Últimas cartas desde la locura -...

189
ÚLTIMAS CARTAS DESDE LA LOCURA VINCENT VAN GOGH 1

Transcript of Últimas cartas desde la locura -...

  • Ú L T I M A S C A R T A SD E S D E L A L O C U R A

    V I N C E N T V A N G O G H

    1

  • 2

  • V I N C E N T V A N G O G H

    3

    PRÓLOGO

    El caso Van Gogh, que en vida sólo logróvender una única pieza, y que se transformódespués en uno de los artistas de más alta cotizaciónen el mercado de arte internacional, es uno de losmás trágicos de la historia de la pintura. Por eso,cuando Antonin Artaud lo ilumina en su texto VANGOGH EL SUICIDADO POR LA SOCIEDAD,hace algo más que identificarse con él. Lo estáreconociendo, porque si Artaud es el poeta de laprofundidad, Van Gogh, que trabaja las superficies,es el pintor de lo invisible.

    Van Gogh es un artista amenazado, lasingularidad de su expresión lo vuelve inadmisiblepara la época. Está obstinado en que su violencia sevuelva luz, materia pictórica. Absolutamente frágil,cercado por la pobreza, el aislamiento y la locura,trata de rescatar su ser profundo, constituido "por

    3

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    4

    pequeñas emociones y por el instinto del pobre,tratando de probar la existencia verdadera delrecuerdo, aún cuando todos los días olvidemos".

    Viniendo de las oscuras tonalidades de supatria, Holanda, cuando finalmente llega al sur deFrancia, a Arlés, pinta los verdaderos colores delMediodía bajo ese sol que quema incluso la razón.Porque allí están "todos un poco tocados", sobretodo los que firman un petitorio para que se leimpida salir del hospicio para pintar. Recorriendolas calles con su caballete y sus pinturas a cuestas,Van Gogh pone en cuestión a la sociedad. En suspinturas plantea el problema de la verosimilitud.

    En esos días de crisis y encierro, su únicobálsamo es mantenerse ocupado. Tener qué leer ymaterial para pintar. Pinta todo lo que ve, produceincansablemente. En las largas y profusas cartas aThéo, confiesa su pasión por la literatura.Escindido, Vincent se completa en Théo, elhermano marchand que lo sostieneeconómicamente desde París y que se encarga de losnegocios con el mundo tratando de permanecer lomás leal posible a las directivas del mayor.

    Pintor, Vincent se transfigura cuando expresa lanecesidad de una ética del artista, a quien sueña

    4

  • V I N C E N T V A N G O G H

    5

    abandonando la mundanidad estéril del París paraentregarse místicamente a la búsqueda del color, laverdadera luz, lo que el ojo no puede ver. Quierecrear un atelier comunitario en Arlés y con bastantesensatez sueña utopías como transformar lasdesoladas salas del hospicio en un taller con comidabarata para pintores.

    Excepto la pintura, ningún gesto lógico hacia elmundo. Y cuando el crítico Issacson publica uncomentario alabando su trabajo, hay en él unmovimiento de rechazo y abstención. Pretendeeludir el presente, se proyecta al futuro y para ello seescuda tras Théo. Pretende que éste no venda suobra, que la guarde "para más adelante". Y en elabismo entre la certeza de su tarea y la duda que legenera no ser reconocido, se suceden las crisis de laenfermedad, cada vez más frecuentes ydemoledoras. Su obra le consume todas las fuerzas:en las cartas describe cuadro por cuadro, loshallazgos de color, sugiere tipos de marcos y ordenalos trabajos por complementarios, pensando en elmomento en que serán expuestos. Nada escapa a suvigilancia, desde Arlés.

    Sólo los libros lo distraen de su obsesión. Y lascartas. Por lo demás todo es soledad y aprender a

    5

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    6

    aceptar su enfermedad. La locura lo desgasta. lofatiga. Sus momentos de lucidez son de extremacautela, necesita alimentarse, pintar, materiales conqué hacerlo. El dramático contraste con Théo seacentúa desde la miseria del hospicio, que éldescribe con patético realismo.

    En todas sus pinturas, ya sean los retratos o lospaisajes, un jarrón con flores o el ciprés nocturno,aparece siempre el doble carácter de Vincent:materialidad y metafísica, una singularidad signadapor el desarraigo.

    E incluso sus naturalezas muertas sonapasionadas y coléricas, llenas de compasión.Simultáneamente violencia y ternura, en un tejidoque excede la norma de cualquier escuela, cualquierencasillamiento.

    Vincent acepta lentamente su enfermedad. Lascrisis se suceden, agotándolo, desde aquellaNochebuena del 88, cuando ataca a Gauguin, quehabía fijado residencia en Arlés desde hacía untiempo. Ambos pintores compartían la casa y elatelier, poniendo en marcha el proyecto de Vincentde una comunidad pictórica en el sur de Francia.Desde hacía ya un tiempo, Vincent se había vueltobrusco y ruidoso, acercándose en mitad de la noche

    6

  • V I N C E N T V A N G O G H

    7

    a la cama de Gauguin, volviéndose a dormirprofundamente cuando éste lo interrogaba. EsaNochebuena, habían estado juntos en un bar,bebiendo ajenjo. Bruscamente Vincent arrojó elvaso contra su amigo. Después cayó en un estado desopor y durmió profundamente hasta la mañana si-guiente. Entonces recordó vagamente haberloofendido. Gauguin ya había decidido ponerse encontacto con Théo para advertirle de lo ocurrido ypensaba poner fin a su estadía en Arlés. Lecomunicó su decisión a su compañero y el día pasótormentosamente.

    Después de la cena, Gauguin fue a caminar porun campo de laureles florecidos y, alertado por unsonido de pasos, descubrió a Van Gogh apunto delanzarse Sobre él con una navaja abierta en la mano.Sorprendido, Van Gogh deshace el camino,corriendo.

    Gauguin no volvió a la casa esa noche sino quese hospedó en el hotel del pueblo. Al despertarse ala mañana, vio reunida a una gran multitud. Allípudo enterarse de que, inmediatamente de llegar a lacasa, Van Gogh se había cortado la oreja al ras de lacabeza. Con mucho esfuerzo había logrado detenerla hemorragia. La sangre manchaba los dos

    7

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    8

    pequeños cuartos y el dormitorio en el pisosuperior.

    Una vez detenida la hemorragia, cubierta lacabeza con una gorra vasca, se dirigió directamenteal prostíbulo donde entregó, para una de lasmujeres, un sobre que contenía la oreja bien lavada.Hecho esto, volvió a su casa y se encerró a dormir.

    Es Théo quien acude, soluciona, provee.Vincent reclama dinero y puntualiza cada gasto.Pasa largos ayunos, intoxicado de tabaco y alcohol,produciendo incansablemente. Lleva años ser unverdadero pintor, dice. Poseído por una fiebreproductora sale a pintar durante la noche, con elsombrero empenachado de velas encendidas,produciendo espanto en la comunidad.

    Mientras, en París, Théo va consolidando suvida, se casa, tiene un hijo, cuida de la familia y desu hermano.

    Lo visita raramente. Es su puente con el mundo.A través de las cartas, Vincent parece hacerlo

    objeto de su desconsuelo, su ternura, su ironía.Vincent es inseparable de Théo, figurascontrapuestas de un mismo drama. En una visita aun museo, descubre un cuadro de Delacroix donde

    8

  • V I N C E N T V A N G O G H

    9

    una figura parece condensar a ambos en uno,misteriosa figuración de la alteridad.

    En 1890 Vincent decide mudarse aAuvers-sur-Oise, donde el doctor Gacnet lepropone una cura homeopática. Pinta entoncesdesenfrenadamente. Vergeles florecidos, hombresinclinados sobre la tierra, campos de trigo, retratoscasi japoneses, su cuarto quieto, autorretratos que ledepara el espejo. Pinta la noche, un ciprés con luna,los negros pájaros del final...

    Pinta para salvarse de un enloquecedor rumorque no lo abandona nunca. Y pinta, también, paraser. Las visiones que plasma son irrepetibles.

    El 27 de julio de 1890, Vincent se pega un tiroen el pecho, en pleno campo. Dos días más tardemuere.

    Para completar aún más la misteriosa relaciónque los une, su hermano Théo muere seis mesesmás tarde, el 21 de enero de 1891.

    Claudia Schvartz

    9

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    10

    ARLES (octubre de 1888-Mayo de 1889)

    Mi querido Théo:Gracias por tu carta; pero mira que esta vez he

    languidecido; mi dinero se había terminado eljueves, así que hasta el mediodía del lunes, resultóterriblemente largo.

    Durante esos cuatro días he vividoprincipalmente de 23 cafés y del pan que todavíatengo que pagar. No es culpa tuya; si la hay es mía.Porque he estado desesperado por ver mis cuadrosenmarcados y he pedido demasiado para mipresupuesto, ya que el mes de alquiler y la criadatambién había que pagarlos. También aun hoy,volveré a arruinarme, porque debo comprar la tela yprepararla yo mismo, ya que la de Tasset no havenido todavía. ¿Quisieras preguntarle lo máspronto posible si la ha enviado?; 10 metros o por lomenos 5 de tela común a 2 fr. 50.

    Pero esto me sería igual, mi querido hermano, siyo no sintiera que tú mismo debes sufrir estapresión que actualmente ejerce sobre nosotros eltrabajo. Pero me atrevo a creer que si vieras losestudios me darías la razón por trabajarardientemente mientras hace buen tiempo. Cosa que

    10

  • V I N C E N T V A N G O G H

    11

    no ocurre en estos últimos días; el mistraldespiadado barre con furia las hojas muertas. Peroentre eso y el invierno habrá todavía un período detiempo y efectos magníficos; y entonces se tratará denuevo de hacer un esfuerzo sin miramientos. Andotan metido en el trabajo, que no puedo detenermede golpe. Queda tranquilo; el mal tiempo medetendrá aún demasiado pronto. Como ya lo hizohoy, ayer y antes de ayer. Trata por tu parte depersuadir a Thomas. Él hará algo siempre.

    ¿Sabes cuánto me queda para la semana y aúndespués de 4 días de rígido ayuno? Justo 6 francos.Hoy es lunes, el día mismo que recibo tu carta.

    He comido a mediodía, pero esta tarde serápreciso que coma un pedazo de pan.

    Y todo continúa sin ninguna novedad, sea en lacasa o en los cuadros. Porque no tengo desde hacepor lo menos 3 semanas de dónde sacar tresfrancos...

    No tardes, si esto no te molesta mucho; notardes en enviarme el luis y la tela.

    He estado ocupado de tal modo desde el jueves,que de jueves a lunes no he hecho más que doscomidas, por lo demás no tenía más que pan y café,

    11

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    12

    que todavía estaba obligado a beber a crédito y quedebo pagar hoy. Así que si puedes, no te demores.

    Quisiera llegar a hacerte sentir profundamentebien esta verdad: dando dinero a los artistas, túmismo haces obra de artista y yo desearía solamentepara que mis telas lleguen a ser tales, que no estésdemasiado descontento de tu trabajo.

