Latour -Esas Redes Que La Razón Ignora

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CONTENIDO Agradecimientos ........... Introducciôn: Fernando J. Garcîa Selgas y José B. Monleôn ..... I LA TENSIÔN ENTRE LOS MÂRGENES Y LOS CENTROS El concepto de sujeto en el pensamientofeminista actual: Page Dubois ................ El sujeto del feminismo o una historia del precedentei Ca- therine Gallagher Feminismo, Ilustraci6n y Postmodernidad. Notas para un debate: Celia Amorôs ................ La quiebra de la identidad personal. El casodel género: Fé- lix Ortega 73 El desarrollo de las formaciones sociales transnacionales: respuestas de los Estados mexicano y dominicano a la emi- graci6n transnacional:Luis E. Cuarnizo 9l II EL PENSAMIENTO POLIFÔNICO De dônde venimos: Todd Gitlin 127 Notas sobre la sociedad del conocimiento: Emilio Ldmo de Espinosa 147 Esasiedes que la raz6n ignora: laboratorios, bibliotecas, colecciones: Bruno Latour y Emilie Herntant 161 El acontecimientomodernista: Hrryden tX/bite 185 Crônicasde la conquista de ciudaJania: representeciones narrativ.ls de la identidad urbirnaen Cali: Gonzalct Abril ... 207 9 11 .). .).) 43 59 t. z. ^ a. s 6. 7. 8. 9. 10.

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Bruno Latour

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  • E S T R U C T U R A S Y P R O C E S O SC i e n c i o s 5 o c i o l e s

    O Edi tcr io l Trot to, S A 199?Sogoslo 33 28004 Modr id

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    CONTENIDO

    Agradecimientos . . . . . . . . . . .Introduccin: Fernando J. Garca Selgas y Jos B. Monlen .....

    ILA TENSIN ENTRE LOS MRGENES Y LOS CENTROS

    El concepto de sujeto en el pensamiento feminista actual:Page Dubo is . . . . . . . . . . . . . . . .El sujeto del feminismo o una historia del precedentei Ca-therine GallagherFeminismo, Ilustraci6n y Postmodernidad. Notas para undeba te : Ce l i a Amors . . . . . . . . . . . . . . . .La quiebra de la identidad personal. El caso del gnero: F-lix Ortega 73El desarrollo de las formaciones sociales transnacionales:respuestas de los Estados mexicano y dominicano a la emi-graci6n transnacional: Luis E. Cuarnizo 9l

    I IEL PENSAMIENTO POLIFNICO

    De dnde venimos: Todd Gitl in 127Notas sobre la sociedad del conocimiento: Emilio Ldmode Espinosa 147Esas iedes que la raz6n ignora: laborator ios, b ib l io tecas,colecciones: Bruno Latour y Emilie Herntant 161El acontecimiento modernista: Hrryden tX/bite 185Crnicas de la conquista de c iudaJania: representec ionesnarrativ.ls de la identidad urbirna en Cali: Gonzalct Abril ... 207

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  • R E T O S D E t A P O S T M O D E R N I D A D

    11. El mundo renovado: te lecomunicaciones y g lobal izac ionde l cap i t a l : Dan Scb i l l e r . . . . . . . ' . . . : . . . . . . . . 2 . l l

    I I IGLOBAI-IZA(,I;I. Y FRAGM L,NTAC ION

    DE LAS REI-AC]IONES SO(]IAt-ES

    12. Educacin, c iudadania 1 ' mul t icu l tura l isrno: Ios d i lemas dela ciudadania en las sociedades multiculturales Carlos Al-berto Torres

    13. Reformulando las consrrucciones postmodernas de d i fe-rencia: espacios subalternos, poder y; ciudadania: RaymondRocco

    14. Globalizacin y nuevas arquitecturas polit icas: Carlos Ber-zosa . . , , . . . . . . .

    15. Persoectivas amerindias ante el multiculturalisrno. ManuelGtttirrez Estuez

    16. Razones y sinrazones de los planteamientos multicultura-listas: /os Luis Garcia Garcia

    Indice

    AGRI

    251

    2712933033 1 5325

    Los ensavos recogidos en esteen un s imposio c l rganizado poy la Univers idad de Cal i forn ia7997, en la Facul tad de Ciencpor tanto, obl igado empezar d ipeciaimente, a sus rc'spectivos \(Car los Seoane y John Marcurdad para inrpr-rlsar esre ripo d(fue ideado v organizado dentrcversid:rdes. En este sentido, mergui (decana de la Facul tad deapoyado y facil i tado los difere

