Los Dos Cuerpos Del Caudillo

7/26/2019 Los Dos Cuerpos Del Caudillo

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Los dos cuerpos del caudillo

Ral Prada Alcoreza


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Hay que distinguir entre el referente imaginarioy el referente real, poras decirlo; el ideolgico yel efectivo, mejor dicho. En el mundo delas representaciones juzgamos a las representaciones; es decir, alreferente imaginarioy, en consecuencia, castigamos, a lapersona, poras decirlo, real. Es lapersona la que ir a la crcel o a la muerte. ste,quizs, sea el tema crucial, cuando nos preguntamos sobre losdesenlaces, no solo de la tramaque imaginamos, que forma parte denuestras narraciones, sino de los procesos, que forman parte delacontecimiento. Nuestro apego a las instituciones, que son, enrealidad, nuestras criaturas, convertidas en sagradas arquitecturasdenormas, leyes y reglamentos, apoyadas enprcticas habituales, hacenque reduzcamos a laspersonasa las representaciones eimgenes, quetenemos de ellas. Esto es reduccionismo representativo;no podemosconocer a alguien, tampoco, mucho menos, a nosotros mismos. Si lo

hacemos, es por pretensin y presuposicin, cuando las mismas, estapretensin y esta presuposicin, son insostenibles.

Juzgamos al cuerpo simblico, castigamos al cuerpo real. Para estamanera dejuzgar, el cuerpo simblico, el nico cuerpoque ve, es elpecador. Puede encontrar en la interpretacinde sus actos, del cuerposimblico, la narrativa de la perversin; por eso mismo, la justificacinde su juzgamiento y castigo. Empero, las representacionesson nada

ms que eso, imaginarios; no pueden abarcar la complejidad de uncuerpo viviente. Al final, se castiga al cuerpo viviente, sin que hayamoscomprendido toda su composicin dinmica. Alguien podrapreguntase, es eso justo? Otro, menos, apegado al paradigma dejusticia, se preguntara: es esto coherente? Independiente de lasrespuestas, es esto lo que ocurre, lo no ajustado, lo no coherente.

Como dijimos en otro texto1, la bsqueda del o la culpable, sobre todo,su captura y su castigo, calma la angustiapropia por los pecados delmundo, calma la consciencia culpable propia. Es una catarsis. Sinembargo, no resuelve el problema en cuestin. Por ejemplo, noresuelve elproblema de la corrupcin; ni mucho menos, elproblemaque lo contiene, elproblema de las dominaciones. Una vez castigadol o la culpable, no desaparece el mal usando el trmino

1 Ver En busca de culpables. Dinmicas moleculares; La Paz 2016. http://dinamicas-

moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/. Ver tambin Practicas y cartografas de la

impostura. Dinmicas moleculares; La Paz 2016. http://dinamicas-

moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/.
http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/practicas-y-cartografias-de-la-impostura/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-busca-de-culpables/


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metafricamente -; subsiste, persiste, se renueva, prolifera, seexpande. La corrupcinreaparece, en otras circunstancias y en otrosescenarios y en otros personajes. Es que la corrupcin no es un atributode lapersona, como condena fatal, congnita, desde la expulsin delparaso terrenal, sino forma parte de una red de relaciones y deestructuras de poder. De lo que se trata, como tambin dijimos, es noquitarle la responsabilidad al protagonista de la corrupcin, sino decomprender el funcionamiento de este proceso de deterioro tico,moral e institucional.

Pero, esta duplicidad, entre el cuerpo simblico delcaudilloy el cuerporeal, es tambin imaginaria; forma parte de la economa polticageneralizada2. En este caso, se trata de una economa poltica del

poder, en su forma simblica3. Se requiere no solo valorizar losimblico,en relacin no tanto a la desvalorizacindel cuerpo singular,sino, ms bien, de su conversinen materia simbolizante; as comohay una materia significanteque porta o sostiene el significado. Seentiende que esta economa poltica representativa-burocrticaformaparte de la economa poltica del poder, como tal, como totalidad. Loque nos interesa son sus efectos, polticos, sociales, culturales ypsicolgicos. Como con el cuerpo del rey, el cuerpo del caudillo,sintetiza simblicamente elpoder. Los efectos polticostienen que ver

con la forma de gobierno, no solo presidencialista, sino hasta casimonrquica. Los efectos socialestienen que ver con que se refuerzanlas estructuras patriarcales de las instituciones sociales; los efectosculturales renuevan los mitos religiosos, como los relativos almesianismo. De los efectos psicolgicosinteresa remarcar dos: la masade seguidores se asume como dependiente, algo as como hijosvasallos; el caudillo confunde completamente su cuerpo real con sucuerpo simblico.

