LOS NIÑOS ESPAÑOLES DE MORELIA. PROLOGO DE DOLORES PLA BRUGAT

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Prólogo del libro de Emeterio Payá Valera "Los niños españoles de Morelia. El exilio infantil en México.

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PRLOGOGeneralmente se plantea que la historia del exilio republicano espaol en Mxico comenz con la llegada del vapor Sinaia a Veracruz el 13 de junio de 1939. Esto no es exacto. Comenz antes. Los primeros refugiados que llegaron a Mxico en grupo llegaron en 1937. Se trat de 456 nios que fueron recibidos en tierras mejicanas con la intencin de salvarlos de la guerra civil que barra Espaa. El Gobierno de Lzaro Crdenas los recibi como un gesto ms de amistad y solidaridad con la Espaa republicana, a la que tambin auxiliaba envindole vveres y material de guerra, y con apoyo diplomtico. Estos pequeos refugiados fueron instalados en la capital del estado de Michoacn, por lo que habran de llegar a conocerse como los Nios de Morelia.Se pensaba que su estancia en tierras mejicanas sera transitoria, durara slo el tiempo necesario para que el Gobierno republicano espaol legalmente constituido lograra vencer a los militares sublevados en su contra que, con el apoyo de la Alemania nazi y la Italia fascista, haban lanzado a Espaa a una cruel guerra civil. La realidad fue otra: la democracia republicana fue derrotada y reemplazada por la que habra de ser una prolongada dictadura, encabezada por el general Francisco Franco. De esta manera, no slo no hubo un regreso para estos refugiados tempranos, sino que a ellos se sumaron al final de la contienda muchos ms.Mxico fue, despus de Francia, el segundo pas en importancia en la recepcin de refugiados espaoles, a sus tierras llegaron alrededor de 20.000. Pero mientras en Francia fueron mal recibidos, en Mxico el presidente Lzaro Crdenas y, despus, su sucesor Manuel vila Camacho les abrieron generosamente las puertas en un gesto prcticamente nico cuando estos espaoles eran rechazados por todo el mundo. Por ello, con justa razn, la generosidad de Mxico se ha resaltado siempre cuando del exilio espaol se trata, al igual que se ha mostrado ampliamente lo benfico que result la presencia de estos refugiados para su pas de acogida. Menos, en cambio, se ha reparado en que la historia de este exilio, como toda historia humana, no slo est constituida por luces sino tambin por sombras. Y si hay una faceta del exilio espaol llena de claroscuros es la que representan los Nios de MoreliaEmeterio Pay Valera, quien fuera uno de estos 456 nios, casi cincuenta aos despus de haber llegado como refugiado a Mxico, decidi escribir, apoyndose bsicamente en sus propios recuerdos, pero tambin en los de sus compaeros, en la poca bibliografa que haba sobre el tema y tambin en documentos, la historia de esta avanzada del exilio espaol en Mxico. As, en 1985 apareci la primera edicin del libro Los nios espaoles de Morelia (El exilio infantil en Mxico), el mismo que ahora afortunadamente se reedita. En l, Emeterio nos muestra, con una emocin que seguramente slo puede transmitir quien ha vivido los hechos, los contrastes a que hacemos referencia. Su narracin nos permite ver que sta que en principio es una historia de solidaridades, lo es tambin de abandonos y que si los Nios de Morelia tienen mucho que agradecer, tambin tienen mucho que reprochar.Emeterio cuenta cmo en Mxico fueron extraordinariamente bien recibidos. Una multitud emocionada se api en el puerto de Veracruz para ofrecerles msica, besos, abrazos y lgrimas. Tambin durante el recorrido en tren que habra de llevarlos primero a la capital y luego a Morelia recibieron muestras de afecto y bienvenida, las mismas que se multiplicaron a su llegada a ambas ciudades. Las ruidosas manifestaciones de afecto no dejaban ver que los nios se sentan, y en alguna medida lo estaban, abandonados. Durante el viaje, deban contar con el cuidado de profesores y personal espaol. Desafortunadamente, abundan los testimonios que ponen de manifiesto que a excepcin de unos cuantos que cumplieron con su misin, la mayora de este personal prcticamente se desentendi de los nios. Y las muestras de abandono siguieron a la llegada a Mxico. Cmo explicarse, si no, que dos nias "desaparecieron" durante el trayecto a Morelia.1A mediados de 1939, el entonces director de la escuela de Morelia daba a cuatro nias por "desaparecidas", p. 100. Dos de ellas ni siquiera haban alcanzado a llegar a Morelia. Dolores PLA BRUGAT, Los Nios de Morelia. Un estudio sobre los primeros refugiados espaoles en Mxico, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia - Embajada de Espaa, 1999, p. 123.

Los destacados xitos de los alemanes: uno en Espaa y el otro en toda Europa desataron la barbarie ms espantosa.