    Tengo además una tela de 30; jardín de otoño;dos cipreses verde botella y en forma de botellatambién; tres pequeños castaños de follaje tabaco yanaranjado.

    Un pequeño tejo, de follaje limón pálido ytronco violeta; dos pequeños macizos, de follajerojo sangre y púrpura escarlata.

    Un poco de arena, un poco de césped, un pocode cielo azul.

    Sin embargo resulta que me había jurado notrabajar. Pero todos los días sucede lo mismo; alpasar encuentro a veces cosas tan bellas que, en fina pesar de todo hay que tratar de hacerlas...

    A propósito: ¿No has leído nunca Loshermanos Zemgamno de los Goncourt? Si yo nohubiera leído esto, tal vez me atrevería a más: y aundespués de haberlo leído, el único temor que tengoes el de pedirte demasiado dinero. Si yo mismo me

    12

  • V I N C E N T V A N G O G H

    13

    quebrara en un esfuerzo, no me importaríaabsolutamente nada. Para ese caso tengo recursostodavía, porque me dedicaría, o bien al comercio obien a escribir. Pero mientras esté en la pintura, noveo más que la asociación de varios y la vida encomún.

    Comienza la caída de las hojas; se ve cómoamarillean los árboles, el amarillo aumenta todos losdías.

    Es por lo menos tan bello como los vergeles enflor; y por el trabajo que haremos me atrevería adecir que muy lejos de perder podremos ganar.

    ¿Has releído ya el Tartarín? ¡Ah!...¡No lo olvides! ¿Te acuerdas en Tartarín la

    queja de la vieja diligencla de Tarascón, esa páginaadmirable? Y bien, termino de pintar esta carrozaroja y verde en el patio de la posada. Ya verás. Estecroquis apresurado te da la composición; un primerplano simple de arena gris, el fondo también muysimple, paredes rosas y amarillas con ventanas depersianas verdes y un rincón de cielo azul. Los doscoches muy coloreados, verde, rojo, las ruedas-amarillo, negro, azul, anaranjado -. Siempre tela de30. Los coches están pintados a lo Monticelli, conempastamientos. Tú tenías hace tiempo un Claude

    13

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    14

    Monet muy bello que representaba 4 barcascoloreadas sobre una playa. Y bien; aquí se trata decoches; pero la composición es del mismo tipo.

    Supón ahora un abeto azul verde inmenso,extendiendo sus ramas horizontales sobre un pradomuy verde y la arena manchada de luz y de sombra.El rincón del jardín, muy simple, está alegrado porcanteros de geranios anaranjados en los fondos,bajo las ramas negras.

    Pos figuras de enamorados se encuentran a lasombra del gran árbol: tela de 30.

    Después otras dos telas de 30, el Puente deTrinquetaille y otro puente; el ferrocarril pasa sobrela calle.

    Esta tela se asemeja un poco, como colorido, aun Bosboom. En fin, el Puente de Trinquetaille contodos esos escalones es una tela hecha en unamañana gris; las piedras, el asfalto, el empedrado,son grises; el cielo, de un azul pálido; figurasmenudas y coloreadas; un árbol enclenque de follajeamarillo. Así pues, dos telas en tonos grises yquebrados y dos telas muy descoloridas.

    Perdona estos croquis tan malos; estoyobsesionado con la pintura de esta diligencia de

    14

  • V I N C E N T V A N G O G H

    15

    Tarascón y veo que no tengo la cabeza paradibujar...

    ¡Cuántas cosas deberían cambiar todavía! ...¿No es cierto que los pintores debían vivir todoscomo obreros? Un carpintero, un herrero, producepor lo general infinitamente más que ellos. En lapintura también habría que tener grandes talleresdonde cada uno trabajara más regularmente.

    Esas 5 telas que tengo en preparación estasemana llevan a 15 según creo el número de las telasde 30 para la decoración.

    2 telas de Girasoles.3 telas del Jardín del Poeta.2 telas Otro jardín.1 tela Café nocturno.1 tela Puente de Trinquetaille.1 tela Puente del Ferrocarril.1 tela La casa.1 tela la diligencia de Tarascón.1 tela la Noche estrellada.1 tela Los surcos.1 tela la Viña.

    15

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    16

    Dime, pues, ¿qué hace Seurat?1 Si lo ves, dile en-tonces de mi parte que estoy preparando unadecoración que actualmente alcanza la suma de 15telas de 30, cuadradas que para formar un conjuntoincluirá al menos otras 15, y que en este trabajo másamplio suele ser el recuerdo de su personalidad y dela visita que hicimos a su taller para ver sus grandesy hermosas telas, lo que me alienta en esta tarea.

    Mi querido Théo:En fin, te envío un pequeño croquis para darte

    una idea aproximada del giro que toma el trabajo.Porque hoy me he vuelto a poner a la tarea. Tengolos ojos fatigados todavía; pero en fin, tenía unaidea en la cabeza y éste es el croquis. Siempre tela de30. Esta vez es simplemente mi dormitorio; sóloque el color debe predominar aquí, dando con susimplificación un estilo más grande a las cosas parallegar a sugerir el reposo o el sueño en general. Enfin, con la vista del cuadro debe descansar la cabezao más bien la imaginación.

    Las paredes son de un violeta pálido. El suelo esa cuadros rojos.

    1 Seurat: pintor francés, uno de los creadores del puntillismo.

    16

  • V I N C E N T V A N G O G H

    17

    La madera del lecho y las sillas son de unamarillo de mantequilla fresca; la sábana y lasalmohadas, limón verde muy claro.

    La colcha, rojo escarlata. La ventana, verde.El lavabo, anaranjado; la cubeta, azul.Las puertas, lilas.Y eso es todo -nada más en ese cuarto con los

    postigos cerrados.Lo cuadrado de los muebles debe insistir en la

    expresión del reposo inquebrantable.Los retratos en la pared, un espejo, una botella y

    algunos vestidos.El marco -como no hay blanco en el cuadro -

    será blanco.Esto, para tomarme el desquite del reposo

    forzado1 a que me he visto obligado.Trabajaré aún todo el día de mañana; pero ya

    ves qué simple es la concepción. Las sombras y lassombras proyectadas están suprimidas; ha sidocoloreado con tintes planos y francos como loscrespones. Esto va a contrastar con, por ejemplo,La diligencia de Tarascón y el Café nocturno.

    1 Vincent tenía la vista muy cansada debido a una serie de croquis quehabía tomado de la diligencia de Tarascón.

    17

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    18

    No te escribo más porque voy a comenzarmañana muy temprano, con la fresca luz delamanecer, para acabar mi tela.

    No te olvides de darme noticias de cómo vanlos colores.

    Espero que me escribirás uno de estos días.La próxima vez te haré un croquis de otras

    piezas.Un apretón de manos.Yo creo que una nueva escuela colorista ha de

    arraigar en el Mediodía; porque veo cada vez másque los del norte se fundan sobre todo en lahabilidad del pincel y el llamado afecto pintorescoque en el deseo de expresar algo por el color mismo.

    Aquí, bajo el sol más fuerte, he encontrado quees cierto lo que decía Pissarro y lo que me escribía,además, Gauguin sobre lo mismo; la simplicidad, lodescolorido, lo grave de los grandes efectos del sol.

    En el norte jamás se hubiera sospechado.En cuanto a la venta, te doy razón en verdad

    por no buscarla expresamente; en realidad yopreferiría, si pudiera, no vender jamás...

    Este dormitorio es algo así como esa naturalezamuerta de las novelas parisienses de colchas

    18

  • V I N C E N T V A N G O G H

    19

    amarillas, rosas, verdes, ¿te acuerdas? Pero creo quela factura es más viril y más simple.

    Nada de punteado, nada de vetas, nada, tintesplanos pero que armonizan.

    No sé lo que emprenderé después, porque tengola vista fatigada todavía.

    Y en estos momentos, precisamente después deltrabajo duro y más que duro, siento también lacabeza vacía.

    Y si quisiera dejarme llevar por esto, nada mesería más fácil que detestar lo que termino de hacery darle de puntapiés como el padre Cézanne. En fin,¿por qué darle de puntapiés? Dejemos los estudiostranquilos a menos que no les encontremos nadabueno o que les encontremos lo que se llama buenode verdad, entonces ¡a fe mía!... tanto mejor.

    Es justamente el defecto de los holandeses,tildar una cosa de absolutamente buena y otra deabsolutamente mala. No existe de ningún modonada tan rígido como esto.

    He leído también Césarine de Richepin; tienecosas muy buenas; la marcha de los soldados endesbandada, cómo se siente su fatiga; ¿nomarcharemos así también sin ser soldados algunasveces en la vida? La querella del hijo y del padre es

    19

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    20

    muy desgarradora; pero es como La liga del mismoRichepin; creo que esto no deja ninguna esperanza,mientras que Guy de Maupassant, que ha escritocosas de verdad tan tristes, al final hace acabar lascosas más humanamente. Monsieur Parent, inclusoPedro y Juan, que aunque no terminan con lafelicidad, la gente se resigna y continúa igual. En unapalabra, no termina con sangre ni con tantasatrocidades como esto, ¡vaya! Prefiero mucho más aGuy de Maupassant que a Richepin, porque es másconsolador. Actualmente acabo de leer EugeniaGrandet de Balzac, la historia de un aldeano avaro.

    He lecho instalar el gas en el taller y en lacocina, lo que me cuesta 25 francos de instalaciones.Si Gauguin y yo trabajamos una quincena todas lastardes, ¿no los recuperaremos? Solamente que comopor otra parte Gauguin puede dejarse caer uno deestos días, aún necesitaré absolutamente unos 50francos por lo menos.

    No estoy enfermo, pero sin la menor duda,llegaré a estarlo, si no tomo una fuerte alimentacióny no dejo de pintar durante algunos días. En fin,vuelvo a verme reducido al caso de la locura deHugue van der Goes en el cuadro de Emile

    20

  • V I N C E N T V A N G O G H

    21

    Wauters. Y si no fuera porque tengo una naturalezaun poco dual, como la que resultaría de la unión deun monje y un pintor, viviría y eso desde hace yatiempo, reducido enteramente al caso mencionadomás arriba.

    En fin, aun entonces no creo que mi locura seala de persecución, ya que mis sentimientos en estadode exaltación desembocan más bien en laspreocupaciones de la eternidad y de la vida eterna.

    Pero asimismo, es preciso que desconfíe de misnervios, etcétera.

    He aquí un croquis muy vago de mi última tela;una fila de cipreses verdes contra un cielo rosa, conun cuarto creciente limón pálido. En primer plano,un terreno yermo, arena y algunos cardos. Dosenamorados; el hombre, azul pálido y sombreroamarillo; la mujer, con un corpiño rosa y una faldanegra. Esta, hace la cuarta tela del Jardín del poeta,que es la descoronación del cuarto de Gauguin. Mecausa horror tener todavía que pedirte dinero, perono puedo hacer nada y aun así sigo todavíaabrumado. Sin embargo, creo que el trabajo quehago gastando un poco más, nos parecerá un díamás barato que el anterior.

