Los daños políticos de la Inquisición

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Los daños políticos de la Inquisición Enrique Mirét Magdalena D ESPUÉS de publicados dos recientes trabajos míos sobre la In- quisición, recibo este libro (1) sobre el famoso Tribunal del San- to Oficio en España. Se trata de un trabajo serio, que ha supues- to un paso más en la línea de lo que yo interpretaba respecto a la Inqui- sición castellana pos/m edieval, en mis artículos publicados en Tiempo de Historia hace pocos meses. [1 s preciso su perar -como ha ce Benassa r- las discu- siones de temas accidenla- l es sobre la Inquisición. para llegar a una val oración histórica objetiva de su realidad y de su esencia. Lo primero es hacer un sereno trabajo hi stórico, olvidando las po- lémicas apologéticas por un lado; y, por otro, las descripciones ba- rrocas de muchos de los críticos de épocas todavía recientes. Bcnassar. en un libro bien escri- 10 y de agradable lectura a pesar de su seriedad y erudición. nos tra nsmite sus últimas rencxionc s basadas en una lectura atenta de las principales obras sobre el le ma, y en una cuidadosa investigación de equipo que es de primera ma- no . El libro no pretende decir no- vedades espectaculares. sino reto- mar la idea que el siglo X tX alum - bró y que fue olvidada s tarde . ¿Cuá l fue esta idea? El autor la resume en su IlIfroducó6,,: «el pa- pel político de la Inquisición. pro- digioso instrumento de co ntrol so- cial al servicio del Estado monár- quico ... Y para ello se ayudó et Santo Oficio de «una presión psi- co lógica tan fuerte. que arrastraba al pueblo cristiano a un complica- do juego de confesiones y de de- nuncias si n paralelo en la histo- ria ... 84 ¿HISTORIALES PSIQUIA TRICOS? Aporta et autor la sugerencia del inves tigador danés Henning- sen, que es de gran interés porque no había s ido s uficientemente su- brayada hasta ahora. Transcriho li - teralmenle la cita que Bcnassa r hace del hi s toriador citado, para que se vea el acierto de sus pala- bras : « Las actas de los procesos, se- gún la natura l eza del delito . ma:, bien nos recuerdan a hi storia les médicos de una clínica psiqui{ilri- ca; a las nota s de u n psicólogo con sus pacientes ; a los detallados aná- lisis de un sexólogo sobre el com- portamiento sex ual análogo ... : a los case srudics del sociólogo sobre normas y valores sociales, como se renejan en la charla cotidiana de l pueblo en dis tintos niveles soc ia- les; ... a la descripción de un histo- riador de la Iglesia de la vida de comunidades luterana s. calvinistas o hugonot es ..... El estudio de estas Actas es im- portant e por eso, no lo para sa- car estadisticas sobre el número y clase de torturas o muertes, sino sobre los aspectos psicológicos y etnográficos de las víctimas. El libro de Bcnass ar da un buen pie para e ll o. No hay más que re- correr el índice para darse cuenta del filón folk lórico que se puede exp l otar. Por sus páginas desfilan la «pedagogía del miedo». «la re- presión de las minorías», la s «dis- ciplinas del lenguaje y de la ac- ción»; «el modelo sexual» (matri- monio. aberraciones sexuales. po- ligamia . fornicación. pecado s «a boinables» .... ): «la devaluación del verbo femenino»: «de la ilu- sión a la l oc ura »; «la desvaloriza- ción de la bruja », etc ... Así ll egamos a comprender que el problema de la Inquisición espa- ñola, establecida en todo el país desde poco antes del siglo XVI (cuando en Europa había ya desa- parecido) es ante todo un proble- ma político-social. Por eso encon- tramos , entre otras. dos cosas ne- gativas en ella: una domi nación cé- sara-papista de lo religioso. y una ausencia de to l erancia clerical en este campo; dominio re li gioso por un lado_ y dominio clerical de lo civil por otro. Cuando no estaban mezclados los dos pode res. cuando la Iglesia actuaba en España en su plano y los Reyes cumplían con su misión civil de fomentar la conv ivencia entre l os habitantes de España_ no se desarrolló la intolerancia que

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Los daños políticos de la Inquisición

Enrique Mirét Magdalena

D ESPUÉS de publicados dos recientes trabajos míos sobre la In­quisición, recibo este libro (1) sobre el famoso Tribunal del San­to Oficio en España. Se trata de un trabajo serio, que ha supues­

to un paso más en la línea de lo que yo interpretaba respecto a la Inqui­sición castellana pos/medieval, en mis artículos publicados en Tiempo de Historia hace pocos meses.

