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AÑO1 ° Panamá, 21 d e Septiembre de 1904.

NUM . 16

CANTO DEL JAPON

salís(itó/ter= Q ~_w Q .

gap.

llm rll .0~r lr

l~!5ir es

Pió mosco,

Tom 01?~~

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Andante.

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WYdasa.

EL HERALDO DEL ISTMO

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El Heraldo del lstmoDirector - Propietario : GUILLERMO ANDREVE---

PANAMÁ 21 D E SEPTIEMBRE DE 1904.

SUMARIO. —CANTO DEL. JAPÓN .—PÁGINAS DEI, DIA

RIO DE LORD MACAULAY EN SU VIAJE Á, ITALIA,

Traducción del doctor Ciro L. Urriola . —CONCURSO LITERARIO . —CAMPOAMOR (poesía),

Rubén Darío .—LETICIA LÓPEZ (Soneto), Julio

Arjona Q.—BENILDA PEREZ (poesía), Ricardo

Miró.—PAGINAS DEL ISTMO, Corsarios y Piratas.Juan B. Sosa .- LECTURAS, F. García Calde-

rón Rey.—FLORES DEL CAMINO, H. Patiño.—

Ecos DE LA QUINCENA, Romeo--- ABANDONADO,Edmundo Botello., -MADRIGAL (poesía) F.

Molino.—VENECIA DE NOCHE, Jorge Sand, Tra-ducción de Juan J. Méndez .—Natas,

Páginas del Diario de Lord Macaulay

en su viaje á Italia

(Continuación)

Sir Walter Scott gustaba mucho de apelar áesto recurso para excitar la risa : á saber LadyMargaret, and his Saered Majes/jis disjune;ClandeHa/ea, and Clones non ; Si)' Dugald Dalgelty,anal the Marischal Colleje of Aberrdeen; the Bai--Pie, and his fatber, thc dcacon. ; oid Trapbois, andjoe a co as ideration . Si esto sale una vez bien,diez resulta mal-

Sábado, Noviembre 10 de 1838 . Nuestro char-gé d'ajfaires aquí, Mr. A ubia, me dice en cartaque ha recibido un mensaje confidencial para mi;que desea saber cuándo podría ver me. Le contes-té cl ieiondole que iría á su casa después de almuer-zo. Esto me hace suponer que talvez los minis-tros necesitan mi apoyo en el Parlamento . Fut.pues, á verlo y entregóme dos cartas, una de lordMelbourne y otra do Rice . Ambos me suplicanque acepto la Fiscalía y al mismo tiempo me danseguridades de poder conseguir un puesto para míen el Parlamento á muy poco costo . Rice insistomucho sobre los honorarios quo, según él, ascien-den á dos mil quinientas libras anuales . Supongoque son menos, pero si él lo dice bien sabido lo ten-drá . El dinero no lo lee menester . Tengo doqué vivir, y esto es bastante. El muy honorableantepuesto á mi nombro está muy lejos de sedu-cirme. El prestigio quo puede dar esto cargo es

ninguno . Como miembro independiente del Par-lamento tendré un prestigio infinitamente mayor.Y hoy mis :no, tal cual soy, disfruto de grandísimoprestigio . Hoy puedo escribir á mi elección, ycuanto escriba puede producir gran efecto en laopinión pública . En un empleo tendría quo estarnecesariamente muy coartado. En un Ministeriopodría hacer algo en favor de mis opiniones perso-nales de Gobierno ; poro un simple emplead, es unesclavo tanto en la oficina como fuera do olla . Yohe saboreado ya la amargura de esta esclavitud.Aun contando tan solo con un bocado do pan, miespíritu so rebelaría contra tan tiránica depen-dencia . Yó era turbulento, hoy estoy resignado.Entonces fuí á la india en busca do independencia,la gané y la censor varé. En este sentido escribíá lord Melbourne y á Rico . Díjeles que de buenagana haría cuanto do mí dependiese por servirlosen el Parlamento ; pero que ningún empleo, excep-to los de mayor raigo, hacía los cuales no abriga .ba ninguna aspiración . podría tener aliciente paramí ; que la posición (le subordinado era ineompati-blo con mi carácter ; quo esto lo sabía yo por expe-riencia, razón por la cual no estaba dispuesto áintentar una nueva prueba . Les suplicaba que nollegasen n á imaginarse que yo pudiera aspirar áuna plaza que Maekin toste había deseado obtenerantes que yo . Que estaba muy lejos de eso. Quetodos estos pasos los estimaba yo como muestrasde recompensa superiores á mis servicios, po r o imferiares al imaginario precio en que, por mi mane-ra de ser especial, estimaba yo mi libe r tad y misestudios . La única cosa que me tentaría á sacri-ficar ni libertad y mis estudios sería el poder yorealizar grandes cosas ; pero tal poder, como esperfectamente sabido, en quien está más limitadoes en un empleado sin cartera.

Nunca en mi vida ho dado un paso con másconfianza en mi ;juicio ni con más firmo convie .chía en que lo que hacía era lo que Inás conveníaá mi felicidad, honor y provecho. 1)o nada incarrepiento. Si ellos me toman la palabra y logranllevarme al Parlamento sin ningun compromiso,mi situación sería envidiable ; pero no confío enel resultado.

Martes, Noviembre la.—La jornada fué al cam-po de Trasiuneuo, y tan pronto como fué do día leíla descripción de la escena en Tito l civio y hubieradeseado haber traído conmigo también á Polibio.Sin embargo, importa poco porque no pude ver na-da absolutamente . Me encontraba exactamenteen la posición ocupada por el cónsul Flaminio,oculto completamente por la niebla matutina. Nopudo descubrir el lago sino cuando el camino mecondujo á poca distancia de él ; y entonces mi vis-ta solo pudo extenderse á unas pocas yardas onuna cañada fangosa y de escasa agua, de maneraque puedo decir en pul idad que no ví más que loquo ese día vió el ejército romano . Pasado unbuen rato comenzamos á ascender, y al fin llega-mos ayudados por bueyes, á una eminencia dondeel sol brillaba en toda su pureza . Las cimas detodos los cerros inmediatos se destacaban muyclaros, mientras la niebla se amontonaba allá aba-jo en el valle corno un lago que serpentease entremontañas . Entonces comprendí la inmensa ven-taja de Anibal en montar sus tropas en lo alto don-de las podía ver todas y en donde ollas mismaspodian verse unas á otras, en tanto que los roma-nos tropezaban y andaban á tientas y sin concior-

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Eb . IIERALDO DEL ISTMO

tu, envueltos en la espesa niebla de abajo . Por latarde comencé á divisar los blancos bueyes de Cli-tumno.

Noviembre 14 .--A las cuatro y media me le-vanté y partí . El sol comenzaba á. disipar la nie-bla cuando llegué á Narvi . 1 .a perspectiva oraverdaderamente grandiosa : mucho más hermosaque la de Matlock ó la do Wye, pero en algunaspartes por el mismo estilo . El pálido contornodel río que allá bajo ruge con estrépito, aunque nomuy pintoresco, es interesante por sus clásicos re-cuerdos . Pensó en Virgilio y en la manera fielcomo había pintado el aspecto por demás notablecaracterístico del p aisage italiano. Cuando el díadeclinaba, ví por primera vez el Tibor . Ví tam-bién el monte Sora.cte, y, al revés de ]3yren, su vis-ta me apasionó al causa de Hora cio (1) Y de estomodo plagué á Civeta. Castellana, á donde determi-né pernoctar, á pesar do que eran apenas las dospasadas . No quise entrar á Roma de noche ; que-ría ver la cúpula de San Pedro á distancia y sur-gir la ciudad poco á poco y por grados.

Noviembre 15 .-Apenas llegué esta mañaname dirigí directamente de la puerta do la fonda áSan Pedro. Estaba tan excitado por la expertación de lo que iba á ver, que no pude darme cuen-ta de ninguna otra cosa . Estaba nervioso. Lacolumnata del frontispicio es magestuosa ; minorenLargo prodú,jeme cierta desilusión como me la hu-biera producido el pórtico mismo del paraíso . En-tró, y durante un minuto estuve co m pletamüntedeslumbrado ante la magnificencia y armonía delinterior . Jamás he visto nada en mi vida -y supongoque no volveré á ver nunca-nada tan asombrosa'mente bello. Francamente habría podido llorarde placer . Recorrí la basílica durante una hora dmás prestando muy poca atención á los detalles,pero absorto ante el efecto sublime del conjunto.

Vagando al regreso por la Piazza di Spagna,me encontré cuando menos lo pensaba delante delpórtico del Panteón . Sorprendióme y afectómetanto como si ignorase que existiese semejanteconstrucción en Roma. El resuene en sí toda lalabor de la edad de Augusto ; el esfuerzo todo dolos hombres que vivieron con Cicerón, César, Ho-racio y Virgilio . ¿Qué dirían ellos al verlo hoylleno de rótulos tales como Invicto Sacro é I-ul-t)eneia perpetua .?

Noviembre 16 .-Apenas aclareó apresuréme áir por segunda voz á San Pedro . 'ay un sitio cer-ca del cual no puede pasar ningún inglés sin dete-nerse algunos instantes . Hacia un lado de la na-ve, un monumento de Canova señala la tumba elelos últimos príncipes de la casa de Estuard o : Ja-cobo III, Carlos Eduardo y el Cardenal York, áquién los últimos ;jacobistas dieron en llamar En-rique IX. Guié mis pasos entonces hacia el río,al sitio donde existió el antiguo Puente Snblicio,y traté de comprobar si mi Eloracio correspondíacon la topografía del lugar. Perfectamente bien;pero su casa ha debido estar en el monte Palatino,de lo contrario jamás habría podido ver el monteCcelius desde el sitio del combate (2) . De aquíore dirigí al Capitolio, y vagué por entre las galo-

[17 Véase el canto IV del CIII)DE IIA)tOLD, estancias 74 á77 .

12i cut he san on PalatinasThe white porob of Ole borne,And he spoko io the noble ríver

'ro at volts by the wa lbs of Roma .

rías de pinturas reunidas allí por Benedito XIVmi papa . favorito.

