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CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL DESARROLLO Y LA PARTICIPACIÓN FE Y VALORES EN LA GESTIÓN DEL DESARROLLO LOCAL: EXPERIENCIAS EN ÁNCASH E ICA Liliana Berta Herrera Jesús Orccottoma Cárdenas Lima, marzo de 2008

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Fe y valores en la gestión del desarrollo local: Experiencias en Áncash e Ica

CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL DESARROLLOY LA PARTICIPACIÓN

FE Y VALORES EN LA GESTIÓN DEL DESARROLLO LOCAL: EXPERIENCIAS EN ÁNCASH E ICA

Liliana Berta HerreraJesús Orccottoma Cárdenas

Lima, marzo de 2008

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© Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participación – CEDEP Av. José Faustino Sánchez Carrión 790, Lima 17, Perú www.cedepperu.org Teléfono: (51-1) 4630099 / Fax: (51-1) 4616446

Coordinación:Enrique Rodríguez Doig

Autores:Liliana Berta HerreraJesús Orccottoma Cárdenas

ISBN Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº:2008-04788 Primera edición: 500 ejemplaresMarzo, 2008

Diseño de Carátula: Ruperto Pérez AlbelaDiagramación e impresión: Roble Rojo Grupo de Negocios S.A.C.Américo Vespucio 110 COVIMA, La MolinaTeléfonos: 3496636 / 3485571

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ÍNDICE

PRESENTACIÓN

I. INTRODUCCIÓN

II. MARCO CONCEPTUAL

2.1. La participación ciudadana2.2. Participación política de las Iglesias Evangélicas2.3. Participación y género

III. PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS

3.1. Los Nuevos Movimientos Religiosos3.2. El ethos o espiritualidad pentecostal en América Latina 3.3. Derrotero histórico de la participación política de los

grupos evangélicos3.4. Impactos de la participación política de los evangélicos

en el escenario regional:3.4.1 Cerro de Pasco: Redoble por Rancas y Agapito Robles:

la lucha por las tierras3.4.2 Puno: La lucha por la educación y la construcción

de ciudadanía3.4.3 Cajamarca: La Granja Porcón: Los nuevos empresarios,

el camino de la prosperidad3.4.4. Apurímac: apropiación de espacios de participación

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IV. PRINCIPALES HALLAZGOS DE CAMPO

4.1. Región Áncasha. La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejón

de Huaylas y las nuevas formas de relación.b. Participación de la iglesia pentecostal en los espacios

locales y gestión de desarrolloc. Los valores religiosos y la participación política. d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el ámbito

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e. Impacto logrado a nivel local: la experiencia de Francisco Galán en la gestión municipal

4.2. Región de Icaa. Presencia de las iglesias pentecostales en la Región Ica

y nuevas formas de relaciónb. La coyuntura de emergencia (terremoto) y el rol de la

corriente evangélicac. Participación de la iglesia pentecostal en los espacios

locales y gestión de desarrollod. Los liderazgos femeninos en los NMR en el ámbito

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V. REFLEXIONES FINALES: PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS PENTECOSTALES EN LAS ZONAS DE ESTUDIO Y SU IMPACTO EN EL ESPACIO LOCAL Y REGIONAL

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

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PRESENTACIÓN

El CEDEP con el auspicio de la cooperación internacional, desde hace más de dos décadas, viene desarrollado un conjunto de estudios, propuestas y proyectos de desarrollo en espacios sobre todo rurales. Uno básicamente andino: las zonas altas de Áncash y otro netamente costeño: los desérticos valles del departamento de Ica. En estas dos regiones, hemos visto como la iniciativa de los campesinos/as, y comuneros/as ha ido forjando transfor-maciones productivas, adaptando tecnologías y forjando nuevos paradig-mas de viabilidad para la pequeña agricultura en el Perú.

Estas acciones han ido acompañadas de un intenso trabajo de aliento a la organización campesina y su participación en instancias de gobierno local y regional. Ello ha provocado el fortalecimiento de las organizacio-nes sociales, los gremios productivos, los gobiernos locales y, en general, el conjunto de las instancias de representación local. Pero es más, a esto habría que añadir la activa intervención de nuevos líderes campesinos y campesinas, dotados de un renovado espíritu participativo.

En estos largos años de trabajo de colaboración en el desarrollo de la pequeña producción campesina, la organización y la participación ciuda-dana en zonas rurales, hemos podido observar, el buen desempeño en la gestión local que los Nuevos Movimientos Religiosos –especialmente los Pentecostales– vienen mostrando, dando como resultado nuevas formas de participación ciudadana y reintroduciendo valores que se consideraban perdidos, como la ética en el trabajo, la educación ciudadana y la gestión de gobiernos efi cientes.

Bajo estas consideraciones, se ha logrado que valores de base religiosa cobren vigencia en el plano extra eclesial, mejorando la gestión del desa-rrollo local. Con la fi nalidad de compartir estas experiencias, CEDEP y el Servicio Evangélico de Iglesias en Alemania para el Desarrollo – EED, han creído conveniente recoger el conjunto de experiencias exitosas en la ges-tión local que han llevado a cabo nuestros equipos de campo, en estrecha colaboración con líderes/as y campesinos y cuya fuente de valores continúa siendo nutrida por la fe inherente a los nuevos movimientos religiosos.

Para este fi n, CEDEP contó con la colaboración de Jesús Orccottoma Cárdenas, sociólogo de larga experiencia de trabajo en medios rurales del

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Perú y Latinoamérica y Liliana Berta Herrera, Comunicadora Social, que igualmente tiene una fructífera trayectoria ligada al saber campesino y los movimientos religiosos; ambos investigadores conjuntamente con los in-tegrantes de nuestros equipos profesionales de campo y la participación activa de líderes/as campesinos, han logrado plasmar los aspectos más va-liosos de esta experiencia, que busca alcanzar el desarrollo social guardando el mayor respeto y fi delidad por los valores éticos. Al respecto, es preciso destacar que dichos valores éticos de origen religioso, de manera singular y sin mayores obstáculos lograron una plena complementación con nuestros tradicionales valores andinos, cuyas raíces son mucho más notorias en las poblaciones rurales.

Por todas estas razones, CEDEP, en su calidad de contraparte peruana del Servicio de Iglesias Evangélicas en Alemania para el Desarrollo– EED, queda muy complacido de poder presentar este libro: “Fe y valores en la gestión del desarrollo local: experiencias en Áncash e Ica”, que segura-mente servirá para seguir alentando valores éticos de gran signifi cado como el aprecio al trabajo, la responsabilidad, la transparencia en la gestión del desarrollo y el buen gobierno de las poblaciones campesinas pobres y apar-tadas de los centros de poder de nuestro país.

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I. INTRODUCCIÓN

El presente estudio es una aproximación a los impactos logrados por las corrientes evangélicas, en especial de las corrientes pentecostales, en la gestión local en dos regiones del país: Áncash e Ica. Y con mayor precisión, en los ámbitos de intervención del CEDEP en ambas regiones.

Se había trazado como horizonte temporal para el estudio dos décadas y media (1980–2005), periodo en el cual la historia del país estaba signada por procesos sociales y políticos decisivos, al que Manrique califi ca como “la acumulación de varias crisis”. En efecto, este periodo, en particular, signifi có el tránsito del periodo del gobierno militar a la apertura democrá-tica, por exigencia de las organizaciones populares; luego el tránsito a las décadas de la violencia política interna, con resultados dramáticos para la población rural y del país; después, el tránsito a la época de la corrupción y la crisis de gobernabilidad y de las instituciones; y salir fi nalmente, al gobierno democrático y la recuperación económica en los últimos años cinco años.

En este contexto, desde una mirada retrospectiva, hemos rastreado las diferentes coyunturas regionales, en las que encontramos el aporte valioso y el rol protagónico que cumplen las corrientes evangélicas, en particular las corrientes evangélicas pentecostales. El papel que estaba circunscrito a la esfera religiosa fue rebasada por los problemas sociales y políticos impe-rantes, y tuvo como efecto inmediato una mayor participación en la vida política, ya sea a nivel nacional, regional o local, a través de diferentes cargos dirigenciales y desde las organizaciones de la sociedad civil.

Los diversos temas que están en debate actual, fueron levantados hace más de medio siglo por los integrantes de las diferentes iglesias evangélicas, en particular las iglesias evangélicas pentecostales, como temas de agenda social: la educación de los campesinos, la libertad de culto –que recién se estableció en la Constitución de 1993–, la recuperación y lucha de las tierras comunales; la protección y valoración del medio ambiente; y la au-tonomía en la administración y el emprendimiento económico a partir del uso de los recursos locales.

En buena cuenta, las nuevas corrientes religiosas no católicas, como ca-tegoría de análisis, presentan una heterogeneidad singular y reviste de cierta

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complejidad. Recientemente, la contribución de mayor refl exión correspon-de a Motte (2001)1. Este autor, pese a ser considerado como un miembro prominente de la Iglesia Católica, muestra una apertura amplia para el aná-lisis y una tonalidad inclusiva en términos religiosos. Desde su perspectiva, plantea tres aspectos como discusión de fondo: la trascendencia de los as-pectos subjetivos en el análisis; considerar a los miembros de las corrientes evangélicas como actores sociales; y visualizar un derrotero nuevo para la sociedad, al que califi ca como “una revolución silenciosa”. Sin embargo, el aspecto que se relaciona directamente con este estudio tiene que ver con la clasifi cación que propone de las corrientes evangélicas en tres tipos: evangé-licas, pentecostales y escatológicas.

Una de las características más pronunciadas de las corrientes pen-tecostales, es su apego al discurso escatológico, que se puede encontrar en las décadas de la violencia2. En consecuencia, los pentecostales de los últimos treinta años son principalmente de discurso fundamenta-lista, aunque la reciente ruptura producida en esta corriente (la apari-ción de los neopentecostales o los carismáticos) abre nuevos caminos. Como la vinculación con la teología de la prosperidad que empata, en buena cuenta, con la teoría del neoliberalismo económico, es decir, el énfasis en el aspecto económico, el desarrollo individual y los empren-dimientos económicos. Se reconoce una mayor participación de las mujeres como pastoras, y se rompe la dicotomía política/religión.

En este estudio, centralmente, nos abocamos a rescatar los impactos lo-grados por la corriente pentecostal en el desarrollo local. La construcción del Estado, en sus diversas dimensiones, pasa también por fortalecer los gobiernos locales para poder atender los problemas sociales más acuciantes, especial-mente del área rural. Es preponderante el rol de los gobiernos locales. En esa perspectiva, el caso más emblemático que hemos hallado se refi ere a la gestión local de Francisco Galán en el distrito de San Miguel de Aco, provincia de Caraz (Áncash)3. En once años de gestión en el gobierno municipal, se han

1 Sobre este tema existe una abundante literatura, sin embargo la obra de Dominique Motte es sugerente: ¿Una revolución silenciosa? El impacto social de las nuevas iglesias no cató-licas del Perú. Cusco: CBC, 2001.

2 Se trata del aporte logrado por Ponciano Del Pino en Tiempos de Guerra y de Dioses. Rondas y senderistas en el Valle del río Apurímac. Ayacucho: UNSCH, 1996.

3 Nos referimos a la gestión de Francisco Galán, líder campesino, con apenas segundo grado de educación primaria, pero con una cualidad excepcional para la gestión de buen gobierno. Fue premiado dos veces por algunos sectores del Estado peruano (MIMDES y FONCODES).

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logrado impactos que han trascendido el ámbito regional: la desaparición del consumo de aguardiente, la implementación de diversos proyectos de desa-rrollo local en nueve centros poblados, la capacidad de convocatoria para la planifi cación comunal y distrital en forma constante, la sostenibilidad de los espacios de concertación (asistencia promedio de 100 personas); metas exi-tosas en temas de seguridad alimentaria, entre otros. Y lo más preponderante en esta gestión son aquellos valores que el quehacer político ha perdido hace mucho tiempo en el escenario peruano: la cuestión pedagógica; los valores éticos y la transparencia en la gestión de buen gobierno. Esta misma expec-tativa se cierne en la actualidad en el distrito de Ataquero (Caraz), donde otro miembro de la corriente pentecostal asumió la alcaldía de este distrito. Si la tendencia sigue así, quiere decir que la corriente pentecostal es capaz de proponer “modelos de gestión local”, que combina de manera exitosa las prácticas religiosas con una nueva forma de hacer política.

En este sentido, nos hemos planteado como objetivo central analizar el papel que desempeñan los Nuevos Movimientos Religiosos en el desarrollo local en dos zonas del país: Áncash e Ica. Desagregando este objetivo princi-pal, señalamos los objetivos específi cos: a) analizar el impacto de los NMR, especialmente los pentecostales, en el desarrollo local; b) explorar sobre las formas de participación de los integrantes de los NMR en la política local, es-pecialmente en la gestión de los gobiernos locales; c) analizar los cambios que se generan en las propuestas de política y desarrollo en el gobierno local como resultado de la participación de los NMR en el desarrollo local; d) analizar la permanencia de valores de base religiosa en el terreno extra–eclesial, como un factor de infl uencia en el tipo de participación en el desarrollo local y el escenario político nacional.

En cuanto a las hipótesis de trabajo, nos planteamos: a) Los NMR re-presentan nuevas formas de relación dentro de la comunidad, donde no sólo se han modifi cado patrones tradicionales, sino que han modifi cado radicalmente el escenario local y político; b) En las zonas donde el Estado se mostró durante décadas como un “padre distante y despreciativo”, los NMR ocupan el espacio dejado por éste, al traer consigo un estilo de tra-bajo y una relación paternalistas; c) A pesar de una presencia mayoritaria de los NMR en la escena política nacional y local, existe ausencia de li-derazgos femeninos, como refl ejo de los altos grados de tradicionalismo en términos de relaciones de género al interior de estos movimientos, y fi nal-mente, d) Los valores que se encuentran en la base religiosa de los NMR

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infl uyen en su rol en otros espacios extra–eclesiales, como el desarrollo local y la participación política.

Este informe incluye como contenido cinco capítulos. En la primera parte, a manera de introducción, se presentan los objetivos e hipótesis de trabajo. En la segunda parte, presentamos el marco conceptual so-bre la participación política, en ella se hace un breve recorrido sobre la participación social, la participación de los NMR, y una breve presen-tación sobre participación y género, así como un marco general sobre la participación como un derecho a la luz del derecho internacional y la normatividad nacional.

En la tercera parte, nos referimos específi camente a la participación de los evangélicos, en particular de los pentecostales. Se hace un breve resu-men sobre la participación de estos grupos en la política nacional, regional y local; los rasgos que defi nen a los grupos pentecostales en América Lati-na, y fi nalmente, impactos de la participación política de los evangélicos en el escenario regional.

El cuarto capítulo presenta los principales hallazgos de campo en las zonas de estudio, y el quinto capítulo presenta una refl exión, a manera de conclusiones, sobre las particularidades que adquiere la participación en el escenario local de los grupos pentecostales en contextos de interculturalidad.

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AGRADECIMIENTOS

Queremos expresarles nuestra gratitud a los integrantes entrevistados de las diferentes iglesias evangélicas, tanto en Lima como en las regiones de estudio, Ica y Áncash. De manera especial a:

Rafael Gotto (Presidente del CONEP, Iglesia Peregrinos del Perú), María Elena Zelada (Secretaria Ejecutiva de KAIROS), Josías Espinoza (Teólogo de los Pastores, Iglesia Redentor de Callao), Manuel Penacho (Pastor de la “Iglesia Vida”), Erika Izquierdo (Proyecto Desafío Mikeas), Daniel Córdova (Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú), Pedro Véliz (LWR), Ricardo Verástegui, Lenna Hokeman (Comisión Interreligiosa de la MCLCP), Epifania Inocente, Hernán Soto (Ofi cina Nacional de la Igle-sia Asambleas de Dios del Perú).

A nivel local, a Francisco Galán (ex alcalde de Pampamaca), Julio Loza (pastor de la IEPP), Hugo Salazar (Care Perú), Hermes Curo (Visión Mun-dial en Huaraz), Víctor Luna y Hugo Arequipeño (pastores de las Asam-bleas de Dios en Caraz y Yungay), Gerardo Castro (pastor de Ica), entre otros, que tuvieron la gentileza de conversar y compartir con nosotros sus proyectos, esperanzas, logros y sueños.

Asimismo, queremos expresar nuestro agradecimiento al Centro de Es-tudios para el Desarrollo y la Participación (CEDEP), por la oportunidad de explorar un tema sumamente fascinante. Al Director Ejecutivo, Félix Wong; al Director de Investigaciones, Enrique Rodríguez Doig, por haber propiciado un ambiente agradable y cálido de trabajo; al Analista Social del CEDEP – Áncash, Eduardo Molinari; y a todos los integrantes del equi-po de trabajo de CEDEP – Ica por el acogimiento que tuvieron durante la permanencia en las zonas de estudio.

A Jaime Vela, responsable del Sistema de Facilitación de EED en el Perú, por facilitarnos documentos de lectura y la relación con las institu-ciones de la corriente evangélica para las entrevistas en la ciudad de Lima. Y a Nora Cárdenas: sus comentarios, sugerencias y el compromiso con el tema fueron insumos importantes para la presente investigación.

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II. MARCO CONCEPTUAL

2.1. La participación ciudadana

La participación ciudadana como un derecho, ha sido reconocida en diver-sos tratados y normas, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, como señala Panfi chi4 (2007), toda esta gama de normatividad existente no ha detenido el desborde del confl icto ni el continuo desprestigio de la política a la que se suponía debía aportar signifi cativamente. Como señala este autor, se ha pasado del entusiasmo principista e ideológico al pesimismo elitista y conser-vador, sin detenerse a mirar las particularidades de los procesos, los actores, los espacios, las motivaciones, etc. No hay un tipo de participación, sino varias, y homogeneizarlas no aporta al debate.

La participación no es un proceso lineal ni homogéneo, es resultado de una confl uencia de factores diversos. Para Panfi chi, la “participación no debe entenderse como una política lineal y homogénea…, sino como resul-tado de las luchas y confl uencias entre actores y proyectos políticos distintos”. Para Tanaka (2001), la participación no es una forma de acción natural” o “espontánea”, sino más bien una construcción social resultado de la superposición de los problemas involucrados en toda forma de acción colectiva. La participación cambia en función de para qué se participa, en qué se participa y quiénes lo hacen en cada caso. Plantea que se “requiere expectativas más realistas hacia la participación y a la vez, un reconocimiento más profundo de las relaciones de poder existentes den-tro de una comunidad”.

Este autor distingue tres grandes contextos (entendidos como ti-pos ideales) en los que puede ocurrir la participación, marcados por diversos grados de complejidad (baja, media o alta) que nos parece relevante mencionar, dadas las características de las experiencias ob-jeto de análisis en el presente estudio, y desarrolladas en contextos diferenciados: uno rural y uno urbano marginal. Los datos empíricos demuestran que la participación puede tomar diferentes modalidades, vinculadas al tipo de relación que se establece entre los actores invo-

4 Participación ciudadana en el Perú: disputas, confl uencias y tensiones. Lima: PUCP, 2007.

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lucrados. Diversos autores proponen o recogen formas de caracterizar esta participación, que no son excluyentes y permiten dar una idea de la complejidad del fenómeno.

Para el caso colombiano, Velásquez (1989) indica algunas caracte-rísticas de la participación que bien pueden extrapolarse a la realidad peruana. Como factores favorables señala la existencia de condiciones legales e institucionales para que se extienda el control ciudadano, y el hecho que la organización ciudadana sea promovida desde el Estado, es-tableciendo mecanismos a través de los cuales los ciudadanos pueden ejercer este derecho.

Empero, prevalecen obstáculos derivados del carácter de las normas, el peso signifi cativo del Estado en su funcionamiento cotidiano, y la actitud de muchos agentes estatales frente a la labor fi scalizadora de los ciudada-nos. Para este autor, el uso instrumental de la participación proviene de dos lados: del Estado, interesado en tutelar el proceso, pero también de los líderes interesados en sacar provecho personal o colectivo del ejercicio de la veeduría. Los problemas que afectan a los ciudadanos, sus prioridades y las opciones para abordarlas, deben ser materia de decisión de los propios ciudadanos en todos los niveles. Ello requiere de capacidades y competen-cias para una participación proactiva de las personas y de las organizacio-nes sociales en la toma de decisiones.

La estandarización y normalización de las diversas leyes y normas favo-recen el reconocimiento de la participación como un derecho ciudadano. Sin embargo, a pesar de ser un avance normativo, le permite al Estado tener el control de la participación, quitándole capacidad de agencia a los actores, así como no facilitar una mirada regional al tema de la parti-cipación –de hecho, homogeneizar ésta–, hace que la diversidad cultural desaparezca del debate.

Sin embargo, no es posible pensar la participación desde un todo. Hay que mirar procesos, espacios, actores, motivaciones. En ese sentido, es importante el reconocimiento positivo de la diversidad cultural, reto que debe ser asumido no sólo por los decisores de política, sino por los actores locales. En este camino es importante fortalecer capacidades locales y pro-mover procesos inclusivos de participación.

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Normas a nivel InternacionalEl Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (1966), de carácter vinculante,

establece que todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición social, del derecho y opor-tunidad de “participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos” (Art. 25).

