Luis Nieto Miranda

10
Luis Nieto Miranda A 50 años de la publicación de la novela Todas las sangres de José María Arguedas –y en edio de sus celebraciones!" publicaos un te#to de un poeta de estirpe andina" Apurun$u" acerca de Luis Nieto %&icuani" '('0! )arranco"'((*+" singular vate popular cus,ueño" -oy casi ec-ado al olvido. /studiando y reeorando al -olo Nieto" Apurun$u busca ba1ar al llano a la poesía" al -ablar de su aestro. 2" a su ve3" dar testionio de ese torrente sin pausa ,ue desciende -acia abos 4ancos de la cordillera andina el ,ue nutre las venas y vasos capilares de nuestra cultura popular ,ue va con6gurando" con di6cultades e#treas" el rostro de nuestro 7er8 9:.T;. /scribe Apurun$u %'+. allao" <0'0. &er poeta y -aber vivido coo poeta" invita a ,ue se digan tantas cosas de él" ,ue en buena cuenta se van convirtiendo en algunos casos" en raros y e#traños ,uerubines del aor. /n isteriosos =abricantes de in6nitos 1ardines de >oeos y Julietas. M?s a8n" cuando en vida se tuvo probableente caracteres singulares bo-eios" 1araneros" enaoradores de los -abitantes del @lipo en busca de 1ardineras o de las usas aterciopeladas sabor a caña pura del lugar" coo decía :alle1o. on=ore va transcurriendo el tiepo" éstas" se van conviertiendo en =?bulas de antorc-as ,uieras" de biogra=ías increííbles. Nada de a,uellas pinceladas sobrevendrían sino =uera ,ue en gran parte" o casi en su totalidad" tiene uc-o de verdad en la vida cóo vive o vivió un poeta auténtico. Algo así recuerdo al gran poeta cus,ueño Luis Nieto Miranda. /l -olo Nieto" coo así gustaba y acaso nos e#igía ,ue lo lla?raos así" y todos le acla?baos con especial aprecio de adiración y consideración a su enore 6gura de -obre -ec-o de tierra y de piedra aci3a" tallada en las praderas pa1onales de &icuani! usco. /ran los años '(* !'( 0. /l 7er8 atravesaba los sinsabores de la dictadura de Morales )er8de3. 2o -abía ingresado a &an Antonio Abad del usco" y =ueron años donde los estudiantes en=rent?baos a las arbitrariedades

description

biografia

Transcript of Luis Nieto Miranda

Luis Nieto Miranda

A 50 aos de la publicacin de la novela Todas las sangres de Jos Mara Arguedas y en medio de sus celebraciones-, publicamos un texto de un poeta de estirpe andina, Apurunku, acerca de Luis Nieto (Sicuani, 1910- Barranco,1997), singular vate popular cusqueo, hoy casi echado al olvido. Estudiando y rememorando al Cholo Nieto, Apurunku busca bajar al llano a la poesa, al hablar de su maestro. Y, a su vez, dar testimonio de ese torrente sin pausa que desciende hacia ambos flancos de la cordillera andina: el que nutre las venas y vasos capilares de nuestra cultura popular y que va configurando, con dificultades extremas, el rostro de nuestro Per [V.T].

Escribe: Apurunku (1). Callao, 2010.

Ser poeta y haber vivido como poeta, invita a que se digan tantas cosas de l, que en buena cuenta se van convirtiendo en algunos casos, en raros y extraos querubines del amor. En misteriosos fabricantes de infinitos jardines de Romeos y Julietas.

Ms an, cuando en vida se tuvo probablemente caracteres singulares: bohemios, jaraneros, enamoradores de los habitantes del Olimpo en busca de jardineras o de las musas aterciopeladas sabor a caa pura del lugar, como deca Vallejo.

Conforme va transcurriendo el tiempo, stas, se van conviertiendo en fbulas de antorchas quimeras, de biografas increbles. Nada de aquellas pinceladas sobrevendran sino fuera que en gran parte, o casi en su totalidad, tiene mucho de verdad en la vida cmo vive o vivi un poeta autntico.

Algo as recuerdo al gran poeta cusqueo Luis Nieto Miranda. El Cholo Nieto, como as gustaba y acaso nos exiga que lo llamramos as, y todos le aclambamos con especial aprecio de admiracin y consideracin a su enorme figura de hombre hecho de tierra y de piedra maciza, tallada en las praderas pajonales de Sicuani-Cusco.

