Lewcowicz "Frágil el niño, frágil el adulto"

download Lewcowicz "Frágil el niño, frágil el adulto"

of 5

Transcript of Lewcowicz "Frágil el niño, frágil el adulto"

  • 8/6/2019 Lewcowicz "Frgil el nio, frgil el adulto"

    1/5

    PSICOLOGIA SOBRE LA DESTITUCION DE LA INFANCIAFrgil el nio, frgil el adulto Destituidas las instituciones que fundaban la infancia, slo quedan los chicos: y el trabajo devincularse con ellos es casi artesanal, y seguramente angustiante, segn este ensayo que integra

    la brillante herencia intelectual de Ignacio Lewkowicz.Por Ignacio Lewkowicz * Toda institucin se sostiene en una serie de supuestos. Por ejemplo, la institucin escolar necesitasuponer que el alumno llega a la escuela bien alimentado; la institucin universitaria necesitasuponer que el estudiante llega sabiendo leer y escribir. En definitiva, las instituciones necesitansuponer unas marcas previas.Ocurre que las instituciones presuponen para cada caso un tipo de sujeto que no es precisamenteel que llega. Siempre ocurri que lo esperado difiere de lo que se presenta, pero hubo un tiempohistrico en que la distancia entre la suposicin y la presencia era transitable, tolerable, posible.

    No parece ser nuestra situacin. Hoy, la distancia entre lo supuesto y lo que se presenta es abismal.Por su conformacin misma, la institucin no puede ms que suponer el tipo subjetivo que la vaa habitar; pero actualmente la lgica social no entrega esa materia humana en las condicionessupuestas por la institucin.En estas condiciones es estratgico distinguir entre las instituciones y sus agentes. Lo que lainstitucin no puede el agente institucional lo inventa; lo que la institucin ya no puede suponer elagente institucional lo agrega. Como resultado de esta dinmica, los agentes quedan afectados y seven obligados a inventar una serie de operaciones para habitar las situaciones institucionales. Si elagente no configura activamente esas operaciones, las situaciones se vuelven inhabitables. Qu

    posibilidades tienen los agentes para, una vez desmontados los supuestos institucionales, instalar una subjetividad capaz de habitar las situaciones?Hace algn tiempo, a partir de varias experiencias, construimos una metfora para nombrar situaciones en que la subjetividad supuesta para habitarlas no est forjada: la metfora del galpn.Un galpn es un recinto a cuya materialidad no le suponemos dignidad simblica. La metforadel galpn nos permite nombrar una aglomeracin de materia humana sin una tarea compartida,sin una significacin colectiva, sin una subjetividad capaz comn. Un galpn es lo que quedade la institucin cuando no hay sentido institucional: los ladrillos y un reglamento que est ah,

    pero no se sabe si ordena algo en el interior de esa materialidad. En definitiva, materia humanacon algunas rutinas y el resto a ser inventado por los agentes. As como en tiempos del Estado-nacin pasbamos de institucin en institucin, hoy, en ausencia de marco institucional previo,se permanece en el galpn hasta que no se configura activamente una situacin. Pero eso ya nodepende de las instituciones sino de sus agentes.

    El libro Chicos en banda, de Cristina Corea y Silvia Duschatzky, fue escrito a partir de unainvestigacin en escuelas marginales de Crdoba, durante la cual fueron apareciendo situacionesa las que era difcil dar sentido desde los supuestos institucionales. Detengmonos en una deellas para pensar las operaciones en clave de invencin. En una escuela primaria aparece un

    problema: muchos chicos van armados a la escuela. De algn modo, el problema presenta unacondicin impensable para la lgica institucional escolar: la condicin armado es incompatiblecon la condicin alumno. Pero el asunto no termina aqu: en el entorno de la escuela en cuestin,ir armado es una de las pocas maneras que tienen estos chicos de llegar enteros a la escuela. Noes que el chico entra armado a la escuela para trasgredir el reglamento o para provocar algo, sino

    porque l est armado: el chico no va armado a la escuela, va a todos lados as, y las paredes de laescuela no establecen ninguna diferencia. Las paredes de esa escuela no establecen un interior, por

    eso es pertinente partir de pensarlas como paredes de un galpn.Los chicos se presentan armados, qu se hace con eso? Armado y alumno son incompatibles,

