Letras De Tango
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Letras de Tangos
El tango un fenómeno social que trasciende todas las épocas y todas
las fronteras, que perdura en el tiempo.
La sensibilidad artística para pintar sentimientos y estados de ánimo –
alegría, tristeza, soledad, angustia- en la época en que fueron escritos y
cantados los convierte en verdaderas joyas.
Obviamente esta pequeña selección de letras y recordatorios contra el
olvido están signados por la subjetividad, pero en ella está el amor y el sentimiento de algo tan inasible
e inclasificable como es el tango.
Al igual que otros tantos tangos, la letra de esta
canción habla del desengaño sufrido por un amor no
correspondido y la profunda tristeza de un abandono que
nunca se puede olvidar. El bandoneón, el alcohol y la
tristeza son parte fundamental del tango
Nostalgia, que encuentra en el término Nostalgia el resumen
de todos sus sentimientos, esa dualidad de querer olvidar
y no poder.
Música: Juan Carlos CobiánLetra: Enrique Cadícamo
1935
Nostalgias
Quiero emborrachar mi corazón
para olvidar un loco amor que más que amor es un
sufrir... Y aquí vengo para eso, a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas. Si su amor fue flor de un
día, por que causa es siempre
mía esta cruel preocupación.
Quiero, por los dos, mi copa alzar
para olvidar mi obstinación, y más la vuelvo a recordar.
Nostalgias
de escuchar su risa loca y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración...
Angustias de sentirme abandonado
y sentir que otro a su lado pronto, pronto le hablara de
amor...
Hermano, yo no quiero rebajarme
ni pedirle ni rogarle ni decirle que no puedo más vivir.
Desde mi triste soledad veré caer las rosas muertas
de mi juventud.
Gime, bandoneón, tu tango gris quizás a ti te hiera igual
algún amor sentimental... Llora mi alma de fantoche sola y triste en esta noche, noche negra y sin estrellas. Si las copas traen consuelo, aquí estoy con mi desvelo para ahogarlo de una vez.
Quiero emborrachar al corazón para después poder brindar por los fracasos del amor.
El propio Carlos Gardel, empedernido aficionado a apostar en las carreras de
caballos, compuso este tango para una de las películas que él rodó en Hollywood, Tango Bar, a mediados de la década
de los 30Muchos años más tarde, fue el
cine el que popularizó esta canción, cuando fue bailada por Al Pacino en Perfume de
Mujer. Esa aparición en pantalla de Por una cabeza fue
la primera tras Tango Bar, pero no la última porque la
canción repetiría como estrella invitada en True Lies
y la lista de Schindler
Música: Carlos Gardel Letra: Alfredo Le Pera
1935
Por una Cabeza
Por una cabezade un noble potrilloque justo en la raya
afloja al llegar,y que al regresar
parece decir:No olvidés, hermano,
vos sabés, no hay que jugar.Por una cabeza,
metejón de un díade aquella coquetay burlona mujer,
que al jurar sonriendoel amor que está mintiendo,
quema en una hogueratodo mi querer.
Por una cabeza,todas las locuras.Su boca que besa,borra la tristeza,
calma la amargura.
Por una cabeza,si ella me olvida
qué importa perdermemil veces la vida,
para qué vivir.
Cuántos desengaños,por una cabeza.
Yo jugué mil veces,no vuelvo a insistir.
Pero si un mirarme hiere al pasar,
sus labios de fuegootra vez quiero besar.
Basta de carreras,se acabó la timba.¡Un final reñido
ya no vuelvo a ver!Pero si algún pingo
llega a ser fija el domingo,yo me juego entero.¡Qué le voy a hacer..!
La letra de este tango podría haber sido sólo una crónica retrospectiva, pero durante
décadas, el devenir argentino – y por qué no el mundial- lo
mantuvo de rabiosa actualidad y lo convirtió en una especia de himno popular contra la corrupción y la degradación
del sistema de valores.
Música: Carlos Gardel Letra: Alfredo Le Pera
1935
Cambalache Que el mundo fue y será una porquería, ya lo se... En el quinientos seis y en el dos mil también! Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublés... Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos... Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor..! Ignorante, sabio, chorro, generoso o estafador! Todo es igual! Nada es mejor! Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón...
Que falta de respeto, que atropello a la razón! Cualquiera es un señor! Cualquiera es un ladrón! Mezclao con Stavisky va Don Bosco y "La Mignon," Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martin... Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia contra un calefón. Siglo veinte, cambalache problemático y febril! El que no llora, no mama, y el que no afana es un gil. Dale nomas! Dale que va! Que allá en el horno nos vamo a encontrar! No pienses mas, sentate a un lao. Que a nadie importa si naciste honrao. Que es lo mismo el que labura noche y día, como un buey que el que vive de los otros, que el que mata o el que cura o esta fuera de la ley.
Aunque todos los que conocen Buenos Aires asocian el título
de esta canción con la diminuta calle Caminito del
barrio porteño de La Boca, con sus casas de llamativos colores
y sus aceras reppletas de souvenirs y parejas de tango "for export", en realidad Coria Peñazola escribió la letra en recuerdo de su pueblito de la niñez, en la provincia de La
Rioja argentina
Música: Juan de Dios FilibortoLetra: Gabino Coria Peñaloza
1926
Caminito Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar, he venido por última vez
he venido a contarte mi mal. Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor, una sombra ya pronto serás
una sombra lo mismo que yo. Desde que se fué
triste vivo yo, caminito amigo
yo tambien me voy. Desde que se fué nunca más volvió, seguiré sus pasos, caminito, adiós.
Caminito que todas las tardes feliz recorría cantando mi amor,
No le digas si vuelve a pasar Que mi llanto tu huella regó. Caminito cubierto de cardos,
la mano del tiempo tu huella borró. Yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos
La carga poética de las letras de Homero Manzi tiene en Sur
una de sus más celebradas cumbres.
Música: Anibal TroiloLetra: Homero Manzi
1948
Sur San Juan y Boedo antigua, y
todo el cielo, Pompeya y más allá la
inundación. Tu melena de novia en el
recuerdo y tu nombre florando en el
adiós. La esquina del herrero, barro
y pampa, tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.
Sur, paredón y después...
Sur, una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana todo ha muerto, ya lo sé...
San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó pesadumbre de barrios que han
cambiado y amargura del sueño que
murió
Si visitas Buenos Aires, no te esfuerces, Corrientes 348 hace muchas décadas que dejó de ser una "garçonier". El tiempo
desconchó sus paredes, el negocio murió, pasó a ser una zapatería y luego el tiempo lo simió en el anonimato de un lugar cualquiera en una calle cualquiera. Su música no, su música es uno de los tangos más conocidos y universales.
Música: Edgardo DonatoLetra: Carlos Lenzi
1925
A media luz Corrientes tres cuatro ocho,
segundo piso, ascensor. No hay porteros ni vecinos. Adentro, cocktail y amor. Pisito que puso Maple: piano, estera y velador, un telefón que contesta,
una victrola que llora viejos tangos de mi flor y un gato de porcelana
pa' que no maulle al amor. Y todo a media luz,
que es un brujo el amor, a media luz los besos,
a media luz los dos.
Y todo a media luz crepúsculo interior.
¡Qué suave terciopelo la media luz de amor!
Juncal doce veinticuatro Telefoneá sin temor.
De tarde, té con masitas; de noche, tango y cantar.
Los domingos, tés danzantes; los lunes, desolación,
Hay de todo en la casita: almohadones y divanes; come en botica, cocó;
alfombras que no hacen ruido y mesa puesta al amor.