Lo Que Marx Dijo de La Dialéctica - Juan Mora Rubio - Web Marx Desde Cero

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Lo que Marx dijo de la dialéctica Juan Mora Rubio publicado en Marx desde cero Mucho se ha escrito sobre la dialéctica. Fichte, desde la orilla del romanticismo e inspirado por su amigo Goethe, concibe la realidad como acción y contradicción. Ella no es un principio dado, sino un absoluto activo y dinámico que en su acción de ponerse a sí mismo afirma la identidad, da lugar a la contradicción y conquista la libertad. Pero en la acción de ponerse y negarse, los dos términos, se proyectan en una síntesis que los anula pero no los destruye. “El principio fundamental absolutamente-primero, puesto que debe fundar no solamente una parte del saber humano, sino el saber total, tiene que ser común a toda la doctrina de la ciencia. División es posible solo mediante oposición, cuyos miembros, sin embargo, tienen que ser por cierto iguales a un tercero”. “Suponed que el Yo sea el concepto supremo, y al Yo le sea opuesto un no-Yo; es claro entonces que el último no puede ser opuesto, sin estar puesto, y precisamente en el supremo concebido, el Yo”[1]. Hegel reflexionando críticamente la obra de Spinoza, Kant y Fichte, descubre los principios supremos de la dialéctica a partir de su ruptura con Schelling.[2] La filosofía de Hegel representa el momento más elaborado del discurso dialéctico. En él culminan todos los antecedentes que lo hicieron posible desde Heráclito, Demócrito, Platón, Aristóteles, Giordano Bruno, hasta su culminación durante el periodo de la filosofía clásica alemana. A medida que Hegel desarrolla la filosofía de la idea, su idealismo trascendental, va ordenando la dialéctica, indicando sus contenidos y señalando los antecedentes de la misma en toda la historia de la filosofía[3]. La dialéctica en Hegel es una manera de ser del Ser, una forma de expresarse la totalidad y por lo tanto cobija a la idea, la naturaleza y el mundo histórico de los hombres[4]. Al decir de Hegel, la naturaleza es dialéctica y el hombre es dialéctico pues en su acción de concebir la idea utiliza un pensamiento dialéctico. Por eso, y solamente como consecuencia de su idealismo, puede concebir las leyes dialécticas como válidas para la naturaleza, la historia y el pensamiento. Desde el ángulo materialista esta unidad no puede darse por cuanto que aunque existe una sola realidad, ella se manifiesta como “objeto realmente existente” y como “objeto real pensado“[5]. De esta suerte en Hegel nuevamente Ser y Pensar son una y la misma cosa, como en el viejo idealismo que arranca del Poema de Parménides: “La materia es, pues, la reflexión abstracta e indeterminada en otra cosa, o la reflexión en sí, que es al mismo tiempo determinada; es, por consiguiente, el principio existente de la cosa (das seiende Dingheit, la cosaidad o cosalidad) aquello en que consiste la cosa. Desde este punto de vista la cosa tiene en las materias. su reflexión en sí; no consiste en sí misma, sino en sus materias, y es solo la conexión superficial, un enlace exterior de las mismas“[6]. El hecho de que en el idealismo trascendental al desarrollarse el discurso se desarrolla por igual el Ser mismo, la cosa misma, dio lugar a la fábula del supuesto materialismo de Hegel, pero igualmente a ver su filosofía: como una teoría del conocimiento[7]. Desde esa perspectiva se ha hecho de la dialéctica una simple exteriorización de la verdad, aunque algunos han rechazado esta interpretación y han afirmado que su método es fenomenológico, en el sentido de que solamente describe la cosa. “Vale decir que la

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intento de clarificación acerca de la idea de marx sobre lo que realmente es la dialectica

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  • Lo que Marx dijo de la dialctica