    21

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    22

    Gracias por tu carta y por el billete de 50francos. Como ya sabrás por mi telegrama, Gauguinha llegado bien de salud.

    Hasta me da la impresión de que se encuentramejor que yo.

    Está muy contento, naturalmente, de la ventaque has hecho; y yo igual, ya que así ciertos gastostodavía absolutamente necesarios para la instalaciónno tienen ni necesidad de esperar ni recaerán sobresu espalda solamente. Gauguin te escribirá hoy, conseguridad. Es muy interesante como hombre ytengo plena confianza de que con él haremos unaporción de cosas. Probablemente, aquí producirámucho y espero que yo también, quizás.

    Y entonces me atrevo a creer que para ti el fardoserá un poco menos pesado, y hasta me animo adecir mucho menos pesado.

    Yo siento, hasta el extremo de quedarmoralmente aplastado y físicamente aniquilado, lanecesidad de producir; precisamente porque enresumen no tengo otro medio de llegar a compensarnuestros gastos.

    Y no puedo hacer nada, ante el hecho de quemis cuadros no se vendan.

    22

  • V I N C E N T V A N G O G H

    23

    Llegará un día sin embargo, en que se verá queesto vale más que el precio que nos cuestan el colory mi vida, en verdad muy pobre.

    No tengo más deseo ni más preocupación encuestión de dinero o de finanzas, que suprimirdeudas.

    Pero, querido hermano, mi deuda es tan grande,que cuando la haya pagado, cosa que pienso llegar ahacer, el mal de producir cuadros me habrá robadola vida y me parecerá no haber vivido. Tal vez sóloocurra que la producción de cuadros me resulte unpoco más difícil; y en cuanto al número no siempreserán tantos.

    Que esto no se venda ahora, me causa la mismaangustia que tú sufres, pero para mí, en caso de quete molestara demasiado que no te entregase nada,vendría a ser lo mismo.

    Pero en finanzas me es suficiente saber estaverdad: que un hombre que vive 50 años y gasta dosmil por año, gasta cien mil francos y es necesarioque aporte también cien mil. Hacer mil cuadros acien francos, durante una vida de artista, es muy,muy duro, pero cuando el cuadro es a cien francos...y aún... nuestra tarea es a veces tan pesada. Pero estosí que no se puede cambiar.

    23

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    24

    Probablemente dejaremos a Tasset, porquevamos, por lo menos en gran parte, a servirnos decolores más baratos, tanto Gauguin como yo. Encuanto a la tela, vamos a prepararla nosotrosmismos. He tenido por un momento la sensación deque iba a caer enfermo; pero la llegada de Gauguinme ha distraído en tal forma que estoy seguro deque se me pasará. Es necesario que no descuide mialimentación durante un tiempo y esto es todo yabsolutamente todo.

    22 de octubre.

    Enfermo, ya te he dicho que no pensaba estarlo;pero habría enfermado si hubiese seguido gastando.

    Pues me inquietaba atrozmente la idea de que teobligaba a realizar un esfuerzo superior a tusfuerzas.

    Por un lado sentía que no podía hacer nadamejor que continuar hasta el fin la empresa deconvencer a Gauguin para que se viniera connosotros; y por otra parte, como lo puedes saberpor experiencia, cuando uno tiene que amueblar oinstalarse, es más difícil de lo que se cree.

    24

  • V I N C E N T V A N G O G H

    25

    Ahora me animo a respirar por fin, ya quehemos tenido todos mucha suerte por la venta quehas podido hacer para Gauguin.

    De una forma u otra los tres, él, tú y yo,podemos recapacitar un poco, para damos cuentacon calma de lo que acabamos de hacer.

    No tengas miedo de que vaya a preocuparmepor el dinero. Habiendo llegado Gauguin, elobjetivo está provisionalmente logrado. El y yo,combinando nuestros gastos, no alcanzaremos agastar ni siquiera lo que me costaba a mí solo la vidaaquí.

    El, podrá incluso ahorrar dinero a medida quevenda. Lo que le servirá dentro de un ano, parainstalarse en la Martinica, ya que sin esto no podríaahorrar.

    Cada mes recibirás mi trabajo y un cuadro másde él. Y yo haré el mismo trabajo sin mortificarmetanto y sin hacer tantos gastos. Ya hace tiempo queme parecía que la combinación que terminamos dehacer era de buena política. La casa va muy y se estávolviendo no sólo confortable sino también unacasa de artista.

    Así pues, no temas nada por mí y menos aúnpor ti.

    25

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    26

    Es verdad que he sentido una horrible inquietudpor ti: porque si Gauguin no hubiera tenido las mis-mas ideas, yo habría ocasionado gastos bastantegrandes para nada. Pero Gauguin es asombrosocomo hombre; no se apresura y esperará aquí muytranquilamente y trabajando fuerte, el momentopropicio para dar un inmenso paso adelante. Teníatanta necesidad como yo de reposo. Con el dineroque acaba de ganar, habría podido pagarseigualmente el descanso en Bretaña; pero como estánlas cosas actualmente, él está seguro de poderesperar sin recaer en la deuda fatal. No gastaremosentre los dos más de 250 francos por mes. Ygastaremos mucho menos en color, ya que nosotrosmismos lo vamos a hacer. Así que, por tu parte, note preocupes para nada por nosotros y recobra elaliento también; que quizás te haga mucha falta.

    Por mi parte, quisiera tan sólo decirte que no tepido más que seguir a un precio por mes muycomún: 150 francos (y lo mismo para Gauguin). Loque en todo caso reduce mi gasto personal.

    Mientras que sus cuadros seguramente aumenta-rán.

    Pues más adelante, si guardas mis cuadros parati, sea en París, sea aquí, estaré mucho más contento

    26

  • V I N C E N T V A N G O G H

    27

    de poder decir que prefieres guardar mi trabajo paranosotros que venderlo, que tener que mezclarme enla lucha por el dinero en este momento. De veras.Por otra parte, si lo que hago es bueno, entonces noperderemos nada en lo que se refiere a dinero;porque igual que el vino guardado en la bodega, seránormal que alcance una valoración. Además, estáclaro que si me esfuerzo en hacer esa pintura, aundesde el punto de vista del dinero será preferibleque esté sobre mi tela que en los tubos.

    Para terminar esto, me atrevo a esperar quedentro de 6 meses Gauguin, tú y yo veremos quehemos fundado un pequeño taller que perdurará ypermanecerá como una estación necesaria o por lomenos útil para todos aquellos que quieran venirseal Sur. Un fuerte apretón de manos.

    Noviembre de 1888.

    Además, tengo en fin una Arlesiana; una figura(tela de 30) esbozada en una hora; fondo limónpálido, la cara gris, el vestido negro, negro negro, deazul de Prusia completamente crudo. Se apoya sobreuna mesa verde y está sentada en un sillón demadera anaranjada...

    27

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    28

    Gauguin, aunque aquí trabaje mucho, sientesiempre nostalgia de los países cálidos. Y de ahí quecuando se vaya a Java por ejemplo con lapreocupación de hacer color, verá una porción decosas nuevas.

    Luego, en esos países más luminosos, bajo el solmás fuerte, la sombra proyectada por los objetos ylas figuras, se vuelve distinta y está coloreada de talmodo que uno está tentado de suprimirla,sencillamente. Esto sucede ya aquí...

    Creo que te gustará la caída de hojas que hehecho.

    Son los troncos de álamos lilas, cortados por elmarco allá donde comienzan las hojas.

    Estos troncos de árboles como pilares bordeanuna avenida donde están, a derecha e izquierda,alineadas viejas tumbas romanas de un lila azul.Luego, el suelo esta cubierto por una capa espesa dehojas anaranjadas y amarillas caídas parecida a untapiz. Como los copos de la nieve que siguecayendo.

    Y en la avenida figuras menudas de enamoradosen negro. La parte superior del cuadro es unapradera muy verde y nada de cielo o casi nada.

    28

  • V I N C E N T V A N G O G H

    29

    La segunda tela es la misma avenida, pero conun viejo buen hombre y una mujer gorda y redondacomo una bola.

    ¡Pero si el domingo hubieras estado connosotros!... Hemos visto una viña roja, toda rojacomo el vino rojo. En la lejanía se volvía amarilla ydespués un cielo verde con un sol, terrenos, despuésde la lluvia, violetas y centelleantes de amarillo poraquí y por allá, donde se reflejaba el sol poniente.

    Mi querido Théo:No me molesta tratar de trabajar con la imagina-

    ción, pues así puedo quedarme en casa. Trabajar alcalor de una estufa no me incomoda; porque el fríome sienta mal, como ya sabes. He fracasadosolamente en esa cosa que he hecho del jardín enNuenen y veo que para los trabajos de imaginacióntambién hace falta el hábito. Pero he hecho losretratos de toda una familia; la del cartero del cual yahabía hecho anteriormente la cabeza -el hombre, lamujer, el niño, el muchacho y el hijo de 16 años -;todos de tipo muy francés, aunque tengan cara derusos. Telas de 15. Tú sabes que me siento en mielemento y que esto me consuela hasta cierto puntode no ser médico. Espero insistir y poder obtener

    29

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    30

    poses más serias pagaderas en retratos. Y si llego ahacer todavía mejor a toda esta familia, al menoshabré conseguido algo a mi gusto personal.Actualmente estoy en pleno lío de estudios,estudios, estudios, y esto durará aún - un desordental me aflige mucho pero servirá para disponer derecursos a los 40 años.

    De cuando en cuando una tela que resultacuadro, tal como el sembrador en cuestión, que yotambién considero mejor que el primero.

    Si podemos conservar la casa significará un díade victoria para nosotros, aunque no sea junto a lagente mencionada.

    Habría que pensar un poco en este proverbio:júbilo en la calle, dolor en la casa.

    ¡Qué quieres!... Suponiendo que tengamostodavía una batalla que librar, entonces habría quetratar de madurar tranquilamente.

    Tú me has dicho siempre que busque la calidadantes que la cantidad.

    Según esto, nada nos impide tener muchosestudios que cuenten como tales y no vender porconsiguiente una porción de cosas. Y si tarde otemprano estamos obligados a vender, entoncesvenderemos un poco más caro cosas que se pueden

    30

  • V I N C E N T V A N G O G H

    31

    sostener desde el punto de vista de la búsquedaseria.

    Creo que a pesar de mí, no se me quitan lasganas de enviarte algunas telas dentro de poco,digamos un mes. Digo a pesar de mí, porque estoyconvencido de que las telas ganan secándose bienaquí, en el Sur, hasta que la pasta se endurezca afondo, lo que lleva largo tiempo, es decir, un año.Abstenerme de enviártelas tal vez sea lo mejor.Porque nosotros no tenemos necesidad en estemomento de mostrarlas: lo tengo muy sabido.