[1 s preciso su perar -como hace Benassar- las discu­siones de temas accide nla­

les sobre la Inquisición . para llegar a una valoración his tórica objetiva de su realidad y de su esencia.

Lo primero es hacer un sereno trabajo histórico, o lvidando las po­lémicas apologéticas por un lado; y, por otro, las descripciones ba­rrocas de muchos de los críticos de épocas todavía recientes .

Bcnassar. en un libro bien escri-10 y de agradable lectura a pesar de su seriedad y erudición. nos transmite sus últimas rencxioncs basadas en una lectura atenta de las principales obras sobre el lema, y en una cuidadosa investigación de equipo que es de primera ma­no . El libro no pretende decir no­vedades espectaculares. sino reto­mar la idea que e l siglo XtX alum­bró y que fue olvidada más tarde .

¿Cuál fue esta idea? El autor la resume en su IlIfroducó6,,: «el pa­pel político de la Inquisición. pro­digioso instrumento de control so­cial al servicio del Estado monár­quico ... Y para ello se ayudó et Santo Oficio de «una presión psi­cológica tan fuerte. que arrastraba al pueblo cristiano a un complica­do juego de confesiones y de de­nuncias si n paralelo e n la histo­ria ...

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¿HISTORIALES PSIQUIA TRICOS?

Aporta et autor la sugerencia de l investigador danés Henning­sen , que es de gran interés porque no había sido suficientemente su­brayada hasta ahora. Transcriho li­teralmenle la cita que Bcnassa r hace del historiador citado, para que se vea el acierto de sus pala­bras :

«Las actas de los procesos, se­gún la natura leza del delito . ma:, bien nos recuerdan a historiales médicos de una clínica psiqui{ilri­ca; a las notas de u n psicólogo con sus pacientes ; a los detallados aná­lisis de un sexólogo sobre el com­portamiento sexual análogo ... : a los case srudics del sociólogo sobre normas y valores sociales, como se renejan en la charla cotidiana de l pueblo en distintos niveles socia­les; ... a la descripción de un histo­riador de la Iglesia de la vida de comunidades luteranas. calvinistas o hugonotes .....

El estudio de estas Actas es im­portante por eso, no sólo para sa­car estadisticas sobre el número y clase de torturas o muertes, sino sobre los aspectos psicológicos y etnográficos de las víctimas.

El libro de Bcnassar da un buen pie para e llo. No hay más que re­correr e l índice para darse cuenta del filón folk lórico que se puede explotar. Por sus páginas desfilan la «pedagogía del miedo». «la re­presión de las minorías», las «dis­ciplinas del lenguaje y de la ac­ción»; «el modelo sexual» (matri­monio. aberraciones sexua les. po­ligamia . fornicación. pecados «aboinables» .... ): «la devaluación del verbo femenino»: «de la ilu­sión a la locura»; «la desvaloriza­ción de la bruja», etc ...

Así llegamos a comprender que el problema de la Inquisición espa­ñola, establecida e n todo el país desde poco antes del siglo XVI (cuando en Europa había ya desa­parecido) es ante todo un proble­ma político-social. Por eso e ncon­tramos , entre otras. dos cosas ne­gativas en ella: una domi nación cé­sara-papista de lo religioso. y una ausencia de tolerancia clerical en este campo; dominio re ligioso por un lado_ y dominio clerical de lo civil por otro.