Noviembre 22 .- l'uf á ver una famosa reliquiarecientemente descubierta : la tumba del panadero.Este panadero y su esposa y la fecha en que handebido ejercer su oficio y el sentido que debe darseá la palabra uppaaet, son los grandes temas dediscusión en los mejores círculos de Roma. Ex-trema ciudad! una vez señora del mundo, los ecosque de ella nos llegan hoy provienen del descu-brimiento do la tumba . de uu menestral que ha de-bido morir por lo menos mil quinientos años hace!En cuanto á la cuestión de si cappa'ret es una abre-viatura do eppav iioris, es para ellos lo que los pro-yectos de ley de Lieinio y las leyes agrarias fueronpara sus antecesores ; lo que el Cathol-ie hill y el Re-

.forvnbill han sido para, nosotros . Esto me hizo abs-traer en una reflexión que con frecuencia me ha asa]tado aquí, cual es quo día vendrá en quo Londresreducida á lo que es hoy la parroquia de San Mar-tín y alimentada en su decad rucia por lo quo legasten opulentos patagones y neozelandeses, noten-dría otras cuestiones importantes que decidir quola colocación de inscripciones como ésta sobre lapiedra funeraria de la viuda de algún panadero deHoundsditch . " Desde hace mucho tiempo meabruman tremendas aflicciones . "

Noviembre 2d . -A las diez so presentó Coylar(I)y partimos. La jornada, podría servir de tema pa..ra un libro . Nos diri,jimos al colegio inglés y re-corrimos sus claustros, claustros muy interesantespara un inglés . Allí yacen muchos do nuestrosdignatarios que murieron en Roma antes de laReforma. Allí reposan tambien las reliquias demuchos jacobistas, mártires abnegados de unacausa indina. Echamos una ojeada al refectorio,muy semejante al de los colegios menores de Cam-bridge en nni época, el de Peterbouse por ejemplocon su olor á sopa trasnochada para hacer máspatente la semejanza . Vimos al Rector doctorWiseman, , un joven eclesiástico lleno ele salud yde vigor, algo asi como el W hewell quo yo conocíhace dieciocho años . Clérigo corpulento y colo-rado, en hábitos de púrpura en el claustro . Loacompañaba lord Clifford, en uniforme de tenientede Devonshire, orgulloso de habe r hecho la corteal papa Gregorio . Se mostró en extremo cortés yhablo con gratitud de la benevolencia que le dis-pensó el General Idacaulay en Italia. Wisemanasintió á lo mismo . Realmente, por todas parteshe escuchado alabanzas de nn tío . Lord Clifforden nada se conforma con la idea que yo me teníaformada de un pár católico de antiguo abolengo.Siempre me había imaginado un personaje vani-doso y soberbio, con ínfulas de hombro de pro,pero de aquellos quo ya no se usan, y tal como ellord católico en la historia sencilla de Mrs. lch-hold, ó el Lord Glenallan de Sir Walter Scott sinsu remordimiento. Pero lord Clifford es unachispa . habló de la recepción quo le hizo el Papatanto á él como á lord Shrowsb nry . Su Santidadgoza do muy buena salud y do muy buen humor,y es algo más jovial ele lo que concedería un es-tricto formalista .. Lord Shrewsbury manifestóque llegó un momcuto en que le pareció un mli-

11)Mr corlar era un católico inglés residente e, Runa y amybien informado de todo lo relativo ála ciudad, antiina y moderna.Disfrutaba ele gran favor non el clero y losprelados y era. por lomismo uu amigo inestimable para los viajeros ingleses h cuya lis.posición ponla tanto sus conocimientos como su influencia .

EL HERALDO DEL ISTMO

chacho retozón y poco después cual otro León de-teniendo la marcha de Atila. Parece que lepobre rey de Prusia es el Atila 1 que se alude.Pasarnos á las habitaciones del Dr. Wiseman al-hajadas exactamente al estilo inglés y en todosemejantes á las de un bachiller de Trinidad.Después de visitar la librería, en donde hojee uuejemplar auténtico del Libro de los Mártires deVox y del cual tomó notas Parsons para su res-puesta, nos despedimos de nuestros paisanos conlas muestras do la más viva simpatía . Atrave-samos el río y nos encaminamos al Vaticano.Iiabia recorrido rotos cien piés de la librería sindarme cuenta de que inc encontraba en ella . Nilos libros ni los estantes son visibles . Todo allíes brillante y deslumbrador ; los únicos coloresson el blanco, el rojo y dorado ; arabescos viví-simos y pinturas en el cielo raso y en las paredes.Y es ésta la librería del Vaticano, librería que yosolía imaginarme sobrecogido del mismo temorque si se tratara de la rnás austera y obscurahodleimana ! (1) Los libros y manuscritos estáncolocados en cajas de madera dispuestas inferior-mente al rededor de los muros, y como están pin-tadas de vivos colores que armonizan con el as-pecto alegre de todo lo quo las rodea, hacensuponer que encierran instrumentos musicales,trajes de disfraz ó loza chinesca para danzas ycenas á que parecen destinados estos departa-mentos . Con todo, hay inscripciones que estánconformes con la idea. quo yo me había formadodel lugar, De aquí pasé al Museo que recorrídes-lunibrado ante la multitud y magnificencia delos objetos que contiene . El esplendor de losmármoles antiguos, el alabastro, las grandesmasas de' pórfido , los granitos de varios colores,forman un conjunto comparable al de una regiónencantada. Me admira que en esta edad mato-danzada y de lujo nadie haya intentado abrircanteras como las que surtían . á los antiguos . Laopulencia de la Europa i noderna es inmensamentesuperior á la del imperio romano ; y cuenta quotodas estas eos s son avaluadas y compradas típrecios enormes. Sin embargo, nos contentamoscon oxeavarias de las ruinas de esta antigua ciu-dad y de sus suburbios, sin pensar en buscarlasen las rocas de donde las extrajeron los romanos.Africa y Grecia fueron los puntos del orbe quedieron los mármoleé más costosos ; y es probablequo ahora quo los franceses han tomado posesióndel Africa y que un príncipe bávaro reina en Gre-cia se emprendan algunas indestigaciones.

(Continuará)

A nuestros suscritoresHacemos presento á nuestros suscritores que los

que el 2 de Octubre próximo no hayan pagado elvalor do su -suseri ción no tendrán derecho á to-tear parte en el sorteo ele la máquina de coserWhite.

Inútil será pues, venirnos con reclamos luego.

1 Bodlov fub el fundador de la biblioteca de (atoad, y deaquí se derive el uoub re do biblioteca bodle ini ara . --- N . del T .

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Campoamor.AL VER SU RETRATO

Esto del cabello canoY de la piel como armiño,Juntó su candor de niñoA su experiencia de anciano.Cuando se tiene en la manoUn libro de tal varón,Abeja es cada expresiónQue volando del papel,Deja on los labios la mielY pica en el corazón.

RUBEN DARÍO.

Concurso LiterarioDesde la fecha hasta el día 22 de Octubre abri-

mos un Concurso Literario con el fin de premiarlos dos mejores sonetos que se nos remitan y quetraten temas patrióticas de acuerdo con la augus-ta fecha del 3 de Noviembre.

Todo soneto que se nos envíe para el Concursodebe venir escrito á máquina y bajo cubierta diri-jida al Director de ésta Revista, haciendo constarclaramente quo cl contenido os un Soneto para elCoaeaoso . En una sola, cubierta no debe venirmás do uno en ningún caso.

Los sonetos no deben tener la firma del autor,sino una cifra, inicial ó seudónimo que sirva dedistintivo. La. firma vendrá por separado en otracubierta en cuyo sobrescrito se indique el títulodel soneto enviado por eso auto r y la cifra, inicialc seudónimo correspondiente.

Una sola persona puede enviar dos ó más so-netos, siempre W. acuerdo con lo arriba expresado.

Cerrado el Concurso, los sonetos recibidos que'so ajusten á las condiciones anotadas se pondránon manos de toa Junta Calificadora qua emitirásu fallo en uu plazo de cinco días . Designados porpor ella los sonetos que deben ser premiados se procederá por la Dirección á tornar nota de los nom-bres de los autores . Las cubiertas con los otrosnombres se quemarán enseguida sin abrirse.

Los sonetos distinguidos como mejores los pu-blicaremos en nuestro edición especial del 3 do No-viembre, y los retratos de los autores en primeraoportunidad . A estos obsequiaremos, como ro-cuerdo del concurso, con dos obras de todo lujo,qué enunciaremos en tiempo oportuno, distingui-das con los calificativos de primer premio y se-gundo premio.

Hemos nesígnado para componer la Junta Ca-lificadora á-los señores doctores Ciro Luis Urriola,Carlos A. Mendoza y Abel Bravo, de reconocidacompetencia literaria, esperando que dichos ca-balleros acepten esta designación en vista del finquo entraña nuestro propósito.

A tontamente invitamosá nuestros poetas y li -teratos de la ciudad y de fuera para que tornenparte en este torneo de la inteligencia.

otRo L. URRIOLA .

5 EL HERALDO DEL ISTMO

Leticia López_Ostenta en sus pupilas la negrura

De las tétricas noches del invie r no,Non sus cejas dos curvas de azabache,Tienen color de abiselo sus cabellos.

x

En sus labios la guinda se recrea,Al terso cisne le robó .su, cuello;Las rosas Jericó de sus mejillasEnriquecen la Flora de este suelo.

x

Y sus . formas tau, regias simbolizanEsta huirá( inmortal del ete griego;Tiene impulsos muy nobles en su alma,Y la belleza plástica de Venas,Y ea la ardiente mirada de sus ojosSe vislxcmbra la dicta de los Cielos.

Jumo ARJoNA Q.Par irtWaí'. 190-1.

enilda PérezFlores que altivas en la mañana

lucís ufanas vuestros colores.doblad la frente, que en las mejillas de la Cierran«

con mas pureza brilla la grana,la bella grana de sus rubores.

xBrisas -nocturnas, auras discretas,

callad vuestro himno que ya no encanta,que los q' sufren, que los que sienten penas secretas,dicen que es triste conto e, graznido de las ya reptas.ricen gue amarga cuando en la noche la bella canta.

Cisnes que altivos, con suaves (lejos,rasgáis del layo la onda esplendente,

rojos de envidia tended el suelo bajos, muy lejos,puesto que eclipsa vuestros reflejosde la Cerrana la blanca ,frente.

_t

Brisas uoctvrna .s, lempranas .floresque abrís el cáliz en la mañana;cisnes altivos en vuestros dejos,

callad vuestro himno, doblad la frente,rolad muy lejos,

que no hay gemidos, que no hay colores,ore no itay reflejoscual es el canto, cual los ruboreseonro la frente de la Cerrana.

RICARDO MeRO,

EL IIEIRALDO DEL ISTMO

Páginas del Istmo.CORSARIOS Y PIRATAS.

