Los estudios literarios deben ser una ciencia de Iori Lotman

9
Entretextos Nº 3 Mayo 2004 Revista Electrónica Semestral de Estudios Semióticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm Dirección y edición: Manuel Cáceres Sánchez · Universidad de Granada · Facultad de Filosofía y Letras · Departamento de Lingüística General y Teoría de la Literatura · Campus de Cartuja, s/n · 18071-Granada (España) · [email protected] LOS ESTUDIOS LITERARIOS DEBEN SER UNA CIENCIA 1 IURI M. LOTMAN Cada método científico tiene una base gnoseológica. Se debe tocar esta cuestión aunque no sea más que por el hecho de que a los estructuralistas ya se les ha inculpado tanto de mecanicismo —de reducción de lo estético a lo matemático—, como de relativismo y de todos los pecados mortales filosóficos. Puesto que el estilo del ataque determina también el estilo de la defensa, me atrevo a recordarles a mis opositores una cita. Paul Lafargue anotó una declaración sumamente interesante de K. Marx sobre la teoría del conocimiento científico: “En la matemática superior, él (K. Marx -Iu. L.) hallaba el movimiento dialéctico en su forma más lógica y, al propio tiempo, más simple. Asimismo, consideraba que la ciencia sólo alcanza la perfección cuando logra utilizar la matemática” 2 . Dan ganas de preguntarles a los que en la apelación a los métodos matemáticos ven sólo un camino hacia el formalismo y el mecanicismo: ¿cómo acogen esa declaración? Todos los adversarios del estructuralismo (los que se han expresado hasta ahora en la prensa) pertenecen al partido científico de los ‘satisfechos’. Están convencidos de que en el terreno de las ciencias humanas y de su metodología todo está en orden, la perfección ya ha sido alcanzada y sólo queda ‘cuidar de’ ella. Y en lo que respecta a las búsquedas de nuevos caminos, hasta el más benigno, V. Kózhinov, se figura así las cosas: no hay mal en que las cabezas locas formen embrollos; “que lleguen al ‘núcleo indisoluble’, toquen a su puerta y se vayan a casita”, de todos modos tienen que “regresar a la metodología ‘tradicional’” 3 . Los estructuralistas pertenecen, en la ciencia del arte, al ‘partido de los insatisfechos’: están convencidos de que la perfección de que hablaba K. Marx ni siquiera se ha acercado todavía al terreno de las humanidades. Ellos no tienden a cuidar, sino 1 «Literaturovedenie dolzhno byt’ naukoi», en Voprosy literatury 1, Moscú, 1967, páginas 90-100. La traducción de este artículo se publicó en Desiderio Navarro (selección, traducción y prólogo), Textos y contextos. Una ojeada en la teoría literaria mundial, La Habana, Arte y Literatura, 1986, Tomo I, páginas 73-86. Traducción del ruso de Desiderio Navarro [El traductor advierte que se reproducen “aquí tres de las cinco unidades que constituyen el artículo, dedicado a polemizar con las críticas dirigidas al estructuralismo soviético por L. Timoféev, P. Palievski y V. Kózhinov”]. 2 Vospominaniia o Markse i Engelse, Gospolitizdat, Moscú, 1956, p. 66. 3 V. V. Kózhinov, «Slovo kak forma obraza», en la recop. Slovo i obraz, Prosveshchenie, Moscú, 1964, pp. 106-107.

description

Ensayo del pensador Iori Lotman sobre la necesidad de considerar a los estudios literarios como una ciencia rigurosa.