    Gauguin trabaja mucho; me gusta sobre todouna naturaleza muerta con fondo y primer planoamarillos; tiene en preparación un retrato mío queno cuento entre sus intentos fallidos; actualmentehace paisajes y finalmente tiene una tela muy buenade lavandera, buenísima por lo que me parece.

    He hecho un bosquejo de hurdel y proyectohacerlo cuadro.

    He terminado también una tela de una viña todapúrpura y amarilla con menudas figuras azulesvioletas y un sol amarillo.

    Creo que podrás poner esta tela al lado de lospaisajes de Monticelli.

    31

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    32

    Voy acostumbrándome a trabajar de memoria ylas telas de memoria son siempre menosdesmañadas y tienen un aire más artístico que losestudios del natural, sobre todo cuando se trabajacon tiempo de mistral.

    No creo haberte dicho todavía que Rilliet hapartido para Africa. Tiene un estudio mío por eltrabajo que se ha tomado para llevar las telas a Parísy Gauguin le ha dado un pequeño dibujo a cambiode una edición ilustrada de Mme. Chrysanthème.

    Yo no he recibido todavía los canjes dePont-Aven, pero Gauguin me asegura que las telasestaban hechas.

    Aquí hace un tiempo de viento y de lluvia yestoy muy contento de no estar solo; los días malostrabajo de memoria y si estuviera solo nofuncionaría.

    Gauguin también ha terminado casi su Cafénocturno. Es muy interesante como amigo; tengoque decirte que sabe cocinar perfectamente; creoque aprenderé de él. Nos arreglaremos para hacerlos marcos con simples varillas claveteadas sobre elbastidor y pintadas, cosa que ya he empezado.¿Sabes que Gauguin es un poco el inventor delmarco blanco? Pero el marco de 4 varillas

    32

  • V I N C E N T V A N G O G H

    33

    claveteadas sobre el bastidor, cuesta 5 centavos yvamos a perfeccionarlo, sin duda.

    Queda muy bien, porque este marco no resalta yhace juego con la tela.

    He trabajado en dos telas.Un recuerdo de nuestro jardín en Etten con

    coles, cipreses, dalias y figuras; también, una Lectorade novelas en una biblioteca como la LectureFrançaise, una mujer toda en verde. Gauguin me davalor para imaginar y las cosas de la imaginaciónadquieren sin duda un carácter más misterioso.

    No perderás nada si confías en mi trabajo ydejaremos tranquilamente que nuestros queridoscamaradas desprecien a los actuales. Felizmentepara mí, sé bien lo que quiero y soy absolutamenteindiferente hacia la crítica de trabajarapresuradamente en el fondo.

    En respuesta, he producido estos días todavíamás a prisa.

    Gauguin me decía el otro día que había visto deClaude Monet, un cuadro de girasoles; es un gran ja-rrón japonés, muy bello; pero -le agradan más losmíos. No soy de ese parecer - no creo que me estédebilitando.

    33

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    34

    Lamento como siempre, bien conoces esto, laescasez de modelos, las mil contrariedades paravencer esta dificultad. Si yo fuera un hombredistinto y si fuera más rico, podría forzar esto;actualmente no cedo y cavo sordamente.

    Si a los cuarenta años hago un cuadro de figurassimilares a las flores de que hablaba Gauguin, tendréuna posición de artista al nivel de cualquiera. Asípues, perseverancia.

    Entretanto puedo decirte ahora que los dosúltimos estudios son bastante graciosos.

    Telas de 30;1 una silla de madera y paja todaamarilla, sobre ladrillos rojos, contra una pared (dedía).

    Después, el sillón de Gauguin rojo y verde;efecto de noche, pared y piso rojo y verde también;sobre el asiento dos novelas y una vela. Sobre telarala y con empaste espeso.

    Mi querido Théo.Gauguin y yo estuvimos ayer en Montpellier

    para ver el Museo y sobre todo la sala Brias. Hay allímuchos retratos de Brias por Delacroix, por Ricard,

    1 La silla de Vincent.

    34

  • V I N C E N T V A N G O G H

    35

    por Coubert, por Cabanel, por Couture, porVerdier, por Tassaert y otros. Además, hay cuadrosmuy hermosos de Delacroix, Courbet, Giotto, PaulPotter, Botticelli y Th. Rousseau.

    Brias era un benefactor de artistas; no te dirémás que esto. En el retrato de Delacroix, hay unseñor de barba y cabellos rojos que tiene algo deparecido contigo o conmigo y que me ha hechopensar en esta poesía de Musset .... :

    «partout oú j'ai touché la terreun malheureux vétu de noir,auprés de nous venait s' asseoirqui nous regardait comme un frére».2

    2 El poema de Musset, es "La nuit de décembre"Partout oú j'ai touché la terre,Sur ma route esi venu s'asscoirUn mialheurex vetu de noir.Qui nie resseniblait conime un frère.Dondequiera he tocado la tierra,En el camino vino a sentarseUn desdichado vestido de negro,Que se me asemejaba cono un hermano.La versión de van Gogh ligeramente alterada;Dondequiera he tocado la tierraun desdichado vestido de negrocerca de nosotros venía a sentarsey nos miraba como un hermano.

    35

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    36

    Esto te hará el mismo efecto; estoy seguro. Terogaría encarecidamente que fueras a ver esa libreríaen donde se venden las litografías de artistasantiguos y modernos, a ver si puedes conseguir singastos considerables la litografía sacada deDelacroix:

    El Tasso en la cárcel de locos; ya que mepareció que esta figura debe tener conexiones coneste hermoso retrato de Brias.

    Hay además de Delacroix, un estudio de Mulata(que Gauguin ha copiado hace tiempo), lasOdaliscas, Daniel en el foso de los leones; deCourbet: lº las Muchachas del pueblo, magnífico;una mujer vista de espaldas y otra tumbada en unpaisaje; 2º la Hilandera (soberbio) y todavía muchosotros Courbet. En fin, tú debes saber que estacolección existe o bien conocerás personas que lahan visto y por consiguiente están en condicionesde hablar.

    No insisto, pues, en el museo (salvo sobre losdibujos y bronces Barye). Gauguin y yo hablamosmucho de Delacroix, Rembrandt, etcétera.

    36

  • V I N C E N T V A N G O G H

    37

    La discusión es una electricidad excesiva,salimos a veces con la cabeza fatigada como unabatería eléctrica después de la descarga. Hemosestado en plena Magia, porque como dice tan bienFromentin Rembrandt es sobre todo mago...

    Tú conoces el extraño y soberbio retrato dehombre por Rembrandt, en la galería de Lacaze; lehe dicho a Gauguin que yo veía allí cierto rasgo defamilia o de raza con Delacroix o con Gauguin. Yono sé por qué llamo siempre a ese retrato el Viajeroo El hombre que viene de lejos. Esto es una ideaequivalente y paralela a lo que te he dicho ya a timismo, que mires siempre el retrato de Six viejo, elhermoso retrato del guante, para tu porvenir, y elaguafuerte de Rembrandt, Six leyendo junto a laventana bajo un rayo de sol, para tu pasado y tupresente. Ya ves cómo estamos. Gauguin me decíaesta mañana, cuando le preguntaba cómo estaba:«que se sentía volver a su naturaleza antigua», lo queme ha causado mucho placer. El invierno pasadocuando llegué aquí con fatiga y casi desvanecidocerebralmente, antes de poder comenzar arecuperarme, sufrí también un poco interiormente.

    Cómo desearía que un día vieras este museo deMontpellier; hay cosas muy bellas.

    37

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    38

    Dile esto a Degas; que Gauguin y yo estuvimosviendo el retrato de Brias por Delacroix enMontpellier; porque es preciso creer firmemente quelo que es, es y el retrato de Brias por Delacroix senos parece a ti y a mí como un nuevo hermano.

    23 de diciembre de 1888.

    Te agradezco mucho tu carta, tu billete de 100francos incluido e igualmente tu giro de 50 francos.

    28Creo que Gauguin está un pocodecepcionado de la buena ciudad de Arlés, de lacasita amarilla donde trabajamos y sobre todo demí.

    Efectivamente, preveo para él, tanto como paramí, dificultades graves que aún hay que superar.

    Pero esas dificultades están más bien dentro denosotros que en cualquier otra parte.

    Resumiendo: creo que o bien se decidirá a mar-charse o bien se decidirá a quedarse.

    1º de Enero de 1889.Mi querido hermano:

    38

  • V I N C E N T V A N G O G H

    39

    Espero que Gauguin1 te haya tranquilizadocompletamente y también en lo que respecta a losasuntos de la pintura.

    Espero recomenzar muy pronto el trabajo.La criada y mi amigo Roulin se habían

    encargado de la casa y habían puesto todo en orden.Cuando salga, podré volver a ir andando por

    aquí y muy pronto llegará el buen tiempo yrecomenzaré los vergeles en flor.

    Estoy, mi querido hermano, muy afligido por tuviaje; hubiera deseado evitarte esto, porque en sumano me ha pasado nada malo y no había por quémolestarte.

    No sabría decirte cuánto me regocija que hayashecho la paz y más aún con los Bonger.2

    Dile esto de mi parte a André y salúdalo muycordialmente. Como me habría gustado quehubieses visto Arlés con buen tiempo; ahora lo hasvisto en negro.

    1 Gauguin es el único informante de lo que pasó el 24-XII-1888 y lohace en “Avant et apres” para terminar con el rumor. Ver prólogo.

    2 Théo se había comprometido con Johanna Bonger, hermana deAndré Bonger, amigo de Vincent y Théo.

    39

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    40

    Valor entretanto; envía las cartas directamente ami domicilio, Lamartine 2. Yo le enviaré a Gauguinsus cuadros que quedaron en la casa, tan prontocomo lo desee.

    Le debemos los gastos que ha hecho por losmuebles. Un apretón de manos: tengo que volver alhospital, pero dentro de poco saldré del todo.

    Tuyo, Vincent.Escribe también una palabra a nuestra madre de

    mi parte; que nadie se inquiete.

    Mi querido amigo Gauguin:Aprovecho mi primera salida del hospital, para

    escribirte dos palabras de amistad muy sincera yprofunda. He pensado mucho en ti en el hospital, yhasta en plena fiebre y relativa debilidad.

    Dime, el viaje de mi hermano Théo, ¿era puestan necesario, amigo mío? Ahora, al menos,tranquilízalo completamente y también a ti te ruegoque tengas confianza de que no existe ningún mal enéste, el mejor de los mundos, donde todo marcha dela mejor manera.

    Además, deseo que digas muchas cosas de miparte al bueno de Schuffenecker; que te abstengashasta más madura reflexión por ambas partes, de

    40

  • V I N C E N T V A N G O G H

    41

    hablar mal de nuestra pobre casita amarilla; quesaludes de mi parte a los pintores que veas en París.Te deseo prosperidad en París, con un buen apretónde manos.

    Todo tuyo,Vincent.