Por s.

Conalusióz .)

uando las infaustas noticias de la caíday destrucción do Pananá llegaron alconocimiento de la Corte de España,la reina gobernadora, Doña Mariana

de Austria, ordenó la recaudación de los fondosnecesarios para levantar inmediatamente una nue-va ciudad en sitio donde pudieran elegirse defen-sas y fortificaciones poderosas, que lucieran de lafundación en proyecto una plaza inexpugnable.

Al sitio ascojido lo fue la pequeña pea ras u la e-elia da en las vaca a da des del Cerro Ancón ,y ese i ti is-mo año ( 1671 ), In, Corte nombró como Gobernadorá Don Antonio Fernández de Córdova, SargentoMayor de Batalla y Caballero de la Orden de San-tiago quién de acuerdo con las reales instruccio-nes dió comienzo tí su llegadas la ejecución delproyecto, luchando . etipero,eon la obstinacióndo los panameños, que no querían abandonar lasdesoladas ruinas que poco antes constituían susfelices y cómodos hogares.

Fernández de Córdova. murió en 1673, apenasen esbozo la obra á él encomendada ; y en conse-cuencia el Virrey del Perú, Conde de Lomos,asombra ó para llenar interinamente el puesto, á DonFrancisco Miguel de Maricha.lar, Alcalde del cri-men de Lima.

En 1671 se encargó en propiedad do !a Gober-nación de Panamá, Don Alonso Mermado deVitlacorta, Ingeniero, Mayor General do los RealesEjércitos y antiguo gobernante en Tucumán, quid%dió impulso vigoroso á la obra de la construcciónde las murallas y baluartes do la nueva ciudad.

Panamá quedó defendida por regulares pare-desquo rodeibun el recinto urbano, amadas coaartillería de bronco y coronadas por garitas adistancia . unas dn otras de doscie u tos á trescientospiés. Por el laclo do tierra la guardaban cuatrofortalezas llamadas la _Merced, Jesús, San José, ySan Carlos . Estas, así como la que se construyóposteriormente llamada Mano de Tigre, se halla-ban entre la ciudad propiamente dicha y el conti'lente del cual la separaba uu ancho y profundofoso atravesable solo por un camellón colocado enel postigo llamado Puerta de Tierra, que se cerra-ba á las nueve de la noche y era lugar de asientode un piquete de vigilancia . Ilácia ol mar la ciu-dad tenia por salidas la llamada Puerta ale Aguay cuatro postigos cuas, y estaba defendida comoaditamento, por una - serie continuada de rocasquala baja marea deja al descubie rto en unaextensión de más de una rasilla. Y aún cuan-do en la pleamar, á buques de no mayor caladoles sería fácil aproximarse a tiro de cañón ó inten-tar el desembarco do una. fuerza enemiga en botes,era esto exponer las naves y la gente al fuego dolas murallas y al de las descargas de fusilaría dela guarnicion y del vecindario . Así, el sitio esco-gi do y fortificado do manera tal, creó en los pana -ni ellos la confianza de una segu r a proteccióncontra los futuros ataques de los pir atas . Y tane ostosos resultaron los trabajos acogidos, que el

Consejo de Indias cuando examinó las cuentas delos gastos ocasionados, escribió inquiriendo si lasfortificaciones levantadas lo hablan sido con oro ócon plata!

IF

Mientras que las autoridades españolas so afa-naban por hacer de Panamá plaza de primer ordenen la América, invirtiendo ea este propósitogentes sumas los piratas y filibusteros no sehabían entregado al reposo ni al a ue pe a ti mientode sus crímenes y maldades, Otros contingentesde hombres llenaban los claros dejados en las filaspor los qua caían ó se retiraban ; y otros jefes seadueñaban del mando de antiguos veteranos pre-disponiéndose á la adquisición de fama y fortunapor lo atrevido de los golpes y por ol éxito de lasempresas.

En 1676 los piratas se apoderaran do SantaMarta ;) entre los cautivos que se llevaron por nobabar pagado el rescate, se aneontró Don LucasFernández de I iod-chita, que acababa de ser con -sagrado Obispo de Pana in á y estaba en aquelLa po-blación en vía, para su diócesis. Se refiero que elObispo fué col nado de agasajos por el célebreIdenriqu i Morgan, Gobernador e nte ne e s de la . islaProvidencia, y que no solo castigó á los capitanesque habían cometido la irraverencia de tener entreprisiones al prelado, sino que destinó un buquepara conducirlo con toda consideración ú Cartage-na, haciéndole el presente además de uu pontificaly otros ornamentos del rito católico quo se habíallevado entro el despojo do I .t antigua Panamá.

fin año antes, en 167 :t, Chapo fué invadido yestuvo á punto do sufrir los rigores del saqueo y delincendio por una tropa de bandidos quo obedecíaal Capitán La Sonda, y que fué conducida. al lugarpor los indios del Darién . Los esfuerzos y acerta-das disposiciones del Mayor Alonso de alcaudate,y In ayuda del vecindario, impidieron la. consumacióu do los hechos do violencia y do despoja paraejecutar los cuales llegaron hasta allí los iuvaso-res . Suerte igual no lo cupo sinembargo á Chopotres años después (1678) . cuando el Capitán francésnauruano, guiado también por los d iienita, lo .gró sorprender la población, tornarla y saquearlacompletamente.

Portobelo, á su vez, sufrió en 1679 la nuevairrupción do lora banda de doscientos piratas, quecapitaneada por Jurar Coxou y La Sonda dese abar-có en el puerto de Escribanos y siguió por tierra,cautelosamente el camino durante, cinco dias hastala ciudad . Esta fué tomada por sorpresa antes deque los habitantes pensara a siquiera en defender-so, y durante dos días, los piratas, corno dueños deélla, se entrogaron con impunidad y cinismo ú to-da clase de desmanes y expropiaciones, regresandohar tos á sus buques para repartirse el botín delcual tocó sólo á la soldadesca . ciento sesenta pesospor cabeza.

A fines del mismo arlo (le 1679, varias enmbar-caeiones se tennioron en ara flota en la laguna deChiriquí y en la bahía de. Bocas del Toro, bajo elmando do los Capitanes Pedro llar ris y Sawkins.Allí estaban ad -.más (loxmi, Sharp, Edmundo Cook.Bnuruano, Guillermo Dampier, Basilio Ringrose J -1,ionel Water.

Con la seguridad de apoyo que esperaban en-contrar do parte do los indios del Darién del Norteparta intentar aproximarse hasta algaras de las

7

EL HERALDO DEI, ISTMO

poblaciones del Istmo, los piratas, después de ca-renar sus buques, salieron de Rucas dei Toro conrombo al Esto, arribando á isla de Oro, en el ar-chipiélago de las Mulatas, h principios do Abril do1680 . Los indios morado res de la isla y (le susvecindades los recibieron amistosamente, indunién-dolos ú la torna de Panamá, cuyas fortificacionestocaban el fin de su levantamiento, y adonde po-dían guiarlos facilmeute. Ecte consejo inclinó ensu favor ti la ma muda de los piratas ; pito cl con-tingente francés consideró muy larga y azarosanana jornada así por tierra, y se aparto del gruesode la tropa.

Acogida la idea de atacar antes al Real deSanta María, situado en el fondo del país y defen-dido por eta guarnición do cuatrocientos hombres,aprovechando para llagar hasta allí las vías flu-viales del Sucubtí, el Chucunaque y el Tuira, yproseguir luego á Panamá siel botín que se captu-rase no lograba satisfacer las esperanzas do lospiratas, el 5 de Abril trescientos sesenta y seishombres desembarcaron en el puerto de 11 Mimen-tos y emprendieron la marcha bajo el mando su-premo do Bartolomé Sharp, guiados por Andrés,Cacique die Isla do Oro, un perpetuo rebelde contrala dominación española, á quien los piratas titula-ban, con muestras fingidas del mayor respeto,Emperador del, Duo-a be

Despues de una marcha fatigosa y á vecesdifícil por entre empinadas cuestas y tierras pan-tanosas, llegaron al cabo de cuatro días fa una al-dea india, asiento del hijo de Andrés, Antonio, elRey del Bomze0e die Oro, quién so les incorporó,prestándoles al mismo tiempo la ayuda de los ser-vicios do brazos do sus súbditos, y aprovisionando-les de lo mejor . La partida hizo alto en esta aldea,y allí celebró consejo para acordar el ataque á San-ta María sin ser descubiertos.

En este consejo el Capitán Sawkins fué nom-brado para conducir la vanguardia compuesta de80 hombres escojidos, y so acordó continuar lamarcha en canoas, llegados como i abían á unaparte del río (le navegación fácil.

El 1 de Abril reasumieron la marcha, y tem-prano la siguiente mañana, antes de levantar elcampo donde pasaron ba noche, so trabaron enriila los Capitanes Coxon y narria . El palmearapuntó su fusil y lo disparó sobre su adversario,pero sin erecto ninguno, y cuando liarais se dispo-nía á devol ver el fnogo, intervino Sharp, arreglan-do satisfa Ctoria mente la disputa.

T.a . jornada continuó cutre peligros y obstácu-los, diariamente mayores por la impetuosidad dela corriente, Aproximándose al fin do su viaje,los capitanes Sharp, Coxon y Cook se separaroncon una fuerza regular del Cuerpo principal, ade-lantándose en 14 canoas . Andrés y Antonio losacompañaban. A la media noche del 14 desembar-cando en un lugar de la ribera del río inmediato áSanta María, se abrigaron en el bosque paraesperar las claridades del día.

Al amanecer del 15 de Abril los in varoresfueron sorprendidos por las descargas de pequeñaspiezas de ar tillería y por los sones de las dianasque partían do la población. Iumediatamente to-maron sus armas, y for mando en filas, empren-dieron el avance . A la salida del abrigo del bos-que, 5e encontraron colnpletameuto á la vista delos españoles, noticiados ya (le la aproximación delenpmtgo_ y preparados para recibirlo, habiendo

despachado además anticipadamente, con avisodel peligro á Panamá, el tesoro procedente de lasricas turnas del h;s píritu Santo.