La Declaración de Québec (2001) reconoce que “la participación ciudadana y la re-presentación política adecuada son las bases de la democracia, y que los gobiernos locales son los que tienen mayor presencia en la vida cotidiana de la ciudadanía”. Para ello, “promoverán mecanismos para facilitar la participación ciudadana en la vida política, especialmente en los gobiernos locales o municipales… [y] fortalecerán la capacidad institucional de los gobiernos locales para permitir la plena y equitativa participación ciudadana en las políticas públicas sin discriminación alguna y para facilitar el acceso a los servicios esenciales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos…”. Finalmen-te, respecto al rol de la sociedad civil, reconoce “que los hombres y las mujeres tienen derecho a participar, en condiciones de igualdad y equidad en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas y bienestar”.

A nivel nacionalLa Constitución Política del Perú, reconoce la participación ciudadana como un

derecho inherente a la calidad de la persona (Art. 2, inciso 17), y también como control político. Este control es a la vez social, económico y cultural, lo que fortalece la idea de vigilancia social como mecanismo democrático de participación ciudadana tanto a nivel individual como de forma asociada en diferentes ámbitos de acción (Art. 31).

La Ley 26300 – Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadano, que regula los derechos de participación y control ciudadanos de conformidad con la Constitución y estable-ce como derechos de participación, la iniciativa de reforma Constitucional, la iniciativa en la formación de las leyes, el referéndum y la iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales. Como derechos de control ciudadano, reconoce la revocatoria y remoción de autoridades, la demanda de rendición de cuentas y otros mecanismos de control establecidos por esta Ley para el ámbito de los gobiernos municipales y regionales (ibid.).

La Ley Orgánica de Municipalidades No 27972, en su Artículo IX del Título Preliminar, establece, que el Proceso de planeación local es integral, permanente y participativo, articulan-do a las municipalidades con sus vecinos. En dicho proceso se establecen las políticas públicas de nivel local, teniendo en cuenta las competencias y funciones específi cas exclusivas y com-partidas establecidas para las municipalidades provinciales y distritales. El sistema de planifi ca-ción tiene como principios la participación ciudadana a través de sus vecinos y organizaciones vecinales, transparencia, gestión moderna y rendición de cuentas, inclusión, efi ciencia, efi ca-cia, equidad, imparcialidad y neutralidad, subsidiaria, consistencia con las políticas nacionales, especialización de las funciones, competitividad e integración.

La Ley Marco del Presupuesto Participativo, Ley No 28056, establece en su artículo 11, sobre Rendición de cuentas, que los titulares de pliego de los gobiernos regionales y gobiernos locales, están obligados a rendir cuenta de manera periódica, ante las instancias del presupuesto participativo, sobre los avances de los acuerdos logrados en la programa-ción participativa, así como del presupuesto total de la entidad.

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2.2 Participación política y las corrientes evangélicas

En la historia política del siglo XX, el concepto de participación ciu-dadana, en tanto participación política, ha sido utilizado con múltiples signifi cados, como sostiene Ballón5:

“el concepto ha sido “adaptado” a distintos usos para hacer alusión al derecho al voto para elegir autoridades, a la acción de los movimientos sociales represen-tativos de los pobres y excluidos en la esfera pública, a la acción comunal colecti-va que opera autónoma y organizadamente para satisfacer algunas necesidades, a distintas estrategias gubernamentales de cooptación y clientelismo como formas de consenso y control, a los esfuerzos de grupos y movimientos organizados para incrementar su acceso y control a recursos y decisiones, así como a la acción colectiva institucionalizada en distintas estructuras de gobierno para intervenir en diversos procesos de gestión”.

En este contexto, el acuerdo es casi unánime sobre la importancia y efectividad que se le asigna a la participación, y se ha convertido en un tema signifi cativo en la agenda pública y en el debate político. Dentro de las iglesias evangélicas, en particular de las pentecostales, la participación política tiene su sustento en las mismas Sagradas Escrituras, de acuerdo a Ayllon6:

“De acuerdo a la fe evangélica, la práctica política desde el Estado y desde la participación responsable de los ciudadanos en el quehacer de la polis, tiene un irrefutable fundamento en las Sagradas Escrituras. En efecto, dos de los ejes transversales que hilvanan el mensaje del Antiguo y Nuevo Testamento, son la presencia activa de Dios en la vida política de las naciones y la preocupación especial que tienen por los indefensos del mundo”.

En este mismo sentido, la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza, en su intento por buscar una mayor participación de las y los miem-bros de las iglesias evangélicas en la lucha contra la pobreza, plantean que:

“La lucha contra la pobreza es un llamado irrenunciable para todos quienes experimentan la gracia de Dios, porque es una parte de la expresión del amor al prójimo y la justa aspiración de todo ser humano a un desarrollo integral… (En

5 Ballón, Eduardo. Participación ciudadana en espacios locales. Notas para un balance ne-cesario. Lima: Propuesta Ciudadana, 2003.

6 Ayllón, Nelson. Presentación del libro La seducción del poder: los evangélicos y la políti-ca en el Perú de los noventa de Darío López, 2004.

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este sentido) La Mesa de Concertación, es un espacio donde la iglesia puede contribuir a construir justicia, transmitiendo a la sociedad los ideales de una vida de acuerdo con el Evangelio” (2007:3)

En las dos últimas décadas, en nuestro país se fueron articulando nuevas for-mas de participación ciudadana desde la experiencia de diversos sectores organi-zados de la sociedad civil. En este marco, no es casual, pues, encontrar a los líde-res de los NMR asumiendo liderazgos locales y ocupando cargos en los gobiernos locales, la misma que ha trascendido al espacio regional y nacional. En los años 20 y 30 del siglo pasado, el papel y rol de los adventistas en la región puneña re-percutieron decisivamente en la vida de los pobladores rurales, porque el marco religioso que esgrimieron fue rebasado por las injusticias sociales imperantes.

De esa manera, este grupo religioso abrió acciones para combatir pro-blemas de salud y educación, entre otros, afectando radicalmente los inte-reses de la sociedad dominante de esa época. Con otro matiz está el caso de la Granja Porcón en la región de Cajamarca, donde es fácil encontrar la disciplina religiosa, la ética al trabajo y el liderazgo religioso para alcan-zar metas económicas prósperas; en los 90, fueron una pieza clave para el triunfo de Fujimori, como veremos más adelante.

Nueva Creación expresa su coincidencia con el teólogo alemán Jürgen Moltmann, quien siempre insistió en la necesidad de un compromiso político de parte de los evangéli-cos. Puso como ejemplos al pastor bautista estadounidense Martin Luther King Jr. y el reve-rendo anglicano sudafricano Desmond Tutu, que se enfrentaron al racismo en sus países.

Resaltó la labor realizada por el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), junto a otras organizaciones evangélicas, “por los pobres y la gente indefensa que sufría con horror la violencia de terroristas y agentes del Estado” en las décadas de 1980 y 1990.

Por ello, el pronunciamiento exhorta a la Iglesia Evangélica a que su compromiso, tanto en la lucha contra la pobreza como en la promoción de la alfabetización, sea “con acciones organizadas, con propuestas técnicas, con refl exión teológica, con oración”; y que la prioridad de la agenda sea la conservación del medio ambiente.

A su vez, plantea que este compromiso sea condensado “con denuncias, y con una labor vigilante, en favor del pueblo” y que todo apoyo no esté libre de crítica “evitando toda constantinización”…

ALC

Sin embargo, a pesar de ello, su repercusión política y su repercusión en el desarrollo local no han sido consideradas como objetos de estudio.

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De hecho, estos aspectos han estado al margen no sólo del debate acadé-mico, sino del quehacer de las ONG en cada ámbito de trabajo. Una de las razones de esta ausencia puede ser la subestimación de la vigencia de otras formas religiosas en la sociedad peruana. Otra razón puede ser que han sido rebasados, pues no se esperaba ni la presencia, ni la infl uencia, en la magni-tud alcanzada en una sociedad aparentemente moderna y secularizada. Sea como fuere, es un hecho que en el actual panorama religioso ha quedado durante mucho tiempo fuera de la investigación académica universitaria y de sus repercusiones en el desarrollo local.

2.3. Participación y género

La Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú aprobó por unanimidad conceder a las ministras mujeres los mismos derechos y prerrogativas que los varones, en un acuerdo histórico tomado en su Asamblea Nacional realizada en Lima, los días 25 al 30 del pasado mes de junio. Los pastores y líderes de esta denominación acordaron que desde ahora, las pastoras mujeres también serán consideradas ministras ordenadas, y no sólo ministras licenciadas como era hasta el momento.

En declaraciones para ALC, el pastor Daniel Córdova, ministro de esta denomina-ción, explicó que con esta decisión tomada por la Iglesia Pentecostal, ahora las pastoras mujeres podrán ofi ciar sacramentos como la Santa Cena y Bautismo, e incluso realizar matrimonios, actos que anteriormente no les eran permitidos.

ALC, 2007

Mirar la participación política de las Iglesias Evangélicas nos muestra ausencias notables en la participación femenina. Sin embargo, es impor-tante resaltar el avance notable en materia de reconocimiento formal de las mujeres como “Pastoras”. La Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú ha aprobado, en junio de este año, conceder a las ministras mujeres los mismos derechos y prerrogativas que los varones. Empero, persisten aún en nuestra sociedad barreras culturales, económicas y sociales que impi-den a las mujeres el ejercicio de sus derechos políticos. Mucho más toda-vía dentro de estructuras religiosas, que reproducen esquemas patriarcales dentro de su organización, donde las mujeres tienen poco espacio para la participación política. A ello se suma el poco o nulo manejo del idioma castellano que tienen muchas mujeres en las comunidades campesinas. Es notorio observar el esfuerzo que hacen las dirigentas por hablar en esa len-gua. No saber hacerlo en un espacio público es sentido y percibido como “no saber hablar”. Pero el dominio del castellano no sólo es un instrumento

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para “hablar en público”, lo es también para cumplir cargos públicos, hacer vigilancia ciudadana, realizar trámites, solicitar información en entidades públicas, etc.

A esta difi cultad se suma el trato cotidiano que se establece con las dependencias del Estado, marcado por conductas discriminatorias hacia las mujeres y los indígenas en general, como podemos observar en las si-guientes citas:

“En 1998, un dirigente campesino me dijo, a propósito de los reclamos de su comunidad para lograr el nombramiento de una plaza docente en la escuela de su pueblo, “si yo voy con ojotas a la USE no me van atender”. En igual o mayor situación de vulnerabilidad frente al maltrato, se sienten las mujeres que se visten de acuerdo a las tradiciones de sus comunidades. Tan claro lo tienen, que evitan ir y delegan a sus dirigentes varones esa tarea, quienes no siempre pueden cumplirla, pues a veces luego de viajar muchas horas, no son recibidos por ningún funcionario7.

Hay una complementariedad entre la dominación étnico–cultural y la de género, es decir las mujeres se sienten y son consideradas inferiores “no sólo por ser mujeres sino por ser más indias” (De la Cadena 19968). Para esta autora, “si bien es en la ambigüedad del acuerdo regional que se aceptan superioridades e inferioridades étnicas, es en la intimidad de las relaciones donde se realizan las decisiones acerca de quién es o no indio o misti. Debido a que la defi nición de la capacidad de trabajo de los individuos es central a la distribu-ción de las etnicidades, el género se convierte en eje fundamental junto con la estratifi cación económica, para la construcción de jerarquías étnicas dentro de la comunidad e incluso en el marco de unidades domésticas, suponiendo el proceso de indianización de las mujeres” (202). Esta condición favorece en mayor medida la desvalorización y la violencia (el subrayado es nuestro).

Anderson9 (1994) señala que en el Perú la distribución de la pobreza tiene fuertes connotaciones raciales y étnicas, así como genéricas. Es decir, hay una mayor feminización de la pobreza. La condición de ser mujer, su

7 Oliart, Patricia. Pobreza y desarrollo en el Perú. Informe anual Oxfam, 2002.8 De la Cadena, M. Las mujeres son más indias. En P. Ruiz Bravo (editor). Detrás de la

Puerta. Hombres y mujeres en el Perú de hoy. Lima: Fondo Editorial de la Pontifi cia Uni-versidad Católica del Perú, 1996; pp. 181–203.

9 Anderson, J. La feminización de la pobreza en América Latina. Lima: Red Entre, 1994.

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reducido acceso al trabajo productivo, la desigualdad en el salario y en el acceso a servicios como educación y salud, conducen a una vivencia diferenciada de la pobreza por género. Las mujeres no sólo tienen mayores difi cultades para acceder a los servicios educativos, sino más difi cultades para salir de la pobreza por sus responsabilidades familiares y el cuidado de los niños, la discriminación para acceder al mercado de trabajo, la segmen-tación de las ocupaciones y los menores salarios.

En este contexto, la construcción y ejercicio de la ciudadanía implica garantizar la participación de representantes de los diversos grupos cultu-rales y etnias, a nivel de la toma de decisiones en el diseño, el monitoreo y la evaluación de los mecanismos de participación, como una forma de asegurar que éstos sean accesibles culturalmente.

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III. PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS NO CATOLICOS

3.1. Los Nuevos Movimientos Religiosos

Un primer aspecto complejo y difícil de dilucidar en la refl exión en relación a este tema, se refi ere a la necesidad de diferenciar la religión como concepto abstracto de la confesión cristiana. Desde una visión general, se sabe que la re-ligión cristiana es una sola en términos globales, pero hay muchas confesiones, iglesias y movimientos religiosos sobre esta matriz. Empero, en todas ellas, se evidencia la búsqueda de divinidad, de la cual se desprenden las diferencias más diversas entre iglesias, confesiones y movimientos religiosos.

En los discursos fundacionales de la evangelización en el Perú se en-cuentran las iglesias históricas: católicas y evangélicas. De éstas últimas se desprenden varias corrientes religiosas con distintas denominaciones y procedencias. De Europa proceden las iglesias luteranas o las “protestan-tes”, y de Norteamérica, las evangélicas. Una de esas iglesias, como expre-sión de una de las corrientes evangélicas que llegan al país en las primeras décadas del siglo XX, es la iglesia pentecostal “Asamblea de Dios”.

En este contexto, una mirada de la evolución de las corrientes evangélicas en el Perú, nos remite a la situación de la Iglesia Católica, además de otros fac-tores gravitantes que ejercen infl uencia en los cambios dentro de los Nuevos Movimientos Religiosos no Católicos a lo largo de las últimas décadas.

Si tomamos como referencia las cifras ofi ciales ofrecidas por el Censo de 1940, tenemos que el 98.51% de la población peruana se denomina católica, mientras la corriente evangélica apenas representaba el 0.88% de la pobla-ción total. No está demás decir, que el Estado peruano, según la Constitu-ción vigente hasta antes de 1979, era un Estado que se reconocía exclusiva-mente como católico. Posteriormente, la Constitución de 1993 modifi ca esta situación y se incluye el respeto y la tolerancia a otras confesiones, conforme se puede evidenciar en el Artículo 50 de dicha constitución:

“Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas”.

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No obstante, la situación de la Iglesia Católica había comenzado a cambiar a inicios del siglo XX. Hay una disminución en cifras relativas de sus miembros: de 1981 hasta 2005, se evidencia una tendencia a la dismi-nución de 94.6% a 85.6%. Por oposición, en el mismo periodo, las corrien-tes evangélicas, en términos generales, han crecido considerablemente de 5.3% a 12.3%10. Dicho de otra manera, en la década del 40 apenas tenían el 0.87% de la población peruana, en el año 2005, llegan al 12% del total de la población peruana, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:

Cuadro No. 1Evolución cuantitativa de la corriente evangélica: 1940 – 2005

Fuente: Elaborado en base a los censos nacionales de poblaciónWebb y Fernández Baca: Cuánto 2001.

Similar tendencia se observa si analizamos el índice de crecimiento de las corrientes evangélicas. De hecho, el gráfi co muestra la tendencia creciente de las iglesias evangélicas y un estancamiento de la Iglesia Católica:

AñosPoblación peruana Iglesia Católica Corriente evangélica

Número % Número de miembros % Número de

miembros %

1940 7´023.111 100 6´115,339 87 54,818 0.801993 22´639,443 100 19´530,300 86 1´566,200 7.002001 26´346,840 100 19´530,300 74 1´717,000 7.002005 27´219,264 100 23´535,000 86 3´197,000 12.00

10 Elaboración propia en base a: Fernández Baca, Graciela; Webb, Richard. Anuario Estadís-tico Perú en Números 2005. Lima: Cuánto, 2005; p. 356, cuadro 7.7.

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En general, cuando nos referimos a la corriente evangélica, debemos entender que estamos mencionando indirectamente a varias denomina-ciones, varias iglesias o confesiones religiosas, con distintas matrices histó-ricas y con distintos énfasis en algunos aspectos religiosos. Esa constelación de corrientes religiosas ha aumentado considerablemente en los últimos años. Además, al interior de aquellas corrientes históricas o tradicionales han aparecido nuevas corrientes de innovación en la forma de manifestar la fe religiosa, conforme se puede ver en el siguiente cuadro.

Cuadro No. 2Evolución cuantitativa de las corrientes evangélicas

1995 - 2005

Fuente: Webb, Richard; y Fernández Baca, Graciela: Perú en cifras. Cuánto 1995, 2000, 2006

Existirían varias razones que explican las causas de la tendencia cre-ciente de los miembros de las iglesias evangélicas. Serían la deserción de los miembros de la Iglesia Católica por desencanto y por cuestionamientos a la forma de encarar la fe religiosa, la infl uencia de la idea del milenarismo y el recambio generacional en la sociedad, la crisis generalizada de la socie-dad y de las instituciones, y el anclaje de la fe religiosa en los sectores más pobres de la sociedad peruana. Sin embargo, es importante mencionar, que en los últimos años hay una tendencia de crecimiento importante en los sectores medios profesionales, como se puede apreciar en la siguiente cita:

Iglesias/años 2005 2000 19951. Asociación de Iglesia Evangélica Libre del Perú 530,000 250,0002. Testigos de Jehová 93,000 75,000 53,5003. Israel del Nuevo Pacto Universal 35,000 25,000 350,0004. Iglesia de Jesús de Santos de los últimos Días 390,000 342,000 290,0005. Iglesia Adventista del Séptimo Día 664,000 497,000 352,5006. Alianza Cristiana y Misionera. 42,000 34,000 21,3007. Iglesia Bautista 343,000 105,000 105,0008. Iglesia Agua Viva 90,000 15,0009. Asamblea de Dios 1,000,000 600,000 115,10010. Iglesia P. Sokka Gakkai 10,000 7,000 5,70011. Iglesia Anglicana Episcopal 1,00012. Iglesia Evangélica Presbiteriana 16,000 15,70013. Iglesia Metodista 7,000Total 3,197,000 1,717,000 1,565,800

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“Entre “los profesionales, universitarios, gente que vive en Surco, en La Molina, es decir hay un ascenso social, propio de la evolución de una cultura. Decir ahora como antes Bastian “los pentecostales son sinónimo de pobres”, es una visión incompleta. (El subrayado es nuestro)11.

En el caso peruano, si miramos las regiones, podemos observar su pre-sencia a nivel nacional, siendo Amazonas (25.7%), Ucayali (25.6), y Aya-cucho (21.12) las que concentran los mayores porcentajes de crecimiento. Pero también es importante resaltar que el mayor crecimiento de las igle-sias evangélicas se da en las regiones más pobres del Perú. Si analizamos la tendencia en las zonas de estudio –Áncash e Ica– también muestran pre-sencia importante de población evangélica, 14.4% y 8.4% de crecimiento, respectivamente, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:

11 Manuel Penacho, Pastor de la Iglesia Vida.

Según Paulo Hebmuller, el crecimiento de las iglesias pentecostales es el fenómeno más espectacular en el panorama religioso de América Latina en las últimas décadas. Los pentecostales, que en 1990 representaban apenas 0.9% del total de cristianos del mundo, llegaron al 5.8% en los años 70 e in-

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crementaron su membresía al 26% en el 2000. Para el caso peruano, si bien no tenemos datos cuantitativos de todas las iglesias pentecostales, sobresale el crecimiento de la Iglesia Pentecostal Asamblea de Dios, como un caso singular por el crecimiento y presencia generalizada a lo largo del país.

Según Erika Izquierdo12, el fundamento de la iglesia pentecostal es ubi-carse justamente en aquellos lugares donde no existe otra iglesia, de allí su crecimiento tanto en términos espaciales como de miembros:

“Tú te vas a cualquier parte de Perú, y te vas… te encuentras una iglesia Asamblea de Dios, puede que no te encuentres otra iglesia evangélica, puede que no te encuentres ni siquiera una iglesia católica, pero encuentras Asambleas de Dios, encuentras iglesias de corte pentecostal porque esto es el fundamento”.

La evolución en cifras absolutas de la Iglesia Asamblea de Dios, como expresión de la corriente pentescostal, es un claro ejemplo de su clara vinculación con los sectores pobres del país. Allí se observa no sólo el crecimiento de sus miembros sino del número de iglesias en los últimos diez años. En la actualidad, la proliferación de las iglesias se puede evidenciar con suma facilidad en las áreas urba-no–marginales y en las áreas rurales, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:

12 Erika Izquierdo. Proyecto Desafío Mikeas.

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Cuadro No. 3Evolución de la Iglesia Asamblea de Dios: 1993 – 2005

Varios aspectos resaltan a simple vista. La proporción de su crecimiento es superior a cualquier corriente evangélica, incluso, superior a la Iglesia Católica; los espacios de mayor infl uencia están en las áreas rurales y en las áreas urbanas marginales; las diversas crisis que afectaron a la sociedad peruana (violencia, crisis económica y la corrupción) también son factores que explican su creci-miento. Del Pino, para el caso del valle del río Apurímac, sostiene que:

“No sólo Sendero Luminoso luchaba por conquistar a los excluidos, sino, probablemente con mayores y mejores ventajas, lo hacían también los evangéli-cos… cada quien buscaba llegar de mejor forma a los desahuciados desarrollando discursos de esperanza y salvación” (4-5).