    Roulin ha sido verdaderamente bueno conmigo;fue él quien tuvo presencia de ánimo para hacermesalir de allí, antes de que los demás se dieran cuenta.

    Contéstale, por favor.

    2 de enero de 1889.

    Mi querido Théo:Para tranquilizarte completamente a mi

    respecto, te escribo estas breves frases en elgabinete del señor Rey, el interno, a quien yaconoces.1 Me quedaré todavía algunos días aquí, en

    1 El doctor Rey, médico del hospital, escribió a Théo lo siguiente:

    "Añado algunas palabras a la carta de su señor hermano para tran-quilizarle a mi vez sobre lo que a mi respecta.

    Me satisface anunciarle que mis predicciones se han confirmado yque aquella sobreexcitación no ha sido más que pasajera. Yo creo que élse repondrá en unos pocos días. He insistido aunque él mismo le

    41

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    42

    el hospital; después, espero volver muytranquilamente a mi casa.

    Ahora te ruego una sola cosa, que no teinquietes; porque entonces me provocarías unainquietud más.

    Hablemos ahora de nuestro amigo Gauguin: ¿lohe asustado? En fin ¿por qué no da señales de vida?Debe haberse ido contigo. El tenía por otra partenecesidad de volver a ver París y en París se sentiríamás a gusto que aquí. Dile a Gauguin que me escribay que pienso siempre en él.

    Un buen apretón de manos; he releído tu carta,en lo concerniente a tu encuentro con los Bonger.Está bien. En cuanto a mí, estoy contento de seguirtal como soy.

    Todavía una vez más, un buen apretón demanos para ti y Gauguin2.Todo tuyo.

    Vincent. escribiera, para informarle de su estado. Le sugerí que bajase a migabinete para conversar un poco. Eso le distraerá le hará bien a él.

    Acepte usted mis más solícitos saludos.Rey”.

    2 Gauguin le envió un telegrama a Théo, pidiéndole que vengaurgentemente. Al llegar Théo, el Dr. Rey le informa lo ocurrido.

    42

  • V I N C E N T V A N G O G H

    43

    Escribe siempre a la misma dirección: plazaLamartine, 2.

    Mi querido Théo:Quizás no te escribiré hoy una carta muy larga;

    pero en todo caso, sí una nota para hacerte saberque he vuelto a mi casa.

    Cuánto lamento que te hayas molestado por tanpoca cosa; perdónamelo, ya que al fin soy probable-mente la causa principal.

    Yo no preví que esto tuviera las consecuenciasque ya te comentaré. Basta. El Sr. Rey ha venido aver la pintura con dos de sus amigos médicos; yellos comprenden en seguida, a grosso modo por lomenos, lo que son los complementarios.

    Ahora espero hacer el retrato del Sr. Rey yposiblemente otros retratos, tan pronto vuelva aadaptarme un poco a la pintura.

    Gracias por tu última carta; de veras que tetengo siempre presente; pero has de saber tambiénque trabajo en lo mismo que tú. ¡Ah!... cómodesearía que hubieses visto el retrato de Brias porDelacroix, y todo el museo de Montpellier, donde Viendo que no puede hacer nada, Théo lo recomienda al cuidado delDr. Rey, y al cartero Roulin, y regresa a París.

    43

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    44

    me llevó Gauguin. Cómo se ha trabajado ya en elSur, antes de nosotros; la verdad es que me cuestabastante creer que nos hayamos desviado tanto. Porlo que se refiere a la región cálida, ¡a fe mía!...involuntariamente pienso en cierta región de quehabla Voltaire y aun sin contar los simples castillosen el aire. Estos son los pensamientos que mesurgen, al volver a mi casa.

    Estoy muy deseoso de saber cómo seencuentran los Bonger y si las relaciones con ellosse mantienen como espero.

    Si te parece bien -ido Gauguin - restableceremosel mes a 150 francos; creo que veré todavía aquí díasmás calmos que los del año pasado.

    De lo que tendré gran necesidad para miinstrucción es de todas las reproducciones de loscuadros de Delacroix, que se pueden aún conseguiren esta casa donde venden a 1 franco, creo, laslitografías de artistas antiguos y modernos, etc. Noquiero las más caras, decididamente.

    ¿Cómo están nuestros amigos holandeses deHaan e Isaacson? Salúdalos de mi parte.

    Creo solamente que debemos mantenemos tran-quilos en relación a mi pintura. Si tú lo quieres,claro, puedo ya enviarte, pero cuando la calma me

    44

  • V I N C E N T V A N G O G H

    45

    vuelva espero hacer algo distinto. Sin embargo, paralos Independientes haz como te parezca y comohagan los otros.

    Pero no tienes idea de cuánto lamento que nohayas hecho todavía tu viaje a Holanda.

    En fin, ya no podemos cambiar los hechos; peroadelántate por la correspondencia o como puedashasta donde te sea posible; y diles a los B. cuantome duele haberles quizás causado un retraso,involuntariamente. Escribo a nuestra madre y a Wil,en estos días; también he de escribir a Jet Mauve.

    Escríbeme pronto y queda completamentetranquilo en cuanto a mi salud; me curará del todosaber que te va bien ¿Qué hace Gauguin? Como estácon su familia en el norte, y ha sido invitado aexponer en Bélgica y tiene actualmente éxito enParís, quiero creer que ha encontrado su camino.Un buen apretón de manos; me siento regularmentefeliz de que esto sea una cosa pasada. Una vez más,un fuerte apretón de manos.

    9 de enero de 1889.

    Físicamente estoy bien; la herida se cierra muybien y la gran pérdida de sangre se equilibra, ya que

    45

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    46

    como y digiero a satisfacción. Lo más temible seríael insomnio, y el médico no me ha hablado ni yotampoco a él todavía. Pero yo mismo lo combato.

    Combato este insomnio con una dosis muyfuerte de alcanfor In mi almohada y mi colchón; y sialguna vez no durmieras, te lo recomiendo. Temíamucho dormir solo en la casa y he tenido miedo deno poder hacerlo.

    Pero esto ya ha desaparecido y me atrevo a creerque no reaparecerá. El sufrimiento por este lado, enel hospital, ha sido atroz y, sin embargo, aun en losestados de mayor debilidad puedo decirte, comocuriosidad, que he seguido pensando en Degas.Gauguin y yo habíamos hablado antes de Degas yyo había hecho notar a Gauguin que Degas habíadicho esto: «Me reservo para las arlesianas».

    Luego, tú que sabes cuán sutil es Degas, cuandovuelvas a París dile que le confieso que hasta ahorahe sido incapaz de pintar a las mujeres de Arlés yque no debe creer a Gauguin si éste le habla bien demi trabajo, que sólo ha seguido un curso enfermizo.

    Según esto, si me rehago, debo recomenzar y nopodré alcanzar de nuevo esas cumbres a donde laenfermedad me ha imperfectamente arrastrado.

    17 de enero de 1889.46

  • V I N C E N T V A N G O G H

    47

    Mi querido Théo:Gracias por tu buena carta, lo mismo que por el

    billete de 50 francos que contenía.Responder a todas tus preguntas ¿Podrías

    hacerlo tú en este momento? Yo no me sientocapaz. Claro que me gustaría, después dereflexionar, encontrar una solución; pero es precisoque relea todavía la carta, etcétera.

    Pero antes de discutir lo que gastaría o nogastaría durante todo un año, nos convendría ver unpoco nada más que el mes actual.

    En todo caso, esto ha sido realmente lamentabley en verdad me tendría por muy feliz si dedicarasseriamente tu atención a lo que eso es y ha sidodurante tanto tiempo.

    Pero ¿qué quieres?, desgraciadamente todo andacomplicado de varios modos; mis cuadros no tienenvalor pero me cuestan, es cierto, gastos extraordina-rios, quizás a veces hasta en sangre y cerebro. Noinsisto y ¿qué quieres que te diga? Volvamossiempre al mes actual y no hablemos más que dedinero. El 23 de diciembre había todavía en caja unluis y 3 centavos. Ese mismo día recibí de ti elbillete de 100 francos.

    47

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    48

    Estos son los gastos:Dado a Roulin para pagar a la criada su mes de

    diciembre 20 francos; así como la primera quincenade enero 10 francos = 30 fr.

    Pagado en el hospital. 21 fr.Pagado a los enfermeros que me habían curado.

    10 fr.Al volver aquí pagué una mesa, un calentador de

    gas, etc., que me habían prestado y que entoncestomé a crédito. 20 fr.

    Pagado por la limpieza de toda la ropa de camay la ropa ensangrentada

    12 fr. 50Varias compras como una docena de pinceles,

    un sombrero, etc, etc., pongamos. 10 fr.

    103fr. 50

    Hemos llegado ya, así, al día o al otro día de misalida del hospital, con un desembolso forzoso demi parte de 103 fr. 50, a lo que hay que agregartodavía que, entonces, en el primer día, estuvecomiendo con Roulin en el restaurante, alegremente,tranquilizado y no temiendo más una nuevaangustia.

    48

  • V I N C E N T V A N G O G H

    49

    En fin, el resultado de todo esto fue que hacia el8 estaba arruinado. Pero al cabo de uno o dos díaspedí prestados 5 francos. Estábamos apenas a 10.Esperaba hacia el 10 una carta tuya; y luego, comoesta carta no llegó hasta hoy 17 de enero, elintervalo ha sido un ayuno de los más rigurosos ytanto más doloroso porque mi restablecimiento nopodía hacerse en estas condiciones.

    No obstante, he vuelto al trabajo y tengo hechosya tres estudios en el taller; además del retrato delseñor Rey que le ofrecí como recuerdo. Así que, demomento, no me pasa nada grave, como no sea unpoco más de sufrimiento y de relativa angustia. Yconservo muy buena esperanza. Pero me sientodébil y un poco inquieto y temeroso. Espero quepase cuando recupere mis fuerzas.

    Rey me ha dicho que debía ser muyimpresionable para haber tenido lo que tuve cuandola crisis y que actualmente yo sólo estaba anémico,pero que realmente debía alimentarme. Pero yo mehe tomado la libertad de decir al señor Rey que siactualmente lo más importante para mí era recobrarmis fuerzas, y que por una gran casualidad omalentendido justamente me había sido necesarioguardar un ayuno riguroso de una semana, si en

    49

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    50

    parecidas circunstancias él habría visto muchoslocos regularmente ya tranquilos y capaces detrabajar; y si no, que se dignara recordar entonces,cuando la ocasión llegara que yo no estoy locotodavía. Ahora, con todos estos pagos, conside-rando que toda la casa estaba convulsionada poresta aventura y todas mis ropas manchadas, ¿hay enestos gastos algo indebido, extravagante oexagerado? Si en seguida que volví pagué lo que eradebido a gentes casi tan pobres como yo mismo,¿hay error de mi parte o he podido economizar algomás?