A la presencia del enemigo, los españoles acu-dieron refugiarse al amparo del fuerte de la po-blación, levantado con estacas do madera do docepiés do alto, desde donde abrieron un farioso ydesatinado fuego contra los invasores, antes de queestos se hubieran puesto al alcance do los disparos.Sin arredrarse por tan calurosa recepción la van-guardia, á cuyo frente se encontraban SawkinsySharp, cargó con una fuerza imposible de contener,y rompiendo unas pocas estacas, eumplió la tareadel asalto con pérdida no mas do dos hombres he-ridos . La rapidez de la operación pudo convencerh los piratas de que eran dueños de la situación,aún antes do quo el resto do su fnerza hubiera to-mado parte en el ataque . Los españoles persuadi-dos implícitamente de la. super ioridad del adver-sario en uu combate cuerpo á . cuerpo, no opusieronsino una débil resistencia en el recinto de la pobla-ción, la quo al cabo do muy poco tiempo so encon-tró en poder de los piratas. El Gobernador, elCura y algunos principales moradores, se salvaronde tomar parte en la pelea y do sufrir las contin-gencias que se les esperaba Si hubieran caído conlos vencidos . La pérdida de los españoles fué do26 muertos y 16 heridos, do 2B0 co a batientes . Lagua r nición era por lo o r dinario mas fuerte, numé-vicanente ; pero '200 hombres de ella estaban sir-viendo do custodia á 300 libras do oro remitidas tresdías antes á Pallan cí, en provisión del ataque. Eldespojo que lograron arrancar los piratas, npmontó, pues, á mas de 21 libras de oro y algo deplata acuñada, resultado quo disgustándoles pro-fundamente, los indujo á bajar por el 'rubia alPacifico para hacer el intento de apoderarse dePanamá.

El 17 do Abril salieron de Santa María, envarias canoas y lilia pi ragua despues de incendiarel fuerte, la iglesia y la poblac ion, para, satisfacerel odio quo los aliados indígenas p ro l'esabana á. losespañoles . El mando en jefe del Ejército de losbucaneros residía ahora en el Capitán Coxon mássimpático que Sharp para la generalidad de suseompaacres.

Despues de una. navegación difícil con escalasen algunas islas del Golfo de San Miguel, y de al-gún éxito, pues se hicieron de un buque con el cualel Capitán Slua-p se adueñó en las islas de lasPerlas de un bergantín nuevo, los bucaneros soreunieron en Ch epillo, donde ejercieron sus acos-tumbradas infamias.

narria dió captura á una barda más ; peroCoxon que trató de hacer prosa en otra, no tuvoéxito y sí la pérdida de un hombre muerto y dosheridos que Ie cansaron los burladores . Este su-ceso produjo alguna desazón entro los piratas,pues era seguro que la barca llevara á Panamála noticia de la existencia de huéspedes tan peli-grosos por stus vecindades, y la confianza de tomarla ciudad se perdió, animándoles, emp ero, la se-guridad do hacer algunas prasma en los buques an-clados en el puerto.

Con esta impresión salieron de Chepillo y alamanecer del 23 de Abril do 1680 estuvieron á la.vista de Panamá. ciudad guarnecida entonces por3UJ hombres de fuerza regular y por 1 .1(10 milicia-nos ; poro tí la llegada de los bucaneros á la bahía,la mayor parte de los soldados estaba, ausente, y

EL F1ICRALDO DEL ISTMO

el pueblo en la mayor consternación, haciendo só-lo doce horas que tenía conocimiento de la apraxi-mación de los piratas . 191 Gobernador, AlonsoMercado de Villacorta, hizo salir al mar tres bu-ques donde estaban los mejores soldados do la guar-nición, mandados por Jacinto de Barahona, Abni-rante del Mar del Sur que montaba un navio delínea guarnecido por 80 viscafnos ; el segundo bu-que con setenta y siete negros estaba comandadopor Francisco Peralta, un andaluz, y el tercero,mandado por Diego de Carvajal, tenía una dota-ción de sesenta y cinco combatientes . todos mu-latos.

Los piratas no podían oponer á la escuadraespañola mas que endebles y frágiles canoas de orasola pieza, y una piragua mejor aparejada, pues elCapitán Sharp se había retrasado con los majaresbuques, quitando, por otra parto, de la polea, uncontingente do mas de cien hombres . Sawkins yRingrose quo con sus canoas formaban la vanguar-dia, pronto so empeñaron en combate con el navíode Carvajal infrinjiéndose mutuas pérdidas dehombres, y aunque los españoles atacaron conbrío y se defendieron con valor, la tripulación nopudo maniobrar . El buque almirante español quellegó á prestar ayuda, fue recibido por cinco cano-as,y tan pronto como estuvo en el radio del fuego,el piloto fué herido y ol buque quedó sin gobierno,circunstancia do la cual se aprovecharon los pira-tas para colocarse por la popa del enemigo, y ba-rrer así con la fusilaría, la cubierta en su extensión,cazando á cuantos intentaban cojer el timón ycausando estragos en todo el aparejo del buque.

En osos momentos llegaba Peralta en auxiliodel buque así combatido .

-

Sawkins, cuya canoa estaba\casi sumergida,pasó á la piragua y dejando el navío almirante ála atención de cuatro canoas, se empelló en unalucha á corta. distancia con el adversario que lle-gaba, Mientras tanto, el buque de Carvajal que-dado fuera del círculo del combate por la incons-tancia del viento, entraba de nuevo en acción ; pe-ro antes do que hubiera podido prestar auxilio al-guno al Almirante, fué detenido por dos canoasque mandaban Ringrose y Springers con tan ce-rrado y mol bífero fuego, que Carvajal debió consi-derarse satisfecho habiendo logrado escapar con la,poca eficiente tropa . quo lo quedaba. Ringrose ySprínger podían emprenderla otra vez con el Almi-rante, y su regreso fué saludado por sus compa-ñeros con víctores y desenfrenados aplausos . Elataque contra el buque español so hizo entoncesmas recio, y corno el Almirante Barahona, el pilo-to y dos terceras partes de la tripulación habíanmuerto y los mas de los sobrevivientes estaban he-ridos, la bandera fue al fin arriada, los triunfa-doras abordaron la presa y tan pronto como tuvie-ron la posesión do ella, despacharon dos canoaspara apoyar Sa tildas que mientras tanto habíamantenido un desesperado combate con Peralta.

Tres veces los bucaneros abordaron á sus con-trincantes y tres veces fueron rechazados por el va-liente andaluz, quien con un valor indomable, ha-bía conquistado la admiración de sus enemigos.

La llegada del refuerzo á los piratas recrude-ció el combato, ocurriendo muy luego una fuerteexplosión en la popa del buque español que hizovolar por el aire á cuantos estaban en esa parte .

Peralta persistía, con todo, en continuar labrega y excitaba ol valor do su gente ; pero otraexplosión en el castillo de proa, seguida delincendio, produjo alguna confusión entre los suyos,de la cual so aprovechó Sawkins para abordar unavez mas el buque enemigo y tomarlo.

La batalla, comenzada al amanecer, duró has-ta el medio día. Los piratas tuvieron diez y ochomuertos y treinta heridos, entre ellos ol CapitánHarris, quien murió dos días despues . Orgullososde la victoria, se acercaron á Panamá ; pero no en-contrándose bastante fuertes para, atacarla, secontentaron con apoderarse en el fondeadero dePerico de cinco buques que estaban anclados allí,entre ellos del Santísima Trinidad, hermosovelero de cuatrocientas toneladas, cargado princi-palmente de vinos, azúcar y confituras ; y conside-rable suma do dinero.

Este buque fué convertido en hospital paraatender á los heridos ; otros dos se destinaron aloscapitanes Coxon y Cook y los demás fueron que-mados. Dos días despues del combate se incor-poró Sharp, y luego la barca capturada por el di-funto Harris.

En la bahía de Panamá permanecieron los pi-ratas durante diez dias, en uno do los cuales de-sertó el Capitán Coxon, regresando con setentaCompañeros por el Darién al mar del Norte . Conél se fueron tambien los caciques Andrés y Anto-nio.

Los piratas anclaron on Taboga el 2 de Mayoy desde allí Sawkins envió á Panamá al obispoPiedrahita que había sido prisionero suyo en 1676,dos panes de azúcar, presente que el prelado le co-rrespondió con un anillo do oro . En esa isla por-manocieron dando caza á cuanta embarcaciónpasaba con rumbo á Panamá, hasta el I5 del mis-mo mes, en que tocando en Otoque, donde se hi-cieron de prisioneros, tomaron la vía de la isla deCeiba.

En esta isla, Sawkins, quién había sido electojefe despues de la defección de Coxon, escuchandolos consejos de Sharp, determinó asaltar á Reme-dios . y tomando sesenta hombres, salió para elcontinente ascendiendo el 25 de Mayo el río SantaLucía en cuyas vecindades se asienta la población.El ataque fue rechazado . con pérdida tan lamenta-ble para los piratas como la do Sawkins, quien aldi ri ;jir el asalto á la cabeza de su compañía, fuémuerto . Sharp, que actuaba como segundo jefedo la expedición se acobardó ,tanto qne ordenó laretirada. La muerte de jefe tan valeroso y queri-do corno Sawlcins fué oot vo do disensiones entrelos piratas, que no se avenían á la jefatura deSharp. El 31 de Mayo un núcleo do mas do sesen-ta se separó de la Compañía regresando por elDarién al mar del Norte . Los otros siguieron ba-jo el mando de Sharp, deteniéndose en variospuntos de la extensa costa Sur del Pacífico, toman-do la ciudad de Isla ó incendiando la de Serena.

Durante este cruce .ocu rrió un motín q ue resultóen la deposición do Sharp y la elevación de JuanWatling á la jefatura : pero en un ataque á la ciu-dad. do Arica perdió esto jefe la vida y el mandofué conferido una vez mas á Sharp. Hallándoseen Abril de 1681 á la altura de isla t'lata, tuvieronnuevas desavenencias y se separaron en dos ban-dos . Cuarenta y cuatro europeos con Guillermo

EL HERALDO DEL ISTMO

Dampier y Luner Waffer volvieron por el Golfode San Miguel al Istmo en busca del Atlántico.La otra partida con Bartolomé Sharp hizo algunasco rrerías por Centro Améi ica y á fines de 168Ierizó el estrecho de Magallanes é hizo rumbo á laBarbada, á donde arribó el 28 de Enero de 1882.Sharp se dirigió luego á Inglaterra, donde juzgadoá . petición del embajador de España, fué sínem-bargo absuelto.

LecturasLa Pexscnalldae. de Daxíc 23erxera--S . 2deo-

logía---SU rstilo-•2mpxesión sobre suobra =oras tajanas--'

OY quiero tratar, en sincera página,de un huésped nuestro, tan amable yculto en la charla de arto, comogrande y gallardo por el ingenio.

