Lectio Divina

XXIX Domingo OrdinarioParroquia

Santa María Magdalena Yacuanquer

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Lectio Divina

«Den al César lo

que es del César, y a

Dios, lo que es de Dios.»

PreparaciónLectura

MeditaciónOraciónContemplación

Pasos de la Lectio divina

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Primer Paso: Preparación

La Palabra debe ser esperada y escuchada

Con buena disposición interior

Oración al Espíritu Santo

Con Corazón limpio y humildad

Oración al Espíritu Santo

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO(San Agustín)

 Espíritu Santo, inspíranos, para

que pensemos santamente.Espíritu Santo, incítanos,

para que obremos santamente.Espíritu Santo, atráenos,

para que amemos las cosas santas.Espíritu Santo, fortalécenos, para que

defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no

perdamos nunca las cosas santas.A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Segundo Paso: Lectura

Leer bien y sin prisa

Hay que leer dos o tres veces

Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras

Leer bien, es escuchar bien

 Lectura del Santo Evangelio según Mateo 22, 15-21

«Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?» Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto.» Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?» Le respondieron: «Del César.» Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios.»

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Palabra del Señor

Composición general del Evangelio de San Mateo

1,1- 4,16: Presentación de Jesús.

4,17-16,20: Misión de Jesús.

16,21-28,20: Pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Nos encontramos con el pasaje Evangélico más explicado de todos los tiempos, las reflexiones sobre él nos pueden llevar a experiencias muy espirituales y en otras ocasiones a pensamientos muy sesgados sobre la respuesta que el Maestro les dio a los enviados por los fariseos.

Para comenzar, es bueno que no olvidemos que Mateo enmarca la narración en un ambiente de confrontación donde los opositores de Jesús, (fariseos y herodianos) enemigos permanentes entre sí, se han unido en esta ocasión para enfrentar a un enemigo común: Jesús, a quien ellos hipócritamente, pues sus palabras no son el reflejo de lo que sienten, lo llaman: “Maestro, sincero y que enseña con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque Él no se fija en la categoría de nadie”.

El Evangelio de Mateo, inmediatamente nos aclara que Jesús sabe que es un engaño tanto las palabras halagadoras como la pregunta que los emisarios presentan.

La respuesta del Maestro es lo más interesante, arriesgada y se convierte en la premisa de nuestro comportamiento en el mundo en el que nos movemos y existimos.

Algunos afirman que Jesús no tomó partido por ninguno de los dos bandos que hacen la pregunta, eso es verdad; pero, lo importante no radica en ese particular. El Maestro bueno, si tomó una decisión y presentó un modo de pensar que debe convertirse en nuestro modo de pensar y actuar en el presente.

El Maestro legitimó la primacía de Dios sobre todo sistema humano, además con su afirmación estableció que todo sistema humano debe orientarse en valores que garanticen la dignidad del ser humano y su protagonismo en el mundo.

El Cesar era una imagen que se había convertido en un símbolo del poder tiránico y divinizaba al emperador para poder legitimar sus arbitrariedades. Jesús no es neutral ante los acontecimientos de injusticia, Él defiende el respeto por la vida y sus valores que garanticen una correcta convivencia entre los seres humanos.

Cuando se escribe el Evangelio de Mateo, las pequeñas comunidades cristianas están pasando por un momento crítico, ellas pertenecen a la escala más baja de la sociedad y son obligadas al pago de gravosos impuestos para sostener a un emperador que somete y al mismo tiempo se cree el Señor.

Ante esta situación recuerdan ellos las palabras del Maestro y ven en ellas, el signo de esperanza que los invita a reconocer como único Señor del mundo a Cristo, pero además, entienden que todo régimen mal establecido y ambicioso en la búsqueda de impuesto termina mal y se queda simplemente en un sistema que tarde que temprano tendrá que sucumbir ante la fuerza de los valores del Reinado de Dios.

El libro de los Hechos de los Apóstoles trae una frase que sintetiza la opinión generalizada entre las pequeñas comunidades eclesiales del momento y que denota la forma como ellos entendieron las palabras del Maestro: «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5,29).

El verdadero Cristiano sabe que Dios está por encima de todo régimen o realidad humana. Además, todo sistema humano debe ser humano en sus principios y eso hará que se mantenga legítimamente constituido.

Un sistema económico, social, político, religioso y moral que no tenga como principio fundamental la defensa de la vida y sus derechos más mínimos, jamás podrá mantenerse dentro de la experiencia cristiana y todo discípulo de Cristo nunca debe participar de regímenes que atenten contra el ser humano.

Desde hoy, repitamos la frase del Maestro, no como un refrán más, sino como una fuerza de fe y social que nos invita a: «Dar al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios.»

Tercer Paso: Meditación

DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN

MI CORAZÓN:

Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón

Meditemos la Palabra con el Papa  

«Queridos hermanos y hermanas: esta mañana, en la Basílica de San Pedro, tuvo lugar la beatificación de Clemens August von Galen, obispo de Münster, cardenal intrépido, opositor del régimen nazi. Ordenado sacerdote en 1904, desempeñó durante mucho tiempo su ministerio en una parroquia de Berlín y en 1933 se convirtió en obispo de Münster.

En nombre de Dios, denunció la ideología neopagana del nacionalsocialismo, defendiendo la libertad de la Iglesia y de los derechos humanos gravemente violados, protegiendo a los judíos y a las personas más débiles, que el régimen consideraba como despojos que había que eliminar. Son conocidas las tres famosas predicaciones que pronunció aquel intrépido pastor en 1941.

El Papa Pío XII lo creó cardenal en febrero de 1946 y, un mes después murió, rodeado de la veneración de los fieles, que reconocieron en él un modelo de valentía cristiana.

Éste es precisamente el mensaje siempre actual del beato von Galen: la fe no puede reducirse a un sentimiento privado, que se esconde quizá cuando se convierte en algo incómodo, sino que implica la coherencia y el testimonio en el ámbito público a favor del hombre, de la justicia, de la verdad».

Benedicto XVI. Ángelus del Domingo 9 de octubre de 2005.

Cuarto Paso: Oración

Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria.

Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración.

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón

Oh Dios, Padre nuestro: ayúdanos a entregarnos a ti de todo corazón y a servirte con fidelidad en el prójimo, de modo que vivamos como verdaderos hijos tuyos y como hermanos de todas las personas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén 

A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

Quinto Paso: Contemplación

Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido.

Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida

Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne.

Mi compromiso en esta semana será:

1. Estamos dispuestos a reconocer que soy parte de un mundo que me exige tener conciencia de humanidad y por lo tanto debo respetar los derechos humanos de los demás?. Me comprometo a leer y repasar en esta semana los derechos fundamentales del ser humano.

2. El Papa Benedicto XVI es muy claro al decir que la fe implica coherencia y testimonio en el ámbito público en favor de la justicia y de la verdad. ¿Soy coherente con mi fe en todos los momentos de mi vida?

(Desde el Evangelio de San Mateo 22,15-21)

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