Legitimacion Del Estado Posrevolucionario

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Construcción de la legitimación del Estado posrevolucionario por Diego Téllez Anta “Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura.” George Orwell, 1984 El proceso por el que pasa el estado mexicano (y cualquier estado) para construir su legitimación está caracterizado por la violencia y la represión, pero también se encuentra presente un elemento conciliador y discursivo que pretende unificar todas las luchas en un poder central que sea la representación de los anhelos por los que se hace la revolución. Para hablar del estado posrevolucionario es necesario hablar de la revolución, y la revolución mexicana fue un periodo histórico caracterizado por la heterogeneidad de sus complementos. La revolución mexicana, en el proceso de construcción del estado posrevolucionario, tuvo que ser homogeneizada para crear la ilusión de la unidad nacional; tuvo que convertirse en un discurso para eliminar cualquier elemento realmente revolucionario que pudiera provocar un cambio profundo en la sociedad. La visión que se tenga acerca de la construcción de la legitimidad del estado mexicano posrevolucionario (incluso sobre la existencia misma de dicha legitimidad) dependerá, en gran medida, de la concepción que se tenga acerca de la revolución en sí, de su desarrollo y desenlace tanto como de sus inicios e influencias. Un estado posrevolucionario no puede ser legítimo, su ilegitimidad

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Un breve análisis del proceso de construcción de legitimidad del estado posrevolucionario en México

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Construccin de la legitimacin del Estado posrevolucionario

por Diego Tllez Anta

Sabemos que nadie se apodera del mando con la intencin de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en s mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolucin; se hace la revolucin para establecer una dictadura.

George Orwell, 1984

El proceso por el que pasa el estado mexicano (y cualquier estado) para construir su legitimacin est caracterizado por la violencia y la represin, pero tambin se encuentra presente un elemento conciliador y discursivo que pretende unificar todas las luchas en un poder central que sea la representacin de los anhelos por los que se hace la revolucin.

Para hablar del estado posrevolucionario es necesario hablar de la revolucin, y la revolucin mexicana fue un periodo histrico caracterizado por la heterogeneidad de sus complementos.

La revolucin mexicana, en el proceso de construccin del estado posrevolucionario, tuvo que ser homogeneizada para crear la ilusin de la unidad nacional; tuvo que convertirse en un discurso para eliminar cualquier elemento realmente revolucionario que pudiera provocar un cambio profundo en la sociedad.

La visin que se tenga acerca de la construccin de la legitimidad del estado mexicano posrevolucionario (incluso sobre la existencia misma de dicha legitimidad) depender, en gran medida, de la concepcin que se tenga acerca de la revolucin en s, de su desarrollo y desenlace tanto como de sus inicios e influencias.

Un estado posrevolucionario no puede ser legtimo, su ilegitimidad reside en la naturaleza violenta y represiva que le es inherente y necesaria para llegar al poder y mantenerlo como su monopolio.

Para hacer un anlisis acerca de las consecuencias y alcances de la revolucin mexicana es necesario hacer una revisin de las causas por las que estalla el movimiento armado, ya que son stas las que pueden mostrar si dichas aspiraciones revolucionarias fueron satisfechas con el triunfo de la revolucin, si se alcanzaron los objetivos por los que se luchaba.

Como la revolucin mexicana fue la conjuncin de muchas luchas diferentes es normal que haya distintas percepciones acerca de los objetivos a conseguir con la misma.

La constitucin de 1917 es considerada por la historia oficial como la conjuncin de todas las aspiraciones revolucionarias, ya que, segn este discurso, Carranza incorpora elementos encaminados a la satisfaccin de las demandas de las distintas facciones. Fue en sus tiempos una de las constituciones ms revolucionarias del mundo a causa de los artculos en los que se recuperaban las ideas sostenidas por las fracciones que perdieron la revolucin: Los zapatistas y los anarquistas (tanto los del Partido Liberal Mexicano como los de la Casa del Obrero Mundial).

El periodo que transcurre entre la promulgacin de la nueva constitucin y la creacin del Partido Nacional Revolucionario est caracterizado por encaminar todos los esfuerzos del estado en la consecucin de la estabilidad de una dictadura.

La prioridad era conseguir una paz duradera para establecer los privilegios de los que se haban logrado apropiar del poder, para conseguir esto se utilizaron dos mtodos; el primero consista en asimilar a los enemigos, ofrecerles promesas de concesiones a sus demandas con la condicin de que abandonaran la lucha armada, el segundo camino era el exterminio.

Estos dos caminos nunca estuvieron separados, al contrario, generalmente se ofreca un discurso conciliador por un lado mientras por el otro se atacaba a los inconformes. La formacin de la gran familia revolucionaria se bas en la destruccin de los que defendan ideales verdaderamente revolucionarios.

Un gobierno no puede ser revolucionario, era imposible que las instituciones creadas en ese entonces realmente pudiesen poner en prctica todo lo que promulgaban, un gobierno revolucionario es una contradiccin equiparable a la de una dictadura del proletariado. La dictadura de la burguesa, o del proletariado, es siempre tirana, y la libertad no puede alcanzarse por medio de la tirana. Lo que se necesita no es una dictadura, sino la libertad, y la libertad solamente puede alcanzarse por la libre cooperacin de los trabajadores para producir, sin amos de ninguna especie.

Sin el principio de la propiedad privada no tiene razn de ser el gobierno, necesario tan slo para tener a raya a los desheredados en sus querellas o en sus rebeldas contra los detentadores de la riqueza social; ni tendr razn de ser la Iglesia, cuyo exclusivo objeto es estrangular en el ser humano la innata rebelda contra la opresin y la exploracin por la prdica de la paciencia, de la resignacin y de la humildad. Capital, autoridad, clero: he ah la trinidad sombra.

Los postulados ms radicales de la revolucin mexicana no se materializaron porque los intereses, tanto de la burguesa nacional como de la extranjera, estaban en franco enfrentamiento. La revolucin mexicana signific una renovacin parcial de la clase en el poder y la satisfaccin de ciertas demandas con la intencin de apaciguar los nimos enardecidos del pueblo y asegurar la simpata de ciertos caciques locales, nunca fue la funcin del gobierno hacer cumplir las demandas de tierra, trabajo digno y justicia del pueblo mexicano, las aspiraciones ms radicales, sino establecer un sistema que permitiera la divisin de clases asegurando la estabilidad poltica con base en promesas y demagogia: La democracia.

Ricardo Flores Magn, carta a Nicols T. Bernal 14 febrero de 1921

Partido Liberal Mexicano, manifiesto del 23 de septiembre de 1911

Radical (del lat. Radix -icis, raz): Que va a la raz del problema

Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monlogo y el mausoleo. Octavio Paz, Posdata, Siglo XXI, Mxico, 1970, p. 31