Los que le conocen—y Eugenio Díaz Romero haagregado á esta opinión la suya en nota amenísimadel Mercare de .France— nos hablan de la quietudy del equilibrio de su temperamento intelectual.No revela en su vida la honda pertubacíón, lagenial neurosis, el tinte finisecular de los espíritus

enamorados de la Quimera. Y su arte, que es suvida, vive en una corriente ideal, en una atmós-fera serena, como si una intuición de la euritmiagriega presidiera á todas las formas . No es quesu visión sea estrecha ó cerrado su horizonte dela vida : cuadros complejos, fragmentos de en-sueño y do desesperanza, notas cálidas ó agudosdesgarramientos, todo se refleja puro y sereno enla bella ciudad donde Herrera forja sus magis-

trales cuentos. Y creo que su arteequilibrado y harmónico hace más im-presión, porque revela que el artista essiempre superior á la obra . Herreraviajero que ha sondeado muchas al-mas, va entrelazando fibras .ó dise-cándolas, agrupando figuras y recuer-dos, y de esta alquimia, donde el sere-no estilo hace la virtud aquietadora,surge un metal depur ado, soberbio, enque se condensa la vida y pierde suprosaísmo y su rudeza.

Darío Herrera es un modernista,en el noble sentido de la palabra. Nopor el verbalismo enigmático. por elsimbolismo de la frase ó del sonido,por la fraseología ostentosa, sino porel corte nuevo de su estilo, por la am-plitud de su léxico, por la psicologíaaguda y dolorosa, por ese amor—gloriadel nuevo arte--á revelar matices ocul-tos de almas, perspectivas lejanas deamor, vidas que se truncan ó natura-lezas de selección. Hasta el simbolis-mo es en algunos de sus cuentos robus-to y sugestivo. La Nueva Leda tienela belleza de un cántico, de un despor:sorio con la muerte ; y en aquel ensueño de los cisnes hay una grave me-lancolía, un recuerdo de arte en queparecen unirse el misterio germano ylas id eaEdades de Oriente . Herrera esun refinado, un gourmet de la vida;la descubre en sus aspectos bellos ótrágicos, pero sin perder la harmoníade la visión olímpica . Las pasiones ylos dolores caen tambien en la urnagriega de su arte y salen de ella conun sello soberbio, con un gestoidealizador.

Y con ser este original y complicado artista,señor de su arte y sereno vidente de las cosas,tiene su ideología, su perspectiva propia ante lavida. No hace de moralista ni impone for masá la realidad rehacía ; pero de su obra se destilano sólo un jugo de ironía ó un sentido de in-diferencia artística. Hay en su arte con la visiónpanteístay animadora de la naturaleza, con la orgíade las visiones objetivas, un pesimismo resignadosobre la vida. . Los antiguos dirían que unan/ce, elfallo misterioso, el hilo del destino se cierne sobreesas páginas vividas . No es una concepción des-esperada ó una visión continuamente trágica,como no podía convenir á un olímpicó ; es un besode la fatalidad quo engrandece los cuadros y queda á las almas .un aliento sagrado. Es la impresiónque brota de Los Desposados de la Nieve," enque mueren los amantes, en un abrazo casto bajo

El Secretario del Tesoro de los E E . U U.Mr, Shaw, firmando el cheque por los $ 40 mi-llones á favor de la Compañía francesa delCanal de Panama .

EL HERA DO DEL lSTMO

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el alud que viene a cerrar el, enegntp . de su porvena• . Y el ruhdr'o imponente de la naturalezatronchando ese amor, envuelve aquella, esten : enatmósfera de ide .elidad No se por . que se re-cuerda el fddn.ar del unte griego, Edipo ncarmAdopor el rayo quo da'á sa figura herida. por el des .tino la aitela del las Consagraciones nastgriosas.

Corno en Leopardi como en los misterios an-tiguos. coro en todos los que han revelado el se-crete de las cosas en los cuentos de Herrera sepresiente la idea de lr unión del amor y de lamaerto . P sli es el motivo sagrado de

Un beso,"de "Intangible T'.aamu'arte dando a, amor unvalor . eterno dejando-4on+aLas almas un apetitoinsaciable tt orlcheadde vidas y ensuefios, revelando cómo, paran 1 :V-'frágil humanidad, las su-blimes exaltabionee he i la naturaleza se acercan almisterio deL aniquilarreierita . Ed artista serenoyvidente busca en le . oomunifin de estas ideas tanprofundamente humanas, un aliento religiosa unarcano que envuelvo el forado de sus cuadros, con roenvuelvo el fondo de la vida . No busquéis en laverdad artfltíea de Herrera sólo las palpitacionesde la carne y el hervor . del instinto : aquellosideas perpetuaniente'' rsugeridoras de algo deeterno, dan al amemisin-quitarle su realidad, unsecreto venord de idealisnio . Y esta fibra quo nofalta en ningún ningno artista y clase vive hasta.en las audacias de Zolá, penetra ; en alguno de suscuentos p}a ch darle unarsolidez . como de columnadiamdnfina . Intantribler" lo encierra todo, es elmejor cuento del libro ; allí está la menuda yorigina' psiéolbgía de una -alma grande de mujerencorrfad'rn pn cuerpo, agotado y enfermo, elamor retlójandose y' trasformando aquella na-turaleza encadenada por, la tortura fisica, la vir-ginal '1dealídad del Sentimiento, los desgarra-mientos del espíritu{ unidos ,á, . la crisis orgánica, ysobre esa alma agitada por . todas las tormentascon la piajestad de•un símbolo antiguo, el sagradocurado , de la muerto: No quiero hacer compa-raciones, pero yo diría que Herrera tiene un géner ode l5Áicología que no emplean lo,r cuentistas mo-dernos á lo Maupassant z En esde gran escudri-fiador dd amor y de almas,'l .a vid s se presenta ensu realidad cumplejai revelando siempre la maliciadel instinto. Maupassant,, ele media de_su ásperoy desalado pesmiisnYc,i de :su . trágica y subinnevisión de las cosas, era un espíritu do ardorespanteístas un Lucreero ' dmpapado en las ideasmoderna . El hubiera, como Renan consagradoun himno á la cmbridguerl Satsada del amor, y desus cuentos surge : Hieurpre ; la exaltación mara-yiillosa del insturto, la poesía, do una fiesta prim a-verel, en que todo so einardece,,en la sangre y enla tierra . 1 a pintura Set abaxl oponit<ndose a lagrandeza del amor es 'elmotiva frecu nte de Maupassaüt Berrera Babó 'dar 4 sus cuentos algo deideal r de trágico despierta- iinfinitati compasróppara los hombres° y las sinm-laeiones que su arteda aj árlior son más altaiy sugestivos Su psicolo-,gía artística lb inclina-más á esa,S nat uralezas es-cogidas, . en que la pistón se depura y presenta losrandes conflictos con el deber ., . En Paginas de

Vida la lucha es cruenta Tiene el interés delteatro clásico en quo los héroes se, deciden entre lapasión y la 'vida . Y esta- opósici¢n tan viva en almas de grandeza moral, tan intima y devoradoraquo termina con la muerte, da á esas paginas un

sabor de recuerdo ;; son uri islote de pureza eti inedio de tantas' eorrienteq'oscuras y cenagosas.

En los talentos podemos distinguir de ;éstavisión de ailhas, el espectáculo de la naturaleza.Herrer s cs un pintor sugv stivo un ev ocadoir , po -tente del Ir.iisaje Hay en su descripción riquezay variedad . Es pintura por asimilación', : porunión do detalles sugestivos. con tintes delicadas,con mimosa delectación de artista . Su imagina-ción es . plástica, enamorada de la. visión correctay del relieve mimado que pinta presenta-elnúcleo del espectaculo para complet u desdués elcuadro, une el recuerdo á la impresión y buscasiempre en la naturaleza . la. majestad y la opu-lencia . Nada hay de vago y' do esfumado en esasppinturas de la tarde : es una fiesta de amor y deluz . tina amorosa contemplación de las fuerzas dela . vida, que engrandece y decora el cuadro hu-mano.

Sobre las cualidades del evocador y del psicó-logo, brilla on " Horas lejanas " el poder del es .tilo, esquisito, cincelado, con la plenitud verbal ylas rio(uezas de las combi nacionessintáxie . Tienealgo do ímpetu artístico moderado por ansias deperfección. La palabra es el primero y el másfecundos de sus elementos estéticos : variada, se-lecta, abundante, produce un continuo despertarde la imaginación y una fuerte asociación liragüística . Es el efecto psicológico de un léxico en-riquecido, y la frase trabajada con amor llena desuaves ondulaciones, vaciada en molde de bar .monín, sin atavíos recargados so extiende, entrela precision de los adjetivos y la simplicidad-delas oraciones agregadas, como ama corrienteru-morosa, como un canto sin tonalidades excesivas.Herrera os ardilista eximio, y los que discutanotras do sus cualidades artísticas no podrían ne-garse á la sugestión de esta prosa flexible y rica-en que el estilo no pierde su bolla serenidad . Enel refinamiento verbal, en la harmonía del periodoen el toque evocador de la frase, en el ritmo in-terior de aquella prosa ágil y vibrante se reflejanlas virtudes de un temperamento de largasviSiones artísticas . Es estilo sin tortura, sin laforja dolor o ssa expresiones glue nacen ele la pleni•tud imaginativa y de la riqueza del vocabulario.

Si quisieramos dar en cifra lo que vale ellechos de Darío Herrera diríamos. .q ue es la obraeximida, la quinta esencia artística de un espírituequilibrado, en quien se robnen la psicologíado-lorosa, la larga visión de la vida,' la opulencia ylamagia del estila En el medio cnnericano, Herrerapertenece á la generan en de los novadores, de losque huyen del fárrago dee identista y de la imita-td-(ui viciosa para entregarse a la obra magna dear uilata r li, lengua y de traen al -arteria comple-jidad, la ese uisita virtud del alma modernaEntre el pasado envuelto en el plagio ó en la in-fecunda adaptación de novedades exóticas y elporvenir misterioso losartishas de la nuevaa.chela, los serenos y refinados modernistas, pre-paran la obra futura, la qdé todos anhelamos, laaurora de les . edad fecunda• en que nuestro artopierda las arcaicas ataduras y entre- de llenenlos caminos del moderno ido al 'Saludemos álosheraldos de esta Buena Nueva; á los que traen laobro que anima, la . prosa que sugestiona la ricaintuición del alosa y de la vida.

.,

F . GARCiA CAl .irelióN REY.