Transcript of Los estudios literarios deben ser una ciencia de Iori Lotman

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    LOS ESTUDIOS LITERARIOS DEBEN SER UNA CIENCIA1

    IURI M. LOTMAN

    Cada mtodo cientfico tiene una base gnoseolgica. Se debe tocar

    esta cuestin aunque no sea ms que por el hecho de que a los estructuralistas ya se les ha inculpado tanto de mecanicismo de reduccin de lo esttico a lo matemtico, como de relativismo y de todos los pecados mortales filosficos. Puesto que el estilo del ataque determina tambin el estilo de la defensa, me atrevo a recordarles a mis opositores una cita. Paul Lafargue anot una declaracin sumamente interesante de K. Marx sobre la teora del conocimiento cientfico: En la matemtica superior, l (K. Marx -Iu. L.) hallaba el movimiento dialctico en su forma ms lgica y, al propio tiempo, ms simple. Asimismo, consideraba que la ciencia slo alcanza la perfeccin cuando logra utilizar la matemtica2. Dan ganas de preguntarles a los que en la apelacin a los mtodos matemticos ven slo un camino hacia el formalismo y el mecanicismo: cmo acogen esa declaracin? Todos los adversarios del estructuralismo (los que se han expresado hasta ahora en la prensa) pertenecen al partido cientfico de los satisfechos. Estn convencidos de que en el terreno de las ciencias humanas y de su metodologa todo est en orden, la perfeccin ya ha sido alcanzada y slo queda cuidar de ella. Y en lo que respecta a las bsquedas de nuevos caminos, hasta el ms benigno, V. Kzhinov, se figura as las cosas: no hay mal en que las cabezas locas formen embrollos; que lleguen al ncleo indisoluble, toquen a su puerta y se vayan a casita, de todos modos tienen que regresar a la metodologa tradicional3. Los estructuralistas pertenecen, en la ciencia del arte, al partido de los insatisfechos: estn convencidos de que la perfeccin de que hablaba K. Marx ni siquiera se ha acercado todava al terreno de las humanidades. Ellos no tienden a cuidar, sino 1 Literaturovedenie dolzhno byt naukoi, en Voprosy literatury 1, Mosc, 1967, pginas 90-100. La traduccin de este artculo se public en Desiderio Navarro (seleccin, traduccin y prlogo), Textos y contextos. Una ojeada en la teora literaria mundial, La Habana, Arte y Literatura, 1986, Tomo I, pginas 73-86. Traduccin del ruso de Desiderio Navarro [El traductor advierte que se reproducen aqu tres de las cinco unidades que constituyen el artculo, dedicado a polemizar con las crticas dirigidas al estructuralismo sovitico por L. Timofev, P. Palievski y V. Kzhinov]. 2 Vospominaniia o Markse i Engelse, Gospolitizdat, Mosc, 1956, p. 66. 3 V. V. Kzhinov, Slovo kak forma obraza, en la recop. Slovo i obraz, Prosveshchenie, Mosc, 1964, pp. 106-107.

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    a buscar. Comprendiendo mejor que sus opositores la imperfeccin de sus intentos, el carcter incipiente y preliminar de stos, ellos, a pesar de eso, insisten en una cosa: la necesidad del movimiento cientfico constante.

    La base metodolgica del estructuralismo es la dialctica.

    Uno de los principios fundamentales del estructuralismo es la repulsa al anlisis segn el principio de la enumeracin mecnica de indicios: la obra artstica no es una suma de indicios, sino un sistema, una estructura funcionante. El investigador no enumera indicios, sino que construye un modelo de los vnculos. Cada estructura una unidad orgnica de elementos construidos segn un tipo sistmico dado es, a su vez, slo un elemento de una unidad estructural ms compleja, y sus propios elementos cada uno por separado pueden ser examinados como estructuras independientes. En este sentido, la idea del anlisis por niveles, inherente en general a la ciencia contempornea, es profundamente propia del estructuralismo. Pero de esto se sigue que la separacin rigurosa del anlisis sincrnico y el diacrnico (histrico), muy importante como procedimiento metdico y que desempe en su tiempo un enorme papel positivo, no tiene un carcter de principio, sino un carcter heurstico. El estudio de los cortes sincrnicos de un sistema le permite al investigador pasar del empirismo a la estructuralidad.

    Pero la etapa siguiente es el estudio del funcionamiento del sistema. Ms an, ahora ya resulta claro que cuando estamos ante estructuras complejas (y el arte es una de ellas), cuya descripcin sincrnica, en vista de la multifactorialidad de las mismas, es en general embarazosa, el conocimiento de los estados precedentes es una condicin ineludible para un modelado exitoso. Por consiguiente, el estructuralismo no es un adversario del historismo; ms an, la necesidad de comprender las distintas estructuras artsticas (las obras) como elementos de unidades ms complejas la cultura, la historia, constituye una tarea vital. No la matemtica y la lingstica en lugar de la historia, sino la matemtica y la lingstica junto con la historia: se es el camino del estudio estructural, se es el crculo de aliados del investigador literario.