Años Número de miembros Número de iglesias1993 109,200 1,4471994 109,200 1,4471995 115,100 2,0351996 115,100 2,0351997 115,000 2,0352000 600,000 3,2002001 600,000 600,0002002 1,000,000 3,0002003 1,000,000 3,0002005 1,000,000 3,000

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Creemos además, que ante la ausencia del Estado, los evangélicos ocu-pan estos espacios, dotando de esperanza y reconocimiento a las personas. Al respecto, el mismo autor plantea:

“El Evangelio pasaba a ser un refugio para los sectores más frustrados de la población. Es así en tiempo de plagas y guerra, los evangélicos recrearon horizon-tes utópicos y bíblicos sobre los que se apoyaron diversas poblaciones, sumiéndo-las como insumos de sobrevivencia” (4)

Fuente: Elaboración propia en base a: Webb, Richard; Fernández Baca, Graciela: Cuánto de 1993 al 2006.

Las Asambleas de Dios a nivel nacional

Mi nombre es Hernando Soto, ministro ordenado de las Asambleas de Dios del Perú, y mi trabajo lo realizo en Huancayo, en la sierra central de Perú, y por varias épocas he sido presidente de la Fraternidad de Pastores…

Nosotros somos una organización congregacional y cada país, Perú por ejemplo, depende de su propia organización. No dependemos de otros países, pero sí en todo el mundo hay las “Asam-bleas de Dios”. De Perú, de Venezuela, Chile, Argentina, Estados Unidos, pero de todos modos tenemos una vinculación, somos una hermandad fuerte en todo el mundo, pero cada país se rige por sus propias costumbres, ideales, principios y formas de gobierno que creen tener…

En nuestro país como ejemplo, tenemos una directiva nacional integrada por cua-tro ejecutivos nacionales y también tenemos una directiva regional. Estamos pronto, el próximo año, a implantar las subregiones. Por ejemplo, en el departamento de Junín van a haber tres, porque en mi departamento hay sierra y también hay selva, y a veces no es com-patible, hay cosas que por años se lucha, entonces ahora va a salir la subregión de la selva central y de la misma sierra, también va a salir dos subregiones, a pesar que somos sierra, porque el pueblo de las “Asambleas de Dios” es fuerte en Huancayo, somos casi 330, 340 pastores, así que es bastante… estamos bordeando casi los 5,500 pastores en todo el Perú.

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3.2. El ethos o espiritualidad pentecostal en América Latina

El ethos o espiritualidad del Pentecoslismo se manifi esta con variados matices y acentos en las diversas iglesias pentecostales y en las regiones en estudio. Sin embargo, como sostiene el teólogo norteamericano Steven Land, todas ellas afi rman las doctrinas cardinales del cristianismo: la Trini-dad, la Encarnación y expiación de Jesucristo; la necesidad de la fe en Jesu-cristo para salvarse y el poder del Espíritu Santo divino y la buenaventura esperanza de que Cristo volverá para consumar el reinado de Dios.

Para Gotto13, el pentecostalismo a nivel doctrinario o teológico se fun-damenta en cuatro principios básicos: “Cristo sana, salva, santifi ca y viene otra vez”, es decir las bases del principio del evangelio cuadrangular:

“Entonces por ahí uno puede percibir a un pentecostal en el predicante doc-trinario de estos cuatro principios. Desde un punto de vista fenomenológico, uno puede conocer a un pentecostal por: primero, ser una iglesia que se arraiga en los sectores populares (más pobres), especialmente en los sectores andinos y en los sectores de migración (en las colonias de migrantes de las ciudades); en segundo lugar, es una iglesia que se fundamenta en la experiencia de la salvación y la santifi cación, de ahí que a un pentecostal se conoce más por el predicamento del testimonio de fe, la experiencia como el testimonio fundamental, de por qué son creyentes. Si tú buscas a un pentecostal, siempre está testifi cando de su salva-ción, de su fe” (Entrevista Rafael Gotto).

Por su parte Holenberger resalta tres características de la teología pentecos-tal: 1) que hablan en lenguas, los dones espirituales; 2) que son muy cristocén-tricos, en el sentido de poner énfasis en la lectura bíblica sobre Jesús; y 3) el mo-vimiento pentecostal se asume netamente en la doctrina de los metodistas, del grupo de la santidad, que no basta hacer la conversión sino su santifi cación.

Aún sabiendo que no existe una teología pentecostal (en singular), Sepúl-veda describe algunas características de este ethos o espiritualidad pentecostal:

1. El encuentro con Cristo resucitado como experiencia fundante

Para el pentecostalismo, lo que constituye la vida o el ser cristiano es el encuentro con Jesucristo. Un nuevo nacimiento. Se trata pues, de un nuevo comienzo, un cambio de vida.

13 Entrevista a Rafael Goto, Presidente del CONEP, Iglesia Peregrinos del Perú.14 Juan Sepúlveda (s/f): “Una aproximación teológica a la experiencia pentecostal latinoamericana.

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Se trata de “Vivir la fe”, de tener una experiencia de Dios. Para el pentecostal, ser cristiano produce una diferencia radical de cambio de vida. Supone una re–identifi cación de la persona.

2. El Espíritu Santo: el poder de Jesucristo resucitado en la vida del creyente

La espiritualidad pentecostal es Cristocéntrica, y el Espíritu Santo es el vehículo de la presencia viva y real de Cristo resucitado ac-tuando en la persona, transformándola en una nueva criatura. Se-gún Sepúlveda, lo que el Pentecostal sabe de Jesucristo lo sabe por el testimonio de las Escrituras, pero ese saber se transforma en vida por obra del Espíritu Santo.

3. El cambio de vida como experiencia sanadora

La mayoría de testimonios de los pentecostales percibe el cambio como experiencia sanadora, es decir, como la superación de situacio-nes personales que han bloqueado una vida en plenitud y amor. Para Sepúlveda este cambio no es objetivo, no se trata de cambio de su condición social, laboral, familiar, sino más bien un cambio subjeti-vo, en el modo de verse a sí mismo, su entorno y la vida en general.

4. Una Iglesia Viva: la comunidad de los que han sido transforma-dos por Cristo

La experiencia de cambio personal también se traduce en nueva co-munidad, un nuevo pueblo. Sepúlveda señala que lo que constituye a la Iglesia no es la adhesión común a un credo, sino la común partici-pación en la experiencia del encuentro con Jesucristo resucitado bajo el poder del Espíritu Santo. En este sentido, para los pentecostales, la Iglesia es la comunidad voluntaria y abierta de todas y todos que han experimentado la renovación de sus vidas por la fuerza del espíritu.

5. La búsqueda de “Otro” lenguaje teológico

La compresión de la experiencia cristiana personal como un cambio radical de vida, y de la iglesia como la comunidad de creyentes que han experimentado esa profunda renovación de sus vidas, presupo-nen una vivencia de lo humano, que se describiría como Holístico. En palabras de Sepúlveda, es una percepción de lo humano que no opera con las clásicas distinciones de occidente: cuerpo–espíritu,

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razón–emoción. Desde esta perspectiva, se trata pues de buscar un lenguaje profundo, que dentro de la experiencia pentecostal se pue-de traducir en llanto, glosalia, danza, lamentos, o en las manifesta-ciones corporales y/o extáticas, propias de este grupo de personas.

Según el experto, estas formas de expresión dentro de la iglesia pen-tecostal son una forma de rescate de la noción (y experiencia) de la presencia y libertad del Espíritu Santo, donde se ha iniciado un proceso de liberación de la teología (como discurso de la fe cristia-na) de su cautiverio por el racionalismo logocéntrico occidental.

6. Salvación presente y salvación futura

Dentro del discurso pentecostal, se constata que lo central es el anuncio de la disponibilidad de una salvación aquí y ahora, posibi-lidad que aparece avalada por la propia experiencia del predicador y la comunidad de la que forma parte.

A partir de estos principios resumimos algunas características de la co-rriente pentecostal en el Perú:

- Una primera característica a resaltar, es que el pentecostalismo como Iglesia está arraigado en los sectores populares más pobres del país, especialmente en los sectores rurales andinos y en los sectores urba-nos, en los cuales se ubican las colonias de migrantes andinos. En este grupo, una característica del pentecostalismo es su carácter liberador y emancipador, como se puede evidenciar en la siguiente cita:

“Que es “Cristo salva, Cristo sana” (sana corporalmente), “Cristo bau-tiza con Espíritu Santo y fuego”, y “Cristo viene otra vez a llevar a su Iglesia”, estos son digamos… la doctrina fundamental más importante del pentecostalismo, por eso es que se extiende rápidamente, y lo que tiene el pentecostalismo es que, al trabajar en los sectores más populares, entonces llegan con un mensaje liberador. De alguna manera un mensaje que hace importante a la persona, porque ahora recibió a Cristo, tiene algo. Antes no era nada, y ahora se convierte en un predicador15.”

No obstante, es importante mencionar que el pentecostalismo ha tras-cendido espacios y poblaciones. En los últimos años no se queda sólo con

15 María Elena Zelada, Proceso Kairos.

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los sectores pobres, sino que hay rostros pentecostales en sectores medios profesionales, y zonas residenciales de Lima, como Surco y La Molina. “Los pentecostales son sinónimo de pobres, es una visión incompleta”. (El subrayado es nuestro)16

- Una segunda característica a rescatar, es que el Pentecostalismo como iglesia se fundamenta en la experiencia de la salvación y la santifi ca-ción, de ahí que a un pentecostal se le conoce más por el predicamen-to del testimonio de fe, la experiencia personal como el testimonio fundamental de su creencia, como sostiene nuestro entrevistado:

“Siempre un pentecostal está testifi cando de su salvación, de su fe. “Te va hablar cuando fue borracho, mujeriego, ladrón, etc., etc. El pente-costal está obligado a dar testimonio de esa experiencia. Esa es la marca distintiva del pentecostal. Por eso el pentecostal se convierte en un misio-nero natural, debido a que, como ha experimentado el cambio de vida, él nunca va dejar de contar lo que ha experimentado”17.

- Un tercer rasgo del pentecostalismo es que ha generado una liturgia, una oración autóctona, una canción vinculada a la cultura local, de esta manera no sólo logra mayor cercanía con las poblaciones, sino rescata las costumbres locales para acercar a su fe, a partir de ella encuentra conectividad afectiva y emocional con las personas. Hay un reconocimiento de la persona, de su cultura, quizás sea uno de los factores que mejor explica el crecimiento de esta iglesia:

“El pentecostalismo es el que te va cantar huainitos, marinera, rancheras, etc. porque se asimila fácilmente a las culturas locales, y las otras corrientes no hacen eso”. Ese puede ser la razón principal del crecimiento más popular de esta corriente, por la conectividad afectiva y emocional con la gente, con una cultura determinada. Y por eso que algunos llaman como el pentacosta-lismo nacional, porque no depende de los misioneros, se desarrolla indepen-dientemente en los lugares donde trabaja, y toma las características culturales (música, costumbres, de cómo se reúnen en comunidad) y son autososteni-bles. En estas iglesias nacionales toman sus elementos más culturales que, de alguna manera, les va a dar sentido de pertenencia a su comunidad”18.

16 Manuel Penacho, Pastor de la “Iglesia Vida.17 María Elena Zelada. Proceso Kairos.18 María Elena Zelada. Proceso Kairos.

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- Pero también al pentecostal se le puede reconocer por su fundamentalis-mo, o por el manejo escatológico de carácter religioso, sería un cuarto rasgo del Pentecostalismo. Hacen una lectura más literal de la Biblia: “literalizan la lectura de la Biblia”. Hay una lectura lineal también de la historia, por eso en ellos se acentúa un fundamentalismo teológico religioso. El funda-mentalismo se va asimilando como consecuencia del proceso del arraiga-miento, que en el caso de América Latina tiene características particulares por la presencia de confl ictos y de posturas religiosas. El movimiento evan-gélico pelea por su instalación en el campo religioso frente al católico. De hecho, en los años 40 y 60 la lucha del movimiento evangélico fue una lu-cha anticatólica; eso acentúa el fundamentalismo, porque los evangélicos, y dentro de ellos los pentecostales, vienen con la nueva creación, la nueva sociedad, el nuevo mundo, y anticipan la venida de Jesucristo.

- Otro rasgo es el énfasis en la teología de la prosperidad muy cercana a la ideología del neoliberalismo económico, como en los movi-mientos carismáticos. El neopentecostalimo carismático, como En-manuel, Camino de Vida, Agua Viva, entre otros tiene una activi-dad política y de incorporación a la vida social y política:

“Más guerrera, más acelerada, porque eso afecta más a la clase media alta”. Miran el evangelio desde otra perspectiva, por ejemplo participa mucha gente em-presarial, o sea ya tiene otra cosmovisión, tiene una experiencia carismática pero desde su rango profesional, y miran a la iglesia desde otra perspectiva. A partir de la aparición de la corriente carismática surge la teología de la prosperidad, en el sentido neoliberal que, signifi ca el desarrollo del mercado, del individualismo, “que vamos salir adelante a golpe de esfuerzos personales y eso se vuelve religioso”. En los mensajes se lee como “tú puedes prosperar; tú puedes ser empresario…”. Sin embargo, el lado positivo de esa tendencia es que antes se vivía de espaldas a la historia. O sea, un pentecostal pensaba más “allá en el cielo… allá en el cielo… acá en la tierra… nada”. Y eso era un escapismo hasta la década del 90. Allí hay un cambio, y la Asamblea de Dios se remeció por completo. En algún momento son ganados por esta ideología de la prosperidad, que viene de América Central (1955); luego fue incorporado en el paisaje peruano “por tres personajes: San Cristóbal, de Argentina; John Ecar; y la famosa pastora de la Asamblea de Dios, Dina Santa María (de Salvador). También de Puerto Rico… se llama Roberto Fonn… él es el padre mentor, luego sigue San Cristóbal… y aquí en el Perú es Lozano… a medida que va creciendo tiene diferentes matices19”.

19 María Elena Zelada. Proceso Kairós.

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En resumen, parece que hay cuatro elementos que hacen del movimien-to carismático un fenómeno religioso: a) por un lado, está el concepto de la prosperidad, como la dimensión económica y social; y el movimiento carismático ofrece un nuevo estatus económico y social (los emprende-dores económicos individuales, familiares, etc.); b) el predicamento de la prosperidad como un horizonte de éxito, que regula todas las perspectivas neoliberales, un elemento central que va acompañado por una acción pú-blica, la incidencia pública. c) El carismatismo es la edición del nuevo pentecostalismo, ya no popular, marginal, sino de clase media que busca, primero, acceder y buscar un nivel de infl uencia en la gestión pública, en la estructura social. d) Pero estos dos elementos señalados afi rman un indi-vidualismo, pero también mantienen el comunitarismo, como sostiene uno de nuestros entrevistados:

“El pentecostal en la corriente del evangelismo tradicional dice eso pero con-serva aún el comunitarismo; en cambio, el carismatismo es más individualista. Y eso va acompañado por el concepto del poder, ahí se redondea, porque el poder también se individualiza, por eso el carismatismo ha generado una nueva estructu-ra que se funda en apóstoles. El carismatismo, de algún modo, genera una cadena de dependencia, de poder que vincula a todos. Esto es el movimiento neopente-costal, carismático, que los diferencia de los pentecostales. La interpretación sería de un tránsito de un pentecostalismo popular, marginal a un pentecostalismo más elitista que es el carismatismo; de un pentecostalismo del poder, del espíritu, de la fe, por lo tanto de dependencia de cuestiones más religiosas espirituales que es el pentecostalismo tradicional, a un pentecostalismo carismático que es el poder más fáctico, un poder político y social. En ese tránsito hay una evolución de esas iglesias pentecostales tradicionales, populares, que han ido también experimentan-do una movilidad social, porque los hijos están en la universidad, y se convierten luego en una nueva empleocracia profesional, etc., y estas iglesias se obligan a ubicarse también y a responder a una pastoral de clase media, por lo menos en un sector medio intelectual, que comienza a tener nuevos roles20”.

Un rasgo que defi ne y distingue a los pentecostales del resto de las igle-sias es la presencia del Espíritu Santo. Es el sello de marca de esta corriente, interpretada como el aspecto que genera la capacidad de escuchar el men-saje de Dios, que posibilita la fe, la regeneración de la persona, como se puede observar en la siguiente cita:

20 Rafael Gotto. Presidente del CONEP.

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“Cuando una persona llega a la etapa de conversión, Dios le asesora para que pueda orar. Y muchas veces, por la carga de la situación social que vive, entre los cuales están el cansancio, los enredos de la vida, el Espíritu Santo inter-cede en el creyente. La presencia del Espíritu Santo está en todo tiempo porque esa presencia genera la capacidad de escuchar el mensaje de Dios. Es el que posi-bilita la fe de la persona en Dios. Es el que hace la regeneración de la persona. El espíritu se manifi esta entre los pentecostales de una manera especial, misteriosa, “con una capacidad de la ciencia infusa, donde una persona puede hablar en una lengua extraña, sin haber pasado por la academia, el Espíritu Santo puede tocar a la persona, su cerebro, su lengua para que esa persona en ese culto pueda orar, digamos, en árabe por la situación de Irak, Irán, Afganistán…”. Yo me acuerdo cuando estaba estudiando en el seminario, en el primer año, en el 67. Estuvimos en el culto de noche, de vigilia en el Rímac, y un joven pronunció la palabra “Cristo” en griego. Y nunca había estudiado ni una palabra en griego. “Crhistos”, decía “Jo, Kristoz”, el señor Jesucristo, el señor ungido. Eso decía él. El Espíritu Santo se manifi esta para educar al creyente, para inspirar, para ayudar, para darle fortaleza. Es el trabajo que hace el Espíritu Santo, y en todos los creyentes él está ocupado. Y hay momentos cuando hay un pensamiento armónico, donde él descarga esa energía”21.

3.3. Derrotero histórico de la participación política de los grupos evangélicos

Para López (2004), a diferencia de otros estudiosos22, la participación política de los evangélicos se asociaría a la consolidación de la comunidad evangélica en los años ‘50:

“...cuando ya existía una comunidad evangélica sufi cientemente establecida y había niveles de organicidad desarrollados, un periodo en el que se comenzó a notar un creciente interés de evangélicos vinculados a partidos de masas como La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) por incursionar en la vida política”23 (2004:22).

21 María Elena Zelada Proceso Kairós.22 Al respecto véase: Fonseca (1998), Arroyo y Paredes (1992), Gutiérrez (2004).23 La gestión pública de José Ferreira, diputado entre 1958–1962 y senador (1963–1968 y

1985–1990 (integrante de la cédula parlamentaria del APRA), sí puede considerarse como un antecedente y como una experiencia pionera de participación política de parte de un ciudadano de confesión evangélica. Lo mismo se puede decir respecto de la presencia del pastor presbiteriano Pedro Arana Quiroz en la Asamblea Constituyente de 1978– 1979, también integrante de la Célula Parlamentaria Aprista.

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De hecho, existieron experiencias aisladas de participación antes de 1990. Según el autor, la presencia evangélica se puede ver en los gobiernos locales. Una de ellas se remonta a 1916, cuando el misionero inglés Tomás Payne es elegido alcalde de Calca (Cusco).

Presencia evangélica en el gobierno local

- 1916 y 1930: El misionero Tomás Payne es elegido alcalde de la provincia de Cal-ca, Cusco.

- 1945 y 1956: Moisés Allanca es elegido alcalde del distrito de San Jerónimo (Cusco).

- 1975–1977, el Pastor Florencio Durand de la Iglesia Beethel fue elegido como alcalde del distrito de Huaylas en Áncash.

Sin embargo, la primera experiencia partidaria organizada del grupo evangélico se da a fi nes de 1979, cuando un grupo de pastores y líderes for-mó el Frente Evangélico (FE), con el objetivo de participar en el proceso electoral en ciernes (1980). Sin embargo, de acuerdo a López, por las ten-siones teológicas y políticas que se generaron en el liderazgo de las iglesias evangélicas, el Frente Evangélico no pudo presentar candidatos.

Meses antes de las elecciones de 1985, se formó un nuevo movimiento político, denominado Asociación Movimiento Cristiano de Acción Reno-vadora (AMAR), que luego se vinculó a un frente de partidos denominado Convergencia Democrática. En esa coyuntura, según López, “bajo el para-guas de ese frente de partidos no evangélicos de tendencia política no conservado-ra, cinco evangélicos postularon como candidatos a senadores y diputados, pero ninguno de ellos resultó electo” (2004: 23).