Eran los aos 1978-1980. El Per atravesaba los sinsabores de la dictadura de Morales Bermdez. Yo haba ingresado a San Antonio Abad del Cusco, y fueron aos donde los estudiantes enfrentbamos a las arbitrariedades entreguistas de un gobierno militar. Se agitaban por todas partes levantamientos, protestas continuadas, sindicatos en huelgas, especialmente del sector magisterial adjuntos al SUTEP de aquel entonces, cuando en su composicin sindical an se mantena y se fermentaba la mejor participacin democrtica de los maestros, (a comparacin de hoy) cumplindose as su rol de defensor de los derechos de los trabajadores.

Me fue difcil acostumbrarme a estudiar todo el da, por cuanto yo haba terminado mis estudios secundarios en el turno noche en la G.U.E Ricardo Palma-Lima, y trabajaba de da para sostenerme.

Por ah, las veces se producan los debates clsicos de los estudiantes en sus heterogneos planteamientos polticos, en los patios de los pabellones de la universidad, o en el Paraninfo donde funcionaba la facultad de Derecho, Plaza de Armas del Cusco, en estas porfas yo les escuchaba mencionar a los estudiantes el nombre del poeta: el Cholo Nieto. Entonces tena de pronto grandes ganas de conocerlo. Me decan que dictaba clases de Literatura Peruana en la facultad de Educacin; para matricularse en su curso habra que estar ya en los ciclos superiores. Yo apenas haba empezado y afortunadamente en Educacin.

Fue as, cuando en uno de esos debates, desde algn pasillo de la Universidad, otra vez llegaron a mis odos:

Ah est el poeta terrible el Cholo Nieto est pasando por all!

{Uno de los muchos retratos en homenaje al Cholo Nieto}

Sin perder tiempo, dej de escuchar los altercados de los diferentes frentes estudiantiles y me fui corriendo hacia el encuentro de aquel trovador, para apaciguar al fin, mis pretensiones urgentes de querer conocerlo personalmente al poeta.

Efectivamente, all estaba, caminando por la vereda angosta que atravesaba el centro de la universidad. Iba rodeado de varios estudiantes hablando no se de qu asuntos, pero todos complacidos de escuchaban atentos su ronquido voz del poeta, para luego romper en carcajadas colectivas todos los que le seguan. Yo, al principio imagine al poeta en un esbelto personaje de cuerpo enorme, figura colosal, vestido con terno azul o verde acaramelado, con sus anteojos redondos, de tenues bigotes, y con el castellano haciendo gala en sus labios de vate parco, esparciendo palabras difciles de descifrar. Al acercarme hacia el poeta, nada de lo que me imagin haba. Eso s, el uso del castellano s se haca chispeante, saleroso y solemne en sus labios.

All estaba el poeta, fue emocionante para m conocerlo de cerca, y era todo lo contrario de lo que yo me haba supuesto. Transitaba entablando conversaciones voceadas, expresivas, hacindome recordar la dulzura del canto de los cheqollos, de los piskalas en las madrugadas en Toraya, hablaba maravillosamente bien como todo buen hijo de su tierra, tambin del mundo. Afirmaba su doctrina de fe en su pueblo, de sus convicciones de luchador social. Sus labios no tanto gruesos pero firmes, dejaban escuchar las contiendas de las palabras excitantes surgidas de sus ms escondidos sentimientos. Su piel de paja brava de las alturas, una hilera de su cabellera colgndose discretamente por entre su oreja izquierda, como finitos riachuelos que descienden desde las alturas de Ausangate.

Su frente ancha, su pelo lacio semiblanco, puesta su boina negra recostada a un lado de su cabeza. Sus ojos grandes llegaron a mirarme como queriendo decirme:

Cmo estn waukichay? Ven y hablemos de las pestes que han llegado desde hace varios siglos atrs, y nos han jodido la vida; necesitamos estar juntos para expulsar nuestro pichi sobre estas plagas que an quedan.!

Sola decirnos as al observar nuestras absurdas divisiones partidarias en la colectividad estudiantil de aquellos aos. Pues, siempre nos reclamaba la unidad.

()

Haba rumores acerca del poeta, las probabilidades de que iba a dejar de dictar clases. Estaba solicitado, requeran su participacin en la poltica para futuros escrutinios. Sera parte de un nuevo frente llamado Izquierda Unida que empezaba a aparecer encabezado por Alfonso Barrantes.