    Ahora, hoy 17, recibo al fin 50 francos.Con respecto a esto, pago primero los 5 francos

    pedidos al dueño del café, más 10 consumicionestomadas durante esta última semana a crédito, loque hace 7 fr. 50

    Debo pagar todavía ropa blanca traída delhospital y además de esta semana pasada, yreparaciones de zapatos y de un pantalón; todojunto, algo así como

    5 fr.Madera y carbón a pagar todavía de diciembre y

    lo que hay que comprar aún, no menos de 4 fr.

    50

  • V I N C E N T V A N G O G H

    51

    Criada; segunda quincena de enero 10 fr.

    26fr. 50

    Neto, me quedará mañana por la mañanacuando haya pagado ese total.

    23 fr. 50Estamos a 17; faltan trece días para fin de mes.Pregunto cuánto podré gastar por día.Hay que agregar luego, que has enviado 30

    francos a Roulin, de los cuales ha pagado los 21 fr.50 del alquiler de diciembre.

    He aquí, mi querido hermano, la cuenta del mesactual. Y sin acabar.

    Llegamos ahora a los gastos que te han sidoocasionados por un telegrama de Gauguin, que ya lereproché muy formalmente que te mandara. Losgastos hechos así, al margen, son inferiores a 200francos. El mismo Gauguin, ¿pretende que hahecho allá maniobras magistrales? Escucha: noinsisto más sobre lo absurdo de esta diligencia;supongamos que yo estuviera todo lo extraviadoque quieran ¿por qué entonces el ilustre compañerono estuvo más atento? No insistiré más sobre estepunto.

    51

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    52

    Yo no sabré agradecerte bastante por haberpagado a Gauguin de modo que él no puedaquejarse de las relaciones que ha tenido connosotros. Por desgracia éste es otro gasto quizá másfuerte que de costumbre; pero en fin, me permiteuna esperanza.

    ¿No debe él o por lo menos no debía comenzarpor ver que nosotros no éramos sus explotadores,sino que, por el contrario, hemos tratado desalvaguardarle la existencia, la posibilidad de trabajoy... y ... la honradez? Si esto está por debajo de susgrandiosos proyectos de asociaciones de artistas queha propuesto y a los cuales se adhiere siempre en laforma que sabes; si esto está por debajo de sus otroscastillos en el aire, ¿por qué no considerarloentonces como irresponsable de los dolores yestragos que inconscientemente, tanto a ti como amí ha podido causarnos en su ceguera? Siactualmente esta tesis te pareciera demasiadoatrevida, no insisto; pero esperemos.

    El ha tenido antecedentes en lo que él llama «labanca de París», y se cree ducho en eso. Quizás enese aspecto, a ti y a mí eso apenas nos interese.

    52

  • V I N C E N T V A N G O G H

    53

    De igual modo, esto contradice totalmenteciertos párrafos de nuestra correspondenciaanterior.

    Si Gauguin fuera a París para que lo revisaranun poco o lo estudiara un médico especialista, tejuro... no sé muy bien qué resultaría.

    Yo le he visto hacer en diversas ocasiones,cosas que tú o yo no nos permitiríamos, porquetenemos conciencias más sensatas; he oído dos trescosas que se decían de él, del mismo tenor; pero yoque lo he visto de muy, pero de muy cerca, lo creoarrastrado por la imaginación, por el orgullo quizás,pero bastante irresponsable.

    Esta conclusión no se opone a que convengaescucharlo en cualquier circunstancia. Pero en elcaso del arreglo de su cuenta, veo que hasprocedido con una conciencia superior y pienso queno tenemos que temer en lo más mínimo que élpueda contagiamos de los errores de la «banca deParís».

    Pero él ... ¡a fe mía!... que haga todo lo quequiera, que tenga sus independencias (¿¿) (¿de quémanera considera su carácter independiente?), susopiniones y que siga su camino desde el momentoque le parece que lo conoce mejor que nosotros.

    53

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    54

    Encuentro muy extraño que me reclame uncuadro de girasoles ofreciéndome a cambio,supongo, o como regalo, algunos estudios que hadejado aquí. Le enviaré de vuelta sus estudios; queprobablemente tendrán para él utilidades que notendrían de ningún modo para mí.

    Pero, por el momento, guardo mis telas aquí ycategóricamente guardo para mí los girasoles encuestión.

    El ya tiene dos; que se dé por satisfecho.Y si no le gusta el cambio que hicimos, entonces

    puede recuperar su pequeña tela de la Martinica y suretrato, el que me mandó desde Bretaña, devolvién-dome por su parte mi retrato y mis dos telas degirasoles que ha tomado en París. Así pues, que nosaque a relucir más este tema: lo que digo estábastante claro.

    ¿Cómo puede pretender Gauguin que tememolestarme con su presencia, cuando difícilmentepodría negar que ha sabido que siempre preguntabapor él y que se le ha dicho y redicho que yo insistíaen verlo inmediatamente? Precisamente para decirleque mantuviera esto entre nosotros, sin molestarte ati.

    No ha querido escuchar.54

  • V I N C E N T V A N G O G H

    55

    Me fatiga reconsiderar todo esto y calcular yvolver a calcular cosas de este género.

    He tratado de mostrarte en esta carta ladiferencia que existe entre mis gastos propiamentedichos y aquellos de los cuales soy menosresponsable.

    Me ha sabido muy mal que en este momentopreciso tengas tales gastos que no han de beneficiara nadie.

    ¿Cuál será la consecuencia a medida querecupere mis fuerzas si mi posición se puedesostener? Temo mucho un cambio o una mudanzajustamente a causa de nuevos gastos. Llevo yamucho tiempo incapaz de recobrar el aliento. Noabandono el trabajo porque avanza por momentos ycreo que, con paciencia, llegaré al resultado depoder cubrir con los cuadros hechos los gastosanteriores. Roulin se marcha dentro de poco, el 21lo trasladan a Marsella; el aumento de sueldo esmínimo, se ve obligado a dejar por algún tiempo asu mujer y a los niños que no podrán seguirlo sinomucho más tarde, a causa de que los gastos de todauna familia serían mucho más pesados en Marsella.

    55

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    56

    Es un adelanto para él: pero es un consuelomuy, muy escaso el que da el gobierno a unempleado después de tantos años de trabajo.

    Y en el fondo creo que tanto él como su mujerse quedan muy, muy apenados.

    Roulin me ha acompañado frecuentemente,durante esta última semana.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo acerca deque no debemos mezclamos en las cuestiones de losmédicos, que no nos conciernen en lo absoluto.

    Precisamente como le decías al señor Rey enuna carta que le escribiste, que podías presentarlo enParís, he creído comprender que, en lo referente aRivet, no pensé hacer nada comprometedordiciéndole al señor Rey que si se iba a París me haríaun gran favor llevándole un cuadro al señor Rivet,en recuerdo mío.

    Naturalmente, no le he hablado de nada más;pero lo que le he dicho es que siempre lamentaríano ser médico, y que aquéllos que creen que lapintura es bella, harían bien en no ver en ella másque un estudio de la naturaleza.

    También sigue siendo una lástima que Gauguiny yo hayamos abandonado demasiado pronto ladiscusión que habíamos entablado sobre

    56

  • V I N C E N T V A N G O G H

    57

    Rembrandt y la luz. De Haan e Isaacson ¿estántodavía allí?; que no se desanimen. Después de mienfermedad he tenido lógicamente la vista muysensible. He observado al sepulturero de Haan yaque tuvo la atención de enviarme la fotografía. Ybien, me parece que el verdadero espíritu deRembrandt asoma en ese rostro que pareceiluminado por el reflejo de una luz surgida de latumba abierta delante de la cual permanece comosonámbulo el sepulturero.

    Esta es una construcción muy sutil.Yo no trabajo con carbón; y él, de Haan, ha

    elegido como medio de expresión justamente elcarbón, que es además una materia incolora.

    Me gustaría mucho que de Haan viera unestudio mío de un candelabro encendido y dosnovelas (una amarilla y la otra rosa) puestas sobreun sillón vacío (precisamente el sillón de Gauguin)tela de 30; en rojo y verde. Acabo de trabajarincluso hoy en uno que le hace Pego: mi silla vacía;una silla de madera blanca, con una pipa y unapetaca de tabaco. En los dos estudios, así como enlos otros, he buscado un efecto de luz con el colorclaro; de Haan comprenderá probablemente lo quebusco, si le lees lo que te he escrito al respecto.

    57

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    58

    Por muy larga que sea esta carta, en la cual hetratado de analizar el mes y en la que me quejo unpoco del extraño fenómeno de que Gauguin hayapreferido no volverme a hablar eclipsándose porcompleto, me falta agregar algunas palabras deapreciación.

    Lo que tiene de bueno es que sabe dirigirmaravillosamente el gasto de cada día.

    Entonces, en tanto yo estoy a menudo ausente,preocupado por llegar a buen fin, él puede más queyo para mantener el equilibrio del dinero en elmismo día. Pero su debilidad consiste en que conuna coz y una huida de bestia trastorna todo lo quecompuso.

    Luego, ¿hay que resistir en un sitio después deconquistarlo o hay que desertar? No juzgo a laspersonas por su interior, esperando no sercondenado yo mismo en caso de que las fuerzas mefaltaran; pero si Gauguin tiene tanta virtud real ytanta capacidad de beneficencia, ¿cómo las va aemplear? Yo ya renuncio a seguir sus actos y medetengo silenciosamente; con un punto deinterrogación, sin embargo.

    58

  • V I N C E N T V A N G O G H

    59

    El y yo, de vez en cuando, hemos vividocambiando ideas sobre el arte francés, sobre elimpresionismo...

    Me parece ahora imposible, o por lo menosbastante improbable, que el impresionismo seorganice y se calme.

    ¿Por qué no ocurrirá lo que sucedió enInglaterra cuando los Prerrafaelistas? La sociedad seha disuelto.

    Me tomo quizás todas estas cosas demasiado apecho y siento tal vez demasiada tristeza. ¿Habráleído alguna vez Gauguin Tartarín en los Alpes yrecordará al ilustre camarada tarasconés de Tartarín,que tenía tanta imaginación que había concebido depronto toda una Suiza imaginaria? ¿Se acuerda delnudo en una cuerda encontrada en lo alto de losAlpes, después de la caída? Y tú, que deseas sabercómo han sucedido las cosas, ¿has leído ya elTartarín por completo? Esto te enseñará areconocer a Gauguin.

    Te aconsejo muy en serio que releas este pasajeen el libro de Daudet.

    ¿Llegaste a ver el estudio que pinté de ladiligencia de Tarascón; aquélla que como sabes semenciona en Tartarín cazador de leones? Y

    59

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    60

    después, recuerdas a Borripard en Numa Rou-mestan y su feliz imaginación? Eso es lo que es,aunque de otro género, Gauguin; tiene una hermosa,franca y absolutamente completa imaginación delMediodía; con esta imaginación se va a trabajar alnorte, ¡a fe mía!... ¡se verán quizás mas farsas,todavía! Y ahora disecando, con todo atrevimiento,nada nos impide ver en él al tigrecito bonaparte delimpresionismo, en tanto que.... no sé bien cómodecir esto, su eclipse de Arlés, sea comparable oparalelo a la vuelta de Egipto del pequeño cabo quecomo el nuestro se volvió después a París, siempreabandonaba los ejércitos en el desastre.