Es importante mencionar la experiencia política del FREPAP24, quie-nes a partir de la experiencia religiosa plantean una propuesta de país ba-sada en la agricultura. Sin embargo, la mayor notoriedad y presencia en la escena política se da en la década de los 90, como sostiene Lay:

“Muchos evangélicos fueron animados por la posibilidad que ofrecía una perso-na aparentemente honesta, simple, práctica, técnica que se presentaba como evan-gélico. Ese fue un gran engaño. Llegó al poder y nos dio la espalda. Fue un error del que hasta ahora se lamentan... Sí. Fue un trauma muy fuerte. Y justamente a raíz de ese trauma hubo una refl exión muy profunda, de la cual yo fui parte. En

24 Esta experiencia política corresponde a la corriente “Israel del Nuevo Pacto Universal”, liderado por el Pastor Ataucusi Gamonal

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ese punto comenzamos a ver que un cristiano con valores y principios debería estar más bien participando en política, en lugar de dejar el campo libre a aquellos que entran sólo por ambición o codicia. Por eso el año 2000 empieza a concretarse una propuesta y un partido que pueda convocar a los cristianos con vocación de servicio a Dios y a la patria”. (Entrevista en el diario La República, junio 2007)

Finalmente, es importante resaltar la presencia evangélica en las últi-mas elecciones generales (2006). En este escenario el Pastor Humberto Lay, como líder de la iglesia evangélica liderando el partido Restauración Nacio-nal, estuvo entre los cinco primeros candidatos y a nivel regional, es impor-tante señalar la presencia de Máximo San Román (vicepresidente del Perú en el gobierno de Fujimori), que quedó en segundo lugar en las elecciones regionales del mismo año para la presidencia de la Región Cusco.

De hecho, como hemos visto líneas arriba, la participación política de los evangélicos ha tenido diferentes matices de acuerdo a las coyunturas que ha vi-vido el país, pero es innegable su presencia en el escenario político nacional, re-gional y local. En este sentido, existen diversas experiencias de la participación política de los grupos evangélicos en sus diversas manifestaciones de fe cristiana. Los resultados obtenidos por estas corrientes religiosas no se refi eren única y ex-clusivamente a las labores de misión religiosa, sino fundamentalmente a los pro-blemas estructurales que se presentan en cada coyuntura y región específi ca.

Hoy en día la presencia política de los evangélicos es notoria, como sostiene Lay:

“Hubo que revertir un concepto, una manera de ver la política. Por décadas, en las iglesias evangélicas se enseñó que los cristianos no debían participar en política “porque se contaminaban”. Es así que muchos estuvimos apartados de la vida política del país...” (el subrayado es nuestro). Entrevista en diario La República (Junio, 2007).

El análisis de la participación política de los evangélicos debe considerar tanto sus motivaciones como el marco temporal en que esas motivaciones emergieron, ya que como sostiene este autor, los evangélicos tienen tam-bién preocupaciones sociales y preferencias políticas que se manifi estan de varias formas y se expresan por diversos canales, como el de los movimien-tos sociales, así como los procesos electorales periódicos (López, 2004).

Citamos algunos ejemplos para ver su impacto en términos de partici-pación política en las historias regionales del país, como la experiencia de

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la Iglesia Adventista en Puno, la experiencia de la Granja Porcón en Ca-jamarca, las luchas por más espacios ciudadanos, como veremos con mayor detalle más adelante, en Apurímac.

3.4. Impactos de la participación política de los evangélicos en el escenario regional

En el escenario peruano, en determinadas coyunturas hay varios casos de enorme importancia sobre los roles e impactos generados por los grupos evangélicos en sus diversas manifestaciones de fe cristiana. Los resultados obtenidos no se refi eren únicamente a las labores de misión religiosa, sino fundamentalmente a su participación política como respuesta a problemas estructurales en cada espacio regional, con contradicciones sociales muy fuertes. En las siguientes líneas describimos y analizamos cuatro casos em-blemáticos de participación política de los grupos evangélicos en el esce-nario regional:

3.4.1. Cerro de Pasco: Redoble por Rancas y Agapito Robles: la lucha por las tierras25

En las décadas del 40 al 60, Manuel Scorza, poeta y novelista26, recorría las zonas andinas, especialmente la región central (Pas-co, Junín y Huancavelica), que por esa época era escenario de confl ictos y de confrontaciones entre haciendas y comunidades como corresponsal del diario La Tribuna en busca de noticias. Las autoridades locales de entonces lo tildaron de “comunista y de agitador”. En ese contexto, Scorza fue testigo presencial de los confl ictos entre las comunidades de Pasco y la Cerro de Pasco Co-oper Corporation, una empresa minera norteamericana. De esas experiencias, Scorza rescata algunos personajes para sus novelas, una de ellas es Redoble por Rancas, su novela de mayor repercu-sión. El autor registra la lucha entre los campesinos indígenas de Pasco, Yanahuanca y Rancas, y los terratenientes de esta región y una compañía minera. El libro devela la impotencia de los pueblos frente a los intereses económicos de los diversos grupos de poder.

25 Scorza, Manuel. Redoble por Rancas. Lima: Ediciones PEISA, 2002.26 En sus años juveniles fue corresponsal del diario La Tribuna, de fi liación aprista.

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Un personaje importante en Redoble por Rancas es Agapito Ro-bles, de fi liación pentecostal, que aparece asumiendo el cargo de personero27 en los reclamos que la comunidad de Rancas hacía por las tierras a la empresa. En su calidad de personero, Robles presenta una queja para solicitar el comparendo, cosa jamás ima-ginada en esas épocas, porque para los funcionarios de la justicia los comuneros no tenían status ni valor. Agapito, es visto, a partir de esta demanda, como una autoridad.

3.4.2. Puno: La lucha por la educación y la construcción de ciudadanía

Los primeros adventistas llegaron al Perú y específi camente a Puno en las primeras décadas del siglo pasado, con el objetivo defi nido de la dedicación exclusiva a la misión religiosa. Sin embargo, su presencia para algunos grupos de poder se presenta como un factor de inestabilidad política y social. En efecto, un personaje que co-bra importancia en la memoria histórica de los pobladores locales es el misionero norteamericano Fernando Sthal28, por las acciones sociales desplegadas en las comunidades, especialmente en los as-pectos educativos y de salud.

Desde luego, la educación fue pensada en la lectura de la Biblia. Em-pero, aún sin proponérselo, mucho antes que cualquier institución ellos –los adventistas– les dijeron a los indios de la zona altoandina que eran ciudadanos, que como tales tenían derechos y para poder exigirlos debían salir de la ignorancia. Esa propuesta progresista y moderna trajo como consecuencia inmediata el enfrentamiento con el poder local, especialmente con la iglesia ofi cial y los gamona-les, por la negativa de los pobladores de pagar tributos al cura, a no arreglar las iglesias, y a no trabajar gratis en las haciendas.

En aquella época, las escuelas adventistas en Puno llegaron a tener 3,500 estudiantes, es decir, el 44% de la población escolar de ese departamento, dejando un impacto radical en la lucha por la re-ducción del analfabetismo. Ellos fueron los precursores de la lucha contra el analfabetismo. Actualmente, cuentan con una Escuela

27 Por cierto, antes de él los personeros eran casi siempre compadres del juez.28 En cuya memoria construyeron en la plaza principal de la provincia de Platería un monu-

mento junto con un líder local.

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Normal en la ciudad de Juliaca, y recientemente una universidad, bajo la administración de esta corriente religiosa.

El maestro se convirtió en un actor social importante porque se ubicó como integrante de la capa media, que aparece como la bisagra entre los gamonales y los indios, junto con otros actores emergentes como los comerciantes itinerantes y de otras deno-minaciones. Los hijos de esta capa media estudiarán en las uni-versidades en los periodos posteriores, y más tarde contribuirán al surgimiento del pensamiento crítico, no sólo como los defensores de los indios sino como los grupos que combatirán el racismo com-binado con el paternalismo imperante en las áreas rurales.

En 1923 se realiza un congreso indígena en la ciudad de Lima y allí se elabora un programa que resume el pensamiento y la prédica de los miembros del Comité Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo: de-fensa de la comunidad, abolición de servicios gratuitos, reclamo de la escuela, garantías para la asociación y libertad de cultos. Sin duda alguna, en todo ese programa, había la infl uencia de los adventistas. Pero el aspecto que más destaca es su orientación antifeudal29.

3.4.3. Cajamarca: La Granja Porcón: Los nuevos empresarios, el ca-mino de la prosperidad

La Cooperativa o la Granja Porcón (Cajamarca) es una experien-cia campesina donde se ha producido una transformación agrope-cuaria exitosa, pero también una transformación religiosa, porque en ella intervienen tres actores religiosos: una comunidad de la corriente bautista; otra, la comunidad libre –así se llama la comu-nidad libre de Cristo–; y luego, una experiencia pentecostal, como se evidencia en la siguiente cita:

“Hoy, en Porcón se autodenominan como una iglesia pentecostal libre, independiente, con mucho énfasis en el comunitarismo bautista, y tam-bién de la iglesia libre. Están organizados como una iglesia autónoma, eso signifi ca que no tiene relación con ninguna otra iglesia ni en el Perú

29 Flores Galindo, Alberto. Buscando un Inca. Identidad y utopía en los andes. Lima: IAA, 1987; p. 268.

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ni en América Latina. Es una iglesia sui géneris, es la Iglesia Evangélica de Porcón, que tiene tanto de la tradición bautista, de la iglesia indepen-diente y pentecostal”30.

Geográfi camente, Porcón se ubica a 30 kms. de la ciudad de Caja-marca, y la vía que conduce a esta unidad de producción está llena de carteles de madera con citas bíblicas, que dan un panorama y un ambiente religioso sui generis. Desde sus inicios, Porcón fue una hacienda ganadera creada en el siglo XVI (año 1535), afecta-da por la reforma agraria de 1969, luego transformada en ese perio-do como una empresa asociativa con el nombre de “Cooperativa Agraria de Trabajadores Atahualpa Jerusalén”. En la actualidad se califi ca como el “parque forestal más grande del Perú”.

A partir de 1975, se inicia la ampliación del bosque de 400 a 10,000 hectáreas. Como resultado, hoy se tienen 12 millones de árboles que producen 250 toneladas métricas de madera para vender a las paperas que operan en el norte del país. Las 10 mil hectáreas de bosques forman parte de un complejo ecosistema altoandino de más de 12 mil 500 hectáreas de extensión total. Los bosques son fruto del esfuerzo que por más de 20 años han realizado los propios campesinos de la zona, instituciones locales, nacionales y la cooperación técnica y fi nanciera internacional, principalmente la cooperación Belga y la Comisión Europea, quienes invirtieron en el Proyecto Piloto de Reforestación en la Zona de Porcón. Los resultados obtenidos en términos económicos son grandiosos:

Proyecto de reforestación de más de 10,000 hectáreas (pinos, pá-tula, radiata, sendostrobus, quinual y aliso) que generan ingresos económicos anuales; granjas de animales; talleres artesanales; ga-nadería y productos lácteos; piscigranja con más de 59,000 truchas, para nombrar a los más importantes recursos agropecuarios y fo-restales. Absorbe el 100% (1,050 campesinos) de la mano de obra de la Cooperativa, reduciendo considerablemente la migración, mientras que la fauna silvestre ha encontrado su hábitat natural en los alrededores. Todo este desarrollo tiene sustento en el esfuerzo de sus asociados, que consolidó un sistema empresarial basado en la disciplina religiosa y el deseo de superación y prosperidad.

30 Entrevista Proceso KAIROS.

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El auge y la importancia que cobra el aspecto religioso, dentro de esa transformación de este espacio social, recién se da desde la época post reforma agraria de 1969. ¿En qué factores radica esta prosperi-dad económica de la Granja Porcón? Una de las respuestas más es-pontáneas pueda ser la puesta en vigencia de una teología de la pros-peridad que se correlaciona con la ética de trabajo de raíces andinas de sus pobladores. Una segunda explicación es la disciplina religiosa estricta, de corte vertical, y de manejo familiar. Según los testimo-nios recogidos afi rman que: “cumplen los mandatos de Dios”. O la verifi cación de la fe religiosa en hechos concretos cuando sostienen que “con esta doctrina hay prosperidad y bendición de Dios. Un hecho palpable es que Dios ha bendecido nuestras tierras, gentes y ganadería, ya que esta tierra era un lugar desierto, una zona pobre”.

El testimonio de su mentor más prominente de este éxito empre-sarial en ámbitos rurales resume la trayectoria de esta granja:

“No siempre Porcón fue así. Hasta hace más de 20 años, en esos cerros ahora cubiertos de bosques sólo había rocas peladas y suelos pobres, ero-sionados por las lluvias. Sembramos los árboles para proteger la tierra y descubrimos luego que se abrían una serie de posibilidades económicas, pues el clima y el paisaje cambiaron”31.

Un factor que no aparece en la opinión pública es la temprana vincula-ción de Porcón con la mina de oro de Yanacocha, propiedad de la familia Benavides de la Quintana. Esta empresa compró unas 5,000 hectáreas de la granja Porcón, zona donde se tiene una reserva de mina de oro en el subsuelo; el pago que hizo la minera se invirtió en movilidad, construc-ciones de hoteles y de comedores para uso turístico. De esa manera, se produjo el tránsito de una agricultura tradicional hacia la actividad turís-tica, mejorándose la calidad de la producción agropecuaria e incidiendo en la producción de productos ecológicos de bandera regional.

3.4.4. Apurímac: apropiación de espacios de participación local

En las décadas pasadas –en tiempos de violencia interna–, los pen-tecostales llegan al Valle de Apurímac llevados por su fe religiosa,

31 Alejandro Quispe, líder religioso y pionero de la forestación.

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y se ubican en el centro poblado Villa Virgen, en la que no sólo se fueron asentando, sino creciendo de manera acelerada hasta llegar al 20% de la población. Una situación inversa a la religión católi-ca, de hecho, en esos lugares no existe parroquia, no hay sacerdo-tes, su presencia ocurre sólo en ciertas celebraciones religiosas:

“Cuando hay algunas fi estas nomás… como uno esperaría en todos los pueblitos… una iglesia con sacerdote… pues tiene que ver mucho la época de la subversión, eso ha infl uenciado bastante…”32

Ante las amenazas frecuentes tanto de Sendero Luminoso como de las Fuerzas Armadas, se produce la migración compulsiva de la población, y en medio de este panorama los evangélicos son nombrados autoridades. Estos nuevos representantes tienen en principio un gran dilema interno: “¿cómo ser autoridad y vivir mi fe?“. Frente a ello, asumen compromisos sociales y políticos con la población, ante la ausencia y olvido evidente del Estado y de las otras autoridades de todo el valle de Apurímac.

La base social con que cuentan las autoridades para la gestión local son los agricultores evangélicos del valle Apurímac, liderado por los pentecostales, que buscan trabajar con productos alternativos, como chocolates para diabéticos, gracias a la presencia de materia prima:

“Hay cacao con estevia, vamos a ver cómo sale eso, y de alguna mane-ra ser interlocutor válido para presionar y conversar con las autorida-des, especialmente por la presencia del narcotráfi co…”33

Un aspecto que se hace reiterativo en esta corriente religiosa es el trabajo en las zonas más alejadas (“…hay una puna, ahí están ellos…”), pero también el aspecto escatológico, apocalíptico en sus prédicas religiosas (“este mundo se va a acabar, no hay espe-ranza”), que si correlacionamos estos anuncios religiosos con las épocas de caos y de crisis en la sociedad, coinciden plenamente. Por eso, los líderes pentecostales se dedican a predicar y se con-vierten en “apóstoles” que anuncian el cambio (“ya viene el Se-ñor, entonces hay que prepararse y hay que olvidar todo”), lo cual es una marca inconfundible de la tendencia pentecostal.

32 Entrevista a Daniel Córdova.33 Daniel Córdova.

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IV. PRINCIPALES HALLAZGOS DE CAMPO

4.1. REGIÓN ÁNCASH

MAPA: PRESENCIA DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS

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a. La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejón de Huaylas y las nuevas formas de relación.

La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejón de Huaylas varía en antigüedad tanto como en su diversidad. Encontramos referencias de la presencia de algunas iglesias desde hace más de veinte años, mientras otras llegaron hace cinco o seis años a la zona. Estas iglesias se han ubicado en las capitales de provincia, de distrito y en zonas rurales. El siguiente cuadro muestra la presencia de las iglesias evangélicas en la región Áncash.

Cuadro No. 4

Iglesias Evangélicas en la Región Áncash

Nombres de Iglesias Total %AMMI. Cristo Pentecostés 4 0.6Apostólica del Nombre de Jesús 2 0.3Asoc. Iglesia Evangélica Pentecostal 1 0.1Avivamiento Peruano Emmanuel 16 2.3Bautista Independiente 5 0.7Bethel 9 1.3CEBP – Convención Evangélica Bautista 6 0.9Alianza Cristiana y Misionera 8 1.2IEP – Iglesia Evangélica Peruana 28 4.1IEPP – Iglesia Evangélica Peruana Pentecostal 29 4.2Iglesia de Cristo Pentecostés 30 4.4Iglesia de Dios de la Profecía 51 7.4Iglesia de Dios del Perú 137 19.9Iglesia del Nazareno 5 0.7Iglesia Evangélica de Cristo del Perú 37 5.4Independientes y otras denominaciones 66 9.6Las Asambleas de Dios del Perú 200 29.0Luz del Mundo 5 0.7Metodista del Perú 3 0.4Misionero Internacional – DUNAMIS 1 0.1Movimiento Misionero Mundial 18 2.6Pentecostal Misionera 17 2.5Presbiteriana y Reforma del Perú 8 1.2Sínodo Evangélica Luterano del Perú 3 0.4TOTAL 689

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Las iglesias de la corriente pentecostal, en sus distintas denominacio-nes, llegan al 82% de las iglesias de la región de Áncash, siendo de todas ellas las más signifi cativas las Asambleas de Dios del Perú (29%) y la Iglesia de Dios del Perú (19.9%).

La referencia al crecimiento de la presencia evangélica en las iglesias visitadas34, es constante, siendo la mayoría de los miembros que se inte-gran, antiguos feligreses de la Iglesia Católica que encontraron un nuevo rumbo y sentido a su vida al incorporarse a estas iglesias.

“Personalmente me ha ayudado en muchas razones, de repente antes cuan-do estaba tomado llegaba a mi casa, faltaba el respeto a mi esposa, de repente dar mal ejemplo a mis hijos, como un tomado que no me daba cuenta y hoy en día no, hoy día veo y si alguna vez falta algo en mi casa ya preocupábamos en comprar algo no, azúcar, aceite, cualquier cosa que sirve a la cocina y otra cosa que ya nos preocupamos es educar a nuestros niños que estudien y entonces nos preocupa todas las cosas, ya no decimos este dinero es para cerveza o este año que va a hacer la fi esta, ya no ya… Con ese dinero ya se ha tenido las cosas que uno ha querido hemos comprado terreno ya tenemos máquina, tenemos capital hay una buena inversión si… inversión clara productiva, ya no muerta así”35.

La mayoría de estas iglesias pertenecen a las denominadas iglesias ins-titucionalizadas con presencia a nivel nacional y con niveles de coordi-nación a nivel regional y local. Estos niveles de coordinación responden en algunos casos, como las Asambleas de Dios, a una estructura nacional más autónoma que el Movimiento Misionero Mundial, que refi eren recibir indicaciones para sus planes de acción de una estructura que sobrepasa los límites nacionales.

La presencia de las iglesias pentecostales y la relación de sus miembros al interior de sus comunidades, en muchos casos, ha sufrido un cambio, de ser grupos cerrados en sus costumbres y creencias han pasado a ser miem-bros activos de sus comunidades, participando incluso en sus liderazgos con reconocimiento de la población y las instituciones.

“Yo soy Caracino, yo soy quechuahablante, hablo más quechua que castellano inclusive... Además toda la sociedad me conoce, yo soy un notario también. Tene-

34 Asambleas de Dios, Iglesia de Dios del Perú, Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú, Iglesia Cristiana Pentecostés, Movimiento Mundial Misionero.

35 Entrevista a Francisco Galán Urbano, ex alcalde de Pampamaca.

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mos nuestra cena de notario todos los miércoles en la noche. Por eso también podría ser porque yo soy gente involucrada en la sociedad, no estoy al margen. Yo vivo mi vida en la sociedad sin ser del mundo, sin ser de ellos… Como le digo a usted, yo hablo con mi iglesia, con la congregación y le digo que hay que vivir en este mundo, como parte de la sociedad pero sin ser del mundo. Eso hace que estoy integrado a la sociedad, no estoy ajeno… Ahora lo otro es que hace una década y media cuando uno iba a las iglesias no se encontraba universitarios. Pentecostales universitarios era rarísimo pero ahora se han promovido tanto que no hay diferencia. Se encuentra en cualquier iglesia pentecostal universitarios, ya profesionales”36.

Este cambio, que data de unas dos décadas hacia la actualidad se debe entre otros factores al avance logrado en la refl exión teológica que se dan al interior de estas iglesias, y la presencia cada vez mayor de profesionales al interior de las mismas que han contribuido a esta refl exión. El siguiente testimonio grafi ca esta nueva situación señalada:

“El cambio se debe a que el estudio de la Palabra de Dios va avanzando, vamos entendiendo mejor. Por ejemplo acá, antes nuestros hermanos evangé-licos eran cohibidos, les decían que con nadie deben hablar, con nadie deben tener amistad, pero ya el estudio de la teología cristiana ha avanzado ya ahora, más bien nos dice que debemos juntarnos con la gente que no es cristiana para predicarle, porque si nos apartamos de ellos a quién le vamos a predicar… y por ahí, ha cambiado bastante esos avances del estudio teológico y el Espíritu Santo ha cambiado cada vez más y va renovando, va trabajando y nos va haciendo entender realmente lo que Dios quiere con nosotros”37.