Cuando no estaban mezclados los dos poderes. cuando la Iglesia actuaba en España en su plano y los Reyes cumplían con su misión civil de fomentar la convivencia entre los habitantes de España_ no se desarrolló la intolerancia que

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hemo!> vivido e nlrc nosotros desde el siglo XVI. por arle de los mall1a~ mados Reyes Ca lólico~. que eran bien poco criSliano!> al haber oh'j­dado la comprcn<;ión evangélica. que debía haber sido el fundamen­to obligado de su gobierno

La .. limpia .. que ~e hizo a partIr de ellos. de los ciudadanos moles­tos tuvo dos vert ientes: la de las mInorías re ligiosas (j udíos. moros y prolestanles); y la de aquellos que por su e~lruclura psico-social se Integraban en esa ... unidad .. pa­tria ficlicia propugnada por nue~­trOS reyes Isabel y Fernando. Yo he publicado hace hastan tes años -en período franquista- alguno!. trabajos que intentan demostrar lo mismo que dice Benassar: .. a lo largo de los siglo<; \.1, \.11 Y \.111 e:(I'o.­tió una tolerancia mutua cnlre la') tres principales comunidades espa­ñolas: cristtana. judía y mora»

Esta novedosa acción de «lim­pieza,. social (la unidad palria se querfa conseguir po r la unidad re­ligiosa). se eSlralificó en" ticmpos segun Bena<;,sar: 1) .. desde los ori~ genes hasta los al rededores de 1525,.. época de lucha sobre todo contra los judaizantes: 2) ... hacia 1525 se da un ca mbio profundo .. , to man e l relevo los delitos de 10<;

cristia nos viejos ... , hasta 1590,.: 3) a l ca mbiar de siglo la lucha con lra e l mahometismo y e l Judaísmo re­nacen, y llega eSle perfodo de lu ­cha antijudía ... hasta 1720- 1725 .. , lucha que .. ocupó el papel central de la escena»; 4) el siglo XVIII es la declinación clara de la Inquisición. que sólo se maOlfiesta por medio de coletazos eventuales.

La identificación entre Inquisi­ción y lucha ant iprotestante que han hecho muchos apologistas del catolicismo hispa no, o inclu<¡o las posturas aná logas del evangelismo. es eq uivocada porque .. a partir de 1570 los autos de fe espectaculares cont ra los refo rmados se hacen po­co frecuentes en España,.. Hay que señalar con franqueza -<omo ha ce Benassar- que "'práctica­mente no hubo prOlestantes espa­ñoles,.. puesto que «e n diez años de Inquisición consiguió eliminar las bolsas aisladas que se habían creado ...

La clase de delitos contra los que luchó la Inquisición se puede n resumir en los grupos sigui entes que son curiosamente heterogé­neos; 1) el judaísmo, el mahome­tismo. así como los protestantes; 2) los 4(delitos contra e l Santo Ofi~ cio,.: 3) las «palabras escandalo~ sas .. ; 4) los brujos. que eran casi

únicamente .. curandero .. o echado­res de cartas,.; 5) los delitos ~exua~ les: bigamia, violencia. besti all .. -mo: y la solicitación por algún clé­rigo de sus confe .. andas, para reali­zar el acto .. exual aprovechándose del secreto de la confesión, hecho que fue relativamente frecuente en aquellos tiempo3.

En cambio de .. de 1597 los pro­testantes extranJcro3 (alemanc3 primero y poco después ingleses. holandeses y zelandeses) pudieron venir a comerciar en E"paña: y luego fueron lo ..... oldados prote.,­tan tes los afincados en España .... In grandes prob lemas porque «me­diando un poco de discreción. na­die se ocupa de sus convicciones». <;egun dice Bena ..... nr

InqUlsiclón española: poder politico y control social

Bartolomé Bennassar

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LOS CASTIGOS

Otro punto importante es e l te­ma del numero de cast igos. Las ci­fras aportadas en el siglo XIX por el antiguo secreta rio del Santo Ofi~ cio, Juan Antonio L1orente. son a todas luces exageradas: y Benassar lo acepta claramente: .. numeroso,> autores no han dudado en denun ­ciar la falta de rigor en esas acro~ bacias es tadíSl icas. con razón ... Además los niveles de acti\ idad punitiva son muy dife rentes segun los tiempos: los comienzos son con muchos los peores. después des­cienden mucho los c:'lsligos.

