Los Ciclos de Orunmila y Eshu

7
LOS CICLOS DE ORUNMILA Y ESHU La función primordial de la religión yoruba no es la fe en los Orishas, es la confianza en el mensaje que ellos portan para la humanidad. Cada Dios yoruba es el mensajero de nuestro destino personal y colectivo en la tierra y lo expresa a través de los signos de los oráculos yoruba, cuyos sacerdotes están en la obligación de conocer estos signos a la perfección, para así no convertirse en un serio obstáculo para el desarrollo espiritual de otros. Todo Orisha tiene un ciclo específico en función de la fuente primaria de su energía, amén de que estos ciclos tienen una circulación que se manifiesta en una elipse de tiempo determinada. Yemayá y Elegbara son los Oshas que tienen los ciclos más cortos (28 días y un año respectivamente) y Obbatalá el más largo, cuyo período dura 12 años. No obstante, el destino integral del hombre está en manos de dos de los Orishas de mayor elipse de tiempo; me refiero al binomio Eshu – Orunmila, cuyos ciclos son de 28 y 84 años respectivamente. En el signo de Ifá Babá Ejiogbe nace el maestro de la respiración, es decir el conjunto de técnicas que permiten al sacerdote yoruba respirar adecuadamente cuando reza en la estera. Sin embargo, la respiración tiene un simbolismo intrínseco, pues es la primera acción que realiza el hombre al nacer; pero aunque el ser humano nace una sola vez, renace en dos oportunidades más durante su corta vida, por lo que las tres respiraciones esenciales del hombre son

description

FD

Transcript of Los Ciclos de Orunmila y Eshu

Page 1: Los Ciclos de Orunmila y Eshu

LOS CICLOS DE ORUNMILA Y ESHU

La función primordial de la religión yoruba no es la fe en los Orishas, es la confianza en el mensaje que ellos portan para la humanidad. Cada Dios yoruba es el mensajero de nuestro destino personal y colectivo en la tierra y lo expresa a través de los signos de los oráculos yoruba, cuyos sacerdotes están en la obligación de conocer estos signos a la perfección, para así no convertirse en un serio obstáculo para el desarrollo espiritual de otros.

Todo Orisha tiene un ciclo específico en función de la fuente primaria de su energía, amén de que estos ciclos tienen una circulación que se manifiesta en una elipse de tiempo determinada. Yemayá y Elegbara son los Oshas que tienen los ciclos más cortos (28 días y un año respectivamente) y Obbatalá el más largo, cuyo período dura 12 años. No obstante, el destino integral del hombre está en manos de dos de los Orishas de mayor elipse de tiempo; me refiero al binomio Eshu – Orunmila, cuyos ciclos son de 28 y 84 años respectivamente.

En el signo de Ifá Babá Ejiogbe nace el maestro de la respiración, es decir el conjunto de técnicas que permiten al sacerdote yoruba respirar adecuadamente cuando reza en la estera. Sin embargo, la respiración tiene un simbolismo intrínseco, pues es la primera acción que realiza el hombre al nacer; pero aunque el ser humano nace una sola vez, renace en dos oportunidades más durante su corta vida, por lo que las tres respiraciones esenciales del hombre son simultáneas con el inicio de cada ciclo de Orunmila.

El primer Omolúo de los códices de Ifá de la diáspora africana, señala los tres Ita que obtiene el iniciado al consagrase como sacerdote de ifá, allí nacen las trilogías de signos que provienen de Olofin, Orunmila y Oddúa respectivamente.