La relación con el resto de miembros de sus comunidades también ha seguido un proceso de apertura en la medida que, según refi eren, los valores que ellos y ellas practican en su vida cotidiana como parte de su fe, les ha ganado el respeto de la colectividad con la cual participan codo a codo, como se puede apreciar en la siguiente entrevista:

“… sí tenemos que trabajar para nuestra agua potable, para nuestras carreteras, nuestro local comunal, etc., que va a ayudar el pueblo, debemos participar activamen-te y todavía nos dicen que debemos dar ejemplo nosotros de trabajo, de obediencia”38.

36 Entrevista a Francisco Galán Urbano, ex alcalde de Pampamaca.37 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño, Iglesia evangélica “Monte de los Olivos” de las

Asambleas de Dios, Cochigualí, Yungay.38 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño.

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El testimonio que ha ido generando respeto y apertura de la comuni-dad, así como nuevos congregados, tiene bases objetivas que se refl ejan en un cambio de actitud y comportamiento con relación a “vicios y prác-ticas mundanas”. La disminución del consumo de alcohol, la mejoría en las relaciones familiares, el progreso material de la familia por contar con mayores recursos antes gastados en licor; el cambio de trato hacia los hijos y la disminución de la violencia doméstica, son algunas de las constantes referencias encontradas en los relatos.

“Cuando entraron el Movimiento Misionero, en 1995 ó 1996 estuvimos odiados por toda la gente, porque vienen, destrozan a la gente que a nosotros nos gusta, porque nosotros la tradición, la costumbre, ellos nos van a quitar todas las actividades que tenemos, muchas cosas, defi ciencias… pero poco a poco se dieron cuenta, un momento poco a poco alejemos de la fi esta, alejemos de la borrachera, bueno ahora la gente está tranquila por esa parte y no hay una diferencia mucho, no hay odio entre evangélicos con católicos”39.

Para quienes lo relatan como parte de su conversión personal, estos cambios son motivo de orgullo y muestra de la acción palpable de Dios a través de su espíritu. Para quienes miran estos cambios y su infl uencia en la comunidad, constituyen avances que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y generan confi anza al momento de decidir con quiénes trabajar proyectos de desarrollo.

Este testimonio es el que ha llevado a las comunidades a elegir a los repre-sentantes de sus organizaciones entre los miembros de las iglesias cristianas:

“Hay buen número de líderes comunales que son evangélicos por ejemplo, su testimonio hace que la gente le dé confi anza, por ejemplo cuando el presidente de la comunidad no toma no, pues si el resto de la gente toma, pues el hecho de ser presidente es tener presencia; es importante esta tendencia del alcoholismo que hay bastante en las zonas rurales, creo que con estos líderes se trata de disminuir”40.

El respeto de las comunidades también se ha ganado por gestiones efi -cientes donde no se han visto actos de corrupción, se ha trabajado de manera transparente y concertada con la población e instituciones y se ha trabajado

39 Entrevista a Francisco Galán, ex alcalde de San Miguel de Aco, integrante de la comuni-dad de Pampamaca.

40 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño.

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a favor de la comunidad aun con presupuestos muy reducidos. Es importante en este sentido el reconocimiento de los valores que acompañan estas ges-tiones, ya que si se cae en robo o corrupción “ya no estás en el camino de Dios”41. También los partidos políticos se han acercado a los miembros de estas iglesias al reconocer la confi anza que generan en la población para ofre-cerles cargos públicos, expresando abiertamente el deseo de contar con ellos por ser “personas honestas y reconocidas en sus localidades por sus valores”.

No encontramos, sin embargo, un patrón común de actuación de los miembros de las iglesias evangélico–pentecostales en relación al compro-miso por participar de los espacios locales de desarrollo, pues el “Aviva-miento” se da más en unas que en otras iglesias. Esto parece estar más en relación al nivel de refl exión interna a la que ha llegado dicho grupo o dicha iglesia, y a su enfoque más o menos tradicional. Así pueden en-contrarse miembros de iglesias que prefi eren no participar de espacios de organización comunal porque allí “hay discusiones” y es mejor no entrar en eso. Pero también se encuentra pastores que proponen ideas, participan activamente de estos espacios de concertación y gestionan proyectos para responder a las necesidades de la comunidad en general.

Pero no siempre las relaciones entre los miembros de las iglesias cristia-nas y la comunidad han sido armoniosas, sobre todo al tratarse de cambios producidos en la gestión de alguna autoridad cristiana que ha tratado de trasladar rasgos y prácticas cristianas a la comunidad. En el caso de San Miguel de Aco, por ejemplo, hubo resistencias a los cambios introducidos por el alcalde –miembro de las Asambleas de Dios–, quien a través de una Ordenanza Municipal eliminó la distribución de alcohol en las faenas co-munales a cambio de comida, o cuando decidió que la municipalidad no compraba más el licor para la fi esta patronal, etc., lo que ha generado el reclamo de algunos pobladores no cristianos.

Por otro lado, este tipo de acciones han encontrado acogida entre institu-ciones de apoyo y miembros del sector público como de salud, pues estas me-didas han contribuido a reforzar el trabajo que realizan en el sentido de lograr cambios de actitud relacionados al campo de la salud o la gestión pública.

Desde el interior de sus mismas congregaciones, quienes han ejercido cargo de autoridad han encontrado apoyo pero también cuestionamiento

41 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño.

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y vigilancia, ya que abundan los ejemplos de quienes ejerciendo cargo pú-blico, no dieron buen testimonio. Esto a veces se explica, como sostiene nuestro entrevistado:

“porque no tiene bien fundamentada su fe, y a veces tiran a la mundanali-dad, a la borrachera, las fi estas y es por ahí, que a nosotros nos recomiendan bien claro, de que si realmente está bien fundamentada nuestra fe y hemos madurado espiritualmente podemos tomar el cargo de una autoridad, pero de otra manera no… Porque se desprestigia primeramente el nombre de Dios, imagínese que yo siendo cristiano, siendo evangélico luego tomo la autoridad, y resulta que yo estoy andando mundanamente en las fi estas, en las borracheras, el primero que va a ser vituperado es el nombre de Dios y después el nombre de la iglesia, por eso debemos cuidarnos de todas esas cosas”42.

Entonces, la percepción que encontramos acerca de la gestión de au-toridades evangélicas es variable. Los miembros de las iglesias muestran en su mayoría decepción frente a los casos conocidos de mal testimonio; los miembros de instituciones de cooperación y de algún sector público, muestran su satisfacción por la forma efi ciente y transparente en que han podido trabajar en algunos proyectos liderados por miembros de iglesias evangélicas, aunque también reconocen la existencia de casos diferentes.

Si bien entonces el “avivamiento” en las iglesias ha llevado a una ma-yor participación y relación de sus miembros en los procesos de desarrollo de sus comunidades, animando a una acción en el mundo “sin ser del mun-do”, éstas no promueven al interior de sus congregaciones la participación política. Esto lo deja al libre albedrío de sus miembros y a una decisión personal que, con igual libertad puede ser apoyada o no por los miembros de la iglesia, sin que exista un patrocinio institucional a la participación política de sus miembros.

b. Participación de la iglesia pentecostal en los espacios locales y gestión de desarrollo

La presencia de las iglesias evangélicas, y entre ellas las pentecostales, en zonas de pobreza, así como el proceso de avivamiento que en ellas se

42 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño, Iglesia evangélica “Monte de los Olivos” de las Asambleas de Dios, Cochigualí, Yungay.

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viene desarrollando, ha llevado a los miembros de estas iglesias que asu-men cargos de liderazgo, y a sus líderes, convocados por la sociedad civil, a participar de espacios de concertación y diálogo a nivel local, y regional, mostrando iniciativa y propuesta para desarrollar proyectos sociales que benefi cien, no sólo a los miembros de sus congregaciones, sino a la comu-nidad en general, notándose aquí un cambio y apertura.

En las indagaciones hemos encontrado referencias a un trabajo concer-tado con la MCLCP y con sectores públicos, así como propuestas alcanza-das a las instancias de coordinación local y que han sido incorporadas al presupuesto participativo. También hemos encontrado una preocupación por atender, en zonas alejadas y pobres, necesidades básicas que el Estado no se encuentra atendiendo, a través de proyectos fi nanciados y gestiona-dos con efi ciencia reconocida.

“A nivel del Callejón de Huaylas, las iglesias cristianas evangélicas cumplen un rol importante, incluso desarrollan proyectos sociales, orientados a la infancia en temas de nutrición y hemos encontrado varios alcaldes que han trabajado de la mano sin discriminar… Ellos están muy preocupados por atender a la niñez, in-cluso hay comedores infantiles que, no solamente hay que darle de comer al niño, sino es en qué medida el niño puede ser transformado en el acercamiento a Dios y ese trabajo aquí en Huaraz es fuerte en las iglesias… Ellos incluso están haciendo sus planes estratégicos para incluirlos en los temas del presupuesto participativo, como proyectos sociales por ejemplo en el caso de Yungay es un caso típico, la Iglesia Bautista tiene un comedor que ahora va a ser fi nanciado por el gobierno local y también por una iglesia cristiana de los Estados Unidos, entonces están tratando de sumar”43.

En términos generales existe una valoración positiva de la participa-ción de los miembros de las iglesias evangélico–pentecostales en la orga-nización y gestión local desde las instancias e instituciones externas. Este reconocimiento destaca incluso que los programas funcionan mejor allí donde son manejados por líderes comunales que son miembros de estas iglesias. Esta participación, sin embargo, se da a título personal pues las iglesias como instituciones no “lanzan” a los candidatos ni avalan sus pos-tulaciones públicamente. Esto en parte para evitar que gestiones mal con-ducidas puedan repercutir en la imagen de la iglesia en la cual congrega la

43 Entrevista a Hermes Curo Gamboa, Representante de World Vision International en Huaraz.

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autoridad cuestionada. Esta participación a título personal se da a diversos niveles como ejemplifi ca el pastor Luna, y en muchos casos a solicitud de la población y/o instituciones:

“Hay muchos que participan; yo mismo por resolución del Ministerio de Educación, yo soy parte de COPABE. Y la función de COPABE es fi scalizar al director de UGEL, fi scalizar en lo económico, asesorar, todo ese mundo de cosas. Yo mismo viajé participando y conozco otros que participan en eso tam-bién. Y también soy miembro de la Mesa de Concertación de la Lucha contra la Pobreza de la provincia de Huaylas. Y conozco otros que están integrados. Y eso es interesante, también participamos en el presupuesto regional. Y conozco a otros también, y yo mismo soy parte también de la Defensoría del Pueblo. La gente, ellos me han buscado a mí, han solicitado pero otros ya han entrado por re-comendación nuestra de participar. Y estamos trabajando de esa naturaleza”.44

SOBRE LA GESTIÓN DE FRANCISCO GALÁN EN CARAZ

Es una experiencia que tiene un ingrediente de mucha participación. So-bre todo el trabajo y el esfuerzo del alcalde, de tener una organización sólida. Inicialmente hizo que el distrito de San Miguel de Aco, de la provincia de Carhuaz, se dividiera territorialmente en sectores. Se dividieron en 10 secto-res, y en cada una de ellas funcionaron como una institución con el nombre de “Comité de Gestión de Desarrollo”, y cada una de ellas estaba en cada caserío y aglutinaba a diversas organizaciones locales, porque anteriormente todo era disperso, entonces no se trabajaba bajo el concepto de territoriali-dad (anexos, caseríos, comunidad).

Esa experiencia comenzó a funcionar desde la elaboración del plan de desarrollo a nivel distrital, plan de desarrollo concertado. Ahí justamente se hizo la zonifi cación para recoger con mayor representatividad las propuestas de desarrollo, y eso fue interesante porque fue un evento muy participativo, porque internamente en los caseríos se elegían los comités de gestión de de-sarrollo, y cada uno de ellos era reconocido por el Consejo Municipal, y les daba la acreditación para hacer las gestiones externas en la región.

Entrevista a Hugo Salazar CARE–Perú en Huaraz.

44 Entrevista a Víctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.

Cabe mencionar que la promoción de una mayor participación en el desarrollo comunitario se viene haciendo desde distintas instancias procu-

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rando involucrar a las y los cristianos no sólo como tal sino como ciudada-no y ciudadana. Tal es el caso de la publicación recientemente editada por la MCLCP y las iglesias evangélicas que en ella participan, buscando llegar con el fundamento bíblico oportuno a las y los integrantes de las diversas confesiones que de una u otra forma se articulan al trabajo de lucha contra la pobreza en sus localidades, ya que “la lucha contra la pobreza es un lla-mado irrenunciable para quienes experimentan la gracias de Dios, porque es parte de la expresión del amor al prójimo y la justa aspiración de todo ser humano a un desarrollo integral”45.

“A mí me parece interesante, es más hablando como CARE o como MCLP, promovemos que el espacio público sea integrado por una diversidad de actores, por ejemplo, nosotros tenemos de Caraz, dentro de la MCLP a un pastor evan-gélico, y el pertenece a la MCLP y ha ido a varias reuniones nacionales, porque le da una connotación diferente, ahora decimos iglesias en plural. Es más, en las experiencias que se ha tenido a nivel de líderes comunales o distritales con orien-tación evangélica, nos ha interesado porque hay en ellos mucho más vocación y dedicación al trabajo”.46

“En primer lugar creo que es queremos incidir siempre en la honestidad, la moral. Por que usted sabe que hay tanta gente que sube y lleva dinero y lo que estamos promoviendo es que las autoridades sean plenamente honestas que se conformen con lo que reciben mensualmente porque todas las demás cosas vie-nen por interés”.47

En cuanto a la relación con las autoridades, encontramos una mayo-ritaria aceptación y actitud de respeto hacia quienes ocupan estos cargos, pues la Palabra de Dios en Romanos: 13,1 “Obedeced a vuestras autori-dades porque toda autoridad es puesta por Dios” obliga a las cristianas y los cristianos a obedecer, apoyar y ser cumplidores con lo que la autoridad señale. En ese sentido, la oración también se menciona como parte del apoyo y como otra forma de participar en el gobierno de sus comunidades que encuentran los integrantes de estas iglesias.

45 Entrevista a Pastor Hugo Arequipeño.46 Entrevista a Hugo Salazar, de Care Perú en el Callejón de Huaylas y Coordinador Regional

de la MCLP de Áncash.47 Entrevista a Víctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.

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c. Los valores religiosos y la participación política

Las entrevistas y referencias recibidas sobre la gestión pública de miem-bros de iglesias evangélicas, y entre ellas las pentecostales, en la zona del Callejón de Huaylas, nos muestran dos realidades que parecen ser opuestas: gestiones públicas califi cadas de efi cientes y reconocidas incluso a nivel nacional por sus logros, y gestiones que han sido “igual que las demás” pues dejaron un saldo de acusaciones de mal manejo, poca transparencia y comportamientos “mundanos”.

Es por esto que podemos afi rmar que no encontramos una relación di-recta entre pertenencia a movimientos religiosos evangélico–pentecostales y gestión efectiva y transparente, en el caso de autoridades y líderes. Estas características parecen responder más a cualidades personales, a la madu-rez de la fe de quienes se encuentran ocupando dichos cargos, al entorno humano favorable que acompaña la gestión y al soporte recibido de insti-tuciones y personas durante la misma.

“Aquí es más importante la persona que el grupo. Pancho como líder es el que ha infl uenciado en su comunidad. A veces decimos en la comunidad hay una persona notable, digamos un líder nato, lo que él dice las demás personas siguen, por el mismo valor que tienen… Pancho ha sido representante de la iglesia evan-gélica y como tal a veces lo reconocían… a veces decían allí no hay trago, no hay diversión… yo creo que pesa la fi gura de la persona. Por otro lado, Pancho no ha hecho proselitismo religioso, lo que vale más es la práctica, su ejemplo, su vida personal. Por ejemplo, en la lucha de la erradicación del alcohol sí le asoció bastante a su postura evangélica… luego la gente se dio cuenta que eso era po-sitivo… Defi nitivamente, la fi gura de la persona tenía más peso que cualquier otro aspecto”48.

Ciertamente, la congregación religiosa anima y apoya confi ada en los valores que comparte con el hermano o la hermana que se anima a postular a un cargo público.

“… un hermano también debe cumplir con las actividades de sus trabajos, de sus proyectos, las gestiones también va a cumplir, entonces eso es lo que nos daba ánimo. No es solamente erradicar alcohol, erradicar baja nutrición, sino

48 Entrevista a Hugo Salazar, de Care Perú en el Callejón de Huaylas y Coordinador Regional de la MCLP de Áncash, refi riéndose a la gestión de Francisco Galán en San Miguel de Aco.

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que un hermano ya va hacer que ahí no hay robo, no hay engaño, nada. Enton-ces un hermano debe ser claro, visto frente a la población entonces cuál va a ser el avance del cristianismo, porque cristianismo no vamos a entrar al interés del dinero, entonces esa fue la animación de la iglesia”49.

Como mencionamos anteriormente, también los partidos políticos buscan a los miembros visibles de las iglesias cristianas para animarlos a participar en sus fi las.

“A mí mismo me han propuesto aquí en Caraz, los de los partidos. Me han dicho “usted es una persona nueva. Estamos viendo que su desenvolvimiento es de una persona entregada a la sociedad. Seria bueno probar con usted y con usted alcanzamos la alcaldía” pero yo he dicho que no. Porque no estoy preparado en un determinado momento y de sopetón lanzarme a la alcaldía.

Y otro partido viene para que yo pueda participar de teniente alcalde, tampo-co. Para yo lanzarme a la candidatura tengo que hacer varias cosas: consultar a la Ofi cina Nacional, proceso de licencia del ministerio y otras cosas pero sobre todo la madurez de la persona para participar, para no terminar mal como ya ha habido antecedentes”. [los buscan] me lo dijeron, que nosotros somos gente bas-tante honesta, de un nivel moral bastante alto y de una espiritualidad reconocida. Y a mí me lo han dicho de uno u otro partido y también porque están mirando que si él entra toda la gente los va a apoyar. Esos son los móviles.50

No siempre la honestidad y vida recta son cualidades sufi cientes para asu-mir cargos de responsabilidad pública, pues la inexperiencia política y el entor-no corrupto pueden llevar a una mala gestión. Como expresa Erika Izquierdo:

“hay niveles y perfi les distintos, Hay muchos evangélicos éticos, formados, reconocidos por sus comunidades que son lanzados a los cargos políticos con la esperanza de que las cosas se hagan de manera más clara. Llegan al poder sin tener idea de pecado estructural y sin idea del manejo público ni del juego político que allí hay. Hay otros que, sin saber de política, llegan también pero han entendido mejor que su misión es participar en la transformación estructural de la sociedad. Sin em-bargo, su desconocimiento les puede llevar a cometer errores y son presa fácil de los políticos… el gran confl icto es que las iglesias no acompañan a sus líderes”51.

49 Entrevista a Francisco Galán, ex alcalde de San Miguel de Aco, integrante de la comuni-dad de Pampamaca.

50 Entrevista a Víctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.51 Entrevista a Erika Izquierdo. Proyecto Desafío Mikeas.

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Asumir que “Dios pone y Dios quita”, es decir, que quien llega a un car-go de poder es porque Dios lo quiere así, implica también asumir que quien llega a dichos cargos es más bendecido, más santo, más consagrado, espe-rando casi automáticamente perfección. Esto puede dejar a las y los líderes evangélicos en una situación de soledad donde la comunidad ya no es el referente ni espacio de cuestionamiento. Otra cosa es lo referido al trabajo conjunto a nivel comunal, como sostiene Lenna Hokeman, representante ante la MCLCP del Comité interconfesional:

“en general cuando la comunidad evangélica asume un compromiso lo hacen con mucha seriedad, y hay un aporte muy decisivo en el proceso, contribuye mu-cho para apoyar el proceso, para el cumplimiento de las cosas, le estoy hablando a nivel comunal, de este tipo de propuestas como hacer un agua potable, plantear campos de cultivo, etc.”.

El hecho de ser evangélicos y mostrar ciertos patrones culturales, como el ser cumplidos con la palabra empeñada, ser trabajador, no to-mar, sí genera confi anza, para el trabajo con estas poblaciones. Aunque también, como manifi esta Hokeman, estos mismos patrones culturales pueden ser un impedimento para el trabajo por el desarrollo de estas poblaciones:

“por ejemplo, en la misma zona tenemos dos pueblos donde hay una iglesia evangélica que no ha permitido que ingrese el programa Juntos, para que los miembros de la iglesia puedan participar en el programa, porque dicen que en el programa Juntos les dan una tarjeta tipo banco, donde está ese código de barras, y dicen que esto es ponerle el sello del diablo, es del diablo y no lo permiten. Entonces esas personas defi nitivamente no participan. El programa Juntos no ha podido empadronarlos, conocemos familias que se mudaron a otros sitios para no estar empadronados por el programa. Esto sí es un efecto negativo, porque son todas familias que viven en extrema pobreza”.