La economa poltica simblica del poder, como dijimos, exalta elsmboloy absorbe la materia simbolizante, que es el cuerpo realdelcaudillo.Entonces, en consecuencia, todos los actos del caudillo, comoen el caso del rey, se vuelven no solamente pblicos sinopolticos. Porcierto, que este fenmeno no solo pasa con el caudillo;pasa con el rey,tambin con los artistas, en el sistema-mundo hiper-moderno. En elcaso del caudillocobra sus propias formas particulares; no es rey, por

2Ver de Ernst H. Kantorowickz Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teologa poltica medieva l. Akal

Universitaria.3Ver Crtica de la economa poltica generalizada. Dinmicas moleculares; La Paz 2015.

http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/.
http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-de-la-economia-politica-generalizada/


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lo tanto, no accede al tronopor herencia y descendencia; no es artista,por lo tanto, no llega a la fama por sus obras, actuaciones,representaciones. El caudillo llega al poderporque se convierte en laconvocatoria del mito; el caudillollega a la famaporque la fama, dealguna manera, lo esperaba; es la fama, mejor dicho, el arj, elarquetipo, del mito. El mitolo esperaba para encarnarse en l.

Cul cuerpo comete los delitos atribuidos por los que juzgan? Elsimblicoo el real? Obviamente el real, porque los delitossolo se loscomete prcticamente, efectivamente, concretamente; sin embargo,se juzgaal cuerpo simblico. De todas maneras, cuando se juzgaalcuerpo simblico, se juzga al poder, al Estado, aunque sea en sucondicin simblica; el efectoes que tambin sejuzgaalpoder real, al

Estado, en su condicin institucional, al mapa institucionaldelpoder.Entonces, si se castiga, si se condena, se define una pena, tambindebera serlo para el poder real, para el Estado, para la mallainstitucional del poder. Sin embargo, los juzgadores se quedan con lacondena al cuerpo simblico, descargndosela al cuerpo real;empero,se trata del cuerpo real singulardel caudillo, no del mapa institucionaldel poder. Entonces, castigan al cuerpo real,que comete los delitos,empero, empujado por la impunidad ilusoriadel cuerpo simblico. Nose castiga, ni se condena, ni se le otorga una pena, al campo poltico

delpoder real, a la malla institucional del poder. Con esto se ha hechouna catarsis, se ha calmado las consciencias culpables,que castigan alsealado culpable,al culpabilizado, que es el cuerpo simblico, que hausado al cuerpo real, para cometer los delitos.

La inconsecuenciadeljuicio, del acto dejuzgar, ya sea institucional, yasea pblico, ya sea poltico, es notorio. No se juzga a la causa delproblema, a la causade los delitos; al aparato, a la estructura, quesostiene el cometido de los delitos; sino al chivo expiatorio, que no

deja de ser chivo expiatorioa pesar de ser el gran responsable. Secondena al visible culpable, que en este caso es el caudillo o, algnsubalterno o grupos de entornos. El tema en cuestin, develado poruna denuncia, puesto en evidencia por los indicios,encubierto por loscmplices directos o indirectos; los indirectos son los que defienden alacusado, sin haberse pasado el trabajo de averiguar de qu se trata.Se lo defiende por amor a la camiseta, por lealtad al caudillo. El temaen cuestin convertido en escndalo y, en consecuencia, en comediadel da, mediatizado, repetido en conversaciones y en rumores

numerosos, termina convertido en una niebla tupida; terminaconvertido por los partidarios del caudillo en una cortina de humo.


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Concluya como concluya el escndalo, se juzgue o se encubra alcaudillo y a sus entornos, se descubra o se disuelva el problemaadministrativo, poltico, tico y moral, lo cierto es que se ha atacado aun recortedel espaciamiento del problemaen cuestin; la corrosininstitucional y la corrupcin transversal. Los juzgadores no estndispuestos a ir ms lejos, no estn dispuestos a llegar a la mduladelproblema; mucho menos, los sealados por sus actos delictivos; ascomo tambin toda la gama de complicidades, comprendiendo,asombrosamente, al rgano judicial y a los ministerios, sobretodo detransparencia y de gobierno. No estn dispuestos a juzgar, mejordicho, comprender y conocer el funcionamiento de estas redes decorrosin y corrupcin, ntimamente vinculados a las estructuras depoder, a las mallas institucionales. Funcionan como complementoparalelo de lo institucional.

No se trata de exculpar a nadie, ni mucho menos, de ninguna manera.La responsabilidad est en los que actan, los que perpetran estosactos delincuenciales.Tampoco se trata de culpabilizar,para de esaforma tranquilizar las conciencias culpables, y llevar al cadalso alcondenado. Se trata de comprender,a cabalidad, el funcionamiento dela maquinaria de la economa poltica del chantaje4. La solucin no seencuentra en estas formas de juzgamiento, de castigo, de condena y

de pena; la solucin es posible con el desmantelamientode las redesy circuitos de la corrupcin, vinculados y sostenidos por las redes ymallas de los circuitos clientelares; sostenidos, a su vez, por lasrelaciones de dominacin y estructuras de poder.