    Eso mismo es lo que determina la actitud del estructuralismo hacia la tradicin cientfica precedente. Precisamente en la ciencia patria tiene el estructuralismo una profunda tradicin. Recordar por lo menos el libro de V. Propp, Morfologa del cuento de hadas, que en el presente ha llegado a ser clsico en la escala cientfica general; los trabajos de P. Bogatyriv, M. Bajtn, A. Skaftymov y otros. Los estructuralistas no se distinguen en absoluto de sus opositores por una presunta repulsa a los estudios literarios tradicionales. Simplemente, en el concepto de tradicin se vierten contenidos diversos. La historia de los estudios literarios patrios an no ha sido escrita, pero cuando se la escriba, posiblemente se revelarn, como dijo Hamlet, muchas cosas que ni siquiera han sido soadas por nuestros sabios. Si no mencionramos una serie

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    2/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    de cientficos que son de todos conocidos y actualmente gozan de buena salud, y sealramos slo los trabajos de Iu. Tyninov, B. Tomashevski, B. Eijenbaum, G. Gukovski, V. Grib, L. Pumpianski, G. Vinokur, S. Balujati, el joven investigador Kukulevich, cado en el frente, y muchos otros cuyo puesto e importancia se determinarn cuando haya sido estudiada la historia de los estudios literarios soviticos, resultara claro que no se puede hablar de hostilidad del estructuralismo hacia la ciencia tradicional precedente. El estructuralismo no pretende una posicin exclusiva en la ciencia, y en la autntica ciencia tampoco puede haber semejante posicin. De afn de exclusividad pecan ms bien los crticos del estructuralismo.

    En la estructura tradicional de la investigacin literaria coexisten de hecho dos diferentes metdicas: por una parte, se estudia la obra en la serie de los dems monumentos del pensamiento social, y, por la otra, se examinan la rtmica, la estrfica, la rima, la composicin y el estilo. No hay ningn nexo obligatorio entre estas dos investigaciones, en esencia independientes. En el primer caso, el investigador literario se convierte, de hecho, en un historiador del pensamiento social, desatendiendo la especificidad artstica del material investigado. En el segundo, se enfrenta inevitablemente a la interrogante: pero qu significan las observaciones formales hechas por l? En los trabajos de una serie de dotados investigadores, esta contradiccin llegaba a ser superada de manera espontnea. Esas experiencias merecen todo tipo de estudios. Sin embargo, la ciencia comienza all donde los hallazgos intuitivos se revisten de una rigurosa metdica de demostraciones y se apoyan en un elaborado aparato de investigacin.

    El estudio estructural se empea en eliminar la bifurcacin de los estudios literarios contemporneos; por una parte, ve en la literatura un arte, una forma especfica de la conciencia social, e interviene decididamente contra su primitiva disolucin en la historia de las doctrinas sociales. Por la otra, se plantea la tarea de revelar la idea de la obra como una unidad de elementos significativos. Con respecto a cada elemento de la estructura artstica surge la pregunta: cul es su significado, qu carga de sentido lleva? La relacin de la idea artstica con la construccin de la obra recuerda la relacin de la vida con la estructura biolgica de la clula. En la biologa ya no se hallar a un vitalista que se ponga a estudiar la vida fuera de la organizacin real de la materia que es su portadora. En los estudios literarios an se los encuentra. Pero tampoco la enumeracin del inventario material del tejido vivo revelar los misterios de la vida: la clula se nos presenta como un complejo sistema que funciona y se autoajusta. La realizacin de sus funciones es la vida. Tambin la obra artstica es un complejo sistema que se autoajusta (cierto es que de otro tipo). La idea es la vida de la obra y, de idntica manera, ella es imposible en el cuerpo desmembrado por el anatomista y fuera de ese cuerpo. El mecanicismo del

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    3/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    primer acercamiento y el idealismo del segundo deben cederle el sitio a la dialctica del anlisis funcional.

    Al acercarse a los elementos del texto artstico que tradicionalmente se consideraron formales, con el fin de determinar su significado cargado de contenido [soderzhatelnoe], el investigador estructuralista parte de que los elementos arrancados del sistema no pueden tener ningn significado.