Hay detrás de estos casos una cuestión teológica que lleva a algunas iglesias a aislarse y no participar en programas de desarrollo porque todo lo que sea foráneo, signifi que anotar nombres o utilizar productos con código de barras, se asume que es cosa de la “bestia” y no se participa. Como sos-tiene Daniel Córdova:

“Algunos han tratado de concienciar, pero no se han dado cuenta, que el asunto va por el lado teológico y nunca han hecho uso de quienes pueden ayudar muy bien a planifi car porque está por ese lado, por eso es que no participan.

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Pero ya está comenzando también en esos lugares una generación joven que está comenzando a ver las cosas diferentes”52.

Existe, sin embargo, en términos mayoritarios, una percepción favorable acerca del rol que toca cumplir a las iglesias evangélico–pentecostales en el de-sarrollo local, y está referido básicamente al aporte que pueden dar a través de sus valores, para la conversión y el cambio personal, porque sólo a partir de allí se puede esperar actitudes y desempeños públicos diferentes, así como prácticas cotidianas y domésticas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas.

“Yo creo que las iglesias deben orientar su trabajo hacia la formación espiritual de las personas, porque si no hay esa transformación, le digo que el desarrollo está muy lejos. Hemos visto, Áncash después de los ’70 ha tenido el mayor fi nanciamiento a nivel nacional después del sismo y si es que hablamos de proyecto sostenible, y hemos luchado contra la pobreza y seguimos luchando, pero si nosotros buscamos un ejemplo de esa lucha o de esa sostenibilidad, nunca vamos a encontrar ¿por qué? Porque si no hay cambio en las personas, si yo no cambio de actitud, si yo no cambio mis valores, como me han enseñado, por ejemplo en el hogar, de ser honrado, de ser responsable, de ser disciplinado de ser honesto, no va a haber nada. Y creo que las iglesias, tanto católicas y evangélicas, tienen ese rol, y dice incluso si ahí tenemos un solo Dios y cada quien a su manera pues no, pero si pusiéramos realmente nuestros ojos a Él para que Él sea el artífi ce para el cambio de las personas podríamos pensar en un desarrollo humano sostenible, sino para mí esta lejos”.

Estos valores, cuando están presentes en la gestión de líderes y auto-ridades, son claramente reconocidos por las comunidades y miembros de instituciones que trabajan en la zona, como una oportunidad para avanzar en el logro de objetivos de bien para la comunidad.

“Bueno…yo creo que en primer lugar la solidaridad porque eso ellos prac-tican ese tipo de valor. La justicia en términos muy amplios y aplicados a su gestión, de ser justos en la gestión, la persona para actuar. El otro valor es la participación, y la confi anza. Creo que es clave la confi anza porque cuando la sociedad pierde la confi anza y la credibilidad en sus autoridades, sí hay quiebre. La otra es la honradez, es uno de los valores importantes y, sobre todo, la libertad como valores fundamentales. Y si vemos en los planes de desarrollo, están escri-tos ahí… están la honradez, la disciplina, la transparencia”53.

52 Entrevista a Daniel Córdova, Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú.53 Entrevista a Hugo Salazar, de Care Perú en el Callejón de Huaylas y Coordinador Regional de

la MCLP de Áncash, refi riéndose a la gestión de Francisco Galán en San Miguel de Aco.

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Estar en el mundo sin ser de él, es decir, preocuparse por los problemas de la comunidad, participar en sus soluciones, sin contaminarse con los vi-cios del mundo. Esta es la consigna de las y los miembros de las iglesias que vienen participando en sus comunidades, como refi ere el pastor Luna:

“Si, [los miembros de Asambleas de Dios participan] son dirigentes y hasta donde conozco, porque yo he conversado con los mismo alcaldes y las mismas personas que promueven esto, son los lugares donde mejor funciona el vaso de le-che, alfabetización, porque hay salud. Y nuestros hermanos están participando.

Hay motivación de la iglesia y que no tienen que marginar. Tenemos que vivir, como dijo Jesucristo “en este mundo pero sin ser de este mundo”. Tenemos que incidir en el Evangelio, el poder de Dios en la vida de la persona. Eso es”.54

Incidir en el cambio de las personas a través del conocimiento y prácti-ca convencida de la Palabra de Dios, esa sería una gran motivación para la participación y al mismo tiempo, el gran aporte moral que podrían dar las iglesias pentecostales, según alguno de sus pastores:

“… incidir sobre la gente con el evangelio. Eso es lo más grande que pode-mos hacer porque de otra manera, ¿qué? Porque si vamos a ir a lo intelectual, el mundo está lleno de intelectuales; vamos a ir a lo económico, lo mismo, a lo social igual. ¿A lo moral?… hasta dónde va la ética, la moral? Para mi es incidir, no con los cargos políticos sino el evangelio. Si yo tengo un cargo político, alguna función, ¿en qué incido? En mi criterio, en mi vivencia. Porque Pablo dice que somos cartas abiertas, conocidos por todos, leídos por todos. Entonces aquí en la ciudad salgo por ahí y todos me conocen que soy pastor evangélico, que mi con-ducta es diferente, y cuando algo quieren y como ya les dije “ustedes son gente honesta, de profunda espiritualidad y de una moral muy reconocida y todas esas cosas. Pero para incidir algo en nuestro país no son los cargos ni las funciones, sino la vivencia. Jesús no llenó la cabeza tanto…”55.

d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el ámbito local

Acerca de la participación de la mujer en los espacios de organización y gestión local encontramos un reconocimiento general a la importancia de

54 Entrevista a Víctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.55 Entrevista a Víctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.

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su participación al interior de sus iglesias y a su participación en la comu-nidad. Donde sí encontramos diferencias es en relación al rol que cumplen al interior de las iglesias y los cargos que pueden ocupar. Las iglesias pente-costales manifi estan tener los mismos atributos, roles y encargos al interior entre hombres y mujeres, incluso cuentan con algunas pastoras:

“La mujer dentro de la Iglesia es igual casi al varón, porque en Cristo no hay acepción, no hay diferencia entre hombre y mujer, en Cristo somos uno solo, la mujer puede predicar, puede ir a trabajar, la mujer puede ir a visitar, a orar por un enfermo, tiene las mismas facultades que un varón. Hay pastoras, hay predicadoras, hay diaconisas, dirigentas de la comunidad. Eso sí, no hay ningún problema, como le digo igual que como el varón con tal de que den buen testimo-nio, esa es la recomendación”.

En el caso de las esposas de los pastores, también llamadas pastoras, encontramos referencias a que ocupan un lugar importante y tienen un rol de formación, acompañamiento y enseñanza sobre temas de familia, educa-ción de los hijos, orientación sobre la vida de pareja. También trabajan en las escuelas dominicales y visitan las diversas congregaciones de su iglesia con el encargo recibido. Pueden incluso predicar si el pastor está ausente y representarlo.

“Ha habido un desarrollo, pero dependiendo de las Iglesias, también. En esta Iglesia “tronco” que es las “Asambleas de Dios”... importante en este momento las pastoras no pueden casar, no pueden bautizar tampoco, pero pueden llegar a un cierto grado de liderazgo mayor que antes. Se ha logrado que hayan... las Iglesias están organizadas por regiones tan bien, como Dirección Nacional y Regional y han podido ser hasta líderes regionales, una especie de presbítero, hasta allí. Ha habido un avance por lo menos en la Iglesia donde estoy, ahora últimamente en junio hemos aprobado el ministerio igual, sin ninguna diferencia del hombre y la mujer, es decir ahora la mujer puede bautizar, puede dar la cena y puede ser inclusive la líder máxima: la presidenta nacional. Nosotros la llamamos presidenta nacional, al que se llama obispo de una Iglesia. Pero no es lo común, aquí bueno, en nuestra Iglesia desde siempre ha podido ser pastora, que es la pastora que dirige una congregación, sólo que siempre dependía de un pastor hombre para dar la santa cena, en fi n…”56.

56 Entrevista a Daniel Córdova.

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La participación de las mujeres evangélicas y pentecostales en sus co-munidades es amplia, comprometida y reconocida. Están presentes en la mayoría de organizaciones comunitarias y muchas veces ocupan cargos de responsabilidad. Esto, sin embargo, no es común a las integrantes de todas las iglesias pues se encuentran diferencias de criterio para la participación en la comunidad, tal como nos comenta Epifanía Inocente:57

“…mis hermanas son del Movimiento Misionero Mundial, a mis hermanas le hicieron renunciar al cargo del Vaso de Leche, del comedor y les dijeron no debemos estar contaminadas del mundo. El mundo es algo que trae problemas y lo que dice el pastor ellos obedecen al pie de la letra… y ellas me dicen: “ay que cosas tendrás, estás perdiendo tu tiempo en vez de que estés clamando, en vez que estés orando haciendo tu ayuno, estás metida ahí perdiendo tu tiempo, ya Dios te va a proveer, no te va a hacer faltar, mi hermana siempre me dice por qué te metes en esto...”

“…Siempre he dicho: “Señor, ayúdame, úsame. Lo que yo sé tengo que transmitir a muchas mujeres” porque ellas a veces no hablan, se quedan calladas, no reclaman y bueno, gracias a Dios en todo este año que vengo acompañada de Dios. Muchas veces en las Iglesias no te apoyan los pastores. Del templo que yo vengo decían que no debemos estar, pero gracias a Dios en esos últimos tiempos la Iglesia está aceptando, porque estábamos cerradas, que no debemos hablar de participación ciudadana, de sexo, de violencia familiar, u otros programas; por eso, muchas veces hablaba con el consultorio, hablaba con el pastor, “pastor –le digo– nosotras estamos encerradas en la Iglesia: domingo, martes estudio, pero si estamos viviendo en una comunidad y pasan tantas cosas no sabemos”, hay cosas nuevas para mí que he aprendido lo que es, por ejemplo en el Red Jubileo la deuda externa, y si sé de comedores sé de la Ley 25530 y los Desafíos del Milenio... y así entonces yo voy a aprender también, no sólo me queda para mí, traigo para mi comedor, incluso si hay movilización les llevo a la movilización”.

Sin embargo, es importante mencionar que a pesar de este reconocimien-to y presencia activa de las mujeres a nivel de las iglesias, existe ausencia de representación femenina en las directivas nacionales, y el espacio político tanto a nivel regional como nacional. Al respecto Daniel Córdova plantea:

“… pero el mayor problema que tenemos ahí, es que la mujer misma no concibe todavía que pueda ser, y es un trabajo que hay que hacer…”

57 Entrevista a Epifania Inocente Meza, líder comunitaria y promotora del Proyecto Desafío Mikeas.

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e. Impactos logrados a nivel de gestión local: la experiencia de Francisco Galán en la Municipalidad de San Miguel Aco

“Entonces a través de eso, agarrando mi Biblia, yo estudiando, yo me oré y clamé y toda mi gestión ha salido bien...”

Francisco Esteban Galán Urbano, nació el 17 de setiembre de 1955, en el Caserío de Pampamaca, distrito de San Miguel, provincia de Carhuaz, Áncash. Actualmente tiene 52 años de edad. Es parte de la Iglesia Movi-miento Misionero Mundial. Este movimiento llegó en 1994 ó 1995, y él entra poco a poco, viendo los cambios en su hermano, como nos cuenta:

“Mi hermano entró primero miembro, luego yo; poco a poco nos reuníamos pero desde esa fecha, cuando entraron, cuando nos vieron entrar en 1995 ó 1996, estuvimos odiados por toda la gente, porque vienen, destrozan a la gente, lo que a nosotros nos gusta, la tradición, la costumbre, ellos nos van a quitar todas las actividades que tenemos… pero poco a poco se dieron cuenta, un mo-mento poco a poco alejemos de la fi esta, alejemos de la borrachera. Bueno ahora la gente está tranquila por esa parte y no hay una diferencia mucho; no hay odio entre evangélicos con católicos, claro con el ejemplo…”

Antes de entrar al Movimiento Misionero Mundial, era católico, con todas sus implicancias, como él mismo manifi esta:

“(yo era) fanático de las fi estas, las organizaba en Semana Santa, obse-quiante la borrachera, más de mil cajas de cerveza habré tomado… cambié cuando vi a mi hermano que es evangélico; porque tomar cerveza es destruir la casa; hacer la fi esta es destrucción de la casa; porque nada te sirve ni alguien te dice gracias al contrario, más te lleva las cosas de tu casa y de ahí poco a poco me di cuenta”.

Francisco empieza a refl exionar no sólo sobre los efectos del alcohol en su organismo, sino en su relación familiar:

“De repente antes cuando estaba tomado llegaba a mi casa, faltaba el respeto a mi esposa, de repente dar mal ejemplo a mis hijos como un tomado que no me daba cuenta”.

Poco a poco empieza a ver los cambios en su vida diaria, de hecho su ingreso al Movimiento Misionero, posibilita una mejor relación con sus hijos, su esposa, hay una claridad respecto a las prioridades de gasto y una mejor distribución de la misma, como sostiene:

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“Hoy día veo y si alguna vez falta algo en mi casa, ya preocupábamos en comprar algo no, azúcar, aceite, cualquier cosa que sirve a la cocina. Y otra cosa que ya nos preocupamos es educar a nuestros niños que estudien y entonces nos preocupa todas las cosas, ya no decimos este dinero es para cerveza o este año que va a hacer la fi esta, ya no ya… Con ese dinero ya se ha tenido las cosas que uno ha querido, hemos comprado terreno, ya tenemos máquina, tenemos capital, hay una buena inversión sí…, inversión clara productiva, ya no muerta así”.

En 1996 empieza su participación política en la esfera local. Ese año asume una regiduría, y el 1998, a la muerte del titular, asume la alcaldía de su distrito. Al terminar el periodo es elegido alcalde, y tras una gestión exitosa, es reelegido en el cargo. En este camino, sobre todo en los primeros años, su iglesia lo animó:

“O sea, la refl exión de la Iglesia fue esto: cuando un “hermano” entra, prácticamente la tradición, la costumbre, es la fi esta, es la borrachera que no debía haber; un hermano siempre va a sujetar… No sólo eso, sino un hermano también debe cumplir con las actividades de sus trabajos, de sus proyectos, las gestiones también va a cumplir. Entonces eso es lo que nos daba ánimo. No es solamente erradicar alcohol, sino que un hermano ya va hacer que ahí no hay robo, no hay engaño, nada. Entonces un hermano debe ser claro, visto frente a la población, entonces cuál va a hacer el avance del cristianismo, porque no vamos a entrar al interés de uno mismo. No va a ver nada de eso. Entonces esa fue la animación de la iglesia”.

Sus primeros años de gestión local le sirven a Francisco para aprender y ver de cerca la realidad y las necesidades de la comunidad. Fueron también años decisivos para marcar un estilo de gestión que se podría denominar como “libre de alcohol”, que al inicio tuvo cierta resistencia, pero luego logró simpatías:

“Más que todo yo prácticamente de aquí conocí la realidad, la necesidad de población; me puse fuerte como autoridad como persona y todos los vicios ya disminuí. Los vicios de fi estas tradicionales, como uno, la fi esta patronal y otro, todo esto, licores en faenas que organizaba la municipalidad en todos los sectores. Y entonces la gente me dijo ¿por qué? Porque no debe ser así, yo le respondía, yo no estoy ofendiendo ni les puedo quitar, si usted desea hágalo, porque no puedo impedir como autoridad… yo no prohíbo, sino yo estoy sacando una ordenanza para cumplir en faenas comunales que antes que comprar la municipalidad el alcohol, ahora ya no, porque ahora hay que dar olla común, la comida caliente

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que coman y por eso una ordenanza en las tareas comunes que organiza las fae-nas comunal, que no haya alcoholismo, ésa es la ordenanza. No van a confundir con lo que te estoy prohibiendo, si el hombre quiere venir a tomar que tome, pero gracias, no han tomado… El dinero del Estado sólo viene solamente para acti-vidades del trabajo, de proyectos. Entonces, en ese sentido, lo que conversemos dos años y en total, hasta ahorita, hasta mi última gestión, la gente ha quedado contento, agradecido, por qué razón, porque la ciudadanía ya no tomaba alco-hol. Entonces las mujeres, las señoras, las madres, los hijos, quedaban agradeci-dos, porque todo varón llegaba sano y las mujeres ya cambiaban la modalidad de vestir, de alimentar, en todo aspecto, educar a sus hijos, o sea bien bonito.

Como resultado de esta nueva forma de trabajo, en su comunidad se cambian prácticas y costumbres que priorizaban el alcohol en las celebra-ciones, como él mismo nos cuenta:

“… por ejemplo la comunidad de Acompampa, que era de tal tradición el alcoholismo, porque la comunidad número 1 salió en las inauguraciones y ya no preparaban alcohol, ni cerveza, nada, sino ya comida y así en eso toda la gente comía, chico y grande. Y así pues hemos mejorado, y hemos mejorado en Pampamaca y ya no tomábamos alcohol”.

De hecho, en ese cambio infl uye mucho que las autoridades y líderes locales no tomen alcohol. La gente ve a partir de un caso concreto que es posible un mundo diferente para ellos, como sostiene Hermes Curo, repre-sentante de World Visión Internacional:

“hay buen número de líderes comunales que son evangélicos, por ejemplo su testimonio hace que la gente le dé confi anza, por ejemplo cuando el presidente de la comunidad no toma, pues si el resto de la gente toma, pues el hecho de ser presidente es tener presencia, es importante, más que todo recuperar esas ten-dencias del alcoholismo que hay bastante en las zonas rurales, creo que con estos líderes se trata de disminuir”

El trabajo de Francisco Galán en la gestión local ha sido valorado por todas las organizaciones que trabajan en la zona. Contar con primer grado de primaria de instrucción, no ha sido una limitación para estar al frente del municipio, durante once años de una labor efi ciente y reconocida.

“Bueno, somos los engreídos de Care… no sólo Care sino varias institu-ciones, ONG, digo Foncodes, Cáritas, CEDEP, todos cuando eran invitados venían, ¿por qué razón? Porque en la concertación, en la reunión que tuvimos

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pasábamos 120, 140, 180, 190 entre varones y mujeres, también invitábamos los jóvenes, invitamos a todititos; entonces conocía las cosas del Estado que nos daba dinero y cómo podemos priorizar las obras, entonces dónde vamos a atacar y con qué origen va a apoyar… Por eso el Care nos escogía a cualquier sitio o lugar para aprender más y ese aprendizaje traje acá e informaba y procedimos las cosas. La experiencia que tomábamos, aplicábamos, la información así, y con eso por ejemplo, en Cajamarca en Celendín fuimos a tres municipalidades, cua-tro municipalidades hacían una alianza y hacían un proyecto y las informaciones y balances en cada sectorial. Entonces, sectorial hicimos en las comunidades, empezábamos en los distritales y terminábamos en los caseríos cada tres meses, cada cuatro meses informábamos en qué avances estábamos, entonces por eso siempre también nos llevaban los cabildos, antes eran en la capital del distrito”.

Como resultado de ello se reconocen obras y logros en el campo de la salud, en el mejoramiento de infraestructura educativa y urbana, en la organización interna del municipio y la participación vecinal.

“Bueno, una obra más priorizamos, el tema de la salud, de la desnutrición crónica. Eso aquí debemos atacar porque tenemos desnutrición crónica. Después tenemos en educación baja en la enseñanza, en los profesores. Entonces ya pu-simos en control, uno por uno ya analizamos. Por ejemplo, un padre tomador y una madre que no ve a los hijos como debe ser, entonces el hijo siempre va a estar desnutrido. Entonces ya conversemos: uno, ya tienen que evitar tomar, alcoholismo, porque el papá tiene la culpa porque con ese dinero lleva un ali-mento: “Compren algo para sus hijos y compren jabón para que anden limpio porque la señora tiene que lavar, de esa manera mejoran la calidad de vida de la humanidad…”

Como sostiene Silvia Cabanillas Moreno, responsable del Puesto de Salud el Distrito de Acco:

“Para nosotros realmente ha sido un gran apoyo que él haya estado liderando el distrito, porque se ha podido avanzar, por ejemplo, el trabajo como el munici-pio y comunidad saludable. Ha sido el primer municipio saludable reconocido a nivel de la región, incluso ha sido felicitado, ha llevado la experiencia a nivel de Lima porque hemos trabajado la disminución del consumo de alcohol y lo que es el trabajo del presupuesto participativo. En eso hemos logrado que se pueda ver a través de la región que una comunidad sí puede cambiar, cuando los líderes están comprometidos en lo que es salud. Este trabajo se ha iniciado con esto de perte-necer a una iglesia en la que tienen ellos sus concepciones, y eso ha trascendido

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a la comunidad, por ejemplo, se compraban alimentos y cocinaban las mujeres y eso se repartía en esas faenas comunales, y eso ya con los años en el 2002, 2003, 2004 se ha ido afi anzando más, ha quedado… entonces nosotros o sea para que esto continúe dentro del distrito, se hizo la ordenanza, hemos trabajado con los líderes, con las autoridades comunales para que esto se siga fortaleciendo, porque como le digo, a nivel nacional esto ha sido un gran impacto... porque no solamente ha disminuido el consumo del alcohol sino también ha disminuido la violencia contra la mujer. Él presentó ese trabajo en Lima como municipio y como comunidad saludable, y eso hasta ahora sigue su experiencia y lo siguen difundiendo y difundiendo, que sí se puede llegar a cambiar los pueblos a razón de predicar los valores. Sí, porque ahí una cosa está como amarrada a la otra; el tema del alcohol está muy amarrado a la violencia”.