Los veredictos de muerte decre­cen espectacularmente a partir de 1530; y quedan red ucidas las penas más graves a la reconciliación. la confiscación de bienes y la prisión

perpetua, que normalmente ~ en­tiende reducida a pocos años. De e .. te modo resulta «cvidente que la Inqu isición tortura menos que la justicia civil,..

El gran problema del «secreto .. es práctica usual en todo enjUicia­miento cnmlOal realizado en la mayor parte de los países de Euro­pa -salvo en Inglaterra-. como asegura M. Foucault en su exce­lente obra .. Yigilar y castigar,.

Todo lo cual lleva a pensar que este tribunal es anles que nada un tribunal de fina lidad politico­religiosa. que usa los métodos de todos los tribunales civi les de la época. au nqu e generalmente sua­vizados. El mimcllsmo con e l mundo profano es evidente en la Inquisición, como le ha ocurrido a la institución Igle!>ia desde que se hizo poderosa y grande. después de Conslantino: siempre Imi tó las estmctu ras de poder y coacción del mundo que le rodeaba. Y así cayó en las redes de su propia dia­léctica humana grandiosa, o lvidan­do su inspiración fundamental. que es la del Evangelio. con su comprensión concrela del hombre y el respeto a la convicción libre del se r humano.

De este modo no sólo se prllcli­caba e l daño físico y moral, sino que se consegu ía también una in ­nuencia social a través del ejemplo negativo de la tortura. producien­do un fuerte temor en el pueblo. Po r eso, en ocasiones . la Inquisi­ción emprendfa .. escarmientos es­pectaculares». como el de Fray Luis de León. del Brocen<;c. la caí­da del Minislro Macanaz l'n tiem­pos de Felipe y } la de Pahlo de Ola\ Ide en 1776.

I \)Úll ello era producto natural de esa implicación césaro-papista con el alto clero. Y este miedo , hábil y sistemá ticamente utilizado por el poder reinante . perduró en e l pueblo espa ñol bastantes años después de abolida la Inquisición: y desarrolló además un odio popu­lar contra los no-crislianos. llegan­do hasta la .. discriminación social y racial». como mecanismos de go­bierno en el que se mezclaban los intereses de un Eslado más o me­nos absolutista y de una Iglesia do­minadora del pueblo.

LA ACCION INTELECTUAL

La acción represiva COntra la in­teligencia no rue tan grave como se ha dicho a veces. Yo lo he seña~

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lado en mi trabajo publicado hace poco en Tiempo de Historia, y Be­nassar lo confirma. A pesar de ello hay que recordar que .. la represión ejercida conlra los cristianos nue­vos tuvo una repercusión nefasta sobre el medio intelectual ... como ocurrió sobre todo en los primeros tiempos .

Los calificadores de los libros que quieren publicarse eran .. casi todos rrailes provislos de títulos universitarios brillantes ... : Maria­na. Soto. Miguel de Malina. Mel­chor Cano. Carranza ...... Y entre ellos dOminan los más intelectua­les: los dominicos. Lo Irágico es que algunos de estos hombres de confianza de la Inquisición son luego víctimas de ella.

El más importante Cotálogo de libros prohibidos. el de Quiroga. .. es de una eXlremada nexibilidad .. porque .. nada está absolutamenle prohibidolO: y /o!salvo prescripción contraria. las obras prohibidas 10 son solamente en lengua vulgar». Por eso. como e l laHn era conoci­do por cualquier persona mediana­mente culta. sólo se requería la li­cencia del Santo Oficio para leer un libro que eSluviera c1aramenle prohibido por ella. Y en su conrec­ción colaboraron además los inte­lectua les más presligiosos del mo­mento.

Cuando en 1747 se hace un Ifldi· ce mucho menos serio ... el Rey au­torizó la publicación de pannetos contra él,. . Y una tendencia tan progresista como rue la del eras­mismo. siguió desarrollándose fueTlemente durante todo el si­glo XVI.

Lo que ocurrió es que no sólo la Inquisición fue más o menos cul­pable de frenar la cultura. sino también el ESlado. Además los la­mentables casos eclesiásticos de Fray Luis de León. del fraile jeró­nimo P. Sigüenza. del jesuita Ma­riana y otros bien conocidos. más obedecen a rencillas personales o de grupo clerical. que a motivos intelectuales.