La Secretara de Educacin Pblica de Mxico acondicion adecuadamente la escuela de los Nios de Morelia y les destin un presupuesto superior al que se dedicaba a escuelas parecidas. Sin embargo, tanto el testimonio de Pay como las fotografas de la poca muestra mayormente a nios mal vestidos, rapados con un pauelo en la cabeza las nias, en un intento por acabar con la sarna y la tia, que prcticamente fueron endmicas en la escuela de Morelia. Resulta evidente que los recursos que se aportaban para la escuela no llegaban adecuadamente a sus destinatarios.A las carencias materiales se sum no pocas veces la de personal adecuado. No siempre se tuvo mucho tino al escoger a los directores de la escuela. El primer director, el profesor Lamberto Moreno, era un hispanfobo que lleg a comentar que, de ser posible, se quitara hasta la ltima gota de sangre espaola que hubiera en sus venas. Y an el personal docente que lleg con buena disposicin a hacerse cargo de los nios distaba de estar preparado para tratar a unos menores que venan marcados por la experiencia de la guerra. No pocos de ellos eran nios problema. Tanto aquellos a los que la angustia les haca orinar en la cama, que eran conocidos como "los meones" y tratados de forma humillante, como aquellos otros, que casi siempre eran de los mayores del grupo, que tenan un comportamiento que casi rozaba lo delictivo y que significaron una pesadilla para la mayora de sus compaeros, sobre todo los ms pequeos, que se vean sometidos a sus arbitrariedades.En general, por las experiencias que haban vivido, eran un grupo conflictivo. Pay rememora cmo los dos edificios de la escuela de Morelia tuvieron que ser cuidados por soldados, debido a que los nios haban irritado en grado sumo a los catlicos morelianos al apedrear algunas iglesias.

Un nuevo viaje administrado por manos limpias de rencores: una campaa a escala nacional para informacin de los nios de la guerra dispersos en Mxico.Los ataques a templos catlicos fueron comunes durante la guerra civil en Espaa ylos nios espaoles seguramente loshaban contemplado. Tambinla "insurreccin" queorganizaron contra Lamberto Moreno, despus de la muerte de uno de sus compaeros, y que atribuan al profesor, estaba inspirada en lo que haban visto hacer en Espaa.Que la escuela de Morelia no lleg a ser un lugar grato para vivir, queda sobre todo de manifiesto por el hecho de que las fugas de la misma era una constante. Pero si el Gobierno mexicano, una vez pasada la euforia de la bienvenida, por las razones que fuera, no logr generar un espacio adecuado para los nios, tampoco lo hicieron otros personajes importantes dentro de esta historia. Uno de ellos, la antigua colonia espaola de Mxico, tuvo una actitud ambigua. Si bien hubo buena intencin de no pocos antiguos residentes que en forma individual procuraban apoyar a algn o algunos de los nios, tambin es cierto que muchas veces la preocupacin de la antigua colonia por sus pequeos paisanos chocaba con el deseo de desprestigiar la obra solidaria del Gobierno mexicano y con el de atraerlos a posturas ideolgicas opuestas a las que sus padres defendan en Espaa y sus anfitriones en Mxico.Tambin los republicanos que llegaron derrotados a Mxico dos aos despus que los nios tuvieron parte de la responsabilidad en la historia de estos nios. Habiendo llegado a Mxico desde 1939 y contando con importantes recursos econmicos al servicio del propio exilio, no se ocuparon de los nios hasta 1943, cuando crearon casas hogar para ellos en la ciudad de Mxico, y an parece que ello sucedi a peticin de Lzaro Crdenas, entonces ya ex presidente. En aquel momento, no eran pocos los Nios de Morelia que deambulaban por distintos lugares del pas, especialmente en la capital, donde no era infrecuente que visitaran el tribunal para menores acusados de vagancia.La mayora de ellos se reagruparon en las casas hogar con los compaeros que hasta entonces haban permanecido en Morelia, los que haban llegado menores. En general, las seis casas hogar, muy especialmente las dos que albergaban a las nias, fueron un grato parntesis. ste termin en 1948 cuando se declararon agotados los fondos del Gobierno republicano espaol en el exilio y los Nios de Morelia fueron puestos en la calle. Ciertamente, muchos de ellos ya tenan una edad en la que podan sobrevivir solos, pero aquellos llegados con apenas 3 4 aos, tenan entonces slo 14 15.Con la excepcin notable de Lzaro Crdenas que hasta su muerte estuvo pendiente de los Nios de Morelia, y de pocos ms, nadie sale libre de culpa en esta historia, de la cual, quiz, lo que ms asombra es que despus de las difciles condiciones a que se vieron sometidos los Nios de Morelia prcticamente todos ellos se convirtieron en buenos ciudadanos y padres de familia.Cuando apareci el libro de Emeterio no fueron pocos los compaeros que le reprocharon el hecho de haber puesto en negro sobre blanco sus experiencias. En cierta manera, se le acusaba de que su libro diciendo la verdad pona en entredicho el agradecimiento que los Nios de Morelia deben a Mxico y muy especialmente a Lzaro Crdenas. Desde luego, sta no era la intencin del autor. Pero s que quera que el libro fuera una denuncia: "Si las suciedades que existen en el mundo han de corregirse alguna vez, ser por la denuncia que se haga de ellas y no merced al silencio cobarde", escribe Pay. Y esta denuncia quiz poda contribuir a que la suerte de millones de nios que son hoy da refugiados, fuera mejor que la de los Nios de Morelia. Escribi Emeterio: "Ojal que mi modesto trabajo sirviera alguna vez para evitar que los nios desprotegidos del mundo sean objeto de estafas; pretexto para lucros de bribones o usados como instrumento poltico.Ojal!"2P. 247.

Dolores PLA BRUGAT