  • 8/6/2019 Lewcowicz "Frgil el nio, frgil el adulto"

    2/5

    pero sin la condicin de armado el alumno quizs no llega a la escuela. La operacin capaz deinstalar algo de escuela en esas condiciones necesita desarmar a los nios, aunque sea durantesu permanencia en el edificio escuela. Entonces aparece una posibilidad: poner un mueble, unarmero para que los chicos dejen las armas al entrar y las retiren al salir. Esta operacin es muy

    problemtica desde cualquier punto de vista; sin embargo, configura un interior de la escuela.

    Segn la investigacin, esta escuela se funda desde el armero y no desde los programas. La posibilidad de que haya escuela no se funda desde el reglamento o la currcula, sino desde estaoperacin que distingue un interior de un exterior. La escuela no est instituida por s mismani tiene potencia para generar la subjetividad capaz de habitarla. Pero, a partir de aqu y comoresultado de esa intervencin armero, se plantea otro problema: la escuela no se hace responsablede los chicos afuera? Bien podra aparecer un periodista y preguntarle al director: Es ciertoque usted reparte a la salida armas a los chicos?. Gran problema. Estamos frente a un ejemplode destitucin, pero tambin de instalacin sobre los restos del naufragio de las instituciones

    productoras de la infancia. Ante este tipo de intervenciones, surgen nuevos problemas.Ahora bien, bajos los efectos de estas situaciones, es muy difcil empezar a pensar en clave de dadaesta situacin y no de supuesta una situacin. Sin duda no se trata de repartir armas a la salida delas escuelas. El asunto es que, en una situacin, se configura una operacin que permite habitarla oemerge una suposicin que impide habitar. Gran diferencia subjetiva para docentes, padres y todaslas figuras de trabajo en torno de la niez. En definitiva, la disposicin puede ser: suponemosuna institucin o leemos una situacin? Son dos mundos distintos, bien distintos. Si suponemoscmo debera ser una escuela, no logramos pensar nada de lo que hay o de lo que puede haber. Si

    partimos de una situacin dada, ah podemos empezar a pensar con lo que tiene de indeterminadala tarea de pensar.En la modernidad, la usina prctica fundamental de produccin de subjetividad era el Estado,metainstitucin que albergaba, conectaba y volva compatibles las diversas instituciones. Y lasubjetividad que produca el Estado era la del ciudadano.Entonces, el ciudadano es una realidad propia de una poca histrica. Ahora, qu es el ciudadano?El pueblo se compone de ciudadanos; el ciudadano es el tomo del pueblo. Y el pueblo essoberano; o ms precisamente: de l emana la soberana, pero no reside en l. La Constitucinargentina es bien clara: El pueblo no delibera ni gobierna sino a travs de sus representantes. Lasoberana emana del pueblo, pero no reside en el pueblo, sino en los representantes. El ciudadanoes un sujeto capaz de hacerse representar. Y por eso necesita ser sujeto de conciencia.Pero para forjar un ciudadano se parte de un nio. Y el supuesto educativo de los Estadosnacionales es que el nio es fundamentalmente inocencia y fragilidad, aunque a veces no parezcaque as sea; y esa inocencia y fragilidad de los nios requiere amparo por la fragilidad yeducacin por la inocencia. No es an un sujeto de la conciencia; no es an un ciudadano. Lainfancia como institucin no los chicos, sino la infancia como institucin, como representacin,

    como saber, como suposicin, como teora, es producto de dos instituciones modernas y estatalesdestinadas a producir ciudadanos en tanto que sujetos de la conciencia: la escuela y la familia.La familia instaura en el nio el principio de legalidad a travs del padre, que encarna la ley, yluego transfiere hacia la escuela la continuidad de la labor formativa. La escuela es el aparato