    De esa manera, al investigador se le plantea la tarea de determinar las unidades significativas elementales del sistema dado (cada una de ellas representar un haz [nabor] de indicios diferenciales) y las reglas de su combinacin en unidades significativas ms complejas. La metdica cientfica que se aplicar para ello, ser una para todos los niveles de la obra artstica (desde los ms simples hasta los ms complejos) y coincidir con los procedimientos del estudio de otros sistemas modelantes (el lenguaje, el mito, etctera). Por supuesto, los elementos mismos y las reglas de su combinacin sern diferentes en cada caso.

    Los elementos significativos de una estructura dada sern aquellos elementos que en los limites de ella tengan una contraposicin (que estn incluidos en una oposicin). La esencia del elemento no se nos revela a travs de la descripcin de su naturaleza aislada, sino como resultado de la dilucidacin de lo que est contrapuesto a l. As, en el verso de Pushkin:

    Vosstante, padshie raby! Alzaos, esclavos cados!

    el elemento vosstante (alzaos) adquiere un sentido diferente en dependencia de las oposiciones del sistema en que lo incluyamos.

    La oposicin: Vosstante prostrites nits Alzaos prosternaos

    revela la semntica; y la oposicin: Vosstante vstante Alzaos levantaos

    revela la estilstica (la pragmtica, en trminos de semitica) del elemento dado. La inclusin de ese mismo elemento en una oposicin ajena a la oda Libertad:

    Llamado al Llamado a alzamiento la reforma

    o:

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    4/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    Llamado al Llamado al

    alzamiento mantenimiento de la esclavitud,

    altera decididamente el significado de ese elemento en el sistema pushkiniano. Si tomamos como verdaderas las dos ltimas oposiciones, caeremos entonces en una contradiccin irresoluble al tratar de comprender, por ejemplo, los versos:

    Padiot prestupnaia sekira... I sio zlodeiskaia porfira Na gallaj skovannyj lezhit.

    Caer el hacha delictuosa... Y he ah: la prpura malhechora Yace sobre los galos encadenados.

    Aqu el despotismo (la prpura malhechora de Napolen) no es una anttesis del alzamiento popular y de la ejecucin del rey, sino una consecuencia. La anarqua y el despotismo son variantes de la ausencia de legalidad y de la violacin de la libertad poltica. La ejecucin del rey (la anarqua) engendra el despotismo (Napolen), y el despotismo (Pablo) engendra la anarqua (el asesinato del 11 de marzo de 1801). A ambos se les opone la ley. As:

    Revolucin Francesa Dictadura de Napolen Despotismo de Pablo I Asesinato del 11 de marzo de 1801

    } La leyEn la anterior inscripcin el signo significa oposicin (en la lectura

    puede ser sustituido por la expresin es opuesto a), y los conceptos escritos en columna representan sinnimos en el sistema dado.

    Poemas tales como Napolen darn un sistema de oposiciones totalmente distinto.

    El trmino oposicin ha sido tomado en prstamo de la lingstica estructural (lo introdujo N. S. Trubetskoi en la fonologa). Est claramente vinculado con la unidad de los contrarios de Hegel y el principio de la anttesis de Darwin, aplicado por G. V. Plejnov al anlisis del arte4; fue colocado por F. de Saussure en la base de su sistema (el mecanismo de la semejanza y la diferencia), y ha sido aplicado de manera fructfera por Roman Jakobson, en psicologa por L. Vygotski, y en la etnografa por Boas y Lvi-Strauss. Por lo visto, es un medio eficaz para la construccin de modelos de

    4 G. V. Plejnov, Iskusstvo. Sbornik statei, Novaia Moskva, Mosc, 1922, pp. 37-59.

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    5/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    diferentes estructuras. Semejante mecanismo de descripcin se presta mucho al estudio con medios matemticos. El profundo carcter dialctico del principio de las oposiciones se manifiesta en que la antiteticidad es entendida aqu como una forma especial de comunidad. Tal como las variantes de un elemento tienen una invariante (para la columna izquierda en el ejemplo de la oda Libertad, la invariante ser la violacin del equilibrio poltico), los miembros de la oposicin tienen un archifonema, un archilexema, un archisema, etctera, que elimina (neutraliza) su carcter contrapuesto:

    Miembros de la oposicin

    Violacin del equilibrio poltico (mal sistema poltico)

    La ley (buen sistema poltico)

    Comparemos esto con los versos: On jochet byt kak my tsyganom: Ego presleduet zakon.

    l quiere ser gitano como nosotros: Lo persigue la ley.