    Ot ras en t i dades cuya ayucuentro fueron la Direccidn Grterio de Educacion y Cultura, l imunidad de Madr id v la Fund;

    Es evidente qr. ri.t el concrdo participar, especialmente dede la profesora Mercedes Molireste trabajo hubiera sido impostible sin el apoyo tcnico de Sa:administrativo de la Facultad, rde quienes nos han acompaiadCar los Blanco Aguinaga. Marg:s Enrique Rodriguez lbirez. Eci6n de textos de Elena Casadoellos nuestro ms profundo y sir

    No queremos olvidar a lasa los y lal alumnas de doctora,encuentro y alimentaron las larque tanto ayudaron a dar unid

  • IESAS REDES QUE LA RAZN IGNORA:LABORATORIOS, BIBLIOTECAS. COLECCIONES

    B r u r t r > L a t o u r( con l a co labo rac in de mi l i e He rn tan t )

    Quienes se in teresan por las b ib l io tecas suelen hablar de textos, de l i -bros, de escritos, y tambin de su acumulacin, su conservaci6n, su lec-tura o su cxegesis. Seguramente t ienen razr in , pero supone un c ierro r ies-go l imitar la ecologia de los lugares de saber a los signos o exclusivamentea la materia de lo escrito, un riesgc'r que Borges ha i lr-rstrado bien con sufbula de un;r b ib l io teca tota l oue solo se ref iere a s i misma. Err esa f-bula, muy l i terar ia , e l imper io de los s ignos aparece como una for ta lezade inter textual idad. L lena y s6l ida mientras uno se in teresa por las g lo-sas de la exgesis, se vuelve vacia y frgil en cuanto se pretende relacro-nar los s ignos con los mundos que la rodean. Como usuar io n luchasveces frustrado de las bibliotecas francesas, he elegido encuadrar estosluglrrres de memoria en otros lugares menos frecuentados, como los l ir-borator ios 1 ' las colecc iones, que la h is tor ia v la socio logia de las c ien-c ias nos han ensenado recrentemente a conocer mejor (Daston, 1988,452-470; Latour , Woolgar , 1988; Daston, Gal ison, 1992,81-128). Conesta brer ,e ref lex i6n sc lbre las re lac iones entre inscr ipc iones v fen

  • R U N O L A T O U R Y E M I L I E H E R M A N T

    tiempo a su alrededor y sirve de receptculo provisional, de dispatcher,de transformador y de sistema de agujas a unos flujos muy concretos alos que agita constantemente. Pese a algunas imgenes, el viaje al cualinvito al lector no ser tan ex6tico como el de Christian Jacob en la bi-blioteca de Alejandri, pero servir quiz para salir del universo de lossignos al que se quiere a veces confinar -por desprecio o por respe-to- a la cultura y a su instrumento privilegiado. Quiz en este periploel lector se d cuenta de lo que los investigadores franceses se pierdenpor no haber disfrutado, hasta el momento, de una verdadera bibliote-ca, y as comprender el crimen cometido contra el espiritu por una na-clon que sln emDargo se cree muy esprrltual.

    Figura 1. Dibujo de P. Sonnerat (autorretrato), Voyage la Nouuelle Guine,Parrs, 1776; con el permiso de la Houghton Library, Harvard University.