    productor de conciencia que, segn la consigna de Sarmiento, consiste en educar al soberano.Para ser soberano hay que estar en pleno ejercicio de la conciencia y las instituciones son

    productoras de ese sujeto de la conciencia. Por supuesto que, a la sombra de ese proceso, generanel inconsciente; pero no es se el proyecto. El proyecto es generar un sujeto consciente.La escuela y la familia instituyen la figura del infante: un futuro ciudadano inocente y frgil, quean no es sujeto de la conciencia y que tiene que ser tutelado pues ah, en el origen, est contenidoel desarrollo posterior.

    Parentesco lquido

  • 8/6/2019 Lewcowicz "Frgil el nio, frgil el adulto"

    3/5

    Hay una serie de estudios de Michael Foucault sobre la locura y las prisiones que son interesantes

    para estudiar los dispositivos de exclusin. A quin se excluye? En el mundo moderno, se excluyea quien no dispone de razn, a quien no tiene la razn sana. El nio es un excluido radical deluniverso burgus moderno. En tanto nio est tan excluido como el loco. Luego se incluir, pero

    cuando ya no sea nio. El nio, en tanto tal, cuenta slo como hombre del maana.Pero la transformacin contempornea transforma a ese hombre del maana en un consumidor del hoy o un expulsado del consumo de hoy. La destitucin de las instituciones que producaninfancia implica a su vez una habilitacin del presente para los nios. Estos son puro presente parael mercado: son puro presente de consumo o puro presente de exclusin, pero no son proyecto deciudadanos. La dimensin de futuro es inconcebible para los mercados actuales. El futuro era elobjeto tutelado por el Estado, pero para el mercado neoliberal es una abstraccin filosfica. En elmercado neoliberal no hay ninguna institucin que genere futuro; el futuro se produce slo si hayalguna operacin que abra una perspectiva del despus.Para pensar el cambio de lgica, puede resultar til simplificar la cuestin en los siguientestrminos: del Estado al mercado. Pero an sigue siendo complicado el asunto. Ms simple yms dramtico es plantear que la lgica de Estado, la lgica de las instituciones, es la lgica delo slido. Lo slido es el estado privilegiado de la materia: ser es ser un slido. No sabemos por qu hemos privilegiado un estado de la materia por sobre los otros. En todo caso, por un motivo uotro solemos llamar ente a lo slido. A un lquido le falta consistencia, lo vemos como un slidodisuelto. Y un gas es prcticamente un chiste, est abandonado por la realidad.El Estado produce realidad al modo de instituciones: una institucin, otra institucin, otrainstitucin son lugares dentro de un territorio. Hace unos aos empez a hablarse de flujos decapitales, flujos de imgenes, flujos informticos. Bajo dos figuras exquisitas, la inundacin y lasequa, la era neoliberal es la era de la fluidez. El paradigma de lo que es es lo que fluye y no loque se consolida. La subjetividad estatal supone que la vida social est asentada sobre la solidezdel territorio. El mercado produce realidad de otro modo: la subjetividad neoliberal no se asientasobre lo slido del territorio sino sobre la fluidez de los capitales.Una imagen para plantear esto es la idea de una reversin del tablero. En la reversin del tablero,el mercado, que era pensado como un lago interno dentro de la solidez estatal, ha crecido a tal

    punto que ha devenido ocano, de modo que el resto de los trminos emergentes ahora son islotesconectados por un medio fluido. Pero adems seran islas flotantes, tambin movidas por la derivade ese medio.En un medio slido, la conexin entre dos puntos permanece, a menos que un accidente oun movimiento revolucionario corte esa atadura. En la fluidez, la conexin entre dos puntoscualesquiera es siempre contingente: puede no ser. En un medio fluido, dos puntos cualesquiera

    que pueden ser el padre y el hijo, uno y su puesto de trabajo, el docente y el estudiante