Generalmente el sacerdote yoruba los interpreta como los signos de nacimiento, vida y muerte, pero muy pocos conocen las elipses de tiempo des estas trilogías; por eso las explicaré detalladamente en base a un dibujo que elaboré como apoyo pedagógico. La escala del eje de las equis (x) del gráfico está graduada en años y representa el arco de tiempo del hombre sobre la tierra; el eje de las ordenadas es adimensional y simboliza la circulación de las energías de Orunmila (en rojo) y las de Eshu (en azul). La letra N es el nacimiento de la persona y las tres letras R y el número que las

Page 2: Los Ciclos de Orunmila y Eshu

identifica, son las macro respiraciones que marcan el renacimiento de la persona en el marco de los ciclos de Orunmila.

Primera respiración (R1) :

Hay gente que piensa que el nacimiento es más doloroso que la muerte; pero lo cierto es que esta primera macro respiración, la cual se considera traumática, marca el primero de los tres ciclos de Orunmila. La primera tensión que esas energías le ocasionarán a la persona ocurre a los siete años y durante la fase creciente, pues ese lapso de tiempo es el de aprendizaje y adaptación al entorno familiar, de los padres, el ambiente social y la herencia cultural. La educación durante este lapso es por absorción y generalmente es dolorosa, pues en ella predomina el ensayo y el error. Esta primera etapa marca de por vida a la persona, ya que la mayoría de los sucesos negativos van al subconsciente. A los 14 años las energías de Orunmila se polarizan in extremis, es decir predominan los opuestos; aquí Orunmila interroga a la persona por primera vez: ¿Qué camino tomarás hijo mío? Pregunta de difícil respuesta, pues en ese lapso de tiempo (de los 7 a los 14 años) se construye el ego conciente. Pero aunque se trate de un momento de tensión máxima, es posible conciliarlo ya que los opuestos son complementarios; de todas maneras, creo conveniente recordar que la pubertad es una etapa muy difícil para los jóvenes y para sus padres. La tercera tensión que generan las fuerzas de Orunmila ocurre durante la fase menguante del ciclo y su punto culminante se da a los 21 años; momento en que nos afianzamos mental y emocionalmente. Esta última tensión del primer ciclo de 28 años es menos dolorosa y destructiva que la primera, pues aquí las experiencias vividas afloran del subconsciente y nos dan la fortaleza para fluir y realizar los cambios necesarios y convertir la tensión en lecciones constructivas. Finalmente a los 28 años la polarización de las energías de Orunmila llega a cero, es decir termina la primera macro respiración. Si la adaptación del niño a este primer ciclo fue adecuada, el resultado será positivo y abandonará este estadio satisfecho para proyectarse en la sociedad, en caso contrario comenzará la rebelión contra el mundo y la familia por la frustración que se instaló en é, y de la cual es responsable la energía de Eshu, ya que este Orisha genera la primera tensión a los 21 años y será dolorosa y muy destructiva, en la medida que el ángulo de deriva del destino personal y colectivo sea mayor.

Segunda respiración (R2) :

Page 3: Los Ciclos de Orunmila y Eshu

Este proceso que comienza a los 28 años es el primer renacimiento del hombre, se abandona la etapa la niñez y se asume la de hombre; este período se caracteriza por que se toma conciencia del papel que se jugará responsablemente en la sociedad; se busca la fundación de la propia familia y se afianza la individualidad. Las tensiones generadas por las energías de Orunmila (la creciente y la menguante) se desenvuelven en atención exclusiva a este período, a menos por supuesto, que queden aún conflictos sin resolver de la primera macro respiración, los cuales volverán una y otra vez sobre la persona hasta que los resuelva definitivamente. Debo recordar en este punto, que el hombre tiene dos opciones ante los conflictos, luchar o huir; si se inclina por la última opción, los conflictos lo perseguirán por siempre y se harán cada vez más fuertes hasta generarle inclusive la muerte. Durante este segundo lapso de 28 años, el climax de las tensiones se genera aproximadamente a los 42 años de edad; aquí Orunmila vuelve a preguntar a su hijo ¿Cuál camino tomarás? Mientras que las energías de Eshú se polarizan al máximo y actúan sutilmente, destruyendo todo lo que está mal construido en la vida de la persona y por no estar apegado a su destino personal y colectivo; es la edad de las crisis y las oportunidades para el cambio, sea para mal o sea para bien, es la etapa de los cambios forzados o voluntarios; es el período donde el hombre se percata de todas sus fallas y reconoce sus aciertos. Si la decisión del camino que se tomará en esta nueva oportunidad es acertada, el dar y el compartir cobrarán relevancia en su vida y la salud y el bienestar aparecerán como por arte de magia; pero si la decisión es errada, le esperan las viejas tensiones que él ya conoce y esta vez redimensionadas y con mayor fuerza, las cuales le proporcionarán sucesos desagradables, que le pueden obligar a realizar el cambio necesario a un alto costo y que antes se negó a pagar por un precio irrisorio. Finalmente la segunda respiración finaliza a los 56 años y el resumen de la experiencia vivida se evidenciará en la balanza de las acciones positivas y/o negativas y se pasará a la tercera macro respiración con un saldo en azul o en rojo según se fluyó en contra o a favor de las energías de Orunmila y Eshu.