    Empecemos por remontar la corriente del signo y preguntarnos c-mo definir la informaci n. La informaci6n no es un signo, sino na re-lacin establecida entre dos lugares, el primero convertido en periferiay el segundo en centro, que se da con la condici6n de que entre los doscircule un uehiculo al que se suele l lamar forma pero que, para insistiren su aspecto material, yo llamo inscripcin. Para hacer ms concretaesta definici6n, consideremos este autorretrato del naturalista Pierre Son-nerat (figura 1). No nos encontramos aqui ni en una biblioteca ni en unacolecci6n, sino en un lugar ms remoto, en las costas de Nueva Gui-

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    S A S R E D E S A U E [ A R A Z (

    nea. El naturalista no est en casa sino leicdibujos, especimenes naturalizados, esqu(z indigenas (Star, Griesemer, 1.989, 387ropeo hacia una periferia tropical, su ex1pacio-tiempo, una relaci6n muy particulacumular conocimientos sobre un lugar qta el momento. En este grabado el naturalen plena tarea de transfrmacidn de un lusicin entre el mundo de las materias locy transportables. Observemos adems qrratorio, un lugar protegido por la hoja con frascos de especimenes conservados rbin que el mundo indigena debe hacersecaptado por el movimiento de la informa,nerosas hace posar al loro y permite asi adamente los rasgos perrinentes. El dibujoratorio circular pronto por todas las colos especimenes disecados y los frascos drbinetes de curiosidades de toda Eurooa3.

    ;Qu es entonces la in formacin? Lopedici6n deben traer pata que el centrogar. iPor qu pasar por la mediacin depor qu reducirlo a lo escrito, por qu siguardar s6lo algunos frascos? iPor qu rgar integramente al centro? Es lo que, a fdmicos de Lagado que visitd Gulliver. Enpafrar por s i rv ientes que por taban en caque iban a ser objeto de su conversaci6nfralar con el dedo. lGran ahorro de saliveMas la in formaci6n permi te justamenteque ocuparse de la materia. Los loros se >' como en esa es-tatua de Ernest Bramar que se encuentra en eI Conseruatoire des Arts etMtiers (figura 17). Ese mito no es s6lo criticable por su sexismo (Mer-chant, 198b), sino tambin por la desnudez terrible a la que somete a laNaturaleza, como a la Verdad saliendo helada de su pozo' Todo lo quehemos aprendido recientemente sobre las ciencias nos muestra, por el con-trario, a la verdad vestida, equipada, rolliza, instrumentada, costosa' des-

    1.79

  • B R U N O L A T O U R Y E M I L I E H E R M A N T

    Figura 17. E. Bramar, La Naturaleza desueldndose ante Ia Ciencia, 1895;fotografia B. Latour.

    plegada, rica, y a los investigadores haciendo algo ms que contemplarel mundo en un ridiculo peep-show. Tanto los de letras como los de cien-cias, aunque por razones enfrentadas, no parecen poder reconocer a lavez el papel de los lugares cerrados, donde se elabora el conocimiento, ylas redes alargadas y violentas, a travs de las cuales circulan los fen6-menos. Los de letras creen que el lenguaje es autnomo y libre de no re-ferirse a nada; los de ciencias querrian prescindir de la miserable media-cin de las palabras para acceder directamente a las cosas. Pero esoslugares silenciosos, guarecidos, confortables, dispendiosos, donde los lec-tores escriben y piensan, se relacionan por mil hilos con el vasto mundo,del cual transforman tanto las dimensiones como las propiedades.

    Cojamos, para terminar, un ltimo ejemplo, aun sabiendo que esextremo (figura 18). He aqui una delas War Rooms en las que'Wins-ton Churchill conducia la riltima guerra, a cubierto de las bombas en unbrinker cavado debajo de'Westminster que se ha abierto al pblico despusde su restauraci6n. En este lugar guarecido, no se ven en las paredes msque inscripciones, compilaciones estadisticas y demogrficas sobre elnmero de convoyes hundidos, de soldados muertos, de material militaren producci6n. No obstante, este lugar no est aislado de la gran bata-lla planetaria. Al contrario, Ia resume, le sirve, literalmente, de modeloa escala. iC6mo saber, en efecto, si el Eje va ganando o no a los Alia-dos? Nadie puede reconocerlo con certeza sin construir un "dinam6-metro> que mida las relaciones de fuerza mediante una serie de ins-trumentos estadisticos y de recuento. Como el eabinete de nuestro

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    Figura 18. Fotografia Impt

    cart1grafo, esra sala baja y protegidaintermediarios -informes. f ichai. factograf ias, cuentas, inventar ios- en rectalla que ruge ahi afuera, pero cuyo sepan6ptico, sin esta compilacin de n