    Juan Mora Rubio

    publicado en Marx desde cero

    Mucho se ha escrito sobre la dialctica. Fichte, desde la orilla del romanticismo einspirado por su amigo Goethe, concibe la realidad como accin y contradiccin. Ella noes un principio dado, sino un absoluto activo y dinmico que en su accin de ponerse a smismo afirma la identidad, da lugar a la contradiccin y conquista la libertad. Pero en laaccin de ponerse y negarse, los dos trminos, se proyectan en una sntesis que losanula pero no los destruye. El principio fundamental absolutamente-primero, puesto quedebe fundar no solamente una parte del saber humano, sino el saber total, tiene que sercomn a toda la doctrina de la ciencia. Divisin es posible solo mediante oposicin, cuyosmiembros, sin embargo, tienen que ser por cierto iguales a un tercero.

    Suponed que el Yo sea el concepto supremo, y al Yo le sea opuesto un no-Yo; es claroentonces que el ltimo no puede ser opuesto, sin estar puesto, y precisamente en elsupremo concebido, el Yo[1].

    Hegel reflexionando crticamente la obra de Spinoza, Kant y Fichte, descubre losprincipios supremos de la dialctica a partir de su ruptura con Schelling.[2]

    La filosofa de Hegel representa el momento ms elaborado del discurso dialctico. En lculminan todos los antecedentes que lo hicieron posible desde Herclito, Demcrito,Platn, Aristteles, Giordano Bruno, hasta su culminacin durante el periodo de la filosofaclsica alemana. A medida que Hegel desarrolla la filosofa de la idea, su idealismotrascendental, va ordenando la dialctica, indicando sus contenidos y sealando losantecedentes de la misma en toda la historia de la filosofa[3].

    La dialctica en Hegel es una manera de ser del Ser, una forma de expresarse la totalidady por lo tanto cobija a la idea, la naturaleza y el mundo histrico de los hombres[4]. Aldecir de Hegel, la naturaleza es dialctica y el hombre es dialctico pues en su accin deconcebir la idea utiliza un pensamiento dialctico. Por eso, y solamente comoconsecuencia de su idealismo, puede concebir las leyes dialcticas como vlidas para lanaturaleza, la historia y el pensamiento. Desde el ngulo materialista esta unidad nopuede darse por cuanto que aunque existe una sola realidad, ella se manifiesta comoobjeto realmente existente y como objeto real pensado[5]. De esta suerte en Hegelnuevamente Ser y Pensar son una y la misma cosa, como en el viejo idealismo quearranca del Poema de Parmnides: La materia es, pues, la reflexin abstracta eindeterminada en otra cosa, o la reflexin en s, que es al mismo tiempo determinada; es,por consiguiente, el principio existente de la cosa (das seiende Dingheit, la cosaidad ocosalidad) aquello en que consiste la cosa. Desde este punto de vista la cosa tiene en lasmaterias. su reflexin en s; no consiste en s misma, sino en sus materias, y es solo laconexin superficial, un enlace exterior de las mismas[6].

    El hecho de que en el idealismo trascendental al desarrollarse el discurso se desarrollapor igual el Ser mismo, la cosa misma, dio lugar a la fbula del supuesto materialismo deHegel, pero igualmente a ver su filosofa: como una teora del conocimiento[7]. Desde esaperspectiva se ha hecho de la dialctica una simple exteriorizacin de la verdad, aunquealgunos han rechazado esta interpretacin y han afirmado que su mtodo esfenomenolgico, en el sentido de que solamente describe la cosa. Vale decir que la

  • actitud del filsofo o del sabio ( = Sage) frente al Ser y a lo Real es la de lacontemplacin puramente pasiva, y que la actitud filosfica o cientfica se reduce a unasimple descripcin de lo Real y del Ser. El mtodo hegeliano no es entonces de ningnmodo dialctico': es puramente contemplativo y descriptivo, o sea fenomenolgico en elsentido husserliano del trmino[8].