    Felizmente Gauguin, yo y otros pintores, noandamos armados todavía de ametralladoras y otrasnocivas máquinas de guerra. Por mi parte yo estoymuy decidido a no tener más armas que mi pincel ymi pluma.

    Con gran alharaca, sin embargo, me hareclamado Gauguin en su última carta «sus caretas yguantes de guerra», guardados en el cuartito de micasita amarilla.

    Voy a mandarle en seguida por paquete postaltodas esas niñerías.

    60

  • V I N C E N T V A N G O G H

    61

    Probablemente jamás se servirá de cosas másserias.

    El es físicamente más fuerte que nosotros; suspasiones también deben ser mucho más fuertes quelas nuestras. Además es padre de unos niños; tiene asu mujer y a sus hijos en Dinamarca y quieresimultáneamente irse al otro extremo del globo, a laMartinica. Es horrible toda la oposición de deseos ynecesidades incompatibles que esto le debeocasionar.

    Yo me habría atrevido a asegurarle que sipermanecía tranquilo con nosotros, trabajando aquíen Arlés, sin perder dinero y ganándolo, ya que tú teocupabas de sus cuadros, es seguro que su mujer lehubiera escrito aprobando su tranquilidad. Hay másaún, resulta que andaba sufriendo y gravementeenfermo y se trataba de encontrar el mal y elremedio. Luego aquí, sus dolores se terminaron.

    Ya basta por hoy. ¿Tienes la dirección de Laval,el amigo de Gauguin? Puedes decirle a Laval que measombra mucho que su amigo Gauguin no hayallevado para entregárselo un retrato mío que ledestinaba. Ahora te lo enviaré a ti y podráshacérselo llegar. Tengo también otro nuevo para ti.Gracias una vez más por tu carta; te ruego que trates

    61

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    62

    de pensar en que sería realmente imposible vivir 13días con los 23 fr. 50 que van a quedarme; con 20francos que tú me enviaras la próxima semana, yatrataría que alcanzaran.

    Un apretón de manos: releeré tu carta y teescribiré bien pronto sobre las otras cuestiones.

    23 de enero de 1889.

    Ayer se fue Roulin (naturalmente mi encargosalió antes de la llegada de tu carta de esta mañana).Era impresionante verlo con sus niños este últimodía, sobre todo con la más pequeña, cuando la hacíareír y saltar sobre sus rodillas y le cantaba.

    Su voz tenía un timbre extrañamente puro yemocionado, que a mí me sonaba como un dulce ylastimero cantar de cuna pero a la vez como unlejano resonar del clarín de la Francia de laRevolución. Sin embargo no era triste. Al contrario,se había puesto el uniforme nuevo que habíarecibido ese mismo día y todo el mundo lefelicitaba...

    Acabo de terminar una nueva tela, que tiene unaspecto casi elegante: una cesta de mimbre conlimones y naranjas -una rama de ciprés y un par de

    62

  • V I N C E N T V A N G O G H

    63

    guantes azules; tú ya has visto estas cestas mías defrutas...

    Luego, para entrar suficientemente en calor,para fundir estos oros y estos tonos de llores -unprincipiante no podría; es preciso la energía y laatención de un individuo, por completo.

    Cuando después de mi enfermedad revisé mistelas, la que me pareció mejor fue la del dormitorio...

    Tengo en preparación el retrato de la mujer deRoulin, en el que trabajaba antes de caer enfermo.

    Había ordenado dentro los rojos, desde el rosahasta el anaranjado, el cual subía en el amarillo hastael limón, con los verdes claros y oscuros. Mealegraría muchísimo poder terminarlo, pero metemo que ella no querrá posar mientras siga ausentesu marido.

    Supongo que comprendes lo terrible de lapartida de Gauguin, precisamente porque esto nosderrumba los esfuerzos que hicimos para amueblarla casa donde se alojarían los amigos en los malosdías.

    Bastará que guardemos los muebles, etcétera.Y aunque hoy todo el mundo tenga miedo de

    mí, con el tiempo eso puede desaparecer.¡Bueno!... sigue ese camino.

    63

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    64

    Durante mi enfermedad he vuelto a ver cadacuarto de la casa en Zundert, cada sendero, cadaplanta en el jardín, los alrededores de los campos,los vecinos, el cementerio, la iglesia, nuestra huerta,atrás -hasta el nido de urraca en una alta acacia delcementerio.

    Eso será que tengo todavía los recuerdos másprimitivos que todos vosotros; para acordarse detodo esto así, no hay más que la madre y yo.

    No insisto, ya que es mejor que no trate derecuperar todo lo que entonces me vino a lacabeza...

    Pero, si quieres, puedes exponer las dos telas degirasoles.

    Gauguin se alegrara si tiene una; y me agradamucho ofrecerle a Gauguin un detalle de ciertovalor. Como él desea una de esas dos telas, ¡vale!...reproduciré una de las dos, la que él desea.

    Verás cómo llaman la atención esas telas. Perote aconsejo que las guardes para ti, para tu intimidadcon tu mujer.

    Es esa clase de pintura de aspecto un poco cam-biante, que se enriquece si la miras mucho rato.

    64

  • V I N C E N T V A N G O G H

    65

    Tú sabes que Gauguin, por otra parte, gusta deellas extraordinariamente. El me ha dicho, entreotras cosas: «esto... es... la flor».

    Sabes que Jeannin posee la peonía, que Quostposee la malvarrosa; pero yo poseo un poco elgirasol.

    ¿Te fijaste, durante tu apresurada visita, en elretrato negro y amarillo de la señora Ginoux? Ese esun retrato pintado en 3 cuartos de hora. Es precisoque por hoy termine.

    Tengo una tela de Berceuse,1 precisamente laque trabajaba cuando vino mi enfermedad ainterrumpirme. De aquélla, poseo igualmente hoydos pruebas.

    Acabo de decirle a Gauguin sobre esta tela, quecomo habíamos hablado el yo de los pescadores deIslandia y de su aislamiento melancólico, expuestosa todos los peligros, solos sobre el triste mar, acabode decirle a Gauguin que poco después de esasconversaciones íntimas, me había venido la idea depintar un cuadro tal que los marinos, niños ymártires a la vez, viéndolo en la cabina de una barca

    1Canción de cuna. La modelo para esta Obra fue la esposa del

    cartero Roulin.

    65

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    66

    de pescadores de Islandia, experimentaran unsentimiento de arrullo que les recordara el canto desus propias nodrizas.

    Acaso esto se parezca, si se quiere, a unacromolitografía de bazar. Una mujer vestida deverde con cabellos anaranjados se destaca contra unfondo verde con flores rosas. Ahora, estasdisparatadas agujas de rosa crudo, anaranjadocrudo, verde crudo, están suavizadas por bemolesde rojos y verdes.

    Me imagino estas telas precisamente entre las delos girasoles, que forman así lámparas o candelabrosa su lado, del mismo tamaño; y el conjunto, así, secompone de 7 u 8 telas. (Me gustaría hacer unarepetición para Holanda, si pudiera recuperar elmodelo).

    Ya que seguimos con el invierno, escúchame;déjame continuar tranquilamente mi trabajo; si es elde un loco, ¡a fe mía!... tanto peor. No puedoevitarlo, entonces.

    Las intolerables alucinaciones han cesado, pesea todo; actualmente se reducen a una simplepesadilla, a fuerza de tomar bromuro de potasio,creo.

    66

  • V I N C E N T V A N G O G H

    67

    Una vez más aún; o bien me encerráis sin mástrámite en una cabañuela de locos; no me opongo,en caso de que me engañe; o bien dejadme trabajarcon todas mis fuerzas, tomando las precaucionesque menciono. Si no estoy loco, llegará el momentoen que pueda enviarte lo que te he prometido desdeel comienzo. Supongamos que los cuadros quizásfatalmente deban dispersarse; pero cuando tú por lomenos veas el conjunto de lo que yo quiero, meatrevo a esperar que recibirás una impresiónconsoladora...

    Siempre has vivido como un pobre, poralimentarme, pero yo devolveré el dinero oentregaré el alma. Ahora vendrá tu mujer, que tienebuen corazón, para rejuvenecernos a nosotros, losviejos...

    Es verdad lo que te digo. Si no es absolutamentenecesario encerrarme en un manicomio, entoncesestoy bueno todavía para pagar, por lo menos enmercancías, las deudas que pudieron tentarme. Paraterminar, debo decirte todavía que el comisarioprincipal de policía vino a verme ayer muyamistosamente. Me ha dicho, estrechándome lamano, que si alguna vez yo tenía necesidad de élpodría consultarlo como amigo. Nada más lejos de

    67

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    68

    mi intención negarme pues podría muy prontollegarme el caso, precisamente si surgierandificultades con la casa.

    Espero que llegue el momento de pagar el mes,para interrogar al gerente o al propietario en elblanco de los ojos.

    Pero que se quedarán con las ganas de echarmecasi seguro en esta ocasión al menos.

    La verdad es que el trabajo me distrae.Y me conviene hallar distracciones -ayer estuve

    en las Folies Arlésiennes, el reciente teatro de aquí -ésta ha sido la primera vez que he dormido sinpesadillas graves. Se daba (era una sociedad literariaprovenzal) lo que se llama un Noël o Pastoral; unareminiscencia del teatro de la edad media cristiana.Estaba muy estudiada y les debe haber costadomucho dinero.

    Naturalmente representaba el nacimiento deCristo, entremezclado con la historia burlesca deuna familia de aldeanos provenzales embobados.

    Bueno -lo que era asombroso como unaguafuerte de Rembrandt - era la vieja aldeana; justouna mujer como sería la señora Tanguy, el cerebrode sílex o piedra de fusil, falsa, traidora, loca; todoesto se veía en la pieza citada.

    68

  • V I N C E N T V A N G O G H

    69

    Luego, en la pieza, llevada delante del místicopesebre, con voz temblorosa, se puso a cantar yentonces la voz cambió de bruja a ángel y de voz deángel a voz de niño y luego otra voz le respondió,ésta firme y cálidamente vibrante, una voz de mujerdetrás de los bastidores.

    Era algo asombroso. Ya te dije; los así llamados«félibres»1 se habían empeñado en gastarse eldinero.

    Yo, con esta pequeña región, no tengonecesidad de ir a los trópicos para nada.

    Vincent

    Creo y creeré siempre en el arte de crear en lostrópicos y pienso que debe ser maravilloso; pero enfin, personalmente soy demasiado viejo y (sobretodo si me hiciera poner una oreja de papel)demasiado acartonado para ir.

    ¿Gauguin lo hará? No es necesario. Porque sihay que hacerlo, se hará solo.

    No somos más que eslabones de la cadena.