EL HERALDO DEL ISTMO

duce a c~ñTer hoy á comer mañana á comer siem-pre. Aquellos que no tienen lugar en la simbóli-ea mesa esos no comen quiero decir, esos no sonpatriotas

Entramos al comeabr en donde había pi'0fta-sion de luces . profusión de fantásticos adornosprofusión de mesas y platos y profusión de cabe-rzaa alegras.

Allí estaba él sentado a ruca mesa con otros,envuelto en atmósfera de simpatías y cariño.

Allí estaba él, gastando, sin provisión susnomplaaencias,y sus agudezas de gusto refinado.A todos los encantaba.

Como granada, nw,gntaba su alma Eeun' prc-dispfresto á lra, carcajada llena franca, alegre in-dicio do un corazón inocente y de una concienciaplácida.

Entramos al comedor y po pudo contenerseNos dimos un abrazo apretadísimo Así ., que-

dó cimentada nuestra Amistad.Me secuestró de los meas. Empeñóse en .que

tomara la sopa á su lado y la tomeMe alentó, me dió fuerzas y esperanzas . Al-

gunas veeca he pensado que este Incidente tansimpático ha influido en la orleotaeróh de mimarcha.

Desde entonces nos nstimalnos,A veces dejamos de vernos por mucho tiempo

y otras nos vemos con mocha frecuencia ; pero enel Cielo de nuestras relaciones no ha habido nun-ca nubes.

Este suceso fue para mi como flor recogida enel camino. Compensa, con tunees, mil que hanacibarado mi existencia.

Flores del caminaA FABIO AROnEMENA-

AS almas ,jovenes no son, no puedenser reconcentradas, ni egoístas, ni ava-rientas . Rompen el broche, romo la 'flbr,y d rn lo que tienen porque lo tienen.

Quién le h r pagado 1 niásaí la flor el placerdisfrutádo al aspa ar el aanbí ate que ella saturado aromas.

i Cuándo copio donde bale visto un hombrede veinte aires infatigable enrgrié sa le,retribtya e.beneficio que ha hecho 6'proodrado 2

Esa edad, d poco más tenía él (cuando por pri-mera vez nos tratamos gpersonalmento.

Lo recuerdo como si el hecho hubiese ocurridoen la semana pasada ti como si estuviera ocurrien-do en la actualidad.

Han pasado, sin embargo, quince años.Esa es la virtud de acontecimientos que des-

piertan alegrías . Son como fnoras aecojidas en elcamino y que hiló encierra en ebreofre del ahpa pa:ra disfrutar por todo el tiempo de perfumes Inex-ti.nguibles

Era un 28 de Noviembre . . fecha que los rstme-ños llamarnos clásicar~ y; que fesi ;gjamos de maneraque no se conforma con una civilización avanza-da .

En otra oportunidad al me vinieren ganas,ó si fuere preciso, expondré argumento que susten-te mi manera de pensar. al respecto Para mí ten-go que la clase de regocijos públicos sirve en mu-cho para lijar: la,caltuv(;~d.e un puebla.

Era un '28' do;Ncviorfrhre . Por aedor al espíri-tu do inritaciou,vodhNb t, en compañia de buenosamigos, excelentes ,rnach ochos con ter poraneosnacos, una cana al aire.

Con pretexto de lbs patrióticas fiestas, nos di-vem'bíamos haciendo casas de las cuales nos habría-mos tl.vergonzada , en días comunes.

No ran.dábamos en commrsos Iiterarios, ni enpcmagrincnajón ó la ;, tu anbe. de nrestros próceres,nuestros mártires ó nuestros Héroes.

No :rodábamos, eu exposiciones del Arto, la,Industria o la Ciencia ..

No estábamos mezclados en la imuiigtnuaeián deun ferrocarril nn puente, ó el extrono de algunaobra nacional de Juntos

le l c spectáculir b rr bar o $c una lidia de torosen una de nuestras plazas y de carreras de caballosen las calles de ha eiadüd i coc. la.s, _ mismas peripe-cias de todos las aires, con, sus alicientes de estupi-dez aterradora, nos embargaba por completo . Ytodo esto acompañado do 1(1 aciones para despertarentusiasumos adornleoid(ei6 inexistentes.

Como fin del inalterable progrima comer enel hotel era do estilo : era el suntuoso-complenentode la festividad denrocrática.

Enúnros al hotel mis amigos y yo. Estaba lleno en señal de qur. es incontrovertible laque se oyedecir con insrsteucFm que pnwvacupa y entristeceme-tiendo trío en el ;áuima,-á sya aber que entre noso-tros el patriotiseao os punto de estómago . Se re ..

Ecos de laQuincena

DANDO reina la luz rae parece que yoadoro más que nadie los dí s, de sol,lujosos como los que ahor r gusto ya

- al finalizar nos ha otrecid o y que'4egu-ramente mañana serán grato recuerdo de su cor-ta vida. Al contemplar esta atmósfera diáfanay radiante que rae rodea, me explico el afán y lareligiosidad conque los primitivos habitantes deeste continente adbraban el Astro Rey y la sedde luz quo adolecen los enfermos gravas, cuandoimpera la noche.

Ahora, mientras Medito y escribo estas lineas,des provistas de todo merito literario reina, plenoinedio día y me sienta Intimanreute r'egoci ,jado conla claridad hermosa y radiante que (lega desde elcielo hasta mi limando mesa de trabajo al -avesa~ndo orgullosa las-cristales leda vm;ntat a de micuarto.

L

PATINO .

EL HERALDO DEL lSTMO

12

Goethe tuvo razón! " ! luz, más luz! "Quien la huye, culpable es ; yo la pido, corno

el autor de 1"o esto, para todo . Ah, sí ¡la luz! Siella siempre reinara no habría conciencias culpa .bles—tan negras corno hulla—de esas que no me-recen ni la limosna de un perdón despreciativo,

Y siempre como Goethe, digamos llenos de féen el mañana : "luz más luz!

*

En honor del " Club Iris", prociosísimo rami-llete de flores del Istmo, un grupo de caballeros deesta sociedad dió, el sábado 27 de Agosto, un baileque, siempre animado y siempre alegre, duró has-ta la madrugada.

El poeta Don jerónimo Ossa fué comisionadopor la Dirección de esto quincenario para hacer ladescripción de ese baile . pero debido á habersefractu r ado el antebrazo derecho percance que detodas veras lamentamos no ha podido él cumplircon su grata tarea . A nosotros, por falta absolutade espacio, nos es imposible hablar extensamentede tan simpática fiesta, per o si 'debemos, en honorde la verdad, decir que las horas se deslizaron rá-pidas, allí en ese ambiente de gran ia, hermosura,talento y belleza.

Arturo Delvalle, con frases sobrias y adecua-das, ofreció el baile al grupo en honor del cual sedaba y despues de su discurso en todos los sem-blantes el placer y el entusiasmo, en simpáticoconsorcio con la alegría, generalizáronse de ma-nera grata y halagüeña.

Terminada la cena, ya á media noche, las pa-rejas, al compás de dulce valee, bailaban llevandoen la mano pequeños gallardetes rojos con el nom-bre del Club festejado y entonces alguien escribióeste cuarteto para el programa de una de lasdamas :

Bien sé que eres hermosa y me ha contadoUn gnomo que ama en tí todo lo Bello,Que tú tienes el Sol aprisionadoEn las hebras de luz de tu cabello! . . ..

¿Serían acaso estos versos para laReina del Bai-le, aquella que en el apogeo de su belleza de damaateniense de los mejores tiempos, llenaba, con sugracia y atractivos el salón, mientras la luz ama-rilla de las incandescentes, acariciándola, arran-caba tonos dorados de sus rizos finos y sedosos?

En manos del poeta vi el programa de ella ysi en este último los tales versos no aparecen hoy,sabe Dios qué motivo poderoso—duda, ineerti-dumbref—impidió al autor realizar su deseo.

x

21

!t ii

Para Nueva-York han seguido ultirnamente,en viaje de recreo, las Señoritas Adelina y A ngelaMaría Boyd.

A tan simpáticas amigas deseamos sincera-mente felicidad completa en su paseo, y ahora queocasión propicia se nos presenta, á la señorita Amgela manifestámosle que eterno será siempre elagradecimiento nuestro por todas las amables aten-ciares y generosas finezas, conque noble y buenasupo honrarnos en determinado paseo . El recuer-do de esa generosidad de su alma pu ra, siempreserá eterno compañero do nuestro espíritu y en elafán de nuestra humilde vida de bohemios es de .seo sincero poder demostrarle nuestro aprecio porsus finezas oportunas, ya que para corresponder áellas nos declaramos imposibilitados.

i Que el Dios de la Buena Suerte cobije siem-pre con la sombra de sus alas protectoras esa Al-ma Buenal . . ..

La recepción dada en la noche del 14 por elExcelentísimo Señor Ministro de los Estados Uni-dos do América, en honor de la señora esposa delPresidente de esta República, llenó en mucho lasaspiraciones de todos los que á ella tuvimos lasuerte de asistir, dejando muy en alto el nombre yla simpática personalidad del obsequiante quien,em derroche de amabilidad y de talento, atendíajunto con el caballe roso Secretario de la Legación,á los invitados.

El local estaba adornado con gusto exquisitoy profusión de luces y en él á les concurrentes da-ble les fué admirar la valiosa y completa colecciónde armas y curiosidades orientales que posee Mr.Barret.

Felicitamos sinceramente al ilustrado diplomá-tico por el triunfo de su agradable fiesta, manifes-tándole al par, nuestro profundo agradecimientopor su galante invitación á ella.

+El Director de esta Revista me da, para su pu-

blicación, unos versos en inglés, que en honor del"Club Iris" ha compuesto un amigo suyo, entu-siasta admirador del grupo de señoritas que com-ponen ese círculo social.

He aquí los versos, que no dejan de ser ori-ginales :

x

CLUB " IRIS . "

There has cometo life in our City,And is aiready on its way to fame,

A lovely body made of charming Fairies,And " Club Iris " constitutes its líame.

It' s a late and brand new institutionCut its eyeteeth just the other day,

And the fervent hope of all concerned, is,That this Club at last has come to stay.

Viva then ! Long live " Club Iris "!May it never harbor any strife;

But with " bon esprit " and friendshipShow to us the social sido of life.

Para Estados Unidos, via Jamaica, ha empren-dido viaje hace poco, por motivos de ne gocios re-lacionados con su profesión, nuestro leal amigo elseñor dón Ramón M. Valdes, conocido literato ist-meño que se oculta bajo el pseudónimo de Salva-dor Mena.