    La filosofa de Hegel, no obstante su idealismo, no permite ser tratada como lo haca eldesdeoso abuelo de Flix Mendelsson con Spinoza, por razones judaicas, como a unperro muerto, sino que se hace acreedora a una colocacin sobre sus pies pues estabade cabeza. Esta apreciacin corresponde a una benevolenca de Marx con Hegel paracancelar la deuda contrada por iluminarle su dialctica materialista, y no irse a la tumbacon sentimientos de culpa por ingratitud como le ocurri con Feuerbach. Esta metfora,repetida por Engels en Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana, esbastante desafortunada puesto que la filosofa de Marx y en general todos los aspectos desu pensamiento son una superacin crtica de Hegel, que es ms, pero mucho ms, queuna simple inversin. Con este escrito, por lo dems, Engels tan acostumbrado a cubrircon generosidad las acreencias de Marx, lo redime de su olvido al recordar la influenciamaterialista que ejerci sobre ellos La esencia del cristianismo, y saldar una deuda dehonor pendiente, reconocer plenamente la influencia que Feuerbach ms que ningn otrofilsofo posthegeliano, ejerci sobre nosotros durante nuestro periodo de embate ylucha[9].

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    Aceptando la pluralidad de interpretaciones que se han hecho sobre la dialctica y supleno acuerdo con el idealismo, nuestra intencin es tratar de precisar el sentido que ellatiene en el pensamiento materialista de Carlos Marx. Tal vez uno de los pasajes mscitados en relacin con este apunto corresponde al Eplogo a la segunda edicinalemana de El capital, fechado en Londres el 24 de enero de 1873. All comentando unarticulo aparecido en El Mensajero de Europa, de San Petersburgo, dice: qu hace elarticulista sino describir el mtodo dialctico?

    Ciertamente, el modo de exposicin debe distinguirse, en lo formal, del modo deinvestigacin. La investigacin debe apropiarse pormenorizadamente de su objeto,analizar sus distintas formas de desarrollo y rastrear su nexo interno. Tan slo despus deconsumada esa labor, puede exponerse adecuadamente el movimiento real. Si esto selogra y se llega a reflejar idealmente la vida de ese objeto, es posible que al observador leparezca estar ante una construccin apriorstica[10].

    Segn el texto anterior podramos afirmar que la dialctica para Marx tiene tressentidos:

    a) es un modo de investigacin,

    b) es un modo de exposicin, y

    c) corresponde al movimiento real del objeto.

    Pero, adems, Marx pone de presente que existe una vida del objeto, lo concreto real, yun reflejo idea, lo concreto pensado. Comentando la dialctica hegeliana, Marx dice: Heaqu por qu Hegel cay en la ilusin de concebir lo real como resultado del pensamientoque, partiendo de s mismo, se concentra en s mismo, profundiza en s mismo y se

  • mueve por s mismo, mientras que el mtodo que consiste en elevarse de lo abstracto a loconcreto es para el pensamiento slo la manera de apropiarse lo concreto, de reproducirlocomo un concreto espiritual[11].

    a) El modo de investigacin

    La introduccin a la crtica de la economa poltica (1857), el Prlogo a la Contribucin ala crtica de la economa poltica de 1859, y el Eplogo a la segunda edicin alemana deEl capital son textos casi nicos para el conocimiento de la teora de Marx acerca de ladialctica, expuesta con claridad a pesar de la escasa extensin de los mismos y sonestrellas solitarias pero suficientes para orientar a los navegantes nocturnos. La primerade ellas fue justamente llamada por Louis Althusser el Discurso del mtodo de la nuevafilosofa. Se ha dicho de ella, igualmente, que es tal vez, el nico texto sistemtico deMarx que contiene, bajo la forma de un anlisis de las categoras y del mtodo de laeconoma poltica, la enunciacin de la ley general de las formaciones econmico-sociales, base de su concepcin materialista de la historia. Es en esa ley general dondese encuentra el verdadero y nico criterio objetivo para la construccin de un modelo delas formaciones econmico-sociales. De all que la introduccin tenga una enormeimportancia cientfica, pues posibilita la elaboracin de una teora de las condiciones delproceso de produccin del conocimiento cientfico: sin duda, uno de los objetivos de lafilosofa marxista[12].