Por otro lado, empieza una nueva forma de gestión muy vinculada a la comunidad. Es a partir de la gestión de Francisco Galán que los Cabildos se convierten en prácticas institucionales:

“Ni conocíamos cabildos porque no hacían. Entonces el manejo administrati-vo también, documentos no estaban seleccionados, en la municipalidad encontra-mos así todo desorden. Como yo entré como alcalde cada cosa en archivadores, desde esa fecha a ahora la municipalidad tienen sus estantes totalmente ordenados lo pusimos desde el 2000… Foncodes por esa parte cada año nos premiaba con los proyectos adicionales. Esta última gestión me premió con 400,000 soles… Otros 200,000 para el mejoramiento de agua potable para siete sectores… Foncodes entonces nos daba premio por ver que habíamos trabajado bien”.

Asimismo, se priorizan proyectos sociales para mejorar la calidad de vida de la población, como el dotar de agua a las comunidades. Como se sabe, reconocer el acceso al agua como un derecho humano hace que las autoridades se preocupen por la calidad y su estricta vinculación con la salud de los niños y niñas:

“…a nivel distrital las obras primordiales: agua potable, porque antes tomábamos el agua de la acequia, entonces de ahí las enfermedades vienen de arriba porque cuyes muertos, perros muertos, siempre encontrábamos en la acequia, y las basuras entonces ya venimos lo que prácticamente ya no hubo la diarrea, porque en mi primera gestión totalmente 100% agua potable, entonces ese fue nuestro primer objetivo. Segunda prio-ridad, hemos tenido electrifi cación y todos en la comunidad tenemos, no solamente en la urbanización sino todos; en la punta del cerro hay electrifi cación si hay casas. Después tenemos canal de irrigación, después tenemos lozas deportivas… tenemos en Huapra,

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Fe y valores en la gestión del desarrollo local: Experiencias en Áncash e Ica

luego tenemos acá en Pampamaca y ya el terreno para el estadio en San Miguel hemos comprado. Y también hemos construido escuelas como para inicial, como para primaria y cerco perimétrico. Todo eso sí en las obras que hemos hecho, y también hemos hecho alcantarillas, mejoramiento de carreteras, trochas carrozables, eso hemos hecho”.

El trabajo, el esfuerzo, las decisiones, han ido de la mano de la oración, la palabra de Dios y el consejo del Pastor.

“…cuando yo oré, cuando yo clamé para salir de mi casa al consejo o cuando he tenido problemas, por ejemplo, quién me va a cuidar, por ejemplo. Siempre nosotros creemos en Dios porque tú dices: “Él que cree en mí va a ver resueltos todos sus problemas”. Entonces a través de eso, agarrando mi Biblia, yo estu-diando, yo me oré y clamé y toda mi gestión ha salido bien mi información; para que mis contadores para que no atrasen; mis ingenieros que no atrasen, mis regi-dores para que no levante contra mi persona o el pueblo que no levante contra mi persona, porque si es Dios que prácticamente que guíe, entonces a través de eso tengo una creencia profunda, profunda, verdaderamente que existe Dios.

…Es por eso ya también, todo eliminemos también todos los vicios terrenales que hacemos, es por eso creo, pero también cuando ya tenía más problemas, al pastor le conversaba, este problema tengo, el pastor me decía o ya en mi casa o en la iglesia: a orar, ese ha sido el gran apoyo.”

Pero el trabajo no se hizo solo, la comunidad, las autoridades y las ins-tituciones tuvieron un rol que jugar durante estos años de gestión, como Francisco Galán reconoce:

“Pero porque voy a decir que sólo solamente. Con sector salud, de la posta con eso hemos cumplido, bonita la posta, hemos tenido una confi anza en el trabajo y siempre hemos trabajado unidos, eso sí no, cuando yo llegaba “pase señor alcalde”, yo también decía: “Silvia, ven para acá”, con el teniente alcalde también “ven para acá porque hay que hacer esto, esto es lo que falta, entonces vamos a hacer una charla en esta comunidad, porque en esta comunidad he visto señor dos hombres han maltratado a las mujeres…” hay padres que no cumplen con sus hijos, no compran útiles”, “a ver vamos… vamos a hablar”, mientras ahí encontrábamos que los pañales tienen que lavar, tienen limpiar, porque ahora tienen agua potable, hasta preparación de alimentos… cómo se prepara los alimentos ahí está, decimos lavando la mano, llevando como dando de comer”.

Los logros de su gestión han valido el reconocimiento a nivel nacional y premios otorgados desde por distintas instituciones del sector público.

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“… El premio hemos logrado es de diplomas. El primero que hemos logrado es un trofeo, el de la resolución de felicitaciones de la Contraloría de Lima y también de Foncodes, también del Ministerio de Salud como municipio saludable por la disminu-ción del alcoholismo… teníamos 70% de desnutrición crónica, de ahí bajamos, dejé en 35%... con Care teníamos una alianza en peso y talla, entonces qué decimos cada distribución de vaso de leche, cada dos meses entonces el control peso y talla, todas las enfermeras, sector por sector, entonces teníamos un cronograma, tal hora tal sitio, tal hora tal sitio, tal día tal sitio… cronograma y al último evaluábamos”.

A todo lo mencionado cabe agregar que el trabajo realizado desde la alcaldía se realizó con un equipo mínimo, pero procurando generar capa-cidades en la gente de su propia comunidad, como comenta Hugo Salazar, representante de Care Perú en el Callejón de Huaylas:

“Es un distrito que tenía solamente una tesorera como personal y un secretario para registrar, entonces no había burocracia allí… En su gestión ha generado capa-cidades locales… si uno conversa con Santa (la tesorera), uno queda asombrado por los aprendizajes logrados por ella. De cómo de una situación de ser analfabeta esté dirigiendo el presupuesto de un gobierno local… y bien interesante ver a una mujer vestida con su pollera, con su chequera y una computadora al lado… impresionante, …una campesina auténtica… y cómo ella desarrollaba ese trabajo y asistía a los even-tos en Lima, en las ofi cinas del MEF. Entonces, alrededor de él se han formado mu-chos jóvenes campesinos, que han tenido mucha oportunidad para trabajar con él”.

Ahora, después de la labor cumplida en la alcaldía de su distrito, Fran-cisco Galán participa en su comunidad, aportando desde sus conocimien-tos y facilitando la gestión de proyectos a través de las buenas relaciones que llegó a establecer.

“Entonces, ahorita en salud lo que estamos pensando con Visión Mundial, co-cinas mejoradas para toda la casa, ya llegó. También la gallina ponedora, también ya llegó. Y también a través de eso, quién puede criar pues, los jóvenes y cómo puede… eso ya puede mejorar la calidad, para mejorar la calidad del humano debes tener unas pequeñas microempresas, por ejemplo, así como la venta de artesanía, o productores de la venta de cuyes, o productores de biohuertos con hortalizas, ya están trabajando. Y yo creo que van a mejorar, va a mejorar, y día a día que venga turismo y un día quizás vender, quizás nuestra artesanía, las comidas preparadas de la zona, algo ya se puede mejorar a la población en la comunidad…

Y en la educación también igualito… el pueblo controla a sus profesores, y los alumnos tiene que aprender mejor... y los profesores deben estar concursados, ya

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Fe y valores en la gestión del desarrollo local: Experiencias en Áncash e Ica

no queremos profesores de tercera… De la comunidad tenemos compromiso en mejorar las cosas, la limpieza, la faena y cumplir con nuestro deber como padres de familia, útiles escolares para los niños, ahora tenemos uniformes e igual va a tener el director, el director tiene que ser puntual, ahorita por ejemplo es una dama y está trabajando bien por la educación”.

4.2. REGIÓN ICA

MAPA: PRESENCIA DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS

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a. La presencia de las iglesias pentecostales en la Región Ica y las nuevas formas de relación.

El surgimiento de las corrientes evangélicas a inicios del siglo XX se produce en un proceso similar a la Iglesia Católica58, pero sin las conse-cuencias funestas de la religión católica. La llegada de las misiones religio-sas evangélicas desde el exterior estaba determinada por una distribución geográfi ca para cada corriente religiosa; pese a ello, se generaron confl ictos y divisiones de grupo por la ocupación del espacio prefi jado. El siguiente testimonio grafi ca esa decisión para la labor misional de las corrientes evangélicas en el país:

“Entonces regionalizaron todo el Perú. Por ejemplo, le voy a dar un dato histórico: en Huancayo estaban los Metodistas, esa era su zona. No podía entrar la Presbiteriana ni la Luterana, y ellos (las corrientes evangélicas) habían hecho una especie de pacto. Cuando llegan (los de Asamblea de Dios) en 1919, el único lugar que quedaba sólo era Áncash… entonces los manda-ron a Áncash, y el primero que llegaron fue a Matute, un lugar de Chimbote. Estuvieron allí 6 meses y después se fueron al Callejón de Huaylas. Y reciben una profecía y se van a Huancayo que era el lugar de los metodistas, pero los pentecostales están entrando enviados por Dios!... entonces ahí empezó la incisión entre las denominaciones de otras iglesias históricas; el presbiteriano misionero se establece en Escocia y en Inglaterra, y los que llegan al Perú son precisamente los escoceses e ingleses, que se instalan fundamentalmente en la zona de Lima, con el Colegio San Andrés, Anglo Peruano, con mucha infl uencia en el pensamiento social y político de algunos peruanos, pero la otra zona presbiteriana fue Cajamarca, Chachapoyas y Amazonas… a IEP que es un movimiento libre (escocés también) se instala también en Lima, y especialmente en el sur andino (Cusco, Apurímac, Puno); junto con los adventistas que se instalan en Puno. Y en Lambayeque y La Libertad está

58 Cuando se produce el hecho histórico más notable en el siglo XVI, el descubrimiento de América, para la evangelización del Nuevo Mundo los funcionarios coloniales de la metró-poli, en alianza con la Iglesia Católica, diseñaron la estrategia de distribución del espacio recién descubierto según las ordenes religiosas encargadas de la evangelización. Así, por ejemplo los dominicos tenían un territorio determinado, igual los mercedarios, los agus-tinos, los betlehemitas, etc., además de la política de extirpación de idolatrías en algunas regiones en sus expresiones más perversas en contra de la religión andina. El resultado fi nal fue la proliferación de nombres de pueblos, de santos patronos y vírgenes de cada orden religiosa, a lo largo y ancho del territorio peruano.

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el Movimiento de Santidad, desde 1904 (los Peregrinos y los Nazarenos), los Peregrinos pertenecen a la corriente Metodista de Santifi cación” (norte-americano)”59.

El espacio de la región Ica para la labor misionera de la corriente evangélica viene a ser la prolongación del espacio limeño, por su cer-canía geográfica, por el desarrollo de las vías de comunicación, y por ser el espacio reservado para el Iglesia Evangélica Peruana (de corrien-te escocesa). Sin embargo, la aparición de la corriente pentecostal en Ica con todos sus matices, es reciente; sus inicios se remontan apenas a las últimas cinco décadas (1956), siendo la provincia de Chincha el espacio privilegiado:

“…la Iglesia Pentecostal se ha dado origen en el año 1957 aquí en Ica. Específi camente este local, donde estamos, el pastor antiguo ha sido el pionero de esta obra, el fundador. Pero a raíz de abocarse en la sesión del Evangelio, él ha descuidado a la propia casa. Este lugar debería estar muy desarrollado, muy crecido pero prácticamente no se ha hecho nada. Yo estoy aquí hace ya 14 años. Yo soy natural de la Selva Central”.

En todas ellas la distinción más pronunciada es el apego al Espíritu Santo:

“Nuestras raíces. Nosotros hablamos en lenguas, buscamos nuestras raíces en el Espíritu Santo y en los frutos del Espíritu Santo. En nuestra enseñanza está toda la enseñanza bíblica, apostólica, que creemos en la palabra”.

En el contexto regional de Ica, la provincia de Chincha es la que concentra la mayor cantidad de iglesias pentecostales, en su vertiente de Asamblea de Dios, y por ende mayor número de creyentes:

“Mire, globalmente estamos hablando de la Asamblea de Dios, ahora tiene 9 iglesias, 9 congregaciones en Ica. Y tenemos aproximadamente unos 400 miem-bros. Y en las áreas rurales unos 400 miembros”60.

En el siguiente cuadro se aprecian las diversas iglesias evangélicas, en las que predominan las iglesias pentecostales en todas sus denomi-naciones.

59 Entrevista Proceso Kairós.60 Entrevista a Julio Mitac.

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Cuadro No. 5La diversidad de iglesias y la ubicación en los espacios locales

Fuente: Manual Estadístico: Investigación Socio Religiosa. Editorial Amanecer Perú.

Nombres Total Ica Chincha Nazca Palpa PiscoACMEP 16 14 0 2 0AIPA 6 4 0 0 2AMMI 5 1 0 0 4Apostólica del Nombre de Jesús 4 0 0 2 2Bautista Independiente 13 9 2 2 0Bíblica de Fe 1 0 0 1 0Casa de Oración Cristiana 3 1 12 0 0Centro Victoria - Cántico Nuevo 2 2 0 0 0Comunidad de Lima 1 1 0 0 0Comunidad de Vida Cristiana 1 1 0 0 0El Shaddai 1 1 0 0 0EMaus 2 0 0 0 2Hermanos Libres 8 4 0 2 2Alianza Cristiana Misionera 5 1 4 0 0IEP 19 2 5 3 2 7IEPP 31 19 1 5 2 4Iglesia de Cristo Pentecostés 4 1 2 0 1Iglesia de Dios de la Profecía 4 0 3 0 1Iglesia de Dios del Perú 4 4 0 0 0Iglesia de Dios PentecostalMovimiento Internacional 3 0 3 0 0Independiente y otras denominaciones 31 0 25 3 3Las Asambleas de Dios 56 8 31 7 4 6Luz del Mundo 1 1 0 0 0Movimiento Evangélico Misionero 6 6 0 0 0Metodista del Perú 8 2 6 0 0Misión evangélica Misionera 0 0 0 0 0Movimiento Misionero Mundial 16 6 3 2 1 4Pentecostal de Cristo 3 0 0 0 3Pentecostal de Jesucristo 8 1 7 0 0Pentecostal del Pacto 1 0 0 0 1Pentecostal Misionero 1 0 0 0 1Primitiva Pentecostal 3 2 0 1 0Príncipe de Paz 7 7 0 0 0Viña del Rey 14 0 14 0 0TOTAL 298 98 118 30 9 2

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Una de las explicaciones del crecimiento de las corrientes evangélicas en esta región tiene que ver con la metodología de trabajo implementada. Del conjunto de esas estrategias de trabajo, sobresale de manera singular el énfasis puesto en la relación personal de los misioneros con los nuevos cre-yentes. Y en las áreas rurales, esa estrategia (donde hay notable debilidad en la alfabetización de la población) resulta clave y decisiva, porque sin-toniza con un conjunto de aspectos de la cultura andina: lo sagrado como concepto y como espacio de vida, honradez, la ética al trabajo, no mentir, y la transparencia de los actos como testimonio de una persona.

• Relación personal de los misioneros con la población.

• La visita de los misioneros “puerta a puerta”.

• El establecimiento de estudios en hogares

• Las campañas religiosas llamadas “cruzadas”

• El uso de los videos con mensajes bíblicos.

Sin embargo, el conjunto de las acciones desplegadas como parte de la estrategia de trabajo explicitan mejor los resultados obtenidos como creci-miento en número de iglesias y en número de miembros de los pentecos-tales. Finalmente, un dato importante para explicar el crecimiento de las corrientes evangélicas, especialmente las pentecostales, es la apropiación de la música y costumbres de la cultura local, lo cual logra un acercamiento de la población que no se da por ejemplo en otras iglesias.

Aunque no se resalte en los testimonios, es clave en este proceso de crecimiento la importancia que se le da a los temas sociales como parte de un discurso político o de incidencia política, como levantar temas en aspectos claves como pobreza, desnutrición, exclusión, etc., como se puede evidenciar en la siguiente cita:

“…impedidos por un apego a la literalidad de la Biblia; no obstante, realizan un conjunto de acciones a las que llaman “ayuda social” que comprende: acti-vidades pro fondos, alfabetización, campaña de salud en los centros educativos, apoyo a niños indigentes con ropa y comida, compromiso para realizar trabajos comunales, apoyo a las familias de extrema pobreza, participación en clubes de madres y comedores populares, y la visita a las cárceles”61.

61 Julio Loza, Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú.

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Con estas acciones, en buena cuenta, están cerca de los pobres, de los excluidos, de aquellos a quienes las políticas sociales implementadas por los gobiernos de turno no llegan.

b. La coyuntura de emergencia (terremoto) y el rol de la corriente evangélica

En tiempos normales, una potencialidad de la corriente evangélica pue-de ser el intento de crear espacios de socialización, de apoyo y de búsqueda de consensos en términos religiosos. En ese camino se entiende la creación de “fraternidad de pastores representativos” que tiene cierta facilidad para concertar con ciertas organizaciones que puedan dar alguna capacitación, captar donativos o tender redes institucionales.

En este espacio de coordinación no se busca ni se debate las diferencias de creencias, ni de los problemas que el contexto de coyuntura política ofrece, sino se trata de dar presencia en la escena pública como grupo de creyentes de una corriente religiosa, diferente a la Iglesia Católica.

“Cada una tiene su particularidad y respetamos las creencias de cada uno de ellos. No se nos ha ocurrido unirnos a todas las iglesias, solamente los pentecos-tales lo hemos hecho”62.

Uno de los objetivos es fortalecer el grupo como cuerpo pastoral, pero también para darle visibilidad y presencia a nivel regional:

“para ganar Ica para Cristo…dar testimonio público de nuestra fe, salimos a las calles con banderolas, pancartas, hacemos carros alegóricos. Hacemos cultos unidos como un testimonio de fe, entonces la ciudad se da cuenta que la iglesia ya no es un grupo minúsculo…”63

Esa potencialidad de organización religiosa también sirve para muchas acciones que fortalecen el grupo evangélico mediante seminario de capa-citación, organización de congresos, etc. Sin embargo, en tiempos donde suceden hechos inesperados como el caso del reciente terremoto, las accio-nes desplegadas tienen otro ritmo, otras proyecciones religiosas, por ejem-plo rápidamente han logrado la llegada de grupos para–eclesiásticos, ONG, coordinaciones con la fraternidad, y a través de ella llegar a los miembros de la congregación que en gran parte han sido damnifi cados, mayormente

62 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.63 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.

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en la zona rural, también en la zona de Parcota, que llegaron a 80 y/ó 85% de creyentes damnifi cados.

Las diferentes congregaciones han respondido espontáneamente para darles auxilio a los damnifi cados, y se han formado diferentes brigadas, por ejemplo, como señala un entrevistado:

“socorristas de la iglesia bautista que ha apoyado a mucha gente… Y ellos tienen socorristas mayormente norteamericanos que les están dando bastante ayuda. En las primeras semanas le han ayudado a mucha gente con alimentos, agua, ropa. Ha llegado a mucha gente. Se ha notado la presencia evangélica aquí en Ica”64.

Las organizaciones de apoyo como Misión Mundial, una ONG de ten-dencia cristiana que ha ayudado con muchas cosas, como se puede eviden-ciar en la siguiente cita:

“Apoyamos con herramientas para remoción de escombros, carretillas, ropa y alimentos. Otras organizaciones como Paz y Esperanza (conjunción de dife-rentes congregaciones como de la Alianza Misionera, Iglesia Evangélica Perua-na, Emmanuel, los presbiterianos, los bautistas), es decir una asociación cristia-na de servicio (ONG), de carácter ecuménico, con fi nanciamiento del exterior, apoyaron con algunos módulos de vivienda pequeña a los damnifi cados de las áreas rurales. O el apoyo de la “Canasta Samaritana”, especialmente en San Clemente, administrada por la iglesia católica, con la distribución de cocinas, ollas y canastas llenas. Y el apoyo de Lima brindada por la corriente evangélica en víveres, ropa y medicina”65.

La respuesta que dieron los integrantes de las iglesias de Asambleas de Dios tiene signos de mucha solidaridad en medio de la pobreza y apertura para el trabajo misionero, pero también para la atención de las secuelas psi-cológicas post terremoto. Desde la Iglesia ha sido una respuesta importante para la salud mental, pero sobre todo, por que han llegado a aquellos grupos humanos donde el apoyo de otras instituciones66 no ha llegado:

“Y los alentamos, que tengan fe, que oren. Había personas histéricas por el terremoto y orando con ellas más que todo dándoles ese servicio espiritual. Y mu-

64 Entrevista a Julio Mitac.65 Entrevista a Julio Mitac.66 Como aquella ejecutada por el proyecto de Brigadas de la Pontifi cia Universidad Católica

del Perú.

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chas personas se han reconfortado. En un primer momento hicimos eso, después de acuerdo de la ayuda que llegaba, hemos compartido”67.

En el siguiente testimonio se aprecia otros rasgos de solidaridad y de fe religiosa:

“Bueno, vamos a hablar de un 60% de los evangélicos aquí en Ica. Algunas iglesias no lo han hecho pero la Asamblea de Dios lo hemos hecho y lo estamos haciendo en nuestra posibilidad. Somos una iglesia pobre pero pensamos que de lo que Dios nos bendice podemos compartir, es parte de la obra del Señor. Hay mucha gente ahorita donde hemos hecho esa obra que está demasiado agradecida a la iglesia evangélica, a las iglesias evangélicas en esta región: Chincha y Pisco. La gente está despertando y pensando por qué pensaba que la iglesia evangélica era otra cosa. Pero ahora que hemos abierto nuestras puertas y hemos salido a darle la mano a esas personas, entonces ellos también están abriendo sus corazo-nes para pensar y recibir a Dios…”68.