La idea estuvo bien; hubo un esperanzador inicio para las expectativas del sector mayoritario del pueblo peruano, pero despus los dirigentes y algunos parlanchines seudo izquierdistas slo buscaron acomodarse. Ahora pienso, acaso utilizaron la presencia activa de algunos honestos intelectuales, poetas, polticos, dirigentes, y se olvidaron de lo fundamental: que todo movimiento poltico debe nacer de las bases y apoyarse en ellas. Ellos se olvidaron del pueblo.

No esper en llegar al noveno ciclo para tener la oportunidad de llevar un curso con el poeta Luis Nieto. Me matricul antes, en Literatura Peruana, curso que dictaba el poeta. Cuando asist el primer da de clase, lo primero que nos pregunt fue de nuestros nombres y de dnde ramos. Recuerdo como si fuera ayer, cada uno de los participantes indicamos nuestra procedencia. Cuando yo anunci mi origen apurimeo, el poeta me mir con cierto asombro y aspaviento pensativo, me pareci fortuito, pero luego con tenues movimientos de complacencia me haca sentir en su contemplacin agradable. Advert en su sonrisa una expresin viable y siempre dispuesta para hacer amistad, porque enseguida dijo:

Ah carajo ue bueno, entonces eres haca chuta t eres huaca chuta y montas chcaras bienvenido waukiyay, aqu purificaremos tu oficio de abigeo!

Y todos terminamos en risas elevadas, embriagadas de fantasas, imaginaciones picarescas que nos provocaban sus palabras altisonantes. Porque como poeta era dueo de una fina y fuerte personalidad, campechano, y por supuesto convicto y confeso de una filiacin poltica a favor de las grandes mayoras, junto a una fe inconmensurable hacia su pueblo.

La manera cmo expona sus clases, en nada se pareca a la forma esquematizada que todos conocemos. Es decir, previa a una ruta trazada de apuntes, lo que llamamos preparacin de clases. Nada de eso traa el Cholo Nieto. Sus clases consistan en su propia historia vivida en los sinsabores de la prctica literaria, sindical, poltica, al lado de reconocidos dirigentes sociales, poetas, narradores y artistas de todo orden.

Nos narraba sus vivencias con especial acento de su voz, a veces con algo de ronquido, en otras sonoras y de vibrantes asonancias, junto a su particular apego a una raza, su lenguaje andino, mestizo, apasionado por la vida y la poltica. Era un conversador congnito y autntico.

Yo disfrutaba de sus historias al escucharle de las veces que fue perseguido y deportado a Bolivia en 1931, cuando tena sus 21 aos, y public su primer libro Poemas perversos. Nos lea algunos de sus versos de aquel poemario, con elevada sentida de animacin triunfal. Detallaba con gran maestra hacindonos saber de sus experiencias coexistidas con Pablo Neruda y Vicente Huidobro con quienes vivi en Chile algo de 8 aos. Las incontables ancdotas con Neruda y Vallejo. De Palma con Gonzles Prada, de Mariano Melgar con la revolucin de Pumacahua; y con todas aquellas nos picaba nuestra atencin. Ms an, cuando se refera a la personalidad y la importandia del estudio de las obras de Manuel Gonzles Prada, Jos Carlos Maritegui, Vallejo, Jos Mara Arguedas, etc., nos demandaba que todo estudiante deberamos asumir la lectura de los Siete Ensayos, Pginas libres u Horas de lucha, Los ros profundos, Poemas Humanos, etc.

()

Un poeta debe vivir y sentir la palabra para crear a partir de sus emociones de hombre libre, que ama al mundo y escribe su realizacin verbal de manera intensa. Eso era Luis Nieto Miranda en aquellos aos cuando le conoc por unos cuatro o cinco meses. La huelga de los maesros por ms de tres meses no se hizo esperar el apoyo de algunas universidades nacionales. Recuerdo al poeta Nieto sumndose a la huelga de hambre junto a varios maestros del SUTEP.

Para eso entraron y tomaron sitio y ocuparon la infraestructura de la Iglesia Compaa de Jess del Cusco, en donde el poeta particip haciendo huelga de hambre junto con otros maestros y estudiantes.