    1 Trovadores provenzales.

    69

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    70

    Este bueno de Gauguin y yo noscomprendemos en el fondo del corazón y si somosun poco locos, sea, ¿no somos también un pocobastante profundamente artistas para contrarrestarlas inquietudes a este respecto por lo que decimosdel pintor? Todo el mundo tendrá quizás un díaneurosis, histeria, baile de San Vito u otra cosa.

    ¿Pero no existe el contra veneno? ¿EnDelacroix, en Berlioz, en Wagner? Y en verdad lalocura artística, en todos nosotros, yo no digo quesobre todo en mí, tal vez me haya herido hasta lamédula; pero digo y mantendré que nuestros contravenenos y consuelos pueden, con un poco de buenavoluntad, ser considerados como ampliamenteeficaces.

    Todo tuyo.

    30 de enero de 1889.He puesto hoy en preparación una tercera

    Berceuse. Sé muy bien que no está ni dibujada nipintada tan correctamente como la de Bouguereau;cosa que casi lamento porque aspiro a ser correctoen serio.

    70

  • V I N C E N T V A N G O G H

    71

    Pero como tampoco corresponde, fatalmente, nia Cabanes, ni a Bouguereau, al menos espero quesea francés.

    Hoy ha hecho un tiempo magnífico, sin viento,y he tenido tantas ganas de trabajar, que estoydesconcertado, ya que no contaba con esto.

    Terminaré esta carta como la de Gauguin,diciéndote que en verdad hay todavía signos de lasobreexcitación precedente en mis palabras; peroque esto no tiene nada de extraño, ya que en estabuena región taraconesa todo el mundo está unpoco tocado.

    3 de febrero de 1889.

    Quizás en la Berceuse hay un ensayo depequeña música del color de aquí; está mal pintada ylos cromos del bazar salen infinitamente mejorpintados técnicamente; pero aún así...

    Cuando salí con el bueno de Roulin del hospitalpensaba que no había tenido nada; solamentedespués he tenido la sensación de que había estadoenfermo. ¡Qué quieres!; vivo momentos en que mearrebata el entusiasmo, o la locura, o la profecía,como un oráculo griego en su trípode.

    71

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    72

    Tengo entonces una gran presencia de ánimo enpalabras, y hablo como las arlesianas; pero mesiento tan débil con todo esto...

    Debo decir esto: que los vecinos, etc., tienen unabondad particular conmigo; todo el mundo sufreaquí, sea de fiebre, sea de alucinación o de locura, yse entienden como personas de una misma familia.Ayer fui a ver otra vez a la muchacha de la casadonde me metí en mi extravío; se me dijo que cosascomo éstas, aquí en el país, no tienen nada deasombroso. Ella había sufrido y se habíadesvanecido; pero después recobró la serenidad. Ypor otra parte, se habla bien de ella.

    Pero en cuanto a considerarme completamentesano, no hay que hacerlo. La gente de la región queestá enferma como yo, me dice la verdad. Se puedevivir, viejo o joven; pero siempre se tendránmomentos en que se pierde la cabeza. Yo no puedodecirte, pues, que digas que no tengo nada o que notuve nada.1

    1 En el transcurso del mes de febrero el estado de Vincent se

    agravó. Se imaginaba que le habían querido envenenar. Théo, noteniendo más noticias de Arlés, telegrafía y recibe el 13 de febrero estarespuesta del doctor Rey: "Vincent bastante mejor, esperando curarlelo retenemos aquí, no se preocupe de momento”.

    72

  • V I N C E N T V A N G O G H

    73

    Febrero de 1889.

    Mi querido Théo:Mientras que mi espíritu estaba completamente

    falto de calma, habría sido en vano que hubieraintentado escribirte respondiendo a tu buena carta.Hoy acabo de regresar provisionalmente a mi casa;espero que será de veras. Hay tantos momentos enlos que me siento completamente normal, yprecisamente me parecería que si lo que tengo no esmás que una enfermedad particular de la región,conviene esperar tranquilamente aquí hasta que estotermine; aunque vuelva a repetirse (lo que no será elcaso, supongamos).

    Pero pon atención a lo que digo de una vez portodas, a ti y al Sr. Rey.1 Si tarde o temprano fuera de-

    En verdad la salud de van Gogh parece haber mejorado. Come y

    duerme en el hospital pero durante el día vuelve a su taller. Lapoblación de Arlés no soporta ver a un hombre loco por las calles yredacta una petición firmada por 81 habitantes, pidiendo la internaciónde van Gogh, cosa que se obtiene. Es alrededor de esa época cuandovan Gogh sale una noche con una corona de velas encendidas fijada asu sombrero, diciendo que iba a pintar un paisaje nocturno.

    1 El Dr. Félix Rey pensó que se trataba de una forma de epilepsia.Opinión que comparten algunos psiquiatras franceses que han escrito

    73

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    74

    seable que me trasladara a Aix2, como ya se ha plan-teado, consiento de antemano y me someteré.

    Pero en mi calidad de pintor y de obrero, no lees lícito a nadie, ni siquiera a ti o al médico, hacer taldiligencia sin prevenirme y consultarme a mí, alládentro; además, porque como hasta ahora siempremantuve mi presencia de espíritu, relativa a mitrabajo, tengo derecho a decir (o al menos a opinarsobre ello) qué sería lo mejor, si mantener mi talleraquí o mudarme enseguida a Aix 2. Esto, a fin deevitar los gastos y las pérdidas de una mudanza y deno hacerla sino en caso de absoluta necesidad.

    Parece que por aquí corre una leyenda que haceque la gente tema a la pintura y que en la ciudad seha hablado de esto.

    Bueno; sé que en Arabia sucede igual y, sinembargo, hay montones de pintores en Africa, ¿noes así? Lo que prueba que con un poco de firmezase pueden modificar esos prejuicios; o al menosseguir pintando igual.

    sobre el caso. (Véase “La Maladie de van Gogh", en Annales médicalespsychologiques, (1956), mientras otros médicos se inclinan por unademencia maníaco-depresiva.

    2 El asilo de alienados de Aix.

    74

  • V I N C E N T V A N G O G H

    75

    Lo malo es que yo también me siento proclive adejarme impresionar y a sentir yo mismo lascreencias de otro y a no indagar siempre el fondo deverdad que pueda haber en el absurdo.

    Gauguin, por otra parte, también está así; comohabrás podido observar desde que había venidoandaba igualmente fatigado por yo no sé quéenfermedad.

    Yo, después de permanecer aquí ya más de unaño, después de haber oído que decían casi todo elmal posible de mí, de Gauguin, de la pintura engeneral, ¿como no he de tomar las cosas tal comoson, aguardando a salir de aquí? ¿O hay acaso unlugar peor que el manicomio donde he estado endos oportunidades?.

    Las ventajas que tengo aquí son, como diríaRivet, 1 ante todo, que «aquí están todos enfermos»y entonces por lo menos no me siento solo.

    Ya que como bien sabes me gusta tanto Arlés,aunque Gauguin tenga algo de razón al llamarla laciudad más sucia del Mediodía.

    Y ya he encontrado tanta amistad en losvecinos, en el Sr. Rey y en todos los del hospicio,

    1 Dr. Rivel era el médico de Théo y Vincent.

    75

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    76

    que realmente preferiría estar siempre enfermo aquíque olvidar la bondad que hay en la misma genteque tiene los prejuicios más increíbles respecto a lospintores y a la pintura o que en todo caso no tieneninguna idea clara y sana como nosotros.

    Además, en el hospicio ahora me conocen y siesto se repitiera ocurriría en silencio y en el hospiciosabrían qué hacer.

    No deseo de ningún modo ni tengo necesidadde que me atiendan otros médicos.

    22 de febrero de 1889.

    Bueno -en suma, hay tantos pintores que estántocados de uno u otro modo que poco a poco meconsolaré.

    Más que nunca comprendo los sufrimientos deGauguin, que ha experimentado en los trópicos lamisma cosa, una sensibilidad excesiva. En elhospital precisamente he visto una negra enferma,que se queda y trabaja como sirvienta. Díselo.

    Si le dijeras a Rivet que andas tan preocupadopor mí, seguro que te tranquilizaría diciéndote que acausa de que hay tanta simpatía y comunidad deideas entre nosotros tú sientes un poco lo mismo.

    76

  • V I N C E N T V A N G O G H

    77

    No pienses demasiado en mí, como una idea fija; yome desenvolveré mejor, además, si sé que estássereno. Te estrecho fuerte la mano con elpensamiento; eres muy bueno al decir que podría ira París; pero pienso que la agitación de una granciudad no me convendría nunca. Hasta muy pronto.

    19 de marzo.

    Me ha parecido ver en tu carta tanta angustiafraternal contenida, que he creído mi deber rompermi silencio. Te escribo en plena posesión de mipresencia de ánimo y no como un loco; como elhermano que tú conoces.

    Esta es la verdad; un cierto número de personasde aquí ha dirigido al alcalde (creo que se llamaTardieu) una nota (había más de 80 firmas)1

    señalándome como un hombre indigno de vivir enlibertad o algo por el estilo.

    El comisario de policía o el comisario central,entonces, ha dado orden de que me volvieran ainternar.2

    1 Ver nota de pág. 75.

    2 El Dr. Rey estaba ausente.

    77

  • Ú L T I M A S C A R T A S D E S D E L A L O C U R A

    78

    Con que ya llevo aquí muchos días encerradobajo llaves, cerrojos y guardianes en el manicomio,sin que mi culpabilidad esté probada o sea probable.

    No hace falta decir que en el fuero interno de mialma tengo mucho que replicar a todo esto. Nitampoco que yo no podría enfadarme y queexcusarme en semejante caso me parecería unaautoacusación.

    Sólo advertirte para que me liberes -comienzopor no pedirlo, ya que estoy persuadido de que todaesta acusación quedará reducida a nada.

    Solamente digo que para liberarme loencontrarás difícil. Si yo no contuviera miindignación me juzgarían inmediatamente como unloco furioso. Esperemos pacientemente; por otraparte, las emociones fuertes no harían más queagravar mi estado.

    Por eso te induzco por la presente a que lesdejes hacer sin mezclarte.

    Tente por advertido de que sería quizáscomplicar y embarullar las cosas.

    Con más razón, ya comprenderás que yo aunestando completamente calmo en un momento

    78

  • V I N C E N T V A N G O G H

    79

    dado, puedo recaer fácilmente en un estado desobreexcitación por nuevas emociones morales.

    Ya podrás suponer hasta qué punto ha sido estopara mí como un mazazo en pleno pecho, cuandohe visto que había tantas personas aquí que eran lobastante cobardes para meterse en gran númerocontra uno solo y enfermo.

    Bueno -así quedas enterado; en cuanto a lo queconcierne a mi estado moral, me siento fuertementequebrantado; pero recobro asimismo una ciertaserenidad para no enfadarme.

    Además, la humildad me conviene, después dela experiencia de los ataques repetidos. Por lo tantono pierdo la paciencia.

    Lo principal, no me