    permanecen juntos porque se han realizado las operaciones pertinentes para ello, y no porque unandamiaje estructural los encierre en el mismo espacio. En un medio fluido, cualquier conexintiene que ser muy cuidada, no se sostiene en instituciones sino en operaciones, no tiene garantas;ms bien exige un trabajo permanente de cuidado de los vnculos. Y las operaciones necesarias

    para mantener dos puntos conectados tienen una dificultad adicional: en un medio slido, sirealizamos una misma accin, producimos un mismo efecto; pero en un medio que se altera, lasoperaciones necesarias para permanecer juntos van cambiando. No por realizar una misma accin

    producimos un mismo efecto.La infancia era una institucin slida porque las instituciones que la producan eran a su vezslidas. Agotada la capacidad instituyente de esas instituciones, tenemos chicos y no infancia.

    Nos encontramos con una dispersin de situaciones para la cual no hay teora, y parece que no

    puede haberla porque las situaciones dispersas se montan sobre ese fondo de fluidez, es decir,de contingencia permanente. Los ejes estructurales no tienen ya potencia para aglutinar lo que

  • 8/6/2019 Lewcowicz "Frgil el nio, frgil el adulto"

    4/5

    consolidaban en su momento, y los agentes de la vida social nos enfrentamos a la experienciaindita de forjar cohesin en un medio fluido.En un medio fluido hay fuerzas cohesivas. Nunca se llega a la ligadura estructural del slido, perose producen cohesiones. Llamamos cohesin a un conjunto de partculas que sostienen entre sfuerzas de atraccin mutua, que no se consolidan pero que en un medio fluido evitan la dispersin.

    La dispersin es la fragmentacin, la inconsistencia, la secuencia enloquecida sin ningunaligadura; es estar todos en un mismo recinto, pero ninguno en la misma situacin que otro. En ladispersin hay fragmentos que navegan y, si no se cohesionan, se chocan. Pero no se cohesionandesde un continente que les d forma sino desde alguna operacin que arma un remanso.En esas condiciones, los vnculos cambian de cualidad, estn sometidos a los encuentros y alos desencuentros. Para nosotros, la familia est basada en el amor. Una gran conquista del

    pensamiento moderno fue la eleccin del cnyuge por amor. Y una gran conquista de losmovimientos de liberacin femenina, del psicoanlisis, del pensamiento crtico, fue no slo elegir esposo o esposa sino, adems, conservarlo o no por amor.En la Roma antigua, la familia era uno de los pilares de la sociedad; por eso Cicern deca que elamor deba quedar fuera del matrimonio, pues una institucin primordial de la repblica como elmatrimonio no poda estar sometida al vaivn de las pasiones. Para el pensamiento espartano, lafamilia era no la clula bsica de la sociedad sino el ncleo disolvente de la sociedad. La sociedaddesconfiaba de las lealtades familiares.Las familias se complicaron. Hoy, cuando se le pide a un chico que dibuje la familia, hay quedarle una hoja de gran tamao y dejarlo que interrumpa donde le parezca. Las relaciones que

    puede dibujar son vnculos difciles de definir por el andamiaje estructural del parentesco. En principio, en las relaciones de parentesco los parientes son vitalicios. Un primo, un cuado, sonvinculaciones para siempre. Y hermanastros, hijastros, madrastras y padrastros aparecen slo

    por viudez como en Cenicienta, pero no se concibe que coexistan la ex relacin y la relacinactual. La situacin actual, al imponer como condicin que los vnculos de alianza se sostienen enel amor, hace pulular los ex y los ... astros. Si un varn tiene una ex hermanastra, que sea unamujer permitida o prohibida no est determinado. Los ex tos polticos siguen siendo tos? Y elmarido de mi suegra que se pele con ella es el abuelo de mi hijo o no? Se arman constelacionesdifusas, y es el chico quien elige.En esa constelacin difusa de emparentados, el parentesco deviene cada vez ms electivo. Enhistoria suele distinguirse entre relaciones de parentesco y sistemas de parentesco. Las relacionesde parentesco son las relaciones que efectivamente se entablan: ste hace tal cosa con se; stele presta herramientas a aqul que es el cuado; ste almuerza conotro que es el hijo losdomingos. Lo que determina las relaciones de parentesco es lo que efectivamente hacen. Las