En una ocasin, el poeta nos cit a unos cuantos estudintes de su entorno a la chichera La Chola, ubicada en la calle Pumakurko. Y hacia all fuimos a tomar chicha de jora fuerte, tambin haba frutillada preparada con un poco de aguardiente. Al poeta le encantaba ir a las picanteras, bailar emocionado en la fiesta grande de Inti Rimi, entonces daba rienda suelta a sus picarescos dichos, a su carcter enamorador, gozoso y jocoso. Se senta compacido y orgulloso de la msica cusquea. En especial del conjunto musical Condemayta de Acomayo. Deca que era la ms autntica de su gnero porque su canto brotaba con la naturalidad de los maktazos y pasachas jugueteando entre los ichus, sin rodeos ni arreglos de refinamientos extra musicales.

{La msica de Condemayta de Acobamba, la que amaba el poeta}

Las canciones de Condemayta llegaron a emocionarme sobre manera desde aquellos aos. Estara siempre escuchando: Destino, Challhuaschally, Serenata y entre otra. Cuando yo volva a Lima, en el Callao puse una vez la msica de este conjunto cusqueo, en una reunin familiar del entorno de mi difunta esposa, y unos cuantos vecinos del Carrillo Albornoz. Todos me miraron sorprendidos como si hubiera cometido un crimen. Creo que de pronto hasta con desprecio y burla soportaban mi presencia esperando que terminara rpido el disco que yo tena y haba escogido para escuchar. Entonces entend que el Per estaba bien jodido, alienado, enfermo, y la ignorancia campeaba por todas partes.

Hoy, felizmente, un poco ha cambiado. Cunta razn tena el Cholo Nieto en la urgente necesidad de prepararnos para hacer frente a todas estas epidemias.

Quisiera finalizar con algunas propias palabras del gran maestro y poeta Luis Nieto Miranda, con quien acaso creci mucho ms mi apego a la poesa. Las palabras del poeta las encontr en un texto e antologa: A Mari Floran, Luis Rodrigo y Luis Nieto, publicado por la Prensa del Minsterio de Educacin en 1945. El autor de Charango nos dice:

Como ninguna otra, la ma, ha sido y seguir siendo una generacin dispersa. La menos literaria de todas las generaciones. Apenas si una que otra quimera y cierto tono galante que floreca con estruendo en aquellas noches en que las guitarras y charangos y las lindas mujeres de mi tierra encendan la sangre y las miradas. A muy pocos, dos o tres apenas, nos pic el afn de la aventura y la bohemia. Nosotros ya no leamos a Vargas Vila ni nos encerrbamos para saber de las tonteras de Larran, de Guido de Verona o de Pitigrilli. Pensbamos ya en el mensaje ardido y limpio de Jos Carlos Maritegui, en su gallarda actitud de combatiente y en esa su ejemplar conducta de escritor y de hombre, con una filiacin y una fe. Por tanto, nuestra pasin deba ser distinta. Tenamos otro afn un mandato de la vida y de esa poca, un apenas entrevisto deber para con el pueblo sufrido del que salimos, nos hizo enarbolar una bandera y acariciar una esperanza.

POEMA

Cancin para los hroes del pueblo

Venid a ver a los hombres

que mataron los soldados.

Parece que aun sonren

a la Libertad sus labios.

Venid a ver a los nios.

Un galope de caballos

rubric sobre sus sienes

la maldicin de sus cascos.

Venid a ver a los pobres

muertos de veinte balazos.

Hasta los mismos fusiles

les admiraban sonmbulos.

Y ved a los estudiantes

con sus ojos enlutados,

all donde antes viva

una poblacin de pjaros.

Amaban la libertad

tal como la aman los bravos.

Para matarlos fue urgente

lo hicieran a caonazos.

Venid a ver a los hroes!

Venid a verlos, hermanos!

Estn aqu con sus pechos

de sangre condecorados.

Que formen guardia de guerra

brigadas de milicianos

y que sus tumbas vigilen

los volcanes milenarios.

Y en vez que cubran sus cuerpos

tristes banderas de llanto,

hagmosles un incendio

de himnos revolucionarios.

No han muerto! Contra los nuestros

nada pueden los disparos.

En el corazn del pueblo

ellos vivirn mil aos.

Y ahora nada de lgrimas!

Puos y pechos blindados!

Y a pelear como leones

porque ellos no han muerto en vano!

Luis Nieto Miranda