De este modo el misterio que supone el desarrollo cultural que fructificó en e l Siglo de Oro a pe­sar de la Inquisición, tiene una ex­plicación que parece clara: porque lo que se desarrolló no rue toda la cultura y todo e l pensamiento. si­no más bien aquello que estaba en el nivel de lo estético. Desde la se­gunda mitad del siglo XVI los cris­tianos viejos empiezan también a ser perseguidos, y con ello decrece lamentablemente la producción de pensamiento. para desarrollarse

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principalmente la de orden artlstl­ca y literario. Por eso España, ~tan notablemente situada en la Edad Media gracias a sus contac­tos con el Oriente musulmán. estu­vo ausente o casi del gran momen­to cicntifico y filosófico del ~i­glo XVII, igual que iba a estar casi ausente de las .. aplicaciones» del siglo XVIII )!..

Todo cllo fue creando un temor intelectual. más o menos fuene. como lo evidencia Santa Teresa cuando relata lo que le dicen: que .. Atravesábamos tiempos difíci­les .. . Pero ella . con inteligente se­renidad. aunque quizá también con un poco de inconsciencia opti­mista. comenta en una ocasión: _estas palabras me divinieron y simplemente me hicieron reir». La situación era fuerte. pero no tan dura como hemos crefdo tiempo atrás. según afirma Benassar. Lo que hay que achacar a la Inquisi­ción es siempre lo mismo: es más un inlolcrante tribunal al modo humano de la 6poca, que una insti­tución inspirada en la tolerancia y la libertad evang6licas.

CONSECUENCIAS DIVERSAS

Lo negativo de la Inquisición en el plano intelectual. más tarde in­cidirá también en lo espiritual cuando desciende el alto nivel cul­tural que habíamos alcanzado en el siglo XVI. como resultado de la tolerancia española medieval, y por eso aún no había .!oido seria­mente ahogada la filosofía y la ciencia por el contubernio Igle· sia-Estado de tan nefastas cons(! · cuencias. a pesar de la suavización que existió según Benassar. Entre los elementos negmivos de la In­quisición también hay que destacar que ~la comunidad judaizante de­sapareció al precio de un desaslre económico provocado por la diso­lución de los gremios». amén de privarse de las cualidlldes comer­ciales y financieras de los judíos. Dos aspectos negativos de esta lu­cha contra una raza que habfa aportado económicamente muchas ventajas al país. La Inquisición ra­voreció también una postura anti­económica fomentando la evasión de los problemas temporales y produciéndose entonces ciertas ca· rrientes espirituales platonizantes. que despreciaban lo material. a di­ferencia de la labo ... positiva reali­zada por nuestros teólogos del si-

glo XVI. como Domingo de SolO y otros profesores dominicos de Sa­lamanca. que supieron ver el valor de lo económico en la construcción de la nueva sociedad que asomaba en todo el mundo europeo. Pero pudo más la cerrazón .. espiritualis­ta,. que el modo rea lista que se desprendía de la Biblia. con su menlalidad siempre a pie de tierra . Los países protestantes. en cam­bio. se desarrollaron más al vivir eSlos valores terrenos de carácter económico. ya que en la Biblia -que era su cotidiana lectura- en­contraba apoyo su interés por e llos , mientras en España dejába­mos de alimentarnos en estas fuen­tes (al estar prohibida la lectura de la Biblia en lengua vulgar). y nos evadíamos al séptimo ciclo de las elucubraciones místicas platoni­zantes, que nos desprendían de los valores humanos concretos . La vi­da, como seña laba Santa Teresa, era para nuestros místicos _una mala noche en una mala posada ... y no merecía la pena desarrollar sus riquezas naturales.

Sobre los protestantes extranje­ros se difundió lambién una fa lsa idea. que todavía perduraba hasta hace pocos años entre nosotros . Léase si no. aquel famoso Catecis­mo sobre el PrOlestafltismo del je­suita italiano Padre Perrone. tra­ducido y adaptado al castellano en 1953 en España, en el que se vier­ten los más increibles juicios con­tra la moralidad de los protestan­tes. que parece reproducir las rra­ses que corrran entre nuestro pue­blo en el siglo XVI.