    prcticas efectivas son las relaciones de parentesco. Y el sistema de parentesco es el que clasificay nomina esas prcticas: ste hace tal cosa con aqul; a esa relacin en el sistema la llamamos, por

    ejemplo, to. No hay lenguaje de parentesco capaz de designar ciertos vnculos efectivos. Cmo llamar alnieto del marido de la madre de uno? Llamarlo amigo es encubridor y llamarlo pariente esun caos clasificatorio. Sin embargo puede haber una relacin efectiva de parentesco. No hayningn andamiaje estructural que soporte ese vnculo; se sostiene en prcticas y no en un sistemaclasificatorio, no en una institucin. El vnculo se sostiene por haberse elegido mutuamente, por cuidarse, acompaarse, no por un anclaje dado de antemano sino porque el haberse encontrado

    produce un entorno significativo.Por ms que nos resulte catica, sta es la matriz de los vnculos actuales. Estos son los modosque adoptan los vnculos por cohesin y no por solidez. Cuesta un enorme trabajo sostener las situaciones sin instituciones, y requiere mucho trabajo de pensamiento. Deca una antigua

    definicin de pensamiento que saber algo es no tener que pensar en eso. Si uno sabe algo, no tieneque pensarlo: lo supone. Pero en condiciones de fluidez la suposicin es siempre engaosa.

  • 8/6/2019 Lewcowicz "Frgil el nio, frgil el adulto"

    5/5

    Pareciera entonces que para pensar la infancia es necesario des-suponer la infancia y postular quehay chicos. Des-suponer la infancia significa no pensar a los chicos como hombres del maanasino como chicos de hoy. Y esto significa partir de que los chicos no estn excluidos en estostiempos de conmocin social, no estn anclados a estructuras sino que estn pensando, tan frgiles,tan desesperados, tan ocurrentes como cualquiera de nosotros, que tenemos la misma fragilidad

    de ellos. En la era de la fluidez hay chicos frgiles con adultos frgiles, no chicos frgiles coninstituciones de amparo. Y con esas fragilidades estamos trabajosamente tramando consistencias,tramando cohesiones. La solidez supuesta en un tercero se desfond.As, las situaciones de infancia pueden pensarse como situaciones entre dos y no entre tres. Unasituacin de tres sera, por ejemplo, un chico, un adulto y el Estado; es decir que no se vinculandirectamente entre s en la ternura o en los cuidados mutuos, sino a travs de la mediacin de untercero: la institucin familiar o escolar. Pero, si se supone un tercero en una relacin entre dos,el primero termina abandonando al segundo. De ah que el trabajo actual de vincularse sea casiartesanal, y seguramente angustiante. Si uno dice: Se supone que el Distrito Escolar debera... yopera en base a esa suposicin, termina abandonando al chico y tambin a uno mismo porque, deese modo, uno se constituye como docente, como psiclogo, como padre, supuesto por una terceracosa, y no se constituye en el vnculo con el chico. Destituida la infancia, las situaciones infantilesse arman entre dos que se piensan, se eligen, se cuidan y se sostienen mutuamente. Ya no se tratade fragilidad por un lado y solidez por el otro; somos frgiles por ambos lados. Conferencia en el Hospital Posadas, 18 de septiembre de 2002; incluida en Pedagoga del aburrido,de prxima aparicin (Ed. Paids). Lewkowicz falleci el 4 de abril pasado, a los 43 aos. UFuente: U Pgina/12, 7 de noviembre de 2004. Disponible en HUhttp://www.pagina12.com.ar/diario/

    psicologia/9-43161-2004-11-07.html U

    http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.htmlhttp://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-43161-2004-11-07.html