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Ver Acontecimiento poltico. Dinmicas moleculares. La Paz 2013-15. Tambin enhttps://pradaraul.wordpress.com/: https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-

politico-i/.https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-ii/ .
https://pradaraul.wordpress.com/https://pradaraul.wordpress.com/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-i/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-i/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-i/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-ii/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-ii/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-ii/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-ii/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-i/https://pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento-politico-i/https://pradaraul.wordpress.com/


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La cortina de humo

El tema es concreto: La empresa china, CAMC Engineering, firmacontratos de mega-proyectos, suscritos con el Estado. Dicha empresatiene adjudicaciones para la construccin de la Planta Industrializadorade Azcar de San Buenaventura, por el valor de 168 millones dedlares; el proyecto mltiple Miscuni, por el valor 61 millones dedlares; el proyecto ferrova Montero-Bulo Bulo, por el valor de 722millones de bolivianos; la construccin de la Planta Industrial de Salesde Potasio, por el valor de 178 millones de dlares; la asignacin parala provisin de equipos petroleros, por el valor de 60 millones dedlares; adems de la construccin de 3 plantas de zinc; por el valorde 500 millones de dlares. Estos contratos millonarios los monopoliza

esta nica empresa, beneficiada por las adjudicaciones; la forma deadjudicacin es dudosa, pues se trata de invitaciones directas, despusde haberse declarado las licitaciones desiertas; adems de ser la nicaempresa adjudicada. Esto ya, de por s, es delito, de acuerdo a lasnormas administrativas de bienes, de contratos y de servicios. Estoshechos bastan para iniciar la investigacin, no solo judicial, sinoinstitucional, comprendiendo auditorias, adems de investigacionestcnicas sobre las condiciones de la empresa y las efectuaciones de loscontratos. Sin embargo, tanto el gobierno, seguido o secundado por la

oposicin, se entrabaron en un champa guerra, que el gobiernoconsidera sucia, por qu?, y la oposicin considera necesaria yurgente, para esclarecer estos indicios de corrupcin gubernamental.La cortina de humose alimenta con las versiones estrambticas de losvoceros del gobierno, incluso del mismo presidente, por el desvi delos medios de comunicacin de la informacin hacia el escandaloamoroso que involucra al presidente, al hijo del presidente, de suexistencia o no.

Se form una comisin congresal para investigar la presuntacorrupcin; que se va encargar principalmente de establecer si hubo ono intervencin dolosa decircuitos de influenciasen estos contratos.Este objetivo de la comisin ya est rezagado, pues, el problemaprincipal viene del hecho de la evidencia de contratos adjudicadosinciertamente, de manera dudosa, a una sola empresa. Basta estaevidencia, la existencia de estos contratos, que parecen no sostenerse,por ningn lado, como para iniciar un conjunto de investigaciones.Empero, la cortina de humo ha desviado la mirada del problemafundamental hacia las relaciones amorosas del presidente, a su

descendencia, a si la familia de la expareja del presidente tienevinculaciones con la derecha. Esto ltimo,este pattico argumento,


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es introducido por el Vicepresidente, en una presentacin jocosa,donde se exhiben cuadros, que pretenden demostrar estasvinculaciones. El tema no es ste, sino por qu el gobierno adjudic auna sola empresa estos contratos millonarios; contratos, adems, queno se cumplen, que, por otra parte, no justifican ni garantizan sus

cumplimientos, pues la empresa no rene los requisitos para hacerlo.

La corrupcin se promueve en redes efectivas, en circuitoscontingentes, atravesando cuerpos reales. No correspondeefectivamente tanto a un tema jurdico; si atentaron con tal o cualnorma, con tal o cual regulacin; pues, incluso se pueden manipularlas leyes, usar las normas y las regulaciones, para efectuar los circuitosde la corrupcin. La corrupcin comprende diagramas de poder ycartografas de fuerzas que definen campos colaterales, paralelos,incluso transversales, a los campos institucionales. Estos son losplanosde intensidad y sus espesores. Lo que han hecho las leyes, lasinstituciones establecidas paracombatir la corrupcin, nacionales einternacionales, es definir indirectamente espacios de movimiento parael funcionamiento de estas mquinas paralelasde la economa polticadel chantaje; pues al demarcar jurdicamente, normativamente,regulativamente, lmites y procedimientos, paradjicamente tambindefina espacios permisivos, ms ac o ms all de estos lmites y

procedimientos. Por ejemplo, mientras visiblemente no se demuestrela vulneracin de normas, se deja que las prcticas paralelasconcurran. Un fenmeno real, como el relativo a la corrupcin, quecomprende sus propias complejidades singulares, no se lo combate conla pluma de la ley, tampoco, con el fusil de la represin. Eldesmantelamiento de las maquinarias corrosivas, que funcionan en ellado oscurode las instituciones, implica el desmantelamiento de lasrelaciones de dominacin y lasestructuras de poder.

Ms que la corporeidad simblica, los diagramas de poder de lacorrupcin, se articulan y combinan con imaginariosdelirantes, queson como los sustitutos chabacanos de laspromesas de felicidady detierras prometidas. No parece, en este caso, que podamos hablar deduplicidad, de dualismo, como en los dos cuerpos del rey, sino, msbien, de combinaciones de prcticas paralelas y representacionesdelirantes, en la economa poltica del chantaje. En este caso, el de losescenarios y campos de la corrupcin, las prcticas paralelas serefugian en el imaginario miserable de la riqueza fcil, imaginario

banal.

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