La Dirección de este quincenario ha hechoarreglos con el prosista . y muy pronto publicare-mos trabajos de su bien tarjada pluma los que enforma de crónicas de viajero nos enviará á su de-bido tiempo.

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1.3

EL HERALDO DEI, ISTMO

El bautizo do la bandera, que un grupo nume-roso y escogido de la ,juventud panameña obsequióhace poco al "Club Iris", tuvo lugar en el In-ternacional" e_1 15 en la, noche, apadrinando el es-tandarte las señoras llora Dolores f . ele Arias yDoña Francisca, A do Obetrio y los Excelentísi-mos Señores Presidente de la República y Minis-tr o de los Estados Unidos de América.

La.. fiesta de (pie nos ocupamos ha. sido una delas más concurridas y atractivas ele la quincena;en ella, reinó la alegría y el entusiasmo y allí laseñorita María Finilla Ossa—flor preciosísima, yhermosa del ;jardín del Istmo—en nombre del Clubfestejado dijo, con voz clara y sonora y dulce tono,las siguientes frases:J1 dar coesagrución o/ieia/ al hermoso estandarte

que ge (eroso mente ha sido obsequiado k nues-tro Club, hemos querida que por vez primerase despliegue era este centro .socia/, en las ma-nos ale los 1 epr esea/un/ es ele la gran Repúblicaque asombra el 101 e'erso con suportentoso pro-(peso ?I de /a más nueva pequeña de las his-pano—americanas, -nacido 0,1 mundo bajo laluz protectora (le las estrellas de Ir( Unión, encOn SO9'era eon dos herrar osas florea, preciososr 'eln esen tau tes de/jardín i.stm ecco.El , Club tris" conse'Varcí con orgullo tanprecioso distintivo ?l emñfianros en el no lejanoalía en que, reunidas en lona, de él, reuníos/laurear sus pliegues sobre la más alta monta-rla pannnreñrr contemplando roca asmubro dosinmensos océanos, que obedientes (a la voz dela ciencia ?p riel p9 r .gresa vienen /1! Jfl)/(/ cm OIl leunidas h besa' sus plantas .

Después hicieron uso de la palabraSeñorBarret el señor José E . Lefevre, Seer etano priva-do del señor Presidente en nombre de éste y el poe-ta 1)on Jerónimo Ossa.

El humilde obsequio de la juventud,—pruebaevidente é indiscutible do abesión incondicional ála más preciosa sociedad do la República, -ha sido,pues, recibido con derroche de talento, de graciay de belleza .

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A nuestros buenos amigos los señores .I. Fer-nando A rango y Jerónimo Ossa, Cónsules de Gua-temala y Chile respectivamente, presentamosnuestras felicitaciones sinceras con motivo del ani-versario de la indejpeudencia de osas Naciones.

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Si es cierto, como dice el Duque Job, "que lamúsica la recibe nuestro espíritu según el estadode alma en quo nos encontremos al escucharla, esdecir, con alegría si somos felices, y apesadum-brándonos si desgraciados", porqué ahora que lle-gan mis oidos los aires melancólicos de determi-nada canción, que mc obligaba hasta hace poco ápensar en épocas de amargura ya pasadas, me sien-to deliciosamente conmovido y casi feliz?

La chicuela que cauta en su hamaca arrullan-do á uu ciño, llena el silencio con la sonoridad desu voz delgada y fina y las notas de la canción . li-gadas unas á otras, me impulsan á meditar con re-goei , lo en que ya el Mal sefue, se p urdió, derrota-do por el Bien tras lucha enérgica y plausible.Esas notas 1no hacen col npar u casi a la fuerza,

Tesorería General de las E, E . U U . embarrilando los S 40 .000 .000 para la Compañia francesa del Canal de Panamá .

EL HERALDO DEL ISTMO

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Pero así cono so pierde en la inmensidad delos cielos la estela luminosa do un astro, así seperdían en el cielo purísimo del amor los suspirosdel acongojado pecho de Eduardo . Enema no loamaba.

Nunca so obstina tanto el corazón en amar co-mo cuando no es amado ; parece que para él eldesdén y las ingratitudes fueran un imán que confuerza sobrehumana. lo aproximara hasta el bordedo lo imposible, para despeñarlo despues en elabismo sin fin de los desengaños.

Ay ! todos, cual más, cual menos, hornos cenado.Todos hemos seguido á veces por esa escabrosasenda ; todos hemos bebido en esa fuente envene-nada, y después no han sido suficientes las quietasaguas del Lateo para. olvidar á la ingrata quo alapoderarse de nuestro corazón y de nuestro albo .drío se ha complacido en arrancar una por una laspáginas do nuestra pobre vida, páginas escritaspor el amor y la ternura.

Y esto le pasó también á Eduardo.Aquellas energías do joven ; aquel buen humor

de colegial ; aquel carácter franco y jovial siempre,i:'uése tornando huraño, poco comunicativo, y elsemblante risueño de la niñez se tornó adusto ydisplicente.

El que tanto había soñado con los triunfos dela gloria ; el que había nacido para oficiar como sa-cerdote convencido en el augusto templo del Arte.se volvió un renegado, y la misantropía vino áocupar el puesto que en días de dicha había ser-vido de pináculo á los afectos más puros.

A veces solía decirme:Todo lo que me rodea me es extraño. Soy

una masa informe, remedo de otros mundos, ji-rando en el espacio de mis anhelos . La estrellaque un dia me alumbró con su hermoso disco, co-mo astro errante se largó á alumbrar otro mundoy incudejó sumido en las tinieblas más pavorosade todas las tinieblas : las del Desengaño!

Mi pobre madre—continuaba diciendo--no tie-ne para mí más que lágrimas y palabras de aliento;pero he ensordecido y enmudecido á un tiempomismo para todo lo que no salga de los labiosde esa mi dulce enemiga ; pero ay estoy aban-donado"

toda la pesadez dr los cuerpos muertos.

Después enmudecía, las celas so lo enarcaban,Cuando estaba un ésa aptitud conmovedora r palidecr 1 su st mbl ante y mc daba la esp ild a unen

imponente, sus ojos húmedos por cristalinas y iras un Lloro estremecimiento nervioso le huía lle-anargas lágrimas, iban perdiendo el hermoso bri- °ar las manos al pecho para dejarlas caer luegollo, y de sus labios contraídos por el dolor se es- con toda la pesadez de los cuerpos muertos.capaba esta palabra:

—Abandonado . . ..

bajo la. sugestión firme do su sonido, aquel entómces de dolor con esta nueva vida, llena siempre deemosiones gratas é intensas, que percibo con el es-píritu constantemente dispuesto á recibir alegrelas ilusiones puras y nobles, fortalecedoras y dul-ces para el alma, ya templada por el rudo golpede una adversidad pretérita.

No : el gran prosista honra de su terruño y dela . A mórica toda, no tuvo razón : la música halagael espíritu y despierta sentimientos nobles, peroesos sentimientos no siempre son ignales ; ella seimpon sobre el alear y los fenómenos que ocasionason del dominio del psicólogo y á él toca cla-sificarlos.

Y en tanto quo pienso en esto, la chicuela si-gue cantando allá en su cuarto Mientras arrulla alniño, y á mis oidos las notas variadas y dulces lle-gan en tropel vertiginoso, como para decirme, consus voces melodiosas, que el porvenir es mío y queel Dolor se fué

ROMEO.

AbandonadoDUARDO ILo recuerdo aún con ese cariño que seconserva siempre por los objetos denuestro puro afecto . Lo recuerdo aún

y al súrgir en mi mente su imponente figura, meparece verlo silencioso, meditabundo, abstraído;pálido el semblante y las cejas enarcadas, revelan-do al primer golpe de vista al hombro en cuyafrente el hado adverso ha puesto su fatídica rua-no .

El sufría . pero sufría en silencio : era el dolormudo quo había hecho presa de su alma joven : al-ma nacida para lo grande ; alma en la cual seguardaban como en ánfora sagrada, las cenizas deun amor muerto.

A veces salía de su estado meditabundo y unaleve sonrisa se dibujaba en sus labios . Después

. . un ligero estremecimiento nervioso lo sumíaen la inacción ; dejaba. escapar un suspiro, llevabalas trémulas manos al pocho y las dejaba caer con

El había amado mucho . Emma fue la prime-ra que con insegura mano tocó á las puertas de esecorazón de niño quo dormía aguo á los azares dela suerte ; y cuando lo vi ó despierto ó incorporadono lo Grey o tan grande y tan digno de su afecto, yle volvió la espalda cuando ya había clavado en élla saeta que el niño de la venda puso en sus ma-nos en hora para él maldita.

Lo que pasaba por la mente de H:mma no se lopudo explicar nunca mi pobre amigo. Lo ciertoes que él la seguía—esclavo de su hermosura- á to-das partes, como signo la sombra al cuerpo ; comosigue la noche al día ; como sigue una nube á otranube al ser empujadas por ese viento frío, hijo del

invierno cano.'

Aquella lucha que el amor puro sostuvo conestoicismo contra la ingratitud y el desdén de unalma ,joven, fue corta. Aquel cuerpo viril perdiólas fuerzas y la muerto compasiva tendió la manoentre su dolor y sus recuerdos y al apagar aquellavida infortunada, mató en su corazón el amor máspuro que jamás sintió hombre alguno.

Hoy Emma vive al parecer feliz ; pero en lasnoches calladas, cuando el sueño reparador y bue-no viene á dar quietud al fatigado cuerpo y al agi-tado espíritu, asegura olla ver á Eduardo, silen-cioso, meditabundo, abstraído ; pálido el rostro,enarcadas las cejas, y asegura escuchar de sus la-bios contraídos por el dolor, esta desgarradora pa-labra.:

--Abandonado! . . . .EnmuxmO 1 o'i' £1 O.

-lar

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EL HERALDO DEL ISTMO

Cladrigal . -Corno el lago transparente

Reproduce en sus cristalesLos portentos naturalesDe la bóveda esplendente,Así quisiera, ferviente,Desafiando tus sonrojos,Idealizar mis antojosAl ver tu faz, y extasiarme,Y con deleite, mirarmeEn el cristal de tus ojos .

F . MOLINO.

Panamá, Agosto de 1004.