Tercera respiración (R3) :

Esta última macro respiración o renacimiento del ser humano, esta signada por la búsqueda de la espiritualidad; el centro de gravedad primario del hombre que estaba ubicado en su cabeza se mueve hacia el plexo solar. Este es un período de transformación del carácter y de la forma de relacionarse con los demás; se adquiere el

Page 4: Los Ciclos de Orunmila y Eshu

poder mediante las actividades espirituales y es tiempo para liberarse de los hijos para que hagan su propia vida y deslastrase un poco de los problemas de la familia, para dedicarse a la propia salud. Durante este último ciclo, las tensiones generadas por las energías de Eshu y Orunmila, serán intensas o no en la medida que las lecciones del pasado fueron aprendidas o no; si se asimilaron, en este lapso de vida predominará la paz con uno mismo y se poseerá una sabiduría radiante para legarla al os demás, amén de que ocurrirá un cambio en la realidad y del destino si se logra vivir más allá de los 84 años; en caso contrario se vivirá un vacío espiritual que se manifestará en una retrogradación hacia el estadio de la primera respiración; por eso en este último ciclo ya Orunmila no le pregunta a su hijo ¿Cuál camino tomarás? Sino le sugiere que mire en retrospectiva su vida, pues esa puede ser la última oportunidad para tomar el rumbo correcto. Para finalizar quiero aclarar, que el hombre posee doce segmentos de vida en donde conviven las tensiones y las distensiones generadas por los diferentes ciclos de los Dioses yoruba y que le dan relieve a nuestras vidas. El sacerdote de Ifá sale del cuarto de iniciación con nueve de estos segmentos descritos en los signos de Ifá de los tres Itá; los otros tres segmentos los adquiere en la ceremonia de Omo Agadá. Estos doce signos de ifá del sacerdote yoruba de Ifá, son los doce trabajos que Hércules hubo de realizar para convertirse en un Dios y así habitar en el Olimpo con su padre Zeus. En estos días le pregunté a un sacerdote de Osha por su signo de awofaka; me lo reveló y seguidamente le pregunté ¿Cuándo había recibido el atributo? y me respondió que a los siete años de edad. Este hombre ya tiene 33 años, amén de que tiene asentado su ángel de la guarda, pero proseguí con la conversación y le pregunté que si él se sentía identificado con esa trilogía de signos de su mano de Orunmila; y me dijo honestamente que no. Al explicarle el porqué e ilustrarlo sobre los ciclos de Orunmila; quedó convencido de que alguna manera debe haber para obtener la trilogía de signos de su segunda respiración, sin tener que pasar a Ifá; pero eso amigos lectores es harina de otro costal y fuente para un nuevo artículo.

AUTOR:RUBEN CUEVAS.Awo Orunmila Ojuani ni Shiddí.IBAE BAYEN TONU