    En este libro cuando Marx se refiere al mtodo de la economa poltica, y toca el punto delo real y lo concreto, abordado por los economistas del siglo XVIII, quienes iban en susanlisis desde lo simple hasta el Estado, dice: Esto ltimo es, manifiestamente, el mtodocientfico correcto. Lo concreto es concreto, porque es la sntesis de mltiplesdeterminaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso. Aparece en el pensamiento comoproceso de sntesis, como resultado, no como punto de partida, y, en consecuencia, elpunto de partida tambin de la intuicin y de la representacin. Por lo tanto, a laconciencia, para la cual el pensamiento conceptivo es el hombre real y, por consiguiente,el mundo pensado es como tal la nica realidad y la conciencia filosfica estdeterminada de este modo, el movimiento de las categoras se le aparece como elverdadero acto de produccin (el cual, aunque sea molesto reconocerlo, recibenicamente un impulso desde el exterior) cuyo resultado es el mundo.[13] Y continaexplicando que la totalidad concreta como totalidad del pensamiento es un productodel mismo pensamiento y de la concepcin, pero no del concepto que piensa y seengendra a s mismo sino que es resultado del trabajo de elaboracin que transformaintuiciones y representaciones en conceptos. La totalidad que aparece en el pensamientoes un producto de la mente que piensa y se apropia del mundo del nico modo posible,modo que difiere de la apropiacin de ese mundo en el arte, la religin, el esprituprctico. El sujeto real mantiene, antes como despus, su autonoma fuera de la mente,por lo menos durante el tiempo en que el cerebro se comporte nicamente de maneraespeculativa, terica. En consecuencia, tambin en el mtodo terico es necesario que elsujeto, la sociedad, est siempre presente en la representacin como premisa[14].

    De lo afirmado por Marx tanto en la Contribucin a la crtica de la economa poltica de1859, como en el Eplogo a la segunda edicin alemana de El capital, se desprende queel contenido del pensamiento, es decir, el conocimiento, no se genera autnomamente enel entendimiento sino nicamente, a partir de las condiciones reales de existencia, puesno es la conciencia de los hombres la que determina su ser; por el contrario, su ser sociales lo que determina su conciencia[15]. Adems, el conocimiento slo se alcanza cuandola investigacin se apropia pormenorizadamente del objeto, analizando sus distintas

  • formas de desarrollo y buscando sus nexos internos. Es necesario, igualmente, noconsiderar al objeto exclusivamente en su estadio actual, sino de acuerdo con susmltiples determinaciones ocurridas en el pasado y sus diversas formas de movimiento,cambio y transformacin. Es decir, encontrando la ley que rige los fenmenos de loscuales se ocupa, para paulatinamente remontarse a su esencia, y sus relacionesesenciales. La investigacin es una lectura mediada de la verdad de las cosas y de susmltiples concatenaciones en el abigarrado laberinto de las apariencias. Como dice Kosk:El mundo de la pseudoconcrecin es un claroscuro de verdad y engao. Su elementopropio es el doble sentido. El fenmeno muestra la esencia, y al mismo tiempo, la oculta.La esencia se manifiesta en el fenmeno, pero slo de manera inadecuada, parcialmente,en algunas de sus facetas y ciertos aspectos[16]. La dialctica como modo deinvestigacin corresponde al paso de lo abstracto a lo concreto a travs de la prcticasocial real.