    Aqu la oposicin es: Libertad La ley (estado (estado poltico) extrapoltico)

    Resulta claro que en el primer sistema los miembros de la oposicin no slo estn contrapuestos, sino que tambin tienen algo esencial en comn. Y si echamos una ojeada a la primera oposicin con los ojos de la segunda, precisamente eso que hay de comn sale a primer plano: los sistemas polticos malo y bueno son idnticamente malos, ya que se contraponen en igual medida a la libertad natural. Y puesto que a Pushkin no le interesa en Gitanos la diferencia, sino la comunidad de esos conceptos (los indicios bueno y malo en el caso del concepto sistema poltico dejaron de ser diferenciadores, perdieron su significatividad), l los rene en una sola palabra: ley.

    Vemos que el conjunto de las oposiciones bsicas refleja la concepcin autoral de la realidad, la estructura del texto del escritor. Pero la compleja jerarqua de los elementos significativos construidos segn las reglas de la estructura dada, constituye el modelo autoral del mundo, realiza la idea artstica.

    El ejemplo aducido tambin es interesante en otro respecto: muestra que determinados aspectos de la estructura slo se revelan cuando observamos a esta ltima con los ojos de una estructura de otro tipo, cuando traducimos sus conceptos al lenguaje de otro sistema. Aqu se abre un camino hacia un

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    6/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    estudio ms exacto de una amplia esfera de problemas: desde la accin de la realidad sobre el arte hasta el problema de las influencias, de la adaptacin, de las recepciones de la accin de unos tipos de conciencia, de cultura, de arte sobre otros. Aqu tambin se abre un camino hacia un problema todava casi no planteado en nuestra ciencia: el escritor y el lector. La mayora de las veces estudiamos la intencin [zamysel] del escritor (ms raras veces, la encarnacin de esa intencin). Cmo se transforma la obra del escritor en la conciencia del lector y cules son las leyes y formas de esa transformacin: sta es una cuestin que no ha sido estudiada en absoluto.

    Es necesario subrayar un aspecto ms de la cuestin. En la compleja jerarqua de la obra artstica no todo se reduce a un sistema de conceptos. Los que luchan contra el estructuralismo desde las posiciones del intuitivismo, lo acusan de desatencin al aspecto sublgico, emocional, del arte. Este reproche es infundado. La cuestin del modelado de las emociones, de la relacin de lo consciente y lo intuitivo en la creacin artstica, interesa profundamente a los investigadores literarios y psiclogos de orientacin estructural. Sin embargo, ellos plantean que, tal como el ictilogo no est obligado a convertirse l mismo en un pez, asimismo en el estudio de los procesos intuitivos es deseable emplear una metdica ms perfecta que la que est basada en la intuicin investigativa. En esto se debe tener en cuenta que la cuestin de la naturaleza de la intuicin adquiere hoy da un sentido considerablemente ms amplio, convirtindose en uno de los problemas cientficos ms actuales, puesto que resulta cada vez ms claro que el futuro de los sistemas automticos est estrechamente ligado a las tentativas de modelar artificialmente los procesos intuitivos.

    El estudio estructural de la literatura da sus primeros pasos. Esto est ligado a una inevitable agudizacin polmica en el planteamiento de las cuestiones metodolgicas, a una bsqueda de vas investigativas, a hallazgos y fracasos. An es temprano para hacer cualquier balance de sus logros y fracasos. Slo hay una cosa clara: cambia la naturaleza misma de la ciencia literaria. Observo con alegra cmo la filologa deja de ser una profesin fcil que no exige una particular especializacin.