Con la cuestión l'exual también se metió la Inquisición. Pero no siempre se había inmiscuido en ella. Ahora. en algunas épocas y regiones, atacó y persiguió la poli­gamia. que en la Edad Media la Iglesia no había perseguido cruen­tamente. También combatió a los brgamos y homosexuales. Y no dejó en paz a los muchos españo­les del pueblo llano que defendie­ron. tanto en conversaciones co­rrientes como en la práctica. que la «simple fornicación .. no era pe­cado mortal. cosa que la Iglesia medieval no habra directamente controlado. Combatió y persiguió también a los que querían justifi­ca r la frecuentación de las prosti­tutas; porque era entonces corrien­te pensar entre la gente del pueblo que esto "no es pecado. pagándo­sele su trabajo .. ; que todo lo más podria ser pecado ve nial. .. que se quita con un poco de agua bendi­t3>o. Este es un aspecto de las cos-

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Auto d, F •• " t. Ptlll M.yor d. M.drld, IHlftdldo po' C.rtol tt ." 30 d. lu"lo d. 1680.

tumbres de nuestro pueblo «ca tóli ­COlO. que un día merecerla un estu­dio histórico más detallado. para conocer mejor el folklore religioso español; incluso la postura tradi­cional de los teólogos pastora listas -mal interpretada por el puebl~ - pudo dar lugar a ello. pues en algunos aspectos no fue tan rígida como algunas veces se dice . Las interpretaciones rigoristas del si­glo XIX eran una novedad pastoral, y muy particularmcnle la postura de S. Antonio Maria Claret sobre todo lo relacionado con el sexo. resumida en el Devocionario po­pular llamado Cami"o ReCIO y Se­guro para llegar al Cielo. que tuvo 169 ediciones desde 1859 hasta 1938.

Estos teólogos tradicionales so­Ifan justificar la existencia de las "'casas de tolerancia", siguiendo la idea socia lmente toleranle de S. Agustín. aunque estuviera ~ste en cont ra de la práctica personal de la prostitución. Todo ello es ne-

cesario estudiarlo objetivamente. para conocer mejor eSle significati­vo aspecto de nuestro folklore "'ca­tólico,. y de sus Cuentes más o me­nos bien interpretadas por el pue­blo sencillo.

Otra consecuencia final se des­prende también: el frecuente ajus­te tan estrecho entre la Inquisición y los objetivos de la política real. Sólo cuando llegó la época de la IftlS/raciótl, que pretendía dejar a la Iglesia puesta en su lugar. supe­rando la confusión Iglesia-Estado. algunos ministros españoles pre­tendieron supTlmir la Inquisición como el conde de Aranda y Cam­pomanes. Macanaz, en cambio, lu­chó contra la Inquisición. sólo por­que se había convertido última­mente ",en un Estado dentro de un Estado .. ; y no la querfa tan inde­pendiente. sino que obedeciera al mismo tiempo "'a Dios y al rey,. .

Hemos de recordar aira vez. pa­ra eliminar errores de perspectiva, que ",la presencia real de los pro-

testantes --en el país- importa poco .. , pues no son ,numerosos ni influyentes. Lo que importa ",es el mito .. contra ellos. que es un ", for· midable instrumento de integra­ción política y social ... según Be­nassar dice con razón .

Los males políticos que hemos padecido en España en los si­glos XIX y xx derivan del lastre que nos dejó esta labor de la in­quisición que. más que directa­mente religiosa fue polftico-religio­sao olvidándose de la esencia mis­ma de la libertad evangélica y de los derechos de la conciencia que en el Nuevo Testamento son ... Ielt­motiv» constaOles. Los demás he­chos. hoy mejor averiguados y puestos en su punto (como son los que tratan las muertes no fueron tantas) no es lo más decisivo de la Inquisición. porque es más una an6cdota dentro de la realidad so­cial que representa , y que Benas­sar ha contribuido excelentemeOlC a poner de relieve . • E. M. M.

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