    b) El modo de exposicin

    La dialctica como modo de exposicin corresponde a las herramientas e instrumentosque le sirven a Marx para presentar y comunicar las relaciones internad de las cosas. Elmodo de investigacin, no obstante, no muestra con claridad sus lmites y contornos;parece confundirse con el modo de exposicin por cuanto que ste ltimo esconsecuencia del primero y los dos se enriquecen y profundizan correlativamente. Setrata de fijar, en ocasiones a travs de metforas, repeticiones y mltiples comparaciones,una versin difana de la realidad. Por ello rechaza las explicaciones teolgicas quebuscan los primeros fundamentos, pues dan por supuesto lo que debe ser explicado.Busca el conocimiento a partir del mtodo lgico pero sin escindirlo de su marco histrico.Ya Engels dijo: el nico mtodo indicado era el lgico. Pero este no es, en realidad, msque el mtodo histrico, despojado nicamente de su forma histrica y de lascontingencias perturbadoras. All donde comienza esta historia debe comenzar tambin elproceso discursivo, y el desarrollo ulterior de ste no ser ms que la imagen refleja, enforma abstracta y tericamente consecuente, de la trayectoria histrica.[17]

    El mtodo empleado por Marx para conseguir una correcta exposicin de los asuntosplanteados consiste en enjuiciar desde diversos ngulos y con diferentes palabras unamisma cuestin y as lograr una unidad que pueda arrancar con suficiente claridad laesencia a los fenmenos estudiados. Esta forma de trabajo se pone de manifiesto en lasenormes dificultades que encontr Engels en la publicacin del tomo III de El capital, Elproceso global de la produccin capitalista. Dice Engels: conserv en la mxima medidade lo posible el carcter del primer borrador toda vez que la claridad lo permita, ytampoco elimin repeticiones aisladas cuando las mismas como ocurre habitualmenteen Marx en cada oportunidad enfocan el tema desde otro ngulo o bien lo presentanexpresndolo de manera diferente.[18]

    Hay dos rasgos descollantes en el uso de la dialctica de Marx con fines expositivos: elenjuiciamiento del tema desde perspectivas diversas, y el desarrollo del objeto mismosiguiendo las formas particulares que adopta en cada momento. La primera lleva a Marxa hablar de la produccin, por ejemplo, cuando en realidad se estaba ocupando delconsumo (de qu manera afecta la produccin al consumo y viceversa) o de ladistribucin (dem) o del intercambio (dem) . . . En la segunda, el ejemplo ms notorioes la metamorfosis del valor, a partir del trabajo (en el que se origina), en capital, inters,renta y dinero[19]

  • c) El movimiento real del objeto

    Marx creo un nuevo materialismo que supera a todos los que lo preceden: el materialismosocial. Este parte de los fenmenos cambiantes que expresan la igualmente cambianteesencia de las cosas. Ellos estn movidos por fuerzas interiores que se desarrollan apartir de la totalidad. El proceso de transformacin y superacin se genera en lasmltiples contradicciones que niegan y afirman los objetos y sus relaciones. Ellas son elverdadero demiurgo que impulsa el desenvolvimiento de la totalidad a partir de sus ricasarticulaciones particulares. Es bastante precisa la concepcin que tiene Marx sobre elmovimiento como la fuente indispensable del desarrollo dialctico, idea que lo coloca en lalnea de la filosofa clsica alemana y en particular de la filosofa dialctica de Hegel. EnMiseria de la filosofa dice: Todo lo que existe, todo lo que vive sobre la tierra y bajo elagua no existe, no vive ms que por un movimiento cualquiera. As, el movimiento de lahistoria produce las relaciones sociales, el movimiento industrial nos proporciona losproductos industriales, etc.[20] Igualmente, la contradiccin es importante aunqueinsuficiente por s sola para explicar el movimiento dialctico, que debe tener en cuenta lanegatividad. En el mismo escrito, a propsito de la interpretacin de Proudhon sobre lobueno y lo malo, dice: La produccin feudal tambin tena dos elementos antagnicos,que se designan igualmente con el nombre de lado bueno y lado malo del feudalismo, sintener en cuenta que, en definitiva, el lado malo prevalece siempre sobre el lado bueno. Escabalmente el lado malo el que, dando origen a la lucha, produce el movimiento que creala historia[21].