£ccndo de armae de la República de Panama

Venecia de NocheTxadvcclón de 7nen J_ Mendez-

~7arnás se ha ponderado suficientementeel esplendor del cielo de Venecia y lasdelicias de sus noches . Es talla tran-

~% quilidad con que reposa la laguna enesas dulces horas, que en su seno las estrellas notiemblan . Hacia el centro aparece tan azul, trenunida, que la vista no alcanza ln línea del horizon-te, y sus aguas al formar con el cielo un solo cor-tinaje denso, adormecen el amor y provocan losensueños. La atmósfera es tan diáfana y tan pu-ra que permite observar en el firmamento mayornúmero de estrellas que en el septentrión de laFrancia, y tan esplendorosas se advierten que sublanco argentino ocupa más espacio en la bóvedainfinita, que el azul del eter.

Semillero de diamantes que alumbra tanto co-mo la más clara luna de Paris . Resplandor pálidocuya melancolía dialoga aún más con la inteligen-cia que aquel astro de oro . . . . Sinembargo, no re-niego de los encantos que tienen las brumosas no-ches de nuestras tibias Provincias, que nadiemejor que yo ha podido apreciar.

Aquí la naturaleza más vigorosa en su influen-cia, impone silencio al espíritu, adormece el pen-samiento, agita el corazón y domina los sentidos .

No es posible escribir poemas en esas noches vo-luptuosas Es preciso amaró dormir! Para estoúltimo hay un lugar delicioso : la gradería de már-mol blanco que conduce de los jardines del Virreyal Canal . Cuando el portón de la verja doradaestá cerrado del lado del jardín, os fácil dirigirseen góndola hacia aquella escalinata cuyas baldo-sas se sienten aún tibias por los últimos rayos delsol . Allí se puedo reposar sin tenor de ser inte-rrumpido por algún pedestre, á menos que, conintenci 5n de acercarse, sienta en el alma la fé quefalto á San Pedro.

Cuántas horas he pasado allí, sólo, sin pensaren-nada. mientras el viejo Catullo dormía en sugóndola, hacia la mitad del lago, al alcance de misilbato.

Cuando la brisa de media noche susu r ra entrelos tilos y desgaja sus flores esparciéndolas sobreel agua ; cuando el perfume de los geranios y de losmirtos sube á bocanadas como si la tierra exhalara—influenciada por las miradas de la luna—suspi-ros embalsamados ; cuando las cúpulas de SantaMaría elevan !hacia el firmamento sus medios-globos de alabastro y sus minaretes coronadós detulipanes, cuando todo es blanco : agua cielo ymármol-los tres elementos de Venecia, ,y de lo altode la torre de San Mareos una voz ronca de bron-ce vaga sobre mi cabeza y suena en mis oidosblandamente, entonces no vivo sino para mí, en-tonces vegeto, reposo y . olvido, y desdichado doquien intente, siquiera sea por un instante, distra-er mi alma.

Los placeres inesperados son los únicos ver-daderos.

Ayer deseaba ver la salida del sol en el Adriá-tico : no me fué posible convencer á Catullo, paraque me condujese á la ribera del Lido.

Aseguraba-y esto es de todo aquel que no do-sea obedecer-que teníamos corriente y viento encontra . I Cuantas maldiciones dirigí entónces áeso asmático que fallecía á cada esfuerzo que hacíacon el remo, y que es mas charlatán que un tordoó un zorzal, cuando está ebrio !

Mal humorado me sentía cuando encontramosfrente á la Iglesia do la Salud una embarcaciónque se deslizaba suavemente hacia el Oran Canalderramando tras de sí, corno u n perfume, la armo-nía do una serenaba deliciosa.

-Vuelve la proa, dijo á Catullo tendrás al me-nos fuerza suficiente para seguir de cerca esa gón-dola .

Otra embarcación que subía imitó nuestrosmovimientos, luego otra y en seguida varias quevagaban buscando el fresco del Canalazzo, y has-ta algunas más ocupadas solo por los gondoleros,quienes bogando en dirección nuestra, . gritaban;Música! Música! con voz mas poderosa y deses-pe rante qu.e la do los Israelitas en el desierto pi-diendo Maná

En diez minutos una flotilla se hallaba al de-rredor de los díletantti; los remos sin movimien-to y en profundo silencio entregaron las góndolasal capricho de las aguas . La armonía esparcíasesuavemente con la brisa y el oboe suspiraba mien-tras nosotros manteníamos cortada la respiraciónpor temor de interrumpir sus plañideros acordes.El violín gemía tristemente . El arpa repetía estalas con sonidos tan melodiosos que parecían venirdel cielo proinetiendo á las almas que sufren en latierra, el consuelo y las caricias de los ángeles .

EL HERALDO DRIL ISTMO

Las voces del corno llegaban hasta nosotros comosalidas del rondo del bosque y a cada cual parecíale ver su primer amor bajar de lo alto de las rnon-talTas del F'riúl y acercarse en medio de los alegres arpegios de esa fa, fria . El obo e parecíadirigirles palabras apasionadas como las de la palo-ma que persigue por los aires á su compañera . Elviolín sollozaba de júbilo convulsivo . Las gene-rosas vibraciones de las gruesas cuerdas del arpa,semejaban las palpitaciones de uu corazón ardien-te, y el sonido de aquelLos cuatro instrumentos setullan cual almas bienaventuradas que se abrazanproa subir juntas al cielo.

Yo recogía sus acentos y mi inragi nación lasescuchaba aún despues do haber cesado . 16n setpaso por la atmósfera habían dejado un calor má-gico, conto si el amor hubiera . sacudido el .tire consus alas.

Hubo un momento de silencio que nadie osóromper . La melodiosa góndola comenzó á mover-se como si pretendiera escapar y nosotros nos tau-zainos en su perseecsión cual manada de patrolesal disputarse una dorada . Tratamos de contener-la en sr fuga con las proas de las nuestras, anodentadas de acero, brillaban i la claridad de la ht-ua como la inflamada colmillera de los dragonesde Ariosto . La fugitiva libcr toso gracias á la vir-tud que hubiera valido á Orfeo en coso semejante.El órdeu y el silos cio rerntplazaron á los últimosacordes del ar pa . ],mogo al son de ligeros arpe-gios tres góndolas se colocaron rí cada lado de laque brotaba aquella sinfonía, siguiendo el adagionon pausado movimiontu . Las demás santidad ádistancia, corno cortejo de hadas. Aquel panora-ma que parecía un ideal era sinembargo una reali-dad : una cadena de góndolas silenciosas deslizán-dose suavemente á lo largo del magnífico Canaldo Venecia . Cada, movimiento del agua, cada es-tremecimiento del remo parecían responder armo-niosamente á cada una de esas frases musicalesque Riman los acordes do los más dulces motivosde ()barón y do Guillermo Tell.

De piés, en la . popa de las góndolas, los bogasen actitud gallarda se dibujaban en el ano azula-do, cono espectros sombríos, dotas de cada grupode amigos quo conducían . La lana remoutábasepoco á poco en el firmamento mostrando su singu-lar y reluciente faz sobre los tejados ,y parecíacomo si escuchara . aquella música divina . Ln unade las riberas del Canal, aún en la oscuridad, des-tacAbnnso formas que semejaban eneajas moris-cos más tenebrosos que las puertas del infienrnomientras que en la contraria, la luna grande yblanca, corno un broquel de plata, derramaba susresplandores sobre la fachada del palacio sereno ynudo. Aquella. linea inmensa do construccionesfantásticas que no reciben más luz que la de los pe-q nonos astros, presentaban unt aspecto solita r io ytriste, de reposo y de inmovilidad, verdaderamen-te sublime.

Los flexibles y débiles dibujos de las nubes enel cielo, parecían misteriosos espíritus errantesencargados de proteger el reposo de aquella ciudadmuda, sumida en profundo sueno y condena á dor-mir por siglos .

oltonolc SANO.

óI:

Notas.PARA NU.HVA YORK,

adonde van . á portea ciónar sus estudios, siguieroná fines do .-Agosto pasado, en compartía de su her-mano Alfredo, las apreciables seftoritas Leonor yBerta A rías; gala y adorno de nuestra cultasociedad.

Grato nes es desear á tan bellas y distingui-das señoritas el más com.pleto éxito en sus estu-dios y un pronto regreso á la tierra nativa. dondequedan todas las afecciones del rogar y de laamistad,

EN LAS PRIMERAShoras del sábado li falleció en esta capital elhonorable caballero don Josir, ANtONIO Sosa, jefede una respetable familia . El sepelio, muy con-currido, se efe'•buó en la tarde de eso mismo día,tomando la palabra en el cementerio don luanAgustin Torres, quién pronunció la. siguiente ora-ción fúnebre:

Señores : Como esos austeros tipos que nos des-cribe 1:'lu t : treo en " Las vidas do los hombresilustres," tal consideraba yo al sér cuyo cadávervenenos á depositar cu el seno de la madre tierra.IIa sucumbido tras larga eab rute+lad, soportadacon la resignacion cristiana de quo era capaz attnoble espíritu, suavizada por la cariñosa solicitudde su distinguida esposa y de cada . uno do losmiembros de su dilatada Familia, pues en medio desus postreras calamidades, Dios le permitió queasí como el bid modelo en sus afecciones, tuvierala Satisfacción, en el lecho del dolor, de ver recom-pensadas sus eximias virtudes !

A ese magnánimo corazón quo ya no latepara el bien : á ese sentimiento en el curar) (disientodel deber, quo nos lega como ejemplar modelopara la juventud quo so levanta, debemos sellares,que PananÁ tonga la, honra do contar entre sushijos una lumbrera de la ciencia, cuya desas-trada muerte nos será siempre lamentable.

Jóven afín don fosé Antonio Sosa dejA latierra natal y allá en la patria de los A ztoeas dondese distinguía por su asiduidad en el trabajo ydonde fueron debidamente a preciadas sus condi-ciones do cumplido caballero, puso en alto elnombre pallan teíbi

Bajo halagadores auspicios volvió a 1 . ar a A.fundó honorable ho gar y prestó Imantados servi-cios en diversos ramos de la Adnuaistrac i rea públi-ca .

Si la conciencia de nuestro propio ser apreciael sentimiento de la justicia humana, cómo puedoocultarse la divina que nos promete recompensascelestiales?

Para el amigo quo venimos á despedir en eldintel de la tumba, Dios habrá reservado, en lasregiones inmortales, el lugar destinado á los que,como él, dejan estela brillante por cl limo delmundo!

A NUESTROS AGENTESsuplicamos la remisión de las sumas que tenganrecaudadas por cuenta del trimestre en cu rso.

TOS CASI Y CO . SANAS/O.