe crearlas, adelantando el trabajo de consolidacion ideologica y polftica de la clase a partir de su elemento consciente.
En una formaci6n como Ia peruana, donde se articulan relaciones de. producci6n diversas, estan presentes tambien y juegan un papel especffico las superestructuras correspondientes a ellos. Aun sea de manera deformada o encubierta, elias influyen activamente sobre el conjunto de la sociedad. Por tanto, para comprender Ia totalidad hay que reparar en elias e interrogarlas. Elias conforman Ia especificidad del proceso historico peruano, en elias est:in las respuestas concretas, necesarias a la formulaci6n de una estrategia para la revolucion socialista en el Peru, que no sea "calco y copia, sino creaci6n heroica".
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