¿Qué pensaba la gente de los grupos religiosos y de los evangélicos? La religión considerada como el opio del pueblo; que “nosotros estamos ence-rrados aquí viviendo en nuestras cuatro paredes, y pensando solamente en alabar a Dios. Y ahora que están viendo esto han cambiado su manera de pensar. Ahora mucha gente está agradecida al apoyo de las iglesias evan-gélicas del Perú”.

El terremoto: “la desobediencia a Dios”

Como es de suponer, los casos extremos como el del terremoto, es una buena ocasión para desplegar los discursos escatológicos, rasgo resaltante de los pentecostales. Y esos discursos ortodoxos proliferan en la periferia de la ciudad y en las áreas rurales. Hay en ello la “literalidad de la Biblia”, es decir, la lectura lineal, casi textual. Junto a esa forma de la lectura hay el predominio del discurso fundamentalista. De tal suerte, el terremoto recien-te sería como los designios de Dios y los anuncios de la venida de Jesús.

Pero también puede ser leída como la consecuencia de la desobediencia a Dios, es el castigo “para que regresemos al camino de Dios”:

67 Entrevista a Gerardo Castro.68 Entrevista a Gerardo Castro.

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“El alejamiento de Dios, porque él es el dador de todo lo bueno, da lo mejor para sus hijos”. El enemigo es que viene a destruir esas cosas buenas; “el te-rremoto ha sido un castigo para los inconversos, especialmente el epicentro que fue entre Chincha y Pisco…la gente estaba tan corrupta en ese lugar que Dios ha tenido que castigarlos a ellos y disciplinarnos a nosotros los creyentes… que Dios nos está hablando a nosotros, la iglesia; nos está haciendo un llamado de atención, una disciplina para enderezarnos69”.

Pero también está presente el discurso escatológico, que plantea que la pobreza, no desaparecerá, porque así está escrito en la Biblia, como se pueden evidenciar en las siguientes citas:

“…la pobreza siempre va a existir pero se necesita tener la sabiduría de Dios para saber manejar las situaciones. Siempre existirá la pobreza mientras estemos en esta tierra porque es parte de la profecía: de hambres, terremotos y pestes”.

“…creemos que Jesucristo va a venir por segunda vez porque así dice la Biblia, no porque a nosotros se nos ha ocurrido… Y esa es una realidad que nosotros como cristianos, evangélicos, creemos que se va a dar. Llegará en al-gún momento en el que miles desaparecerán de esta tierra como en el tiempo de Noé… en el caso de Sodoma y Gomorra, también… De tal manera creemos en estos tiempos lo que la iglesia le llama “el rapto de la iglesia”, se va a suscitar antes de la llegada de Jesucristo… El terremoto… bueno, pensamos que son señales. Sé que muchos dicen que son castigos, juicios de Dios, pero yo creo que son señales porque la Biblia dice en Mateo 24:7, 6… son señales antes de la venida de Jesucristo. No solamente el terremoto sino hambre, peste, que son las enfermedades que se están multiplicando. Ese tipo de cosas son señales y esto que ha pasado son señales que, Cristo, pues, vuelve… o sea, por supuesto, que hubieron terremotos en toda la historia pero se ha ido incrementando. Eso nos da señales fuertes de que Cristo viene… lo que sí nos dice la Biblia es que su venida será de acuerdo a las señales. Y estas son señales…”

c. Participación de la iglesia pentecostal en los espacios locales y gestión de desarrollo

En el tramo entre Ica y Pisco se observa los inmensos campos de cultivo para la exportación (alcachofas y espárragos); junto a este espacio, están las

69 Entrevista a Julio Mitac.

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pequeñas parcelas y el despliegue de trabajo de los pequeños agricultores, donde se aprecia el apoyo de las instituciones para lograr despejar los pro-blemas de pobreza y hambre. Llegando al centro poblado de Palto llega a la memoria la pregunta obvia: ¿Cómo responden los grupos evangélicos al trabajo de promoción productiva en esta zona? Nuestra primera sospecha se confi rma con la opinión de los técnicos del CEDEP:

“son bien organizados, en los trabajos programados cumplen con las tareas, no tenemos problemas con ellos, nuestras metas anuales siempre se cumplen con ellos; y no así en otros centros poblados…”70

Esta aseveración del compromiso y de efi ciencia mostrada por los grupos de la corriente evangélica en los aspectos productivos es una cara de la medalla en el tema de desarrollo local. Pero cuando se trata de gestión local y de política de incidencia con cargos y responsabilidades en los gobiernos locales y otras instancias de participación local las opiniones cambian radi-calmente. Esta es la otra cara de la medalla, es decir, si bien responden de manera organizada y efi ciente a los aspectos productivos, cuando se habla de acceder a espacios de decisión, o entrar al espacio político–público, existen temas aún no resueltos. Ellos defi nen la política “como el acto de gobernar”. Y para cumplir con ese rol se requiere de cierta preparación distinta a la confesión de fe religiosa, como se puede observar en la siguiente cita:

“para eso hay hombres que están preparados, que tengan una cualidad espe-cial o una vocación política. Si nosotros descubrimos dentro de la iglesia que hay un hermano que tenga una vocación política, que ha hecho un buen trabajo no tenemos ningún inconveniente…71”.

En los hechos concretos, hay presencia esporádica en la Mesa de Con-certación de Lucha contra la Pobreza – MCLP; sin embargo, son muy crí-ticos del rol de estos espacios:

“es un engaña muchachos; por ahí no va la cosa porque si el presupuesto es chiquito cómo lo vas a estirar; porque las aspiraciones del pueblo son grandes, las necesidades son tremendas y las autoridades que entran siempre lo hacen entre ellos, con su grupo y entre ellos se reparten la torta. Eso de la MCLP es para que se entretenga la gente. De repente les sale una obrita por acá, por allá y de veras, yo he asistido varias veces…”. Lo mismo pasa en el presupuesto participativo:

70 Notas de cuaderno de campo. Opiniones de los técnicos del CEDEP.71 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.

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“No quieren incursionar, no quieren insertarse porque siguen diciendo que par-ticipar de eso es corrupción, pecado. …pero también hay otros pastores con esa tendencia, que siguen diciendo que no hay que participar en la política porque es sucia, hay corrupción…”72

Para otros grupos religiosos que no son de la corriente pentecostal, la participación en gestiones políticas locales es buena porque es un mandato de Dios:

“…que la política en sí es mandato de Dios, así se lee en el Génesis de Abra-ham, ¿para qué lo puso en el huerto? Para que administre, así dice. Y la política es la ciencia de administración, la ciencia del racionamiento de las cosas para que todo vaya en orden. La política es eso, entonces cómo decir que la política es el diablo, que el diablo la está utilizando, denigrando, corrompiendo. Porque noso-tros los evangélicos hemos renunciado voluntariamente, y hemos dado en bande-ja de plata para que Satanás haga lo que quiera, que eso es muy diferente”.

La necesidad de crear una comunidad cristiana tiene más valor que la gestión local, porque están más cerca de la gente pobre, de los excluidos:

“nosotros estamos comprometidos, por ejemplo aquí en este lugar, estamos en San Joaquín, Ica. Cuando no existía la iglesia era un lugar demasiado oscu-ro, en cuanto a la vida moral, mucha droga, delincuencia. Pero entonces Dios nos ha traído acá, hemos levantado la obra y ahora hay muchos delincuentes, drogadictos que ya han venido a la iglesia y que la gente de acá ha puesto una esperanza de la que la iglesia va a seguir ayudando. Entonces somos como la sal de la tierra para este sector”.

Es decir, de acuerdo a la lectura de los integrantes de la iglesia, ellos son los encargados de interceder “por los necesitados” frente a Dios:

“salimos, hablamos, aconsejamos, orientamos, de acuerdo a nuestras posi-bilidades. Y como que la gente del barrio tiene cierta esperanza en la iglesia. Y nosotros nos sentimos responsables de ellos… también nos iremos preparando y consagrando para el momento porque nosotros, la Asamblea de Dios, creemos en el “rapto”. Que Cristo vendrá y llevará a su iglesia al arrebatamiento… cree-mos en eso y nos estamos preparando también para ese momento”73.

72 Entrevista a Julio Mitac.73 Entrevista a Julio Loza.

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Sin embargo, cuando se hace una proyección al futuro del rol de los grupos evangélicos las percepciones cambian radicalmente. Las experien-cias recientes de participación activa de los líderes evangélicos en la ges-tión local, regional y nacional, son referentes importantes para repensar lo político, de hecho hay referencias bíblicas al respecto. Ante la posibilidad de asumir cargos como alcalde, presidencia regional, regidores, etc., inme-diatamente aparecen como modelos los nombres que fi guran en el antiguo testamento, como Daniel, José o Abraham, que son los casos más emble-máticos como se puede evidenciar en la siguiente cita:

“...la Asamblea de Dios sería una iglesia fuerte, pues. Sería una iglesia ben-decida. Haríamos algo más por nuestra ciudad, por nuestra comunidad… Esta-mos orando, seguro que con el tiempo la iglesia va a crecer y van a entrar”74

Una condición para que se dé este proceso, sin duda alguna, es la pre-paración de fortalecimiento de capacidades individuales para la gestión política, de hombres nuevos con mejores capacidades y sabidurías:

“...que la iglesia es del Señor y cuando Dios quiere hacer algo lo hace en su tiempo. Y Él va preparando a las personas quienes van a llevar a cabo esas si-tuaciones. Entonces yo creo que a la iglesia le toca esperar, orando al señor para que Dios, si está en sus planes, poner hombres. Porque sería hermoso tener un gobierno cristiano en el Perú. Todo cambiaría pero ése es un asunto que más le compete a Dios”.

No hay consenso sobre la gestión política en los ámbitos locales, pero existe el predominio y opción por el trabajo social, aunque esta labor linda muchas veces con asistencialismo:

“...salimos a los campos rurales donde hay gente que necesita, sobre todo ahora después del terremoto que hay mucha necesidad. Nosotros salimos y cor-tamos el cabello a los niños, adultos, señoras. Tenemos hermanos peluqueros, que hacen limpieza de cutis, llevamos ropas usadas…”75

Lo que queda como saldo de esa postura es la práctica de los valores éticos en la gestión pública, siendo ellos como “los mejores consejeros de las autoridades”, su rol aún se encuentra inmerso dentro del espacio de la sociedad civil, en un rol más de vigilancia de la gestión local. Pero en este

74 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.75 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.

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caso se trata de una vigilancia con propuestas, que en el caso de este grupo se traduce en “consejos”:

“Al hombre con vocación política ‘hay que apoyarlo… Dios lo va a levantar para hacer buenas cosas dentro de nuestra comunidad, de nuestra ciudad. En-tonces creemos que es el hombre, es la iglesia que tiene que respaldar en ese sen-tido para afrontar esas cosas de pobreza y todo eso. Yo creo que cuando haya un buen gobernante todas esas cosas se van a superar…’. Ante todo, la gestión debe ser transparente, tener buena conciencia, buen principio… nosotros apoyamos de esta manera para que una gestión sea exitosa”76.

d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el ámbito local

En la mayoría de las iglesias evangélicas, especialmente de las pentecostales se aprecia con mucha notoriedad la presencia mayoritaria de las mujeres. Es este segmento el que hace la comunidad cristiana, la proyección social y los com-promisos más importantes. Ellas son pastoras evangelistas, misioneras, maestras y pueden llegar al grado de licenciados pero no pueden ordenarse, no pueden bautizar el agua ni hacer una Santa Cena y otras cosas más. Sin embargo, esa presencia mayoritaria se contradice cuando se indaga por los roles importantes que deben ocupar en los espacios de decisión. Hay una notoria ausencia de las mujeres en cargos jerárquicos, en roles principales en términos religiosos; eso implicaría una fuerte carga de la tradición religiosa en contra de las mujeres, “que por muchos años se ha mantenido esa tradición, esa costumbre”.

“Las mujeres tienen un trabajo muy arduo aquí en la iglesia. Tenemos un de-partamento aquí en la congregación que se llama “liga femenina”. Entonces ellos tienen una presidenta, la junta directiva. No solamente trabajan en el ornato de la iglesia, el templo mejor, sino que también ellas se dedican a poder ayudar a las personas… en esa área se dedican ellos. Otra cosa es administrar a las personas enfermas. O sea hacer las visitas y como son mujeres, tienen más tiempo; en cambio, el varón está trabajando en sus quehaceres, labores y ellas tienen más tiempo de hacer. Muchas también van a las cárceles y fruto de ello es que perso-nas que han salido del penal y buscan a esas hermanas. Hay un caso de un joven que salió del penal y buscó a la hermana y se entregó al señor”77.

76 Entrevista a Julio Loza.77 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.

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No pueden hacer el bautismo porque es función del varón, ni dirigir el culto principal de la iglesia, tampoco asumir el cargo de pastoras de una iglesia porque no está escrito en el sacramento de la iglesia. Sin embargo, pueden ser predicadoras, y con esa tarea van a los anexos y pueblos, hasta pueden tener culto:

“...para el servicio… igual con los mismos privilegios que el hombre; en ese sentido no tenemos discriminación con las demás. Han sido llamadas también a servir, a predicar, igual que el varón para enseñar. No hay diferencia…, ellas están organizadas en concilio femenino y hacen actividades: viandas y juntan dinero. De ahí compramos ciertas cosas, regalos, para llevarlo a los niños en las zonas necesitadas”78.

A pesar del discurso y de cambios de la normatividad interna dentro de las iglesias Evangélicas, en particular la Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú, las mujeres aún tienen poco espacio para la participación política. De hecho su mayor visibilidad y presencia está en la organizaciones de la sociedad civil. Por ejemplo, su labor post terremoto ha sido canalizar la ayuda, se les ha encargado esa responsabilidad. En este criterio, prima más el rol materno de las mujeres.

78 Entrevista al Pastor Gerardo Castro.

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V. REFLEXIONES FINALES: PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS PENTECOSTALES EN LAS ZONAS DE ESTUDIO Y SU IMPACTO EN EL

ESPACIO LOCAL Y REGIONAL

Una primera evidencia, es el crecimiento importante de los Nuevos Movimientos Religiosos, en particular de las Iglesias Pentecostales Asam-bleas de Dios a lo largo del Perú, especialmente en las zonas de estudio. Este crecimiento se debe a varios factores, como la ausencia del Estado, cuyo espacio ha sido ganado por estos grupos religiosos, la apertura y el uso de la cultura local (música) para sus prédicas, pero sobre todo, hay un tema de reconocimiento de las personas.

En el panorama regional de Áncash e Ica se aprecia diversidad de iglesias evangélicas, y dentro de ellas, diversidad de iglesias pentecostales ubicadas en las capitales de provincia, de distrito y en zonas rurales. El rasgo que más sobresale es la vinculación con el segmento de población de extrema pobreza y la incorporación de las culturas locales a los cultos religiosos. Esa puede ser una de las explicaciones, por ejemplo, de su ace-lerado crecimiento en las últimas décadas. Las iglesias visitadas y men-cionadas son Asambleas de Dios, Iglesia de Dios del Perú, Iglesia Evan-gélica Pentecostal del Perú, Iglesia Cristiana Pentecostés, Movimiento Mundial Misionero.

Hay un reconocimiento casi general de parte de los miembros de las Iglesias Evangélicas en el sentido de la necesidad de participar “en el mundo sin ser del mundo” que explica y está a la base de una participación mayor de los miembros de las iglesias evangélicas, en particular de las iglesias pentecostales, en los espacios comunales de organización, los liderazgos, los programas sociales y proyectos. Se da el caso de pastores que participan de los espacios de concertación local alcanzando propuestas gestionadas por ellos para ser incorpora-das en los presupuestos participativos. Esto representa un cambio en lo relacionado a sus niveles de participación en comparación a déca-das pasadas. En esta nueva mirada del espacio público, la presencia de profesionales en los últimos quince años al interior de las iglesias y la reflexión teológica que ha avanzado al interior, es importante

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en la medida en que han abierto su mirada al mundo para “estar en él sin ser de él”.

Si antes no participaban y tenían fundamento bíblico para eso, ahora participan y cambian y le encuentran fundamento bíblico por la nueva interpretación que ahora dan a los textos. Una nueva mirada a las infl uencias del contexto en el quehacer religioso. Entonces, si antes hubo división y aislamiento entre población católica y evangélica, hoy esas divisiones no se manifi estan. Por el contrario, es cada vez más co-mún encontrar en los trabajos organizativos de las comunidades a gente de distintas iglesias trabajando juntos y liderados por miembros de igle-sias evangélicas pentecostales que gozan del respaldo y la confi anza de la población.

Por otro lado, no hay una relación directa entre pertenencia a movimientos religiosos evangélico–pentecostales y gestión efectiva y transparente, en el caso de autoridades y líderes. Estas características parecen responder más a cualidades personales de quienes se encuen-tran ocupando dichos cargos. Sin embargo, el componente religioso para la gestión local es clave, porque enfatizan los aspectos éticos en la gestión pública. De hecho, en algunas zonas visitadas, la gestión de alcaldes pentecostales ha signifi cado un avance evidente en niveles de organización, participación comunal, gasto transparente, lo cual marca notorias diferencias con la actuación de otras autoridades ediles de las zonas estudiadas.

Si miramos la percepción acerca de la gestión de autoridades evangéli-cas es variable. Algunos miembros de las iglesias muestran decepción fren-te a los casos conocidos; otros reconocen su trabajo. Sin embargo, donde sí hay consenso en el reconocimiento de la importancia del trabajo realizado por los miembros de las Iglesias Evangélicas en el desarrollo local, son las instituciones de cooperación y de algún sector público. Ellos muestran su satisfacción por la forma efi ciente y transparente en que han podido traba-jar en proyectos liderados por miembros de iglesias evangélicas. Reconocen que allí donde existe un líder de la iglesia pentecostal asumiendo cargos de decisión, los programas funcionan mejor. Este mismo reconocimiento se percibe en parte de la población hacia sus vecinos, miembros de iglesias evangélicas pentecostales, que asumen cargos por pedido de la organiza-ción comunal en reconocimiento a su honradez. Las comunidades y has-

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ta partidos políticos hacen explícita su satisfacción en que miembros de iglesias pentecostales evangélicas asuman estos cargos por los valores que llevarán consigo a su actividad.

No encontramos un patrón general de actuación de los miembros de las iglesias evangélico–pentecostales en relación al compromiso de participar en los espacios locales de desarrollo. Esto parece estar más en relación al nivel de refl exión interna a la que ha llegado dicho grupo o dicha iglesia y a su enfoque. De esta manera, se pueden encontrar miembros de iglesias que prefi eren no participar de espacios de organización comunal porque allí “hay discusiones” y es mejor no entrar en ese terreno. Pero también se encuentra pastores que proponen ideas, participan activamente de estos espacios de concertación y gestionan proyectos para responder a las ne-cesidades de la comunidad en general. Y en particular en Áncash, hemos encontrado experiencias exitosas que podrían ser sistematizadas como una nueva forma de gestión local.

Algunas iglesias evangélicas reconocen de manera explícita la impor-tancia de la participación de las mujeres dentro de las estructuras religiosas como pastoras. Aunque, pese al avance en términos normativos dentro de algunas iglesias evangélicas, en particular de la Iglesia Pentecostal del Perú, donde se reconoce la participación de las mujeres dentro de la orga-nización interna como Pastoras, existe ausencia de liderazgos femeninos en la escena política local, nacional y regional. Su presencia y actividad está centrada en las organizaciones de la sociedad civil. Las esposas de los pastores ocupan un lugar importante y tienen un rol de formación, acom-pañamiento y enseñanza sobre temas de familia, educación de los hijos, orientación sobre la vida de pareja. También trabajan en las escuelas do-minicales y visitan las diversas congregaciones de su iglesia con el encargo recibido. Pero este reconocimiento y la mayor participación aún no se tras-lada a la esfera directiva de sus iglesias y en la esfera pública; queda a nivel de organización comunal. No hemos encontrado mujeres pentecostales en cargos de alcaldesas.

Finalmente, desde el interior de las iglesias, según los entrevistados, el rol que toca cumplir a las iglesias evangélico–pentecostales en el desarrollo local está fuertemente vinculado a la conversión y cambio personal por considerarse que sólo a partir de allí se puede esperar actitudes y desempe-ños públicos éticos y diferentes.

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ANEXOS

ENTREVISTAS LIMA

• Erika Izquierdo

• Daniel Córdova

• Pedro Véliz

• Ricardo Verástegui

• Lenna Hokeman

• Rafael Gotto

• María Elena Zelada

ENTREVISTAS HUARAZ

• Hugo Salazar, CARE PERU

• Marilú Escobedo Saavedra

• Donato Palomino

• Víctor Luna, Pastor de Caraz

• Francisco Galan

• Cabanillas, Visión Mundial

• Enfermera de Caraz

• Entrevista grupal con integrantes de la MCLCP–Huaraz

ENTREVISTAS EN ICA

• Julio Mitac, Asamblea de Dios

• Julio Loza, Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú

• Gerardo Castro, Asamblea de Dios

• Bernabé Yaque, Asamblea de Dios

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