    El mundo que Marx contempla es un mundo humanizado por la accin prctico-social delhombre. No prescinde del fundamento material, ni de la objetividad de la exterioridad, la especie humana al fin de cuentas, surge en la naturaleza y se desarrolla comoconsecuencia de su accin prctica sobre el contorno natural. Y Marx no tiene otraperspectiva de contemplacin que su propia perspectiva humana. Pero esta visin de lamultiplicidad catica de los fenmenos es una contemplacin libre de las enajenacionesdel pasado que buscaban primeros fundamentos o causas primeras ms all de laexistencia material. Coloc al mundo sobre el cielo siguiendo la soberbia creadora deFeuerbach y explic al hombre desde su propia inmanencia, desde su propia grandezaterrenal.

    El materialismo de Feuerbach fue el heraldo que abri el camino de la renovacin para labsqueda de un hombre nuevo y libre de embriagueses platnicas, parasos o culpas. El,permiti a Marx, y a otros muchos, mirar sin prevencin al mundo desde la alta sombra dela terrenalidad.[22]

    Marx nos entrega una visin dialctica del objeto no slo desprovista de enajenacinreligiosa sino mediada por la accin prctico social. El hombre aparece como un serprctico-crtico de actividad libre, creador y capaz de transformar el mundo y enriquecersus propias cualidades humanas. Es la praxis social el camino del conocimiento, lamanera de transformar el mundo, el saber terico para guiar esa transformacin y lafuente que hace posible el propio progreso personal. De ah que el concepto de praxis nopueda separarse de los de actividad, conocimiento y racionalidad.

    La racionalidad para Marx es, sin embargo, una capacidad no siempre realizada en lahistoria que vive momentos oscuros de enajenacin. Ella encontrar, no obstante, sucamino a lo largo del desarrollo de la misma historia y de la transformacin revolucionariadel contexto social. Marx no percibe el mundo deslumbrante de racionalidad hegeliana,sino los vacos de razn que han enajenado al hombre y que exigen su liberacin.

  • NOTAS

    [1] Johann Gottlieb Fichte, Sobre el concepta de la doctrina de la ciencia, Mxico, UNAM,p. 51, 1963.

    [2] Schelling y Hegel tuvieron una profunda amistad. Es lugar comn recordar que juntocon Holderlin sembraron un rbol en recuerdo y testimonio de admiracin por laRevolucin francesa. Aunque Schelling era cinco aos menor que Hegel escal la famacon Filosofa del arte (1802) y otros trabajos escritos en plena juventud. Hegel recibi suinfluencia aunque pronto la super, pues en 1807, en el prefacio a la Fenomenologa delespritu, rechaz el Absoluto de Schelling que se parece a la noche oscura donde todoslos gatos son pardos. Adems, en la Ciencia de la lgica dijo, que surge bruscamentecomo salido de un pistoletazo. Desde este momento los amigos se distanciarondefinitivamente.

    [3] Hegel, en las Lecciones sobre la historia de la filosofa (Mxico, Fondo de CulturaEconmica) aborda el desenvolvimiento del pensamiento filosfico desde su posicindialctica, observando el desarrollo ascendente de la idea a lo largo de suscontradicciones y superaciones. En repetidas ocasiones, no una sino muchas, adultera elsentido de la obra de los pensadores con el propsito claro de salvar su esquema.

    [4] En forma semejante concibi la dialctica Federico Engels, quien pretende que lasleyes de la misma son vlidas para la naturaleza, la historia y el pensamiento. Ver, LudwigFeuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana, Mosc, Ediciones en LenguasExtranjeras, 1941, p. 34.

    [5] Carlos Marx, Introduccin a la crtica de la economa poltica (1857), Mxico,Cuadernos de Pasado y Presente.

    [6] Federico Hegel, Enciclopedia de las ciencias filosficas, Mxico, Ed. Porrua, & 127, p.73.