    A mediados del siglo XIX, al fillogo universitario se le exiga un profundo conocimiento de las lenguas antiguas y habilidad para realizar pesquisas textolgicas, comentarsticas y biogrficas. Despus, consecutivamente, se sumaron las exigencias de un dominio del material histrico, de una erudicin cultural relativamente vasta, de prctica en la investigacin sociolgica; surgi la metdica estadstica del estudio del verso, la estilstica literaria, etctera. Las exigencias crecan, la esfera de conocimientos

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    7/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    indispensables para el fillogo se ensanchaba constantemente. Pero, al mismo tiempo, tena lugar un proceso inverso: el investigador literario dej de ser fillogo la lingstica devino una profesin independiente y lejana. Las lenguas y literaturas antiguas pasaron a ser estudiadas slo por un estrecho crculo de especialistas; el occidentalista obtuvo el derecho tcito de saber sobre la literatura rusa slo de cursos generales; y el rusista, el de orientarse de manera igualmente superficial en la literatura extranjera (no slo en la euroccidental, sino tambin en la eslava!). Ser textlogo, verslogo, devino para el investigador literario un rasgo no obligatorio, sino facultativo. Este proceso tiene su explicacin objetiva: est ligado a la especializacin, rasgo caracterstico de la ciencia de la etapa precedente. Pero tuvo no slo consecuencias positivas: ser un investigador literario, en particular especializado en el terreno de la literatura moderna, se hizo ms fcil. Y a eso se sum tambin una serie de causas accesorias que contribuyeron a un descenso de los criterios en las ciencias humanas.

    El estudioso literario de nuevo tipo es un investigador al que le es indispensable conjugar un amplio dominio del material emprico adquirido independientemente, con hbitos del pensamiento deductivo elaborado por las ciencias exactas. Debe ser un lingista (puesto que en el momento actual la lingstica ha tomado la delantera entre las ciencias humanas, y precisamente en ella a menudo se elaboran mtodos de carcter cientfico-general); poseer prctica en el trabajo con otros sistemas modelantes; estar al corriente de la ciencia psicolgica y aguzar constantemente su propio mtodo cientfico, reflexionando sobre los problemas generales de la semitica y la ciberntica. Debe acostumbrarse a la colaboracin con los matemticos y, en el caso ideal, reunir dentro de s al investigador literario, el lingista y el matemtico. Debe educar en s mismo el pensamiento tipolgico, no aceptando nunca como una verdad definitiva la interpretacin a la que est acostumbrado.

    S, ser un investigador literario se hace difcil y en el ms cercano futuro ser an inmensurablemente ms difcil. Y en esto se halla tal vez el resultado ms esperanzador de las nuevas tendencias en las ciencias humanas.

    Tartu

    ______________ Mihhail Lotman, 2004-2008. Desiderio Navarro, de la traduccin. El copyright de los artculos publicados en Entretextos pertenece a sus autores, del mismo modo que, en el caso de las traducciones, los derechos de las mismas pertenecen a los traductores. Los artculos pueden ser enlazados o reproducidos electrnicamente para fines docentes e investigadores, sin

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    8/9

  • Entretextos N 3 Mayo 2004 Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura ISBN 1696-7356 hhtp://www.ugr.es/local/mcaceres/entretextos.htm

    Direccin y edicin: Manuel Cceres Snchez Universidad de Granada Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Lingstica General y Teora de la Literatura Campus de Cartuja, s/n 18071-Granada (Espaa) [email protected]

    alteraciones e indicando su procedencia. Se debe citar la direccin electrnica (URL), as como el nombre del autor y del traductor, dado el caso, cuando se reproduzca, distribuya o comunique pblicamente el contenido de estas pginas, en todo o en parte. En el caso de una reproduccin total en internet o en revista impresa, se debe obtener autorizacin expresa de Entretextos, as como del autor y al traductor, dado el caso o de quien posea los derechos de autora o de traduccin. Se prohbe la reproduccin total de artculos en formato de libro impreso sin permiso previo por escrito de Entretextos.

    Esta edicin en pdf, revisada y corregida, est disponible desde diciembre de 2008.

    Cmo citar este documento:

    Iuri M. Lotman. Los estudios literarios deben ser una ciencia. Entretextos. Revista Electrnica Semestral de Estudios Semiticos de la Cultura. N 3 (Mayo 2004). ISSN 1696-7356. Traduccin del ruso de Desiderio Navarro.

    Iuri M. Lotman Los estudios literarios deben ser una ciencia

    9/9