    [7] Desde los aos en que viva el poeta Heinrich Heine surgi la alegre fbula delatesmo de Hegel. Ahora, algunos autores como Roger Garaudy y otros ms serios,pretenden encontrarle ribetes materialistas a su pensamiento. Ms bien Hegel podra serun realista porque no se da el Espritu sin su mediacin y viceversa. Por lo dems valerecordar que Engels dice que el sistema de Hegel ya no representaba por su mtodo y sucontenido ms que un materialismo que apareca invertido de una manera idealista (L.Feuerbach y el fin) y Lenin lleg a hablar de constituir algo as como una sociedad deamigos materialistas de la.dialctica hegeliana. (Lenin: Sobre el significado delmaterialismo militante).

    [8] Alexandre Kojeve, La dialctica, de lo real y la idea de la muerte en Hegel, BuenosAires, Ed. La Plyade, p. 10.

    [9] Federico Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana,Mosc, E.en Lenguas Extranjeras, 1941, p. 4.

    [10] Carlos Marx, El capital, Mxico, Siglo XXI, editores, p. 19. Los subrayados sonnuestros.

  • [11] Garlos Marx, Introduccin general a la crtica de la economa poltica (1857), Mxico,Cuadernos de Pasado y Presente, p. 58.

    [12] (Jbid.) Advertencia a la novena edicin, p. 5. Los subrayados son nuestros.

    [13] Jd0.p..58.

    [14] Ibid,, pag. 59

    [15] Garlos Marx, Contribucin a la crtica de la economa poltica, Mxico, Ediciones deCultura Popular, p. 12.

    [16] Karl Ksik, Dialctica delo concreto, Mxico, Ed, Grijalbo p.27.

    [17] Federico Engels, La contribucin a la crtica de la economa poltica de Karl Marx,Mxico, Cuadernos de Pasado y Presente, p. 128.

    [18] Federico Engels, Prlogo al Tomo III de El capital, Siglo XXI, editores, Mxico, p .6.

    [19] Bertell OUman, Alienacin, Buenos Aires, Amorrortu Editores, p. 89,

    [20] C. Marx, Miseria de la filosofa^ Mxico, Ediciones de Cultura Popular, p. 87. PietroRossi (La evolucin de la dialctica^ La dialctica hegeliana, Mxico, Ediciones MartnezRoca) siguiendo la lnea de interpretacin de Wilhelm Dilthey y otros autores, sostiene quela dialctica de Hegel no puede interpretarse como un producto que se desarrolla desdeKant, Fichte y Schelling, sino que debe considerarse en relacin a los problemas centralesdel pensamiento del joven Hegel quien a partir del estudio de la religin positiva encuentralos conceptos de escisin y reunificacin que lo colocan cerca de los de contradicin ysuperacin (aufheben) planteados en la Fenomenologa del espritu. No obstante, en elpasaje transcrito, creemos encontrar a Marx en la tradicin del movimiento expresado porGoethe, Fichte y otros, que colocan abiertamente a la dialctica hegeliana dentro de latradicin de la filosofa en general (debemos recordar a Spinoza), y de la filosofa clsicaalemana en particular.

    [21] Garlos Marx, Miseria de la filosofaj Mxico, Ediciones de Cultura Popular, pp. 104 y105. Aqu resuenan las ideas de Kant en Idea de una historia universal desde un puntode vista cosmopolita, cuando analizando la sociabilidad antisocial del hombre haceresaltar aspectos egostas de su personalidad que lo llevan, sin embargo, a vencer sustendencias indolentes. Dice as: Si no fuese por esas propiedades antisociales,desagradables en s mismas, en donde nace el antagonismo, en que todo individuoinevitablemente se encuentra respecto de sus propias pretensiones egostas, los hombrespodran haber vivido la vida de pastores de la Arcadia en perfecta armona, contento yamor mutuo, permaneciendo todos sus talentos en germen sin desarrollarse nunca.

    [22] Dice Federico Engels: Fue entonces cuando apareci La esencia del cristianismo deFeuerbach. Esta obra pulveriz de golpe la contradiccin, restaurando de nuevo en eltrono, sin ambages, al materialismo. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsicaalemana, Mosc, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1941, p. 13.